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2011
PSICOACÚSTICA
Tanto la audición como el lenguaje son para las personas que no tienen problemas
auditivos una parte normal de la vida, pero el sonido es increíble y solo lo
comprendemos cuando tenemos la ventaja de visualizarlo a través de osciloscopios,
analizadores de frecuencia, sonógrafos y medidores de ondas sonoras. Es importante
que utilicemos nuestra imaginación para ver el sonido que nos rodea ya que viviríamos
en medio de una densa niebla (Pascoe, 2008).
El Audiólogo debe comprender las interacciones entre las dimensiones del sonido:
frecuencia (Tono), intensidad (Sonoridad), duración (Tiempo), y timbre. Por ejemplo,
las frecuencias graves a baja intensidad requieren más tiempo para ser audibles en el
umbral (4 a 5 segs) que las frecuencias agudas (2 a 3 segs). A baja intensidad un
incremento de 5 dB HL será apenas audible, pero a alta intensidad con un incremento
de 5 dB HL se puede alcanzar rápidamente el umbral de dolor, debido al crecimiento
exponencial logarítmico del decibel. (Berlín, 2005).
Para comprender la relación entre umbrales de tono puro y umbrales del habla, los
cuales deben estar de acuerdo entre sí, se debe recordar que mientras el tono puro
corresponde a una banda estrecha de frecuencia con tiempo de subida, meseta y
tiempo de bajada, sin armónicos agregados, por el contrario el habla corresponde a
numerosas amplitudes en función de numerosas frecuencias, incluyendo los armónicos
propios del timbre de cada voz, para conformar el amplio espectro del habla que
dibujamos sobre el audiograma (Valente, 2009).
En el caso de la audición se requieren por una parte las vibraciones mecánicas de los
tres más pequeños huesecillos del cuerpo humano: martillo, yunque y estribo.
También ocurren cambios en el medio hidráulico constituido por la endolinfa y la
Perilinfa del oído interno. El movimiento de las partículas o moléculas de aire
producido por las fuentes sonoras que vibran determina que se compriman o
expandan en fases denominadas de compresión o rarefacción. Los sonidos del lenguaje
se dividen en vocales y consonantes. El conjunto de dichos sonidos se localizan entre
100 y 4000 Hz., que oscilan en una intensidad entre 20 y 60 dB HL. (Berruecos, Ma. y
cols, 1999).
Georg von Bekesy, ganador del Premio Nobel de Medicina en 1961, por sus
investigaciones sobre la teoría de la onda viajera de la cóclea y su funcionamiento en
mamíferos, escribió numerosos artículos relacionados con la conducción por vía ósea.
La señal transmitida a través del hueso de la mastoides pasa por el oído externo y
medio, estimulando el mecanismo conductivo. La señal llega a la cóclea del oído
interno, estimulando las dos cócleas simultáneamente porque ambas se encuentran
dentro de los huesos temporales del cráneo, generando un patrón vibratorio en masa,
cuando se presenta el tono puro en el oído examinado y el ruido de masking en el oído
no examinado (Valente, 2009).
Para las frecuencias por debajo de 800 ciclos, el cráneo vibra como un cuerpo rígido
indeformable, estimulando el órgano de Corti para deformar mecánicamente las
estructuras del oído interno y los huesecillos del oído medio, lo cuales tienen una
inercia suficiente para no seguir en fase los movimientos del cráneo. Se crea entonces
un movimiento vibratorio de los huesecillos, desfasado con las paredes laberínticas
formadas por el hueso temporal, ocasionando la excitación del órgano de Corti. Los
dos oídos internos están estimulados a la misma intensidad cualquiera que sea el
punto de aplicación del vibrador óseo. Los umbrales respectivos para las frecuencias
graves de cada oído derecho e izquierdo, dependen en gran medida de la inercia de las
estructuras osiculares y cocleares (Portmann, 1979).
Tonndorf 1966, citado por Musiek 1999, describe tres modos de conducción ósea:
AMANDA TERESA PÁEZ PINILLA
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- La energía irradiada dentro del CAE, llamada óseo-timpánica, en la cual la onda
vibratoria desde la porción ósea del canal es conducida dentro del CAE a través de la
membrana timpánica usando la vía normal de conducción aérea.
-La aceleración del hueso temporal, también llamada conducción ósea por inercia,
causa la respuesta inercial de la cadena osicular, especialmente de la platina del
estribo y de los fluidos del oído interno.
Para las frecuencias entre 800 y 1600 Hz, entra en juego la elasticidad del cráneo de
acuerdo con la vibración de los puntos sonoros: mientras de un lado se produce un
movimiento hacia adelante, en el lado opuesto ese movimiento va hacia atrás,
estimulando de forma diferente las dos cócleas (De Sebastián, 1979).
Para las frecuencias mas elevadas a partir de 1600 ciclos, el cráneo vibra por secciones
según la aplicación de la fuente sonora, produciéndose fenómenos de compresión y
dilatación de las estructuras craneales (De Sebastián, 1979).
Tonndorf 1966, citado por Musiek 1999, describe la compresión ósea por compresión,
como las vibraciones que distorsionan el hueso temporal, que conducen la onda
viajera dentro de la cóclea. Si el paciente tiene una perdida auditiva conductiva en el
CAE no se afectan las conducciones óseas por inercia y conducción, pero se afecta por
el primer modo de conducción con el reforzamiento por el aire en el CAE y el pico de
resonancia natural se ve comprometido. Pero si el paciente presenta una fijación o una
discontinuidad de la cadena osicular, se afectaran las conducciones por inercia y
conducción, en el mismo grado de la lesión de la cadena. La relación entre conducción
por el hueso frontal y conducción ósea por la mastoides, depende del sitio de la lesión.
- Efecto de masa:
Afecta la audición en frecuencias graves. El ejemplo típico son las curvas observadas
en la Otosclerosis. También en la Otitis Media cuando el llenado completo de liquido
dentro de la cámara de aire produce rigidez de la cadena osicular y la membrana
timpánica. Igualmente las membranas monoméricas muy elásticas, ocasionan ligeras
hipoacusias conductivas para frecuencias graves. (De Sebastián, 1979).
Los efectos de masa y rigidez- elasticidad, sumados entre si, conforman la reactancia
que se mide en centímetros cúbicos (c.c.). Puede ocurrir que los efectos de masa y
rigidez-elasticidad, al actuar en sentido opuesto se anulen al entrar en juego una
frecuencia determinada, ocasionando que el resonador o cavidad del CAE, entre en
resonancia natural, porque la energía necesaria para mantener el aire en vibración es
mínima, ya que solamente se necesita vencer el rozamiento (De Sebastián, 1979). La
frecuencia de resonancia natural del CAE en los niños se puede encontrar alrededor de
1000 Hz, y con los cambios por la edad del CAE, se desplaza en la vida adulta a 3000 Hz
(Mueller, Hall, 1998).
REFERENCIAS:
- Berlín Charles, Hood Linda. (2005). MEASUREMENT OF SOUND. Memorias Semana de la Otología,
Bogotá.
- Mueller G, Hall J. AUDIOLOGIST DESK REFERENCE. U.S.A.: Library of Congress. USA, 1998.
- Pascoe David. (2008). TRES MILAGROS IMPORTANTES: EL SONIDO, LA AUDICION Y LOS SONIDOS
DEL LENGUAJE ORAL. En: Audiología Hoy. Asociación Colombiana de Audiología. Bogotá, Vol. 5-2.
- Salesa E., Perelló E., Bonavida (2005). A. TRATADO DE AUDIOLOGIA. Masson, Barcelona.
- Valente Maureen (2009). PURE TONE AUDIOMETRY AND MASKING. Plural Publishing. USA.