RESEÑA

Presentado por: Andrea García Rivas

Documento: 1032358944

Carrera: Ingeniería Química

La siguiente reseña tiene como base dos artículos los cuales se titulan: Evaluación de

programas educativos para jóvenes, como herramientas de prevención de VIH/SIDA y

Educación formal y VIH/SIDA Reflexiones y experiencia de la Universidad Nacional de

Colombia cuyo autor es: John Harold Estrada Montoya.

Según (Guía para el manejo de VIH/sida, 2003) La infección por el Virus de

Inmunodeficiencia Humana (VIH) y el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (sida) han

sido consideradas en el Sistema General de Seguridad Social en Salud como una patología

de alto costo, por generar un fuerte impacto económico sobre las finanzas del Sistema

General de Seguridad Social en Salud y por causar un dramático efecto sobre la calidad de

vida del paciente y su familia, incluidas las repercusiones laborales Un frente que se realiza

a lo largo del mundo, contra la epidemia del VIH, es de prevención, programas de educación

sexual y reproductiva, etc... Lo que hoy nos cuestionamos como sociedad es si los objetivos

de estas estrategias se han cumplido. Debido a que las cifras presentadas por Naciones

Unidad, Instituto nacional de salud (INS) (Colombia), Indicadores sobre salud sexual y

reproductiva en América latina (SSR), ONUSIDA, entre otras se evidencia el ascenso de la

población que hoy vive con el virus y estos indicativos generan más impacto cuando los

porcentajes significativos hace referencia a jóvenes, sector vulnerable debido a que no tienen

la información de prevención, además la falta de acceso a los servicios de salud, o dificultades

económicas y/o sociales. Todos estos factores hacen que pongamos los ojos en los dirigentes,

un gobierno que no promueva el cuidado por la juventud, es un gobierno excluyente, es un

gobierno que solo piensa en el momento más no en la consolidación de estrategias a futuro

que nos beneficie como comunidad. Y una de las principales estrategias, es derrumbar los

mitos, consolidar una educación sexual temprana, el respeto por el otro, educar en la

prevención, teniendo en cuenta las mentalidades y la cultura en la que se arraigan, sin

embargo, estos actos tienen sus grandes oponentes como la iglesia, que a pesar de

Colombia ser un Estado laico y pluralista, en acciones como las campañas de prevención

temprana la iglesia es una piedra en el camino y para poder acelerar la prevención y la

asistencia y limitar a la vez la devastación social que se está produciendo, es una necesidad

de salud pública extender rápidamente el acceso al tratamiento del VIH/SIDA a las

comunidades más afectadas.

Los diferentes procesos llevados a cabo en varios países revelan que tener una educación

temprana en educación sexual, es la mejor vacuna contra el VIH/SIDA, pero se debe tener

claro el contexto, porque no es lo mismo realizar campañas en Angola (África) que en

Alemania (Europa), son comunidades con conceptos culturales diferentes, por ello

cuantificar el éxito o fracaso, al estilo neoliberal no es una conclusión contundente de un

proyecto de prevención. Se debe enfatizar en conocer la relación entre salud y cultura y

comprender de lo macro a lo micro la epidemia, donde los derechos sexuales no sean

cohibidos, es decir promover una sexualidad sana con conocimiento, entendiendo que es una

epidemia cambiante, con muchos perfiles coexistiendo, donde aun la inequidad y

estigmatización están presentes.

Por su carácter incurable, al menos hoy por hoy, hay un aspecto del SIDA que lo convierte

en algo singular: por la responsabilidad moral que puede suponer el haberlo contraído y el

poderlo transmitir a otras personas, se cae en la cuenta de las consecuencias del ejercicio de

la libertad. El VIH/SIDA tendrá efectos generalizados que persistirán durante generaciones

y que en muchos estudios económicos no se pueden apreciar. La enfermedad y la muerte

prematura representan inversiones en capital humano desperdiciadas y, a escala mundial,

reducen los incentivos para invertir en el futuro.

Realizando un análisis particular, como estudiantes de la Universidad Nacional de Colombia,

se nos presenta un pensum que tiene como eje central la carrera que deseamos estudiar, son

asignaturas asociadas a nuestra área, los espacios que existen para conocer o estudiar sobre

la pandemia VIH/SIDA son escasos por no decir mínimos. Al inicio de nuestras carreras

estudiamos una asignatura que se titula Introducción a la Ingeniera Química, en mi caso. Pero

cuestiono a todos los directivos si no es obligatorio tener una asignatura sobre sexualidad,

prevención, drogas, transmisión de ITS y todos los temas que aborden nuestro entorno social

y así desde la academia proyectarnos como un profesional integro.

Por lo anterior mencionado es urgente extender masivamente el acceso al asesoramiento y

las pruebas, que deberían ofrecerse como norma asistencial, porque es a partir del cuerpo

donde se construye la identidad, el cuerpo es una unidad en donde conviven placeres, gustos,

enfermedades y dolores, un cuerpo con propiedades positivas, negativas y neutras.