Integración Energética de Procesos

Se analizó la ecuación general de diseño de intercambiadores de calor:

𝑄
𝐴=
𝑈 ∙ ∆𝑇𝑀𝐸

(1)

∆𝑇𝑀𝐸 = 𝐹 ∙ ∆𝑇𝑀𝐸
(2)
donde: ΔTME: diferencia de temperatura media efectiva
ΔTML: diferencia de temperatura media logarítmica
Q: cantidad de calor transferido del fluido caliente al fluido frío
U: coeficiente global de transferencia de calor
A: área de intercambio de calor del equipo
F: factor de corrección

El coeficiente global de transferencia de calor describe la capacidad que tiene el sistema para
transferir calor. Depende de la geometría del equipo, el espesor de sus paredes y la naturaleza de
los fluidos que circulan en su interior.

La diferencia de temperatura media logarítmica representa un promedio de todas las diferencias de

temperatura locales en el equipo, de extremo a extremo. Ésta suele multiplicarse por un factor de
corrección, el cual toma valores entre 0 y 1, y está referido al arreglo de intercambiador utilizado.

Existen diversos arreglos de intercambiadores de calor entre los que se pueden mencionar de flujo
paralelo, a contracorriente, de flujo cruzado o de carcasa y tubos. Cada uno de estos arreglos tiene
un valor de F, siendo F = 1 para un intercambiador de doble tubo con flujo contracorriente. Éste tiene
la mayor eficiencia de intercambio de calor debido a que la diferencia de temperaturas a lo largo de
él es uniforme y sirve de referencia para comparar otros arreglos. Por otro lado, el arreglo de flujo
paralelo posee menor eficiencia. El arreglo de carcasa y tubos tiene eficiencias diversas,
dependiendo de la zona donde las corrientes circulen en paralelo o a contracorriente.

La diferencia de temperatura media efectiva y el área de intercambio de calor son parámetros de

diseño que se influyen el uno al otro cuando U y Q permanecen fijos. Si la diferencia de temperaturas
entre los fluidos disminuye, el tamaño de equipo aumentará, y viceversa.
Son importantes las diferencias de temperatura entre las corrientes de un proceso ya que
proporcionan información sobre la cantidad de calor que éstas intercambian, los requerimientos de
calor para calentar una corriente fría o el calor que desecha una corriente caliente, así como el área
de transferencia, costos del equipo y costos de energía. Por ejemplo: si la diferencia mínima de
temperaturas disminuye, se maximiza la cantidad de calor recuperado entre dos corrientes, se
minimizan los requerimientos de calor para calentar y para enfriar, pero se incrementa el área de los
equipos de intercambio, aumentando sus costos de fabricación y de operación.

En el análisis de un proceso con más de una corriente fría y caliente, son útiles las curvas
compuestas ya que toman en cuenta la suma térmica de las corrientes que entregan calor y la de
las que reciben calor. Sin embargo, no toma en cuenta distancias entre equipos ni sus ubicaciones
en el layout de la planta.

La diferencia mínima de temperatura se presenta, en la mayoría de los casos, en el interior de las

curvas compuestas. Encontrar este parámetro garantiza minimizar los requerimientos externos de
energía. Adicionalmente, este punto divide el gráfico de curvas compuestas en dos zonas: un
sumidero de calor, en la cual una fuente externa suministra calor para calentar corrientes frías; y una
fuente de calor, en la cual se deposita todo el calor que no se logró retirar. Estos conceptos son útiles
en el desarrollo de sistemas de cogeneración, el cual se refiere a la generación simultánea de calor
y potencia.