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PASTOS Y PLANTAS RASTRERAS O CESPITOSAS

La plantación o siembra de pastos y plantas o cespitosas tiene dos funciones


principales; fijar suelos y taludes, evitando la erosión superficial, y mejorar su
apariencia cubriendo con vegetación las zonas perturbadas por las obras.
CONTROL DE EROSIÓN
El control de la erosión superficial es un problema que se presenta en la mayoría de
los caminos, aunque en diferentes proporciones. Es necesario evitar dichas
erosiones, ya que sus efectos sobre caminos son negativos, por exigir reparaciones
y limpieza de costo generalmente considerable.
Existen diversos métodos para controlar la erosión de los que, en general, el más
económico y ornamental es el establecimiento de cubiertas vegetales.
Al proyectar una cubierta vegetal es necesario tomar en cuenta las condiciones
prevalecientes en el lugar que afecten en forma directa a la plantación, variando las
especies y métodos a emplear en cada caso particular. Los factores que influyen de
manera directa y que, por lo tanto, es necesario conocer son: humedad relativa,
precipitación pluvial promedio, época de sequía, época de lluvias máxima, tipo de
suelo, componentes químicos, acidez y alcalinidad ph, temperaturas mínimas y
máximas y vegetación existente. Es también importante conocer la pendiente o
niveles de las superficies a tratar, con objeto de poder establecer el tipo vegetal
adecuado, así como el método de plantación o siembra conveniente.
Los factores de orden climatológico indicarán en gran parte el tipo de vegetación
adecuada en cada caso, pero la composición del suelo es un factor más rígido en
cuanto a la tolerancia general de las plantas, por lo que se puede afirmar que, salvo
excepción de las plantas crasas y xerófitas, que se desarrollan en suelos pobres, la
generalidad de las plantas requiere de suelos fértiles, como tierra vegetal, la cual
debe tener como mínimo un espesor de 15 cm.
El estudio de la vegetación existente es una base indiscutible de partida para la
ordenación vegetal que se proyecta. Es el conocimiento de las especies existentes
en la zona por donde se desarrolla el trazo de un camino, lo que informa de modo
claro y directo sobre las plantas más adecuadas al medio y sirve también para
prefigurar una distribución que armonice con el ambiente y paisaje contiguo.
MÉTODOS DE ESTABLECIMIENTO
Las plantas pueden ser establecidas por medio de sus semillas, o bien por algún
otro medio vegetativo como el de estolones o estacas, plantando céspedes o tepes
que cubran toda la superficie, o bien pequeñas porciones separadas, lo que se llama
mateado.
La siembra es el método más fácil de distribuir y es más barato que los otros medios
de plantación mencionados, siempre y cuando se cuente con un suelo apropiado.
Para que se tenga éxito será necesario colocar sobre la siembra algún material de
cobertura que permita la germinación de las semillas sin verse afectadas por el
calor, la lluvia y demás fenómenos naturales.
En taludes con pendientes considerables, la siembra o plantación de pastos y
rastreras, presenta el problema de que el mismo riego o bien la lluvia arrastran la
semilla, depositándola en las partes bajas del talud. En estas circunstancias, los
métodos más favorables son la plantación de tepes, o bien el mateado, ya que al
cubrir la superficie con porciones de pasto y tierra ya establecidos y de regular
tamaño, una lluvia ligera no le causa el mismo deterioro que causaría a una siembra.
En taludes con pendientes exageradas, la plantación de céspedes o tepes, requiere
que esto se fijen por medio de estacas, a fin de evitar que puedan deslizarse por su
peso, especialmente cuando por riego o lluvia se humedecen.
Existe un método de siembra, mecanizado, que actualmente se emplean con éxito
en diversos países. Se le llama Hidrosiembra y consiste en regar a presión, una
mezcla a base de semillas de pastos, fertilizantes, celulosa, agua y en algunos
casos, algún aglutinante apropiado. La mezcla se riega sobre la superficie y la
semilla germina al estar protegida por medio de la celulosa, que cuenta con los
nutrientes necesarios proporcionados por el fertilizante. De este modo la humedad
se preserva y el, cuando por necesidad se aplica, evita que la mezcla se deslave
por el agua de riego o de lluvia.
Otro procedimiento similar, pero realizado en dos etapas, es el de lanzar
inicialmente las semillas, el fertilizante y el agua, y posteriormente paja
desmenuzada, con aglutinante, para proteger la siembra inicial.
Aunque estos procedimientos son aplicables en casi cualquier condición, no debe
pensarse que sea una solución infalible, por lo que las zonas que se destinen a una
cubierta vegetal deberán tener las condiciones necesarias a su establecimiento, es
decir, que su pendiente no sea exagerada, que el material que componga la
superficie tenga ciertas características que permitan su desarrollo, como estabilidad
y, de ser posible, que tenga cierta fertilidad, ya que de lo contrario será necesario
fertilizar regularmente las superficies, para que la vegetación subsista.
En los casos que se proyecte cubrir grandes taludes con vegetación, es
recomendable plantar en puntos variables, zonas con arbustos o árboles que
ayuden a amarrar la cubierta vegetal, ya que la película que forma la subvegetación
compuesta por plantas cespitosas, en ningún caso tiene raíces profundas, y en una
superficie de grandes dimensiones y con pendiente exagerada, pueden llegar a
ocurrir deslizamientos de la capa superior, aún con vegetación de tipo cespitoso.
Al proyectar una cubierta vegetal es importante tomar en cuenta la necesidad de
agua que exigen las plantas para su establecimiento y desarrollo. Por tal razón es
necesario cuidar este aspecto, que desde el punto de vista económico juega un
importante papel, debido a lo cual deben programarse los trabajos de acuerdo con
el régimen pluvial de la zona, preferentemente un poco antes de que se inicie la
época de lluvias, con objeto de que la fase inicial de plantación y establecimiento,
se hagan con agua de riego controlada, evitando así que la siembra o plantación
pueda ser arrastrada por exceso de agua. Una vez que las plántulas hayan
germinado y se establezcan, podrán soportar el agua de lluvia que les permita
desarrollarse.
En la primera temporada disecadas que soporten las plantaciones, será necesario
darles riegos periódicos, ya que ese primer año de vida es definitivo para un
establecimiento total que, una vez aclimatado, podrá posteriormente soportar el
régimen pluvial de la zona.
https://prezi.com/gobopnvfpwzg/137-pastos-y-plantas-rastreras-o-cespitosas/
http://www.infoagro.com/flores/flores/cespedes2.htm
http://articulos.infojardin.com/boletin/2-cesped/especies-de-cespitosas.htm
http://ingeomontecristi.com/productos-geomantos-remediacion-erosion-taludes-
suelos/

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