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Higiene Laboral

La higiene laboral está relacionada con las condiciones ambientales de trabajo que garanticen la
salud física y mental y con las condiciones de bienestar de las personas.

La higiene laboral se refiere a un conjunto de normas y procedimientos que buscan


proteger la integridad física y mental de los trabajadores, vigilar los riesgos de salud
inherentes a las tareas del puesto y al ambiente físico donde las realiza.

Entendemos salud como un estado de bienestar físico, mental y psicológico, y no


solo como la ausencia de males o enfermedades.

La higiene laboral se encarga de prevenir los males laborales a partir del estudio del
hombre y por otra parte de su ambiente laboral.
Tienen carácter preventivo ya que tienen por objeto la salud y comodidad del
trabajador, evitando que se enferme y se ausente provisional o definitivamente del
trabajo.

Tiene por objetivos:

Conservar la salud del personal que labora en la empresa.

Incrementar la productividad mediante el control del ambiente laboral.

Eliminar las causas que producen enfermedades en el personal de la empresa.

Prevenir la aparición de males y enfermedades.

Reducir los efectos nocivos ocasionados por el trabajo en personas enfermas o que
presentan discapacidades físicas.
Los principales elementos del programa de higiene laboral están
relacionados con:

1. Ambiente físico de trabajo que implica:

Iluminación: Luz adecuada a cada tipo de actividad

Ventilación: remoción de gases, humo y olores desagradables, así como la


eliminación de posibles generadores de humo o empleo de mascaras.

Temperatura: mantenimiento de niveles adecuados de temperatura

Ruido: eliminación de ruidos o utilización de protectores auriculares

2. Ambiente psicológico de trabajo incluye:

Relaciones humanas agradables

Tipo de actividad agradable y motivadora

Estilo de gerencia democrática y participativa

Eliminación de posibles fuentes de stress

3. Aplicación de principios de ergonomía que incluye :

Máquinas y equipos adecuados a las características humanas

Mesas e instalaciones ajustadas al tamaño de las personas

Herramientas que reduzcan la necesidad de esfuerzo físico humano

4. Salud Ocupacional

Una manera de definir salud ocupacional es la ausencia de enfermedades.


Sin embargo riesgos de salud físicos y biológicos, tóxicos y químicos, así
como condiciones estresantes , pueden provocar daños a las personas en el
trabajo
Sugerencias para volver saludable el ambiente de trabajo:

Asegúrese de que las personas respiren aire fresco

Evite materiales sospechosos que emitan olores o toxinas

Proporcione un ambiente libre de humo

Preste atención a las quejas de las personas

Proporcione equipos adecuados


Estre s en el Trabajo
Uno de los problemas más habituales en la actualidad relacionados con el trabajo es el
estrés laboral. La consecuencia más inmediata de los cuadros de estrés laboral en el
trabajo es el aumento de errores en la ejecución de tareas.
Se produce un déficit de atención que lleva implícita una bajada de rendimiento y descenso
en los niveles de motivación.

¿Qué es el estrés laboral?


El estrés laboral es una consecuencia de distintas situaciones que se producen en
nuestro día a día del trabajo y de distintos factores que afectan a su salud mental y
física.

Hablamos de estrés laboral cuando se produce una discrepancia entre la demanda


laboral y los recursos del trabajador para hacerlas frente. El problema consiste en
que nuestro cuerpo tiene unos recursos limitados, ocasionando al trabajador un
estado de agotamiento tanto físico como mental. Esto supone una seria amenaza
para la salud y el bienestar del trabajador, afectando a sus relaciones familiares y
emocionales.

Entre las múltiples causas que producen el estrés laboral, vamos a elaborar una
lista con las más habituales y que tienen que ver de forma más directa con este
problema.

Causas del estrés laboral


Se podrían mencionar algunas causas del estrés laboral:

 Las expectativas económicas, salario insuficiente


 La presión por parte del empresario, mobbing o acoso laboral
 Las actividades de gran responsabilidad
 Las funciones contradictorias del trabajador
 Motivaciones deficientes
 La ausencia de incentivos
 Los conflictos entre empleados o empresarios
 Cargas excesivas de trabajo
 La exposición a riesgos físicos constantes
 Jornadas de trabajo excesivas
 Ritmo de trabajo acelerado
 La preocupación por el despido
 La falta de posibilidades para conciliar la vida laboral con la personal
 El factor tiempo: En también muchas ocasiones se da el caso de que las tareas
necesitan ser ejecutadas en tiempo récord. A veces porque no nos organizamos
bien y se nos echa el tiempo encima y otras veces porque son tareas urgentes e
inmediatas que hay que tener para nuestros jefes lo antes posible. Lo que hay que
hacer es tener en cuenta de si la tarea requerida va a poder ejecutarse en el tiempo
que nos lo piden. Si no es así, pedir ayuda es algo que no sólo no es malo sino que
además aligera nuestra carga mental.
 La autoexigencia: Tratar de tener todo ya es algo que en ocasiones más que
nuestros responsables o jefes nos lo exigimos nosotros mismos. No nos damos
cuenta que nuestro nivel de auto exigencia, si es elevado, puede suponer una carga
mayor a las que ya exigen las tareas del día a día.
 Las relaciones laborales con el equipo de trabajo: Cuando se producen tensiones o
fricciones y trabajamos junto a personas que consideramos no están siendo éticas
en su manera de actuar, se produce una sensación de desamparo, agobio y
desaliento. También ocurre cuando percibimos cierto acoso laboral. El estrés
laboral, en este caso, se presenta como un factor añadido.

Efectos sobre el trabajo del estrés laboral


 Bajo nivel de productividad
 Absentismo (no justificado o por enfermedad)
 Relaciones laborales casi nulas
 Dificultad de concentración y memorización
 Desorganización laboral

Otro de los síntomas de estrés laboral en el trabajador es el denominado Burnout.

El síndrome se detecta en el 7.5% de las personas antes de los 5 años de ejercicio


profesional o laboral, y en el 25% antes de los 10 años de desempeño,
constituyéndose en un problema de salud pública.

Las fases del estrés laboral


Las fases del estrés laboral sirven para identificar los distintos estadíos que se
suceden hasta los episodios negativos que tiene el estrés en el trabajador. Es
importante detectarlos porque así se puede trabajar con ellos de distinta manera
para intentar que la evolución no repercuta de forma negativa en el trabajador.

Hay que tener en cuenta que cada fase no tiene una duración determinada puesto
que depende de la resistencia al estrés que tenga la propia persona. Las fases del
estrés laboral son tres:

1. La primera fase es la de alarma. Es la reacción natural del organismo frente a


una causa estresante. El individuo se prepara para hacer frente a algo que
considera hostil y que es externo. La liberación de cortisol o adrenalina es lo
que provoca que se tenga un mayor ritmo cardíaco, la respiración más
acelerada y algo de ansiedad. Esta fase suele durar de forma general poco
tiempo.
2. La segunda fase es la llamada de resistencia. Cuando la situación
amenazante se prolonga en el tiempo, nuestro cuerpo genera cierta
resistencia activa frente al estrés para no caer en síntomas de agotamiento.
Es la sensación de normalizar la situación o de controlarla pero el trabajado
consume más recursos que al principio. La resistencia al estrés es lo que
determina la duración de esta etapa. Si los factores que causan el estrés al
trabajador se siguen prolongando en el tiempo, damos paso a la siguiente
fase.
3. La tercera y última fase es el agotamiento. Aquí es donde el denominado
Burnout hace acto de presencia. Se da un agotamiento fisiológico del
trabajador. Afecta tanto a la mente como al físico, puesto que el organismo
no puede seguir respondiendo a esa amenaza externa y las agresiones de su
entorno. Si se prolonga mucho más, puede tener consecuencias para la
salud. Aquí comienzan los descensos de rendimiento debido a esa debilidad
emocional y física.

Manifestaciones clínicas más frecuentes


Entre las manifestaciones clínicas más frecuentes de tipo psicosomático se hallan:
fatiga crónica, dolor de cabeza, alteración del sueño, baja de peso, gastritis y dolor
muscular.

Se señalan entre las manifestaciones conductuales: ausentismo laboral, abuso de


sustancias (café, alcohol, tabaco, psicofármacos), aumento de conductas violentas,
relaciones humanas superficiales y comportamiento de alto riesgo.

Entre las alteraciones emocionales: aburrimiento y actitud cínica, distanciamiento


afectivo, impaciencia e irritabilidad, sentimiento de omnipotencia, dificultad para la
concentración, depresión y/o ansiedad y conflictos con el grupo familiar

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