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República Bolivariana De Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria

Instituto Universitario Politécnico “Santiago Mariño”

Escuela De Arquitectura

Electiva III

Bachiller:

Fuentes Edgar

C.I: 21.338.771

Junio– 2019
La hoja

Es la parte de la planta encargada de realizar la fotosíntesis, así como la respiración y la


transpiración vegetal.

Es una de las partes más importantes de las plantas vasculares, pues es el órgano vegetativo
primariamente especializado en la realización de la fotosíntesis. De forma general, las hojas
son estructuras laminares o aciculares, que brotan lateralmente de los tallos o ramas, que
tienen crecimiento limitado y que contienen sobre todo tejido fotosintetizador, situado
siempre al alcance de la luz. Además, las hojas son las encargadas de llevar a cabo otras
funciones como la transpiración y la respiración. Secundariamente las hojas pueden
modificarse para almacenar agua o para otros propósitos.

Funciones de las hojas

La hoja cumple varias funciones en la planta, como la fotosíntesis, la respiración o la


transpiración. Estas funciones pueden llevarse a cabo también por parte de los tallos
herbáceos y por las porciones jóvenes de los tallos leñosos. En algunas plantas que carecen
de hojas, como los cactus, estas funciones la realizan los tallos.

 Fotosíntesis:

La fotosíntesis, también conocida como función clorofílica, consiste en la síntesis o


producción de sustancias orgánicas con propiedades nutritivas (azúcares) a partir del CO2
atmosférico, que las hojas absorben a través de los estomas, y del agua aportada por las
raíces de la planta. Este proceso requiere un consumo energético que se obtiene a partir de
la luz del sol y en él se genera oxígeno.

La fotosíntesis es un proceso esencial para la vida en el planeta, ya que permite la


producción de materia orgánica partiendo de materia inorgánica y de la energía que aporta
la luz solar, y genera oxígeno que se emite a la atmósfera.

La fotosíntesis es posible gracias a unos pigmentos especiales que contienen las plantas,
siendo el más importante de ellos la clorofila, responsable del color verde de los vegetales.

 Respiración

La respiración es el proceso mediante el cual se obtiene la energía necesaria para


desarrollar la actividad biológica a través de la metabolización de los productos (azúcares)
obtenidos gracias a la fotosíntesis.

La respiración requiere la toma de oxígeno de la atmósfera y la emisión de CO2. Durante el


día, la respiración queda enmascarada por la fotosíntesis pero, durante la noche, la planta
únicamente respira, desprendiendo dióxido de carbono y absorbiendo oxígeno.
La respiración se lleva a cabo por todas las células vivas de la planta, no sólo por las de las
hojas. Pero el intercambio gaseoso tiene lugar mayoritariamente a través de los estomas,
que son mucho más abundantes en las hojas que en otras partes de la planta.

 Transpiración

La transpiración consiste en la pérdida de agua que, en las plantas vasculares, se realiza a


través de los estomas. Se trata de un proceso fundamental para que la savia bruta pueda
moverse desde el suelo hasta la hoja y para controlar la temperatura del vegetal

 Absorción

Además de las funciones esenciales nombradas, las plantas son capaces de tomar por las
hojas algunos nutrientes e incorporarlos a los haces vasculares. Las especies arbóreas
(olivo, naranjo y otros frutales) son las que tienen mayor capacidad de absorción.

Partes de la hoja

Típicamente, en la hoja se distinguen tres partes:

 Limbo
 Pecíolo
 Vaina

Limbo: El limbo o lámina, es la parte generalmente laminar plana, verde y ancha de la


hoja; la cara superior se llama haz y la inferior envés; el haz suele ser de color oscuro y el
envés algo más claro. La base del limbo se agranda a veces para albergar la yema, siempre
presente en la axila de la hoja (yema axilar).

El limbo está surcado por una serie de líneas o cordones, perfectamente visibles al trasluz y
salientes por el envés, llamadas nerviaciones, nervaduras o nervios. Son hacecillos de
conductos vasculares prolongación y ramificación de los del pecíolo, cuya misión es
aportar la savia bruta y retirar la elaborada.

En muchas hojas el nervio principal es central y finaliza en la punta del limbo (el ápice);
del nervio principal suelen partir otros nervios secundarios. Mediante las nervaduras del
limbo se puede realizar clasificaciones de las hojas (véase más abajo la clasificación de las
hojas según su nervadura).

Pecíolo: El pecíolo o pedúnculo foliar, es el filamento, en general delgado y de color verde,


que une el limbo al tallo. Su haz suele ser plano o cóncavo, mientras que su envés suele ser
convexo. Sus tejidos vasculares, que comunican la hoja con el tallo, permiten la llegada del
agua y los minerales absorbidos por la raíz. Tiene además la capacidad de orientar a la hoja
en la dirección de la luz solar.
Vaina: La vaina es la terminación ensanchada del pecíolo en el punto de unión con el tallo.
Puede rodear al tallo muy claramente, como es el caso de la vaina cilíndrica de las
gramíneas, o no existir. Algunas vainas llevan una prolongación membranosa en su parte
superior llamada lígula. En la base del pecíolo, en ciertas especies, suelen encontrarse unas
pequeñas laminillas o apéndices de distintos tipos, que pueden ser glandulares, espinosas,
foliáceas o escamiformes, que reciben el nombre de estípulas. Las hojas sin pecíolo se
llaman sentadas o sésiles.

Clasificación de las hojas

La enorme variabilidad de las hojas permite clasificarlas en diversos tipos atendiendo a


diferentes criterios:

 Por su nervadura
 Por el número y disposición de los folíolos
 Por su forma general
 Por la forma del borde
 Por la forma del limbo
 Por la forma del ápice
 Por la forma del margen
 Por la forma de la base

 Tipos de hojas según su nervadura

La nervadura o nerviación de las hojas varía dependiendo de las especies, aunque las más
comunes son las de nervadura paralela o paralelinervias, en que las nervaduras se extienden
paralelamente desde su base; y las de nervadura reticular, en las que existen nervios
principales, de los que salen, a modo de red, otros nervios secundarios o menores en
disposición de retículo.

De éstos tipos generales de hojas también se pueden deducir otros, como


las radiales, penninervias, curvinervias, etc.

Los tipos comunes de hojas según su nervadura:

 Paralelinervia: Cuando todos los nervios son paralelos y parten longitudinalmente


del pecíolo a lo largo de la hoja, como son las hojas de las monocotiledóneas.
 Penninervia o pinnatinervia: Cuando hay un nervio central, y todos los demás
nacen a lo largo de su eje, como las barbas de la pluma de un ave cuando parten del
raquis (ejemplo de la hoja del avellano).
 Palmatinervias: Cuando el pecíolo, en la unión con la hoja, se ramifica en nervios
diferentes.
 Curvinervia: Cuando varios nervios que parten del pecíolo no se extienden
paralelamente, sino que describen una curva más o menos suave a lo largo de toda la
hoja hasta su ápice, ejemplo de la hoja del llantén.
 Palmeada: Cuando hay más de un nervio principal ramificado que sale del pecíolo,
a modo de los dedos de una mano.
 Radial: Cuando los nervios salen desde un centro común en forma de radios,
ejemplo de la hoja de la hierba centella.

 Tipos de hojas según su disposición sobre el tallo

La diversa disposición de las hojas en el tallo se estudia mediante una parte de la botánica
llamada filotaxis. Las hojas nacen en puntos determinados del tallo, los cuales vienen
condicionados por la estructura de los llamados meristemos apicales primarios. Estos
puntos se denominan nudos y el espacio de tallo situado entre dos nudos consecutivos se
llama entrenudo.

Las hojas se sitúan en los nudos a lo largo del tallo según diferentes órdenes, e incluso con
cierto desorden (las llamadas hojas esparcidas); a veces se disponen varias juntas en un
mismo nudo formando un verticilo (hojas verticiladas); en otras ocasiones se muestran dos
hojas en cada nudo enfrentadas entre sí (opuestas), etc.

Las disposiciones más representativas son las siguientes:

 Aisladas: Cuando en el tallo sólo hay una hoja por nudo.


 Verticiladas: Cuando en el tallo hay varias hojas por nudo, es decir, en un mismo
nivel.
 Pecioladas: Cuando las hojas están unidas al tallo mediante un pecíolo (rabo).
 Alternas: Si las hojas están dispuestas siguiendo una línea espiral a lo largo del
tallo, es decir, nacen de una en una a lo largo de él.
 Opuestas: Si dos hojas están insertadas en el tallo a igual altura, una enfrente de
otra.
 Decusadas: Cuando dos pares sucesivos de hojas se sitúan en planos
perpendiculares entre sí, es decir, cuando cada par de hojas se disponen de manera que
forman ángulo recto con el superior e inferior inmediatos.
 Sésiles: cuando las hojas no tienen pecíolo (rabo). Se
denominan decurrentes cuando nacen abrazadas al tallo.
 Esparcidas: Si la disposición de las hojas no sigue ninguna pauta.

Según la posición en altura sobre el tallo, se distinguen: hojas radicales o basales las
situadas cerca del cuello de la raíz o en la base del tallo; y caulinares las situadas a lo largo
del tallo y sus ramificaciones.
 Tipos de hojas según las características y aspecto del limbo

Según la composición de las hojas en base a las características y aspecto del limbo, se las
clasifica en simples o sencillas y compuestas. En las primeras, el pecíolo no se ramifica,
siendo el limbo de una sola pieza.

Las hojas compuestas presentan el limbo dividido en hojitas (los folíolos) que a su vez
pueden subdividirse. La diferencia entre una hoja verdadera y un folíolo (que pueden ser
grandes), reside en que en la axila de la primera hay una yema, de la que carecen los
folíolos.

Las hojas simples pueden ser:

 Paripinnadas: Cuando disponen de un número par de foliolos.


 Imparipinnadas: Cuando se muestra un foliolo terminal, y por tanto existe un
número impar de foliolos.

 Según la forma del limbo, las hojas se pueden clasificar en:

 Acorazonadas: Cuando su forma recuerda la de un corazón.


 Lanceoladas: Cuando presenta una forma de lanza.
 Sagitadas: Cuando su forma recuerda la de una saeta.
 Bilobuladas: Cuando está partida o hendida en dos lóbulos, ejemplo del Ginkgo
biloba.
 Elípticas: Cuando presenta la forma de una elipse.
 Ovaladas: Cuando tiene forma de óvalo.
 Compuestas palmeadas: Cuando una hoja compuesta presenta divisiones o foliolos
dispuestos como los dedos de una mano.
 Compuestas trifoliadas: cuando una hoja compuesta presenta tres divisiones o
foliolos.

 Tipos de hojas según su borde

Las hojas también se pueden clasificar por su borde. Éste puede ser liso (entero); presentar
indentaciones (borde dentado o con pequeños entrantes); hendiduras más o menos acusadas
(borde lobulado, festoneado, partido), etc.

 Tipos de hojas según su duración

Las hojas también pueden clasificarse de acuerdo a su duración en el tiempo. Se dividen en:
caducas (si sólo viven un periodo vegetativo y caen a su final), perennes o persistentes
(duran más de un periodo vegetativo) y marcescentes (si ya secas, se mantienen en el árbol
hasta la formación de las próximas).
Caída de la hoja

Es el proceso de desfoliación que ocurre de forma natural en las plantas.

Dicho proceso de desfoliación recibe el nombre de corismo; si el estímulo que lo provoca


es interno, tenemos el autocorismo, el más frecuente de todos y de naturaleza periódica; el
termocorismo, el quimocorismo o el traumatocorismo, cuando los factores térmicos,
químicos o traumáticos son los que determinan la caída de las hojas.

Al producirse la caída de las hojas, se reduce enormemente la superficie transpirante, de


forma que la planta puede resistir los períodos fríos o los de gran sequía en estado de vida
amortiguada.

La caída de la hoja en las plantas caducifolias, obedece a un interesante fenómeno de


reabsorción celular. El desprendimiento de la hoja ocurre siempre de manera determinada,
en un punto fijo del pecíolo, y deja una cicatriz, siendo una verdadera amputación. Solo en
pocos casos, y en primer término, en las monocotiledóneas, la caída ocurre de manera
irregular o por marcescencia, como el caso de las palmas.

En la base del pecíolo, un estrato de células cambiales determina la formación del cojinete
cicatrizal; más arriba se encuentra la verdadera capa aisladora en la que se produce la rotura
de los tejidos, seguida a su vez de un estrato lignificado. El cojinete cicatrizal, en el punto
de desprendimiento, se lignifica o se suberifica, o bien ambos fenómenos ocurren
simultáneamente.

En algunas dicotiledóneas, la estructura del mecanismo de desprendimiento se complica por


formarse una segunda capa de separación por encima del cojinete cicatrizal, lo que pone de
manifiesto una evolución de esos tejidos, ya que no aparecen con relación a factores
estacionales periódicos, sino como consecuencia de lesiones traumáticas o parasitarias, por
envenenamientos etc. En estos casos se trata de una verdadera expulsión de las hojas, como
se ha demostrado experimentalmente sometiendo la planta a elevaciones súbitas de
temperatura o variando la concentración de anhídrido del aire circundante.

Las hojas antes de caer, se deshacen de la mayor parte de los materiales que pueden ser
útiles a la planta: hidratos de carbono, substancias proteicas, etc. las escorias del
metabolismo, tales como, el exceso de sales, quedan en la hoja que cae, y de esta manera, la
planta se exonera de las materias inútiles.

Utilidades de las hojas

 Son alimenticias, las que sirven al ser humano para su alimento como la lechuga, la
acelga, el repollo, la espinaca y otras.
 Son medicinales, las que se usan para las enfermedades, como el eucalipto, la malva, la
borraja.
 Son industriales, las que se usan para la elaboración de productos destinados al
comercio, como el tabaco, el añil, la cocuiza, y otras

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