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confesante, cuando tiene relación con la cuestión en litigio, podría excusarse la omisión del
juzgador a su respecto (TS Córdoba, 28/10/57, B.J.C., II, p. 266).
2) Igualmente, observan, existe abundante prueba testimonial que acredita la
existencia de un con trato de transporte entre la empresa y los viajeros del “Jeep Gladiator”,
que el a quo no valora de conformidad a los principios de la sana crítica racional.
Efectivamente, razonan, la testigo T. 1. refirió “...previo haber llamado
telefónicamente al N°. la dicente junto a M. A., S. A. y P. B. se constituyen en la remisera de
carga sita en calle... intersección con..., siendo atendidos por un señor a quien manifiestan que
era un grupo de quince personas que deseaban viajar a lo que debían sumarie los bultos y si era
posible que cupieran en un sólo vehículo, contestando esta persona afirmativamente puesto que
tenía un camioncito, por lo que pactan el viaje en la suma de noventa pesos para conducirlos el
día viernes hasta la localidad de Alpa Corral y traerlos de vuelta al día siguiente...,,.
Tales dichos, destacan, se hallan corroborados por los testimonios de: C.A.; PB.;
C.A.B.; y D.S.A.
Es decir, entienden, lo expuesto significa que los jóvenes —entre los que se
encontraba la infortunada M.A. y la Empresa Remises Carga Sociedad de hecho, formal izaron
un contrato de transporte no escrito, el que quedó perfeccionado con el sólo consentimiento de
las partes (Cámara Comercial de la Capital, LL, 7- 13; fdem. JA, 50-597) (cita doctrina a su
favor).
No obstante el contenido de la prueba citada, cuestionan, desconociendo las pautas
interpretativas exigidas por la Constitución provincial (art. 155) y por el Cód. Procesal Penal
(art. 413 inc. 40), el sentenciante concluye que la empresa actuó como intermediaria, como
coordinadora del viaje, no resultando responsable por cuanto el contrato de transporte se
concretó entre la actora civil y el imputado.
¿Cómo puede afirmar V.S. —interrogan— que la víctima y el imputado celebraron un
contrato de transporte, si como de la prueba aludida surge que M.A. junto con tres jóvenes más
acordaron con la Agencia de Remises Carga el viaje a Alpa Corral, pactándose el precio, el lugar
de salida y el día y la hora de partida?
De conformidad a lo expuesto, la omisión de valorar prueba fundamental
(confesionales de Capielio, de los integrantes de la Empresa, el informe de la Municipalidad de
Río Cuarto, y los testimonios antes vertidos), no habiendo observado las reglas de la sana
crítica racional respecto a elementos probatorios de valor decisivo.
3) El análisis de la motivación de la sentencia, apunta en la presente cuestión, a
desentrañar si efectivamente el a quo omitió valorar prueba de carácter dirimente, al igual que
si la valoración de la prueba testimonial señalada inobserva el principio lógico de razón
suficiente. A los fines de justipreciar o no el acierto en la crítica, se hace necesario auscultar los
fundamentos de la sentencia.
B) El tribunal de juicio a la hora de expedirse respecto a la demanda instaurada
Contra la Empresa de Remises Carga S.H. (Cuarta Cuestión, pto. IV.C., fs. 260 vta.), expresó:
“...Ha quedado acreditado que un grupo de jóvenes interesados en realizar un viaje
a la localidad serrana de Alpa Corral, concurrieron a la agencia de re- mises carga solicitando el
servicio de un vehículo a tal fin. Así fue que el día 22 de septiembre de 1995 se presentaron en
el lugar acordado para la partida dos roda dos, uno de ellos el Jeep Gladiator conducido por Mar
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celo A. Capiello y el otro una camioneta conducida por Lucero, siendo elegida por los viajeros el
primero de los vehículos nombrados, a cuyo conductor abonaron la suma de $45 (50% del
monto pactado) como contra- prestación. De lo dicho surge que la empresa remisera actuó
como mera intermediaria entre los propietarios de los rodados afectados a la misma y los
usuarios, siendo su labor acercar y poner en contacto a las partes, pero el acto de contratación
del servicio se crea entre porteador y solicitante del mismo, conservando estos individualidad
propia y la titularidad de los derechos y obligaciones que el acto engendra. Si a lo expresado le
agregamos que con los testimonios de Caía, Lucero, Moyano y Boaglio se acreditó
acabadamente que no existe relación de dependencia entre la remisera y los permisionarios,
limitándose estos a entregar como contraprestación el quince por ciento de lo obtenido en el
caso de que sea la remisera quien les acerca que un viaje, surge palpable la falta de
responsabilidad de Remises Carga y sus propietarios, ya que estos actuaron como
coordinadores del viaje, el que... se concretó en su faz contractual entre la actora civil y el
imputado...”.-
De la lectura de los fundamentos precedentes, surge que: a) el sentenciante da
crédito a la versión de los testimonios de los jóvenes en cuanto a que éstos para realizar el viaje
propuesto, se hicieron presentes en la Agencia de Remises Carga S.H.” solicitando sus ser
vicios, o sea, la puesta a su disposición de un vehículo para que los transportara. b) con motivo
de dicho acuerdo es que el día con venido (22/9/95), se hicieron presentes en el lugar de
partida dos camionetas, resultando elegido por interesados el ‘jeep Gladiator’, conducido en
aquélla oportunidad por el imputado Marcelo A. Capiello. c) previo a la partida abonaron —como
contraprestación— a Capiello la suma de $45 equivalente al 50 % del monto pactado. d) atento
a la realidad fáctica tenida por acredita da, considera el a quo que la empresa Remises Carga
actuó como mera intermediaria entre las partes, lo que a su juicio halla respaldo —también— en
los testimonios de Jorge E Cafa, Roberto Lucero, Juan C. Moyano y Víctor H. 1. Boaglio, quienes
negaron relación de dependencia con aquélla, limitándose a entregar como contraprestación el
quince por ciento de lo obtenido en caso que el viaje se los acerque la empresa.
C) Para determinar, si les asiste razón a los impugnantes, corresponde ahora traer a
colación, la prueba que dicen ignorada por el sentenciante.
Previo a ello, estimo necesario llamar la atención al tribunal, por cuanto la recepción
de las declaraciones de las partes civiles, se realizaron mediante absolución de posiciones. es
decir un medio probatorio no reglado por el Código Procesal Penal vigente en esta provincia, en
lugar de declaraciones testimoniales, tal como corresponde.
La circunstancia de que las partes hayan consentido que el dato probatorio fuera
incorporado al proceso del modo apuntado, no obsta a que se recomiende al tribunal la
observancia del Código Procesal Pena] en lo que concierne a los medios de prueba.
Pruebas testimoniales
Ahora, ingresando al tratamiento de la prueba que se dice omitida tenemos:
Declaración del imputado Marcelo A. Capiello: quien en oportunidad de ser invitado
a prestar declaración, se remitió a sus dichos obrantes a fs. 51/52, los que fueron transcriptos
en la sentencia, resultan do de interés destacar que de los mismos “ab initio”, surge su
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“Pérez”, S. N° 12, 28/8/81, pub. SJ, N° 198, 30/11/81, p. 335) (art. 413 inc. 40, en función del
142, Cód. Procesal Penal).
En cuanto a la violación de las reglas de la sana crítica racional respecto a los
testimonios aludidos (T.I., C.A., PB., C.A.B. y D.S.A.), cabe destacar, que en virtud de lo
expresado “ut supra” resulta innecesario explayarse al respecto por tornarse abstracto dicho
agravio. Por lo expuesto, voto afirmativamente.
Dr. Rubio
Dijo: la doctora Tarditti da, a mi juicio, las razones necesarias que deciden
correctamente la presente cuestión. Por ello adhiero a su voto, expidiéndome en igual sentido.
2º cuestión. — La doctora Tarditti dijo:
Atento al resultado de los votos que anteceden, corresponde hacer lugar al recurso
de casación, anulando parcialmente la sentencia atacada en cuanto dispuso el rechazo de la
acción civil deducida en contra de “Remises Carga S.H.” y sus integrantes Gustavo Menard y
Judith Rodríguez, con costas a la actora civil, y los efectos por ella producidos.
Por ello, debe ordenarse el reenvío de la causa al Tribunal de origen, a fin de que
dicte una nueva sentencia en lo que ha sido objeto de anulación. Así voto.
La doctora Cafure de Battist dijo:
Estimo correcta la solución que de la señora doctora Tarditti, por lo que adhiero a la
misma en un todo, votando en consecuencia, de igual forma.
El doctor Rubio dijo:
La doctora Tarditti da, a mi juicio, las razones necesarias que deciden correctamente
la presente cuestión. Por ello adhiero a su voto, expidiéndome en igual sentido.
En este estado, el Tribunal Superior de Justicia por intermedio de la sala penal,
resuelve: Hacer lugar al recurso de casación deducido, anulando la sentencia cuestionada en
cuanto dispuso el rechazo de la acción civil deducida en contra de “Remises Carga S.H.” y sus
integrantes Gustavo Menard y Judith Rodríguez, con costas a la actora civil, y los efectos por
ella producidos. Por ello, reenviar la causa al juez Correccional de origen, para que dicte una
nueva sentencia, salvando el motivo de nulidad expresado.- Fdo. Alda Tardítti. — María E.
Cafure de Battisteili. — Luis E. Rubio
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