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1945) fue un político alemán que ocupó el cargo de ministro para la Ilustración Pública
y Propaganda del Tercer Reich entre 1933 y 1945. Uno de los colaboradores más
cercanos de Adolf Hitler,3 Goebbels fue conocido por su dominio de la oratoria,4
profundo antisemitismo5 —que se ponía de manifiesto en sus declaraciones públicas—
y respaldo a una discriminación racial más progresiva —que, entre otras cosas, acabaría
dando lugar al exterminio de los judíos durante el llamado Holocausto—.6
El poder de la propaganda
Según Longerich, las notas del diario de Goebbels desde finales de 1923 hasta
principios de 1924 reflejan a un hombre aislado y preocupado por temas «religiosos y
filosóficos» y que carecía de una dirección clara. Las notas de mediados de diciembre
de 1923 en adelante indican que Goebbels empezaba a simpatizar con el movimiento
nacionalista völkisch.91 Ulrich Höver afirma que Goebbels se enfrentaba con una
«increíble variedad de ideas», una de las cuales parecía ofrecer una salida al «caos»
de esa época (Chaos der Zeit). No tenía una cosmovisión clara, en la que se pudiera
encontrar «paz y plenitud» y no encontraba al «genio poderoso» (starke Genie) que le
señalaría sus «nuevos objetivos».92 El historiador Ralf Georg Reuth indica que la
desesperación y angustia condujeron a Goebbels a un odio absoluto hacia la sociedad,
que supuestamente se sometía al «materialismo desalmado» (seelenlosen
Materialismus) y el judaísmo.80
Activismo nazi
A finales de 1924 ofreció sus servicios a Karl Kaufmann, quien era Gauleiter —
líder de distrito del NSDAP— para el Distrito del Rin-Ruhr. Kaufmann lo puso en contacto
con Gregor Strasser, un organizador del partido en el norte de Alemania, quien lo
contrató para trabajar en su semanario Völkische Freiheit en Elberfeld y como secretario
para las oficinas regionales del partido.102 También colaboró como orador y
representante del Partido Nazi en Renania-Westfalia.103 En agosto de 1925 participó
como editor del Nationalsozialistischen Briefe, por recomendación de Strasser y con un
salario mensual de 150 marcos.104 Los miembros del capítulo norte bajo el mando de
Strasser tenían una perspectiva más socialista que el grupo de Hitler en Múnich.105
Strasser no respaldaba muchos aspectos de la plataforma ideada por Hitler y, en
noviembre de 1926, empezó a trabajar en una revisión.106 En agosto de 1925,
Goebbels publicó una carta abierta a sus «amigos de la izquierda» en la que los instaba
a la unidad entre socialistas y nazis contra los capitalistas: «Estamos peleando entre
nosotros aunque realmente no somos enemigos», escribió.107 Goebbels pudo hablar
personalmente con Hitler en una reunión en Brunswick (6 de noviembre). En su diario
anotó: «Este hombre tiene todo para ser rey. Nacido del pueblo. El próximo dictador».
Poco después, el 22 de noviembre de 1925, Strasser fundó la Arbeitsgemeinschaft der
nord- und nordwestdeutschen Gaue der NSDAP108 (lit., «asociación laboral de los Gau
del norte y noroeste del NSDAP»; abreviada Arbeitsgemeinschaft Nordwest) y Goebbels
contribuyó decisivamente en la redacción de su programa político, por lo que se alejó
considerablemente de las ideas de Hitler.109
Wohl eine der größten Enttäuschungen meines Lebens. Ich glaube nicht mehr
restlos an Hitler. Das ist das Furchtbare: Mir ist der innere Halt genommen. Ich bin nur
noch halb.
Traducción [mostrar]
—Zelle, 2010, p. 42 (cf. Diario de Goebbels, 14 de febrero de 1926).
En abril de 1926, con la esperanza de ganarse a la oposición, Hitler organizó
reuniones en Múnich con tres líderes del Gau del Gran Ruhr (Gaus Ruhr): Kaufmann,
Franz Pfeffer von Salomon y Goebbels.115 Según su diario, Goebbels se asombró
cuando Hitler mandó a recogerlos en su coche para reunirse con ellos en la estación de
tren. Esa tarde, ambos pronunciaron discursos en un acto en una cervecería.116 Al día
siguiente, en una cena en Bürgerbräukeller,117 Hitler ofreció una reconciliación a los
tres hombres y los animó a dejar de lado sus diferencias; asimismo, ratificó a Goebbels
en su cargo de líder en el Gran Ruhr94 y lo elogió por su «nueva visión» sobre la
«cuestión social», pero le advirtió que debía sopesar su apoyo a Strasser si deseaba
algún liderazgo en el partido.118 El historiador Ian Kershaw señaló que Goebbels se
«rindió completamente» ante esas palabras y ofreció a Hitler su lealtad absoluta: «Lo
adoro... Ha pensado en todo [lo que quiero]», escribió en su diario. «Una mente brillante
como esa debe ser mi líder. Me inclino ante el más grande, el genio político». Más tarde
añadió: «Adolf Hitler, te amo porque eres grande y sencillo al mismo tiempo. Lo que
alguien llamaría genio».119 A pesar de esta «conversión»,120 Goebbels continuó
vacilando con sus principios anteriores y su adaptación ideológica estuvo influenciada
por los acontecimientos posteriores.121 Como resultado de las reuniones de Bamberg
y Múnich, el nuevo proyecto de programa político de Strasser perdió simpatizantes. Así
pues, el Programa Nacionalsocialista original de 1920 quedó inalterable y la posición de
Hitler como líder del partido salió reforzada.119
En agosto de 1926 fue nominado para el puesto de Gauleiter del partido para la
sección de Berlín-Brandeburgo. Viajó a la capital a mediados de septiembre y en octubre
aceptó el cargo.125 El plan de Hitler era dividir y disolver el grupo noroccidental de
Gauleiter al que Goebbels había servido bajo las órdenes de Strasser.11 Hitler le dio
una gran autoridad sobre la zona, lo que le permitió determinar el rumbo de la
organización y liderazgo del Gau. Goebbels tomó el control de la sección local de las
Sturmabteilung (SA) y Schutzstaffel (SS) y respondía únicamente a Hitler.126 La
afiliación al partido era de aproximadamente 1000 personas cuando Goebbels llegó,
pero él lo redujo a un grupo de 600 y conservó a los miembros más activos y
prometedores.127128 Para recaudar fondos, instituyó cuotas de afiliación y comenzó a
cobrar la admisión a las reuniones del partido.129130 Consciente del importancia de la
publicidad (tanto positiva como negativa), provocó combates en cervecerías y peleas
callejeras, así como ataques violentos contra el Partido Comunista de Alemania
(KPD).13125 Goebbels adaptó nuevas técnicas de publicidad comercial a la esfera
política, incluyendo el uso de lemas atrayentes y mensajes subliminales.12 Tuvo nuevas
ideas para el diseño de pósteres, como el uso de letras grandes, tinta roja y
encabezados crípticos que alentaban al lector a examinar la letra pequeña para
encontrar el significado.132
Goebbels en un mitin político celebrado en 1932. Con esta postura, con los
brazos en las caderas, tenía la intención de mostrar su autoridad a la audiencia.4
Al igual que Hitler, practicaba sus habilidades para hablar en público delante de
un espejo. Las reuniones eran precedidas por marchas ceremoniales y cantos y eran
decoradas con banderas del partido. Su entrada (casi siempre tarde) estaba
programada para lograr el mayor impacto emocional. Por lo general, sus discursos eran
planeados meticulosamente con antelación y el uso de gestos e inflexión de la voz se
coreografiaba y planificaba previamente, pero también era capaz de improvisar y
adaptar su presentación para obtener un mejor acercamiento con los espectadores.133
Mientras la declamación de Hitler era ronca y apasionada, la de Goebbels era serena,
sarcástica e, incluso, humorística; también era experto en soltar insultos e insinuaciones
o desplegar un arrebato retórico si la ocasión lo ameritaba.134 En sus escritos exigía a
sus seguidores un cambio ideológico profundo y una disposición de sacrificio para
«destruir el poder del capitalismo y el judaísmo»; de esta manera, añadía, «terminaría
la lucha de clases» y «los alemanes serían libres».13525 «Berlín necesita sensaciones,
como los peces el agua. Esta ciudad las exige y cualquier propaganda política no
alcanzará su objetivo si no logra entenderla», escribió en su diario.136 Goebbels
entendió que requería atraer atención a toda costa. El 16 de noviembre de 1926 fundó
una escuela de oratoria porque, en su opinión, tanto el fascismo como el bolchevismo
se formaron principalmente gracias a grandes oradores.136 Más tarde, Goebbels
declaró que las «ideas» eran un requisito previo para cualquier propaganda y consideró
que solo era necesaria una presentación breve y accesible. «Nunca encontrarás
millones de personas que darán sus vidas por un libro. Nunca encontrarás millones de
personas que darán sus vidas por un programa económico... pero millones de personas
algún día estarán listas para perecer por el evangelio», sentenció.137 Los eventos de
propaganda organizados por Goebbels se centraron en las emociones y los instintos de
los oyentes.138
Días después del estallido de la Segunda Guerra Mundial, Goebbels aplicó una
intensa presión sobre las iglesias para que expresaran apoyo al esfuerzo de guerra y la
Gestapo restringió la libertad de culto y asociación durante semanas.292 Aunque las
iglesias alemanas cumplieron con las imposiciones en los primeros dos años, en 1941
—ante la expansión de la guerra en el frente oriental— las agresiones reaparecieron.292
Los monasterios y conventos eran atacados y se expropiaron muchas propiedades
eclesiásticas. Los jesuitas fueron uno de los principales afectados.292 Algunos
historiadores critican que la Iglesia católica nunca excomulgó a los políticos nazis de
alto rango por estos hechos hostiles antes y durante la guerra;293294 también
mencionan que el caso de Goebbels fue más polémico porque su esposa era
protestante y divorciada.293 Sin embargo, la monja estadounidense Margherita
Marchione, estudiosa de la obra de Pío XI, asegura que los líderes nazis incurrieron
automáticamente en excomunión speciali modo por «impedir el ejercicio de la
jurisdicción eclesiástica» —según los cánones 2332 y 2343— y, por tanto, no era
necesaria la condena pública del romano pontífice.295
Caricatura satírica francesa sobre las contradicciones de los líderes nazis: «El
ario ejemplar... rubio como Hitler, delgado como Göring y alto como Goebbels».
En febrero de 1933, Hitler anunció sus intenciones de rearmar el ejército, aunque
al principio de manera clandestina ya que eso se consideraba una violación del Tratado
de Versalles. Apenas un año después, en 1934, comunicó a sus subordinados militares
que 1942 era la fecha límite para iniciar una guerra en Europa Oriental.296
Goebbels, la actriz Paula Wessely, el representante nazi de la ocupación
austríaca Arthur Seyß-Inquart y su secretario Kajetan Mühlmann en una recepción en el
Palacio de Hofburg en Viena (30 de marzo de 1938).
Años más tarde, Hitler puso su atención en Austria y comentó a Goebbels que
anexionaría ese país «por la fuerza» si fuese necesario, no solo por motivos ideológicos,
estratégicos y militares,297 sino también por intereses económicos, pues ese país tenía
importantes reservas de oro y divisas, mano de obra y materias primas.298 El 12 de
febrero de 1938, el canciller Kurt Schuschnigg se reunió con Hitler en Berchtesgaden en
un intento de evitar una invasión militar. Hitler presentó a Schuschnigg un conjunto de
demandas que incluían el nombramiento de simpatizantes nazis en posiciones
importantes dentro del gobierno austríaco, como Arthur Seyß-Inquart a la cabeza del
Ministerio de Seguridad Pública y con un control ilimitado de la policía y el ejército.299
A cambio, Hitler ratificaría públicamente el acuerdo austroalemán del 11 de julio de 1936
(Juliabkommen) y reconocería la independencia de Austria. Schuschnigg cedió a las
condiciones de Hitler debido a las constantes amenazas de que los nazis austríacos
provocarían una nueva guerra civil, mayor que la de 1934.300 El 9 de marzo de 1938,
en un esfuerzo por preservar la soberanía del país, Schuschnigg programó un
referéndum sobre la unión política con Alemania (Anschluß) para el 13 de marzo y, con
el fin de asegurar una gran participación, legalizó al Partido Socialdemócrata de Austria
(SDAPÖ) y los sindicatos, anteriormente proscritos.301
A principios de 1943 la guerra produjo una crisis laboral en todo el país. Hitler
creó un comité con un representante del Estado, el ejército y el NSDAP, cada uno, en
un intento por centralizar el control de la economía de guerra. Los miembros del comité
fueron Hans Heinrich Lammers —jefe de la Cancillería del Reich—, el mariscal de
campo Wilhelm Keitel —jefe del Alto Mando de la Wehrmacht—, y Martin Bormann —
secretario personal del Führer, que dirigía de facto al partido—.338 El comité tenía la
intención de plantear soluciones de forma independiente sin pasar por la mesa de los
distintos ministerios, pero Hitler conservó su autoridad en las decisiones más delicadas.
El mencionado organismo, anteriormente conocido como Dreierausschuß (lit., «Comité
de los Tres»), se reunió once veces entre enero y agosto de 1943. Sin embargo,
encontraron la resistencia de los ministros del Gabinete de Hitler. Algunos ministros y
otros políticos querían formar parte del comité, pero fueron excluidos.338 Al
considerarlos una amenaza, Goebbels, Göring y Speer se aliaron para detenerlos. El
Dreierausschuß acabaría desapareciendo en septiembre de 1943.339
Derrota y suicidio
Deutschland wird diesen schrecklichen Krieg überleben, aber nur, wenn es
Beispiele hat, die seinen Wiederaufbau leiten. […] Die Stunde wird kommen, wo wir
sauber und unbefleckt dastehen werden vor der Welt, so sauber und unbefleckt, wie
unser Glaube und unser Ziel immer gewesen sind.
Traducción [mostrar]
—Zelle, 2010, pp. 85-86 (cf. Carta a su hijastro Harald Quandt).
En los últimos meses de la guerra, los discursos y publicaciones de Goebbels
adquirieron un tono cada vez más «apocalíptico» y llamaba a los ciudadanos a «soportar
valientemente la batalla para alcanzar la grandeza».375 A principios de 1945, con los
soviéticos en el río Óder y los aliados occidentales preparándose para cruzar el Rin, ya
no podía ocultar el hecho de que la derrota era inevitable.376 Berlín tenía pocas
fortificaciones, artillería y unidades del Volkssturm, pues casi todo lo que había fue
enviado al frente de guerra.377 El 21 de enero, anotó en su diario que millones de
alemanes estaban huyendo hacia el oeste.378 Con Hitler discutió la propuesta de
negociar la paz con los aliados occidentales, pero el líder nazi rechazó nuevamente esa
idea. En privado, Goebbels estaba indeciso sobre insistir en el asunto, ya que no quería
perder la confianza del Führer.379 Cuando otros líderes nazis recomendaron a Hitler
abandonar la capital y establecer un nuevo centro de resistencia en el reducto nacional
en Baviera, Goebbels se opuso y dijo que harían una «última resistencia heroica» en
Berlín.380 Su familia —excepto Harald, un hijo de Magda de su anterior matrimonio que
había servido en la Luftwaffe y había caído prisionero ante las fuerzas aliadas— se
trasladó a su residencia en Berlín a la espera del fin.378
Ich bin der Überzeugung, dass ich mit der Befreiung Berlins von den Juden eine
meiner größten politischen Leistungen vollbracht habe.
Traducción [mostrar]
—Comentarios de Goebbels en abril de 1943 (Barth, 2003, p. 195).
Por órdenes del Ministerio de Propaganda, la Reichskulturkammer (Cámara de
Cultura del Reich) intentó eliminar a los judíos del ámbito cultural, pero esto resultó más
complicado de lo que Goebbels había pensado inicialmente. Con las leyes raciales de
1935 (Nürnberger Rassengesetze) pudo discriminar a los descendientes de judíos y los
alemanes que se casaban con mujeres de ese grupo étnico.434 En una conversación
con el Gauleiter de Turingia, Fritz Sauckel, Goebbels manifestó que se «desharía del
estorbo» para los «verdaderos» artistas alemanes.435 En mayo de 1938 entregó un
memorándum al jefe de la Policía de Berlín, Wolf Heinrich Graf Helldorf, para aplicar
controles sorpresa y persecución a los judíos.436
Si los judíos que dirigen las finanzas internacionales dentro y fuera de Europa
consiguen lanzar una vez más a las naciones a otra guerra mundial, la consecuencia no
será la bolchevización de la tierra y, por tanto, la victoria judía, sino la aniquilación de la
raza judía en Europa.447
Goebbels tenía frecuentes discusiones con Hitler sobre este tema, que lo
comentaba casi siempre desde que se conocieron.455 A diferencia de otros miembros
del régimen, no tuvo una participación significativa en la respuesta al «problema
judío»,456 pero estuvo al tanto del genocidio en los campos de concentración y lo
apoyaba completamente.457 De hecho, fue uno de los pocos altos funcionarios del
NSDAP en mencionarlo públicamente.33
Posteridad
El suicidio de Goebbels imposibilitó su enjuiciamiento, pues había meditado en
esta solución el año anterior a la derrota como la única manera de evitar la «vergüenza
internacional».383 Sin embargo, los nazis capturados revelaron datos sobre la
participación directa de Goebbels en las políticas y procedimientos clandestinos del
Tercer Reich.458 En los juicios de Núremberg tampoco se incluyó a Hitler, Himmler y
otros que se habían suicidado o desaparecido antes de comenzar el proceso judicial.459
Uno de los secretarios de Goebbels, Hans Fritzsche, fue detenido por los soviéticos460
y procesado por crímenes de guerra y lesa humanidad. En la audiencia dijo que esas
acusaciones eran «absurdas» y que estaba siendo tratado como «sustituto de Joseph
Goebbels, a quien realmente querían condenar».461 El 30 de septiembre de 1946 fue
absuelto por falta de pruebas.462 Durante y después la Segunda Guerra Mundial, los
aliados divulgaron contrapropaganda denunciando «mentiras» y «calumnias» que
Goebbels dijo contra ellos.463464465 Debido a esto, los hechos reales fueron
distorsionados y mezclados con falsedades y, como resultado, el apellido Goebbels se
utiliza como estereotipo político para desacreditar a personas que supuestamente usan
propaganda engañosa y exagerada466467 o discursos persuasivos y métodos muy
controvertidos.468
Vida privada
La familia Goebbels incluía a Harald Quandt —nacido en 1921, hijo del primer
matrimonio de Magda y el único que sobrevivió a la guerra—,475 Helga Susanne (1932),
Hildegard «Hilde» Traudel (1934), Helmut Christian (1935), Holdine «Holde» Kathrin
(1937), Hedwig «Hedda» Johanna (1938) y Heidrun «Heide» Elisabeth (1940).476 Sus
nombres comenzaban con la letra H para conmemorar el apellido del Führer.477 Eran
filmados, fotografiados y promocionados durante el régimen como el ideal ario.478479
Hitler le tenía mucho afecto a Magda y los niños480 y disfrutaba su estancia en el
apartamento de Goebbels en Berlín.481 Magda tenía una estrecha amistad con
Hitler482 y pronto se convirtió en la representante no oficial del régimen, ya que recibía
cartas de mujeres de toda Alemania con preguntas sobre asuntos nacionales, como la
custodia de menores.483
Publicación de su diario
Según una crítica del historiador Hans Günter Hockerts en 1999, el material
original es «una fuente valiosa de historia del nacionalsocialismo»,507 como el
«testimonio en primera persona y durante dos décadas continuas de este líder político
nazi» y que tiene una «presentación única».505 Peter Longerich destacó la importancia
de los diarios por su «perspectiva interna de la estructura de poder nazi» y una «vista
sin obstrucciones del dictador».508 De hecho, la historiadora Angela Hermann
mencionó que con este diario personal las nuevas publicaciones sobre el período nazi
cuentan con «información que antes no estaba disponible».508 Sin embargo, para el
investigador Bernd Sösemann estas ediciones del IfZ carecen de críticas de fuentes y,
en gran medida, «no cumplen con las exigencias que caracterizan de manera
conceptual, metodológica y sustantiva a una edición científica».509 En agosto de 1955,
el financiero suizo François Genoud obtuvo el permiso de los familiares de Goebbels
para el uso exclusivo de los diarios.510 En 2002, Sösemann criticó que el IfZ lograse
una rápida publicación de los volúmenes «mediante arreglos sospechosos con el
admirador de Goebbels, François Genoud».511