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Ansiedad y Depresión: el Problema de la Diferenciación a Través de los Síntomas

Autor (es)

Diana Agudelo*, Gualberto Buela-Casal*, Charles Donald Spielberger**

Referencia (APA)

Agudelo, D., Buela-Casal, G., & Spielberger. (2007). Ansiedad y Depresión: el


Problema de la Diferenciación a Través de los Síntomas. Salud Mental, 30 (2),
33-41.
URL

http://aulas.utbvirtual.edu.co

Tipo de texto

Articulo

Tipo de estudio

Teórico

Palabras clave

Depresión, ansiedad, evaluación, diagnóstico, comorbilidad.

Tema de investigación

Solapamiento de los criterios diagnósticos del trastorno de ansiedad y el


trastorno de depresión.

Desarrollo de la problemática

El establecimiento de los diagnósticos diferenciales ha sido un tema de vital


interés para la psiquiatría y la psicología, ya que este es un elemento fundamental para
la orientación de procesos clínicos y de investigación. Sin embargo, el establecimiento
de este tipo de diagnóstico, presenta algunas dificultades, como lo son la coincidencia
de los síntomas, hecho que dificulta el establecimiento de las características
pertenecientes a cada cuadro clínico como sucede con el trastorno de ansiedad y el de
depresión, que aunque se encuentran definidos con claridad en las distintas versiones
del DSM, su diferenciación no es totalmente evidente. Dificultando distinguir entre
ambos tipos de trastornos, cursos, cuadros, cuál antecede al otro. Así mismo se plantea
que muchos de los síntomas de depresión pueden formar parte otros cuadros clínicos o
constituir un trastorno en sí mismo.

Numerosos estudios muestran comorbilidad entre ambos trastornos (ansiedad y


depresión). Un ejemplo claro se encuentra en los resultados del NEMESIS en Holanda,
cuyos resultados mostraron que los encuestados habían sentido síntomas de depresión
en proporciones equivalentes al porcentaje que también había experimentado ansiedad.
Otros datos provenientes de población clínica y general, mostraron que la mitad de las
personas con trastorno depresivo mayor cumple criterios diagnósticos para uno o más
trastornos de ansiedad. Por otro lado Bittner señala que padecer un trastorno de ansiedad
se constituye en un importante factor de riesgo para desarrollar un trastorno depresivo
mayor en el futuro. Las investigaciones muestran que la coincidencia de los síntomas es
mucho más evidente entre el trastorno depresivo mayor, de ansiedad generalizada y el
trastorno de pánico, que con las otras clases de trastornos de ansiedad; por tal razón
surge la necesidad de establecer criterios de diferenciación.

En la búsqueda de la explicación de la utilización de síntomas similares, tanto en


la definición de ansiedad como en la de depresión, un aspecto a resaltar es el que se
refiere a las escalas de evaluación donde se presentan ítems similares, para la
evaluación de constructos distinto, y también es repetitivo en los estudios donde se
indica que las tasas altas de ansiedad encontradas en pacientes con depresión muestran
la presencia simultánea de ambos trastornos, hecho que no deja ningún nivel de
satisfacción en los clínicos e investigadores.

Estas dificultades en el diagnostico representan grandes obstáculos para la


práctica clínica y, por esta razón es necesaria la utilización de instrumentos
estandarizados válidos y confiables, que permitan a su vez realizar una distinción entre
aquellos síntomas similares entre ambos trastornos. Sin embargo, autores como
Spielberger, y colaboradores plantean en relación específica con la depresión, que la
definición de este trastorno y los criterios diagnósticos se reflejan en los ítems utilizados
para evaluarla. Sin embargo, Sanith señala que el problema que predomina en este tipo
de escala se debe a que no obedece a valorar todos los criterios clínicos, sino que
resaltan factores característicos no siempre definitorios. De la misma forma, Van Lang
hallo la asociación entre las escalas de depresión y ansiedad, e indica la dificultad para
establecer características específicas en ambos trastorno. Otro elemento relacionado con
la comorbilidad se refiere a la sensibilidad de las pruebas empleadas, lo que se refiere a
identificar el umbral para que aparezca el trastorno. Otra dificultad que se presenta,
empíricamente soportada, la teoría de que las mujeres son más propensa que los
hombres al desarrollo de la ansiedad y la depresión, por lo que esto bien podría
considerarse sesgo de genero presente en muchas pruebas, lo que lleva al subregistro de
la depresión y la ansiedad en los hombres.

Podría llegarse a pensar que la razón para que se presente cierta “confusión” en
cuanto a los síntomas definitorios de ambos trastornos, puede deberse a un asunto
terminológico.

El trastorno de ansiedad y el de depresión han sido considerados desde


diferentes perspectivas que se recogen como diferentes puntos de un continuo;
manifestaciones alternativas de una vulnerabilidad subyacente; síndromes heterogéneos
asociados; fenómenos separados que pueden desarrollarse dentro de otro; y como
fenómenos conceptuales y empíricamente distintos.
Una opción para explicar la presencia de los síntomas compartidos entre ambos
trastornos se encuentra en la existencia de un factor de afectividad negativa, compartido
por estos dos tipos de trastornos, de tal manera que en el núcleo se congregarían los
síntomas comunes, mientras que habría otro componente especifico. Para la depresión,
relacionada con la baja afectividad positiva y alta afectividad negativa, y para la
ansiedad en función de la alta afectividad negativa y alta activación fisiológica.

Tipo de población

Adolescentes, jóvenes y adultos.

Aspectos metodológicos

Encuestas, pruebas psicológicas

Conclusiones

A partir de los aspectos señalados y analizados con anterioridad se recalca la


importancia de contar con herramientas de evaluación óptimas (válidas y confiables)
para una identificación más precisa de los trastornos y que aporten datos en apoyo de
procesos de intervención eficaces.

Autor de la reseña

Katherine Paola Graig Mejía

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