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INDICE

INTRODUCCIÓN ............................................................................................................................. 3
CAPITULO I...................................................................................................................................... 4
Antecedentes .................................................................................................................................. 4
BASES TEÓRICAS ....................................................................................................................... 5
TRATAMIENTO NORMATIVO CONSTITUCIONAL DEL PODER JUDICIAL EN EL
SIGLO XIX ................................................................................................................................ 5
1. La Constitución de 1823 .................................................................................................... 5
2. La Constitución de 1826 .................................................................................................... 6
3. La Constitución de 1828 .................................................................................................... 7
4. La Constitución de 1834 .................................................................................................... 8
El Pacto de Tacna de 1837 (Ley Fundamental de la Confederación Perú- Boliviana) ............ 10
5. La Constitución de 1839 .................................................................................................. 10
6. La Constitución de 1856 .................................................................................................. 11
7. La Constitución de 1860 .................................................................................................. 11
8. La Constitución de 1867 .................................................................................................. 12
TRATAMIENTO NORMATIVO CONSTITUCIONAL DEL PODER JUDICIAL EN EL
SIGLO XX ............................................................................................................................... 12
9. La Constitución de 1920 .................................................................................................. 12
10. La Constitución de 1933 .............................................................................................. 14
11. La Constitución de 1979 .............................................................................................. 14
12. La Constitución Política de 1993 ................................................................................. 16
EL PODER JUDICIAL EN LA NORMATIVIDAD LEGAL VIGENTE .................................. 18
DEFINICIONES .......................................................................................................................... 19
¿Qué es poder Judicial? ............................................................................................................ 19
En la Constitución .................................................................................................................... 20
CAPITULO II .................................................................................................................................. 22
ESTRUCTURA DEL PODER JUDICIAL .................................................................................. 22
MISION Y VISION ..................................................................................................................... 28
OBJETIVOS ................................................................................................................................ 28
ESTRATEGIAS: .......................................................................................................................... 29
CAPITULO III ................................................................................................................................. 30

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PRINCIPIOS JURISDICIONALES EN LA ADMINISTRACION DE JUSTICIA ................... 30
RECOMENDACIONES .................................................................................................................. 32
CONCLUSIONES ........................................................................................................................... 33
BIBLIOGRAFÍA.............................................................................................................................. 34

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INTRODUCCIÓN

El poder judicial es parte esencial de nuestro gobierno democrático, que se basa en la


división de poderes. Ninguno de los tres poderes (el ejecutivo, el legislativo y el judicial)
podría funcionar correctamente sin el otro, ya que están estrechamente relacionados entre sí.
Para poder entender cómo funciona nuestro gobierno es necesario entender la función de
cada poder y, es por eso que en este trabajo trato de explicar de forma simple como funciona
uno de ellos: el poder judicial.

A través de la Historia del Derecho es posible comprender no sólo los logros que esa
disciplina ha puesto al servicio de la sociedad, sino también la evolución de la sociedad
misma. Y es que, el sistema de administración de justicia y las leyes mismas son un reflejo
del grado de adelanto y desarrollo democrático que ha logrado un pueblo y que están
condensados en lo que constituye la meta del Derecho: que la justicia sea igual para todos
los ciudadanos.

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CAPITULO I

Marco Teórico
Antecedentes

Al darse la independencia del Perú, José de San Martín creó la “Cámara de Apelaciones”,
por decreto del 12 de febrero de 1821, con una jurisdicción que alcanzó los territorios de los
actuales departamentos de Cajamarca, Piura, Lambayeque, Amazonas, entonces conocido
como Chachapoyas y de Huamachuco, que era como entonces se conocía a la actual
provincia de Sánchez Carrión, con sede en la ciudad de Trujillo, con el objetivo de
reemplazar a la Real Audiencia, fue reemplazada el 26 de marzo de 1824, en ese año se
estableció en Trujillo la primera Corte Superior de Justicia que tuviera la República del Perú,
como máximo tribunal de justicia, con atribuciones de Corte Suprema, bajo la denominación
de Corte Superior del Norte cabe destacar que pese a ya no tener a la Real Audiencia, el
Perú siguió usando el derecho ibérico para impartir justicia.
(Gutierrez Paredes)La reforma del Poder Judicial no es un proceso reciente, único, ni
homogéneo. No es reciente porque se registran antecedentes desde el siglo pasado. No es
único porque ha habido propuesta y modelos de reforma desde las más diversas perspectivas
y opciones según las coyunturas políticas en las que se haya dado: administrativo-jurídico-
jurisdiccional, social y político, económico y doctrinal. Tampoco es homogéneo, al menos
en los últimos 25 años, porque ha habido avances en algunos aspectos como el
reconocimiento de la justicia de paz en el sistema judicial peruano; se han introducido
nuevos mecanismos de resolución de conflictos como el arbitraje y la conciliación para el
descongestionamiento judicial, y ha habido retrocesos flagrantes como la introducción de la
jurisdicción militar en los asuntos civiles y el retiro del sistema contencioso de algunos
fueros internacionales.

Hoy hablamos mucho del Poder Judicial. Hay una gran preocupación sobre el tema. Y no es
para menos porque la institución judicial es indispensable para tener un país con relaciones
justas. Los códigos pueden ser espléndidos, las investigaciones académicas sobre temas
jurídicos pueden ser excelentes, pero si no hay quien haga cumplir esas reglas y esos
principios, todo ello no tiene ningún valor. De ahí que el desmoronamiento del Poder Judicial
equivale a un desmoronamiento social que puede concluir en el desprestigio del Derecho
como institución valedera (Tragegnies). (Silva Santisteban) A mediados del siglo XIX, José
Silva Santisteban decía que “puede una legislación ser tan rica y completa como fuera dable:
no estando acompañada de una administración de justicia, será una bella utopía y nada más”

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BASES TEÓRICAS

TRATAMIENTO NORMATIVO CONSTITUCIONAL DEL PODER JUDICIAL EN EL


SIGLO XIX

Las Constituciones vigentes a lo largo de nuestra historia resultan un importante referente


respecto del desarrollo histórico que ha tenido el Poder Judicial. Algunos autores como (Paz
Soldan, 1984) y (Rubio Correa, 1999) desarrollan la historia de dicha Institución conforme
a las tantas constituciones que se han promulgado en el Perú.
(http://www.congreso.gob.pe/ntley/ConstitucionP.htm)

“En cada una de las Constituciones reconocidas en el Archivo Digital de la Legislación en


el Perú, advertimos el marco jurídico con el que ha contado el sistema de justicia y por ende
nuestro Poder Judicial a lo largo de la historia.”

1. La Constitución de 1823

Esta Constitución fue dictada por el Primer Congreso Constituyente el 12 de noviembre de


1823 y estableció que la nación peruana es independiente de la Monarquía Española y de
toda dominación extranjera, no pudiendo ser patrimonio de ninguna persona ni familia. Así
las cosas, se estableció que la soberanía reside esencialmente en la Nación y su ejercicio en
los magistrados, a quienes ha delegado sus poderes.

Conforme lo señala Marcial Rubio Correa, esta Constitución fundó el Poder Judicial
republicano en la Sección Segunda del Capítulo VIII intitulado “Poder Judiciario”, donde se
consagró que dicho poder reside exclusivamente en los Tribunales de Justicia y Juzgados
subalternos en el orden que designen las leyes, niveles que administraban justicia en nombre
de la nación. (Rubio Correa, 1999)

El Poder Judicial era independiente, los jueces inamovibles y de por vida si su conducta no
daba motivo para su separación.
Se creó una Suprema Corte de Justicia que residirá en la capital de la República, compuesta
por un Presidente, ocho (08) Vocales y dos (02) Fiscales. En los Departamentos de Lima,

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Trujillo, Cusco, Arequipa y demás que conviniese, se crearon Cortes Superiores de Justicia
compuestas de los Vocales y Fiscales necesarios. En forma complementaria, habría jueces
de derecho con sus juzgados respectivos en todas las Provincias, arreglándose su número en
cada una de ellas, según lo exija la pronta administración de justicia. No se estableció pauta
alguna para los nombramientos judiciales.

En las causas criminales el juzgamiento era público, el hecho conocido y declarado por
jurados, y la ley aplicada por los Jueces, no reconociéndose más que tres instancias en los
juicios.
Se estableció que producen acción popular contra los jueces el soborno, la prevaricación, el
cohecho, la abreviación o suspensión de las formas judiciales, el procedimiento ilegal contra
la libertad personal y la seguridad de domicilio.

Respecto de materia criminal, se señala que dentro de veinticuatro (24) horas se le hará saber
a todo individuo la causa de su arresto, y cualquier omisión en este punto se declara
atentatoria de la libertad individual.

Finalmente se consagró que todas las leyes anteriores al Texto de 1823 que no se opongan
al sistema de la independencia y a los principios en ella establecidos, quedaban en vigor y
con fuerza legal hasta la organización de los Códigos civil, criminal, militar y de comercio.

2. La Constitución de 1826

La Constitución de 1826 –llamada la “Constitución vitalicia” de Bolívar- fue aprobada por


el Consejo de Gobierno el 1° de julio de 1826 y sometida a los Colegios Electorales, que la
ratificaron el 30 de noviembre de ese año.

Esta Constitución reconoció cuatro Poderes del Estado: el Poder Electoral, el Poder
Legislativo, el Poder Ejecutivo y el Poder Judicial.

Respecto al Poder Judicial, declaró que los tribunales y juzgados no ejercían otras funciones
que la de aplicar leyes existentes. Los Magistrados y Jueces y durarían en el ejercicio de sus
cargos tanto cuanto durasen sus buenos servicios, no pudiendo ser suspendidos de sus
empleos sino en los casos determinados por las leyes y previa decisión de la Cámara de
Senadores –en cuanto a los primeros- y de las Cortes del distrito, en cuanto a los segundos,
con previo conocimiento del Gobierno. Toda falta grave de los Magistrados y Jueces en el

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desempeño de sus respectivos cargos, produce acción popular, la cual puede intentarse en
todo el término de un año, por órgano del Cuerpo Electoral.

Reconoce a la Corte Suprema de Justicia como la primera magistratura judicial del Estado,
estando compuesta por un Presidente, seis (06) Vocales y un (01) Fiscal, divididos en las
salas convenientes.

En las Provincias se establecieron Partidos judiciales proporcionalmente iguales, y en cada


capital de Partido había Juez de letras con el Juzgado que las leyes determinen. Las
facultades de estos Jueces se reducen a lo contencioso, y podían conocer sin apelación en los
negocios civiles, hasta la cantidad de doscientos pesos. Así mismo, se consagra la existencia
de Jueces de Paz en cada pueblo para las conciliaciones, estableciéndose la procedencia de
alguna reclamación civil o criminal de injurias, sin este previo requisito, estando exceptuadas
las acciones fiscales que no admiten conciliación.
No se conocían más que tres instancias en los juicios.

Las cámaras podían decretar la suspensión temporal de algunas de las formalidades


constitucionales cuando la seguridad de la República lo exigiera.

3. La Constitución de 1828

El Texto Fundamental de 1828 –considerado por muchos como “la madre de nuestras
Constituciones”- fue dado por el Congreso General Constituyente el 18 de marzo de 1828.

El ejercicio de la soberanía residía en tres poderes: Legislativo, Ejecutivo y Judicial,


suprimiéndose al Poder Electoral.

Ratificó la independencia del Poder Judicial, señalando que la justicia es administrada –en
nombre de la República- por los jueces, quienes eran perpetuos en el cargo, salvo sentencia
legal de separación. Estableció que en cada pueblo habrá Jueces de Paz para las
conciliaciones, sin cuyo requisito o el de haberla intentado, no se admitirá demanda alguna
civil o criminal de injurias, salvo las acciones fiscales y demás que exceptúe la ley. Los
juicios civiles eran públicos, aunque los jueces deliberaban en secreto. Las sentencias eran
motivadas y se pronunciaban en audiencia pública, mientras que las causas criminales se
hacían por Jurados, cuya institución era detallada por ley. Entre tanto, los Jueces conocerán
haciendo el juzgamiento público, y motivando sus sentencias.

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Creaba tribunales especiales para el comercio y la minería. Incurría en el error de establecer
jurados para las causas criminales aunque mientras se organizaban aquéllos, seguirían
conociendo de los procesos, los Jueces permanentes.

No habían más que tres instancias en los juicios, limitándose la tercera a los casos que
designe la ley, siendo el caso que ningún Tribunal o Juez podía abreviar ni suspender en caso
alguno las formas judiciales.

Ninguna persona podía ser apresada sin precedente (información del hecho por el que
merezca pena corporal) y sin mandamiento por escrito del Juez competente, aunque se
permitía el arresto in fraganti de un criminal que, inmediatamente después de su
aprehensión, debía ser conducido ante el Juez.

Eran objeto de acción popular contra los Jueces, el prevaricato, el cohecho, la abreviación o
suspensión de las formas judiciales, el procedimiento ilegal contra la libertad personal y
seguridad de domicilio.

En cuanto a la designación, se estableció el régimen de cooptación o de la carrera cerrada,


aunque se permitía abrirla provisionalmente a los abogados con determinados años de
ejercicio profesional.

4. La Constitución de 1834

En esta Constitución –dictada por la Convención Nacional el día 10 de Junio de 1834- se


reconoce que el Poder Judicial es independiente y se establece que la duración y permanencia
de los Jueces es en razón de su buen comportamiento, no pudiendo ser destituidos sino por
juicio y sentencia legal.

Se ratifica la existencia de una Corte Suprema de Justicia con sede en la capital de la


República, mientras que en las capitales de Departamento se establecían Cortes Superiores,
a juicio del Congreso, y en los distritos judiciales se creaban los Juzgados de Primera
Instancia. En forma adicional, se dispuso que la división del territorio de la República en
Distritos Judiciales se haría por ley.

En cuanto a su conformación, la Corte suprema de Justicia estaba compuesta de un Vocal


por cada uno de los Departamentos que tengan Senadores y Consejeros de Estado, a los que

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se añadía un Fiscal. Los departamentos que no tuvieran individuos con los requisitos
solicitados, podían nombrar libremente a otros de fuera; siendo elegido el Presidente de la
Corte Suprema de su seno, por los Vocales que la integran, para el período de un año.

Se consagró también la existencia de un Consejo Supremo de la Guerra, compuesto de


Vocales y un Fiscal nombrados por el Congreso, quien además definía la existencia de
Tribunales Especiales, el número de sus Vocales y sus respectivas atribuciones.

En cuanto al desarrollo de los procesos, la publicidad era considerada esencial pudiendo los
Tribunales controvertir los negocios en secreto, pero las votaciones se hacían en lata voz y
a puerta abierta, debiendo –además- motivarse las sentencias, expresando la ley y, en su
defecto, los fundamentos en que se apoyan.

Se prohibía todo juicio por comisión, estando impedido todo tribunal o Juez de abreviar o
suspender las formas judiciales que designa la ley. De igual modo, ningún poder ni autoridad
podía avocarse a causas pendientes en otro juzgado ni sustanciarlas, ni hacer revivir procesos
concluidos. Los magistrados, jueces y demás empleados del Poder Judicial, eran
responsables de su conducta conforme a la ley.

Se autorizó la acción popular contra los Magistrados y Jueces, por casos de soborno,
prevaricación, cohecho, abreviación o suspensión de las formas judiciales, así como por
procedimiento ilegal que afectara la seguridad personal y la del domicilio.

Mientras la Carta Fundamental de 1828 hablaba de la inamovilidad de los miembros del


Poder Judicial, la de 1834 se limitaba a declarar que la duración en el cargo dependía del
buen comportamiento de sus miembros, los que no podían ser separados sino por sentencia
legal.

En cuanto a la designación, la Constitución de 1834 conservó la designación de los vocales


de la Corte Suprema por Departamentos, que serían elegidos por el Congreso de las listas
enviadas por los Colegios Electorales. El Fiscal de la Corte Suprema, en cambio, y esto fue
una innovación, sería nombrado por el Poder Ejecutivo a propuesta, en terna simple, de la
propia Corte, siendo igual el procedimiento para los fiscales de las Cortes Superiores. Para
el nombramiento de los agentes fiscales la respectiva Corte Superior presentaría una terna al
Ejecutivo, el que escogería uno. En lo demás, se mantuvo el sistema de la Constitución
anterior.

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El Pacto de Tacna de 1837 (Ley Fundamental de la Confederación Perú- Boliviana)
En la Ley Fundamental de la Confederación Perú-Boliviana se señaló que el Poder Judicial
General –referido a la Confederación- se ejercería a prevención en las causas de
Almirantazgo, y en las que resulten por contratos con el Gobierno General, por las Cortes
Supremas de las Repúblicas Confederadas, y en los juicios nacionales contra los funcionarios
expresados en el Artículo 23, por un Tribunal Especial compuesto de tres Magistrados de
cada una de las Cortes Supremas, nombrados por ellas mismas, que serán convocados por el
Senado al lugar donde se hubiere reunido el Congreso. El Senado en este caso, nombrará el
Fiscal que deba promover y fenecer el juicio.

5. La Constitución de 1839

Fue dada por el Congreso General el día 10 de noviembre de 1839 en Huancayo.

Dicha Carta suprimió el término “inamovilidad” de los miembros del Poder Judicial,
aludiendo tan solo a que se ejerce por los Tribunales y Jueces, quienes podrán ser destituidos
por juicio y sentencia legal, además de consagrarse la atribución del Ejecutivo para
trasladados, suspendidos y aún removidos.

Los Magistrados de la Corte Suprema y de las Cortes Superiores eran designados por el
Presidente de la República dentro de las ternas presentadas por el Consejo de Estado. En el
caso de los Jueces de Primera Instancia, el procedimiento era el mismo, pero las ternas las
presentaba la Corte Superior del distrito Judicial.

Entre las atribuciones de la Corte Suprema figuraban la de conocer los negocios


contenciosos del Cuerpo Diplomático y Consular residente en la República, las infracciones
del Derecho Internacional y los despojos hechos por el Poder Ejecutivo y otras materias
conexas, constituyéndose así una tendencia embrionaria de reglamentar lo que hoy
llamaríamos la jurisdicción contencioso administrativa. Entre las obligaciones de la Corte
Suprema estaba asimismo la de presentar informes al Congreso, a la apertura de las sesiones
de éste, para la mejor administración de la justicia.

La Constitución de 1839 repitió, en lo esencial, los dispositivos de las Cartas anteriores sobre
el Poder Judicial.

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6. La Constitución de 1856

Esta Constitución fue dada el 13 de octubre de 1856 y promulgada el 19 del mismo mes.

Señala que la justicia será administrada por los Tribunales y Juzgados, siendo los miembros
del Poder Judicial amovibles, fijando la ley la duración de sus empleos.

Establece una Corte Suprema de Justicia, Cortes Superiores, Juzgados de Primera Instancia
en las Provincias, y Juzgados de Paz en todas las poblaciones. El número de Juzgados de
Primera Instancia en las provincias y el de Juzgados de Paz en las poblaciones, se designará
por una ley.

Los Vocales de la Corte Suprema eran nombrados por el Congreso, a propuesta en terna
doble del Poder Ejecutivo; mientras que los de las Cortes Superiores y los Jueces de Primera
Instancia, lo eran por el Ejecutivo a propuesta en terna doble de las Juntas Departamentales.

Se consagró la publicidad como aspecto esencial de los juicios, pudiendo los Tribunales
discutir en secreto, pero debiendo hacer sus votaciones en alta voz y a puerta abierta. Las
sentencias debían ser motivadas, expresándose la ley o fundamentos en que se apoyan, y
estando prohibido todo juicio por comisión.

Ningún poder ni autoridad podía avocarse a causas pendientes en otros juzgados, ni


sustanciarlas ni hacer revivir procesos fenecidos; generándose acción popular contra los
Magistrados y Jueces en casos de prevaricación, cohecho, abreviación o suspensión de las
formas judiciales o el procedimiento ilegal contra las garantías individuales.

Para vigilar sobre el cumplimiento de las leyes, se estableció la existencia de un Fiscal de


la Nación en la capital de la República, así como de Fiscales y Agentes Fiscales en los lugares
y con las atribuciones que la ley designe. El Fiscal de la Nación sería nombrado en la misma
forma que los Vocales de la Suprema, los Fiscales Departamentales como los Vocales de las
Superiores y los Agentes Fiscales como los Jueces de Primera Instancia.

7. La Constitución de 1860

Esta Constitución del 10 de noviembre de 1860, fue expedida durante el segundo mandato
de Ramón Castilla.

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Respecto a la regulación del sistema de justicia, mantuvo las características y el contenido
de la Carta anterior, añadiendo que los Vocales y Fiscales de la Corte Suprema serán
nombrados por el Congreso, a propuesta en terna doble del Poder Ejecutivo; los Vocales y
Fiscales de las Cortes Superiores serán nombrados por el Ejecutivo a propuesta en terna
doble de la Corte Suprema; y los Jueces de Primera Instancia y Agentes Fiscales, a propuesta
en terna doble de las respectivas Cortes Superiores. Si ocurriese alguna vacante en la Corte
Suprema durante el receso del Congreso, la Comisión Permanente del órgano legislativo
proveerá interinamente la plaza, a propuesta en terna doble del Poder Ejecutivo.

8. La Constitución de 1867

Esta Carta fue sancionada por el Congreso Constituyente el 29 de agosto de 1867.

Conforme se advierte del texto constitucional, los Vocales de la Corte Suprema eran
nombrados por el Congreso, para lo cual aquella debe remitirle –en caso de vacante- una
lista de todos los magistrados que tengan quince (15) años de servicios y de todos los
abogados que tengan veinte (20) años de estudio abierto. Los Vocales de la Corte Superior
eran nombrados por el Congreso a propuesta en terna doble de la Corte Suprema: una de
magistrados con diez (10) años de servicios, y otra de abogados con diez (10) años de estudio
abierto. Los Jueces de Derecho eran nombrados por la corte Suprema a propuesta de la
respectiva Corte Superior; mientras que los de Paz eran nombrados por la Corte Superior
respectiva a propuesta en terna del Juez de Primera Instancia. Los Representantes no pueden
ser propuestos ni elegidos para ninguna Vocalía.

Asimismo, habrá en la Corte Suprema un Fiscal, en las Cortes Superiores el número de


Fiscales que designe la ley, y Agentes Fiscales en las capitales de Departamento y en los
lugares que determine la ley. Los Fiscales serán nombrados del mismo modo que los
Vocales, y los Agentes Fiscales del mismo modo que los Jueces.

Otra innovación importante en materia judicial era que la ley determinaría la organización
de los Tribunales contencioso–administrativos.

TRATAMIENTO NORMATIVO CONSTITUCIONAL DEL PODER JUDICIAL EN EL


SIGLO XX

9. La Constitución de 1920

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Fue dictada por la Asamblea Nacional de 1919 y promulgada el 18 de Enero de 1920, cuando
era Presidente Constitucional de la República, Augusto B. Leguía.

Sobre el Poder Judicial estableció que los Vocales y Fiscales de la Corte Suprema serían
elegidos por el Congreso entre diez (10) candidatos, propuestos por el Gobierno de acuerdo
con la ley. Los Vocales y Fiscales de las Cortes Superiores serían nombrados por el Poder
Ejecutivo a propuesta en terna doble de las respectivas Cortes Superiores, de conformidad
con la ley.

Los miembros del Poder Judicial no podrán ser nombrados por el Poder Ejecutivo para
desempeñar ningún cargo político, exceptuándose a los Magistrados de la Corte Suprema
que podrán ser nombrados Ministros de Estado.

Corresponde a la Corte Suprema resolver las competencias que se susciten entre el Poder
Ejecutivo y los Consejos Provinciales en el ejercicio de sus funciones autónomas. Así
mismo, la Corte Suprema ejerce autoridad y vigilancia sobre todos los Tribunales y Juzgados
de la República y funcionarios judiciales, notariales y del Registro de la Propiedad, tanto en
el orden judicial como en el disciplinario, pudiendo corregir, suspender y destituir a los
Vocales, Jueces y demás funcionarios, conforme a ley.

La carrera judicial será determinada por una ley que fije las condiciones de los ascensos. Los
nombramientos judiciales de Primera y Segunda Instancia serán ratificados por la Corte
Suprema cada cinco (05) años, siendo el caso que la no ratificación de un magistrado por la
Corte Suprema, no le priva de su derecho a los goces adquiridos conforme a la ley.

Al igual que otras Constituciones anteriores, se consagra a la publicidad como un valor


esencial en los juicios, pudiendo los Tribunales discutir en secreto, pero debiendo realizarse
las votaciones en alta voz y públicamente; a lo cual se añade la exigencia de que las
sentencias sean motivadas, expresando en ellas la ley o los fundamentos en que se apoyan.
Así mismo, se prohibió todo juicio por comisión.

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Se consagró también que la justicia militar no podía por ningún motivo, extender su
jurisdicción sobre personas que no estén en servicio en el Ejército, a no ser en caso de guerra
nacional.

Sobre la conducta judicial, se estableció como causales de procedencia de acción popular


contra los Magistrados y Jueces, la prevaricación, el cohecho, la abreviación o suspensión
de las formas judiciales, el procedimiento ilegal contra las garantías individuales y la
prolongación indebida de los procesos criminales.

10. La Constitución de 1933

Esta Carta Magna señalaba que el poder de administrar justicia se ejerce por los tribunales y
juzgados, con las garantías y según los procedimientos establecidos en la Constitución y en
las leyes. La ley determinará la organización y las atribuciones de los tribunales militares y
de los demás tribunales y juzgados especiales que se establezcan por la naturaleza de las
cosas.

La innovación está en que el Estado indemnizará a las víctimas de los errores judiciales en
materia criminal, previo juicio de revisión, en la forma que determine la ley; manteniéndose
la acción popular para denunciar los delitos contra los deberes de función y cualesquiera
otros que cometan los miembros del Poder Judicial en el ejercicio de sus funciones; así
como para denunciar los delitos contra la ejecución de las resoluciones judiciales, que
cometan los funcionarios del Poder Ejecutivo.

11. La Constitución de 1979

La Constitución de 1979, aprobada por Asamblea Constituyente de 1978, contiene la


novedad de establecer un preámbulo de donde se desprende que el estado reconoce la
primacía de la persona humana y que todos los hombres, iguales en dignidad, tienen derechos
de validez universal, anteriores y superiores al Estado. Así mismo, se señala que la familia
es célula básica de la sociedad y raíz de su grandeza, así como ámbito natural de la educación
y la cultura; que el trabajo es deber y derecho de todos los hombre y representa la base del
bienestar nacional; que la justicia es valor primario de la vida en comunidad y que el
ordenamiento social se cimenta en el bien común y la solidaridad humana.

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Se colige entonces que se intenta promover la creación de una sociedad justa, libre y culta,
sin explotados ni explotadores, exenta de toda discriminación por razones de sexo, raza,
credo o condición social, donde la economía esté al servicio del hombre y no el hombre al
servicio de la economía; con lo cual se aspira –como convivencia- a articular una sociedad
abierta y apta para recibir y aprovechar el influjo de la revolución científica, tecnológica,
económica y social que, por ese entonces, transformaba el mundo.

La Constitución reconoce también un Estado democrático basado en la voluntad popular y


en su libre y periódica consulta, que garantice, a través de instituciones estables y legítimas,
la plena vigencia de los derechos humanos, la independencia y la unidad de la República, la
dignidad creadora del trabajo, la participación de todos en el disfrute de la riqueza, la
cancelación del subdesarrollo y la injusticia, el sometimiento de gobernantes y gobernados
a la Constitución y la ley y la efectiva responsabilidad de quienes ejercen función Pública,
la necesidad de impulsar la integración de los pueblos latinoamericanos y de afirmar su
independencia contra todo imperialismo, la fraternidad de todos los hombres y de la
necesidad de excluir la violencia como medio de procurar solución a conflictos internos e
internacionales, la personalidad histórica de la Patria, la defensa de su patrimonio cultural y
de asegurar el dominio y la preservación de sus recursos naturales.

En este contexto, desarrolla garantías de la administración de justicia como la unidad y la


exclusividad de la función jurisdiccional, la independencia en su ejercicio, la motivación
escrita de las resoluciones en todas las instancias, la obligación de no dejar de administrar
justicia por defecto o deficiencia de la ley, entre otras. Así mismo, se consagra el control
difuso para casos en que se advierta incompatibilidad entre una norma constitucional y una
legal ordinaria, debiendo preferir el Juez la primera.

En cuanto al resguardo financiero-presupuestario, se establece que el Presupuesto del Poder


Judicial no es menor del dos por ciento (2%) del presupuesto de gastos corrientes para el
Gobierno Central; para efecto de lo cual se establece que la Corte Suprema de Justicia, por
intermedio de uno de sus miembros, tiene derecho de concurrir a las Cámaras Legislativas
para tomar parte sin voto en la discusión de los proyectos de ley que presente y de la ley de
Presupuesto de la República en lo concerniente al Poder Judicial.

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Las acciones contencioso-administrativas se interponen contra cualquier acto o resolución
de la administración que causa estado.

Por su parte, el Estado garantiza a los magistrados judiciales: su independencia (solo están
sometidos a la Constitución y la ley), su permanencia en el servicio hasta los setenta (70)
años y la inamovilidad en sus cargos, mientras observan conducta e idoneidad propias de su
función (no pueden ser ascendidos ni trasladados sin su consentimiento) y una remuneración
que les asegura un nivel de vida digno de su misión y jerarquía.

En cuanto a la selección de los magistrados, se crea el Consejo Nacional de la Magistratura,


para que realice las propuestas para el nombramiento de los magistrados de la Corte Suprema
y de las Cortes Superiores.
Por otro lado, se atribuye al Ministerio Público personería jurídica propia con independencia,
autonomía, organización funciones y prohibiciones, consagrándolo como un Organismo
Constitucional Autónomo (OCA), y – además- se crea el Tribunal de Garantías
Constitucionales como órgano de control de la Constitución.

12. La Constitución Política de 1993

Actualmente nos encontramos regidos por los alcances de la Constitución de 1993 que
establece principios y derechos de la función jurisdiccional.

Al respecto, (Rubio Correa, 1999, pág. 11)acota que si bien tenemos el principio de la
función jurisdiccional su unidad, en la realidad es compartida por los siguientes órganos: el
Poder Judicial, el Tribunal Constitucional (que ejerce jurisdicción en la acción de
inconstitucionalidad y también, como última instancia, en las acciones de garantía de
derechos denegadas en las instancias previas, según Art. 202 de la Constitución de 1993), el
Jurado Nacional de Elecciones (en materias electorales, de referéndum y otro tipo de
consultas populares), el Consejo Nacional de la Magistratura (en materia de evaluación y
ratificación de jueces, cuyas resoluciones tampoco pueden ser revisadas judicialmente (Art.
142° de la Constitución de 1993) y los Tribunales Militares (en aplicación del Art. 173° de
la Constitución de 1993, debiendo señalarse que si bien es cierto que la Corte Suprema casa
sus resoluciones según el Art. 141, ello sólo ocurre en casos de imposición de pena de
muerte, por lo que tendrán jurisdicción propia y totalmente autónoma en los demás casos).

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En tal sentido, debe señalarse que los principios y derechos consagrados en el Art. 139°
resultarían exigibles en aquellas instituciones antes referidas.

Los cambios más importantes sobre el tema de administración de justicia de la Constitución


de 1979 a la de 1993, son los siguientes:

 Se ha ampliado la pena de muerte, cosa prohibida por la Convención


Americana sobre Derechos Humanos de San José de Costa Rica; motivo por
el cual –para que este dispositivo constitucional sea aplicable- el Estado
peruano tendría que denunciar dicha Convención y esperar el tiempo
indicado en ella para que la denuncia produzca efecto. En caso contrario,
deberá obtener una modificación de sus términos. Si ninguna de estas dos
cosas ocurre, entonces por el propio mandato de la parte final del artículo
140° de la Constitución, le será imposible aplicar la pena de muerte a los
nuevos casos establecidos.

 El Art. 141° de la Constitución de 1993 da a la Corte Suprema la calidad de


órgano de casación de sentencias (salvo casos en los que el trámite se inicie
ante una Corte Superior o ante la propia Corte Suprema). Es una fórmula
que, siendo bien utilizada, puede permitir que la Corte dirija verdaderamente
la política jurisdiccional del país en vez de ser lo que hasta ahora: una
instancia procesal de resolución de conflictos.

 En el Art. 143° de la Constitución de 1993, se diferencia entre los órganos


jurisdiccionales y los órganos de gobierno y administración, siendo una
norma positiva que debe, sin embargo, encontrar su mejor forma de
reglamentación.

 El carácter de incompatibilidad de la función jurisdiccional con cualquier


otra actividad pública o privada, excepción hecha de la docencia universitaria
(Art. 146° de la Constitución de 1993).

 Aunque no figura en el capítulo referido al Poder Judicial, se resalta que los


jueces de paz provienen de elección popular, y que se podrá establecer
también la elección de los jueces de primera instancia (Art. 152° de la
Constitución de 1993).

 La autorización dada a las autoridades de las Comunidades Campesinas y


Nativas, con el apoyo de las Rondas Campesinas, para ejercer las funciones
jurisdiccionales dentro de su ámbito territorial de conformidad con el
derecho consuetudinario, siempre que no violen los derechos fundamentales
de la persona (Art. 149° de la Constitución de 1993).

17
EL PODER JUDICIAL EN LA NORMATIVIDAD LEGAL VIGENTE

Dentro del Estado los actos y responsabilidades son regidos por leyes que el Poder Judicial
debe hacer cumplir. La justicia debe estar al servicio del pueblo por lo que existe un Sistema
Judicial, una organización que permite que el ciudadano pueda acceder a la justicia, según
diferentes niveles e instancias relacionadas con la gravedad de su falta o delito.

En esta concordancia la Ley Orgánica del Poder Judicial en su Sección Primera traza los
principios a lo largo de sus 25 artículos, los que están referidos a la Potestad exclusiva de
administrar justicia, la autonomía e independencia del Poder Judicial, la estructura del Poder
Judicial y define los derechos y deberes de los magistrados, los justiciables y los auxiliares
jurisdiccionales para asegurar el cumplimiento y pleno respeto de las garantías
constitucionales de la administración de justicia, sobre el carácter vinculante de las
decisiones judiciales, respecto de la dirección e impulso del proceso, en cuanto a la tutela
jurisdiccional y debido proceso, sobre los deberes procesales de las partes, de la facultad
sancionadora del Juez, del principio de Publicidad, del derecho de análisis y crítica de las
decisiones judiciales, sobre la pluralidad de instancia, de la motivación de resoluciones, de
lo contencioso administrativo, de la supremacía de la norma constitucional y control difuso
de la Constitución, de la Facultad del justiciable a usar su propio idioma, de la independencia
jurisdiccional del Magistrado, de la especialidad del Magistrado, sobre la excepción a la
especialidad por razón de carga procesal, quejas de hecho, respecto de la sanción por
responsabilidad funcional, iniciativa legislativa de la Corte Suprema, del carácter vinculante
de la doctrina jurisprudencial, de las funciones, de gobierno y órganos encargados de
administrar justicia.

Finalmente como principios señalan cuales son los órganos encargados de administrar
justicia en nombre del pueblo y los que norman, rigen, controlan y ejecutan su propia
actividad institucional y administrativa.

De lo antes mencionado, no atrevemos a decir que varios de dichos principios son


incipientemente cumplidos por las mujeres y hombres que administran justicia, como prueba
de ello no tener jurisprudencia, origina una buena motivación de las resoluciones; o cuando
constatamos que no cuenta con el presupuesto que establece la Constitución no se puede
exigir una calidad o eficiencia en la administración de justicia. En todo caso asistimos a esta
realidad y en las propuestas del presente trabajo abordaremos algunas soluciones a los
problemas advertidos.

18
Como se puede desprender de lo desarrollado en este Capítulo, el Poder Judicial –en tanto
institución del Estado- ha evolucionado conforme a los avances y retrocesos ha tenido el
país en su surgimiento a la vida independiente y en su consolidación republicana; estando
caracterizada su historia –como ahondaremos en el Capítulo siguiente- por una significativa
injerencia del poder político en sus decisiones, sobre todo en cuanto a su organización y
conformación se refiere.

En este contexto, y tomando en cuanto lo señalado en el Capítulo precedente, podemos


colegir que la idea del hoy denominado Estado Social y Democrático de Derecho resulta una
herramienta para alcanzar una verdadera democracia política, económica y social, que exige
una participación activa y responsable de los ciudadanos y grupos sociales en la fijación y
determinación de las metas y objetivos a conseguir “para todos”, de acuerdo a una adecuada
jerarquía de valores, a las necesidades a remediar, los medios a utilizar, los recursos
disponibles y el reparto equitativo de los frutos generados por el esfuerzo colectivo (Gandara
Feijon, 1976).

En ese esfuerzo, el Poder Judicial constituye la institución donde recae la expectativa social
que deberá dar respuesta de modo afirmativo, en el sentido de que sí es posible el gobierno
de la Constitución y la Ley, por lo que la judicatura está llamada en esta hora a legitimarse
socialmente y legitimar al propio Estado en la lucha por alcanzar sus objetivos. Un Estado
Constitucional de Derecho tiene que ver directamente, en el caso peruano, con las respuestas
que el Poder Judicial y el Ministerio Público realice para los casos de investigaciones sobre
corrupción etc., lo cual –por cierto- constituye un desafío particular para nuestro Poder
Judicial y a los hombres de derecho en general.

(Cubas Villanueva, 7-10)Bien podría decirse, entonces, que la vigencia del Estado
Constitucional ha quedado, como nunca antes, supeditada a lo resuelto a través de las
sentencias.

DEFINICIONES

¿Qué es poder Judicial?

19
El Poder Judicial en su ejercicio funcional es autónomo en lo político, administrativo,
económico, disciplinario e independiente en lo jurisdiccional, con sujeción a la Constitución.

No existe, ni puede instituirse, ninguna jurisdicción que pueda cumplir esta misma tarea, con
excepción de los organismos de justicia militar y arbitral.

El Poder Judicial es, de acuerdo a la Constitución y las leyes, la institución encargada de


administrar justicia a través de sus órganos jerárquicos que son los Juzgados de Paz no
Letrados, los Juzgados de Paz Letrados, las Cortes Superiores y la Corte Suprema de Justicia
de la República.

El funcionamiento del Poder Judicial se rige por la Ley Orgánica del Poder Judicial que
establece su estructura orgánica y precisa sus funciones.
Esta ley define los derechos y deberes de los magistrados, quienes son los encargados de
administrar justicia; de los justiciables, que son aquellos que están siendo juzgados o quienes
están solicitando justicia; y de los auxiliares jurisdiccionales que son las personas encargadas
de brindar apoyo a la labor de los integrantes de la magistratura.

La Ley Orgánica del Poder Judicial vigente, tiene su origen en el Decreto Supremo N° 017-
93-JUS promulgado el 28 de Mayo de 1993 y publicado el 2 de Junio del mismo año. Consta
de 304 Artículos, 1 Disposición Complementaria Única y 33 Disposiciones Finales y
Transitorias.

En la Constitución

La Constitución Política del Perú en su artículo 138º, señala: "La potestad de administrar
justicia emana del pueblo y se ejerce por el Poder Judicial a través de sus órganos jerárquicos,
con arreglo a la Constitución y a las Leyes."

El Perú actualmente se rige por la Constitución de 1993.La potestad exclusiva de administrar


justicia del Poder Judicial es uno de los principios generales que se cita igualmente en el
Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial, que además, precisa lo
siguiente:

No existe ni puede establecerse jurisdicción alguna independiente, con excepción de la


militar y la arbitral.

20
En su ejercicio funcional es autónomo en lo político, administrativo, económico;
disciplinario e independiente en lo jurisdiccional con sujeción a la Constitución y a la Ley
Orgánica del Poder Judicial.

La Ley Orgánica del Poder Judicial determina la estructura del Poder Judicial y define los
derechos y deberes de los Magistrados, justiciables y auxiliares jurisdiccionales.

21
CAPITULO II

ESTRUCTURA DEL PODER JUDICIAL

Juzgados de Paz
 •Investigan y sentencian en casos de faltas menores, de acuerdo a su competencia

Juzgados de Paz Letrados


 Resuelven las apelaciones realizadas sobre las sentencias de los juzgados de Paz
 Investigan y sentencian en casos de faltas, de acuerdo con su competencia.

Juzgados Especializados o Mixtos

 Investigan o realizan instrucción de los casos que les son presentados (Procesos
Ordinarios).

 Investigan y sentencian en los procesos sumarios y especiales.

 Resuelven las apelaciones realizadas sobre las sentencias de los Juzgados de Paz
Letrados.
Cortes Superiores
 Realizan el juzgamiento o juicio oral en los procesos ordinarios.

 Resuelven las apelaciones realizadas sobre las sentencias de los juzgados


especializados o mixtos.
Corte Suprema

 Es la última instancia ante la cual se pueden apelar todos los procesos judiciales que
provienen de cualquier Corte Superior de justicia.

FUNCIONES DEL PODER JUDICIAL

 Proponer a la Sala Plena de la Corte Suprema la Política General del Poder


Judicial y aprobar el Plan de Desarrollo del mismo.

 Fijar el número de Vocales Supremos Titulares.

 Determinar el número de Salas Especializadas Permanentes y


excepcionalmente el número de Salas Transitorias de la Corte Suprema.

22
 Aprobar el Proyecto de Presupuesto del Poder Judicial propuesto por la
Gerencia General y ejecutarlo una vez sancionado legalmente.

 Velar por el respeto de las atribuciones y garantías del Poder Judicial.

 Acordar el horario del Despacho Judicial de la Corte Suprema.

 Distribuir la labor individual o por comisiones, que corresponda a sus


integrantes.

 Resolver en última instancia las medidas de apercibimiento, multa y


suspensión, impuestas por la Oficina de Control de la Magistratura, en contra
de los magistrados.

 Resolver conforme a su Reglamento, los asuntos relativos a traslados de


magistrados, funcionarios y demás servidores del Poder Judicial.

 Designar al Gerente General del Poder Judicial, y a los demás funcionarios


que señale la Ley y los reglamentos.

 Emitir los informes que le solicite el Congreso de la República; la Sala Plena


de la Corte Suprema y el Fiscal de la Nación sobre los asuntos de su
competencia y solicitar los que se relacionen con sus funciones.

 Supervisar la conservación y buen recaudo de los bienes incautados cuya libre


disposición está supeditada a la resolución de los juicios penales, conforme a
ley.

 Proponer a la Sala Plena de la Corte Suprema, en forma excepcional, la


distribución de causas entre las Salas Especializadas, fijando su competencia
a fin de descongestionar la carga judicial, pudiendo conformar Salas
Transitorias por un término no mayor de tres meses, en casos estrictamente
necesarios.

 Asegurar la progresiva habilitación y adecuación de locales judiciales a nivel


nacional, en los cuales funcionen los órganos jurisdiccionales con su
respectivo personal auxiliar.

 Disponer y supervisar el desarrollo de los sistemas de informática que


faciliten una eficiente función de gestión, el eficaz control de la conducta
funcional y del trabajo jurisdiccional de todos los miembros del Poder
Judicial y la organización estadística judicial, conforme con las propuestas
que le formule la Gerencia General.

23
 Asegurar el pago íntegro de las remuneraciones de los magistrados y demás
servidores del Poder Judicial, según lo establecido en esta Ley.

 Crear y suprimir Distritos Judiciales, Salas de Cortes Superiores y Juzgados,


cuando así se requiera para la más rápida y eficaz administración de justicia,
así como crear Salas Superiores Descentralizadas en ciudades diferentes de
las sedes de los Distritos Judiciales, de acuerdo con las necesidades de éstos

 La creación de Distritos Judiciales se realiza en función de áreas de geografía


uniforme, la concentración de grupos humanos de idiosincrasia común, los
volúmenes demográficos rural y urbano, el movimiento judicial y además la
existencia de vías de comunicación y medios de transporte que garanticen a
la población respectiva un fácil acceso al órgano jurisdiccional. En todo caso,
la creación o supresión de Distritos Judiciales, Salas de Cortes Superiores o
Juzgados, se sustentan estrictamente en factores geográficos y estadísticos.

 Reubicar Salas de Cortes Superiores y Juzgados a nivel nacional, así como


aprobar la demarcación de los Distritos Judiciales y la modificación de sus
ámbitos de competencia territorial, pudiendo excepcionalmente incorporar
Salas de Cortes Superiores Especializadas y Juzgados Especializados o
Mixtos con competencia supraprovincial.

 Adoptar acuerdos y demás medidas necesarias para que las dependencias del
Poder Judicial funcionen con celeridad y eficiencia y para que los
magistrados y demás servidores del Poder Judicial se desempeñen con la
mejor conducta funcional.

 Designar al Jefe de la Oficina de Inspectoría General del Poder Judicial.

Corte Suprema de Justicia de la República del Perú

La Corte Suprema de Justicia de la República es el máximo órgano jurisdiccional del


Perú. Su competencia se extiende a todo el territorio del país, siendo su sede el Palacio de
Justicia ubicado en la ciudad de Lima.
La Corte Suprema se compone por tres Salas Supremas:
 Sala Civil: que conoce todos los temas relacionados con el Derecho civil y el Derecho
mercantil.

24
 Sala Penal: que conoce todos los temas relacionados con el Derecho penal.

 Sala Constitucional y Social: que conoce todos los temas relacionados con el
Derecho Constitucional y el Derecho Laboral.

La Corte Suprema se encuentra integrada tanto por Vocales Supremos Titulares y Vocales
Supremos Provisionales, quienes sustituirán a los titulares en caso de vacancia, licencia o
impedimento. Los Vocales Supremos se distribuyen en cada una de las Salas Supremas que
la ley establezca. El Presidente de la Corte Suprema y el Vocal Jefe de la Oficina de Control
de la Magistratura no integran ninguna Sala Suprema. La Corte Suprema consta de tres Salas
Supremas Permanentes (Civil, Penal y Constitucional y Social), pudiendo crearse por ley
Salas Supremas Transitorias. Cada Sala Suprema está integrada por cinco Vocales Supremos
los que eligen un Presidente de entre ellos.

SALA PLENA:
La Sala Plena de la Corte Suprema de Justicia está compuesta por:

 Presidente
 Vocales
 Secretario General

ORGANIZACIÓN DEL CONSEJO EJECUTIVO:

El Consejo Ejecutivo, es el órgano de dirección y gestión del Poder Judicial que tiene a su
cargo las funciones y atribuciones señaladas en la Ley Orgánica del Poder Judicial. Asume
la dirección técnico-administrativa del Poder Judicial y de los Organismos señalados por ley.

El Consejo Ejecutivo tiene domicilio y sede en la ciudad de Lima y ejerce sus funciones y
atribuciones en todo el territorio nacional de acuerdo a la Ley Orgánica del Poder Judicial y
sus Reglamentos.

El Consejo Ejecutivo está integrado por:

1. El Presidente del Poder Judicial, quien lo preside y tiene voto simple y voto
dirimente;

25
2. Dos Jueces Supremos elegidos por la Sala Plena de la Corte Suprema;

3. Un Juez Superior Titular en ejercicio elegido por los Presidentes de las Cortes
Superiores de Justicia de la República;
4. Un Juez Titular Especializado o Mixto;

5. Un representante elegido por la Junta de Decanos de los Colegio de Abogados


del Perú.
El mandato de los integrantes del Consejo Ejecutivo del Poder Judicial dura dos años.

Para la designación del Juez Superior Titular, cada Sala Plena de las Cortes Superiores
elegirá un candidato, y los Presidentes de Cortes Superiores, mediante sufragio directo,
elegirán al integrante del Consejo Ejecutivo del Poder Judicial.

Para la designación del miembro señalado en inciso 4) del presente artículo, los jueces
especializados o mixtos titulares elegirán a un representante por cada distrito judicial, los
que se reunirán para elegir entre ellos al Juez que integrará el Consejo Ejecutivo del Poder
Judicial.

En caso de impedimento del Presidente del Consejo Ejecutivo, asume el cargo el Juez
Supremo más antiguo integrante del Consejo.

El Consejo Ejecutivo se reúne en sesiones Ordinarias y Extraordinarias. Las sesiones


ordinarias se realizan cuatro veces al mes. Las Sesiones Extraordinarias se realizan cuando
lo convoque el Presidente del Consejo Ejecutivo o lo soliciten cuando menos tres de sus
miembros.

El Quórum está compuesto por la mitad más uno del número total de Consejeros. Los
acuerdos se adoptan por mayoría simple. Las inasistencias injustificadas, se sancionan con
multa equivalente a tres días de haber total, y se registra en el escalafón. En caso de
reincidencia, además se publicará en el Diario Oficial.

Cada Consejería contará con un equipo profesional técnico especializado en derecho, para
asesorarlo según los requerimientos y necesidades de cada Consejero.

EL CONTROL DE LA FUNCIÓN JUDICIAL

26
El control disciplinario a diferencia de la ratificación cumple el propósito de control sobre
el ejercicio de la función jurisdiccional. Para ejercer este control el Estado a creado un
sistema de control disciplinario de los jueces, traducido en una función compartida entre el
Poder Judicial a través de la Oficina de Control Disciplinario y el Consejero Nacional de la
Magistratura.

La OCMA se encarga de aplicar sanción menor a la de destitución a los jueces superiores,


especializados y de paz letrado; y el Consejo Nacional de la Magistratura aplica la sanción
de destitución a los jueces de todos los niveles; siendo que a los jueces superiores,
especializados y de paz letrado a pedido del Presidente de la Corte Suprema. Estas funciones
conferidas a ambas instituciones se encuentras establecidas en el artículo 154 de la
Constitución Política del Estado de 1993.

Este encargo de la nación de un lado a un Poder del Estado (Poder Judicial) y de otro a un
organismo autónomo constitucional (Consejo Nacional de la Magistratura) ha generado
limitaciones como las que señalamos:

 Poder Judicial

1. Los Presidentes de los Distritos Judiciales asumen la Jefatura Distrital de la Oficinas


de Control de la Magistratura (ODECMAS), hasta que dure su cargo de presidente.

2. Los Jefes de las ODECMAS designan a los jueces y / o magistrados que tramitan las
investigaciones y procesos disciplinarios instaurados contar los jueces. Siendo que
su mandato es temporal.

Esta organización generó la cultura del “compañerismo” mal fundado, porque diversos actos
de inconducta no han sido debidamente investigados ni sancionados, lo que trajo como
consecuencia la impunidad, e inclusive los pedidos de la sanción destitución ante el CNM,
en su mayoría sólo era para jueces suplente.

 Consejo Nacional de la Magistratura

1. Sólo aplica la sanción de destitución.

2. Al culminar el proceso disciplinario y si a criterio del Pleno del Consejo Nacional de


la Magistratura no se debe aplicar la sanción de destitución, no puede imponer
sanción, siendo que esta competencia recae en el Poder judicial.

27
3. Hasta antes de la vigencia de la Ley de Carrera Judicial, en estaba establecida la
tipificación de las inconductas.

Este panorama, genera diversas dificultades y deficiencias en el control de la conducta de


los jueces, lo que alimenta el mayor descontento de los usuarios y la desconfianza en el
Poder Judicial. A pesar de esta realidad y siendo conocidos las resistencias del Poder
Judicial, en un futuro cercano no se avizora cambios.

MISION Y VISION

Visión
Institución autónoma con vocación de servicio; que enfrente los desafíos del futuro con
magistrados comprometidos con el proceso de cambio, transformación y modernidad; que
se traduzca en seguridad jurídica e inspire plena confianza en la ciudadanía, contando para
ello con un adecuado soporte administrativo y tecnológico.

Misión
"Administrar Justicia a través de sus órganos jurisdiccionales, con arreglo a la Constitución
y a las leyes, garantizando la seguridad jurídica y la tutela jurisdiccional, para contribuir al
estado de derecho, al mantenimiento de la paz social y al desarrollo nacional".

Para el cabal cumplimiento de esta misión es necesario dotar al Poder Judicial de los
siguientes elementos: Magistrados respetados, probos, capaces, éticos y justos y, además,
actualizados en su calificación jurídica.

Crear nuevos sistemas de gestión y modernización para contar con despachos judiciales
modernos, con infraestructura adecuada y sistemas de información actualizados.

Proporcionar a los magistrados el personal de apoyo jurisdiccional y administrativo


capacitado y con vocación de servicio.

Articular una administración con criterio gerencial moderno y descentralizado.

OBJETIVOS

 Consolidar la autonomía del Poder Judicial y la independencia de los magistrados.


 Mejorar y ampliar el acceso a la justicia.

28
 Modernizar la administración de justicia.
 Alcanzar una alta calidad de justicia y optimizar el servicio al ciudadano

ESTRATEGIAS:

1. Priorizar
o El acceso a la justicia
o La confianza en el sistema judicial
o Racionalizar la inversión de los recursos a utilizarse en el proceso.
2. Modernizar la estructura del Poder Judicial con las siguientes acciones:
o Romper con los paradigmas tradicionales
o Orientar la institución al servicio del ciudadano
o Buscar el equilibrio entre la oferta y la demanda de los servicios judiciales.
3. Promover el incremento de la productividad a través de:
o La sistematización de los procesos y procedimientos
o La racionalización de los recursos humanos
o La permanente capacitación y evaluación.

29
CAPITULO III

PRINCIPIOS JURISDICIONALES EN LA ADMINISTRACION DE JUSTICIA

La unidad y exclusividad de la función jurisdiccional. No existe ni puede establecerse


jurisdicción alguna independiente, con excepción de la militar y la arbitral. No hay
proceso judicial por comisión o delegación.
2. La independencia en el ejercicio de la función jurisdiccional. Ninguna autoridad puede
avocarse a causas pendientes ante el órgano jurisdiccional ni interferir en el ejercicio de
sus funciones. Tampoco puede dejar sin efecto resoluciones que han pasado en autoridad
de cosa juzgada, ni cortar procedimientos en trámite, ni modificar sentencias ni retardar
su ejecución. Estas disposiciones no afectan el derecho de gracia ni la facultad de
investigación del Congreso, cuyo ejercicio no debe, sin embargo, interferir en el
procedimiento jurisdiccional ni surte efecto jurisdiccional alguno.
3. La observancia del debido proceso y la tutela jurisdiccional. Ninguna persona puede
ser desviada de la jurisdicción predeterminada por la ley, ni sometida a procedimiento
distinto de los previamente establecidos, ni juzgada por órganos jurisdiccionales de
excepción ni por comisiones especiales creadas al efecto, cualquiera sea su
denominación.
4. La publicidad en los procesos, salvo disposición contraria de la ley. Los procesos
judiciales por responsabilidad de funcionarios públicos, y por los delitos cometidos por
medio de la prensa y los que se refieren a derechos fundamentales garantizados por la
Constitución, son siempre públicos.
5. La motivación escrita de las resoluciones judiciales en todas las instancias, excepto
los decretos de mero trámite, con mención expresa de la ley aplicable y de los
fundamentos de hecho en que se sustentan.
6. La pluralidad de la instancia.
7. La indemnización, en la forma que determine la ley, por los errores judiciales en los
procesos penales y por las detenciones arbitrarias, sin perjuicio de la responsabilidad a
que hubiere lugar. Concordancia: Ley N° 24973 (Indemnización por errores judiciales y
detenciones arbitrarias)
8. El principio de no dejar de administrar justicia por vacío o deficiencia de la ley. En tal
caso, deben aplicarse los principios generales del derecho y el derecho consuetudinario.
9. El principio de inaplicabilidad por analogía de la ley penal y de las normas que
restrinjan derechos.

30
10. El principio de no ser penado sin proceso judicial.
11. La aplicación de la ley más favorable al procesado en caso de duda o de conflicto
entre leyes penales.
12. El principio de no ser condenado en ausencia.
13. La prohibición de revivir procesos fenecidos con resolución ejecutoriada. La
amnistía, el indulto, el sobreseimiento definitivo y la prescripción producen los efectos
de cosa juzgada.
14. El principio de no ser privado del derecho de defensa en ningún estado del proceso.
Toda persona será informada inmediatamente y por escrito de la causa o las razones de
su detención. Tiene derecho a comunicarse personalmente con un defensor de su elección
y a ser asesorada por éste desde que es citada o detenida por cualquier autoridad.
15. El principio de que toda persona debe ser informada, inmediatamente y por escrito,
de las causas o razones de su detención.
16. El principio de la gratuidad de la administración de justicia y de la defensa gratuita
para las personas de escasos recursos; y, para todos, en los casos que la ley señala.
17. La participación popular en el nombramiento y en la revocación de magistrados,
conforme a ley.
18. La obligación del Poder Ejecutivo de prestar la colaboración que en los procesos le
sea requerida.
19. La prohibición de ejercer función judicial por quien no ha sido nombrado en la forma
prevista por la Constitución o la ley. Los órganos jurisdiccionales no pueden darle
posesión del cargo, bajo responsabilidad.
20. El principio del derecho de toda persona de formular análisis y críticas de las
resoluciones y sentencias judiciales, con las limitaciones de ley.
21. El derecho de los reclusos y sentenciados de ocupar establecimientos adecuados. 22.
El principio de que el régimen penitenciario tiene por objeto la reeducación,
rehabilitación y reincorporación del penado a la sociedad.

31
RECOMENDACIONES

1. El Poder Judicial en un Estado Social y Democrático de Derecho


debe ser una institución autónoma con vocación de servicio, que enfrente los
desafíos del futuro con magistrados comprometidos con el proceso de cambio,
transformación y modernidad, todo lo cual se debe traducirse en seguridad jurídica
que habrá de inspirar plena confianza en la ciudadanía, contando para ello con un
adecuado soporte administrativo y tecnológico. Sólo así, los órganos
jurisdiccionales habrán de convertirse en garantes de la seguridad jurídica y la tutela
jurisdiccional, y contribuirán al mantenimiento de la paz social y al desarrollo
nacional.
2. Para el cabal cumplimiento de esta misión es necesario dotar al Poder
Judicial de Magistrados respetados, probos, capaces, éticos y justos y, además,
actualizados en su calificación jurídica; crear nuevos sistemas de gestión y
modernización para contar con despachos judiciales modernos, con infraestructura
adecuada y sistemas de información actualizados; proporcionar a los magistrados
el personal de apoyo jurisdiccional y administrativo capacitado y con vocación de
servicio; y articular una administración con criterio gerencial moderno y
descentralizado.
3. Respecto de la autonomía del Poder Judicial y la independencia de
los magistrados, el Poder Judicial en su ejercicio funcional es autónomo en lo
político, administrativo, económico, disciplinario e independiente en lo
jurisdiccional, con sujeción a la Constitución. No existe, ni puede instituirse,
ninguna jurisdicción que pueda cumplir esta misma tarea, con excepción de los
organismos de justicia militar y arbitral. Así las cosas, el Poder Judicial es la
institución encargada de administrar justicia a través de sus órganos jerárquicos
que son los Juzgados de Paz no Letrados, los Juzgados de Paz Letrados, las Cortes
Superiores y la Corte Suprema de Justicia de la República; para lo cual su
funcionamiento se rige por la Ley Orgánica del Poder Judicial que establece su
estructura orgánica y precisa sus funciones. Esta ley define los derechos y deberes
de los magistrados – encargados de administrar justicia-, de los justiciables – que
están siendo juzgados o quienes están solicitando justicia- y de los auxiliares
jurisdiccionales – personas encargadas de brindar apoyo a la labor de los integrantes
de la magistratura-. La actual Ley Orgánica del Poder Judicial vigente, tiene su
origen en el Decreto Supremo N° 017-93-JUS promulgado el 28 de Mayo de 1993
y publicado el 2 de Junio del mismo año. Consta de 304 Artículos, 1 Disposición
Complementaria Única y 33 Disposiciones Finales y Transitorias.

32
CONCLUSIONES

1. Deben ejecutar las normas, la ley orgánica del Poder Judicial, la Ley
de la Carrera Judicial, las propuestas de reformas del Poder Judicial, que se
encuentran rezagados a la espera de su aplicación, reestructuración y vigencia de
las mismas.
2. Mayor alcance de la justicia en todos los lugares del país y mayor
participación de los Colegios profesionales, universidades (específicamente las
facultades de Derechos) que brinden una preparación adecuada a futuros jueces y
operadores de justicia.
3. El Poder Judicial, específicamente los jueces administran justicia por
mandado de la voluntad social expresada en la Constitución vigente, mandato que
no solo les otorga el poder necesario para poder cumplir con las funciones del
Poder Judicial, también, esa voluntad está legitimando como el único titular
de las funciones jurisdiccionales en el Perú. En tal razón, los jueces cumplen el
mandato constitucional en el marco del estado social y democrático de derecho; es
decir, que en toda actuación de sus funciones tienes que respetar y garantizar los
principios de libertad e igualdad, especialmente, los derechos fundamentales.
4. La ausencia de un valor tan importante como es la moral entre los
magistrados y operadores judiciales, ya que la administración de justicia no cuenta
con sólidas bases morales es decir se ha llegado a concluir que uno de los problemas
existentes aún es la corrupción que existente entre algunos magistrados y personal
judicial, por lo que se debería sancionar a los magistrados por lo que la corrupción
ha hecho colapsar el orden ético del Poder Judicial, adquiriendo dimensiones
sistémicas, convirtiéndose en un problema central y primordial del Poder Judicial
peruano, sin tener en cuenta que el Poder Judicial, es una de las instituciones pilares
de primer orden que debe garantizar el sistema democrático y que tiene autonomía
propia.

33
BIBLIOGRAFÍA
Cubas Villanueva, V. (7-10). El Poder Judicial en el estado constitucional. En L. L. Guerra. Lima:
Palestra.

Gandara Feijon, A. (1976). Transformacion necesaria de la sociedad y del estado. Maracaibo:


Universidad de Zulia facultad de derecho.

Gutierrez Paredes, R. (s.f.). Abusos y reformas del poder judicial en todos sus lados. Lima:
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Paz Soldan, J. P. (1984). Derecho Contitucional peruano 3° edicion.

Rubio Correa, M. (1999). estudio de la contitucion de 1993. Lima: Pontificia Universidad Catolica
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Silva Santisteban, J. (s.f.). Curso de derecho contitucion 3° edicion. Paris.

Tragegnies, F. (s.f.). El poder Judicial peruano en la historia.

34

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