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Otros relatos nos cuentan la vida de las familias y de cómo sufren cuando muere
una vaca, o de cómo sobrevive alguien al saber que ha matado a su patrón; o de
cómo la religión nos hace hacer cosas que queremos aunque sabemos que nos hará
daño y además de cómo en la misma familia puede haber deseos erróneos que
llevan a la muerte.
"Y ustedes y yo y todos sabemos que el tiempo es más pesado que la más pesada
carga que puede soportar el hombre"
Después de leer estas historias puedo decir que Juan
Rulfo es un excelente escritor, que detalla sin más ni menos la pobre
vida y cómo hacen aquellas personas para poder ser ellos mismos.
Retrata de forma acertada a aquellos que lucharon para tener
"libertad", a aquellos que tuvieron que matar para vivir.
Los personajes que aparecen en la historia son muy diversos. Las historias están
narradas por hombres que hacen acto de presencia en ellas y señalan con fuerza
todo lo que sucede a su alrededor. En cada historia el narrador es diferente,
entonces se puede apreciar muy bien todos los matices de personajes que actúan en
ellas.
Buscando por Internet me encontré muchos de los relatos narrados por el mismo
autor, y aquí les voy a dejar el de "No oyes ladrar los perros" para que, si lo
escuchan, me dejen su opinión. Al inicio da una introducción, pero luego luego
comienza. No es muy extenso. Y además pueden encontrar la mayoría de los relatos
de esa forma.
Pero a pesar de todo esto no me pareció excelente, porque hubo algunos relatos que
no despertaron en mi los que otros sí. No me llenaron de deseo de seguir
leyéndolos, pero fue sólo eso. De verdad lo recomiendo muchísimo para aquellos
que deseen conocer más de estas historias antiguas mexicanas. Y no sólo para
mexicanos, sino para aquellos que quieran conocer la cultura, las tradiciones y a las
familias mexicanas durante la Revolución.
Ya sin más, sólo me queda agradecerles por leer la reseña. Espero les haya gustado
y los haya incitado a leer estas historias.
http://virus-literario.blogspot.com/2016/01/resena-el-llano-en-llamas-juan-rulfo.html#
"El Llano en llamas" es un conjunto de 17 relatos muy breves (brevísimos) que aparecieron en distintas
colecciones alrededor de mediados de los años cincuenta del siglo pasado. Son relatos que, en su gran
mayoría, se ambientan alrededor de la Revolución mexicana de principios del siglo XX. La mayoría de los
personajes son campesinos rurales que viven malditos en una zona árida, baldía y estéril. Todos ellos se
encuentran bajo la amenaza de la muerte o de la casi no-existencia, siempre sujetos a la violencia sin casi
percatarse de ella. Y todo ello narrado a través del realismo mágico.
Opinión:
Juan Rulfo fue uno de los exponentes del realismo mágico. Éste fue un movimiento literario que se
desarrolló en su mayor proporción en los países sudamericanos, con Gabriel García Márquez y Julio
Cortázar a la cabeza. Intentaba este movimiento desmarcarse del surrealismo que imperaba en el arte
literario y se movía más por una narración que describiese la realidad a través de elementos
mágicos. Juan Rulfo destacó excelsamente con la novela "Pedro Páramo".
"El Llano en llamas" ha cobrado mucha importancia dentro de la literatura mejicana y sudamericana en
general. Es una recopilación de relatos ficticios pero que a la vez hacen uso de datos históricos o de
situaciones reales del pasado de México. Por consiguiente, se pueden tratar de relatos difíciles de
entender a no ser que se conozca algo de la circunstancia del libro del autor. Afortunadamente, esta
edición de Cátedra (como cualquiera de clásicos) posee un extensísimo (a veces más largo que la obra en
sí) estudio narrativo, histórico y bibliográfico sobre los relatos y el autor. Todo esto debe tenerse en cuenta
ya que la forma de narrar, la pretensión de ésta, todo lo que supone escribir ha cambiado muchísimo. Son
relatos que invitan a la reflexión y a la experiencia a raíz de situaciones históricas, aunque con personajes
ficticios. Relatan un momento dentro de la historia de México importante y clave. Leyendo sobre la vida
de Juan Rulfo, su padre fue matado a disparos cuando él contaba 5 años de edad y su madre murió al
poco tanto después, a la vez que el país sufría una transformación debido a su industrialización. Por lo
que no es de extrañar que sus obras no se desmarcasen del contexto que le envolvía.
De todas formas, los relatos pueden leerse sin saberse todo este contexto. Por obvias razones el lector se
sentirá perdido si lo hace así. Igualmente, son relatos donde uno puede sentir la miseria y la muerte de
campesinos u hombres desgraciados antes, durante o después de la Revolución mexicana, allá por la
primera década del siglo XX. Juan Rulfo posee esa capacidad de convertir las palabras en materia, hasta
el punto de que, en máxima concentración de lectura, uno puede llegar a notar el tacto de la arena o del
sudor de los que huyen o viven malditos tras haber matado a alguien.
A fin de cuentas, el lector se encontrará con un clásico literario. Los clásicos tienen esto: algunos aburren,
algunos relatan espacios muertos de tiempo sin que ocurra nada, algunos entretienen mucho y provocan
la ensoñación, etcétera; pero, si algo provocan es la constatación de leer algo diferente, único, por sus
personajes, por su narración, por su paisaje, por su estilo. Juan Rulfo es alguien a quien leer para
descubrir clásicos, y qué mejor que relatos que no sobrepasan las quince páginas.
Como recomendación personal, prueben "Pedro Páramo". Es, sin discusión, de lo mejorcito que la
literatura del siglo XX brindó al lector.
https://www.anikaentrelibros.com/el-llano-en-llamas
En este libro, la mayoría de los cuentos están narrados en primera y tercera persona, en donde
el autor recrea un ambiente a lo largo de las historias, con seres que viven inmersos en la
pobreza, cuyo presente es trágico y la nostalgia del pasado y el recuerdo llega a ser una
constante.
Rulfo logra retratar la problemática del campo y la provincia Jalisciense a través de un realismo
mágico que le reconocen autores como Jorge Luis Borges y García Márquez.
Lo interesante de las historias de Juan Rulfo en El Llano en Llamas, es que podrían haber
sucedido o incluso seguir sucediendo en cualquier lugar de Latinoamérica. Otra cosa que las
distingue es la manera en que se cuentan y el manejo de las técnicas como el realismo mágico,
el monólogo y la introspección, con las que Rulfo, a pesar de su poca producción literaria, se
convirtió en uno de los escritores latinoamericanos más reconocidos.
“Nos han dado la tierra” es un cuento que narra en primera y tercera persona el viaje que
hicieron un grupo de ex revolucionarios, que mientras caminan, van recordando cuando
fueron caudillos, cuando al finalizar la revolución se les quitaron las armas y se les entregaron
tierras que no sirven para el cultivo.
La historia termina cuando los cuatro llegan al pueblo junto al río cuyos nombres no menciona
el narrador, quedando en puntos suspensivos.
“La cuesta de las comadres” es un cuento narrado en primera persona a través del recuerdo de
un anciano cuyo nombre no se menciona, la historia de un par de hermanos, que se dedicaban
a robar a las carretas que pasaban cerca del pueblito Cuesta de las Comadres. Se habla de sus
habitantes que eran 60, quienes recibieron las tierras cuando se hizo el reparto al finalizar la
revolución y de cómo vivían con el temor a los ladrones, quienes a pesar de no ser dueños del
lugar disponían de los habitantes y cualquier posesión de ellos.
La historia termina cuando Odilón Torrico y Remigio Torrico, los ladrones a quienes todos
temían, se saben asesinados. El primero de ellos muere en zapotlán, pueblito vecino donde al
ofender escupiéndole mescal en la cara a uno de los Alcaraces se le echaron enzima con
cuchillo en mano. Remigio por otro lado fue acecinado por la misma persona que narra la
historia.
“Es que somos muy pobres” es una historia narrada en primera persona, y no se indica el
nombre del que nos relata los hechos. Cuenta como tras el fallecimiento de su tía Jacinta y un
día antes de el cumpleaños 12 de su hermana Tacha, sucede una inundación en el pueblo, que
se lleva la vaca (Serpentina) que le había regalado su papá a Tacha para que tuviera un
capitalito.
Tacha es una niña que cruza por la adolescencia, sus padres al ver que la Serpentina y el
becerrito no aparecen, temen más que nunca que se convierta en una piruja como sus dos
hermanas que años atrás fueron corridas de la casa por malos partimientos.
Se dice en la historia que las dos hermanas posiblemente anden en Ayutla ya que eran
personas que desde niñas fueron rebeldes, siempre fueron rezongonas y presumidas.
“El hombre” es una historia narrada en primera y tercera persona, cuyo tema abordado es la
venganza y problemática que ha existido entre matones y familias (Alcancía y Urquidi).
Se dice que un niño de la familia Alcancía es acecinado por El Hombre, más no se explica
exactamente la razón. Y ante tal situación José Alcancía decide vengar la muerte de su hijo
matando a El Hombre, cuando este se dirigía a matar a los Urquidi.
En el cuento no se dice el nombre del matón pero al final si se sabe por el testimonio de un
borreguero que es acecinado a balazos en la orilla del río.
“En la madrugada” es una historia narrada en tercera y primera persona. En esta se habla del
asesinato del hacendado Justo Brambila, un hombre que sostenía en secreto una relación con
su sobrina (Margarita), quien mas tarde lo encontraría muerto en su corral. Y que cuyo arriero
(Esteban) resulta ser el principal sospechoso de su muerte.
En la historia este declara desde la cárcel, ser inocente pues no recordaba haberle matado.
Alegaba que tras la golpiza propinada por su patrón, al ver que pateaba a un becerro después
de haber traído a las vacas por la madrugada desde Jiquilpan a San Miguel, todo había
sucedido como era costumbre, a excepción de que no le habría el portón, y le había visto
cruzar el patio con Margarita en brazos. La historia queda en puntos suspensivos cuando en
San Miguel están velando a la luz de los cirios el cuerpo de Justo Brambila en la iglesia del
pueblo.
“Talpa” es una historia narrada en primera persona. Es contada por el hermano de Tanilo
Santos. En ella nos habla del arrepentimiento que siente Él y su cuñada Natalia, al haber
llevado a su esposo a Talpa con la intención de que muriera pronto, y así poder quedarse
juntos.
Natalia era una mujer que se sentía amarrada a su esposo enfermo (Tanilo), con quien no tenía
hijos y padecía de llagas amoratadas, por donde brotaba agua amarilla con un olor
desagradable. Tras verse ya desahuciado, Tanilo quería ir a ver la virgen de Talpan, mismo
deseo que es aprovechado tiempo después, por su hermano y Natalia quienes durante el
camino sostienen una relación de amantes. Tanilo llega al punto donde Ya no puede seguir
pues se encuentra con los pies gravemente lacerados, y es obligado por su esposa y hermano a
seguir la travesía desde su pueblo (Zenzontla) a Talpa.
La historia concluye cuando Tanilo muere y ellos regresan tras haberlo sepultado en Talpa.
“Macario” es un cuento narrado en primera persona, Él nos habla mientras espera sentado en
una alcantarilla la salida de las ranas que no dejan dormir a su madrina por las noches.
El nos cuenta que con su madrina es feliz por que le da de comer y por que ahí vive también
Felipa, la mujer que le hace de comer a su madrina, la que todas las noches se metía a su
cuarto y algunas veces le daba de tomar leche de sus pechos mientras le hacía cosquillas en
todo el cuerpo, que no resultan ser más que relaciones sexuales.
Aunque en su relato no se menciona la edad exacta de el personaje, deja en claro por sus
acciones que ya es un adulto, solo que con cierto grado de retraso mental.
La historia concluye cuando Macario se empieza a aburrir que no salen las ranas y cree que si
se duerme su madrina pedirá a alguno de sus santos que se lo lleve directo al infierno.
“Ya mataron a la perra, pero quedan los perritos” es un corrido popular que está narrado en
primera persona. Pichón, un revolucionario que nos cuenta sobre la posible muerte y
desaparición de la Perra, durante la emboscada cerca de Piedra Liza, a las tropas del gobierno
dirigidas por el general Petronilo Flores.
Pichón cuenta que El y los hijos de la perra (Joseses), estuvieron bajo el mando de Pedro
Zamora, y que después de las bajas sufridas cuando cruzaban el río Armería, dejaron de luchar
por ocho meses, hasta que un día Pedro Zamora desde san Buena Ventura los mandó llamar
con su mensajero Armancio Alcalá.
Cuando estos se dirigían a encontrarse con Pedro Zamora se dan cuenta que los han llamado
para terminar de quemar los pueblos que faltaban, dando comienzo a los viejos tiempos
vividos.
La historia concluye cuando los federales han introducido a la lucha el uso de ametralladoras, y
los revolucionarios ya no encuentran la paz en ningún lugar de la sierra.
“¡Diles que no me maten!” es una historia narrada en primera y tercera persona en donde nos
cuentan del asesinato de don Lupe Terreros, cometido por su compadre Juvencio Nava, en
Alima, donde eran dueños de ganado.
Tras haberle negado el pasto de su potrero y haberle matado un novillo a Juvencio, este lo
machetea y le clava una pica de buey en su vientre, dejándolo tirado en un arroyo donde lo
hallan después de dos días, aún agonizando.
Juvencio se ve en aprietos y huye a Palo de Venado donde más tarde su mujer lo abandona y
su hijo Justino forma su familia con Ignacia, con quien tiene 8 hijos.
La historia concluye con la aprensión de Juvencio por cuatro soldados enviados por un coronel,
que resulta ser uno de los dos hijos que dejó don Lupe al morir, hace ya casi 40 años, según las
súplicas de Juvencio al pedirle que no lo mate. Argumentando que ya está viejo, que morirá
pronto por la edad.
“Luvina” es una historia narrada en primera y tercera persona. Se desarrolla a través del
testimonio de un profesor que hace mucho estuvo con su esposa y sus tres hijos en San Juan
Luvina, una montaña árida y que es azotada casi todo el año por el viento.
Este profesor intenta en una cantina cercana a un río, mientras se toman unas cervezas,
convencer a un viajero del que no se dice su nombre, pero que como él de ingenuo, hace
muchos años se dirigió a Luvina para hacer sus sueños realidad, contándole que allá no hay
más que tristeza, soledad y pobreza.
La historia culmina con el relato de cuando el profesor quiso convencer a los de Luvina, para
que dejaran el pueblo en busca de una vida mejor, y estos no aceptan porque no quieren dejar
a sus muertos. Sin embargo el si lo hace y es por eso que está ahí, con aquel viajero que se
recuesta sobre la mesa y se queda dormido sin decir nada.
“La noche que lo dejaron solo” es un cuento que está narrado en tercera persona, y cuyo
personaje principal es Feliciano Ruelas, un muchacho que se la pasa yendo y viniendo tras sus
dos tíos Tanis y Librado, hombres que ya llevan largo tiempo peleando en la revolución
cristera, (1926-1929).
Tras tantas noches de andar sin dormir Feliciano pedía a sus tíos que descansaran, cuando se
dirigían por la noche a la sierra de Comanja. Sin embargo ellos no le hacen caso ya que temen
que los soldados los atrapen mientras duermen, y ya siendo presa del cansancio, Él se va
quedando resagado y al verse solo, se queda dormido sobre un tronco a lado del camino.
La historia concluye cuando Feliciano tras haber sido despertado por los arrieros que pasaban
por el camino, va a encontrar que cerca de los ranchos de Agua Zarca, los soldados ya estaban
quemando a sus tíos en la oguera, y ahí mismo se entera que lo estában esperando a Él, quien
logra escapar al echarse a correr por el llano.
“Paso del Norte” es un cuento narrado en primera persona, cuyos nombres de los personajes
principales no son mencionados.
La historia comienza cuando un hombre que no le va bien en la venta de puercos, decide irse a
los Estados Unidos, dejando encargada a sus 5 hijos y esposa Tránsito con su padre quien
nunca la había querido como su nuera. Tras reclamarle a su padre el no haberle enseñado el
oficio de cohetero, emprende su viaje, yéndose a México donde junta el dinero descargando
trenes en Nonoalco, y paga a un hombre 200 pesos para que lo cruzara el río en ciudad Juares,
junto con su amigo Estanislado.
Sin embargo su aventura concluye con la muerte de Estanislado en Oregón por haber sido
balaceados, al ir cruzando el río Bravo. Después de ser deportado, llega con su padre quien le
informa que la Tránsito, se ha ido con un arriero dejando sus hijos con Él, quien se cobra todos
los gastos ocasionados vendiendo la casa, y aún así queda endeudado con su padre por la
escrituración (35 pesos).
Los recuerdos mas notables mencionados son: 1-cuando tras haberlo descubierto con su prima
la Arremangada, detrás de los lavaderos, jugando a los esposos y tras la golpiza que le pone su
tío Fidencio, Él deja el pueblo para regresar más tarde, convertido en policía.
Y 2-Cuando Él tras haber matado a su cuñado Nachito, quien le fue a dar una serenata a las 8
de la noche, lo agarran huyendo ya del pueblo, y escoje el árbol donde es aorcado.
“No oyes ladrar a los perros” es un cuento narrado en primera y tercera persona, en el que se
nos cuenta el viacrucis que vive un padre, mientras lleva a su hijo por la noche a Tonaya,
mismo lugar que espera reconocer por las luces o el ladrar de los perros.
También le recuerda a su madre, quien cuando niño, lo cuidaba mucho pues pensaba que sería
su sustento cuando ella estuviera vieja.
La historia concluye cuando luego de mucho andar con su hijo en la espalda, llegan al pueblo y
su hijo parece haber fallecido.
“El día del derrumbe” Es un cuento narrado en primera y tercera persona que nos cuenta a
través del testimonio de un hombre y el ex presidente Melitón, que nos habla de la visita del
gobernador, a la comunidad de Tuzcacuexco, días después de haber sufrido un terremoto un
18 de septiembre.
En el también nos habla de la comida que se hizo, en donde el dijo a través de un discurso, les
iba a brindar apoyo para todos los damnificados, y en donde también se desata una trifulca
causada por un borracho que interrumpía al gobernador diciendo “exacto” cada vez que se
detenía durante su discurso.
Este hombre al final nos cuenta que la visita del gobernador, coincidió con el día que nació su
hijo Merencio, (21 de septiembre). Y que su esposa después de estar enojada por unas
semanas, le confesó que se había enojado con el por estar de borracho en la fiesta con el
gobernador, y dejarla sola con su compromiso.
“La herencia de Matilde Arcángel” es un cuento narrado en primera persona, en el cual nos
dan a saber de la vida de los Eremites y Tranquilino Herrera, mismo que nos narra la historia.
El nos cuenta que es arriero, y que cuando conoció a Matilde Arcángel, fue a invitar a Euremio
Cedillo para que apadrinara su boda, y debido a que Euremio el viejo era un hombre alto y
fornido y dueño del rancho las Ánimas, Matilde lo dejó, y se casó con Él.
Tranquilino entonces cuenta que tras haberse quedado ella con Euremio, se queda solo con
sus recuerdos de cuando la conoció, en Chupaderos, en la fonda de doña Sinesia.
Y nos dice que decide hacerse padrino de su único hijo, Euremio chico, con tal de seguirla
viendo, pues era una mujer muy hermosa.
Pero su tristeza aumenta cuando al ir regresando del bautizo, Matilde muere al ser tirada por
el caballo que montaba. Recayendo la culpa del accidente en su hijo, quien al haber berreado,
desbocó a la bestia. Y tras haberse tirado al Visio lo intenta matar, luchando del lado de los
militares que perseguían al grupo de rebeldes, al que su hijo se había unido días antes.
Al final Tranquilino nos cuenta que cuando el grupo de rebeldes viene de regreso, ve a su
ahijado Euremio chico llevando a su padre muerto en la silla de su caballo, y con su izquiterda
va tocando, como siempre, su flauta.
”Anacleto Morones” es un cuento que está narrado en primera y tercera persona, en donde se
nos cuenta que El era creído santo por el pueblo de Amula.
En la historia nos dice Lucas Lucatero que un día ve venir a diez mujeres de Amula a su casa,
todas hijas de Ponciano, Emiliano, Crescenciano, Torivio el de la taberna y Anastasio el
peluquero, de las que solo se nombran en el cuento a Francisca Fregoso, Torcacita, Nieves
García, Filomena, Melquiades y Micaela.
Todas ellas ya lo habían venido buscando en Santo Santiago y Santa Inés, y luego de tanto
andar, habían encontrado su casa junto a un serro. Le pedían que diera su testimonio para que
Anacleto Morones fuera canonizado, ya que Él era su yerno y según aquellas mujeres de la
congregación, por haberlo tratado de cerca, era el único que podía hablar del santo.
Pero Lucas no quería, puesto que Anacleto era un embustero que se dedicaba a hacer milagros
falsos y les robaba la virginidad a mujeres del pueblo. No obstante también Edelmiro el de la
botica y Lirio López el juez sabían esto y por ello estaba ya en la cárcel, de donde se fugó para
ir a verlo. Quería que lo ayudara a escapar al norte donde pensaba comenzar de nuevo. Sin
embargo Lucas lo mató para no darle dinero, y ahora tras irse desasiendo El de aquellas
mujeres al desairarlas, se queda con Pancha y hacen el trato de que pase la noche con Él,
acambio de ir al día siguiente a Amula.
Nota: Estos son solo resúmenes breves que exponen de manera general el contenido de la
colección de cuentos en El llano en llamas.
https://jugodetextos.blogspot.com/2012/03/resumen-por-capitulo-el-llano-en-llamas.html
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