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INDICE DE CONTENIDOS

Tabla de contenido
¿Qué es Windows 10? ................................................................................................................... 3
Caracteristicas ............................................................................................................................... 4
Interfaz de usuario y escritorio ................................................................................................. 5
Sistema y seguridad .................................................................................................................. 5
Servicios en línea y funcionalidad ............................................................................................. 7
Multimedia y juegos .................................................................................................................. 7
Aplicaciones............................................................................................................................... 7
DirectX 12 .................................................................................................................................. 8
Herramientas eliminadas .............................................................................................................. 8
Recepción crítica ........................................................................................................................... 9
Privacidad .................................................................................................................................. 9
Rendimiento ............................................................................................................................ 10
Opciones predeterminadas ..................................................................................................... 10
Windows 10................................................................................................................................. 10
Introducción Windows 10 ........................................................................................................... 10
Un poco de historia ..................................................................................................................... 11
Una onda al menú de inicio......................................................................................................... 14
La interfaz de usuario nos da más sorpresas (buenas y no tan buenas)..................................... 18
Hola, Cortana............................................................................................................................... 24
Microsoft Edge y la apuesta por los nuevos tiempos ................................................................. 28
Aplicaciones y tienda universal: un concepto prometedor ........................................................ 32
Las aplicaciones nativas quieren que las toquemos ................................................................... 33
Grandes traiciones y olvidos de Windows 10 ............................................................................. 37
Una tienda unificada con mucho que demostrar ....................................................................... 40
¿Qué es Windows 10?
Windows 10 es la actual y última edición de Microsoft Windows, línea de sistemas
operativos desarrollada por Microsoft. Está disponible en una gran variedad de
dispositivos, desde computadoras de escritorio y portátiles hasta tabletas y teléfonos
inteligentes. Fue anunciado solo dos años después del lanzamiento de su
predecesor, Windows 8, en octubre de 2012, el cual había tenido una recepción
múltiple por parte de los usuarios y las empresas.
En marzo de 2015, la compañía anunció que la actualización a Windows 10 será
gratuita para usuarios de Windows 7,Windows 8.1 y Windows Phone 8.1 con licencias
genuinas durante un año. Los participantes del programa Windows Insider pueden
recibir una licencia de Windows 10, pero con ciertas condiciones. En junio de 2015 se
habilitó una herramienta que permite reservar esta actualización. Su disponibilidad
general comenzó el 29 de julio de 2015.

Se caracteriza principalmente por combinar ciertas características de Windows


7 y Windows 8.1, esto sumado a una serie de cambios en el escritorio, el explorador
de Windows, el menú Inicio y las aplicaciones de la tienda Windows. Además, incluye
el nuevo navegador Microsoft Edge y el asistente personal Cortana.

Caracteristicas
Uno de los aspectos más importantes de Windows 10 es el enfoque en la
armonización de experiencias de usuario y funcionalidad entre diferentes tipos de
dispositivos, además de abordar las deficiencias en la interfaz de usuario de Windows
que se introdujo por primera vez en Windows 8. Continuando con este patrón, el
sucesor de Windows Phone 8.1 presentado en el mismo evento también se califica
como Windows 10, y compartirá algunos elementos de la interfaz de usuario y las
aplicaciones con su homólogo de PC.20

El ecosistema de la tienda Windows se ha enfocado en el desarrollo de aplicaciones


universales, las cuales están hechas para funcionar a través de múltiples plataformas
y dispositivos, incluyendo teléfonos inteligentes, tabletas, Xbox One y otros
dispositivos compatibles con Windows 10. Las apps de Windows comparten códigos
similares en sus plataformas respectivas, tienen un diseño web adaptable a las
necesidades e insumos del equipo que los ejecuta, pueden sincronizar datos entre
dispositivos que ejecuten Windows 10 (incluyendo notificaciones, credenciales y el
modo multijugador para Xbox) y serán distribuidas en una única tienda Windows.21

Los desarrolladores pueden permitir cross-buys, donde las licencias adquiridas para
una aplicación se aplican a todos los dispositivos compatibles de un mismo usuario, en
lugar de aplicarse solamente en el dispositivo donde se lo adquirió. Dicho en otras
palabras, si un usuario compra una aplicación para PC, también tiene derecho a
utilizar la versión para smartphone sin costo adicional.22 23

Windows 10 también permitirá que las aplicaciones web y el software de escritorio


(mediante el uso de Windows API o Microsoft .NET) se empaqueten para su
distribución en laTienda Windows. El software de escritorio distribuido mediante la
tienda será programado utilizando el sistema App-V, con la finalidad de
permitir sandboxing o aislamiento de procesos.24 25
Interfaz de usuario y escritorio

Windows 10 está diseñado para adaptar la interfaz de usuario en el tipo de dispositivo


que está siendo utilizado y los métodos de entrada disponibles. Ofrece dos modos de
interfaz de usuario diferentes: un modo tableta optimizado para su uso con pantallas
táctiles, y uno optimizado para el ratón y el teclado. Una nueva característica
denominadaContinuum ofrece automáticamente al usuario la posibilidad de cambiar
entre los dos modos en los momentos apropiados, por ejemplo, cuando se desconecta
el teclado de una tableta o un ordenador portátil convertible se cambia a su
configuración de tableta.

El menú Inicio fue rediseñado, con una lista de aplicaciones y otras opciones en el
lado izquierdo y los live tiles o azulejos en el lado derecho. Se puede cambiar su
tamaño y expandirse en pantalla completa como en Windows 8, que es la opción por
defecto en entornos táctiles.26

Además, se ha implementado un nuevo escritorio virtual denominado Vista de tareas.


Al hacer clic en este botón desde la barra de tareas o deslizando desde el lado
izquierdo de la pantalla, se muestran todas las ventanas abiertas y permite a los
usuarios alternar entre las mismas o cambiar entre múltiples espacios de trabajo. Las
aplicaciones de laTienda Windows que antes sólo podían utilizarse en modo de
pantalla completa, ahora se también se pueden utilizar como ventanas de escritorio.

Los programas de Windows ahora se pueden encajar a cuadrantes de la pantalla


arrastrándolos hacia una determinada esquina. Cuando una ventana no encaja en un
lado de la pantalla, se solicita al usuario elegir una segunda ventana para llenar la
parte no utilizada de la pantalla (denominado Snap Assist). Los íconos del sistema
también han sido rediseñados con un diseño más plano, cumpliendo con la
interfaz Modern UI que se introdujo con Windows 8.

Las opciones de la barra lateral derecha o Charm de Windows 8 se han eliminado; su


funcionalidad en las aplicaciones de la tienda Windows son accesibles desde un menú
denominado Comandos de aplicación. En su lugar se ha implementado el Centro de
actividades, el cual muestra notificaciones múltiples y su configuración respectiva. Se
accede haciendo clic en un icono en la bandeja del sistema o arrastrando desde la
derecha de la pantalla. Las notificaciones se pueden sincronizar entre varios
dispositivos. La aplicación Configuración de PC se ha renovado y ahora incluye más
opciones que antes eran exclusivas del panel de control.27 28

Sistema y seguridad
Windows 10 incorpora tecnología de autenticación en factores múltiples, basada en
normas elaboradas por la alianza FIDO. El sistema operativo también incluye soporte
mejorado para la auntenticación biométrica a través de Windows Hello y las
plataformas de Passport, es así que algunos dispositivos con cámaras soportadas
(que requieren deinfrarrojos de iluminación) permitirán el inicio de sesión a través del
servicio reconocimiento facial, de forma similar a Kinect.29 Asimismo, los dispositivos
con sensor de huella digital permitirán el inicio de sesión a través del mismo. Las
credenciales se almacenan localmente y están protegidos mediante el cifrado
asimétrico. La plataforma Passportpermitirá a las redes, software y sitios web verificar
la identidad del usuario mediante un PIN o un inicio de sesión biométrico, sin la
necesidad de una contraseña.30

Windows 10 Enterprise ofrece características de seguridad adicionales; los


administradores pueden establecer normativas para el cifrado de datos automático y
bloquear selectivamente las solicitudes de acceso a los datos cifrados. Windows 10
también ofrece Device Guard, una característica que permite a los administradores
reforzar la seguridad de un espacio digital, mediante el bloqueo de la ejecución
de software que no está firmado digitalmente por un proveedor de confianza
o Microsoft. Device Guard se ejecuta dentro de un hipervisor, por lo que permanece
separado del sistema operativo.31

Para reducir el espacio de almacenamiento del sistema operativo, Windows


10 comprime automáticamente los archivos del sistema. El sistema puede reducir el
espacio de almacenamiento de Windows aproximadamente 1.5 GB para sistemas de
32 bits y 2.6 GB para sistemas de 64 bits. El tamaño de la compresión dependerá de
una evaluación realizada durante el proceso de instalación o por los fabricantes de
equipos originales. Dicha evaluación pondrá a prueba la cantidad de compresión se
puede utilizar sin perjudicar el rendimiento del sistema operativo.

Además, las funciones Actualizar y Restaurar sistema utilizarán un sistema de


ejecución de archivos en una partición de recuperación independiente, permitiendo el
alojamiento permanente de parches y actualizaciones instaladas después de la
operación, y reduciendo aún más la cantidad de espacio requerido para Windows 10
hasta 12 GB. Estas funciones reemplazan al modo WimBOOT introducido en Windows
8.1 Update, el cual permitió a los fabricantes de equipos configurar dispositivos de baja
capacidad de almacenamiento basado en flash, almacenando los archivos de sistema
de Windows en la imagen comprimida WIM, normalmente utilizada durante los
procesos de instalación y recuperación.32 33 34

Windows 10 también incluye una función relacionada con la aplicación Configuración,


conocida como Sensor de almacenamiento, la cual permite a los usuarios ver de qué
forma la capacidad de almacenamiento de su dispositivo está siendo utilizado por los
diferentes tipos de archivos, y determinar si ciertos tipos de archivos se guardan en la
memoria interna o una tarjeta SD de forma predeterminada.35
Servicios en línea y funcionalidad

Windows 10 introduce un nuevo navegador web predeterminado, Microsoft


Edge.8 Cuenta con nuevos estándares web compatibles con los estándares de
bifurcado Trident, herramientas de anotación e integración con otras plataformas
de Microsoft presentes en Windows 10. Internet Explorer 11 se mantendrá para fines
de compatibilidad en Windows 10, pero en un futuro se lo considerará obsoleto a favor
de Edge.36 37

Asimismo, Windows 10 incorpora el asistente personal de Microsoft, Cortana, el cual


fue introducido por primera vez con Windows Phone 8.1 en el 2014.9 Cortana
reemplazará la función de búsqueda integrada con Windows, con el soporte de
entrada de voz y texto. Algunas de sus características son la transferencia directa
desde Windows 10 Mobile, incluyendo la integración con Bing y una
función Notebookpara administrar la información personal, así como la búsqueda de
archivos, aplicaciones, recordatorios y el envío de correos electrónicos.38 39 Además,
Cortana se muestra como una caja de búsqueda universal situada junto al menú
Inicio y la barra de tareas, los cuales pueden ser ocultados o combinados en un solo
botón.

Multimedia y juegos

Windows 10 proporciona mayor integración con el ecosistema de Xbox, una aplicación


permite a los usuarios navegar por su biblioteca de juegos (incluyendo PC y consola
de juegos Xbox) y Game DVR también está disponible mediante un atajo de teclado, lo
cual permite a los usuarios guardar los últimos 10 segundos de juego como
un vídeo que se puede compartir mediante Xbox Live o OneDrive.40 41

Windows 10 también permitirá a los usuarios controlar un juego desde una


consola Xbox One en una red local.42 Un SDK permitirá a los desarrolladores de
aplicaciones incorporar funcionalidades de Xbox Live en sus aplicaciones, además se
soportarán futuros accesorios inalámbricos de Xbox One (como los controladores)
en Windows con un adaptador.43 Microsoft Solitaire Collection está incluido en
Windows 10. Candy Crush Saga también está disponible a modo de descarga
automática para los usuarios de Windows 10.

Aplicaciones
Windows 10 contiene actualizaciones respecto a las aplicaciones de Windows 8.1,
pero también posee aplicaciones completamente nuevas. Algunas de estas son:

 Alarmas y reloj
 Bing
 3D Builder
 Cámara
 Calendario
 Cortana (sólo en algunas regiones e idiomas)
 Contactos
 Correo
 Deportes
 Edge
 Fotos
 Grabadora de voz
 Imágenes
 Juegos
 Mapas
 Música de Groove
 Películas y TV
 Tienda Windows

DirectX 12

Windows 10 se distribuye con DirectX 12 y WDDM 2.0. Presentado


en marzo de 2014 en la GDC, esta versión de DirectX tiene como objetivo
proporcionar mayor eficiencia y rendimiento frente a los recursos de hardware, la
reducción de la memoria RAM y los gráficos Overhead, así como optimizar el consumo
energético. La mayoría de mejoras de rendimiento se lograrán a través del lenguaje de
bajo nivel IPA, el cual puede reducir cuellos de botella de memoria, actuando de forma
similar a otras tecnologías como Mantlede AMD o MetalAPI de Apple. WDDM 2.0
introduce un nuevo sistema de gestión y asignación de memoria virtual para reducir la
carga de trabajo en el controlador de modokernel.

Herramientas eliminadas

 Windows Media Center se ha descontinuado y se desinstalará cuando se actualice


desde una edición anterior de Windows.47 Asimismo, los controladores para
unidades de disquete ya no están integrados y deberán descargarse por
separado.48
 OneDrive, incorporado por defecto en la suite de Windows Essentials y
en Windows 8.1 como app, ya no admite ciertas características que requiere
Windows 10 y será reemplazada por una nueva aplicación universal en el futuro.49
 En Windows 10 Home se ha eliminado por completo la opción para elegir métodos
personalizados de descarga de actualizaciones de Windows. No obstante, los
usuarios de Windows 10 Pro y Enterprise sí podrán aplazar las actualizaciones
hasta el fin de soporte del sistema operativo.50
 La aplicación de streaming Xbox Music fue reemplazada por Música de Groove,
además Xbox Video cambió de nombre a Películas y TV.

Recepción crítica

Las reseñas especializadas destacan la incorporación del menú Inicio, la estética de


la interfaz de usuario y la posibilidad de cambiar el tamaño de los iconos o de
quitarlos, así como la incorporación de un menú similar a la de Windows 7 que
mantiene los requisitos técnicos de esas dos anteriores versiones, lo que garantiza la
fluidez en el funcionamiento.

Además, resaltan las nuevas aplicaciones como el asistente personal Cortana para
preguntarle sobre el clima y pedirle que realice una búsqueda en internet, abrir una
aplicación, tomar notas e incluso contar chistes.

Las críticas sobre Microsoft Edge son que aún no está maduro y le faltan ciertas
opciones de personalización, pero posee mayor rapidez que Google Chrome, permite
hacer anotaciones sobre las páginas web para almacenarlas y compartirlas e incluye
un modo de lectura. No obstante, también se incluye Internet Explorer.

Asimismo se resalta la posibilidad para que los desarrolladores diseñen aplicaciones


universales para computadoras, tabletas y móviles; la integración con la consola de
videojuegos Xbox; nuevas funciones de control de seguridad y privacidad; mejoras de
diseño y multitarea, que permiten el uso de varios escritorios, entre otros detalles.

Las críticas advierten que todavía no hay dispositivos para aprovechar la función de
activar el escritorio de manera remota y la escasez de aplicaciones, especialmente
para dispositivos con pantallas táctiles, heredada de Windows 8

Privacidad
Por defecto, el sistema sincroniza datos con los servidores de Microsoft sin previa
consulta al usuario. Aunque se puede desactivar el envío de información a para
proteger la privacidad, no se puede deshabilitar totalmente y la comunicación con
dichos servidores persiste.

Los datos recopilados por Windows 10 dependen de los servicios utilizados y permiten
que se ofrezca la mejor experiencia de usuario, con este fin puede recopilar: nombre,
apellido, correo electrónico, dirección postal, numero de teléfono, información de
autenticación como contraseñas, edad, sexo, pais en el que utiliza el dispositivo,
idioma de su preferencia, datos de pago y de uso, contactos a gestionar por Windows
10 o software incluido en este, localización a través de GPS, los archivos y sus
contenidos por ejemplo al almacenar datos en OneDrive

Rendimiento

Windows 10 deteriora la conexión a Internet, usando el ancho de banda para enviar


actualizaciones a otros dispositivos sin el consentimiento del usuario.

Opciones predeterminadas

Windows 10 cambia las preferencias del usuario establecidas antes de la


actualización, como el cambio del navegador web predeterminado a Microsoft Edge,
algo que ha molestado a Mozilla.

Windows 10

Introducción Windows 10

El próximo mes de noviembre se cumplirán tres décadas del lanzamiento de Windows


1.0. Mucho ha llovido desde entonces y han sido varias las versiones que han
consolidado el papel de la empresa de Redmond en la historia de la tecnología. Y sin
embargo puede que ninguna de ellas sea tan relevante como Windows 10: sin lugar a
dudas el sistema operativo más ambicioso e importante de la historia de Microsoft.

Eso hace particularmente delicado hacer un análisis de una plataforma de la que por el
momento solo tenemos uno de sus componentes. Windows 10 ya no es un sistema
operativo solo para PCs y portátiles: abarca tablets, convertibles, smartphones o
consolas, entre otros. Este análisis afronta solo parte de esa ambiciosa idea de un
Windows para todos, y lo que hemos visto, con sus luces y sus sombras, nos ha
gustado. Mucho.

Ya lo adelantábamos en ese análisis preliminar de Windows 10 basado en la


experiencia con las ediciones Technical Preview, y lo confirmamos en este análisis
final basado en la versión calificada oficiosamente como RTM. Llevamos
trabajando con la Build 10240 desde que apareció, y en ella se asientan todos los
conceptos que Microsoft ha querido transmitir con este proyecto. Algunos de ellos
están más pulidos y otros tienen aún margen de mejora, pero el enfoque de la
empresa es claro: Windows 10 será un sistema operativo en constante evolución.
Conozcámoslo de cerca.

Un poco de historia

A Microsoft no le ha ido demasiado bien con Windows 8. Al menos, no desde el


punto de vista económico y de cuota de mercado. No se conoce el número de
licencias vendidas a día de hoy, pero en febrero de 2014 se indicó que la cifra había
superado los 200 millones de licencias, a los que habría que sumar los 60 millones de
licencias vendidas desde el pasado mes de octubre según informaban en Bloomberg.
No parece por tanto que la cifra haya superado en total los 300 millones de licencias:
nada desdeñable, pero no la que probablemente esperaban en Microsoft ante un
desarrollo tan valiente.
Los problemas para convencer a los usuarios de las ventajas de Windows 8 fueron
patentes desde el principio, y muchos fabricantes tuvieron que recurrir a programas en
los que era posible instalar Windows 7 para vender sus equipos de sobremesa y
portátiles. Microsoft acabaría tomando la decisión de "regalar" a los fabricantes la
licencia de Windows 8 en equipos por debajo de las 9 pulgadas, pero esa medida no
parece haber tenido impacto real en la cuota de mercado de este sistema operativo.

Los últimos datos tanto de NetApplications como de Statcounter lo demuestran: en la


primera se indica que Windows 8 y Windows 8.1 suman un 14,35% de cuota
global, por un 58,2% de Windows 7 y -lo que es irónico y preocupante- un 16,46% de
Windows XP. En Statcounter apuntan a que Windows 8 y Windows 8.1 suman un
15,92%, mientras que Windows 7 llega al 48,49% y Windows XP tiene un 11,6%.

Esa realidad fue la que probablemente hizo que Microsoft acabara tomando
algunas decisiones clave para recuperar al usuario tradicional. La empresa había
despistado a esos usuarios con un enfoque claramente orientado al uso de una
interfaz táctil: los dispositivos móviles y sobre todo las tabletas convertibles -o
portátiles convertibles- querían convertirse en el nuevo centro de la experiencia de
usuario. Pero los clientes no estaban convencidos, y eso se notó en una aceptación y
una popularidad discretas.

Así fue como en la Microsoft Worldwide Partner Conference de 2011 uno de los
directivos de Microsoft, Andrew Lees, anunció que la empresa debía tener un único
ecosistema para todas las plataformas. Aquello pareció quedar en un proyecto a largo
plazo, pero en diciembre de 2013 comenzamos a oír hablar de Treshold, una singular
revisión de Windows en la que el concepto de plataforma unificada para todos los tipos
de dispositivos empezaba a tomar forma. Por entoncesalgunos comenzaron a llamar a
ese futuro sistema operativo "Windows 9".

La reconciliación de Microsoft con el ratón y el teclado se mostró en la conferencia


BUILD de abril de 2014. Allí Terry Myerson mostró una edición de Windows 8.1 que
por primera vez apuntaba a la recuperación del menú de inicio clásico, pero en versión
supervitaminada: las baldosas animadas hacían acto de presencia y combinaban el
concepto original con la nueva interfaz que Microsoft propuso en Windows 8.

Las cosas siguieron avanzando y parecía claro que la intención de Microsoft era la
de recuperar al usuario tradicional del escritorio de Windows. Ese que usaba ratón y
teclado y que estaba encantado con estos dos periféricos. Aparecieron las primeras
capturas filtradas del nuevo menú de inicio de Windows 9, y todo se confirmaría en
septiembre de 2014.

Microsoft anunciaría ese 30 de septiembre de 2014 su nuevo Windows 10, un sistema


operativo con un número de versión mucho más redonda que ya auguraba la
relevancia de esta edición. Allí Microsoft demostraba querer renovar esa apuesta por
el escritorio clásico, pero sobre todo dejaba claro que este se convertiría en el
sistema universal para todo tipo de plataformas. Con el lema "Una línea de productos.
Una plataforma. Una tienda" Microsoft demostraba que quería avanzar en una única y
ambiciosa dirección: la de la convergencia.

Ese anuncio coincidiría con el inicio del programa Windows Insider, que permitía
acceder a las versiones preliminares del sistema operativo. Las llamadas Windows 10
Technical Preview se han ido sucediendo a lo largo de los distintos meses, y como y
veíamos en nuestro repaso a esa experiencia con las ediciones previas de Windows
10, muchos han sido los ámbitos en los que ha ido mejorando este sistema operativo.
En enero de 2015 se nos presentaban las novedades más importantes que ya estaban
disponibles en esas ediciones previas, y sobre todo se aclaraban los detalles sobre las
actualizaciones gratuitas, la llegada de un nuevo navegador y la relevancia de
Cortana y de la simbiosis con la Xbox One. Parecía que el sistema llegaría a tiempo
para ofrecer todas sus opciones perfectamente pulidas, pero no sería así.

Windows 10 no está completo en el día de su lanzamiento. Probablemente no lo


esté nunca, porque la concepción de esta edición es muy distinta a las anteriores: el
sistema se actualizará constantemente, no como hasta ahora en forma de grandes
Service Pack o de grandes conjuntos de actualizaciones que aparecían cada cierto
tiempo. Cambia el ritmo, cambia la filosofía, y cambia el modelo de licencias: puede
que Microsoft siga vendiendo cajas de Windows 10, pero ya se habla del modelo
WaaS (Windows as a Service) como el adoptado por Microsoft para vender y distribuir
este desarrollo.
Una onda al menú de inicio

La instalación de Windows 10 es prácticamente idéntica a la de Windows 8, y como en


otros muchos apartados Microsoft ha tenido el acierto de no tocar lo que funciona. Una
vez nos aseguramos de que cumplimos los requisitos mínimos antes especificados
podremos proceder a esa instalación, que no tarda demasiado en completarse, pero
como siempre dependerá de nuestra configuración hardware: por ejemplo, en
equipos con unidades SSD y con procesadores algo más potentes esos tiempos se
reducirán.

En nuestro caso el proceso para llegar a la compilación (Build) 10240 ha sido el que
han seguido otros muchos miembros del programa Windows Insider: instalamos la
versión inicial del sistema y fuimos actualizándola hasta llegar a esta última
compilación. Ese proceso ha sido algo engorroso y más pesado que la tradicional
aplicación de actualizaciones: las nuevas compilaciones, aun estar automatizadas
completamente, imponían una serie de reinicios y de preparación del sistemaque
a menudo llevaban más o menos el tiempo que la instalación original. No es probable
que una vez llegados a este punto esa sea la tónica normal, sobre todo cuando la
filosofía de Microsoft con Windows 10 será la de ofrecer actualizaciones de forma
mucho más frecuente.

El proceso de instalación se completa con la preparación del escritorio y de algunos de


nuestros programas, tras lo cual nos encontraremos al fin ante el ansiado escritorio de
Windows 10. Eso sí: antes tendremos la pantalla de bloqueo -con una imagen
que podremos personalizar- y tras ella lapantalla de inicio de sesión (¿por qué no
unir las dos en una? Misterio) que también podremos personalizar con aplicaciones de
terceras partes.
Y por fin, el escritorio. Y no un escritorio cualquiera, no: el escritorio clásico aderezado
con una serie de mejoras importantes. La interfaz Metro (Modern UI) que dominaba la
experiencia de Windows 8 (y un poco menos la de Windows 8.1) desaparece casi
totalmente en esta edición de Windows. Microsoft la rescata para algunos apartados,
pero está claro que ha aprendido la lección: Windows 10 es desde el primer instante
un sistema operativo con el que usuario de Windows de toda la vida se sentirá muy a
gusto.

A ello contribuye en primer lugar el menú de inicio tradicional, del que hemos hablado
largo y tendido y que vuelve con un formato muy interesante. El logotipo de Windows
que de nuevo sirve para acceder a documentos y programas recientes y favoritos
abandona esa modalidad de pantalla completa que nos brindaba Windows 8 y se
ajusta a un tamaño mucho más reducido -no llega a una cuarta parte de la pantalla,
aunque aquí es posible crecer- que lo hace más "manejable" con el ratón y el teclado.

En este nuevo menú de inicio cobran especial protagonismo las baldosas animadas,
herencia clara de Windows 8 y testigos de que la interfaz Metro no está ni mucho
menos abandonada. El concepto de baldosas seguirá siendo crítico en smartphones y
tablets, como también lo es en la consola Xbox One. Aquí Microsoft ha sabido adaptar
cada experiencia para cada dispositivo, pero sin obligar a los usuarios a
conformarse con una u otra, algo que habla muy bien de la evolución de la ambiciosa y
valiente propuesta que la empresa ofreció con Windows 8.

Podremos cambiar el comportamiento de este menú en la Configuración de Windows


10, ypodremos hacer que ese menú ocupe toda la pantalla en lugar de una porción
de ella, algo que puede interesar a cierto tipo de usuarios. Por ejemplo, los que
trabajen mucho con tablets convertibles y usen más el entorno táctil que el entorno
ratón/teclado, aunque para este tipo de usuarios es para el que la tecnología
Continuum -de la que hablaremos más adelante- es especialmente prometedora.
En ese menú vemos también trazas de Windows 10 en móviles (y de su antecesor,
Windows Phone 8/8.1). Al desplegar el menú de inicio y pinchar en la lista con todas
las aplicaciones accederemos a esa lista ordenada alfabéticamente; pulsando en
una letra haremos que aparezca el abecedario completo, como en Windows 10 para
móviles, a partir de lo cual podremos elegir la primera letra de la aplicación para ir a la
parte del listado correspondiente a ella.

El concepto es interesante y perfectamente usable con el ratón, aunque como en el


caso de las baldosas esté más orientado a usos táctiles. En cualquier caso el
lanzamiento de aplicaciones es mucho más rápido si usamos ratón y teclado
acudiendo a lo de siempre: pulsar la tecla Windows, comenzar a escribir el nombre de
la aplicación, esperar un instante a que Windows 10 detecte cuál es, y lanzarla
pulsando la tecla Intro.

Esta forma de ejecutar programas era ya clásico en versiones anteriores del sistema
operativo, y lo único que cambia es la forma en la que Microsoft nos presenta las
acciones disponibles con la tecla Windows. En Windows 8 veíamos ese escritorio
Metro en toda su extensión, y ahora vemos un menú de inicio con un aspecto más
familiar y que seguramente agradará a esos usuarios que criticaban el aspecto y la
interfaz de Windows 8 y 8.1.
Las opciones para apagar o reiniciar el ordenador se sitúan en la habitual parte baja
del menú de inicio, mientras que las opciones para cerrar la sesión o bloquearla se
activan al pinchar el icono de nuestro usuario de Windows. Por lo demás nos
encontramos con una organización sencilla en la que destaca también la posición fija
de la aplicación de Configuración, que nosotros preferimos tener en forma de
baldosa de tamaño medio.

En este sentido cabe destacar que el juego con las baldosas es el que ya conocíamos
de versiones previas y plataformas como Windows Phone 8. Podremos anclarlas y
desanclarlas del menú de inicio y cambiar su tamaño (pequeño, mediano, ancho y
grande), además de activar o no la animación si éstas baldosas disponen de ella (el
ejemplo típico es la baldosa de noticias).

Mira mamá, ¡sin baldosas!


Podremos crear grupos e ir insertando nuevas baldosas que irán contribuyendo a
personalizar nuestra experiencia con este componente esencial de Windows 10, pero
por supuesto también podremos eliminar todas esas baldosas para tener una
experiencia "Metro-free". El resultado es espartano y recuerda al menú de inicio
clásico en Windows 7, pero es aún más simple y no ofrece acceso a carpetas
frecuentes de serie (Documentos, Imágenes...) o a ese panel de control que como
veremos pierde protagonismo en este sistema operativo... aunque extrañamente siga
conviviendo con Configuración.

Este menú de inicio es por lo tanto componente fundamental de la experiencia con


Windows 10 y creemos que su resolución es ejemplar: la personalización del menú es
absoluta, de forma que incluso los que echen de menos la experiencia Windows 8
podrán recuperarla si así lo quieren maximizando el tamaño de ese menú desde
Configuración. Lo mejor de ambos mundos llega a la última versión de Windows 10, y
es sin duda uno de los elementos mejor resueltos de todo el sistema operativo.

La interfaz de usuario nos da más sorpresas (buenas y no tan


buenas)

Aunque hemos destacado el papel del menú de inicio, esa no es la única novedad del
nuevo escritorio de Windows 10. Para empezar está el Action Center o Centro de
Actividades, que es uno de los elementos más contradictorios para los usuarios de un
Windows "de escritorio" tradicional. Es una idea que en mi caso no pega con la
concepción de un sistema operativo de escritorio, quizás por el hecho de que su
presentación está claramente influida por los dispositivos móviles.

Eso hace que especialmente en monitores amplios -en mi caso, un 27 pulgadas con
resolución 1440p- ese Centro de Actividades tenga un aspecto desolador. Incluso en
el caso de tener muchas notificaciones el aspecto sería probablemente decepcionante
por la altura de este componente, que haría algo incómoda la visualización y gestión
de todas las notificaciones. Pero claro, también está la otra perspectiva: como en el
caso de Windows Phone 8/8.1, el área de notificaciones permite acceder a esas
alertas de las últimas horas para revisarlas cuando nosotros queramos, y no
solamente cuando aparezca una ventana emergente durante unos segundos
mostrando alguna alerta. Este componente puede ser interesante por lo tanto para
cierto tipo de usuarios, pero si no os convence siempre podréis desactivarlo, como
indican aquí.

Esa herencia del móvil se aprecia también en los iconos de acceso rápido que se
sitúan en la parte baja de este área de notificaciones.Allí encontramos el acceso al
"Modo tableta", que resulta curiosamente útil en ciertos escenarios incluso al ser
usado en un PC de sobremesa como el que he utilizado durante mis pruebas. En este
modo la interfaz se simplifica notablemente y el menú de inicio, esta vez sí, toma el
control absoluto de nuestra pantalla, ocupando toda la diagonal.

En la barra de tareas aparecen solo accesos al menú de inicio, un botón para volver
Atrás, el icono circular de Cortana y la Vista de tareas, de la que hablaremos más
adelante. Todas las aplicaciones aparecen maximizadas, lo que ayuda a no
distraernos tanto con ventanas de aplicaciones que pueden estar situadas en el
escritorio, mientras que curiosamente sí se mantienen los iconos de la bandeja de
sistema (conectividad, volumen, icono del Centro de Actividades y el reloj).

Encontramos otros iconos de acceso rápido que de nuevo recuerdan a la experiencia


en móviles. Así nos encontramos "Conectar" (por ejemplo, a una segunda pantalla de
forma inalámbrica vía Miracast), Notas (con OneNote), "Todas las configuraciones" (un
acceso más a las preferencias de sistema vía la aplicación Configuración), VPN,
Período sin notificaciones (para controlar cuando se nos puede "molestar" y cuando
no) o Ubicación, que si activamos hará que Cortana tome en cuenta esa localización
para ofrecer resultados de búsqueda. Esos accesos directos cambian en otros
dispositivos -en tablets y smartphones veremos probablemente otros como WiFi, datos
móviles o brillo- y lo cierto es que ese tipo de opciones no parecen especialmente
destacables en escritorio. En general este es uno de esos componentes que
parecen estar más por la necesidad de adaptarlos al tener ahora un sistema operativo
"universal".

El resultado es como decimos sorprendentemente usable incluso en equipos que no


son tablets y en los que podremos centrarnos más en la única tarea que aparece
delante de nosotros. Ese Centro de Actividades puede ser más interesante en
dispositivos móviles -y sobre todo en smartphones-, y su inclusión en ese formato
tan crudo resulta extraño.

Pero eso no preocupa de nuevo, porque Microsoft ha tenido el buen criterio de ofrecer
la desactivación total de ese apartado desde la Configuración: En Sistema ->
Notificaciones y acciones -> Activar o desactivar iconos del sistema podremos
deshabilitar esta opción fácilmente. Otro minipunto y punto para Microsoft.

Mucho más interesante para los usuarios tradicionales de escritorio es la nueva Vista
de Tareas, un componente que permite mostrar de un vistazo rápido todas las
aplicaciones abiertas. No solo eso: es aquí donde podremos gestionar los nuevos
escritorios virtuales, un concepto muy conocido ya en distribuciones GNU/Linux y que
hizo su debut en OS X Mavericks hace casi dos años. En Windows había herramientas
de terceras partes que ofrecían esta opción, pero Windows 10 esa interesante opción
está integrada de forma nativa, y su puesta en marcha es realmente destacable.
La Vista de Tareas permite disfrutar de ese efecto Exposé que Apple introdujo con
acierto en OS X hace años, y es una forma cómoda de gestionar esas tareas en
ejecución para comprobar cuál manejar en cada momento. Es una alternativa o una
ayuda al tradicional Alt+Tab, y de hecho ese atajo para el intercambiador de areas
convencional -sin apenas cambios, no toques lo que funciona- es muy parecido al de
la nueva Vista de Tareas, que se activa con Windows+Tab.

La gestión de los escritorios virtuales es realmente sencilla: podremos crear nuevos


escritorios con el botón "Nuevo escritorio" que aparece en ese Visor de Tareas en la
parte inferior derecha, y a partir de ahí saltar de uno a otro con el teclado o el ratón.
Cada escritorio tiene su gestión independiente de tareas: las aplicaciones abiertas en
uno no aparecerán en la barra de tareas del otro, y al pulsar Alt+Tab en cada escritorio
de nuevo aparecerán solo las aplicaciones de ese escritorio concreto, no del resto. No
podremos de momento tener un fondo de escritorio distinto para cada escritorio virtual
(lástima) pero es algo que podría llegar en futuras actualizaciones.

Podremos mover fácilmente aplicaciones entre un escritorio y otro arrastrando esas


ventanas en el Visor de Tareas entre esos escritorios virtuales, así como cerrarlas o
cerrar por completo los escritorios virtuales gracias a las pequeñas aspas que
aparecen en la parte superior derecho de esas aplicaciones minimizadas o de los
escritorios abiertos en cada caso. La resolución de Microsoft no aporta novedades
respecto a las alternativas que ya conocíamos en otras plataformas, pero eso da igual:
es una característica que seguro que muchos usuarios valorarán.

En esa mejora de la productividad en el escritorio también es importante la inclusión


de la nueva revisión de la tecnología Snap que permite acoplar ventanas a los
bordes de la pantalla. En Windows 7 esa opción permitía acoplar una ventana a una
mitad de la pantalla y otra a la otra mitad, pudiendo tener dos ventanas perfectamente
alineadas. En Windows 8 esa opción fue explotada especialmente en la interfaz Metro
(Modern UI) ya que tanto en PCs y portátiles como en tablets era posible usar esa
opción para lograr aprovechar esa opción de productividad en entornos táctiles.
Incluso la Xbox One la adoptó para poder tener un juego en parte de la pantalla y
aplicaciones como Skype o Twitter en una porción lateral de ella.

En Windows 10 la cosa va a más, y ahora podemos acoplar no solo a los bordes -lo
que hará que la ventana ocupe la mitad de la pantalla, sino también a las esquinas,
lo que provocará que la ventana ocupe la cuarta parte de la pantalla empezando por
esa esquina. Eso permite contar con cuatro ventanas distintas de la misma o distintas
aplicaciones perfectamente alineadas. Al ir acoplando una tras otra, además, Windows
10 nos muestra miniaturas del resto de ventanas disponibles para poder elegir aquella
que ocupará la porción de pantalla libre. Muy ingenioso.

No es posible acoplar más de cuatro ventanas, cierto, pero sí que podremos hacer que
la división vertical de la pantalla cambie: dos de las ventanas podrán tener más
tamaño que las otras dos, lo que facilita aún más el trabajo con este entorno. Esta
opción está muy orientada a aquellos que quieran maximizar su productividad y tener
a la vista varias ventanas al mismo tiempo sin necesidad de contar con entornos
multimonitor. Y teniendo en cuenta que los monitores 4K y los 1440p con diagonales
de 24 o 27 pulgadas son cada vez más populares, creemos que esta nueva opción de
la característica Acoplar es muy interesante para aprovechar mejor esos espacios de
trabajo.

Estos son los principales cambios en lo que se refiere al funcionamiento del escritorio
y de las características que mejoran (o intentan hacerlo) la productividad y la
experiencia de usuario, pero hay otros apartados que también se renuevan. Hay por
ejemplo nueva iconografía y como era de esperar el diseño plano que es tendencia
en otros muchos escenarios en desarrollos software en internet y en plataformas
móviles -Android e iOS también han seguido esa tendencia-. Muchos iconos de
aplicaciones nativas nuevas o mejoradas cambian, pero hay otros que siguen
manteniendo su aspecto tradicional, como ocurre con el del Panel de Control (de este
señor hablaremos más adelante).

Lo que no tenemos es renovación de la tipografía de serie, y de hecho la gestión de


tipografías (mal llamadas "fuentes") es curiosamente compleja en Windows 10. En
las opciones de apariencia en español no aparece opción para cambiar la tipografía, y
este es uno de los apartados en los que Microsoft debe trabajar a la hora de
proporcionar mayor nivel de personalización del escritorio.

La barra de tareas es una evolución de la que ya conocíamos en anteriores


iteraciones, pero aquídestaca claramente la presencia de la barra de
búsquedas en la que Cortana estará atenta a nuestras necesidades. Como en
anteriores ediciones podremos anclar iconos de aplicaciones a ese menú -que
mantienen esa opción de poder pulsar con el botón derecho del ratón para obtener sus
"Jump Lists"-, en el que también irán apareciendo los de las aplicaciones que vayamos
abriendo. Para diferenciar qué aplicaciones "fijas" están abiertas y cuáles no Windows
10 añade una pequeña barra coloreada -la tonalidad cambia según el tema- que
permite identificar las aplicaciones abiertas, algo que en nuestra opinión es un acierto
y que además Microsoft ha resuelto con elegancia.

Hay otros elementos destacables de esa nueva interfaz de usuario, y por ejemplo es
evidente la influencia de los temas de alto contraste en todo lo que está relacionado
con las preferencias y la configuración del sistema. En la barra de sistema, en la parte
inferior derecha, encontramos iconos planos y muy simples pero descriptivos, y lo
mismo ocurre con la aplicación Configuración, que permite acceder a diversos
parámetros del sistema.
Aquí Microsoft ha querido seguir la línea de sus dispositivos móviles y hace uso de
una interfaz espartana. De hecho, ralla en lo tacaño: líneas cuadradas (a menudo
demasiado gruesas), interruptores con un diseño plano que los hace casi demasiado
básicos y simplones, y un aspecto que en opinión del que suscribe es muy poco
ambicioso.

Todas las opciones de configuración de la nueva herramienta tienen ese aspecto


plano y de alto contraste que choca un poco. Para gustos los colores, por supuesto,
pero en nuestra opinión hay margen de mejora en este apartado.

A quien le guste la línea de diseño de Windows Phone 8 le gustará ese enfoque de


Microsoft en sus herramientas de Configuración, pero personalmente creo que sobre
todo en PCs y portátiles hay margen de mejora para presentar todo de forma
visualmente más elegante. Sin florituras, sin efectos especiales, pero más elegante.
Esta nueva herencia de los dispositivos móviles vuelve a recordarnos que en Microsoft
no quieren olvidarse en modo alguno de lo táctil, y la propuesta es en mi opinión tosca,
casi como si hubiéramos activado un modo de accesibilidad. No es mala idea para esa
interfaz táctil de móviles y tabletas, pero desde luego no es óptima a nivel visual y
funcional para quien usa ratón y teclado.

Hola, Cortana

El asistente de voz de Microsoft es parte fundamental del proyecto convergente de


Windows 10.Cortana es el corazón de este sistema operativo y desplaza totalmente
a un segundo plano a Bing, la plataforma de búsqueda y servicios que Microsoft trató
de impulsar hace unos años junto al lanzamiento de Windows 8. Ese buscador y
servicios como Bing Maps son parte fundamental del funcionamiento de Cortana, pero
es este asistente de voz el que toma el protagonismo.

Ya conocíamos sus posibilidades en el móvil, pero la integración en el escritorio es


destacable por lo natural que resulta. Me he acostumbrado a decir lo de "Hola,
Cortana" cada vez que inicio el ordenador para escuchar mi colección musical con un
simple "Reproduce mi música", y poco a poco voy utilizando muchas otras órdenes de
voz. Aquí es evidente que todos los usuarios necesitamos una reeducación a la hora
de interactuar con el ordenador, porque ya no solo podremos usar ratón y teclado o
touchpad: la voz es nuestra aliada.

El funcionamiento de Cortana en Windows 10 es notable: el asistente de voz sigue


más la línea de Google Now que la de Siri -que poco a poco trata de ganar enteros-:
no se limita a responder preguntas sencillas, sino que trata de adelantarse a nuestras
necesidades. Nos muestra información relacionada con nuestra ubicación y nuestro
historial de uso del PC en el que hacemos uso del asistente, pero atención porque en
todo momento tenemos acceso a las opciones de gestión de la privacidad.
Podremos decidir en todo momento -para eso está el "Cuaderno" en el que Cortana lo
anota todo, y al que podremos acceder desde la configuración de este elemento- qué
compartimos y qué no con el asistente, de forma que la experiencia "predictiva y
proactiva" dependerá de nosotros.
Cortana también trata de convertirse en una forma de consultar información sugerida
en base a esa actividad pasada. Por ejemplo, se van ajustando el tipo de noticias que
nos van apareciendo, algo en lo que nuestra ayuda al aprendizaje máquina será muy
relevante. Si una noticia mostrada no nos interesa podremos ocultarla, y Cortana
asumirá que ese tipo de noticias no deben mostrarse en el futuro. Las alertas sobre
futuros eventos son también parte de su labor de asistencia, y aquí es
inevitable recordar la película "Her". Queda muchísimo camino para llegar a ese
grado de interacción, pero hablar con nuestro ordenador, por extraño que parezca
ahora, podría convertirse en algo mucho más común gracias a la integración de
Cortana en el escritorio.

Al usar la caja de búsqueda para introducir cualquier término Cortana nos ofrecerá
resultados locales si encuentra documentos o aplicaciones que se ajusten a la
búsqueda -lanzar aplicaciones es una de sus funciones-, pero también podremos
ceñir la búsqueda a "Mis cosas" (carpetas de usuario) o mandarle a Cortana que
haga esa búsqueda en la web. En ese caso, eso sí, la búsqueda se realizará por
defecto con Bing aunque salte nuestro navegador predeterminado con otro buscador
predeterminado.
La integración de Cortana con Microsoft Edge también es destacable, y podremos
por ejemplo seleccionar parte de un texto o una palabra de una página web para luego
pulsar con el botón derecho del ratón sobre ella y seleccionar la opción "Preguntar a
Cortana". Al hacerlo nos aparecerá una barra lateral en la que el asistente de
búsqueda nos mostrará información relacionada con ese término o términos.

Las opciones de búsqueda van más allá y por ejemplo ya trabaja con nuestra cuenta
de OneDrive para buscar allí como si ese espacio de almacenamiento fuera parte de
nuestra experiencia de usuario, y además de su salto a Android e iOS los
desarrolladores podrán aprovechar esa potenciapara sus propias aplicaciones. La
evolución de Cortana ha hecho que sus creadores aprovechen el aprendizaje máquina
para que este asistente mejore a medida que lo usamos, tanto en el reconocimiento
de nuestra voz como en la presentación de opciones. Incluso han dotado al asistente
de un curioso sentido del humor que le da cierta personalidad a Cortana. Las
preguntas que permiten sacar a relucir ese particular humor son discutibles, pero
probablemente no son más que parte del recorrido propio de este ambicioso
desarrollo.

Evidentemente Cortana tiene mucho margen de mejora en reconocimiento de voz,


idiomas soportados -esa es una tarea titánica- o esa ambición por adelantarse a
nuestros deseos, pero su integración en el sistema operativo es ejemplar y desde
luego Microsoft ha puesto toda la carne en el asador para que aprovechemos esa
opción. Ahora solo queda que nos demos cuenta de que los asistentes de voz están
aquí para quedarse y pueden proporcionar muchas alegrías y mucha
comodidad si somos capaces de reciclarnos un poco y sacar provecho de esas
opciones. Y si estamos preocupados por lo que escucha o deja de escuchar Cortana,
lo tenemos muy fácil: podemos desactivar sus opciones y su funcionamiento, y utilizar
la caja de búsqueda en modo texto sin más. Otro minipunto para Microsoft, que no
fuerza a mantener ese asistente funcionando porque sí.

Microsoft Edge y la apuesta por los nuevos tiempos

Durante años Microsoft dominó el segmento de los navegadores. Aquel Internet


Explorer 6 de infausto recuerdo que se incluía con Windows XP se convirtió en
referente absoluto hasta que Mozilla y Firefox hicieron temblar los pilares de ese
dominio absoluto. Más tarde llegaría Chrome, un navegador que consiguió superarles
a ambos y que hoy en día es según los datos de NetApplications y StatCounter
GlobalStats el más extendido entre los usuarios de PCs de sobremesa y portátiles.

Microsoft no quiere renunciar a perder esa batalla, pero parecía claro que con Internet
Explorer no lo iba a lograr. A pesar de las mejoras que edición tras edición se
implementaron en ese navegador, hacía falta un soplo de aire fresco, que es
precisamente lo que trata de conseguir Microsoft Edge. Este navegador, que nació
como Project Spartan, es un concepto radicalmente distinto al del navegador
tradicional de Windows.

Para empezar contamos con un diseño mucho más espartano -y nunca mejor dicho- y
con opciones igualmente destinadas a simplificar la experiencia de usuario (o
intentarlo). La interfaz vuelve a esa apuesta por los iconos de alto contraste y por la
simplicidad. No hay barra de título como tal , y las pestañas van ocupando toda la
altura de esa barra superior. En Chrome o Firefox, por ejemplo, las pestañas tienen un
diseño más similar a pestañas de un clasificador.

A la derecha nos encontramos con las opciones de acceso directo al navegador: Modo
Lectura, Favoritos, Hub (descargas, favoritos, lista de lectura e historial), toma de
notas web, compartir y el menú desplegable desde el cual por ejemplo podremos
acceder a las opciones para desarrolladores, de las que en Redmond han hablado
recientemente y que comparan a las de sus competidores -veremos qué opinan los
expertos en las próximas semanas-. Microsoft decide usar aquí bastantes accesos
directos -Chrome y Opera prescinden de ellos, por ejemplo-, mientras que en el menú
desplegable también volvemos a ese aspecto "Windows Phone" con tipografías y
diseño de alto contraste. Poco elegante, pero funcional sobre todo en el terreno
táctil.

En Microsoft Edge, como en otros apartados, queda camino por recorrer. Desarrollar
un navegador casi de cero, como era la intención de Microsoft, no era tarea sencilla, y
eso se nota en algunos apartados que algunos echarán de menos -yo lo hago- como
la barra de marcadores que permite tener algunos accesos rápidos a los sitios web
más visitados. Tampoco hay de momento soporte para extensiones, pero Microsoft ya
ha prometido que ese será uno de los elementos diferenciales del futuro de este
navegador, que ganará así muchos enteros frente a la concepción más limitada de
Internet Explorer.
Una vez en marcha, es evidente que la propuesta de Microsoft es muy interesante. Ya
hablamos sobre las cinco grandes innovaciones de Microsoft Edge respecto a Internet
Explorer, de las que a primera vista destacan dos: la posibilidad de anotar y dibujar
sobre páginas web para luego compartirlas, y la lista de lectura, que permite que nos
olvidemos de banners publicitarios y otros elementos "intrusivos" y que centra toda la
experiencia en la lectura. No todas las páginas web son compatibles, ojo, y será el
navegador el que nos indique si podemos acceder a ese Modo Lectura al mostrar el
icono del libro en un color azulado.

A nivel de rendimiento Microsoft ha realizado un gran esfuerzo en una de las áreas


que más se le estaba criticando en los últimos tiempos. La relevancia de JavaScript es
clara en todo tipo de entornos web, y la rapidez en la ejecución de este código es
fundamental. Microsoft llevaba ya algún tiempodestacando el buen comportamiento de
Microsoft Edge en este apartado, y hemos podido verificar esa afirmación en nuestras
pruebas, donde este navegador (en un PC con un Intel Core i7 920, 6 GB de RAM y
una AMD Radeon HD 7950) se ha comportado de forma ejemplar:
Los resultados muestran cómo Edge está mucho más alineados con otros
navegadores en los distintos benchmarks, ganando algunos de ellos y situándose
muy cerca de los primeros en otros. El salto respecto a Internet Explorer 11 es
diferencial incluso en el rendimiento WebGL, donde por ejemplo sorprende lo bien que
se comporta Opera. Otro de los aspectos diferenciales de Microsoft Edge es que es un
ejemplo perfecto de aplicación universal: funcionará por igual en PCs, portátiles,
tablets, smartphone o la Xbox One -y lo que esté por venir, teóricamente- y eso
demuestra también una ambición clara en este sentido.

Las cosas son algo distintas en el soporte de estándares, en el que Chrome o Firefox
son referentes destacados desde hace tiempo. Internet Explorer no tiene un buen
historial en este sentido sobre todo a la hora de soportar las características de HTML5,
y esa es otra de las batallas que tenía que librar Microsoft Edge. El nuevo navegador
mejora claramente los resultados de su predecesor en el test de soporte de opciones
HTML5, pero aún así hay grandes ausencias.

Una de ellas -tenéis un listado de lo más completo en CanIUse...?- es por ejemplo el


soporte del elemento Picture de HTML5, aunque sí hay soporte parcial del atributo
srcset en el tag img que se usaba tradicionalmente. No tenemos tampoco soporte para
el atributo que permite ahorrar ancho de banda, algo crucial en dispositivos móviles
que se conectan con cuotas que queremos exprimir de forma óptima. Sin embargo es
evidente que el esfuerzo de los desarrolladores de Redmond es en este sentido
notable, y solo queda esperar a que ese soporte de estándares mejore a pasos
agigantados ahora que las bases son bastante sólidas.

Internet Explorer 11 sigue presente en Windows 10 como navegador auxiliar, algo que
seguramente agradecerán usuarios finales y profesionales que por distintas causas
tengan que usar características como controles ActiveX en algunos sitios web, pero
Edge se sitúa como el navegador por defecto en toda la experiencia. Es interesante
que hayan preferido incluir el viejo navegador -veremos durante cuánto tiempo le dan
soporte- y no hayan añadido algún tipo de modo de compatibilidad, pero dividir el
trabajo en dos desarrollos distintos parece complejo, sobre todo cuando toda la leña
está claramente destinada a Microsoft Edge.

El comportamiento de Edge es desde luego notable incluso al trabajar con un gran


número de pestañas, pero hay claras desventajas frente a otras propuestas ya
afianzadas como Chrome o Firefox -por cierto, Microsoft no ofrece herramientas de
importación de marcadores o contraseñas desde esas alternativas, algo que le haría
ganar enteros-. Veremos si el futuro soporte de extensiones le hace competir con más
garantías, pero cosas como el modo lectura o la anotación web son, aunque
interesantes, más bien anecdóticas. De hecho ambas características parecen muy
orientadas a su uso en dispositivos móviles donde esas dos tareas parecen más
naturales. Puede que precisamente por eso Microsoft haya decidido darle ese aspecto
"tan móvil" al navegador, y que reconozca un poco que la batalla en el escritorio está
mucho más difícil. Edge apunta maneras, pero de momento nos quedamos con
Chrome, Firefox y Opera de lejos.

Aplicaciones y tienda universal: un concepto prometedor

Uno de los pilares básicos de ese concepto de convergencia por parte de Microsoft es
el de lasaplicaciones universales, que desde hace tiempo Microsoft prefiere llamar
simplemente "apps de Windows" a secas. A nosotros de momento nos gusta más el
nombre de aplicaciones universales, porque ese nombre traslada mucho mejor el
concepto "One Windows" con el que Microsoft nos quiere conquistar en Windows 10.

El problema es que de momento el catálogo de estas aplicaciones es reducido.


Este tipo de soluciones, que se presentaron por primera vez con la llegada de
Windows 8.1 tienen un objetivo claro: que el desarrollador programe una vez y que esa
herramienta o juego pueda ejecutarse en distintas plataformas.
Según Microsoft los desarrolladores pueden reaprovechar hasta el 80% del código y
luego ajustar el 20% para adaptar la solución a las diferentes plataformas -las ayudas
de Microsoft al respecto son patentes-, así que hay ciertas diferencias y esa idea
original no es totalmente cierta, pero aún así el concepto de reaprovechar el trabajo
hecho es notable.

Sin embargo ese trabajo preparatorio se tiene que traducir en una oferta de
aplicaciones universales reales. Hay ausencias relevantes hoy en día como la propia
aplicación de OneDrive que es distinta en Windows Phone 8/8.1 y en Windows
8/8.1/10, pero también hay destacadas que provienen tanto de Microsoft como de
terceras partes como Adobe Photoshop Express, Dropbox, FourSquare, Fresh Paint,
Twitter o Wolfram Alpha.

En todas ellas -y las que están por venir- quedan patentes las ventajas de esa
concepción universal, y entre ellas destaca una experiencia de usuario (UX)
adaptable que permite que la interfaz se ajuste a cada tipo de dispositivo. Photoshop
Express se mostrará en todo su esplendor en un escritorio de PC de sobremesa, pero
se adaptará para mostrar menos opciones u ocultarlas en menús cuando la usemos en
un tablet o un móvil. También entran en juego otros elementos que Microsoft quiere
impulsar como las entradas naturales (voz, gestos, incluso miradas), o la integración
con servicios en la nube, pero es esa flexibilidad en el uso de los recursos de cada
dispositivo es lo más destacable de este concepto.

Las aplicaciones nativas quieren que las toquemos

En esa experiencia Windows 10 destacan por supuesto las aplicaciones nativas del
sistema operativo y preinstaladas en esta edición. Microsoft ha trabajado duro en
varias de ellas para ofrecer una interfaz y prestaciones perfectas para vender ese
concepto de herramientas multidispositivo o multiplataforma, y lo cierto es que el
el resultado es destacable. A las viejas conocidas de Noticias, El tiempo, Gourmet,
Dinero o Deportes -que como sucedía con Windows 8.1, ya no se tienen que abrir
obligatoriamente en pantalla completa- se le suman otros muchas que siguen la
tradición de ese "pack" de herramientas de productividad y gestión de información
personal.

Así tenemos la aplicación de Correo junto a otras como Calendario, Contactos, Mapas,
o las también renovadas utilidades de Alarmas, Cámara (para el control de una
webcam, por ejemplo) y Calculadora. Es interesante el guiño a los dispositivos móviles
con el llamado Complemento del teléfono, que permite que trabajemos con
dispositivos Windows (Phone), Android e iOS sin problemas, y también aplicaciones
que se nutren de otras, como Lista de lectura, que nos permite disfrutar de esos
artículos guardados para leer más tarde en Microsoft Edge. Casi todas ellas -por no
decir todas- mantienen esa interfaz que nos hace pensar que en el rediseño de todas
ellas Microsoft pensó primero en el móvil y luego en el escritorio: grandes
tipografías y elementos visuales, claridad y simplicidad (a veces, quizá demasiada), y
mucha iconografía de alto contraste.

En todas ellas es evidente que Microsoft ha querido plantear opciones unificadas en la


interfaz, y el resultado es vistoso. A menudo, eso sí, vuelven a abusar de los iconos
de alto contraste que vuelven a recordarnos una y otra vez que este sistema
operativo tiene un "trasfondo táctil" muy importante, pero en general la calidad y
prestaciones de todas ellas son decentes. Puede que como en el caso de Microsoft
Edge acabemos usando otras soluciones a las que estamos acostumbrados, pero la
decisión de Microsoft de incorporar todas ellas para ofrecer un conjunto mínimo de
prestaciones es coherente y bienvenida.
En contenidos multimedia tenemos la herramienta Películas y TV, que tratará de
situarse como una opción para poder alquilar y comprar películas y episodios de serie
de TV, y que en realidad se nutre de la Tienda. Mucho más interesante es Groove, la
nueva solución para gestionar nuestra biblioteca musical y poder escuchar música,
además de también servir como pasarela para comprar música en esa Tienda en la
que se centra toda la distribución de contenidos de pago (y gratuitos) o para acceder al
propio servicio de streaming con suscripción mensual que competirá directamente con
Spotify y similares.

En este área es donde precisamente encontramos Fotos, la nueva aplicación para


gestionar y visualizar las imágenes que almacenamos en nuestro equipo. Si hay una
clara protagonista en ese enfoque móvil de las aplicaciones de Windows 10 esa es
esta herramienta, que parece pensada para ser disfrutada en el tablet. De hecho Fotos
convive con Galería de fotos, la aplicación tradicional de Windows para realizar esa
gestión que mantiene el diseño de las aplicaciones de anteriores versiones de
Windows y que -esta vez sí- apuesta más por el escritorio, el teclado y el ratón que por
la pantalla táctil.

La experiencia en la primera es por tanto extraña en el escritorio clásico, y casi pide a


gritos que la toquemos. Es precisamente eso lo que hace que a usuarios
tradicionales pueda causarles algo de rechazo, que es lo que me causó a mí en esos
primeros momentos. La usabilidad es buena para un usuario de pantallas táctiles, pero
algo que ya comentaba en mi análisis preliminar es notorio: necesitamos un clic más
de ratón para mandar una foto a la Papelera: ¿por qué ese compromiso con la
usabilidad? Difícil de justificar.

Hay curiosidades en esa serie de herramientas preinstaladas, como la Microsoft


Solitaire Collectionque recupera los viejos juegos de solitario, pero probablemente la
más destacable -hablaremos de ello más adelante- sea la aplicación Xbox que
refuerza esa renovada simbiosis de la consola de Microsoft con todo ese nuevo mundo
de dispositivos basados en Windows 10.

A todas esas herramientas especialmente renovadas se les suman otras que ya eran
componentes muy evolucionados en las últimas revisiones del sistema operativo de
Microsoft. Si hay una destacada, esa es el Explorador de archivos, que hereda
todas las opciones de su predecesor aunque el aspecto se haya visto modificado por
la nueva iconografía, incluida la Cinta (o Ribbon) que nos permite acceder a las
diferentes opciones -y que podremos esconder si preferimos prescindir de ella-.

El nuevo explorador de archivos se abre por defecto en un apartado llamado "Acceso


rápido" que muestra accesos a las últimas carpetas que hemos utilizado, pero yo
estaba acostumbrado a iniciar la aplicación con la vista de Mi PC. Es fácil hacer ese
cambio desde el menú Vista->Opciones y establecer ese origen en lugar del que
propone Windows 10 por defecto. A partir de ahí encontramos algunas novedades,
como la pestaña "Compartir" que permitirá que efectivamente compartamos
cualquier elemento de nuestro sistema de almacenamiento a través de las
aplicaciones instaladas, como por ejemplo el Correo o los clientes de Dropbox o
OneDrive si los instalamos.

Grandes traiciones y olvidos de Windows 10

Y luego, claro está, están las grandes olvidadas, esas herramientas que Microsoft
sigue sin tener demasiado en cuenta a pesar de su potencial. El bloc de notas,
WordPad, la Galería de fotos, Paint (mon dieu!), e incluso la consola de comandos
(llamada, como siempre, "Símbolo de Sistema", a saber por qué) tienen un aspecto y
prestaciones dolorosamente incoherentes con el resto del sistema operativo.

Es imposible no rendir un pequeño homenaje a todas esas soluciones que siguen


formando parte del sistema operativo pero como actores de segunda. Casi como
extras con los que uno no querría contar. Microsoft deja que aparezcan, pero no pone
esfuerzo en ellas. Quizá porque hacerlo requiere demasiados recursos, quizás porque
sus estudios de mercado no reflejan que estas utilidades tienen importancia, o quizás
porque simplemente no tienen ganas de renovarlas.

Eso es más o menos aceptable en ciertas alternativas, pero personalmente creo


que hay varias herramientas nativas que necesitaban un lavado de cara y de
prestaciones. Entre todas ellas, dos destacadas: el bloc de notas, y por supuesto, la
consola de comandos. Si Satya Nadella y su equipo no quería dedicar recursos
propios a estas soluciones, ¿por qué no sacar la billetera? Contar con un Notepad++ o
un Sublime Text podría ser fantástico de serie en Windows 10 -guiño a los
desarrolladores- y la consola también sigue siendo relevante. En este último apartado,
eso sí, hay que mencionar la inclusión de Microsoft Powershell, esa edición
supervitaminada de la consola que incluso llegará con soporte SSH próximamente -la
versión actual no ofrece esa característica-.

Pero por supuesto hay muchas otras que igualmente son a menudo mucho más
útiles para los usuarios que disponer de un cliente de noticias generales, de deporte o
económicas -no digamos ya de la aplicación Gourmet-. Poder tener una herramienta
algo más potente para capturar pantalla -por cierto, podéis hacer screencasts gracias
a la aplicación Xbox-, una de edición "ligera" de imágenes que nos haga olvidar un
Paint al que ya no le pesan los años, sino todo lo demás, o un reproductor multimedia
en condiciones para el escritorio.

Es inevitable mencionar aquí la ausencia de una de las grandes aplicaciones


tradicionales de estos sistemas operativos: Windows Media Center ya no estará
disponible en Windows 10, algo que hace que se diluya un poco ese papel de
Microsoft como proveedor de una potencial plataforma de gestión del entretenimiento
en el hogar.

Porque llegamos al segundo gran pecado de Microsoft: el de hacer que viejos


programas y aplicaciones convivan con los nuevos. Eso provoca confusión en los
usuarios, que se encuentran con Fotos y Galería de fotos, con Películas y TV y el
Reproductor de Windows Media, o con Microsoft Edge e Internet Explorer 11 -aunque
aquí hay un argumento potente para esa coexistencia. En estos casos queda claro que
por un lado tenemos la aplicación renovada y muy orientada a la interfaz táctil, y por
otro la vieja aplicación de escritorio que sigue funcionando y que Microsoft prefiere no
tocar. Y el problema es que para los que usamos el escritorio las primeras no cuajan y
las segundas nos hacen rechinar los dientes ante esa interfaz.
Pero si hay un ejemplo escandaloso de esa dualidad, ese es el que afecta
a Configuración y a Panel de Control. Ambas herramientas existían ya en Windows
8 / 8.1, pero algunos teníamos la esperanza de que por fin todos los parámetros del
sistema estuvieran unificados en un solo panel. No ha sido así, y contamos con estas
dos soluciones como protagonistas de la gestión de todos los apartados de Windows
10.

Por muy buenas que sean las intenciones de Microsoft y por mucho que se haya
esforzado en esta faceta, no ha sido suficiente. No es de recibo que en 2015 los
usuarios tengan que recurrir inicialmente a Configuración para configurar algo y
acaben en alguna opción del Panel de Control porque los desarrolladores no han
aplicado la nueva interfaz a esa parte de las herramientas de configuración. Ejemplo:

¿Qué es esa monstruosidad? Este problema no tiene excusa, y es uno de los


grandes peros del nuevo sistema operativo, que aquí demuestra muy poca atención al
detalle -que es precisamente lo que otros cuidan- y una inconsistencia enorme en esa
interfaz visual que quiere aprovechar lo viejo pero sin adaptarlo a los nuevos tiempos.
Qué decepción, Microsoft, qué decepción.

Solo podemos esperar a que Microsoft ofrezca solución a estos graves problemas en
futuras actualizaciones del sistema operativo, pero no parece que vaya a prestar
atención a estos detalles:Redstone, la primera gran actualización de Windows
10, llegará en tres meses, y por lo que sabemos se enfocará en mejorar el
rendimiento. Habrá que seguir esperando y, por supuesto, aguantando esas
incomprensibles inconsistencias. Señores de Microsoft: ¡que estamos en 2015!

Una tienda unificada con mucho que demostrar

¿Dónde encontraremos esas aplicaciones universales? Pues como era de esperar, en


una tienda unificada de aplicaciones que Microsoft quiere impulsar en todas sus
plataformas. Este es otro de los pilares de esa experiencia unificada en Windows 10, y
aunque la tienda está ya disponible en el sistema operativo desde hace tiempo, lo que
falta ahora es catálogo.

De hecho hace poco que Microsoft


pareció anunciar la tienda universal de
aplicaciones disponibleincluso a través
de un navegador web, pero los
responsables de Microsoft avisaron de
que Apps on Windows permite explorar
el catálogo de aplicaciones para
Windows y Windows Phone (actuales),
pero no es la nueva tienda unificada.
Este concepto aún tiene mucho camino por recorrer, y serán los desarrolladores los
que tendrán que poner realmente toda la leña en el asador para demostrar que el
concepto funciona.

En teoría la idea tiene muchas ventajas: en lugar de ir a sitios de descarga más o


menos fiables desde los que descargar la aplicación o ir a los propios sitios web de los
fabricantes y desarrolladores, tendríamos todo centralizado en una tienda única desde
la que teóricamente sería más difícil que descargásemos malware, por ejemplo. El
concepto ha funcionado en plataformas móviles -Apple no tardó en exportarlo a OS X-
y aunque Microsoft lleva tiempo tratando de aprovechar esa opción en sus sistemas
operativos, el éxito ha sido muy limitado.

Quizás uno de los fallos resida en que precisamente la gente no está acostumbrada
a usar una tienda centralizada en Windows. Aquí de nuevo hace falta una labor de
reciclado de conocimientos y un apoyo de los desarrolladores a este repositorio
central, pero también deben poner su granito de arena en Redmond. La interfaz actual
de la tienda de Windows 10 es decente, pero por el momento no hay forma de detectar
si una aplicación es universal o no.

Las formas de clasificar el catálogo y la presentación por defecto se asemejan a las


que ofrecen otras tiendas ya consolidadas, pero el enfoque de Microsoft es más
visual y quizás menos informativo a primera vista. Vemos grandes iconos y
capturas para las aplicaciones, pero pocos datos sobre ellas en ese primer vistazo. Al
seleccionar cualquier aplicación si se muestra todo lo relevante -capturas, opiniones,
información adicional, calificaciones de edad o recomendaciones a partir de la
aplicación o juego seleccionada-, pero como decimos esa primera clasificación y
visualización quizá resulta más llamativa que otra cosa. Veremos qué nos depara el
futuro de esta importante plataforma de distribución.

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