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El Dominical
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Lima, 10 de noviembre del 2013

COLECCIÓN MARILÚ CERPA MORAL

El legado de
Moral y Vega
El portugués Manuel Moral y Vega dejó para el Perú
un valioso trabajo fotográfico y editorial. Su obra
se expondrá en la Bienal de Fotografía de Lima 2014.

Andrés Garay / Jorge Villacorta Revista:

“Ilustración

H
ace cien años murió intem-
pestivamente en Lima, con
solo 48 años de edad, Manuel
Moral y Vega, distinguido fo-
tógrafo y fundador de revistas que dieron
vitalidad a las artes gráficas en el Perú a
inicios del siglo XX. A través de las revistas
“Prisma”, “Ilustración Peruana” y “Varie-
dades”, y del diario “La Crónica”, impulsó
el periodismo impreso con un concepto
nuevo de preponderancia visual.
Sería a través de estos medios que reve-
laría a la opinión pública, de forma inno-
vadora y descentralizada, la pluralidad de
las regiones.
EL INICIO
Manuel Moral, portugués de nacimien-
to, arribó al Perú en 1883, a los 18 años.
Por entonces, en el Callao conoció al fotó-
grafo estadounidense William Mason, a
quien se le atribuye haber sido su mentor
en la fotografía profesional. Empezó a via-
jar a provincias con un estudio itinerante
denominado Fotografía Lusitania. Estu-
vo activo en Piura (1892) y en Arequipa
(1898), retratando familias y damas loca-
les. Al término de su estancia en la Ciudad
Blanca, traspasó sus negativos al fotógra-
fo Max T. Vargas. Fue en su estudio de la
calle Mercaderes, en el corazón de Lima
(hacia 1900), donde se consagró como
artista del retrato fotográfico.
RETRATOS IMPONENTES
En la lujosa sala de espera de su estudio, se
congregaron celebridades, políticos, poe-
tas, intelectuales, periodistas, viajeros y
familias de alcurnia limeña. Su espacio de
trabajo acogió sonadas tertulias y reunio-
nes sociales. Los retratos de Moral de esta
época son imponentes por su tamaño y
por la solemnidad lograda a partir de la
apariencia del personaje en retrato indi-
vidual y armonía de composición en el re-
trato grupal. La obtención de su fotogenia
exquisita fue fruto de la combinación de
su fina mirada y dominio de la compleja
Peruana”.
Fecha:
25 de
octubre de
1911.
técnica fotográfica. Marilú Cerpa Moral,
la nieta, investiga la obra de su abuelo des-
de hace años y ha logrado reunir una can-
tidad considerable de fotografías y revis-
tas originales.
INNOVADOR
A partir de 1900, cuando ya estaba casa-
do con Julia Hernández García, inició su
trabajo como editor. Su suegro, el perio-
dista Julio Hernández, y su amigo, el es-
critor Federico Larrañaga, lo animaron a
invertir y hacer innovaciones en el mundo
del fotograbado y la tipografía. Moral fue
quien introdujo el proceso tricomía, de al-
ta calidad de impresión.
De esta coalición nació “Prisma” (pri-
mero quincenario, luego semanario) en
1905; pero tuvo corta vida, pues su di-
rector, suegro de Moral, falleció al año si-
guiente. Le sucedió en la dirección Carlos
Germán Amézaga.
“Prisma” fue una publicación lujosa,
con una impresión de fotografías impeca-
ble para la época. Aunque dejó de circular
en 1907, constituye un hito en la historia
de los medios impresos peruanos.
AMOR AL PERIODISMO
La pasión de Moral por la información no
cesó a pesar de la adversidad. Muy pronto
fundó “Variedades” (1908), un semana-
rio ágil, con noticias relevantes y fotogra-
fías que ilustraban acontecimientos de
BELLEZA. Retrato tomado en Lima el 17 de enero de 1906, siete años antes de la muerte del fo-
tógrafo. El impecable trabajo de Moral y Vega ha sido reunido por su nieta Marilú Cerpa Moral.
En la lujosa sala de
espera de su estudio,
se congregaron
celebridades, políticos,
poetas, intelectuales,
periodistas, viajeros
y familias de alcurnia.
interés (como el terremoto de Piura y el
incendio de Mollendo en 1912), informa-
ción de la política local y del extranjero.
En “Variedades” se evidencia el buen
tratamiento gráfico e informativo de la fo-
tografía, enriquecido por la red de colabo-
radores que había desarrollado Moral a lo
largo de la costa, sierra y selva peruana.
Este sentido nuevo de Moral en el uso
de la imagen fotográfica, se vio potencia-
do en “Ilustración Peruana”, la revista que
fundó en enero de 1909. De formato gran-
de y de fina impresión, tuvo su primer di-
rector a Federico Larrañaga. Pero la trage-
dia llegó nuevamente porque falleció en
1911, le sucedió en la dirección Clemente
Palma. Este quincenario dejó de publicar-
se en 1913.
La última publicación que fundó Moral
fue el diario “La Crónica”, en el 1912, que
es considerado pionero en el periodismo
ilustrado. Pero la tragedia volvió el 7 de
noviembre de 1913, con la muerte de su
creador. Este suceso consternó al mundo
cultural de Lima.
Las cualidades de “caballeresco amigo,
hombre leal, enérgico y laborioso”, que se
reseñan en la nota de su sepelio, publica-
da en “Variedades”, explican los cimientos
sobre los que Moral construyó su extraor-
dinario trabajo fotográfico y editorial. Sin
duda, gracias a sus decididos proyectos in-
formativos y gráficos, se tomó mayor con-
ciencia de la complejidad del Perú.