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República de Colombia

Rama Judicial

TRIBUNAL SUPERIOR DE BOGOTÁ, D.C.


SALA CIVIL DE DECISIÓN

Bogotá, D.C., dieciséis (16) de marzo de dos mil dieciocho (2018).

MAGISTRADO PONENTE : JUAN PABLO SUÁREZ OROZCO.


RADICACIÓN : 110012203000201702479 00
DEMANDANTE : GRADECO CONSTRUCCIONES Y CÍA S.A.S.
DEMANDADO : INALARCO LTDA
ASUNTO : RECURSO DE ANULACIÓN

Discutido y aprobado por la Sala en sesión del 21 de febrero de


2018.1

Procédase a resolver el recurso de anulación interpuesto por la


parte convocada, contra el laudo arbitral proferido el 14 de junio de 2017,
por el Tribunal de Arbitramento, integrado en la Cámara de Comercio de
Bogotá, por los árbitros Mónica Rugeles Martínez Juan Pablo Rivera Lara,
Carlos E. Angarita Angarita, Secretaria Marcela Rodríguez Mejía.

I. ANTECEDENTES

1. Con apoyatura en la Cláusula Compromisoria incluida en el


numeral 4°, cláusula vigésima, del contrato civil de obra No 00495, adiado
el 19 de agosto de 2011, a través de gestor judicial, la empresa Gradeco
Construcciones y Cía. S.A.S., instauró demanda arbitral contra la sociedad

1 También discutido en sesiones de 14 de febrero de 2018.


Recurso de anulación de laudo arbitral 110012203000201702479 00 de Gradeco Construcciones y Compañía
S.A.S contra Inalarco Ltda.

Inalarco Ltda., para que se declarara el incumplimiento contractual de la


convocada, y, por tanto, responsable de dicha desatención convencional.
En consecuencia, deprecó el correspondiente pago de los perjuicios
ocasionados, así como el desembolso de los dineros que por concepto de
multas fueron pactadas entre los extremos de la lite.

2. Como sustento factual de lo peticionado, la convocante


manifestó que, en desarrollo de su objeto comercial, GRADECO inició un
proyecto inmobiliario denominado Altavista Country ubicado en la Carrera
13 No. 138-61 de Bogotá, el cual motivó la constitución del contrato de
obra No 000495 el 19 de agosto de 2011, cuya fecha de entrega
concertada fue el 19 de enero de 2013, así como un anticipo que
finalmente se estableció en un 22.8 % del valor del pacto.

2.1. Con el fin de amparar, entre otros, el cumplimiento del


convenio suscrito, el buen manejo e inversión del anticipo, INALARCO
tomó con la COMPAÑÍA ASEGURADORA DE FIANZAS CONFIANZA S.A., la
póliza de cumplimiento en favor de entidades particulares No 31-
CU5555506, cuyo asegurado y beneficiario era GRADECO.

2.2. Durante su ejecución, la demandante advirtió que la parte


pasiva incumplió el contrato de obra, porque no amortizó una porción del
anticipo entregado; oteó retrasos en la construcción que generaron gastos
adicionales a los inicialmente previstos; avistó desperdicios de concreto;
utilización y almacenamiento inadecuado de acero y alambre; mala calidad
de las obras contratadas; defectos en los procesos constructivos;
deficiente cantidad y calidad de los equipos necesarios para su correcto
desarrollo; desatención de las obligaciones relativas al retiro del material y
limpieza de la obra; falta de personal suficiente para la puesta en marcha
de la obra; y descuido del cronograma proyectado.

3. Una vez notificado el libelo incoativo a la sociedad


conminada, en réplica al petitum demandatorio, se opuso a las
pretensiones elevadas planteando las excepciones: "excepción de buena fe
de INALARCO"; "inexistencia de incumplimiento”; “inexistencia de la
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S.A.S contra Inalarco Ltda.

mora"; "temeridad y mala fe del actor"; "venire contr factum propium non
valet (a nadie es lícito hacer valer un derecho en contradicción con su
anterior conducta)" y la "genérica".

Asimismo, por intermedio de demanda de reconvención,


Inalarco Ltda reclamó, en esencia, que se declare que Gradeco: i)
incumplió el contrato de obra civil No 000495, y por tanto responsable
civilmente de dicha inadvertencia; ii) modificó el sistema constructivo
inicialmente contratado en el contrato de obra civil No.000495 del 19 de
agosto de 2011; iii) es la culpable de los atrasos en la obra del proyecto
Altavista del Country; iv) generó sobrecostos afectado los intereses
económicos de Inalarco Ltda por el cambio de sistema constructivo; v) a
la terminación del contrato de obra civil, debe reintegrar a INALARCO
Ltda., los equipos y material que quedaron en la obra desde el 10 de mayo
de 2013; vi) debe cancelar a Inalarco Ltda las actividades adicionales,
contratadas y ejecutadas por este última.

Como corolario de lo trascrito en precedencia, pidió a favor de


Inalarco Ltda las sumas que corresponden a los sobrecostos de mano de
obra, formaleta metálica en placas macizas con vigas descolgadas,
formaleta metálica en muros 5000 P. S. I., formaleta metálica UNISPAN
sistema industrializado, stand by de la formaleta metálica sistema
industrializado; alquiler de la torre grúa sistema industrializado teniendo
en cuenta que el 80% del concreto utilizado en la obra fue subido por este
sistema por mayores tiempos de ejecución; obra contratada y garantía no
pagada; indemnización de contratos en que tuvo que incurrir esta última;
e intereses de mora.

Como hechos relevantes del pliego en reconvención, informó


que el contrato de obra No 00495 fue objeto de modificaciones en cinco
oportunidades. Que durante su puesta en marcha se presentaron fallas en
las programaciones y reprogramaciones de la obra en los niveles -6.20
(sótano dos) y -9.40 (sótano tres).

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S.A.S contra Inalarco Ltda.

A su vez, indicó que el cambio del modelo constructivo


ocasionó el incremento en los tiempos de ejecución por el traspaleo del
material y pérdidas económicas para Inalarco, y de contera un sobrecosto
en el personal por utilización en otras tareas; por permanecer inactiva la
torre de grúa al no estar listos los frentes de trabajo; por utilización de sus
equipos en actividades de obra no cotizadas por Gradeco.

Frente a tales aspiraciones, Gradeco las resistió con las


excepciones que rotuló: "culpa exclusiva de la víctima"; "inexistencia de
las obligaciones que se repuntan incumplidas"; "pago"; “inexistencia de
daño"; "falta de competencia"; "desconocimiento de las condiciones del
contrato"; "inexistencia de daño causal"; "compensación".

Igualmente, mediante escrito radicado en la secretaría de la


Cámara de Comercio de Bogotá el día 14 de abril de 2014, solicitó que se
aceptara como llamada en garantía a la Compañía Aseguradora de Fianzas
Confianza S.A., para que, en caso de hallarse civilmente responsable s
Inalarco por el incumplimiento del contrato, se declare que ocurrió el
siniestro de incumplimiento amparado por la póliza de seguro número 31
CU055506, y, en secuela de ello, se imponga a la aseguradora pagar la
suma de $668’683.758,oo a la demandante principal.

Sin embargo, a pesar de que fue notificada en debida forma el


ente asegurador, éste no dio contestación oportuna al llamamiento
efectuado, tal y como se determinó en auto del 14 de octubre del año
2015.2

4. Adelantados los ritos procesales, propios del trámite arbitral


según las disposiciones normativas que lo regulan, finalmente, la
controversia fue resuelta por los señores árbitros, designados para tal
efecto.

2
En dicho pronunciamiento se señaló por el cuerpo decisorio “(…) [t]ener por no
contestado en tiempo el llamamiento en garantía y la demanda principal por parte de
Compañía Aseguradora de Fianzas S.A. Confianza, con los efectos previstos en el artículo
97 del Código General del Proceso.”
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II. EL LAUDO ARBITRAL

1. La Corporación arbitral, en proveído calendado 14 de junio


de 2017, tras desestimar los medios enervatorios propuestos por Inalarco
Ltda., accedió, en su mayoría, a las pretensiones de la demanda principal,
declarando que la querellada inobservó el contrato civil de obra No.
000495. En virtud de ello, condenó a Inalarco LTDA. al pago de
$926’930.686,oo, correspondientes a los perjuicios ocasionados con el
citado incumplimiento, junto a los intereses moratorios desde la ejecutoria
del laudo y hasta el día de su pago total.

En adición, ordenó el desembolso de $309’719.392,oo, por


motivo del anticipo pagado no amortizado por el contratista, y declaró que
la empresa demandada incurrió en un retraso de 111 días en la entrega de
la obra contratada.

De otro lado, denegó la pretensión séptima de la demanda


principal y todas las pretensiones del pliego en reconvención.

Finalmente, aceptó el llamamiento en garantía efectuado por


Gradeco Construcciones y Compañía S.A.S., respecto de COMPAÑÍA
ASEGURADORA DE FIANZAS S.A. CONFIANZA, y debido a esto, declaró
que ocurrió el siniestro de incumplimiento amparado por la póliza de
seguro número 31 CU055506 para asegurar el contrato número 000495.
Por consiguiente, declaró que la aseguradora está obligada a pagar a la
demandante la indemnización derivada de la ocurrencia del siniestro.

2. Para arribar a las mencionadas conclusiones, luego de


considerar que Inalarco conoció con preciso detalle el contenido y el
alcance del lazo contractual acordado con la activante, el Tribunal de
Arbitramento puso énfasis en que aquélla “(…) asumió el riesgo de la
ejecución debida y oportuna de las excavaciones a cargo del tercero
contratista (…) para todas las excavaciones del proyecto, incluida la
excavación manual. Posteriormente, aun cuando fue modificado el
contratista [la obligación de excavación estuvo a cargo de Inalarco]
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asumiendo incluso (…) cualquier demora en la ejecución de la obra


desarrollada en el plazo de entrega de la obra, aun cuando la obra de
excavación se llevara a cabo por otro contratista diferente a Inalarco”.

En lo tocante al suministro de equipos y materiales, aclaró que


desde el 21 de abril de 2012 Gradeco sería la encargada de llevar el
control y el seguimiento a la provisión de concreto en la obra y solicitados
a Cemex, empero que dicho control se efectuaría atendiendo a las
indicaciones de Inalarco.

De igual forma, puntualizó que la actora puso en conocimiento


de la empresa convocada que la necesidad de aprovisionar elementos y
equipos de trabajo al personal que se encuentra en obra, e incluso, de
suministrar más personal a la obra, exponiendo, además, que haría
entrega de dichos elementos con la consecuencia de directa de
descontarlos de su remuneración.

Refiriéndose a la ejecución del contrato, tras ahondar en los


pormenores encontrados en el desarrollo de la obra, señaló “(…) que
después de analizar el contrato celebrado entre las partes fueron múltiples
las obligaciones contraídas por Inalarco como contratista para llevar a
buen término la obra encargada (…) basta con revisar [el clausulado] para
concluir que todas las que son reclamadas por incumplidas por Gradeco
fueron objeto de estipulación entre las partes. Con ello El Tribunal
considera cumplida la primera premisa necesaria para determinar
responsabilidad contractual, alegación de una obligación existente y de su
incumplimiento (…) después de analizar el material probatorio allegado al
expediente de que da cuenta el aparte sobre ejecución del contrato el
Tribunal concluye que en varias oportunidades Gradeco cuestionó a
Inalarco por la falta de almacenamiento en correctas condiciones del hierro
y el acero que causaron su pérdida, por designar personal sin la debida
capacitación para su uso o por la falta de personal para su manejo
(herreros), por falta de cuidado en las labores de excavación que se hacían
sin la supervisión de Inalarco y se destruían o afectaban las estructuras.
En cuanto al concreto aparece probado también que Inalarco incumplió
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S.A.S contra Inalarco Ltda.

sus obligaciones de programación de los pedidos del mismo, al punto que


en un período del contrato fue Gradeco la que tuvo que encargarse de las
actividades. (…) quedó claro para el Tribunal que hubo ocasiones en que
se desperdició concreto porque cuando llegaba el suministro las obras no
estaban listas para que fuera descargado (…) [y] que si hubo
incumplimiento de Inalarco en el desperdicio de acero, hierro, y concreto.

En cuanto a la mala calidad de las obras contratadas y defectos


en los procesos constructivos fueron permanentes los requerimientos de
Gradeco y las observaciones de la interventoría sobre los errores en los
procesos de construcción, la falta de seguimiento de recomendaciones, la
falta de ejecución de actividades (como el diligenciamiento de las cartillas
de acero y hierro) evidentemente constituyen incumplimiento de las
obligaciones a cargo de Inalarco en la modalidad de ejecución defectuosa o
de inejecución, según sea el caso.

En cuanto a la deficiente cantidad y calidad de los equipos


necesarios para la ejecución del contrato, también fue plenamente
demostrado que hubo muchos requerimientos de Gradeco hacia Inalarco
para que reemplazaran toda clase de materiales y elementos (…) fue
permanente también que Gradeco tuviera que proporcionar no solo los
equipos, sino también los materiales y elementos de protección personal
para los trabajadores de Inalarco, por cuanto a pesar de la obligación y
requerimiento que era efectuado Inalarco no ejecutaba cabalmente estos
compromisos.

Respecto de las obligaciones relativas al retiro de material y


limpieza de la obra el Tribunal encontró que fueron varios los llamados de
atención (…) por esta causa y fue manifiesto que se tuvo que recurrir al
contratista de demoliciones y excavación (…) para que por cuenta de
Inalarco hiciera el retiro de material (…) lo que posteriormente llevó a
continuos reclamos de ese contratista por falta de pago (…) la falta de
personal suficiente [e idóneo] para la ejecución de la obra desde la
primera semana se trató de una conducta reiterada por parte de Inalarco;
dicha compañía fue compañía fue requerida permanentemente para que

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incrementara el personal (…) pero también quedó claro que la mayor de


las veces, incumplía este compromiso.”

De cara al incumplimiento del cronograma de actividades,


sostuvo que, en efecto, se incurrió en tal anomalía, comoquiera que el
atraso obedeció a su falta de control sobre los equipos de bomba,
compresor y actividades de coordinación de la demolición, trayendo como
consecuencia la demora en las excavaciones. (Folios 116 a 346, cdno 4).

3. Finalmente, a pesar de haberse solicitado la adición y la


aclaración de la decisión adoptada, por auto del 4 de julio de 2017, dichos
pedimentos fueron denegados. (fl. 354 a 358, ibídem).

III. EL RECURSO DE ANULACIÓN

Dentro de los motivos para refutar el laudo arbitral, la sociedad


llamada en garantía invocó las causales de anulación previstas en los
numerales 1, 7, 83 y 9 del artículo 40 de la Ley 1563 de 2012,4
argumentado lo siguiente:

1. Inexistencia del pacto arbitral.

Al respecto, la recurrente manifestó que “(…) esta causal de


nulidad del laudo arbitral se invoca ante la inexistencia del mismo en lo que
respecta a CONFIANZA, en consecuencia el Tribunal carecía de competencia para
dirimir la controversia derivada del contrato de seguro con fundamento en el cual
GRADECO CONSTRUCCIONES Y COMPAÑÍA S.A.S. (en adelante "GRADECO")
apoyó su llamamiento en garantía.”

Ahondó en que “[d]e acuerdo con el texto del contrato civil de obra
número 000495, las partes del mismo son GRADECO e INALARCO LTDA. (…).

3
Esta causal fue declarada desierto, mediante auto de 8 de noviembre de 2017, por carecer de sustentación.
Folio 7, cdno 23 del expediente.
4
Folios 374 a 402, Cuaderno Principal No. 4

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CONFIANZA no suscribió el citado contrato y su condición de garante no la


convierte en parte.

En consecuencia, CONFIANZA no se encuentra cobijada por un pacto


arbitral que tenga como fuente el contrato civil de obra número 000495. Es más,
el 3 de junio de 2015 CONFIANZA presentó un memorial en el que manifestó
explícitamente que no adhería a la cláusula compromisoria que dio origen al
proceso arbitral entre GRADECO e INALARCO, manifestación que reiteró en la
contestación de la demanda y del llamamiento en garantía. Dicha manifestación
clara y precisa demuestra que no existió ni existe consentimiento por parte de la
Aseguradora respecto a que las controversias relacionadas con la afectación de la
póliza de cumplimiento a favor de entidades particulares No. CUC055506 fueran
resueltas a través de un Tribunal de Arbitral.”

Agregó que “[e]n el contrato de seguro contenido en la póliza de


cumplimiento a favor de entidades particulares No. CUC055506, del cual es parte
CONFIANZA, no se pactó cláusula compromisoria, por lo tanto, las controversias
originadas en el citado contrato de seguro, que deban ser dirimidas entre
CONFIANZA y el tomador (INALARCO) o entre CONFIANZA y el asegurado
(GRADECO), son del resorte de la jurisdicción ordinaria.”

Enfatizó en que “[e] El parágrafo 1 del artículo 37 de la ley 1563


de 2012 no es aplicable al caso bajo examen, pues el contrato de seguro fue
celebrado con anterioridad a la vigencia de dicha ley.
(…)
[Dicha norma] adopta una figura especial que permite vincular al
proceso arbitral al garante, sin que sea relevante que éste haya suscrito el pacto
arbitral del contrato garantizado o que el contrato de garantía tenga pactada la
cláusula arbitral.

Sin embargo, la Corte Constitucional en la sentencia C-170 de 2014,


en la cual examinó la constitucionalidad del parágrafo 1 del artículo 37 de la Ley
1563 de 2012, precisó que dicha disposición solo es aplicable a contratos de
seguro celebrados con posterioridad a su vigencia (…).

En el presente caso el contrato de seguro fue celebrado el 22 de


agosto de 2012 fecha anterior a la vigencia de la Ley 1563 de 12 de julio de
2012.
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(…)
Por las razones expuestas, el Tribunal no podía aplicar de manera
retroactiva la norma en cuestión, tal como lo hizo en el auto No. 6 del 8 de
septiembre de 2015. La aplicación de la disposición en comento supone que el
Tribunal incurrió en una vía de hecho y en una violación flagrante del derecho al
debido proceso al desconocer la inexistencia del pacto arbitral respecto a
CONFIANZA.”

2. Haber fallado el tribunal de arbitramento en


conciencia y no en derecho.

Frente a este punto, la aseguradora señaló que “(…) las partes


de manera expresa dispusieron que se trataba de un laudo en derecho, tal como
aparece en la cláusula compromisoria contenida en contrato civil de obra número
000495 suscrito entre GRADECO e INALARCO, la cual fue invocada y sirvió de
fundamento del laudo arbitral.
(…)
En el presente caso se encuentra claramente probado que el
Tribunal, a pesar de que manifiesta que aplica el artículo 1080 del Código de
Comercio, no tuvo en cuenta lo realmente dispuesto en dicha disposición.

En el presente proceso, la decisión que se debía adoptar frente a


CONFIANZA, dependía absoluta y completamente de la decisión, que sobre el
mismo tema se adoptara frente a INALARCO. En efecto, la responsabilidad de una
aseguradora en una póliza de cumplimiento depende a su vez de la
responsabilidad del contratista que garantiza el cumplimiento del contrato,
conclusión de esto es que la decisión sobre la responsabilidad del cumplimiento
del afianzado es condicione sine qua non de la obligación de cumplimiento
eventual de la compañía de seguros, por lo cual es imposible señalar que se
cumplieron los requisitos del artículo 1077 del Código de Comercio o señalar que
ésta se encontraba en mora cuando aún no se había declarado en mora al deudor
de la obligación garantizada ni mucho menos se había establecido la cuantía o
liquidez de la misma. Este silogismo lógico determina el por qué el fallo proferido
en el Tribunal que nos ocupa es en conciencia, como pasa a explicarse.
(…)
En efecto, en las consideraciones del laudo se señala que INALARCO
se entiende constituido en mora desde la ejecutoria del laudo y por esa razón los
intereses moratorios a cargo de INALARCO sólo pueden calcularse a partir de ese
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momento en la medida en que constituye el instante a partir del cual la deuda es


líquida y exigible; no obstante, en lo que respecta a la obligación indemnizatoria
a cargo de la aseguradora el Tribunal manifestó que su obligación sí era exigible a
partir del 28 de julio de 2013.
(…)
A juicio del Tribunal, si bien es claro que la obligación indemnizatoria
a cargo de INALARCO solo fue determinada en el laudo lo que lo lleva a concluir
que sólo puede existir mora del contratista a partir de la ejecutoria de la
mencionada providencia; considera respecto de la aseguradora que la obligación
de esta se encontraba determinada desde el 28 de junio de 2013, fecha en la que
GRADECO envió la reclamación a CONFIANZA. Lo anterior, a pesar de que (…) el
propio Tribunal reconoció que CONFIANZA había objetado oportunamente la
reclamación, lo que claramente impide que se configure la mora de la
aseguradora por la ausencia de cumplimiento a cargo del asegurado o
beneficiario de la carga de la prueba impuesta en el artículo 1077 del Código de
Comercio. En consecuencia, resulta contrario a derecho que la aseguradora, fuera
condenada al pago de intereses a partir del mes siguiente de la presentación de
la solicitud de indemnización.

Puntualizó que “(…) el mandato contenido en el artículo 1080


establece un régimen especial de la mora que se aparta del régimen general
aplicable a otros deudores.

El citado artículo 1080 es claro, una vez que el asegurado o


beneficiario satisfaga la carga impuesta en el artículo 1077 del Código de
Comercio, el asegurador cuenta con un mes para cumplir con la obligación a su
cargo correspondiente al pago de la indemnización. Si el asegurador durante el
transcurso de ese mes no objeta la reclamación seria y fundadamente o no
cumple la obligación de pago del siniestro, inmediatamente queda constituido en
mora y obligado al pago, no solo de la prestación asegurada, sino de los intereses
moratorios correspondientes.

Como se observa es requisito sine qua non para que el asegurador


pueda ser considerado en mora que el asegurado o beneficiario cumpla con la
carga dispuesta en el artículo 1077 del Código de Comercio, y que éste durante el
transcurso del mes que establece la norma no objete fundadamente la
reclamación, pues sólo de esta forma es posible entender que la obligación a
cargo del asegurador es líquida y exigible.

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(…)
Como se desprende de [la jurisprudencia] el artículo 1080 del Código
de Comercio sólo es aplicable cuando el asegurado o beneficiario ha cumplido con
la carga establecida en el artículo 1077 y la falta de pago de la indemnización
carece de causa justificada o le sea imputable al asegurador.
(…)
De conformidad con lo anterior, es evidente que en este punto la
mencionada carga responde a que el asegurado o beneficiario tienen que probar
el hecho amparado de manera general, lo que en este caso responde a la
exigencia de probar el incumplimiento y la mala inversión del anticipo por parte
de INALARCO.
(…)
Precisó que “[e]e rigor jurídico no es admisible que para efectos de
la relación subyacente entre contratante y contratista se establezca que el
incumplimiento y la cuantificación del mismo se encontró probada desde el laudo
arbitral; pero en el campo del contrato de seguro se diga que tal incumplimiento,
los perjuicios que se causaron y la cuantía de los mismos se encontraban
demostrados desde la reclamación de fecha 28 de junio de 2013.

Descendiendo al caso analizado, en la parte resolutiva del laudo


arbitral se condenó a INALARCO al pago de intereses de mora desde la ejecutoria
del laudo arbitral por considerarse que con anterioridad no se encontraban
determinados los perjuicios que con el incumplimiento INALARCO le ocasionó a
GRADECO.
(…)
No obstante lo anterior, el Tribunal se apartó de lo dispuesto en el
mismo laudo arbitral y procedió a condenar a CONFIANZA al pago de intereses
moratorios desde el 28 de julio de 2013, a pesar de que tal como se indicó, en
dicha decisión el incumplimiento del contrato, la mala inversión del anticipo y los
perjuicios que causó INALARCO a GRADECO sólo se demostraron durante el
proceso.
(…)
Así las cosas, no puede afirmarse que desde la comunicación del 28
de junio de 2013 se encontrara probado el siniestro así como tampoco su cuantía,
pues, precisamente, debido a la falta de certeza entorno a la ocurrencia y
especialmente entorno a la cuantía, hubo necesidad de practicar ciertas pruebas
a lo largo del proceso entre las que se encuentra una prueba que fue la que,
finalmente, determinó la cuantía del perjuicio.

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Es más resulta evidente no se encontraba probada la cuantía de la


pérdida desde la reclamación del 28 de junio de 2013 pues en esta se solicitaba
la suma de $541.281.672,00 por concepto del amparo de anticipo y
$429.719391,64 por concepto de perjuicios derivados del incumplimiento de
INALARCO. Lo cierto es que no sólo con las pruebas y los dictámenes practicados
se verificó el incumplimiento del contratista y el manejo que éste le dio al anticipo
sino que también se determinó que por concepto de anticipo éste debía pagar la
suma de $309.719.392,00 y por concepto de perjuicios por incumplimiento la
suma de $926.930.686,00 ($376.675.851, 00 correspondientes a los pagos que
tuvo que hacer GRADECO por la falta de suministro de INALARCO de personal,
materiales, elementos de protección personal, equipo, o por ejecución defectuosa
de las obras incluidos los pagos por desperdicios y $550.254.835,00 por concepto
de los mayores valores que tuvo que pagar GRADECO por el atraso que tuvo la
obra en diferentes partidas y en el mayor valor de concreto

De ahí que solo a partir del momento en que se dictó el laudo y no


antes, se pudo establecer el importe que debía pagar la demandada, así como los
intereses de mora a los que había lugar. Por lo tanto, la tasación de los intereses
a cargo de la aseguradora desde una fecha anterior lleva a concluir que el
tribunal falló en conciencia o equidad y no en derecho.

El Tribunal al emitir el respectivo laudo no respetó los dispuesto en


los artículos 1077 y 1080 del Código de Comercio al dar por demostrada, sin
estarlo (tal como lo reconoció en el propio laudo cuando se refiere a los
incumplimientos, su cuantía, el manejo que se le dio al anticipo y el valor del
anticipo que no fue invertido por INALARCO en el contrato civil de obra número
000495), la ocurrencia del siniestro y la cuantía del perjuicio sufrido por
GRADECO desde la comunicación del 28 de junio de 2013. Adicionalmente, el
Tribunal desconoció la interdependencia ineludible que existe entre el contrato
asegurado y el contrato de seguro de cumplimiento de la cual se colige que los
intereses de mora a cargo de la aseguradora sólo se causan cuando el asegurado
o beneficiario cumpla la carga dispuesta en el artículo 1077 del Código de
Comercio.
(…)
Para cerrar, subrayó que “[e]xiste una omisión grave del Tribunal
en menoscabo del derecho positivo vigente y válido, integrado por diversas
normas de la legislación comercial y probatoria, que consistió en dejar de
apreciar a la luz de estas normas un hecho determinante para poder tomar una

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decisión dentro del presente asunto. Se trata de un caso de derecho de seguros


que se ha fallado de espaldas al sistema de fuentes pertinentes que rigen el
mencionado contrato, omitiendo la aplicación de sus disposiciones y de las reglas
y principios más elementales del derecho probatorio.

En efecto, si para la misma causa, objeto y partes, ya una decisión


había determinado que no existió prueba del incumplimiento y monto del
perjuicio del incumplimiento del contrato garantizado sino hasta la ejecutoria del
laudo, se constituye en un fallo en conciencia el que en se condene a quien había
sido garante al pago de unos perjuicios moratorios desde una fecha anterior a la
que se determinó para el contratista incumplido, más aun cuando la aseguradora
objetó válidamente la reclamación presentada por el asegurado o beneficiario.

Por lo tanto, se configura la causal teniendo en cuenta el


desconocimiento de la condición que establece el artículo 1080 del Código de
Comercio, correspondiente a la verificación de los requisitos establecidos en el
artículo 1077. El Tribunal decidió no aplicar en su totalidad la disposición legal al
ignorar que no se había cumplido la impuesta como condición para que pudiese
considerar que el asegurador se encontraba en mora y fueran procedentes los
intereses moratorios previstos en la misma.”

3. Haber concedido más de lo pedido.

Sobre el particular, apuntaló la aseguradora que “(…), en el


presente caso, nótese cómo conforme a las pretensiones del llamamiento
en garantía, no se solicita el pago de los perjuicios moratorios a cargo de
la aseguradora desde la reclamación presentada el 28 de junio de 2013
sino desde la providencia que admite el llamamiento en garantía lo que
impide que el Tribunal entre a analizar su correspondiente causación desde
una fecha anterior a la reclamada.

Es así como, en el presente caso, considerando las


pretensiones formuladas por la parte llamante en garantía, no resulta
dable desde el punto de vista jurídico proceder al reconocimiento de los
intereses moratorios a cargo de CONFIANZA desde una fecha anterior a la
solicitada,

14
Recurso de anulación de laudo arbitral 110012203000201702479 00 de Gradeco Construcciones y Compañía
S.A.S contra Inalarco Ltda.

(…)
Siendo claro que en las pretensiones del llamamiento en
garantía se solicitó que se condenara a la aseguradora al pago de intereses
de mora desde el momento en que se profiriera la providencia por virtud
de la cual se admitiera el mencionado llamamiento, y no habiendo
interpretación posible en sentido distinto entorno a las pretensiones de la
demanda, según la cual dicha condena pudiese hacerse desde una fecha
anterior a la misma está claro que no puede haber declaración del
Tribunal, relativa a la procedencia de los intereses de mora desde el
momento de la reclamación.

Es cierto que en las pretensiones del llamamiento se señaló en


las pretensiones relativas a la condena de intereses de mora a cargo de la
aseguradora que estos se debía liquidar "desde la fecha de notificación del
auto admisorio del llamamiento en garantía y hasta la fecha de notificación
del auto admisorio de la demanda a la llamada en garantía y hasta la
fecha de pago o desde que lo determine el Tribunal", pero esta frase
jamás podrá interpretarse en el sentido de que estos intereses se causen
con anterioridad al auto admisorio, pues la mencionada interpretación
atentaría contra los derechos de defensa de la aseguradora quien
justificadamente planteó su defensa en el sentido de que los mismos se
causarían con posterioridad a dicha fecha toda vez que de no ser de otra
manera se estaría condenando a más de lo pedido en la medida en que
solo desde dicho momento la obligación podría haberse entendido
exigible.”

IV. OPOSICIÓN AL RECURSO DE ANULACIÓN

1. Dentro de la oportunidad procesal pertinente, el apoderado


de Gradeco Construcciones y Cia & S.A.S. solicitó “despachar
desfavorablemente el recurso de anulación y mantener incólume la decisión
arbitral.”

“1. En relación con la supuesta inexistencia del pacto


arbitral.

15
Recurso de anulación de laudo arbitral 110012203000201702479 00 de Gradeco Construcciones y Compañía
S.A.S contra Inalarco Ltda.

1.1. Falta de legitimación de la recurrente para alegar la


causal invocada

Sea lo primero advertir que, de conformidad con lo previsto en


el inciso primero del artículo 41 de la ley 1563 de 201 2, la causal primera
de anulación solo podrá ser invocada por quien haya hecho valer los
motivos constitutivos de ella mediante recurso de reposición contra el auto
en el que el Tribunal Arbitral asumió competencia. Constituye este un
requisito legal y obligatorio para poder invocar posteriormente la fal ta de
competencia como un fundamento de anulación.

Si los señores Magistrados revisan las actuaciones surtidas en


el proceso, específicamente la audiencia celebrada el 18 de noviembre de
2015 5, podrán observar que Aseguradora Confianza no formuló recurso de
reposición contra el auto número 17, motivo por el cual aquella no está
legitimada para alegar esta causal y por lo mismo deberá ser rechazada.

1.2. Improcedencia de los argumentos de la recurrente


(…)
Sostiene la aseguradora en este punto que (i) no suscribió el pacto
arbitral que dio origen al proceso ni se adhirió a él, (ii) que el contrato de seguro
no contiene una cláusula compromisoria, y (¡ü) que el parágrafo del artículo 37 de
la Ley 1563 no le es aplicable pues el contrato de seguro fue celebrado con
antelación a la expedición de ese estatuto.

En relación con los dos primeros argumentos, es importante precisar


que la vinculación que se hizo de la aseguradora garante no se realizó porque
ésta hubiera adherido al pacto arbitral ni porque la póliza tuviera una clausula
compromisoria. El argumento resulta sofístico pues evidentemente lo que ocurrió
en este caso fue que se le vinculó como llamado en garantía, en aplicación de lo
dispuesto por el parágrafo del artículo 37 de la Ley 1563 de 2012, norma que
finalmente cerró la discusión que existía antes de su expedición y que según la
cual, los llamados en garantía podían aceptar o no su vinculación al proceso
arbitral.

Lo que el legislador hizo al consagrar el mencionado parágrafo, fue


precisamente dejar en claro que a partir de la fecha de expedición de la Ley de

5
Ver acta número 9 visible a folios 349 a 356 del cuaderno principal número 2.
16
Recurso de anulación de laudo arbitral 110012203000201702479 00 de Gradeco Construcciones y Compañía
S.A.S contra Inalarco Ltda.

arbitraje, los llamados en garantía a los proceso arbitrales estaban obligados a


comparecer precisamente por la existencia de esa relación de garantía. Se buscó
con esa norma evitar que so pretexto de no hacer parte de la cláusula
compromisoria que vinculaba al demandante y al demandado, los garantes,
usualmente aseguradoras, se liberaran de sus responsabilidades manifestando su
no adhesión al convenio arbitral y quedaran sin obligación alguna derivada de su
relación de garantía.
(…)
Es por lo anterior que no resultan admisibles los argumentos
expuestos por la recurrente pues, se reitera, el artículo 37 de la ley 1563 de
2012, por ser una norma procesal que modificó la vinculación de los terceros al
proceso arbitral, sí era aplicable al caso y por lo tanto no se requería la
aceptación de la cláusula arbitral por parte de la aseguradora ni la existencia de
un pacto arbitral diferente a aquel que fundamentó el proceso.”

2. En relación con la causal séptima consistente en


haberse fallado en conciencia o equidad.

(…)
Sea lo primero solicitar a los señores Magistrados que no se dejen
llevar a la discusión de fondo que se plantea bajo esta causal, intentando
convertirla en un recurso de apelación y, por esa vía, abrir la revisión sustancial
del laudo arbitral. Recordemos que es claro para la Ley y para la Jurisprudencia
del H. Tribunal Superior, que las causales de anulación son todas por errores in
procedendo, incluyendo la de fallo en conciencia, conforme a la cual el Juez de
anulación no puede entrar a revisar el fondo del asunto sino que debe limitarse a
analizar si la sustentación efectuada por los árbitros en su fallo, se apartó del
ordenamiento jurídico y de las pruebas del expediente, para resolver con
fundamento en su leal saber y entender.

Dentro de ese marco, y sin que se trate de una revisión de fondo de


la decisión, es importante que los señores Magistrados observen que el Tribunal
fundamentó todas y cada una de sus conclusiones en las normas jurídicas que
rigen la materia, y en las pruebas que reposan en el expediente.
(…)
Recordemos que existe fallo en conciencia o en equidad cuando el
Tribunal no expone las razones legales y probatorias de su decisión. En ese
sentido, la fundamentación en el derecho positivo y en las pruebas excluyen de

17
Recurso de anulación de laudo arbitral 110012203000201702479 00 de Gradeco Construcciones y Compañía
S.A.S contra Inalarco Ltda.

suyo un fallo en conciencia o en equidad el cual se caracteriza por la carencia


total de razonamientos legales y probatorios.

Es evidente que en este caso tal situación no se presentó pues la


condena al pago de los intereses de mora, se reitera, la fundamentó el Tribunal
en el artículo 1080 del Código de Comercio y en la comunicación de 28 de junio
de 2013, entre otras pruebas.
(…)
Lo que sucedió en este caso y no puede ser objeto de recurso de
anulación, es que la Aseguradora llamada en garantía no está de acuerdo con la
forma cómo el Tribunal analizó las pruebas y aplicó las normas pertinentes, pero
ello, más que objeto de un recurso como el que aquí se analiza, constituye un
recurso de apelación que, además carecer de todo fundamento, resulta
improcedente.”

3. En relación con la causal octava de anulación


consistente en contener el laudo decisiones contradictorias, errores
aritméticos o por omisión o cambio de palabras

“(…) es necesario resaltar que esta causal de anulación, a pesar de


haber sido invocada en el escrito, no fue sustentada dentro de su texto.

De conformidad con los artículos 40 y 42 del Estatuto Arbitral el


recurrente está obligado a sustentar el recurso de anulación so pena de rechazo
(…) y en la medida en que ello en este caso no ocurrió, la impugnación debe
rechazarse.”

4. En relación con la causal novena consistente en


haberse concedido más de lo pedido.
(…)
Para la recurrente el Tribunal concedió intereses desde una fecha
distinta a la que supuestamente se solicitó en la pretensión, lo cual es totalmente
equivocado pues si se observa el contenido de las peticiones de intereses, es
claro que en su texto se reclamó su pago desde la fecha de la notificación del
auto admisorio de la demanda O DESDE QUE LO DETERMINE EL TRIBUNAL.
(…)
De la [jurisprudencia citada] se puede concluir que la correcta
interpretación de la frase "o desde la fecha que lo determine el Tribunal" significa

18
Recurso de anulación de laudo arbitral 110012203000201702479 00 de Gradeco Construcciones y Compañía
S.A.S contra Inalarco Ltda.

que los intereses de mora se debían contar desde cualquier fecha que considerara
el Juez Arbitral - ya fuera posterior o anterior a la reconvención judicial de la
demandada - y por lo tanto no existe la falta de congruencia que se le endilga al
laudo.

En esos términos es claro que no hubo un fallo ultra petita y por lo


tanto el laudo arbitral no puede ser anulado.”6

V. CONSIDERACIONES

1. Sea lo primero destacar que, de tiempo atrás, ha sido


decantado, jurisprudencialmente, que la naturaleza del recurso de
anulación contra laudos arbitrales es esencialmente extraordinaria, cuya
procedencia está enmarcada dentro la taxatividad de las causales
consagradas en la ley. De donde se sigue que dicho mecanismo de
impugnación delimita, de modo específico, la actividad del juez al examen
de irregularidades eminentemente procesales, que incidan en la validez de
la decisión adoptada por los árbitros; la que por ser inapelable, le resta el
carácter de segunda instancia al trámite judicial del referido medio de
refutación, imposibilitándose, así, en esta etapa, el análisis de cuestiones
de fondo resultantes del laudo, pues los motivos para anular el mismo
apuntan a corregir errores in procedendo, sin que sean permitidas
valoraciones distintas de las apreciaciones probatorias orientadas a
establecer la ocurrencia de errores de derecho o de hecho, en la
estimación de los medios de convicción allegados al arbitraje.

Sobre este tópico, la Sala de Casación Civil ha reiterado que


“(…) el carácter restringido del recurso extraordinario de anulación, que
obliga al juez que lo resuelve a circunscribirse a las limitadas causales que
le dan soporte, pues no puede encaminar la decisión por fuera de los
estrictos caminos que para ello consagra el ordenamiento jurídico,
característica que fue puesta de relieve por la Sala cuando manifestó ‘que
las causales que habilitan el recurso de anulación, (…), son taxativas y de
aplicación restrictiva, de forma que, en ningún caso, pueda invalidarse un

6
Folios 405 a 419, Cuaderno Principal No. 4.
19
Recurso de anulación de laudo arbitral 110012203000201702479 00 de Gradeco Construcciones y Compañía
S.A.S contra Inalarco Ltda.

laudo por fuera de los precisos motivos que en tales causales se


establecieron, en el entendido de que si ello no fuera así, el juez
encargado de resolver dicha impugnación estaría interfiriendo
indebidamente en el proceso arbitral mismo y, por esta vía, de paso,
provocaría una reprochable afectación de la autonomía de la voluntad de
quienes convinieron el compromiso o pactaron la cláusula compromisoria,
en tanto que, se insiste, con amparo en la Constitución y en la ley, los
interesados optaron, precisamente, por excluir del conocimiento del
órgano jurisdiccional su conflicto.”7

2. Dentro del marco jurisprudencial descrito, esta Sala


resolverá la controversia planteada, alinderando su cognición a las
causales que sirven de fundamento al recurso de anulación formulado:

“(…) esta causal de nulidad del laudo arbitral se invoca ante la


inexistencia del mismo en lo que respecta a CONFIANZA, en consecuencia el
Tribunal carecía de competencia para dirimir la controversia derivada del contrato
de seguro con fundamento en el cual GRADECO CONSTRUCCIONES Y COMPAÑÍA
S.A.S. (en adelante "GRADECO") apoyó su llamamiento en garantía.”

Ahondó en que “[d]e acuerdo con el texto del contrato civil de obra
número 000495, las partes del mismo son GRADECO e INALARCO LTDA. (…).
CONFIANZA no suscribió el citado contrato y su condición de garante no la
convierte en parte.

2.1. La primera causal en la que se funda la censura es la


contemplada en el numeral 1º del artículo 41 de la Ley 1563 de 2012,
relativa a la inexistencia del pacto arbitral respecto de la Compañía
Aseguradora de Finanzas S.A. Confianza, por no haber sido suscrito por
está; también, la falta de estipulación, en ese sentido, al interior del
contrato de seguro; y la supuesta inaplicación del canon 37, ejusdem;
situaciones que, en criterio del opugnador, tornan incompetente al
Tribunal de Arbitramento para zanjar cualquier diferencia emanada del
contrato aseguraticio.

En relación con los mentados motivos de anulación, comporta


relievar que el canon adjetivo que lo consagra, en su penúltimo inciso,

7 Corte Suprema de Justicia. Sala de Casación Civil. Sentencias de 13 de agosto de 2008, Exp. 2008-01200-00 y de 12 de diciembre de 2012, Exp. 02706-00.
20
Recurso de anulación de laudo arbitral 110012203000201702479 00 de Gradeco Construcciones y Compañía
S.A.S contra Inalarco Ltda.

preceptúa que únicamente podrá invocarse si el recurrente, hizo valer las


razones que lo estructuran, al momento de interponer el recurso de
reposición contra el auto mediante el cual el Colegiado Arbitral asumió
competencia para conocer el asunto puesto a su consideración, es decir,
en la primera audiencia de trámite, conforme lo establece el artículo 30,
ibidem.

Atinente a tal contendido normativo, la Corte Constitucional,


en sentencia C-572A/14, reiteró:

“4.5.1. Al inicio del proceso arbitral, el tribunal de arbitramento es el


encargado de determinar su propia competencia para pronunciarse sobre las
pretensiones en torno de las cuales hay un conflicto entre las partes, conforme al
principio kompetenz-kompetenz. Para determinar su competencia, los árbitros
deben tener en cuenta la Constitución, las leyes vigentes y el acuerdo de
voluntades de las partes.

4.5.2. El principio de kompetenz-kompetenz ha sido reconocido por


normas nacionales, entre las cuales merece destacarse que este principio estaba
previsto en el artículo 147.2 del Decreto 1818 de 1998 y, en la actualidad,
aparece reconocido en el artículo 29 de la Ley 1563 de 2012, al tenor del cual el
tribunal de arbitraje es el competente para resolver sobre su propia competencia
y su decisión prevalece sobre cualquier otra proferida en sentido contrario, sea
por un juez ordinario o por uno contencioso administrativo, sin perjuicio del
recurso de anulación. Según lo previsto en el artículo 30 ibídem, la decisión sobre
competencia debe tomarse en la primera audiencia de trámite, por medio de
auto, contra el cual sólo procede el recurso de reposición.
4.5.3. El principio de kompetenz-kompetenz también ha sido
reconocido por normas de otros Estados, empleado por los principales centros de
arbitraje internacional, previsto en las reglas uniformes para el desarrollo de
procesos arbitrales internacionales, usado por tribunales internacionales en sus
decisiones y destacado por la doctrina especializada.
4.5.4. En este contexto, cualquier cuestionamiento sobre la
competencia del tribunal de arbitramento debe plantearse, en primer lugar, ante
el propio tribunal, que es el encargado de definir este asunto. Si el tribunal decide
que es competente para conocer del caso, existe un instrumento legal adecuado
para impugnar esta decisión: el recurso de reposición. Si el recurso se decide
de manera desfavorable, es necesario esperar a que el tribunal se pronuncie de
21
Recurso de anulación de laudo arbitral 110012203000201702479 00 de Gradeco Construcciones y Compañía
S.A.S contra Inalarco Ltda.

fondo, para controvertir su competencia por medio del recurso de anulación, e


incluso por medio de la acción de tutela.

4.5.4.1. Para presentar el recurso de anulación contra el laudo


arbitral, que es un recurso extraordinario, es menester considerar las causales
previstas por en el artículo 41 de la Ley 1563 de 2012, en especial las de sus tres
primeros numerales y la exigencia del décimo inciso del mismo artículo, según la
cual estas causales sólo pueden invocarse si “el recurrente hizo valer los motivos
constitutivos de ellas mediante recurso de reposición contra el auto de
asunción de competencia”. (Negrillas fuera de texto).

Siendo las cosas de esa manera, ciertamente la convocada en


calidad de garante no se encuentra habilitada para proponer la anulación
del laudo por la inexistencia del mismo, comoquiera que en la audiencia
llevada a cabo el 18 de noviembre de 2015,8 el Tribunal de Arbitraje, por
Auto No. 17, se declaró “(…) competente para conocer y decir en derecho sobre
las pretensiones formuladas en la demanda principal, en la demandada de
reconvención, sus respectivas contestaciones y réplicas, así como en relación con
el llamamiento en garantía presentado por Gradeco Construcciones y Compañía
S.A.S. respecto de Compañía Aseguradora de Finanzas S.A. Confianza”,9 sin que
la aquí recurrente hubiere atacado tal proveído con el único medio
impugnativo que puso a su alcance el artículo 30 de la Ley 1563 de 2012,
para confutar la asunción de competencia de los árbitros, omisión que, a
no dudarlo, torna improcedente la causal primera de que trata el artículo
41, ejusdem.

2.2. Desde otro paraje, la sociedad opugnadora depreca la


anulación de la decisión definitiva del arbitraje, porque, bajo su óptica, el
laudo fue proferido en conciencia, debiendo ser en derecho, ya que la
Colegiatura Arbitral, no obstante aplicar el artículo 1080 del Código de
Comercio, no tuvo en cuenta lo realmente previsto en la mencionada
disposición, puesto que “(…) la decisión que se debía adoptar frente a
CONFIANZA, dependía absoluta y completamente de la decisión, que sobre el
mismo tema se adoptara frente a INALARCO. En efecto, la responsabilidad de una
aseguradora en una póliza de cumplimiento depende a su vez de la

8
Folios 344 a 356, Cuaderno Principal No 2.
9
Folio 359, ídem.
22
Recurso de anulación de laudo arbitral 110012203000201702479 00 de Gradeco Construcciones y Compañía
S.A.S contra Inalarco Ltda.

responsabilidad del contratista que garantiza el cumplimiento del contrato,


conclusión de esto es que la decisión sobre la responsabilidad del cumplimiento
del afianzado es condicione sine qua non de la obligación de cumplimiento
eventual de la compañía de seguros, por lo cual es imposible señalar que se
cumplieron los requisitos del artículo 1077 del Código de Comercio o señalar que
ésta se encontraba en mora cuando aún no se había declarado en mora al deudor
de la obligación garantizada ni mucho menos se había establecido la cuantía o
liquidez de la misma.”

Frente a dicha discrepancia, baste recordar que,


jurisprudencialmente, ha sido reiterado que “[s]i en el laudo se hace
referencia al derecho positivo se entiende que el fallo es en derecho y no
en conciencia, el cual se caracteriza, en su contenido de motivación por la
ausencia de razonamientos jurídicos; el juzgador decide de acuerdo a su
propia conciencia y de acuerdo, hay veces, con la equidad, de manera que
bien puede identificarse el fallo en conciencia con el concepto de verdad
sabida y buena fe guardada.”10

Desde esa perspectiva, no hay asomo de incertidumbre acerca


de la no configuración de la causal de anulación invocada, comoquiera que
los árbitros, al pronunciarse sobre las pretensiones de la convocante, no
dejaron de lado el marco jurídico pertinente para resolver tales
aspiraciones. Por lo contrario, citaron la normatividad que, en su criterio,
era aplicable al caso, con lo que se descarta, de plano, que el laudo
recurrido hubiese sido proferido en conciencia, ya que, de manera
expresa, fue puesto de presente que:

“GRADECO dio aviso del siniestro a Seguros Confianza en la forma y


oportunidad debidos, todo lo cual ya fue objeto de análisis y se encuentra
soportado en documentos aportados por la convocante. Especial atención
merecen las comunicaciones de GRADECO de fechas 23 de abril y 8 de mayo de
2013, que aparecen respondidas por Seguros Confianza el 20 de mayo, las
primeras de las cuales tuvieron como fin dar aviso del siniestro y merecieron una
respuesta de la aseguradora en términos según los cuales en esas

10 Consejo de Estado, Sección Tercera. Sentencia de 9 de agosto de 2001. Exp. 19273.

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Recurso de anulación de laudo arbitral 110012203000201702479 00 de Gradeco Construcciones y Compañía
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comunicaciones no podía el cumplimiento de los requisitos del artículo 1077 del


Código de Comercio.
(…)
El Tribunal no abriga ninguna duda sobre el hecho de que Seguros
Confianza tenía conocimiento de las dificultades que se presentaban en el frente
de obra del Proyecto Altavista del Country desde el cruce epistolar que se acaba
de poner de presente.
(…)
Consta también en el expediente que, conocida la respuesta de
Seguros Confianza, GRADECO produjo la comunicación, ya analizada también, del
28 de junio de 2012, por medio de la cual entendió dar cumplimiento al artículo
1077 del Código de comercio.
(…)
El Tribunal tiene claro, como quiera que según la voluntad de las
partes el presente es un laudo en derecho, que su facultad para determinar desde
cuándo es procedente la liquidación de intereses porque la ley lo prescribe, con
carácter mandatorio, que al caso son aplicables las normas del artículo 1080 del
Código de Comercio.

Así lo dejó claro la Corte Suprema de Justica en sentencia del 10 de


octubre de 1980, al señalar que el término del artículo 1080 del estatuto
mercantil para el pago de la indemnización derivada del contrato de seguros es el
que debe observarse, por tratarse de una condena y no se un fallo constitutivo, ni
declarativo.
(…)
"Por el contrario, el amparo de anticipo fue concretado por GRADECO
desde junio 28 de 2013 y por lo tanto sobre su valor se liquidarán intereses de
mora desde el 28 de julio de 2013 (artículo 1080 del Código de Comercio) y hasta
la fecha de expedición del presente laudo.”11

Precisado lo anterior, salta a la vista que el rebatimiento


planteado por la aseguradora se dirige a reformular el debate inicialmente
propuesto, buscando que esta Sala de Decisión reexamine el alcance dado
por el fallo a los preceptos allí invocados de cara a la situación
fáctica que tuvo por acreditada, esto es, comporta un replanteamiento del
tema que fue objeto de decisión, lo que, en verdad, lleva al fracaso del

11
Folios 314, 315, 333 y 334, Cuaderno Principal No. 4

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Recurso de anulación de laudo arbitral 110012203000201702479 00 de Gradeco Construcciones y Compañía
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cargo formulado, en razón a que el aspecto sustancial cuestionado


desborda el objeto de este recurso. Nótese que el artículo 42 de la Ley
1563 de 2012, norma regulatoria de esta herramienta vertical, preceptúa
que “[l]a autoridad judicial competente en la anulación no se pronunciará sobre el
fondo de la controversia, ni calificará o modificará los criterios, motivaciones,
valoraciones probatorias o interpretaciones expuestas por el tribunal arbitral al
adoptar el laudo”.

Es que no puede echarse al olvido que el recurso de anulación


no fue erigido para realizar una nueva revisión y valoración de la pruebas,
ni de las consideraciones y evaluaciones jurídicas hechas por los árbitros,
pues la naturaleza extraordinaria de este instrumento impugnativo, no
habilita la apertura de una instancia adicional en la que se actúe como
superior jerárquico de aquéllos, para entrar a examinar el fondo del asunto
en cuanto a la situación fáctica materia de decisión, o sobre el valor
otorgado a los medios de prueba o inferencias en derecho aplicadas, ya
que esto es del resorte exclusivo de los juzgadores de arbitramento;12
pensamiento recaudado en la jurisprudencia vernácula al sostener que “(…)
por esta vía no es factible revisar las cuestiones de fondo que contenga el aludo ni
menos aún las apreciaciones críticas, lógicas o históricas en que se funda en el
campo de la prueba, sino que su cometido es el de controlar el razonable
desenvolvimiento de la instancia arbitral que de suyo implica poner a salvo la estricta
observancia de toda actividad in pocedendo, y garantizar subsecuentemente el
superlativo derecho de defensa de las apartes (…). (Sentencia de revisión de 21 de
febrero de 1996)”,13 “(…) sin que sea menester entrar a juzgar en sede de este recurso
extraordinario de anulación el acierto o desacierto de los razonamientos jurídicos de los
árbitros, de la aplicación de la ley y del mérito que le otorgó al acervo probatorio, pues
ello no está previsto dentro de las causales de anulación de laudos arbitrales (…).”14

2.3. Por último, moteja la inconforme que el Cuerpo Arbitrador


concedió intereses desde una fecha distinta a la que se solicitó en las
pretensiones del llamamiento en garantía.

En cuanto a esta temática, la jurisprudencia vernácula tiene


decantado que “(…) [e]l principio dispositivo que inspira el proceso civil,

12
Consejo de Estado, Sección Tercera. Sentencia de 6 de septiembre de 2011. Exp. 39.982.
13
Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Civil. Sentencia de 12 diciembre 12 de 2012. Ref. 000-2012-
02706-00.
14
Consejo de Estado, Sección Tercera. Subsección C. Sentencia de 29 de febrero 2012. Rad. 11001-03-26-000-
2010-00054-00(39549).

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conduce a que la petición de justicia que realizan las partes delimite la


tarea del juez y a que éste, por consiguiente, al dictar sentencia, deba
circunscribir su pronunciamiento a lo reclamado por ellas y a los
fundamentos de hecho que hubieren delineado, salvo el caso de las
excepciones que la ley permite reconocer de oficio, cuando aparecen
acreditadas en el proceso (…) Sobre el particular, la Sala ha sido insistente
en que ‘(…) son las partes quienes están en posesión de los elementos de
juicio necesarios para estimar la dimensión del agravio que padecen, con
el fin de que sobre esa premisa restringente intervenga el órgano
jurisdiccional, a quien le está vedado por tanto, sustituir a la víctima en la
definición de los contornos a los que ha de circunscribirse el reclamo y por
tanto ceñirse la sentencia, salvo que la ley expresamente abra un espacio
a la oficiosidad (…) Al fin y al cabo, la tarea judicial es reglada y, por
contera, limitada, no sólo por obra de la ley, sino también con arreglo al
pedimento de las partes’ (Cas. Civ., sentencia del 22 de enero de 2007,
expediente No. 11001-3103-017-1998-04851-01) (…) En este escenario,
el principio de congruencia establecido en el artículo 305 del Código de
Procedimiento Civil impide el desbordamiento de la competencia del juez
para resolver la contienda más allá de lo pedido por las partes (ultra
petita), o por asuntos ajenos a lo solicitado (extra petita) o con olvido de
lo que ellas han planteado (citra petita) (…) En caso de presentarse tal
descarrío, su ocurrencia puede denunciarse en casación a través de la
causal segunda prevista en el artículo 368 ibídem, pues, valga decirlo, una
sentencia judicial de esos contornos agravia súbitamente a la parte que
actuó confiada en los límites trazados durante el litigio, toda vez que al ser
soslayados por el juez al momento de definirlo, le impiden ejercer a
plenitud su derecho a la defensa” (sentencia del 9 de diciembre de 2011,
exp. 1992-05900).(…)” 15

Partiendo del contexto descrito en líneas precedentes, a objeto


de abordar ese reproche, es muy de ver que en las aspiraciones quinta y
octava, claramente se solicitó “[q]ue se condene a la COMPAÑÍA
ASEGURADORA DE FIANZAS CONFIANZA S.A., a pagar a GRADECO
CONSTRUCCIONES & CIA SAS los Intereses de mora previstos en el

15
CSJ, SC 18 de diciembre de 2013 Exp. 1100131030412000-01098-01.
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Recurso de anulación de laudo arbitral 110012203000201702479 00 de Gradeco Construcciones y Compañía
S.A.S contra Inalarco Ltda.

artículo 1080 del Código de Comercio, sobre la suma de que trata la


pretensión anterior, calculados a la máxima tasa legal, desde la fecha de
notificación del auto admisorio a la llamada en garantía y hasta la fecha en
que se realice el pago o desde que lo determine el Tribunal.” (Negrillas
fuera de texto).16

En esas condiciones, se observa, sin dificultad, que la


Corporación Arbitral fue ampliamente facultada para establecer la data a
partir de la cual debía efectuarse el pago de los intereses moratorios,
autorización que no denota disonancia alguna que conduzca a infirmar la
decisión combatida, en la medida en que el fallador acusado se mantuvo
en “(…) el campo de acción en el que puede desplegar su obrar [que] no es otro
que el entorno dentro del cual gira la controversia cuyo conocimiento ha asumido,
vale decir, los términos de la confrontación surgida (…).”17

5. Por todo cuanto se ha dilucidado, se declarará infundado el


recurso y, por aparecer causada, se impondrá y liquidará la
correspondiente condena en costas (arts. 42 y 43, Ley 1563/12).

VI. DECISIÓN

En mérito de lo expuesto, el Tribunal Superior del Distrito


Judicial de Bogotá D.C., en Sala Civil de Decisión, administrando justicia
en nombre de la República y por autoridad de la Ley,

RESUELVE

PRIMERO.- DECLARAR INFUNDADO el recurso de anulación


interpuesto contra el laudo arbitral proferido el 28 de enero de 2016, por
el Tribunal de Arbitramento conformado en sede del Centro de Arbitraje y
Conciliación de la Cámara de Comercio de Bogotá, por los árbitros Ana
Inés Uribe Osorio, Presidenta, Carlos Darío Camargo De La Hoz y Luís
Álvaro Nieto Bolívar.

16
Folio 23, Cuaderno Principal No. 1.
17
Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Civil. Sentencia de 15 de enero de 2010. Rad. 1998-00181-01

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Recurso de anulación de laudo arbitral 110012203000201702479 00 de Gradeco Construcciones y Compañía
S.A.S contra Inalarco Ltda.

SEGUNDO.- Condenar en costas a la impugnante. El


Magistrado sustanciador fija la suma de Cuatro Millones de Pesos $
2.500.000.oo, por concepto de agencias en derecho y en ese valor se
liquidan y aprueban las costas (arts. 42 y 43, Ley 1563/12).

TERCERO.- Cumplido lo anterior, devuélvase la actuación


arbitral a la oficina de origen.

NOTIFÍQUESE Y CÚMPLASE

JUAN PABLO SUÁREZ OROZCO


Magistrado.
(00201702479-00)

NUBIA ESPERANZA SABOGAL VARÓN


Magistrada.
(00201702479-00)

LUIS ROBERTO SUÁREZ GONZÁLEZ


Magistrado.
(00201702479-00)

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