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Juan Gabriel Arrieta Zambrano, O.

Carm
Control 11.
Informe de lectura tomado de José Llinares Ibáñez, Democracia integral y conciencia
cristiana (Salamanca: San Esteban, 1978), 15-48.

En primer lugar, el documento trata sobre la semilla de libertad. En este punto Llinares
Ibáñez destaca el tema de democracia integral, el cual puede suscitar un fuerte dinamismo
progresista en el futuro inmediato de nuestra sociedad. El autor destaca que en Jesucristo
es evidente un espíritu liberal, su mensaje es de libertad, es más, Pablo lo llama como el
supremo libertador. No obstante, la libertad del cristianismo en el camino del anuncio del
reino de Dios se debilitó por las persecuciones. Luego, debido a este ambiente en la Iglesia
se generaron varias reformas en pro de la libertad. En segundo lugar, se desarrolla el tema
de la Iglesia, liberalismo y democracia. La libertad cristiana, tiene como finalidad la
verdadera independencia y promoción del hombre. Finalmente, se asevera de manera
incondicional sobre los derechos de la persona humana, se purifica la garantía jurídica
institucional de los derechos, la Iglesia logra un carácter autónomo e independiente del
estado, y se genera el espíritu de diálogo y tolerancia, basado en el respeto y amor al
prójimo.

El aspecto positivo es sobre la defensa de los derechos del ser humano. La Iglesia ha sido
una de las grandes promotoras de los derechos de las personas. Ciertamente, se debe
comprender los derechos en función del desarrollo de los valores personales del hombre,
como imagen de Dios. El estado debe cooperar con el desarrollo integral de cada
ciudadano, y cuando se habla de desarrollo integral, quiere decir que el bien común que
pretende el estado, está relacionado a la dimensión física y espiritual de la persona. Por
tal motivo, aplaudo el ejercicio de la Iglesia a través de la historia en procurar el diálogo,
acuerdos, encaminados al bienestar de la sociedad. Una Iglesia activa, es aquella que se
relaciona, se abre las instituciones que tienen como tarea promover el orden, progreso,
desarrollo del ser humano en toda su integralidad. Una Iglesia que anuncia, pero también
denuncia en busca de la dignidad humana en Cristo.

La crítica es sobre el dilema de la esclavitud en la edad apostólica cristiana. No estoy de


acuerdo con el autor cuando afirma que el cristianismo de la edad apostólica no llegó a
pensar en quitar la esclavitud. Pienso que, aunque el cristianismo en aquel momento no
tenía el poder, o la autoridad de manera directa para romper con los actos de esclavitud
provocados por las instituciones, su anuncio del reino suscitaba en la vida de las personas
el carácter liberador. Ahora bien, es evidente la defensa a la vida, la integridad, la
conciencia de libertad que generó el cristianismo después de prevalecer en el mundo
mediterráneo. En síntesis, lo anterior permite interpretar que el impacto del cristianismo
en la defensa de los derechos del ser humano, se da en la medida que logra el carácter de
autoridad que viene de Cristo, la cual debe entrar en diálogo con el estado, con la
sociedad, son los sistemas políticos, etc. Por tal razón, es una falacia afirmar que la
comunidad apostólica no soñaba con la libertad, porque se le estaría quitando categorías
al verdadero espíritu del cristiano.

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