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1 COMUNICACIÓN Y PARTICIPACIÓN
A modo de introducción.
Uno de los factores claves en el funcionamiento de una organización es su comunicación o
técnicamente su integración. Con esto nos referimos a los mecanismos que posee una
organización de coordinar sus esfuerzos para el logro de sus objetivos.
Frente a esto podemos hacer énfasis en dos aspectos, el liderazgo y el trabajo en
equipo. Elementos que posibilitan a la organización para obtener resultados sinérgicos
superiores. No obstante, estos se sustentan en la capacidad de comunicación que poseen los
miembros de la organización.
La comunicación se produce en dos niveles: el literal (lo que efectivamente decimos al comunicar)
y el interpersonal (lo que efectivamente buscamos comunicar al decir lo que decimos).
El aspecto de contenido: relativo a la entrega de información literal, “lo que se dice de algo”.
También se denomina comunicación referencial, porque hace referencia a la información.
El aspecto relacional: alude a la intencionalidad de la comunicación y a la relación entre los
comunicantes. Por lo general, el aspecto relacional se vincula estrechamente con la comunicación
de las emociones de los participantes de un encuentro humano. Se refiere al “cómo se dice algo”.
Este axioma establece que el aspecto relacional define al de contenido, esto significa que su
importancia es decisiva en los intercambios humanos. En la experiencia con los clientes nos vamos
haciendo expertos en el descifrado del nivel relacional de los mensajes que recibimos.
Cuando un cliente saluda, puede indicarnos de manera implícita varios mensajes adicionales,
como por ejemplo, ¡Me siento bien! ¡Estoy apurado! ¡No me han atendido todavía!, etc.
Cuando es capaz de cumplir con el fin que persigue, es decir, cuando el Receptor ha comprendido
cabalmente todo el Mensaje transmitido por el Emisor.
Sin embargo, para que la comunicación sea eficaz debe existir una relación coherente entre lo que
expresamos verbalmente y nuestras conductas e interacciones con el otro. Recordemos que:
La comunicación eficaz se llevará a cabo cuando nuestro receptor comprenda con exactitud
aquello que deseábamos expresarle y no sólo el contenido literal de ese mensaje. En este
sentido, la comunicación es efectiva cuando ha cumplido el fin que persigue.
Tipos de comunicación.
Así como existe el habla o la escritura, existen muchos tipos de comunicaciones que imprimen
significancia a la información que entregamos.
A continuación revisaremos algunos tipos.
Comunicación Verbal
¿Qué es la Comunicación Verbal?
La comunicación verbal es aquella que expresamos de manera oral o escrita.
La relevancia que tiene este tipo de Comunicación corresponde a que podemos hacernos cargo
responsablemente de lo que comunicamos, al menos en cuanto a la Emisión del Mensaje. De allí
que una serie de acuerdos guarden validez sólo si son puestos por escrito, dado que sólo así se
podrá volver a ellos toda vez que existan problemas a partir de dicho acuerdo.
A pesar de que tanto Emisor como Receptor recurren a un mismo Código para comunicarse, el
riesgo de malos entendidos sigue presente. Recordemos que, aunque es concreta, el éxito o
fracaso de la Comunicación dependerá de la habilidad del Emisor para producir y transmitir
claramente sus mensajes.
La comunicación Verbal será eficaz sí:
Debemos considerar todas las formas de expresión no verbal, pues ellas marcan nuestra
comunicación y son capaces por sí solas de generar percepciones erradas, tanto para Emisores
como para Receptores, sobre la realidad que nos rodea. Recuerde que una percepción errada
puede llegar a constituirse en un conflicto y que para evitarlo debemos ser responsables,
procurando una comunicación eficaz.
Actitud e influencia en los demás. (otros tipos de comunicación)
Por otra parte, las siguientes conductas se interpretan como indicadores de persuasión e
influencia:
Expresión facial
Se trata del carácter expresivo y comunicativo que adquiere el rostro humano a partir de ciertas
expresiones o gestos faciales específicos (como los movimientos de boca o cejas). Destaca aquí la
conducta visual, la cual, en base a los movimientos y a la dilatación o contracción de la pupila,
entrega constantemente pautas a considerar en la comunicación.
La expresión facial cumple un rol determinante en la expresión emocional, en el inicio y término
de un intercambio humano, en la regulación del flujo de conversación y en la definición de la
relación interpersonal.
Debido a la importancia que tiene, privilegiaremos la comunicación no verbal asociada a los ojos.
Se considera la conducta visual como un canal de comunicación independiente de la expresión
facial.
Es un hecho probado, que el tamaño de las pupilas disminuye con el aumento de la luz, y aumenta
si baja la intensidad de ella. Así también se ha probado que existe una reacción en la dilatación
frente a ciertos estímulos de tipo psicológico. Los resultados de los estudios hacen concluir que
situaciones de interés y atractivo emocional favorecen la dilatación pupilar, y que los estímulos
negativos o desagradables conducen a una contracción pupilar.
Cuando dos personas se miran directamente a los ojos, se comunican. En una buena relación, los
comunicantes mantienen la mirada entre el 60% o 70% del tiempo de interacción. Una persona
que mantiene la mirada sólo un tercio del tiempo de interacción puede estar nerviosa o demostrar
timidez.
Paralenguaje: Tonos de la Voz
El paralenguaje hace referencia a los elementos vocales no verbales del habla como el tono de la
voz, el volumen, la velocidad e inflexión de la voz. El interés está en el "cómo" de la comunicación
verbal, y en todas las características que acompañan al discurso.
A continuación, presentamos las siguientes categorías:
• Intensidad de la voz: Percibida como fuerte o suave, es la fuerza con que se proyectan las
ondas de sonido.
• Velocidad y regulación del tiempo: Se refiere a la velocidad y extensión con que se habla,
así como a la localización y duración de las pausas.
• Tono: Se refiere a la altura tonal de la voz (frecuencia de vibración).
• Fluidez: Se refiere a la ausencia de distractores, tales como repeticiones, vacilaciones,
tartamudeos, etc.
Las señales del paralenguaje cumplen roles vitales en los encuentros humanos:
Las claves paralingüísticas tienen un rol importante en los encuentros con los clientes.
Especialmente, en el trabajo de telemarketing, donde esta clave debe ser “leída” sin tener otras
claves no verbales para ayudar en esta lectura.
En el contacto inicial con un cliente, el saludo tradicional, pero unido a un paralenguaje cálido y
amistoso puede establecer un vínculo relacional óptimo para el diálogo que comienza.
Comunicación dentro de la Empresa
Recordemos que la comunicación tendrá éxito cuando el mensaje del emisor sea claro y el
receptor comprenda correctamente el mensaje (ello debe corroborarse a través de la
retroalimentación. Puede parecer una obviedad, pero es muy relevante en la rutina laboral:
perdemos mucha energía a causa de errores en la comunicación; se producen pérdidas
económicas, conflictos profesionales, laborales y personales, e incluso se incurre en procesos
judiciales a causa de una comunicación incorrecta.
Finalmente, el medio a través del cual se da la comunicación, también es importante. No es lo
mismo expresarse a través del correo electrónico que en forma personal. Para elegir el medio de
comunicación más adecuado, debemos evaluar previamente las características del mensaje que
queremos entregar.
Niveles de Comunicación al interior de una Empresa
En una Empresa, es posible observar dos niveles de comunicación. Ella puede ser vertical y
horizontal.
Revisemos el siguiente Recurso interactivo.
Los niveles de comunicación existentes dentro de una empresa, son fácilmente observables y sus
resultados son medibles a corto plazo. Por lo tanto, si la comunicación de una empresa es eficaz,
puede constituir una herramienta estratégica para el desarrollo de ésta. Por el contrario, si los
niveles de comunicación son deficientes e ineficaces, la empresa corre el peligro de perder
cohesión y, así, de crear un clima organizacional que no fomente el trabajo en equipo.
4.2 LIDERAZGO
Para analizar el liderazgo es necesario definir qué es exactamente un líder.
El líder es aquella persona reconocida como jefe, capaz de influir en el comportamiento de los
demás. Nadie ha dotado al líder de autoridad, sino que la autoridad emana de él mismo, de su
carisma, de unos rasgos de su personalidad que hacen que otros reconozcan en él un guía.
Para que una persona sea considerada líder debe reunir unas características personales que
inciten a los demás a seguirle. Estas características pueden ser rasgos innatos de la personalidad
pero también pueden ser capacidades adquiridas mediante la experiencia o a través de una
formación específica.
Para conocer algunas de las características destacadas de un líder, revise el siguiente Recurso
interactivo:
Objetivos: Ser jefe y/o líder
No todos los jefes son líderes y no todos los líderes son jefes. La dirección de la empresa otorga
determinado poder a cada una de las personas que integran su plantilla. Los subordinados tienen
la obligación de obedecer las decisiones tomadas por sus superiores, pudiendo estar o no de
acuerdo con ellas.
Este poder legítimo establecido por la propia empresa, puede llegar a chocar con el poder
establecido en las relaciones informales que se dan dentro del entorno de trabajo. Es entonces
cuando puede surgir la figura del anti líder, que se opone a la autoridad establecida y que genera
problemas en el seno de la propia organización.
Por ello, las empresas se esfuerzan en que el jefe sea visto como un líder. De esta forma, el buen
clima laboral repercutirá de manera notable en los beneficios de la empresa, los trabajadores
estarán más motivados, su rendimiento aumentará, se logrará que todos se sientan identificados
con la organización y que los resultados sean beneficiosos y gratificantes para todos.
Por lo tanto, se hace necesario que dentro de la empresa el directivo sea líder, es decir, que
tenga la autoridad para imponer el modo de trabajo y la política de la empresa, pero que, al
mismo tiempo, sea capaz de involucrar a todos en la consecución de los objetivos.
En este aspecto, dirigir una empresa es gestionar tanto los recursos productivos materiales como
los recursos humanos. Así, a medida que el factor humano ha ido adquiriendo mayor importancia,
las cualidades que se buscan en un directivo han evolucionado hacia la figura del liderazgo.
Por ello, actualmente las empresas buscan directivos con conocimientos técnicos capaces de
organizar los recursos materiales y humanos para alcanzar los objetivos de la empresa que además
posean capacidades para empatizar con los empleados sin necesidad de recurrir a la acción
coercitiva.
De esta forma, a través de una adecuada comunicación, se consigue implicación y motivación por
parte de los empleados, haciendo que se sientan parte importante de la organización.
MOTIVACIÓN
Para comprender los factores que favorecen la motivación en el trabajo se debe tener en cuenta
que la conducta humana está orientada aalcanzar objetivos. En este sentido, si un directivo
consigue motivar a un trabajador para alcanzar unos objetivos en la empresa, estos acabarán
formando parte de sus objetivos personales.
Dicho de otra forma, un trabajador motivado canalizará sus esfuerzos en alcanzar los objetivos
de la empresa, ya que dichos objetivos habrán pasado a formar parte de sus propios objetivos.
En este sentido, hay tantas motivaciones como personas o situaciones concretas. La motivación de
un trabajador puede ir desde obtener dinero para cubrir sus necesidades básicas y las de las
personas que están a su cargo, hasta conseguir el reconocimiento social. Además,los elementos
motivadores de los trabajadores no permanecen invariables a lo largo del tiempo, sino que van
evolucionando en la medida que el sujeto va cubriendo sus necesidades y deseos.
Para motivar a los trabajadores hay que tener en cuenta su escala de valores, su cultura, la
situación económica del entorno en el que viven o las metas u objetivos que pretenden alcanzar
mediante el trabajo.
Obviamente, las metas de un trabajador en un país desarrollado son radicalmente distintas a las
de un trabajador en un país en vías de desarrollo.
La personalidad y las necesidades de los trabajadores son los principales factores que directivos y
gerentes deben valorar a la hora de garantizar la motivación de sus empleados. Para los
trabajadores, las principales fuentes de motivación externa son:
Si nos detenemos en esta primera definición, podremos percatarnos de que tanto los animales
como los computadores pueden efectuar las acciones antes mencionadas. Por tanto,
El ser humano, en su complejidad, va más allá de las simples funciones relacionadas con el manejo
de la información e incorpora en todas sus actividades cotidianas, uno de los componentes más
importantes que posee: sus emociones.
Aprendemos, reconocemos, relacionamos, mantenemos el equilibrio y muchas cosas más, sin
saber cómo lo hacemos, de manera automática. ¿Quién se pone a pensar o intenta descifrar los
enigmas de una operación tan cotidiana como lo es el mutuo entendimiento de la lengua que
hablamos? ¿Quién medita sobre el silencioso proceso que ocurre cada vez que encendemos la
luz de una habitación?
Como seres humanos, tenemos la capacidad de integrar estas actividades mentales y de hacerlas
voluntarias, en definitiva, de controlarlas, como ocurre con el aprendizaje, que deja de ser
automático (como lo es en los animales) para focalizarlo hacia lasatisfacción de determinados
objetivos.
Una de las definiciones que mejor se adapta a nuestra forma de entender el concepto
de Inteligencia, es el siguiente:
Ahora, bien, hasta aquí hemos definido la Inteligencia desde una perspectiva tradicional, es decir,
entendiéndola como una facultad humana ligada a la razón.
Para que un organismo se adapte a su medio – en este caso, el ser humano— no basta con que
sepa resolver problemas o que posea un pensamiento lógico brillante; las competencias que
guardan relación con el autoconocimiento, el manejo de las emociones y las relaciones
interpersonales, ocupan un lugar importante en el camino hacia el éxito y la autorrealización, sin
dejar de mencionar que, además, permiten una mejor adaptación al medio familiar, social, laboral
y profesional.
Goleman, estima que la inteligencia emocional se puede desarrollar conociendo las emociones y
sentimientos propios, manejándolos, reconociéndolos, creando la propia motivación, y
gestionando las relaciones. Afirma que existe un conjunto de 5 habilidades de carácter no
intelectual, que incidirían fuertemente en el desempeño de una persona en todos sus ámbitos;
éstas son:
La Inteligencia Emocional está ligada al control de las emociones, una autoestima saludable, el
control de los impulsos, el manejo del estrés, la eficacia en las relaciones interpersonales, la
flexibilidad ante los cambios, la tolerancia a la frustración, la capacidad empática y la
asertividad, entre otras tantas habilidades personales.
Hagamos un pequeño paralelo entre los conceptos de Inteligencia racional v/s Inteligencia
emocional:
Liderazgo adaptativo
A la luz de esta teoría se deduce que un líder debe conocer los niveles de madurez de los
empleados a la hora de determinar el tipo de liderazgo que va a ejercer. No obstante, el líder
también debe tener en cuenta que las personas pueden sufrir grandes variaciones de madurez en
las tareas según las habilidades o conocimientos que les requiera cada una, de modo que el tipo
de liderazgo debe ser flexible para adaptarse a las circunstancias.
Cuando hablamos de madurez nos referimos a la capacidad que poseen ellos de realizar las
actividades establecidas de forma autónoma según las metas propuestas por la organización. Lo
que viene determinado por su experiencia de trabajo en equipo, por su motivación de logro, y por
sus habilidades y disposición para asumir responsabilidades.
Además, no debe olvidarse de la estructura informal que se establece en cualquier grupo de
trabajo, ya que posiblemente tenga que adaptarse a ella, tanto a los grupos como a cada
integrante del mismo, puesto que cada persona mostrará un nivel diferente de madurez.
Según esto, se han descrito diferentes tipos de estilos para dirigir el liderazgo, entre los más
importantes están:
Estilo AUTOCRÁTICO
El jefe autocrático decide cómo hacer las cosas imponiendo su propio criterio. Asume la
responsabilidad de todas las tareas sin delegar funciones, y se encarga de planificar y distribuir
todo el trabajo entre sus empleados. Este tipo de liderazgo es ideal cuando existen crisis o
situaciones donde no existe un tiempo suficiente para aplicar otro tipo de liderazgo, dado que se
necesitan las acciones “ahora ya”. Sin embargo, una situación de tensión continua puede
erosionar las relaciones del equipo dado que este estilo minimiza la participación activa de los
trabajadores, reduciéndolos solo al rol ejecutores automáticos, lo que afecta directamente la
motivación y el sentimiento de realización por el trabajo.
Estilo DEMOCRÁTICO
Con el estilo democrático de dirección el jefe propone las tareas a los miembros del grupo para
que se establezca un plan de trabajo decidido por consenso entre todos los integrantes de este.
El jefe emite juicios objetivos acerca de los trabajos realizados, elogia cuando es oportuno, pero
también critica de forma constructiva. Además, se preocupa por estimular la participación en el
grupo, favoreciendo una mayor cohesión. De esta forma, aunque el jefe deba asumir las
consecuencias de todas las responsabilidades, las comparte con los miembros del equipo de
trabajo. Se ve a sí mismo como un guía del grupo encargado de coordinar las acciones que se van
a llevar a cabo para conseguir los objetivos.
La desventaja de este método radica principalmente en dos puntos, el primero es que usualmente
este estilo implica aumentar la burocracia en la toma de decisiones, pudiendo demorar mas de lo
prudente según la situación. Mientras que en segundo lugar, se pueden dejar de lado tanto
facciones como iniciativas con mayor impacto, solo porque son representadas por una minoría
ante el grupo en total, dejando de lado y desmotivando a parte del equipo.
Estilo PATERNALISTA
Este estilo de dirección es semejante al autocrático porque es el director quien toma las
decisiones pertinentes relativas al trabajo sin dejar que otras personas participen, aunque puede
pedirles opinión en ciertas ocasiones, para comprender el grado de comprensión que tienen sus
ordenes o directrices. Sin embargo, una subestimación de las capacidades de un empleado puede
generar que se esté dejando de lado potencial no reconocido en sus labores, minando la
motivación del trabajador.
Estilo VISIONARIO
Este estilo se caracteriza porque el directivo implica a sus subordinados en la toma de decisiones
sobre el trabajo, compartiendo con ellos la responsabilidad y consecuencias derivadas de la
misma. De esta forma, se involucra a todos miembros del grupo de trabajo, haciéndoles partícipes
de los objetivos de la empresa, así como de sus intereses. Este liderazgo busca vincular a los
trabajadores con los objetivos institucionales para que estos sean tomados como propios. La
dificultad de este liderazgo radica en el estrés posible por la carga de labores y responsabilidad,
que prive a los empleados de los descansos y pausas necesarias para mantener un ambiente de
trabajo sano.
4.3 EQUIPOS DE TRABAJO
Todo equipo de trabajo pasa por una serie de fases desde el momento en que se establece hasta
su formación definitiva.
En la fase previa a la formación del equipo de trabajo es importante tener bien definidos cuáles
van a ser los cometidos y objetivos del equipo, cómo se va a organizar, de quién va a depender,
cuál va a ser su relación con el resto de la organización, qué características deben reunir sus
componentes, etc.
Posteriormente, se seleccionará a los miembros del equipo: personas con capacidad para trabajar
en equipo y con diferentes personalidades, lo cual permitirá un enriquecimiento de todo el
equipo.
Por último, se nombrará al jefe del equipo, al que se le comunicará con claridad el proyecto para
que se lo transmita al resto de componentes. El equipo no puede funcionar al margen de la
organización, sino que debe estar plenamente integrado en ella. Una vez establecido esto, hay que
tener en cuenta que, para que el equipo de trabajo esté constituido, el grupo ha de pasar por
distintas etapas:
Etapa de partida.
Comienza en el momento mismo en el que se forma el grupo. El equipo se puede formar por
decisión de la empresa o por la libre voluntad de sus miembros que, por afinidad interpersonal o
por capacidades técnicas, han decidido trabajar juntos para alcanzar un objetivo y que obtienen
beneficios por el trabajo realizado. En ambos casos los equipos deben ser coordinados por un
líder.
Etapa de tránsito
Es el momento en el que se pasa de formar un simple grupo a constituir plenamente un equipo.
Durante esta etapa los miembros del equipo establecen ciertos lazos interpersonales de
cooperación y afecto y, además, se establece la jerarquía dentro del equipo. En esta etapa se
comienza a progresar en la fijación de objetivos y se definen los roles de los integrantes.
Para que este cambio se consolide, es importante atender a los principales elementos motivadores
para el ser humano:
En función del tipo de organización empresarial se dará más valor a un tipo de elemento
motivador que a otro. La conciencia de equipo puede constituirse partiendo de dos parámetros
opuestos: a partir de la competitividad entre los miembros o a partir de la solidaridad, cuando la
ganancia y el prestigio obtenidos lo son para todo el equipo.
Etapa de madurez
Un equipo llega a ser maduro cuando todos sus miembros dejan de necesitar autoafirmarse
dentro del mismo y cuando cada uno sabe cuál es su lugar y su rol en el equipo. Además, esta
situación debe ser aceptada por todos los componentes del grupo.
Entre los miembros de un equipo de trabajo no solo hay una relación jerárquica formal, sino que
puede existir también una relación afectiva. Esta relación afectiva entre los integrantes de los
equipos se explica, en unos casos, por la coincidencia en aficiones y gustos; en otros, responde a
intereses personales que desconocen el resto de los integrantes del grupo.
Participación de los miembros del equipo
Los miembros de los grupos de trabajo deben adoptar diferentes papeles. Por tanto, a la hora de
formar un grupo se buscarán individuos con personalidades diferentes pero complementarias,
evitando duplicar roles en el mismo grupo y, por tanto, posibles conflictos laborales y personales.
Además, es importante recalcar a los miembros del equipo que su labor es esencial para el
desarrollo grupal. De hecho, la aportación de cada miembro al grupo tiene más peso que el que
tendría una aportación individual en un entorno fuera del grupo. Esto se debe a que lo que aporta
una persona en un equipo es asumido, modificado y enriquecido por las contribuciones del resto
de los miembros, aumentando con ello el valor de lo aportado inicialmente por el individuo.
En el siguiente cuadro se muestran las tres categorías de roles de participación: de acción, sociales
y mentales. Según se muestra, en cada una de estas categorías tienen cabida tres personalidades
distintas, con sus consiguientes contribuciones al equipo de trabajo.
Aspectos que median la participación en un equipo
(Potenciación de la Negociación y desincentivo del conflicto)
La comunicación es la base de una construcción sólida para un equipo de trabajo, la que se debe
enfocar en busca del diálogo, el intercambio y la negociación, evitando caer en conflictos y
desacuerdos poco productivos. Entendiendo estos últimos como lassituaciones que provocan
enojo molestia por sobre el nivel profesional.
En este sentido, es posible que más de alguna vez hayamos escuchado los conceptos
de asertividad y empatía, pero
¿Cómo logro transmitir adecuadamente lo que quiero y cómo me pongo en el lugar del otro?
Así conoceremos habilidades personales imprescindibles para comunicarnos con el otro, las que le
permitirán ponerse psicológicamente en el lugar del cliente interno y externo, y dar pie para
establecer una relación clara, acogedora y que hace que éste sienta que nosotros sí lo
entendemos.
Desarrollo de Habilidades Personales
Como ya sabemos, en las relaciones humanas, la comunicación con los demás sienta la base para
que se establezca una relación interpersonal de calidad. Por eso, debemos preocuparnos de
generar una comunicación efectiva. Ésta se produce cuando el destinatario ha recibido el mensaje
y lo ha interpretado tal cual lo deseaba el emisor.
Lo anterior implica que dicho mensaje debe llegar a nuestro interlocutor con la menor cantidad
posible de distorsiones. A continuación, revisaremos algunas de las habilidades sociales más
importantes relacionadas directamente con la comunicación efectiva.
Confianza y autoestima
La confianza y autoestima corresponden a la misma esfera del auto-concepto personal.
¿Qué es la Autoestima?
Por su parte,
¿Qué es la Confianza?
De esta forma, todos debemos contar tanto con la capacidad de ser conscientes de nuestras
propias fortalezas y debilidades(Autoestima), como también, contar con la convicción de alcanzar
las metas que nos propongamos (Confianza).
En este sentido, debemos ser capaces de conseguir todo lo que nos propongamos, en tanto que
no nos propongamos metas que no seamos capaces de conseguir.
Es posible, a su vez, señalar algunas características que dan cuenta de un alto índice de autoestima
y confianza.
Asertividad
La asertividad es
La conducta asertiva permite, a quien la adopta, expresar emociones, ideas y desacuerdos hacia
otras personas.
Una persona asertiva presenta las siguientes características conductuales:
Cuáles son esos derechos que debo respetar?
Cada vez que usted hace respetar sus derechos sentirá que es una persona valiosa y respetable, y
esto aumentará la imagen positiva que tiene de usted mismo.
Empatía
¿Qué es la empatía?
La empatía es la capacidad de “leer” emocionalmente a las personas, vale decir, captar sus
sentimientos, necesidades e intereses.
Podríamos decir que la empatía constituye algo así como nuestra conciencia social, ya que través
de ella podemos identificar los sentimientos y necesidades de los demás, lo cual nos permite
desarrollar nuestra sensibilidad e identificarnos emocionalmente con el otro.
Cabe destacar que ser empático no implica dejar de lado nuestras propias opiniones para asumir
como propias las de los otros. Podemos estar en completo desacuerdo con alguien, pero debemos
tratar de respetar su posición, aceptar como válidas sus propias motivaciones y no presionar para
que piense como nosotros.
Para desarrollar nuestra empatía hacia los demás, podemos seguir las siguientes sugerencias:
-Prestar atención a la comunicación verbal (el mensaje) y a la No verbal (gestos, posturas, tono
de voz): Mantener la cordialidad durante la conversación, demostrando que estamos dispuestos a
conversar los temas que él considera importantes.
-No evaluar, juzgar y mucho menos descalificar a la persona: Lo comprendemos y nos ponemos
siempre en su lugar, evaluando la situación desde su propia perspectiva. Le hacemos saber de
manera afectiva que entendemos su mensaje y concedemos especial atención a sus respuestas.
A veces no tenemos otras conductas que nos ayuden a funcionar mejor (“Hiciste lo que mejor
pudiste, con lo que sabías”). Lo importante es decirlo realmente de manera honesta y ajustada lo
más posible a su realidad.
La empatía, es un acto de interés genuino por tratar de comprender a los demás. Y la Asertividad
es el acto en que valoramos y respetamos a los demás y a nosotros mismos.
Un elemento clave para estas habilidades sociales es que exista un oído bien afinado.
Para poder ser empático y asertivo en cualquier actividad, es esencial saber escuchar: quienes
no saben hacerlo dan la impresión de ser indiferentes o insensibles, lo cual, provoca en el
otro un deseo de no seguir hablando y no volver a interactuar con esa persona. También puede
provocar reacciones agresivas.
Escucha Activa
La escucha activa significa escuchar y entender la comunicación desde el punto de vista del que
habla.
Escuchar es un proceso psicológico que, partiendo de la audición, implica otras variables del
sujeto: atención, interés, motivación, etc. Es un proceso mucho más complejo que la simple
pasividad que asociamos al “dejar de hablar”.
¿Qué es escuchar?
A continuación, algunos consejos para demostrar que estamos escuchando activamente. Para esto
revise el siguiente Recurso interactivo:
Disposición de servicio
Cabe destacar que uno de los factores de riesgo psico laborales tipificado por el Ministerio del
trabajo, es la Doble Presencia. Que corresponde a situaciones en las que el trabajador siente
apremio y preocupación por su vida familiar, que se agudizan por la sensación de que el trabajo
esta acrecentando su ausencia de ese ambiente (el familiar).