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Esta Función es la que administra justicia con base en las circunstancias sociales y culturales,
en nombre del Estado (ciudadano pleno) como un mandato social.
La Constitución de la República divide a la administración de Justicia en dos dimensiones: la
Justicia ordinaria representada por el Consejo Nacional de la Judicatura, y la Justicia Indígena,
que es una forma de administración de Justicia de acuerdo con su contexto cultural y
ancestral.
Art. 167.- La potestad de administrar justicia emana del pueblo y se ejerce por los órganos de
la Función Judicial y por los demás órganos y funciones establecidos en la Constitución.
Art. 170.- Para el ingreso a la Función Judicial se observarán los criterios de igualdad,
equidad, probidad, oposición, méritos, publicidad, impugnación y participación ciudadana.
Justicia indígena
Art. 171.- Las autoridades de las comunidades, pueblos y nacionalidades indígenas ejercerán
funciones jurisdiccionales, con base en sus tradiciones ancestrales y su derecho propio, dentro
de su ámbito territorial, con garantía de participación y decisión de las mujeres. Las
autoridades aplicarán normas y procedimientos propios para la solución de sus conflictos
internos, y que no sean contrarios a la Constitución y a los derechos humanos reconocidos en
instrumentos internacionales.
El Estado garantizará que las decisiones de la jurisdicción indígena sean respetadas por las
instituciones y autoridades públicas. Dichas decisiones estarán sujetas al control de
constitucionalidad. La ley establecerá los mecanismos de coordinación y cooperación entre la
jurisdicción indígena y la jurisdicción ordinaria.
Tanto es el espacio que ha ganado el sector indígena, que inclusive la Constitución obliga al
Estado a garantizar que las decisiones de la jurisdicción indígena sean respetadas por las
instituciones y autoridades públicas; sin embargo, dichas decisiones están sujetas al control
de constitucionalidad, ejercido por la Corte Constitucional.
Para que haya una armonía entre la jurisdicción ordinaria y la indígena, se impondrá a través
de la ley los mecanismos de coordinación y cooperación que debe existir entre ambas.
Art. 172.- Las juezas y jueces administrarán justicia con sujeción a la Constitución, a los
instrumentos internacionales de derechos humanos y a la ley.
Las servidoras y servidores judiciales, que incluyen a juezas y jueces, y los otros operadores
de justicia, aplicarán el principio de la debida diligencia en los procesos de administración de
justicia.
Las juezas y jueces serán responsables por el perjuicio que se cause a las partes por retardo,
negligencia, denegación de justicia o quebrantamiento de la ley.
Art. 173.- Los actos administrativos de cualquier autoridad del Estado podrán ser
impugnados, tanto en la vía administrativa como ante los correspondientes órganos de la
Función Judicial.
Art. 174.- Las servidoras y servidores judiciales no podrán ejercer la abogacía ni desempeñar
otro empleo público o privado, excepto la docencia universitaria fuera de horario de trabajo.
Las juezas y jueces no podrán ejercer funciones de dirección en los partidos y movimientos
políticos, ni participar como candidatos en procesos de elección popular, ni realizar
actividades de proselitismo político o religioso.
Art. 175.- Las niñas, niños y adolescentes estarán sujetos a una legislación y a una
administración de justicia especializada, así como a operadores de justicia debidamente
capacitados, que aplicarán los principios de la doctrina de protección integral. La
administración de justicia especializada dividirá la competencia en protección de derechos y
en responsabilidad de adolescentes infractores.
Art. 176.- Los requisitos y procedimientos para designar servidoras y servidores judiciales
deberán contemplar un concurso de oposición y méritos, impugnación y control social; se
propenderá a la paridad entre mujeres y hombres.
Con excepción de las juezas y jueces de la Corte Nacional de Justicia, las servidoras y
servidores judiciales deberán aprobar un curso de formación general y especial, y pasar
pruebas teóricas, prácticas y psicológicas para su ingreso al servicio judicial.
Art. 178.- Los órganos jurisdiccionales, sin perjuicio de otros órganos con iguales potestades
reconocidos en la Constitución, son los encargados de administrar justicia, y serán los
siguientes:
La Función Judicial tendrá como órganos auxiliares el servicio notarial, los martilladores
judiciales, los depositarios judiciales y los demás que determine la ley.
La Defensoría Pública y la Fiscalía General del Estado son órganos autónomos de la Función
Judicial.
BLIBLIOGRAFIA
(QUINTERO, 2011)