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Trabajo práctico N° 1

Por “Artemis” Daniel Alejandro Olivares Mendoza, Facundo Zygier,


Miguel Angel Tastaca y Renata Matirien

Consigna 1: El distanciamiento de la experiencia cotidiana y el sentido común.


Los seres humanos damos miles de cosas por sentado en nuestro día a día. Desde que nos
levantamos hasta acostarnos, prestamos tan poca atención al funcionamiento interno de
aquello que nos rodea, que nos es fácil decir que las cosas pasan simplemente porque son así.
Un sociólogo no acepta esta respuesta como válida. Para él, incluso el acto más trivial tiene
un valor sociológico que merece ser estudiado. Esto requiere, o por lo menos genera, un
distanciamiento entre el sociólogo y la normalidad apática con la que aceptamos los
mecanismos del día a día, osea, el sentido común.
Para esto, es preciso cuestionarnos a sangre fría incluso la más obvia de las preguntas y
responderlas desde un punto de ventaja que solo nos puede otorgar la imaginación
sociológica.
Consigna 2: La imaginación sociológica
La imaginación sociológica es el modo de pensar que utilizamos al analizar un proceso que
llevamos asimilado en nuestra cotidianidad, como si fuese un objeto completamente ajeno a
nosotros. Por ejemplo, podemos hacernos la siguiente pregunta que, a priori, es altamente
trivial y obvia: ¿Existió siempre el amor como lo conocemos?
Si bien podemos asumir que el amor como sentimiento es inherente al género humano, no
podemos decir lo mismo de la estructura social que este genera. Actualmente, las costumbres,
libertades y tabúes relacionados al amor son distintas a las de épocas pasadas. Hoy, la gente
da por sentadas cosas como los rituales de cortejo, la convivencia previa a la unión oficial, la
equidad de derechos y obligaciones en la pareja, la duración de las relaciones, etc.
Luego, aunque podemos hasta cierto punto analizar estas costumbres propias
introspectivamente, nos será muy difícil examinar estos fenómenos sociológicamente hasta
que los comparemos con la aproximación de generaciones pasadas o grupos sociales distintos
a estos mismos tópicos. Es este distanciamiento y contraste el que nos da la imaginación
sociológica. Sin ella, caeríamos en los vicios señalados en la primera consigna: la
normalización de estos hechos y la asumpción de que la manera en la que obran estas
estructuras sociales son simplemente la manera en la que suceden las cosas.
Consigna 3: Las redes de independencia y la relación estructura-agencia
Los individuos persiguen objetivos que indefectiblemente terminarán chocando con otros.
Las sociedades se encuentran estructuradas por la magnitud de saberes públicos, y la
confrontación yacerá en la disputa y choque de sus respectivos intereses . No obstante, es
indispensable dar cuenta de un cierto equilibrio entre Estructura y Agencia: La estructura
influye el comportamiento humano, y los humanos son capaces de cambiar las estructuras
sociales en las que habitan. De esta manera, la relación estructura- agencia, y la misma
estructura irán evolucionando y renovándose constantemente.
Es por eso que se definirá la existencia de las llamadas Redes de interdependencia, que son
la relación consecuente y pseudo simbiótica entre la Estructura y la Agencia en una sociedad.
Bibliografía:

Anthony Giddens (1991). Sociología.

Emilie Durkheim (1895). Las reglas del método sociológico.

Zygmunt Bauman y Tim May (1990). Pensando sociologicamente.

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