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UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN

Enrique Guzmán y Valle


Alma Máter del Magisterio Nacional
ESCUELA DE POSGRADO

Tesis

El clima familiar y el nivel de resiliencia en los estudiantes de


educación secundaria de la Institución Educativa Julio C. Tello del
Distrito de Ate, 2016

Presentada por

Elsa Gladys GORDIANO HUAMÁN

Asesor

Luis Magno BARRIOS TINOCO

Para optar al Grado Académico de Maestro en Ciencias de la Educación

con mención en Psicología Educativa

Lima– Perú

2017
ii
2

El clima familiar y el nivel de resiliencia en los estudiantes de


educación secundaria de la institución educativa Julio C. Tello del
Distrito de Ate, 2016
iii
3

A Dios, sobre todas las cosas

A mi hijo Adiel, por ser lo más valioso que

Dios me regalo, quien es mi fuente de

inspiración y la razón que me impulsa salir

adelante.

A mi querido esposo Odelon, por su apoyo

incondicional.
iv
4

Reconocimiento

A los docentes de la Escuela de Posgrado de la Universidad Nacional de Educación por su

valiosa enseñanza y permanente orientación en mis estudios de maestría.

Al Dr. Luis Magno BARRIOS TINOCO, por su asesoramiento en la realización de

la presente investigación.

A los señores informantes y miembros del Jurado Evaluador de la presente tesis,

por sus oportunas observaciones que permitieron mejorar la elaboración del informe final.

Asimismo, mi reconocimiento a todas las personas que colaboraron de una u otra

manera en la ejecución de esta investigación.


v5

Tabla de contenidos

Titulo ii

Dedicatoria iii

Reconocimiento iv

Tabla de contenidos v

Lista de tablas vii

Lista de figuras viii

Resumen ix

Abstract x

Introducción xi

Capítulo I. Planteamiento del problema 13

1.1 Determinación del problema 13

1.2 Formulación del problema 15

1.3 Objetivos: generales y específicos 16

1.4 Importancia de la investigación 17

Capítulo II. Marco teórico 18

2.1 Antecedentes del problema 18

2.2 Bases Teóricas 22

2.3 Definición de términos 63

Capítulo III. Hipótesis y variables 64

3.1 Hipótesis 64

3.2 Variables 65

3.3 Operacionalización de variables 66

Capítulo IV. Metodología 67


vi
6

4.1 Enfoque de la investigación 67

4.2 Tipo de investigación 67

4.3 Diseño de investigación 67

4.4 Población y muestra 68

4.5 Técnicas e instrumentos de recolección de información 70

4.6 Procedimiento 72

Capítulo V. Resultados 77

5.1. Validez y confiabilidad de los instrumentos 77

5.2. Presentación y análisis de resultados 81

5.3. Discusión de los resultados 92

Conclusiones 98

Recomendaciones 100

Referencias 101

Apéndices 105
vi7
vii

Lista de tablas

Tabla 1. Características resilientes 45

Tabla 2. Tabla de operacionalización de variables 65

Tabla 3. Distribución de la población 69

Tabla 4. Nivel de validez de las encuestas, según el juicio de expertos 78

Tabla 5. Valores de los niveles de validez 78

Tabla 6. Valores de los niveles de confiabilidad 79

Tabla 7. Resumen del procesamiento de los casos 80

Tabla 8. Estadísticos de fiabilidad 80

Tabla 9. Resumen del procesamiento de los casos 80

Tabla 10. Estadísticos de fiabilidad 81

Tabla 11. Tabla de contingencia Clima familiar * Competencia social 81

Tabla 12. Tabla de contingencia Clima familiar * Autonomía 82

Tabla 13. Tabla de contingencia Clima familiar * Solución de problemas 83

Tabla 14. Tabla de contingencia Clima familiar * Sentido de propósito y de futuro84

Tabla 15. Tabla de contingencia Clima familiar * Nivel de resiliencia 85

Tabla 16. Escala de valores del coeficiente de correlación 86

Tabla 17. Correlación Rho de Spearman 87

Tabla 18. Correlación Rho de Spearman 88

Tabla 19. Correlación Rho de Spearman 89

Tabla 20. Correlación Rho de Spearman 90

Tabla 21. Correlación Rho de Spearman 91


8viii

Lista de figuras

Figura 1. Clima familiar y competencia social 82

Figura 2. Clima familiar y autonomía 83

Figura 3. Clima familiar y solución de problemas 84

Figura 4. Clima familiar y sentido de propósito y futuro 85

Figura 5. Clima familiar y nivel de resiliencia 86


ix9

Resumen

En la investigación titulada el clima familiar y el nivel de resiliencia en los estudiantes de

educación secundaria de la institución educativa Julio C. Tello del Distrito de Ate, 2016, se

inició con la formulación del problema ¿Qué relación existe entre el clima familiar y el

nivel de resiliencia. El objetivo fue determinar cuál es la relación entre el clima familiar y

el nivel de resiliencia en los estudiantes de educación secundaria. El enfoque fue

cuantitativito. El tipo de investigación es básico . El diseño no experimental transversal

descriptivo correlacional. La población estuvo conformada por 442 estudiantes. La técnica

utilizada fue la encuesta. El instrumento fue cuestionario tipo Likert. La validez del

instrumento por juicio de expertos fue 0,88 (88%) de promedio. La confiabilidad del

instrumento con Alfa de Cronbach fue 0,988. Los resultados descriptivos indican que el

30,9% de los encuestados afirman que la relación entre clima familiar y el sentido de

propósito y futuro en los estudiantes de educación secundaria de la I.E. Julio C. Tello del

Distrito de Ate, 2016 es muy buena; mientras que el 10% afirman que es bueno; el 21,8%

afirman que es regular y el 37,3% afirman que es malo. Como el coeficiente de correlación

Rho de Spearman es 0,726; indica que existe una correlación positiva alta entre el clima

familiar y el nivel de resiliencia. Además como el nivel de significancia es menor a 0,05

(0,000 < 0,05) se rechaza la hipótesis nula y se acepta la hipótesis alterna; luego hay

evidencia estadística para afirmar que existe relación significativa entre el clima familiar y

el nivel de resiliencia en los estudiantes de educación secundaria de la I.E. Julio C. Tello

del Distrito de Ate, 2016.

Palabra clave: Clima familiar, resiliencia.


x10

Abstract

In the research titled Family climate and the level of resilience in the secondary education

students of the educational institution Julio C. Tello of the District of Ate, 2016, began

with the formulation of the problem What is the relationship between family climate and

Level of resilience. The objective was to determine the relationship between the family

climate and the level of resilience in secondary school students. The approach was

quantitative. The type of research is applied. The non-experimental cross-sectional

descriptive correlational design. The population was made up of 82 students. The technique

used was the survey. The instrument was a Likert-type questionnaire. The validity of the

instrument by expert judgment was 0.88 (88%) on average. The reliability of the

instrument with Cronbach's Alpha was 0.988. The descriptive results indicate that 30.9% of

the respondents affirm that the relationship between family climate and the sense of

purpose and future in high school students of the I.E. Julio C. Tello of the District of Ate,

2016 is very good; While 10% say it is good; 21.8% say it is regular and 37.3% say it is

bad. Since Spearman's Rho correlation coefficient is 0.726; Indicates that there is a high

positive correlation between the family climate and the level of resilience. Furthermore, as

the level of significance is less than 0.05 (0.000 <0.05), the null hypothesis is rejected and

the alternative hypothesis is accepted; Then there is statistical evidence to state that there is

a significant relationship between the family climate and the level of resilience in high

school students in the I.E. Julio C. Tello of the District of Ate, 2016.

Key words: Family climate, resilience.


xi
10

Introducción

En los últimos tiempos, como consecuencia fundamentalmente de los cambios

sociales, económicos, culturales, surgidos hacia fines del siglo XIX, la sociedad ha

transformado sus valores y metas. Actualmente apunta hacia la consecución del éxito y

poder económico, con una visión individualista y logros materiales por sobre intereses de

grupo, lo que afecta también a las relaciones interpersonales que conlleva a que muchas

personas al no poder superar las dificultades que se le presentan son vulneradas y no llegan

al éxito deseado.

Estudiar la relación entre clima familiar y resiliencia y todo lo que esto implica nos

trae nuevos vientos de cambios a nivel personal, educacional y social, ya que se convierte

en una esperanza que indudablemente cambia el futuro de estudiantes y familias que se

encuentran inmersos en situaciones vulnerables y que ven limitadas sus posibilidades de

surgir y de salir de la adversidad. La resiliencia puede definirse en términos generales

como la “capacidad del ser humano para hacer frente a las adversidades de la vida,

superarlas y ser transformada positivamente, convirtiéndose en una oportunidad para los

docentes que diariamente trabajan con estudiantes que se enfrentan a circunstancias de

privación social, cultural y emocional” (Rojas, 2010)

En la investigación se utilizaron los métodos cuantitativo y descriptivo, Asimismo,

se complementó con la técnica de la encuesta.

La investigación consta de dos partes y cuatro capítulos. En el Capítulo I se esboza

el marco teórico, haciendo el recuento de los principales estudios empíricos relacionados

con nuestra investigación, así como elaborando los elementos teórico-conceptuales que

enmarquen y guíen el problema e hipótesis formulados.


xii
10

En el Capítulo II se incluye el planteamiento del problema, en el que se formulan el

problema general y los problemas específicos, se fundamentan la importancia y los

alcances de la investigación.

En el Capítulo III se diseña la metodología de la investigación, operacionalizando

las variables, explicando el tipo, el método y el diseño para la prueba de hipótesis,

identificando la población y analizando los instrumentos de recolección de datos.

Finalmente, en el Capítulo IV se incluyen la validez y confiabilidad de los

instrumentos y el análisis estadístico, tanto a nivel de estadística descriptiva como de

estadística inferencial, esto quiere decir, el proceso de contraste de hipótesis, presentando y

analizando los datos así como discutiendo los resultados.


Capítulo I

Planteamiento del problema

1.1. Determinación del problema

El hombre es por naturaleza un ser social, que necesita de otros seres de su misma

especie para su supervivencia. Crecemos en una sociedad ya establecida y el proceso por el

cual se aprende a ser parte de ella, constituyéndose la familia en el primer marco de

referencia que tienen los hijos, en su entorno establecen los primeros vínculos afectivos y

se crean las bases de su identidad y del desarrollo de su autoestima, por ello se asume que

el contexto familiar sigue siendo uno de los factores de socialización más importantes para

ellos (Craig, 1988). Al respecto, Musitu y García (2004) refieren que para asegurar una

correcta integración a la sociedad, el proceso de socialización del hijo debe incluir la

realización de dos aspectos esenciales: La enculturación (interiorización de pautas

culturales del entorno) y la personalización (afirmación de la identidad personal).

En los últimos tiempos, como consecuencia fundamentalmente de los cambios

sociales, económicos, culturales, surgidos hacia fines del siglo XIX, la sociedad ha

transformado sus valores y metas. Actualmente apunta hacia la consecución del éxito y

poder económico, con una visión individualista y logros materiales por sobre intereses de
grupo, lo que afecta también a las relaciones interpersonales que conlleva a que muchas

personas al no poder superar las dificultades que se le presentan son vulneradas y no llegan

al éxito deseado.

Estudiar la relación entre clima familiar y resiliencia y todo lo que esto implica nos

trae nuevos vientos de cambios a nivel personal, educacional y social, ya que se convierte

en una esperanza que indudablemente cambia el futuro de estudiantes y familias que se

Encuentran inmersos en situaciones vulnerables y que ven limitadas sus posibilidades de

surgir y de salir de la adversidad. La resiliencia puede definirse en términos generales

como la “capacidad del ser humano para hacer frente a las adversidades de la vida,

superarlas y ser transformada positivamente, convirtiéndose en una oportunidad para los

docentes que diariamente trabajan con estudiantes que se enfrentan a circunstancias de

privación social, cultural y emocional” (Rojas, 2010)

En nuestro país aún se considera como prototipo de familia adecuada la familia de

tipo nuclear, aquella en la que conviven padre, madre e hijos. Sin embargo por condiciones

estructurales y sociales (migraciones, desempleo, pobreza, costumbres), se han ido

constituyendo otros tipos de familia: extendida, agregada y avuncular. Pareciera ser que la

ausencia del elemento paterno o materno (familia avuncular) o la presencia de abuelos y

otros familiares (extendida y agregada) pueden influir de diferente manera sobre los hijos

dando lugar a patrones de conducta, emociones y pensamientos adaptativos o

desadaptativos según el clima social familiar existente en cada familia en particular

(Rocamora, 2008).

Es así que la familia y todos aquellos adultos que rodean a los estudiantes ejercen

una influencia notable sobre los procesos de aprendizaje en la infancia; como agentes

socializadores y educadores estimulan en los hijos mediante sus acciones y verbalizaciones

cotidianas, el aprendizaje de hábitos y repertorios fundamentales que les permiten

desenvolverse en la vida cotidiana e interactuar con los diversos agentes presentes en los
contextos sociales y escolares en los que se ven inmersos.

Así también como podemos observar, la educación peruana cada día está en un

constante cambio, lo cual busca en el estudiante despertar su sentido crítico, su capacidad

creativa, capacidades para salir de las adversidades y puedan ser exitosos, estudiantes que

se puedan desenvolver a cabalidad en una sociedad determinada. Pero esto a veces no

llega a cumplirse, pues existen muchos factores que impiden el desarrollo intelectual y

social del estudiante encontrando en este largo camino estudiantil infinidades de problemas

los cuales deben ser superados día a día. Así el éxito o fracaso de cada estudiante se

relaciona básicamente con la resiliencia estimulado desde la familia, que debe ser

entendido como factor que permite la superación personal.

Lo anteriormente descrito nos ha llevado a realizar el presente proyecto de

investigación a través del cual se trata de determinar la influencia del clima familiar en la

capacidad de resiliencia de estudiantes de un colegio de Pisco. En tal sentido pretende dar

respuesta a problemas que se desprenden de la relación de ambas variables de estudio.

1.2. Formulación del problema

1.2.1. Problema general

¿Qué relación existe entre el clima familiar y el nivel de resiliencia en los

estudiantes de un colegio de Pisco, 2018?

1.2.2. Problemas específicos

¿Qué relación existe entre el clima familiar y la competencia social en los

estudiantes de un colegio de Pisco, 2018?

¿Qué relación existe entre el clima familiar y la autonomía en los

estudiantes de un colegio de Pisco, 2018?


¿Qué relación existe entre el clima familiar y la solución de problemas en

los estudiantes de un colegio de Pisco, 2018?

¿Qué relación existe entre el clima familiar y el sentido de propósito y

futuro en los estudiantes de un colegio de Pisco, 2018?

1.3. Objetivos

1.3.1. Objetivo general

Determinar la relación que existe entre el clima familiar y el nivel de la resiliencia

de los estudiantes de un colegio de Pisco, 2018?

1.3.2. Objetos específicos

Determinar la relación que existe entre el clima familiar y la competencia


social en los estudiantes de un colegio de Pisco, 2018?

Determinar la relación que existe entre el clima familiar y la autonomía en


los estudiantes de un colegio de Pisco, 2018?

Determinar la relación que existe entre el clima familiar y la solución de


problemas en los estudiantes de un colegio de Pisco, 2018?

Determinar la relación que existe entre el clima familiar y el sentido de


propósito y futuro en los estudiantes de un colegio de Pisco, 2018?
1.4. Importancia y alcances de la investigación

A nivel teórico, el presente estudio servirá para incrementar el conocimiento teórico,

sobre la relación que tiene el clima familiar y la resiliencia en los estudiantes de un

colegio de Pisco, además va servir de base teórica para futuras investigaciones vinculadas

al tema.

A nivel metodológico, la investigación servirá para orientar metodologías apropiadas

no coercitivas de enseñanza en los docentes, teniendo en cuenta la relación que existe entre

el clima familiar de los estudiantes con la resiliencia.

Los resultados a obtener en la presente investigación servirá de insumo

informacional para las autoridades educativas y docentes de instituciones educativas

secundarias del Distrito de Pisco para la planificación, ejecución y evaluación de

programas psicopedagógicas, educativas relacionadas a la orientación y formación

socioemocional de los estudiantes tanto a nivel individual, grupal o socio familiar.

De igual manera, aportará información relevante y contextualizada para enriquecer los

contenidos de las áreas curriculares: formación cívica y ciudadanía; persona familia y

relaciones humanas.
1.5. Limitaciones del estudio

La investigación realizada, no obstante, presenta algunas limitaciones que es preciso

destacar. En primer lugar, el referido a los alcances: los resultados y conclusiones se

circunscriben a la población de donde se extrajo la muestra, quedando, por tanto,

excluidas de la respectiva generalización los dos últimos años de secundaria del colegio.

Y, en segundo lugar, el referido a los instrumentos de recolección de información: si bien

ambos han revalidado su respectiva validez de contenido y su confiabilidad conforme lo

recomiendan las normas internacionales de la práctica científica de investigación,


Capitulo II

Marco teórico

2.1. Antecedentes de la investigación

2.1.1. Antecedentes Internacionales

Moreno, López, Pérez y Ochoa, (2009) desarrollaron una investigación denominada

Relación entre el clima familiar y el clima escolar: el rol de la empatía, la actitud hacia la

autoridad y la conducta violenta en la adolescencia (Universidad de Valencia, España) El

presente estudio analiza la relación entre el clima familiar y el clima escolar percibidos por

el adolescente, examinando el rol desempeñado por determinados factores individuales

(capacidad empática, actitud hacia la autoridad institucional y conducta violenta en la

escuela) en dicha asociación. La muestra se compone de 1319 adolescentes de edades entre

11 y 16 años, escolarizados en siete centros de enseñanza secundaria de la Comunidad

Valenciana. Para el análisis de los datos se ha calculado un modelo de ecuaciones

estructurales. Los resultados indican que el clima familiar se relaciona indirectamente con

el clima social del aula a través de las siguientes asociaciones: la calidad del clima familiar

mostró una relación directa con el desarrollo de la empatía, la actitud hacia el profesorado
y la escuela como figura e institución de autoridad formal, así como con el

comportamiento violento del adolescente en la escuela que, a su vez, contribuyeron a

determinar la percepción del adolescente del clima escolar.

ambos sexos, estudiantes de secundaria y preparatoria. En el análisis factorial se obtuvieron

seis factores: seguridad personal, autoestima, afiliación, baja autoestima, altruismo y familia.

Los análisis por sexo muestran mayor resiliencia en los varones, con rasgos de ser más

independientes; las mujeres logran ser resilientes siempre y cuando exista un apoyo externo

significativo o de dependencia. Se concluye que la resiliencia es indispensable debido a que

los individuos tienen que empezar a transformarse a sí mismos y a su realidad adversa. En

este sentido, la resiliencia abre el camino hacia la salud mental de la persona.

Guajardo y Paucar (2008): realizaron un estudio sobre Medición de las características

resilientes, un estudio comparativo en personas entre 15 y 65 años (Universidad Católica

del Maule de Chile). El objetivo central de este estudio es describir y comparar los

puntajes generales y por factores de la variable Resiliencia, en sujetos de diferentes tramos

de edad y de ambos sexos, a través de la prueba SV-RES, en una muestra chilena, durante

el segundo semestre de 2007. Los principales hallazgos encontrados indican que no existe

diferencia estadísticamente significativa entre los niveles de resiliencia de mujeres y

hombre; sin embargo, se describe un perfil resiliente distinto entre ambos géneros. Del

mismo modo, los niveles de resiliencia no están asociados directamente a los tramos de

edad, ya que se obtienen resultados similares en las diferentes etapas de vida.

2.1.2. Antecedentes nacionales

Matalinares (2009), elaboró una tesis denominada “Factores personales de resiliencia

y autoconcepto en estudiantes de primaria de Lima Metropolitana.” La investigación tuvo

como objetivo establecer la existencia o no de relación entre los factores personales de

resiliencia y el autoconcepto en estudiantes de primaria de Lima Metropolitana. Se evaluó

a 420 estudiantes, de ambos sexos, cuyas edades fluctuaban entre 10 y 12 años, que
cursaban el quinto y sexto grado de primaria, procedentes de diferentes centros educativos

estatales de Lima Metropolitana, a quienes se aplicó el inventario de Factores personales de

resiliencia propuesto por Salgado (2005) y el Cuestionario de Autoconcepto Garley

propuesto por Belén García, adaptado a nuestra realidad para efectos de la investigación.

Los resultados mostraron que existe correlación entre los factores personales de resiliencia

y autoconcepto. Se reporta una relación entre los factores autoestima y empatía con todos

los componentes del autoconcepto. Al comparar el autoconcepto de varones con mujeres se

encontró diferencias significativas en los componentes físico, social y familiar a favor de

las mujeres. Por último, al comparar varones y mujeres en los factores de resiliencia se

encontró diferencias significativas a favor de las mujeres en autoestima, empatía y

resiliencia.

Ponce, Huerta y Álvarez (2006) desarrollaron un estudio denominado “Resiliencia y

estilos de socialización parental en escolares de 4to y 5to año de secundaria de Lima

Metropolitana” (Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima, Perú) este estudio

tiene como objetivo 1) Establecer las propiedades psicométricas de los instrumentos

utilizados; 2) Analizar la relación que existe entre las variables resiliencia y estilos de

socialización parental en escolares de cuarto y quinto año de secundaria de instituciones

educativas estatales y particulares de Lima Metropolitana; 3) Comparar la variable

resiliencia entre escolares de instituciones educativas estatales y particulares de cuarto y

quinto año de secundaria de Lima Metropolitana; 4) Comparar la variable resiliencia entre

escolares de cuarto y quinto año de secundaria de Lima Metropolitana según sexo; 5)

Comparar la variable estilos de socialización parental entre escolares de instituciones

educativas estatales y particulares de cuarto y quinto año de secundaria de Lima

Metropolitana; 6) Comparar la variable estilos de socialización parental entre escolares de

cuarto y quinto año de secundaria de Lima Metropolitana según sexo. Tipo y diseño:
2.2. Bases teóricas

2.2.1. La Familia

El termino Familia desde el punto de vista sociológico, suele involucrar diversos

hechos sociales. Distinguiéndose, de una parte, el matrimonio, que es la forma socialmente

establecida de unión de personas de distintos sexos confines de procreación y vida en

común; y de otra, el parentesco, que constituye una compleja red de vínculos originados en

el matrimonio o unión en la descendencia" (Adolfi, 1991).

Sin duda la familia en importante para la supervivencia del individuo y para el

modelamiento de su personalidad. Esta ha demostrado su adaptabilidad para adecuarse a

las distintas transformaciones sociales; con todas sus limitaciones, la familia desempeña –

y lo seguirá haciendo – un rol fundamental para la supervivencia y desarrollo de la especie

humana (Dughi y Otros, 1995, p. 27).

La familia es una entidad universal y tal vez el concepto más básico de la vida social;

sin embargo las familias se manifiestan de diversas maneras y con distintas funciones. El

concepto del papel de la familia varía según las sociedades y culturas. No existe una

imagen única ni puede existir una definición universal aplicable, es así que en lugar de

referirnos a una familia, parece más adecuado hablar de “familias”, ya que sus formas

varían de una región a otra y a través de los tiempos, con arreglo a los cambios sociales,

políticos y económicos (ONU, 1994)

Bajo este marco se concibe la familia como “una entidad basada en la unión

biológica de la pareja que se consuma con los hijos y que constituye un grupo primario en

el que cada miembro tiene funciones claramente definidas. No podemos ignorar que la

familia está inmersa en la sociedad de la que recibe de continuo múltiples, rápidas e

inexcusables influencias; de lo que resulta que cada sociedad tiene su tipo de familia de

acuerdo a sus patrones e intereses culturales” (Escardó, 1964)

Así mismo (Sloninsky, 1962) sostiene que la familia “Es un organismo que tiene
su unidad funcional; toda familia como tal, está en relación de parentesco, de vecindad y

sociabilidad, creando entre ellas influencias e interacciones mutuas. La estructura interna

de la familia determina la formación y grado de madurez de sus miembros”.

“La familia es una unidad de convivencia en la que se ponen los recursos en común,

entre cuyos miembros hay una relación de filiación o matrimonio, ya no es necesariamente

un esquema padre-hijos. Ahora existen otras formas de familias; los divorciados/as con

hijos, las mujeres con hijos que no se casan, las mujeres que voluntariamente no tienen

hijos y aquellas quienes deseando no pueden tenerlos; los hombres o mujeres solos/as que

adoptan hijos, etc.” (Alberdi, 1964; en Peña y Padilla, 1997, p.8)

Por otra parte, Lofosse (1997) dice “La familia sigue siendo considerada como la

estructura básica de la sociedad. Cuyas funciones no han podido ser sustituidas por otras

organizaciones creadas expresamente para asumir sus funciones. De éstas las más

importante, es aquella de servir como agente socializador que permite prever condiciones y

experiencias vitales que facilitan el desarrollo bio-psico-social de los hijos”.

2.2.1.1. Tipos de familia

La Naciones Unidad (1994) define los siguientes tipos de familias, que es

conveniente considerar debido al carácter universal y orientador de este

organismo mundial.

a) Familia nuclear.- Integrada por padres e hijos.

b) Familias uniparentales o monoparentales.- Se forman tras el fallecimiento de

uno de los cónyuges, el divorcio, la separación o la decisión de no vivir juntos.

c) Familias polígamas.- En el que un hombre vive con varias mujeres, o con menos

frecuencia, una mujer se casa con varios hombres.

d) Familias compuestas.- que habitualmente incluye tres generaciones; abuelos,

padres e hijos que viven juntos.

e) Familias extensas.- además de tres generaciones, otros parientes tales como tíos,
tías, primos o sobrinos viven en el mismo hogar.

f) Familia reorganizada.- Que vienen de otros matrimonios y cohabitación de

personas que tuvieron hijos con otras parejas.

g) Familias migrantes.- Compuestos por miembros que proceden de otros contextos

sociales, generalmente, del campo a la ciudad.

h) Familias apartadas.- Aquellas en las que existe aislamiento y distancia

emocional entre sus miembros.

i) Familias enredadas.- son familias de padres predominantemente autoritarios.

2.2.1.2. Funciones de la familia

Los individuos tienen la necesidad de satisfacer múltiples necesidades para

garantizar su subsistencia y desarrollo en ese contexto la familia es el primer lugar donde

el niño aprende a satisfacer esas necesidades, que en el futuro, le servirán de apoyo para

integrarse a un medio y a su comunidad. Una de las funciones más importantes de la

familia es, en este sentido, satisfacer las necesidades de sus miembros.

Además de esta función, la familia cumple otras funciones, entre las que podemos

destacar:

a) Función biológica.- se cumple cuando una familia da alimento, calor y

subsistencia.

b) Función económica.- la cual se cumple cuando una familia entrega la

posibilidad de tener vestuario, educación y salud.

c) Función educativa.- todas las personas, especialmente los niños, necesitan que

los responsables de la familia cumplan ciertas funciones. La función educativa

tiene que ver con la transmisión de hábitos y conductas que permiten que la

persona se eduque en las normas básicas de convivencia y así pueda, ingresar a

la sociedad (Romero, S.; 1997)

d) Función psicológica.- que ayuda a las personas a desarrollar sus afectos, su

propia imagen y su manera de ser.


e) Función afectiva.- que hace que las personas se sientan queridas, apreciadas,

apoyadas, protegidas y seguras.

f) Función social.- que prepara a las personas para relacionarse, convivir, enfrentar

situaciones distintas, ayudarse unos con otros, competir, negociar y aprender a

relacionarse con el poder.

g) Función ética y moral.- que transmite los valores necesarios para vivir y

desarrollarse en armonía con los demás.

Todas las personas, especialmente los niños, necesitan que la familia a la que

pertenecen cumpla estas funciones. Es tarea de cada miembro de la familia hacer todo lo

posible para lograr esto. (Romero, Sarquis y Zegers; 1997).

2.2.1.3 Dimensiones o teorías del clima social familiar

Tres dimensiones están insertas en el clima social familiar:

a) La primera es la dimensión de desarrollo: la cual apunta a los procesos de

despliegue personal que se dan y propician dentro de la familia. Ésta

comprende la autonomía que trata del grado en el que los miembros de la

familia están seguros de sí mismos, la actuación, que se refiere al grado en el

que las actividades se enmarcan en una estructura orientada a la acción

competitiva; lo intelectual - cultural, que significa el grado de interés en las

actividades intelectuales y culturales; la social-recreativa, que mide el grado

participación en actividades lúdicas y deportivas, y la moralidad-religiosidad,

definida por la importancia que se da a las prácticas y valores de tipo ético y

religioso.

b) La segunda dimensión es la estabilidad, que se refiere a la estructura y

formación de la familia y a la manera en que el control se ejerce entre sus

miembros. Está formada por la organización que evalúa la importancia que se

da a la planificación de las actividades y responsabilidades de la familia, y el


control o grado en que la dirección de la vida familiar se atiene a reglas y

procedimientos establecidos.

c) La tercera dimensión se denomina relaciones, conformada por “el grado de

comunicación y libre expresión dentro de la familia y el grado de interacción

conflictiva que la caracteriza” (Moos y Moos, 1981). Está formada por la

cohesión, que es el grado en que los miembros de la familia se apoyan y

ayudan entre sí; la expresividad, grado en que se permite a los miembros de la

familia expresar libremente sus sentimientos; el conflicto que es el grado en

que se expresan abiertamente la cólera, la agresividad y el conflicto entre los

miembros de la familia Moos y Trickett (1974).

Estas dimensiones, su organización y dinámica caracterizan estructuras familiares

cohesivas, disciplinadas y sin orientación. Vera, Morales y Vera (2005) permiten

considerar que aquellas familias que presentan una estructura cohesionada, que hacen uso

de un control normativo constante y claro, y una manifestación de afecto y comprensión

hacia sus hijos e hijas, logran un desempeño social estable y consistente en los niños, niñas

y adolescentes.

2.2.2 La resiliencia

2.2.2.1 Aproximación conceptual

El vocablo "Resiliencia" tiene su origen en el latín en el término "Resilio", que

significa volver atrás, volver en un salto, rebotar. Claramente el término fue adaptado a

las Ciencias Sociales para caracterizar a los sujetos que a pesar de haber nacidos y vivir en

situaciones de adversidad, se desarrollan psicológicamente sanos y exitosos. En

idioma castellano, tradicionalmente el término resiliencia se usa en el campo de la física y

se refiere a la capacidad que tienen los cuerpos para volver a su forma original luego de

haber sufrido deformaciones producto de la fuerza (Suárez, N. 2004).

En la misma línea de esta definición, se puede agregar que la resiliencia no sólo es

un fenómeno que lo observamos a nivel individual, sino que podemos hablar de familias
resilientes, y grupos y comunidades con características resilientes. Así entonces la

podemos definir como "Una capacidad universal que permite a una persona,

grupo o comunidad prevenir, minimizar o superar los efectos perjudiciales de la adversidad

(The International Resilience Project, Canadá 1996).

En este sentido, como señala Rutter, la resiliencia hoy día debe considerarse como

alcanzar un nivel de desarrollo normal en todas las dimensiones que componen al ser

humano, vale decir en lo físico, cognitivo, emocional y social (Suárez, N. 2004).

Del mismo modo, la resiliencia no debe considerarse como un estado permanente y

de total invulnerabilidad. Las personas, familias y grupos con características resilientes,

presentarán momentos y episodios de mayor debilidad y susceptibilidad, en tanto en otros

momentos su resistencia, adaptación y superación de los obstáculos, aparecerá nítidamente

en su actuar.

La resiliencia es un conjunto de atributos y habilidades innatas para afrontar

adecuadamente situaciones adversas, como factores estresantes y situaciones riesgosas.

Algunos autores definen a la Resiliencia como la capacidad de respuesta inherente

al ser humano, a través del cual se generan respuestas adaptativas frente a situaciones

de crisis o de riesgo. Esta capacidad deriva de la existencia de una reserva

de recursos internos de ajuste y afrontamiento, ya sean innatos o adquiridos. De este modo

la resiliencia refuerza los factores protectores y reduce la vulnerabilidad frente a las

situaciones riesgosas (abuso de drogas, suicidio, embarazo temprano, fugas de hogar, etc.)

Ciertamente al utilizar el término en Ciencias Sociales, debemos realizar la analogía

con los cuerpos físicos y repensar el concepto en función de una resistencia del sujeto a las

adversidades que le ofrece su ambiente. Para ello es necesario tener presente que, los seres

humanos mostramos reacciones distintas, bajo estímulos similares. Lo mismo ocurre frente

a estímulos dolorosos o situaciones de adversidad o estrés, en donde las reacciones de los

sujetos serán variadas e incluso opuestas.


Es así como se describen tres tipos de reacciones frente a estímulos dolorosos o adversos, a

saber:

- Personas que frente al dolor o la adversidad reaccionan con conductas de

vulnerabilidad frente al estímulo.

- Personas que permanecen indiferentes o existe una ausencia de reacción frente a la

situación.

- Personas resilientes, resistentes al estímulo adverso y que logran alcanzar una

adecuada calidad de vida a pesar de las condiciones negativas para su desarrollo.

Al tercer punto podemos agregar que son personas con la capacidad de construir

positivamente conductas frente a la adversidad y su comportamiento se caracteriza por ser

sociablemente aceptable (Kotliarenco, 1997).

2.2.2.2 Enfoques Pilares de la resiliencia

A partir de esta constatación se trató de buscar los factores que resultan protectores

para los seres humanos, más allá de los efectos negativos de la adversidad, tratando de

estimularlos una vez que fueran detectados. Así se describieron los siguientes:

2.2.2.2.1 Autoestima consistente. Es la base de los demás pilares y es el fruto del

cuidado afectivo consecuente del niño o adolescente por un adulto significativo,

"suficientemente" bueno y capaz de dar una respuesta sensible.

2.2.2.2.2 Introspección. Es el arte de preguntarse a sí mismo y darse una respuesta


honesta.

Depende de la solidez de la autoestima que se desarrolla a partir del

reconocimiento del otro. De allí la posibilidad de cooptación de los jóvenes por

grupos de adictos o delincuentes, con el fin de obtener ese reconocimiento.

2.2.2.2.3 Independencia. Se definió como el saber fijar límites entre uno mismo y el

medio con problemas; la capacidad de mantener distancia emocional y física sin caer

en el aislamiento. Depende del principio de realidad que permite juzgar una situación
con prescindencia de los deseos del sujeto. Los casos de abusos ponen

en juego esta capacidad.

2.2.2.2.4 Capacidad de relacionarse. Es decir, la habilidad para establecer lazos e

intimidad con otras personas, para balancear la propia necesidad de afecto con la

actitud de brindarse a otros. Una autoestima baja o exageradamente alta producen

aislamiento: si es baja por autoexclusión vergonzante y si es demasiado alta puede

generar rechazo por la soberbia que se supone.

2.2.2.2.5 Iniciativa. El gusto de exigirse y ponerse a prueba en tareas progresivamente

más exigentes.

2.2.2.2.6 Humor. Encontrar lo cómico en la propia tragedia. Permite ahorrarse

sentimientos negativos aunque sea transitoriamente y soportar situaciones

adversas.

2.2.2.2.7 Creatividad. La capacidad de crear orden, belleza y finalidad a partir del

caos y el desorden. Fruto de la capacidad de reflexión, se desarrolla a partir del

juego en la infancia.

2.2.2.2.8 Moralidad. Entendida ésta como la consecuencia para extender el deseo

personal de bienestar a todos los semejantes y la capacidad de comprometerse con

valores. Es la base del buen trato hacia los otros.

2.2.2.2.9 Capacidad de pensamiento crítico. Es un pilar de segundo grado, fruto de las

combinación de todos los otros y que permite analizar críticamente las causas y

responsabilidades de la adversidad que se sufre, cuando es la sociedad en su

conjunto la adversidad que se enfrenta. Y se propone modos de enfrentarlas y

cambiarlas. A esto se llega a partir de criticar el concepto de adaptación positiva o

falta de desajustes que en la literatura anglosajona se piensa como un rasgo de

resiliencia del sujeto (Melillo, 2002).


2.2.3. Definición de términos básicos

Clima Social Familiar.-Se describe como el conjunto de las características psicosociales

e institucionales de un determinado grupo de personas, asentado sobre un

ambiente. Es decir, estudia las relaciones Hombre- Medio Ambiente en un aspecto

dinámico (Kemper, 2000).

Familia.- Grupo de personas íntimamente unidas, que conforma profundamente la

personalidad de sus miembros y que comparten sentimientos, responsabilidades,

informaciones, costumbres, valores, mitos y creencias. La familia como

institución social es un sistema en el que cada miembro asume roles; en conjunto

constituye un núcleo de apoyo para sus miembros y la comunidad (Kemper,

2000).

Individuo resiliente.-se destacan por poseer un alto nivel de competencia en distintas

áreas, ya sea intelectual, emocional, buenos estilos de enfrentamiento, motivación

al logro autosugestionado, autoestima elevada, sentimientos de esperanza,

autonomía e independencia, entre otras (Melillo y Suarez, 2005).

Resiliencia.- Capacidad universal que permite a una persona, grupo

o comunidad prevenir, minimizar o superar los efectos perjudiciales de la

adversidad (The International Resilience Project, Canadá 1996).


2.2.2.3 Desarrollo de la resiliencia

La resiliencia no es un rasgo que las personas tienen o no tienen. Conlleva conductas,

pensamientos y acciones que cualquier persona puede aprender y desarrollar. Se trata de

una nueva mirada de la manera en que los diferentes seres humanos afrontan posibles

causas de estrés: malas condiciones y vejaciones en la familia, reclusión en campos de

prisioneros, situaciones de crisis como las causadas por viudez o el divorcio, las grandes

pérdidas económicas o de cualquier otra índole (García, Rodríguez y Zamora).

En lugar de preguntarse por las causas de la patología física o espiritual que esas

catástrofes generan, el nuevo punto de vista supone indagar de qué condiciones está dotada

esa minoría; por qué y de qué manera logra escapar a los males propios de los llamados

"grupos de riesgo".

El hecho de que la adversidad no deriva irrevocablemente en individuos dañados,

se ha mostrado que la conformación de éstos, depende, no simplemente de factores

condicionantes como, por ejemplo, los recursos económicos, la alimentación, el nivel

educativo de los padres, la estimulación materna o la disponibilidad de material lúdico,


sino, fundamentalmente, de los mecanismos y las dinámicas que ordenan el modo cómo

ellos se relacionan (Rutter, 1985).

Los individuos "resilientes" se destacan por poseer un alto nivel de competencia en

distintas áreas, ya sea intelectual, emocional, buenos estilos de

enfrentamiento, motivación al logro autosugestionado, autoestima elevada, sentimientos de

esperanza, autonomía e independencia, entre otras. Y esto ha podido ser así incluso cuando

el área afectada es tan básica para la vida, como la nutrición. Para esclarecer el fenómeno

de la resiliencia, los estudiosos han apuntado a las características del ambiente en que se

han desarrollado los sujetos resilientes: han tenido corta edad al ocurrir algún evento

traumático; han provenido de familias conducidas por padres competentes, integrados

en redes sociales de apoyo, que les han brindado relaciones cálidas.

Respecto al funcionamiento psicológico que protege del estrés a las personas

resilientes, señalaremos: a) Mayor coeficiente intelectual y mejores habilidades de

resolución de problemas. b) Mejores estilos de afrontamiento. c) Empatía, conocimiento y

manejo adecuado de las relaciones interpersonales. d) Sentido del humor positivo.

Lo que hace que un individuo desarrolle la capacidad de ser resiliente es la

formación de personas socialmente competentes que tengan la capacidad de tener

una identidad propia y útil, que sepan tomar decisiones, establecer metas y esto involucra

lugares sociales que implican a la familia a los amigos y las instituciones de gobierno de

cada país (Ramírez, 1995).

Entre los mecanismos protectores por excelencia esta la relación de un adulo

significativo, que reafirme la confianza en sí mismo del individuo, que lo motive, y por

sobre todo le demuestre su cariño y aceptación incondicional (Sánchez ,2003).


2.2.2.4 Condiciones de desarrollo de la resiliencia

Muchos estudios demuestran que un factor primario para la resiliencia es tener

relaciones que ofrezcan cuidados y apoyo dentro y fuera de la familia. Las relaciones que

crean apoyo y confianza, proveen modelaje y ofrecen estímulo y reafirmación además

contribuyen a afirmar la resiliencia en una persona (Domínguez ,2005).Para esclarecer el

fenómeno de la resiliencia, los estudiosos han apuntado a las características del ambiente

en que se han desarrollado los sujetos resiliente: han tenido corta edad al ocurrir algún

evento traumático; han provenido de familias conducidas por padres competentes,

integrados en redes sociales de apoyo, que les han brindado relaciones cálidas

(Kotliarenco, y Pardo ).

Si nos detenemos a observar la realidad en que viven nuestros jóvenes actualmente

podemos ver cómo ciertas condiciones influyen negativamente en su desarrollo: carencia

de redes de apoyo social para enfrentar las dificultades, incorporación prematura al

empleo, desempeño a trabajos marginales o contractualmente precarios, falta de protección

de su salud y derechos laborales, desocupación prolongada, fracaso y abandono escolar,

adicción a las y al alcohol etc. Todo esto se traduce en una baja autoestima, ausencia de

un proyecto de futuro y dificultad para darle sentido al presente (López, 1996).

Fonagy y colaboradores, señalaron que las personas resilientes presentaron en

su infancia los siguientes atributos: a) Nivel socioeconómico más alto. b) Ausencia de

déficit orgánico. d) Temperamento fácil.

Como características del medio social inmediato señalan las siguientes:

a) Padres percibidos como competentes. b) Mejor red informal de apoyo (amigos,

familiares, compañeros).
La presencia de relaciones afectuosas es vital para fortalecer la resiliencia a través del

ejemplo común como lo dicen las voces "hechos y no palabras". Las oportunidades de

participación son significativas para poder sentirse importante y querido. La resiliencia

es una característica que se puede aprender como producto de una interacción positiva

entre el componente personal y ambiental de un individuo (Sánchez, 2003). El vínculo

afectivo que se establece en los primeros años de vida es vital para el desarrollo de un

individuo capaz y seguro en una entidad.

2.2.2.5 Características de la Resiliencia

Habilidad para enfrentar eficaz y adecuadamente situaciones adversas

y eventos traumáticos, además del desarrollo el potencial de ajuste individual o

del sistema. Es dinámica, varía a lo largo del tiempo de acuerdo con las circunstancias.

Con el desarrollo del individuo o del sistema y con la calidad de estímulos a los que están

expuestos (Melillo y Suarez, 2005).

Para nutrirse y fortalecerse requiere del apoyo social y de la disponibilidad de

recursos, oportunidades y alternativas de ajuste como factores protectores. Si bien la

resiliencia comprende una serie de características y habilidades de ajuste propias del

individuo o sistema, por lo general se evidencia en situaciones adversas o de riesgo

(Minist, Suarez, Krauskopf y Silver, 2011).

2.2.2.6 Características de los niños y jóvenes resilientes.

Los seres humanos nacen con la capacidad de hacer frente a las demandas del ajuste

de su medio, de desarrollar habilidades sociales y comunicativas, una conciencia crítica,

autonomía y propósitos para el futuro. El desarrollo y el reforzamiento de la misma

requieren de la estimulación contextual, familiar y de los pares.


a) Características de los niños Resilientes:

Estos niños suelen responder adecuadamente frente a los problemas cotidianos, son

más flexibles y sociables, predominancia de lo racional, buena capacidad de auto-control y

autonomía. En cuanto a lo familiar, no han sufrido separaciones o pérdidas tempranas y

han vivido en condiciones económicas y familiares relativamente estables presentando con

frecuencia características de personalidad o habilidades entre las que se puede mencionar:

Adecuada autoestima y autoeficacia. Mayor capacidad de enfrentar constructivamente

la competencia y aprender de los propios errores. Mejores y más eficaces estilos de

afrontamiento. Capacidad de recurrir al apoyo de los adultos cuando sea necesario.

Actitud orientada al futuro. Optimismo y mayor tendencia a manifestar sentimientos de

esperanza. Mayor coeficiente intelectual. Capacidad empática. Accesibilidad y buen

sentido del humor (Melillo y Suarez, 2005).

Estos rasgos y habilidades pueden verse reforzados por la influencia positiva del

medio familiar y el apoyo de otros adultos significativos en la vida del niño. Según Loesel

(1992) los niños resilientes suelen vivir en un clima educacional abierto y

con límites claros; cuentan con modelos sociales que motivan el enfrentamiento

constructivo, comparten responsabilidades sociales y se ven estimulados por la existencia

de expectativas de logros realistas por parte de los adultos.

b) Características de los Jóvenes Resilientes

Según postula Melillo, Suarez y Rodríguez, 2005) los jóvenes resilientes muestran

también una serie de características que se asocian directamente con la capacidad de

afrontar adecuadamente los problemas cotidianos, las cuales se relacionan con el propio
desarrollo personal. Los jóvenes resilientes presentan, entre otras características comunes:

Adecuado control de emociones en situaciones difíciles o de riesgo, demostrando

optimismo y persistencia ante el fracaso. Habilidad para manejar de manera constructiva el

dolor, el enojo, la frustración y otros aspectos perturbadores. Capacidad de enfrentar

activamente los problemas cotidianos. Capacidad para obtener la atención positiva y el

apoyo de los demás, estableciendo amistades duraderas basadas en el cuidado y apoyo

mutuo. Competencia en el área social, escolar y cognitiva; lo cual les permite resolver

creativamente los problemas. Mayor autonomía y capacidad de auto observación. Gran

confianza en una vida futura significativa y positiva, con capacidad de resistir y liberarse

de estigmas negativos. Sentido del humor flexibilidad y tolerancia (Melillo y Suarez,

2005).

2.2.2.7 Ambientes que favorece la resiliencia

a) La presencia de adultos accesibles, responsables y atentos a las necesidades de

niños y jóvenes. Pueden ser padres, tíos, abuelos, maestros u otras personas que

muestren empatía, capacidad de escucha y actitud cálida. Además es importante

que expresen su apoyo de manera que favorezca en los niños y jóvenes un

sentimiento de seguridad y confianza en sí mismos.

b) La existencia de expectativas altas y apropiadas a su edad, comunicadas de

manera consistente, con claridad y firmeza que le proporcionan metas

significativas, lo fortalezcan y promueven su autonomía, y le ofrezcan

oportunidades de desarrollo.

c) La apertura de oportunidades de participación: los adultos protectores

son modelo de competencia social en la solución de problemas, pudiendo

proporcionar oportunidades para que los niños y adolescentes participen y en


conjunto, aprendan de los errores y contribuyan al bienestar de los otros, como

parte de un equipo solidario y participativo.

Greenspan (1996) enumera una serie de condiciones familiares que favorecen el

desarrollo de la resiliencia en niños y jóvenes:

Dentro del sistema familiar: normas y reglas claras y respeto a las jerarquías. Apoyo

entre los miembros de la familia como costumbre. Estrategias familiares de afrontamiento

y eficacia. Práctica de un estilo de crianza, donde el adecuado uso del tiempo libre, la

internalización de valores, al amor y el respeto enmarcan el estilo de vida de los hijos.

Expectativas positivas de los padres sobre el futuro de los hijos. Responsabilidades

compartidas en el hogar. Apoyo de los padres en las actividades escolares de los hijos.

Oportunidades de desarrollo y responsabilidades extrafamiliares (voluntariado, trabajo,

estudio, etc.).

2.2.2.8 Diez formas de construir resiliencia

1) Establecer relaciones – Es importante establecer buenas relaciones con

familiares cercanos, amistades y otras personas. Aceptar ayuda y sostén de

personas que le quieren y le escuchan fortalece la resiliencia. Alguna gente

encuentra que estar activo en grupos de la comunidad, organizaciones basadas

en la fe, u otros grupos locales le provee sostén social y le ayuda a reclamar la

esperanza. Ayudar a otros que le necesitan también puede ser de beneficio para

usted.

2) Evitar ver las crisis como obstáculos insuperables.- Usted no puede evitar que

ocurran eventos que producen mucha tensión, pero si puedes cambiar cómo los

interpreta y reacciona a ellos. Trate de mirar más allá del presente y piense que

en el futuro las cosas mejorarán. Observe si hay alguna forma sutil en que se

sienta mejor mientras se enfrenta a las situaciones difíciles.


3) Acepta que el cambio es parte de la vida.- Es posible que como resultado de una

situación adversa no le sea posible alcanzar ciertas metas. Aceptar las

circunstancias que no puede cambiar le puede ayudar a enfocar en las

circunstancias que puede alterar.

4) Muévase hacia sus metas.- Desarrolle algunas metas realistas. Haga algo

regularmente - aunque le parezca que es un logro pequeño - que le permita

moverse hacia sus metas. En vez de enfocarse en tareas que parecen que no

puede lograr, pregúntese ¿Qué cosa sé que pudo lograr hoy que me ayuda a

caminar en la dirección hacia la cual quiero ir?

5) Lleve a cabo acciones decisivas.- Actúe en situaciones adversas lo mejor que

pueda. Lleve a cabo acciones decisivas es mejor que ignorar los problemas y las

tensiones y desear que desaparezcan.

6) Busque oportunidades para descubrirse a sí mismo/a.- La gente a veces aprende

algo sobre su persona y puede que se den cuenta de que han crecido en alguna

forma como resultado de su lucha con la adversidad. Muchas personas que han

experimentado tragedias y situaciones difíciles han informado mejoría en sus

relaciones, la sensación de mayor fuerza personal aun cuando se sienten

vulnerables, la sensación de que su auto-valía ha mejorado, una espiritualidad

más desarrollada y una aumentada apreciación de la vida.

7) Cultive una visión positiva de su persona.- El desarrollar confianza en sus

habilidades para resolver problemas y confiar en sus instintos ayuda a construir

la resiliencia.

8) Mantenga las cosas en perspectiva.- Aun cuando se enfrente a eventos bien

dolorosos, trate de considerar la situación que le causa tensión en un contexto


más amplio y mantenga una visión a largo plazo. Evite agrandar el evento fuera

de proporción.

9) Nunca pierda la esperanza.- Una visión optimista le permite esperar que ocurran

cosas buenas en su vida. Trate de visualizar lo que quiere en vez de preocuparse

por lo que teme.

10) Cuide su persona.- Preste atención a sus propias necesidades y deseos. Interésese

en actividades que disfrute y encuentra relajantes. Ejercítese regularmente. El

cuidar de su persona le ayuda a mantener su mente y su cuerpo listos para

enfrentarse a las situaciones que requieren resiliencia.

2.2.2.9 Enfoques Pilares de la resiliencia

A partir de esta constatación se trató de buscar los factores que resultan protectores

para los seres humanos, más allá de los efectos negativos de la adversidad, tratando de

estimularlos una vez que fueran detectados. Así se describieron los siguientes:

2.2.2.9.1 Autoestima consistente. Es la base de los demás

pilares y es el fruto del cuidado afectivo consecuente del niño o

adolescente por un adulto significativo, "suficientemente" bueno

y capaz de dar una respuesta sensible.

2.2.2.9.2 Introspección. Es el arte de preguntarse a sí mismo y darse


una respuesta honesta.

Depende de la solidez de la autoestima que se desarrolla a partir del

reconocimiento del otro. De allí la posibilidad de cooptación de los jóvenes por

grupos de adictos o delincuentes, con el fin de obtener ese reconocimiento.

2.2.2.9.3 Independencia. Se definió como el saber fijar límites

entre uno mismo y el medio con problemas; la capacidad de

mantener distancia emocional y física sin caer en el aislamiento.

Depende del principio de realidad que permite juzgar una situación


con prescindencia de los deseos del sujeto. Los casos de abusos ponen

en juego esta capacidad.

2.2.2.9.4 Capacidad de relacionarse. Es decir, la habilidad para

establecer lazos e intimidad con otras personas, para balancear la

propia necesidad de afecto con la actitud de brindarse a otros. Una

autoestima baja o exageradamente alta producen aislamiento: si es

baja por autoexclusión vergonzante y si es demasiado alta puede

generar rechazo por la soberbia que se supone.

2.2.2.9.5 Iniciativa. El gusto de exigirse y ponerse a prueba en

tareas progresivamente más exigentes.

2.2.2.9.6 Humor. Encontrar lo cómico en la propia

tragedia. Permite ahorrarse sentimientos negativos aunque

sea transitoriamente y soportar situaciones adversas.

2.2.2.9.7 Creatividad. La capacidad de crear orden, belleza y

finalidad a partir del caos y el desorden. Fruto de la capacidad de

reflexión, se desarrolla a partir del juego en la infancia.

2.2.2.9.8 Moralidad. Entendida ésta como la consecuencia para

extender el deseo personal de bienestar a todos los semejantes y la

capacidad de comprometerse con valores. Es la base del buen

trato hacia los otros.

2.2.2.9.9 Capacidad de pensamiento crítico. Es un pilar de

segundo grado, fruto de las combinación de todos los otros y que

permite analizar críticamente las causas y responsabilidades de la

adversidad que se sufre, cuando es la sociedad en su conjunto la

adversidad que se enfrenta. Y se propone modos de enfrentarlas y

cambiarlas. A esto se llega a partir de criticar el concepto de

adaptación positiva o falta de desajustes que en la literatura


anglosajona se piensa como un rasgo de resiliencia del sujeto

(Melillo, 2002).
2.2.2.9.10 Las fuentes interactivas de la resiliencia: de acuerdo

con Edith Grotberg (1997) de la Universidad de George

Washington, D.C. en EEUU, para hacer frente a las adversidades,

superarlas y salir de ellas fortalecido o incluso transformado, los

niños toman factores de resiliencia de cuatro fuentes que se

visualizan en las expresiones verbales de los sujetos (niños,

adolescentes o adultos) con características resilientes:

Tabla 1

Características resilientes

"Yo tengo" en mi entorno social. el menor comprende y puede

decir que tiene personas en las cuales apoyarse, en quienes puede

confiar, y que lo guiarán y cuidarán de él

"Yo soy" y "yo estoy", hablan de las fortalezas intrapsíquicas y

condiciones personales. se trata de que el menor aprenda a

respetarse a sí mismo y al prójimo, que sea querido por los demás y

que esté dispuesto a responsabilizarse de sus actos

"Yo puedo", concierne a las habilidades en las relaciones con los

otros. Se refiere a la capacidad de hablar sobre sus cosas, de poder

buscar la manera de salir de sus problemas o encontrar ayuda

cuando la necesita.

Tengo: Personas alrededor en quienes confío y que me quieren incondicionalmente.

Personas que me ponen límites para que aprenda a evitar los peligros. Personas que

me muestran por medio de su conducta la manera correcta de proceder.


Personas que quieren que aprenda a desenvolverme solo.

Personas que me ayudan cuando estoy enfermo o en peligro, o cuando necesito

aprender.

Soy: Alguien por quien los otros sienten aprecio y cariño.

Feliz cuando hago algo bueno para los demás y les demuestro mi afecto.

Respetuoso de mí mismo y del prójimo.

Estoy: Dispuesto a responsabilizarme de mis actos.

Seguro de que todo saldrá bien.

Puedo: Hablar sobre cosas que me asustan o me inquietan.

Buscar la manera de resolver mis problemas.

Controlarme cuando tengo ganas de hacer algo peligroso o que no está bien.

Buscar el momento apropiado para hablar con alguien o actuar.

Encontrar a alguien que me ayude cuando lo necesito.

2.2.3 Clima familiar y la resiliencia

En primer lugar diremos como lo expresa S. Sánchez: “La resiliencia es una

característica que se puede aprender como producto de una interacción positiva entre el

componente personal y ambiental de un individuo”. Este componente ambiental

mencionado por Sánchez, lo constituye, en primera instancia la familia.

No hay duda que la mayor responsabilidad para la promoción de la resiliencia

recae sobre la familia, es lo que va de la mano con las leyes del desarrollo y la ecología

propias del ser humano. Y dentro de la familia, el principal rol promotor de la resiliencia,

lo constituye la madre, como cuidadora principal. Es así como la interacción funcional o


disfuncional de la madre con el niño, genera en este último los aprendizajes que

conformarán la forma de vinculación afectiva y el estilo relacional de fortaleza o

debilidad, que será la base para la actuación y respuestas del individuo ante los retos y

demandas del entorno. En sintonía con esta línea de pensamiento, los resultados

empíricos confirman que el tipo de vínculo afectivo edificado en los primeros años de

vida, crean las bases para el desarrollo de una persona capaz y segura, con las fortalezas

necesarias para enfrentar y sobreponerse a fuertes adversidades y experiencias

traumáticas.

2.2.3.1 Tutores de resiliencia

Otro elemento indispensable en el proceso de desarrollar resiliencia, se deja

entrever en la respuesta esclarecedora aportada por Boris Cyrulnik, en una entrevista que

apareció publicada en Le Figaro Magazine: "Todos pueden hacerse resilientes, pues se

trata de volver a unir, dentro de lo posible, las partes de la personalidad que fueron

destrozadas por el trauma. Pero la sutura no es nunca perfecta y el destrozo deja rastros.

Para volverse resiliente, es necesario encontrar cómo se impregnaron dentro de la

memoria los recursos internos, cuál es el significado del trauma para uno, y cómo nuestra

familia, nuestros amigos y nuestra cultura colocan alrededor del herido, recursos

externos que le permitirán retomar un tipo de desarrollo".

Estos recursos externos que menciona Cyrulnik, sólo pueden ser aportados por los

tutores de la resiliencia (familia, amigo, cultura). Agrega Cyrulnik: “Si la herida es

demasiado grande, si nadie sopla sobre las brasas de resiliencia que aún quedan en su

interior, será una agonía psíquica y una herida imposible de curar” (Cyrulnik, 2001). Al

respecto comenta también Ma. Elena Fuente Martínez: “En este proceso de re-

construccion la presencia de los otros es significativa, pues en soledad no es posible


encontrar los recursos para sanar el dolor, necesitamos de otro para expresar, hablar,

compartir, significar y construir acciones que permitan elaborar las experiencias

dolorosas”.

2.2.3.2 Sentido de vida

Finalmente, dar un sentido a la vida constituye un elemento esencial que permite a

la persona que ha sufrido un trauma sobreponerse. Al respecto dice Anna Forés: “Cuando

la búsqueda de sentido tiene un desenlace favorable, entonces, la persona herida puede

avanzar en su proceso de transformación. Al contrario, si esta búsqueda continúa

indefinidamente sin respuesta, sólo encontraremos una herida que nunca cicatrizará: la

sensación de desasosiego y el dolor persistirá por mucho tiempo”. Bien lo decía

Nietzsche: “Quién tiene un porque vivir, encontrará un cómo”. O dicho en palabras del

Dr. Stephen Covey:”Desgraciado de aquel que no viera ningún sentido en su vida,

ninguna meta, ninguna intencionalidad y, por tanto, ninguna finalidad en vivirla, ése

estaría perdido. El hombre que se hace consciente de su responsabilidad ante el ser

humano que le espera con todo su afecto o ante una obra inconclusa, no podrá nunca tirar

su vida por la borda. Conoce el «porqué» de su existencia y podrá soportar casi cualquier

«cómo»”.

El ser humano vive permanentemente en busca de un significado que le dé sentido

a su vida y cuando no lo encuentra sucumbe ante las exigencias del entorno. Como decía

R. May: “El ser humano no puede vivir una condición de vacío por mucho tiempo: si él

no está creciendo hacia algo, no solamente se estanca; las potencialidades reprimidas se

convierten en morbosidad y desesperación y eventualmente en actividades destructivas”.

Esta realidad se hace aún más manifiesta, en situaciones de dificultad y de carencia


importantes (muerte, pobreza extrema, pérdidas importantes, enfermedades, maltrato,

privaciones, abusos, etc.).

Dice al respecto, Frankl (2003, p. 25) “Una persona que se proyecta hacia un

sentido, que ha adoptado un compromiso por él, que lo percibe desde una posición de

responsabilidad, tendrá una posibilidad de supervivencia incomparablemente mayor en

situaciones límite que la del resto de la gente normal”.

El sentido devuelve, pues, a la persona inmersa en situaciones devastadoras y trágicas a

abrirse a los aspectos positivos y esperanzadores de la existencia.

2.2.3.3 Resiliencias relacionales: familiar y grupal:

Froma Walsh (1998) "[...] propone una concepción sistémica de la resiliencia,

enmarcada en un contexto ecológico y evolutivo, y presenta el concepto de resiliencia

familiar atendiendo a los procesos interactivos que fortalecen con el transcurso del tiempo

tanto al individuo como a la familia [...] La resiliencia relacional puede seguir muchos

caminos, variando a fin de amoldarse a las diversas formas, recursos y limitaciones de las

familias [y los grupos] y a los desafíos psicosociales que se les plantean". En este sentido

se pueden señalar: reconocer los problemas y limitaciones que hay que enfrentar;

comunicar abierta y claramente acerca de ellos; registrar los recursos personales y

colectivos existentes y organizar y reorganizar las estrategias y metodologías tantas veces

como sea necesario, revisando y evaluando los logros y las pérdidas.

Para esto es necesario que, en las relaciones entre los componentes del grupo

familiar, se produzcan las siguientes prácticas: actitudes demostrativas de apoyos

emocionales (relaciones de confirmación y confianza en la competencia de los

protagonistas); conversaciones en las que se compartan lógicas (por ejemplo, acuerdos

sobre premios y castigos) y conversaciones donde se construyan significados compartidos


acerca de la vida, o de acontecimientos perjudiciales, con coherencia narrativa y con un

sentido dignificador para sus protagonistas.

En síntesis, los elementos básicos de la resiliencia familiar serían: cohesión, que no

descarte la flexibilidad; comunicación franca entre los miembros de la

familia; reafirmación de un sistema de creencias comunes, y resolución de problemas a

partir de las anteriores premisas.

Resiliencia comunitaria: se trata de una concepción latinoamericana desarrollada

teóricamente por Suárez (2001), a partir de observar que cada desastre o calamidad que

sufre una comunidad, que produce dolor y pérdida de vidas y recursos, muchas veces

genera un efecto movilizador de las capacidades solidarias que permiten reparar los daños

y seguir adelante. Eso permitió establecer los pilares de la resiliencia

comunitaria: autoestima colectiva, que involucra la satisfacción por la pertenencia a la

propia comunidad; identidad cultural, constituida por el proceso interactivo que a lo largo

del desarrollo implica la incorporación de costumbres, valores, giros idiomáticos, danzas,

canciones, etcétera, proporcionando la sensación de pertenencia; humor social, consistente

en la capacidad de encontrar la comedia en la propia tragedia para poder

superarla; honestidad estatal, como contrapartida de la corrupción que desgasta los

vínculos sociales; solidaridad, fruto de un lazo social sólido que resume los otros pilares.

Resiliencia y educación: la cuestión de la educación se vuelve central en cuanto a la

posibilidad de fomentar la resiliencia de los niños y los adolescentes, para que puedan

enfrentar su crecimiento e inserción social del modo más favorable (Melillo, Rubbo y

Morato, 2004).

Lamentablemente, en las escuelas (como ocurre también en salud) habitualmente se

pone el mayor empeño en detectar los problemas, déficit, falencias, en fin, patología, en
lugar de buscar y desarrollar virtudes y fortalezas. Por eso y para empezar, una actitud

constructora de resiliencia en la escuela implica buscar todo indicio previo de resiliencia,

rastreando las ocasiones en las que tanto docentes como estudiantes sortearon, superaron,

sobrellevaron o vencieron la adversidad que enfrentaban y con qué medios lo hicieron.

El Informe Delors de la UNESCO (1996) especificó como elementos

imprescindibles de una política educativa de calidad, la necesidad de que ésta abarque

cuatro aspectos: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a convivir con los demás y

aprender a ser. Los dos primeros aspectos son los que se enfatizan tradicionalmente y se

trata de medir para justificar resultados. Los dos últimos son los que hacen a

la integración social y a la construcción de ciudadanía. Para el desarrollo de los últimos (y

también de los primeros) sirven los programas que promueven la resiliencia en las

escuelas.

La construcción de la resiliencia en la escuela implica trabajar para introducir los

siguientes seis factores constructores de resiliencia (Henderson y Milstein, 2003):

1. Brindar afecto y apoyo proporcionando respaldo y aliento incondicionales,

como base y sostén del éxito académico. Siempre debe haber un "adulto

significativo" en la escuela dispuesto a "dar la mano" que necesitan los

estudiantes para su desarrollo educativo y su contención afectiva.

2. Establecer y transmitir expectativas elevadas y realistas para que actúen como

motivadores eficaces, adoptando la filosofía de que "todos los estudiantes

pueden tener éxito".

3. Brindar oportunidades de participación significativa en la resolución de

problemas, fijación de metas, planificación, toma de decisiones (esto vale para

los docentes, estudiantes y, eventualmente, para los padres). Que el

aprendizaje se vuelva más "práctico", el currículo sea más "pertinente" y


"atento al mundo real" y las decisiones se tomen entre todos los integrantes de

la comunidad educativa. Deben poder aparecer las "fortalezas" o destrezas de

cada uno.

4. Enriquecer los vínculos pro-sociales con un sentido de comunidad

educativa. Buscar una conexión familia-escuela positiva.

5. Es necesario brindar capacitación al personal sobre estrategias y políticas de

aula que trasciendan la idea de la disciplina como un fin en sí mismo. Hay que

dar participación al personal, los estudiantes y, en lo posible, a los padres, en la

fijación de dichas políticas. Así se lograrán fijar normas y límites claros y

consensuados.

6. Enseñar "habilidades para la vida": cooperación, resolución de conflictos,

destrezas comunicativas, habilidad para resolver problemas y tomar decisiones,

etcétera. Esto sólo ocurre cuando el proceso de aprendizaje está fundado en la

actividad conjunta y cooperativa de los estudiantes y los docentes. “Los niños

son inherentemente vulnerables, sin embargo, a la vez son fuertes en su

determinación a sobrevivir y crecer”.

2.2.3.4 Medición de la dimensiones de resiliencia.-

Según Saavedra (2009) pueden agrupar en 4 ámbitos de profundidad: desde la

conducta evidente (Respuesta resiliente) hasta el sistema de creencias que la interpreta y

la hace recurrente (Condiciones de base).

Asimismo, los 12 factores refieren describen distintas modalidades de interacción

del sujeto: consigo mismo, con los otros, con sus posibilidades.

A continuación se define cada una de ellas:


F1: Identidad. (Yo soy- condiciones de base). Refiere a juicios generales tomados

de los valores culturales que definen al sujeto de un modo relativamente estable. Estos

juicios generales refieren a formas particulares de interpretar los hechos y las acciones

que constituyen al sujeto de un modo estable a lo largo de su historia.

Ejemplo de itemes:

“ Yo soy...

Una persona que los demás quieren

Una persona que le gusta ayudar

Una persona que demuestra afecto”.

F2: Autonomía. (Yo soy- visión de sí mismo). Son juicios que se refieren al

vínculo que el sujeto establece consigo mismopara definir su aporte particular a su

entorno sociocultural.

Ejemplo de items:

“Yo soy:

Una persona que los demás respetan

Una persona que despierta simpatía en los otros”

F3: Satisfacción. (Yo soy- visión del problema). Refiere a juicios que develan la

forma particular en como el sujeto interpreta una situación problemática.

Ejemplo de items:

“Yo soy:
Un modelo positivo para otras persona”

F4: Pragmatismo. (Yo soy- respuesta resiliente). Refiere a juicios que develan la

forma de interpretar las acciones que realiza.

Ejemplo de items:

“Yo soy

Una persona práctica

Una persona con metas en la vida

Una persona que termina lo que empieza”

F5: Vínculos. (Yo tengo-condiciones de bases). juicios que ponen de relieve el

valor de la socialización primaria y redes sociales con raíces en la historia personal.

Ejemplo de items:

“Yo tengo:

Relaciones personales confiables

Una familia bien estructurada

Relaciones afectivas sólidas”

F6: Redes. (Yo tengo-Visión de sí mismo). Juicios que refieren al vínculo afectivo

que establece la persona con su entorno social cercano.

Ejemplo de items:

“Yo tengo:

Personas que me apoyan


A quien recurrir en caso de problemas

Personas que estimulan mi autonomía e iniciativa. Buena salud.

Satisfacción con lo que he logrado en la vida.”

F7: Modelos. (Yo tengo-Visión del problema). Juicios que refieren a la convicción

del papel de las redes sociales cercanas para apoyar la superación de situaciones

problemáticas nuevas.

Ejemplo de items:

“Yo tengo:

Un ambiente de trabajo o estudio estable

Personas que me ponen límites razonables

Personas que me ayudan a evitar peligros o problemas”

F8: Metas. (Yo tengo-respuesta). juicios que refieren al valor contextual de metas

y redes sociales por sobre la situación problemática.

Ejemplo de items:

“Yo tengo:

Mis objetivos claros

Personas con quien enfrentar los problemas.

Proyectos a futuro.”

F9: Afectividad. (Yo puedo-condiciones de base). Juicio que refiere a las

posibilidades sobre sí mismo y el vínculo con el entorno.


Ejemplo de items:

“Yo puedo:

Tener buen humor

Establecer relaciones personales de confianza

Hablar de mis emociones”

F10: Autoeficacia. (Yo puedo-visión de sí mismo). Juicio sobre las posibilidades

de éxito que la persona reconoce en sí mismo ante una situación problemática.

Ejemplo de items:

“Yo puedo:

Resolver problemas de manera efectiva

Equivocarme y luego corregir mi error

Apoyar a otros que tienen dificultades”

F11: Aprendizaje. (Yo puedo-visión del problema). juicios que refieren a valorar

una situación problemática como una posibilidad de aprendizaje.

Ejemplo de items:

“Yo puedo:

Ser creativo

Ser persistente

Aprender de mis aciertos y errores”

F12: Generatividad. (Yo puedo-respuesta). Juicios que refieren a la posibilidad de

pedir ayuda a otros para solucionar situaciones problemáticas. Ejemplo de items:


“Yo puedo:

Generar estrategias para solucionar mis problemas.

Esforzarme por lograr mis objetivos.

Trabajar con otros en la solución de problemas.”

Como señalan los diversos estudios la resiliencia es el desarrollo de los 12 factores

aquí sistematizados. Sin embargo, es probable que los factores de resiliencia se agrupen

en uno de los niveles o ámbitos de las respuestas del sujeto.

Es de esperar entonces que muchas conductas calificadas de resilientes sean

acotadas al repertorio de acciones e interpretación de respuestas que el sujeto tiene

incorporada en su socialización, mientras que otras conductas requieren sustentarse en

una interpretación que la persona hace de sí misma o de sus propias certezas en la vida,

abriéndose a la posibilidad de la transformación como una posibilidad de crecimiento.

Según Díaz (2014) las dimensiones de la resiliencia, se clasifica en:

a) Autoestima

La autoestima es una variable central de la resiliencia. Una autoestima adecuada

permite afrontar y recuperarse de las dificultades, debido a que la noción clara y

consistente de la propia valía permite clarificar la dolorosa confusión que suelen generar

las situaciones de fracaso u otras situaciones que amenazan a la persona (Citado por

Panez, 2002).
b) Empatía

Es la habilidad que posee un individuo de inferir los pensamientos y sentimientos

de otros, lo que genera sentimientos de simpatía, comprensión y ternura (Citado por

Batson, et. al. 1997).

c) Autonomía

Es definida como la capacidad de la persona de decidir y realizar

independientemente acciones que guarden consonancia con sus intereses y posibilidades de

acuerdo a su momento de desarrollo (Citado por Panez, 2002).

d) Humor

Según Wolin y Wolin (1993) se refiere a la disposición del espíritu a la alegría,

permite alejarse del foco de tensión, relativizar, positivizar, elaborar de un modo lúdico,

encontrar lo cómico entre la tragedia (Citado por Lara, et.al. 2000).

e) Creatividad

Según Wolin y Wolin (1993) se define como expresión de la capacidad de crear

orden, belleza y fines o metas a partir del caos y el desorden (Citado por Borda, 2001).

Existe pues una estrecha relación entre creatividad y resiliencia, ya que la primera

posibilita ver los problemas y situaciones adversas desde diferentes ángulos y dar nuevas y

originales soluciones poniendo en marcha los recursos propios. Cuando una persona se

encuentra frente a una situación adversa, si la afronta desde un enfoque convencional sus

posibilidades de solución se restringen, mientras que si usa su creatividad, ella le permitirá

diversos y novedosos afrontes a dicha situación


Según Munist, Santos, Kotliarenco, Suárez, Infante y Grotberg (1998). Considera

como dimensiones de la resiliencia en niños y adolescentes, lo siguiente:

Competencia social

Los niños y adolescentes resilientes responden más al contacto con otros seres humanos y

generan más respuestas positivas en las otras personas; además, son activos, flexibles y

adaptables aún en la infancia. Este componente incluye cualidades como la de estar listo

para responder a cualquier estímulo, comunicarse con facilidad, demostrar empatía y

afecto, y tener comportamientos prosociales.

Una cualidad que se valora cada vez más y se la relaciona positivamente con la resiliencia

es el sentido del humor. Esto significa tener la habilidad de lograr alivio al reírse de las

propias desventuras y encontrar maneras diferentes de mirar las cosas buscándoles el lado

cómico. Como resultado, los niños resilientes, desde muy temprana edad, tienden a

establecer más relaciones positivas con los otros. En los adolescentes la competencia social

se expresa especialmente en la interrelación con los propios pares y en la facilidad para

hacer amigos de su edad. Esta cercanía con los amigos es progresivamente selectiva y pasa

de actividades grupales a otras en pareja; es frecuente que se inicien relaciones

sentimentales que tengan valor como indicadores positivos de competencia social. En este

aspecto del perfil, el adolescente resiliente muestra capacidad para establecer relaciones

positivas con otros seres humanos.

Resolución de problemas

Las investigaciones sobre niños resilientes han descubierto que la capacidad para resolver

problemas es identificable en la niñez temprana. Incluye la habilidad para pensar en


abstracto reflexiva y flexiblemente, y la posibilidad de intentar soluciones nuevas para

problemas tanto cognitivos como sociales. Ya en la adolescencia, los jóvenes son capaces

de jugar con ideas y sistemas filosóficos. Los estudios hechos con adultos que sufrían de

problemas psicológicos han identificado consistentemente la falta de esa capacidad en la

infancia. Por el contrario, los estudios hechos con personas resilientes encuentran

repetidamente la presencia de capacidades para la resolución de problemas en la infancia.

Por ejemplo, Rutter halló que era especialmente prevalente, en la población de niñas

abusadas durante la infancia pero que llegaron a ser adultas sanas, la presencia de destrezas

para planificar que les resultaron útiles en sus matrimonios con hombres “normales”. Lo

escrito sobre los niños de la calle que crecieron en barrios marginales provee un ejemplo

extremo del rol que esas habilidades tienen en el desarrollo de la resiliencia, dado que esos

niños deben lidiar continuamente con un ambiente adverso, como única manera de

sobrevivir. Las investigaciones actuales muestran también que esas destrezas para

solucionar problemas son identificables a temprana edad. Así es como el niño preescolar

que demuestre ser capaz de producir cambios en situaciones frustrantes, posiblemente sea

activo y competente en el período escolar.

Autonomía

Distintos autores han usado diferentes definiciones del término “autonomía”. Algunos se

refieren a un fuerte sentido de independencia; otros destacan la importancia de tener un

control interno y un sentido de poder personal; otros insisten en la autodisciplina y el

control de los impulsos. Esencialmente, el factor protector a que se están refiriendo es el

sentido de la propia identidad, la habilidad para poder actuar independientemente y el

control de algunos factores del entorno. Otros autores han identificado la habilidad de

separarse de una familia disfuncional y ponerse psicológicamente lejos de los padres


enfermos, como una de las características más importantes de los niños que crecen en

familias con problemas de alcoholismo y enfermedad mental.

En el trabajo con niños de familias alcohólicas, se ha visto que si ellos quieren

enfrentar exitosamente los dilemas del alcoholismo, deben desarrollar un distanciamiento

adaptativo; es decir, alejarse del foco familiar de comportamiento disfuncional. Los niños

resilientes son capaces de distinguir claramente por sí mismos, entre sus experiencias y la

enfermedad de sus padres. Por lo tanto, entienden que ellos no son la causa del mal y que

su futuro puede ser diferente de la situación de sus padres. La tarea del distancimiento

adaptativo implica dos desafíos: uno, descomprometerse lo suficientemente de la fuerza de

la enfermedad parental para mantener objetivos y situaciones en el mundo externo de

pares, escuela y comunidad; otro, sacar a la familia en crisis de su posición de mando en el

mundo interno del propio niño. Ese distanciamiento provee un espacio protector para el

desarrollo de la autoestima y de la habilidad para adquirir metas constructivas.

Sentido de propósito y de futuro

Relacionado con el sentido de autonomía y el de la eficacia propia, así como con la

confianza de que uno puede tener algún grado de control sobre el ambiente, está el sentido

de propósito y de futuro. Dentro de esta categoría entran varias cualidades repetidamente

identificadas en lo publicado sobre la materia como factores protectores: expectativas

saludables, dirección hacia objetivos, orientación hacia la consecución de los mismos

(éxito en lo que emprenda), motivación para los logros, fe en un futuro mejor, y sentido de

la anticipación y de la coherencia. Este último factor parece ser uno de los más poderosos

predictores de resultados positivos en cuanto a resiliencia. De estas cualidades, las que se

han asociado con más fuerza a la presencia de adultos resilientes han sido las aspiraciones
educacionales y el anhelo de un futuro mejor. Cuando un futuro atractivo nos parece

posible y alcanzable, somos fácilmente persuadidos para subordinar una gratificación

inmediata a una posterior más integral. Aunque los estudios actuales permiten identificar

características adicionales de los niños resilientes, las cuatro que hemos mencionados

engloban los atributos que frecuentemente están asociados con experiencias exitosas de la

vida. De allí que las consideremos como los factores básicos para constituir el perfil del

niño resiliente.
2.3. Definición de términos básicos

Clima Social Familiar.-Se describe como el conjunto de las características psicosociales

e institucionales de un determinado grupo de personas, asentado sobre un

ambiente. Es decir, estudia las relaciones Hombre- Medio Ambiente en un aspecto

dinámico (Kemper, 2000).

Familia.- Grupo de personas íntimamente unidas, que conforma profundamente la

personalidad de sus miembros y que comparten sentimientos, responsabilidades,

informaciones, costumbres, valores, mitos y creencias. La familia como

institución social es un sistema en el que cada miembro asume roles; en conjunto

constituye un núcleo de apoyo para sus miembros y la comunidad (Kemper,

2000).

Individuo resiliente.-se destacan por poseer un alto nivel de competencia en distintas

áreas, ya sea intelectual, emocional, buenos estilos de enfrentamiento, motivación

al logro autosugestionado, autoestima elevada, sentimientos de esperanza,

autonomía e independencia, entre otras (Melillo y Suarez, 2005).

Resiliencia.- Capacidad universal que permite a una persona, grupo

o comunidad prevenir, minimizar o superar los efectos perjudiciales de la

adversidad (The International Resilience Project, Canadá 1996).


Capitulo III

Hipótesis y variables

3.1. Hipótesis

3.1.1. Hipótesis general

Existe relación significativa entre el clima familiar y el nivel de resiliencia de los

estudiantes de educación secundaria de la I.E. Julio C. Tello del Distrito de Ate,

2016.

3.1.2. Hipótesis específicos

Existe relación significativa entre el clima familiar y la competencia social en los

estudiantes de educación secundaria de la I.E. Julio C. Tello del Distrito de Ate,

2016.

Existe relación significativa entre el clima familiar y la autonomía en los

estudiantes de educación secundaria de la I.E. Julio C. Tello del Distrito de Ate,

2016.

Existe relación significativa entre el clima familiar y la solución de problemas en

los estudiantes de educación secundaria de la I.E. Julio C. Tello del Distrito de Ate,

2016.

Existe relación significativa entre el clima familiar y el sentido de propósito y

futuro en los estudiantes de educación secundaria de la I.E. Julio C. Tello del

Distrito de Ate, 2016.


3.2. Variables

V1: Clima familiar


D1: Relación
D2: Desarrollo
D3: Estabilidad
V2: Nivel de resiliencia
D1: Competencia social
D2: Autonomía
D3: Solución de problemas
D4: Sentido de propósito y de futuro

3.2.1. Definición conceptual de las variables

a) Variable : Clima familiar

Conjunto de las características psicosociales e institucionales de un

determinado grupo de personas, asentado sobre un ambiente. Es decir, estudia las

relaciones Hombre- Medio Ambiente en un aspecto dinámico (Dughi, Macher,

Mendoza y Nuñez, 1995)

b) Variable : Nivel de resiliencia

Grado de capacidad universal que permite a una persona, grupo

o comunidad prevenir, minimizar o superar los efectos perjudiciales de la adversidad

(Melillo y Suarez, 2005).


3.2.2. Definición operacional de las variables

a) Variable : Clima familiar

La variable clima familiar se midió con 3 dimensiones y 7 indicadores. Para

el recojo de información se empleó la técnica de la encuesta. El instrumento

empleado fue el cuestionario adaptado de Moss (1981), con escala de Likert

b) Variable : Nivel de resiliencia

La variable nivel de resiliencia se midió con 4 dimensiones y 14

indicadores. Para el recojo de información se empleó la técnica de la encuesta. El

instrumento empleado fue el cuestionario SV-RES adaptado de Saavedra y Villalta

(2007), con escala de Likert

3.2.3. Operacionalización de las variables

Tabla 2

Tabla de operacionalización de variables

Variables Dimensiones Indicadores Escala

Cohesión
Relación Expresividad
V1: Conflicto
Clima familiar Autonomía
Desarrollo Actuación intelectual-cultural Ordinal
Estabilidad Organización
Control

Competencia social Sentido de humor


Empatía
Vínculo
V2: Redes
Nivel de resiliencia Autonomía Visión de sí mismo
Identidad
Afectividad
Ordinal
Autoeficiencia
Solución de problemas Satisfacción
Modelos
Aprendizaje
Sentido de propósito y de futuro Pragmatismo
Metas
Generatividad
Capitulo IV

Metodología

4.1. Enfoque de investigación

El enfoque de la presente investigación es el cuantitativo, en este enfoque de

investigación se acostumbra asociarlo con las técnicas estadísticas y la medición, con el

acto de asignarle un valor a un dato, proceso o actividad de acuerdo con un conjunto de

reglas, escala, niveles o patrones. Toda propiedad que es capaz de aumentar o disminuir, se

vincula con el concepto de cantidad. Naturalmente la asignación de números se hace sobre

la base de la propiedad que se desea medir, de tal modo que la expresión de acuerdo con

las reglas se refiere a los criterios conforme a los cuales se hace esa asignación (Cerda,

2011).

4.2. Tipo de la investigación

El tipo de investigación desarrollado en la investigación es básica, ya que se toma los

conocimientos de la investigación para aplicarlos.

Según Zorrilla (1993:43)

"La básica denominada también pura o fundamental, busca el progreso científico,

acrecentar los conocimientos teóricos, sin interesarse directamente en sus posibles

aplicaciones o consecuencias prácticas; es más formal y persigue las

generalizaciones convistas al desarrollo de una teoría basada en principios y leyes.

4.3. Diseño de investigación

El diseño de investigación empleado es no experimental transversal descriptivo –

correlacional. Es transversal porque se hará en solo momento y es correlacional, porque


busca determinar la relación existente entre “Clima familiar y Resiliencia”, se trabaja con

una misma muestra de sujetos o el grado de relación existente entre dos fenómenos o

eventos observados. Ello nos permitirá observar la presencia o ausencia de las variables

que desea relacionar y luego las compara por medio de las técnicas estadísticas de análisis

de correlación. El esquema es el siguiente:

M = Muestra

O1= Variable 1, Clima familiar

O2= Variable 2, Nivel de resiliencia

R = Relación entre variable 1 y variable 2

4.4. Población y muestra

4.4.1. Población:

Según Oseda, (2008:120) “La población es el conjunto de individuos que comparten por lo

menos una característica, sea una ciudadanía común, la calidad de ser miembros de una

asociación voluntaria o de una raza, la matrícula en una misma universidad, o similares”.

En el caso de nuestra investigación, la población lo constituyen todos los

estudiantes de educación secundaria de la I.E. Julio C. Tello del Distrito de Ate

matriculados en el año 2016. El cuadro de distribución es el siguiente:


Tabla 3

Distribución de la población

Nº de Alumnos Total
Secciones Mujeres Varones
CANT. % CANT. % CANT. %
1ro. A, B y C 45 48.9 47 51.1 92 20.8
2do. A, B y C 44 48.9 46 51.1 90 20.4
3ro. A, B y C 42 47.2 47 52.8 89 20.1
4to. A, B y C 40 46.9 47 54.1 87 19.7
5to. A, B y C 39 46.4 45 53.6 84 19
TOTAL 210 47.5 232 52.5 442 100
Fuente: Nómina de matrícula 2016, Dirección de la I.E. Julio C. Tello del Distrito de Ate.

4.4.2. Muestra:

El mismo Oseda, D. (2008:122) menciona que “la muestra es una parte pequeña de

la población o un subconjunto de esta, que sin embargo posee las principales características

de aquella. Esta es la principal propiedad de la muestra (poseer las principales

características de la población) la que hace posible que el investigador, que trabaja con la

muestra, generalice sus resultados a la población”.

En la presente investigación donde busca la relación del clima familiar y el nivel de

resiliencia, se empleó el muestreo no probabilístico intencionado, considerando a los

estudiantes que reunían las características de resilientes, como consecuencia de esto el

tamaño de la muestra fue de 110 estudiantes de educación secundaria de la I.E. Julio C.

Tello del Distrito de Ate, 2016.


4.5. Técnicas e instrumentos de recolección de datos

4.5.1. Técnica de recolección de datos

Consiste en recopilar toda clase de información teórica – científica, de las cuales

nos servimos para armar nuestro marco teórico y saber orientar con eficacia nuestra

investigación. En la presente investigación utilizaremos la técnica de la encuesta.

La encuesta.

Es una técnica que permite la obtención de datos e información suministrada por un grupo

de personas, sobre si mismos o con relación a un tema o asunto particular, que interesa a la

investigación planteada. Esta técnica posibilita la recolección de datos sobre opiniones,

actitudes, criterios, expectativas, etc. De los individuos y que permite cubrir a sectores

amplios del universo dado, para una investigación determinada.

La forma escrita de la técnica de la encuesta se materializa a través de:

cuestionarios, pruebas, test y escalas. Peñaloza, (2005).

4.5.2. Instrumentos de recolección de datos

Cuestionario

El Cuestionario es el instrumento más universal y se utilizan en todas las

investigaciones sociales; sin embargo es predominante en la Sociología. En esta

investigación se utilizó cuestionario con escala de medida tipo Likert.

Durante la construcción de los instrumentos se analizaron las hipótesis, se

plantearon las dimensiones de cada variable y, finalmente, los indicadores.


El cuestionario como instrumento está destinado a recoger información

sobre las opiniones y actitudes de las personas. Según Hernández et al. (2010),

“Un cuestionario consiste en un conjunto de preguntas respecto de una o más

variables a medir. Debe ser congruente con el planteamiento del problema e

hipótesis” (p. 217).

En la presente investigación, se utilizó dos tipos de cuestionario ya

validados y adaptados para el propósito de la investigación:

Cuestionario de Moss (1981)

Escala de Clima Familiar (FES) (Moos, Moos, & Trickett, 1984). Esta escala

se compone de 60 reactivos que informan sobre el clima social y las relaciones

interpersonales existentes en la familia, con alternativas de respuesta formuladas en

verdadero o falso. El instrumento mide tres dimensiones: cohesión (ejemplo, “En mi

familia nos apoyamos y ayudamos los unos a los otros”), expresividad (ejemplo, “En

mi casa comentamos nuestros problemas personales”) y conflicto (ejemplo, “En mi

familia nos criticamos frecuentemente los unos a los otros”).

Cuestionario de resiliencia SV-RES

La escala de resiliencia SV-RES fue elaborado por Saavedra y Villalta (2007)

consta de 40 ítems agrupados en 4 grupos, a cada grupo le corresponde 10 ítems con

escala de Likert

4.6. Tratamiento estadístico

Para el tratamiento estadístico y la interpretación de los resultados se tendrán en cuenta

la estadística descriptiva y la estadística inferencial.


4.4. Procedimiento

Análisis descriptivo

Según Webster (2001) “la estadística descriptiva es el proceso de recolectar, agrupar y

presentar datos de una manera tal que describa fácil y rápidamente dichos datos” (p. 10).

Para ello, se emplearán las medidas de tendencia central y de dispersión.

Luego de la recolección de datos, se procederá al procesamiento de la información,

con la elaboración de tablas y gráficos estadísticos. Así se obtendrá como producto:

Tablas. Se elaborarán tablas con los datos de las variables. Sobre las tablas, la

Asociación de Psicólogos Americanos (2010, p. 127) nos menciona: “Las tablas y las

figuras les permiten a los autores presentar una gran cantidad de información con el fin de

que sus datos sean más fáciles de comprender”. Además, Kerlinger y Lee (2002) las

clasifican: “En general hay tres tipos de tablas: unidimensional, bidimensional y k-

dimensional” (p. 212). El número de variables determina el número de dimensiones de una

tabla, por lo tanto esta investigación usará tablas bidimensionales.

Gráficas. Las gráficas, incluidos conceptualmente dentro de las figuras, permitirán

“mostrar la relación entre dos índices cuantitativos o entre una variable cuantitativa

continua (que a menudo aparece en el eje y) y grupos de sujetos que aparecen en el eje x”

(APA, 2010, p. 153). Según APA (2010), las gráficas se sitúa en una clasificación, como

un tipo de figura: “Una figura puede ser un esquema una gráfica, una fotografía, un dibujo

o cualquier otra ilustración o representación no textual” (p. 127). Acerca de los gráficas,

Kerlinger y Lee (2002, p. 179) nos dicen “una de las más poderosas herramientas del
análisis es el gráfico. Un gráfico es una representación bidimensional de una relación o

relaciones. Exhibe gráficamente conjuntos de pares ordenados en una forma que ningún

otro método puede hacerlo”.

Interpretaciones. Las tablas y los gráficos serán interpretados para describir

cuantitativamente los niveles de las variables y sus respectivas dimensiones. Al respecto,

Kerlinger y Lee (2002) mencionan: “Al evaluar la investigación, los científicos pueden

disentir en dos temas generales: los datos y la interpretación de los datos”. (p. 192). Al

respecto, se reafirma que la interpretación de cada tabla y figura se hizo con criterios

objetivos.

La intención de la estadística descriptiva es obtener datos de la muestra para

generalizarla a la población de estudio. Al respecto, Navidi (2003, pp. 1-2) nos dice: “La

idea básica que yace en todos los métodos estadísticos de análisis de datos es inferir

respecto de una población por medio del estudio de una muestra relativamente pequeña

elegida de ésta”.

Análisis inferencial

Proporcionará la teoría necesaria para inferir o estimar la generalización sobre la

base de la información parcial mediante coeficientes y fórmulas. Así, Webster (2001)

sustenta que “la estadística inferencial involucra la utilización de una muestra para sacar

alguna inferencia o conclusión sobre la población de la cual hace parte la muestra” (p. 10).

Además, se utilizará el SPSS (programa informático Statistical Package for Social

Sciences versión 21 en español), para procesar los resultados de las pruebas estadísticas
inferenciales. La inferencia estadística, asistida por este programa, se empleará para el

contraste de la hipótesis general y las hipótesis específicas

Pasos para realizar las pruebas de hipótesis

La prueba de hipótesis puede conceptuarse, según Elorza (2000), como una: regla

convencional para comprobar o contrastar hipótesis estadísticas: establecer 𝛼 (probabilidad

de rechazar falsamente H0) igual a un valor lo más pequeño posible; a continuación, de

acuerdo con H1, escoger una región de rechazo tal que la probabilidad de observar un valor

muestral en esa región sea igual o menor que 𝛼 cuando H0 es cierta. (p. 351)

Como resultado de la prueba de hipótesis, las frecuencias (el número o porcentaje de

casos) se organizan en casillas que contienen información sobre la relación de las

variables. Así, se partirá de un valor supuesto (hipotético) en parámetro poblacional para

recolectar una muestra aleatoria. Luego, se compara la estadística muestral, así como la

media, con el parámetro hipotético, se compara con una supuesta media poblacional.

Después se acepta o se rechaza el valor hipotético, según proceda. En este proceso se

emplearán los siguientes pasos:

Paso 1. Plantear la hipótesis nula (Ho) y la hipótesis alternativa (Ha)

Hipótesis nula H0: Afirmación o enunciado acerca del valor de un parámetro poblacional.

Hipótesis alternativa H1: Afirmación que se aceptará si los datos muestrales proporcionan

amplia evidencia que la hipótesis nula es rechazada.


Paso 2. Seleccionar el nivel de significancia

El nivel de significancia es la probabilidad de rechazar la hipótesis nula cuando es

verdadera. Debe tomarse una decisión de usar el nivel 0,05 (nivel del 5%), el nivel de 0,01,

el 0,10 o cualquier otro nivel entre 0 y 1. Generalmente, se selecciona el nivel 0,05 para

proyectos de investigación en educación; el de 0,01 para aseguramiento de la calidad, para

trabajos en medicina; 0,10 para encuestas políticas. La prueba se hará a un nivel de

confianza del 95 % y a un nivel de significancia de 0,05.

Paso 3. Calcular el valor estadístico de la prueba

Cada una de las hipótesis formuladas fueron objeto de verificación empleando la

estadística inferencial, para ello se utilizó el estadístico correlación Rho de Spearman

por ser las variables categóricas.

6 ∑𝛼 𝛼 2
𝛼=1 𝛼
𝛼𝛼 = 1 −
𝛼(𝛼2 − 1)

Paso 4. Formular la regla de decisión

Una regla de decisión es un enunciado de las condiciones según las que se acepta o

se rechaza la hipótesis nula. La región de rechazo define la ubicación de todos los valores

que son demasiados grandes o demasiados pequeños, por lo que es muy remota la

probabilidad de que ocurran según la hipótesis nula verdadera.


Paso 5. Tomar una decisión

Se compara el valor observado de la estadística muestral con el valor crítico de la

estadística de prueba. Después se acepta o se rechaza la hipótesis nula. Si se rechaza esta,

se acepta la alternativa.
Capítulo V

Resultados

5.1. Validez y confiabilidad de los instrumentos

5.1.1. Validez del instrumento

La selección de los instrumentos se realizó durante la operacionalización de variables, en ese

momento se identificaron las dos variables, luego, se desagregaron en dimensiones, después

éstos en indicadores, posteriormente se determinaron la cantidad de los ítems y finalmente se

elaboraron los instrumentos de acuerdo los indicadores. La selección de los instrumentos se

hizo en razón a la intención de la investigación y de la validez y confiabilidad que tenga.

La validación de los instrumentos se realizó con los docentes expertos en

investigación de la Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle. Se elaboró

dos instrumentos de investigación los cuales contienen 60 ítems (clima familiar) y nivel de

resiliencia (40 ítems). La validación de los instrumentos de recolección de datos se realizó

a través de los siguientes procedimientos: Validez externa y confiabilidad interna.

Sabino, C (1992, pág. 154) con respecto a la Validez, sostiene: “Para que una escala

pueda considerarse como capaz de aportar información objetiva debe reunir los siguientes

requisitos básicos: validez y confiabilidad”.

De lo expuesto en el párrafo anterior se define la validación de los instrumentos

como la determinación de la capacidad de las encuestas para medir las cualidades para lo

cual fueron construidos.

A los referidos expertos se les entregó la matriz de consistencia, los instrumentos y la

ficha de validación donde se determinaron: Sobre la base del procedimiento de validación


descrita, los expertos consideraron que son pertinentes la existencia de una estrecha

relación entre los criterios y objetivos del estudio y los ítems constitutivos de los dos

instrumentos de recopilación de la información. La cuantificación de las calificaciones de

los expertos se presenta a continuación en la siguiente tabla:

Tabla 4

Nivel de validez de las encuestas, según el juicio de expertos

Estilo de Rendimiento
Expertos aprendizaje académico
Puntaje % Puntaje %
Dr. Juan Carlos Huamán Hurtado 85 85 85 85
Dr. Juan Carlos Valenzuela Condori 85 85 87 87
Dr. Alejandro Ramírez Ríos 90 90 90 90
Dra. Giovanna Gutiérrez 90 90 85 85
Promedio de Valoración 87.5 87.5 86.8 86.8
Fuente: Instrumentos de opinión de expertos

Los valores resultantes después de tabular la calificación emitida por los expertos, el

promedio de validez es 87,125% y de acuerdo a la tabla 3 de valoración, el instrumento

está considerada a un nivel de validez muy bueno.

Tabla 5

Valores de los niveles de validez

Valores Niveles de validez

91 – 100 Excelente

81 – 90 Muy bueno

71 – 80 Bueno

61 – 70 Regular

51 – 60 Deficiente
Fuente: Cabanillas Alvarado, Gualberto (2004:76)
5.1.2. Confiabilidad de los instrumentos

De acuerdo con Hernández, Fernández & Baptista (2006, p. 35), la confiabilidad de un

instrumento de medición, se define como el grado en que un test es consistente porque al

aplicarla en otras instituciones del mismo nivel se obtendrán resultados similares en el

espacio tiempo, pudiendo ser extrapolable.

Para determinar la confiablidad interna del instrumento de investigación se realizó una

encuesta piloto con 25 encuestados, elegidos al azar y se aplicó la prueba estadística alfa de

Cronbach, en forma independiente. Los valores obtenidos se corroboran según la tabla de

valoración siguiente:

Tabla 6

Valores de los niveles de confiabilidad

Valores Nivel de confiabilidad


0,53 a menos Confiabilidad nula
0,54 a 0,59 Confiabilidad baja
0,60 a 0,65 Confiable
0,66 a 0,71 Muy confiable
0,72 a 0,99 Excelente confiabilidad
1,0 Confiabilidad perfecta
Fuente: Hernández Sampieri, Roberto & otros (2006, p. 438 – 439).

Confiabilidad del variable clima familiar

Los resultados obtenidos mediante Alfa de Cronbach es el siguiente:


Tabla 7

Resumen del procesamiento de los casos

N %
Válidos 25 100,0
a
Casos Excluidos 0 0,0
Total 25 100,0
a. Eliminación por lista basada en todas las
variables del procedimiento.

Tabla 8
Estadísticos de fiabilidad

Alfa de Cronbach N de elementos


0,988 60

Interpretación: la encuesta piloto con Alfa de Cronbach resultó 0,988 y

considerando la tabla de valores de confiabilidad, la variable clima familiar tiene excelente

confiabilidad y por lo tanto es aplicable.

Confiabilidad del variable nivel de resiliencia

Los resultados obtenidos mediante Alfa de Cronbach es el siguiente:

Tabla 9

Resumen del procesamiento de los casos

N %
Válidos 25 100,0
a
Casos Excluidos 0 0,0
Total 25 100,0
a. Eliminación por lista basada en todas las
variables del procedimiento.
Tabla 10
Estadísticos de fiabilidad

Alfa de Cronbach N de elementos


0,980 40

Interpretación: la encuesta piloto con Alfa de Cronbach resultó 0,980 y

considerando la tabla de valores de confiabilidad la variable nivel de resiliencia tiene

excelente confiabilidad y por lo tanto es aplicable.

5.2. Presentación y análisis de resultados

5.2.1. Análisis Descriptivo

5.2.1.1. Análisis descriptivo del primer objetivo específico

Tabla 11

Tabla de contingencia Clima familiar * Competencia social

Competencia social Total


Malo Regular Bueno Muy bueno
Recuento 10 27 3 1 41
Malo
% del total 9,1% 24,5% 2,7% 0,9% 37,3%
Recuento 3 13 8 0 24
Regular
Clima % del total 2,7% 11,8% 7,3% 0,0% 21,8%
familiar Recuento 0 0 8 3 11
Bueno
% del total 0,0% 0,0% 7,3% 2,7% 10,0%
Recuento 3 2 9 20 34
Muy bueno
% del total 2,7% 1,8% 8,2% 18,2% 30,9%
Recuento 16 42 28 24 110
Total
% del total 14,5% 38,2% 25,5% 21,8% 100,0%
Figura 1: Clima familiar y competencia social

De la tabla 11 y figura 1, se puede observar que el 30,9% de los encuestados afirman que
la relación entre clima familiar y la competencia social en los estudiantes de educación
secundaria de la I.E. Julio C. Tello del Distrito de Ate, 2016 es muy buena; mientras que
el 10% afirman que es bueno; el 21,8% afirman que es regular y el 37,3% afirman que es
malo.

5.2.1.2. Análisis descriptivo del segundo objetivo específico

Tabla 12

Tabla de contingencia Clima familiar * Autonomía

Autonomía Total
Malo Regular Bueno Muy bueno
Recuento 30 7 3 1 41
Malo
% del total 27,3% 6,4% 2,7% 0,9% 37,3%
Recuento 4 8 12 0 24
Regular
Clima % del total 3,6% 7,3% 10,9% 0,0% 21,8%
familiar Recuento 0 0 8 3 11
Bueno
% del total 0,0% 0,0% 7,3% 2,7% 10,0%
Recuento 3 0 11 20 34
Muy bueno
% del total 2,7% 0,0% 10,0% 18,2% 30,9%
Recuento 37 15 34 24 110
Total
% del total 33,6% 13,6% 30,9% 21,8% 100,0%
Figura 2: Clima familiar y autonomía

De la tabla 12 y figura 2, se puede observar que el 30,9% de los encuestados afirman que

la relación entre clima familiar y la autonomía en los estudiantes de educación secundaria

de la I.E. Julio C. Tello del Distrito de Ate, 2016 es muy buena; mientras que el 10%

afirman que es bueno; el 21,8% afirman que es regular y el 37,3% afirman que es malo.

5.2.1.3. Análisis descriptivo del tercer objetivo específico

Tabla 13

Tabla de contingencia Clima familiar * Solución de problemas

Solución de problemas Total


Malo Regular Bueno Muy bueno
Recuento 10 27 3 1 41
Malo
% del total 9,1% 24,5% 2,7% 0,9% 37,3%
Recuento 3 17 4 0 24
Regular
Clima % del total 2,7% 15,5% 3,6% 0,0% 21,8%
familiar Recuento 0 0 8 3 11
Bueno
% del total 0,0% 0,0% 7,3% 2,7% 10,0%
Recuento 1 4 9 20 34
Muy bueno
% del total 0,9% 3,6% 8,2% 18,2% 30,9%
Recuento 14 48 24 24 110
Total
% del total 12,7% 43,6% 21,8% 21,8% 100,0%
Figura 3: Clima familiar y solución de problemas

De la tabla 13 y figura 3, se puede observar que el 30,9% de los encuestados afirman que

la relación entre clima familiar y la solución de problemas en los estudiantes de educación

secundaria de la I.E. Julio C. Tello del Distrito de Ate, 2016 es muy buena; mientras que

el 10% afirman que es bueno; el 21,8% afirman que es regular y el 37,3% afirman que es

malo.

5.2.1.4. Análisis descriptivo del cuarto objetivo específico

Tabla 14

Tabla de contingencia Clima familiar * Sentido de propósito y de futuro

Sentido de propósito y de futuro Total


Malo Regular Bueno Muy bueno
Recuento 29 8 3 1 41
Malo
% del total 26,4% 7,3% 2,7% 0,9% 37,3%
Recuento 4 12 8 0 24
Regular
Clima % del total 3,6% 10,9% 7,3% 0,0% 21,8%
familiar Recuento 0 0 8 3 11
Bueno
% del total 0,0% 0,0% 7,3% 2,7% 10,0%
Recuento 3 2 13 16 34
Muy bueno
% del total 2,7% 1,8% 11,8% 14,5% 30,9%
Recuento 36 22 32 20 110
Total
% del total 32,7% 20,0% 29,1% 18,2% 100,0%
Figura 4: Clima familiar y sentido de propósito y futuro

De la tabla 14 y figura 4, se puede observar que el 30,9% de los encuestados afirman que

la relación entre clima familiar y el sentido de propósito y futuro en los estudiantes de

educación secundaria de la I.E. Julio C. Tello del Distrito de Ate, 2016 es muy buena;

mientras que el 10% afirman que es bueno; el 21,8% afirman que es regular y el 37,3%

afirman que es malo.

5.2.1.5. Análisis descriptivo del objetivo general

Tabla 15

Tabla de contingencia Clima familiar * Nivel de resiliencia

Nivel de resiliencia Total


Malo Regular Bueno Muy bueno
Recuento 30 7 3 1 41
Malo
% del total 27,3% 6,4% 2,7% 0,9% 37,3%
Recuento 4 12 8 0 24
Regular
Clima % del total 3,6% 10,9% 7,3% 0,0% 21,8%
familiar Recuento 0 0 8 3 11
Bueno
% del total 0,0% 0,0% 7,3% 2,7% 10,0%
Recuento 3 2 13 16 34
Muy bueno
% del total 2,7% 1,8% 11,8% 14,5% 30,9%
Recuento 37 21 32 20 110
Total
% del total 33,6% 19,1% 29,1% 18,2% 100,0%
Figura 5: Clima familiar y nivel de resiliencia

De la tabla 15 y figura 5, se puede observar que el 30,9% de los encuestados afirman que

la relación entre clima familiar y el Nivel de resiliencia en los estudiantes de educación

secundaria de la I.E. Julio C. Tello del Distrito de Ate, 2016 es muy buena; mientras que

el 10% afirman que es bueno; el 21,8% afirman que es regular y el 37,3% afirman que es

malo.

5.2.2. Análisis inferencial

Para el análisis inferencial se utilizó el coeficiente Rho de Spearman, cuyos valores de


rango se muestra en la siguiente tabla

Tabla 16
Escala de valores del coeficiente de correlación

Valor Significado
-1 Correlación negativa grande y perfecta
-0,9 a -0,99 Correlación negativa muy alta
-0,7 a -0,89 Correlación negativa alta
-0,4 a -0,69 Correlación negativa moderada
-0,2 a -0,39 Correlación negativa baja
-0,01 a -0,19 Correlación negativa muy baja
0 Correlación nula
0,01 a 0,19 Correlación positiva muy baja
0,2 a 0,39 Correlación positiva baja
0,4 a 0,69 Correlación positiva moderada
0,7 a 0,89 Correlación positiva alta
0,9 a 0,99 Correlación positiva muy alta
1 Correlación positiva grande y perfecta
Fuente: tomado de R uiz Bolívar (2002) y Pallella y Martins (2003).

5.2.2.1. Prueba de hipótesis específica 1.

H0: No existe relación significativa entre el clima familiar y la competencia social


en los estudiantes de educación secundaria de la I.E. Julio C. Tello del Distrito de
Ate, 2016.
H1: Existe relación significativa entre el clima familiar y la competencia social en
los estudiantes de educación secundaria de la I.E. Julio C. Tello del Distrito de Ate,
2016.

Tabla 17

Correlación Rho de Spearman

Clima Competencia
familiar social
Coeficiente de correlación 1,000 ,697**
Clima familiar Sig. (bilateral) . ,000
Rho de N 110 110
Spearman Coeficiente de correlación ,697** 1,000
Competencia ,000 .
social Sig. (bilateral)
N 110 110
**. La correlación es significativa al nivel 0,01 (bilateral).

Interpretación:

El coeficiente de correlación Rho de Spearman es 0,697; indica que existe

una correlación positiva moderada entre el clima familiar y la competencia social.

Como el nivel de significancia es menor a 0,05 (0,000 < 0,05) se rechaza la

hipótesis nula y se acepta la hipótesis alterna; luego hay evidencia estadística para afirmar
que existe relación significativa entre el clima familiar y la competencia social en los

estudiantes de educación secundaria de la I.E. Julio C. Tello del Distrito de Ate, 2016.

5.2.2.2. Prueba de hipótesis específica 2.

H0: No existe relación significativa entre el clima familiar y la autonomía en los

estudiantes de educación secundaria de la I.E. Julio C. Tello del Distrito de Ate, 2016.

H1: Existe relación significativa entre el clima familiar y la autonomía en los

estudiantes de educación secundaria de la I.E. Julio C. Tello del Distrito de Ate, 2016.

Tabla 18

Correlación Rho de Spearman

Clima Autonomía
familiar
Coeficiente de correlación 1,000 ,727**
Clima
Sig. (bilateral) . ,000
familiar
Rho de N 110 110
Spearman Coeficiente de correlación ,727** 1,000
Autonomía Sig. (bilateral) ,000 .
N 110 110
**. La correlación es significativa al nivel 0,01 (bilateral).

Interpretación:

El coeficiente de correlación Rho de Spearman es 0,727; indica que existe

una correlación positiva alta entre el clima familiar y la autonomía.

Como el nivel de significancia es menor a 0,05 (0,000 < 0,05) se rechaza la

hipótesis nula y se acepta la hipótesis alterna; luego hay evidencia estadística para afirmar
que existe relación significativa entre el clima familiar y la autonomía en los estudiantes de

educación secundaria de la I.E. Julio C. Tello del Distrito de Ate, 2016.

5.2.2.3. Prueba de hipótesis específica 3.

H0: No existe relación significativa entre el clima familiar y la solución de problemas

en los estudiantes de educación secundaria de la I.E. Julio C. Tello del Distrito de Ate,

2016.

H1: Existe relación significativa entre el clima familiar y la solución de problemas en

los estudiantes de educación secundaria de la I.E. Julio C. Tello del Distrito de Ate,

2016.

Tabla 19

Correlación Rho de Spearman

Clima Solución de
familiar problemas
Coeficiente de correlación 1,000 ,764**
Clima familiar Sig. (bilateral) . ,000
Rho de N 110 110
Spearman Coeficiente de correlación ,764** 1,000
Solución de ,000 .
problemas Sig. (bilateral)
N 110 110
**. La correlación es significativa al nivel 0,01 (bilateral).

Interpretación:

El coeficiente de correlación Rho de Spearman es 0,764; indica que existe

una correlación positiva alta entre el clima familiar y la autonomía.


Como el nivel de significancia es menor a 0,05 (0,000 < 0,05) se rechaza la

hipótesis nula y se acepta la hipótesis alterna; luego hay evidencia estadística para afirmar

que existe relación significativa entre el clima familiar y la solución de problemas en los

estudiantes de educación secundaria de la I.E. Julio C. Tello del Distrito de Ate, 2016.

5.2.2.4. Prueba de hipótesis específica 4.

H0: No existe relación significativa entre el clima familiar y el sentido de propósito

y futuro en los estudiantes de educación secundaria de la I.E. Julio C. Tello del

Distrito de Ate, 2016.

H1: Existe relación significativa entre el clima familiar y el sentido de propósito y

futuro en los estudiantes de educación secundaria de la I.E. Julio C. Tello del

Distrito de Ate, 2016.

Tabla 20
Correlación Rho de Spearman

Clima Sentido de
familiar propósito y
de futuro
Coeficiente de correlación 1,000 ,721**
Clima familiar Sig. (bilateral) . ,000
Rho de N 110 110
Spearman Sentido de Coeficiente de correlación ,721** 1,000
propósito y de Sig. (bilateral) ,000 .
futuro N 110 110
**. La correlación es significativa al nivel 0,01 (bilateral).
Interpretación:

El coeficiente de correlación Rho de Spearman es 0,721; indica que existe

una correlación positiva alta entre el clima familiar y el sentido del propósito y futuro.

Como el nivel de significancia es menor a 0,05 (0,000 < 0,05) se rechaza la

hipótesis nula y se acepta la hipótesis alterna; luego hay evidencia estadística para afirmar

que existe relación significativa entre el clima familiar y el sentido del propósito y futuro

en los estudiantes de educación secundaria de la I.E. Julio C. Tello del Distrito de Ate,

2016.

5.2.2.5. Prueba de hipótesis general.

H0: No existe relación significativa entre el clima familiar y el nivel de resiliencia en

los estudiantes de educación secundaria de la I.E. Julio C. Tello del Distrito de Ate,

2016.

H1: Existe relación significativa entre el clima familiar y el nivel de resiliencia en

los estudiantes de educación secundaria de la I.E. Julio C. Tello del Distrito de Ate,

2016.

Tabla 21
Correlación Rho de Spearman

Clima Nivel de
familiar resiliencia
Coeficiente de correlación 1,000 ,726**
Clima familiar Sig. (bilateral) . ,000
Rho de N 110 110
Spearman Coeficiente de correlación ,726** 1,000
Nivel de
Sig. (bilateral) ,000 .
resiliencia
N 110 110
**. La correlación es significativa al nivel 0,01 (bilateral).
Interpretación:
El coeficiente de correlación Rho de Spearman es 0,726; indica que existe

una correlación positiva alta entre el clima familiar y el nivel de resiliencia.

Como el nivel de significancia es menor a 0,05 (0,000 < 0,05) se rechaza la

hipótesis nula y se acepta la hipótesis alterna; luego hay evidencia estadística para afirmar

que existe relación significativa entre el clima familiar y el nivel de resiliencia en los

estudiantes de educación secundaria de la I.E. Julio C. Tello del Distrito de Ate, 2016.

5.3. Discusión de los resultados

En función del objetivo específico 1 e hipótesis específica 1, los resultados obtenidos

muestran que el 30,9% de los encuestados afirman que la relación entre clima familiar y la

competencia social en los estudiantes de educación secundaria de la I.E. Julio C. Tello del

Distrito de Ate, 2016 es muy buena; mientras que el 10% afirman que es bueno; el 21,8%

afirman que es regular y el 37,3% afirman que es malo. El coeficiente de correlación Rho

de Spearman es 0,697; indica que existe una correlación positiva moderada entre el clima

familiar y la competencia social. Además, como el nivel de significancia es menor a 0,05

(0,000 < 0,05) se rechaza la hipótesis nula y se acepta la hipótesis alterna; luego hay

evidencia estadística para afirmar que existe relación significativa entre el clima familiar y

la competencia social en los estudiantes de educación secundaria de la I.E. Julio C. Tello

del Distrito de Ate, 2016. Los resultados obtenidos nos permiten comparar con los

resultados obtenidos por Moreno, López, Pérez y Ochoa, (2009) desarrollaron una

investigación denominada Relación entre el clima familiar y el clima escolar: el rol de la

empatía, la actitud hacia la autoridad y la conducta violenta en la adolescencia

(Universidad de Valencia, España). Analizó la relación entre el clima familiar y el clima


escolar percibidos por el adolescente, examinando el rol desempeñado por determinados

factores individuales (capacidad empática, actitud hacia la autoridad institucional y

conducta violenta en la escuela) en dicha asociación. Los resultados indican que el clima

familiar se relaciona indirectamente con el clima social del aula a través de las siguientes

asociaciones: la calidad del clima familiar mostró una relación directa con el desarrollo de

la empatía, la actitud hacia el profesorado y la escuela como figura e institución de

autoridad formal, así como con el comportamiento violento del adolescente en la escuela

que, a su vez, contribuyeron a determinar la percepción del adolescente del clima escolar.

En función del objetivo específico 2 e hipótesis específica 2, los resultados obtenidos

muestran que el 30,9% de los encuestados afirman que la relación entre clima familiar y la

autonomía en los estudiantes de educación secundaria de la I.E. Julio C. Tello del Distrito

de Ate, 2016 es muy buena; mientras que el 10% afirman que es bueno; el 21,8% afirman

que es regular y el 37,3% afirman que es malo. El coeficiente de correlación Rho de

Spearman es 0,727; indica que existe una correlación positiva alta entre el clima familiar y

la autonomía. Además como el nivel de significancia es menor a 0,05 (0,000 < 0,05) se

rechaza la hipótesis nula y se acepta la hipótesis alterna; luego hay evidencia estadística

para afirmar que existe relación significativa entre el clima familiar y la autonomía en los

estudiantes de educación secundaria de la I.E. Julio C. Tello del Distrito de Ate, 2016. Los

resultados obtenidos nos permiten comparar con los resultados obtenidos por González,

López, Valdez y Zavala (2006): Elaboraron un estudio denominado Resiliencia en

adolescentes mexicanos (Universidad Autónoma del Estado de México). El objetivo fue

conocer los factores de la resiliencia presentes en adolescentes mexicanos, para lo cual se

aplicó el Cuestionario de Resiliencia a 200 adolescentes de ambos sexos, estudiantes de

secundaria y preparatoria. En el análisis factorial se obtuvieron seis factores: seguridad


personal, autoestima, afiliación, baja autoestima, altruismo y familia. Los análisis por sexo

muestran mayor resiliencia en los varones, con rasgos de ser más independientes; las

mujeres logran ser resilientes siempre y cuando exista un apoyo externo significativo o de

dependencia. Se concluye que la resiliencia es indispensable debido a que los individuos

tienen que empezar a transformarse a sí mismos y a su realidad adversa. En este sentido, la

resiliencia abre el camino hacia la salud mental de la persona.

En función del objetivo específico 3 e hipótesis específica 3, los resultados obtenidos

muestran que el 30,9% de los encuestados afirman que la relación entre clima familiar y la

solución de problemas en los estudiantes de educación secundaria de la I.E. Julio C. Tello

del Distrito de Ate, 2016 es muy buena; mientras que el 10% afirman que es bueno; el

21,8% afirman que es regular y el 37,3% afirman que es malo. El coeficiente de

correlación Rho de Spearman es 0,764; indica que existe una correlación positiva alta entre

el clima familiar y la autonomía. Además como el nivel de significancia es menor a 0,05

(0,000 < 0,05) se rechaza la hipótesis nula y se acepta la hipótesis alterna; luego hay

evidencia estadística para afirmar que existe relación significativa entre el clima familiar y

la solución de problemas en los estudiantes de educación secundaria de la I.E. Julio C.

Tello del Distrito de Ate, 2016. Los resultados obtenidos nos permiten comparar con los

resultados obtenidos por Ponce, Huerta y Álvarez (2006) desarrolló un estudio denominado

Resiliencia y estilos de socialización parental en escolares de 4to y 5to año de secundaria

de Lima Metropolitana , tuvo como objetivo analizar la relación que existe entre las

variables resiliencia y estilos de socialización parental en escolares de cuarto y quinto año

de secundaria de instituciones educativas estatales y particulares de Lima

Metropolitana; Para tal fin utilizó la Escala de resiliencia de Wagnild y Young (1993), y la

Escala de estilos de socialización parental en la adolescencia, de Musitu y García


(2001). Resultados: Como resultado del estudio se encontró la confiabilidad y la validez de

los instrumentos aplicados, además se observa una correlación significativa entre ambas

variables, y diferencias igualmente significativas en ambas variables tomando en cuenta

género y tipo de colegio.

En función del objetivo específico 4 e hipótesis específica 4, los resultados obtenidos

muestran que el 30,9% de los encuestados afirman que la relación entre clima familiar y el

sentido de propósito y futuro en los estudiantes de educación secundaria de la I.E. Julio C.

Tello del Distrito de Ate, 2016 es muy buena; mientras que el 10% afirman que es bueno;

el 21,8% afirman que es regular y el 37,3% afirman que es malo. El coeficiente de

correlación Rho de Spearman es 0,721; indica que existe una correlación positiva alta entre

el clima familiar y el sentido del propósito y futuro. Además como el nivel de significancia

es menor a 0,05 (0,000 < 0,05) se rechaza la hipótesis nula y se acepta la hipótesis alterna;

luego hay evidencia estadística para afirmar que existe relación significativa entre el clima

familiar y el sentido del propósito y futuro en los estudiantes de educación secundaria de la

I.E. Julio C. Tello del Distrito de Ate, 2016. Los resultados obtenidos nos permiten

comparar con los resultados obtenidos por Matalinares (2009), elaboró una tesis

denominada “Factores personales de resiliencia y autoconcepto en estudiantes de primaria

de Lima Metropolitana.” La investigación tuvo como objetivo establecer la existencia o no

de relación entre los factores personales de resiliencia y el autoconcepto en estudiantes de

primaria de Lima Metropolitana. Se evaluó a 420 estudiantes, de ambos sexos, cuyas

edades fluctuaban entre 10 y 12 años, que cursaban el quinto y sexto grado de primaria,

procedentes de diferentes centros educativos estatales de Lima Metropolitana, a quienes se

aplicó el inventario de Factores personales de resiliencia propuesto por Salgado (2005) y el

Cuestionario de Autoconcepto Garley propuesto por Belén García, adaptado a la realidad


para efectos de la investigación. Los resultados mostraron que existe correlación entre los

factores personales de resiliencia y autoconcepto. Se reporta una relación entre los factores

autoestima y empatía con todos los componentes del autoconcepto. Al comparar el

autoconcepto de varones con mujeres se encontró diferencias significativas en los

componentes físico, social y familiar a favor de las mujeres. Por último, al comparar

varones y mujeres en los factores de resiliencia se encontró diferencias significativas a

favor de las mujeres en autoestima, empatía y resiliencia.

En función del objetivo general e hipótesis general, los resultados obtenidos

muestran que el 30,9% de los encuestados afirman que la relación entre clima familiar y el

sentido de propósito y futuro en los estudiantes de educación secundaria de la I.E. Julio C.

Tello del Distrito de Ate, 2016 es muy buena; mientras que el 10% afirman que es bueno;

el 21,8% afirman que es regular y el 37,3% afirman que es malo. El coeficiente de

correlación Rho de Spearman es 0,726; indica que existe una correlación positiva alta entre

el clima familiar y el nivel de resiliencia. Además como el nivel de significancia es menor

a 0,05 (0,000 < 0,05) se rechaza la hipótesis nula y se acepta la hipótesis alterna; luego

hay evidencia estadística para afirmar que existe relación significativa entre el clima

familiar y el nivel de resiliencia en los estudiantes de educación secundaria de la I.E. Julio

C. Tello del Distrito de Ate, 2016. Los resultados obtenidos nos permiten comparar con los

resultados obtenidos por García (2005) desarrolló un estudio denominado, clima social

familiar resiliencia y rendimiento académico en estudiantes universitarios de Lima

Metropolitana, tuvo como objetivo principal establecer la relación entre las habilidades

sociales y el clima social familiar con el rendimiento académico en un grupo de estudiantes

universitarios de Lima Metropolitana. Aplicó la Lista de Chequeo de Habilidades Sociales

de Goldstein, traducida y adaptada a nuestro país por Ambrosio Tomás entre 1994 – 95 y
la escala de clima social en la familia de Moos y Trickett estandarizada en el Perú por Ruiz

y Guerra en 1993. Los resultados de la investigación fueron procesados por el coeficiente

de correlación de pearson, prueba chi cuadrado, media y desviación estándar, el coeficiente

alfa de cronbach. Los resultados arrojaron una correlación positiva y significativa entre

habilidades sociales y el clima social en la familia, encontrándose también que no existe

estadísticamente una correlación significativa entre habilidades sociales y clima social en

la familia con el rendimiento académico; se encontró además que en relación con las

variables habilidades sociales y clima social en la familia más del 50% de los alumnos de

la muestra total se ubicaron en el nivel promedio (65.9% y 62.7% respectivamente) y en

rendimiento académico solo un porcentaje bajo de alumnos (9.8%) obtuvo notas

desaprobatorias.
Conclusiones

1. El coeficiente de correlación Rho de Spearman es 0,697; indica que existe una

correlación positiva moderada entre el clima familiar y la competencia social. Además,

como el nivel de significancia es menor a 0,05 (0,000 < 0,05) se rechaza la hipótesis nula

y se acepta la hipótesis alterna; luego hay evidencia estadística para afirmar que existe

relación significativa entre el clima familiar y la competencia social en los estudiantes de

educación secundaria de la I.E. Julio C. Tello del Distrito de Ate, 2016.

2. El coeficiente de correlación Rho de Spearman es 0,727; indica que existe una

correlación positiva alta entre el clima familiar y la autonomía. Además como el nivel de

significancia es menor a 0,05 (0,000 < 0,05) se rechaza la hipótesis nula y se acepta la

hipótesis alterna; luego hay evidencia estadística para afirmar que existe relación

significativa entre el clima familiar y la autonomía en los estudiantes de educación

secundaria de la I.E. Julio C. Tello del Distrito de Ate, 2016

3. El coeficiente de correlación Rho de Spearman es 0,764; indica que existe una

correlación positiva alta entre el clima familiar y la solución de problemas. Además como

el nivel de significancia es menor a 0,05 (0,000 < 0,05) se rechaza la hipótesis nula y se

acepta la hipótesis alterna; luego hay evidencia estadística para afirmar que existe relación

significativa entre el clima familiar y la solución de problemas en los estudiantes de

educación secundaria de la I.E. Julio C. Tello del Distrito de Ate, 2016.

4. El coeficiente de correlación Rho de Spearman es 0,721; indica que existe una

correlación positiva alta entre el clima familiar y el sentido del propósito y futuro. Además
como el nivel de significancia es menor a 0,05 (0,000 < 0,05) se rechaza la hipótesis nula

y se acepta la hipótesis alterna; luego hay evidencia estadística para afirmar que existe

relación significativa entre el clima familiar y el sentido del propósito y futuro en los

estudiantes de educación secundaria de la I.E. Julio C. Tello del Distrito de Ate, 2016.

5. El coeficiente de correlación Rho de Spearman es 0,726; indica que existe una

correlación positiva alta entre el clima familiar y el nivel de resiliencia. Además como el

nivel de significancia es menor a 0,05 (0,000 < 0,05) se rechaza la hipótesis nula y se

acepta la hipótesis alterna; luego hay evidencia estadística para afirmar que existe relación

significativa entre el clima familiar y el nivel de resiliencia en los estudiantes de educación

secundaria de la I.E. Julio C. Tello del Distrito de Ate, 2016.


Recomendaciones

1. Elaborar programas orientado a fortalecer las relaciones familiares, para que los

adolescentes se desarrollen en contextos familiares saludables y estimulantes que

favorezcan en forma integral el crecimiento en las dimensiones cognitiva, personal social y

espiritual.

2. Realizar un programa de intervención psicológica para los adolescentes que presentan

un nivel de clima social familiar inadecuado, con el objetivo de mejorar el clima familiar.

3. Planificar, ejecutar y evaluar un programa de escuela de padres, con la finalidad de

formar a las familias en la construcción de familias funcionales. Clima Social Familiar y

Resiliencia.

4. Desarrollar actividades que promuevan la resiliencia en las familias, de manera que estas

puedan acompañar el desarrollo de los estudiantes del nivel secundaria de la institución

educativa Julio C. Tello del Distrito de Ate Vitarte-Lima-Perú.


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105
Apéndice A
Matriz de consistencia

Problema Objetivos Hipótesis Variables Metodología


Problema general Objetivo general Hipótesis general V1: Clima familiar Enfoque: cuantitativo
¿Qué relación existe entre el clima Determinar la relación que existe Existe relación significativa entre el D1: Relación Tipo: Básica
familiar y el nivel de resiliencia en los entre el clima familiar y el nivel de la clima familiar y el nivel de resiliencia Diseño: No experimental
estudiantes de educación secundaria de resiliencia de los estudiantes de de los estudiantes de educación D2: Desarrollo transversal. descriptivo
la I.E. Julio C. Tello del Distrito de educación secundaria de la I.E. Julio secundaria de la I.E. Julio C. Tello del D3: Estabilidad correlacional
Ate, 2016? C. Tello del Distrito de Ate, 2016. Distrito de Ate, 2016. Esquema:
Problemas específicos Objetos específicos Hipótesis específicos
¿Qué relación existe entre el clima Determinar la relación que existe entre Existe relación significativa entre el
familiar y la competencia social en los el clima familiar y la competencia clima familiar y la competencia social
estudiantes de educación secundaria de social en los estudiantes de educación en los estudiantes de educación
la I.E. Julio C. Tello del Distrito de secundaria de la I.E. Julio C. Tello del secundaria de la I.E. Julio C. Tello del
V2: Nivel de M=
Ate, 2016? Distrito de Ate, 2016 Distrito de Ate, 2016.
resiliencia muestra de estudio
¿Qué relación existe entre el clima Determinar la relación que existe entre Existe relación significativa entre el Ox = Observación de la variable
D1: Competencia
familiar y la autonomía en los el clima familiar y la autonomía en los clima familiar y la autonomía en los uno
estudiantes de educación secundaria de estudiantes de educación secundaria de estudiantes de educación secundaria de social Oy: Observación de la variable
la I.E. Julio C. Tello del Distrito de la I.E. Julio C. Tello del Distrito de la I.E. Julio C. Tello del Distrito de D2: Autonomía dos
Ate, 2016? Ate, 2016 Ate, 2016. r = Coeficiente de correlación
D3: Solución de
O(x;y) = Observaciones y
¿Qué relación existe entre el clima Determinar la relación que existe entre Existe relación significativa entre el problemas Población: 442 estudiantes
familiar y la solución de problemas en el clima familiar y la solución de clima familiar y la solución de
D4: Sentido de Muestra: 110 estudiantes
los estudiantes de educación secundaria problemas en los estudiantes de problemas en los estudiantes de
de la I.E. Julio C. Tello del Distrito de educación secundaria de la I.E. Julio educación secundaria de la I.E. Julio C. propósito y de futuro Técnica: Encuesta
Ate, 2016? C. Tello del Distrito de Ate, 2016 Tello del Distrito de Ate, 2016. Instrumento: cuestionario tipo
Likert
¿Qué relación existe entre el clima Determinar la relación que existe entre Existe relación significativa entre el Análisis descriptivo:
familiar y el sentido de propósito y el clima familiar y el sentido de clima familiar y el sentido de propósito Tablas de frecuencia y gráficas
futuro en los estudiantes de educación propósito y futuro en los estudiantes de y futuro en los estudiantes de Análisis inferencial:
secundaria de la I.E. Julio C. Tello del educación secundaria de la I.E. Julio educación secundaria de la I.E. Julio C. Rho de Spearman
Distrito de Ate, 2016? C. Tello del Distrito de Ate, 2016 Tello del Distrito de Ate, 2016.
6 ∑𝛼𝛼= 2
1𝛼 𝛼
𝛼𝛼 = 1 −
𝛼(𝛼2 − 1)
106

Apéndice B

Cuestionario del Test de Moos (1981)

A continuación le presentamos una serie de frases que Ud., debe leer y decidir si le parecen

verdaderas o falsos en relación con su familia.

Respecto a su familia, Señala el grado en que te ocurre lo que indican cada una de las

cuestiones, considera la siguiente escala. Recuerde que se pretende conocer lo que piensa o

conoce Ud. De su familia; no intente reflejar la opinión de los demás miembros de ésta.

Considere la siguiente escala:

1: Muy en 2: En 3: Ni en descuerdo 4: De 5: Muy de


desacuerdo desacuerdo ni de acuerdo acuerdo acuerdo

1 2 3 4 5
1 En mi familia nos ayudamos y apoyamos realmente unos a otros.
2 Los miembros de la familia guardan a menudo sus sentimientos para sí
mismo.
3 En general, ningún miembro de la familia decide por su cuenta.
4 Creemos que es importante ser los mejores en cualquier cosa que
hagamos.
5 Pasamos en casa la mayor parte de nuestro tiempo libre.
6 Las actividades de nuestra familia se planifican cuidadosamente.
7 En mi familia tenemos reuniones obligatorias muy pocas veces.
8 Muchas veces da la impresión de que en casa sólo estamos "pasando el
rato".
9 En casa hablamos abiertamente de lo que nos parece o queremos.
10 En mi familia casi nunca mostramos abiertamente nuestros enfados.
11 En mi familia nos esforzamos mucho para mantener la independencia de
cada uno.
12 Para mi familia es muy importante triunfar en la vida.
13 Casi nunca asistimos a conferencias, funciones o conciertos.
14 En nuestra familia hay muy pocas normas que cumplir.
15 Todos nos esforzamos mucho en lo que hacemos en casa.
16 En mi familia es difícil "desahogarse" sin molestar a todo el mundo.
107

17 En mi familia cada uno decide sus propias cosas.


18 Para nosotros no es muy importante el dinero que gane cada uno.
19 En mi familia es muy importante aprender algo nuevo o diferente.
20 A menudo hablamos del sentido religioso de la Navidad, Pascua, entre
otras fiestas.
21 En mi casa, muchas veces resulta difícil encontrar las cosas cuando las
necesitamos.
22 En mi familia hay un fuerte sentimiento de unión.
23 En mi casa comentamos nuestros problemas personales.
24 Los miembros de mi familia casi nunca mostramos nuestros enfados.
25 Nosotros aceptamos que haya competición y "que gane el mejor".
26 Nos interesan poco las actividades culturales.
27 En mi familia la puntualidad es muy importante.
28 Cuando hay que hacer algo en casa, es raro que se ofrezca algún
voluntario.
29 En casa, si a alguno se le ocurre de momento hacer algo, lo hace sin
pensarlo más.
30 Las personas de nuestra familia nos criticamos frecuentemente unas a
otras.
31 Nos esforzamos en hacer las cosas cada vez un poco mejor.
32 En mi casa casi nunca tenemos conversaciones intelectuales.
33 Las personas de mi familia tenemos ideas muy precisas de lo que está bien
o está mal.
34 En mi familia cambiamos de opinión frecuentemente.
35 Las personas de mi familia se apoyan de verdad unas a otras.
36 En mi familia, cuando uno se queja siempre hay otro que se siente
afectado.
37 Generalmente, en mi familia cada persona confía en si misma cuando
surge un problema.
38 En casa, nos preocupamos poco por los ascensos en el trabajo o las
calificaciones escolares.
39 Ninguno de la familia participa en actividades recreativas fuera del trabajo
o la escuela.
40 En casa nos aseguramos de que nuestras habitaciones queden limpias.
41 En las decisiones familiares todas las opiniones tienen el mismo valor.
42 En mi familia hay poco espíritu de grupo.
43 En mi familia los temas de pago y dinero se tratan abiertamente.
44 Si en la familia hay algún desacuerdo, todos nos esforzamos para suavizar
las cosas y mantener la paz.
45 Las personas de la familia se animan firmemente unos a otros a defender
sus propios derechos.
46 Las personas de mi familia vamos con frecuencia a las bibliotecas.
47 En mi familia cada persona tiene ideas distintas sobre lo que está bien y lo
que está mal.
48 En mi familia están claramente definidas las tareas de cada persona.
49 Realmente nos llevamos bien unos con otros.
50 Los miembros de la familia estamos enfrentados unos con otros.
51 En mi casa es difícil ser independiente sin herir los sentimientos de los
demás.
108

52 Primero el trabajo, luego la diversión", es una norma en mi familia.


53 En mi casa, ver la televisión es más importante que leer.
54 Las personas de nuestra familia salimos mucho a divertimos.
55 En mi familia, el dinero no se administra con mucho cuidado
56 En mi casa, las normas son bastante inflexibles.
57 En mi familia se concede mucha atención y tiempo a cada uno.
58 En mi casa expresamos nuestras opiniones de modo frecuente y
espontáneo.
59 En mi casa no hay libertad para expresar libremente lo que se piensa.
60 En mi casa hacemos comparaciones sobre nuestra eficacia en el trabajo o
el estudio.
109

Apéndice C

Cuestionario resiliencia (Saavedra, 2012)

A continuación te presentamos una tabla con diferentes aspectos de las “Capacidades de

resiliencias”. A través de ella podrás determinar el grado de desarrollo de tus habilidades

sociales necesarias para desenvolverte eficazmente en el contexto social. Señala el grado

en que te ocurre lo que indican cada una de las cuestiones, considera la siguiente escala:

1: Muy en 2: En 3: Ni en descuerdo 4: De 5: Muy de


desacuerdo desacuerdo ni de acuerdo acuerdo acuerdo

Habilidades 1 2 3 4 5
1. Yo soy una persona que los demás quieren
2. Yo soy una persona que le gusta ayudar
3. Yo soy una persona que demuestra afecto
4. Yo soy una persona que los demás respetan
5. Yo soy una persona que despierta simpatía en los otros
6. Yo soy un modelo positivo para las otras personas
7. Yo soy una persona práctica
8. Yo soy una persona con metas en la vida
9. Yo soy una persona que termina lo que empieza
10. Yo estoy dispuesto a asumir responsabilidades
11. Yo estoy seguro de mí mismo
12. Yo estoy planeando mi futuro
13. Yo estoy contento en expresar mis sentimientos, como la tristeza
14. Yo estoy rodeado de personas que me apoyan
15. Yo tengo relaciones personales confiables
16. Yo tengo una familia bien estructurada
17. Yo tengo relaciones afectivas sólidas
18. Yo tengo personas que me apoyan
19. Yo tengo a quien recurrir en caso de problemas
20. Yo tengo personas que estimulan mi autonomía e iniciativa
110

21. Yo tengo buena salud


22. Yo tengo satisfacción con lo que he logrado en la vida
23. Yo tengo un ambiente de trabajo o estudio estable
24. Yo tengo personas que ponen límites razonables
25. Yo tengo personas que me ayudan a evitar peligros o problemas
26. Yo tengo mis objetivos claros
27. Yo tengo personas con quienes enfrentar los problemas
28. Yo tengo proyectos a futuro
29. Yo puedo tener buen humor
30. Yo puedo establecer relaciones personales de confianza
31. Yo puedo hablar de mis emociones
32. Yo puedo resolver problemas de manera afectiva
33. Yo puedo equivocarme y luego corregir mi error
34. Yo puedo apoyar a otros que tienen dificultades
35. Yo puedo ser creativo
36. Yo puedo ser persistente
37. Yo puedo aprender de mis aciertos y errores
38. Yo puedo Generar estrategias para solucionar mis problemas
39. Yo puedo esforzarme por lograr mis objetivos
40. Yo puedo trabajar con otros en la solución de problemas

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