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Oponibilidad del cheque de pago diferido ante el

concurso del librador. Un fallo en la dirección


correcta.
por PABLO CARLOS BARBIERI
8 de Abril de 2014
www.infojus.gov.ar
Id SAIJ: DACF140197

1. Sentencia y antecedentes.

El fallo dictado en los autos "Havalon SRL s/ Concurso Preventivo s/Incidente de Apelación" (Id Infojus: NV7452)
por la Sala "F" de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial, vuelve a debatir sobre una temática
sumamente importante y frecuente: la oponibilidad de los cheques de pago diferido librados con anterioridad a la
apertura del concurso preventivo y con vencimiento luego de dicho acto procesal.

El tópico no resulta menor. La existencia de una aparente contradicción entre la normativa concursal -arts. 32 y
ccs. de la ley 24.522- y el artículo 54 de la ley 24.452 (t.o. por ley 24.760), plantearía un cierto debate en
relación a la vigencia de la obligación asumida por la concursada al librar dichos cartulares, citándose algunos
precedentes que han dispuesto la necesidad de atender a tales vencimientos, aún dentro del concurso
preventivo.(1) Por la vía de las medidas cautelares admitidas en estos atípicos procedimientos, se llegó a la
conclusión contraria, esto es, impedir el pago de estos cheques de pago diferido, mediante la comunicación
respectiva a las entidades bancarias correspondientes y al Banco Central de la República Argentina.(2) Y la
situación que se relata es bastante usual en la práctica mercantil diaria. El endeudamiento asumido con cheques
de pago diferido se ve alterado ante la apertura del concurso preventivo del librador. Ningún crédito por causa o
título anterior a la deducción de la petición prevista en el artículo 11 de la ley 24.522 parece permanecer
indiferente ante tal circunstancia, sobre todo por la universalidad a la que se alude en el mismísimo artículo 1º
de dicha normativa. Empero, las disposiciones del artículo 54 de la Ley de Cheques introducen, sin dudas, algún
tipo de confusión que merece ciertas precisiones.

2. Una norma que amerita interpretación.

La ley 24.760 (1997) reformó sustancialmente el originario régimen de la ley 24.452 en relación al cheque de
pago diferido. Ese título circulatorio se convirtió en un instrumento de crédito ágil y versátil, siendo ello
favorablemente recibido por la gran mayoría de sus operadores.

A diferencia de lo que ocurre con el cheque común, el artículo 54 del texto referido -en su versión vigente-
contiene una definición (3), metodología ésta cuestionada por calificada doctrina en la materia.(4) Bajo tales
parámetros, sostuve que "el cheque de pago diferido es un título circulatorio que consiste en una orden de pago
emitida por un sujeto -denominado librador- a otro -la entidad bancaria girada-, para que ésta abone una suma
determinada de dinero expresada en el documento a la fecha de vencimiento del mismo, a otra persona -el
portador legitimado del mismo-".(5) Es claro, pues, que la provisión de fondos disponibles para atender a la
obligación cambiaria inserta en el documento debe formularse a su fecha de vencimiento, momento en el cual
ésta es exigible.

En pos de favorecer su libramiento y circulación -uno de los principales objetivos buscados por la reforma de la
ley 24.760-, se estableció el último párrafo de la norma citada, donde expresamente se dispuso que "el cheque
de pago diferido, registrado o no, es oponible y eficaz en los supuestos de concurso, quiebra, incapacidad
sobreviniente y muerte del librador".

La interpretación literal de la norma parecería indicar que un proceso concursal -así como la incapacidad
posterior al libramiento o la muerte- del suscriptor del cheque de pago diferido resulta indiferente para su
exigibilidad.

Empero, ello implicaría quitar a la cuestión de contexto y pasar por alto los objetivos y los principios generales
que animan al concurso preventivo establecido en la ley 24.522. El fallo en análisis efectúa atinadas reflexiones
sobre el particular.

3. La necesidad de armonizar preceptos.

Los procesos concursales están dotados de determinados principios o caracteres que impregnan la normativa
que los regula.

La experiencia vivida en el país desde la sanción de la ley 24.522 (1995) y sus sucesivas reformas readecuaron,
en parte, dichos principios rectores.

Sin embargo -mereciendo algunas excepciones de trascendencia-, se ha mantenido la llamada par condicio
creditorum -igualdad de los acreedores-, sobre todo en dos cuestiones lineales -en lo que respecta al tópico
sobre el que se discurre en el presente comentario-, a saber: el deber de concurrencia de los acreedores y la
prohibición de tratamiento diferenciado a éstos -salvo en los casos permitidos por la ley-.

Cuando hablamos de "acreedores", se alude expresamente a aquellos calificados como "concursales", esto es,
los titulares de crédito por causa o título anterior a la presentación del escrito de inicio del concurso preventivo,
independientemente de cual sea la fecha de vencimiento -anterior o posterior a ese acto- de las obligaciones.(6).

Estos acreedores concursales se transformarán en concurrentes una vez que hayan insinuado su crédito en el
pasivo concursal (7) por alguno de los mecanismos dispuestos en la ley. Recién allí podrán ejercer sus
derechos, en las formas previstas en la normativa concursal.

Por otra parte, la prohibición de trato diferenciado tiene una expresa aplicación en el artículo 16 de la ley 24.522,
disponiéndose en el primer párrafo que "el concursado no puede realizar actos a título gratuito o que importen
alterar la situación de los acreedores por causa o título anterior a la presentación.....". Los actos que vulneren
dicho precepto son fulminados con la ineficacia del artículo 17.

A mi entender, es bastante claro que el pago de cheques de pago diferido librados con anterioridad a la
presentación concursal y con vencimiento dentro del concurso preventivo importa vulnerar esa disposición.
Como bien dice el fallo que se comenta, implicaría establecer a los titulares de esos cartulares una suerte de
privilegio absolutamente incompatible con los principios básicos sobre los que se asientan los procesos
concursales.

Decretada la medida cautelar de suspensión de su pago se logran, en mi modo de ver, tres objetivos diferentes:

1º) Resaltar la vigencia de la par condicio creditorum en el concurso preventivo. El trato igualitario de los
acreedores concursales resulta indispensable para mantener criterios de justicia en estos procesos, a pesar de
que las excepciones introducidas legislativamente, en parte, lo diluyen.(8) 2º) Preservar la integridad del
patrimonio del deudor, valor al que se apunta claramente con las disposiciones del artículo 16 transcriptas
supra.

3º) Permitir la clara reconstrucción del pasivo concursal, dado que los acreedores con títulos de estas
características deberán verificar su acreencia, de conformidad con los arts. 32 y ccs. de la ley 24.522.

En consecuencia, conforme a la interpretación adecuada de las normas en juego, estimo que el decisorio
comentando se endereza en la dirección correcta.

4. ¿Y la oponibilidad del cheque de pago diferido?.

Resuelta la divergencia planteada en las líneas anteriores, no podemos olvidarnos del párrafo final del artículo
54 de la Ley de Cheques donde se determina la oponibilidad y eficacia de los cheques de pago diferido ante los
procesos concursales y las restantes vicisitudes allí previstas.

¿Cuál es el real sentido que debe atribuirse a dicha norma?.

En mi opinión, las cosas están bastante claras.

Por un lado, debe descartarse que se confiera una suerte de "superprivilegio" a los portadores legitimados de
estos cartulares para cobrarlos en el concurso preventivo del librador, vulnerando las disposiciones del artículo
16 de la ley 24.522. ; ello importaría establecer una "superpreferencia temporal contraria a la interpretación
restrictiva que impera en la cuestión"(9). El fallo subexamine reafirma esta corriente.

Creo que la reforma de la ley 24.760 -que introdujo el último párrafo del art. 54 de la Ley de Cheques- intentó
diferenciar al cheque de pago diferido de la figura del cheque común posdatado, a la que se refiere en el artículo
23. El segundo párrafo de dicha norma expresamente dispone que "no se considerará cheque a la formula
emitida con fecha posterior al día de su presentación al cobro o deposito. Son inoponibles al concurso, quiebra,
sucesión del librador y de los demás obligados cambiarios, siendo además inválidas, en caso de incapacidad
sobreviniente del librador, las fórmulas que consignen fechas posteriores a las fechas en que ocurrieren dichos
hechos", con una cierta raigambre sancionatoria en el uso de instrumentos con esas características.

Es decir, el llamado "cheque común posdatado", "no será considerado cheque", en los términos legales. Ello
importará que no pueda oponerse al concurso o la quiebra del librador, lo que deberá interpretarse en el sentido
de no poder ejercer el titular de esos documentos ningún derecho basado en ellos dentro de los procesos
concursales.

En cambio, el cheque de pago diferido recibe el amparo normativo y el portador legitimado de ellos podrá
"oponerlos" a estos procedimientos, por las vías allí previstas; esencialmente, verificando su crédito por algunas
de las variantes que prevé la ley 24.522.

La redacción del párrafo final del artículo 54 de la ley 24.452 (t.o por ley 24.760) no parece del todo feliz, atento
a que el término "oponibilidad" alude a otras consecuencias dentro de los procesos concursales. Creo, sin
embargo, que una interpretación coordinada y contextuada nos lleva a las conclusiones sostenidas
precedentemente, sin demasiada dificultad.

La marcada tendencia de la reforma de 1997 a la Ley de Cheques -favorecer el uso del cheque de pago
diferido- no puede llevar a echar por tierra los propios cimientos de los efectos de la apertura del concurso
preventivo. La aparente colisión normativa no es tal efectuando una armonización de preceptos. La solución en
el decisorio comentado se inscribe, pues, en la doctrina correcta en esta cuestión tan debatida y tan frecuente
en el universo de los procesos regulados en la ley 24.522.
Notas al pie:

1) Véase sobre el particular el interesante artículo de MOSSO, Guillermo G., Tratamiento concursal de los
cheques de pago diferido, ED. 6-3-2000.

2) Entre otros, CNCom, Sala "A", 20/12/2000, "Talleres Maestra Rodríguez SA. s/ Concurso Preventivo s/
Incidente", LL 2001-D-200.

3) El primer párrafo del art. 54 de la ley 24.452 (t.o. por ley 24-760) preceptúa que "el cheque de pago diferido
es una orden de pago, librada a fecha determinada, posterior a la de su libramiento, contra una entidad
autorizada en la cual el librador a la fecha de vencimiento debe tener fondos suficientes depositados a su orden
en cuenta corriente o autorización para girar en descubierto....".

4) GOMEZ LEO, Osvaldo R., Ley de Cheques, segunda edición actualizada, Lexis Nexis, Bs.As., 2004, pág.
226.

5) BARBIERI, Pablo C., Títulos Circulatorios, Ed. Universidad, Bs.As., 2010, pág. 333.

6) GALINDEZ, Oscar A., Verificación de Créditos, 3º Edición, Astrea, Bs.As., 2001, pág. 12. En concordancia,
BARBIERI, Pablo C., Verificación de Créditos, Ed. Universidad, Bs.As., 2008, pág. 75.

7) GALINDEZ, Oscar A., op. cit., pág. 13.

8) BARBIERI, Pablo C., Manual Teórico-Práctico de Derecho Concursal, La Ley, Bs.As., 2012, pág. 28.

9) GAMES, Fernando J., Cheque de pago diferido. Su oponibilidad frente al concurso del librador, LL Gran
Cuyo, 2000- 11.

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