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Rusia ganó en soledad la Segunda

Guerra Mundial en Europa


© Sputnik / Vladimir Grebnev

Ensayos
21:18 26.10.2009(actualizada a las 10:56 22.11.2016) URL corto
225817

El objeto de este ensayo es poner en evidencia a los lectores hispanohablantes un hecho


increíble por lo evidente que es y lo ignorado que se ha mantenido en los medios de
comunicación occidentales sin duda de una forma intencionada, como es que la
vencedora casi en exclusiva de la segunda guerra mundial en Europa ha sido la Unión
Soviética.

F. Luis Martínez Alcalá

El objeto de este ensayo es poner en evidencia a los lectores hispanohablantes un hecho


increíble por lo evidente que es y lo ignorado que se ha mantenido en los medios de
comunicación occidentales sin duda de una forma intencionada, como es que la
vencedora casi en exclusiva de la segunda guerra mundial en Europa ha sido Rusia, la
antigua Unión Soviética para ser más exactos.
© Sputnik / Ivan Shagin
¿Por qué los rusos distinguen la Gran Guerra Patria de la Segunda Guerra Mundial?
Aprovecharemos el hilo de los acontecimientos para descubrir algunos otros hechos
ignorados y de una magnitud enorme, como la matanza de una forma crudelísima de
millones de prisioneros rusos (entre 3 y 4) en tan sólo unos meses de 1941 por los
alemanes y como es falsa la idea de que el pueblo alemán ignoraba los asesinatos en
masa y la crueldad contra los judíos y otras razas sino que más bien lo aprobaba en su
inmensa mayoría, así como otros hechos ignorados y de gran importancia.

Existen muchos otros temas, los grupos de exterminio alemanes que iban detrás de la
primera línea de combatientes y cuya misión era exterminar poblaciones enteras, a toda
población, hombres mujeres y niños como nunca se ha visto en la historia de los
pueblos civilizados, pero es tan extenso el tema y tantas las crueldades cometidas por lo
alemanes que esto es fuente de otros ensayos y sobre los que hay abundante bibliografía
aunque no tanta como debiera. Es curioso que el sufrimiento del pueblo alemán, en su
forma más severa de sólo unos meses (finales de 1944 y principios de 1945) ocupa
muchos más ensayos en la bibliografía occidental que los años de sufrimiento del
pueblo ruso desde 1941 a 1945, otra muestra de la falacidad de la información
occidental sobre hechos relevantes, cuyo último ejemplo ha sido la información de la
guerra de Osetia del Sur, donde los agresores (Georgia) fueron presentados como los
invadidos, pero este es otro tema. También es interesante como la inmensa mayoría de
los criminales nazis escaparon sin castigo y como la Alemania Occidental los protegió y
puso en libertad sin ningún tipo de vergüenza, incluso elevándolos a altos puestos en el
nuevo ejército alemán, incluso ha esperado hasta 2009 para rehabilitar a los alemanes
considerados traidores por los nazis y ha cerrado el acceso al público general a los
archivos sobre el holocausto y los campos de exterminio cuando los aliados se los
devolvieron, pero desgraciadamente no tenemos espacio para todo ello.

Lea también: Netanyahu: Hitler quería expulsar a los judíos de Europa, no


exterminarlos
Analizaremos brevemente el contexto en que los hispano hablantes hemos recibido
información desde los años 50. Debemos recordar el contexto en el mundo se movía,
plena guerra fría, y los rusos eran identificados inmediatamente como comunistas y esto
era casi como decir diablos, no había nada peor. Toda la información la recibíamos de
las agencias de noticias occidentales, especialmente de Estados Unidos e Inglaterra y las
posibilidades de que nos llegara alguna información fidedigna de lo que ocurría en los
países comunistas era prácticamente nula, a esto, es justo decirlo, también contribuía la
cerrazón informativa de dichos regímenes y una propaganda de poca veracidad de parte
de ellos, si algún curioso conectaba con las emisoras en onda corta en español de esa
época y posteriores, las noticias de los países del Este eran del jaez de "medalla al
tractorista ganador de la cosecha de…" y parecidas, lo que no atrae precisamente.

© Sputnik / Georgiy Zelma


Las 4 mejores películas soviéticas sobre la Segunda Guerra Mundial
Por ello toda la información, revistas, documentales, libros, "comics" bélicos, etc.,
estaba desproporcionadamente inclinada del esfuerzo angloamericano tratándose a los
verdaderos ganadores de la guerra, los rusos, como algo tangencial. No nos debe
extrañar pues los anglosajones han conseguido casi hacer olvidar que la descubridora de
América fue España, hecho que es difícil encontrar en los libros de texto de Estados
Unidos que enaltecen a Colón y no a España, así como que prácticamente todo el Oeste
de Estados Unidos era mejicano hasta que les fue arrebatado por una guerra en 1848.
Incluso colecciones de vídeo actuales dedican más del 90% de sus capítulos al esfuerzo
angloamericano, la batalla de Inglaterra, el desembarco de Normandía, etc., y sólo el
resto a la lucha en el Este de Europa, y más recientemente medios de comunicación
españoles al cumplirse los setenta años del inicio de la segunda guerra mundial de
nuevo inclinan la balanza del lado angloamericano, por ejemplo al citar quince películas
bélicas ni una es rusa, ni siquiera la maravillosa "Ven y mira" de Elem Klimov (1985).

Asumiendo por tanto que esta desinformación viene de lejos y continúa, haciendo cierto
el refrán de que "calumnia que algo queda". Intentaremos esclarecer por lo menos
algunos aspectos de la verdad y dar algunas pautas para que los interesados en el tema
profundicen por su cuenta..

Los prolegómenos de la guerra

La guerra entre Rusia (a partir de ahora utilizaré el término de Rusia aunque en la


mayoría de las ocasiones nos referiremos a la antigua URSS) y Alemania era inevitable,
ya una de las causas de la primera guerra mundial fue la preocupación por parte de
Alemania del rápido y enorme desarrollo que estaba teniendo la Rusia zarista. Con su
inmenso potencial de hombres, territorio y materias primas estaba destinada a ser la
primera potencia mundial, pero las guerras y el comunismo se encargaron de cercenar
esta esperanza, no nos cabe sino preguntarnos a dónde hubiera llegado sin esa serie
consecutiva de catástrofes, teniendo en cuenta lo que ha conseguido a pesar de todo ello.

© Sputnik / P. Bernshtein
La Segunda Guerra Mundial (1939-1945)
Las relaciones entre la Rusia comunista y Alemania entre el fin de la Primera Guerra
Mundial y 1941, fueron incluso cordiales, baste señalar algunos ejemplos como que al
ser privada de ejército por el tratado de Versalles la vencida Alemania, ensayó sus
tácticas de carros de combate y aviación en Rusia que le cedió terreno para sus prácticas
y los medios materiales necesarios, esto también contribuyó que los oficiales rusos
conocieran mejor a sus futuros adversarios.

Un hecho interno que afectó gravísimamente a la capacidad de ejército de la URSS


fueron las purgas que Stalin efectuó entre él alrededor de 1937. Baste decir que de 90
generales sólo sobrevivieron seis, de 180 comandantes de división, sólo 36 escaparon y
34.000 oficiales fueron purgados de una u otra forma, (a), la mayoría de ellos ejecutados
o desterrados a trabajos forzados en el GULAG como se denominaba el conjunto de
campos de trabajo forzados rusos.
Otra muestra de la colaboración existente entre Alemania y la URSS en esos días fue el
suministro de toda clase de materiales de Rusia a Alemania, incluso los considerados
estratégicos y que continuaron hasta el mismo día de inicio de la guerra y no olvidemos
un hecho que sorprendió a todo el mundo como el pacto de no agresión entre ellos en
1939.

No tuvo menor importancia que gran parte de la frontera occidental de la URSS, la que
lindaba con Alemania precisamente, había sido anexionada de Polonia recientemente
(1939), ya que ésta había sido repartida —por tercera vez en la historia reciente— entre
Alemania y Rusia. Precisamente por ello gran parte de las fortificaciones rusas en la
parte recién anexionada de Polonia no estaban terminadas en 1941 cuando empezó la
guerra.

Le puede interesar: Los soviéticos ganaron la batalla de Kursk sin tener una
superioridad importante de fuerzas

Stalin no quería la guerra con Alemania, al menos en esa época, de ningún modo, era su
peor pesadilla Stalin era un dictador de la peor especie, genocida sin escrúpulos que
dejó morir de hambre a millones de personas en 1931 en Ucrania y otras partes de la
URSS impidiendo incluso que se les suministrara ayuda, todo ello por negarse a la
colectivización de las tierras o sencillamente por no haber producido suficiente cosecha
según los planes quinquenales, aunque esto fuera en gran parte culpa de las mentiras de
los propios comunistas locales ansioso por cumplir con dichos planes y destacar ante
Moscú Pero Stalin era un superviviente nato, capaz de las mayores perfidias y
crueldades para conseguir y seguir en el poder, ocultando incluso el testamento de
Lenin, por ello la guerra con Alemania era uno de los mayores peligros para seguir en
su poder omnímodo.

Los avisos de la guerra inminente fueron múltiples, numerosísimos vuelos de


reconocimiento alemanes, incluso con aterrizaje de emergencia de algunos aviones
alemanes en suelo ruso, permitiéndoles los rusos incluso volver a Alemania con sus
fotos de las defensas rusas, el mismo día de la invasión unas horas antes un soldado
alemán desertó comunicando la hora exacta de la invasión, pero no le creyeron, también
el servicio secreto inglés comunicó la invasión, pero Stalin hizo oídos sordos a todos los
avisos, bien es verdad que había habido varias falsas alarmas anteriores, pero sobre todo
era él el que se negaba a admitir los hechos evidentes aferrado a la palabra de Hitler,
incluso impidió que las tropas rusas se pusieran en el máximo estado de alerta como le
solicitaron algunos de sus generales que veían la inminente invasión.

La guerra
© Sputnik / Aleksandr Vilf
Las 5 armas modernas nacidas en la Segunda Guerra Mundial
El día 22 de junio de 1941 las tropas alemanas invadieron la URSS, los primeros en
sufrir su avance fueron los guardafronteras que vivían con sus familias en las casas
cerca de su guarnición y que, en su mayoría, perecieron con ellos. Los alemanes
recurrieron a toda clase de trucos sucios desde el principio, como llamar a los
guardafronteras rusos comunicándoles que les tenían que dar un aviso importante para
ametrallarlos según salían, o enviar saboteadores con uniforme ruso y ruso hablantes
por detrás de las líneas rusas, creando el caos en las comunicaciones rusas los primeros
días de la guerra.

La aviación alemana destruyó casi toda aviación rusa (que era superior en número a la
alemana en tierra, la mayoría de sus ataques sorpresa tuvieron éxito, excepto en
Sebastopol donde el almirante al mando sí había puesto en y la alerta a la guarnición,
sufriendo un gravísimo riesgo personal, pues en esa época cualquier fallo en el
cumplimiento de las órdenes se castigaba con las más severas penas para el culpable y
su familia, no digamos ya una desobediencia. Por ello el ataque a Sebastopol no tuvo el
éxito que los alemanes deseaban, pues las defensas antiaéreas y de la flota frustraron el
ataque. ¿Cuántas películas hemos visto del ataque de los japoneses a Pearl Harbour y
cuántas del ataque alemán a Sebastopol? Otra muestra de la diferente vara de medir
anglosajona.

Desde el principio los alemanes se dieron cuenta que las guerra en Rusia no iba a ser
como las fáciles batallas del frente occidental en Francia, o Bélgica, los soldados rusos
se defendían hasta la muerte, incluso a pesar de estar en muchos casos pésimamente
armados.

Stalin cuando fue evidente la invasión alemana y el general Zhukov dio orden que se le
despertase, pues estaba en su residencia de las afueras de Moscú, comunicándole que
"nuestras ciudades están siendo bombardeadas", se encerró en un mutismo total, estando
incomunicando por decisión propia varios días, justo en el momento que eran más
necesarias sus decisiones, Hasta que una comisión encabezada por Molotov, fue a
buscarle para que volviera a sus funciones, una muestra de la mentalidad de Stalin que
aclara el por qué de tantas purgas asesinatos, etc., es que cuando fueron a buscarle creyó
que lo iban a detener, hasta que Molotov le dijo que sólo querían que volviera a ocupar
su puesto. Stalín siempre estaba temeroso de un golpe o una conspiración contra él,
como él mismo había hecho contra tantos otros.

La guerra relámpago alemana o "blitzkreig" no lo fue tanto en Rusia, baste señalar que
los alemanes tardaron más en llegar a Moscú que los franceses en 1812, Napoleón entró
en Rusia el 24 de junio de 1812 y ocupó Moscú el 14 de septiembre, Hitler invadió
Rusia el 22 de junio de 1941 y llegó a los arrabales de Moscú, donde fue rechazado, el 5
de diciembre de 1941. A pesar de que Rusia se enfrentaba sola a todo el ejército alemán,
pues éste no tenía en esas fechas ningún otro frente abierto.

Desde el principio hubo fuerte resistencia, enfrentándose los alemanes en múltiples


batallas a cientos de tanques rusos, sin embargo éstos tuvieron que sufrir un caos de
comunicaciones y una ausencia de control del espacio aéreo por lo que los alemanes
tenían muchas bazas a su favor, pero en algunos casos los rusos rechazaron el ataque
alemán e incluso empezaron a contraatacar pudiendo invadir territorio alemán, pero
Stalin lo impidió, dando orden de no contraatacar cuando ya se estaba sufriendo pesados
bombardeos alemanes y la invasión era evidente.

En esta primera fase de la guerra los alemanes tuvieron éxito en rodear enormes masas
de soldados rusos que tras heroica defensa no tuvieron más destino que el cautiverio
excepto una minoría que logró romper el bloqueo y regresar a sus líneas.

El destino de estos soldados fue de lo más atroz, los alemanes no habían dispuesto
suficiente material para acogerlos y estaban sorprendidos de su propio éxito,
acogiéndose a la excusa de que la URSS no había firmado la convención de Ginebra, los
condenaron a la muerte más atroz, la mayoría falleció de inanición en pocos meses pues
divisiones enteras (1 división = 10.000 hombres aproximadamente) fueron dejadas a la
intemperie pero muchos fueron torturados de las más variadas formas, Al menos
3.300.000 soldados fueron asesinados en esos meses[1] (a).

La guerra contra Rusia era una guerra de exterminio, muy diferente de las guerras
convencionales, se quería exterminar a toda la población por los más diversos métodos,
desde el hambre al fusilamiento, para dejar espacio a los "colonizadores" alemanes.

El gas "Ziklon" con el que se exterminaría a millones de personas en los campos de


concentración alemanes fue ensayado primero con 300 prisioneros rusos. La muerte por
este gas, también al contrario de lo que se piensa, era todo menos benigna, la muerte
solía devenir después de unos diez o quince minutos, hagamos la prueba cogiendo un
cronómetro y pensemos en la agonía de todos estos seres humanos durante esos minutos
ahogándose. Las escenas dentro de las cámaras de gas eran dantescas, pues los
prisioneros intentaban salir por donde habían entrado y los más fuertes se imponían a
los más débiles, cuando se trataba de civiles, los hombres estaban arriba, las mujeres
debajo y en el fondo de todo los niños, todo ello mezclado con sangre, orines y
excrementos. Ciertamente es muy diferente hablar de que los alemanes mataron a
millones de seres humanos que entrar en el detalle.
Las batallas antes de Moscú fueron múltiples, además debemos tener en cuenta que los
países satélites de los alemanes, Finlandia (que había sido rusa hasta 1917), Rumanía,
Bulgaria, etc, atacaron también a Rusia, el ataque finlandés fue especialmente grave por
lo que suponía de peligro para Leningrado, la actual San Petersburgo, la segunda ciudad
rusa en importancia y que había sido la capital desde su fundación por Pedro el Grande
hasta que Lenin transfirió la capitalidad a Moscú "provisionalmente".

La fortaleza de Brest-Likov, justo en la frontera, resistió varios meses, incluso a pesar


de la carencia de víveres y agua, dando un ejemplo de heroísmo al que seguirían
muchos otros por toda la geografía de la URSS.

Tras la caída de Kiev y Minsk, las capitales de Ucrania y Bielorrusia respectivamente,


los alemanes llegaron en diciembre de 1941 a Moscú donde sufrieron su primera gran
derrota, incluso con escenas de pánico dentro del ejército alemán ante la irrupción de las
nuevas armas rusas, los lanzacohetes "katiusha", los nuevos tanques T-34, el enorme
esfuerzo artillero y las tropas siberianas de refuerzo, tropas que habían desfilado unas
horas antes de su marcha al frente ante Stalin y la cúpula mayor del estado de la URSS
en la plaza roja por el aniversario de la revolución del 27 de octubre según el calendario
juliano que regía en Rusia en esa época, para nosotros que nos regimos por el calendario
gregoriano, es el 7 de noviembre. Pensemos lo que debió ser ese desfile bajo la nieve de
unas tropas muchas de ellas recién llegadas y que pocas horas después iban a morir en
gran parte en el frente situado a sólo unos pocos quilómetros de allí, pues se combatía
en las afueras de Moscú. Una situación parecida, aunque en menor escala, aconteció en
Madrid cuando llegaron las brigadas internacionales para defender la ciudad en
noviembre de 1937.

Aquí en las afueras de Moscú se infringió el primer revés de importancia al ejército


alemán, dada la llegada del invierno, los alemanes y sus propagandistas adujeron que
ello era debido a las bajas temperaturas, a que los tropas no estaban preparadas, etc.,
pero lo cierto es que fue debido a la superioridad técnica, táctica y humana de los rusos.
Alemania no se encuentra situada en el Ecuador precisamente y sus inviernos son muy
severos con temperaturas bajo cero.

Los alemanes despreciaban la capacidad del ejército y del pueblo ruso, por ello la
aparición de tanques mejores que los suyos en rapidez, blindaje y potencia de fuego les
sorprendió muchísimo.

Sin embargo la proximidad de los alemanes a Moscú produjo escenas de pánico en la


población civil de la ciudad, incluso con escenas anticomunistas, que se redujeron en
pocos días gracias a la actuación de la policía especial soviética la NKVD y a que
Stalin, al contrario que su gobierno se quedó en Moscú.

También llegaron los alemanes a las proximidades de Leningrado en el invierno de


1941, cercándolo con ayuda de las tropas finlandesas. El cerco se fue estrechando
quedando sólo la posibilidad de suministrar alimentos y municiones a la ciudad por el
lago Ladoga, sometido al bombardeo alemán por tierra y aire, cuando éste se heló se
creó "la carretera de la vida" que al menos llevó suficiente comida y munición para
resistir y sobrevivir, sin embargo el sufrimiento de la población rusa de Leningrado fue
enorme, escribiendo una de las páginas más trágicas de la guerra. En los casi 900 días
de asedio aproximadamente un millón de personas murió de hambre, familias enteras
morían de hambre en unos pisos sin agua corriente ni calefacción, imaginemos lo que
puede ser esto en un clima con 20 o 30º bajo cero. Murieron más personas en
Leningrado, un millón de hambre y entre 1.100.000 y 1.500.000 incluyendo a los
militares[2], que la suma de todos los soldados norteamericanos (300.000) e ingleses
(400.000) en toda la guerra.

Existe un estremecedor diario de una niña rusa de 11 años, Tanya Savicheva, en


Leningrado que va relatando la muerte, uno por uno, de toda su familia. De nuevo, al
contrario de "El Diario de Ana Frank", éste diario es totalmente desconocido en
Occidente.

En el invierno de 1941 se llegó por tanto a una cierta estabilización del frente,
haciéndose añicos las esperanzas alemanas de una fácil y rápida victoria. Debemos
pensar que si la invasión comenzó en junio de 1941 en diciembre del mismo año ya los
alemanes habían sufrido su primera gran derrota además de numerosos contraataques.
Es decir sólo seis meses después del comienzo de la invasión.

Otro de los muchos aspectos ignorados y que fue un factor determinante para la victoria
rusa, fue el traslado de miles de fábricas en peligro de caer en manos alemanas a una
distancia segura en los montes Urales o más allá de ellos, en Siberia. Ese inmenso
esfuerzo, desmontar una fábrica entera, trasladarla, montarla y ponerla en
funcionamiento en un plazo de tiempo verdaderamente escaso es una de las mayores
proezas realizadas por un pueblo. Consideremos que sólo una fábrica mediana necesita
para su transporte, ¡más de tres mil vagones de ferrocarril!, y la fábrica al llegar debe
disponer de suelo preparado, agua, electricidad y demás instalaciones necesarias para su
funcionamiento. Para los ojos de un latino este prodigio de organización es aún más
encomiable, dado nuestro déficit precisamente en estos aspectos. Los rusos trasladaron
1.523 fábricas a zonas más seguras del río Volga, Siberia y Asia Central sólo entre julio
y noviembre de 1941, más de millón y medio de vagones fueron empleados[3].

La ofensiva alemana ante el fallo en el Norte se enfocó hacia el Sur de Rusia y en la


primavera de 1942 se atacó en esa dirección. De nuevo los actos heroicos por parte de
los rusos y demás nacionalidades de la URSS se sucedieron, especialmente la defensa
de la península de Crimea y de las ciudades de Odesa y Sebastopol, fueron ejemplos de
un heroísmo sin límites, así como de una crueldad, también sin límites por parte de los
alemanes que, entre otras, utilizaron a civiles como escudos humanos frente a sus tropas
al atacar posiciones soviéticas.

En septiembre de 1942 se alcanzó Stalingrado, mucho se ha hablado de esta batalla,


donde murieron 478.741 soldados rusos y 393.575 fueron heridos, sin contar la
población civil, pero poco de algunos episodios tan atroces como la batalla misma.
Antes del ataque por tierra a Stalingrado se produjo un ataque aéreo a la ciudad el 23 de
agosto de 1942, este ataque cogió por sorpresa a los ciudadanos que estaban disfrutando
un espléndido día festivo en los parques y paseos de la bella ciudad, la matanza fue
enorme murieron 5.000 civiles ese día y 40.000[4] en esa semana; recordemos que en
todos los bombardeos de Londres, de 1940 a 1945 murieron.43.000 personas[5], ese día
muchos niños quedaron huérfanos y muchas familias sin niños, existe un estremecedor
relato de una ciudadana rusa que procuró evacuar a los recién huérfanos a la otra orilla
del río Volga para ponerlos en seguridad, y como los huerfanitos estaban junto a los
cuerpos de sus padres muertos colocándoles bien la ropa y como algunos se negaron a
acompañarla, pues no querían abandonar los cadáveres de sus padres y madres,
exponiéndose a una muerte casi segura con el avance alemán. Desolada la caritativa
ciudadana tuvo que abandonarlos y llevar al resto de los huérfanos a la otra orilla.

¿Cuántos han oído hablar de los bombardeos de Londres y cuántos de estos bombardeos
de Stalingrado?

La batalla fue enormemente sangrienta, los alemanes ocuparon casi toda la ciudad,
mejor dicho los escombros de ella, y los rusos tenían que enviar los refuerzos y evacuar
a los heridos por el ríos bajo el fuego alemán. Fue un infierno en la tierra.

Sin embargo se ganó el tiempo necesario para preparar la operación Plutón que encerró
en una bolsa al Octavo ejército alemán que era el que estaba luchando en Stalingrado,
unos 330.000 hombres quedaron aislados del resto del ejército y acabar con ellos fue
sólo cuestión de tiempo

Mucho se ha hablado de los pocos prisioneros alemanes de Stalingrado que volvieron


con vida del cautiverio, pero poco de sus atrocidades. Por ejemplo, tenían dentro del
cerco un pequeño campo de prisioneros rusos unos 3.000-5.000 hombres y los dejaron
morir literalmente de hambre, despojaron a la población civil de sus ropas, incluso
interiores y los expulsaron de sus casas. Esto en el invierno ruso era condenarlos
prácticamente a la muerte, con el detalle curioso de ver soldados alemanes con ropa
interior femenina para abrigarse, despojaron incluso a los bebés y asesinaban a la
población civil uniéndolos por parejas, por ejemplo padre con hijo o madre con hija, le
pegaban un tiro en la cabeza a uno de los y dejaban al otro vivo arrojando a ambos al río
helado.

El trato al resto de la población civil fue igualmente atroz muchos fueron enviados a
Krpovka y otros campos, pero no eran no siquiera campos de concentración eran
espacios al aire libre rodeados de alambre y en las noches gélidas muchos murieron de
frío, los prisioneros trataban de hacer huecos en la tierra con las manos desnudas para
escapar del frío. Una superviviente Valentina Nefyodova contó como en un hoyo vecino
una madre tenía a un niño y una niña pequeños en sus rodillas, la niña sobrevivió pero
el niño murió de frío en sus brazos esa misma noche[6].

Cuando uno conoce todo esto le parece poco el castigo de estos asesinos y enorme la
generosidad soviética de permitir el regreso de algunos a los pocos años. Los latinos
debemos estar orgullosos de que a pesar de nuestros muchos defectos nunca hemos
llegado a los grados de crueldad y barbarie de los alemanes, al menos de la forma
masiva en que se produjeron y que participaron tanto las SS como el ejército regular con
la aquiescencia de su pueblo.

Stalingrado fue el punto de inflexión de la guerra si Moscú supuso el estancamiento del


frente norte, Stalingrado dio comienzo al victorioso contraataque ruso.

Quedaron muchas batallas por delante como la enorme de Kursk, la mayor batalla de
carros de combate de la historia y la invasión de Alemania y los países satélites, Austria,
Rumanía, Checoeslovaquia, etc, pero la carrera hacia la victoria empezó en Stalingrado.
La batalla de Kursk fue el resultado de querer tomar los alemanes esta ciudad
reconquistada por los rusos y que había quedado aislada como un saliente en el frente.
Los rusos previendo el ataque alemán crearon hasta cinco líneas de defensa, impidiendo
que los alemanes tomaran Kursk y con mejor táctica, táctica que el ejército ruso había
ido mejorando a medida que la guerra avanzaba, derrotaron a los alemanes, tanto
resistiendo como en campo abierto. Consecuencia de esta nueva derrota alemana fue
una contraofensiva (operación Kutuzov) que entre otras ciudades liberó Belgorod y
Harkov.

En esta batalla se dio la mayor batalla de carros de combate de la historia y los rusos
demostraron, de nuevo, que podían detener la guerra relámpago "blitzkreig" alemana y
que sus carros de combate y soldados eran mejores que los alemanes, desterrando el
mito de la superioridad numérica, pues las bajas y los ejércitos enfrentados fueron
similares.

Repasemos un poco las fechas para ver que estaban haciendo el resto de las potencias
occidentales en Europa, ahora que Rusia estaba ya empezando a ganar la guerra, con un
costo de vidas humanas enorme, tras haber detenido el avance en Moscú y Leningrado.

Prácticamente nada, a pesar de la insistente petición de Stalin de abrir un segundo


frente, los aliados, conscientemente, dejaron desangrarse a Rusia para debilitarla,
existen documentos que muestran acuerdos al comienzo de la guerra a este respecto. Por
ello el desembarco en Sicilia se produjo el 10 de julio de 1943, cuando los soviéticos
habían vencido en Stalingrado el 2 de febrero, fecha de rendición de los alemanes y en
la batalla de Kursk a mediados de julio. El tan esperado desembarco de Normandía no
se realizó hasta el 6 de junio de 1944, cuando los primeros soldados soviéticos ya
estaban cruzando el río Vístula y entrando en Polonia el 16 de julio del mismo año y el
22 de junio iniciaron la operación Bragation que destruyó el grupo del ejército centro
alemán, entre 25 y 28 divisiones, 350.000 hombres en total[7], su más grande derrota en
la guerra.

Es decir la guerra ya estaba decididamente ganada del lado ruso cuando los aliados
empezaron su ofensiva occidental. No olvidemos que el porcentaje del ejército alemán
que luchaba contra los rusos era del 80 % y sólo el 20 % luchaba contra los aliados
occidentales en esos momentos. Sí es de destacar la ayuda en material bélico desde
Estados Unidos que, especialmente en material móvil, vehículos ligeros y camiones,
permitió acelerar la ofensiva rusa.

El 17 de julio 57.000 prisioneros de guerra alemanes fueron paseados en triunfo por


Moscú con sus generales al frente y, otra muestra de la magnanimidad rusa, no fueron
abucheados ni golpeados, sino recibidos en silencio, incluso algunas mujeres les
arrojaron comida a estos asesinos que habían masacrado a su pueblo, desde bebés a
ancianos.

La lucha continuó fieramente hasta el final de la guerra, con sangrientas batallas en la


toma de Budapest y Berlín, entre otras victorias obtenidas, como venía siendo
costumbre, con sangre rusa, Es digno de mencionar que se ha hablado mucho del
fanatismo de los japoneses al ser derrotados suicidándose en masa antes de rendirse, y
poco del fanatismo alemán que también produjo numerosísimos suicidios incluso de
familias enteras entre ellas la del lugarteniente de Hitler, Goebbles, esto nos debe llevar
a reflexionar sobre una raza cuyas madres en su fanatismo matan a sus propios hijos.
Los alemanes sabedores de las barbaries cometidas por ellos en el Este, corrían,
literalmente, a entregarse en manos de los anglosajones que encontraron mucho menor
resistencia que los rusos, favorecida por la táctica seguida por los americanos que
consistía en que a la menor resistencia, por ejemplo un simple disparo desde una aldea,
llamaban a la aviación para que arrasara el pueblo. Por ello tenían muy pocas bajas. Esta
táctica es muy similar a la que sigue la OTAN en Afganistán actualmente.

Sólo la batalla de Berlín, que terminó el 3 de mayo de 1945, costó a los rusos más de
300.000 hombres, muertos, heridos o desaparecidos[8].

In memoriam

Es habitual si uno habla con un alemán escuchar que "no sabían nada" del tratamiento a
los judíos o a las poblaciones ocupadas o a los prisioneros de guerra. Citemos
simplemente a Paul Johnson "Tiempos modernos" quien dice:

"millones de alemanes supieron que algo horrible se estaba haciendo con los judíos.
Simplemente en las SS trabajaban 900.000 personas. Incontables alemanes oyeron y
vieron los trenes sin fin circulando a través de la noche, y sabían su significado, como
un comentario anotado recuerda —estos malditos judíos ni siquiera le dejan a uno
dormir en la noche—".

"El pueblo alemán supo del genocidio y estaba de acuerdo con él. Sólo en las SS había
900.000 de ellos y otros 1.200.000 en los ferrocarriles…miles de relojes de hombre y
mujer, plumas estilográficas robados de las víctimas fueron distribuidos entre las
fuerzas armadas…los receptores sabían de donde venían estos bienes. Los alemanes
hicieron muy poco para protestar de lo que estaba ocurriendo o para ayudar a los judíos
a escapar…" [9]

El antisemitismo estaba, y sigue, muy arraigado en Alemania y Austria ya desde siglos


antes, una muestra, en Austria antes del inicio de la guerra, cuando los judíos ya
llevaban una estrella amarilla que los marcaba como tales, un judío con una pata de palo
resbaló en el hielo y pasó tres horas caído pues ningún austriaco quería ayudar a un
judío.

Sin olvidarnos de los millones de esclavos utilizados en la industria alemana o en las


fincas particulares de toda Alemania en trabajos agrícolas. Los soviéticos en su avance
hacia Alemania encontraban continuamente trenes llenos de niños y jóvenes
secuestrados de Rusia, al esclavo que desfallecía sencillamente se le eliminaba. En estos
crímenes estaba implicada toda la industria alemana como I.G.Farben, Krupp,
Rheinmetall, etc., y la sociedad alemana. Werner Von Braun el fundador de la industria
aeroespacial norteamericana además de pertenecer al partido nazi, utilizó mano de obra
esclava en sus bases lanzamientos de cohetes V-1 y V-2, donde muchos de ellos
murieron. Por supuesto ni Von Braun, ni la mayoría de los responsables de la industria
alemana fueron condenados, sólo una ínfima minoría fueron condenada a penas
reducidísimas como Karl Krauch el hombre que eligió Auschwitz para una fábrica de su
empresa (I.G Farben) que fue condenado a seis años de cárcel y otros a penas de 18
meses a ocho años, penas rápidamente conmutadas o reducidas por la Alemania
Occidental, como dijo el fiscal de los juicios de Nuremberg Josiah DuBois "estas penas
complacerían a un ladrón de gallinas"[10].
Muchos de estos monstruos murieron plácidamente en Alemania Occidental o siguen
disfrutando de una cómoda jubilación en Alemania o en otros destinos como Canarias
en España o en Sudamérica, recordemos que de 1945 a 2009 han pasado sólo 64 años,
por lo que una persona con veinte años en 1945 tendría en la actualidad 84, por lo que
todavía viven bastantes personas que sufrieron en sus carnes esta barbarie, un niño con
cinco años en 1939 y que vivió la crueldad de la guerra hasta los 11 años —si
sobrevivió— tiene ahora (2009) 77 años, es decir, la memoria sigue viva.

Cuando uno conoce todos estos hechos le indigna la falta de reconocimiento del
sacrificio ruso por el resto del mundo, en especial por parte de la Europa Occidental,
que de no ser por la sangre rusa estaría bajo el yugo nazi.

La reciente conmemoración del 70 aniversario del inicio de la segunda guerra mundial


demuestra la ignominia occidental de nuevo, equiparándose la invasión alemana al
sacrificio ruso y comparando la matanza de oficiales polacos en Katyn (15-20.000
muertos) y por causas políticas, con el sacrificio de millones de rusos, entre 25 y 30 y de
ellos cerca de 20 millones civiles inocentes, mujeres y niños en su mayoría, de nuevo la
propaganda actúa sin tener en cuenta ni los hechos ni la magnitud de las cifras.

Espero que este resumen sirva para abrir la curiosidad de mis compatriotas de lengua
hispana sobre estos temas tan recientes y tan deliberadamente olvidados.

[1] Rayfield, Donald. Stalin and his hangmen.

[2] Harrison E. Salisbury. The 900 days.

[3] Glantz, David M. When the titans clashed.

[4] Anthony Beevor. Stalingrad.

[5] Haigh, Christopher (1990). The Cambridge historical encyclopedia of Great Britain
and Ireland. Cambridge University Press. p. 31.

[6] Anthony Beevor. Op. cit.

[7] Erickson, John. The road to Berlin. p.228.

[8] Ibíd., p.622.

[9] Johnson, Paul. A history of Jews.

[10] Johnson, Paul. A history of Jews.

¿Cómo los rusos ganaron la guerra a


Hitler y sus nazis?
Recomendado del editor
27 Jun 2018 - 06:21 pm

El Parque de la Victoria es un lugar conmovedor. Allí se recuerda la importancia de la


victoria en la II Guerra Mundial.
Por: Juan Manuel Ruiz
@jmruizmachado
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En el Parque de la Victoria, en Moscú, se recuerda la participación y la victoria de Rusia


en la II Guerra Mundial.
RCN Radio

Acá en Rusia hay un tema que es absolutamente sagrado, independiente de cualquier


ideología o partido: los rusos, o mejor, los soviéticos, ganaron la II Guerra Mundial,
pusieron el mayor número de muertos, se entregaron con total valentía y llegaron hasta
el búnker de Adolfo Hitler. Es más, hasta sus restos se llevaron.

Por eso no aceptan que en Occidente se diga que la guerra se ganó cuando Estados
Unidos cesó su neutralidad y llegó al conflicto tras el ataque a Pearl Harbor, a
comienzos de diciembre de 1941.
Es tanto el fervor y el amor de los rusos por ese episodio de su historia, que un inmenso
lugar, descomunal, el Parque de la Victoria, rinde homenaje a los 27 millones de
soldados soviéticos que "defendieron nuestra patria en los años de la Gran Guerra
Patriótica de 1941-1945".

Es realmente un lugar conmovedor. Porque permanentemente está repleto de


ciudadanos y militares que recuerdan la importancia de este capítulo como un ejemplo
de la grandeza rusa.

A él se llega desembarcando en la estación Park Pobedy, una de las más hermosas del
metro de Moscú y que, además, tiene una de las escaleras eléctricas más largas y
profundas del mundo entero. Una vez que se entra al parque, se puede observar una
inmensa avenida que atraviesa gran parte de la capital rusa a un lado de la cual se
encuentra el famoso Arco del Triunfo de Moscú, que ha sido reubicado en tres
oportunidades.
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El Parque tiene en la mitad un inmenso obelisco y, detrás, el Museo de la Victoria. Allí


encuentra uno la reconstrucción que los rusos hacen de lo que fue su participación en
este conflicto tan sangriento y tan desastroso para el mundo entero. Los datos son
significativos. Comenzando porque Hitler traicionó a Stalin, ya que supuestamente
había un pacto entre los dos para no tocarse en desarrollo del conflicto que había
desatado el líder nazi.

Si bien el conflicto comenzó luego de que el 1 de septiembre de 1939 Hitler invadió


Polonia, lo que llevó a Francia e Inglaterra a declarar la guerra, no fue hasta 1941 que
las tropas soviéticas se movilizaron en mayor número hacia el Frente Oriental para
contrarrestar lo que era una verdadera hecatombe. Los nazis, el ejército alemán y sus
aliados, ya habían cercado a Minsk y Kiev y habían llevado a casi 3 millones de
prisioneros soviéticos a las cámaras de gas.

La razón de Hitler era práctica y sencilla: invadir a la Unión Soviética, el país más
grande del mundo, con más de 22 millones de kilómetros cuadrados, les permitiría a los
alemanes ganar su "espacio vital", del que tanto hablaba el orate nazi cuando
mencionaba la grandeza de la raza aria.

Ese "espacio vital" llevaba a Alemania a extender sus fronteras y empujar a los
soviéticos bien hacia oriente. Lo que fuera quedando en el camino era decomisado,
incluida la población civil que pasaría a ser mano de obra esclava.

El Ejército Rojo era muy débil y pronto los nazis tuvieron contundentes victorias en ese
Frente. Stalin, enloquecido con la derrota abrumadora, tomó decisiones "estalinistas",
decapitó a parte de la cúpula militar, renovó las tropas y rearmó a sus hombres, en
contra de lo que el propio Hitler habría podido creer.

El ejército alemán había ideado las operaciones Barbarroja y Tifón para arrasar la Unión
Soviética y llegar a Moscú. Pero el líder soviético también estaba reaccionando y
armando diferentes divisiones que le habrían de dar una capacidad de victoria realmente
sorprendente, aprovechando el aliado natural que empezaba a emerger en su ayuda: el
invierno, uno de los más crueles del siglo, con temperaturas que a veces llegaban a los
20 grados bajo cero.
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Además, Stalin puso en marcha una guerra de guerrillas con partisanos a su servicio que
se convirtieron en el infierno para los nazis, que quedaban atrapados en medio de la
nieve, congelados, o eran simplemente asesinados en medio del bosque. Hasta perros
entrenados, cargados de explosivos, fueron utilizados en la crueldad de la guerra.

Entre agosto de 1942 y enero de 1943 se llevó a cabo la batalla más sangrienta de la
historia: el sitio de Stalingrado (hoy Volgogrado, ciudad sede de varios partidos de este
Mundial). Los alemanes cerraron la ciudad pero también quedaron atrapados en ella, sin
comida, sin combustible, sin medicinas, con la nieve hasta el cuello. En esa situación,
los francotiradores soviéticos hicieron de las suyas y dieron muerte a muchos de sus
enemigos. Fue la primera gran derrota de la Alemania nazi.

Después vendría el sitio de Berlín, que permitió a soviéticos, americanos, franceses y


británicos llegar hasta la madriguera de Hitler, empujándolo dentro de su búnker hasta
obligarlo a pegarse un tiro para acabar la barbarie. Los del Ejército Rojo lo encontraron
a comienzos de mayo de 1945, carbonizado, y extrajeron sus dientes y los entregaron,
dicen, directamente a Stalin.

Cuando Berlín cayó, la bandera de la URSS fue izada bien alto. Después vendría la
capitulación alemana, y faltaría todavía el bombardeo de Estados Unidos a Hiroshima y
Nagazaki con la bomba atómica para que acabara la guerra.

Estos episodios, con más o menos énfasis en la heroicidad soviética, se pueden revivir
en este museo extraordinario que vale la pena visitar en Moscú. No en vano, muy a
menudo en la Plaza de la Victoria se realizan ceremonias militares que recuerdan esos
tiempos que bien vale la pena no olvidar jamás.

Finalmente, la mención a este museo es aún más pertinente si se tiene en cuenta que la
Rusia de hoy, la de Putin y su mundial, sigue siendo un país muy militar, si se quiere, o
muy patriota. Acá se ven militares y policías por todas partes, y en muchos sitios se
encuentran recuerdos o nostalgias de la era soviética y sus éxitos bélicos.

Es más, podría decirse que los militares acá sí son respetados y hasta queridos por su
pueblo. Se les nota el orgullo cuando caminan y son muy disciplinados, a juzgar lo que
se alcanza a ver en las calles. Al viajero no debe extrañarle entonces lo que se encuentra
en este Mundial, donde la seguridad y la militarización del país han funcionado casi a la
perfección.

Por Juan Manuel Ruiz, enviado especial a Rusia.

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