Sie sind auf Seite 1von 13

El elfo cantor

3 Minutos de Lectura

Descripción: Santa y sus ayudantes tendrán que lidiar con un elfo muy desafinado, si quieren
salvar la Navidad.

Personajes: Santa Claus, Bruno, Anita, Elías, Horacio

ACTO ÚNICO

En el taller de Santa todos están preparando los juguetes para Nochebuena, pero hay un pequeño
detalle que impide que los elfos puedan trabajar como de costumbre. Bruno, el más alegre de los
elfos, se ha puesto a cantar un desafinado villancico. Tres de sus compañeros lo observan
cubriéndose los oídos.
Anita: ¡Ya lleva casi una hora cantando! Así no podemos concentrarnos.
Elías: Pues alguien tiene que decirle que pare.
Horacio: ¡Yo lo haré! Será un placer decirle que se calle de una vez por todas.
Anita: ¡No, Horacio! Podrías herir sus sentimientos, ya sabes que Bruno es muy sensible.
Elías: Sí, la última vez que alguien le dijo que tocaba mal el ukelele, se la pasó llorando tres días.
Santa Claus entra en escena, consternado al ver que nadie trabaja.
Santa Claus: ¿Pero qué sucede, pequeños? ¿Por qué no están terminando de ensamblar los
juguetes? Ya mañana es Nochebuena.
Anita: Ay Santa, es que no podemos concentrarnos con las canciones de Bruno. Canta muy mal,
pero nadie se atreve a decírselo porque ya sabes lo especial que es.
Santa Claus: ¡Santos osos polares! Pues la verdad es que no es muy afinado… tendré que arreglar
esto.
Elías: Cuidado, Santa. Si Bruno se pone a llorar, ahora sí nadie va a poder trabajar en la fábrica.
Santa Claus se acerca a Bruno, con una sonrisa nerviosa.
Santa Claus: Es muy linda esa canción que cantas Bruno, pero ¿no estás un poco cansado de cantar
villancicos?
Bruno: Para nada Santa, ¡podría cantar todo el día!
Santa Claus: Ah… ¿y qué te parece si cantas algo… distinto?
Bruno: Puedo cantar una canción navideña de rock.
Saca su guitarra eléctrica y toca desafinadamente, para horror de todo el taller.
Santa Claus: ¡No, no! ¡eso no!
Bruno: ¿Un rap, tal vez?
Bruno comienza a bailar hip hop mientras canta una absurda canción navideña.
Bruno: Feliz Navidad… Feliz Navidad… época de dar… ¡época de amar!
Santa Claus: Eh… no, no amiguito…
Bruno: Entonces, ¿qué tal algo de ópera?
Haciendo como si fuera un tenor, Bruno entona otro villancico con resultados desastrosos,
mientras Santa se rasca la cabeza. Horacio pierde la paciencia.
Horacio: ¡Solo cállate! ¡Nadie quiere que cantes nada! ¡No podemos trabajar con tus berridos!
Bruno lo mira con sorpresa, mientras Elías y Anita parecen apenados.
Bruno (desilusionado): Oh, así que era eso… perdón, no sabía que molestaba.
Santa Claus: No es que molestes, Bruno. Es que tus amigos no se pueden concentrar y ya mañana
es Nochebuena, ¿comprendes?
Anita: Anímate, Bruno. ¿Qué dices si nos ayudas para terminar temprano y organizar la fiesta de
Navidad?
Elías: Sí, la música estará tan fuerte que podrás cantar sin molestar a nadie.
Anita le da un codazo, pero Bruno sonríe.
Bruno: ¡Una fiesta! ¡Sí! ¿Por qué no lo dijeron antes? ¡Venga, todos a trabajar, rápido!
Horacio: ¿Quién diría que la solución era tan sencilla como mencionar la palabra «fiesta»?
Los elfos se ponen a arreglar y pintar los juguetes mientras Santa Claus sonríe satisfecho.
Una blanca mentira

3 Minutos de Lectura

Descripción: Malena es una chica que sueña con cantar pero nadie se atreve a decirle que no tiene
talento. ¿Qué ocurrirá cuando se presente en un concurso escolar?

Personajes: Malena, Cristina, Tomás, Iker, Compañeros de colegio

PRIMER ACTO

Cristina se encuentra en su habitación, escuchando con cara de sufrimiento la desafinada voz de


su hermana, Malena, fuera de escena. A su lado sus amigos, Iker y Tomás la miran con espanto.

Tomás: Cristina, esto no puede seguir así, ¿cuándo le vas a decir a tu hermanita que no sabe
cantar?

Cristina: Por favor chicos, síganme la corriente. Malena está muy ilusionada… ya se le pasará…

Malena entra en escena, sonriente.

Malena: Oh, hola chicos, espero no haberlos molestado con mi canto. Es que tenía que ensayar,
¿saben?

Cristina: ¿Molestarnos? Para nada hermanita, ¡eres grandiosa!

Iker (sarcástico): Sí, sí, diste todo un espectáculo.

Cristina le da un codazo a Tomás.

Tomás: Ah… eh, sí, sí… tienes una voz muy… singular.

Malena: Que bueno que piensen así, ¡por que voy a presentarme en el concurso escolar de
talentos!

Cristina y los chicos se miran con espanto.

SEGUNDO ACTO

Frente al escenario y delante del público, unos actores se sientan para presenciar el show de
talentos de la escuela. Un brillante cartel decora el escenario donde Malena se prepara para
cantar. A un lado del escenario, su hermana y Tomás la observan preocupados.

Cristina: Esto va a ser un maldito desastre.

Tomás: Y que lo digas.

Iker entra en escena sonriente.


Iker: Tranquilos chicos, que he desactivado el micrófono. Malena no hará el ridículo esta noche…
al menos no aquí.

Cristina: ¡Iker, eres asombroso!

La música de la canción comienza y Malena canta, sin lograr hacerse oír frente al público.

Malena: ¿Qué? ¿Qué pasa? ¡Oigan, este micrófono está descompuesto! (La música para).

Cristina y sus amigos chocan sus manos con complicidad.

Malena: Oh bueno, que diablos. Menos mal que traje mi propio micrófono, una cantante
profesional siempre debe estar preparada.

Para horror de sus amigos y Cristina, saca un micrófono de una caja cercana, lo conecta y se pone
a cantar.

El público abuchea a Malena y le lanza bolas de papel, haciéndola huir despavorida. Cristina y los
chicos se miran con desanimo.

TERCER ACTO

Malena se encuentra en el salón de música, sentada en el suelo y pensativa. Entran en escena su


hermana y sus amigos.

Cristina: Malena, lamento mucho lo del concurso.

Malena: No importa, Cris. Estaba pensando, tal vez cantar no sea lo mío.

Tomás: ¡Gracias a Dios!

Malena: Sí, obviamente esos chicos no saben nada de música. Digo, ¿viste lo envidiosos que eran?
No quiero incomodar a nadie con este don, el mundo aun no está preparado para algunos talentos
como el mío.

Iker: Tienes que estar bromeando.

Malena: Así que voy a enfocarme en mi otra gran pasión. ¡El violín! (Se levanta y toma el
instrumento, para empezar a tocarlo apasionadamente).

Los chicos se cubren los oídos al escucharla, pues lo hace muy mal.

Malena: ¿Qué tal? No está tan mal, ¿o sí?

Cristina y sus amigos se miran entre sí, consternados.

Cristina, Iker, Tomás: Oh, claro, claro. Lo haces muy bien, sí…

Malena sonríe y continúa torturándolos con el sonido del violín. FIN


La abuelita aprovechada

3 Minutos de Lectura

Descripción: Magda nunca puede negarle favores a su abuelita, lo que le provoca muchos
problemas. ¿Podrá cumplir con su cometido de decirle que no?

Personajes: Magda, Dora, Doña Matilde, Julio

PRIMER ACTO

Magda, una chica joven y guapa, se encuentre dando vueltas en la sala de estar de su casa,
visiblemente nerviosa.

Dora: ¿Quieres dejar de moverte, Magda? Me vas a marear con tanta vuelta,

Magda: Ay Dora, es que mi abuelita Matilde viene en camino, ¡y tú ya sabes como es ella!

Dora: Pues eso te pasa por dejarte pisotear, sabes muy bien que doña Matilde se aprovecha
mucho de ti. ¡Y tú que nunca le dices que no! Pareces su perrito faldero.

Magda (dando un pisotón en el suelo): ¡Eso no es cierto! Ya ves a ver, esta vez le voy a decir que lo
siento, pero no siempre puede salirse con la suya. ¡Y voy a ser firme!

Doña Matilde (entrando por la puerta): ¿Con quién vas a ser firme, Magdita?

Magda: ¡Con nadie, abuelita! Pasa, pasa, ¿quieres algo de tomar? (Ayudándola a sentarse).

Dora: Este será un largo día.

SEGUNDO ACTO

Doña Matilde se encuentra sentada frente al televisor, con sus pies sobre un taburete, una bebida
y botanas. A su alrededor, las chicas limpian la casa.

Doña Matilde: Magdita, ¿ya terminaste de desempacar mis cosas?

Magda: Claro, abuelita.

Doña Matilde: ¿Sabes? No tuve tiempo de lavar mi carro antes de viajar. ¿Crees que podrían…?

Dora: Ah no, ¡eso sí que n..!

Magda: Ya vamos, abuelita. (Toma de la mano a su amiga y sale de escena).

Doña Matilde: Que bueno es tener a chicas tan serviciales.

TERCER ACTO
Dora y Magda entran en escena, exhaustas.

Dora: ¡Magda, ya estuvo bien! Esto no puede continuar así, ¡o le dices a tu abuelita que pare con
sus exigencias o se lo digo yo! ¡Mira nada más como nos trata! ¡Hoy es sábado, por el amor de
Dios!

Doña Matilde entra por la puerta, muy sonriente.

Doña Matilde: ¡A que no sabes, Magdita! No te conté que ayer por la tarde estuve hablando con
mi amiga Clotilde, la pobre anda muy angustiada por su nieto, que es nuevo en la ciudad. ¡Le dije
que estarías encantada de salir con él!

Magda (molesta): ¡Ah no, abuelita! ¡Eso sí que no! Puedo soportar muchas cosas, ¡pero no que me
hagas citas con los nietos de tus amigas!

Doña Matilde (sorprendida): Pe-pero Magdita…

Magda: ¡He dicho que no, abuelita! ¡No pienso salir con ningún desconocido! Lo siento, pero todo
tiene un límite y hasta aquí ha llegado. ¡No!

Un muchacho alto y atractivo entra en ese momento, sonriendo.

Julio: Buenas tardes, Doña Matilde. Espero no haber llegado tarde.

Magda y Dora se lanzan una mirada de sorpresa.

Doña Matilde: Ay Julio, hijito. Qué pena, pero es que… fíjate que mi nieta me acaba de decir que…

Magda: ¡Qué será un placer conocernos! (Magda sonríe y va hacia él para colgarse de su brazo). Ay
abuelita querida, tú siempre pensando en mí. ¿Nos vemos?

La pareja sale de escena mientras Dora se cruza de brazos.

Dora: ¿Y yo qué? ¡Luego de todo este trabajo!

Doña Matilde: ¿Qué dices, hijita?

Dora: ¡Nada!
El prospecto equivocado

3 Minutos de Lectura

Descripción: Aranza se muere por conquistar al hermano de su mejor amiga. ¿Le dará una fiesta la
oportunidad perfecta para acercarse a él?

Personajes: Aranza, Mauricio, Jimena, Jimmy, Invitados de la fiesta

PRIMER ACTO

Jimena y Aranza, dos amigas jóvenes, se encuentran en su departamento, al parecer muy


emocionadas.

Jimena: Ay Aranza, no puedo creer que mi hermano venga de visita, hace un montón que no nos
vemos.

Aranza: Sí, amiga, yo ya ni me acuerdo de él. La última vez que lo vi era un niñito.

Jimena: Bueno, hoy Mauricio está a punto de graduarse como diseñador gráfico. ¡Y estoy segura
de que la pasaremos genial!

Alguien toca a la puerta y Jimena acude a abrir. Grita de emoción al ver a un chico alto, fornido y
muy apuesto que le sonríe.

Jimena: ¡Hermanito!

Mauricio: ¡Jime, que gusto verte!

Ambos se abrazan mientras Aranza lo mira con la boca abierta.

Aranza: ¡¿Mau, eres tú?! ¡Pero si estás hecho un bombón!

Mauricio: Jaja, gracias por el halago. Supongo que esas clases en el gimnasio han servido.

Aranza: Y bastante. (Se acerca a él y lo toma del brazo). ¡Ven! Voy a mostrarte donde vas a dormir.
Van a ser unos días súper divertidos.

Ambos salen de escena y poco después Jimena los sigue, arrastrando las maletas de su hermano.

SEGUNDO ACTO

Aranza se encuentra en la sala de estar, mirando su teléfono. En ese instante entra Mauricio en
escena, recién salido de la ducha y con una toalla en la cintura.

Aranza: ¡Mau! Jejeje… hola. ¿Vas a salir?

Mauricio: Me invitaron a una fiesta, pensé que tal vez podríamos ir juntos.
Aranza: ¿Juntos? ¿Hablas en serio?

Mauricio (sonriendo): Claro, me ha encantado pasar tiempo contigo, Aranza. Creo que nos hemos
vuelto muy cercanos, ¿no te parece?

Aranza: Claro Mau, yo también me siento de la misma manera. Y me encantará ir contigo a esa
fiesta.

Mauricio: Estupendo, porque esta noche quiero decirte algo muy importante. Voy a vestirme y nos
vamos.

Mauricio sale de escena y Aranza sonríe maliciosamente.

Aranza: Esta noche voy a arrasar, ¡lo tengo comiendo de la palma de mi mano!

TERCER ACTO

El escenario ahora muestra una fiesta en la que varias personas bailan, beben y platican. Aranza
baila en medio de ellos, lleva puesto un vestido muy sexy y tiene un maquillaje llamativo.

Jimena entra en escena.

Jimena: Aquí estás, creí que no te encontraría. Me dijo Mau que se habían adelantado.

Aranza: Uy amiga, ¡y si tú supieras cuanto! Aunque… creo que de ahora en adelante tendré que
llamarte cuñada.

Jimena: ¿De qué hablas?

Aranza: Ay Jime, ¿no me digas que no has notado que Mau está enamorado de mí? Le encanto.

Jimena: Mmm… Aranza… (señala con su dedo a alguien detrás de ella y Aranza se da la vuelta).

Mauricio ha entrado en escena, de la mano de otro chico con el que se sonríe.

Aranza: ¡¿Qué?! Pe-pero… Mau… ¡¿tú eres gay?!

Mauricio: ¿No te habías dado cuenta? Te dije que hoy quería decirte algo importante. Quiero
presentarte a mi novio, Jimmy.

Jimena: Ánimo, amiga. ¡Vamos a bailar!

Los chicos se ponen a bailar mientras Aranza hace un puchero.

Aranza: ¡Tengo la peor suerte del mundo!

FIN
Amor enredado

3 Minutos de Lectura

Descripción: Melissa se muere por tener una cita con el chico que le gusta. Lo que no sabe es que
Damián está enamorado de alguien muy distinto a ella.

Personajes: Melissa, Damián, Jorge, Luisa

PRIMER ACTO

Melissa y Luisa, dos estudiantes de secundaria, observan a Damián, el chico más guapo de su
salón, mientras escribe en una mesa de la cafetería.

Melissa: Ay Luis, Damián me gusta tanto. Míralo, es tan apuesto.

Luisa: Pues amiga, ya te estás tardando a invitarlo a salir.

Melissa: ¿Yo? ¿Cómo crees?

Luisa: Claro que sí, esto no es el siglo pasado Melissa. Y si no lo haces tú, alguien más te lo va a
ganar.

Nerviosa, Melissa se acerca a Damián.

Melissa: Hola Damián.

Damián: ¿Qué tal?

Melissa: Me preguntaba si te gustaría ir a ver una película conmigo el sábado.

Damián (sonriendo): ¡Claro! Justo tenía ganas de ir al cine. ¿Nos vemos en la entrada?

Melissa (emocionada): ¿Ay, no lo puedo creer! Digo, ¡sí! ¡Ahí nos vemos!

Regresa con Luisa y las dos sonríen, exaltadas.

SEGUNDO ACTO

Melissa y Damián en un café y se sientan, riendo.

Damián: ¡Pero que padre estuvo la película! Me encantan las historias de amor.

Melissa: Eres el primer chico al que le escucho decir eso.

Damián: Es que yo soy un chico un tanto… peculiar. Si me entiendes, ¿no?

Melissa: Eh… sí, supongo.

Damián: Me muero de hambre, ¿qué vas a pedir? Yo quiero una ensalada.


Melissa: Wow, tú sí que te cuidas, ¿verdad?

Damián: Claro, hay que mantener la línea… ¡aaahhh! (Damián deja escapar un grito muy poco
masculino y sube los pies a la silla).

Melissa (sobresaltada): ¡¿Qué?! ¡¿Qué?!

Damián: ¡Ay, por Dios! ¡Creo que acabo de ver una araña!

Melissa se fija bajo la mesa.

Melissa: ¿Eso? No, solo es una pelusa. (La empuja con el pie).

Damián recupera la compostura.

Damián: Ay, disculpa… es que de verdad odio los insectos, ¿sabes? ¿Pedimos?

Melissa sonríe incómoda y miran la carta.

TERCER ACTO

Melissa y Damián llegan hasta el pórtico de la casa de ella.

Melissa: Gracias por acompañarme hasta acá, Damián. Me divertí mucho hoy.

Damián: Ay, no es nada, ¿eh?

Melissa cierra los ojos y eleva la cara hacia él como para que la bese. Damián la mira con
extrañeza.

Damián: Bueno Meli, ¿vas a entrar? Ya se está haciendo tarde.

Melissa (confundida): ¿Eh? Ah, sí… sí.

Damián: Esto tiene que repetirse, en serio me encanta que seamos amigos. Hace mucho quería
hablarte, ¿sabes?

Melissa: ¿De verdad?

Damián: Sí, Meli. Es más, hay algo importante que debo decirte. Es acerca de como me siento.

Melissa: Oh, Damián… yo también…

En ese momento es interrumpida por su hermano, quien también va llegando. Se ve alto, rudo y
musculoso.

Jorge: Quítate de en medio Melissa, me urge cenar algo. (La empuja y entra en casa).

Melissa: ¡Ay, Jorge! ¡Idiota!


Damián (suspirando): Ay Meli, tu hermano es tan guapo. ¡Me encantaría salir con él!

Melissa: ¡¿Qué?!

Damián: Nunca me he atrevido a hablarle, se ve tan frío… pero ahora que somos amigos me
ayudarás, ¿verdad?

Melissa lo mira en shock y él se despide.

Damián: ¡Hasta mañana, querida!

Melissa lo ve retirarse y se cruza de brazos.

Melissa: ¡Estas cosas solo me pasan a mí!

FIN
El reencuentro escolar

3 Minutos de Lectura

Descripción: Tras ser invitada a la reunión de sus viejos compañeros de escuela, Lisa se prepara
para demostrarles que ya no es la nerd de quien se aprovechaban.

Personajes: Lisa, Roberto, Juan Luis, Débora, Cristina, Mario

ACTO ÚNICO

En el escenario vemos un salón decorado para ofrecer una gran fiesta. En la pared se ve un cartel
que dice «Bienvenidos de vuelta, generación 2000-2006». Lisa, una chica guapa y delgada con
lentes, entra con timidez y saluda a las personas que ya se encuentran ahí.

Lisa: ¿Hola? Buenas tardes.

Débora, una joven exuberante y Mario, que va vestido con traje, la miran con sorpresa.

Débora: ¿Lisa? Ay no, no me puedo creer que seas tú. ¡Mira que cambiada estás!

Mario: Sí, has cambiado muchísimo. Te ves estupenda. (La mira con algo de perversión).

Lisa: Gracias, creo.

Débora: ¿Sabes quién se va a sorprender mucho cuando te vea? Juan Luis. Ya sabes que él solía ser
el chico más guapo del salón. ¿No te invitó él a salir cuando estábamos en último año?

Lisa: No recuerdo…

Mario: Sí, la invitó. Yo se lo sugerí por una inocente apuesta que hicimos. Algo para divertirnos.

Lisa lo mira molesta.

Débora: ¡Es verdad! ¡La apuesta! (Se ríe). Ay no Lisa, que divertido fue. Espero que no nos guardes
rencor por eso, después de todo, solo éramos unos niños.

Lisa (sarcásticamente): ¿Qué? ¿Rencor? ¿Por hacerme creer que Juan Luis realmente estaba
interesado en mí y burlarse de mis sentimientos? ¡No, qué va!

Débora: Menos mal. Aunque tienes que admitir que fue más divertido que esa obra de teatro en la
que Cristina se tropezó frente a todos.

Mario: Descuida, con lo guapa que estás ahora, nadie querrá hacerte bromas de nuevo.

Lisa: Por supuesto que no, vengo a demostrarles que cambié. No dejaré que me falten al respeto
nunca más.

Entran Cristina y Juan Luis, saludando a todo el mundo.


Cristina : Hola chicos, ¡cuánto tiempo!

Juan Luis: ¿Qué tal?

Todos lo miran sorprendidos, pues ha engordado bastante.

Débora: ¿Juan Luis? ¿Qué te pasó? ¡Mírate nada más!

Juan Luis: ¿Sorprendida? Apuesto a que todas siguen encontrándome irresistible.

Lisa: ¡Pero sí pareces una pelota! No puedo creer que antes me muriera por ti.

Todos ríen mientras Juan Luis se toca la nuca, avergonzado.

Juan Luis: Hola, Lisa. Vaya, estás muy guapa. Casi no te reconozco.

Lisa: Sí, lo mismo digo. Por lo de no reconocerte, claro.

Débora: ¡Vaya! El más guapo de todos se convirtió en sapo. Y yo que creí que iba a ligar con
alguien agradable esta noche.

Cristina: Pues si de eso se trata, te invito a una copa. (Le guiña un ojo).

Mario: ¡No me digas que eres gay! Si ya se me hacía raro que no salieras con chicos.

Entra un chico guapísimo y saluda a todos.

Cristina: ¿Roberto? ¿Eres tú?

Débora: ¡¿El nerd al que molestábamos?!

Roberto: Hola, espero no llegar tarde. Vaya Lisa, que guapa estás.

Lisa: Lo mismo digo. ¿Quieres bailar?

Roberto (sonriendo): Desde luego.

Ambos bailan mientras los otros los contemplan con asombro.

Cristina: Bueno, tal parece que esta ha sido la venganza de los nerds.

Débora: ¡Ash! De haber sabido que se pondría tan bueno, no era tan mala con él.

Juan Luis: Puedes bailar conmigo si quieres.

Débora lo empuja.

FIN

Das könnte Ihnen auch gefallen