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La huelga en Colombia siempre ha sido un derecho que se encuentra consagrado en la

legislación, la cual estipula una cesación colectiva de la actividad laboral de manera pacifica

y regida por un tiempo estipulado realizada por trabajadores de una empresa con fines de

salvaguardar sus derechos ya sean económicos o profesionales. Esta misma aclara que

cuando hablamos de huelga nos referimos a un derecho relativo porque esta restringido por

el interés general debido a que estas actuaciones ponen en riesgo el derecho a la vida, a la

salud, y al trabajo, entre muchos que se pueden ver involucrados cuando esto implica a la

sociedad; con lo anterior dicho se plantea la exclusión que se hace a los servicios públicos.

Ahora bien, aunque como se deduce de lo anterior, la huelga es un derecho social, económico

y cultural, pero no un derecho fundamental, aunque es amparable vía tutela, pero como no es

un derecho fundamental, solo es tutelable, si se demuestra su conexidad con un derecho

fundamental, como lo son el derecho al trabajo y la libertad de asociación entre otros. Sin

embargo, el ejercicio del derecho a la huelga no está permitido “la redacción constitucional

dice, no está protegido, pero la conclusión de las altas Cortes es que está prohibido” ejercer

el derecho a huelga en las entidades y empresas que prestan servicios públicos esenciales.

Es importante sacar a relucir que en nuestro país no se ha establecido un régimen de servicio

mínimo que pudiera aplicarse en aquellos casos donde la ley prohíbe el ejercicio del derecho

de huelga, con el fin precisamente de que esta prohibición no sea absoluta, sino por lo

contrario, permitiera ejercer este derecho a un número determinados de trabajadores o

empleados, siempre que se garantizara la prestación de un mínimo de servicio por los


trabajadores o empleados que sean necesario para ello y solo en aquellos casos que no sea

contraproducente hacerlo, es decir cuando aun prestándose el servicio mínimo, se vulneren

derechos fundamentales como la vida y la integridad física.

“Pero el problema no es jurídico, es fundamentalmente político. El establecimiento no

soporta el derecho de huelga. Las limitaciones de este derecho, pienso, nacen de la actitud

de la sociedad para asimilar la protesta, para asimilar al diferente, al que dice no estoy de

acuerdo, al que señala los problemas y reclama derechos. Por eso institucionalmente la

huelga nunca ha tenido un buen momento, no se ha aceptado como un mecanismo que

equilibra la relación trabajadores-empresas.” José Luciano Sanín V

el ordenamiento jurídico es condescendiente sobre la importancia de este vital mecanismo

laboral, y por ello tanto por vía constitucional como legal regula de manera detallada y

exhaustiva el ejercicio de este derecho; en forma adicional nuestras autoridades judiciales

han sido determinante en su labor interpretativa de las normas constitucionales y legales

vigentes, bien sea por la vía de decisiones en la órbita constitucional o por determinaciones

de la Sala Laboral de la Corte Suprema de Justicia en desarrollo de las especiales facultades

de control judicial.

“La Corte se ha pronunciado sobre el contenido y alcance del derecho a la huelga,

destacando la especial protección que le brinda el ordenamiento constitucional, incluyendo

en dicho parámetro los instrumentos internacionales ratificados por Colombia, y ha

subrayado su relevancia constitucional como mecanismo válido y legítimo para alcanzar un

mayor equilibrio y justicia en las relaciones de trabajo, mediante la efectividad de los

derechos de los trabajadores. Asimismo ha sostenido que a pesar de no tener estatus de

derecho fundamental y estar reglamentado mediante la ley, puede adquirir tal carácter
cuando con su limitación se vulneran los derechos fundamentales al trabajo y a la libre

asociación sindical, y que sólo puede excluirse en el caso de los servicios públicos de

carácter esencial”, específicamente en tal sentido señaló:“ El derecho de huelga está en

conexión directa no sólo con claros derechos fundamentales –como el derecho de asociación

y sindicalización de los trabajadores sino también con evidentes principios constitucionales

como la solidaridad, la dignidad, la participación y la realización de un orden justo ”

Ahora bien, hablemos sobre lo que a pasado respecto a la legislación que regula el derecho a

la huelga durante el pasar de los años en este país. desde que nace a la vida jurídica en

Colombia, se regula por primera vez por la ley 78 de 1919 que reguló por primera vez el

derecho a la negociación colectiva, y el derecho de huelga; sin embargo, luego la ley 21 de

1920 prohibió la huelga en los servicios públicos, sin explicar de ellos cuál era su concepto

o noción. Seguidamente, la reforma constitucional de 1936, en el artículo 18, estableció el

derecho de huelga, salvo en los servicios públicos. Más tarde, el decreto 1778 de 1944

prohibió la huelga.

El derecho vino a restablecerse mediante el decreto 2350 de 1944. La ley 6 de 1945

nuevamente reguló la huelga, cuya normatividad fue copiada del decreto 2350/44. Después,

en 1950 se expidió el C.S.T., el cual transcribió la ley 6 de 1945, sobre el derecho de la

huelga. En 1956 se promulgó el decreto 753, mediante el cual definió la noción de servicio

público, en que todo servicio que satisfaga necesidades de la comunidad es un servicio

público, y además, la comentada normatividad facultó al presidente de la república para

determinar qué actividades constituían servicios públicos.

el decreto ley 2351 de 1965 facultó a La Policía Nacional para intervenir en la huelga, para

que se desarrollará pacíficamente; asimismo, dispuso que sí la huelga duraba más de diez
días el Ministerio del Trabajo convocaría a un tribunal de arbitramento. Por último, la ley 47

de 1968 derogó el artículo 1º del decreto 753/56, le quitó dicha facultad al ejecutivo y se la

confirió al órgano legislativo.

Ya en tiempos más actuales, la Constitución de 1991, en su artículo 56, dispuso que: “Se

garantiza el derecho de huelga, salvo en los servicios públicos esenciales definidos por el

legislador. es decir, retomó lo dispuesto en el artículo 18 de la constitución de 1886.

Distinguiéndose que Colombia se ha movido pendularmente, entre restringir completamente

la huelga, a permitirla salvo en ciertas actividades consideradas críticas o muy importantes,

en las cuales no sería dable permitir la cesación del servicio, por las afectaciones a terceras

personas y al interés colectivo que ello implicaría.

Así la huelga en Colombia constituye un derecho, aclarándose su naturaleza, mediante

pronunciamientos de la Corte Constitucional establecen que:

“Los rasgos principales del derecho de huelga pueden definirse así: 1) es un derecho

constitucionalmente protegido y de gran importancia al interior del ordenamiento jurídico

colombiano, pero no tiene la calidad de derecho fundamental, puesto que precisa una

reglamentación legal para ser ejercido; 2) la legitimidad de su ejercicio depende del

seguimiento de los procedimientos establecidos por el legislador; 3) la protección del

derecho de huelga sólo procede por acción de tutela si se encuentra en conexidad con

derechos fundamentales como el derecho al trabajo y a la libre asociación sindical; 4) no

tiene carácter absoluto, debido a que está prohibido en los servicios públicos esenciales y

debe ser ejercido de acuerdo con las normas legales que lo regulan; 5) existen dos requisitos

para poder excluir el derecho de huelga de una determinada actividad, a saber: que sea
materialmente un servicio público esencial y que formalmente el legislador la haya

calificado de tal; y 6) un servicio público es esencial cuando las actividades que lo

conforman contribuyen de modo directo y concreto a la 11 protección de bienes o a la

satisfacción de intereses o a la realización de valores, ligados con el respeto, vigencia,

ejercicio y efectividad de los derechos y libertades fundamentales. “Dr. MANUEL JOSÉ

CEPEDA ESPINOSA.

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