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El hombre en la ciudad como segundo plano

Hay algo sumamente complicado de entender respecto a las ciudades, y


es que en este lugar donde convergen diferentes materias, el hombre es en sí
mismo el elemento principal, pero a lo largo de la historia no ha sido este el
principal, sino el auto, estaciones de tren, aeropuertos (inventos que facilitaron
la vida del hombre) y cuesta creerlo pero no es que el hombre dispusiera
colocar al auto como elemento principal, quien lo puso realmente fue la
economía. La ciudad funciona como una basta maquina que tiene la finalidad
de mover el dinero, y necesita hacerlo rápido, y fue así como el hombre paso a
un segundo plano. La ciudad se diseño tomando como escala el modelo del
auto, su velocidad y su necesidad espacial, dejando invalido las necesidades
sociales y de esparcimiento.

Como resultado de esta estrategia, se deterioraron las condiciones para


que los peatones transiten. Las veredas, estrechas de por sí, comenzaron a
llenarse de señales de transito, parquimetros, boyardas, faroles y otros
obstáculos colocados sobre el espacio peatonal, de modo tal de no entorpecer el
movimiento de los automóviles. A estos impedimentos físicos, a quienes circulan
a pie se le suman dificultades, tales como largas esperas en los semáforos,
problemas para cruzar la calle, oscuros túneles de paso y puentes sobre
elevados. Es ahí donde Marc Auge, nombra los no lugares por consecuencia de
la posmodernidad:

El espacio de la sobre modernidad está trabajado por esta


contradicción:solo tiene que ver con individuos (clientes, pasajeros,
usuarios, oyentes) pero no están identificados, socializados ni
localizados (nombre, profesión, lugar de nacimiento, domicilio) más
que a la entrada o a la salida. Si los no lugares son el espacio de la
sobre modernidad, es necesario explicar esta paradoja: el juego social
parece desarrollarse fuera de los puestos de avanzada de la
contemporaneidad. El no lugar es lo contrario de la utopía: existe y no
postula ninguna sociedad orgánica. 1

Con todo, el concepto de no-lugar se ha impuesto como el concepto que


de alguna manera define el pensamiento de Augé frente a un amplio público,
para bien o para mal. Como si únicamente hablara de este tema en su obra,
como si solamente hubiera escrito sobre los no-lugares o como si su aporte a la
antropología se redujera solamente a esta problemática. A fin de comprender el
alcance y el lugar preciso que ocupa este concepto en el universo intelectual de
este autor, es conveniente volver a trazar las etapas y la evolución de su
pensamiento, un pensamiento vivo y cambiante que no ha dejado de renovarse.

Marc auge habla de un conflicto en el cual es resultado de una creación


del hombre. Jan Gehl coincide pero vuelve a poner en escena al hombre y a sus
usos y formas de habitar el espacio; estableciendo que debemos hacer ciudades
sustentables, saludables y habitables. Es decir, hacer ciudades para que las
personas caminen más y anden más en bicicleta.

Hay dos grandes ejes para este cambio. Uno es que hemos tomado conciencia
de que tenemos que hacer algo con el tema de la sustentabilidad y la
problemática del cambio climático. Hoy son muchas las ciudades que, a través
de distintas iniciativas, están haciendo acciones para dar una respuesta. El otro
eje importante es lo que nos dicen los doctores: si continuamos planeando las
ciudades para que las personas estén todo el día sentadas en el auto y en las
oficinas, estaremos matando a millones de personas porque necesitan moverse.
El nuevo paradigma establece que debemos hacer ciudades sustentables,
saludables y habitables. Es decir, hacer ciudades para que las personas
caminen más y anden más en bicicleta. Se trata de hacer las cosas bien para la
gente.
1
Marc Augé. "Los no lugares, espacios del anonimato", Una antropología de la
sobre modernidad: Editorial Gedisa. Pág. 36.

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