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alpha 10 Herreweghe y Victoria
alto
altus El maestro gantés realiza su sueño de grabar el Officium Defunctorum
ambroisie
analekta
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archipel
índice 11 Il tormento e l’estasi
ar re se Una formidable contribución de Luis Antonio González y Los Músicos
arsis
arte verum de Su Alteza a la discografía del oratorio barroco romano
arts
audite
avenira
bbc legends 13 Gardiner y los Motetes de J. S. Bach
bellavoce
bis
bmc
La versión ‘definitiva’ del maestro inglés y el Monteverdi Choir
bongiovanni
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carus 15 Un soberbio Haendel nuestro
cdm
challenge Seis conciertos del op. 6 en versión magistral de Eduardo López Banzo
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19 Por fin, Il pirata
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dynamic Opera Rara regresa a Bellini con brillantes resultados artísticos
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24 El joven Kubelík
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gebhardt Supraphon inicia su serie histórica Grandes directores checos
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30 Sin palabras, la redención de un repertorio
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idis Transcripciones de Llobet recreadas por Stefano Grondona
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ivm-ins. valencia de la música
kairos 33 Flores petersburguesas
klara
la ma de guido
lauda Tres caras de la música soviética en el nuevo sello Northern Flowers
lindoro
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london philharmonic orchestra
mdg dabringhaus & grimm 35 El Debussy de Alexei Lubimov
medici arts
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mode Los Preludios y adaptaciones para dos pianos en ECM
musiépoca
musique en wallonie
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naïve 38 Barce infinito
neos
new world records El Cuarteto Leonor graba para Verso la integral de sus cuartetos de cuerda
nmc
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opera rara 42 ECM: Travesías de norte a sur
opera tres
orfeo Un recorrido por tradiciones y estilos musicales diversos de la mano
pan classics
passacaille del productor Steve Lake y varios artistas del sello muniqués
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ramée 56 el chupito: Equipaje de mano para un
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wigmore hall live
winter & winter
zig zag
4 di v e r di conciertos & actualidad
conci e rt o s & ac t ua l i da d
ni mucho menos el primer acercamiento de esta to en conciertos como en discos. Los más recien- agosto este exigente director unirá fuerzas con
soprano a la música contemporánea, pero nos tes álbumes de Lorenzo han aparecido en el sello un monstruo del piano, el versátil Christian
tiene acostumbrados a hacer cabotaje musical Passacaille y se dedicaban ambos a música de Zacharias (que también actuará este verano en
por las costas barrocas, de Corselli a Haendel Johann Sebastian Bach, uno con Sonatas en trío nuestro país en varias ocasiones) para ofrecer-
(brillante su Aminta e Filide junto a Maria Grazia para órgano y otro, en clave, con el Concierto nos el Concierto nº 2 de Brahms, la Incompleta
Schiavo, La Risonanza y Fabio Bonizzoni), atra- Italiano y las tres primeras Suites francesas. Por de Schubert y la sobrecogedora La pregunta sin
cando con gran éxito en puertos hispanos como su parte, Vittorio, en el mismo sello, nos ha respuesta de Charles Ives. El 1 de septiembre lle-
Valderrábano o Fuenllana. Gran parte de su deleitado con dos discos titulados Barbarian ga el plato fuerte, la Sexta de Mahler, una de las
carrera discográfica la ha desarrollado junto a Beauty, y La force et la douceur, éste junto al lau- deseadas sinfonías que el perfeccionista Nott
José Miguel Moreno, con quien tiene en el sello dista suizo Luca Pianca. Con este último com- aún no ha grabado en disco, y de las que ha dicho
Glossa varios álbumes ya casi míticos, como pañero y un programa con el nombre de La que “El verdadero significado de las sinfonías no
Claros y frescos ríos o la Música en el Quijote. Sus marcha persa recorrerá los Pirineos dentro de su puede extraerse sin más, de una manera mecá-
más recientes lanzamientos en nuestras orillas Festival de Música Antiga dels Pirineus (el día nica. Basta que toquemos un compás de una
han sido dos dobles álbumes: el primero, con 10 en El Pont de Suert, el 11 en Estamariu y el manera ligeramente distinta para que se desca-
L’Arpeggiata y Christina Pluhar en el sello 12 en La Torre de Capdella). Emocionémonos bale el resto del movimiento. Preservar la clari-
Alpha, es la Rappresentatione di Anima et di este verano con los dos hermanos milaneses, dad en la lectura es algo dificilísimo con Mahler.”
Corpo de Emilio de’Cavalieri, y el segundo es juntos o por separado. Al día siguiente su orquesta se unirá al Orfeón
un recopilatorio con algunas de sus mejores Donostiarra para interpretar la Sinfonía de los
intervenciones en el sello escurialense, titulado Quincena Musical Donostiarra, San Salmos de Stravinsky, La mer y el ballet Jeux de
The Spanish Album. Deseamos todo lo mejor a Sebastián, 8 de agosto Debussy en el concierto de clausura de la
esta versátil soprano manresana en su veranie- Festival Internacional en el Camino de Quincena Musical Donostiarra.
ga aventura lorquiana. Santiago, Jaca, 9 de agosto
Festival de Música Antiga dels Pirineus, Auditorio Kursaal, San Sebastián, 30 de
Teatro Real, Madrid, del 8 al 22 de julio 10, 11 y 12 de agosto agosto y 1 y 2 de septiembre
conciertos & actualidad 216 / julio-agosto 2012 5
La compañía videográfica
Intermedio edita este verano un
nuevo y lujoso pack dedicado al Saïram, Tahiri y Vellard “trialogan” en Glossa
cine de Chris Marker. Bajo el títu-
lo Mosaico (1968-2004), la edición
recoge varias películas clave del
autor que suele ser considerado
padre del “cine-ensayo”. La selec-
ción abarca la mayor parte de la carrera del cine-
asta, arrancando con su famoso reportaje del
68 sobre la marcha contra el Pentágono de
Washington y llegando hasta 2004 con el que de
momento es su último largometraje y una de las
obras más influyentes de los últimos años: la
extraordinaria Gatos encaramados.
En la Francia de Luis XIV, el petit motet (peque- Dominique Vellard, director del Ensemble Gilles Binchois, lleva ya muchos años buscando cone-
ño motete) fue una de las dos formas de músi- xiones intelectuales, espirituales y musicales con tradiciones no occidentales, vínculos a través de
ca religiosa más recurrentes en el contexto de la los cuales persigue una mejor comprensión y aprehensión del canto medieval europeo, del cual es
práctica litúrgica y el compositor André Campra uno de los mayores especialistas desde hace ya más de tres décadas. Su acercamiento implica el encuen-
(1660-1744) una de las figuras claves en la evo- tro de nexos que permitan la yuxtaposición y el realce de las cualidades de estas músicas, pero nun-
lución de este género hacia su independencia ca su mezcla gratuita. ¶ El encuentro de Vellard con la legendaria cantante india Aruna Saïram a
con respecto de la música sacra. El próximo mediados de los noventa ya supuso el establecimiento de las claves para construir un rico diálogo
monográfico de Cypres, dedicado al composi- musical y humano, que los llevó a dar más de treinta conciertos en Europa, la India, Marruecos y
tor galo, recrea en toda su elocuencia, sensibili- Malasia y a grabar un disco para EMI en 1999. En 2002 comenzó la colaboración de ambos con el
dad y profunda espiritualidad un muestrario de cantante marroquí Noureddine Tahiri, incorporando así la tradición islámica a una aventura que
sus elaborados petits motets de la mano del gru- por lo pronto ha culminado en una nueva grabación para Glossa, titulada Trialogue, que será publi-
po Folies Françoises. cada en septiembre.
conciertos & actualidad 216 / julio-agosto 2012 7
por el musicólogo, docente e intér- musicales según el personaje que habla, acentuan-
prete de origen colombiano, forma- do el carácter épico del personaje que se celebra y
ción neoyorquina y residencia en la unidad del planteamiento programático; y tam-
Barcelona, Mauricio Molina, autor bién sobresale en esta entrega el uso de piezas
asimismo de un libro fundamental construidas “a partir de”, es decir, elaboraciones
para entender el mundo del pandero propias basándose en originales de época. En esto
en la Iberia medieval, y de una pró- es un maestro el violagambista, con esos arreglos
xima monografía sobre la canción enormemente efectivos que seducen a la audien-
monofónica en Europa en los siglos cia. Una manera honesta de tratar el material, y
XII-XIII que esperamos con impa- no hacerlo pasar por “original”, dando rienda suel-
ciencia por el mismo motivo. ta a la creatividad de Savall.
Vacillantis conforma una hora de Las piezas contenidas en los dos discos que
música en la que no se abusa del con- sirvieron antaño de banda sonora, grabados en
curso instrumental. Trata de melodí- 1993, se entreveran con otras escogidas ad hoc para
as que fundamentalmente adornan este regalo, formando un programa enteramente
discursos, y estos deben decirse bien, que se entien- fónica que componen el corte 3, de las que se encar- original. Vano sería el intento de dar cuenta del
dan. Aquí ocurre, y esto es noticia. El canto corre gan a dúo fídula y giga. La información musicológica contenido musical, proteico y bien conocido por
a cargo del gerundense José Pizarro, poseedor de es correcta y precisa, con expresión de fuentes y cri- Savall, poseedor de uno de los fondos de armario
una voz controlada, de timbre bonito y ajustada dic- terios de interpretación, algo que particularmente en cuanto a repertorio más amplios en el campo
ción, y el acompañamiento lo protagonizan cordó- inquieta a Molina, y se cuida el tradicionalmente de la música antigua. Nos quedamos, pues, con la
fonos diversos pero sin amontonarse, fídulas, arrinconado apartado fonético, ajustándolo a un novedad: esa narración que se puede seguir tra-
cítolas, gigas (Irantzu Zuasti, Maritxell Genís, Pepe entorno francés, origen de la mayoría de las piezas. ducida en el libro, y la calidad de algunos de los
Morales Luna, Oriol Casadevall i Crespo y Antonio En definitiva, un muy buen comienzo, que ha de ensayos, quizá excesivamente académicos, pero
Ruiz), y una discreta percusión (algo difícil cuan- tener continuidad. Con discos así, Petrus justifi- que nos ofrecen un mosaico de interpretaciones de
do el director es el tañedor de tales instrumentos, cará su condición magisterial. Juana cuya comprensión realza el fondo musical de
que propenden al abuso). Por pedir, desearía que estos dos discos.
en próximos trabajos de Magister Petrus se sume JEANNE D'ARC: Batailles & Prisons (La epopeya de una
una voz femenina para darle más color y variedad VACILLANTIS: La canción amorosa, religiosa y moralista en visionaria)
el s. XII
(el bajo Néstor Pindado canta dos piezas, conse-
Figueras, Kiehr, Wessel / La Capella Reial de Catalunya.
cutivas) a un grupo que en su debut demuestra un Magister Petrus. Mauricio Molina, director / ENCHIRIADIS / Hespèrion XXI. Dir.: Jordi Savall / ALIA VOX / Ref.: AVSA
buen hacer sorprendente. Ref.: EN 2034 (1 CD) D5 9891 (2 SACD + Libro) P.V.P.: 39,95 €.-
antigua 216 / julio-agosto 2012 9
Sorprendente portada del disco, con una fotogra- “Haz lo que quieras, o la abadía de Thelema”, es Aunque muy recientemente nos hemos familiari-
fía que bien podría figurar en cualquier revista de el título completo de este disco exultante, que cele- zado tanto con las Pasiones de Bach que parece que
viejos rockeros. Chupa de cuero, negro riguroso, bra a Rabelais a través de la historia de Gargantúa el Cantor fuera el creador del género, las versio-
y la curtida faz del contratenor parisino Dominique y Pantagruel, empleando como lema el de esa fic- nes musicales de los sufrimientos y muerte de Cristo
Visse con su melena cana al lado de la jovial pero ticia abadía, Thelema (del griego, voluntad), con la son casi tan antiguas como la propia Iglesia. En
madura estampa de Katharina Bäuml. Esta muni- que el literato francés arremetía contra la pedago- época medieval, las pasiones gregorianas se canta-
quesa es una de esas no tantas mujeres que se han gía monástica o, mejor, contra toda instrucción. Ese ban con tres tonos de recitado, que se conserva-
especializado en instrumentos altos renacentistas mensaje lleno de joie de vivre transmite la última gra- ron cuando a finales del siglo XV empezaron a
(chirimías, bombardas, cornetos, sacabuches, bajo- bación de un veteranísimo conjunto, de los pocos cantarse polifónicamente, si bien durante un tiem-
nes), los de sonoridad fuerte, los que no tañían en activo en la música antigua que ha entrado en po la polifonía se reservaba exclusivamente para
ellas, o al menos no tenemos documentada su par- su cuarta década, de esos que nunca han dejado de las intervenciones de la multitud (los coros de tur-
ticipación, acompañada para más inri de otras dos acompañarnos con sus casi treinta discos en su ba). De este tipo de pasiones, llamadas responso-
ministrilas. Ella misma dirige desde 2005 este haber dedicados exclusivamente a autores france- riales, han quedado algunos ejemplos (las de san
ensemble de nombre español, y es conocida su ses del Renacimiento, una especialización que se Juan y San Mateo del Oficio de Semana Santa de
pasión por la música de aquende los Pirineos y su agradece, cuando la tendencia general es a abarcar Victoria son buenas muestras), aunque la monoto-
regular participación en la nómina de la Capella de lo más posible. Y aquí llegan, con este precioso nía de su recitado, interrumpido ocasionalmente por
Ministrers y otros grupos hispanos. En este caso disco-libro de más de cien páginas en que nos sencillos coros homofónicos, no las han hecho muy
las danzas y canciones son de la zona de cuentan y cantan la historia de estos gigantes a habituales en los registros fonográficos.
Nuremberg, con más de una decena de composi- través de una pléyade de compositores cuyas fechas La Bottega Discantica ofrece ahora la más
tores representados y numerosas piezas anónimas extremas enmarcan el nacimiento de Josquin (1455) antigua de este estilo conservada en Italia: la escri-
para recrear la ciudad antaño imperial, en torno al y la muerte de Gabriel Bataille (1630). bió Francesco Corteccia en 1527, el año del Saco
año 1500. La historia se cuenta con piezas musicales y de Roma. Es una obra compuesta en un estilo seve-
Desde un punto de vista formal, hay buena extensos recitados en francés moderno. Por poner ro, que incluye polifonía a 4 (en su mayor parte,
expresión de fuentes musicológicas y organológi- algunos peros, es una pena que los textos no se homofónica) para un Exordio introductorio, los
cas, buen hacer que se dobla de la propia interpre- hayan traducido a otras lenguas (en internet, para coros de turba y un Evangelium de cierre. Mario
tación y su notable inspiración en los arreglos, como no encarecer costes de producción), porque así se Fabbri, responsable del rescate y ensamblaje de
la solemne interpretación de la Basse Dance Aliot multiplicaría la labor de difusión precisamente en las partes encontradas en diferentes fuentes, pien-
Nouvelle. Quizá lo más flojo sea la integración de la otros contextos no francófonos, donde más hace sa que en la época la parte narrativa debía leerse,
voz de Visse, con algún portamento sorprendente falta. No hay división entre partes vocales e instru- más que declamarse, en lengua vernácula, y por
(en la pieza de Rossi, autor que se sale cronológica- mentales en la indexación de pistas. Hay que escu- eso aquí se usa el italiano moderno. Siete respon-
mente del resto del repertorio). Pero no empaña un charlo todo, y puede cansar un poco a quien no sorios de tinieblas del propio Corteccia, donde la
buen disco, titulado Vinum et musica aprovechando puede seguir el relato por desconocimiento de la polifonía se hace imitativa, se usan como medita-
el frontispicio de una edición musical de lengua. Pero es un disco musicalmente proteico. ciones intercaladas en el grueso de la Pasión, que
Formschneider (1537) para mostrar que los registros Preciosa La nuiet froide et sombre de Orlando de además aparece escoltada por dos himnos grego-
sacro y profano estaban antes más confundidos. Y Laso, una original versión del oidísimo Tourdion de rianos. Las cuatro voces viriles que se encargan de
con ministrilas, que no es poco. Otra grabación Attaingnant para instrumentos altos, o La guerre dar vida a la turbarum vox son bien conocidas de
más reivindicando estas formaciones, que fueron las de Clément Janequin por el Clément Janequin. Y los aficionados (Giordani, Fagotto, Scavazza,
que acercaron música y autores que hoy compramos parece que rejuvenecemos varias décadas, porque Testolin), cuatro estupendos solistas italianos que
en disco a los oídos de la gente común. tiene la misma fuerza, gracia y vitalidad (onoma- se integran con absoluta excelencia en las voces
teyas, síncopas, cachondeo…) de antaño. rectas, limpias y bien moduladas del Officium
VINUM ET MUSICA: Canciones y danzas de Nuremberg (s. RABELAIS: Fay ce que vouldras (obras de Desprez, Lejeune, Consort.
XV y XVI) Janequin, Sermisy, Bataille, Costeley, de Lassus, ...) FRANCESCO CORTECCIA (1502-1571): La Pasión de Cristo
según San Juan
Dominique Visse, alto. Capella de la Torre. Katharina Bäuml, Les Sacqueboutiers. Ensemble Clément Janequin.
chirimías, dulzaina y dirección / CHALLENGE RECORDS / Dominique Visse, director / FLORA / Ref.: FLORA 2410 (1 Officium Consort. Danilo Zeni, director / BOTTEGA DIS-
Ref.: CC 72544 (1 CD) D2 CD) D2 CANTICA / Ref.: BDI 214 (1 CD) D3
10 di v e r di antigua
Philippe Herreweghe quería grabar este Victoria El arte de las disminuciones sobre la melodía de un La historia del sacabuche es intensa durante casi
desde, al menos, 1988. En aquel tiempo, el direc- bajo, tratado como aria o ground, tuvo diversas cuatro largos siglos. En España, la primera referen-
tor belga estaba viendo su espectacular take-off. formalizaciones vocales y, sobre todo, instrumen- cia a este instrumento, denominando como tal, se
Había dejado de ser el proveedor de un buen coro tales en la Inglaterra del siglo XVII. El dúo de vio- encuentra recogida en la Crónica del condestable
para la integral Bach de Leonhardt-Harnoncourt y lagambistas que forman Musicke&Mirth, junto a Miguel Lucas (año 1470). Aún figuraría con esa deno-
se había convertido en el flamante director de La Amandine Beyer y el teclista Johannes Strobl, nos minación en el Diccionario de Autoridades, publica-
Chapelle Royale de París, llamada en aquel momen- ilustran con ejemplos de esta práctica musical en do por la Real Academia Española entre 1726 y 1739,
to Ensemble Vocal Europeo. Pues bien; aquella una grabación ciertamente bella. no mucho años antes de que empezase a generali-
Chapelle Royale (hoy desaparecida) vino a Madrid Durante su longeva vida, John Jenkins culti- zarse en toda Europa el empleo de la palabra trom-
a ofrecer en el Auditorio Nacional este Officium vó diversas formas musicales, desde consort de bón. En dicho Diccionario de Autoridades, aparece
Defunctorum, en noviembre del 88. El grupo, for- violas de grave textura polifónica hasta formas esta descripción: “Instrumento a modo de trompe-
mado por cantantes de varios países, se reunió más melódicas influenciadas por la sonata italia- ta, hecho de metal, dividido por medio à el qual
directamente aquí en Madrid, y el primer ensayo na como son las fantasías a tres partes. Jenkins suben y baxan por la parte de abaxo, para que haga
tuvo lugar en el salón de actos de la Facultad de dedicó especial atención a la “Lyra-viol” en diver- la diferencia de voces, que pide la Música”. Sin
Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma. sas combinaciones; él mismo fue excelente tañe- embargo, en Italia, tierra de promisión del sacabu-
Esto explica la presencia de este humilde barro, dor del instrumento, un bajo de viola cuya che, jamás renunciaron a llamarlo trombón, que no
que por aquel entonces era estudiante de dicha particularidad, más que por reunir características es sino el aumentativo de tromba, es decir, de trom-
facultad, en tan señalado momento. Sí, yo lo vi, yo físicas diferentes, se derivaba de la adecuación de peta. A lo largo de los siglos XVI y XVII prolifera-
lo escuché, fui testigo, lo puedo contar. Herreweghe la notación en tablatura a su lenguaje acórdico y a ron en aquella península las agrupaciones de
dispuso a sus doce cantantes en un semicírculo, una variable afinación respecto a la division-viol, y cornetas y sacabuches, entre las cuales la más céle-
indicó un número de página de la edición de que le aproxima en espíritu al laúd. Se graban aquí bre fue el Concerto Palatino, de la catedral de
Mapamundi, levantó la mano y se hizo el silencio. algunos de sus Aires para treble, lyra [vyole], base Bolonia. No hubo compositor, grande o pequeño,
Cuando golpeó el aire con su gesto nervioso pero [vyole] (and) harpsecord, suites para la formación que no le rindiera tributo, como puede apreciarse
benevolente, el Versa est in luctum comenzó a colo- conocida como Lyra consort, escritas a cuatro par- en el presente registro del grupo flamenco
nizar la sala: Mi arpa se ha tornado en triste canto.... tes sobre una serie de movimientos de danza, con Oltremontano; desde Frescobaldi a Monteverdi,
En ese momento supe que esa mañana no asistiría un lenguaje idiomático donde tanto el violín como pasando por Fontana o Cima. En el programa tie-
a ninguna de mis clases. No sé si fue Victoria, el bajo de viola desarrollan variaciones y disminu- nen, igualmente, cabida los españoles Selma y
Herreweghe, sus cantantes o una confluencia de ciones sobre las líneas base conducidas por la lyra- Salaverde y Cabezón, así como el polaco Mikołaj
los tres, los que me empujaron así a mis primeros viol, cuya parte está escrita en tablatura, y el clave, Zielenski. Oltremontano recurre para esta grabación
novillos universitarios. que también pueden hacer figuraciones o doblar a toda la familia del sacabuche: alto (Robert Schlegl),
Ya entonces se dijo que la grabación de esta otras partes. tenor (Adam Bregman) y bajo (Wim Becu), escol-
obra para el sello Harmonia Mundi era inminen- Tratando de la division-viol, no podían faltar tados, claro, por sus inseparables cornetas (el omni-
te, pero... como tantas veces ocurre, se ve que la obras de quien mejor explicó sus fundamentos, presente Doron Sherwin y Adrien Mabire). El
idea no prosperó. Y ahora, veinticuatro años des- Christopher Simpson. Se recogen aquí tres de sus acompañamiento se completa con arpa, violonche-
pués, Herreweghe nos propone su visión de Victoria hermosas divisions junto a otra del gran Lawes. El lo, tiorba y órgano, aunque en varias piezas la ins-
(no sé si aquella u otra; creo que, en todo caso, muy recorrido musical nos conduce también a ejem- trumentación se reduce tan sólo a sacabuche bajo
semejante). Es el suyo un Victoria reposado, den- plos extraídos de las dos recopilaciones del division- (verdadero protagonista del disco) y órgano.
tro de lo que puede serlo este Réquiem, un Victoria violin: un precioso preludio de Baltzar y dos obras Colaboradores habituales de grupos polifonistas
sereno, hablado, muy meditado, también humano, de Eccles y Banister llenas de gracia, fantástica- como Capilla Flamenca o Gesualdo Consort
alejado de la espiritualidad ascendente de las ver- mente interpretadas por Beyer. Lo mismo que Amsterdam, Oltremontano demuestra aquí una vez
siones inglesas, un Victoria caminante, sólido y acontece con las dos excelentes gambistas y la nota- más el alto predicamento de que goza.
robusto. Un Victoria necesario. ble aportación de clave u órgano.
T. L. DE VICTORIA (1548-1611): Officium Defunctorum DIVISION-MUSICK: El arte de la disminución en la TROMBONE GRANDE: Música para sacabuche bajo de 1600
Inglaterra del XVII
Collegium Vocale Gent. Philippe Herreweghe, director / PHI Oltremontano. Wim Becu, director / ACCENT / Ref.: ACC
/ Ref.: LPH 005 (1 CD) D2 Musicke & Mirth / RAMÉE / Ref.: RAM 1204 (1 CD) D2 24263 (1 CD) D2
antigua 216 / julio-agosto 2012 11
Il tormento e l’estasi, formidable contribución de Luis Antonio González y Los Músicos de Su Alteza
a la discografía del oratorio barroco romano
Pablo J. Vayón
que adquieren una nueva luz bajo su mirada. Un pec- conmovedor, intensísimo coro a 6 (Plorate filli
cator pentito es obra anónima que habitualmente Israel), ese lamento que inflama los sentidos con su
se atribuye a Luigi Rossi y que se presenta como pausada escansión rítmica, o adjudicando el papel
cantata a 5, pero que no es otra cosa que un orato- de la hija de Jefté a Olalla Alemán, una soprano de
rio en diálogo, en este caso la tremebunda conver- voz lírica y seductora, con una anchura y un color
sación de unas almas atormentadas por el pecado que parece desmentir el carácter pueril de la pro-
y el deseo de redención; Jephte es la obra más difun- tagonista, otorgando así una nueva dimensión,
dida de Giacomo Carissimi, ejemplo supremo del más carnal y encendida incluso al eco de su llanto
arte del oratorio tal y como se practicaba en la (“Ululate!”).
Roma del tiempo. El uso de las voces masculinas para las ánimas
Vinculado en sus orígenes al cantar parlando torturadas impone de igual forma un sentido peni-
y al estilo representativo, el oratorio se volvió lati- tencial especialmente intenso en el oratorio de
no con Carissimi, haciéndose a la vez más sofisti- Rossi, en el que los detalles de retórica están muy
cado, aunque sin perder su carácter dramático, marcados: esos “abissi” son profundísimos en los
incluso acentuándolo. Ese carácter lo debe acaso graves abismales de Joao Fernandes, mientras la
al destino de muchos de los oratorios escritos por “sovrana inmensa clemenza” parece rodearnos y
Carissimi, el
Tras algún tiempo, el Caecilia-Concert vuelve con Quizá una de las anécdotas más célebres de la Lorenzo Ghielmi ha mostrado ya innumerables
una grabación que nos sitúa en el momento histó- música llamada clásica es la que detalla los ímpro- veces su condición de estupendo bachiano, tanto
rico donde se forjará la emancipación definitiva de bos esfuerzos de Dietrich Buxtehude para casar a en el órgano como en el clave, igual en solitario
la música instrumental frente a la vocal, un tiempo su hija. Para sucederle como organista de la que en función de solista o de acompañante (has-
de transición donde emergerá de entre bastidores Marienkirche de Lübeck, ponía como condición ta dos versiones en disco lleva de las Sonatas para
para ganar un lugar preponderante en el futuro. El sine qua non contraer matrimonio con la nada agra- viola da gamba junto a su hermano Vittorio) y aquí
nuevo estilo nace de la mano de los cambios que las ciada Anna Margreta. Cuentan que los amigos la reafirma con un precioso recital que reúne las
ideas de la seconda prattica han provocado ya en la Händel y Mattheson, tras haber superado las prue- tres primeras Suites francesas (¿principio acaso de
música vocal, conformando aspiraciones formales bas musicales a que les sometió Buxtehude, salie- una integral?) con el Concerto italiano y la menos
y estilísticas que buscan la expresión de los afectos ron despavoridos cuando vieron a la dama. Algún difundida Aria variata BWV 989, una obra que
y la declamación del texto. A partir de la nueva for- tiempo después fue Johann Sebastian Bach el que recuerda a las Goldberg, por su estructura de aria
ma de la música vocal, el lenguaje instrumental renunció al cargo con tal de no tener que cargar con con variaciones, aunque en este caso se trata de una
explorará también nuevos límites de expresividad. la muchacha. Fue finalmente Johann Christian pieza mucho más breve (solo diez variaciones),
Será un grupo de compositores como Castello, Schieferdecker el que hizo de tripas corazón, aun- menos elaborada y muy anterior, ya que data posi-
Marini y otros representados aquí, los que eleva- que es posible que la leyenda haya sido magnifica- blemente de la época de Arnstadt (hay quien la
rán la naciente sonata a una nueva posición de supre- da, pues parece que no se trataba de una imposición retrasa al período de Weimar, datándola en torno
macía a través de esa búsqueda de la emoción en el de Buxtehude, sino de una inveterada tradición a 1709).
oyente. La introducción del bajo continuo, los cam- que regía Lübeck, el que el nuevo organista de la Con un clave cuyo origen no se identifica,
bios bruscos en la búsqueda de afectos, dinámicas Marienkirche contrajera matrimonio con la hija Ghielmi se mueve entre el estilo francés de la sui-
y tempos serán alguno de los elementos utilizados. de su predecesor a la muerte de éste. Pese a lo poco te y el italiano del concierto con absoluta propie-
Castello parte del lenguaje estricto de la can- conocido que es hoy, Schieferdecker tuvo que ser dad. Hay en las suites un tratamiento del ritmo
zona para crear un nuevo estilo basado en los afec- un músico muy considerado en el norte de que tiene mucho que ver con la tradición france-
tos y la flexibilidad métrica, que introduce libertad Alemania, como lo demuestra el hecho de que, sa de las notas desiguales, en especial en las pie-
rítmica, pasajes virtuosos, la búsqueda extrema del siendo aún estudiante en la Thomasschule, estre- zas más lentas (alemandas, zarabandas), aunque es
contraste y texturas cambiantes, explorando y lle- nara dos óperas en Leipzig. Colaboró en alguna algo apreciable incluso en la giga de la nº 1.
vando a un nuevo estadio el lenguaje instrumental. ocasión, ya establecido en Hamburgo, con Especialmente acertada me parece la interpretación
Si autores como Marini primarán el lenguaje idio- Mattheson y mantuvo una larga amistad con Keiser. de los minuetos, tocados por una grácil y elegan-
mático del violín como trasmisor principal de emo- Hace bien poco aparecían, en la fastuosa interpre- tísima cantabilidad. La mayor regularidad rítmica
ciones, lo que iniciará su pujanza inexorable, Castello tación de Elbipolis, seis de sus Musicalische de las piezas italianas no se traduce en un peso
prestará una especial atención al lenguaje idiomá- Concerte, compuestos en 1713 en la ciudad hanse- menor de la sutileza poética, que alcanza su máxi-
tico del fagot y su familia. Varias sonatas para 2 a 4 ática (que no son conciertos, sino suites orquesta- ma expresión en el Andante del Concierto italia-
voces y bajo continuo de los dos libros de Castello les al más puro estilo francés). Hamburger no, en cuyos tiempos rápidos la agilidad de la
son el eje conductor de esta grabación que incorpo- Ratsmusik incluye ahora en este registro dos de digitación y la radicalidad de la articulación termi-
ra obras de Marini, Scarani, Picchi, Bertoli o ellos (el segundo, el número XIII, ya figuraba en nan en un Presto por completo efervescente. En el
Frescobaldi. Además del indudable protagonismo la grabación de Elbipolis), pero lo verdaderamen- Aria domina sobre todo la claridad, que se hace
de los violines como instrumentos sopranos, es des- te mollar de esta novedad son cuatro de sus especialmente cristalina, y el tono ligero, fundamen-
tacable en la presente edición la riqueza de los ins- Geistliches Konzerten (que tampoco son conciertos, talmente volcado hacia la melodía. Un Bach de pri-
trumentos de viento, como cornetas, trombones o sino cantatas), nunca antes llevados al disco y merísimo nivel.
el bajón, éste último con un papel dominante en espléndidamente interpretados por un Klaus
esta interesante aportación discográfica. Mertens, por el que por suerte no pasan los años.
CASTELLO & CO: Sonatas venecianas para vientos y cuer-
das del s. XVII (obras de Frescobaldi, Castello, Bertoli, JOHANN CHRISTIAN SCHIEFERDECKER (1679-1732): JOHANN SEBASTIAN BACH (1685-1750): Concierto italiano;
Marini, Scarani y Picchi) Geistliche Konzerte (conciertos sacros) Suites francesas I-III
Caecilia-Concert / CHALLENGE RECORDS / Ref.: CC 72547 Klaus Mertens, Jan Kobow. Hamburger Ratsmusik. Simone Lorenzo Ghielmi, clave / PASSACAILLE / Ref.: PAS 984 (1
(1 CD) D2 Eckert, director / CARUS / Ref.: CARUS 83.398 (1 CD) D2 CD) D2
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Monteverdi Choir
especialmente para voz solista –reflexión indivi- ja, un hueco, una ranu-
dual del alma perdida sin Cristo en un mundo terri- ra, siempre pueden
ble–. El esquema es siempre progresivo, aunque venir directores jóve-
admite variaciones: dolor del mundo –pecado, sufri- nes y seguir contando
miento–; esperanza en Cristo/anhelo de muerte; cosas, cosas nuevas
regocijo por la próxima muerte/vida ultraterrena, me refiero.
sin pecado ni sufrimiento. Dos ejemplos paradig- Pero con los
máticos de este esquema son las maravillosas can- Motetes... con los
tatas BWV 35 y 170, ambas para alto con Motetes me temo que
importantes contribuciones del órgano. Uno escu- hemos llegado al final,
cha la genial mezcla de serenidad trascendente y el limón se exprimió
delicadeza pastoral que exhala la primera aria de la del todo y no queda ni
170 y penetra de golpe en su –para nuestra actual una gota. Gardiner ha
óptica– distante concepción del mundo. Luego lle- sido implacable. Llegó
ga el satánico sufrimiento, con su casi físicamente con la lupa de mil
dolorosa melodía para órgano y el danzante rego- aumentos, con la expe-
cijo: ¡Jesús, llévame contigo! Damien Guillon, una de riencia de treinta años,
las estrellas ascendentes del universo contraltista, con el mejor instru-
se desempeña espléndidamente en su cometido, mento posible, y no
con su voz de bellísimo timbre –se parece, ¡vaya si hubo caso, cayó sobre ellos como un león sobre su lo haremos aquí, en Londres, en vivo, ante los
se parece! al de su maestro Andreas Scholl–, nota- presa. Y encima ha sumado el Ich lasse dich nicht, micrófonos de mi sello, para dejar testimonio. Hoy
ble técnica y excelente expresión. Está divinamen- incorporado al catálogo de Bach en 1999 (¡canta- vamos a hacer historia”. Y fue, para los Motetes de
te –¿celestialmente?– acompañado de su propia do en pianissimo!, como una figura de vidrio a Bach, el “fin de la Historia”.
agrupación, en formación solista muy adecuada punto de quebrarse). ¿Cómo es posible? dirán. Escuchen. Se han grabado muchas y excelen-
para esta música, aunque los ingenieros de sonido ¿Qué va a ocurrir ahora? Y yo no lo sé. Supongo tes versiones de estas obras descomunales.
hacen un magnífico trabajo para equilibrarla con que es algo que podía suceder, no lo queríamos Mientras leen estas líneas se están grabando otras,
el poderoso sonido del excepcional órgano de la ver, pero podía suceder. y serán fabulosas. Se grabarán, con seguridad,
Iglesia Reformada del Bouclier, en Estrasburgo Aunque tal vez, pensaba el otro día, que, de muchas más, y algunas de ellas serán extraordina-
cuyas cualidades son aprovechadas de manera admi- alguna manera, estábamos advertidos, que existí- rias, maravillosas. Pero ninguna de ellas será ésta.
rable por Maude Gratton, en particular en la apa- an indicios, síntomas. Todo comenzó con la gra-
bullante Fantasía y fuga en sol menor, BWV 542. bación del 80, para el sello Erato. La toma de sonido
JOHANN SEBASTIAN BACH (1685-1750): Cantata, sonata y no era muy buena, pero Gardiner ya tenía treinta
fuga JOHANN SEBASTIAN BACH (1685-1750): Motetes
y siete años, no era el estudiante aventajado de sus
Le Banquet Céleste. Damien Guillon, contratenor y dirección años de Cambridge, con mirada traviesa y un mun- Monteverdi Choir. John Eliot Gardiner, director / SOLI DEO
/ ZIG-ZAG TERRITOIRES / Ref.: ZZT 305 (1 CD) D2 do por conquistar. Treinta y siete años: sabía muy GLORIA / Ref.: SDG 716 (1 CD) D2
14 di v e r di antigua
Aunque no puedo considerarme seguidor suyo, “Me han encargado algunas óperas para los tea- La sonata en trío se desarrolló en las décadas cen-
siento un enorme respeto por la figura de Claudio tros de Venecia, pero siempre me he negado por- trales del siglo XVII, especialmente por los com-
Scimone y su larguísima trayectoria profesional que sé que una garganta humana no es un violín”, positores de la escuela boloñesa, y alcanzó su
al servicio de la música barroca (o, simplemente, cuenta el francés Charles de Brosses que le dijo perfección canónica con las cuatro colecciones de
de la música). Tuvo su época de esplendor cuan- Giuseppe Tartini para justificar su dedicación casi Arcangelo Corelli –dos da camera y dos da chiesa–
do el movimiento de interpretación historicista exclusiva al instrumento de sus amores (y lanzan- en las dos últimas décadas del siglo. Pronto se con-
iniciaba su andadura y aunque no se sumó a él do, de paso, un alfilerazo al Vivaldi, que hacía pre- virtió en una especie de examen de acceso a la cate-
–hizo sus pinitos, no obstante, con alguna serena- cisamente lo contrario). Conocía a fondo, desde goría de compositor en vías de consagración, de
ta de Albinoni–, sí supo incorporar muchas de sus luego, el violín y pocos contemporáneos suyos le suerte que ningún compositor italiano que quería
premisas interpretativas, aun sin abandonar la ins- prestaron tanta atención. Atención que, sin embar- ser tomado en serio podía comenzar su carrera sin
trumentación tradicional. Y así, Scimone y sus go, no se ha visto correspondida por la industria publicar, como opera prima, una colección de sona-
inseparables Solisti Veneti se convirtieron en uno discográfica. No faltan, por supuesto, grabaciones tas en trío. Tal fue el caso no sólo de compositores
de los más seguros refugios de quienes, sin acep- de sus conciertos y sonatas, con Il trillo del diavo- de la Italia central, sino también de la septentrional,
tar a los innovadores que quisieron saltar sobre lo en lugar destacado. Pero siempre se nos anto- incluida Venecia, así ocurrió con Vivaldi, Albinoni
románticos y postwagnerianos para aterrizar ja menos de lo que su significación habría y, naturalmente, Antonio Caldara. Las XII suonate
–menos impolutos de lo que algunos pretendían– requerido. La excepción viene representada, sin a tre, Opera Prima, (Venecia, 1693) hubieron de cau-
en los semivírgenes campos barrocos, seguían duda, por el sello italiano Dynamic, con su meri- sar una fuerte impresión en su medio, pues dos años
amando esta gloriosa música. Y los barroquizan- toria integral concertística bajo la dirección de más tarde nuestro compositor accedió a la condi-
tes desapasionados debieron reconocer que de Giovanni Guglielmo, y otro buen puñado de dis- ción de miembro estable de la capilla musical de la
todos los modernos, era uno de los que mejor encar- cos más heterogéneos. De estos llega hoy a nues- Basílica de San Marcos, de la que, hasta entonces,
naba el espíritu de los antiguos. Casi octogenario, tras manos el primer volumen de las Sonatas para fue violonchelista ocasional. Estas composiciones
sigue al pie del cañón, con su energía, brillo y lumi- violín solo. Unas piccole sonate escritas a veces con pertenecen al estilo da chiesa, caracterizado –fren-
nosidad característicos, cultivando a su amado el bajo continuo “por mera costumbre” (eran sus te a las sonatas da camera– por la ausencia de indi-
Vivaldi y colegas. En este disco, que tiene algo de propias palabras), pero que el compositor inter- caciones coreográficas y la mayor importancia del
totum revolutum, presenta el hermosísimo Stabat pretaba “sin bajo, que es mi verdadera intención”, contrapunto, según el siguiente esquema en cuatro
Mater vivaldiano junto a un par de arias de Orlando que encierran una música bellísima. De estructu- movimientos: Introducción lenta y solemne, con
furioso –“Nel profondo”, claro está, entre ellas– y ra tri o cuatripartita, con ecos corellianos, pero per- gran importancia de las tensiones armónicas-
otra de Farnace, acompañadas por una más de sonalísimas en su concepción, presentan Fugado-Movimiento adagio, expresivo y, con fre-
Haendel –la extraordinaria “Morirò, ma vendica- desarrollos no convencionales y la riquísima vena cuencia, cantabile-Conclusión vivaz, con juego de
ta” de Teseo– y aquella aria del Tancredi de Bertoni melódica y el virtuosismo marca de la casa, sin contrapunto imitativo. Este esquema casa a la per-
–ópera que Scimone descubrió– que utilizó Gluck rehuir aquí y allá ciertas vetas de inspiración popu- fección con el estilo de las op. 1 de Caldara, delibe-
en su Orfeo parisino (aunque quizá Bertoni la lar. El violinista Crtomir Šiškovic, que de vez en radamente arcaizante, quizá para lograr un buen
habría tomado de un Gluck anterior). La protago- cuando viaja de su habitual repertorio romántico encaje en el repertorio de San Marcos, pero en abso-
nista vocal del disco es la mezzo griega Marita al Setecientos, las interpreta con sobriedad, vigor luto secas o academicistas. Presentan, además, una
Paparizou. Es buena conocedora de las peculiari- y sentimiento, mostrando que esta hermosa músi- característica peculiar que las hace sumamente atrac-
dades estilísticas del barroco, posee una bella voz ca no le es ajena en absoluto. tivas, cual es la destacada intervención del violon-
rica en colores, domina las agilidades y tiene una chelo en el desarrollo armónico y contrapuntístico,
emisión clara y precisa. El disco encantará, sin con una textura a veces próxima al cuarteto (sin
duda, a los más tradicionalistas, pero en absoluto duda consecuencia de la dedicación de nuestro com-
defraudará a los puristas. positor al instrumento). Los españoles de El Arte
Mvsico cumplen con calidad su cometido.
VIVALDI MA NON SOLO: Obras de Vivaldi, Haendel y
Bertoni GIUSEPPE TARTINI (1692-1770): Sonatas para violín solo ANTONIO CALDARA (1671-1736): Suonate a tre Op. 1 per 2
violini, violoncello e basso continuo
Marita Paparizou, mezzosoprano. I Solisti Veneti. Claudi Crtomir Šiškovic, violín / DYNAMIC / Ref.: CDS 721/1-2 (2
Scimone, director / MDG / Ref.: MDG 1744 (1 CD) D2 CD) D10 x 2 El Arte Mvsico / VERSO / Ref.: VRS 2123 (1 CD) D10
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Pues sí, no fue Haydn el primero que se sirvió de Christoph Graupner resulta ser un personaje curio- Que Eduardo López Banzo es una de las figuras
las supuestas últimas siete frases que Cristo pro- so –no por su vida, aburrida hasta la desesperación– más sólidas en el campo de la interpretación his-
nunció en la cruz, según los testimonios de los sino por el vivo contraste entre ésta y su obra. toricista española –afortunadamente, cada vez más
cuatro evangelistas, para escribir una de las obras Prácticamente encerrado desde su nombramiento en nutrida– es algo que sabe todo el mundo. Que,
más universales de la música. Antes de que la gadi- la corte de Darmstadt en 1709 hasta que quedó cie- además, es un espléndido intérprete de Haendel lo
tana hermandad de la Santa Cueva encargara, en go en 1754, a fin de cumplir con las exigencias musi- ha demostrado con dos de sus óperas de ámbito
1787, una obra instrumental (transformada luego cales de su patrón –su ubérrima producción sacra hispano (Amadigi di Gaula y Rodrigo), recibidas
en vocal) al compositor austríaco sobre este tema, sólo es comparable con la de Telemann– tuvo a su con general aplauso de crítica y público (Vid.
ya habían sido otros los que lo habían abordado. disposición, sin embargo, partituras de muchos de Boletín, nº 165 y 180). Y lo sigue demostrando.
Por ejemplo, Jacobus Gallus (1587), Leonhard los más destacados compositores de la época, de Porque ahora presenta seis conciertos de la Opus
Lechner (1593), Heinrich Schütz (1645) o Augustin manera que su aislamiento pudo ser conveniente- 6 en Challenge Classics. Compuestos en octubre
Pfleger (1670). Y también Graupner, que la com- mente contrapesado. Eso y su propia personalidad de 1739, Haendel perseguía con ellos disponer de
puso en 1743. No hace falta recordar aquí la gran musical contribuyeron a crear un mundo musical material orquestal para completar los programas
admiración que Johann Sebastian Bach sentía por propio y muy característico, que maduró estilística- de su próxima temporada teatral y ofrecer parti-
Graupner ni tampoco que el concejo de Leipzig se mente desde el último barroco hasta lo galante y turas –lo que se traducía en ingresos extras– para
decantó por él antes que por el susodicho Bach transicional. Maestro en contrapunto, Graupner sociedades musicales y aficionados. Musicalmente,
para ser el Kantor de la Thomaskirche, si bien no desarrolla un esquema melódico inconfundible, basa- partiendo de la clásica fórmula corelliana, matiza-
pudo ocupar al cargo por no recibir el necesario do en la repetición insistente, a veces casi obsesiva, da y enriquecida con multitud de aportaciones
permiso de su patrón, el Landgrave de Darmstadt. de células motívicas que apenas desarrolla. Y, junto personales, dejó su obra maestra orquestal y, en opi-
Graupner fue un músico prolífico, como lo prue- a ello, goza en particular con la explotación de los tim- nión de Michael Talbot, “el mejor compendio del
ba el hecho de que se conserven, sólo en Darmstadt, bres, combinando toda clase de instrumentos. Uno concierto barroco en su totalidad”. López Banzo
1.418 cantatas suyas. Die sieben Worte Jesu am Kreuz de los que gozó de su particular favor fue el chalu- ha seleccionado los conciertos primero (HWV
no es una pasión propiamente dicha, sino un ciclo meau, instrumento relacionado con el clarinete, aun- 319), cautivador en su conjunto; quinto (HWV 323),
de siete cantatas, que tampoco fueron agrupadas que no antecesor de éste, como a veces se repite. Y que va de la solemnidad a la ligereza y la gracia; sex-
bajo este título, sino bajo otro muy parecido: Die a este instrumento se dedica la parte principal del dis- to (HWV 324), que se mueve entre la melancolía y
sieben Worte des Heylands am Kreuz. Como suele co que tengo entre las manos. Si hay un sustantivo la danza; octavo (HWV 326), el más próximo al
bastante habitual en estos casos, la obra no volvió que puede describir este disco es extravagancia. Sólo concerto da camera italiano; décimo (HWV 328),
a escucharse nunca más después de su estreno, pensar en una obertura para dos trompas, timba- dominado por los movimientos rápidos; y undé-
hasta que en 2005 la recuperó la directora y clave- les, dos chalumeaux, fagot, cuerda y bajo continuo da cimo, (HWV 329), virtuosa, original y contrasta-
cinista canadiense Geneviève Soly, quien le viene cabal idea del gusto de nuestro compositor por los da reelaboración de otro anterior. ¿Que cuál es el
dedicando a Graupner una larga e interesante serie contrastes instrumentales. No es ajeno a esta extra- resultado? Un Haendel nuestro y distinto a lo habi-
de grabaciones tanto de obras vocales como ins- vagancia Gunar Letzbor –una criatura nocturna, tual: una interpretación apasionada que aúna fuer-
trumentales y para clave en el sello Analekta. Estas como decía el difunto Michel Bernstein– y sus músi- za y poesía, calor y color, seriedad y expresividad,
siete cantatas de Graupner son sumamente expre- cos, quienes acentúan lo que de bizarro y peculiar con un acariciante sonido de terciopelo, en la que
sivas y están confeccionadas con la exquisitez que tiene cada compás –largos silencios, articulación nada sobra y en la que hasta la más leve ornamen-
caracteriza a este compositor sajón. Soly se incli- desarticulada (una especie de deconstrucción barro- tación tiene sentido. Una interpretación soberbia,
na por una distribución orquestal parca (diez músi- ca), fraseo cortante, marcada acentuación –casi un con un sólo fallo: no tiene más que seis conciertos.
cos), similar a la que debió de disponer Graupner látigo, a veces– e incluso llegan a aportar en algún ¡Necesitamos los otros seis!
en Darmstadt. Sin alardes superfluos, el cuarteto pasaje ese aroma jenízaro que se ha convertido en el
vocal cumple sobradamente con su cometido. sello distintivo de la manera austríaca de hacer su
barroco. Un disco que no le dejará indiferente.
CHRISTOPH GRAUPNER (1683-1760): Las Siete Palabras de CHRISTOPH GRAUPNER (1683-1760): Chalumeaux (con- HAENDEL MEMORIES: Una selección de los Grandes
Cristo en la Cruz (Primera Grabación Mundial) ciertos, oberturas y sonatas) Conciertos, op. 6
Les Idées Heureuses. Geneviève Soly, reconstrucción y Ars Antiqua Austria. Gunar Letzbor, director / CHALLENGE Al Ayre Español. Eduardo López Banzo, director / CHA-
dirección / ANALEKTA / Ref.: AN 29122 (2 CD) D3 x 2 RECORDS / Ref.: CC 72539 (1 SACD) D1 LLENGE RECORDS / Ref.: CC 72548 (2 SACD) D4 x 2
16 di v e r di antigua
Coincidiendo con la llegada de Haendel a Londres Poco conocidos en nuestros días (es esta la prime- Hace unos años se discutió con fuego y albacete-
(o, tal vez, a causa de la llegada de Haendel), se ra grabación integral de la colección), los doce ña en los foros de música cibernéticos acerca del
establecieron en la capital británica numerosos conciertos para violín opus 1 de Carlo Tessarini carácter de Johann Christoph (o John Christopher)
músicos italianos. Uno de ellos fue un discípulo del gozaron de una muy considerable reputación y Pepusch como compositor fundamental en la
gran Corelli, Giovanni Stefano Carbonelli, el cual difusión en ámbito europeo, perfectamente com- Historia de la Música. Mi personal opinión dista
se ganó el respeto y la admiración de los londi- parable con la que en aquellos mismos años expe- mucho de considerarlo como tal. Ello no obsta,
nenses gracias a los diez años en los que ofició de rimentaba la música de Vivaldi. La fortuna de estos sin embargo, a que merezca una atención muy
líder en la orquesta del Theatre Royal de Drury conciertos había empezado antes de su publica- superior a la prestada hasta la fecha. Y, de paso, se
Lane. Cuando Carbonelli decidió en 1730 ejercer ción en Ámsterdam en 1724. Ya en 1716, Pisendel pueden deshacer algunos equívocos sobre el per-
de freelancer, lo sustituyó Richard Jones, quien no había copiado en Venecia cuatro de ellos para su sonaje, pues Pepusch ha pasado a la Historia como
sólo heredó el cargo, sino al parecer también la propio uso y los había dado a conocer en Dresde. creador de un sainete musical –The Beggar’s Opera–
tradición violinística corelliniana. De la vida de Otros cuatro serían utilizados por Telemann en en el que su única contribución consistió en la
Jones hay poca literatura: trabajó en Drury Lane 1725 como “sinfonías” en el marco del estreno de obertura y la armonización de melodías popula-
a las órdenes de Carbonelli y fue precisamente allí su Pimpinone en Hamburgo. res inglesas y cuya verdadera importancia descan-
donde se estrenó, en 1723, la segunda de sus obras Nacido en Rimini alrededor de 1690, Tessarini sa en la feroz sátira política que contiene contra el
de las que se tiene noticias, Apollo and Daphne (la desempeñó la primera parte de su actividad en Primer Ministro Walpole. Musicalmente nada
primera es la cantata While in a Lovely Rurall Seat, Venecia hasta que en 1731 consiguió un cargo musi- aporta, ni anticipa futuras evoluciones del teatro
de 1720). No fue un compositor prolífico y prác- cal en el duomo de Urbino. Aquí permaneció musical. Donde verdaderamente destacó nuestro
ticamente toda su música se halla extraviada. En durante tres décadas aunque con frecuentes inte- hombre fue en el concierto; de hecho fue el prin-
2006, la clavecinista húngara Judit Peteri grabó, rrupciones en Italia y en el extranjero, donde su pre- cipal compositor del género en Inglaterra duran-
para Hungaroton, tres de las seis suites para clave sencia era solicitada a menudo: Brno, Frankfurt, te la primera mitad del siglo XVIII. Así, de la mano
que escribiera en 1732. En 2009, Mitzi Meyerson París, Arnheim y finalmente Holanda, donde trans- de Ramée, The Harmonious Society of Tickle-
grabó íntegramente para Glossa esas seis suites. currió sus últimos años de vida y donde murió Fiddle Gentlemen –conjunto londinense que toma
Tanto debió de gustarle Jones a la clavecinista nor- alrededor de 1767. su nombre de la expresión utilizada por el poeta
teamericana que ha grabado ahora, junto a la vio- El opus 1 de Tessarini retoma la tipología for- Ned Ward para describir la que comenzó como
linista Kreeta-Maria Kentala y al violonchelista mal del concierto vivaldiano y también algunos de agrupación de notables ingleses aficionados a la
Lauri Pulakka, ambos fineses, otro de los juegos sus modos más característicos, pero sin la genia- música y acabó siendo la matrona de la primera
de música instrumental que se conservan del inglés: lidad y el ímpetu que caracterizan al veneciano. serie de conciertos públicos de pago del mundo, de
los ocho Chamber Airs for a Violin and Thorough Se trata de música elegante y bien armada, donde la que Pepusch, como Haendel, formó parte– da
Bass (1735). De no saber que fue Jones quien las el brío se ve sometido a cierta contención, desta- buena cuenta de seis jugosos conciertos y dos ober-
compuso, estas ocho sonatas podrían perfecta- cando el lirismo de los movimientos lentos. El turas en los que predomina absolutamente el ele-
mente pasar por hijas de Corelli, pues la calidad que Ensemble Guidantus interpreta estas páginas con mento italiano –las sombras de Vivaldi y Albinoni
atesoran es extraordinaria. Pero si impresiona la entusiasmo, propiedad y convicción, si bien se les son muy evidentes–, con violines, chelos, oboes,
música de Jones, no impresiona menos la inter- podría reclamar un mayor abandono en los movi- fagotes y trompetas dándose la mano en unas obras
pretación. Meyerson no necesita a estas alturas mientos lentos de algunos conciertos como el nº muy bien elaboradas y colmadas de inspiración.
presentación alguna, pero se me antoja que es un 11, llevado a una velocidad muy sostenida. Música tal vez no fundamental, pero sí bella y
pecado mortal no haber tenido noticias antes de curiosa.
sus dos acompañantes finlandeses (especialmen-
te, de la violinista). El disco es, desde cualquier
ángulo que se contemple, una alhaja.
RICHARD JONES (?-1744): Aires de cámara para violín (y CARLO TESSARINI (1690-1767): Integral de conciertos para JOHANN CHRISTOPH PEPUSCH (1667-1752): Conciertos y
bajo continuo) violín, op. 1 oberturas para Londres (Primera Grabación Mundial)
Kreeta-Maria Kentala, violín. Lauri Pulakka, violonchelo. Mitzi Marco Pedrona, violín barroco. Ensemble Guidantus / INDE- The Harmonious Society of Tickle-Fiddle Gentlemen. Robert
Meyerson, clave / GLOSSA / Ref.: GCD 921806 (1 CD) D2 SENS! / Ref.: CAL 1207 (2 CD) D3 x 2 Rawson, director / RAMÉE / Ref.: RAM 1109 (1 CD) D2
clasicismo 216 / julio-agosto 2012 17
Sinfonías de los vástagos de Bach Conciertos para flauta de Quantz Soberbio CD Boccherini por
por Ewald Demeyere, en Accent por Frank Theuns en Accent La Real Cámara, en Glossa
Pablo del Pozo Stefano Russomanno Francisco de Paula Cañas Gálvez
El joven Bach Concentus de Ewald Demeyere está Johann Joachim Quantz, el mayor flautista del barro- De entre la prolífica producción boccheriniana de
llamado a encabezar la nueva hornada de conjun- co alemán y posiblemente uno de los más grandes finales de la década de 1770, los Sei quartettini per
tos historicistas venida de Bélgica; talentosa tierra, de la historia de la música, ligó su destino al de su due violini, viola e violoncello op. 26 sobresalen,
no lo olviden, de agrupaciones tan indispensables señor, Federico II de Prusia, a quien impartió cla- quizá, como uno de los ejemplos más sobresalien-
para el melómano de la música antigua como La ses de instrumento además de tener un destacado tes de la madurez estilística del de Lucca en sus
Petite Bande, Il Fondamento, la Orchestra of the papel dentro de la vida musical de su corte en la años de mayor esplendor personal y creativo.
Eighteenth Century o Anima Eterna. El excelso cla- doble faceta de instrumentista y compositor. Sobra Publicados poco después por Artaria, hacia 1785-
vecinista, a quien admiro especialmente por un decir que en el inmenso catálogo de Quantz la flau- 1790 se redactó una copia anónima readaptada al
disco con obras de Wilhelm Friedemann, presen- ta tiene un predominio casi absoluto (¡281 concier- clavecín o pianoforte cuyo original se conserva
ta su tercer registro con el grupo que lidera (tras tos y 184 sonatas!) que sirvió para saciar la desmedida actualmente en la Sächische Landesbibliothek de
grabar a Johann Bernhard Bach y a Telemann, tam- pasión que el soberano sentía por el instrumento. Dresde. Es, precisamente, esta versión con el pia-
bién en Accent): una selección de sinfonías de tres Quantz fue un gran conocedor de todos los lengua- noforte como protagonista la que ahora nos ofre-
de los cuatro hijos de Bach que hicieron carrera jes musicales entonces en boga en Europa, si bien ce La Real Cámara.
como compositores. Perdonémosle la ausencia en se sirvió de ellos para realizar una mezcla estilísti- Con una formación renovada en cuanto a sus
esta ocasión del primogénito del “viejo peluca”, ca sorprendentemente homogénea. Ello hace que los miembros (viola y violonchelo), el liderazgo insus-
que la inclusión, a cambio, de dos ejemplos del cuatro conciertos incluidos en la presente graba- tituible de Emilio Moreno y la brillante participa-
apenas frecuentado Johann Christoph Friedrich ción puedan considerarse, a pesar de su exiguo ción de Arthur Schoonderwoerd, Glossa nos ofrece
(apenas frecuentado, pero no por ello exento de la número, representativos del conjunto total. la que con total seguridad es la mejor versión que
genialidad familiar) bien que lo merecen. Así como La audición permite identificar las dos líneas existe de esta extraordinaria colección de cuarte-
la presencia de otras dos sinfonías poco conocidas maestras que recorren la producción de Quantz: la tos y, sin duda, una de las mejores lecturas bocche-
del bien conocido benjamín, Johann Christian, y primera, italianizante, remite sobre todo a la lección rinianas de los últimos años, sólo equiparable,
en especial de aquella en sol menor, cual vigesi- de Vivaldi, con la flauta ejerciendo un papel análo- claro está, a las mismas realizadas por Moreno
moquinta mozartiana, que dinamita cualquier insi- go al del violín en los conciertos del veneciano. La con el Ensemble 415 o más recientemente con La
nuación de esa frivolidad con la que solía acusarse segunda refleja el universo musical de la corte de Real Cámara.
al Bach de Londres, otrora de Milán. Y para Sturm Berlín y muestra varias afinidades con los concier- Sobre estos presupuestos, el lector debe haber
und Drang, permitámosle también, y con sumo tos de Carl Philip Emmanuel Bach. A este último advertido a estas alturas mi admiración, respeto y,
placer, otra versión más de la apabullante Wq. 177 grupo pertenecen los conciertos en sol menor y la si se quiere, hasta mi reverencia por la trayectoria
de Carl Philipp Emanuel; convertida ya, con todo menor, que presentan un acusado rasgo sturm und de Moreno, una carrera que ahora culmina con
merecimiento, en obra de repertorio para toda drang, perceptible en el calibrado dramatismo de los este magnífico disco compacto que difícilmente
orquesta dieciochesca que se precie. Frescura, cla- movimientos iniciales y en el lirismo inquieto de los podría defraudar, incluso al espíritu más exigen-
ridad y decisión caracterizan a estas visionarias movimientos centrales. En cambio, los conciertos te. Impecable ejecución musical, conocimiento del
sinfonías tempranas y a este enorme Bach en re menor y sol mayor desprenden un talante más repertorio, respeto absoluto por una partitura bri-
Concentus, denominación que, conviene subra- brillante y despreocupado, si bien el Lento del con- llantísima, soberbia presentación, estos son, en mi
yarlo, no es solo un homenaje a Johann Sebastian cierto en sol mayor asume los modos de un intro- opinión, los rasgos definitorios, por otra parte
sino a toda su estirpe. Estén pues atentos, que aún vertido recitativo instrumental. habituales en el sello escurialense, de un disco al
les quedan muchos tesoros con los que deslum- Estos conciertos, que alegraron en su día los que no tardarán, ustedes mismos lo podrán com-
brarnos si siguen buceando así de bien en tan oce- oídos de Federico II, consiguen el mismo efecto probar, en lloverle las distinciones y los elogios
ánico apellido. sobre el oyente moderno, máxime en la excelente más superlativos.
versión de Frank Theuns y el conjunto Les
Buffardins.
SINFONÍAS DE LOS HIJOS DE BACH: Obras de Johann
Christoph Friedrich, Johann Christian y Carl Philipp EL MAESTRO FLAUTISTA DEL REY: JOHANN JOAQUIM
Emanuel Bach QUANTZ (1697-1773): Conciertos para flauta LUIGI BOCCHERINI (1743-1805): Seis cuartetos para clave
o pianoforte, vioín, viola y bajo obligado (G259)
Bach Concentus. Ewald Demeyere, director / ACCENT / Frank Theuns, flauta travesera. Les Buffardins / ACCENT /
Ref.: ACC 24257 (1 CD) D2 Ref.: ACC 24258 (1 CD) D2 La Real Cámara / GLOSSA / Ref.: GCD 920312 (1 CD) D2
18 di v e r di clasicismo
Carmen Veneris se muda en cuarteto para rememorar al compositor Carpenter y la Tapiola Sinfonietta
italiano y director de la Real Cámara de Carlos IV en Concertos para viola de Kraus
Andrés Ruiz Tarazona Martin Lasalle
imprevisible (certera, valga la redundancia, cuan- apreciación. Con la comodidad de efectuar la gra-
do acertaba) Mara Zampieri y, entre nosotros, una bación en estudio, las posibilidades aumentan,
todo terreno como es Angeles Blancas, actriz-can- aunque en vivo, junto a Mariella Devia en Ancona
tante de primera magnitud, y muy recientemente 2007, ya fue el tenor catalán capaz de adelantar
una chica a tener en cuenta: Saioa Hernández. tan rutilante oferta. En Pietosa al padre, punto álgi-
Opera Rara, ya pasada la hora de la fascinan- do del extenso y significativo dúo entre Imogene
te Nelly Miricioiu, ha elegido para su plasmación y Gualtiero, tanto Bros como Giannattasio elabo-
discográfica, como siempre presentada de mane- ran un instante belcantista de emocionante reali-
ra ejemplar y al completo (dura casi media hora más zación. Ludovic Tézier completa el terceto con
que la grabación de Callas, en vivo y con aplausos) comodidad y holgura, un barítono noble de líricos
a una “de la casa”, con la que ha trabajado ya en colores y acentos ajustados a una parte como la
anteriores ocasiones (Ermione, Elena, Parisina): de Ernesto que le va bastante mejor que algunos
Carmen Giannattasio. Esta joven y bella soprano, personajes verdianos asumidos por este impor-
que estudió con Leyla Gencer, que de lo que es el tante artista. La rudeza natural del personaje vie-
canto belliniano sabía lo suyo y lo de los demás, ne matizada por varios momentos de canto más
ofrece un resultado notable. Sin forzar sus pre- sosegado e introspectivo, diferentes estados de
ciosos medios de soprano lírica, con ciertos toques ánimo que Tézier distingue con sus medios atrac-
Opera Rara ha jugado con nuestra paciencia. Tras o disposiciones de ligera, procura informar del tivos y solventes. Prueba de ellos, entre otras, es la
una larga espera, quebrantando sus anunciados conflicto que vive la noble dama siciliana. Lo con- capacidad de dar relieve a su página de presenta-
planes de publicación, nos llega con bastantes sigue a través de un canto cuidadosísimo, aprove- ción que, dicho sea con honradez, es de lo más
meses de retraso la ansiada grabación del que fue- chando las oportunidades de los ricos andantes vulgar y menos interesante de una partitura tan
ra el primer éxito belliniano, Il pirata, su segunda bellinianos, sacando adelante las algo traidoras llena de aciertos. El resto del equipo, como de cos-
grabación completa de una ópera del siciliano tras cabalette (con variaciones dinámicas en la repeti- tumbre, son cantantes asociados a la casa discográ-
La Straniera. Valió la pena tanto desasosiego. Il ción, como corresponde), enfrentándose a tenor fica que cumplen con profesionalidad en partes
Pirata no ha tenido la difusión de otras partituras y barítono con dominio de la parte y credibilidad de bastante menor relieve, aunque sus instrumen-
bellinianas, sin duda superada por su producción en las consecuencias. Destaca
posterior, esa mágica trilogía que integran Norma, sobre todo la parte victimaria
Sonnambula y Puritani. Maria Callas, tras ser Elvira, de esta heroína tan precurso-
Amina y la mejor Norma de los tiempos moder- ra de numerosas figuras poste-
nos, vio sin vacilación las posibilidades que tam- riores en el tan fértil capítulo
bién podría facilitarle su atormentada protagonista, que fue el Ochocientos italia-
Imogene, sacándola a la luz en mayo de 1958 para no. Quizás la cantante supera
la Scala de Milán, cinco funciones de las que (inex- a la actriz, pero en este terre-
plicable y desgraciadamente) no ha quedado cons- no ya nos lo ha dado todo
tancia discográfica. Algún día… Meses antes que Callas, ¿para qué queremos
la Callas en Milán, Anna de Cavalieri (americana más? Gualtiero, el tenor ena-
de origen, italiana de adopción, siempre un poco morado de una soprano que,
a la zaga de la ilustre soprano griega) la había pre- para no variar, se ha casado
cedido en una lectura del Pirata muy respetable con el barítono, fue escrito
para la RAI turinesa. para Giovanni Battista Rubini,
Inciso: la Callas también se planteó interpre- uno de los nombres míticos de
tar Alaide, y con la partitura de La Straniera bajo la historia del canto, el proto-
el brazo embarcó en el Christina de Onassis para tipo del héroe romántico por la
estudiarla durante el que sería un crucero desas- delicadeza de su canto en
troso para su carrera y para su vida personal. medio de repentinas manifes-
Para conformarnos con la Imogene de Callas, taciones de furor y con una tesitura aguda bastan- tos vocales no sean a veces de índole demasiado
hubimos de contar con su interpretación concer- te considerable. Mirto Picchi, Bernabé Martí, Pier agradable. De la calidad de la orquesta (Filarmónica
tística en el Carnegie Hall de Nueva York en 1959, Miranda Ferraro, Flaviano Labò, Stuart Neill, de Londres) y de las masas corales (Geoffrey
con unos acompañantes algo indignos de medir- Marcello Giordani, al completo, dieron al ator- Mitchell), que tienen mucha oportunidad de lucir-
se con ella. Más si los comparamos con los que mentado pirata sicologías bien diferentes, de resul- se, su sola cita exime de los elogiosos comentarios
había contado en la Scala: Franco Corelli y Ettore tados distintos, y solamente Giuseppe Morino que merecerían. Lo mismo que sus directores,
Bastianini. Tras la Callas y la Cavalieri, (teniendo pareció acercarse al ideal, aunque para ello nos Renato Balsadonna (quien ha modelado a la per-
en cuenta que Renata Scotto, la más cualificada obligara a soportar un timbre “caprino”, con un fección el actual coro titular de Covent Garden) y
para seguir el modelo de la griega, sólo cantó la vibrato molesto. No debe parecer una exageración David Parry, cuya experiencia en el bel canto
escena final de la heroína), Montserrat Caballé el considerar a José Bros como el más genuino romántico es hoy día inigualable.
puso la aséptica exquisitez de su canto y su limpie- heredero del arte de Rubini, al menos el más cer-
za impoluta de sonidos en una Imogene que fue cano, y en consecuencia el mejor cualificado para VINCENZO BELLINI (1801-1835): Il pirata
retomada después, entre otras menos dignas de traducir a este héroe, un fuera de la ley como corres-
consideración, por la vista y no vista Lucia Aliberti, ponde a la estética romántica. Canto impecable, Ludovic Tézier, Ernesto. Carmen Giannattasio, Imogene.
José Bros, Gualtiero. Mark Le Brocq, Itulbo. Brindley Sherratt,
la corajuda Adelaida Negri, una desprendida y bas- legato de manual, comodidad para moverse en la
Goffredo. Victoria Simmonds, Adele / Geoffrey Mitchell
tante generosa Renée Fleming de camino hacia complicada tesitura, gusto inatacable y charme per- Choir. London Philharmonic Orchestra. David Parry, director
otros repertorios, la infalible Mariella Devia, la sonal… todas son cualidades para acreditar tal / OPERA RARA / Ref.: ORC 45 (3 CD) D3 x 3
20 di v e r di ópera
notable cantante. Versión para disfrutar de, hay lado las posibilidades inmensas de su personaje. Al
quien lo dice, la mejor ópera pucciniana, por el menos no se lo “comen” sus otros más dotados y
fraseo de incalculables matices del tenor; por el carismáticos compañeros.
canto y la inmaculada caracterización de la sopra- Un mes y cuatro días más tarde, Di Stefano
no. se encuentra en la Scala milanesa para un ardoro-
Marzo de 1961 en un retorno europeo, a París, so Calaf de Turandot, un príncipe “ignoto” que
para escuchar la versión francesa de Rigoletto, el nunca registró en estudio: la EMI prefirió colocar
bufón que con el cambio de idioma vuelve a hablar en su lugar a Eugenio Fernandi cuando la planteó
el original de Victor Hugo. Un terceto galo de cali- con su compañera de siempre la Callas. Di Stefano,
dad asegura la conveniente realización, al que mere- como tres años antes en el mismo escenario, ha de
cería la pena añadir por méritos equiparables y competir con la opulencia sonora de la mejor
suficientes la Maddalena de Denise Scharley, una Turandot que escucharse pueda desde Eva Turner:
de las Carmenes francesas más dignas de haber- Birgit Nilsson. Aunque el duelo no es tan sobre-
lo sido. Robert Massard da a Rigoletto una esta- cogedor como cuando la sueca se enfrentaba a
tura reconocible, Renée Doria (tan encantadoras Franco Corelli, merece la pena disfrutar también
Juliette y Mireille y luego, en contraste, tan seduc- este inflamado mano a mano. Pese a que nos incli-
toras Thaïs y Fanny de la Sapho de Massenet) da namos más ante el lirismo de la Liù de la anterior
Myto, Walhall, Andromeda y Archipel, un cuarte- a Gilda lo que le corresponde y el Duque es uno función recordada, la deliciosa y tan italiana
to de ases en registros discográficos en vivo, están de los mejores tenores que ha dado Francia, de Rosanna Carteri, ahora Leontyne Price pone en la
empeñados en que no olvidemos nuestro inme- atractivos coloridos, canto impecable (a lo Kraus, humilde esclava una voz de una dimensión y sen-
diato pasado lírico-operístico. Y así, proponen a baste decir esto) y aptitudes desenvueltas: Alain sualidad considerables. Nicola Zaccaria al frente
la atención de los ansiosos melómanos nacionales Vanzo. En el foso, Jesus Etcheverry, otro profe- de un equipo inequívocamente escalígero (donde
una media docena de oportunidades de renovar o sional con clase y pericia. Kostas Paskalis en, nada menos, Ping) da a Timur
enriquecer la discoteca personal. Con reposicio- De París a Reggio Emilia, en Italia. Pavarotti, la esperada autoridad a un conjunto, que desde el
nes tan jugosas como el primer Rodolfo de Luciano él nos lo cuenta con todo lujo de detalles en su foso destaca el sonido imponente de Molinari-
Pavarotti o el inusitado Des Grieux pucciniano de libro Mi propia historia, debutó aquí con un per- Pradelli en una de sus más privilegiadas partituras.
Bergonzi. Con recordatorios de dos sopranos en sonaje que se convertiría en su segunda piel: Redondean esta función fragmentos de otra, esta
lo mejor de sus posibles, como la insuperable Rodolfo de Bohème. Personaje a medida de su per- vez en Viena y con La forza verdiana en el atril de
Turandot de Nilsson o la prodigiosa Tosca de sonalidad, su vocalidad y su lirismo. Esa velada, Di Stefano. Aquí termina este fascinante recorri-
Crespin, la única en su momento que podía hacer- dirigida por un prestigioso Francesco Molinari- do operístico. Para mejor deleite, las grabaciones
le alguna sombra a la de Callas. Pradelli, nos lo rescata en toda su espontánea y técnicamente son de buen nivel.
Comienza este relato con un Requiem verdia- apasionada juventud con el timbre ya irresistible-
no importante por el clima de la captación (Festival mente bello y comunicativo. De todos sus compa-
de Edimburgo, agosto de 1960), por la sutilísima, ñeros, premiados en un mismo concurso (Alberta
mística dirección de Carlo Maria Giulini; por el Pellegrini, Bianca Bellesia, Vito Mattioli), sólo hizo
GIUSEPPE VERDI (1813-1883): Misa de réquiem
reparto tan italiano en lo mejor de sus días algo de carrera el bajo encargado de Colline, Dmitri
(Fiorenza Cossotto, el poderoso Luigi Ottolini, Nabokov que, entre otras cualidades, era el hijo Sutherland, Cossotto, Ottolini, Vinco. Carlo Maria Giulini,
Ivo Vinco) donde la soprano (Joan Sutherland) del escritor de ese apellido, el autor de Lolita que director (1960) [primera grabación] / MYTO HISTORICAL
LINE / Ref.: 1CD 00309 (1 CD) D7
pone una especial nota de color y personalidad; en cine ha adquirido los rostros de Sue Lyon y
por la clase de orquesta y coros (los de la Filarmonía Dominique Swain. Es el primer Rodolfo pavarot- GIACOMO PUCCINI (1858-1924): Manon Lescaut
de Walter Legge). Una experiencia inolvidable tras tiano, el del comienzo de una enorme lista que lle-
cada escucha. ga hasta el de la conmemoración del estreno de La Kirsten, Sereni, Bergonzi, Baccaloni / Orquesta y Coro del
Metropolitan. Fausto Cleva, director (1960) / WALHALL /
Saltamos de Edimburgo a Nueva York, del Bohème en Turín en 1996. Más de tres décadas Ref.: WLCD 0363 (2 CD) P.V.P.: 11,90 €.-
Verdi religioso al Puccini más mundano, cuatro calentando la “manina” de Mimìs tan susceptibles
meses más tarde de ese mismo 1960. Nada más de merecer ese calentamiento como Freni, Scotto, GIACOMO PUCCINI (1858-1924): Tosca
comenzar Manon Lescaut se capta que está en Izzo d’Amico, Lorengar, Cotrubas, Focile… Crespin, di Stefano, Otakar Kraus, Robinson / E. Downes,
manos de un auténtico director-concertador con Pocos días más tarde, nos trasladamos de la director (1961) / MYTO HISTORICAL LINE / Ref.: 2CD 00311
una experiencia de 40 años en fosos operísticos: Emilia Romagna peninsular a Londres, siempre (1 CD) D10
Fausto Cleva. En medio de los habituales nom- con Puccini: Tosca. Un director de la casa, Edward
GIUSEPPE VERDI (1813-1901): Rigoletto
bres de la compañía metropolitana de entonces Downes, pone en pie una versión de indudable
(Charles Anthony, de Paolis, Cehanovsky, Sgarro, fuerza teatral y dramática. Se la dan Régine Vanzo, Massard, Doria, Adam / Jesús Etcheverry, director
etc.), unos a punto de dejar el teatro, otros comen- Crespin, francesa pero muy mediterránea (de (1961) / WALHALL / Ref.: WLCD 0362 (2 CD) P.V.P.: 11,90 €.-
zando un periplo que alcanza tres décadas más (el Marsella, ya se sabe), espléndida de medios e inten- GIACOMO PUCCINI (1858-1924): La Bohème
caso del sólido comprimario Anthony), emerge ciones en una noche gloriosa donde la voz carece
un terceto de calidad: Salvatore Baccaloni, un de algunas durezas que afeaban su siempre certe- Pavarotti, Pellegrini, Bellesia / Orquesta y Coro del Teatro
Geronte di Ravoir de la vieja y gran escuela, ro canto; un Giuseppe di Stefano (siciliano para Municipale Reggio Emilia. Dir.: Francesco Molinari Pradelli
(1961) [el debut de Pavarotti] / ARCHIPEL / Ref.: ARPCD
Bergonzi desde luego (en un personaje poco aso- más datos), un año antes de la grabación de estu- 0487 (2 CD) P.V.P.: 13,95€.-
ciado a su carrera, de ahí el interés de este regis- dio con Karajan, mejor de posibles y con más gene-
tro) y la glamurosa en todo el mejor sentido de la rosa matización. Scarpia es Ottokar Kraus, checo GIACOMO PUCCINI (1858-1924): Turandot
palabra Dorothy Kirsten, de carrera esencialmen- nacionalizado inglés (por eso no es raro encon- Nilsson, Klein, Zaccarina, Di Stefano, Price / Orquesta y Coro
te americana con pocos registros oficiales capa- trarlo aquí) quien, más proclive a lucirse en otros de la Ópera de Viena. Dir.: Federico Molinari-Pradelli (1961)
ces de dar cuenta de una interesante artista y repertorios, es capaz no obstante de no dejar de / ANDROMEDA / Ref.: ANDRCD 9110 (2 CD) P.V.P.: 13,95€.-
ópera 216 / julio-agosto 2012 21
¡Más madera!
La Valquiria, selecciones de Tristán y Réquiem de Verdi en grabaciones de los años treinta a sesenta
con las batutas de Barbirolli, Furtwängler, Leinsdorf y Schmidt-Isserstedt
Miguel Ángel González Barrio
el serio y contenido (algo monótono quizá) Rey Sieglinde de raza, voz generosa, bien proyectada,
Marke de John Gurney, voz importante, noble, de con un centro carnoso. La gran Nilsson, en su pri-
volumen generoso. Lo que convierte a esta graba- mer broadcast del Met como Brünnhilde, es una alti-
ción en algo excepcional es la dirección febril, alu- va estatua de mármol hasta el anuncio de la muerte.
cinada, a veces casi fuera de control (pasión A partir de aquí el mármol se ablanda, y el acera-
desbordada), de Barbirolli, que por su recreación do instrumento de la soprano sueca se torna dúc-
de ambientes (lo que permite apreciar el discreto til y expresivo. Irene Dalis, de generosos medios,
sonido), poder evocador, pasión, nervio, presen- intérprete inteligente, sutil, redondea una memo-
cia constante, me ha recordado al gran Carlos rable Fricka. El error, que pesa mucho, es el Wotan
Kleiber. Este Acto II de Tristán también ha apare- innoble de Otto Edelmann, un vozarrón fuera de
cido recientemente en el sello West Hill Radio control, de afinación dudosa, intérprete plano y
Archives (WHRA6044), y en un disco privado tosco, con problemas vocales que se acentúan a
italiano (Disco Archivia 1079). medida que la función avanza. He dejado para el
Complementario de la mítica grabación de final algo con lo que no contaba y que contribuye
estudio de 1952 (EMI), el incompleto (sólo actos al interés de la velada: la dirección fogosa, exalta-
2 y 3) registro berlinés en vivo de Tristán e Isolda da, inspiradora, de un Eric Leinsdorf desconoci-
dirigido por Furtwängler en 1947 (una produc- do (en los 60).
Sorprende que, a estas alturas, sigan apareciendo ción de Frida Leider) ha tenido mucha menor difu- Como remate, y contrapunto a tanto Wagner,
inéditos o rarezas en el mundo de las grabaciones sión y es poco conocido pese a estar disponible una grabación rara, un Requiem de Verdi de 1961
históricas, después de casi treinta años de era digi- en CD desde hace veinte años (Arkadia). Editado dirigido por el sólido Hans Schmidt-Isserstedt,
tal, con lo que eso significó en cuanto a facilidad por varios sellos, Archipel entre ellos, lo reedita director que merece mayor atención. Schmidt-
de reproducción, copia y transmisión. Más recien- ahora Andromeda con sonido mejorable (la mejor Isserstedt obtiene una soberbia respuesta de orques-
temente, internet ha contribuido no poco a este edición, con magnífico sonido, es la de la Societé ta y masas corales (coros de la NDR y la WDR),
fenómeno al facilitar la difusión de documentos Wilhelm Furtwängler francesa). En vivo, que cuentan con imponentes voces graves. La direc-
“privados”, que alguien “sube” generosamente Furtwängler es más carnal y menos metafísico (y ción del fundador de la Orquesta de la Radio de
movido por un espíritu altruista y otros “descar- más rápido). Lo que en estudio es un éxtasis oní- Hamburgo (la menos alemana de las orquestas ale-
gan” con avidez y espíritu coleccionista. Ahora no rico es en el teatro un drama humano. Su puesta manas), directa, eficaz, con indudable sentido dra-
es infrecuente ver editadas en disco grabaciones en música de la noche del segundo acto, con olea- mático, no está exenta de finos detalles orquestales
exóticas que llevan tiempo circulando por internet, das de sonidos perfumados que ascienden hacia el (“Rex tremendae”, exquisito fraseo de la cuerda en
grabaciones de origen dudoso y sonido amateur, clímax y se desvanecen, es pura magia. En el ter- el “Domine Jesu”). Ha sido un descubrimiento la
inferior al de las ediciones oficiales. cer acto, el anhelo de Tristán es envuelto en una soprano polaca Stefania Woytowicz (grabó una
Archipel saca a la luz una grabación de la que mayor intensidad dramática, que llega al paroxis- Tosca en alemán, para DG, con Sándor Kónya,
no tenía noticia: el segundo acto de Tristán e Isolda mo con la anunciada llegada de Isolda. Ludwig Kim Borg y dirección de Horst Stein) de voz bella,
que el 16 de abril de 1939 dirigió Sir John Barbirolli Suthaus, estupendo Tristán de voz voluminosa y centro carnoso, mórbido y agudo radiante. Flojea
a la Filarmónica de Nueva York (Barbirolli suce- tintes oscuros, el favorito de Furtwängler, parece en el “Recordare”, demasiado grave para su tesitu-
dió a Toscanini al frente de la orquesta, de la que poseído por una fuerza superior, un impulso ele- ra de lírica, y en el comienzo del “Libera me”, que
fue titular entre 1936 y 1943, cuando regresó a mental, y se muestra más inspirado que en el estu- pide una voz con más cuerpo. El incombustible
Inglaterra para hacerse cargo de la Hallé), parece dio. Pese a su juventud (sólo contaba 43 años) Erna Nicolai Gedda, con sus característicos agudos
que a instancias de Kirsten Flagstad, que quería Schlüter es ya el rescoldo de una gran Isolda, vis- abiertos y la siempre sublime Christa Ludwig,
cantarlo sin cortes, no como se hacía entonces en ceral, volcánica, toda pasión, rescoldo avivado por completan un cuarteto vocal que es realmente un
el Met. Fue la primera vez que se transmitía com- las ráfagas de una orquesta que bulle. A su lado, la trío de lujo, en el que sólo desentona el bajo pola-
pleto por radio en los EE.UU., como se oye decir incomparable Brangäne de Margarete Klose, toda co Boris Carmeli, de voz áspera, desclasada, ple-
al locutor en la presentación. Flagstad, colosal, calidez y pathos. Atemperado por la batuta, Gottlob beya, calante y con legato escaso.
majestuosa, nos escamotea algunos agudos: unos Frick es un Rey Marke blando y apocado. Hay que RICHARD WAGNER (1813-1883): Tristán e Isolda (Acto 2)
directamente no los da (deja que la orquesta la mencionar también el matizado y conmovedor
Flagstad, Laholm, Szantho, Gurney, Harris / Filarmónica de
tape), otros los cala. Su Tristán es Eyvind Laholm, Kurwenal de Jaro Prohaska. Nueva York. Dir.: Sir John Barbirolli (1939) / ARCHIPEL / Ref.:
nacido Edwin Johnson en Eau Claire, Wisconsin, Hace dos meses comentaba en estas páginas ARPCD 0485 (1 CD) P.V.P.: 7,50 €.-
de padres suecos, un tenor sin suerte y dicen que (ver boletín nº 214) el Prólogo del Anillo del Met
de voz pequeña. Primer tenor de la ópera de Essen, de la temporada 1961-62, y conjeturaba que podría GIUSEPPE VERDI (1813-1901): Misa de Requiem
habitual en Wiesbaden, Stuttgart y Berlín, solo ser el preludio a una edición del Anillo completo. Woytowicz, Ludwig, Gedda, Carmelli / NDR Orchestra. Dir.:
cantó una temporada en el Met, siendo despedi- Nos llega ahora La Valquiria, una buena función (el H. Schmidt-Isserstedt (1961) [Primera Grabación Mundial] /
do sin contemplaciones tras cantar La Valquiria público se muestra entusiasmado) lastrada por un ARCHIPEL / Ref.: ARPCD 0480 (1 CD) P.V.P.: 7,50 €.-
(con Lotte Lehmann y Marjorie Lawrence) y claro error de reparto, al que me referiré en segui- RICHARD WAGNER (1813-1883): La valquiria
Tannhäuser (con Flagstad, Herbert Janssen y Rose da. Jon Vickers, que no empieza cómodo y va supe-
Pauly). Su arranque es prometedor, con una voz rando los problemas y creciéndose a medida que Vickers, Wiemann, Edelmann, Kuchta, Nilsson, Dalis /
tonante, de cierto squillo, pero a mitad del dúo se transcurre la función, demuestra que ya tiene domi- Orquesta y Coro del MET. Dir.: Erich Leinsdorf (1961) /
WALHALL / Ref.: WLCD 0365 (3 CD) P.V.P.: 17,85 €.-
viene abajo, la emisión se torna vacilante, bordea nado el papel, al que presta su canto sutil, variado,
el gallo y abusa de los sonidos afalsetados. La de gran clase, y por qué fue uno de los mejores RICHARD WAGNER (1813-1883): Tristán e Isolda (Actos 2 y
Brangäne de la húngara Enid Szantho es una agra- Siegmunds de los 60. La norteamericana Gladys 3)
dable sorpresa: voz carnosa, oscura, de generoso Kuchta, que hizo carrera en Europa (llegó a can- Suthaus, Frick, Schlüter, Prohasja, Klose / Staatskapelle
caudal, y con una pasmosa facilidad para regular tar Brünnhilde en Bayreuth en 1968 y 69, y susti- Berlin. Dir.: Wilhelm Furtwängler (1947) / ANDROMEDA /
el sonido. Sorprende igualmente, por su calidad, tuyó a Birgit Nilsson como Isolda en 1968), es una Ref.: ANDRCD 9108 (2 CD) P.V.P.: 13,95€.-
22 di v e r di ópera
Supraphon abre su serie histórica Grandes directores checos Bello recital de Gérard Souzay y
con grabaciones de Rafael Kubelík en los inicios de su carrera Dalton Baldwin en Schwetzingen
Joaquín Martín de Sagarmínaga Arturo Reverter
Carl Czerny recoge en su autobiografía una supues- Segunda entrega de la colección completa de las 32 ¿Un disco con salmos de Otto Nicolai? Si hemos
ta conversación de su padre con Joseph Gelinek (el Sonatas de Beethoven que el pianista francés de ser sinceros, eso es lo primero que se nos pasó
pianista y capellán checo cuyo nombre ha utilizado Francois-Frédéric Guy grabó durante un ciclo de por la cabeza cuando recibimos el presente com-
como seudónimo literario el showman Máximo diez conciertos celebrados en la sala del Arsenal de pacto, y es que si por algo es conocido el autor
Pradera) donde narra una batalla pianística con un Metz. Después de esta publicación, que incluye doce nacido en Königsberg no es precisamente por
joven “poseído por el diablo”, “pequeño, feo, more- sonatas cuyos números de opus están comprendi- haber engrosado ese repertorio, sino más bien por
no y ostinado”, “que tocó composiciones suyas dos entre el 28 y el 101, quedan para la tercera reme- haber compuesto la que a día de hoy sigue siendo
maravillosas”, y que “se llamaba Beethoven”. En sa nueve, los op. 81a, 90, las cuatro últimas Sonatas su obra más famosa, la ópera Las alegres comadres
esta anécdota, que podría situarse en los meses de op. 106 y 109-11, y las tres primeras que forman el de Windsor. Aunque no faltará quien lo recuerde
1792 siguientes a la llegada del compositor de Bonn op. 2. como el fundador de la Orquesta Filarmónica de
a la capital austriaca, Gelinek alude directamente a En el Boletín del pasado mes de diciembre Viena, pero en ningún caso su nombre estará aso-
las variaciones (“Fantaseó sobre un tema mío como reseñé el primer álbum de esta colección. Guy cono- ciado a sus obras corales, de más modesta factu-
nunca escuché al mismísimo Mozart”), un género ce muy bien la música de Beethoven –es también un ra en su mayoría, como es el caso de estas que nos
relacionado con la improvisación o la experimen- notable intérprete de los cinco conciertos para pia- ocupan. Extraña sin embargo que la relación entre
tación pianística en donde Beethoven destacó sobre- no y orquesta, que ya ha grabado–. Pianista muy el compositor y la producción coral no haya sido
manera, tal y como Luca Chiantore ha explicado sólido, seguro de mecanismo, ágil de dedos, es clá- frecuentada con mayor asiduidad, puesto que ésta
en su libro de 2010 (véase Boletín nº 196). Y, una vez sico en la forma de abordar el ciclo, y notable cons- existió desde la juventud de Nicolai, cuando entró
más, ese libro nos sirve de disculpa para continuar tructor de lúcido intelecto. El buen gusto, la claridad en contacto con Carl Friedrich Zelter y la
comentando la impresionante integral pianística y el rigor de la exposición presiden su forma de Singakademie de Berlín, así como cuando ocupó
beethoveniana de Ronald Brautigam (1954) en BIS recrear esta música. el puesto de organista en la capilla de la embajada
que se adentra ahora en el sorprendente mundo de Guy logra excelentes resultados en las dos prusiana en Roma durante dos años, periodo que
las variaciones para piano. El pianista holandés ha Sonatas que forman el op. 49. Perfecto en la cons- aprovechó para formarse en las técnicas compo-
optado por distribuir las obras cronológicamente, trucción, riguroso pero elástico en el tempo, espon- sitivas de la música a capella. Y es que por algo fue
empezando con las primeras series de variaciones táneo en el fraseo, precisa la articulación –clave en elegido para suceder a Mendelssohn como direc-
escritas por Beethoven en Viena entre 1796 y 1802 esta música–, Guy acierta plenamente a restituir el tor artístico de la Catedral de Berlín, sobre todo
(vol. 11) y, a continuación, con las compuestas mayo- humor y el encanto que Beethoven despliega en el porque demostró poseer un estilo depurado y
ritariamente en Bonn entre 1782 y 1795 (vol. 12). Al célebre minueto del op. 49.2. Notable también la sobrio no exento de una deliciosa inspiración meló-
mismo tiempo, ha reservado para cada volumen gran Sonata Waldstein: en la memoria permanece no dica y un acertado sentido de la solemnidad litúr-
una serie de variaciones extensas y representativas: solo la seguridad con que aborda el temible desarro- gica. También por su ductilidad para adaptarse a
las Variaciones “Eroica” Op. 35 (vol. 11) y las llo del primer movimiento sino la deliciosa transi- las reformas litúrgicas. En definitiva, en estas obras
Variaciones sobre “Venni Amore” de Righini WoO 65 ción al final, ese precioso efecto de amanecer. En el que aquí podemos escuchar el autor consigue un
(vol. 12). Ambas composiciones adquieren en manos op. 31 resultan mejor las dos Sonatas extremas que equilibrio perfecto entre la forma y el contenido
de Brautigam un enfoque tan compacto como plu- la central, la célebre Tempestad, cuyos silencios en que resulta muy grato desde los primeros instan-
ral, superior a su anterior registro para Globe, al los movimientos 1º y 2º no alcanzan el valor expre- tes. Si a todo lo anterior se le une la excelente inter-
que contribuyen los fortepianos McNulty seleccio- sivo, la elocuencia prevista por Beethoven, que dan pretación del Kammerchor Stuttgart bajo la
nados (respectivamente el Graf de c.1819 y el Walter a la Sonata un genial sentido de suspense. Bien las dirección de su director habitual Frieder Bernius,
& Sohn de c.1805) pero también la espectacular Sonatas op. 78 y 79 y la Pastoral op. 28; algo menos el deleite que produce el descubrimiento de estas
toma sonora de Ingo Petry. Me quedo, no obstan- las dos grandes, Appassionata y op. 101. Aunque el ignotas obras será doble.
te, con el WoO 63: la opera prima beethoveniana dominio técnico es notable, en el recuerdo pesan
admirablemente escrita a sus doce añitos. demasiado los máximos intérpretes a los que, por
lógicas razones de edad, Guy aún no puede compa-
LUDWIG VAN BEETHOVEN (1770-1827): Integral de la obra rarse: demos tiempo al tiempo. Buena grabación. OTTO NICOLAI (1810-1849): Herr, auf dich traue ich
para piano, vols. 11 & 12 LUDWIG VAN BEETHOVEN (1770-1827): Sonatas, vol. 2 (Salmos)
Ronald Brautigam, fortepiano / BIS / Refs.: BIS SACD 1673 (1 François-Frédéric Guy, piano / ZIG-ZAG TERRITOIRES / Ref.: Kammerchor Stuttgart. Frieder Bernius, director / CARUS /
SACD) D3; BIS SACD 1883 (1 SACD) D3 ZZT 304 (3 CD) D2 x 2 Ref.: CARUS 83.299 (1 CD) D2
siglo XIX 216 / julio-agosto 2012 27
Una orquesta de jóvenes talentos, Le Cercle de Los últimos coletazos del año Liszt, celebrado en Con este compacto se sigue redescubriendo la músi-
l’Harmonie, triunfa en este disco que tiene dos 2011, nos están regalando muestras de su faceta ca del alemán Eduard Franck (1817-1893), que vie-
motivos para ser imprescindible. Uno es la prime- como transcriptor para piano. Este es el caso del ne siendo recuperada del olvido desde 1993, con la
ra grabación mundial de una magnífica y vigoro- disco que el pianista Orazio Sciortino ha grabado publicación de su catálogo y una monografía debi-
sa sinfonía que dormía el sueño de los justos desde para el sello italiano Dynamic. Como intérprete da a Paul y Andreas Feuchte. Nacido en Breslau,
que la compuso Napoléon-Henri Reber entre 1830 joven que es (nació en 1984) se ha dejado seducir alumno de Mendelssohn, estuvo activo en Berna,
y 1850. El segundo es una versión espectacular del por el virtuosismo lisztiano, una destreza de la que Colonia y Berlín. Destacó en la enseñanza, con-
Primer Concierto para piano de Liszt, que se pue- da buena cuenta en este registro. Pero las “acroba- tando entre sus discípulos a su hijo Richard.
de considerar por derecho propio entre las de refe- cias digitales” no suponen el principal interés del También se lo reconoció como solista de piano y
rencia. Entre ambos monumentos sonoros, el álbum, sino el repertorio elegido: obras orquesta- director de orquesta, ramo en que se lo alabó por
violinista Julien Chauvin nos ofrece una neutra les (como Orfeo, el segundo movimiento de la sus versiones de Beethoven. En 1928 se conocieron
versión de Rêverie et Caprice op. 8 de Berlioz. Sinfonía Fausto o la tercera de las Odas fúnebres) en sus memorias. Luego, muy contados artículos suel-
La Sinfonía nº 4 op. 33 de Reber (1807-1880), transcripción pianística de Liszt o de otros músi- tos dieron cuenta de su obra, siempre parcialmen-
rebosa imaginación, y ya desde su primer movi- cos románticos. te.
miento desarrolla una riqueza orquestal y melódi- Sciortino es una de esas rara avis en el mun- Franck se inscribió en la polémica musical de
ca digna de obras cercanas como la Sinfonía en Do do musical actual que ejerce como compositor y su tiempo, dentro de la cual Mendelssohn desem-
de Bizet o la Española de Lalo, con dejes de como intérprete. Probablemente a ello se debe su peñó un papel conciliador y de equilibrio.
Beethoven y Berlioz. El majestuoso segundo movi- interés por el genio húngaro, además de por ser Nacionalismo o cosmopolitismo, luego tradicio-
miento, con huellas del postrer dramatismo mozar- alumno de uno de los pianistas lisztianos por exce- nalismo o ruptura de vanguardia, parecieron dis-
tiano, precede a un atractivo Scherzo de asombroso lencia, Michel Dalberto. En muchos casos, trans- putarse el espacio, aunque hoy no nos alcance el
parecido con el Menuetto de la coetánea Cuarta de cribir una obra sinfónica para piano supone calor de sus hogueras. Franck, como su maestro y
Schubert. La obra se cierra con un animadísimo reconvertir el material a su estadio compositivo su amigo Schumann, era un alemán europeo, admi-
Final que podría ser perfectamente una obertura primitivo, al mismo tiempo que implica renunciar rador de la música francesa, entonces denostada
de ópera mitad Mozart, mitad Rossini. a los timbres orquestales para acercarse a lo más por apátrida y frívola en medios germanófilos. En
El Primer concierto de Liszt, tan peligroso en hondo de las estructuras musicales. De ahí la sor- la obertura Carnaval romano es notorio el paren-
malas manos, resulta aquí realzado en toda su mag- presa al escuchar el conocidísimo poema sinfóni- tesco con la partitura homónima de Berlioz. Pero
nífica turbulencia romántica. Es la primera vez co Los preludios en versión pianística de Karl en las otras obras aquí incluidas, la lección mendels-
que esta obra tan intensa se graba con un piano de Klauser, publicada en 1863 bajo la supervisión del sohniana se impone: claridad de planos, economía
época, y Bertrand Chamayou reluce travieso, vivaz autor. O la transcripción que Ferruccio Busoni de lenguaje, libertad lírica, sentimentalismo conte-
y seductor mientras la orquesta crea imágenes dra- realizó de La danza en la taberna del pueblo, pieza nido pero genuino. Quizá fueron estas contencio-
máticas que parecen pintadas por Delacroix. orquestal que Liszt, a su vez, escribió a partir del nes las que opacaron su fama, dado que, al tiempo,
La orquesta está esplendorosa a lo largo de célebre Vals Mephisto nº 1 para piano. Una segun- florecían los campos exuberantes de Liszt y Wagner.
todo el disco, con un sonido intensamente carnal, da vuelta de tuerca que reinventa la música origi- De todas maneras, la solidez de medios sigue
como piden las obras, y un empuje constante que nal y la dirige hacia las armonías más avanzadas vigente en sus páginas. Baste observar la habilidad
mantiene la tensión y la emoción de principio a de principios del siglo XX. con que está redactada la parte solista del violín en
fin. Hay que felicitar al director, Jérémie Rhorer, la Pieza de concierto o los toques de color que, como
amigo y condiscípulo de Chamayou desde el con- sorpresas, aportan a la masa, dominada por las
servatorio, por su visión y su fértil labor con esta cuerdas, las oportunas intervenciones de los cobres.
asombrosa y joven orquesta. Romántico, sí, pero con un estricto sentido de la
medida, fue Franck. Romántico de alma y clásico
LE PARIS DES ROMANTIQUES: Obras sinfónicas de Reber*, de cuerpo.
Berlioz y Liszt FRANZ LISZT (1811-1886): Una orquesta en el piano (trans- EDUARD FRANCK (1817-1893): Obras orquestales
cripciones para piano de obras sinfónicas)
Bertrand Chamayou, piano. Julien Chauvin, violín. Le Cercle Christiane Edinger, violín. Württembergische Philharmonie
de l‘Harmonie. Jérémie Rhorer, director (*Primera Orazio Sciortino, piano / DYNAMIC / Ref.: CDS 716 (1 CD) Reutlingen. Ola Rudner, director / AUDITE / Ref.: AUD 97686
Grabación Mundial) / AMBROISIE / Ref.: AM 207 (1 CD) D1 D3 (1 CD) D1
28 di v e r di siglo XIX
El catálogo de mélodies de Jules Massenet, que alcan- En esto de las transcripciones, no todos los guita- Alexander Glazunov vivió lo suficiente como para
za la enormidad de 260 composiciones, es el más rristas van igual de encaminados o, tal vez, pasa- asistir a las mayores convulsiones estéticas, polí-
numeroso de todos los debidos a compositores do el cepillo de la postmodernidad por nuestro ticas y militares que se produjeron entre mediados
galos. Edificado a lo largo de casi cinco décadas, ni discurso y arrasadas viejas tablas de valores, con- del siglo XIX y la primera mitad del siguiente. Vio
siquiera su inmensa labor como primer creador líri- vendría decir, sencillamente, que transitan por la guerra mundial, la caída del zarismo y la insta-
co de Francia puso freno a su producción liederís- caminos diferentes. La música de Albéniz, en par- lación y consolidación de la Unión Soviética.
tica. Y sin embargo apenas podemos recordar de él ticular, forma parte del repertorio guitarrístico de Pasaron ante él Stravinski y Schönberg, las vanguar-
alguna mélodie aislada, que resuene en nuestra tal manera que éste, sin aquélla, resultaría prácti- dias y la aparición del cine. Tal vez para no morir
memoria –Élégie, que Alfredo Kraus hizo suya, sería camente incomprensible. Más aún: como mucha en el intento, sobrevivió en las convicciones doc-
una excepción–, frente a tantas gemas que, de Berlioz de su música se conoce y difunde desde hace un trinales y en el lenguaje musical de su formación.
a Poulenc –por no hablar de Duparc, Fauré o siglo en manos de la legión de guitarristas que en Fue quien heredó al Grupo de los Cinco y mantu-
Debussy–, debemos a músicos de más magros catá- el mundo han sido, Albéniz mismo, como reali- vo el tipo, según se advierte en obras de juventud
logos. Su elección de poetas a poner en música sor- dad histórica compleja, se comprendería sin la gui- dedicadas a la orquesta y en el ballet Raymonda, que
prende por su escaso nivel de exigencia; su mundo tarra de una forma innecesariamente incompleta. data de su incipiente madurez (1898).
es el de la romanza de salón mundano, de un senti- Es una simbiosis particular y distinta, por ejemplo, Heredero pero no seguidor servil, nuestro
mentalismo dulzón, no el de las grandes inspira- a la que se establece entre Domenico Scarlatti y la compositor supo valerse de distintas vertientes
ciones poéticas. Dicho esto, es preciso afirmar guitarra. Si detrás del Albéniz guitarrístico está la para resolver su propia obra. El mundo germáni-
también que su trabajo fue fundamental para con- propia tradición de la guitarra contemporánea, co del paisajismo romántico es palmario en sus
solidar el género como tal: él fue el primero en libe- Scarlatti –aunque fue una intuición de los guitarris- poemas sinfónicos La floresta y El mar (él los deno-
rar a la mélodie de la servidumbre del verso regular tas del XX– quiere ser para el repertorio guitarrís- mina fantasías), en tanto el gusto por un Oriente
en provecho de una especie de poema en prosa, y tico una conquista más reciente. Hace tres años, de leyenda y tradiciones inmóviles, deudor del
en conseguir hacer de piano y voz un conjunto indi- Stephen Marchionda dedicó a Scarlatti un disco en colorista magistral de su escuela –estoy señalando
visible en el que una idea musical es iniciada por el mismo sello MDG –uno de nuestros favoritos– a Rimski-Korsakov– luce en Rapsodia oriental. Un
uno y completada por la otra, o cantada por el pri- en el que presenta este monográfico Albéniz. Su comedido pintoresquismo donde se combinan for-
mero mientras la segunda declama el texto; y es enfoque, como señalamos en estas páginas, era el mas bailables con escenas de regusto schuman-
también el primero en aclimatar en Francia el ciclo de una adaptación, sin concesiones técnicas, de niano, ligeramente carnavalescas, nutre Suite
de mélodies a lo Schumann. obras “mayores”: el teclismo scarlattiano, tan idio- característica y Suite de ballet.
Todavía es muy escasa la discografía massene- mático, se pretendía plegar, tal cual, a la guitarra. En cuanto a Raymonda, dada su permanen-
tiana en el género voz-piano: por eso es de agrade- Aquí, el criterio –salvo en lo de obras “mayores”– cia en las temporadas del ramo, cabe señalar su
cer la iniciativa de Timpani de ofrecernos un álbum es el mismo: Marchionda parte de los originales de importancia histórica. Es, seguramente, el último
que nos permite medir el largo recorrido que des- Albéniz con el empeño de solucionar discrepan- gran ballet narrativo del siglo XIX, el trabajo final
de la ya citada Élegie de 1866 (con su bellísimo doble cias que observa en otras transcripciones e inter- de Petipa, obra de equipo en que Glazunov fue
acompañamiento de cello y piano), pasando por un pretaciones guitarrísticas de esta música y devolver trabajando a partir del argumento de la princesa
modelo de ciclo vocal como Poème d’Octobre (1876), al pianismo de Albéniz el vuelo libre romántico Pashkova junto con varios redactores de episo-
se centra en su producción posterior a 1900, que cul- que en aquellas interpretaciones quedaba enjaula- dios, fieles al esquema de danzas y escenas debi-
mina en su colección final Expressions lyriques, diez do como música de salón. Bueno… esto último lo do a Petipa. La evocación medieval sumó un
piezas que alternan canto y declamación compues- matizaríamos pero, ciertamente, Albéniz suena elemento más a la caracterización romántica tar-
tas entre 1909 y 1911 y estrenadas en Mónaco tras grande y serio en la lectura de Marchionda. MDG día. Vale la pena escuchar sucesivamente todos
su muerte por su dedicataria, la contralto Lucy sigue siendo garantía de calidad. estos títulos para aceptar la densidad y el sello per-
Arbell. Excelente interpretación de la soprano Sabine sonal del mundo glazunoviano.
Revault d’Allonnes y el pianista Samuel Jean. ALEXANDER GLAZUNOV (1865–1936): Raymonda*; Obras
JULES MASSENET (1842-1912): Mélodies ISAAC ALBÉNIZ (1860-1909): Serenata (transcripciones para sinfónicas**
guitarra)
Sabine Revault d'Allonnes, soprano. Samuel Jean, piano. USSR State Academic Symphony Orchestra. Dir.: E.
Matthieu Fontana, violonchelo / TIMPANI / Ref.: 1C1191 (1 Stephen Marchionda, guitarra / MDG / Ref.: MDG 1739-6 (1 Svetlanov / MELODIYA / *Ref.: MEL 1001959 (2 CD) D5 x 2 /
CD) D2 SACD) D2 **Ref.: MEL 1001947 (2 CD) D5 x 2
30 di v e r di siglo XIX
Sin palabras, transcripciones de músicas románticas por Miquel Llobet, Brillante debut de Thomas
en fabulosas recreaciones de Stefano Grondona Blondelle como recitalista
Javier Suárez-Pajares Elisa Rapado Jambrina
Osmo Vänskä (1953) es un gran director pero tam- El director neoyorquino Andrew Litton (1959) tie- Rostros de Verlaine: tal era el título inicialmente
bién parece un tipo extraño. Hay un video suyo en ne un sonido en su cabeza que ha intentado crear ideado para el presente álbum, finalmente susti-
Youtube donde silba a modo de acertijo el tema pas- en todas las formaciones con las que ha trabajado tuido por el de Green. Desde sus juveniles Poemas
toral del primer movimiento de la Segunda de como titular: se trata de una mixtura entre la exu- saturnianos, que delataban ya en el título la íntima
Sibelius; en otro podemos verle grabando esa mis- berancia sonora de la Philadelphia Orchestra de convicción de haber nacido bajo el signo de la
ma obra al frente de la Minnesota Orchestra con Ormandy y la mordacidad de la Cleveland Orchestra infelicidad, la vena melancólica de Verlaine glosa
el desconcertante atuendo de lo que parece ser una de Szell. En mayor o menor medida lo ha consegui- los pormenores de su atormentada existencia en
camiseta antigua de la selección futbolística croa- do con sus dos primeras formaciones, la un lenguaje alusivo, “sur le mode mineur”, del que
ta (con llamativos cuadros rojos y blancos ideales Bournemouth Symphony (1988-1994) y la Dallas toda elocuencia queda proscrita. La hondura y
para concentrar a sus músicos en Sibelius). Y es que Symphony (1994-2006), aunque donde más se va sinceridad del sentimiento, la sencillez de su expre-
de tanta rareza no podía salir una versión conven- a recordar su labor es en la Bergen Filharmoniske, sión, no podían sino seducir a los músicos de su
cional de esta música. El director finés inicia aho- que desde 2003 ha situado internacionalmente a un tiempo, entre los que ocupan lugar privilegiado tres
ra en BIS un segundo ciclo sinfónico dedicado a nivel internacional desconocido en su historia (no nombres, tres estilos: la cantabilità directa, exqui-
su compatriota y lo hace con un instrumento que olvidemos que fue fundada en 1765 y tuvo al mis- sita y una pizca salonnière de Reynaldo Hahn; la
ha forjado a la perfección en el Medio Oeste esta- mísimo Grieg como director artístico). La “ameri- singularísima, inconfundible mixtura melódico-
dounidense pero también con la extraña intención canización” de la orquesta noruega puede seguirse armónica de Gabriel Fauré (aquí representado
de mostrarnos otras maneras de hacer estas sin- a través del formidable catálogo fonográfico que por sus Mélodies de Venise), y la revolucionaria
fonías. Vänskä ahonda de forma sorprendente en está registrando para BIS desde 2007 y quizá llegue indagación de Claude Debussy en sus Ariettes
los detalles tímbricos, agógicos y dinámicos, que a su punto culminante con el excelente disco dedi- oubliées en busca de nuevas vías de expresión musi-
tanto aportaron a su ciclo beethoveniano, pero que cado a Gershwin que sale a la venta precisamente cal que extraigan del texto toda su sustancia poé-
ahora dan un perfil nuevo y sorprendente a Sibelius en estos días; entre los precedentes encontramos tica y potencien sus ecos ad infinitum.
donde se fomenta un particular inmovilismo o se brillantes ejemplos dedicados a Mendelssohn, Bruch, Entre los ya numerosos monográficos de mélo-
suavizan las tensiones hasta el punto de evitar esos Liszt, Prokofiev o Stravinski que han sido casi siem- dies sobre Verlaine, distinguen a éste la presencia,
maravillosos momentos climáticos como desaho- pre comentados en estas páginas con gran solven- al lado de los citados, de algunos de sus coetáne-
go (escuchen, por ejemplo, el famoso arranque del cia por Ignacio González Pintos. Ya en su último os –Chausson, Caplet y Eugène Lacroix, cuyas
Finale de la Segunda en el paso del corte 3 al 4 del disco descubríamos lo atractivo que resulta el piezas sobre los mismos textos usados por aqué-
disco). Si a usted las sinfonías de Sibelius le poní- Stravinski de Litton en esa imposible amalgama de llos atestiguan la rica polivalencia verlainiana– y de
an la piel de gallina en algunos pasajes, aquí se ten- aires ravelianos, herencia expresiva rusa provenien- dos autores de ahora mismo, los belgas Bernard
drá que olvidar de reflejo pilomotor alguno. A te de Rachmaninov, pero sin renunciar al incisivo Foccroulle –que descoyunta los poemas en una
cambio escuchará detalles sorprendentes o dis- acercamiento de los registros de Boulez en Cleveland cuidadosa alternancia de virtuosismo instrumen-
frutará de un dominio impresionante de las textu- que él tanto admira. Este Stravinski, a medio cami- tal y recitado vocal, atento éste a poner en valor la
ras orquestales o del intrincado trazado rítmico no entre Ravel y Rachmaninov, resulta todavía más palabra aislada, el puro fonema– y Benoît Mernier,
de estas partituras que la sensacional toma sono- evidente en el nuevo lanzamiento centrado en El que recrea un clima “tranquilo y hierático” para
ra producida por Robert Suff permiten disfrutar Pájaro de Fuego donde se utiliza nuevamente la su lectura densa, a la vez brillante y misteriosa.
sobremanera. Si el punto más débil de esta nueva orquestación original de la obra. El disco se com- Una baza decisiva juegan los intérpretes, una
grabación lo encontramos en el Tempo Andante, ma pleta esta vez con algunos arreglos de Stravinski Sophie Karthäuser cuyo instrumento lírico-lige-
rubato de la Segunda que discurre con extrema len- para los Ballets Russes de obras de Tchaikovsky, ro sirve de maravilla a la elegancia de Hahn y a la
titud (dura dos minutos más que en su primera Sibelius o Chopin. Y termina con un toque de expresión alucinada exigida por los autores más
grabación de 1996), el álgido llega con la Quinta humor: el Greeting Prelude, escrito para el 80 ani- recientes, y el formidable pianista Cédric
y, especialmente, en el Allegro molto donde por fin versario de Monteux, y basado en el popular Happy Tiberghien (ya destacado en estas páginas).
aterriza el mejor Vänskä. birthday to you de las hermanas Hill. Excelentes notas de Sylvain Fort.
IGOR STRAVINSKY (1882-1971): El pájaro de fuego (ballet GREEN: Obras para voz y piano de Hahn, Debussy,
JEAN SIBELIUS (1865-1957): Sinfonías nºs. 2 y 5 completo); Arreglos y orquestaciones Foccroulle, Fauré, Mernier, Lacroix, Chausson y Caplet
Minnesota Orchestra. Osmo Vänskä, director / BIS / Ref.: BIS Bergen Philharmonic Orchestra. Andre Litton, director / BIS / Sophie Karthäuser, soprano. Cédric Tiberghien, piano /
SACD 1986 (1 SACD) D3 Ref.: BIS SACD 1874 (1 SACD) D3 CYPRES / Ref.: CYP 1664 (1 CD) D2
32 di v e r di siglo XX
Hace justamente un año hablábamos del berlinés Sin prisa pero también sin pausa prosigue CPO su Lan Shui y la Singapore Symphony Orchestra vuel-
Paul Graener a raíz de la publicación, también en encomiable recuperación del legado sinfónico del ven a Rachmaninov en lo que parece ser el segun-
CPO, de un magnífico álbum que, entre otras obras holandés Jan van Gilse. Si la primera entrega, que do volumen de un proyecto más amplio en
de cámara para trío con piano, incluía esa estreme- incluía las dos primeras sinfonías del ciclo –páginas colaboración con el sello BIS; recordemos que hace
cedora obra maestra titulada Kammermusikdich- tempranas escritas en 1901 y 1902–, evidenciaba la unos años el sello sueco editó un muy elogiado
tung. El que ahora se anuncia como primer dificultad del joven músico en encontrar un estilo registro de la segunda sinfonía, acompañada de
volumen de sus obras orquestales reúne cuatro individual que consiguiera escapar de las sombras Vocalise, con los mismos intérpretes. El programa
composiciones de envergadura diversa e interés de Strauss o de Mahler, muy presente en el trágico lo forman ahora la Rapsodia sobre un tema de
algo desigual. tercer movimiento de la Segunda, este nuevo regis- Paganini op. 43 y la Sinfonía nº 3 op. 44. Las dos
Estrenada por Erich Kleiber en Nueva York, la tro exhuma una obra, la Sinfonía nº 3 “Elevación”, tan obras fueron escritas una a continuación de la otra
Comedietta, op. 82 (1928) es, como ya anticipa su ambiciosa (63 minutos en la versión de Porcelijn, dis- durante el periodo americano de Rachmaninov y
nombre, una pieza de carácter despreocupado al tribuidos en cinco movimientos de los que tercero de ambas dejó el autor testimonio fonográfico, al
estilo del straussiano Burgués gentilhombre o de las y quinto requieren la intervención de una soprano) teclado en la Rapsodia y a la batuta en la sinfonía.
Comedy Overtures inglesas, cuyas secuencias danzan- como atractiva, que, fechada entre 1906 y 1907, Tomando a Rachmaninov como referencia, la bri-
tes nos recuerdan que su autor trabajó durante años constituye un verdadero paso de gigante respecto llante ejecución del pianista Yevgeni Sudbin es
como director de orquesta y compositor de piezas a sus dos hermanas mayores. más dilatada, fruto de una visión más contempla-
incidentales para el Teatro Haymarket de Londres. Por esas fechas Van Gilse acababa de con- tiva de algunos de los números, algo especialmen-
Las Variaciones sobre una canción popular rusa, op. 55 cluir su formación con Humperdinck e iniciaba te notorio en la lectura de la Variación XI: Moderato.
(1926) confirman el buen oficio instrumental de una carrera de intérprete como pianista-repetidor Pero el acercamiento de Sudbin se legitima y conec-
Graener en el tratamiento de una página archicono- en la Ópera de Bremen. La familiaridad con el ta con el del autor por la elegancia, la ligereza y la
cida –el Canto de los remeros del Volga, recopilada en repertorio wagneriano se transparenta en muchas flexible variedad del fraseo, por la búsqueda de un
1866 por Balakirev– que llamaría la atención de no secuencias de esta obra formidable con la que su virtuosismo nada espectacular sino delicado, un
pocos músicos: Glazunov, Stravinsky o, entre otros, autor conseguiría en 1909 el Premio de la punto sofisticado y pudoroso. La orquesta, por su
el mismísimo Falla tan solo cuatro años antes. Fundación Michael Beer, equivalente alemán del parte, sabe jugar con la linea solista, emerger y
Musik am Abend, op. 44, sin duda la obra más célebre Prix de Rome francés que recordaba la desaparecer, tomar protagonismo y recogerse con
destacada de todo el registro, es un tríptico para figura del malogrado hermano poeta de Meyerbeer. idéntico refinamiento. Una magnífica interpreta-
pequeña orquesta inspirado en un poema de El hecho de que Kistner, editor del músico, recha- ción que acapara la atención del disco, pues el acer-
Hofmannsthal y compuesto por Graener entre 1911 zara su publicación hizo que, desde su estreno en camiento de Shui a la Tercera Sinfonía resulta más
y 1914, durante su estancia en Salzburgo como Múnich en 1908 hasta la muerte del músico, la discutible. El director consigue de nuevo una gran
director del Mozarteum. Su atmósfera plácida y obra apenas se ejecutara. respuesta de la orquesta, nos descubre valiosos
exquisita instrumentación sitúan a esta partitura Si las huellas de Wagner, Mahler, Strauss y detalles en el delicado tiempo lento y en el muy
delicada y sutil a caballo entre los melancólicos idi- hasta Humperdinck pueden rastrearse aún sin difi- refinado episodio final, logra, es cierto, dar conti-
lios pastorales de Delius y los apasionados sortile- cultad –en los violentos compases iniciales del segun- nuidad a su sofisticado planteamiento pero, sobre
gios tímbricos de Joseph Marx. Por el contrario, la do movimiento, que parece extraído de Muerte y todo en el dilatadísimo primer movimiento, a cos-
Sinfonia breve, op. 96 de 1932 se sumerge en ese transfiguración, en la atmósfera crepuscular de las ta de privar a la música de esa fuerza, ese irrenun-
neoclasicismo conservador y añorante de una ide- amorosas secuencias vocales, en la conmovedora ciable carácter elemental, de forma que el discurso
alizada Alemania dieciochesca, tan del gusto de las introducción del extenso Finale, inconcebible sin pierde consistencia y se vuelve elusivo. Y es que, a
autoridades nazis, que Graener frecuentaría igual- la Tercera del bohemio–, el conjunto posee verda- fin de cuentas, no conviene alejarse mucho del
mente en trabajos coetáneos como la suite para dera y emocionante coherencia. Esperamos impa- sobrio, conciso y proporcionado estilo señalado por
flauta y orquesta Die Flöte von Sanssouci (1929) o cientes la publicación de la prometedora Cuarta, el propio Rachmaninov.
la ópera Friedemann Bach (1931). última sinfonía completa que nos dejó su autor.
SERGEI RACHMANINOV (1873-1943): Sinfonía nº 3;
PAUL GRAENER (1872-1944): Obras orquestales, vol. 1 JAN VAN GILSE (1881–1944): Sinfonía nº 3 Rapsodia sobre un tema de Paganini
NDR Radiophilharmonie Hannover. Werner Andreas Albert, Aile Asszonyi, soprano. Netherlands Symphony Orchestra. Yevgeny Sudbin, piano. Singapore Symphony Orchestra. Lan
director / CPO / Ref.: 777447-2 (1 CD) D2 David Porcelijn, director / CPO / Ref.: 777518-2 (1 CD) D2 Shui, director / BIS / Ref.: BIS SACD 1988 (1 SACD) D3
siglo XX 216 / julio-agosto 2012 33
Debussy en su salsa
“Lubimov desgrana
secretos, misterios y
sugerencias.
Contundente,
vaporoso, brillante,
tenue, lírico…”
siempre en la bandeja de plata de un virtuosismo
que hace asomar los mil y un recovecos técnicos
y sonoros del universo debussysta. Fiel a sí mismo,
Alexéi Lubimov (1944), uno de los últimos pupi- Lubimov ha recurrido para la grabación a viejos pia-
los del legendario Heinrich Neuhaus, figura entre nos de la época de Debussy. Para el primer libro
los pocos pianistazos rusos que han centrado su utiliza un Bechstein de 1925, y para el segundo un
carrera en el repertorio clásico y en los instrumen- Steinway de 1913 frecuentemente utilizado por el
tos de época. Ahora sorprende con un doble cedé legendario virtuoso polaco Ignacy Paderewski y
dedicado a Debussy y sus dos libros de Preludios. que actualmente se encuentra localizado en la
Como guinda preñada de curiosidad, la grabación Embajada de Polonia en Bruselas. Los contrastes
se completa con una transcripción para dos pianos dinámicos y los ilimitados registros y colores son
del sinfónico Preludio a la siesta de una fauna debi- realzados en estos instrumentos diferentes y sober-
da al propio Debussy y otra de los orquestales bios en ambos casos. “He dejado cantar los pianos
Nocturnos firmada por el mismísimo Ravel. Para con sus propias voces… He subordinado mis inten-
estos dos pocos conocidos arreglos pianísticos se ciones a la naturaleza de los instrumentos, a su
hace acompañar por su compatriota y alumno en refinamiento y variedad de colores”, explica el pro-
el Mozarteum de Salzburgo Alexéi Zuev (1982). pio Lubimov en un texto incluido en el cuaderni-
Lubimov busca, indaga, explora y encuentra llo que acompaña el álbum, que supone una nueva
sonoridades y colores en los pentagramas sin lími- y muy diferenciada opción de acceder a este reper-
tes de los preludios. En este opulento y riquísimo torio fundamental del repertorio pianístico. Casi
marco sonoro, desarrolla un entendimiento expre- un Debussy servido en su propia salsa sonora.
sivo cargado de criterio, sensibilidad e identifica-
ción natural con unos compases que parecen
“flotar” en sus expertos y bien dotados dedos. Uno
a uno, hasta completar los 24 preludios que inte-
gran ambos cuadernos, Lubimov desgrana secre-
tos, misterios y sugerencias. Contundente,
vaporoso, brillante, tenue, lírico…
Desde la virulencia de “Lo que ha visto el
viento del Oeste” hasta el gélido enigma de “Pasos
en la nieve”; del misterio insondable de “La cate-
dral sumergida” a la sutileza extrema de la “La niña
de los cabellos de lino” o de “Los sonidos y los
perfumes giran en el aire de la noche”; del humor CLAUDE DEBUSSY (1862-1918): Préludes; Trois Nocturnes;
sarcástico de “La danza de Puck” al virtuosismo sin Prélude à l'après-midi d'un faune
aspaviento de “Fuegos de artificio”, todo aparece
Alexei Lubimov, piano (Steinway, 1913) y Alexei Zuev, piano
diferenciado y único, sin perder nunca una incon- (Bechstein, 1925) / ECM RECORDS / Ref.: ECM 2241/42 (2
fundible y asombrosa línea expresiva, y servido CD) D10 x 2
34 di v e r di siglo XX
El escritor argentino Manuel Puig decía que el gla- Si en anteriores artículos hemos reseñado otros August de Boeck pertenece a esa formidable gene-
mour de Hollywood provenía de la Europa Central DVDs de Wergo con grabaciones de las tragedias ración de músicos belgas que, junto a Biarent, Lekeu
anterior a la guerra de 1914 y que bastaba con com- sofocleas de Carl Orff (Antigonae y Oedipus der y Jongen, incluye a De Greef, Gilson, Pâque,
probarlo viendo la iluminación nocturna de Tyrann) (nº 206) y de Gisei. El sacrificio, su más Mortelmans y Ryelandt. Como casi todos sus com-
Budapest. Podría agregarse que el melodismo de temprano “drama musical” (nº 213), procedentes del pañeros de grupo, De Boeck fue un romántico reza-
Broadway tiene mucho de violín gitano y que sus Staatstheater de Darmstadt, el sello de Mainz nos gado cuyo estilo se nutrió de Wagner, Los Cinco
tramas dramáticas o vodevilescas evocan la ope- traslada ahora a otro de los hauts lieux orffianos, rusos y el impresionismo galo. Su suntuosa orques-
reta vienesa o húngara. la Abadía benedictina de Andechs, junto al lago tación, su escritura fluida y melodiosa y su fina sen-
Victor Herbert está entre los fundadores de Ammersee en Baviera, donde descansan los restos sibilidad sobresalen en un catálogo inabarcable de
ese encanto. Irlandés de formación germánica, lle- mortales de Orff, en cuyo Florian-Stadl tiene lugar más de 350 obras. Afín al repertorio vocal, De Boeck
vó a los Estados Unidos, país propicio al mestiza- un festival veraniego dedicado a su legado, del que forjó su reputación con abundantes canciones y
je, tanto una severa educación musical como una proceden las grabaciones de dos de sus “piezas óperas como Sueño de una noche de invierno, Los
abierta y rica inspiración, patente en sus musical bávaras”, comedias habladas en dialecto con ilus- enanos del Rin –de la que Marc Soustrot ya nos ofre-
comedies, que aún seguimos tarareando y silban- traciones musicales (hay subtitulación en inglés). ció un excelente registro de su suite (Etcetera, 2007)–,
do por los caminos del mundo. En formato instru- Si Astutuli (1953) es una pieza bufa básicamente dia- Goupil el Zorro y La ruta de esmeralda.
mental solista y con sesgo de intimidad hogareña, logada –pero definida musicalmente por una decla-
como en estas páginas, vuelve a mostrar su doble mación rítmica con episódicas intervenciones de Théroigne de Méricourt, de la que aquí se ofre-
prodigalidad. percusiones y coro–, en la que unos pillos hacen ce el contemplativo Preludio del Acto I, es el título
Sus fuentes de inspiración son muy variadas: mofa de la credulidad campesina, Die Bernauerin de la primera, fechada en 1900, cuya protagonista
nostalgias de la verde Irlanda popular, largos desa- (1944-45) posee mayor envergadura musical (una fue una figura histórica del XVIII que jugó un papel
rrollos melódicos acariciantes y de comedido sen- hora de música, casi dos tercios de la obra). importante en la Revolución francesa. Entre 1913 y
timentalismo, aires indígenas, bailes de salón, Basándose en tradiciones recogidas en dicciona- 1921, De Boeck compuso su quinta y última ópera
romanzas, valses vieneses. Todo se filtra en su rios literarios y viejas piezas escénicas, Orff escri- a partir de La ruta de esmeralda del flamenco fran-
doble maestría para hacer cantar al violonchelo, bió el libreto de la tragedia de Agnes Bernauer, cófono Eugène Demolder, convertida en libreto por
su instrumento favorito, del cual fue virtuoso, y el bella plebeya asesinada en 1435 por sus amores Max Hautier, que otorgó a sus cuatro actos los títu-
infaltable piano de fondo salonero. Amable, api- con Albert, heredero del duque de Baviera. Razón los de “Vocación”, “Amor”, “Sufrimiento” y
carado, sutilmente amoroso, impresionista de fuga- de estado, fanatismo y superstición se enfrentan “Redención”. Estrenada con éxito en Gante en 1921,
ces paisajes, sencillo de escritura y sincero de a un amor idealizado, temas que Orff retrata vívi- la Ópera de Amberes realizó en 1933 una nueva pro-
expresión, su poder encantador llega lejos apenas damente, desde la bacanal de apertura en la casa ducción de la obra, en versión neerlandesa, bajo el
el oyente se entrega a sus propuestas. de baños a los encuentros entre la pareja de aman- título de Francesca. Tomando como modelo a
La obra herbertiana, conocida sobre todo por tes, desde las prédicas del monje y las intervencio- Hautier, Frits Celis ha elaborado una suite en cua-
sus trabajos escénicos y la divulgación que le brin- nes de las brujas que describen la muerte de Agnes tro movimientos que sintetiza las secuencias más
dó el cine sonoro, se extiende por tamaños mayo- hasta la exaltación final de esta. Dos voces solis- destacadas de una acción, ambientada en Holanda
res, sinfónicos y concertantes. Pero lo suyo es la tas, el Coro del Festival, la Joven Filarmónica de hacia 1650, que narra las desventuras de un joven
confidencia que estas páginas contienen a la vez que Munich y un excelente cuadro de actores contri- pintor del taller de Frans Krul, amigo de Rembrandt
sirven para recobrar el tiempo perdido en los ava- buyen a una espectacular versión, poética y rica en (presente en la intriga), y su pasión por Francesca,
tares trágicos de su siglo, el ahora anterior al nues- contrastes, dirigida musicalmente por Mark Mast frívola modelo de origen español.
tro. Glamour constante y renovado, como siempre y magníficamente recogida en vídeo por el habi- Música a redescubrir con urgencia la de esta
ocurre con la música auténtica. tual Peider A. Defilla. preciosa Francesca, que junto al atractivo Concierto
para piano (1926-29) nos llega ahora en versión
CARL ORFF (1895-1982): Die Bernauerin*; Astutuli**
ejemplar de Venkov y la Filarmónica Janácek.
VICTOR HERBERT (1859-1924): Obras para chelo y piano; Gehr, Urban, Rappenglück / Kleiner Welttheaterchor AUGUST DE BOECK (1865-1937): Obras orquestales*
Obras para piano Andechs. Junge Münchner Philharmonie. Mark Mast, direc-
tor musical. Peider A. Defilla, director escénico / WERGO / Jozef de Beenhouwer, piano. Janácek Philharmonic
Jerry Grossman, violonchelo. William Hicks, piano / NEW *Ref.: MV 8535 (1 DVD) D3 x 2 / **Ref.: MV 8525 (1 DVD) Orchestra, Ostrava. Dir.: Ivo Venkov (*Primeras Grabaciones
WORLD RECORDS / Ref.: 80721-2 (1 CD) D3 D3 x 2 Mundiales) / PHAEDRA / Ref.: PH 92071 (1 CD) D1
siglo XX 216 / julio-agosto 2012 35
Flores petersburguesas
rriendo la engañosa veladura postnacionalista que tal construido sobre una impelente marcha mecá-
gastan sus páginas y entrando en sus enveses armó- nica in crescendo operada por once percusionistas
nicos. La Sinfonía-balada nº 22 fue escrita en un año y remachada con contrapuntos aditivos que seme-
atroz –1941– y está considerada la primera sinfo- ja una máquina de guerra en acción. Muy bien la
nía soviética abiertamente anti-nazi. Es una obra Filarmónica de Leningrado en sendos directos,
espléndidamente proporcionada y de un detalle aunque es de lamentar que el deterioro del máster
armónico fuera de lo común: aunque versa sobre no permita disfrutar de las obras en condiciones.
la guerra, de ésta sólo tenemos su anticipación y La música de Falik no es tan impactante como
la ruina que la epiloga. El primer movimiento es la de su compatriota, pero su sensibilidad deca-
una especie de giga en dos tiempos engalanada dente y la minuciosidad de sus industrias orques-
con una línea de bucólicos violines que recuerda tales le sitúan en el mismo nivel de calidad de
los florecimientos de George Butterworth. El movi- grandes como Schnittke o Denisov, por mencio-
miento lento, del todo superior, es un inquietante nar dos coetáneos. En este único monográfico que
largo bitonal que asciende desde el modo menor por ha publicado NF sobre su obra (huelga decir que
el clarinete y el fagot (“escuchando los horrores de Falik está paupérrimamente representado en dis-
la guerra”) con una ambigüedad subyugadora. La co), Alexander Dmitriev y la Filarmónica de San
23ª –también del 41– está basada en el folclore del Petersburgo defienden con entusiasmo dos obras
Olympia, Melodiya y Northern Flowers han sido Cáucaso y tiene menos interés que su hermana suyas impecables: el Segundo concierto para orques-
tradicionalmente las discográficas por excelencia gemela por tratarse básicamente de un estudio de ta (Etudes sinfónicos) de 1977 tiene como progra-
de la música rusa, pero desde que la primera se modos, pero la exposición y contraposición de los ma los Caprichos de Goya y se apoya en una tensión
desmantelara hace unos años los rusófilos del mun- diferentes temas delata la mano de un sumo arte- trágica magníficamente sostenida por los diferen-
do se han sentido un poco huérfanos. sano. La lectura de Alexander Titov y la St. tes episodios de la trama concertante (un coral
Especialmente los españoles, ya que Northern Petersburg State Academic Symphony Orchestra para cuerda en Piano, una trémula flauta contral-
Flowers se resistía a entrar en la piel de toro por la fechada en 2008 poco tiene que envidiar a la de to en Solo e tutti y una coda en la que cita el vigé-
puerta grande. Afortunadamente las cosas han Svetlanov, si bien aquí la matización es algo más simo cuarto Capricho de Paganini). El Concerto
cambiado y ahora que el sello gestionado por Yuri cruda y pedestre. della Passione de 1988 es una original mezcla de
Serov goza de distribución en nuestro país es sólo Por otro lado, las dos joyitas monográficas réquiem y concierto en attacca cuyo interés, pese
cuestión de tiempo que compositores como Boris de Boris Tischenko (1939-2010) y Yuri Falik (1936) a estar dotado de unos números lentos de fraseos
Tischenko, Gavriil Popov o Leonid Polovinkin que engrosan esta entrega pertenecen a la otra ricamente armonizados, recae en un tremendo
pasen a contarse entre los nombres predilectos de gran colección de NF –Archivo Musical de San Dies Irae recorrido por un ostinato de acero en el
muchos melómanos. Petersburgo– y, con perdón de Myaskovsky, son en chelo (magnífica Natalia Gutman) y un poderoso
La primera remesa de flores del norte que realidad la autentica pièce de résistance de este pri- tema acórdico en quintas marcado con un punteo
Diverdi presenta oficialmente en nuestro país no mer desembarco soviético (no tanto por la cali- amplificado que tiene la forma de un órgano apo-
está precisamente surtida de novedades de última dad –aunque van sobrados de ella– como por la calíptico.
hora (se trata de tres monográficos sinfónicos de novedad). Ya es hora de poner las cosas en su sitio
Nikolai Myaskovsky, Boris Tischenko y Yuri Falik y a estos señores donde corresponde, que por cier-
que datan, respectivamente, de 2009, 2006 y 2004), to es en una rama muy alta del árbol familiar ruso.
pero para muchos lo serán a todos los efectos. Son Tischenko y Falik son dos de los muchos hijos
tres discos estratégicamente seleccionados como artísticos que le salieron a Shostakovich en los
botón de muestra y carta de presentación de un años 60 y con él compartieron músicas y confiden-
maravilloso catálogo de ciento y pico referencias cias (Tischenko, sin ir más lejos, se ocupó de intro-
en torno a la música soviética menos frecuentada. ducir en Europa sus polémicas Memorias). En lo
Aunque Nikolai Myaskovsky ya es como de la estrictamente estético, ambos compositores adop-
familia gracias a la integral sinfónica que Svetlanov tan un modernismo constructivista (y hasta dada- YURI FALIK (1936): Concerto della Passione (para violonche-
grabó en Melodiya, lo cierto es que durante mucho ísta, en el caso de Tischenko) con trazas de lo y orquesta)*; Concierto para orquesta nº 2 (Etudes sinfó-
nicos)**
tiempo fue un compositor invisibilizado por la poliestilismo y algún ramalazo futurista (el empleo
fama de Shostakovich y por un gusto estético algo de sintetizadores como timbres auxiliares). Natalia Gutman, violonchelo. St. Petersburg Philharmonic
anticuado. Sus veintisiete sinfonías, empero, cons- Favorecen la tonalidad, aunque no necesariamen- Orchestra. Alexander Dmitriev, director (grabado en 1985**
tituyen una de las piedras miliares del repertorio te la consonancia, y su humor suele ser tremen- y 1990*) [serie Archivo Musical de St. Petersburgo] / NORT-
HERN FLOWERS / Ref.: NFPMA 9924 (1 CD) D10
soviético y en este primer volumen de la serie dista. La música más importante de Tischenko es
Wartime Music (integrada de momento por dieci- su ciclo de Sinfonías dantescas, pero a éste le sigue BORIS TISCHENKO (1939): Sinfonía nº 1*; The Blockade
siete álbumes que pretenden restituir y honrar la en calidad el ciclo de sinfonías convencionales. La Chronicle Symphony**
memoria de aquellos compositores que medraron Primera, de 1961, es todavía la obra de un estudian- Leningrad Philharmonic Orchestra. Edward Serov y Andrey
bajo los fierros del régimen) se nos ofrecen dos te y su eclecticismo (una cadencia de jazz en el Chistiakov, directores (grabado en directo en Leningrado el
de ellas, la Vigésimo segunda y la Vigésimo tercera. Presto, una soprano puntual en el Andante) es sín- 4 de abril de 1970* y el 8 de abril de 1980**) [serie
La historia de Myaskovsky es parecida, salvo por toma de una personalidad en formación. No obs- Archivo Musical de St. Petersburgo] / NORTHERN FLOWERS
/ Ref.: NFPMA 9942 (1 CD) D10
el largo historial alcohólico, a la de Glazunov. Fue tante, se trata de una música muy fiera envuelta en
una hormiguita paciente y laboriosa que compa- una explosión de ideas orquestales. Pero la obra NIKOLAI MYASKOVSKY (1881-1950): Sinfonía-Balada nº 22;
ginó los encargos con una vida académica que le realmente increíble de su álbum es The Blockade Sinfonía nº 23 (Wartime Music, vol. 1)
valió innúmeros reconocimientos. Su disidencia Chronicle Symphony, una pieza para orquesta
St.-Petersburg State Academic Symphony Orchestra.
está cifrada en las sinfonías con una ciencia suti- aumentada escrita en 1985 a partir de una banda Alexander Titov, director (grabado en 2008) / NORTHERN
lísima y solo podemos dar cuenta de ella desco- sonora teatral: se trata de un Juggernaut orques- FLOWERS / Ref.: NFPMA 9966 (1 CD) D10
36 di v e r di siglo XX
WITOLD LUTOSLAWSKI (1913-1944): Musique funèbre; BÉLA BARTÓK (1949-59): Romanian Folk Dances; Divertimento for
String Orchestra; Songs ERKKI MELARTIN (1895-1937): La obra para piano solo
Stuttgarter Kammerorchester. Hungarian Radio Children's Choir. Dennis Russell Davies, director / ECM RECORDS / Ref.: Maria Lettberg, piano / CRYSTAL-DELTA / Ref.: N 67048 (2
ECM 2169 (1 CD) D1 CD) D4 x 2
siglo XX 216 / julio-agosto 2012 37
Obras para piano de Schulhoff El War Requiem de Britten por los conjuntos de la Radio de Holanda
por Margarete Babinsky bajo la doble dirección de Jaap van Zweden y Reinbert de Leeuw
Juan Manuel Viana José Luis García del Busto
estrenadas en 2010, en el “Taller de mujeres com- lograr respuestas a preguntas estéticas. Barce pose-
positoras” del Festival de Música Española de Cádiz ía el don de comunicar con sencillez las cuestiones
(lo que explica su introducción en “Patrimonio más complejas y precisamente eso hace que su
Musical de Andalucía”). Al igual que encontramos música transmita todo el humanismo inherente al
disparidad en el origen de nacimiento y generacio- arte.
nes, tampoco podemos hablar de una aproxima- Es precisamente ese prisma el que cautiva en
ción similar al tipo de creación. Aparecen obras de un registro de enorme calidad sonora, donde el
tintes más románticos como Aleph de I. Pérez, otras Cuarteto Leonor somatiza de tal manera el pen-
que siguen la vía más españolista como Ay qué tra- samiento sonoro de Barce que logra la utopía de
bajo de Ozaita, y alguna que juega con guiños a la generar un disco infinito en lecturas y satisfaccio-
música pop, como Ostinato Rap de D. Pérez. Resulta, nes. El empaste de su sonido se ahorma de forma
pues, un CD interesante para tener un abanico de perfecta a la música, desarrollando a lo largo de sus
posibilidades sonoras de una misma época en tor- tres compactos un caudal de inagotables sutilezas
no a una agrupación musical tan poco habitual como tímbricas, brillantes soluciones formales, trata-
la del Cuarteto Play Four, formado por Nan Maro mientos motívicos verticales y horizontales en los
Badakhanian, mezzo; A. Serrada, violín; J. E. Sainz, que la sonoridad de cada instrumento elabora dis-
violonchelo y J. Robaina, piano. cursos de una belleza directa y vivificante.
ESPARZAS, SUSURROS Y SUEÑOS: Obras para voz y cuarte- El registro contiene numerosas primeras audi-
to de compositoras españolas contemporáneas RAMÓN BARCE (1928-2008): Integral de los cuartetos de
ciones que no hacen sino acrecentar la importan- cuerda
Nan Maro Babakhanian, mezzosoprano. Cuarteto Play Four / cia inagotable del Barce compositor. Siempre fue
ALMAVIVA / Ref.: DS 0155 (1 CD) D5 el cuarteto su espacio sonoro predilecto, pues le Cuarteto Leonor / VERSO / Ref.: VRS 2120 (3 CD) D2
siglos XX & XXI 216 / julio-agosto 2012 39
Julieta de Nino Rota o la tan buscada Cavatina de Apasionante, en efecto, tanto como el pano-
Myers en El cazador, y muchas más músicas que rama que presenta el libro, fruto de un trabajo
tendrán que descubrir ustedes en este álbum per- continuado desde 2006 y del contacto directo
fecto, por ejemplo, para escuchar viajando. Uno de con su protagonista: no se asuste el lector por la
esos discos encomiables que intentan demostrar apariencia académica –catálogo, bibliografía, índi-
de una vez por todas a los melómanos que el lega- ce onomástico... son cortesía obligada del inves-
do del sinfonismo postromántico hoy en día resi- tigador–, porque encontrará pulso narrativo más
de en el Séptimo Arte. que suficiente para seguir las peripecias casi nove-
ANGÈLE DUBEAU & LA PIETÀ: Silence, on joue! (A Time For lescas de una biografía plena de contrastes, des- JUAN FRANCISCO DE DIOS HERNÁNDEZ: Leonardo Balada.
Us) [arreglos para violín y orquesta de cuerda de temas de la formación de un carácter independiente en La mirada oceánica
cinematográficos]
la Barcelona de la primera posguerra hasta la
Prólogos de Leonardo Balada y Fernado Arrabal. Editorial
Angèle Dubeau, violín. La Pietà / ANALEKTA / Ref.: AN aventura americana emprendida en 1956 y el des- Alpuerto. Madrid. 2012. 316 páginas / EDITORIAL ALPUER-
28733 (1 CD) D2 pliegue de una fecundísima trayectoria a ambos TO S.A. / Ref.: 9788438104552 (1 Libro) P.V.P.: 26,00 €.-
42 di v e r di portada
“Una ha de encontrar
Golondrina que vuelas los mares
su propio camino, ¡y a
veces no es fácil en
una familia tan Arianna Savall, Petter Udland Johansen y el ensemble Hirundo Maris
presentan un cancionero de músicas antiguas en torno al mar
musical y con tanto
David Rodríguez Cerdán
talento!” A. Savall
toria de amor referida en El mariner –ese tema
náutico que es el centro del disco– nos incita a
standards de jazz, sino Bach y Mahler– para elegir inventarnos que Savall, aún estremecida por la
poder ser algo más que un intérprete, de no pasar dolorosa sombra de la madre, es en realidad una
tanto tiempo estudiando las obras de otros compo- bardesa catalana con nostalgia de salitre y Johansen
sitores, tratando de interpretarlos con propiedad un marino varego en cuyo hardingfele está la patria:
ante un público. Cuando tomé esa decisión a la la marea de preciosas tonadas catalanas, sefardí-
edad de 20 años, era una época fascinante en la his- es, noruegas y escocesas que se cantan como el
toria de la música, pues fueron en muchos aspec- uno al otro en compañía de Sveinung Lilleheier
tos los grandes años de Miles Davis, y los pianistas (canto, guitarra y dobro), Miquel Àngel Cordero
encontramos una nueva generación despuntando (canto y contrabajo) y David Mayoral (canto y per-
con una mayor libertad para experimentar e impro- cusión) rompen en el oído mares estrellados, una
visar sobre acordes no vinculados al modo stan- cuna mecida por la brisa salitre, la proa de un drak-
dard de tocar jazz. Siempre me sentí un kar mirando a levante o el puerto nocturno de una
improvisador, no un músico de jazz, y Manfred ha remota fantasía persa. No es casualidad que la pri-
sido un puente crucial entre dos medios musicales mera cadencia de contrabajo de El mestre semeje
bastante separados, la clásica y el jazz. Ahora la el viento en las velas o que el arpa gótica y el can-
distancia es mucho menor que hace cuarenta años.” Sabemos que el libro de viajes, esa variedad de to de Savall –con ese centro suyo tan delgado y
Desde su ámbito de música antigua (y pese a prosa entre la confesión y el diario de aventuras, laríngeo– suene a color de aguamarina, porque
sus tempranas incursiones en la improvisación tiene un pariente en la música que sólo algunos todo es mar en esta música, un mar que revuelve
con guitarra eléctrica), Rolf Lislevand declara que han sospechado, pero lo cierto es que el “álbum de pueblos, giros y modos hasta que ya no tiene sen-
cuando se utilizan técnicas de improvisación barro- viajes” existe desde los tiempos del acetato: Blind tido pensarlos como distintos: no hay más distan-
ca, “lo que se superpone a la propia música no es Willie Johnson refirió en sus primeros discos la cia entre las mozas casaderas de las sefardíes Buenas
una construcción o un concepto ajeno. Creo que experiencia de aquellos vagabundos del jazz que noches, Ya salió de la mar o Morena me llaman –en
la parte improvisatoria es un desarrollo necesario recorrían el Mississippi con una guitarra de alqui- las que el repujado de cuerdas pulsadas y las líne-
y natural de la propia música escrita. Lo más impor- ler y que solían encontrarse al diablo en el fondo as de melismas nos dibujan patios y celosías– y las
tante en cualquier tipo de música es que debe comu- de una botella; Miles Davis es autor de uno de los damas norteñas y melancólicas de Om Kvelden,
nicar, y debe comunicar con algún tipo de lenguaje mejores discos de viajes de la historia, Sketches of Halling, Bendik og Arolilja u Ormen lange –donde
comprensible para la gente de hoy. La improvisa- Spain y el disco blanco de Los Beatles es un viaje brillan las agilidades al pandero de David Mayoral
ción no es tanto una cuestión de alterar el lengua- metacultural por unas fronteras del pop disueltas o la ligera sustancia de los rasgueos– que la que
je básico ni de realizar cambios esenciales en la en ácido. Pero la new age y sus derivas “clásicas” separa a las unas y a las otras de la felicidad, y tan-
música, sino permitirte la adaptación a una nue- han sido las líneas musicales más viajadas: Yo-Yo to en los tradicionales catalanes El noi de la mare,
va situación de escucha. Y toda situación de escu- Ma y su Silk Road Ensemble nos han guiado por Yo m’enamorí d’un aire y El mariner –esa memora-
cha cambia a lo largo del tiempo. La gran diferencia la Ruta de la Seda como émulos de Salgari, los ble sucesión de cuartetos rematada por un inter-
en el repertorio musical entre hoy y el tiempo en cuatro arcos del Kronos Quartet han intentado valo plagal que chispea la versificación– como en
que se compuso es que la situación de escucha es persuadirnos de que los mapas mienten y artistas los riffs de la música nueva de Savall y Johansen
distinta (y también quizá sea diferente el espíritu como Kitaro, Olfield o Sakamoto son conocidos encontramos industrias similares a las de la
de la gente).” por sus errares. Tarantela de Ribayaz o a las de la escocesa y uni-
Hablando de moverse atrás y adelante a través Nadie discutirá a estas alturas que ECM es la versal The Water is Wide. Y es que si hay algo que
de los estilos y tradiciones musicales, Arianna Savall discográfica que más se ha interesado por la expe- se aprende de este viaje a lomos de la golondrina
concluye así su reflexión sobre la creación sonora riencia del tránsito al inventar nuevas geografías marina de Savall y Johansen es que el corazón
en el norte y el sur: “Nuestra formación es clásica, y empalmar culturas distantes con instrumentos humano tiene mucho de carta esférica.
pero al descubrir la música antigua nos quedamos políglotas. En Cantos del Sur y del Norte, el último
enamorados de este estilo tan fresco, donde la cuaderno de viaje producido por Manfred Eicher,
improvisación tiene un rol muy importante, don- el grupo Hirundo Maris de la cantante y arpista
de la creatividad, siempre desde el conocimiento Arianna Savall y el violinista y cantante Petter
de los estilos, también se trabaja, donde se puede Udland Johansen recoge en un cancionero de ultra-
cantar con naturalidad..., en fin, es un mundo muy mar una tradición de nanas, cantos y baladas nor-
rico, como el de la música tradicional, donde lo mediterráneas que el contubernio de las aguas y el
directo y espontáneo juegan también un rol muy comercio de los hombres han llevado tierra aden-
característico. La música tradicional tiene algo que tro desde el Mar del Norte hasta el Mediterráneo
va directo al corazón, en sus melodías hay una emo- y de vuelta al septentrión.
ción muy intensa como en El Mestre o en Bendik og No obstante, Cantos del Sur y del Norte no
Arolija y a las vez son cantos muy antiguos; algu- pretende historiar estas transacciones sino can-
nos de ellos vienen de la época medieval, como tarnos una fábula animada por ese aliento de poe-
Morena. Por eso hice este tema sefardí casi como ta marinero que inflaba los versos de Alberti; la
ARIANNA SAVALL / PETTER UDLAND JOHANSEN: Hirundo
una canción de trovador, solo con el arpa gótica y candidez del concepto obliga a omitir que estas Maris (Chants du Sur et du Nord)
la mandolina que es como el laúd que dialoga con migraciones musicales solían ir precedidas por los
la voz y el contrabajo de bordón.” tambores de la guerra o que sagas como la de Erik Arianna Savall voz, arpa gótica, triple arpa italiana. Petter
Udland Johansen voz, hardingfele, mandolina. Sveinung
el Rojo se escriben con la espada, pero repetimos
Lilleheier, guitarra, dobro, voz. Miquel Àngel Cordero, con-
Traducción: José Velasco que Cantos del Sur y del Norte es antes una enso- trabajo, voz. David Mayoral, percusión, voz / ECM RECORDS
ñación que una crónica. De hecho, la propia his- / Ref.: ECM 2227 (1 CD) D1
46 di v e r di jazz & otras músicas
John Abercrombie y su cuarteto rinden homenaje Year of the Snake, un gran disco de
a grandes estrellas del jazz Turner, Grenadier y Ballard
Ángel Gómez Aparicio Ángel Gómez Aparicio
John Abercrombie Quartet
Manfred Eicher le solicitó a John Abercrombie un ta segura en estos terrenos, templado, lírico, incor- Mark Turner, Larry Grenadier y Jeff Ballard per-
álbum-homenaje a un músico de su elección. La res- póreo ya desde las primeras notas de Where are tenecen a esa especial casta del músico para músi-
puesta del guitarrista ha sido uno dedicado a sus You, mezclando tonos con Abercrombie en su rol cos: intérpretes que fijan un nivel técnico,
influencias formativas: temas de Miles Davis, Bill más a lo Jim Hall, con Baron salpicando color y tex- desarrollan sutilidades apreciadas por la esfera de
Evans, John Coltrane, Ornette Coleman, y sobre turas con escobillas y platos, y estallando con gol- iniciados y abren modos de interpretación que
todo el que se apunta como el ur-text entre ellas, pes en sus toms, y Drew Gress impecable en sus después son adoptados y copiados por otros. Los
The Bridge, de Sonny Rollins, con Jim Hall. “La sentidos del tiempo, de la colocación de la nota y tres músicos han tocado y tocan en bandas tan
música de este disco”, dice Abercrombie,” está de la discreción. Within a Song rinde homenaje en populares como el trío de Brad Mehldau, el cuar-
dedicada a todos esos músicos que me dieron un forma de variación entrecortada al Without A Song teto de Joshua Redman o el de Kurt Rosenwinkle.
nuevo lugar donde vivir”. Si la elección del guita- de The Bridge de Sonny Rollins. El acompañamien- Para su proyecto conjunto, Fly, eligieron otra ópti-
rrista puede parecer a primera vista una salida to de Abercrombie en ella es modélico y una rít- ca, la del grupo sin líder en la que el cemento de la
fácil, hay que decir que el prejuicio se desvanece mica mullida mueve el tema con el ronroneo seguro concepción democrática del jazz, el diálogo, es
desde que suenan las primeras notas de Where are y gozador de un Rolls Royce en su único corte a supeditado a la concepción igualitaria de la for-
You? que abren el disco: se hace patente que este paso ligero, porque Within a Song es una enorme- mación. Sus dos primeros discos, Fly (Savoy) y
es un trabajo más movido por un admirativo cui- mente disfrutable colección de baladas: desde un Sky & Country (ECM,) son dos piezas de toque de
dado que por necesidades emotivas, retrospectivo ceremonial Flamenco Sketches al original a tiempo enorme altura, plenos de interés por su concentra-
sin resultar nostálgico, ligero sin caer en lo leve, y de vals Easy Reader, pasando por un quedamente ción en lo armónico, pero finalmente algo remo-
de una refinada elegancia que esquiva toda aristo- iluminado Wise One. No hay destellos, ni efectos, tos –que no incomunicativos– en su severidad
crática distancia. Fred Astaire diagnosticaba que sino una luz matizada, acogedora, con el trabajo expresiva, pensativa y mesurada en su superficie,
si algo no parece fácil es que no has trabajado sufi- lleno de tacto y exquisiteces de maestros. Desde aventurada e inventiva en la intercomunicación
cientemente en ello, y es algo aplicable a Within a dentro de la canción. interna, naturaleza de sus temas y desestructura-
Song. Su facilidad de escucha, su meterse –como ción jerárquica del grupo. Year of the Snake es su
anuncia su título– dentro del corazón de la canción mejor encarnación. No hay sitio para lo obvio en
para emerger con una consistencia aérea sin fric- él. Sólo hay un tema con material y ordenación
ción alguna entre los miembros de una banda que tradicional: Salt and Pepper. El resto corresponde
suena libérrima, sólo proviene de años de magis- al planteamiento caleidoscópico del trío: el bajo
terio instrumental y toque sin ego que convierten puede llevar la melodía, el tenor proveer la conti-
al disco tanto en una delicia como en pieza que nuidad y la batería cambiar constantemente de
provoca la misma admiración que Abercrombie esquemas rítmicos, o el trío puede entregarse a un
siente hacia este repertorio de clásicos modernos toque en unísono más cercano a lo camerístico
que le formaron. Una pieza de madurez absoluta hasta que Ballard desemboque en un groove poli-
en la que no se necesita demostrar nada pero des- rrítmico… Todo está sujeto al cambio. Un corte
prende en todo momento una sabiduría sin esfuer- como Kingston evoluciona desde una formalidad
zo presente en la mera respiración de los temas, de camerística a ser movida por una rítmica casi funk
la banda, de las opciones individuales. Porque para incluir un impresionante solo escalar de
Within a Song, lo mismo podría haberse titulado Turner. Con la irresistible Festival Tune, Diorite y
Wise One, como el tema de Coltrane que interpre- Brothersister, forman lo mejor de este disco elabo-
tan, o Interplay, como el de Bill Evans al que tam- rado, pleno de inteligencia y ya no reducible a lo
bién incluyen, o incluso, dada la corriente cerebral, a lo admirativo. Uno de los lanzamientos
retrospectiva que recorre el álbum, Some Time Ago, mayores de ECM para 2012.
y no faltarían un ápice a la palabra dada. Cualquiera
de estos títulos describiría con exactitud su con- JOHN ABERCROMBIE QUARTET: Within A Song FLY: Year Of The Snake
tenido porque Within a Song es un festín de toque John Abercrombie, guitarra. Joe Lovano, saxo tenor. Drew Fly Trio (Mark Turner, saxo tenor; Larry Grenadier, contra-
melódico, detallista, empático, sin prisa y envolven- Gress, contrabajo. Joey Baron, batería / ECM RECORDS / bajo; Jeff Ballard, batería) / ECM RECORDS / Ref.: ECM 2235
te como una niebla flotante. Lovano es una apues- Ref.: ECM 2254 (1 CD) P.V.P.: 17,50 €.- (1 CD) P.V.P.: 17,50 €.-
julio_agosto 2012 www.diverdi.com
a n t igua
lauda lauda
LAU 001 | 1 CD | D2 | EAN: 5412690234347 LAU 002 | 1 CD | D2 | EAN: 5412690234354
lauda lauda
LAU 003 | 1 CD | D2 | EAN: 5412690050282 LAU 004 | 1 CD | D2 | EAN: 5412690050756
lauda lauda
LAU 010 | 2 CD | D10 x 2 | EAN: 5412690053009 LAU 011 | 1 CD | D2 | EAN: 5412690053016
stradivarius stradivarius
STR 33853 | 1 CD | D2 | EAN: 8011570338532 STR 33878 | 1 CD | D2 | EAN: 8011570338785
a n t igua
alessandro scarlatti johann sebastian bach
ardo e ver variaciones goldberg bwv 988
ALESSANDRO SCARLATTI (1660-1725): Ardo e ver (canta- JOHANN SEBASTIAN BACH (1685-1750): Variaciones
tas y sonatas con flauta) / Valentina Varriale, soprano. Goldberg BWV 988 / Luca Guglielmi, clave (Christian Vater,
Tommaso Rossi, flauta de pico. Ensemble Barocco di Napoli Hannover, 1738)
stradivarius stradivarius
STR 33922 | 1 CD | D2 | EAN: 8011570339225 STR 33925 | 1 CD | D2 | EAN: 8011570339256
cpo cpo
777232-2 | 2 CD | D5 x 2 | EAN: 0761203723225 777352-2 | 1 CD | D2 | EAN: 0761203735228
cpo cpo
777422-2 | 1 CD | D5 | EAN: 0761203742226 777587-2 | 1 CD | D5 | EAN: 0761203758722
felix woyrsch carl orff
siglos x x & x xi
sinfonía nº 2; obertura "hamlet" carmina burana
FELIX WORYSCH (1860-1944): Sinfonía nº 2; Obertura CARL ORFF (1895-1982): Carmina Burana (para coro de
"Hamlet" / Oldenburgisches Staatsorchester. Thomas cámara, dos pianos y percusión) / Ch. Wiedmann, M. Ruda,
Dorsch, director M. Fischer, J. Eschenburg y F. Behle. SWR Vokalensemble
Stuttgart. Rupert Huber, director
cpo hänssler
777744-2 | 1 CD | D2 | EAN: 0761203774425 93.280 | 1 CD | P.V.P.: 17,50 €.- | EAN: 4010276024668
stradivarius verso
STR 33920 | 1 CD | D2 | EAN: 8011570339201 VRS 2119 | 1 CD | D10 | EAN: 8436009801195
verso wergo
VRS 2122 | 1 CD+DVD+BR | D2 | EAN: 8436009801225 6750-2 | 1 CD | D1 | EAN: 4010228675023
jazz & o.m.
Comienza nuestro zoco de este verano por todo lo alto con nada menos que la grabación del debut escénico de Luciano Pavarotti.
Allá por 1961 debutó este fantástico tenor ya con uno de sus papeles de referencia, el Rodolfo de La Bohème, dirigido por Francesco
Molinari-Pradelli en el Teatro Municipale de Reggio Emilia. Podemos continuar disfrutando de Puccini y de Molinari-Pradelli con
una Turandot protagonizada por Birgit Nilsson y Giuseppe Di Stefano y terminar maravillándonos con los logros de Vladimir
Horowitz y Bruno Walter en los primeros conciertos para piano de Brahms y Tchaikovski. Todo gracias a Archipel y Andromeda.
De Puccini a Puccini y tiro porque me toca, aquí tenemos esta vez una Tosca del Covent Garden con Regine Crespin, Di Stefano y
Otakar Kraus en sus papeles principales. El sello Myto nos hace saltar ahora de mano de Boris Christoff y Rafael Kubelik a las pro-
fundidades del Boris Godunov de Mussorgsky, cuyos cantos jesuíticos finales son buen puente hacia la majestuosa versión de Giulini
del Réquiem de Verdi, con Joan Sutherland y Fiorenza Cossotto como solistas femeninas.
GIUSEPPE VERDI (1813-1883): Misa de GIACOMO PUCCINI (1858-1924): Tosca MODEST MUSSORGSKY (1839-1881):
réquiem / Sutherland, Cossotto, Ottolini, (ópera en tres actos) / Crespin, di Stefano, Boris Godunov (ópera en cuatro actos y
Vinco. Carlo Maria Giulini, director (gra- Otakar Kraus, Robinson / E. Downes, un prólogo) / Christoff, Veasey, Carlyle,
bado en el Usher Hall de Edinburgo el director (grabado en el Covent Garden Lanigan, Evans, Kelly / Orquesta y Coro
21.08.1960) [primera grabación] / MYTO de Londres el 18.05.1961) / MYTO HIS- del Covent Garden. Rafael Kubelik, direc-
HISTORICAL LINE / Ref.: 1CD 00309 (1 TORICAL LINE / Ref.: 2CD 00311 (2 CD) tor (grabado el 6 de diciembre de 1958)
CD) D7 D10 / MYTO HISTORICAL LINE / Ref.: 3CD
00312 (3 CD) D5 x 2
Y del Réquiem de Verdi pasamos a otra obra suya no menos dramática, Rigoletto, en una versión de 1961 cantada en francés por Alain
Vanzo, Robert Massard y Renée Doria bajo la batuta de Jésus Etcheverry. Volvemos a Puccini, sin repetir y esta vez en el sello Walhall,
con Dorothy Kirsten encarnando a Manon Lescaut junto al Des Grieux de Carlo Bergonzi en el Metropolitan. Y cerramos el apara-
tado operístico a lo grande con Die Walküre de Erich Leinsdorf también en el Metropolitan, con Birgit Nilsson y Jon Vickers.
GIUSEPPE VERDI (1813-1901): Rigoletto GIACOMO PUCCINI (1858-1924): RICHARD WAGNER (1813-1883): La val-
(ópera en tres actos) / Vanzo, Massard, Manon Lescaut / Kirsten, Sereni, Bergonzi, quiria (Die Walküre) / Vickers, Wiemann,
Doria, Adam / Jesús Etcheverry, director Baccaloni / Orquesta y Coro del Edelmann, Kuchta, Nilsson, Dalis /
(grabado en 1961) / WALHALL / Ref.: Metropolitan. Fausto Cleva, director (gra- Orquesta y Coro del MET. Erich
WLCD 0362 (2 CD) P.V.P.: 11,90 €.- bado en el MET el 10.12.1960) / WAL- Leinsdorf, director (grabado en el MET
HALL / Ref.: WLCD 0363 (2 CD) P.V.P.: el 23.12.1961) / WALHALL / Ref.: WLCD
11,90 €.- 0365 (3 CD) P.V.P.: 17,85 €.-
La casa discográfica Alto tira por todo lo ídem en verano y nos ofrece siete grabaciones para todos los gustos. Arranca chispeante con
canciones de Cole Porter e Irving Berling en la inigualable voz de Ella Fitzgerald, aunque podemos maravillarnos igualmente con un
disco lleno de grabaciones poco conocidas de Joan Sutherland en sus mejores años. Acabando con la voz, la multiplicamos y encontra-
mos la etílica Missa Vinum Bonum de Orlando de Lassus, de cuyas alturas cristalinas podemos descender hasta la Escandinavia de Grieg
y Sibelius con una selección de sus más famosas piezas orquestales. Entrando en el recogimiento camerístico podemos elegir entre el Cuarteto Shostakovich
interpretando algunos de Tchaikovski o el piano de Sviatoslav Richter sentando cátedra de cómo se interpreta a Beethoven y a Schumann.
ORLANDO DE LASSUS (1532-1594): Misa "Del Buen Vino" / Ex PIOTR ILYTCH TCHAIKOVSKY (1840-1893): Cuartetos de cuer-
Cathedra. His Majesty's Sackbutts & Cornets. Jeffrey Skidmore, da nºs. 1 y 2; Cinco piezas tempranas / Shostakovich Quartet
director / ALTO / Ref.: ALC 1177 (1 CD) D7 (grabado entre 1973 y 1978) / ALTO / Ref.: ALC 1196 (1 CD)
D7
SVIATOSLAV RICHTER interpreta LUDWIG VAN BEETHOVEN
(1770-1827): 6 Variaciones para piano Op.34; Op.76 y Op.35 JOAN SUTHERLAND COLLECTOR'S ALBUM: Grabaciones
“Eroica”: ROBERT SCHUMANN (1810-1856): ): Noveletten, radiofónicas raras / Joan Sutherland, soprano. Varias orques-
Op.21 Nos. 2 , 4, 8 / Sviatoslav Richter, piano (grabado entre tas. Richard Bonynge, director (grabado entre 1957 y 1961) /
1970 y 1979) / ALTO / Ref.: ALC 1188 (1 CD) D7 ALTO / Ref.: ALC 1185 (1 CD) D7
FAVORITOS DE GRIEG Y SIBELIUS: Desde el fiordo y el bos- MÚSICA PARA VIOLA Y PIANO: Obras de Britten. Hindemith
que / New Symphony Orchestra of London. RPO. Charles y Shostakovich / Yuri Bashmet, viola. Sviatoslav Richter, piano
Mackerras, Ole Schmidt y Mark Ermler, directores (grabado / ALTO / Ref.: ALC 1186 (1 CD) D7
en 1961 y 1995) / ALTO / Ref.: ALC 1191 (1 CD) D7
ELLA FITZGERALD SONGBOOKS: Cole Porter & Irving Berlin
/ Ella Fitzgerald, voz / ALTO / Ref.: ALN 1932 (1 CD) D7
Los discos del zoco no computan para los descuentos señalados en el boletín de pedido.
el zoco 216 / julio-agosto 2012 53
El sello británico Regis parece celebrar el reciente 60º cumpleaños de la reina Isabel II con una colorida avalancha de lanzamientos,
que abre de manera triunfal con un estuche de trece discos con las grandes óperas de Puccini en algunas de las mejores voces posibles
(de los Angeles, Callas, Schwarzkopf, Gobbi, Björling, di Stefano…), una caja de nueve discos con la integral de sonatas para piano de
Beethoven en la mítica grabación de Wilhelm Kempff, un estuche cuádruple con lo mejor de Kathleen Ferrier, de quien se conmemoran ahora cien años
de su nacimiento, y un triple álbum con grandes momentos de la “Stupenda”, Joan Sutherland. Cerramos la sección de estuches con uno dedicado a la
integral de las obras de cámara para violonchelo de Beethoven, interpretada por dos grandes: Pierre Fournier y Friedrich Gulda, y abrimos la puerta de
los discos sencillos también con el genio de Bonn, en un CD con algunas de sus sonatas interpretadas por Sviatoslav Richter, otro en el que Richter
escoge obras de Beethoven y Schubert y un tercero en el que Alfred Brendel desgrana el Concierto para piano nº 3. El surtido de conciertos para piano
este mes es apabullante: Van Cliburn con Tchaikovski y Schumann, Brendel y Klein con Mozart, y Eugene List con el de Gershwin, la Rhapsody in blue
y, de propina, Un americano en París. El último compositor en aparecer, Shostakovich, dispone de dos discos, uno con Mravinsky dirigiendo la Sinfonía
nº 5 y otro en el que este mismo director, junto a Ormandy, Oistrakh y Rostropovich nos ofrecen versiones referenciales de los primeros conciertos para
violín y para chelo de este compositor ruso.
LUDWIG VAN BEETHOVEN (1770-1827): SVIATOSLAV RICHTER interpreta LUD- JOAN SUTHERLAND: Un retrato
Integral de sonatas para piano (9 CDs) WIG VAN BEETHOVEN (1770-1827): (Haendel, Verdi, Bellini y El arte de la
/ Wilhelm Kempff, piano (grabado entre Sonatas para piano / Sviatoslav Richter, prima donna) / Joan Sutherland, sopra-
1951 y 1956) / REGIS / Ref.: RRC 9010 piano / REGIS / Ref.: RRC 1384 (1 CD) no / REGIS / Ref.: RRC 3013 (3 CD) D7
(9 CD) D5 x 2 D7 x2
LUDWIG VAN BEETHOVEN (1770-1827): LUDWIG VAN BEETHOVEN (1770-1827): GEORGE GERSHWIN (1898-1937):
Concierto para piano nº 3; Variaciones / Integral de la música para violonchelo / Rapsodia en azul; Un americano en París;
Alfred Brendel, piano. Orquesta Sinfónica Pierre Fournier y Friedrich Gulda, vio- Concierto para piano en Fa / Eugene
de Viena. Heinz Wallberg, director / lonchelo / REGIS / Ref.: RRC 2092 (2 CD) List, piano. Eastman Rochester Symphony
REGIS / Ref.: RRC 1389 (1 CD) D7 D7 x 2 Orchestra. Howard Hanson, director.
Minneapolis Symphony Orchestra. Antal
SVIATOSLAV RICHTER interpreta FRANZ DIMITRI SHOSTAKOVICH (1906-1975): Dorati, director / REGIS / Ref.: RRC 1386
SCHUBERT (1797-1828):): Sonata nº 16; Concierto para violín nº 1**; Concierto (1 CD) D7
LUDWIG VAN BEETHOVEN (1770-1827): para chelo nº 1* / *Mstislav Rostropovich,
Bagatelas / Sviatoslav Richter, piano / violonchelo. Philadelphia Orchestra. DIMITRI SHOSTAKOVICH (1906-1975):
REGIS / Ref.: RRC 1390 (1 CD) D7 Eugene Ormandy, director. **David Sinfonía nº 5 "El año 1905" / Leningrad
Oistrakh, violín. Leningrad Philharmonic Philharmonic Orchestra. Yevgeny
VAN CLIBURN interpreta PIOT ILYTCH Orchestra. Evgeny Mravinsky, director / Mravinksy, director / REGIS / Ref.: RRC
TCHAIKOVSKY (1840-1893): Concierto REGIS / Ref.: RRC 1385 (1 CD) D7 1387 (1 CD) D7
para piano nº 1; ROBERT SCHUMANN
(1810-1856): Concierto para piano, op. WOLFGANG AMADEUS MOZART GIACOMO PUCCINI: Las grandes ópe-
54 / Van Cliburn, piano / REGIS / Ref.: RRC (1756-1791): Concierto para piano nº ras (13 CDs) [inc. Tosca; Madam Butterfly;
1391 (1 CD) D7 17; Concierto para dos pianos; Sonata La Fanciulla del West; Il Tabarro; Suor
para dos pianos / Alfred Brendel y Walter Angelica; Gianni Schicci y Turandot] /
KATHLEEN FERRIER: El tributo del cen- Klein, pianos. Vienna State Opera Maria Callas, Elisabeth Schwarzkopf,
tenario (canciones de Mahler, arias de Orchestra. Paul Angerer, director / REGIS Tito Gobbi, Victoria de los Angeles,
ópera y otros) / Kathleen Ferrier, con- / Ref.: RRC 1388 (1 CD) D7 Giuseppe di Stefano y Jussi Bjorling, can-
tralto. Vienna Philharmonic Orchestra. tantes. Varias orquestas y directores /
Bruno Walter, director / REGIS / Ref.: RRC REGIS / Ref.: RRC 9011 (13 CD) D10 x
4011 (4 CD) D4 2
Que calidad y bajo precio no están reñidos es una premisa que llevan años demostrando los sellos Brilliant, Newton y
Novoson. El rincón español viene servido este més con Gernika y Ocho canciones a dos voces de Pablo Sorozábal, y Doña
Francisquita de Vives en la voz de Alfredo Kraus. El compositor más moderno del verano será John Cage, con su Música
para un ballet acuático, y los más antiguos serán Carlo Gesualdo con seis madrigales a cinco voces y los Cavazzoni y los Gabrieli,
NOVOSON que se muestran en su faceta organística. Con el oratorio Ester de Stradella y las Sonatas y balletti de Legrenzi (por los Sonatori
de la Gioiosa Marca dirigidos por Andrea Marcon) despedimos el siglo XVII y nos adentramos en el XVIII de la mano de Telemann y una selección de
sus oberturas. El Romanticismo nos regala la obra para contrabajo y piano de Dragonetti y las maravillosas suites extraidas por Bizet de Carmen y L’Arlesienne,
y terminamos con sonatas para violín de Gernsheim y la integral pianística de Roussel. Como colofón, disfrutemos del talento que Pau Casals desple-
gó en la Casa Blanca y refresquémonos con todo ello los oídos este verano.
MARCO ANTONIO y GIROLAMO JOHN CAGE (1912-1992): Música para GEORG PHILIPP TELEMANN (1681-
CAVAZZONI / ANDREA y GIOVANNI un ballet acuático; Música para carillon, 1767): Oberturas / Collegium
GABRIELI (s. XVI): Obras para órgano nº 6 / RobertoFabbriciani, flauta. Jonathan Instrumentale Brugense. Patrick Peire,
(ricerari y canzoni) / Sergio de Pieri, Faralli, percusión / BRILLIANT / Ref.: 9284 director / BRILLIANT / Ref.: 94411 (8 CD)
órgano / NEWTON / Ref.: 8802132 (1 (1 CD) P.V.P.: 3.95 €.- P.V.P.: 31.25 €.-
CD) P.V.P.: 3.95 €.-
ALESSANDRO STRADELLA (1639-1682): PAU CASALS: En La Casa Blanca (obras
DOMENICO DRAGONETTI (1763-1846): Ester, liberatrice del popolo Hebreo / Il para violonchelo de varios autores) / Pau
Obras para contrabajo y piano / Michele Concento. Luca Franco Ferrari, director Casals, violonchelo. Alexander
Veronese, contrabajo. Luca Ferini, pia- / BRILLIANT / Ref.: 94297 (1 CD) P.V.P.: Schneider, violín. Mieczyslaw
no / NEWTON / Ref.: 8802133 (1 CD) 3.95 €.- Horszowsky, piano / VOCACION / Ref.:
P.V.P.: 3.95 €.- VMZ-57002 (1 CD) P.V.P.: 5.95 €.-
ALBERT ROUSSEL (1869-1937): Integral
GIOVANNI LEGRENZI (1626-1690): de la música para piano / Emanuele PABLO SOROZÁBAL (1897-1988):
Sonatas y balletti Opp. 8, 10 y 16 / Torquati, piano / BRILLIANT / Ref.: 94329 Gernika; 8 canciones a dos voces /
Sonatori de la Gioiosa Marca. Andrea (2 CD) P.V.P.: 7.90 €.- Ignacio Ubiria, guitarra. Dueto Laya /
Marcon, órgano y clave / NEWTON / Ref.: VOCACION / Ref.: VMZ-57006 (1 CD)
8802134 (1 CD) P.V.P.: 3.95 €.- FRIEDRICH GERNSHEIM (1839-1916): P.V.P.: 5.95 €.-
Sonatas para violín / Stefan Kirpal, vio-
CARLO GESUALDO DI VENOSA (1566- lín. Andreas Kirpal, piano / BRILLIANT / AMADEO VIVES (1871-1932): Doña
1613): Seis madrigales a cinco voces / Ref.: 94403 (2 CD) P.V.P.: 7.90 €.- Fracisquita / Alfredo Kraus, Ana Maria
Quintetto Vocale Italiano / NEWTON / Olaria, Dolores Pérez, Santiago Ramallé,
Ref.: 8802136 (6 CD) P.V.P.: 23.70 €.- GEORGES BIZET (1838-1875): Suites de Pedro Lavirgen / Orquesta de Cámara de
Carmen y L'Arlesienne / Orquestra Madrid. Daniel Montorio, director /
ALBERT ROUSSEL (1869-1937): Integral Filarmonica de México. Enrique Bátiz, VOCACION / Ref.: VMZ-57007 (1 CD)
de sinfonías / Orquesta Filarmónica de director / BRILLIANT / Ref.: 94404 (3 CD) P.V.P.: 5.95 €.-
la Radio de Francia. Marek Janowski, P.V.P.: 11.95 €.-
director clave / NEWTON / Ref.: 8802173
(2 CD) P.V.P.: 7.90 €.-
Los discos del zoco no computan para los descuentos señalados en el boletín de pedido.
di v e r di editorial
el chupito
SDG 716
varios temas. Me he centrado en la música antigua y fun-
damentalmente en el periodo barroco. El cuerpo me lo
se valora y se pedía. Ahí va mi particular decálogo de discos para ser,
como mínimo, más felices en verano.
disfruta en el
¶ uno. Comenzamos por La fiesta de Pascua en Piazza
periodo estival con Navona, de Tomás Luis de Victoria, con Albert Recasens
al frente de La Grande Chapelle. Último y fascinante
una sensibilidad capítulo de un camino de recuperación de la música espa-
ALQHAI 004
OP 30533
RIC 322
GCG 922604
LPH 004