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Introducción

Hoy en día los dispositivos diferenciales están reconocidos en el mundo entero como un
medio eficaz para asegurar la protección de personas contra los riesgos de la corriente
eléctrica, en baja tensión, como consecuencia de un contacto indirecto o directo. Para
optimizar la elección y la utilización de un dispositivo diferencial es necesario un buen
conocimiento de las instalaciones eléctricas y los diversos tipos de receptores, así como
de los Esquemas de Conexión a Tierra (ECT), de las tecnologías existentes en
protección diferencial y de sus posibilidades.
En las instalaciones eléctricas, los contactos directos e indirectos están siempre
asociados a una corriente de defecto que no regresa a la fuente de alimentación por los
conductores activos debido a que en algún punto de uno de dichos conductores activos
ha habido alguna corriente de fuga a tierra. Dichos contactos representan un peligro para
las personas y la presencia de dichas corrientes supone también en algunos casos un
riesgo de deterioro o destrucción para los receptores o las instalaciones. El objetivo
fundamental de los Dispositivos Diferenciales Residuales (DDR), será detectar las
corrientes de defecto de fuga a tierra anteriores, también denominadas corrientes
diferenciales residuales, y actuar interrumpiendo el circuito eléctrico en caso de que
dichas corrientes supongan algún peligro para las personas o los bienes (fig. 1.1).
Además, los diferenciales vigilan permanentemente el aislamiento de los cables y de los
receptores eléctricos, gracias a ello, algún modelo de diferencial, en algún caso se
emplea para señalizar una bajada del aislamiento, o bien reducir los efectos destructivos
de una corriente de defecto. Un Dispositivo Diferencial Residual (DDR), que
habitualmente se denomina “diferencial”, es un dispositivo de protección asociado a un
captador toroidal, por el interior del cual circulan todos los conductores activos de la
linea a proteger (fase/s y neutro). Su función es la de detectar una diferencia de corriente
o más exactamente una corriente residual. La existencia de una corriente diferencial
residual es la consecuencia de un defecto de aislamiento entre un conductor activo y una
masa o la tierra. Esta corriente emprende un camino anormal, generalmente la tierra,
para retornar a la fuente de alimentación. El diferencial está generalmente asociado a un
aparato de corte (interruptor, interruptor automático, contactor), para realizar la apertura
automática del circuito con el defecto.

Fig 1.1 Defecto de aislamiento


DEFINICIÓN :
Un interruptor diferencial (ID), también conocido como RCD, RCCB o dispositivo
diferencial residual (DDR), es un dispositivo electromecánico que se instala en las
instalaciones eléctricas de corriente alterna con el fin de proteger a las personas de
accidentes directos e indirectos provocados por el contacto con partes activas de la
instalación (contacto directo) o con elementos sometidos a potencial debido, por
ejemplo, a una derivación por falta de aislamiento de partes activas de la instalación
(contacto indirecto). También protegen contra los incendios que pudieran provocar
dichas derivaciones.
Es un dispositivo de protección muy importante en toda instalación, tanto doméstica,
como industrial, que actúa conjuntamente con la puesta a tierra de enchufes y masas
metálicas de todo aparato eléctrico. De esta forma, el ID desconectará el circuito en
cuanto exista una derivación o defecto a tierra mayor que su sensibilidad. Si no existe la
conexión a tierra y se produce un contacto de un cable u elemento activo a la carcasa de
una máquina, por ejemplo, el ID no se percatará hasta que una persona no aislada de
tierra toque esta masa, entonces la corriente recorrerá su cuerpo hacia tierra provocando
un defecto a tierra y superando ésta la sensibilidad del ID, que disparará protegiendo a
la persona y evitando así su electrocución.
La utilización de la corriente eléctrica supone siempre unos riesgos para las personas, las
instalaciones eléctricas y los propios receptores eléctricos. Los dispositivos diferenciales
residuales o diferenciales se encargan de proteger contra estos riesgos.

Riesgo de incendio

El 30% de los incendios que se producen en los edificios domésticos e industriales son debidos
a un defecto eléctrico. El defecto eléctrico más habitual es el que está causado por el deterioro
de los aislantes de los cables de la instalación debido entre otras a estas causas:

 Rotura brusca accidental del aislante del conductor.


 Envejecimiento y rotura final del aislante de un conductor.
 Cables mal dimensionados, sometidos periódicamente a sobrecargas de corriente que
recalientan excesivamente los cables en los que se acelera su proceso de
envejecimiento. Una corriente de fuga a tierra superior tan sólo a 300 mA,
superpuesta a la corriente de carga normal del cable, puede efectivamente generar
una sobreintensidad suficiente para que el aislante justo en el punto donde se produce
la fuga se caliente, se vaya fundiendo dejando poco a poco el conductor desnudo hasta
provocar un accidente: la corriente de fuga que atraviesa el aislante deteriorado crea
un arco eléctrico cuyo calor intenso inflama al aislante, y a cualquier material
inflamable en contacto con el mismo, provocando así un incendio.

Destrucción de receptores

El aislamiento de algunos receptores se deteriora a lo largo del tiempo debido a las


siguientes causas posibles:
 Calor generado por el propio funcionamiento del aparato. c Sobrecargas
periódicas o ocasionales a las que puede estar sometido.
 Agresiones del entorno donde está funcionando el aparato.
 Desgaste del material y pérdidas de estanqueidad en los receptores. Aparte de
la destrucción del propio receptor existe el riesgo de electrocución para las
personas e incendio de las instalaciones.

Los efectos de la corriente eléctrica en las personas

Los efectos fisiopatológicos de la corriente eléctrica en las personas (tetanización, quemaduras


externas, internas, fibrilación ventricular y paro cardíaco) dependen de diferentes factores: las
características fisiológicas del ser humano afectado, el entorno (húmedo o seco, por ejemplo)
y también las características de la corriente que atraviesa el cuerpo. La función principal de los
diferenciales es la protección de las personas, y por tanto es evidente que para una perfecta
puesta en servicio de estos aparatos es necesario conocer los umbrales de sensibilidad de los
seres humanos, y los riesgos a los que están expuestos. El Comité Electrotécnico Internacional
(CEI) ha estudiado el problema con el objetivo de unificar, a nivel mundial, las opiniones o
puntos de vista.

La impedancia del cuerpo humano.

En la norma UNE 20572 partes 1 y 2, basada en la norma internacional CEI 479 partes 1 y 2, se
tratan en detalle los efectos de la corriente que atraviesa el cuerpo humano. Los daños
sufridos por las personas que son atravesadas por una corriente eléctrica dependen
esencialmente de su intensidad y del tiempo de paso. Esta corriente depende de la tensión de
contacto que se aplica sobre la persona, así como de la impedancia que encuentra durante su
recorrido a través del cuerpo humano. Esta relación no es lineal, pues esta impedancia
depende del trayecto a través del cuerpo, de la frecuencia de la corriente y de la tensión de
contacto aplicada, así como de la humedad de la piel. A modo orientativo se suelen considerar
los siguientes valores medios para la resistencia del cuerpo humano, a la frecuencia normal de
60 Hz: 1600 Ω en medio seco, 800 Ω en medio húmedo, 200 Ω si el cuerpo está sumergido.

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