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Introducción

El secreto es parte de la esencia tanto del individuo como de las sociedades humanas. Como mamíferos
que somos tendemos a vivir en rebaño, pero algo nos empuja a conquistar y a defender un espacio de
intimidad, un espacio íntimo en el que siempre ocultamos algo, igual que el resto nos lo oculta a
nosotros.

Ya desde la más tierna infancia vamos percibiendo que vivimos en un mundo propio, que ocultamos y
nos ocultan partes del cuerpo, ocultamos algunos de nuestros actos y también nos damos cuenta que
de nuestros sentimientos son diferentes a los de nuestros progenitores, que existen aspectos de la vida
de éstos que no conocemos, que permanecen también ocultos a nuestros ojos.

Es el equilibrio entre nuestra privacidad y nuestra vida social, lo oculto y lo público, el que irá
determinando nuestra propia personalidad. Aquello que ocultamos, lo que revelamos y el respeto que
mantengamos con los secretos del prójimo más próximo, marcará indeleblemente nuestro acomodo en
el rebaño.

Y si ciertamente esto es así en el individuo, ocurre otro tanto en el seno de la familia, se ocultan hechos
para que no trasciendan al resto de la comunidad, adquiriendo el secreto un grado superior en nuestra
escala social, ya no es solamente un secreto unipersonal e íntimo, sino un secreto compartido del que
emana una fuerza aglutinadora que une a los miembros del clan con lazos de intimidad compartida,
otorgándoles un sentido de pertenencia.

Esta práctica defensiva e identidaria del secreto nos confiere a través del proceso de formación de
nuestra personalidad seguridad y equilibrio emocional, es en definitiva un beneficio para nosotros tanto
como persona individual como colectivo familiar.

Con el tiempo vamos descubriendo que otras familias ejercen ese mismo secreto, que la convivencia
social se basa en gran medida en ese equilibrio entre el derecho a lo privado y la obligación con lo
público, entre lo oculto e íntimo contrapuesto a lo manifiesto y evidente. En nuestro aprendizaje los
profesores paulatinamente van compartiendo con nosotros parte de su conocimiento manteniendo
oculta otra parte del mismo, en nuestro devenir profesional la empresa donde trabajamos nos va
desvelando sus secretos en la medida que vamos ascendiendo en el escalafón, otro tanto ocurre en el
sindicato, partido político, religión o cualquier otra asociación humana en la que participemos. Pronto
somos conscientes que nuestro poder se basa en la información que tengamos del otro y en la cantidad
de secreto que atesoremos. Somos, como dice el popular aforismo, dueños de nuestros silencios y
esclavos de nuestras palabras.
Y es en este proceso donde se van despertando esa curiosa fascinación que todos tenemos en distinta
media por las sociedades secretas.

Desconocemos, precisamente por su carácter secreto, dónde y cuándo surgieron las primeras
sociedades secretas, aunque es fácil deducir que han acompañado siempre al ser humano en su
evolución social. Las sociedades secretas son parte esencial de la vida tribal. A lo largo de la historia
en muchas partes del mundo han sido las sociedades secretas el medio de educar a los jóvenes en los
valores y deberes ancestrales que exige la vida de adulto. Este deber colectivo relativo al secreto tribal
ha sido tan necesario para mantener la identidad del clan como el secreto personal lo es para la
identidad del individuo.

En el mundo profano, ajeno a esta realidad, suele tender a confundirse las sociedades secretas con las
denostadas sectas, mezclando conceptos de unas y otras, cuando en realidad son asociaciones
diferentes y las más de las veces, totalmente opuestas.

Las sectas tienen características propias que las definen entre las que no se encuentra el mito o leyenda
en que casi siempre se apoya el secreto, que es una de las características más definitorias de las
sociedades secretas.

Por el contrario, la sectas se consolidan y mantiene a los largo de su existencia en torno a la sumisión
de los adeptos hacia su líder, en general un falso iluminado que dicta los dogmas en torno a los cuales
se desarrolla la vida de la secta, son dogmas de fe, verdades regaladas que deben asumirse como
identidad comunitaria, no ejerciendo sus miembros el derecho de crítica al líder, donde las normas
dictadas por él prevalecen sobre cualquier criterio individual, son acatadas por todos los individuos de
la secta bajo pena de ser expulsados y anatematizados.

Otra de las características que definen las sectas que las alejan de las sociedades secretas es su
declarado afán de crecimiento a través del proselitismo al que están sujetos todos sus miembros,
anteponen normalmente lo cuantitativo a lo cualitativo, todo los contrario de las sociedades secretas,
donde se prima más la identidad y la capacidad intelectual, incluso el elitismo, en detrimento de la
cantidad.

Las sectas mantienen mayores similitudes por sus características, más o menos acentuadas, con los
partidos políticos y las distintas religiones, siendo a veces muy difícil marcar los límites que separan a
las distintas sectas de estas organizaciones políticas o religiosas y sea esta similitud, quizás, la posible
causa de los típicos sectarismos endogámicos que desgraciadamente tanto abundan en este tipo de
organizaciones.
Las sociedades secretas que se conocen, y son cientos a lo largo de la historia, tienen un abanico de
peculiaridades similares entre sí, características muy diferentes a las de las sectas. Incluso estas
peculiaridades no son idénticas en todas las sociedades secretas, debido entre otras cosas a que sus
fines tampoco son los mismos. La más común de sus características es el “secreto” que las define a
todas ellas, pero este secreto varía en función de diferentes parámetros: la finalidad de la sociedad, la
discreción necesaria para su supervivencia, el número de sus miembros o su influencia social. Es un
abanico de grados tan amplio que sería imposible clasificarlo en grados, ya que en cada sociedad
secreta el nivel de ocultamiento varia de una a otra e incluso varia dentro de la misma sociedad secreta
de un país a otro dependiendo de la aceptación o rechazo social e incluso de las finalidades que también
pueden variar en cada lugar y en cada momento histórico dentro de la misma sociedad secreta. Este es
el caso de la francmasonería donde no mantienen el mismo comportamiento en España, en Irán o en
los Estados Unidos.

Este secreto que las define no es común a todas ellas, y va desde el secreto absoluto que su
quebrantamiento es castigado con la muerte (como en el caso de los Carbonarios), hasta la simple
discreción de la identidad de sus miembros, caso por ejemplo de una sociedad pública y bien conocida
como son los Alcohólicos Anónimos, donde sólo se mantiene una discreción conveniente en sentido
terapéutico de la identidad de sus miembros.

Así mismo, entre la particularidades que distinguen a las sociedades secretas destaca en la mayoría de
ellas el juramento exigido a todos sus miembros, la iniciación esotérica que marca en punto de inflexión
de profano a miembro del grupo, el ritual que se desarrolla en todas sus reuniones, el lenguaje simbólico
sólo reconocido por los miembros de la sociedad y que puede ser expresa de muy diferentes formas,
tanto verbales como gestuales o estéticas, utilizado en muchas ocasiones como medio para
reconocerse fuera del ámbito de las reuniones, en el mundo profano, la prueba previa a la iniciación en
la que participaran un número indeterminado de miembros y que será la base para discernir la
aceptación o rechazo del profano, la muerte alegórica parte del ritual de iniciación o de posteriores ritos
de exaltación, las leyendas donde extraen la razón de su existencia y la filosofía que les orienta, la
separación entre hombres y mujeres aunque a lo largo de la historia estas asociaciones han sido casi
exclusivamente masculinas.

Casi todas estas características se repiten con diferentes matices en casi todas las sociedades secretas,
dándose una mayor importancia a algunas de ellas en función de las finalidades propias de cada una
de las sociedades.

En lo que difieren sustancialmente estas sociedades secretas es en los fines que persiguen. La sociedad
profana en general siempre ha tenido junto con esa curiosa fascinación hacia las sociedades secretas
un marcado recelo. Se supone que el mero hecho de esconder su pertenencia o la propia ocultación de
la existencia de la sociedad es ya lo suficientemente demostrativo de la maldad de sus fines, pero eso
no es así, hay sociedades esotéricas con infinidad de motivaciones, pueden ser sociedades secretas
nacidas para el crimen como la Mafia o la Garduña, otras lo han sido de tipo político o revolucionario
como la Carbonería, racistas o xenófobas como el Ku Klux Klan, patrióticas como La Orden de Orange,
religioso-militares como los Templarios o los Assessinos, exclusivamente religiosas como los Sufís,
filosóficas como Eleusis, profesionales como los Masones operativos de la Edad Media, filantrópicas o
filosóficas como los Francmasones actuales en sus diferentes obediencias y países.

Muchas de estas sociedades han sido secretas en determinados momentos históricos debido a la
persecución de que eran objeto por los poderes públicos o religiosos, pasando a ser conocidas o
incluso a desaparecer cuando se han superado el momento histórico o las causas adversas en las que
germinaron. Otras han evolucionado a formas diferentes, es el caso, por ejemplo, de la mafia que nació
como una sociedad patriótica y terminó siendo una asociación criminal.
Historia

La Orden de los Iluminados (Illuminatenorden en el original alemán, compuesto derivado del latín illuminati,
‘iluminados’, y orden) es el nombre dado a varios grupos. Históricamente se refiere a la organización Illuminati
de Baviera, una sociedad secreta de la época de la Ilustración, fundada el 1 de mayo de 1776 por profesor
eclesiástico de derecho canónico Adam Weishaupt , junto con dos alumnos.

Llamada primero “Bund der Illuminaten” (“Unión de los Iluminados”) y posteriormente “Illuminatenorden” (“Orden
de los Iluminados”), esta sociedad, comprometida con el modelo de la ilustración, tuvo como símbolo el búho
de Miverva y buscaba , oponerse a la influencia religiosa, los abusos de poder del estado, el progreso del
mundo en el sentido de libertad, igualdad, fraternidad, así como el perfeccionamiento espiritual de todos sus
miembros mediante la educación y la moralidad, las cuales posibilitarían que los individuos pudieran
autodominarse. El objetivo de los illuminati, en última instancia, era alcanzar una sociedad libre e igualitaria que
pudiera prescindir de formas superfluas de dominio, tales como el despotismo político de los príncipes
absolutistas y el despotismo espiritual ejercido supuestamente por la Iglesia Católica.

Crecimiento

Uno de los factores que explicaron el rápido crecimiento de los iluminados de Baviera radicó en su organización,
basada en los 13 grados del Rito, es decir, 13 grados de iniciación a los cuales se accedía conforme se
demostraba lealtad y conocimiento (en el juramento respectivo se juraba mantener “eterno silencio, firme
lealtad, fidelidad y obediencia a todos los superiores y estatutos de la orden”). Cada grado poseía sus rituales
y secretos propios, los cuales no estaba autorizado revelar a grados inferiores, y cada miembro juraba
obediencia incondicional a sus superiores. Los grados se dividían en tres clases. En la primera clase (también
conocida como “Vivero” o “Criadero”) se encontraban el Preparatorio, el Novicio o Novillero, Minerval y el
iluminado menor. La segunda clase (o clase masona) incluía al Aprendiz, Compañero, Maestro, el iluminado
Mayor y el iluminado Dirigente. La tercer clase (o clase mistérica), en tanto, constaba de los cuatro grados más
altos: Sacerdote, “Regent” o Regente, “Magus” o Mago, y “Rex” o Rey.

Junto a la completa igualdad dentro de los grados, había una división jerárquica entre los distintos escalafones
muy marcada. Además, cada miembro de la orden recibía al iniciarse un nombre secreto (o de guerra): Adam
Weishaupt se proclamó a sí mismo con el nombre simbólico de Spartacus o Espartaco (el famoso cabecilla de
las revueltas esclavas que desafiaron el poder de Roma), mientras que Knigge se hacía llamar “frater Philon”,
por Filón de Alejandría, un filósofo judío. Goethe, en tanto, recibió el nombre Abaris, por un mago escita.

Gracias a la iniciativa del barón Von Knigge, los illuminati rápidamente se extendieron por Alemania, Austria,
Hungría, Suiza, Francia, Italia y otros puntos de Europa, afiliando a pensadores, filósofos, políticos, banqueros,
nobles y personalidades como Cagliostro, Johann Herder, el Conde de Mirabeau y el Conde de Saint Germain.
En 1782, en una reunión de la masonería continental que tuvo lugar en el convento de Wilhelmsbad, los
illuminati intentaron unificar y controlar bajo su autoridad todas las ramas de la masonería de Europa, pero, al
no conseguirlo, Von Knigge renunció a la organización y se retiró a Bremen donde pasó sus últimos años.

A comienzos del año 1780 los iluminados estaban presentes en más de 70 ciudades de Alemania, con cerca
de dos mil miembros, de los cuales un tercio eran masones, pero, debido a sus disputas internas, esta
organización y otras asociaciones secretas comenzaron a llamar la atención de las autoridades bávaras, que
comenzaron a verlas como elementos que pretendían alterar el orden tradicional, infiltrándose incluso entre los
funcionarios públicos. En 1785 se promulgaría un edicto que prohibía a los Iluminados y a los Francmasones,
considerándolos altos traidores y enemigos de la religión, por lo que se dio comienzo a las persecuciones y
arrestos de los miembros de la sociedad. El Papa Pío VI, por su parte, consideró que la adhesión a esta orden
era incompatible con la fe católica. En 1787 se promulgaría un tercer y más estricto edicto de prohibición, que
castigaba con pena de muerte el reclutamiento de miembros para masones e iluminados.

Los dirigentes de los illuminati, en todo caso, huyeron de las persecuciones y la mayoría de ellos permanecieron
activos hasta su muerte, a pesar de las prohibiciones. El erudito escocés John Robison aseguró que los
Iluminados de Baviera se reformaron inmediatamente bajo otro nombre después de su disolución oficial,
acaecida en 1785.

Las supuestas guerras provocadas por los illuminati

Las sociedades secretas de illuminati, pese a la persecución oficial, fueron replicándose en otros países de
Europa y en Estados Unidos. Desde esa época comenzarían a alimentarse diversas teorías conspirativas que
hablaban de los supuestos planes de los iluminados para dominar el mundo, como la presunta existencia de
una serie de cartas escritas entre los años 1870 y 1872, que se conservarían en los archivos de la biblioteca
del Museo Británico, entre un antiguo militar confederado norteamericano llamado Albert Pike (quien además
de masón era jefe de justicia del Ku Klux Klan) y el francmasón y carbonario Giuseppe Mazzini, un filósofo y
político italiano que se esforzó por unificar los estados italianos y quien habría sido seleccionado por los
Illuminati para dirigir sus operaciones mundiales en 1834.

En una de estas supuestas cartas, fechada el 15 de agosto de 1871, Pike, como si de una profecía se tratara,
llega a hablar de “nazismo” y “fascismo”, varias décadas antes de que esos regímenes se instalaran en Europa,
y le hace saber a Mazzini el presunto plan de los illuminati para el futuro del mundo:
“Fomentaremos tres guerras que implicarán al mundo entero. La primera de ellas permitiría derrocar el poder
de los zares en Rusia y transformar ese país en la fortaleza del comunismo ateo necesaria como una oposición
controlada y antítesis de la sociedad occidental. Las divergencias causadas por los “agenteur” (agentes) de los
illuminati entre los imperios británico y alemán serán utilizados para provocar esta guerra, a la vez que la lucha
entre el pangermanismo y el paneslavismo. Un mundo agotado tras la guerra, no interferirá en el proceso de
construcción de la “nueva Rusia” y el establecimiento del comunismo, que será utilizado para destruir los demás
gobiernos y debilitar a las religiones.

La segunda guerra mundial se desataría aprovechando las diferencias entre la facción ultraconservadora y los
sionistas políticos. Se apoyará a los regímenes europeos para que terminen en dictaduras que se opongan a
las democracias (Nazismo, Fascismo, Comunismo y Socialismo) y provoquen una nueva convulsión mundial
cuyo fruto más importante será el establecimiento de un Estado soberano de Israel en Palestina que venía
siendo reclamado desde tiempos inmemoriales por las comunidades judías. Esta nueva guerra debe permitir
consolidar una Internacional Comunista bastante fuerte para equipararse a la facción cristiana/occidental.

La tercera y definitiva guerra se desataría a partir de los enfrentamientos entre sionistas políticos y los dirigentes
musulmanes. Este conflicto deberá orientarse de forma tal que el Islam y el sionismo político se destruyan
mutuamente y además obligará a otras naciones, una vez más divididas sobre este asunto, a entrar en la lucha
hasta el punto de agotarse física, mental, moral y económicamente…

Liberaremos a los nihilistas y a los ateos, y provocaremos un formidable cataclismo social que en todo su horror
mostrará claramente a las naciones el efecto del absoluto ateísmo, origen del comportamiento salvaje y de la
más sangrienta confusión. Entonces en todas partes, los ciudadanos, obligados a defenderse contra la minoría
mundial de revolucionarios, exterminará a esos destructores de la civilización, y la multitud, desilusionada con
el Cristianismo, cuyos espíritus deístas estarán a partir de ese momento sin rumbo y ansiosos por un ideal pero
sin saber dónde hacer su adoración, recibirán la verdadera LUZ a través de la manifestación universal de la
doctrina pura de “lucifer”, sacada a la vista pública finalmente. Esta manifestación resultará del movimiento
reaccionario general que seguirá a la destrucción del Cristianismo y ateísmo, ambos conquistados y
exterminados al mismo tiempo”.

Los illuminati y la revolución francesa

Los illuminati también serían responsabilizados por algunos autores de haber provocado la Revolución
Francesa, evento que se generó en los años del enciclopedismo y la ilustración. El párroco francés Jacques
Francois Lefranc, el ex jesuita de esa misma nacionalidad Augustin Barruel y el erudito masón escocés John
Robison sostuvieron que casi todos los cabecillas revolucionarios importantes habían sido masones, partiendo
desde los teóricos propagandistas como Montesquieu, Rousseau, D’Alambert, Voltaire y Condorcet, hasta los
activistas más prominentes de la Revolución, del Terror, el Directorio y el Bonapartismo, como el conde de
Mirabeau (quien introdujo la Orden de los iluminados en Francia) y los revolucionarios Louis de Saint-Just,
Camille Desmoulins, Danton, Jacques-René Hébert, Jean Paul Marat, Maximilien Robespierre, Felipe de
Orleans, Joseph Fouché, Emmanuel Siéyès, François Babeuf, Rouget de L’Isle (compositor de La Marsellesa),
el marqués de la Lafayette (creador de la escarapela tricolor), y hasta el mismo Napoleón Bonaparte. El famoso
Conde Alessandro Di Cagliostro, que recibió su iniciación en la logia iluminista de Adam Weishaupt y quien
habría creado la masonería egipcia, también habría participado en las tramas del proceso revolucionario
francés.

Además, hay que consignar el hecho de que el célebre grito de “Libertad, Igualdad y Fraternidad”, el famoso
lema de la Revolución Francesa, también fue el lema que identificaba a la francmasonería, lo que confirmaría
que, incluyendo o no a los illuminati, habrían sido los francmasones del siglo XVIII quienes impulsaron y
desarrollaron la Revolución Francesa. Otro icono masónico importante habría sido el gorro frigio, especie de
caperuza, de forma aproximadamente cónica pero con la punta curvada, confeccionado habitualmente con lana
o fieltro, que iniciática y simbólicamente representa un tocado más elevado que el de una corona y que ocupó
un lugar importante en la imaginería de la Revolución Francesa, tal y como se lo muestra en la famosa pintura
de Eugene Delacroix, “La libertad guiando al pueblo”.

Los illuminatiLa célebre pintura “La Libertad guiando al pueblo”, de Delacroix.

Por último, también es significativo el hecho de que en Francia, poco antes de la Revolución Francesa, existió
una logia de francmasones, la cual se hizo llamar de manera muy similar a la orden de Adam Weishaupt, “Les
illuminés” o “Los iluminados”, aunque este grupo habría sido pequeño y de escasa influencia en la vida política
gala.

Los illuminati y Estados Unidos

Otra de las teorías conspirativas que disfrutan de una especial popularidad es aquella que asegura que los
illuminati habrían influido en el surgimiento de los Estados Unidos. La pirámide truncada con el ojo que todo lo
ve y el lema “Novus Ordo Seclorum”, símbolo del Gran Sello de los Estados Unidos, de hecho, es considerada
como un símbolo illuminati por excelencia.
Si bien se cree que los illuminati desaparecieron de Europa en las primeras décadas del siglo XIX, no ocurrió
lo mismo en Estados Unidos. Un año después de la prohibición en Baviera, en 1785, se constituyó la Logia
Colombia de la Orden de Los Illuminati en New York, a la cual se afiliaron como Hermanos el gobernador De
Witt Clinton, Clinton Roosevelt (primo de los presidentes Theodore y Franklin Delano Roosevelt); Horace
Greeley, uno de los fundadores del Partido Republicano y director del periódico “New York Tribune” y el propio
Thomas Jefferson, tercer presidente de los Estados Unidos de América (y quien ocupó el cargo entre 1801 y
1809). De esta logia derivó la Orden de Los illuminati en Estados Unidos, que a inicios del siglo XX se le conoció
como Grand Lodge Rockefeller. Se dice que la presencia de los illuminati en Estados Unidos se ha mantenido
durante dos siglos hasta el presente, en organizaciones iluministas como la fraternidad estudiantil Phi-Beta-
Kappa de 1776, que en la actualidad es una prestigiosa sociedad de honor académica de Estados Unidos; The
Order, Skull and Bones, fundada en 1832 y que tuvo su sede en la Universidad Yale, en New Haven,
Connecticut; y The Shriners de 1870 (Antigua Orden Arábiga de los Nobles del Santuario Místico).

Por lo demás, es de público conocimiento que el famoso billete norteamericano de un dólar tendría impresos
una serie de símbolos illuminati y masónicos, como el “Ojo que todo lo ve” u “ojo de la Providencia”, que aparece
en la cúspide de una pirámide truncada en la parte posterior del billete y que si bien es asociado con el ojo de
Dios o de Yahvé (el cual representa su omnisciencia), también fue adoptado por los francmasones para
representar al Gran Arquitecto del Universo. El diseño de este sello, por cierto, fue aprobado por el Congreso
de los Estados Unidos el 20 de junio de 1782 y, posteriormente, en 1935, fue introducido en el billete de dólar
por aprobación del presidente estadounidense Franklin Delano Roosevelt, masón del grado 32° del Rito
Escocés y también miembro de los Shriners.

La iconografía masónica presente en el billete de un dólar no deja de ser sorprendente. Muestra bajo el “Ojo
que todo lo ve” una pirámide egipcia trunca con 13 escalones, en cuya base está escrito el número 1776 en
números romanos (año de la independencia de las 13 colonias y de la fundación de la orden de los illuminati).
Sobre este número va acompañado de la sentencia “Annuit Cœptis” que significa: “Él favorece (o ayuda) aquello
que ha empezado” (o “Nuestra empresa es exitosa”) y que bien podría expresar la creencia americana de que
el nacimiento de los Estados Unidos tiene una inspiración divina. Debajo de dicha pirámide se puede leer la
leyenda “Novo Ordo Seclorum” (“Nuevo Orden de los Siglos”), uno de los lemas más conocidos dentro del grupo
masón de los illuminati.

En la pirámide del billete, por cierto, se puede formar la estrella de David al unir las letras A en Annuit, la S en
Coeptis, la N en Novus, la O en Ordo y la M en Seclorum. Bien ordenadas estas letras forman la palabra
“Mason”.

En el billete, además, hay continuas referencias al número 13. Aparece en los 13 escalones de la pirámide y
encima del escudo del águila encontramos otra estrella de David compuesta por 13 estrellas (para algunos
simboliza el control sionista de la banca internacional). El escudo del pecho del águila también está formado a
su vez por 13 barras y la misma figura del águila sostiene entre sus dos patas 13 flechas y una rama de laurel
con 13 hojas, respectivamente. Además, tanto las leyendas “Annuit Coeptus” como “E pluribus unum” (“De
muchos, uno”) tienen 13 letras cada una. El número 13, en principio, contabilizaría los estados americanos que
se independizaron de Inglaterra, pero también es considerado por los masones como un número de
transformación y puede hacer alusión a los 13 grados del rito de los iluminados de Baviera.

En el billete de un dólar aparece también el Búho de Minerva, el más oculto de los símbolos ocultos y el más
difícil de ver. Se encuentra en la esquina de la filigrana de la derecha, en la parte superior izquierda del escudo
que rodea el Nº1. Según los illuminati haría referencia a la sabiduría, al búho que vigila todas las cosas desde
las sombras. Otra frase del billete reza: “In God We Trust” , que significa “En Dios Confiamos”. Sin embargo,
también existen otras interpretaciones, como la que supone una elipsis en la frase “In God we (have the) Trust”
(que significaría “En Dios tenemos el trust” o “En Dios tenemos el negocio” ), ya que “trust” también significa
“corporación financiera” o “negocio”. Otra interpretación asegura que debido a un supuesto error de la Reserva
Federal, una vez se emitió una serie de billetes y monedas con la frase “In Gold we trust” (“En el Oro confiamos”).
Símbolos

Ahora bien, este grupo Illuminati empleaba diversos símbolos de sectas oscuras. Algunos de ellos y de los más
conocidos son el pentagrama, el obelisco, el ojo que todo lo ve, la serpiente, la pirámide, el hexagrama y el
escarabajo.

Pentagrama

Pentagrama

Este símbolo se empleaba en la brujería, es uno de los símbolos mágicos más poderosos en todo el mundo.
Se dice que representa a los 4 elementos. La tierra, el viento el fuego y el agua, ya que tiene 4 puntas que los
simbolizan. El quinto punto, es el espíritu rodeándolos, el cual predomina sobre las fuerzas de los elemento.

Normalmente, se usa en rituales mágicos. Se suele encerrar en un círculo llamado pentáculo y sirve para
invocar fuerzas o para desterrarlas.

Por otro lado, también se dice que representa a un hombre sometido bajo los cuatro elementos. También, los
seres que lo habitan. Es decir, los Gnomos de la tierra, las salamandras del Fuego, los silfos del aire y las
ondinas del agua.

Es un símbolo realmente espeluznante, ¿no te parece? Sin embargo, para aquellos a quienes les gusta, debe
ser fantástico.
Pirámide

El ojo que todo lo ve.

También, poseen el símbolo de la Pirámide. Este símbolo es una combinación entre uno de los más conocidos
y espeluznantes. El ojo que todo lo ve, con una pirámide de 13 pasos.

Representa el más popular de los Illuminati y con el cual es más fácil reconocerlos. Sin embargo, ¿qué significa?

El ojo representa la regla Illuminati, es decir, su categorización, hay muchos que se encuentran en la parte
inferior, pero no todos están en la parte superior.

Simbolo-Illuminati-Dolar

Hay quienes afirman que el símbolo del ojo que todo lo ve, se encuentra en el reverso del sello de los Estados
Unidos. Luego, el presidente Franklin Roosevelt lo añadió tanto en la parte de adelante como en la parte de
atrás del sello al billete de denominación de 1 dolar.
Hexagrama

Este símbolo representa una estrella de seis picos. Normalmente, es conocida como un símbolo mágico de
preservación y protección contra la destrucción.

La idea primordial de que sea un símbolo de protección conlleva a los orígenes de la magia, donde se solían
realizar talismanes bajo una influencia astral. Bien fuera Saturno, Venus o Júpiter. Esto, para proteger a sus
portadores de diferentes peligros.

Hexagrama-Simbolo

Por eso, al Heragrama o estrella de 6 picos, también se le conoce como el Talismán de Saturno. Aunque
también es el Talismán de Venus y Júpiter.

Escarabajo

1Escarabajo-Símbolo

El escarabajo es un símbolo realmente antiguo. Se empleó principalmente en la cultura egipcia y su significado


es el de la reencarnación.
Por otro lado, tiene un significado un poco más fuerte: Es el símbolo de Belcebú. También conocido como
“señor de las moscas”. Se dice que cuando los Illuminati lo llevan puesto, equivale a poder. Según cuenta la
historia, es una fuente de protección ante los enemigos.

La Serpiente

2Serpiente-Símbolo

Es bien sabido, por películas o alguna historia, que las serpientes representan la tentación. Aquella tentación
dada desde el jardín del Edén, donde indujo a Adán y a Eva a dar los primeros pasos.

A la serpiente normalmente, se le conoce como aquella que imparte cierto conocimiento prohibido y se usa
como señuelo. De esa misma manera, la utilizan los Illuminati.

Otros simbolos Illuminati

Cruz-Satánica

Existen muchísimos otros símbolos Illuminati, son tantos que podemos pasar días escribiendo. Sin embargo,
otro de los símbolos más importantes es la Cruz Satánica.
Esta cruz, representa una especie de ambigüedad o variación del símbolo químico del azufre. El cual es el
fuego y azufre. Este símbolo perteneciente al azufre se colocó por encima de las Nueve Declaraciones
Satánicas, en la Biblia satánica, y se usa en rituales de este tipo y también en brujerías.

El 666 con la mano. Este gesto mal utilizado como si quisiera decir O.K, en realidad significa 6 6 6. Pero los
Illuminatis a través de la televisión nos han ido metiendo estos símbolos ocultistas.
MIEMBROS

La mayoría de sus miembros son personas muy poderosas e influyentes, banqueros adinerados, los mejores
líderes políticos y la élite empresarial, varones del petróleo, y alta gente ordenada de grandes corporaciones
multinacionales y la industria farmacéutica. La Familia Real de Inglaterra, es decir, la reina Isabel II y la Casa
de Windsor, (que son, de hecho, los descendientes de la rama alemana de la realeza europea – la familia de
Sajonia-Coburgo-Gotha – Windsor), son representantes de alto nivel que controlan los estratos superiores del
Nuevo Orden Mundial. Los centros para la toma de decisiones de este esfuerzo se encuentran en Londres (en
especial la City de Londres), Suiza-Basilea y Bruselas (sede de la OTAN).

Los conspiradores Illuminati ocupan puestos de importancia en los dos principales partidos políticos en los
Estados Unidos, así como los partidos políticos extranjeros. Muchos de ellos también conducen grupos
religiosos. El Illuminati controla muchos aspectos del entretenimiento popular como Hollywood, los medios de
comunicación y el sistema educativo.

Una de las formas de identificar a los Illuminati es por gestos realizados con la las manos, a continuación se
mostrara un listado de artistas, políticos y celebridades que han sido identificados como miembros activos de
los Illuminati.

William Randolph Hearst David Rockefeller George W. H. Bush

George W. Bush Dick Cheney Bill Clinton

Richard Nixon Ronald Reagan Jimmy Carter

Henry Kissinger John Kerry Arnold Schwarzenegger

Alan Greenspan John Mayor Mark Twain


Beyoncé

Seña Illuminati: "Triple seis" y la "pirámide"; el triple 6 se hace uniendo los dedos índice y pulgar y los tres dedos
restantes se dejan libres y un poco curvados, es un símbolo para el "señor de la luz" (Lucifer). La pirámide se
forma con ambas manos usando los dos pulgares como la base de ésta, simboliza la cúspide y el control del
mundo con sus diferentes estatus.

Beyoncé es uno de los miembros más fieles de los Illuminati, ya que existen varias fotografías suyas haciendo
este tipo de señas y no las oculta o disimula como otras estrellas. Jay-Z también forma parte de la orden.

Britney Spears

Seña Illuminati: Triple 6 y la "mano cornuda"; la mano cornuda, conocida por la señal del diablo; sin embargo,
esta señal se ha usado desde hace muchos años con diferentes connotaciones, aunque para este caso, es una
señal clara de la oscuridad de los Illuminati.

La ruptura del equilibrio emocional y mental que sufrió Britney Spears (todos recordamos sus entrevistas
confusas y aquel episodio de "Britney pelona") se debió a que no soportó la misión Illuminati y fue castigada
por la Orden.

Adele
Seña Illuminati: Triple 6 y el "ojo oculto", según las teorías, el ojo oculto es señal de dejar sólo un ojo que es "el
que todo lo ve" haciendo referencia a Lucifer, es una seña usada para mostrar lealtad a la secta.

Los años que Adele se alejó de su carrera musical fue para tratar una depresión que sufrió debido al control
mental por parte de los Illuminati, su regreso, con su nueva imagen, fue una "reprogramación" que hizo la secta
a su psique.

Will Smith

Seña Illuminati: triple 6 en distintas posiciones; el sentido de cambiar la posición de las manos es para que
parezca una pose aleatoria.

Se dice que Will Smith fue reclutado desde que la secta lo vio en El príncipe del rap y se dio cuenta de que
sería una figura importante, no conformes con ello, los hijos del actor también han sido reclutados.

Lady Gaga
Seña Illuminati: triple 6

Se ha visto a Lady Gaga en numerosos videos hablando de lo difícil que es ser famoso, ya que, aunque lo tenga
todo, no es feliz. Aparentemente los Illuminati la castigaron por decir aquello y su carrera ha sufrido altibajos;
además se le han visto comportamientos extraños en muchos videos que circulan en Internet.

Angelina Jolie

Seña Illuminati: mano cornuda, ojo oculto

La separación con Brad Pitt fue un plan y un castigo de los Illuminati, sin mencionar el deterioro de salud que
sufrió la actriz; anorexia y depresión. Aunque en realidad no tenga ningún sentido su reclutamiento, ya que hace
mucho tiempo que la actriz no destaca, a excepción de su matrimonio con Pitt.

Kanye West
Seña Illuminati: la pirámide

Kanye West ha estado por mucho tiempo bajo el control de los Illuminati, y cuando se decidió a revelarse y a
contar la verdad en uno de sus conciertos, a los pocos días fue internado en un hospital psiquiátrico,
seguramente para su reprogramación mental. Fue un escándalo en el que hasta Trump estuvo involucrado.

Madonna

Seña Illuminati: triple seis, rituales en los conciertos; según las teorías, los famosos no soportan la carga mental
y energética, por lo que a veces se ven obligados a hacer ceremonias durante sus conciertos para canalizarse
con la energía de las personas y que disfrazan de performances y como parte del espectáculo que ofrecen.

La larga trayectoria de Madonna se debe a la lealtad, discreción y utilidad que ha mostrado hacia los Illuminati.

Katy Perry
Seña Illuminati: ojos de Orus, Katy Perry es una de las famosas más débiles reclutadas, ya que hay muchos
videos en los que, en entrevistas, habla de lo insoportable que es ser famosa.

Las teorías afirman que cuando un famoso dice algo como "ellos te dicen qué hacer y qué cantar" no se refieren
ni a la prensa ni a los fans, sino a los Illuminati.

Miley Cyrus

Seña Illuminati: ojo oculto, triple 6

Rumor: Miley Cyrus es una de las más jóvenes, por lo que todas las modificaciones que ha tenido (sobre todo
de conducta) son experimentos de control mental de parte de los Illuminati.

Rihanna
Seña Illuminati: pirámide, mano cornuda

Rumor: al principio de su carrera era muy común verla haciendo este tipo de señas, sin embargo, actualmente
no se le ha visto nada extraño, pero no significa que ya esté fuera, según las teorías, una vez que entras es
imposible salir.

Taylor Swift

Seña Illuminati: ojo oculto y pirámide

Rumor: Taylor Swift es uno de los miembros más recientes de la secta ya que se fama va en ascenso, y puesto
que su comportamiento se mantiene estable, seguirá gozando de dicha gloria.

Justin Bieber
Seña Illuminati: triple 6, mano cornuda

Rumor: Reclutar a Justin Bieber cuando era tan joven trajo muchas consecuencias, la primera fue que Bieber
no soportó el peso de la fama (y de las consignas Illuminati), lo cual explicaría el comportamiento que tuvo hace
algunos años.

Drake

Seña Illuminati: pirámide, triple 6

Rumor: Drake hizo estas señas al principio de su carrera, sin embargo, los rumores dicen que se ha resistido
al control mental y a formar parte de la secta.

Justin Timberlake
Seña Illuminati: pirámide, triple 6

La teoría dice que formó parte de la secta como consecuencia de su relación con Britney Spears, que era la
principal candidata.

Teorías como éstas existen muchas, sin mencionar los rumores que dicen que varias famosos son reptilianos
y que las muertes que han sufrido algunos (Bob Marley, 2pac, Michael Jackson, John F. Kennedy, John Lennon,
Heath Ledger) fue una orden de los Illuminati porque, o bien habían revelado información de más o ya no eran
funcionales para la secta.

Políticos

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