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Opinión
T.D.: 13531836
OPINIÓN Nº 179-2018/DTN
1. ANTECEDENTES
Antes de iniciar el desarrollo del presente análisis, es necesario precisar que las
consultas que absuelve este Organismo Técnico Especializado son aquellas referidas al
sentido y alcance de la normativa de contrataciones del Estado, planteadas sobre temas
genéricos y vinculados entre sí, sin hacer alusión a asuntos concretos o específicos, de
conformidad con lo dispuesto por el literal o) del artículo 52 de la Ley de
Contrataciones del Estado, Ley N° 30225 (en adelante, la "Ley" y la Tercera
Disposición Complementaria Final de su reglamento, aprobado mediante Decreto
Supremo Nº 350-2015-EF (en adelante, el "Reglamento").
2. CONSULTA Y ANÁLISIS1
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En atención a la competencia conferida a la Dirección Técnico Normativa, se han revisado las consultas
formuladas en vuestra solicitud a efectos de verificar el cumplimiento de los requisitos previstos en el
Procedimiento Nº 89 del TUPA del OSCE, “Consultas de Entidades Públicas sobre la normativa de contrataciones
del Estado”, determinándose que esta Dirección Técnico Especializada no podrá absolver la tercera consulta, puesto
que no es competente para pronunciarse sobre las formalidades que deben revestir determinados actos para que
sean eficaces el marco de una relación contractual regulada por normas pertenecientes al derecho bancario o
comercial.
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Normas vigentes hasta el 8 de enero del 2016.
3
Cabe precisar que la normativa de contrataciones del Estado está conformada por la Ley, el Reglamento y las
Disposiciones Reglamentarias emitidas por el OSCE.
2
2.1 “¿Se puede solicitar el desistimiento de la ejecución de una carta fianza dentro
de la tercera fase de la contratación denominada ejecución contractual?”
En principio, se debe tener en cuenta que las garantías son obligaciones que
tienen la finalidad de asegurar y proteger el cumplimiento de determinadas
obligaciones. En esa línea, se puede señalar que cuentan con 2 funciones: i)
Función compulsiva, en virtud de la cual tienen el propósito de compeler al
contratista al cumplimiento cabal de las prestaciones a su cargo; y ii) Función
resarcitoria, en virtud de la cual, a través de su ejecución y aplicación buscan
indemnizar a la Entidad de eventuales daños y perjuicios derivados de
incumplimientos que se hayan suscitado.
Hechas estas precisiones, conviene señalar que de acuerdo al artículo 155 del
anterior Reglamento, las bases del proceso de selección establecían el tipo de
garantías que debía presentar el contratista (Carta Fianza o Póliza de Caución) 5.
No obstante ello, sin importar la clase de garantía exigida, estas debían cumplir
4
A mayor abundamiento revisar: Morón Urbina, Juan Carlos. La Contratación Estatal. Gaceta Jurídica.
2016. Pág. 582.
5
Excepcionalmente, el artículo 155 del anterior Reglamento permitía que los postores adjudicatarios que
califiquen como MYPES de acuerdo a la ley de la materia, puedan otorgar- en los contratos periódicos
de bienes o servicios- como garantía la retención del 10% del monto del contrato
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2.1.2. Dicho esto, en atención al objeto y contexto de la consulta, se debe precisar que
la Carta Fianza era el documento en el que se expresaba un contrato unilateral
denominado “Contrato de Garantía”, el cual podría ser considerado como una
variante del contrato de Fianza regulado en el Título X, de la sección segunda,
del Libro VII “Fuente de las obligaciones”, del Código Civil. Así, en virtud del
contrato de garantía, una persona (fiador) se obligaba a asegurar el cumplimiento
de una obligación ajena, comprometiéndose a desembolsar una suma de dinero
cuando el deudor (de dicha obligación ajena) no hubiese cumplido con ejecutar
la prestación prometida al acreedor.
No obstante lo dicho, se debe anotar que a diferencia de lo que ocurría con los
contratos de fianza “ordinarios” regulados por el Código Civil, en el contrato de
garantía, el beneficiario o acreedor no tenía la obligación de acreditar el
incumplimiento de la obligación frente al fiador para que este desembolse la
suma de dinero prometida, pues una de las características fundamentales de esta
clase de contrato era su ejecución al solo requerimiento.
Así, las Entidades Públicas solo podían solicitar la ejecución de garantías cuando
se hubiera verificado el acaecimiento de alguno de los supuestos de ejecución
establecidos en el artículo 164 del anterior reglamento 6. Contrario sensu, no se
podía requerir dicha ejecución por algún hecho o acontecimiento que se
encontrara fuera de alguno de los mencionados supuestos.
De otra parte, se debe recalcar que las cartas fianza al haber sido emitidas por
empresas que estaban bajo el ámbito de supervisión de la Superintendencia de
Banca y Seguros y Administradoras Privadas de Fondo de Pensiones se
encontraban afectadas por las normas pertenecientes al Derecho Comercial o
Bancario que le resulten aplicables. En ese sentido, correspondía a cada Entidad
analizar si la eficacia de la revocación de la solicitud de ejecución de carta fianza
estaba condicionada por alguna disposición perteneciente al Derecho Comercial
o Bancario, o bajo el ámbito de la legislación que resultara aplicable.
3. CONCLUSIONES