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Envases y Embalajes de Productos

Hortofrutícolas. Diseño y Normalización


Profa. Barbara J. Teruel M./ Faculdade de Engenharia Agrícola/Universidade Estadual de
Campinas. São Paulo. Brasil. barbarat@feagri.unicamp.br

VII Curso Internacional de Tecnología de Poscosecha y


Procesado Mínimo
7 -13/03 de 2013. Escuela Técnica Superior Ingeniería Agronómica- Universidad
Politécnica de Cartagena. España.

1- Introducción
Cada vez más los productos hortofrutícolas vienen siendo tratados como alimentos,
donde las normas de alimento seguro se aplican de la misma forma que en productos
industrializados, siendo así, los embalajes han ganado papel de destaque en la
cadena de distribución y comercialización de los productos, valorizándose cada vez
más su papel. Pero aun así, estamos distantes aun de que sea contemplado el
proyecto de los embalajes considerando los aspectos de ingeniería como, la
resistencia estructural a la compresión, impactos, choques, vibraciones y su relación
con el área de aberturas que al mismo tiempo facilita la transferencia de calor (que
afecta el enfriado de los productos en la cadena del frio) y el intercambio gaseoso (que
puede alterar la atmosfera dentro del embalaje), así como los aspectos ergonómicos,
que afectan directamente a la seguridad del trabajador, pues muchas veces los
embalajes no poseen las dimensiones y agarraderas necesarias a las actividades
humanas que serán ejecutadas por los operadores.
Con base en lo expuesto, esta clase aborda la conceptualización y contextualización
de la temática de embalajes (llamados indistintamente de envases), en el sector
hortofrutícola, así como la metodología de proyecto, considerando los aspectos
estructurales, térmicos, geométricos y ergonómicos. Se presentan herramientas
computacionales para el auxilio al proyecto de embalajes; los principales ensayos para
evaluar la concordancia entre las exigencias estándares y el comportamiento de los
embalajes, los resultados de una aplicación al proyecto de embalajes para mango y
bananas, y una discusión sobre las normalización y tendencias actuales para
embalajes.

1.1- Definición de embalajes


Un dato que viene alarmando cada vez más la sociedad y las instituciones que
trabajan en áreas relacionadas a la producción de alimentos, es el aumento de las
perdidas, y dentro de estas, la de frutas y hortalizas frescas. Varias estadísticas
mencionan que el valor puede estar entre 10 a 50%, o más, desde la producción hasta
la comercialización, e inclusive ya por parte del propio consumidor, una vez comprado.
Son citadas como probables causas la combinación de deficiencias, o inexistencia, de
infra-estructura y medios logísticos, inadecuadas prácticas de manoseo, manipulación,
ausencia de la cadena del frio y embalajes inadecuados.

Los embalajes para productos hortofrutícolas deben garantizar la protección contra


daños mecánicos, daños por compresión, por impacto, por abrasiones y/o vibraciones.
Los materiales y estructura del envase deben ser resistentes a las condiciones de baja
temperatura y alta humedad a que estarán sometidos los productos en la cadena del
frio, así como a la liberación de agua por parte de los productos.

Se puede considerar como un embalaje y/o envase (pueden ser llamados de la misma
forma indistintamente) aquel que contiene, protege y ayuda a vender el producto,
siendo estas las funciones, en la cadena que incluye desde la producción hasta el
consumo.

La función de contener está relacionada con la distribución de los productos, que


pude ser en una camada o varias camadas, dependiendo del tipo de producto y las
dimensiones del embalaje. La función de proteger debe contemplar, además de una
adecuada distribución del producto, que tanto el diseño, proyecto y materiales del
embalaje, eviten al máximo que el producto sufra daños mecánicos, así como sea
expuesto a condiciones ambientales desfavorables que perjudiquen la calidad y la vida
útil (luz, aire, humedad y temperaturas inadecuadas, presión interna y externa. Por
último los embalajes deben contemplar la función de venta y distribución de los
productos, esta función debe estar relacionada tanto con el diseño y atracción que
este ejerce en los consumidores (caso en embalaje vaya a estar disponible en los
anaqueles de los puntos de venta), como garantizar la adecuada distribución de los
productos en toda la cadena.

En los últimos años los diseños de los embalajes para productos hortofrutícolas vienen
ganando mas visibilidad, con el uso de colores variados y estampas de frutas y/o
hortalizas, tornándose más comunicativos, atractivos, y, transmitiendo informaciones,
a veces hasta comunicando al consumidor, además de las informaciones obligatorias,
otras como el método y la temperatura de enfriado.

Los embalajes pueden ser divididos en tres niveles: primario, secundario y terciario. El
embalaje primario es el que está en contacto directo con el producto en sí; el
secundario protege al embalaje primario y generalmente puede ser desechado al
momento del uso; el terciario es el que contiene al primario y al secundario. Si apenas
es usado un embalaje, este será siempre el considerado el de transporte (sea
primario, secundario o terciario).

Las llamadas unidades de carga, agrupan empaques primarios o secundarios para


facilitar la manipulación y el transporte. Por ejemplo, cajas de cartón corrugado que
contienen productos en empaques primario s o secundarios, sacos con productos a
granel, bidones con productos en estado líquido.
Al mismo tiempo que los embalajes para productos hortofrutícolas deben atender a las
funciones para los cuales son creados, también debe ser contemplada todas las
operaciones y exigencias que son impuestas hoy, como la impacto al medio ambiente
y de reciclaje, aun dentro de una relación adecuada de costo-beneficio (Figura 1). Los
aspectos tratados en la figura pueden ser resumidos como un conjunto de variables,
que son: comunicación, distribución, sentido social y ecológico (reutilizable, reciclable,
no tóxico y/o degradable), así como el precio.

Figura 1- Funciones y responsabilidades de los embalajes para productos


hortofrutícolas

1.2- Metodología de proyecto de embalajes para productos


hortofrutícolas
Lo que diferencia el proyecto de embalajes para productos hortofrutícolas frescos del
proyecto de embalajes y/o envases para otros tipos de productos, es el punto de
partida del diseño y proyecto. O sea, para productos procesados se proyecta y diseña
un envase en el que contendrá el producto, lo que se puede traducir como que el
proyecto es de ¨afuera para adentro¨. Ya para productos frescos, como frutas y
hortalizas, el proyecto y diseño debe hacerse se ¨adentro para fuera¨, lo que significa
que, el primer paso debe ser el de contemplar todas las características y necesidades
del producto fresco, en que la función de contención y protección prevalecen sobre las
de marketing, por ejemplo, pero al mismo tiempo, sin que esta última sea
absolutamente desconsiderada.

El proyecto de embalajes para productos hortofrutícolas debe contemplar los aspectos


estructural, geométrico, térmico y ergonómico, siguiendo una metodología que incluye
las etapas de definiciones con relación al producto, al material del embalaje, a
construcción del prototipo y ensayos de laboratorio y/o de campo, para validar el
proyecto (Figura 2).

Figura 2- Organograma de las etapas y metodologia de proyecto de embalajes para


produtos hortofrutícolas (Adaptado de Cortez et al. 2002).

1.3- Definiciones iníciales


En esta fase del proyecto es necesario buscar y agrupar todas las informaciones
necesarias con relación a las características del producto, a la distribución dentro del
envase, a los tratamientos postcosecha, antes y después del envasado, y al tipo de
material del embalaje. En la figura 3 están reunidas las informaciones necesarias en
esta etapa de la metodología de proyecto del embalaje.

1.3.1- Características del producto


El surgimiento de daños mecánicos en frutas y hortalizas frescas se debe en gran
medida a que el proyecto del embalaje no atiende las exigencias necesarias, ya que la
asociación de las características físicas del producto con las cargas estáticas y
dinámicas, así como los efectos de la aceleración y la frecuencia de oscilación, unido
al desempeño del embalaje atendiendo del tipo de material, el acolchonamiento, la
altura de las camadas de productos y la altura del pallete, llevarán inevitablemente a
garantizar mayor o menor vida útil a los productos y ser comercializables o no.

1.3.2- Tratamientos poscosecha


Los tratamientos poscosecha están relacionados con el uso de la cadena de frio, que
incluye desde los sistemas de enfriado rápido (con aire forzado, agua fría, hielo o al
vacío), almacenamiento refrigerado, transporte refrigerado (que puede ser terrestre,
ferroviario, marítimo o aéreo), continuando con los expositores refrigerados en los
supermercados y puntos de venta y distribución y terminando en el consumidor final.

La definición sobre el tipo de enfriado está relacionado con la posición de los orificios
de los embalajes, así como con el material a ser usado. Productos que serán enfriados
en sistemas con aire forzado deben privilegiar la fase de mayor área para ser
localizadas las aberturas, así como la debe ser definida la distribución de los
embalajes en el pallete, ya que si el tipo de distribución fuera alternado o cruzado, el
proyecto de los embalajes debe garantizar que haya coincidencia de las aberturas
entre las diferentes posiciones de paletización.

Figura 3- Informaciones y datos necesarios para el proyecto de un embalaje para


productos hortofrutícolas

Si los productos serán enfriados en un sistema con agua fría o hielo, si los envases
serán de papel cartón o de madera, los materiales deberán ser impermeabilizados,
impidiendo la absorción de agua, ya que si esto ocurre la resistencia estructural será
absolutamente perjudicada. La posición de los orificios debe garantizar que el agua
producto del enfriado, pueda encontrar aberturas para el correcto escurrimiento.

1.3.3- Distribución física del producto en el envase


El tipo de distribución del producto dentro del embalaje es de suma importancia, pues
no es lo mismo distribuir de forma cuadrada, que triangular que aleatoriamente.
Dependiendo del tipo de producto, la geometría, las propiedades del producto y la
cantidad de camadas, así como el uso de máquinas para el envasado, puede optarse
por un tipo de distribución u otro. En términos de efectos de compresión y rozamiento
entre los productos, es más recomendada la distribución triangular y de preferencia en
una única camada. Cuando se tenga más de una camada de productos, deberá
usarse materiales de acolchonado, para que estos absorban los impactos y
disminuyan los efectos del rozamiento, disminuyéndose los daños mecánicos en los
productos.

1.3.4- Material constructivo


De entre los materiales más utilizados para esta finalidad, que son el papel corrugado
o papel cartón, el plástico y la madera, hoy predomina en casi todos los países los
embalajes de frutas y hortalizas de papel cartón. Aun se usa la madera para la
fabricación de envases, pero que solo podrá ser utilizada una única vez. Ya los
envases de plástico tienen un uso de menores proporciones pues el costo unitario aun
es alto si comparado con el papel cartón y la madera. También envases de polietileno
y bandejas poliestireno son utilizadas, generalmente como envases primarios,
haciendo uso de otro embalaje, de papel o madera, como embalaje secundario o de
transporte.

En el caso de decidir por el uso de papel cartón como material para el proyecto y
diseño de los embalajes para fruta y/o hortaliza, debe tenerse en cuenta la espesura
del material, o tipo de onda, y esta definición saldrá de un cálculo que ser explicará en
el tópico de dimensionado estructural.

El papel cartón está formado por camadas de papel liso y camadas de papel
corrugado u ondulado. Existen hoy básicamente los tipos de onda A, B, C, D y E, cada
una de ellas atiende a diferentes dimensiones de la onda.

El cartón corrugado está formado por la unión de tres papeles, denominados: el


externo como tapa o cara, el intermedio onda y el interno contratapa o contra cara.
Dependiendo de la necesidad de resistencia estructural del embalaje se pueden
utilizar dos tipos de ondas, la más utilizada la onda C, con altura aproximada de 3,6
mm, o la denominada onda B, con altura de aproximadamente 2,5 mm. La tapa o cara
admite dos opciones de liner o papel: el marrón o kraft y el papel blanco.
Para transportar pesos superiores a 10 kg generalmente se usa cartón corrugado de
pared doble y flauta BC o BA, en cajas de una sola pieza y en la mitad inferior de cajas
de dos piezas. Para contenidos netos inferiores se usan cajas de pared sencilla con
flauta B o C.

La madera también es usada para construir embalajes, desde que sea lisa lo suficiente
para no provocar daños mecánicos a los productos. Se caracteriza por ser resistente
mecánicamente, moldeable y flexible. Como material de empaque y embalaje, en
muchos casos es el componente único de los mismos, y en otros es el elemento que
los dota de la rigidez y la resistencia necesarias para que cumpla su función,
apoyándose otros materiales en ella para suplir sus propias carencias. La madera
utilizada en el sector de empaques y embalaje procede de bosques de cultivo en los
países industrializados. El uso más común de la madera en el ramo de empaque y
embalaje se da en la fabricación de estibas o paletes.

Cuando se va a seleccionar el material también es necesario entender si habrá que


usar materiales de acolchonado, atendiendo a las operaciones de manoseo y tipo de
transporte, para amenizar os efectos de los golpes, de la compresión y de las
vibraciones. Algunos de los daños que pueden ser provocados en productos
hortofrutícolas frescos se muestran en la tabla a continuación.

Daño Causa Recomendación


Golpes Dejar caer los productos sueltos o Utilizar material de acolchonado
envasados, sobre una superficie en el interior del envase; uso de
dura materiales mejorados de
embalaje relleno

Comprensión Embalado incorrecto; sobrellenado, Minimizar la magnitud del peso


desempeño inadecuado del envase, que tenga que soportar el
lo que provoca que el producto producto
absorba parte del peso de estiba
Vibración y abrasión Movimiento del producto dentro del Corregir la dimensión y adecuar la
envase o embalaje. Aún cuando el densidad de llenado del envase.
daño es superficial, el valor del Usar materiales de embalaje
producto en el mercado se ve interiores, tales como envolturas,
afectado negativamente rellenos, charolas, etc.

1.4 Dimensionado
El dimensionado de los embalajes es una etapa muy importante del proyecto y que
debe contemplar los aspectos geométricos en si (geometría del embalaje,
dimensiones, internas y externas, posición de los orificios), como las exigencias
estructurales y ergonómicas.

El proyecto debe ser hecho para el último embalaje de una de las columnas de
paletizazión. La fórmula 1, que relaciona el peso bruto de cada embalaje y el número
de embalajes en la columna de empilado, permite calcular, aproximadamente, cual
será el valor de la carga a ser recibida por el embalaje que se encuentra en la primera
camada junto al palete:

C = P (n-1) (1)
donde:
P- peso bruto de cada embalaje, considerando peso del producto y el peso del
embalaje (kg); n- número de embalajes en la columna de empilado

1.4.1- Dimensionamento geométrico


Con las definiciones del tipo de distribución del producto en el envase (cuadrado,
rectangular o aleatorio), la geometría y dimensiones de los productos, así como el tipo
de enfriamiento y de transporte, debe ser trazado en un papel, a escala, la disposición
de los productos, en planta y en elevación, para a partir de ese diseño poder trazar los
contornos de la borda interna del envase.

Las normas para embalajes no determinan cuales deben ser las dimensiones de los
envases, apenas que deben tener dimensiones compatibles con el pallete. En Europa
las dimensiones estandarizadas del pallete son de 0,80x1,20 m y en América del
Norte, Central y del Sur, de 1,00x1,20 m. Algunas de las opciones de distribución de
los embalajes en el pallete son mostradas en la figura 4, pero es importante destacar
que existen una serie de otras posibilidades de agrupación de los embalajes en el
pallete. Una cuestión a tomar en consideración es el aprovechamiento del área de
pallete, para que no sea desperdiciado volumen de almacenamiento y transporte, ya
que este último es contratado por volumen o capacidad de estoque.

Trabajos desarrollados por la ABPO (Associação Brasileira de Papel Ondulado),


muestran que el paletizado en columnas es más efectivo que el intercalado, llegando a
ser hasta 45% mayor la resistencia de las columnas.

Las medidas de los embalajes deben expresarse en internas y externas. La diferencia


entre las medidas externas e internas son, en el caso del material simple onda, de
5mm; y en el doble triple, de 8mm. Siempre la medida externa es la de mayor
dimensión. Las medidas de los embalajes deben ser expresados en milímetros (mm),
y. el orden para las medidas debe ser Largo x Ancho x Altura.

Las aberturas para ventilación y facilitación de los procesos de enfriado, pueden ser de
geometría esférica, rectangular u ovaladas. Estas deben ser localizadas en la fase del
embalaje por donde debe entrar el fluido de enfriado (sea aire, agua o hielo), y es lo
que se conoce como área efectiva del embalaje. El área de aberturas debe tener una
relación con el tipo de material del embalaje, humedad relativa del ambiente y su
resistencia al empilado y efectos del transporte, distribución y almacenamiento.

Es preferible tener una cantidad mayor de aberturas de dimensiones menores,


distribuidas en la fase del embalaje en contacto con el medio de enfriado, que pocos
orificios de dimensiones mayores. Esto está justificado por el hecho de que cuando
tenemos pocas aberturas u orificios, se creará un canal preferencial para el escurrido
del fluido de enfriamiento, contribuyendo para que el intercambio de calor sea
heterogéneo y haya desigualdad de la temperatura de los productos, en el mismo
instante de tiempo.

Como se ha comprobado en diversos trabajos, hay una relación entre el área efectiva
de aberturas y el tiempo de enfriamiento de los productos. Entre mayor el área de
aberturas menor será el tiempo de enfriado y viceversa, siendo que el tiempo de
enfriado afecta tanto la calidad del producto como su vida útil, e incide en los costos de
enfriado y en el costo final del producto. Por otro lado, estudios han mostrado que no
existe influencia entre la geometría de las aberturas y el tiempo de enfriado.

1.4.2- Dimensionamiento estructural


El dimensionado estructural busca contemplar la resistencia al empilado de los
embalajes unido a todos los factores que tendrán incidencia en la perdida de
resistencia estructural del embalaje. Para el cálculo de esta resistencia R, se
acostumbra a utilizar la ecuación 2.
Figura 4- Posibilidades de distribución de los embalajes en el pallete (Kader, 2002).

R = E.f1 .f 2 .f 3 .f 4 .f 5 .f 6 (2)

donde:
E- módulo de resistencia del material; f1- tipo de empilado (yuxtaposición =1; no
alineadas 0,8; arreglo ajedrez = 0,7); f2- tiempo de empilado; f3- humedad relativa; f4-
número de manoseos; f5: factor dinámico (inverso da aceleración prevista en el
transporte); f6: factor relativo de esfuerzos concentrados puntuales (estimativa de 0 a
1, usual de 0,7).

Tabla 1- Valores de los factores f2, f3 y f4


Tempo de Humedad Número de
empilado (días) relativa (f3) manoseos (f4)
(f2)
1….0,91 50….1,15 2….0,95
2….0,88 65….1,00 5 0,80
5….0,83 75… 0,87 10…0,64
10…0,79 80….0,78
30…0,72 85….0,75
100…0,65 90… 0,73
95….0,70

Un factor de seguridad debe ser adicionado también al cálculo de la resistencia


estructural, denominado como S y que puede ser de 4 a 10, según los siguientes
criterios:

S = 4 (cajas transportadas sin trasbordo; empilado bien hecho; viajes corta duración;
ambiente seco); S = 6 (transporte terrestre y aéreo; trasbordo; movimiento cuidadoso);
S = 8 (transporte marítimo o terrestre; movimiento severo; S = 10 para (cajas
sometidas a transporte marítimo y condiciones severas).

La relación entre la resistencia a la compresión de la caja de papel y las características


del material son calculadas empleando la fórmula de McKee (ecuación 3 y/o 4):
E = kC eZ (3)

donde:
E = resultado del ensayo de compresión normal (N); C = resultado del ensayo de
columna de papel (N cm-1); e = espesura del papel (cm); Z = perímetro de la caja (cm);
k = coeficiente empírico: onda BC= 4,9; onda C = 5,6.

Z (4)
E=k
f
donde:
E = Resistencia de la caja en el ensayo de compresión (kN); Z= perímetro da caja
(mm); f = flecha obtenida en el ensayo de flexión (mm); k = coeficiente empírico: onda
BC = 0,14; onda C = 0,33.

Algunos softwares que pueden ser utilizados para el cálculo de la resistencia


necesaria en embalajes de papel cartón, como el software DIGE, desarrollado por el
Centro de Tecnologia de Embalajes (CETEA), del Instituto de Tecnologia de Alimentos
de Campinas (ITAL, www.ital.sp.gov.br), en São Paulo, Brasil. Introduciendo al
programa las informaciones relacionadas con las dimensiones del embalaje primario
y/o secundario, formato, tipo de orientación (a), así como las informaciones del
paletizado y del sistema de distribución (b) programa calcula la resistencia de
columna, pro la formula de McKee y sugiere el tipo de onda que podrá ser utilizada (b).
Además calcula el aprovechamiento del palete (a) (Figura 5).
(a) ..................................................................(b)

(c)
Figura 5- Imágenes del aplicativo del software DIGE

1.4.3 Dimensionamento ergonómico


La ergonomía debe ser parte de las características de un embalaje y/o envase.
Facilidad de uso y adaptación del envase a la forma en va ha ser manipulado,
trasladado, destapado y almacenado por algún usuario, en algún punto de su vida útil.
Los aspectos ergonómicos deben contemplar el peso, la facilidad para levantarlo y la
Adaptación del envase a la forma de la mano.

El peso del embalaje a ser manoseada es un factor ergonómico de importancia, para


que la tarea de movimiento manual de la carga sea de bajo riesgo con relación a la
ocurrencia de disturbios osteo-musculares relacionados al trabajo (DORT). En este
caso, se recomienda la ecuación de NIOSH (Waters, et al, 1994) que determina el
peso seguro a ser manipulado, en función de los parámetros geométricos y
funcionales que describen determinada actividad de movimiento manual de carga
(ecuación 5):

RWL = LC. HM. VM. DM. AM. FM. CM (5)


donde:
RWL- peso límite recomendado (kg); LC- constante de carga; HM, VM, DM, AM, FM y
CM- factores multiplicadores que toman el valor 1 en el caso de tratarse de un
levantamiento en condiciones óptimas, y valores más cercanos a 0 cuanto mayor sea
la desviación de las condiciones del levantamiento respecto de las ideales.

Además del peso, las características geométricas y mecánicas del embalaje, en


particular el momento de inercia, la posición del centro de gravedad y la consistencia
de la posición del centro de masa del embalaje, para fines de estabilidad, deben ser
tomadas en consideración para facilitar la manipulación.
Con relación a las empuñaduras, estudios bio-mecánicos de la mano muestran que
ciudadanos entre 20 a 30 años, tienen una largo de mano de 18,35 cm y 10,45 cm de
ancho. Las empuñaduras deben ser diseñadas de acuerdo a la forma en que deben
ser utilizadas, que para manoseo de envases de transporte se considera como
grosero, o sea, que pegan directamente en la mano y que tiene presión en gancho. No
deben ser del tipo llamado de manejo fino, en que apenas son algunos de los dedos
de la mano que son usados para coger en el envase.

Las empuñaduras deben ser redondeadas, sin ángulos cortantes y localizadas de


modo que sea evitado el giro de las cargas cuando son levantadas. La carga o peso
del embalaje y su contenido debe estar uniformemente distribuido en la mayor área
posible de las manos y dedos, evitando picos de presión. Según Drury (1980), los
parámetros de las empuñaduras deberán ser de tamaño (115 X 40 mm) como mínimo,
con adecuado formato y textura para evitar que se deslicen entre las manos, estando
correctamente localizada.

También se debe tomar cuidado con las informaciones que constan en los embalajes,
que deben ser fácilmente leídas e interpretadas por los usuarios. La legibilidad
depende de los atributos de los caracteres alfanuméricos utilizados, en particular, del
tamaño, proporción y colores.

1.5- Prototipo
Luego de diseñado el embalaje el mismo debe ser construido, atendiendo a todas las
definiciones trazadas y someterlas a testes verificativos, para comprobar si los
embalajes atienden a las condiciones de proyecto.
1.6- Ensayos
Los testes o ensayos, que pueden ser hechos en laboratorios para esta finalidad o
directamente en el campo, tienen como objetivo verificar la conformidad del proyecto
con los criterios técnicos previamente asumidos y la legislación existente.
Deben ser identificados los riesgos en la cadena de distribución y transporte,
estableciéndose cuáles deben ser los ensayos y los parámetros a establecer. Los
resultados de los ensayos permitirán saber si el proyecto del embalaje es adecuado al
producto y al medio de transporte y distribución que será usado, determinando si las
condiciones de proyecto han sido subestimadas o sobreestimadas. Será posible
entonces modificar las condiciones de proyecto, atendiendo también la probable
disminución de costos, en caso que este haya quedado por encima de lo esperado,
buscando mejorar la relación costo-beneficio. Generalmente los ensayos que son
realizados a los embalajes son los de vibración, compresión e impacto.

Los ensayos de vibración pueden ser de barredura sinodal, de frecuencia fija o


aleatoria, para el perfil de carreteras, ferroviario o aéreo. La barredura o tipo de
movimientos aleatorios pueden ser asociados a los tipos de movimiento encontrados
en el transporte real o especifico para cada medio de transporte. Pueden ser
realizados para un solo embalaje o para una carga de embalajes, como muestra la
figura 6.

Figura 6- Ejemplos de equipamientos para realizar ensayos de vibración.

Los ensayos de impacto tienen como objetivo evaluar la resistencia al impacto por
queda libre de los embalajes. Generalmente es usada una plataforma que sostiene el
embalaje y que pueda ser manual o mecánicamente, debiendo tener un mecanismo
que suelte instantáneamente el embalaje durante el ensayo, sin tener interferencia en
la caída del mismo. El embalaje debe caer sobre una superficie, sea de concreto,
acero o piedra, que pueda absorber el impacto del choque sin deflexión. La superficie
debe ser lisa, regular y dispuesta perpendicularmente a la línea de caída del embalaje.
La altura de la caída libre debe ser medida entre la parte inferior del embalaje inclinado
y la superficie donde caerá (Figura 7a).

El objetivo de los ensayos de compresión es determinar, sobre condiciones


estándares, la resistencia a la protección ofrecida por los embalajes de papel cartón u
ondulado, cuando son sometidos a esfuerzos de compresión. El equipamiento utilizado
para esta finalidad aplica una carga de compresión sobre el embalaje (N cm-1), a
través de dos placas que se aproximan a una velocidad de 12±2,5 mm min-1,
accionados por un motor. Los ensayos de compresión pueden ser realizados de forma
dinámica o estática (Figura 7b).

(a) (b)
Figura 7- Ejemplos de equipamientos para realizar ensayos de impacto (a) y
compresión (b).

2- Aplicaciones al proyecto de embalajes para mango y


bananas

Para la optimización y análisis estructural de embalajes para mango y bananas, se


aplicó el Método de Elementos Finitos (MEF), implementado a través del programa
computacional ANSYS 9.0; buscando optimizar el volumen de material con el área de
efectiva de aberturas y la resistencia estructural. La aplicación de este método tuvo
como objetivo obtener una aproximación del comportamiento del medio elástico
continuo, a través de la discretización de un número finito de elementos. El programa
dispone de algoritmos de optimización que permiten obtener un proyecto óptimo a
partir de la definición de las variables de proyecto, de estado y de la función objetivo.
La metodología explícita y las condiciones de proyecto aplicadas pueden ser
consultadas en Teruel et al, (2011).

Como resultados de la aplicación del software de optimización a embalajes de madera


para mangos, se obtuvo la figura 6a, mostrando que las regiones críticas del embalaje,
atendiendo a la tensión equivalente, estuvieron en el orden de 9,76 MPa, lo que
ultrapasó el límite impuesto en las restricciones, que fue de 10 MPa. Estas regiones
más críticas se localizan en los cantos superiores de los embalajes, coincidiendo con
la región de junción de las columnas con las paredes laterales, debiéndose a la
discontinuidad del material constructivo, en función de la transición de los listones de
las laterales para las testeras.

Ya los resultados para la optimización de los embalajes para bananas, figura 6b,
colocan en evidencia que los mayores valores de tensión se encuentran en las
regiones de discontinuidad entre las columnas y paredes y entre las laterales y el
fondo de los embalajes. Sin embargo, a pesar de que las laterales poseen 10% de
área efectiva de abertura, estás se encuentran descargadas, demostrando que la
carga de empilado es asumida integralmente por las columnas, elemento de alta
resistencia debido a la orientación de las fibras de la madera.
(a) (b)
Figura 6- Distribución de tensiones (MPa) en los modelos optimizados con el software
ANSYS. a) Embalaje para mangos; b) embalaje para plátanos.

Con la aplicación de la metodología propuesta en este capítulo, así como el uso de las
herramientas computacionales, se obtuvieron modelos de embalajes de madera con
reducción de volumen de material entre 60 y 68%, con relación a los embalajes
usados comercialmente, lo que incide directamente en la disminución del peso y del
costo de material. Los embalajes también se mostraron adecuados a la cadena del frio
(con área de aberturas suficiente), resistencia estructural adecuada para soportar las
cargas estáticas y dinámicas debidas a las operaciones de manoseo, transporte y
almacenamiento.

3- Normalización de envases
El mantenimiento de la calidad del producto también pasa por la normalización de los
envases de transporte y por su óptima paletización, operación que se ha convertido en
prioritaria. Este parte de la logística de las empresas es uno de los motores que
impulsa la normalización de los embalajes, pues las dimensiones de estos deben ser
compatibles con las dimensiones de los paletes, evitando la falta de aprovechamiento
y la formación de espacios internos que provoquen el debilitamiento estructural del
palete, de los embalajes y daños a los productos.

En España se suele ajustar a las Recomendaciones sobre Envases del Comité de


Transportes Interiores de la Comisión Económica para Europa (O.N.U., Ginebra),
envases de 60 x 40, 50 x 30 y 40 x 30, y a los formatos de paletas normalizadas
I.S.O., 80 x 120 y 100 x 120 cm., aunque desde el punto de vista de un mejor
aprovechamiento de las paletas utilizadas sería deseable una reducción mayor de los
tipos de base empleadas, centrando el uso en las de 60 x 40 y 40 x 30 cm (Figura 8).
En Europa, e internacionalmente, en general, la tendencia actual busca que las
medidas de la base de los embalajes sean 60 x 40 cm, o múltiplos y submúltiplos de
éstas (como 40 x 30 cm), acorde con las dimensiones del europalet (80 x 120 cm), la
paleta más aceptada y requerida en el comercio internacional de frutas y hortalizas
frescas. La altura de los embalajes será variable en función del producto, de su calibre
y del tipo de pre-empaquetado. Normas de referencia son las normas Euro 60 x 40,
aparecidas a finales de la década de los años 70 e implantadas a partir de los 80, y las
normas UNE sobre envases de cartón y madera para una serie de determinadas
medidas de base. Entre éstas se pueden citar las UNE 49456, en sus números 1,2,3,
dedicadas a cajas de cartón para frutas y hortalizas, y las UNE 49051 a 49057,
referidas a envases de madera para frutas y hortalizas, además de las UNE 49016, 1 y
2, correspondientes a embalajes para el transporte internacional de frutas y hortalizas
frescas o refrigeradas (HORTICOM, 2013).

Figura 8- Ejemplo de formato y dimensiones normalizadas para embalajes para


tomates, peras y fresas (Fuente:
http://www.horticom.com/pd/imagenes/56/468/56468.html).

La asociación Canada Agricultural Products Act, Presh Pruit and Vegetable


Regulations, estableció que ningún producto fresco, debe estar envasado en un
contenedor que exceda, por ejemplo, de 25 kg en peso neto (para manzanas) y de 50
kg en peso neto para cualquier otro producto. El envase no debe estar manchado con
tierra, deformado, roto o con otro defecto que afecte la calidad del producto contenido
en el envase. Asimismo, deberán estar cerrados apropiadamente en función del tipo
de envase. No se permite que un contenedor tenga una etiqueta que represente
erróneamente la calidad, cantidad, composición, naturaleza, seguridad, origen, valor o
variedad de su contenido.

En Brasil está vigente la Norma IN009/2000, que define las dimensiones externas
versus el empilado en palete de 1,00 x 1,20 m, sin definir específicamente las
dimensiones de los embalajes, desde que sean paletizables. La norma también exige
que sean mantenidas integras e higienizadas, que cuando sean retornables atiendan
las exigencias del manoseo e higienización, así como que contengan las
Informaciones obligatorias de marca y/o rótulos, indicaciones cuantitativas, cualitativas
y otras exigidas para el producto de acuerdo con legislaciones establecidas por
órganos oficiales envueltos y la Identificación del fabricante o quien vende el embalaje.

5- Tendencias para envases de productos hortofrutícolas


Desde hace algunos años el sector de hortofrutícolas frescos viene invirtiendo en
tecnologías para agregar valor a los productos y aumentar la vida útil, sobre los
criterios de la sostenibilidad, traceabilidad e interacción con el cliente. En esta línea
surgieron los envases inteligentes, capaz de efectuar funciones como, detectar,
mostrar, registrar y/o comunicar una información sobre el estado del producto
envasado o el entorno de éste. El envase inteligente implica siempre el sistema
completo alimento/envase/entorno, de forma que el envase analiza el sistema, procesa
la información y la presenta, sin ejercer generalmente ninguna acción. Al contrário de
los envasesa activos, que realizan acciones, como las de incorporar sustancias que
interactúan con el alimento y/o con el ambiente que le rodea para mejorar su
conservación. Ambas funciones pueden ser complementarias y no excluyentes.

Los que se han destacado hasta elmomento son algunas algunas posibles soluciones
de envases inteligentes, sean los que incorporan sistemas portadores de datos-
etiquetas de códigos de barras o placas de identificación por radiofrecuencia (que
puedens ser usados para almacenar o transmitir datos), o los que tienen indicadores
de incidencias en el envasado como de tiempo/temperatura, indicadores de gases o
biosensores que permiten el control del medio y del producto envasado.

Pero aunque algunas empresas y sectores vienen haciendo um esfuerzo em esta


dirección, aun hay mucho que investigar y solucionar, para poder colocar en el
mercado embalajes para productos hortofutícolas con adecuada relación costo-
beneficio. Inclusive incorporando los conceptos de la Agricultura de Precisión a la
cadena de operaciones desde la cosecha hasta la comercialización, donde el envase
juega un papel significativo.

6- Referencias

ABPO- Associação Brasileira de Papel Ondulado. www.abpo.org.br. Consulta


en 30 de septiembre de 2011.
Cartilla: Empaques y Embalajes para Exportación. 2003. Proexport, Colombia.
Bogotá, 107p.
Cortez, L.A, Honório, S. L y Moretti, C. 2002. Resfriamento de Frutas e
Hortaliças. Cap. 6. p 117.
Drury, C. G.1980. Handles for Manual Material Handles, Applied Ergonomics,
v.11, n.1, p 35-42.
HORTICOM HOME NEWS. www.horticom.com/. Consulta realizada el 22 de
febrero de 2013.
Kader, A.A. 2002. Postharvest Technology of Horticultural Crops. 3.ed. Division
of Agriculture and Natural Resources. Davis: University of California, n. 3311. 295p.
Teruel, B. Abrahão, R. y Chacón, F. 2011. Packaging Engineering for Tropical
Horticultural Products: Geometric, Structural and Thermal Optimization of Mango and
Banana Packages. Acta Horticulturae, ISHS, v. 906, ISHS. p. 137-146.
Waters, T. Putz-Anderson, V. y Garg, A. 1994. Application Manual for the
Revised NIOSH Eifting Equation. EUA: US Departament of Health and Human
Service/NIOSH Publications, p. 94-110.

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