Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
Pues, en realidad, él no
dice ninguna palabra, y su nombre ni siquiera aparece hasta el final. A primera
vista, puede parecer que este pasaje no pertenece en un estudio sobre el
liderazgo de Moisés. Era el mandato del Señor, y la columna de fuego y nube, que
estaban guiándolos. Y así debe ser. En la iglesia Él manda, y es su voz lo que
queremos oír. Pero Dios ha elegido a usarnos a nosotros como sus líderes
delegados y portavoces, como se ve en las palabras finales del
capítulo: obedecían todo lo que el Señor les decía por medio de Moisés.
Sumisión a Dios
Donde no hay autoridad hay caos. El libro de Jueces es un gran ejemplo; termina
diciendo: cada uno hacía lo que bien le parecía(Jueces 21:25). Esto también
puede describir el mundo de hoy. Muchos dicen que el cristiano que predica
autoridad y sumisión es controlador, abusivo y rígido. Pero el fundamento de una
relación con Dios es reconocer su autoridad como Señor, y someterse a Él.
¿Recuerdas como Eva decidió escuchar a la serpiente en lugar de Dios? Eso es lo
que nos metió en problemas en primer lugar. Lo contrario de la sumisión es la
rebelión, y ha sido una plaga para nuestra raza desde aquel entonces. Yo creo
que este puede ser el capítulo más importante de este libro. Varios de mis
hermanos cristianos que lo revisaron dijeron que es “controversial” en la iglesia
actual, y les parece imposible poner en práctica estos conceptos en el mundo de
hoy. Hay que leerlo con mucha oración y un corazón abierto a la voz del Espíritu.
La mayoría de los cristianos confiesan a Jesús como su Señor y dicen que quieren
hacer su voluntad, pero parece que Jesús tiene un problema con muchos de
nosotros:
»No todo el que me dice: “Señor, Señor”, entrará en el reino de los cielos, sino
sólo el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo. Muchos me dirán en
aquel día: “Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre
expulsamos demonios e hicimos muchos milagros?” Entonces les diré claramente:
“Jamás los conocí. ¡Aléjense de mí, hacedores de maldad!” (Mateo 7: 21-23)
Este es uno de los pasajes más alarmantes en toda la Biblia. Estos son creyentes
que alaban al Señor, conocen la Biblia, y están muy metidos en la iglesia.
Profetizaron, echaron fuera demonios e hicieron milagros en el nombre de Jesús.
Jesús nunca niega sus grandes hechos; el problema es que los hicieron a su
manera. Algo puede ser bueno, pero no necesariamente ser la voluntad de Dios.
El requisito es someter toda la vida a su señorío. Y no es una cuestión de Dios
disciplinándonos por un rato o perdiendo nuestra recompensa; es una cuestión de
nuestra salvación. No pueden entrar en el reino de los cielos, y Jesús dice que son
muchos.
Este mensaje no es popular. No predica bien en la televisión. Pero autoridad y
sumisión constituyen el centro de nuestra fe. Creemos que Dios tiene autoridad
absoluta. Jesús la demostró: sobre la enfermedad, los demonios, la muerte y la
naturaleza. La autoridad exige obediencia: Los demonios tienen que someterse, y
nosotros tenemos que someternos. Algunos dicen que la persona que se somete
es débil; no tiene la fuerza para tomar sus propias decisiones; en lugar él deja que
Dios u otra persona dirigieran su vida. En realidad, someterse voluntariamente a la
voluntad de otro exige más fuerza.
Autoridad delegada
Autoridad abusiva
Por cientos de años Israel sufría bajo la autoridad abusiva del Faraón; eso sería
suficiente para hacer a cualquier persona rebelde y temerosa a la sumisión. El
hombre pecador es capaz de horrendos abusos de autoridad. Puede que tú hayas
sufrido bajo un padre tiránico, un pastor que cree que es la cuarta persona de la
Trinidad, o un jefe exigente. No hay ninguna excusa para el abuso, y Dios nunca
nos comanda tolerar esos abusos. Él entiende lo difícil que es para someterse
(incluso a Él) después de esas experiencias, pero ellas no te eximen de obedecer
a Él o su autoridad delegada. Dios quiere sanar las heridas y restaurar la
confianza en autoridad sana y piadosa.
La autoridad de Dios es justa y buena. Israel ya vio esa autoridad cuando Moisés
abrió el mar rojo, y cada día ellos estaban aprendiendo más acerca de ella. En
Números 9, Dios les dio una lección muy sencilla en obediencia:
15El día que se armó el tabernáculo, la nube lo cubrió. Pero desde la tarde hasta el
amanecer la nube que cubría el tabernáculo tomaba la apariencia de una columna
de fuego. 16 De esta manera ocurría siempre: por la noche la nube que cubría el
tabernáculo tomaba la apariencia de fuego.
La nube de gloria
Sigue la nube
Es triste cuando una nube de gloria se mueve de una iglesia, y la gente no está
consciente de ello. En lugar de empacar la tienda (espiritualmente) y moverse
junto con Dios, se quedan donde están. El tabernáculo todavía es hermoso (fue
construido conforme al plan de Dios), pero ya está vacío. La presencia de Dios se
fue. Él sólo lo habita cuando la gente está caminando en obediencia a Él.
18De esta manera los israelitas viajaban y acampaban por orden del Señor, donde
él les indicaba que fueran. Permanecían en el campamento todo el tiempo que la
nube se quedaba encima del tabernáculo.
Tenían que mover como un solo pueblo o todo podría fracasar. Habría enemigos
en el camino, y su unidad fue fundamental para su supervivencia. Imagínate estas
posibilidades:
Aarón fue humillado por su hermano con el becerro de oro y reúne a un grupo de
descontentos a su alrededor. Hacen otro becerro y siguen a Aarón hacia Canaán.
Josué está harto de servir al viejo. Ha visto la gloria de Dios y cree que las
restricciones sobre quién puede entrar en el lugar santo son injustas. Él reúne a
jóvenes adoradores y les promete caras brillantes como la de Moisés.
Bezalel era el artesano que trabajaba mucho en el tabernáculo. Él reúne a
artesanos frustrados por la rigidez de los planes para ello. Él enseña que Dios les
dio la creatividad y en su grupo cada persona tendrá la libertad de expresarla.
Un gran chef se aprovecha del descontento con las codornices y el maná, y
promete una dieta más apetecible. Él acusa a Moisés de guardar la mejor comida
para sí mismo.
Otro dice que conoce una ruta directa a la tierra santa que Dios le reveló en
sueños. Con él llegarán allí en un mes.
¿No es lógico que tenemos que seguir el ejemplo de Israel? Dios tiene un plan y
un destino para nosotros y nos coloca en un cuerpo de creyentes que nos llevará
a la madurez. Él pone autoridad en ese cuerpo en forma de pastores y ancianos.
Cuando elegimos ser parte de una iglesia local, estamos afirmando nuestra
creencia que Dios ha puesto a esos líderes allí y estamos dispuestos a
someternos a ellos.
19Si la nube se quedaba por largo tiempo sobre el tabernáculo, los israelitas
permanecían allí y llevaban a cabo sus deberes ante el Señor. 20 Algunas veces la
nube se detenía por pocos días sobre el tabernáculo; entonces el pueblo se
quedaba por pocos días, como el Señor ordenaba. Luego, por orden del Señor,
levantaban el campamento y se ponían en marcha. 21 Algunas veces la nube se
detenía solo por la noche y se elevaba a la mañana siguiente; pero fuera de día o
de noche, cuando la nube se elevaba, el pueblo levantaba el campamento y se
ponía en marcha. 22 Si la nube permanecía sobre el tabernáculo por dos días, un
mes o un año, el pueblo de Israel acampaba y no se ponía en marcha; pero en
cuanto se elevaba, ellos levantaban el campamento y se ponían en marcha.
Puede parecer muy arbitraria. ¡Sería imposible vivir la vida como quieras!
Tu esposa está lista para servir una comida rica o pasar un tiempo íntimo contigo
cuando la nube se levanta y tienes que empacar.
Tú puedes estar profundamente dormido después de caminar todo el dia, cuando
la palabra viene para marcharse.
Tal vez sería mejor si hubiera lógica en ello, o si Dios preparó un horario para que
supieras qué esperar. Parece que no le importa a Dios las molestias que causa
este constante movimiento, pero la gente aprendió que la obediencia no era
opcional. Desde su infancia los niños aprendieron a observar la nube y escuchar
por la orden de Moisés. Todo el mundo lo hizo.
Israel estaba operando al nivel de un niño, aprendiendo cosas muy básicas acerca
de la fe y obediencia. Hoy no tenemos la nube. A veces una nube puede parecer
más fácil, pero tenemos algo mejor: El Espíritu Santo, que mora en nosotros.
Tenemos más libertad, y un guía 24/7. Dios ha dado los recursos a nosotros y
espera que actuemos como adultos. Lamentablemente, para muchos todavía
parece difícil discernir su voluntad. ¡Pero Jesús dijo que sólo aquellos que hacen
la voluntad del Padre entrarán en el reino! ¿Cómo sabemos lo que Dios quiere?
¡Dios quiere que sepas su voluntad! No es un gran misterio, pero sí, requiere
trabajo de tu parte.
Así que acampaban o viajaban bajo las órdenes del Señor y obedecían todo lo
23
Autoridad y libertad
Dios nunca quiere que seamos esclavos de un hombre. Lo que Dios ordenó en el
éxodo fue donde colocar sus tiendas (en agrupaciones tribales para mantener el
orden y proporcionar autoridad sobre ellos, ve Números 2), y dónde y cuándo
podían moverse (siguiendo la nube). Tenían que moverse como un grupo. Dios
nos coloca en una iglesia hoy, y creo que tenemos que caminar juntos con los
otros miembros de ese cuerpo para alcanzar la madurez (ve Efesios 4). En lo
demás hay mucha libertad.
Unidad doctrinal
¡No seas uno de los que Jesús dice que nunca conoció! Examina lo que estás
haciendo, incluso cosas buenas (como sanar a los enfermos).