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INTRODUCCIÓN ............................................................................................................................. 3
CAPITULO I...................................................................................................................................... 4
Antecedentes .................................................................................................................................. 4
BASES TEÓRICAS ....................................................................................................................... 5
TRATAMIENTO NORMATIVO CONSTITUCIONAL DEL PODER JUDICIAL EN EL
SIGLO XIX ................................................................................................................................ 5
1. La Constitución de 1823 .................................................................................................... 5
2. La Constitución de 1826 .................................................................................................... 6
3. La Constitución de 1828 .................................................................................................... 7
4. La Constitución de 1834 .................................................................................................... 8
El Pacto de Tacna de 1837 (Ley Fundamental de la Confederación Perú- Boliviana) ............ 10
5. La Constitución de 1839 .................................................................................................. 10
6. La Constitución de 1856 .................................................................................................. 11
7. La Constitución de 1860 .................................................................................................. 11
8. La Constitución de 1867 .................................................................................................. 12
TRATAMIENTO NORMATIVO CONSTITUCIONAL DEL PODER JUDICIAL EN EL
SIGLO XX ............................................................................................................................... 12
9. La Constitución de 1920 .................................................................................................. 12
10. La Constitución de 1933 .............................................................................................. 14
11. La Constitución de 1979 .............................................................................................. 14
12. La Constitución Política de 1993 ................................................................................. 16
EL PODER JUDICIAL EN LA NORMATIVIDAD LEGAL VIGENTE .................................. 18
DEFINICIONES .......................................................................................................................... 19
¿Qué es poder Judicial? ............................................................................................................ 19
En la Constitución .................................................................................................................... 20
CAPITULO II .................................................................................................................................. 22
ESTRUCTURA DEL PODER JUDICIAL .................................................................................. 22
MISION Y VISION ..................................................................................................................... 28
OBJETIVOS ................................................................................................................................ 28
ESTRATEGIAS: .......................................................................................................................... 29
CAPITULO III ................................................................................................................................. 30
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PRINCIPIOS JURISDICIONALES EN LA ADMINISTRACION DE JUSTICIA ................... 30
RECOMENDACIONES .................................................................................................................. 32
CONCLUSIONES ........................................................................................................................... 33
BIBLIOGRAFÍA.............................................................................................................................. 34
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INTRODUCCIÓN
A través de la Historia del Derecho es posible comprender no sólo los logros que esa
disciplina ha puesto al servicio de la sociedad, sino también la evolución de la sociedad
misma. Y es que, el sistema de administración de justicia y las leyes mismas son un reflejo
del grado de adelanto y desarrollo democrático que ha logrado un pueblo y que están
condensados en lo que constituye la meta del Derecho: que la justicia sea igual para todos
los ciudadanos.
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CAPITULO I
Marco Teórico
Antecedentes
Al darse la independencia del Perú, José de San Martín creó la “Cámara de Apelaciones”,
por decreto del 12 de febrero de 1821, con una jurisdicción que alcanzó los territorios de los
actuales departamentos de Cajamarca, Piura, Lambayeque, Amazonas, entonces conocido
como Chachapoyas y de Huamachuco, que era como entonces se conocía a la actual
provincia de Sánchez Carrión, con sede en la ciudad de Trujillo, con el objetivo de
reemplazar a la Real Audiencia, fue reemplazada el 26 de marzo de 1824, en ese año se
estableció en Trujillo la primera Corte Superior de Justicia que tuviera la República del Perú,
como máximo tribunal de justicia, con atribuciones de Corte Suprema, bajo la denominación
de Corte Superior del Norte cabe destacar que pese a ya no tener a la Real Audiencia, el
Perú siguió usando el derecho ibérico para impartir justicia.
(Gutierrez Paredes)La reforma del Poder Judicial no es un proceso reciente, único, ni
homogéneo. No es reciente porque se registran antecedentes desde el siglo pasado. No es
único porque ha habido propuesta y modelos de reforma desde las más diversas perspectivas
y opciones según las coyunturas políticas en las que se haya dado: administrativo-jurídico-
jurisdiccional, social y político, económico y doctrinal. Tampoco es homogéneo, al menos
en los últimos 25 años, porque ha habido avances en algunos aspectos como el
reconocimiento de la justicia de paz en el sistema judicial peruano; se han introducido
nuevos mecanismos de resolución de conflictos como el arbitraje y la conciliación para el
descongestionamiento judicial, y ha habido retrocesos flagrantes como la introducción de la
jurisdicción militar en los asuntos civiles y el retiro del sistema contencioso de algunos
fueros internacionales.
Hoy hablamos mucho del Poder Judicial. Hay una gran preocupación sobre el tema. Y no es
para menos porque la institución judicial es indispensable para tener un país con relaciones
justas. Los códigos pueden ser espléndidos, las investigaciones académicas sobre temas
jurídicos pueden ser excelentes, pero si no hay quien haga cumplir esas reglas y esos
principios, todo ello no tiene ningún valor. De ahí que el desmoronamiento del Poder Judicial
equivale a un desmoronamiento social que puede concluir en el desprestigio del Derecho
como institución valedera (Tragegnies). (Silva Santisteban) A mediados del siglo XIX, José
Silva Santisteban decía que “puede una legislación ser tan rica y completa como fuera dable:
no estando acompañada de una administración de justicia, será una bella utopía y nada más”
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BASES TEÓRICAS
1. La Constitución de 1823
Conforme lo señala Marcial Rubio Correa, esta Constitución fundó el Poder Judicial
republicano en la Sección Segunda del Capítulo VIII intitulado “Poder Judiciario”, donde se
consagró que dicho poder reside exclusivamente en los Tribunales de Justicia y Juzgados
subalternos en el orden que designen las leyes, niveles que administraban justicia en nombre
de la nación. (Rubio Correa, 1999)
El Poder Judicial era independiente, los jueces inamovibles y de por vida si su conducta no
daba motivo para su separación.
Se creó una Suprema Corte de Justicia que residirá en la capital de la República, compuesta
por un Presidente, ocho (08) Vocales y dos (02) Fiscales. En los Departamentos de Lima,
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Trujillo, Cusco, Arequipa y demás que conviniese, se crearon Cortes Superiores de Justicia
compuestas de los Vocales y Fiscales necesarios. En forma complementaria, habría jueces
de derecho con sus juzgados respectivos en todas las Provincias, arreglándose su número en
cada una de ellas, según lo exija la pronta administración de justicia. No se estableció pauta
alguna para los nombramientos judiciales.
En las causas criminales el juzgamiento era público, el hecho conocido y declarado por
jurados, y la ley aplicada por los Jueces, no reconociéndose más que tres instancias en los
juicios.
Se estableció que producen acción popular contra los jueces el soborno, la prevaricación, el
cohecho, la abreviación o suspensión de las formas judiciales, el procedimiento ilegal contra
la libertad personal y la seguridad de domicilio.
Respecto de materia criminal, se señala que dentro de veinticuatro (24) horas se le hará saber
a todo individuo la causa de su arresto, y cualquier omisión en este punto se declara
atentatoria de la libertad individual.
Finalmente se consagró que todas las leyes anteriores al Texto de 1823 que no se opongan
al sistema de la independencia y a los principios en ella establecidos, quedaban en vigor y
con fuerza legal hasta la organización de los Códigos civil, criminal, militar y de comercio.
2. La Constitución de 1826
Esta Constitución reconoció cuatro Poderes del Estado: el Poder Electoral, el Poder
Legislativo, el Poder Ejecutivo y el Poder Judicial.
Respecto al Poder Judicial, declaró que los tribunales y juzgados no ejercían otras funciones
que la de aplicar leyes existentes. Los Magistrados y Jueces y durarían en el ejercicio de sus
cargos tanto cuanto durasen sus buenos servicios, no pudiendo ser suspendidos de sus
empleos sino en los casos determinados por las leyes y previa decisión de la Cámara de
Senadores –en cuanto a los primeros- y de las Cortes del distrito, en cuanto a los segundos,
con previo conocimiento del Gobierno. Toda falta grave de los Magistrados y Jueces en el
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desempeño de sus respectivos cargos, produce acción popular, la cual puede intentarse en
todo el término de un año, por órgano del Cuerpo Electoral.
Reconoce a la Corte Suprema de Justicia como la primera magistratura judicial del Estado,
estando compuesta por un Presidente, seis (06) Vocales y un (01) Fiscal, divididos en las
salas convenientes.
3. La Constitución de 1828
El Texto Fundamental de 1828 –considerado por muchos como “la madre de nuestras
Constituciones”- fue dado por el Congreso General Constituyente el 18 de marzo de 1828.
Ratificó la independencia del Poder Judicial, señalando que la justicia es administrada –en
nombre de la República- por los jueces, quienes eran perpetuos en el cargo, salvo sentencia
legal de separación. Estableció que en cada pueblo habrá Jueces de Paz para las
conciliaciones, sin cuyo requisito o el de haberla intentado, no se admitirá demanda alguna
civil o criminal de injurias, salvo las acciones fiscales y demás que exceptúe la ley. Los
juicios civiles eran públicos, aunque los jueces deliberaban en secreto. Las sentencias eran
motivadas y se pronunciaban en audiencia pública, mientras que las causas criminales se
hacían por Jurados, cuya institución era detallada por ley. Entre tanto, los Jueces conocerán
haciendo el juzgamiento público, y motivando sus sentencias.
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Creaba tribunales especiales para el comercio y la minería. Incurría en el error de establecer
jurados para las causas criminales aunque mientras se organizaban aquéllos, seguirían
conociendo de los procesos, los Jueces permanentes.
No habían más que tres instancias en los juicios, limitándose la tercera a los casos que
designe la ley, siendo el caso que ningún Tribunal o Juez podía abreviar ni suspender en caso
alguno las formas judiciales.
Ninguna persona podía ser apresada sin precedente (información del hecho por el que
merezca pena corporal) y sin mandamiento por escrito del Juez competente, aunque se
permitía el arresto in fraganti de un criminal que, inmediatamente después de su
aprehensión, debía ser conducido ante el Juez.
Eran objeto de acción popular contra los Jueces, el prevaricato, el cohecho, la abreviación o
suspensión de las formas judiciales, el procedimiento ilegal contra la libertad personal y
seguridad de domicilio.
4. La Constitución de 1834
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se añadía un Fiscal. Los departamentos que no tuvieran individuos con los requisitos
solicitados, podían nombrar libremente a otros de fuera; siendo elegido el Presidente de la
Corte Suprema de su seno, por los Vocales que la integran, para el período de un año.
En cuanto al desarrollo de los procesos, la publicidad era considerada esencial pudiendo los
Tribunales controvertir los negocios en secreto, pero las votaciones se hacían en lata voz y
a puerta abierta, debiendo –además- motivarse las sentencias, expresando la ley y, en su
defecto, los fundamentos en que se apoyan.
Se prohibía todo juicio por comisión, estando impedido todo tribunal o Juez de abreviar o
suspender las formas judiciales que designa la ley. De igual modo, ningún poder ni autoridad
podía avocarse a causas pendientes en otro juzgado ni sustanciarlas, ni hacer revivir procesos
concluidos. Los magistrados, jueces y demás empleados del Poder Judicial, eran
responsables de su conducta conforme a la ley.
Se autorizó la acción popular contra los Magistrados y Jueces, por casos de soborno,
prevaricación, cohecho, abreviación o suspensión de las formas judiciales, así como por
procedimiento ilegal que afectara la seguridad personal y la del domicilio.
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El Pacto de Tacna de 1837 (Ley Fundamental de la Confederación Perú- Boliviana)
En la Ley Fundamental de la Confederación Perú-Boliviana se señaló que el Poder Judicial
General –referido a la Confederación- se ejercería a prevención en las causas de
Almirantazgo, y en las que resulten por contratos con el Gobierno General, por las Cortes
Supremas de las Repúblicas Confederadas, y en los juicios nacionales contra los funcionarios
expresados en el Artículo 23, por un Tribunal Especial compuesto de tres Magistrados de
cada una de las Cortes Supremas, nombrados por ellas mismas, que serán convocados por el
Senado al lugar donde se hubiere reunido el Congreso. El Senado en este caso, nombrará el
Fiscal que deba promover y fenecer el juicio.
5. La Constitución de 1839
Dicha Carta suprimió el término “inamovilidad” de los miembros del Poder Judicial,
aludiendo tan solo a que se ejerce por los Tribunales y Jueces, quienes podrán ser destituidos
por juicio y sentencia legal, además de consagrarse la atribución del Ejecutivo para
trasladados, suspendidos y aún removidos.
Los Magistrados de la Corte Suprema y de las Cortes Superiores eran designados por el
Presidente de la República dentro de las ternas presentadas por el Consejo de Estado. En el
caso de los Jueces de Primera Instancia, el procedimiento era el mismo, pero las ternas las
presentaba la Corte Superior del distrito Judicial.
La Constitución de 1839 repitió, en lo esencial, los dispositivos de las Cartas anteriores sobre
el Poder Judicial.
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6. La Constitución de 1856
Esta Constitución fue dada el 13 de octubre de 1856 y promulgada el 19 del mismo mes.
Señala que la justicia será administrada por los Tribunales y Juzgados, siendo los miembros
del Poder Judicial amovibles, fijando la ley la duración de sus empleos.
Establece una Corte Suprema de Justicia, Cortes Superiores, Juzgados de Primera Instancia
en las Provincias, y Juzgados de Paz en todas las poblaciones. El número de Juzgados de
Primera Instancia en las provincias y el de Juzgados de Paz en las poblaciones, se designará
por una ley.
Los Vocales de la Corte Suprema eran nombrados por el Congreso, a propuesta en terna
doble del Poder Ejecutivo; mientras que los de las Cortes Superiores y los Jueces de Primera
Instancia, lo eran por el Ejecutivo a propuesta en terna doble de las Juntas Departamentales.
Se consagró la publicidad como aspecto esencial de los juicios, pudiendo los Tribunales
discutir en secreto, pero debiendo hacer sus votaciones en alta voz y a puerta abierta. Las
sentencias debían ser motivadas, expresándose la ley o fundamentos en que se apoyan, y
estando prohibido todo juicio por comisión.
7. La Constitución de 1860
Esta Constitución del 10 de noviembre de 1860, fue expedida durante el segundo mandato
de Ramón Castilla.
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Respecto a la regulación del sistema de justicia, mantuvo las características y el contenido
de la Carta anterior, añadiendo que los Vocales y Fiscales de la Corte Suprema serán
nombrados por el Congreso, a propuesta en terna doble del Poder Ejecutivo; los Vocales y
Fiscales de las Cortes Superiores serán nombrados por el Ejecutivo a propuesta en terna
doble de la Corte Suprema; y los Jueces de Primera Instancia y Agentes Fiscales, a propuesta
en terna doble de las respectivas Cortes Superiores. Si ocurriese alguna vacante en la Corte
Suprema durante el receso del Congreso, la Comisión Permanente del órgano legislativo
proveerá interinamente la plaza, a propuesta en terna doble del Poder Ejecutivo.
8. La Constitución de 1867
Conforme se advierte del texto constitucional, los Vocales de la Corte Suprema eran
nombrados por el Congreso, para lo cual aquella debe remitirle –en caso de vacante- una
lista de todos los magistrados que tengan quince (15) años de servicios y de todos los
abogados que tengan veinte (20) años de estudio abierto. Los Vocales de la Corte Superior
eran nombrados por el Congreso a propuesta en terna doble de la Corte Suprema: una de
magistrados con diez (10) años de servicios, y otra de abogados con diez (10) años de estudio
abierto. Los Jueces de Derecho eran nombrados por la corte Suprema a propuesta de la
respectiva Corte Superior; mientras que los de Paz eran nombrados por la Corte Superior
respectiva a propuesta en terna del Juez de Primera Instancia. Los Representantes no pueden
ser propuestos ni elegidos para ninguna Vocalía.
Otra innovación importante en materia judicial era que la ley determinaría la organización
de los Tribunales contencioso–administrativos.
9. La Constitución de 1920
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Fue dictada por la Asamblea Nacional de 1919 y promulgada el 18 de Enero de 1920, cuando
era Presidente Constitucional de la República, Augusto B. Leguía.
Sobre el Poder Judicial estableció que los Vocales y Fiscales de la Corte Suprema serían
elegidos por el Congreso entre diez (10) candidatos, propuestos por el Gobierno de acuerdo
con la ley. Los Vocales y Fiscales de las Cortes Superiores serían nombrados por el Poder
Ejecutivo a propuesta en terna doble de las respectivas Cortes Superiores, de conformidad
con la ley.
Los miembros del Poder Judicial no podrán ser nombrados por el Poder Ejecutivo para
desempeñar ningún cargo político, exceptuándose a los Magistrados de la Corte Suprema
que podrán ser nombrados Ministros de Estado.
Corresponde a la Corte Suprema resolver las competencias que se susciten entre el Poder
Ejecutivo y los Consejos Provinciales en el ejercicio de sus funciones autónomas. Así
mismo, la Corte Suprema ejerce autoridad y vigilancia sobre todos los Tribunales y Juzgados
de la República y funcionarios judiciales, notariales y del Registro de la Propiedad, tanto en
el orden judicial como en el disciplinario, pudiendo corregir, suspender y destituir a los
Vocales, Jueces y demás funcionarios, conforme a ley.
La carrera judicial será determinada por una ley que fije las condiciones de los ascensos. Los
nombramientos judiciales de Primera y Segunda Instancia serán ratificados por la Corte
Suprema cada cinco (05) años, siendo el caso que la no ratificación de un magistrado por la
Corte Suprema, no le priva de su derecho a los goces adquiridos conforme a la ley.
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Se consagró también que la justicia militar no podía por ningún motivo, extender su
jurisdicción sobre personas que no estén en servicio en el Ejército, a no ser en caso de guerra
nacional.
Esta Carta Magna señalaba que el poder de administrar justicia se ejerce por los tribunales y
juzgados, con las garantías y según los procedimientos establecidos en la Constitución y en
las leyes. La ley determinará la organización y las atribuciones de los tribunales militares y
de los demás tribunales y juzgados especiales que se establezcan por la naturaleza de las
cosas.
La innovación está en que el Estado indemnizará a las víctimas de los errores judiciales en
materia criminal, previo juicio de revisión, en la forma que determine la ley; manteniéndose
la acción popular para denunciar los delitos contra los deberes de función y cualesquiera
otros que cometan los miembros del Poder Judicial en el ejercicio de sus funciones; así
como para denunciar los delitos contra la ejecución de las resoluciones judiciales, que
cometan los funcionarios del Poder Ejecutivo.
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Se colige entonces que se intenta promover la creación de una sociedad justa, libre y culta,
sin explotados ni explotadores, exenta de toda discriminación por razones de sexo, raza,
credo o condición social, donde la economía esté al servicio del hombre y no el hombre al
servicio de la economía; con lo cual se aspira –como convivencia- a articular una sociedad
abierta y apta para recibir y aprovechar el influjo de la revolución científica, tecnológica,
económica y social que, por ese entonces, transformaba el mundo.
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Las acciones contencioso-administrativas se interponen contra cualquier acto o resolución
de la administración que causa estado.
Por su parte, el Estado garantiza a los magistrados judiciales: su independencia (solo están
sometidos a la Constitución y la ley), su permanencia en el servicio hasta los setenta (70)
años y la inamovilidad en sus cargos, mientras observan conducta e idoneidad propias de su
función (no pueden ser ascendidos ni trasladados sin su consentimiento) y una remuneración
que les asegura un nivel de vida digno de su misión y jerarquía.
Actualmente nos encontramos regidos por los alcances de la Constitución de 1993 que
establece principios y derechos de la función jurisdiccional.
Al respecto, (Rubio Correa, 1999, pág. 11)acota que si bien tenemos el principio de la
función jurisdiccional su unidad, en la realidad es compartida por los siguientes órganos: el
Poder Judicial, el Tribunal Constitucional (que ejerce jurisdicción en la acción de
inconstitucionalidad y también, como última instancia, en las acciones de garantía de
derechos denegadas en las instancias previas, según Art. 202 de la Constitución de 1993), el
Jurado Nacional de Elecciones (en materias electorales, de referéndum y otro tipo de
consultas populares), el Consejo Nacional de la Magistratura (en materia de evaluación y
ratificación de jueces, cuyas resoluciones tampoco pueden ser revisadas judicialmente (Art.
142° de la Constitución de 1993) y los Tribunales Militares (en aplicación del Art. 173° de
la Constitución de 1993, debiendo señalarse que si bien es cierto que la Corte Suprema casa
sus resoluciones según el Art. 141, ello sólo ocurre en casos de imposición de pena de
muerte, por lo que tendrán jurisdicción propia y totalmente autónoma en los demás casos).
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En tal sentido, debe señalarse que los principios y derechos consagrados en el Art. 139°
resultarían exigibles en aquellas instituciones antes referidas.
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EL PODER JUDICIAL EN LA NORMATIVIDAD LEGAL VIGENTE
Dentro del Estado los actos y responsabilidades son regidos por leyes que el Poder Judicial
debe hacer cumplir. La justicia debe estar al servicio del pueblo por lo que existe un Sistema
Judicial, una organización que permite que el ciudadano pueda acceder a la justicia, según
diferentes niveles e instancias relacionadas con la gravedad de su falta o delito.
En esta concordancia la Ley Orgánica del Poder Judicial en su Sección Primera traza los
principios a lo largo de sus 25 artículos, los que están referidos a la Potestad exclusiva de
administrar justicia, la autonomía e independencia del Poder Judicial, la estructura del Poder
Judicial y define los derechos y deberes de los magistrados, los justiciables y los auxiliares
jurisdiccionales para asegurar el cumplimiento y pleno respeto de las garantías
constitucionales de la administración de justicia, sobre el carácter vinculante de las
decisiones judiciales, respecto de la dirección e impulso del proceso, en cuanto a la tutela
jurisdiccional y debido proceso, sobre los deberes procesales de las partes, de la facultad
sancionadora del Juez, del principio de Publicidad, del derecho de análisis y crítica de las
decisiones judiciales, sobre la pluralidad de instancia, de la motivación de resoluciones, de
lo contencioso administrativo, de la supremacía de la norma constitucional y control difuso
de la Constitución, de la Facultad del justiciable a usar su propio idioma, de la independencia
jurisdiccional del Magistrado, de la especialidad del Magistrado, sobre la excepción a la
especialidad por razón de carga procesal, quejas de hecho, respecto de la sanción por
responsabilidad funcional, iniciativa legislativa de la Corte Suprema, del carácter vinculante
de la doctrina jurisprudencial, de las funciones, de gobierno y órganos encargados de
administrar justicia.
Finalmente como principios señalan cuales son los órganos encargados de administrar
justicia en nombre del pueblo y los que norman, rigen, controlan y ejecutan su propia
actividad institucional y administrativa.
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Como se puede desprender de lo desarrollado en este Capítulo, el Poder Judicial –en tanto
institución del Estado- ha evolucionado conforme a los avances y retrocesos ha tenido el
país en su surgimiento a la vida independiente y en su consolidación republicana; estando
caracterizada su historia –como ahondaremos en el Capítulo siguiente- por una significativa
injerencia del poder político en sus decisiones, sobre todo en cuanto a su organización y
conformación se refiere.
En ese esfuerzo, el Poder Judicial constituye la institución donde recae la expectativa social
que deberá dar respuesta de modo afirmativo, en el sentido de que sí es posible el gobierno
de la Constitución y la Ley, por lo que la judicatura está llamada en esta hora a legitimarse
socialmente y legitimar al propio Estado en la lucha por alcanzar sus objetivos. Un Estado
Constitucional de Derecho tiene que ver directamente, en el caso peruano, con las respuestas
que el Poder Judicial y el Ministerio Público realice para los casos de investigaciones sobre
corrupción etc., lo cual –por cierto- constituye un desafío particular para nuestro Poder
Judicial y a los hombres de derecho en general.
(Cubas Villanueva, 7-10)Bien podría decirse, entonces, que la vigencia del Estado
Constitucional ha quedado, como nunca antes, supeditada a lo resuelto a través de las
sentencias.
DEFINICIONES
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El Poder Judicial en su ejercicio funcional es autónomo en lo político, administrativo,
económico, disciplinario e independiente en lo jurisdiccional, con sujeción a la Constitución.
No existe, ni puede instituirse, ninguna jurisdicción que pueda cumplir esta misma tarea, con
excepción de los organismos de justicia militar y arbitral.
El funcionamiento del Poder Judicial se rige por la Ley Orgánica del Poder Judicial que
establece su estructura orgánica y precisa sus funciones.
Esta ley define los derechos y deberes de los magistrados, quienes son los encargados de
administrar justicia; de los justiciables, que son aquellos que están siendo juzgados o quienes
están solicitando justicia; y de los auxiliares jurisdiccionales que son las personas encargadas
de brindar apoyo a la labor de los integrantes de la magistratura.
La Ley Orgánica del Poder Judicial vigente, tiene su origen en el Decreto Supremo N° 017-
93-JUS promulgado el 28 de Mayo de 1993 y publicado el 2 de Junio del mismo año. Consta
de 304 Artículos, 1 Disposición Complementaria Única y 33 Disposiciones Finales y
Transitorias.
En la Constitución
La Constitución Política del Perú en su artículo 138º, señala: "La potestad de administrar
justicia emana del pueblo y se ejerce por el Poder Judicial a través de sus órganos jerárquicos,
con arreglo a la Constitución y a las Leyes."
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En su ejercicio funcional es autónomo en lo político, administrativo, económico;
disciplinario e independiente en lo jurisdiccional con sujeción a la Constitución y a la Ley
Orgánica del Poder Judicial.
La Ley Orgánica del Poder Judicial determina la estructura del Poder Judicial y define los
derechos y deberes de los Magistrados, justiciables y auxiliares jurisdiccionales.
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CAPITULO II
Juzgados de Paz
•Investigan y sentencian en casos de faltas menores, de acuerdo a su competencia
Investigan o realizan instrucción de los casos que les son presentados (Procesos
Ordinarios).
Resuelven las apelaciones realizadas sobre las sentencias de los Juzgados de Paz
Letrados.
Cortes Superiores
Realizan el juzgamiento o juicio oral en los procesos ordinarios.
Es la última instancia ante la cual se pueden apelar todos los procesos judiciales que
provienen de cualquier Corte Superior de justicia.
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Aprobar el Proyecto de Presupuesto del Poder Judicial propuesto por la
Gerencia General y ejecutarlo una vez sancionado legalmente.
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Asegurar el pago íntegro de las remuneraciones de los magistrados y demás
servidores del Poder Judicial, según lo establecido en esta Ley.
Adoptar acuerdos y demás medidas necesarias para que las dependencias del
Poder Judicial funcionen con celeridad y eficiencia y para que los
magistrados y demás servidores del Poder Judicial se desempeñen con la
mejor conducta funcional.
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Sala Penal: que conoce todos los temas relacionados con el Derecho penal.
Sala Constitucional y Social: que conoce todos los temas relacionados con el
Derecho Constitucional y el Derecho Laboral.
La Corte Suprema se encuentra integrada tanto por Vocales Supremos Titulares y Vocales
Supremos Provisionales, quienes sustituirán a los titulares en caso de vacancia, licencia o
impedimento. Los Vocales Supremos se distribuyen en cada una de las Salas Supremas que
la ley establezca. El Presidente de la Corte Suprema y el Vocal Jefe de la Oficina de Control
de la Magistratura no integran ninguna Sala Suprema. La Corte Suprema consta de tres Salas
Supremas Permanentes (Civil, Penal y Constitucional y Social), pudiendo crearse por ley
Salas Supremas Transitorias. Cada Sala Suprema está integrada por cinco Vocales Supremos
los que eligen un Presidente de entre ellos.
SALA PLENA:
La Sala Plena de la Corte Suprema de Justicia está compuesta por:
Presidente
Vocales
Secretario General
El Consejo Ejecutivo, es el órgano de dirección y gestión del Poder Judicial que tiene a su
cargo las funciones y atribuciones señaladas en la Ley Orgánica del Poder Judicial. Asume
la dirección técnico-administrativa del Poder Judicial y de los Organismos señalados por ley.
El Consejo Ejecutivo tiene domicilio y sede en la ciudad de Lima y ejerce sus funciones y
atribuciones en todo el territorio nacional de acuerdo a la Ley Orgánica del Poder Judicial y
sus Reglamentos.
1. El Presidente del Poder Judicial, quien lo preside y tiene voto simple y voto
dirimente;
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2. Dos Jueces Supremos elegidos por la Sala Plena de la Corte Suprema;
3. Un Juez Superior Titular en ejercicio elegido por los Presidentes de las Cortes
Superiores de Justicia de la República;
4. Un Juez Titular Especializado o Mixto;
Para la designación del Juez Superior Titular, cada Sala Plena de las Cortes Superiores
elegirá un candidato, y los Presidentes de Cortes Superiores, mediante sufragio directo,
elegirán al integrante del Consejo Ejecutivo del Poder Judicial.
Para la designación del miembro señalado en inciso 4) del presente artículo, los jueces
especializados o mixtos titulares elegirán a un representante por cada distrito judicial, los
que se reunirán para elegir entre ellos al Juez que integrará el Consejo Ejecutivo del Poder
Judicial.
En caso de impedimento del Presidente del Consejo Ejecutivo, asume el cargo el Juez
Supremo más antiguo integrante del Consejo.
El Quórum está compuesto por la mitad más uno del número total de Consejeros. Los
acuerdos se adoptan por mayoría simple. Las inasistencias injustificadas, se sancionan con
multa equivalente a tres días de haber total, y se registra en el escalafón. En caso de
reincidencia, además se publicará en el Diario Oficial.
Cada Consejería contará con un equipo profesional técnico especializado en derecho, para
asesorarlo según los requerimientos y necesidades de cada Consejero.
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El control disciplinario a diferencia de la ratificación cumple el propósito de control sobre
el ejercicio de la función jurisdiccional. Para ejercer este control el Estado a creado un
sistema de control disciplinario de los jueces, traducido en una función compartida entre el
Poder Judicial a través de la Oficina de Control Disciplinario y el Consejero Nacional de la
Magistratura.
Este encargo de la nación de un lado a un Poder del Estado (Poder Judicial) y de otro a un
organismo autónomo constitucional (Consejo Nacional de la Magistratura) ha generado
limitaciones como las que señalamos:
Poder Judicial
2. Los Jefes de las ODECMAS designan a los jueces y / o magistrados que tramitan las
investigaciones y procesos disciplinarios instaurados contar los jueces. Siendo que
su mandato es temporal.
Esta organización generó la cultura del “compañerismo” mal fundado, porque diversos actos
de inconducta no han sido debidamente investigados ni sancionados, lo que trajo como
consecuencia la impunidad, e inclusive los pedidos de la sanción destitución ante el CNM,
en su mayoría sólo era para jueces suplente.
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3. Hasta antes de la vigencia de la Ley de Carrera Judicial, en estaba establecida la
tipificación de las inconductas.
MISION Y VISION
Visión
Institución autónoma con vocación de servicio; que enfrente los desafíos del futuro con
magistrados comprometidos con el proceso de cambio, transformación y modernidad; que
se traduzca en seguridad jurídica e inspire plena confianza en la ciudadanía, contando para
ello con un adecuado soporte administrativo y tecnológico.
Misión
"Administrar Justicia a través de sus órganos jurisdiccionales, con arreglo a la Constitución
y a las leyes, garantizando la seguridad jurídica y la tutela jurisdiccional, para contribuir al
estado de derecho, al mantenimiento de la paz social y al desarrollo nacional".
Para el cabal cumplimiento de esta misión es necesario dotar al Poder Judicial de los
siguientes elementos: Magistrados respetados, probos, capaces, éticos y justos y, además,
actualizados en su calificación jurídica.
Crear nuevos sistemas de gestión y modernización para contar con despachos judiciales
modernos, con infraestructura adecuada y sistemas de información actualizados.
OBJETIVOS
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Modernizar la administración de justicia.
Alcanzar una alta calidad de justicia y optimizar el servicio al ciudadano
ESTRATEGIAS:
1. Priorizar
o El acceso a la justicia
o La confianza en el sistema judicial
o Racionalizar la inversión de los recursos a utilizarse en el proceso.
2. Modernizar la estructura del Poder Judicial con las siguientes acciones:
o Romper con los paradigmas tradicionales
o Orientar la institución al servicio del ciudadano
o Buscar el equilibrio entre la oferta y la demanda de los servicios judiciales.
3. Promover el incremento de la productividad a través de:
o La sistematización de los procesos y procedimientos
o La racionalización de los recursos humanos
o La permanente capacitación y evaluación.
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CAPITULO III
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10. El principio de no ser penado sin proceso judicial.
11. La aplicación de la ley más favorable al procesado en caso de duda o de conflicto
entre leyes penales.
12. El principio de no ser condenado en ausencia.
13. La prohibición de revivir procesos fenecidos con resolución ejecutoriada. La
amnistía, el indulto, el sobreseimiento definitivo y la prescripción producen los efectos
de cosa juzgada.
14. El principio de no ser privado del derecho de defensa en ningún estado del proceso.
Toda persona será informada inmediatamente y por escrito de la causa o las razones de
su detención. Tiene derecho a comunicarse personalmente con un defensor de su elección
y a ser asesorada por éste desde que es citada o detenida por cualquier autoridad.
15. El principio de que toda persona debe ser informada, inmediatamente y por escrito,
de las causas o razones de su detención.
16. El principio de la gratuidad de la administración de justicia y de la defensa gratuita
para las personas de escasos recursos; y, para todos, en los casos que la ley señala.
17. La participación popular en el nombramiento y en la revocación de magistrados,
conforme a ley.
18. La obligación del Poder Ejecutivo de prestar la colaboración que en los procesos le
sea requerida.
19. La prohibición de ejercer función judicial por quien no ha sido nombrado en la forma
prevista por la Constitución o la ley. Los órganos jurisdiccionales no pueden darle
posesión del cargo, bajo responsabilidad.
20. El principio del derecho de toda persona de formular análisis y críticas de las
resoluciones y sentencias judiciales, con las limitaciones de ley.
21. El derecho de los reclusos y sentenciados de ocupar establecimientos adecuados. 22.
El principio de que el régimen penitenciario tiene por objeto la reeducación,
rehabilitación y reincorporación del penado a la sociedad.
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RECOMENDACIONES
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CONCLUSIONES
1. Deben ejecutar las normas, la ley orgánica del Poder Judicial, la Ley
de la Carrera Judicial, las propuestas de reformas del Poder Judicial, que se
encuentran rezagados a la espera de su aplicación, reestructuración y vigencia de
las mismas.
2. Mayor alcance de la justicia en todos los lugares del país y mayor
participación de los Colegios profesionales, universidades (específicamente las
facultades de Derechos) que brinden una preparación adecuada a futuros jueces y
operadores de justicia.
3. El Poder Judicial, específicamente los jueces administran justicia por
mandado de la voluntad social expresada en la Constitución vigente, mandato que
no solo les otorga el poder necesario para poder cumplir con las funciones del
Poder Judicial, también, esa voluntad está legitimando como el único titular
de las funciones jurisdiccionales en el Perú. En tal razón, los jueces cumplen el
mandato constitucional en el marco del estado social y democrático de derecho; es
decir, que en toda actuación de sus funciones tienes que respetar y garantizar los
principios de libertad e igualdad, especialmente, los derechos fundamentales.
4. La ausencia de un valor tan importante como es la moral entre los
magistrados y operadores judiciales, ya que la administración de justicia no cuenta
con sólidas bases morales es decir se ha llegado a concluir que uno de los problemas
existentes aún es la corrupción que existente entre algunos magistrados y personal
judicial, por lo que se debería sancionar a los magistrados por lo que la corrupción
ha hecho colapsar el orden ético del Poder Judicial, adquiriendo dimensiones
sistémicas, convirtiéndose en un problema central y primordial del Poder Judicial
peruano, sin tener en cuenta que el Poder Judicial, es una de las instituciones pilares
de primer orden que debe garantizar el sistema democrático y que tiene autonomía
propia.
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BIBLIOGRAFÍA
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Palestra.
Gutierrez Paredes, R. (s.f.). Abusos y reformas del poder judicial en todos sus lados. Lima:
Universo.
http://www.congreso.gob.pe/ntley/ConstitucionP.htm. (s.f.).
Rubio Correa, M. (1999). estudio de la contitucion de 1993. Lima: Pontificia Universidad Catolica
del peru Fondo.
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