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Horizontes Educacionales

ISSN: 0717-2141
rhorizontes@ubiobio.cl
Universidad del Bío Bío
Chile

Muñoz Flores, Wilson G.


LA CIUDADANIA PEDAGÓGICA UNA REFLEXION DE CIUDADANIA DEMOCRATICA DESDE EL
PROCESO EDUCATIVO
Horizontes Educacionales, núm. 10, 2005, pp. 77-83
Universidad del Bío Bío
Chillán, Chile

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=97917573008

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HORIZONTES
EDUCACIONALES 77

LA CIUDADANIA PEDAGÓGICA
UNA REFLEXION DE CIUDADANIA DEMOCRATICA
DESDE EL PROCESO EDUCATIVO

Autor: Wilson G. Muñoz Flores


Magíster@ en Educación
Colegio Creación-Chillán
crioclastia@123mail.cl
RESUMEN

Históricamente, cuando se reconstruye la democracia, no sólo se genera ciudadanía, si


no que, además, cabe preguntarse desde nuestra historia más reciente, aquella historia
cargada de un simbolismo de poder que se arraigó fuertemente en las vértebras del siste-
ma escolar ¿Cuántos de estos/as ciudadanos/as se forman a partir de su negación como
tales?

La respuesta pareciera simple, pues la lógica democrática latinoamericana y la nuestra


plantea que sí existen ciudadanos y ciudadanas nacidos/as desde el sistema y nacidos/
as desde su propia negación; pero que además ha sido este mismo sistema quien los/
las ha redefinido/a, conceptualizándolos/as como ciudadanos/as imaginarios. A partir de
ello sólo cabe preguntarse pedagógicamente, mirando hacia el futuro ¿Cuál es nuestra real
función docente? ¿Hay disposición a reinventar la ciudadanía imaginaria desde la gestión
de aula, generando todos los procesos posibles hacia la concreción de la ciudadanía peda-
gógica?

LA CIUDADANÍA PEDAGÓGICA. tación de la modernidad en los estados de


UNA MIRADA HACIA EL PASADO América.

La América Latina, tiene en su formación El Chile del siglo pasado se caracterizó por
una arraigada ciudadanía que se forja bajo la participación en materia de política edu-
el destino de la exclusión (alejar al hombre cativa estatal a través de la pedagogía
y la mujer de los vínculos civiles entre su social, “Disciplina que tiene por objetivo el
condición de persona y su condición de conjunto de acciones educativas no for-
sujeto de derecho); esta marginación males orientadas al desarrollo de la socia-
explicita la verdad histórica de que el conti- bilidad de los sujetos(ciudadanía y demo-
nente ha negado la categoría de ciudadano cracia partici-pativa) y colectivos que vi-
y ciudadana, lo que ha significado para al- ven algún tipo de situación conflictiva en
gunos grupos, quedar sometidos a un es- sus entorno social”. (Ascensio, 1999). Esta
tado de marginalidad cultural, exclusión le- relación entre ciudadanía, democracia y par-
gal y social que con el tiempo se ha trans- ticipación inclusiva y exclusión, ha permiti-
formado en un grupo societal de la pobla- do la convivencia con los modelos educa-
ción que está alejado de cualquier manifes- tivos presentes en las políticas guberna-
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mentales contemporáneas, los cuales han nía. La ciudadanía solo se desarrollo


permeado la posibilidad de que la cultura en democracia. El problema sustantivo
excluida pueda no marginarse de los mo- de las democratizaciones recientes es
dernos cánones de vida del hombre y de la que no hubo interés por parte de las
mujer socialmente modernizados. nuevas autoridades democráticas de
reconstruir al ciudadano/a latinoameri-
La educación del estado por mucho tiempo cano/a, se dio por hecho que existía,
ha querido plantear, la necesidad de forta- pero no es así (bien sabemos que la
lecer el proceso de enseñanza y aprendi- realidad de nuestra historia reciente y
zaje con el fin de, “Favorecer la equidad y la de nuestro continente es diferente.
la calidad de la educación que reciben los ¡Sí existen ciudadanos y ciudadanas!,
niños, niñas y jóvenes a fin de contribuir esta es una observación correcta; pero
a la formación de ciudadanos y ciudada- faltó adjetivarlos como negados)1, es
nas que participen con una perspectiva de decir nuestro suelo está poblado de
transformación en los procesos económi- ciudadanos y ciudadanas imaginarios,
cos, sociales y culturales”. (Carnoy, 2003). y ciudadanos clandestinos” (Saavedra,
Sin embargo, es evidente evidenciar que 2002).
tales propósitos de participación son débi-
les, fragmentarios e inestables. En este sen- Son estos utópicos ciudadanos y ciudada-
tido, puede resultar pertinente referirse a ex- nas, con alguna o nula representación par-
periencias de participación como la de las tidaria, cuyo eje de acción política era, bá-
comunidades de base, que tienen lugar en sicamente, la presión al Estado de bienes-
contextos fuertemente marcados por la ex- tar en la demanda por mayores cuotas de
clusión (la marginalidad no sólo económica integración y beneficios sociales, los que
si no que intelectual) por ello cabe pregun- reclaman sus derechos en nuestra Améri-
tarse si ese tipo de experiencias (de ciuda- ca. Hoy esa forma de participación está en
danía informal) tienen algo que decir a aque- crisis, pues ha cambiado el escenario na-
llas otras que se dan en el contexto de inte- cional y mundial en que se sitúa, así como
gración social fuertemente defendidas los actores, la modalidad de participación y
como un eslogan de las democracias ca- sus demandas. Hoy se está en presencia
racterísticas del patrimonio político latino- de una crisis social, una crisis ciudadana y
americano. de integración cultural.

En el caso de nuestro país existe una lar- Los conceptos de participación democráti-
ga trayectoria y herencia política, desde la ca y de ciudadanía son conceptos determi-
cual la participación de los ciudadanos y nados por los procesos históricos que son
las ciudadanas estuvo casi siempre aso- inherentes al hombre y la mujer; ellos han
ciada a la constitución de colectivos socia- evolucionado y se han discutido, por dife-
les, colectivos masivos clandestinos, cuyo rentes corrientes teórico filosóficas y políti-
objetivo era la construcción de una ciuda- cas. Requieren ser confrontados con la di-
danía democrática, desde las perspecti- námica de cada país, en situaciones con-
vas sociohistóricas determinantes. cretas.

“Cuando construimos democracia tam- No se deben confundir los derechos ciuda-


bién estamos construyendo ciudada- danos y derechos humanos; tienen diferen-

1 Lo del paréntesis no es referencia textual del autor.


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cias sustantivas. La ciudadanía alude a de- este contexto donde los/las ciudadanos/
rechos universales consagrados como tales, as entienden el conocimiento y dedu-
en tanto cuentan con un consenso básico, cen el modo de cómo ellos/as serían
social y político respecto de quiénes tienen parte constitutiva de la escuela.
cartel de ciudadanía y quienes no. Un me-
nor de 18 años tiene derechos humanos de- "Sólo la educación (paideia) de los ciuda-
terminados jurídicamente; pero no así el de- danos como tales puede dar contenido ver-
recho ciudadano en toda su plenitud, y lo dadero y auténtico al espacio público. Pero
mismo ocurre con los extranjeros, con los esa paideia no es principalmente una cues-
emigrantes, que de alguna manera tienen tión de libros ni de fondos para las escue-
consagrados derechos humanos en el país las. Significa ante todo cobrar conciencia
al que se trasladen; pero no tienen derechos del hecho de que la polis somos también
ciudadanos. Se trata así de un asunto políti- nosotros, que participamos de ella (por lo
co por excelencia, cuyos contenidos son de- tanto experimentamos prácticamente la ciu-
finidos por procesos de construcción demo- dadanía democrática)2 y que su destino de-
crática. En ese marco, cabe preguntarse por pende también de nuestra reflexión, de nues-
el proceso histórico chileno de construcción tro comportamiento y de nuestras decisio-
de ciudadanía y por su connotación demo- nes; en otras palabras, es participación en
crática y su denotación cultural. la vida política". (Castoriadis, 1988; 123).

El ejercicio de la ciudadanía y de la parti- Esta vida política debe vincularse con los
cipación ciudadana, presupone algunas patrones de formación cultural presentes en
condiciones, entre ellas está la pertenen- la escuela (el docente convive con la cultu-
cia a una comunidad política, ya sea en ra familiar de cada uno de sus educandos).
forma pasiva o activa. Requiere, además, La educación debe formar al ciudadano y
del concurso de instituciones y mecanis- ciudadana, respetando las individualidades
mos en condiciones de regular, articular, de base. Además de esta relación cultu-
concertar y negociar la diversidad de inte- ral, en la escuela existe una relación so-
reses presentes en una sociedad. La parti- cial: el docente, los alumnos y alumnas
cipación en sentido ciudadano implica la conviven y aprenden a relacionarse y
existencia de sujetos libres, críticos y re- potencializarse, respetando sus diferen-
flexivos, conscientes de sus derechos, ca- cias ( se pone en evidencia la cultura de
paces de poner en juego sus intereses y referencia con la cultura de pertenencia).
sus demandas y dispuestos a ejercer in-
fluencia en las decisiones públicas que se En este sentido, la conceptualización de
derivan de los espacios construidos histó- la ciudadanía se vincula a una relación sim-
ricamente por las acciones cívicas de quie- bólica entre la conciencia de pertenecer a
nes forman un modelo social democrático. un grupo ciudadano con participación polí-
tica (sociedad política) y a una representa-
Una reflexión de ciudadanía ción sociocultural isonómica aportada por
democrática desde la educación la escuela en términos de oportunidad de
participación.
La polis es una forma de vida, produci-
da culturalmente, en donde las perso- “La igualdad de los ciudadanos es una
nas intercambian sus saberes; es en igualdad ante la ley, pero en esencia es

2
Lo del paréntesis no es referencia del autor.
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mucho más que eso. Esa igualdad se Así la ciudadanía democrática es un desa-
resume, no en el hecho de otorgar ‘de- fío creciente para nuestra educación la
rechos’ iguales pasivos, sino la partici- cual gira en torno a una concepción de fu-
pación general activa en los asuntos pú- turo, caracterizado como un horizonte de
blicos. Esa participación no está libra- diversas posibilidades en que la participa-
da al azar; por el contrario está activa- ción se refiere “...a las relaciones que se
mente alentada por reglas formales (re- establecen entre los diversos actores de
presentadas por la normatividad tanto la sociedad y entre estos y el sistema
social como curricular)3 así como por estatal y político para la construcción y la
el ethos de la polis. Según el derecho gestión de lo que les pertenece en común”.
ateniense, un ciudadano que se negara (Farcas, 2000), lo que es realizable a tra-
a tomar partido en las luchas civiles que vés de la acción autónoma de las perso-
agitaban la ciudad se convertía en nas y de la sociedad nacional, en que cada
atimos, (hoy en la sociedad de la infor- sujeto es un ser social que aporta y que
mación un docente que se niegue a ejer- participa en el acontecer histórico de los
cer la pedagogía democrática en el aula, grupos y del estado y cuya participación
niega a sí mismo su condición de ciu- incorpora la diversidad dentro del espíritu
dadano) es decir que perdía sus dere- democrático y la aceptación social de las
chos políticos". (Castoriadis, 1988; 123) individualidades dentro del sistema. Estos
y el docente perderá su esencia peda- principios conciben una idea de ser perso-
gógica. nal y el reaprender a ser de las individua-
lidades dentro del contexto de los dere-
Es interesante comprender que la voz de chos inalienables del hombre y de la mu-
la nueva educación, la del docente ciuda- jer: respeto y tolerancia. La ciudadanía de-
dano, debe estar al servicio de la persona mocrática ejercida por el docente debe su-
y no al servicio de los poderes fácticos de perar por un lado la “involución política del
turno. La ciudadanía pedagógica permite a ciudadano”. (Saavedra, 2002), es decir,
los alumnos y alumnas adentrase hacia la debe crear las condiciones que permitan
apropiación de su dignidad y de su condi- por un lado la recuperación de los dere-
ción de persona, (por lo tanto, estamos chos negados por el neoliberalismo y, por
aquí en presencia de un sujeto social que otro, superar la crisis de la ciudadanía
pone en práctica la individualización y la negada en las aulas contemporáneas.
individuación), permite al profesor entregar
las herramientas necesarias para consoli- Negación ciudadana en las aulas
dar la ciudadanía democrática en las au- chilenas
las. Se espera que en la escuela se forme
a un/a ciudadano/a dispuesto/a a asumir En Chile la nueva democracia ha negado
sus responsabilidades en medio de la co- explícitamente la ciudadanía. Las escue-
munidad social y a ejercer sus derechos las y sus espacios de formación, han dis-
ciudadanos como sujeto civil, siendo la minuido los niveles de participación en el
educación desde la visión de este paradig- conocimiento científico, el cual sólo ha sido
ma “la base común de formación de la ciu- apropiado por una elite oligárquica que ma-
dadanía y una condición imprescindible para neja el currículo y atrofia los saberes de
hacer frente a los retos”. (Ministerio Secre- las masas populares. La práctica histórica
taría General de Gobierno, 1997). de la democracia chilena es, sin lugar a

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Lo del paréntesis no es referencia del autor
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dudas, la herencia del autoritarismo social, constantes experiencias ciudadanas.


en sus niveles simbólicos (poder, autoridad,
participación ciudadana), herencia del Las escuelas del/a ciudadano/a de la masa
historicismo dictatorial (efectos propios de popular, a decir de Prigonine (1996) impli-
una cultura del militarismo), de la imposi- ca un espacio educativo que funcione bajo
ción suprema del poder social y pedagógi- el amparo de la idea de dignidad de la per-
co de los docentes, (ausencia de diálogo, sona humana y que determine en situacio-
camino unidi-reccional ), descalificación del nes de alta incertidumbre ciudadana, la ca-
adversario, (agresividad y violencia ) y la pacidad de proyectar el andamiaje social
no aceptación de la diversidad e intoleran- suficiente para el desarrollo de la vida. Las
cia, censura y eliminación del opositor, re- escuelas modernas se han transformado en
presión y restricción sin contemplaciones, una institución pedagógica represiva del
discriminación y cruel marginación del que ser humano, debido a que los/as docentes
no tiene poder ni posibilidades de participa- no se han apropiado de la ciudadanía pe-
ción, individualismo e insolidaridad, lo que, dagógica, en donde los saberes deben res-
en términos concretos, se define como una ponder a una necesidad social contex-
democracia de la utopía o de los sueños tualizada, no politizada económicamente y
bolivarianos. humanizada al servicio del otro y no al ser-
vicio del ego personal de los/las docentes
“El punto central es que la acción de las acríticos existentes en los sistemas edu-
dictaduras neoliberales (la chilena, por ejem- cativos modernos.
plo) como las democracias neolibe-rales (la
argentina ) fueron regímenes políticos, esen- REFLEXION FINAL
cialmente anticiudadanos” (Saavedra, 2002),
es decir educaron en la inercia intelectual se El reencuentro con el ciudadano
tenía una imagen del ciudadano desvirtuada escolar
y enajenada de los principios sociales de
justicia, propios de las sociedades moder- Para la construcción del verdadero cambio
nas, lo cual está alejado de los principios social que implica incorporar a todos los
sociales de la educación. componentes de la estructura social
sistémica, la ciudadanía pedagógica apa-
La ciudadanía pedagógica aparece según rece como una luz transformadora, que in-
los nuevos principios sociales como el pa- tenta modificar radicalmente las estructu-
radigma que intenta romper los tradiciona- ras sociales y políticas de la sociedad de
les esquemas. El objetivo final se centra clases, desde un cambio intra sistema a
en mejorar las acciones comunicativas en nivel primario, el que corresponde al ejerci-
el aula, entendiendo la acción comunicativa cio docente en el aula, ya que es en este
como “...una interacción entre por lo me- espacio educativo primario donde se efec-
nos dos actores que buscan entenderse túan la múltiples interacciones entre los
en una acción y ponerse de acuerdo sobre saberes populares, las multiculturas y el
la interpretación que hacen de la realidad. conocimiento. Es una práctica educativa,
Por medio del lenguaje negocian la defini- como señala Glen Langford (citado por Carr,
ción de las situaciones con vistas a un 1997).
consenso (...) La acción comunicativa pro-
duce sentido, es una actividad reflexiva que “No es mas que la suma de las inte-
interpreta la experiencia social. (Ascen- racciones entre una colección definida de
sio,1993), por lo tanto logra interpretar las enseñantes individuales y sus alumnos,
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incluyendo cualquier consecuencia impre- de una vida democrática”, (Giroux, 1994).


visible de sus acciones, como pudiera ser
un aprendizaje no esperado ...es importan- La vida democrática, activa y participativa
te una comunidad crítica en el proceso de devuelve al hombre, finalmente, su básica
autorreflexión crítica. Por medio de dicho condición de ciudadano (ciudadano o ciu-
proceso los grupos son capaces de re- dadana por naturaleza, no de negación por
analizar su práctica y de decidir unidos qué exclusión ), la que está ligada, desde su
aspectos de la práctica son susceptibles origen a la preocupación por la cosa pú-
de cambio o mejora”. blica que lo separa de su condición de su-
jeto político enajenado por los nuevos or-
La ciudadanía propone a los docentes trans- denes sociales y por las menestoras co-
formarlos en actores sociales que van yunturas políticas presentes en los gobier-
abriendo espacios de culturización, que ne- nos adjetivados como democráticos y par-
cesariamente les permite asociarse con ticipativos.
otros actores sociales y crear una red cul-
tural del cual surja un conocimiento propio BIBLIOGRAFÍA
y un saber práctico en los espacios
socioeducativos.
1.- Ascensio, Susana. (1999). “Escuela y
Comunidad”, Revista Magíster en Edu-
Es oportuno señalar que el reencuentro de
cación, Facultad de Educación, volu-
la pedagogía con el modelo de ciudadano y
men 1, Marzo. Santiago
ciudadana democrático y democrática, se
aplicará cuando el estado asimile los efec-
2.- Carr, Wilfred. (1997). “Calidad de la en-
tos negativos que trae para el sistema edu-
señanza e investigación acción”. 2º edi-
cativo, las condiciones en las cuales el
ción, editorial .S. L, Sevilla.
docente debe desarrollar su acción peda-
gógica, que impide en ocasiones definir
cualitativamente el proceso democrático 3.- Carnoy, Martín. (2003). ”Énfasis de las
efectuado en la sala de clases. políticas educativas, ¿mejorar el mer-
cado o aumentar la capacidad de todo
El docente necesita encontrarse con otros sistema para producir buena educa-
educadores en diversos sitios, a fin de ex- ción?” Revista Docencia, Colegio de
tender el significado y lugares donde la pe- Profesores, número 20, Agosto. San-
dagogía se desarrolla en esencia, en don- tiago.
de la figura del educador resulta clave para
lograr la participación ciudadana. En el mun- 4.-Castoriadis. (1998). C. "Los dominios del
do posmoderno es indispensable que los/ hombre: las encrucijadas del laberinto".
as educadores/as se sitúen de forma que 1ºEdición, Ediciones Gedisa. Barcelo-
vinculen el compromiso social con la ac- na.
ción pública, de modo que puedan, de he-
cho, ejemplificar para los/las estudiantes 5.-Farcas, Daniel. (2000) "Los fundamen-
qué significa ser un intelectual público. “Un tos ciudadanizadores de la reforma
intelectual público afronta el mundo de un educacional", en Revista del Ministerio
modo que aborda con toda seriedad sus de Educación Ministerio secretario ge-
problemas más acuciantes. Así, la cues- neral de gobierno, división organizacio-
tión del aprendizaje se vincula con formas nes sociales Volumen 2, Marzo. San-
de activismo que aumentan la posibilidad tiago.
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9.- Saavedra, Sara. (2002) "Discusiones


6.- Giroux, Henry. (1994). "Pedagogías en torno al concepto de ciudadanía".
itinerantes" Placeres Inquietantes. ED Revista SER, Servicio de Estudios
Paidos, Educador. Buenos Aires. Regionales, número 1, Julio. Concep-
ción.
7.- Ministerio Secretaria General de Gobier-
no. "Los desafíos de la educación Chi- 10.-Sierra, Beatriz. (2000). "El diálogo en
lena frente al siglo XXI". Informe de la la educación en valores; una media-
Comisión Nacional para la Moderniza- ción innovadora del curriculum." Re-
ción de la Educación. 2º Edición ,Edi- vista Pensamiento Educativo, Facul-
torial Universitaria. Santiago.
tad de Educación, Universidad Ca-
tólica de Chile. Volumen 29. Julio. San-
8.- Prigogine Ilya. (1996). "El fin de la cer-
tiago.
tidumbre", 2º Edición. Editorial Andrés
Bello. Santiago.

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