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DEDICATORIA
Este proyecto es el resultado del esfuerzo
conjunto de todos los que formamos el grupo de
trabajo, quienes a lo largo de este tiempo han
puesto a prueba sus capacidades y conocimientos
en el desarrollo de esta investigación.

LA AUTORIDAD HACE LA LEY PERO NO LA VERDAD DE LAS COSAS


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SERVIDUMBRE MINERA

LA AUTORIDAD HACE LA LEY PERO NO LA VERDAD DE LAS COSAS


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INDICE

INTRODUCCIÓN …………………………………………………………………………...…4

SERVIDUMBRE…………………………………………………………………………………5

EVOLUCIÓN NORMATIVA DE LA SERVIDUMBRE MINERA EN EL PERÚ………….…6

MARCO CONCEPTUAL

EL DERECHO MINERO Y SU RELACION CON EL DERECO DE PROPIEDAD………….8

CARACTERISTICAS DE LAS SERVIDUMBRE MINERA…………………………………..8

DERECHOS DEL PREDIO DOMINANTE Y DEL DUEÑO DEL PREDIO SIRVIENTE …...9

EXTINCION DE LA SERVIDUMBRE………………………………………………………...10

EL DERECHO DE PROPIEDAD…………………………………………………………...…..10

BASES LEGALES DE LA CONCESIÓN MINERA………………………………………...…11

PROCEDIMIENTO PARA LA OBTENCIÓN DE SERVIDUMBRE MINERA…………....…15

CONCLUSIONES…………………………………………………………………………….…18

RECOMENDACIONES……………………………………………………………….………..19

BIBLIOGRAFIAS…………………………………………………………………..…..20

ANEXOS………………………………………………………………………………..21

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INTRODUCCION

Los proyectos mineros juegan un rol importante en la economía Peruana, no solo por las
contradicciones ambientales y sociales que acarrean sino principalmente por los beneficios
económicos que generan al país y a la región en general. La minería refleja un importante
dinamismo en la creación de empleos directos e indirectos y en el incremento del crecimiento
potencial de la economía
El sector minero exige un adecuado ordenamiento de las normas jurídicas en materia de
propiedad, no sólo a efectos de adquirir el máximo de los derechos la propiedad, sino también
para la adquisición de los derechos desmembrados del dominio. Uno de ellos es la
servidumbre minera.
La servidumbre minera es uno de los mecanismos que promueve el estado para conseguir el
aprovechamiento de los recursos naturales mineros no renovables que cuenta el titular de la
concesión minera, para la exploración y la explotación de una concesión minera; pues solo
el derecho de concesión minera, le otorga la propiedad de los recursos naturales extraídos,
mas no le otorga el uso ni disfrute del terreno superficial; pues toda actividad minera debe
ser ejercida respetando el medio ambiente y con responsabilidad social.
En ese sentido, es necesario entender que cuando se otorga al titular minero el derecho a
explorar y explotar en una concesión minera, se da únicamente sobre los recursos naturales
mas no se le otorga derecho sobre la superficie del predio donde se encuentran los minerales.
Por ese motivo, es necesario que existan diversas formas de lograr que el titular minero pueda
acceder al predio para desarrollar su actividad.

Ahora bien, en relación a esta figura habría que cuestionarse lo siguiente: ¿Cuál es la
aplicación correcta de la servidumbre minera? ¿Sería adecuado entender cuál es la naturaleza
de las servidumbres en general? ¿Sirven las servidumbres mineras? ¿Son una solución viable
para la actividad minera?

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LA SERVIDUMBRE

ETIMOLOGÍA
La palabra “servidumbre” deriva del latín servitud o servituris que significa condición de
siervo, esclavitud, sumisión, definiciones clásicas de servidumbres que define el derecho
romano. por la servidumbre, el propietario de una cosa se somete a sufrir alguna limitación
en el provecho de otro predio, la servidumbre en su definición primigenia hace alusión a la
sumisión, condición de siervo, de dominio de una persona sobre otra, este concepto es
trasladado a los inmuebles.

EN LA REVOLUCIÓN FRANCESA
La revolución francesa se caracterizó, como explica barbero, a su aversión a toda idea de
servidumbre, y hasta el término de ¨servidumbre¨ fue completamente desterrado, con
excepción de las relaciones prediales, donde todavía se lo retuvo para explicar de modo que
se evitara el peligro de un retorno a las antiguas concepciones feudales, hablando- según se
lee todavía en el código de Napoleón.

EN EL DERECHO MODERNO
El concepto de fundamental de las servidumbres fue repitiéndose a través de la historia,
acrecentándose con nuevos aportes de interés privado en el sistema de propiedad particular
con función social no puede privarse de la servidumbre. Se le conoce como servidumbre
simplemente, pues ha desaparecido la nomenclatura jurídica de servidumbre personales, las
que ha tomado las definiciones de usufructo, uso y habitación.
El artículo 1035° de nuestro código civil peruano define las servidumbres
"La ley o el propietario de un predio puede imponerle gravámenes en
beneficio de otro, que den derecho al dueño del predio dominante para
practicar ciertos actos de uso del predio sirviente o para impedir al dueño de
éste el ejercicio de alguno de sus derechos". En la definición legal, están
comprendidos los elementos con los cuales se constituye la servidumbre y está
también definida su naturaleza de no ser una obligación de hacer. De acuerdo
con nuestro código la servidumbre es solamente un hacer en predio ajeno, o
un no hacer del propietario del predio ajeno”
Cabe resaltar que existe un tratamiento distinto, la servidumbre minera ya que son derechos
de adquisición desmembrados del dominio convirtiéndola en un mecanismo para conseguir
el aprovechamiento de los recursos naturales mineros.

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EVOLUCIÓN NORMATIVA DE LA SERVIDUMBRE MINERA EN EL PERÚ

El 15 de junio de 1982, en el Diario Oficial El Peruano, apareció publicado el Decreto


Legislativo N° 109, denominado Ley General de Minería, el que fue recogido con las
modificaciones existentes por el Decreto Supremo N° 014-92-EM, Texto Único Ordenado
de la Ley General de Minería (en adelante, TUO de la Ley General de Minería), de fecha 2
de junio de 1992. En esta norma se estableció la figura de la servidumbre, así como el
procedimiento de constitución y aplicación.

El 8 de setiembre del mismo año se publicó el Decreto Supremo N° 018-92-EM, Reglamento


de Procedimientos Mineros, donde se precisó el alcance establecido en el TUO de la Ley de
Minería, el cual señalaba que el procedimiento del otorgamiento al concesionario minero
para solicitar a la correspondiente autoridad minera la imposición de servidumbre sobre
terceros para que, en el caso que dicha carga enervara el derecho de propiedad sobre el predio
sirviente, entonces podría resultar procedente ( de oficio o a pedido del propietario afectado,
dependiendo del caso) a expropiación del bien.

Posteriormente, no hubo otro cambio relevante hasta el 18 de julio de 1995, fecha de


publicación en el Diario Oficial El Peruano de la Ley 26505, Ley de la Inversión Privada en
el Desarrollo de Actividades Económicas en las Tierras del Territorio Nacional y de las
Comunidades Campesinas y Nativas (Ley de Tierras), la que estableció los principios que
regularían las tierras agrarias, así como los correspondientes a comunidades campesinas y
nativas. Adicionalmente a su ámbito de regulación, la Ley de Tierras estableció en su artículo
7° que no procedía establecer los derechos de explotación de la actividad minera sin la
existencia de un acuerdo previo con el propietario de dichas tierras. No obstante, se consideró
un resquicio excepcional para la explotación que dicho yacimiento fuera considerado de
interés nacional por el Consejo de Ministros, con la revisión de un informe realizado por el
Ministerio de Energía y Minas. En ese caso excepcional, el propietario deberá ser
indemnizado por el titular de dicho derecho minero adquirido con el “justiprecio” y la
indemnización que corresponda.

Así también, dentro de la Primera Disposición Complementaria de la citada norma, se


excluyó la posibilidad de expropiación cuando dicha servidumbre minera “enervara” el
derecho de propiedad del titular del predio sirviente, estableciéndose que para que proceda
la expropiación de un inmueble se deberán circunscribir la ejecución de obras de
infraestructura y servicios públicos. Con esta disposición se eliminó la figura de
expropiación para la actividad minera.

Cuando se refiere al término enervar, el cual como acabamos de observar, está referido a
temas de expropiación mas no es apropiado en los casos de aplicación de servidumbre.

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Producto de la serie de discrepancias que originó el artículo 7° de la mencionada Ley de


Tierras es que el 4 de enero de 1996 se publicó en el Diario Oficial El Peruano la Ley N°
26570, la cual dispuso que la utilización de tierras para actividades mineras requería previo
acuerdo con el propietario o, de lo contrario, la culminación de un procedimiento de
servidumbre.

El 19 de octubre de 1996 se publicó en el Diario Oficial El Peruano el Decreto Supremo N°


017-96- AG, Reglamento del artículo 7° de la Ley 26505, refiriéndose a las servidumbres
sobre tierras para poder ejercer actividades mineras e hidrocarburíferas. Sin embargo, cuando
parecía haber concluido el tema de las servidumbres mineras, el 6 de mayo de 2003 se publica
en el Diario Oficial El Peruano, el Decreto Supremo 014-2003-AG, el cual modificó algunos
artículos del Decreto Supremo N° 017-96-AG, Reglamento del artículo 7° de la Ley de
Tierras. Los artículos modificados fueron los que se referían al procedimiento de la
servidumbre legal minera.

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MARCO CONCEPTUAL

EL DERECHO MINERO Y SU RELACION CON EL DERECHO DE PROPIEDAD

Nuestro código civil peruano define en el articulado (arts. 1035-1052), que la servidumbre
implica la imposición de un gravamen a un predio sirviente en beneficio de un predio
dominante, teniendo dos efectos, la posibilidad de realizar actos de uso del predio sirviente
o para impedir que el dueño del predio sirviente ejerza alguno de sus derechos. a diferencia
de ellas, la servidumbre minera, no tiene como beneficiario a un predio dominante, sino a un
bien inmueble dominante, como lo es la concesión minera. Por lo que la imposición de la
servidumbre presupone la existencia de dos Bienes que pertenecen a distinta persona.

Dentro de la categoría general de servidumbres, DIEZ PICAZO, señala que se clasifican en:
 prediales y personales.
 voluntarias y legales.
 positivas y negativas.
 continuas y discontinuas; y, aparentes y no aparentes.

Por lo que, a partir de esta clasificación, podemos ubicar a la concesión minera como una
servidumbre legal, dado que resulta de la imposición de una norma jurídica que otorga la
posibilidad al concesionario de solicitar la servidumbre minera siendo su objeto el de facilitar
al minero los medios necesarios para efectuar una cómoda explotación de la mina. el
procedimiento para la imposición de la servidumbre minera, se encuentra regulado en el
reglamento del artículo 7 de la ley n° 26505, aprobado por D.S N° 017-96-AG, cuya
justificación parte como excepción a la falta del acuerdo previo con el propietario de las
tierras.

CARACTERÍSTICAS DE LA SERVIDUMBRE MINERA

En relación a las características de la Servidumbre Minera, debemos tomar en cuenta


las siguientes:
- Constituyen un derecho real, conforme declara la Ley General de Minería, debiendo
respetar un derecho patrimonial con todas sus atribuciones. Se trata de gravámenes
de naturaleza real, porque se constituyen sobre un inmueble para beneficio de otro
inmueble, la mina, sin tener en cuenta la persona del concesionario y procurando a la
explotación una ventaja eminentemente real.
- Es un derecho temporal, pues duran en tanto dure la explotación de la riqueza minera
y una vez caducada o renunciada la concesión o agotado el recurso minero, los
terrenos superficiales que son bienes de terceros o los derechos mineros vecinos,
vuelven o revierten a sus dueños o concesionarios. La servidumbre regida por el

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Código Civil se presume perpetua por naturaleza al ser vinculadas a dos predios, se
entiende que estos tienen duración ilimitada.4
- Son accesorias, más no principales, pero si inseparables de los derechos materia de
gravamen, es decir, la concisión minera.
- Los derechos derivados de la servidumbre minera son transitorias o temporales,
porque la mina es un bien agotable y reversible si no se cumple con las normas de
amparo minero. Al desaparecer la concesión se extingue la servidumbre. También
desaparece la servidumbre cuando ya no le sirve al predio dominante para los fines
con que fue constituido.
- Las servidumbres mineras están limitadas por la racional utilización de las
concesiones minera sin que su establecimiento pueda generar creaciones abusivas del
concesionario. (Inc. 3 Art. 37 de Ley General de Minería).

DERECHOS DEL DUEÑO DEL PREDIO DOMINANTE Y DEL DUEÑO DEL


PREDIO SIRVIENTE

El propietario del inmueble dominante tiene derecho a:

- Usar la servidumbre en beneficio de un inmueble, es decir, el derecho de concesión;


la concesión es un derecho real distinto del predio donde se encuentra (en virtud del
segundo párrafo del Art. 9 de la Ley General de Minería).
- A ejecutar las acciones legales necesarias, como las posesorias, de acuerdo a su origen
o constitución de la ley civil sustantiva;
- Facultad del dueño de los inmuebles, gravar uno de ellos en beneficio de otro, se
puede gravar una concesión en beneficio de otra.

El propietario del predio sirviente es el que soporta la carga y por ello puede pedir:

- Que el uso de la servidumbre varíe, como facultad el Art. 1047 del Código Civil esta
disposición es supletoria a la Ley Minera.
- Puede Pedir que se le indemnice, si es perjudicado económicamente por el gravamen
o imposición de la servidumbre legal.

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EXTINCIÓN DE LAS SERVIDUMBRES


En cuanto a la extinción de la servidumbre, las normas generales han previsto que ésta se
pierde al destruirse totalmente cualquiera de los bienes (dominante o sirviente), pero reviven
por la reedificación (artículo 1049 del Código Civil). Asimismo, la servidumbre se extingue
por el no uso del predio sirviente durante 5 años (artículo 1050 del Código Civil). La utilidad
o necesidad es una de las características de la servidumbre, por ello es interesante analizar si
la pérdida de dicha utilidad o necesidad extingue la servidumbre. Naturalmente esta cuestión
tiene interés en los casos donde ni el contrato ni la ley han previsto la terminación de la
servidumbre por dicha causa.

Un paso puede perder utilidad, o el giro de la actividad económica que se desarrollaba en el


bien dominante puede cambiar o terminar, y ya no ser necesarios el acueducto o la vista. Por
ejemplo, si el predio agrícola deja de serlo y se vuelve urbano, la servidumbre de acueducto
quizá ya no sea útil. Sin embargo, dado que no existe una previsión legal para concluir la
servidumbre por esta causa, aun cuando haya desaparecido el sustento práctico que dio lugar
al nacimiento del derecho, la servidumbre subsistirá hasta que pasen el plazo de 5 años de no
uso, o las partes acuerden anticipar su conclusión.

EL DERECHO DE PROPIEDAD

Debemos comprender que el derecho de propiedad, tal y como se desarrolla en el


ordenamiento jurídico Peruano , establece la protección del interés de una persona que se
logra con el aprovechamiento de un bien, ello como resultado de la valoración normativa del
supuesto de hecho que permite obtener tal tutela. Esa sencilla definición nos lleva a entender
que el derecho de propiedad es un derecho Subjetivo.
La propiedad es el derecho real cuyo contenido es el más amplio en toda la temática de los
derechos reales. Es decir, el derecho real de propiedad es el derecho principal y de ahí le
siguen los accesorios. Es importante enfatizar en que el suelo es el bien inmueble por
naturaleza, y comprende (en conjunto con el subsuelo y el sobresuelo) lo que se denomina
“propiedad predial”. Se entiende que su importancia es fundamental para el desarrollo de las
actividades económicas del hombre. Así los suelos se clasifican en:
- Suelo Rústico: su destino natural es servir de asiento a la explotación agrícola y/o
pecuaria. el decreto legislativo 667, ley de creación del registro de predios rurales
(art. 4), los define de la siguiente manera: “aquella porción de tierra ubicada en
área rural o en área de expansión urbana declarada zona intangible, dedicada a
uso agrícola, pecuario o forestal”.
- Suelo Urbano: destino vivienda, comercio e industria. se define en el reglamento
nacional de construcciones, como el que cuenta con servicios generales propios
de la ciudad en que se ubica. el terreno debe haber sido habilitado como urbano.
- -suelo eriazo: el que por falta o exceso de agua no puede ser cultivado.

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Teniendo esas consideraciones presentes, es oportuno mencionar que la propiedad como


derecho recae sobre el suelo, subsuelo y sobresuelo (principio de accesión), sin embargo,
mediante artificios que la norma permite se pueden desvincular uno de otro y generar
distintos titulares sobre un área aparentemente única. por ejemplo, imaginando que me
otorgaron una concesión minera en un área determinada, por el título no me han otorgado
propiedad sobre el subsuelo, dado que el título sólo se refiere a las condiciones geográficas
del área en estricta observancia de las normas que restringen la actividad minera en
determinadas áreas. pues, me convierto en la única legitimada para extraer el recurso mineral
sobre esa área, a la vez, el suelo está inscrito en favor de un campesino, quien me otorga un
derecho de usufructo, y parte de la superficie el mismo campesino ha otorgado un derecho
de superficie a otro sujeto determinado. Por lo que tenemos 3 aparentes titulares: el
concesionario minero, el campesino que no pierde propiedad sobre el suelo, y el que ostenta
el derecho de superficie.
el problema no es la concurrencia de distintos tipos de titularidades sobre un aparente mismo
bien ubicado en un mismo lugar geográfico, sino la compatibilidad de las actividades en la
misma área, que normalmente suelen ser excluyentes entre sí.

BASES LEGALES DE LA CONCESIÓN MINERA

 Decreto Supremo Nº 014-92-EM.


 Texto Único Ordenado de la Ley General de Minería. Ley Nª 26505.
 Ley de la inversión privada en el desarrollo de las actividades económicas en las
tierras del territorio nacional y de las comunidades campesinas y nativas.
 Reglamento del Artículo 7 de la Ley Nº 26505, referido a las servidumbres sobre
tierras para el ejercicio de actividades mineras o de hidrocarburos.

El artículo 66° de la Constitución Política del Perú establece: “los recursos naturales
renovables y no renovables, son patrimonio de la nación. El Estado es soberano en su
aprovechamiento”. De otro lado, el artículo 9° del Texto Único Ordenado de la Ley General
de Minería, aprobado por Decreto Supremo, 014-92-EM, señala que “la concesión minera
otorga a su titular el derecho a la exploración y explotación de los recursos naturales
minerales concedidos que se encuentran en un área delimitada por coordenadas UTM. La
concesión minera es un inmueble distinto y separado del predio donde se encuentra ubicada”,
esto significa que dentro de una misma área pueden coexistir varios derechos: el derecho de
propiedad que comprende el suelo, el sobresuelo y el subsuelo y el derecho otorgado por la
concesión que comprende a los minerales que se encuentran dentro del subsuelo, estas
situaciones de coexistencias de derechos pueden ser generadoras de conflictos en tanto no se
delimite con exactitud ¿cuál es el alcance de dicha concesión y en qué grado pone en peligro
el derecho de propiedad de aquel que es reconocido como dueño del terreno superficial.

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Es importante señalar que el otorgamiento de las concesiones no está sujeto a ningún


procedimiento de consulta popular o particular, es decir el INGEMMET Instituto Geológico
Minero y Metalúrgico – a través de su Dirección de Concesiones puede concesionar, con
contadas restricciones, cualquier espacio físico solicitado en el que se advierta alguna (por
remota que sea) posibilidad de la existencia de algún mineral – mi casa, su casa, el parque de
Lima, la Plaza de Armas de Cajamarca, etc. – sin detenerse siquiera ni a consultar ni a
informar a aquel que ostenta la propiedad, eso sí una vez otorgada la concesión, de
conformidad con lo establecido por el artículo 10° de la Ley General de Minería, ésta es
irrevocable, en tanto el titular cumpla con sus obligaciones de vigencia las que incluyen un
pago anual de derecho de vigencia que asciende a tres dólares por hectárea, casi podríamos
decir que las concesiones se otorgan a perpetuidad y pese a que desde el INGEMMET se han
empeñado en afirmar que la concesión no es limitativa de derechos se han advertido
situaciones en las que el derecho de los concesionarios está más protegido que el derecho de
los propietarios, un caso emblemático para Cajamarca – uno de los departamentos que lidera
el ranking de los más concesionados – es el de las grandes limitaciones que imponen las
concesiones cuando se pretende poner en marcha mecanismos efectivos de conservación de
las áreas que dentro de la Zonificación Ecológica Económica se han identificado como áreas
de biodiversidad prioritarias para la conservación. Me refiero en concreto a la Resolución
Presidencial N° 205-2010 – SERNANP que en el año 2010 aprobó la Directiva para la
evaluación de las propuestas para el establecimiento de las Áreas de Conservación Regional,
la misma que establece: “Las ACR deben ser establecidas en principio en tierras del Estado
y sitios donde no se hayan otorgado derechos exclusivos y excluyentes y en su caso contar
con el consentimiento de los poseedores (titulares) de estos derechos. Esto incluye todo tipo
de derecho real inclusive aquellos referidos a concesiones”.

En mi opinión este dispositivo protege a los concesionarios casi hasta el punto blindarlos, y
les confiere la categoría jurídica superior a la de propietarios y ha impedido al Gobierno
Regional Cajamarca tramitar ante el SERNANP la creación de ACR, dado el porcentaje de
concesiones en el territorio cajamarquino es muy difícil que las áreas de mayor biodiversidad
del departamento no se encuentren superpuestas a concesiones mineras cuyos titulares se
rehúsan a otorgar el consentimiento requerido en la ley.

Ahora bien, la propiedad está definida en el artículo 923° del Código Civil como el poder
jurídico que permite usar, disfrutar, disponer y reivindicar un bien, sin embargo si yo, en mi
condición de propietario dispongo que mi predio forme parte de un área de conservación
regional pero el concesionario que en teoría sólo tiene derecho sobre los minerales que se
encuentran en el subsuelo no quiere otorgar su consentimiento no hay posibilidad alguna de
establecer dicha área ¿no es eso una limitación de mi derecho de disposición?, ¿no atenta
contra mi derecho de propiedad?

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El artículo 7° de la Ley N° 26505, sustituido por la Ley N° 26570 establece que “la utilización
de tierras para el ejercicio de actividades mineras o de hidrocarburos requiere previo acuerdo
con el propietario o la culminación del procedimiento de servidumbre” significa que la
negativa del propietario a la utilización de su terreno superficial no es un impedimento para
que el concesionario, en efecto, realice actividad minera, por el contrario para garantizar el
efectivo ejercicio de los derechos concedidos a través de la concesión la Ley General de
Minería contempla la figura denominada “servidumbre minera” que no es más que un
atentado expreso al derecho de propiedad; por la servidumbre minera, que puede ser
voluntaria o forzosa, la autoridad minera impone restricciones al propietario del terreno
superficial, en beneficio del concesionario minero, a cambio de una compensación
justipreciada, también establece la Ley General de Minería en su artículo 37°, que de oficio
o a petición del propietario afectado (por la servidumbre) la autoridad minera dispondrá la
expropiación si la servidumbre enerva el derecho de propiedad, significa que de la noche a
la mañana me pueden expropiar, esto la autoridad minera tiene la facultad, el poder de
transferir forzosamente (y sin mi consentimiento) mi derecho de propiedad privada, pese a
que la Constitución Política, ley que rige nuestro ordenamiento jurídico, establece en su
artículo 70°: “a nadie puede privarse de su propiedad sino, exclusivamente, por causa de
seguridad nacional o necesidad pública, declarada por ley” yo quisiera saber desde cuándo y
que ley declaró la actividad minera como una necesidad pública, hasta el punto de sacrificar
el derecho de propiedad, que además es un derecho constitucional.

Está claro pues que normas como la Ley General de Minería y la Resolución Presidencial N°
205-2010-SERNANP violentan ya no un derecho constitucional sino también la norma de
mayor jerarquía de nuestro ordenamiento jurídico, como es la Constitución Política del Perú,
y dejan en total vulnerabilidad a los propietarios, a merced de intereses económicos
particulares que en su gran mayoría suelen ser además, abusivos. Estas leyes representan
también un enfrentamiento del Estado contra el Estado, que de un lado debería cumplir un
rol de garante en cumplir y hacer cumplir la Constitución Política y de otro permite que sus
órganos promulguen leyes atentatorias a nuestro estado de derecho que generan caos,
inseguridad jurídica y un sin número de atropellos en los que los más perjudicados somos
precisamente los ciudadanos de a pie.

Alcances del Procedimiento de la Servidumbre Convencional y la Servidumbre Legal Minera


en el Decreto Supremo N° 014-2003-AG

Analizando esta disposición legal, debemos entender a la servidumbre minera como una
limitación que se impone sobre un predio sirviente en beneficio de una concesión minera, ya
sea de beneficio, transporte minero o labor general, que resulta necesaria para la utilización
de la concesión.

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En la actividad minera existen dos tipos de servidumbres; la primera, es la convencional la


cual requiere que el acuerdo de servidumbre se extienda ante notario o juez de paz y sea
puesto en conocimiento del Ministerio de Energía y Minas; y la segunda es la legal, solicita
la culminación de un procedimiento administrativo y se encuentra regulada por el D.S. N°
014-2003-AG. Eso significa que cuando se necesite utilizar las tierras para el ejercicio de
actividades mineras a través de una servidumbre, el titular minero deberá requerir de un
acuerdo previo con el propietario del predio, o la culminación de un procedimiento de
servidumbre.

Ahora bien, para lograr el establecimiento de una servidumbre minera se requiere realizar un
trato directo con el propietario y obtener un acuerdo de constitución de una servidumbre
sobre su predio. En caso no se logre constituir la servidumbre mediante la negociación
directa, se tratará de lograr la conciliación ante la Dirección General de Minería y si no se
consigue dicho acuerdo se deberá culminar el procedimiento administrativo de servidumbre
legal. Durante la etapa de conciliación, la Dirección General de Minería designará a un perito
minero para que se pronuncie sobre la necesidad y magnitud de la servidumbre minera y
solicitará al Consejo Nacional de Tasaciones (en adelante, CONATA) que designe un perito
que realice la tasación del área solicitada y elabore un informe técnico que determine si la
servidumbre es posible sin “enervar” el derecho de propiedad, es decir, “sin perjudicar al
resto del predio sirviente de tal modo que lo haga inútil o lo afecte de manera sustantiva
respecto de los fines para los cuales estaba siendo usado o estuviere destinado”.

El Director General de Minería y el Director General de Promoción Agraria del Ministerio


de Agricultura, emitirán sus respectivas opiniones técnicas señalando en forma expresa si la
servidumbre es posible sin enervar el derecho de propiedad, teniendo para ello en cuenta los
dictámenes periciales.

La decisión de estas autoridades determinará que, en caso se determine que la servidumbre


es posible sin enervar el derecho de propiedad, se emitirá Resolución Suprema refrendada
por los Ministros de Energía y Minas y de Agricultura por la que se impone la servidumbre.
Por otro lado, en caso se determine que la servidumbre enerva el derecho de propiedad, se
denegará el pedido del concesionario minero mediante Resolución Ministerial expedida por
el Ministro de Energía y Minas.

Ahora bien, en el supuesto de que se otorgue la servidumbre, el titular minero deberá pagar
una indemnización al propietario del predio que incluya el valor del área de las tierras que
vayan a sufrir deterioro, que en ningún caso será inferior al doble del arancel de tierras
aprobado por el Ministerio de Agricultura; una compensación monetaria por el eventual lucro
cesante durante el horizonte de tiempo de la afectación, calculado en función a la actividad
agropecuaria más rentable que pueda desarrollarse en el predio; y el valor de reposición de
las obras civiles y edificaciones afectadas por la servidumbre minera.

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PROCEDIMIENTO PARA LA OBTENCIÓN DE SERVIDUMBRE MINERA

Los titulares de las concesiones mineras pueden solicitar a la autoridad minera autorización
para establecer servidumbres en terrenos de terceros para la racional utilización de la
concesión. Todo titular minero con intención de desarrollar proyectos de inversión minera
deberá obtener, entre otros, el permiso para la utilización de tierras mediante acuerdo previo
con el propietario del terreno superficial o la culminación del procedimiento de servidumbre
administrativa La servidumbre se establece previa indemnización justipreciada si fuera el
caso.
La utilización de tierras para el ejercicio de la actividad minera requiere acuerdo previo entre
el titular de la concesión minera solicitante de la servidumbre y el propietario del predio
superficial, como paso previo para el establecimiento de la servidumbre legal minera.
La etapa de tracto directo entre las partes se inicia mediante carta notarial, en la cual el
solicitante de la servidumbre propone al propietario del predio el tracto directo.
Asimismo, de no producirse entre las partes en un plazo máximo de treinta (30) días
laborables, el solicitante de la servidumbre se dirige a la Dirección General de Minería
poniendo en conocimiento el agotamiento de la etapa de tracto directo acompañado de la
constancia de recepción de la carta notarial por el propietario del predio.
Una vez efectuada la comunicación de agotamiento del trato directo, la DGM llamará a las
partes y les invocará a conciliar con la participación de un Centro de Conciliación, designado
de común acuerdo, en un plazo no mayor de diez (10) días hábiles; caso contrario se elegirá
de la terna propuesta por la Dirección Regional Agraria de la jurisdicción, para que en un
plazo máximo de treinta (30) días hábiles se procure el acuerdo respecto de la servidumbre.

De no ser conocido el dueño del terreno materia de la solicitud, la citación a comparendo se


hará por tres veces en el Diario Oficial “El Peruano” y en un periódico de la localidad o del
lugar más próximo en donde se ubique el bien, mediando ocho (8) días entre las publicaciones
y, además, mediante un cartel que se fijará en el predio.
El comparendo se llevará a cabo después de vencido el plazo de sesenta (60) días contados a
partir del día siguiente de la última publicación, con o sin concurrencia del propietario,
debiendo continuar el trámite en su caso.

De manera simultánea a la invocación a conciliar, la DGM designará un perito minero de su


nómina oficial, del mismo modo solicitará a la Dirección Nacional de Construcción - DNC
del Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento - MVCS que designe un perito
agronómico, quien realizará la tasación y determinará si es posible imponer la servidumbre,
sin enervar el derecho de propiedad. Ambas pericias deberán ser remitidas al Centro de
Conciliación y a la DGM. Respecto a las solicitudes de imposición de servidumbre minera
sobre concesiones vecinas o colindantes, sólo se realizará el peritaje minero el plazo máximo
para ambas pericias es de 15 días laborables y serán remitidas al Centro de Conciliación y a

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la Dirección General de Minería para que sirvan de referencia o base en sus respectivos
procedimientos.

Si no se produjera acuerdo en la etapa de conciliación, podrá solicitarse a la DGM el inicio


del procedimiento administrativo de servidumbre legal, adjuntando la Carta Notarial inicial,
incorporándose al expediente los informes periciales, los mismos que en un plazo de treinta
(30) días hábiles de recibidos, serán materia de opinión técnica por parte de la DGM y la
Dirección General de Promoción Agraria - DGPA del Misterio de Agricultura y Riego –
MINAGRI; de encontrar observaciones a los informes periciales, el DGM requerirá que en
un plazo máximo de (15) días se efectúe la subsanación.
Inicia según sea el caso, alguno de los siguientes procedimientos contemplados en el Texto
Único de Procedimientos Administrativos del Ministerio de Energía y Minas:
Establecimiento de servidumbre administrativa, debiendo presentar la siguiente
documentación:
- Memoria Descriptiva y planos de las servidumbres solicitadas con tantas copias como
propietarios afectados resulten, que incluya: (a) naturaleza y duración de la
servidumbre, (c) justificación técnica y económica de la servidumbre propuesta y (b)
descripción y valor del predio afectado y determinación del lucro cesante y del
desmedro a ocasionar.
- Documentos adicionales que el concesionario juzgue necesario.
- Carta Notarial o Fotocopia de la misma, en la que el solicitante propone al propietario
del predio, el trato directo, así como documentos que acrediten la voluntad de
concertar del solicitante y la falta de respuesta o imposibilidad de acuerdo con el
propietario del predio.
- Autorización de servidumbre sobre terrenos superficiales de otras concesiones, para
lo cual el administrado deberá presentar la siguiente documentación:
- Ubicación del inmueble, propietario, extensión, el fin para el cual lo solicita y el valor
que, en concepto del solicitante, tuviere dicho inmueble y, en su caso, la apreciación
del desmedro que sufrirá el presunto bien a afectar (por las veces que se está afectando
el área).
- Memoria Descriptiva con el detalle de las obras a ejecutarse (ejemplares según el
número de titulares afectados).
- Carta Notarial o Fotocopia de la misma, en la que el solicitante propone al
concesionario minero el trato directo, así como documentos que acrediten la voluntad
de concertar del solicitante y la falta de respuesta o imposibilidad de acuerdo con el
concesionario minero.
- Planos.
En este extremo debe acotarse que, iniciado el procedimiento administrativo de
servidumbre legal, pueden presentarse dos situaciones:

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La servidumbre solicitada sea posible sin enervar el derecho de propiedad, en cuyo caso
se expedirá la Resolución Suprema mediante la cual se impondrá la servidumbre, la
misma que será refrendada por los Ministros de Energía y Minas y de Agricultura y
Riego, elevando todos los actuados dentro del plazo de 30 días útiles, para la expedición
de la Resolución Suprema que impondrá la servidumbre, la que será refrendada por el
Ministerio de Energía y Minas y el Ministerio de Agricultura. La Resolución Suprema
que otorga la servidumbre sólo podrá contradecirse ante el Poder Judicial respecto al
monto de indemnización fijada. Es así que el monto de indemnización deberá ser
consignado en el Banco de la Nación a la orden de la DGM, en un plazo de diez (10)
hábiles de notificada la resolución; caso contrario, se declarará el abandono de la
solicitud.

Una vez efectuada la consignación, la DGM ordenará la suscripción de la escritura


pública dentro de los diez (10) días hábiles siguientes de notificadas las partes; en caso
que el propietario no firmase la escritura pública, ésta será firmada en rebeldía por la
Dirección General de Mimería, instruyendo al Banco de la Nación para entregar el monto
consignado al propietario. Es importante precisar que dicha resolución sólo podrá
contradecirse ante el Poder Judicial respecto del monto de la indemnización fijada.
Se determine que la imposición de servidumbre enerva el derecho de propiedad, con lo
cual mediante Resolución Ministerial del Ministro de Energía y Minas, y previa opinión
del DGM y DGPA, se denegará dicha solicitud.
Finalmente, si la autoridad minera comprueba que el bien materia de la expropiación es
utilizado para los fines distintos a los específicamente solicitados, pasará sin costo
alguno a dominio del Estado para lo cual la Dirección General de Minería expedirá la
resolución respectiva, la que inscribirá en la Oficina Nacional de los Registros Públicos
y en el INGEMNET.

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CONCLUSIONES

PRIMERO: En los últimos años se han consolidado grandes inversiones en el sector


minero el país percibido grandes inyecciones de dinero esta inversión provino
esencialmente del sector privado.

SEGUNDO: Se busca orientar las iniciativas privadas hacia actividades de conservación


de la diversidad biológica, en concordancia con el rol promotor y garantista del Estado

TERCERO: Gran parte de las áreas de conservación privadas han sido reconocidas en
tierras de comunidades campesinas, lo cual es importante por la vinculación que tienen
estas comunidades con la tierra y la serie compromisos que el estado y las inversionistas
deben asumir.

CUARTO: La servidumbre minera es un procedimiento administrativo, que, a falta de


un acuerdo, permite al concesionario minero realizar sus actividades en un terreno que
no es de su propiedad, sin enervar el derecho de propiedad y según los fines para lo cual
la ha solicitado.

QUINTO: Se debe prestar más atención y consideración al momento de evaluar el


otorgamiento de una servidumbre minera sobre áreas de conservación, por su
importancia y relevancia para e interés nacional

SEXTO: Se debe buscar armonizar las actividades mineras y de la conservación de


determinadas áreas con el animus de una la convivencia optima y de ambas optima
logrando armonizar los beneficios y los propósitos.

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RECOMENDACIONES

- Se debe incluir en la legislación, la guía para conseguir la servidumbre minera


convencional; además de exigir al concesionario minero que demuestre mediante un
informe detallado los resultados de la aplicación de la guía. Si los resultados son
negativos, es decir, no se consigue la servidumbre minera convencional, por
consiguiente, recién se puede dar iniciar la servidumbre minera legal.
- Una forma de viabilizar el tema de la servidumbre minera sería crear un sistema de
conciliación más efectivo que el establecido por la Dirección General de Minería que
puedan encontrar una solución que no afecte a ninguna de las partes, en conjunto de
un sistema administrativo efectivo, donde exista un manejo adecuado e idóneo para
la aplicación de la Servidumbre Minera. De lo contrario, el Perú dejará de ser viable
para todas las inversiones nacionales y extranjeras, y sin inversión, perdemos todos
- Se debe buscar armonizar las actividades mineras y de conservación de sitios con el
fin de que no se vean como opuestas, sino que es posible la convivencia de ambas
optimizando los beneficios para ambos propósitos.

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BIBLIOGRAFIAS

REFERENCIAS WEB

http://www.enciclopedia-juridica.biz14.com/d/servidumbre/servidumbre.htm

http://tesis.pucp.edu.pe/repositorio/handle/20.500.12404/10214

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

Autor Calderón Siguas, Luis Fernando


Principal:
Formato: Tesis de grado
Lenguaje: Spa
Publicado: 2010

Materias: Servidumbres (Derecho)


Servidumbres (Derecho) - Perú
Derecho minero - Perú

Acceso en http://cybertesis.unmsm.edu.pe/handle/cybertesis/1381
línea:

Título: Alcances sobre la servidumbre para proyectos de inversión: ¿una


solución efectiva para impulsar la minería en el Perú?

Otros títulos: Scope of the easements for investment projects: An effective solution to
boost mining in Peru?

Autor: Pachas Pérez, Diego

Temas: Proyectos de inversión


Regiones áridas
Servidumbres (Derecho)
Tierras nacionales
Uso de la tierra
Tenencia de la tierra

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ANEXOS

EXP. N.° 1130-2001-AA/TC

LIMA

UNIÓN DE CONCRETERAS S.A. ( UNICON )

SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

En Lima, a los 11 días del mes de julio de 2002, reunido el Tribunal Constitucional, en sesión de
Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores Magistrados Rey Terry, Vicepresidente;
Revoredo Marsano, Alva Orlandini, Bardelli Lartirigoyen, Gonzales Ojeda y García Toma, pronuncia
la siguiente sentencia

ASUNTO

Recurso extraordinario interpuesto por don Alfredo Romero Umlauff, Gerente General de Unión de
Concreteras S.A. (UNICON) contra la sentencia de la Sala de Derecho Público de la Corte Superior
de Justicia de Lima, de fojas 231, su fecha 10 de abril de 2001, que declaró improcedente la acción
de amparo de autos.

ANTECEDENTES

El recurrente, con fecha 24 de noviembre de 1999, interpone acción de amparo contra el Ministerio
de Energía y Minas, por amenaza de violación de sus derechos consagrados en los artículos 2°, inciso
16); 51°, 58°, 59°, 66°, 70°, 103° y 138° de la Constitución, al aplicarse la Ley N.° 27015, publicada
el 19 de diciembre de 1998, y su Reglamento, el Decreto Supremo N.° 007-99-EM, publicado el 22
de marzo de 1999. Afirma que los artículos 1°, 2°, 3°, 4°, 5°, 8° y la Disposición Transitoria Única
de la citada Ley, lesionan los derechos mencionados, por lo siguiente: a) impiden otorgar concesiones
mineras en zonas urbanas; b) requieren, para el otorgamiento de concesiones en áreas de expansión
urbana, la opinión técnica favorable de la Municipalidad Provincial y Distrital; c) limitan el plazo de
vigencia de las concesiones mineras ubicadas en dichas áreas; d) impiden imponer servidumbres
mineras, y establecer una causal de extinción no contemplada en el Texto Único Ordenado de la Ley
General de Minería, Decreto Supremo N.° 014-92-EM y en la Ley N.° 26821; e) limitan las
concesiones mineras en áreas urbanas y de expansión urbana; e, f) involucran, dentro de los alcances
de la Ley N.° 27015, a los denuncios en trámite. En consecuencia, solicita que se declaren inaplicables
los artículos mencionados de la Ley N.° 27015, y que, en todo caso, se le apliquen las disposiciones
contenidas en el Decreto Supremo N.° 014-92-EM.

Sustenta su pretensión en los hechos que a continuación se indican: a) su representada es titular y


cesionaria de concesiones y denuncios mineros otorgados y amparados antes de la vigencia de la Ley
N.° 27015 y su Reglamento. b) los artículos 1° y 2° de la norma impugnada afectan sus inversiones,
dado que se limita el plazo de vigencia de las concesiones ubicadas en áreas urbanas; c) artículo 4°
de la misma norma limita el derecho de los titulares mineros de solicitar autorización para establecer
servidumbres en terrenos de terceros; d) artículo 5°, por su parte, establece una causal de extinción
de las concesiones mineras, al regular un procedimiento de regularización de las concesiones mineras
metálicas y no metálicas, ubicadas en áreas urbanas, y en caso de incumplimiento, dispone la

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extinción de la concesión; y, e) el artículo 8° limita la extensión de la concesión minera, todo lo cual


afecta sus derechos de propiedad. En cuanto al plazo de presentación de la demanda, señala que la
violación de sus derechos fundamentales es evidente a partir de la expedición de la Ordenanza N.°
228 de la Municipalidad Metropolitana de Lima, de fecha 30 de agosto de 1999.

El emplazado solicita que la demanda sea declarada infundada, pues el trámite de la acción de
inconstitucionalidad se sujeta al numeral 4) del artículo 200° de la Constitución, mientras que en el
caso de impugnarse el Reglamento de la Ley N.° 27015, la vía pertinente es la de la acción popular.
De otro lado, señala que el plazo para interponer una acción de amparo, a tenor de lo dispuesto por el
artículo 37° de la Ley N.° 23506, ha transcurrido con exceso, por lo que ha operado la caducidad.

El Primer Juzgado Corporativo Transitorio Especializado en Derecho Público de Lima, a fojas 164,
con fecha 28 de agosto de 2000, declaró fundada la demanda, por considerar que la controversia se
sustenta en la amenaza de violación de los derechos constitucionales de la demandante, la que se
materializó al pretender aplicarse la Ley N.° 27015 a las concesiones y denuncios amparados y de los
que la demandante es titular, lo cual lesiona su condición de titular minero, así como su derecho de
propiedad. Alega que al introducir la norma impugnada nuevas causales de extinción de las
concesiones mineras, limita a la demandante en el uso de sus concesiones, lo que constituye un
desconocimiento de sus derechos preexistentes.

La recurrida revocó la apelada y, reformándola, declaró improcedente la demanda, dado que la acción
de amparo procede respecto de actos de violación o amenaza inminente y de cierta realización, lo que
no ocurre en el presente caso, en el que se demanda, a priori, la inaplicación de una ley, cuando
existen en el ordenamiento jurídico los procedimientos pertinentes para ello.

FUNDAMENTOS

1. La Ley N.° 27015 fue publicada en el diario oficial El Peruano el 19 de diciembre de 1998,
mientras que la acción de amparo fue presentada ante el juez competente el 24 de noviembre
de 1999; sin embargo, el plazo de caducidad debe computarse, en el presente caso, desde el
momento en que la Municipalidad Metropolitana de Lima expidió la Ordenanza Municipal
N.° 228, esto es, el 30 de agosto de 1999.

Por ello, dado que en la Ordenanza acotada se precisa desde qué momento la norma
impugnada le es aplicable a la demandante, no procede declarar la caducidad de la demanda.

2. La Constitución vigente, en su artículo 66°, luego de regular que los recursos naturales, tanto
renovables como no renovables, son patrimonio de la nación, dispone que " Por ley
orgánica se fija las condiciones de su utilización y de su otorgamiento a particulares. La
concesión otorga a su titular un derecho real sujeto a dicha norma legal" [subrayado nuestro];
esto es, que el legislador, al regular la utilización y otorgamiento de los recursos naturales,
necesariamente debe realizarlo a través de una ley orgánica.

Por ello, con fecha 22 de agosto de 2002, el Tribunal Constitucional acordó oficiar al
Congreso de la República para que informe respecto al número de votos con que fue aprobada
la Ley N.° 27015; y, como consta de la documentación anexa al Oficio N.° 679-2002-
OM/CR, remitida por el Oficial Mayor del Congreso de la República, dicha ley fue aprobada
con el voto de 78 congresistas, cantidad que supera la establecida en el artículo 106º de la
Constitución; por consiguiente, la norma antes indicada tiene el rango de orgánica.

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3. En consecuencia, la Ley N.° 27015 no sólo no afecta derecho fundamental alguno, sino que,
además, es de aplicación a los hechos que ocurran con posterioridad a su vigencia; así, en los
casos en que se tengan que renovar licencias o concesiones mineras, los interesados deben
sujetarse a la normatividad vigente, más aún cuando, como ocurre en el caso de autos,
derechos que no tienen la naturaleza de adquiridos, pueden ser regulados en su ejercicio por
el legislador.
4. De otro lado, y dado que las demás libertades supuestamente afectadas guardan relación con
el ejercicio de los derechos de carácter infraconstitucional que se sustentan en la licencia o
concesión minera, no cabe amparar la demanda.

Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, en uso de las atribuciones que le confieren la
Constitución Política del Perú y su Ley Orgánica,

FALLA

REVOCANDO la recurrida, que, revocando la apelada, declaró improcedente la demanda; y,


reformándola, la declara INFUNDADA. Dispone, la notificación a las partes, su publicación en el
diario oficial El Peruano y la devolución de los actuados.

SS.

REY TERRY

REVOREDO MARSANO

ALVA ORLANDINI

BARDELLI LARTIRIGOYEN

GONZALES OJEDA

GARCÍA TOMA

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