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html 25-10-18
Ponencia presentada el 6 de Noviembre de 1998 por Carmen Zavala en el marco de los Viernes
Filosóficos organizados por la Escuela Académico Profesional de Filosofía de la Universidad
Nacional Mayor de San Marcos.
1. IMPORTANCIA DE LA INTERPRETACION DE
SCHLEIERMACHER
El presente trabajo gira alrededor de la eterna lucha entre los amantes de la razón y del saber y los
defensores de la irracionalidad, es decir, entre filosofía y religión o superstición y es el resultado
del Seminario Schleiermacher y su Interpretación de Platón dictado el semestre 99-II como parte
del Proyecto de Filosofía Aplicada Buho Rojo. Para los efectos de este seminario se procedió a la
traducción inédita al castellano de una parte de los comentarios a las traducciones del griego de
Schleiermacher, los cuales han aparecido publicados recientemente recopilados por primera vez
en el libro Über die Philosophie Platons, [Sobre la filosofía de Platón], editado por la editorial
Meiner en Hamburgo en 1996.
Friedrich Daniel Ernst Schleiermacher nació en Breslau en 1768 y falleció en Berlín en 1834.
Teólogo y filósofo. Entre sus obras aparte de sus famosas traducciones y comentarios a Platón
figuran: Sobre la religión, Discursos dirigidos a los instruidos entre aquellos que los desprecian,
1799, tras cuya publicación inmediatamente fue animado por Schlegel a empezar con la
traducción de los textos de Platón, Fundamentos de una crítica de la doctrina ética vigente hasta la
actualidad ,1803, Monólogos, 1806, La fe cristiana según los fundamentos del evangelio de la
iglesia, I-II, 1821, Esbozo de un sistema de doctrina ética, 1835, Dialéctica, 1839, Fundamentos de
la ética filosófica, 1841.
“Las ediciones griegas de las obras de Platón suelen ser antecedidas de una biografía de Platón de
la Diógenes (1) . Sólo una adhesión totalmente irracional a un tradición ancestral podría honrar un
producto de la tradición tan burdo y compuesto sin ningún criterio. Sin embargo,
Tennemann (2) ya ha recopilado un panorama de esta biografía y de otras biografías viejas de
Platón comparándolas con lo que se encuentra un poco esparcido en otras fuentes. Est
recopilación aparece en “La vida de Platón” antes de su “Sistema de la filosofía de Platón”; y como
desde entonces no se sabe de investigaciones considerablemente más profundas, ni se han
descubierto nuevos hechos, que pudiesen darnos la esperanza justificada de que su uso nos
permitiera alejarnos del trabajo mencionado: lo mejor será que remitamos a esos textos a
aquellos lectores que quieran instruirse con respecto a este tema. No hace falta más, pues a nadie,
que fuese un lector digno de los escritos de Platón, se le ocurriría pretender echar luces sobre el
pensamiento de un hombre para iluminar su obra, en base a una serie de detalles transmitidos de
boca en boca y deformados, o en base a respuestas epigramáticas, aún si estas fueran ciertas. Más
bien el lector sensato emprende la tarea de reconocer el pensamiento de este tipo de autores a
partir de sus obras. “(3)
Esto es de gran importancia porque hasta entonces se había interpretado a Platón básicamente a
partir de las traducciones y comentarios enmarcados dentro de la tradición filosófica, y en el caso
de Platón, dentro de la tradición cristiana. Esta interpretación es aceptada implícitamente por gran
número de filósofos que creyendo criticar a Platón, en realidad critican la interpretación cristiana
de Platón. Este es el caso de Nietzsche, por ejemplo, que ataca a Platón, entre otras cosas, por
levantar virtudes “que razonan” , en vez de dejar que el hombre se rija por la moral inherente a
sus instintos naturales. Cómo se ve en el Fedro , Platón en realidad más bien coincide en este
punto con Nietzsche, pues critica el amor justificado por la razón y en todo caso la subordina al
amor irracional, léase, instintivo. En ese sentido el superhombre que sigue sus instintos y es
“naturalmente virtuoso” y no por imposición externa o por convencimiento racional, es semejante
al sabio que es bueno por instinto a diferencia de los demás cuyos instintos no controlados llevan
a actitudes que el mismo Nietzsche también consideraría “viles”. Sin embargo, ciertamente
Nietzsche estuvo en lo correcto al detectar la interpretación cristiana de Platón como
deshumanizante y contrapuesta a su propio pensamiento.
Krämer: Comentario:
Por otra parte también se le puede echar en cara a los padres de la iglesia que éstos a su vez han
contaminado la enseñanza platónica con su cristianismo. Por lo tanto es necesario trazar líneas de
división entre lo cristiano y lo platónico, y también hay que distinguir, por último, a Platón de los
así llamados platónicos. “ (8)
Como vemos pues los mismos cristianos han dudado de basarse en Platón para la justificación de
su doctrina que es totalmente incompatible con el pensamiento platónico, lo cual salta a la vista
sobre todo en diálogos como la República. Sin embargo se han valido de él, tergiversándolo o
basándose en el mito creado por ellos de una tradición oral neoplatónica, donde Platón resulta
diciendo todo lo que ellos quieren que diga. El hecho de que este mito haya sobrevivido gracias a
la tradición impuesta por la fuerza a lo largo de la historia de la iglesia, no valida al mito.
“ En lo que respecta las disposiciones, que se han establecido aquí en lo referente a las relaciones
sexuales para aquel Estado, éstas se basan en la doctrina de la igualdad de ambos sexos. Si bien se
admite que el sexo femenino es más débil, no se entendía que le faltasen fuerzas para algún tipo
de actividad humana; lo cual quiere decir que estaba en abierta disputa contra la posición y la
práctica dominante de su época. Si bien el cristianismo en su totalidad siguió el mismo camino, en
tanto que llevó una mayor igualdad de la situación del sexo femenino con la del masculino, con
respecto a la situación en la que se encontraba; no se puede decir sin embargo de ninguna
manera, que esta doctrina de alguna manera formara parte de un acercamiento al modo de
pensar cristiano, que se pretende encontrar en Platón. Más bien las razones de las cuales parte y
las consecuencias a las que llega en su desarrollo son de tal índole que desde una perspectiva
cristiana se tiene que protestar enérgicamente. Pues en vez de remitirse a la igualdad de la razón
entre ambos sexos, la cual debería desarrollarse por igual en lo esencial y llegar a ser dominante, y
de lo cual no se concluye obviamente una igualdad en los ejercicios gimnásticos, Platón se remite
a los animales para probar su proposición. Por nada se da cuenta, por más que se esfuerza por
penetrar en las profundidades de la naturaleza, de que a un grado mayor de vida orgánica
corresponde también una diferencia orgánica más marcada entre ambos sexos, lo cual quiere
decir que esta diferencia destaca en mayor grado en el ser humano. Tampoco parece haber
reflexionado sobre el hecho de la diferencia en las ocupaciones sociales causadas porque la época
para las relaciones sexuales y para los nacimientos no son periódicos en el ser humano, sino que
son independientes de las estaciones del año. El tratamiento marcadamente físico que Platón le
da al asunto, muestra que lo ha tomado más pitagóricamente que socráticamente. Así además a
partir de una mayor igualdad entre los sexos la ética cristiana ha dado vida al concepto más puro
de matrimonio y a la constitución más perfecta del hogar. En cambio la visión de igualdad de
Platón ha conducido a una total destrucción de ambas. Y esto es lo que todo contemporáneo
nuestro con un sentido sano quisiera borrar de esta obra [La República], sin dejar la menor huella.
Y es que estas huellas nos conducen muy lejos. Me permitiría afirmar que aquí se concentra todo
lo errado del desarrollo espiritual helénico. (10)
“ Vendría más al caso, aunque fuese sólo dentro de los límites trazados, enseñar algo sobre el
estado de la ciencia de los helenos en la época en la que Platón empezó su carrera, sobre los
avances de la lengua con respeto a la denominación de las ideas filosóficas, o sobre la escritura de
este tipo accesible en aquella época y el grado probable de su difusión.
Porque indiscutiblemente aquí hay que discernir muchos asuntos con mayor precisión que hasta
ahora, y empezarlas a investigar desde el principio, sí, tal vez hasta plantear preguntas que al
conocedor de estos objetos tal vez le sean indiferentes y en las que hasta hora no se ha puesto
prácticamente ninguna atención. Sólo que no corresponde aquí seguir lo novedoso y lo discutible
de tales investigaciones.
Algunos asuntos de este ámbito es mejor inclusive ubicarlos en el lugar al que hacen referencia, ya
sea como explicación o como un comentario crítico. Pero lo general y lo conocido también ha sido
representado consecuentemente por los recopiladores alemanes sobre la historia de esa época de
la filosofía. Por lo menos en lo que respecta a lo que es necesario mínimamente para la lectura de
los textos platónicos, sin estar dando tumbos a ciegas y sin que desde un principio se pierda
totalmente la perspectiva correcta y la valoración.
Pues estos escritos están llenos de referencias evidentes y otras ocultas con respecto a todo lo
anterior y lo contemporáneo.
Y aquel que no conozca mucho del estado deficiente de la lengua, en lo que respecta a la filosofía,
no se dará cuenta dónde y cómo Platón se ve limitado por ella y en qué partes se esfuerza por
reelaborarla; aquel necesariamente va a malinterpretar a Platón, sobre todo, en las partes más
extrañas.”
“Sobre la filosofía de Platón mismo expresamente no diremos nada por mientras, aunque esto
eventualmente pudiera hacerse sin mayores problemas. Pues todo el interés de esta nueva
interpretación de su obra está dirigido, a que cada persona pueda hacerse su propia imagen del
espíritu y de la enseñanza de Platón, a partir del conocimiento directo más preciso de sus obras.
Esta imagen propia del lector será una completamente nueva o por lo menos más completa.
El único interés que pudiera oponerse a este esfuerzo, es el de querer meterle alguna idea previa
al lector.
El que todavía no esté familiarizado con estas obras, que deje de lado todo lo que le hayan
enseñado sobre su contenido y sobre las conclusiones que de éste se puedan sacar y que trate de
olvidarlo; en cambio aquel que ya se ha formado un juicio a partir de su propio conocimiento de
las obras, pronto se dará cuenta, hasta qué punto la relación en la que se encuentran expuestos
aquí estos escritos, harán que sus opiniones sufran alguna transformación. O por lo menos harán
que éstas se relacionen mejor entre ellas, que se amplíen y que se junten en una unidad , al llegar
a conocer también mejor que hasta ahora a Platón, como un artista filosófico.
Porque desde muchas perspectivas se puede decir que ningún filósofo, entre todos los que han
existido a lo largo de los tiempos, tiene más derecho que nuestro filósofo [Platón], de acusar a los
demás de haber sido mal comprendido, o de no haber sido comprendido en absoluto.
Los malentendidos más burdos han sido aclarados en gran parte sobre todo por esforzados
estudios recientes; sin embargo el que se fija en cómo hasta los mejores intérpretes se expresan
sobre las intenciones de las diferentes obras de Platón, tratando de ocultar sin mayor éxito un
sentimiento de inseguridad, o en cómo tratan sin más y a la ligera la relación entre contenido y
forma, tanto de lo particular como de la totalidad; aquel se dará cuenta de que inclusive las
mejores opiniones no se han basado siempre en una comprensión completa y que no han llegado
ni siquiera al punto al que nosotros mismos hubiéramos podido llegar, con nuestras deficientes
herramientas que tenemos a disposición. De modo que parece algo inmaduro el sentimiento de
satisfacción de los que afirman que ahora podemos entender a Platón mejor de lo que él mismo se
entendía. Y da risa como pretenden buscar tan inplatónicamente a Platón, el cual le daba tanta
importancia a la conciencia del no-saber.”
[...] De aquí surgen todas estos juicios contradictorios equivocados sobre Platón y sus escritos, que
han sido expresados a lo largo de la historia. Por una parte el juicio que afirma que no tendría
sentido, tratar de encontrar en sus escritos algo completo, es decir, ni siquiera tratar de encontrar
las bases de un pensamiento y una doctrina filosóficos que pudieran mantenerse igual a sí mismos
a lo largo de toda su obra. “
Acá Schleiermacher está haciendo referencia a todos aquellos que hablan de un supuesto “giro”
en Platón porque éste se habría “dado cuenta” supuestamente de que su teoría estaba
equivocada. En vez de suponer que el filósofo se mantuvo coherente a lo largo de su vida, como
además él mismo sostiene, es más fácil para sus críticos pretender que era vacilante y oportunista,
tal vez proyectando sus propias inseguridades en él. La verdadera tarea sin embargo, es, tratar de
entender qué es aquello que sistemáticamente está tratando de transmitir a lo largo de toda sus
obras, ya que él mismo no habla de ningún cambio en su posición filosófica, ni se puede descubrir
tal cambio a partir de la lectura detenida de sus diálogos.
Continúa Schleiermacher:
“Más bien [según estos juicios contradictorios equivocados sobre Platón] todo oscilaría dentro de
ella [de su obra], y no habría mayor relación de lo uno con lo otro, más bien lo uno muchas veces
estaría en contradicción con lo otro, porque Platón sería más bien un dialéctico arrogante, que un
filósofo consecuente, estaría más bien interesado en refutar a otros, y no sería capaz o no estaría
dispuesto a construir un propio edificio doctrinal bien fundamentado. Y cuando ha estado
interesado en la apariencia de algunas afirmaciones propias, ha buscado las partes constitutivas de
una u otra doctrina cuestionada en otro momento.
Esto no es más que admitir disfrazadamente el no haber entendido sus obras, sobre todo en lo
que respecta su forma, desconociéndose el motivo de los sentimientos, y en vez de buscarlo en el
enjuiciador, se lo transfiere a lo enjuiciado.
Pero no es necesario honrar este punto de vista despectivo con un análisis exhaustivo, ya que por
sí mismo ofrece suficiente evidencia en su contra. Pues al quejarse de las contradicciones y de la
falta de relación entre las partes, demuestra pues no haber captado correctamente las partes
particulares. Porque si no ¿de donde surgen esas extrañas investigaciones sobre a qué personas
Platón le estaría expresando su opinión personal acerca de esto o aquello? “
Es decir, que sólo alguien que no haya entendido a Platón podría afirmar que todo lo que escribió,
lo escribió porque sí, porque su verdadera opinión personal o su supuesta verdadera doctrina, se
la enseñaba sólo a unos cuantos que habría qué investigar quienes eran.
Sigue Schleiermacher:
“Una pregunta que presupone, que la forma dialógica es sólo una ambientación bastante inútil,
que más es lo que confunde que lo que aclara, para exponer sus pensamientos de modo común y
corriente. Un planteamiento así sólo puede haber sido expuesto por alguien que no haya
entendido en absoluto a Platón. No se basa en nada, ni explica nada. Más bien deja todo el trabajo
por hacer y puede ser refutado sin mayores problemas por el hecho de que estas obras sean
puestas en relación las unas con las otras (en tanto se logre esto) haciendo comprensible cada una
de ellas y las doctrinas en ellas expuestas. Animar a un intento de este tipo se hace más urgente
aún, por el hecho de que la mayoría de aquellos que levantan juicios tan negativos sobre las obras
de Platón, no pueden sin embargo escapar de una cierta admiración por el hombre. Como no
tenemos otras pruebas materiales de su grandeza y ponderación que estos escritos, podemos
afirmar que no parecen coincidir: aquel juicio y esta admiración. Y esta última no tendría otro
objeto que las bellezas del idioma y de la poesía, desperdiciadas por un contenido nulo; o algunas
partes sueltas consideradas bonitas, o dichos y fundamentos éticos. Todas estas cosas nos indican
que serían de un valor relativamente secundario, y hasta en algunos casos dudoso. De modo que si
quieren seguir admirando sin entrar en conflictos, ellos mismos tendrán que desear encontrar algo
más en él que lo que han encontrado hasta ahora.
Por esto es que otros, habiendo comprendido en gran parte tan mal como los anteriormente
mencionados, pero provistos de más buena voluntad y basados en parte en afirmaciones del
propio Platón y en parte en la tradición ampliamente difundida desde la antigüedad acerca de algo
esotérico y exotérico en la filosofía, se han formado la idea de que los escritos de Platón no
contienen en absoluto su verdadera sabiduría, o que en todo caso sólo estaría contenida en
algunos indicios secretos difíciles de encontrar.
[….] “Sin darle mayor importancia al asunto, [Platón] se queja de cómo siempre queda la duda de
si en el caso de la comunicación escrita de las ideas, realmente el alma del lector ha recreado por
su propia cuenta estas ideas, o si simplemente en base a la aparente comprensión de las palabras
y letras, se imagina, de que sabe algo, que en realidad no sabe. Por eso resultaría que es una
tontería basarse en esto, y sólo sería confiable la enseñanza oral viva. En cambio en el caso de la
escritura estaríamos apostando a lo incierto. Y sería más incierto lo que pueda ser para el que
escribe y todos los demás que ya sabían, que para lo que pudiera llegar a ser para los que todavía
no saben. Si alguien quiere reflexionar, sobre cuál pueda ser esa gran ventaja que tiene la
enseñanza oral, y en qué se basa, no encontrará a otra que el hecho de que en ella el maestro y el
alumno están en una interacción presente y vital y que el maestro en todo momento puede saber
qué es lo que el alumno ha comprendido, pudiendo así apoyar su actividad racional, en dónde
haga falta; como cualquiera se puede dar cuenta, el hecho de que realmente se logre esta ventaja
depende de la forma de la conversación, que necesariamente debe tener una clase vital. A esto se
refiere Platón, cuando dice que al discurso hablado siempre le puede ayudar y defender su padre,
y no sólo contra los argumentos de los que opinan distinto, sino también contra la obstinación del
que todavía no sabe. En cambio el discurso escrito no tiene respuestas a ninguna pregunta. “
Hagamos un paréntesis acá y vayamos al texto mismo de Platón al que Schleiermacher hace
referencia acá, es decir al Fedro y concretamente al Mito de Theuth que entre otros donde se
trata este problema [275a]:
Sócrates: He oído contar pues, que en Naucratis de Egipto vivió uno de los antiguos dioses de allá,
aquel cuya ave sagrada es la que llamaban Ibis, y que en nombre del dios mismo era Theuth. Este
fue el primero que inventó los números y el cálculo, la geometría y la astronomía, además del
juego de damas y los dados, y también los caracteres de la escritura. Era entonces rey de todo el
Egipto Thamus, cuya corte estaba en la gran ciudad de la región alta que los griegos llaman Tebas
de Egipto, y cuyo Dios es Ammón, y Theuth vino al rey y le mostró sus artes, afirmando que debían
comunicarse a los demás egipcios. Thamus entonces le preguntó qué utilidad tenía cada una, y a
medida que su inventor las explicaba, según le parecía que lo que se decía estaba bien o estaba
mal, lo censuraba o lo elogiaba. Así fueron muchas, según se dice, las observaciones que, en
ambos sentidos, hizo Thamus a Theuth sobre cada una de las artes, y sería muy largo exponerlas.
Pero cuando llegó a los caracteres de la escritura: "Este conocimiento, ¡oh rey! - dijo Theuth -, hará
más sabios a los egipcios y vigorizará su memoria: es el elixir de la memoria y de la sabiduría lo que
con él se ha descubierto." Pero el rey respondió: "¡Oh! ingeniosísimo Theuth! Una cosa es ser
capaz de engendrar un arte, y otra es ser capaz de comprender qué daño o provecho encierra para
los que de ella han de servirse, y así tú, que eres padre de los caracteres de la escritura, por
benevolencia hacia ellos, les has atribuido facultades contrarias a las que poseen. Esto, en efecto,
producirá en el alma de los que lo aprendan el olvido por el descuido de la memoria, ya que,
fiándose a la escritura, recordarán de un modo externo, valiéndose de caracteres ajenos; no desde
su propio interior y de por sí. No es, pues, el elixir de la memoria, sino el de la rememoración, lo
que has encontrado. Es la apariencia de la sabiduría, no su verdad, lo que procuras a tus alumnos;
porque, una vez que hayas hecho de ellos eruditos sin verdadera instrucción, parecerán jueces
entendidos en muchas cosas no entendiendo nada en la mayoría de los casos, y su compañía será
difícil de soportar, porque se habrán convertido en sabios en su propia opinión, en lugar de
sabios."
Fedro : ¡ Qué fácilmente, Sócrates, compones fábulas egipcias o de cualquier país que se te antoje
!
Sócrates: Era una tradición, querido, del santuario de Zeus en Dodona que de una encina salieron
las primeras revelaciones proféticas. Pues los hombres de entonces como no eran sabios como
ustedes los jóvenes, tal ingenuidad tenían, que se conformaban con oír a una encina o a una roca,
sólo con que dijesen la verdad. Sin embargo, para ti la cosa es diferente según quién sea el que
hable y de dónde. Pues no te fijas únicamente en si lo que dicen es así o de otra manera
Comentarios:
Como vemos pues la escritura efectivamente es planteada como un problema por Platón, pero
esto no quiere decir como concluye Krämer y sus seguidores que toda su obra es un juego literario
del cual no tiene sentido que tratemos de sacar algún conocimiento sistemático. Platón por el
contrario está justificando aquí su decisión de escribir en modo dialógico toda su obra.
Para Platón el ser está determinado por los entes con los cuales está relacionado (13) [Sofista
257a, 259d, etc.] (14) , es decir depende del contexto. Pero, por otra parte, el ser de los entes solo
es para nosotros en tanto se nos revela o desoculta.
Esto quiere decir, que en tanto captamos la unidad, podemos captar [Fedro 265d] (15) y
referirnos a las cosas [Fedro 273e, Parménides 135c, etc. (16) ]. Y la unidad en tanto idea la
captamos en la mente=psyche [Parménides 132 b, Carta VII 342c].
2.2. La relación del ser de los entes y de las ideas con las palabras.
Si el ser está determinado por los entes con los cuales está relacionado y sólo es en tanto se nos
desoculta, esto significa que el ser se nos desoculta siempre dentro de un contexto y una
coyuntura determinados. Esto lleva a Platón a reflexionar sobre la verbalización, es decir, la
representación verbal de lo desocultado, y en el Cratilo [439b ] nos dice, en voz de Sócrates, que
siempre hay que partir de las cosas mismas y no de los nombres, es decir, de las palabras. Esto
justamente, porque las palabras son ya una interpretación de lo dado y sueltas, sacadas de un
contexto práctico, no se puede decir nada concreto acerca de ellas, pues ellas en sí sueltas no
representan ninguna idea concreta.. Si la idea no es simplemente un ente representado (pues esto
implicaría una duplicación de los entes cosa que Platón critica en [Parménides 132e-133a y Cratilo
432d] (17)) y si la idea es la que permite que captemos los entes, se puede deducir que, ni las
ideas, ni los entes pueden ser apropiadamente representados por nombres. Y si los nombres no
desocultan el ser de los entes (pues esto lo hacen las ideas), entonces hay que tener cuidado con
estos nombres [Cratilo 439c], es decir, con las palabras.
Si el ser está determinado por los entes con los cuales está relacionado (es decir, por su relación
con lo que es) y sólo es para nosotros en tanto se nos desoculta y esto significa que el ser se nos
desoculta siempre dentro de un contexto y una coyuntura determinados, ¿cómo evitar ocultar el
ser (de lo que es) en el habla, que implica ya una interpretación ("traducción") del ser (de lo que
es), la cual desliga a éste del contexto y de la coyuntura en el que se nos desocultó ?
Acá podemos hacer un paréntesis para echar una mirada a cómo el intérprete pro cristiano
Krämer interpreta esto mismo en Platón. Dice así (18) :
“ Por otra parte, el concepto de fundamentación en Platón no está definido aún en base al
principio de razón suficiente, nacido a partir de la doctrina cristiana de la creación ex nihilo y
formulado por primera vez por Leibniz y, por lo tanto, le resulta extraña todavía la distinción entre
causa y efecto, ocasión y consecuencia.”
De modo que para Krämer el pensamiento dialéctico de Platón es en realidad una limitación en su
pensaminto debido a que no fue iluminado por la doctrina cristiana.
2.4. El mito de Theuth y la ilusión de las ventajas que nos pueda ofrecer la escritura.
Habiendo visto las dificultades que presenta el habla, se dejan traslucir ya las dificultades que
presenta la escritura, que es lo que ha llevado a todas estas disquisiciones sobre si Platón reniega
o no de la filosofía escrita.
Platón plantea tres problemas fundamentales de la escritura en el Fedro, a partir del mito de
Theuth [275a ](20) , :
2) el que los eruditos en diversos textos parezcan verdaderos sabios, cuando en realidad muchas
veces no han entendido nada sobre los temas que tratan los textos de los cuales ellos son
eruditos, y el que ellos mismos estén convencidos de ser sabios;
3) el que el texto escrito, enajenado de la coyuntura en que se dió, se vuelva estático y no pueda
entrar en un verdadero diálogo con sus "interlocutores".
La escritura lleva pues a que las personas se olviden de las pregunta últimas y crean que
"valiéndose de caracteres ajenos", puedan "recordar de modo externo" algún saber. Y lo más
grave es que ellos mismos y todos los demás que se encuentren en igual situación terminarán
creyendo ser "entendidos en muchas cosas, no entendiendo nada en la mayoría de los
casos". Efectivamente a lo largo de la historia occidental y sobre todo desde la Edad Media la
erudicción o "rememorística" ha comenzado a valer como medida de evaluación del saber (siendo
el verdadero saber considerado un complemento deseable tomado en cuenta en mayor o menor
grado, según las limitaciones intelectuales de cada institución), sobre todo en el campo de las
Letras. Tal vez no sea casual que este campo justamente se denomine "Letras", pues ya esto nos
indica qué tan lejos del desocultamiento del ser de lo que es , se encuentran los que idearon esta
extraña división entre "Letras" y "Ciencias Naturales" o "Exactas". Es esta denominación la que
entre otras cosas ha permitido consolidar la creencia de que el saber pueda consistir en
rememorar lo que otros pensaron a partir de los textos que escribieron, con todas las limitaciones
que esto implica como ya vimos.
Cabe mencionar aquí que Platón sarcásticamente agrega lo "insoportables", que son aquellos que
creen saber algo, cuando en realidad sólo saben rememorar textos. Una de las características de
estos "sabiondos", es que despachan a sus adversarios con gran cantidad de citas de otros, en vez
de contestar a los puntos en cuestión. El verdadero sabio no se oculta en las palabras, ni tiene
necesidad de evadir la discusión, pues ella lo enriquece y porque compartir su saber con otro es su
modo de amarlo. Esto Platón lo señala en el Eutidemo [304d-305a], dónde Critón le cuestiona a
Sócrates el hecho de que se haya enbarcado en una discusión con personas poco inteligentes y
además malintencionadas. Pues si bien Sócrates les "ganó", en la argumentación (mostrándoles
que sus preguntas estaban mal planteadas y por lo tanto sus respuestas carecían de sentido), para
Critón no tenía sentido "que uno consienta en discutir con esta clase de personas ante un
auditorio tan numeroso", exponiéndose a múltiples humillaciones (pues estos humillaban a
Sócrates y a su amigo diciéndole que ya eran viejos y que sus conocimientos eran cáducos, para
luego terminar en insultos y faltas de respeto mayores). Sócrates le explica a Critón, que tanto
para los discutidores como Eutidemo, que no vacila en hacer uso de insultos e humillaciones,
como para los eruditos, que se creen sabios, sin serlo, vale lo siguiente [Eutidemo 305e-306a] :
" Perdonémosles esta ambición y, sin enfadarnos, tomémoslos por lo que son: hay que dar buena
acogida a todo el que manifiesta en sus expresiones la chispa más pequeña de razón y lleva
adelante su ingeniosidad con una valentía obstinada."
Finalmente Platón explica por qué es que la escritura lleva al olvido de la pregunta por el ser y por
lo tanto a un falso saber. Y es que la escritura enajena lo dicho, lo desliga de la persona que lo
dice. Platón muestra esto, cuando luego de hacer referencia a la tradición del santuario de Zeus en
Dodona, Sócrates le hace notar a Fedro que, siendo aquel (Fedro)inteligente:
"para tí (para Fedro) la cosa es diferente según quién sea el que hable y de dónde. Pues no te fijas
únicamente en si lo que dicen es así o de otra manera"
Aquí se señala lo importante que es tomar en cuenta quién dice qué y de donde viene esa
persona, es decir, cuál es su contexto cultural. A partir de la escritura, sólo podemos hacer
conjeturas sobre la influencia que la cultura predominante pueda haber tenido sobre el escritor. El
escritor no suele estar presente, para afirmar o negar los presupuestos o prejuicios que se le
atribuyen. Esto lleva a que lo que se quiso decir en el texto, el cual no se puede defender a sí
mismo (comparación con los cuadros silenciosos [275c-276c]), permanezca oculto dado lo
descontextualizado de sus palabras. La voz viva siempre implica un hombre dentro de un contexto
cultural y una coyuntura histórica determinada y la praxis de este hombre determina lo dicho por
él. Si a la voz se le quita el hombre, la voz es alienada (21) y lo dicho quedará oculto.
No hay que ignorar el hecho de que el mito que cuenta Sócrates, no es un mito griego, sino uno
egipcio, sobre todo porque después, Sócrates mismo indica que la procedencia de lo dicho o de
quién dice algo, es de importancia decisiva.
Tomando en cuenta esto, hay que echar una mirada más cercana a qué se refiere Fedro cuando le
dice a Sócrates: "¡ Qué fácilmente, Sócrates, compones fábulas egipcias o de cualquier otro país
que se te antoje !". Como Sócrates no niega que se trate de un mito inventado por él, debemos
suponer que efectivamente sea así. ¿ Por qué Sócrates inventaría un mito egipcio y no uno griego
? La respuesta puede estar en la tradición griega, a la que luego hace alusión y que hace referencia
a una tradición que los griegos han recogido de Egipto (la de la encina primera) y en general al
culto de los egipcios a las estatuas de piedra (22) . Los hombres "de entónces" (es decir, los
egipcios, pues se suponía que los griegos tenían sus orígenes en Egipto), no tomaban en cuenta el
origen de lo dicho, pues no habían adquirido aún el saber que los griegos ahora tenían.
En el mito que Sócrates inventa, Thamus y Theuth dialogan. El diálogo sitúa a sus participantes en
un sitio, dentro de un marco cultural y les da su personalidad. Es decir, deja entrever quién es el
que habla y de dónde viene. No encasillando a sus participantes como estando fatalmente
determinados por un marco cultural al que supuestamente debieran pertenecer por vivir entre
personas que comparten mayoritariamente ciertos presupuestos o prejuicios; sino dejándolos
hablar libremente y a partir de lo dicho (por ellos, no por la mayoría entre la que viven) permitirles
mostrar quiénes son y de dónde vienen (cosa que las piedras y la encina no pueden).
En la mayoría de los diálogos de Platón se hace referencia a los distintos lugares de procedencia de
los participantes. A veces Platón en voz de Sócrates discute con extranjeros (Eutidemo), y a veces
él mismo se hace representar como extranjero. Así sucede por ejemplo en el caso del Sofista. En
el caso del Teeteto y del Político el asunto de lo extranjero toma un giro gracioso. En el Político,
por ejemplo, los personajes que se presentan 4 personajes: Sócrates, Teodoro, el Extranjero y
Sócrates el joven. Sócrates comienza por agradecerle a Teodoro por haberle hecho conocer a
Teeteto y también al extranjero. Pero esto es irónico, porque Teodoro es de Libia y por lo tanto
también es extranjero. Luego Teodoro le habla al "extranjero" refiriéndose a él con el nombre de
"extranjero", lo que a su vez es irónico, porque también Sócrates es para Teodoro un extranjero.
Así que ambos andan llamando extranjero a un tercer "extranjero", como si ellos no fueran
extranjeros entre sí (esta paradoja ya se da en el Teeteto). Pero parece que en realidad el
"extranjero" no es nada más que el propio Sócrates en su calidad de extranjero, así como
el "joven Sócrates", parece ser Sócrates representado como cuando él era joven. Estas referencias
a lo extranjero, es decir, al hecho de que alguien pertenezca a otra cultura, parecen tratar de
mostrar lo relativo que es considerar que la otra persona por pertenecer a una cultura
determinada deba estar determinada por dicha cultura. Los hombres más bien muestran su
cultura a través del diálogo (y van creando su cultura así, "la cultura", no los forma a ellos). Sino
Platón no podría haber planteado la comunidad de bienes y de mujeres así como la educación de
los niños por el Estado, pues esto era totalmente discordante con el pensamiento predominante
de la época.
El mito de Theuth y Thamus es un diálogo dentro de un diálogo. Para poder desocultar lo dicho en
ese mito, es conveniente dialogar sobre él. Esto es justamente lo que ocurre en el Fedro. Al crear
un nuevo contexto y una coyuntura dentro de los cuales se recrea lo dicho, se lo desoculta. Esto
lleva inevitablemente a la conclusión de que el mejor modo de interpretar los diálogos de Platón,
según Platón, no es escribir textos o leer en silencio, sino dialogarlos y dialogar sobre ellos.
Tambien explica por qué todos los escritos de Platón tienen forma de diálogos, es más, Platón se
esfuerza en que estos diálogos se den siempre en diferentes formas, para mostrar todas las
diferentes posibilidades que pueden ofrecer los diálogos. Así por ejemplo se nos presentan de
frente los personajes del diálogo, como en un libreto, luego relatando el diálogo en primera
persona (p.ej.: La República, Parménides), o en tercera persona, o en segunda persona (Cartas) o
estas formas mezcladas entra sí.
[....] queda claro hasta qué punto ha perdido toda la autoridad moral para pronunciarse en lo más
mínimo sobre Platón, aquel al que pudiese cruzársele la idea de que Platón se hubiese valido del
método sofista en los largos discursos de sus enseñanzas orales, siendo que éste método según
sus propias declaraciones estaría de lo más alejado de sus preferencias. Por el contrario su
método ha sido, de todas maneras, y no por casualidad, ni por costumbre ni tradición, un método
socrático. Un método socrático que en lo referente a la progresiva y continua interrelación y la
penetración cada vez más profunda en el alma del oyente, es de preferir al del maestro, en tanto
que el alumno supera al maestro en la dialéctica constructiva, así como, en tanto lo que se refiere
a la riqueza y a la amplitud del criterio propio.
Como Platón independientemente de estas objeciones ha escrito mucho desde su los inicios de su
juventud hasta los finales de su vejez, es evidente que tiene que haber buscado asemejar lo más
posible las doctrinas escritas de lo mejores, y tiene que haberlo logrado. Pues basta recordar la
intención inmediata , que era que la escritura sólo debía servirle a él y a los suyos para recordar las
ideas que ya le eran familiares: entonces vemos que Platón considera todo pensar como tan
independiente, que el recuerdo de lo adquirido de esta manera tiene que ser necesariamente
también un recuerdo de la manera primigenia y originaria de esta adquisición. “
Proyecto Traductora
de Filosofía Pública
Aplicada Juramentada
NOTAS:
1. Diógenes Laertius , La vida y las opiniones de filósofos notables, siglo IV antes de Cristo.
3. Schleiermacher, F.D.E., Über die Philosophie Platons, Hamburgo: Felix Meiner Verlag, 1996, p.
25-26
4. “ Entre los filósofos griegos, es necesario señalar un relajamiento de los instintos, sino, no
habrían cometido la tremenda equivocación de estimar el estado consciente como el más perfecto
de los estados. [...] El deseo de una virtud que razona no es razonable.. [...] El genio está basado en
el instinto... lo mismo la bondad. Sólo se obra con perfección cuando se obra instintivamente. [...]
La lucha contra Sócrates, contra Platón y contra todas las escuelas socráticas, arranca del instinto
profundo que enseña que no se hace mejor al hombre cuando se le presenta la virtud como
demostrable y como fundada.
Nietzsche, Friedrich, La Voluntad de Poderío, Madrid: EDAF, 1981, # 433, # 434, #435, pp. 256-257
6. Nicolai Hartmann en su libro Platos Logik des Seins,[La lógica del ser de Platón], 1909 , critica la
interpretación tradicional de Platón y trata de establecer a partir del estudio detallado e
interrelacionado de los diálogos de Platón la lógica del ser que manejaba.
7. Krämer, H., Platón y los fundamentos de la metafísica,Venezuela: Monte Avila Editores, 1996
(original en alemán publicado por primera vez en 1989), p.291
9. op.cit., pp.358-359
10. op.cit. pp.358-359
11. Schleiermacher, F.D.E., Über die Philosophie Platons, Hamburgo: Felix Meiner Verlag, 1996,
p.31-32
13. El on, que tiene que ser fijado en determinados casos, depende estrechamente de la relación
en la que se encuentra con los demás onta . Si en vez del on pongo algo, que en relación a éste es
un µh on , entonces fracasa la relación y se disuelve el vínculo. Pues Platón ha recalcado repetidas
veces, que no es posible que todos los conceptos puedan asociarse indistintamente con cualquier
otro de la misma manera; y menos aún de maneras distintas."
HARTMANN, N. Platos Logik des Seins, Berlín: Ed. W. De Gruyter, 1965, p.169, (traducción
propia)
15. Fedro 265d: "en tanto el que observa reúne lo disperso y lo observa como un conjunto, lo
lleva a la unidad de una idea “ N. Hartmann traudce op.cit, p. 188-189 "Indem der Schauende das
Verstreute zusammenschaut, führt er es in die Einheit der Idee" .
19. Así explica N.Hartmann: " Así la dialéctica efectivamente abarca todo el campo posible del
preguntar. Conecta todo internamente y une el final con el principio, fundando el principio en el
final y el final en el principio. La dialéctica domina la marcha del problema de arriba a abajo. Y la
domina tanto sistemática como históricamente. Sin embargo su meta se encuentra en la infinidad
del continuum del problema y hacia allí está dirigida." (traducción propia)
"So umfaßt die Dialektik in der Tat den ganzen Bereich möglicher Fragestellung. Sie verknüpft
innerlich alles, sie vereinigt das Ende mit dem Anfang, diesen in jenem und jenes in diesem
gründend. Aufwärts wie abwärts beherrscht sie den Gang der Probleme. Und so beherrscht sie ihn
systematisch wie historisch. Ihr Ziel aber und ihre Richtung liegen in der Unendlichkeit des
Problemkontinuums." , op.cit., p.477
20. PLATON, Obras completas, Ed. Agular, Madrid, 1972. (Ultima parte: Diálogos III, Ed Gredos,
Madrid, 1992)
21. Al respecto E. Llegó Iñigo, traductor de Platón, dice en la Introducción al Fedro en "Diálogos
III", Ed. Gredos, Madrid 1992:
" Después del análisis que Platón hace de la retórica, de la lectura del " escrito" de Lisias, de las
brillantes descripciones de aquellas almas que "han visto" las ideas, que añoran la "llanura de la
verdad" y que alcanzaron la inmortalidad, ese "eterno movimiento" en cuyos ciclos viven, las
letras que Theuth, el inventor ofrece a Thamus como residuo firme para la memoria, parecen
demasiado débiles para resistir el tiempo y medirse con los ritmos de la voz y la vida. [...] Esta vida
está condicionada al cuerpo, y por consiguiente, a la temporalidad inmediata de la voz y el
instante. El orden del lenguaje lucha por mantenerse en los esquemas del tiempo y de la propia
historia, de la propia narración que lo articula. "
23. Schleiermacher, F.D.E., Über die Philosophie Platons, Hamburgo: Felix Meiner Verlag, 1996,
p.39-40