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GESTIÓN DE CALIDAD
Nombre: Alexander Cárdenas Acero Profesora: Yully Quiroga
Correo: alecardenasace@unal.edu.co Código Materia: 2027410-1
Fecha: 24 de septiembre de 2018
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Sede Bogotá
Facultad de Ciencias Económicas
Escuela de Administración y Contaduría Pública
1 Se debe tener en cuenta que la calidad se asegura no únicamente desde la Alta dirección, sino en la medida en que toda la
organización, cada miembro de la misma, se hace partícipe de los objetivos de la empresa. Se descubre así un sentido de pertenencia
intrínseco que permite el crecimiento conjunto.
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Es bien sabido que uno de los factores esenciales para la consolidación de una organización
determinada es el presupuesto; y mucho más si lo que se pretende es la implementación de un SGC.
Si bien con este sistema se busca mejorar continuamente los procesos en pro de la construcción de
una organización eficiente y eficaz en la satisfacción del cliente, se debe decir que muchas veces la
financiación del mismo es insostenible. Piénsese en los procesos de acreditación del sistema que
certifican el cumplimiento de los requisitos para que este se desarrolle de la mejor manera. En
Colombia, aproximadamente, una primera Auditoria de Certificación tiene un costo de entre 25 y 40
millones de pesos; mientras que las Auditorías de Seguimiento, que se realizan cada año después de
la primera certificación, tienen un costo de entre 25 y 30 millones de pesos. Al hablar de una empresa
promedio o de las PYMES (Pequeñas y Medianas Empresas), este tipo de procesos resultan muy
costoso e imposibles de llevar a cabo puesto que no se tienen los recursos necesarios,
monetariamente hablando. Por más que se plantee la aplicación y una posible implementación del
sistema, si un ente reconocido no acredita este proceso, es imposible decir que se está llevando a
cabo un SGC. De allí que uno de los problemas centrales de ponerlo sea precisamente las formas de
financiación. Esto trae consigo el pensar la Calidad únicamente como un negocio que no
necesariamente viene dada por una certificación.
Con lo dicho hasta el momento se abre paso al segundo aspecto que se quiere abordar en este
apartado. Se está hablando del orden como eje orientador de todo SGC. Junto con los procesos de
certificación y la visión en cuanto a los costos presentada, cabe preguntarse si ¿Tener un Sistema de
Gestión de Calidad ordenado y certificado implica necesariamente asegurar la calidad dentro de una
organización en cuanto a producto o servicio ofertado? La respuesta es no. Nuevamente, se debe
recordar que el SGC no es un fin en sí mismo, sino un medio para lograr algo mayor, en este caso, la
satisfacción de las partes interesadas. De allí que la implementación de un sistema por el sistema no
asegura calidad, al igual que pensar que por tener una estructura organizada no quiere decir que se
lleven a cabo procesos de calidad. Si bien estas estructuras ordenadas ayudan a la puesta en marcha
del proceso de la mejor manera, es esencial que toda la organización esté comprometida con los
objetivos y se tenga cierto sentido de pertenencia que implique un compromiso radical por la prestación
del servicio o la oferta de un producto. Además, tener un SGC no implica tener todo planeado de
antemano; se deben dejar espacios para la innovación y la creación. La posibilidad de pensar
diferente, de tener una visión del mundo divergente permite a la empresa en su conjunto crecer y
responder de manera nueva y revolucionaria a los retos que se le presentan en el mundo
contemporáneo.
Para terminar este apartado, quisiera presentar, de manera sucinta, los Premios de la Calidad, que
“surgen para motivar e impulsar la puesta en marcha de programas de calidad en las empresas de los
países en las que han sido establecidas, para así dar a conocer las experiencias de las empresas en
este campo” (Montes & Fuentes, 2005). Se presentan para demostrar que la finalidad de la
implementación de un SGC no es obtener el premio, sino consolidar unas buenas prácticas
empresariales, la posibilidad de responder a un cliente de la mejor manera a través de la mejora
continua; cuestiones que pueden generar el reconocimiento público con una condecoración como las
que aquí se mencionan. Son cuatro los Premios de la Calidad: El premio Deming, otorga a aquellas
personas que han contribuido a la difusión y al desarrollo del control total de la calidad; el premio
Malcolm Baldrige, cuyo criterio más importante es el que hace referencia a la satisfacción del cliente;
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