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Requisitos sanitarios y fitosanitarios para exportar a Japón

Primer requisito: controles de higiene y sanidad de los establecimientos

El importador debe poder probar que alguna agencia gubernamental del país de origen ha
controlado dos cuestiones relativas a los establecimientos productores. Primero, que los
alimentos se producen y procesan de acuerdo con las leyes y reglamentos del país exportador;
en particular cuando hay un sistema de registro de fábrica, un sistema de autorización para la
exportación de productos, o cualquier otro sistema que regule esta materia en dicho país.

Y, segundo, que el nivel de control de la higiene de los establecimientos, instalaciones y


equipos de la fábrica es al menos igual a los requerimientos sanitarios establecidos en las
leyes japonesas. Cabe señalar que es recomendable el uso de métodos de control de la higiene
basados en el Sistema de análisis de peligros y puntos críticos de control (HACCP, por su
sigla en inglés).

Segundo requisito: control de calidad de la materia prima

Respecto de las materias primas, debe verificarse que cada lote cumpla con los criterios de
calidad, incluyendo las especificaciones y estándares que se han establecido para cada una
de ellas.

Ninguna materia prima debe ser aceptada si contiene parásitos, microorganismos patógenos,
sustancias tóxicas, materia descompuesta, materia deteriorada u otras materias extrañas, etc.
Además, cuando haya resultados de la vigilancia llevados a cabo por una entidad competente
en el país exportador, los importadores deben contar con estos resultados y presentarlos, de
lo contrario se requiere la importación de muestras para confirmar dichos resultados en
Japón.

Tercer requisito: condiciones de higiene en la fabricación y procesamiento

El alimento debe fabricarse y procesarse bajo condiciones de higiene adecuadas, con la


aplicación de medidas para la prevención de contaminación por sustancias tóxicas o nocivas
para la salud humana. En cada establecimiento procesador de alimentos debe haber personas
designadas como responsables de la supervisión de la higiene de los alimentos. Además, los
productos finales deben cumplir con la ley japonesa a través de pruebas e inspecciones
periódicas.

Cuarto requisito: higiene en el almacenamiento, transporte y distribución

Los alimentos deben ser manipulados higiénicamente durante su almacenamiento, transporte


y distribución. Debe aplicarse un control de temperatura y observarse los estándares de
conservación de los alimentos.

Quinto requisito: certificación JAS


Todos los alimentos, bebidas no alcohólicas y productos forestales extranjeros deben contar
con una certificación de “Estándares Japoneses de Agricultura” (Japanese Agricultural
Standards, -JAS-) para poder ingresar a territorio japonés. Esta certificación garantiza el
cumplimiento de los estándares de calidad y de procesos de producción japoneses. Es exigida
a todos los productos, sin importar si cuentan con certificados de otros países.

Para obtener este certificado hay que cumplir con los estándares JAS y ser certificado por
una certificadora acreditada por el gobierno japonés.

Sexto requisito: niveles máximos permitidos de productos químicos y contaminantes

La autoridad japonesa brinda una lista completa de los residuos químicos que están
actualmente permitidos, clasificándolos de esta forma: alimentos procesados, cultivos,
animales y peces, y aguas minerales.

Séptimo requisito: no contar con aditivos prohibidos

Los aditivos son sustancias utilizadas en el proceso de fabricación de alimentos, o con fines
de transformación o conservación de alimentos. Se incluyen aquellas sustancias que
permanecen en los productos alimenticios terminados, como colorantes y preservantes, así
como sustancias que no siguen en los productos finales. En la actualidad, existe una lista de
345 aditivos autorizados.

Octavo requisito: trazabilidad

Los fundamentos de la trazabilidad están dispersos en varias normativas. La Ley de Sanidad


Alimentaria establece el deber de conservación y mantenimiento de un registro, con el fin de
darlos a conocer al público. La norma indica los elementos sobre los que las empresas
alimenticias deben mantener un registro, así como el número de años que deben ser
conservados.

ACUERDOS COMERCIALES Y DISPOSICIONES COMERCIALES

Sistema Generalizado de Preferencias (SGP)

El esquema SGP del Japón empezó a aplicarse el primero de agosto de 1971, autorizado por
la Ley de Medidas Arancelarias Temporales, para otorgar preferencias por un plazo inicial
de 10 años. La autorización de otorgar trato SGP se ha renovado en tres ocasiones: En 1981
por 10 años, en 1991 con validez hasta el 31 de marzo del año 2001, y en este último año se
renovó hasta el 31 de Marzo del año 2011. En el año 2001 el esquema concede entrada
preferencial con exención de derechos para 226 productos agrícolas y pesqueros (de 9 dígitos
en el Sistema Armonizado) y todos los productos manufacturados, excepto las 105 partidas
enumeradas en una lista negativa, a cuyos productos no se les concede preferencias
arancelarias (crudos de petróleo, algunos textiles, madera contrachapada y algunas pieles de
peletería y calzado), procedentes de 149 países y 15 territorios designados como beneficiarios

1 . Bajo el esquema, el Japón concede acceso preferencial unilateral al mercado de los


productos de los países que lo solicitan, a condición que:
· La economía del país o el territorio se encuentre en fase de desarrollo.

· El país sea miembro de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y


Desarrollo (UNCTAD).

·El territorio tenga su propio sistema arancelario y comercial.

· El país o territorio desee recibir un beneficio especial en lo que respecta a los derechos de
aduana.

· El país o territorio sea designado por Orden del Consejo de Ministros del país o territorio
al que procede conceder ese beneficio.

Cuarenta y dos países (42) considerados menos adelantados (PMA) tienen derecho a
aranceles preferenciales. Esos países los escoge el gobierno japonés entre los PMA
designados por las Naciones Unidas (este trato preferencial empezó el primero de abril de
1980).

Las partidas abarcadas por el programa se escogen teniendo en cuenta los efectos del SGP
sobre las industrias nacionales, así como por razones presupuestarias. En virtud de la Ley de
Medidas Arancelarias Temporales, el Gobierno (entre otros, el Ministerio de Hacienda) está
autorizado a designar, retirar, suspender o limitar los países y productos a los que se concede
trato SGP. El arancel NMF se aplica cuando las importaciones de algunas partidas han
superado el límite máximo establecido.
https://es.portal.santandertrade.com/gestionar-embarques/japon/empaques-y-nomas

Bebidas alcohólicas

De acuerdo con la legislación japonesa, son consideradas bebidas alcohólicas todas aquellas
que contienen 1% o más de alcohol diluido en su contenido. Están asimismo incluidas todas
aquellas bebidas fabricadas por un productor con licencia para la manufactura de licores y
cuya fabricación ha sido realizada en una planta que cuenta con la licencia de fabricación
respectiva.

Adicionalmente, también son consideradas como licores todas aquellas sustancias


pulverizadas que pueden ser transformadas en bebidas con un contenido superior al 1%.

Estas bebidas están regidas por la Ley de Sanidad de Alimentos y la Ley del impuesto sobre
bebidas alcohólicas, lo que la diferencia del resto de bebidas. Según esta ley, los productores
e importadores de licor pagarán un impuesto especial al momento de ser embarcadas desde
sus lugares de fabricación o depósitos autorizados.

Las bebidas alcohólicas, según esta ley, están divididas en cuatro clases y 17 tipos. El
impuesto a pagar dependerá principalmente de la clase a la que pertenezca.

· Licor espumoso: cerveza y otros que contengan espuma y contenido de alcohol menor
al 10%

· Licores elaborados: sake, licores de fruta

· Licores destilados: whisky, brandy, bebidas espirituosas (incluye ron y pisco),


Shochu (bebida destilada de cebada, camote o arroz con un 25% de graduación
alcohólica, menor al whisky, pero mayor al del vino y del sake)

· Licores mezclados: sake sintético, licores dulces de fruta, mirín (vino de arroz similar
al sake pero con un bajo contenido de alcohol)

Según la Ley de Sanidad de Alimentos, el importador debe presentar el formulario de


“Notificación de Importación” adjuntando los respectivos permisos sanitarios expedidos por
la autoridad competente en el país de origen. Previamente a la primera importación, el
importador debe hacer un análisis con muestras en los laboratorios autorizados por el
Ministerio de Salud de Japón.

Ley de Impuestos de Licores: toda persona natural o jurídica (importador, distribuidor,


minorista, entre otros) que desee comercializar licores en Japón debe obtener con antelación
la “licencia para venta de licores” ante la Agencia Nacional de Impuestos. Toda bebida que
contenga 1% o mayor contenido de alcohol está sujeta a los impuestos para bebidas
alcohólicas . Esta ley también limita el tipo de aditivos que pueden ser usados, como mezclas
preservantes por cada tipo de licor.

Etiquetado: El etiquetado en los envases de las bebidas alcohólicas debe incluir lo siguiente:
1. Nombre del producto (cerveza, vino de frutas, whisky, ron, vodka, entre otros)

2. Contenido de alcohol

3. Volumen contenido (expresado en litros o mililitros)

4. Nombre y dirección del importador

5. Nombre y dirección del distribuidor


6. Etiqueta para prevenir el consumo de menores de edad

7. Lista de aditivos (antioxidantes, preservativos sintéticos, entre otros)

8. Especificar si el producto es efervescente o no

Envase y empaque: Adicional a lo anterior, los envases y empaques deben cumplir las normas
estipuladas en la “Ley para la Promoción Efectiva de la Utilización de los Recursos”, la cual
exige que el etiquetado incluya la marca o símbolo del tipo o material del envase o parte de
éste.

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