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PROCEDIMIENTO : TUTELA LABORAL

DENUNCIA DE VULNERACION DE DERECHOS


FUNDAMENTALES CON OCASIÓN DEL DESPIDO Y COBRO DE
MATERIA :
PRESTACIONES, EN SUBSIDIO DESPIDO INDEBIDO Y COBRO
DE PRESTACIONES LABORALES.

DEMANDANTE : MABIS ANDREA PEREZ VALLEJOS.-

R.U.T. : 15.011.928-6

DIRECCION : PASAJE PLAYA QUINTERO N° 3317 COMUNA DE IQUIQUE.

ABOGADO PATROCINANTE : LEONARDO FELIPE ESCARATE AYALA

R.U.T. : 13.640.742-2

DEMANDADO : RENDIC HERMANOS S.A.

R.U.T. : 81.537.600-5

DIRECCION : AVDA. SANTIAGO POLANCO N° 2251, COMUNA DE IQUIQUE.

REPRESENTANTE LEGAL : JORGE CUBILLOS GONZALEZ.

R.U.T. : 13.434.706-6

DIRECCION : AVDA. SANTIAGO POLANCO N° 2251, COMUNA DE IQUIQUE.

________________________________________________________________________________
EN LO PRINCIPAL: INTERPONE DENUNCIA DE VULNERACION DE DERECHOS
FUNDAMENTALES CON OCASIÓN DEL DESPIDO Y COBRO DE PRESTACIONES;
PRIMER OTROSI: EN SUBSIDIO, DEMANDA POR DESPIDO INDEBIDO Y COBRO DE
PRESTACIONES LABORALES, SEGUNDO OTROSI: ACOMPAÑA DOCUMENTOS
TERCER OTROSI: SOLICITA FORMA DE NOTIFICACION QUE INDICA Y
AUTORIZACIÓN TRAMITACION ELECTRONICA; CUARTO OTROSI: PATROCINIO Y
PODER.

S. J. L. DEL TRABAJO
MABIS ANDREA PEREZ VALLEJOS, Rut 15.011928-6, desempleada, domiciliada en Pasaje
Playa Quinteros N° 3317, comuna de Iquique, a US., Respetuosamente a US. Digo:

Que, en tiempo y forma, vengo en Interponer DENUNCIA DE VULNERACION DE DERECHOS


FUNDAMENTALES CON OCASIÓN DEL DESPIDO Y COBRO DE PRESTACIONES, EN
SUBSIDIO DESPIDO INDEBIDO Y COBRO DE PRESTACIONES LABORALES , en contra de
mi ex – empleador, RENDIC HERMANOS S.A., domiciliado en avda. Santiago Polanco N° 2251,
comuna de Iquique, representada legalmente por JORGE CUBILLOS GONZALEZ, Rut.-
13.434.706-6, domiciliado en avda. Santiago Polanco N° 2251, comuna de Iquique, ignoro su
profesión u oficio, o por quien cumpla funciones de representación legal para fines laborales de
acuerdo a lo establecido en el artículo 4 inciso primero, darle tramitación y acoger la demanda en
forma inmediata estimando fundadas las pretensiones de esta parte, sobre la base de los antecedentes
de hecho y de derecho que a continuación paso a exponer:

I.- RELACION CIRCUNSTANCIADA DE LOS HECHOS

1.- Con fecha 10 de febrero de 2016, comencé a prestar servicios personales, bajo vínculo de
subordinación y dependencia, para RENDIC HERMANOS S.A, ya individualizado, celebrándose el
respectivo contrato Individual de trabajo. -

2.- El contrato individual de trabajo al momento de ponerse término a la relación laboral, tenía la
naturaleza jurídica de ser INDEFINIDO.

3.- Las funciones por las cuales fui contratado las desarrolle en el local del Supermercado Unimarc,
perteneciente a Rendic Hermanos S.A, ubicado en avda. Francisco Bilbao N° 3545, comuna de
Iquique.

4.- En lo que respecta a mi remuneración pactada en el contrato de trabajo es de tipo mixto por cuanto
está comprendido por estipendios de carácter fijo y variable, por consiguiente se procedió a establecer
un promedio de pago por la parte variable, calculando bajo las bases de las primera y última
liquidación entregada por parte de mi ex empleador al trabajador, correspondiente a los meses de
abril, mayo, junio del 2016, por lo tanto esta quedaría conformada de la siguiente manera:

a) Un sueldo base ascendente de acuerdo al número 1 del inciso Cuarto del Contrato correspondiente
a la cantidad de $ 253.000.- (Doscientos cincuenta y tres mil pesos.)

b) Gratificación legal mensual del 25% sobre el sueldo lo que de acuerdo al cálculo en proporción es
equivalente a $ 63.856.- (sesenta y tres mil ochocientos cincuenta y seis pesos)

c) Asignación de colación que equivale a $20.000.- (veinte mil pesos)

d) Asignación por pérdida de caja del 0,13% por millón de las ventas netas mensuales registradas en
su máquina lo que de acuerdo al cálculo en proporción es equivalente a $ 39.986. (Treinta y nueve
mil novecientos ochenta y seis pesos.)

e) Asignación familiar equivalente a $ 20.538. (Veinte mil quinientos treinta y ocho pesos)
f) Recargo del día domingo 30% equivalente a $4.747. (Cuatro mil setecientos cuarenta y siete pesos)

Ascendiendo a un valor de $ 402.127. (Cuatrocientos dos mil ciento veintisiete pesos)

De acuerdo a lo previsto en el artículo 172 del Código del Trabajo, para los efectos de determinar el
monto de la indemnización sustitutiva del aviso previo, la última remuneración mensual percibida
ascendió a $ 402.127. (Cuatrocientos dos mil ciento veintisiete pesos)

Durante todo el tiempo que duró la relación laboral me desempeñé eficientemente, con absoluta
lealtad y honestidad.

CONSAGRADOS EN LOS NÚMEROS UNO Y CUATRO DEL ARTÍCULO 19 DE II.-


ANTECEDENTES Y CIRCUNSTANCIAS DEL DESPIDO Y VULNERACIÓN DE LOS
DERECHOS FUNDAMENTALES LA CONSTITUCIÓN POLITICA DE LA REPUBLICA.

El día 16 de Septiembre de 2016, Encontrándome en mi turno de trabajo como cajera en el


Supermercado Unimarc perteneciente a Rendic Hermanos S.A., Ubicado en Avda. Francisco Bilbao
N° 3545, comuna de Iquique, atendiendo clientes en la caja N° 12 que está determinada o establecida
para los trabajadores pertenecientes a la empresa que realicen alguna compra en el establecimiento,
alrededor de las 20:00 horas procedí a atender a un cliente, quien se encontraba realizando compra de
productos. El cliente procedió a poner en la caja los productos que estaba llevando por consiguiente
comencé a hacer el marcaje de los productos con el scanner o lector infrarrojo de productos, el cual
en todo momento emitió el pitido o sonido que emite al momento de leer el código de barra de los
productos que pasan por este.

Una vez realizada la compra por el cliente, el administrador Joel Barrera desconozco su otro apellido
bajo de su oficina y se dirigió directamente a la caja la cual yo estaba trabajando, detuvo al cliente al
momento que este toma las bolsas después de la venta, acusándonos en ese instante de manera alterada
a ambos de robo en primer momento, siendo que no había salido del establecimiento.

El administrador Joel Barrera sostiene un dialogo con el cliente, ignorando hasta ese momento el
tenor de la conversación, transcurridos unos breves minutos, cuando me percato que le estaban
revisando los productos quedando por cobrar aproximadamente $74.663,el administrador se dirige a
mi persona y me exige que dejara de atender público y me saliera de caja, ya que se me estaba
acusando de no haber marcado varios productos y que estaba coludida con el cliente para robar, es
menester señalar que el lector de dicha maquina había tenido otros problemas de marcación de
productos debido no estar en óptimas condiciones, siendo esto de conocimiento de quienes trabajamos
en dicho local y en especial de la jefatura , en el desarrollo de tan lamentable escenario el
administrador del establecimiento el Sr. Joel Barrera, me increpo fuertemente, por lo sucedido sin
permitir que dicho problema se solucionara, yo le insistí en que había pasado todos los productos por
el censor infrarrojo por cuanto me parecía imposible tal acusación, ya que la caja emitió el sonido
característico de estas al momento de ser pasado un producto por el lector de código de barra, es
atingente señalar que cuando efectivamente se comprobó que faltaba marcar y, por ende cobrar
algunos productos , pero esta falta de marcaje no fue una acción premeditada o coludida, sino que se
origina debido a la despreocupación de mi ex empleador de mantener las maquinas registradoras en
óptimas condiciones por cuanto he sido acusada y expuesta frente a mis pares injustamente , lo cual
vulnera mis derechos .

El cliente estando ahí le dice al administrador que él no tiene la necesidad de realizar un robo y que
además tiene el dinero para pagar los productos, indicando que debe ser un error y que si estaba de
acuerdo que le hicieran la venta en otra caja para arreglar la situación y pagar la diferencia pero el
administrador le dice al cliente que me acuse a mí de robo, sin ni siquiera tratar de solucionar la
situación y hablar de esto privadamente o en un lugar reservado, haciendo de esta situación un
escándalo de proporciones por lo que el administrador al insistirle al cliente que me acuse y el cliente
tras no aceptar y volver a plantearle que podía pagar los productos en otra caja el administrador del
local llama a carabineros para que este proceda a la detención; tras la llegada de carabineros le explica
al administrador que no había salido el cliente ni yo ni siquiera del establecimiento comercial, pero
de igual forma don Joel Barrera insistió reiteradamente que era un robo por lo que el carabinero
procedió a la detención tanto al cliente como a mí, nos sacaron del local comercial a vista y paciencia
de todos mis compañeros de trabajo y de los clientes que se encontraban comprando en el local que
por lo demás eran bastantes debido a que estábamos previo a los días de feriado largo.

Tras llegar detenidos a la institución de carabineros, el carabinero que nos detuvo nos llevó tanto al
cliente como a mí hacia una oficina y nos hicieron esperar. Minutos después el administrador del
local llego a carabineros a interponer denuncia. Posteriormente el funcionario de carabineros nos
avisa que llego el administrador y nos toma a ambos la declaración levantando un acta de los hechos,
lo anterior sin perjuicio de que además permanecimos como dos horas detenidos en la comisaría de
carabineros, cuando el carabinero logro comunicarse con el fiscal de turno, quien le dijo que nos
dejara en libertad, por lo que me retiro a mi hogar.

Con posterioridad a los hechos descritos, el día 20 de septiembre después de las festividades del 18
de septiembre procedí a llamar aproximadamente a las 11:30 horas a la Sra.- Gloria Rojas Jefa de
Caja, a quien a preguntarle mi turno me dijo “que estaba despedida” sin entregarme causal y además
agregó en la conversación “que esperará la carta” lo cual cabe mencionar que llego con fecha 21 de
septiembre del presente año.

SS. En primer término, y antes de efectuar cualquier consideración, vengo en manifestar mi


categórico rechazo a la causal imputada verbalmente a mi persona, la cual, además de ser falsa, no
configuran de manera alguna la causal legal que se ha esgrimido en la carta de despido, así mismo
dejar presente que los hechos que son imputados por mi ex empleador según comprobante de carta
de aviso para termino del contrato de trabajo no se argumenta los motivos del despido, solamente se
me acusa de falta de rectitud y honradez como cajera.

SS., Así mismo, debo hacer hincapié en orden a que nuestra jefatura, tenía conocimiento que el lector
de código de barras de algunas cajas y específicamente de la N° 12, estaban dañados y acto seguido,
quiero destacar que la suma no cobrada, ascendía a $ 74.663.-
Es menester además, insistir en orden a que con todo, no se han comunicado los hechos fundantes
de mi despido y si fuera así estos no son efectivos, toda vez que se desprende del tenor del
comprobante de carta de aviso para termino del contrato de trabajo, carta que la demandada me acusa
de falta de rectitud y honradez como cajera en desmedro de los intereses de la empresa. Por lo que
los hechos que me imputa y de la forma que me los imputa, no obstante, que el procedimiento que
realizó, ante un simple error de cálculo por mala mantención de las máquinas de su propiedad (porque
técnicamente el no cobro de los productos se debió a esos factores) y que además que frente a esas
condiciones uno pueda cometer errores puesto a que insisto sonaba que realizaba el cobro y además
había una gran cantidad de clientes en el establecimiento comercial, por lo demás esta situación,
DAÑARON Y DAÑAN PROFUNDAMENTE MI INTEGRIDAD SÍQUICA, MI DIGNIDAD Y Ml
HONRA.

III.- TRÁMITES POSTERIORES AL DESPIDO

1. Con fecha 20 de Noviembre de 2016, realicé constancia en la IPT de Iquique consignada con el N°
01/01/2016/1855, en contra de mi ex empleador, indicando que con la misma fecha indicada siendo
aproximadamente las 11:30 fui despedida en forma verbal vía telefónica por la encargada de las
cajeras sin mediar causal legal justificada.

2. Con fecha 10 de octubre de 2016, efectué un reclamo administrativo en la inspección del trabajo
quedando esta consignada con el N° 101/2016/2716, en contra de mí ex empleador, atendido el
despido con vulneración de derechos de que fui objeto, quedando citadas las partes para el día 14 de
Octubre de 2016 a las 11:05;

3. Llegado el día me dirigí a la inspección para la celebración del comparendo administrativo, al que
la demandada asistió, representada por doña Mirna Bugueño Villarroel, Rut.- 9.468.696-2, quien
sólo procedió al pago de asignación de caja y del feriado proporcional, con Vale Vista del Banco del
estado con N° 08163436, por un monto de $ 156.432.- manteniéndose en la causal de despido tras no
llegar a acuerdo; por lo demás en dicha audiencia de conciliación se realizó por parte de la funcionaria
Sra.- Berta Elvira Escudero Briones, la cual me entrega de comprobante de carta de aviso para termino
del contrato de trabajo.

IV.- EL DERECHO

En virtud de los hechos expuestos queda de manifiesto que el despido, motivado por hechos acaecidos
en mi turno de trabajo , del que fui objeto por parte de mi ex- empleadora, es vulneratorio de derechos
fundamentales, en los términos del artículo 485 del Código del Trabajo, atentando contra lo
consagrado en los números uno y cuatro del artículo 19 de la Constitución Política de la República,
esto es el derecho a la vida y a la integridad física y psíquica de la persona y el respeto y protección
a la vida privada y a la honra de la persona y su familia; en lo concerniente a mi integridad psíquica
y a mi honra, pues en el despido mismo se vulneran flagrantemente estos derechos por parte de la
demandada, quien a viva voz de manera telefónica, el día 20 de noviembre de 2016 y, por escrito en
la carta de despido de fecha 16 de septiembre de 2016 entregada a correos de chile el día 21 de
septiembre, aprovechándose de su propia negligencia (toda vez que la circunstancia de que los
lectores de códigos de barra de las cajas, estuvieran malos no es de mi cargo y agrava esta
circunstancia el que era de su conocimiento la deficiencia y más encima no se realizó nada para
repararlos, usó este desperfecto en su favor y en mi desmedro) me acusa de intentar causarle un
perjuicio económico evidente y además me acusa de adolecer de honradez, integridad y rectitud.

La imputación anterior, claramente a quien provoca un perjuicio real, no es a mi empleador, es a mí,


toda vez que siendo cajero, las posibilidades ciertas de volver a trabajar en aquello, se vuelve
francamente imposible, pues ¿Quién contratara a un cajero tildado de poco honrado?, lo anterior
entendiendo que el derecho vulnerado objeto de esta denuncia, es decir EL HONOR O LA HONRA,
se puede conceptualizar a través de dos aspectos, el objetivo y el subjetivo, así: En la dimensión
objetiva, el término “honor” alude a la reputación o fama de una persona, es decir, a la opinión que
la comunidad tiene sobre sus aptitudes, comportamientos y condiciones, tanto en el plano moral,
como en intelectual, profesional, cultural o comercial, entre otros y, desde un punto de vista subjetivo,
en cambio, el término “honor” alude a la autoestima, esto es, lo que cada cual siente que vale en
relación con esas mismas aptitudes, comportamientos y condiciones.

De este modo la vulneración de los derechos fundamentales consagrados en nuestra


constitución, específicamente en los números uno y cuatro del artículo 19, siendo esto la
integridad síquica y el respeto y protección a la honra de la persona, ha sido consecuencia directa del
despido indebido de que fui objeto y, la conducta vulneratoria, para efectos de plazo, está fechada el
día 16 de septiembre de 2016, cuando se produjo el despido.

En el caso de mi despido y, de las graves y humillantes circunstancias que lo rodearon y sucedieron,


se configura claramente además de un atentado en contra de mi honra en ambos aspectos de ésta, pues
no sólo aquel afectó mi reputación sino que también mi autoestima, la que se vio mermada
considerablemente luego de estos hechos expuestos con resultados tan desfavorables hacia mi
persona; un verdadero atentado contra mi integridad psíquica, ya que la terrible y humillante
experiencia vivida afectó gravemente mi salud mental y por sobre todo emocional con justo temor de
pasar siquiera cerca de algún supermercado Unimarc. Esto agregado al desmedro social que me
produce tal situación ya que excompañeros de trabajo asumen la situación de robo como cierta puesto
a que al encontrármelos en otros lugares me tachan inclusive de ladrona, todo esto a raíz de la
irresponsabilidad y de la ligereza de opinión y facilidad de acusación por parte de administrador del
local comercial de Unimarc Bilbao

En efecto, fui despedida y, acusada injusta y falsamente de falta de probidad en presencia de todos
mis colegas y clientes, contraviniendo la denunciada, normativa expresa al respecto, esto es el artículo
5 del Código del Trabajo que prescribe: "El ejercicio de las facultades que la ley le reconoce al
empleador, tiene como límite el respeto a las garantías constitucionales de los trabajadores, en
especial cuando pudieran afectar la intimidad, la vida privada o la honra de éstos", atentando contra
mi honra y reputación, pues me ha tratado de “delincuente”, sin que exista pronunciamiento de la
justicia al respecto ni que vaya a existir, dado el bajo monto involucrado y, las circunstancias que
rodearon el hecho que tal como ya señalé, se suscitó por razones ajenas a mí, pues YO PASÉ Y
MARQUE CON EL CENSOR INFRAROJO DE CAJA LOS PRODUCTOS ADQUIRIDOS Y
CUANDO SE DESCUBRIÓ LA DIFERENCIA DE 1NMEDIATO EL CLIENTE, OFRECIO
PAGAR ÉSTA, LO QUE NO ME FUE PERMITIDO POR LA DEMANDADA QUIEN YA TENIA
LA TENAZ INTENCIÓN DE DESPEDIRME INCISTIENDO DELIBERADAMENTE QUE SE
ME ACUSE DE LADRONA.
Así., la demandada abierta e irresponsablemente ha atentado contra la buena opinión que el resto de
las personas tenia de mí, acusándome explícitamente de falta de honestidad y rectitud; vulnerando
gravemente mi integridad psíquica y mi derecho a la honra con publicidad, toda vez que consignó
dicha acusación por escrito y la envió a la inspección del trabajo, a la A.F.C., al ministerio público y,
quien sabe a cuántas personas más se encargó de contarles los hechos tal y, como los describió en la
carta-avisa que me envió, poniendo en riesgo incluso futuras contrataciones por parte de otros
empleadores, que enterados de mi causal de despido, desistirán de contratarme.

Este trato humillante y atentatorio hacia mi dignidad, mi honra y reputación, constituyen actuaciones
que atentan no sólo contra los derechos contemplados en los números uno y cuatro del artículo 19 de
la Constitución Política de la República, en lo relativo a la integridad síquica y el derecho a la honra
de la persona, sino que también, contra lo prescrito en el artículo del Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos y el artículo 11 de la Convención Americana de Derechos Humanos.

Al respecto, el artículo 11 de la Convención Americana, garantiza entonces el derecho de toda persona


a que se respete su honra y a que se le garantice el que no haya injerencias arbitrarias o abusivas
contra su vida privada. Ello implica que el Estado tiene dos tipos de obligaciones: el deber de respetar,
o sea de abstenerse de interferir en dicho derecho, y el deber de garantizar, o sea, asegurar que bajo
su jurisdicción ese derecho no sea vulnerado por las acciones de cualquier persona o entidad, E1 deber
de respetar implica el que los agentes del Estado deben evitar vulnerar los derechos de las personas
ya sea por acción o por omisión. El deber de asegurar o garantizar tiene dos dimensiones
fundamentales:

1) El Estado debe prevenir las violaciones estructurando su sistema doméstico y sus normas para
garantizar los derechos de las personas, y

2) El Estado debe tornar las medidas necesarias en Casos específicos, tales como ofrecer los recursos
judiciales y/o administrativos necesarios para remediar y reparar una violación. El deber de garantizar
opera frente a acciones de actores privados o públicos que vulneren el derecho garantizado.

Lo más relevante del artículo 11 de la Convención Americana, en el tema de la honra establece que
nadie puede ser objeto de ataques ilegales a su honra y reputación, calificando el tipo de ataques
que son arbitrarios o abusivos. El concepto ilegales implica entonces que puede haber “ataques
legales” contra la reputación y la honra, El hecho de que la Convención consagre dicha calificación
nos remite a la legislación interna para determinar el tipo de ataques que son legales, y cuáles son
ilegales. El de la especie es ilegal, pues la demandada me imputa hechos que no son efectivos y,
además me ha tratado de “ladrón”, no obstante, que no lo ha declarado así un juez y, que en Chile
rige la presunción de inocencia.

El denominado procedimiento de tutela previsto en la reforma laboral„ huella patente del proceso de
constitucionalización del derecho, busca proteger aquellos derechos fundamentales del trabajador
previstos en la lista contemplada en el artículo 485 del Código del Trabajo, reconocidos al trabajador
en su condición de ciudadano, y que hasta ahora se habían quedado sólo en el papel.
Con todo, el abogado y profesor José Luis Ugarte, agrega que "La conducta lesiva del empleador es
un ilícito de resultado. Es par tanto, polimórfica, pudiendo adoptar cualquier forma y contenido, pero
con un resultado específico: restringir desproporcionadamente alguno de los derechos fundamentales
protegidos del trabajador. (Ugarte Cataldo, José Luis. Los derechos fundamentales del trabajador.
Ensayo Jurídico N° 2, 2006, Universidad Alberto Hurtado, p.17).

Protección del derecho a la honra invocada por el trabajador

1. Derecho a la honra.

El derecho a la honra se encuentra consagrado en el artículo 19 N° 4 Constitución Política.


El contenido de la honra es el prestigio, la buena reputación o fama8, esto es, la consideración social
de la persona que atiende a sus particulares características.
Suele hacerse la distinción entre la honra y el honor. La honra es el crédito o prestigio que cada
persona tiene en el concierto social o ante terceros y, el honor, es la autoestima o el aprecio subjetivo
que la persona posee de sí9. En el sistema constitucional nacional lo que encuentra protección es la
honra, esto es, el aspecto externo de la personalidad y no su autoestima.
En todos los ordenamientos jurídicos, los derechos a la intimidad y a la honra pueden, con su ejercicio,
causar conflictos, colisiones o tensiones con otros derechos y, en cuanto derechos, son emanaciones
de la dignidad humana10. El derecho a la honra del trabajador es un derecho fundamental no
específicamente laboral, sino atribuido a todas las personas, incluidos los trabajadores y que se
convierten en derechos laborales por razón del sujeto (el trabajador) y de la relación jurídica en que
se hacen valer (relación laboral) 11.
Los derechos fundamentales nacen como instrumento de defensa frente a la omnipotencia estatal,
pero la idea de la eficacia horizontal de los derechos fundamentales surge precisamente por la
amenaza que es ejercida por los grupos sociales con posiciones hegemónicas (como las empresas)12
o en donde la relación entre privados no se da en términos de igualdad de posiciones. La relación
empleador-trabajador claramente no se asienta en un contexto de igualdad sino de poder de un
particular respecto del otro y de allí que exista el objetivo del derecho del trabajo, precisamente
balancear, mediante normas mínimas, obligatorias e irrenunciables, tal desigualdad. En este contexto,
el ejercicio de poder por una de las partes da cuenta de una estructura de relación diversa de una
propiamente entre particulares y más cercana a aquélla descrita entre el Estado y los particulares. De
allí entonces la necesidad de asegurar el respeto a los derechos fundamentales del trabajador como el
paso evolutivo necesario del derecho del trabajo en el desarrollo de las relaciones laborales del siglo
XXI.

________________________________________________________________________________
8 Cea Egaña, José Luis, Derecho constitucional a la intimidad y a la honra, en Revista de Derecho de la Universidad Católica del Norte
(Coquimbo, 1998), pp. 29-44;
Silva Bascuñán, Alejandro, Tratado de Derecho constitucional, XI: De los derechos y deberes constitucionales (2ª edición, Santiago,
2006), p. 193; Evans de la Cuadra, Enrique, Los derechos constitucionales (3ª edición, Santiago, 1999), I, p. 227.
9 Cea Egaña, José Luis, Los derechos a la intimidad y a la honra en Chile, en Ius et Praxis, 6 (Talca, 2000) 1, p. 35.
10 Ibíd., pp. 154-155.
11 Nevado Fernández, María José, El ejercicio del derecho al honor (por el trabajador) en el contrato de trabajo (Valencia, 1999), p.14.
12
Ibíd., p. 20.
2. Situaciones de afectación de la honra y protección invocada por el trabajador.

En términos generales puede afirmarse que la afectación al derecho a la honra se presentará como un
desmerecimiento en la consideración ajena, como consecuencia de expresiones proferidas en
descrédito o menosprecio de alguien, o que fueran tenidas en el concepto del público por afrentosas13.
En lo que se refiere a la honra del trabajador pueden distinguirse diversas situaciones en las que
eventualmente pueden presentarse casos de afectación de la honra.

a) Prestigio profesional del trabajador. No basta la mera crítica a la pericia profesional del
trabajador pues será necesaria la utilización de expresiones insultantes, insinuaciones insidiosas o
vejaciones innecesarias14.
La opinión que la gente tenga de cómo se trabaja tiene una influencia decisiva en lo que la sociedad
vaya a estimar, el bienestar propio o familiar, y de ello van a depender en ocasiones el estancamiento
profesional o consecuencias económicas determinantes. En consecuencia, como lo ha señalado el
Tribunal Supremo español, si bien la crítica a la pericia profesional es procedente, pierde su
legitimidad para convertirse en ataque, cuando su contenido, forma y característica de la divulgación,
hacen desmerecer la consideración que los demás tienen de la dignidad y prestigio de la persona
contra quien se dirige15.

El juicio crítico o la información divulgada acerca de la conducta profesional o laboral de una persona,
puede constituir un auténtico ataque a su honor personal 16-17. Ello es así porque la actividad
profesional suele ser una de las formas más destacadas de manifestación externa de la personalidad y
de la relación del individuo con el resto de la colectividad, de forma que la descalificación injuriosa
o innecesaria de ese comportamiento tiene un especial e intenso efecto, sobre dicha relación y sobre
lo que los demás puedan pensar de una persona, repercutiendo tanto en los resultados patrimoniales
de su actividad, como en la imagen personal que de ella se tenga18.

b) Uso de medios de control en la gestión del personal. Como contenido del poder de dirección que
se reconoce al empleador, se le faculta para realizar registros sobre los trabajadores, permitiendo el
ejercicio de un poder de policía, gozando de este modo de un derecho del que carece cualquier otro
sujeto privado para defender sus intereses patrimoniales19.

En efecto, se reconoce al empleador la posibilidad de implementar medidas de control de los


trabajadores, aunque el inciso final del artículo 154 CT. Lo limita indicando que: “las obligaciones y
prohibiciones y, en general toda medida de control, sólo podrán efectuarse por medios idóneos y
concordantes con la naturaleza de la relación laboral y, en todo caso, su aplicación debe ser general,
garantizándose la impersonalidad de la medida para respetar la dignidad del trabajador”. Sin
embargo puede afirmarse que es con ocasión de esta potestad de control que se dan numerosos casos
de atentado a la honra o al menos, de invocación de este derecho en sede de tutela laboral.

13
Nevado Fernández, María José, cit. (n. 11), p. 26.
14 Ibíd., p. 37.
15 Ibíd., pp. 38-39.
16 Sentencia del Tribunal Constitucional de España, N° 223/92, citada por Caballero

Olea, José-Alfredo, Derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen. Derecho de rectificación, calumnia e
injuria (2ª edición, Madrid, 2007), p. 285.
17 En España se denomina honor al derecho fundamental que a nivel nacional la Constitución denomina honra.
18 Sentencia del Tribunal Constitucional de España, N° 223/92, citada por Caballero Olea, José-Alfredo, Derecho al honor, cit. (n. 16),

p. 285.
19 Nevado Fernández, María José, cit. (n. 11), pp. 52-53.
En la jurisprudencia es posible encontrar casos donde, en ejercicio de las facultades de control, se
somete al trabajador a un trato vejatorio o humillante frente a los compañeros de trabajo, al público e
incluso en ocasiones, con la intervención de Carabineros, dándose dos tipos de casos en que se acoge
la tutela: por la imputación de hechos falsos o por la imputación de infracciones de menor
envergadura. Ejemplo de esto es la sentencia dictada en el caso RIT T-10-2010 20, en que el jefe de
seguridad de un supermercado detiene, al final de la jornada de trabajo, a dos trabajadores por haber
utilizado indebidamente un vale por dos envases de bebidas por un valor de $374, llegándose incluso
a llamar a Carabineros y a exigir su detención, tras lo cual no se hizo denuncia alguna en el Ministerio
Público y sólo se procedió al despido. En este caso, habiéndose comprobado la falta imputada, el
Tribunal la estimó de tan baja envergadura que no guardaba relación con el trato vejatorio a que
fueron sometidos los trabajadores dando por afectada la honra 21.

Caso distinto pero en el que también se dio por acogida la tutela, es la sentencia dictada en la causa
RIT T-15-2010 22. Los hechos denunciados corresponden a la detención de un trabajador, al interior
de un local comercial de artículos computacionales, por el sólo hecho de haber llegado con una
mochila, lo que estaba prohibido por instrucción del empleador para resguardar su patrimonio. No se
encontró ningún producto del local dentro de la mochila. En este caso, el Tribunal determinó que se
configuraba un atentado a la honra del trabajador tanto la revisión de la mochila del trabajador como
la prohibición misma de concurrir con este implemento al trabajo porque ello parte de la base de
suponer la sustracción de especies desde el local por parte de sus trabajadores, lo que es infundado e
injustificado 23-24.

c) La comunicación formal del despido. En este caso deben plantearse como elementos diversos de
análisis: i. el contenido de la carta de despido; y, ii. Los sujetos destinatarios de la carta de despido.

i) El contenido de la carta de despido en la forma prevista en el artículo 162 del Código del Trabajo,
es una protección que otorga el ordenamiento jurídico al trabajador en dos sentidos: el empleador
debe ajustar su conducta a la ley y el trabajador cuenta con los medios de oposición y defensa
necesarios ante la resolución misma del contrato 25.

Coherente con lo anterior, en la jurisprudencia se estima que la imputación de infracciones en la carta


de despido no es suficiente para dar por afectada la honra de la persona, particularmente porque la
propia ley exige dar cuenta en la carta de despido de los motivos en que se funda. Así en la causa RIT
T-6-2010 26 se indicó que: “no se ha logrado acreditar indicio alguno que permita a partir de allí
estimar vulnerado los derechos del actor ya que la sola imputación de hechos en la carta de despido,
por sí sola, no resulta suficiente para este efecto, más aún que es la propia ley que exige que en dicha
carta se contengan los hechos que fundamentan la causal invocada” 27

____________________________________________________________________________
20 Sentencia de 21 de junio de 2010 del Juzgado del Trabajo de Temuco.
21 Considerando 8°.
22 Sentencia de 23 de septiembre de 2009 del Juzgado del Trabajo de La Serena.
23 Considerando 10°.
24 En el mismo sentido la sentencia de 25 de enero de 2010 del Juzgado del Trabajo de Valparaíso, RIT T-41-2009; y la sentencia de 26

de abril de 2010 del Juzgado del Trabajo de Puente alto, RIT T-6-2009.
25 Nevado Fernández, María José, cit. (n. 11), p. 57.
26 Sentencia de 23 de septiembre de 2010 del Juzgado del Trabajo de Coyhaique.
27 Considerando 7°.
Asimismo, es del caso citar la causa Rol 829-2010 28 en que se determinó que: “el empleador en su
redacción no utilizó expresiones ofensivas ni empleó calificativos respecto de la persona de la actora,
sólo se limitó a imputarle una conducta determinada; que con ella se pretendía alcanzar un fin
legítimo, poner término a la relación laboral, para cuyo efecto debía necesariamente fundamentar
adecuadamente tal decisión desde el punto de vista fáctico [...]”.
En consecuencia, la carta de despido no constituye un atentado al derecho a la honra en cuanto impute
ciertos hechos que fundan el despido. De hecho debe reconocerse que los despidos efectuados por
invocación de las causales contempladas en los artículos 160 y 161 CT., llevan implícita una
valoración negativa de la conducta del trabajador que lo sustenta, ya que representan la medida
disciplinaria de mayor fuerza que el sistema normativo entrega al empleador con base en su poder de
dirección 29. Por el contrario, lo que sí puede darse con ocasión de la carta de despido es que se
produzca la afectación si se utiliza un lenguaje que menoscaba o atenta contra la dignidad del
trabajador 30.
ii) Los sujetos destinatarios de la carta de despido o de los motivos del mismo. Es posible que la
divulgación de la carta de despido se extralimite sin que sea justificado, porque el trabajador es el
único destinatario natural de la misma. Dependiendo de la forma de la comunicación de la carta de
despido, puede estarse atentando contra la honra, simulando la imposibilidad de llevarla a cabo
personalmente para dar una publicidad innecesaria31.
En relación a este punto resulta pertinente citar la causa RIT T-49-2009 32 donde se señaló que: “el
legislador no ha considerado que el despido constituya en sí una violación de derechos fundamentales,
porque de esa manera, todos los despidos por falta de probidad serían vulneratorios del derecho a la
honra, entre otros derechos fundamentales. Y en el caso de que se trata no se ha acreditado que se
haya expuesto al trabajador al escarnio o publicidad, sino que por el contrario, el mismo actor dice
desconocía el hecho que motivó su exoneración, enterándose sólo por rumores”33. Si bien se comparte
la doctrina en términos que la sola carta de despido no constituye un atentado a la honra, es curioso y
si no cuestionable al menos digno de atención, que el propio Tribunal reconozca que el trabajador
(cuyo despido fue considerado injustificado aunque no se dio lugar a la tutela) se enteró de su despido
por “rumores”, sin que se indague el origen de los mismos, ya que ellos pueden dar cuenta a acciones
de desprestigio deliberado que podría provenir del empleador.

d) La modificación de las condiciones de trabajo. Los tribunales se han referido a los agravios que
puedan cometerse contra el trabajador que llevando a cabo determinadas tareas es relevado de las
mismas y encargado de otras de inferior calificación34. Así por ejemplo, se puede citar la causa RIT
T-2-2009 en que a una docente que posteriormente a efectuar denuncias contra el empleador ante la
Dirección del Trabajo en su calidad de dirigente sindical, es cambiada de sus funciones privándole
de impartir clases al curso que tenía asignado, postergándola a una sala sola, sin contacto con los
demás trabajadores del establecimiento. Así el Tribunal concluye que “no ha existido ni adecuación,
ni necesidad ni menos proporcionalidad en la medida adoptada”35.
________________________________________________________________________________
28 Sentencia de 18 de octubre de 2010 pronunciada en recurso de nulidad por la Corte de Apelaciones de Santiago.
29 Gajardo Harboe, María Cristina, Nuevo procedimiento de tutela laboral: los derechos protegidos. El derecho a la vida y a la integridad

física y psíquica de la persona, en Revista Laboral Chilena, 19 (Santiago, 2009) 7, p. 80.


30 En el mismo sentido la sentencia de 26 de junio de 2010 del Juzgado del Trabajo de Osorno, RIT T 8-2009.
31 Nevado Fernández, María José, cit. (n. 11), p. 59.
32 Sentencia de 16 de febrero de 2010 del Juzgado del Trabajo de Valparaíso.
33 Considerando 8°.
34 Nevado Fernández, María José, cit. (n. 11), p. 60.
35 Considerando 13°
e) La adopción de una medida sancionatoria de trascendencia pública. Cuando el empleador, en
ejercicio de las facultades que le reconoce el artículo 154 N° 10 CT., en el sentido de imponer
sanciones por la infracción a las obligaciones señaladas en el reglamento interno, amonesta al
trabajador en forma verbal o escrita, puede llegar a un trato vejatorio de público conocimiento que
llegue a afectar la honra del mismo. Otro aspecto derivado del ejercicio de las potestades
sancionadoras del empleador se ha planteado en España donde se ha determinado que la mera
incoación de expedientes administrativos y su divulgación a la prensa no conforman acto contrario al
honor de la persona que aparece como expedientada, pues la mera y aséptica noticia a la que se da
publicidad, en ejercicio del derecho fundamental de libertad de expresión y de información, de que
un profesional colegiado se le inicie un expediente administrativo disciplinario o sancionador, no
puede, en modo alguno, ser considerado como atentatorio al honor del profesional colegiado36.

3. Invocación conjunta de la afectación del derecho a la integridad síquica y el derecho a la honra.

El atentado al derecho a la honra implica un desprestigio, humillación pública, actos que atentan
contra la consideración que terceros tienen respecto de la persona del trabajador. Así las cosas,
Dependiendo de las circunstancias, aparecen casos en que el atentado a la honra es de tal envergadura
que llega a generar en el afectado una alteración emocional que lleva a que no con poca frecuencia,
se invoque conjuntamente el atentado a la honra y a la integridad síquica en sede de tutela laboral.
Sin embargo, cabe considerar que la vida somete a las personas a diversas vicisitudes que generan un
impacto de diversa envergadura en cada persona pero la Constitución Política de la República no
protege contra toda situación que pueda provocar preocupación, tristeza, frustración u otro tipo de
alteración emocional. Lo que se resguarda es la integridad síquica, y ello se concreta en la prohibición
de pretender ejercer el control la psiquis del individuo (por ejemplo, mediante mensajes subliminales),
la presión que altera el equilibrio espiritual y la prohibición de generar una perturbación grave de la
estabilidad emocional del individuo (afecta la conciencia y el intelecto), por ejemplo, a través del
acoso sexual, periodístico, laboral, etc.
En este contexto, no cualquier imputación de hechos al trabajador, por más que sean graves, se
traducirá en una efectiva afectación de la integridad síquica. Por el contrario, el acoso laboral o sexual
son abusos suponen actos reiterados en el tiempo y que efectivamente ocasionan una alteración de la
estabilidad emocional e intelectual del individuo.

Así las cosas es posible citar al menos dos casos en que se dio por afectada la integridad síquica con
ocasión de la lesión al derecho a la honra. En la causa RIT T-179-2010 38, un operador de cosas
perecederas de supermercado denuncia que un día fue retenido a la salida de su trabajo y se le revisó
el bolso acusándolo de robo, porque alguien lo habría visto sustraer cosas del supermercado. Al no
encontrar nada en el bolso, se le retiene aduciendo que el mismo es de la empresa. Al afirmar que se
lo habría comprado su hija, se le exige que ésta acuda con la boleta y se llama a Carabineros, todo en
presencia del público y funcionarios que circulaban por el supermercado. Fue esposado, llevado a
constatar lesiones y luego detenido en un recinto policial, siendo liberado horas más tarde por orden
del fiscal.

________________________________________________________________________________
36 Sentencia del Tribunal Constitucional de España, de 13 de julio de 2004, citado por Caballero Olea, José-Alfredo, Derecho al honor,
cit. (n. 16), p. 302.
37 Nevado Fernández, María José, cit. (n. 11), p. 68.
38 Sentencia de 23 de septiembre de 2010 del Segundo Juzgado del Trabajo de Santiago.
En este caso, el Tribunal estimó que la vulneración de la integridad síquica es consecuencia directa
de la vulneración de la honra. Sin embargo, al realizar el análisis de los derechos inculcados, sólo se
pronuncia respecto de la honra, dando por acreditado, por este motivo, la afectación de la integridad
síquica, y citando al efecto lo señalado por el Tribunal Constitucional (aunque no menciona la
sentencia en que ello se afirma): “el respeto y protección del derecho a la honra que asegura la
Constitución, es sinónimo de derecho al respeto y protección del ‘buen nombre’ de una persona,
derecho de carácter personalísimo que es expresión de la dignidad humana consagrada en su artículo
1°, que se vincula también, con el derecho a la integridad psíquica de la persona, asegurado en el
número 1 del artículo 19, pues las consecuencias de su desconocimiento, atropello o violación, si bien
pueden significar en ocasiones, una pérdida o menosprecio de carácter patrimonial [...] la generalidad
de las veces generan más que nada una mortificación de carácter psíquico, un dolor espiritual, un
menoscabo moral carente de significación económica mensurable”39. Esta jurisprudencia es
criticable, porque si por la sola afectación de la honra se da por configurada la integridad síquica ¿qué
es lo propio de una y otra? ¿Para qué el constituyente habrá previsto dos derechos constitucionales
diversos? En este caso faltó un análisis más depurado de la situación y no basta la mera cita al Tribunal
Constitucional porque el juez es independiente para elaborar su sentencia, ponderar los hechos e
interpretar las fuentes que aplicará al caso concreto, no siendo suficiente el recurso a la supuesta
autoridad de sentencias previas, ya que éstas sirven de apoyo a una tesis interpretativa pero no
sustituyen la labor del juez.

En lo que respecta al cobro de prestaciones

El inciso final del Art. 489 dispone que “Si de los mismos hechos emanaren dos o más acciones de
naturaleza laboral, y una de ellas fuese la de tutela laboral de que trata este Párrafo, dichas acciones
deberán ser ejercidas conjuntamente en un mismo juicio, salvo si se tratare de la acción por despido
injustificado, indebido o improcedente, la que deberá interponerse subsidiariamente. En este caso no
será aplicable lo dispuesto en el inciso primero del artículo 488. El no ejercicio de alguna de estas
acciones en la forma señalada importará su renuncia.”

LOS INDICIOS

En el derecho laboral chileno, se introdujo una norma novedosa para la regulación procesal de la
carga probatoria- que ya existía en el derecho comparado- en orden al difícil escenario probatorio que
el trabajador debe enfrentar en las denuncias por violación o lesión de derechos fundamentales, la que
se encuentra en el artículo 493 del Código del Trabajo, que dispone: “Cuando de los antecedentes
aportados por la parte denunciante resulten indicios suficientes de que se ha producido la vulneración
de derechos fundamentales, corresponderá al denunciado explicar los fundamentos de las medidas
adoptadas y de su proporcionalidad”.

________________________________________________________________________________
39 Considerando 6°.
Dichos indicios dicen relación con “Hechos que han de generar en el juzgador al menos la sospecha
fundada de que ha existido lesión de derechos fundamentales”. Por ello, la prueba reducida de que se
beneficia el trabajador se traduce en la prueba de hechos que generen en el juez una sospecha
razonable de que ha existido la conducta lesiva (Martínez R., L Decisiones empresariales y principio
de igualdad, Cedecs, Barcelona, 1998, p.174).
Como SS., podrá advertir, no existe duda en orden a que fui despedida con vulneración de los
derechos fundamentales consagrados y garantizados en los números uno y cuatro del artículo 19 de
la Constitución Política de la República, recalcando que dicho despido, además de ser vulneratorio
de garantías fundamentales, como se dirá más adelante, se realizó al margen de lo dispuesto en el
artículo 162 del Código del Trabajo.

Por lo demás conforme lo que señala el profesor español, Cayetano Núñez, respecto de lo que él llama
“Datos indiciarios” y específicamente la correlación temporal y la comparación con otros trabajadores
(quien es tajante es sostener que ni siquiera se requiere un listado de ellos, bastaría incluso con un
sólo indicio si éste es de peso o la flagrante ausencia de justificación empresarial al adoptarse una
medida desproporcionada), hay que hacer hincapié en el hecho que yo y mi compañero de labores,
precisamente el que realizaba la compra de productos en la Caja N°2, quien también fue despedido,
pertenecíamos al sindicato, ambos hasta ese día teníamos una reconocida conducta intachable, pues
éramos trabajadores comprometidos con nuestras labores; y en lo que a mí concierne, dado
precisamente mi desempeño y honorabilidad, que con este despido vulneratorio la demandada ha
puesto en duda.

En este caso claros e irrefutables indicios son:

1. La circunstancia que yo, precisamente el que estaba realizando la venta de productos en Caja N°
12 a un cliente el cual no tengo relación alguna y que además soy una trabajadora que pertenecía
al sindicato de la empresa, hecho conocido por la contraria al momento del despido.

2. La reacción desmedida y fuera de toda prudencia, lógica y racionalidad de la demandada, cuando


verifica que algunas mercaderías no fueron marcadas y, el trato de “ladrones” que recibí delante
de todo el público y trabajadores del establecimiento, en lugar de tratar de aclarar el hecho
privadamente en un lugar reservado se exacerbo exageradamente la situación.

3. El innecesario llamado a Carabineros, sin querer oír las explicaciones dadas por los trabajadores,
tratándonos como si fuéramos personas que nada teníamos que ver con el establecimiento.

4. El exiguo y monto comprometido, que motivo a la demandada llevar adelante el despido y que ni
siquiera dio lugar a una formalización en sede penal.

5. La negativa por parte de la demandada, en orden a recibir el pago ofrecido de inmediato por parte
del cliente.

6. El no haber considerado que los lectores de código de barras no estaban funcionando como
corresponde, por cuanto estos marcaban dos veces un mismo producto, no marcaban los productos
o emitía sonido de marcaje pero no registraba, siendo esto de conocimiento de los trabajadores de
caja y en especial de la jefatura del local.
7. El haberme comunicado por teléfono de manera verbal que era despedida sin entregarme causal
alguna.

8. El haber provocado una detención por parte de Carabineros., la que se prolongó hasta por dos
horas, no obstante, que pudo la denunciada, impedir fácilmente ese trato vejatorio e innecesario.

Estos indicios son suficientes, inequívocos y demostrativos de que en la especie se ha vulnerado mi


integridad psíquica y mi derecho a la honra, Hechos que hacen del todo procedente lo dispuesto en el
artículo 493 del Código del Trabajo, que dispone que “Cuando de los antecedentes aportados por la
denunciante resulten indicios suficientes de que se ha producido la vulneración de derechos
fundamentales., corresponderá al denunciado explicar los fundamentos de las medidas adoptadas y
de su proporcionalidad”.

Por último, el inciso tercero del artículo 489 del Código del Trabajo, dispone que en caso de acogerse
la denuncia por vulneración de derechos fundamentales, el juez ordenará el pago de la indemnización
a que se refiere el inciso cuarto del artículo 162 y la establecida en el artículo 163 del mismo cuerpo
legal, con el correspondiente recargo de conformidad a lo dispuesto en el artículo 168 y,
adicionalmente, a una indemnización que no podrá ser inferior a seis meses ni superior a once meses
de la última remuneración mensual.

Adicionalmente, y en virtud de lo dispuesto en el artículo 495 del Código del Trabajo, que al referirse
a los requisitos de la sentencia dictada en un procedimiento de tutela, prescribe que debe contener la
indicación concreta de las medidas a que se encuentra obligado el infractor dirigidas a obtener la
reparación de las consecuencias derivadas de la vulneración de derechos fundamentales, bajo el
apercibimiento señalado en el inciso primero, incluidas las indemnizaciones que procedan,
atendido la grave humillación que sufrí por parte de mi ex empleadora, producto de los hechos ya
descritos y que me ocasionaron gran presión, dolor y aflicción, de los que no he podido recuperarme
hasta la fecha, demando también indemnización por daño moral.

Daño moral, que ha sido definido por la doctrina de los autores, como el dolor, pesar o molestia que
sufre una persona en su sensibilidad física, en sus sentimientos o afectos o en su calidad de vida. De
ahí que la indemnización por daño moral se identifique en general con la expresión latina “pretium
doloris” o precio del dolor, por ello y por no lesionar sólo la sensibilidad física de la personar la
Jurisprudencia ha terminado por definir el daño moral como aquel que lesiona un derecho
extrapatrimonial de la víctima. Así se ha fallado que "Se entiende el daño moral como la lesión o
agravio efectuado culpable o dolosamente, de un derecho subjetivo de carácter inmaterial o inherente
a la persona y que es imputable a otra persona".

Sin embargo en nuestra tradición jurídica, el daño no se restringe a la lesión de un derecho, sino de
un legítimo interés. Por eso se puede definir el daño moral en un sentido amplio, como la lesión a los
intereses extrapatrimoniales de la víctima y, de esta forma es posible comprender en la reparación
todas las categorías o especies de perjuicios morales y no solo el “pretium doloris”. Atendido lo
anterior, resulta más fácil definir el daño moral como todo menoscabo no susceptible de avaluación
pecuniaria, esto es, como sinónimo de daño no patrimonial.
V.- INDEMNIZACIONES LABORALES ADEUDADAS

De acuerdo a lo prescrito en el artículo 172 del Código del Trabajo, mi última remuneración asciende
la suma de $ 402.127 y, las prestaciones que la demandada, me adeuda en razón de la vulneración de
derechos fundamentales, son las siguientes:

1. Indemnización sustitutiva del aviso previo $ 402.127.-


2. Indemnización adicional del inciso tercero del artículo 489 del Código del Trabajo,
equivalente a once meses de mi última remuneración $ 4.423.397.- o la suma de Ssa. Estime
pertinente según el mérito de autos.-
3. Cobro de prestaciones remuneracionales correspondiente al mes de septiembre del presente
año en curso correspondiente a la cantidad equivalente a $173.839.-
4. Reajustes e intereses sobre las cantidades adeudadas, o la suma que Us. determine en
definitiva.

POR TANTO, en mérito de lo expuesto, de los documentos que se acompañan y en virtud de lo


dispuesto en los artículos 5°, 7°, 9°, 160, 162, 163, 168, 173, 184, 425, 432, 446, 485., 488, 489 y
demás pertinentes del Código del Trabajo,

RUEGO A US., tener por entablada, en tiempo y forma, denuncia por vulneración de derechos
fundamentales en contra de la demandada RENDIC HERMANOS S.A., representada legalmente por
don JORGE CUBILLOS GONZALEZ, ambos ya individualizados, acogerla a tramitación y en
definitiva declarar:

A. Que el despido de que fui objeto por parte de la demandada es vulneratorio de derechos
fundamentales con ocasión del despido;

B. Que, como consecuencia, la misma demandada debe pagarme las siguientes indemnizaciones;

a) Indemnización sustitutiva del aviso $402.127.-

b) indemnización adicional del inciso tercero del artículo 489 del Código del Trabajo
equivalente a once meses de mi última remuneración, esto es $ 4.423.397.- o la suma
de Ssa. Estime pertinente según el mérito de autos.-

c) Cobro de prestaciones remuneracionales correspondiente al mes de septiembre del


presente año en curso correspondiente a la cantidad equivalente a $173.839.-

d) Reajustes e intereses sobre las cantidades adeudadas, o la suma que Us. determine en
definitiva adeudadas deben ser pagadas con reajustes e intereses, de acuerdo con lo
ordenado en los artículos 63 y 173 del Código del Trabajo.

e) En subsidio, que la demandada queda condenada al pago de las indemnizaciones y


prestaciones que US. determine de acuerdo con el mérito del proceso,

f) Que la demandada queda condenada al pago de las costas de la causa.

g) Y además, ordenar que la demandada inserte en un diario de circulación local, un


aviso que contenga disculpas púbicas a quien suscribe en razón de la vejación a la
que fui sometida producto de su actuar y, que vulneró directamente mis derechos
fundamentales consagrados en la Constitución Política de la República,
específicamente en sus números uno y cuatro, dos días seguidos, debiendo recaer uno
de ellos en domingo o las veces y los días que SS., estime en justicia.

PRIMER OTROSI: Para el evento que SS., no acoja la acción de tutela laboral con ocasión del
despido, EN SUBSIDIO y de conformidad con lo dispuesto en el inciso séptimo del artículo 489 del
Código del Trabajo, entablo demanda de despido indebido en contra de RENDIC HERMANOS S.A,
sociedad del giro supermercados, representada legalmente por don JORGE CUBILLOS
GONZALEZ, gerente de tienda, ambos domiciliados en AVDA. SANTIAGO POLANCO N° 2251,
COMUNA DE IQUIQUE, en virtud de los mismos fundamentos de hecho en que baso la denuncia
de tutela laboral con ocasión del despido, los que por economía procesal doy por íntegramente
reproducidos y basándome, además, en los siguientes argumentos de derecho:

I.- Nuestro ordenamiento jurídico laboral, en lo relativo al término del vínculo laboral, consagra el
sistema de estabilidad relativa en el empleo, en virtud del cual el empleador SÓLO podrá poner
término al contrato de trabajo cuando realmente concurran ciertas causas legales, las que deberán ser
invocadas y fundamentadas en la oportunidad correspondiente, a través del envío dentro de plazo, de
la correspondiente carta de despido. Dichas formalidades, encuentran su fundamento, en que nuestro
legislador pretende que las relaciones laborales sean estables y continuas, atendido que ello confiere
una protección especial al trabajador, que de otra forma sería una utopía, razón por la que el termino
del contrato de trabajo es considerada una situación excepcional, que debe fundarse en una justa y
legal causa.

1. En primer término, y antes de efectuar cualquier consideración, vengo en manifestar mi


categórico rechazo a la causal legal imputada a mi persona, la cual, además de ser falsa, no
configuran de manera alguna la causal legal que se ha esgrimido en comprobante de despido
recibido en la inspección del trabajo.

2. Es del caso señalar que la carta de aviso de término de la relación contractual laboral, además
de la causal debe contener los hechos en que la funda, por exigencia del propio legislador,
LA CAUSAL INVOCADA NO REVISTE TAL FALTA DE PROBIDAD, COMO PARA
INVOCARLA; POR OTRA PARTE LOS HECHOS FUNDANTES DE LA MISMA NO
SON EFECTIVOS es por ello que principalmente manifiesto mi más absoluto rechazo;

3. La exigencia legal en orden a señalar la causal y los hechos en que se funda la causal de
despido invocada, es de suma importancia, pues de acuerdo a las reglas del “onus probandi,
corresponde al empleador acreditarlos y, dicha prueba por lo demás SÓLO PODRÁ
RECAER EN LOS HECHOS INVOCADOS EN LA CARTA DE DESPIDO. En efecto, el
número uno del artículo 454 del Código del Trabajo, señala que la prueba en los juicios de
despido recae en quien lo ha generado, y solo podrá dirigirse a la acreditación de la veracidad
de los hechos imputados en las comunicaciones a que se refieren los incisos primero y cuarto
del artículo 162, sin que pueda alegar en el juicio hechos distintos como justificativos del
despido".
4. En el presente caso, mi ex-empleador envió carta, pero en ella consagró una causal que
justificó con hechos falsos, pues me atribuye un destino (falta de rectitud y honradez como
cajero) que nunca existió en mí, por lo que debemos entender que el despido de que fui objeto
es indebido, ya que nada podrá probar el demandado en juicio. Con todo, el legislador es
claro cuando exige que el empleador si decide poner término por alguna de las causales
contempladas en el artículo 160 del Código del Trabajo y en específico en el incumplimiento
del número uno falta de probidad, precisamente para resguardar los derechos fundamentales
del trabajador que el empleador por mandato legal tiene como límite en el ejercicio de sus
facultades, tal como lo prescribe el artículo 5° del Código del Trabajo, En la especie la
demandada está afectando mi honra al decir que yo deliberadamente trate de causarle un
perjuicio económico, cuando en la realidad ella quería despedirme porque pertenecía al
sindicato, razón por la que no puedo quedarme tranquila con la invocación de dicha causal;

II.- En lo que respecta a la causal especifica aplicada a mi persona:

El artículo 168 del Código del Trabajo establece que: “El trabajador cuyo contrato termine por
aplicación de una o más de los causales establecidas en los artículos 159, 760 y 161, y que considere
que dicha aplicación es injustificada, Indebida o improcedente, o que no se haya Invocado ninguna
causa legal, podrá recurrir al juzgado competente dentro del plazo de sesenta días hábiles contado
desde la separación, a fin de que este así lo declare. En este caso el juez ordenará el pago de la
indemnización a que se refiere el inciso cuarto del artículo 162 y la de los Incisos primero o segundo
del artículo 163, según correspondiere (…)”.

La causal establecida en el artículo 160 N° 1 del Código del Trabajo, esto es, por "Falta de probidad
del trabajador en el desempeño de sus funciones".

La Ley laboral, a través de normas legales que encontramos dispersa en nuestro ordenamiento, le
permite al empleador aplicar diversas sanciones al trabajador desobediente o que realice algún acto
no permitido dentro de sus funciones.

Dentro de estas sanciones, el empleador puede amonestarlo, aplicarle multas y hasta despedirlo,
constituyendo esto último la sanción de mayor gravedad que se le puede aplicar a un trabajador.

En este escenario, el despido debe ser proporcional a la actividad desplegada por el trabajador y a la
sanción que se le aplica privándolo de su fuente de trabajo, ya que estas sanciones son equivalentes a
las penas por hacer algún tipo de comparación en materia penal.

Es por ello que el legislador ha sido cauteloso y riguroso en establecer las causales de terminación
del contrato de trabajo de un trabajador, causales que deben ser interpretadas restrictivamente, jamás
en forma extensiva.

Las causales de mayor gravedad imputable a un trabajador son las establecidas en el N°1 y 7 del
artículo 160 del Código del Trabajo, toda vez que estas causales se materializan en una conducta del
trabajador que involucra una falta de honradez, responsabilidad y conductas reñidas con el
comportamiento debido, tanto en la empresa como con su empleador y, por tanto, imputarle alguna
de estas conductas sin fundamento alguno, importa un atentado y una ofensa a su condición de
persona y, es por ello, que la ley contempla incluso un recargo mayor que a cualquier otra causal de
despido que se invoque (Corte de Apelaciones de San Miguel, 18 de abril de 2013, Rol 92-2013).

III. Protección del derecho a la honra invocada por el trabajador

1. Derecho a la honra.

El derecho a la honra se encuentra consagrado en el artículo 19 N° 4 Constitución Política.


El contenido de la honra es el prestigio, la buena reputación o fama8, esto es, la consideración social
de la persona que atiende a sus particulares características.
Suele hacerse la distinción entre la honra y el honor. La honra es el crédito o prestigio que cada
persona tiene en el concierto social o ante terceros y, el honor, es la autoestima o el aprecio subjetivo
que la persona posee de sí9. En el sistema constitucional nacional lo que encuentra protección es la
honra, esto es, el aspecto externo de la personalidad y no su autoestima.
En todos los ordenamientos jurídicos, los derechos a la intimidad y a la honra pueden, con su ejercicio,
causar conflictos, colisiones o tensiones con otros derechos y, en cuanto derechos, son emanaciones
de la dignidad humana10. El derecho a la honra del trabajador es un derecho fundamental no
específicamente laboral, sino atribuido a todas las personas, incluidos los trabajadores y que se
convierten en derechos laborales por razón del sujeto (el trabajador) y de la relación jurídica en que
se hacen valer (relación laboral) 11.

Los derechos fundamentales nacen como instrumento de defensa frente a la omnipotencia estatal,
pero la idea de la eficacia horizontal de los derechos fundamentales surge precisamente por la
amenaza que es ejercida por los grupos sociales con posiciones hegemónicas (como las empresas) 12
o en donde la relación entre privados no se da en términos de igualdad de posiciones. La relación
empleador-trabajador claramente no se asienta en un contexto de igualdad sino de poder de un
particular respecto del otro y de allí que exista el objetivo del derecho del trabajo, precisamente
balancear, mediante normas mínimas, obligatorias e irrenunciables, tal desigualdad. En este contexto,
el ejercicio de poder por una de las partes da cuenta de una estructura de relación diversa de una
propiamente entre particulares y más cercana a aquélla descrita entre el Estado y los particulares. De
allí entonces la necesidad de asegurar el respeto a los derechos fundamentales del trabajador como el
paso evolutivo necesario del derecho del trabajo en el desarrollo de las relaciones laborales del siglo
XXI.

2. Situaciones de afectación de la honra y protección invocada por el trabajador.

En términos generales puede afirmarse que la afectación al derecho a la honra se presentará como un
desmerecimiento en la consideración ajena, como consecuencia de expresiones proferidas en
descrédito o menosprecio de alguien, o que fueran tenidas en el concepto del público por afrentosas13.
________________________________________________________________________________
8 Cea Egaña, José Luis, Derecho constitucional a la intimidad y a la honra, en Revista de Derecho de la Universidad Católica del Norte
(Coquimbo, 1998), pp. 29-44;
Silva Bascuñán, Alejandro, Tratado de Derecho constitucional, XI: De los derechos y deberes constitucionales (2ª edición, Santiago,
2006), p. 193; Evans de la Cuadra, Enrique, Los derechos constitucionales (3ª edición, Santiago, 1999), I, p. 227.
9 Cea Egaña, José Luis, Los derechos a la intimidad y a la honra en Chile, en Ius et Praxis, 6 (Talca, 2000) 1, p. 35.
10 Ibíd., pp. 154-155.
11 Nevado Fernández, María José, El ejercicio del derecho al honor (por el trabajador) en el contrato de trabajo (Valencia, 1999), p.

14.
12
Ibíd., p. 20.
13
Nevado Fernández, María José, cit. (n. 11), p. 26.
En lo que se refiere a la honra del trabajador pueden distinguirse diversas situaciones en las que
eventualmente pueden presentarse casos de afectación de la honra.

a) Prestigio profesional del trabajador. No basta la mera crítica a la pericia profesional del
trabajador pues será necesaria la utilización de expresiones insultantes, insinuaciones insidiosas o
vejaciones innecesarias14.

La opinión que la gente tenga de cómo se trabaja tiene una influencia decisiva en lo que la sociedad
vaya a estimar, el bienestar propio o familiar, y de ello van a depender en ocasiones el estancamiento
profesional o consecuencias económicas determinantes. En consecuencia, como lo ha señalado el
Tribunal Supremo español, si bien la crítica a la pericia profesional es procedente, pierde su
legitimidad para convertirse en ataque, cuando su contenido, forma y característica de la divulgación,
hacen desmerecer la consideración que los demás tienen de la dignidad y prestigio de la persona
contra quien se dirige15.

El juicio crítico o la información divulgada acerca de la conducta profesional o laboral de una persona,
puede constituir un auténtico ataque a su honor personal 16-17. Ello es así porque la actividad
profesional suele ser una de las formas más destacadas de manifestación externa de la personalidad y
de la relación del individuo con el resto de la colectividad, de forma que la descalificación injuriosa
o innecesaria de ese comportamiento tiene un especial e intenso efecto, sobre dicha relación y sobre
lo que los demás puedan pensar de una persona, repercutiendo tanto en los resultados patrimoniales
de su actividad, como en la imagen personal que de ella se tenga18.

b) Uso de medios de control en la gestión del personal. Como contenido del poder de dirección que
se reconoce al empleador, se le faculta para realizar registros sobre los trabajadores, permitiendo el
ejercicio de un poder de policía, gozando de este modo de un derecho del que carece cualquier otro
sujeto privado para defender sus intereses patrimoniales19.

En efecto, se reconoce al empleador la posibilidad de implementar medidas de control de los


trabajadores, aunque el inciso final del artículo 154 CT. Lo limita indicando que: “las obligaciones y
prohibiciones y, en general toda medida de control, sólo podrán efectuarse por medios idóneos y
concordantes con la naturaleza de la relación laboral y, en todo caso, su aplicación debe ser general,
garantizándose la impersonalidad de la medida para respetar la dignidad del trabajador”. Sin
embargo puede afirmarse que es con ocasión de esta potestad de control que se dan numerosos casos
de atentado a la honra o al menos, de invocación de este derecho en sede de tutela laboral.

En la jurisprudencia es posible encontrar casos donde, en ejercicio de las facultades de control, se


somete al trabajador a un trato vejatorio o humillante frente a los compañeros de trabajo, al público e

14 Ibíd., p. 37.
15 Ibíd., pp. 38-39.
16 Sentencia del Tribunal Constitucional de España, N° 223/92, citada por Caballero

Olea, José-Alfredo, Derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen. Derecho de rectificación, calumnia e
injuria (2ª edición, Madrid, 2007), p. 285.
17 En España se denomina honor al derecho fundamental que a nivel nacional la Constitución denomina honra.
18 Sentencia del Tribunal Constitucional de España, N° 223/92, citada por Caballero Olea, José-Alfredo, Derecho al honor, cit. (n. 16),

p. 285.
19 Nevado Fernández, María José, cit. (n. 11), pp. 52-53.
incluso en ocasiones, con la intervención de Carabineros, dándose dos tipos de casos en que se acoge
la tutela: por la imputación de hechos falsos o por la imputación de infracciones de menor
envergadura. Ejemplo de esto es la sentencia dictada en el caso RIT T-10-2010 20, en que el jefe de
seguridad de un supermercado detiene, al final de la jornada de trabajo, a dos trabajadores por haber
utilizado indebidamente un vale por dos envases de bebidas por un valor de $374, llegándose incluso
a llamar a Carabineros y a exigir su detención, tras lo cual no se hizo denuncia alguna en el Ministerio
Público y sólo se procedió al despido. En este caso, habiéndose comprobado la falta imputada, el
Tribunal la estimó de tan baja envergadura que no guardaba relación con el trato vejatorio a que
fueron sometidos los trabajadores dando por afectada la honra 21.

Caso distinto pero en el que también se dio por acogida la tutela, es la sentencia dictada en la causa
RIT T-15-2010 22. Los hechos denunciados corresponden a la detención de un trabajador, al interior
de un local comercial de artículos computacionales, por el sólo hecho de haber llegado con una
mochila, lo que estaba prohibido por instrucción del empleador para resguardar su patrimonio. No se
encontró ningún producto del local dentro de la mochila. En este caso, el Tribunal determinó que se
configuraba un atentado a la honra del trabajador tanto la revisión de la mochila del trabajador como
la prohibición misma de concurrir con este implemento al trabajo porque ello parte de la base de
suponer la sustracción de especies desde el local por parte de sus trabajadores, lo que es infundado e
injustificado 23-24.

c) La comunicación formal del despido. En este caso deben plantearse como elementos diversos de
análisis: i. el contenido de la carta de despido; y, ii. Los sujetos destinatarios de la carta de despido.

i) El contenido de la carta de despido en la forma prevista en el artículo 162 del Código del Trabajo,
es una protección que otorga el ordenamiento jurídico al trabajador en dos sentidos: el empleador
debe ajustar su conducta a la ley y el trabajador cuenta con los medios de oposición y defensa
necesarios ante la resolución misma del contrato 25.

Coherente con lo anterior, en la jurisprudencia se estima que la imputación de infracciones en la carta


de despido no es suficiente para dar por afectada la honra de la persona, particularmente porque la
propia ley exige dar cuenta en la carta de despido de los motivos en que se funda. Así en la causa RIT
T-6-2010 26 se indicó que: “no se ha logrado acreditar indicio alguno que permita a partir de allí
estimar vulnerado los derechos del actor ya que la sola imputación de hechos en la carta de despido,
por sí sola, no resulta suficiente para este efecto, más aún que es la propia ley que exige que en dicha
carta se contengan los hechos que fundamentan la causal invocada” 27.

________________________________________________________________________________
20 Sentencia de 21 de junio de 2010 del Juzgado del Trabajo de Temuco.
21 Considerando 8°.
22 Sentencia de 23 de septiembre de 2009 del Juzgado del Trabajo de La Serena.
23 Considerando 10°.
24 En el mismo sentido la sentencia de 25 de enero de 2010 del Juzgado del Trabajo de Valparaíso, RIT T-41-2009; y la sentencia de 26

de abril de 2010 del Juzgado del Trabajo de Puente alto, RIT T-6-2009.
25 Nevado Fernández, María José, cit. (n. 11), p. 57.
26 Sentencia de 23 de septiembre de 2010 del Juzgado del Trabajo de Coyhaique.
27 Considerando 7°.
Asimismo, es del caso citar la causa Rol 829-2010 28 en que se determinó que: “el empleador en su
redacción no utilizó expresiones ofensivas ni empleó calificativos respecto de la persona de la actora,
sólo se limitó a imputarle una conducta determinada; que con ella se pretendía alcanzar un fin
legítimo, poner término a la relación laboral, para cuyo efecto debía necesariamente fundamentar
adecuadamente tal decisión desde el punto de vista fáctico [...]”.
En consecuencia, la carta de despido no constituye un atentado al derecho a la honra en cuanto impute
ciertos hechos que fundan el despido. De hecho debe reconocerse que los despidos efectuados por
invocación de las causales contempladas en los artículos 160 y 161 CT., llevan implícita una
valoración negativa de la conducta del trabajador que lo sustenta, ya que representan la medida
disciplinaria de mayor fuerza que el sistema normativo entrega al empleador con base en su poder de
dirección 29. Por el contrario, lo que sí puede darse con ocasión de la carta de despido es que se
produzca la afectación si se utiliza un lenguaje que menoscaba o atenta contra la dignidad del
trabajador 30.
ii) Los sujetos destinatarios de la carta de despido o de los motivos del mismo. Es posible que la
divulgación de la carta de despido se extralimite sin que sea justificado, porque el trabajador es el
único destinatario natural de la misma. Dependiendo de la forma de la comunicación de la carta de
despido, puede estarse atentando contra la honra, simulando la imposibilidad de llevarla a cabo
personalmente para dar una publicidad innecesaria31.
En relación a este punto resulta pertinente citar la causa RIT T-49-2009 32 donde se señaló que: “el
legislador no ha considerado que el despido constituya en sí una violación de derechos fundamentales,
porque de esa manera, todos los despidos por falta de probidad serían vulneratorios del derecho a la
honra, entre otros derechos fundamentales. Y en el caso de que se trata no se ha acreditado que se
haya expuesto al trabajador al escarnio o publicidad, sino que por el contrario, el mismo actor dice
desconocía el hecho que motivó su exoneración, enterándose sólo por rumores”33. Si bien se comparte
la doctrina en términos que la sola carta de despido no constituye un atentado a la honra, es curioso y
si no cuestionable al menos digno de atención, que el propio Tribunal reconozca que el trabajador
(cuyo despido fue considerado injustificado aunque no se dio lugar a la tutela) se enteró de su despido
por “rumores”, sin que se indague el origen de los mismos, ya que ellos pueden dar cuenta a acciones
de desprestigio deliberado que podría provenir del empleador.

d) La modificación de las condiciones de trabajo. Los tribunales se han referido a los agravios que
puedan cometerse contra el trabajador que llevando a cabo determinadas tareas es relevado de las
mismas y encargado de otras de inferior calificación34. Así por ejemplo, se puede citar la causa RIT
T-2-2009 en que a una docente que posteriormente a efectuar denuncias contra el empleador ante la
Dirección del Trabajo en su calidad de dirigente sindical, es cambiada de sus funciones privándole
de impartir clases al curso que tenía asignado, postergándola a una sala sola, sin contacto con los
demás trabajadores del establecimiento. Así el Tribunal concluye que “no ha existido ni adecuación,
ni necesidad ni menos proporcionalidad en la medida adoptada”35.
e) La adopción de una medida sancionatoria de trascendencia pública. Cuando el empleador, en
ejercicio de las facultades que le reconoce el artículo 154 N° 10 CT., en el sentido de imponer
____________________________________________________________________
28
Sentencia de 18 de octubre de 2010 pronunciada en recurso de nulidad por la Corte de Apelaciones de Santiago.
29
Gajardo Harboe, María Cristina, Nuevo procedimiento de tutela laboral: los derechos protegidos. El derecho a la vida y a la integridad física y psíquica
de la persona, en Revista Laboral Chilena, 19 (Santiago, 2009) 7, p. 80.
30
En el mismo sentido la sentencia de 26 de junio de 2010 del Juzgado del Trabajo de Osorno, RIT T 8-2009.
31
Nevado Fernández, María José, cit. (n. 11), p. 59.
32
Sentencia de 16 de febrero de 2010 del Juzgado del Trabajo de Valparaíso.
33
Considerando 8°.
34 Nevado Fernández, María José, cit. (n. 11), p. 60.
35
Considerando 13°
sanciones por la infracción a las obligaciones señaladas en el reglamento interno, amonesta al
trabajador en forma verbal o escrita, puede llegar a un trato vejatorio de público conocimiento que
llegue a afectar la honra del mismo. Otro aspecto derivado del ejercicio de las potestades
sancionadoras del empleador se ha planteado en España donde se ha determinado que la mera
incoación de expedientes administrativos y su divulgación a la prensa no conforman acto contrario al
honor de la persona que aparece como expedientada, pues la mera y aséptica noticia a la que se da
publicidad, en ejercicio del derecho fundamental de libertad de expresión y de información, de que
un profesional colegiado se le inicie un expediente administrativo disciplinario o sancionador, no
puede, en modo alguno, ser considerado como atentatorio al honor del profesional colegiado36.

3. Invocación conjunta de la afectación del derecho a la integridad psíquica y el derecho a la honra.


El atentado al derecho a la honra implica un desprestigio, humillación pública, actos que atentan
contra la consideración que terceros tienen respecto de la persona del trabajador. Así las cosas,
dependiendo de las circunstancias, aparecen casos en que el atentado a la honra es de tal envergadura
que llega a generar en el afectado una alteración emocional que lleva a que no con poca frecuencia,
se invoque conjuntamente el atentado a la honra y a la integridad síquica en sede de tutela laboral.
Sin embargo, cabe considerar que la vida somete a las personas a diversas vicisitudes que generan un
impacto de diversa envergadura en cada persona pero la Constitución Política de la República no
protege contra toda situación que pueda provocar preocupación, tristeza, frustración u otro tipo de
alteración emocional. Lo que se resguarda es la integridad síquica, y ello se concreta en la prohibición
de pretender ejercer el control la psiquis del individuo (por ejemplo, mediante mensajes subliminales),
la presión que altera el equilibrio espiritual y la prohibición de generar una perturbación grave de la
estabilidad emocional del individuo (afecta la conciencia y el intelecto), por ejemplo, a través del
acoso sexual, periodístico, laboral, etc.
En este contexto, no cualquier imputación de hechos al trabajador, por más que sean graves, se
traducirá en una efectiva afectación de la integridad síquica. Por el contrario, el acoso laboral o sexual
son abusos suponen actos reiterados en el tiempo y que efectivamente ocasionan una alteración de la
estabilidad emocional e intelectual del individuo.
Así las cosas es posible citar al menos dos casos en que se dio por afectada la integridad síquica con
ocasión de la lesión al derecho a la honra. En la causa RIT T-179-2010 38, un operador de cosas
perecederas de supermercado denuncia que un día fue retenido a la salida de su trabajo y se le revisó
el bolso acusándolo de robo, porque alguien lo habría visto sustraer cosas del supermercado. Al no
encontrar nada en el bolso, se le retiene aduciendo que el mismo es de la empresa. Al afirmar que se
lo habría comprado su hija, se le exige que ésta acuda con la boleta y se llama a Carabineros, todo en
presencia del público y funcionarios que circulaban por el supermercado. Fue esposado, llevado a
constatar lesiones y luego detenido en un recinto policial, siendo liberado horas más tarde por orden
del fiscal.

___________________________________________________________________
36 Sentencia del Tribunal Constitucional de España, de 13 de julio de 2004, citado por Caballero Olea, José-Alfredo,
Derecho al honor, cit. (n. 16), p. 302.
37 Nevado Fernández, María José, cit. (n. 11), p. 68.
38 Sentencia de 23 de septiembre de 2010 del Segundo Juzgado del Trabajo de Santiago.
En este caso, el Tribunal estimó que la vulneración de la integridad psíquica es consecuencia directa
de la vulneración de la honra. Sin embargo, al realizar el análisis de los derechos inculcados, sólo se
pronuncia respecto de la honra, dando por acreditado, por este motivo, la afectación de la integridad
psíquica, y citando al efecto lo señalado por el Tribunal Constitucional (aunque no menciona la
sentencia en que ello se afirma): “el respeto y protección del derecho a la honra que asegura la
Constitución, es sinónimo de derecho al respeto y protección del ‘buen nombre’ de una persona,
derecho de carácter personalísimo que es expresión de la dignidad humana consagrada en su artículo
1°, que se vincula también, con el derecho a la integridad psíquica de la persona, asegurado en el
número 1 del artículo 19, pues las consecuencias de su desconocimiento, atropello o violación, si bien
pueden significar en ocasiones, una pérdida o menosprecio de carácter patrimonial [...] la generalidad
de las veces generan más que nada una mortificación de carácter psíquico, un dolor espiritual, un
menoscabo moral carente de significación económica mensurable”39. Esta jurisprudencia es
criticable, porque si por la sola afectación de la honra se da por configurada la integridad psíquica
¿qué es lo propio de una y otra? ¿Para qué el constituyente habrá previsto dos derechos
constitucionales diversos? En este caso faltó un análisis más depurado de la situación y no basta la
mera cita al Tribunal Constitucional porque el juez es independiente para elaborar su sentencia,
ponderar los hechos e interpretar las fuentes que aplicará al caso concreto, no siendo suficiente el
recurso a la supuesta autoridad de sentencias previas, ya que éstas sirven de apoyo a una tesis
interpretativa pero no sustituyen la labor del juez.

IV.- El Código del Trabajo, en el artículo 162 establece las formalidades que deberá cumplir el
empleador para poner término al contrato de trabajo, que el despido deberá comunicarlo por escrito
al trabajador con copia a la Inspección del Trabajo respectiva, a lo menos con treinta días de
anticipación.;

V.- De acuerdo a lo prescrito en el artículo 172 del código del Trabajo, mi última remuneración
mensual devengada asciende a la suma de $ 402.127.- y las prestaciones que la demandada me adeuda
en razón del despido indebido es: la indemnización sustitutiva del aviso previo y que asciende a
$ 402.127.- más reajustes e intereses. O las sumas que SS., estime en justicia conforme al mérito del
proceso.

VI.- El cobro de remuneraciones adeudadas correspondiente al mes de septiembre de 2016


correspondiente a la suma de $173.839.-

POR TANTO, en mérito de lo expuesto, de los documentos que se acompañan y en virtud de lo


dispuesto en los artículos 41, 47, 49, 50, 160, 162, 163, 158, 445 y siguientes y demás pertinentes del
Código del Trabajo,

RUEGO A US., tener por entablada, EN SUBSIDIO y para el caso que la denuncia y demanda de
lo principal no sea acogida, demanda de despido indebido en contra de la demandada, acogerla a
tramitación, hacer lugar a ella en todas sus partes y en definitiva declarar:

________________________________________________________________________________
39 Considerando 6°.
A) Que el despido del que fui objeto por parte de la demandada, es injustificado;

B) Que, como consecuencia, la misma demandada debe pagarme:

 indemnización sustitutiva del aviso previo $402.127.-


 remuneración del mes de septiembre 2016 $173.839.-

C) Que las sumas adeudadas deben ser pagadas con reajustes e intereses de acuerdo con lo ordenado
en los artículos 63 y 173 del Código del Trabajo.

En subsidio, que la demandada quede condenada al pago de las prestaciones que Us. Determine de
acuerdo con el mérito del proceso.

SEGUNDO OTROSI: Ruego a US. Tener acompañados los siguientes documentos como requisito
de procesabilidad acompañados, sin perjuicio de los que serán aportados durante el desarrollo de este
litigio, los cuales son:

A) Copia de Contrato de Trabajo.


B) Copia de Anexo de Contrato
C) Copia de liquidaciones de sueldo meses de junio, julio, agosto del año 2016
D) Copia de constancia bajo registro N° 01/01/2016/1855.
E) Copia de Presentación de Reclamo Administrativo ante IPT Iquique N° 101/2016/2716
F) Acta de comparendo de conciliación de fecha 14-10-2016.
G) Copia de comprobante de carta de aviso para terminación del contrato de trabajo N° de folio
0101/2016/26126
H) Copia de carta de despido

TERCER OTROSI: Ruego a US. Que en virtud de lo dispuesto en el artículo 437 del Código del
Trabajo se sirva a autorizar que las notificaciones de las resoluciones de las resoluciones se efectúen
al correo electrónico, así mismo al correo estudiobrero@gmail.com y leonardo.escarate@gmail.com
además solicito que se me autorice a presentar escritos de manera electrónica a vuestro tribunal. -

CUARTO OTROSI: Ruego a US. Tener presente que en este acto vengo en otorgar patrocinio y
poder se entiende conferido con las facultades de ambos incisos del artículo 7 del Código del
Procedimiento Civil, las que se dan por expresamente reproducidas en este acto, una a una y sin
excepción; al abogado habilitado para el ejercicio de la profesión LEONARDO FELIPE ESCARATE
AYALA, patente al día, cuyo domicilio para estos efectos es calle Orella 393, de la ciudad de Iquique.

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