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Análisis del patrón de consumo de cannabis en estudiantes

universitarios

Sílvia Font-Mayolas*; María Eugenia Gras** ; Montserrat Planes***

Instituto de Investigación sobre Calidad de Vida. Universidad de Girona.


* Profesora Lectora del Área de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico de la Universidad de Girona.
** Profesora Titular del Área de Metodología de las Ciencias del Comportamiento de la Universidad de Girona.
*** Profesora Titular del Área de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico de la Universidad de Girona.

Enviar correspondencia a:
Dra. Sílvia Font-Mayolas. Departamento de Psicología. Universidad de Girona. C/ Creu, núm. 2. 17071 Girona. Correo electrónico: silvia.font@udg.es

Recibido: 7 de febrero de 2006.


Aceptado: 7 de agosto de 2006.

RESUMEN ABSTRACT

Se analiza el patrón de consumo de cannabis en una mues- The patterns of cannabis use amongst a sample of 580
tra de 580 jóvenes universitarios (88.4% mujeres, edad media university students (88.4% female, mean age 21.4 years old)
21.4 años). Si bien se observa que proporcionalmente más were analysed. Proportionally more males than females normally
hombres que mujeres consumen habitualmente cannabis, la consume cannabis, although there was no difference in the
magnitud de consumo de los que se reconocen usuarios es amount of consumption by gender. Perceived dependence on
similar en ambos sexos. Se detecta que la dependencia percibi- cannabis increased with the amount of consumption. There was
da al cannabis se incrementa en función de la magnitud de con- also a positive relationship between tobacco and cannabis use,
sumo. Existe una relación positiva entre consumo de tabaco y such that 90% of students who had never tried tobacco, had
de cannabis: el 90% de los jóvenes que no ha probado nunca also never tried cannabis. Conversely, less than 15% of tobacco
el tabaco tampoco ha probado nunca el cannabis, mientras smokers have never tried cannabis. These findings suggest
que menos del 15% de los fumadores habituales de tabaco se the need for combined actions to prevent drug consumption,
hallan en esa situación. Estos resultados sugieren la necesidad particularly with regards to tobacco and cannabis
de abordajes conjuntos para la prevención del consumo de dro-
gas, principalmente en lo que se refiere al tabaco y el cannabis.

Palabras clave: consumo de cannabis, dependencia percibida, Key words: cannabis consumption, perceived dependence,
consumo de tabaco, estudiantes universitarios. tobacco consumption, university students.

Introducción (14.7 años en los chicos y 14.9 años en las chicas)


(Ministerio del Interior, 2002).

L
os derivados de Cannabis sativa o cannabinoides,
también conocidos como hachís y marihuana, son En cuanto al consumo de cannabis en población
el grupo de drogas ilegales más consumidas en universitaria, durante el curso académico 1996-97 se
la población general española. Desde 1995 hasta 2001 realizó un estudio con una muestra de 410 alumnos
se ha doblado el porcentaje de españoles entre 15 y de Ciencias de la Salud de la Universidad de Oviedo
64 años que informan haber consumido cannabinoides (edad media = 21.5 años). Se detectó una prevalen-
en los últimos 30 días (3.1% a 6.5% respectivamente) cia de consumo de cannabis en los últimos 12 meses
(Ministerio del Interior, 2003). del 19% y en el último mes del 8.5%. Únicamente se
La edad media de inicio del consumo de cannabis encontraron diferencias en función del sexo en el con-
en población general española en el año 2001 se situó sumo en el último mes, presentando las mujeres una
en los 18.4 años siendo más precoces los hombres tasa significativamente inferior a la de los hombres.
(18.2 años) que las mujeres (18.7 años) (Ministerio La edad media de inicio para el conjunto de los estu-
del Interior, 2003). En estudiantes españoles de 14-18 diantes fue de 17.5 años, sin diferencias en función del
años en el año 2000 esa edad media fue de 14.8 años sexo (Bobes, Bascarán, González y Sáiz, 2000).

ADICCIONES, 2006 • Vol.18 Núm. 4 • Págs.337-344 337


Las principales motivaciones que conducen a pro- sitarios respecto a la dureza de las drogas mediante
bar el cannabis registradas en jóvenes españoles de autoinformes con una muestra de 155 participantes
14-18 años son: la curiosidad (89.9%), la necesidad (media de edad = 21.48; DT = 3.35). Se detectaron
de sentir nuevas sensaciones (35.5%) y la diversión notables diferencias de creencias en la dureza respec-
(30.8%) (Ministerio del Interior, 2002). Amigó y Ses- to a la marihuana en función del sexo de manera que
hadri (1999) realizaron un estudio con una muestra los hombres mayoritariamente consideran que la mari-
de 156 jóvenes valencianos consumidores frecuentes huana no es una droga dura (72.7%) en comparación a
de cannabis que incluía a 58 alumnos de bachillerato las mujeres (53.4%). En una investigación de Megías
y COU y a 90 estudiantes de primero de carrera de (2004) sobre la percepción social de los problemas de
Psicología y Magisterio (media de edad de la muestra las drogas en población española a través de entre-
total = 18.32 años y DT = 3.48). Las principales moti- vistas con una muestra de 1700 participantes de 15 a
vaciones informadas para el consumo de cannabis 65 años, se observó que el cannabis es la droga que
fueron: experimentar sensaciones nuevas y diferentes se percibe como menos peligrosa (3.69 en una escala
(54%) o placer (41%), “desconectar” de los problemas
de peligro creciente de 1 a 5) por debajo tanto de las
emocionales (47%), sentirse “colocado” (46%) y dis-
drogas legales (tabaco = 3.71 y alcohol = 3.76) como
frutar más de la diversión (40%). Chabrol, Ducongé,
de las ilegales (hipno-sedantes = 4.28 anfetaminas-
Casas, Roura y Carey (2005) estudiaron los motivos del
alucinógenos-éxtasis = 4.53 cocaína = 4.74 y heroína
consumo de cannabis en una muestra formada por 212
= 4.86).
estudiantes franceses de 15-22 años de edad median-
te la escala Marihuana Motives Measure de Simons Por otra parte, los consumos de alcohol, tabaco y
et al. (1998; cf. Chabrol et al., 2005). Se observó que cannabis suelen presentar una asociación muy estre-
la subescala de Intensificación (“enhancement”), que cha de manera que el consumo de una de estas sus-
incluye ítems del tipo “Yo consumo marihuana porque tancias se asocia con el consumo de las demás. Es
es excitante” (“I use marijuana because it’s exciting”), decir, la proporción de estudiantes españoles de 14-
resultaba un predictor del consumo de cannabis en 18 años que consumieron cannabis en los últimos 12
los chicos. Asimismo se detectó que la subescala de meses aparejado al consumo de tabaco fue del 73.7%
Expansion (“expansion”), que incorpora ítems del tipo y al alcohol del 97.8% (Ministerio del Interior, 2002). En
“Yo consumo marihuana para expandir mis horizon- la misma línea, en un estudio sobre consumo de dro-
tes” (“I use marijuana to expand my awareness”), era gas de síntesis en una muestra de 1597 estudiantes de
predictora del consumo de cannabis en chicas. secundaria asturianos (media de edad = 16 años, DT =
En la actualidad, el cannabis se ha convertido en un 1.29) se detectó que el 60.5% de los consumidores
controvertido tema de debate debido a que se reciben de pastillas las acompañaban de cannabis (Fernández
mensajes antagónicos. Por una parte se informa de las et al., 2003). De hecho, el consumo de drogas lega-
posibles beneficiosas aplicaciones clínicas del canna- les podría facilitar el posterior consumo de marihuana
bis y por otra parte se hace referencia a que no es una que a su vez abriría la puerta al consumo de otras dro-
sustancia inocua (Fuentes, Ruiz-Gayo, Manzanares, gas ilegales según el modelo de la escalada (Kandel y
Vela, Reche y Corchero, 1998). Yamaguchi, 1985).
La percepción de riesgo (la proporción de estudian- Siguiendo las propuestas de investigación científi-
tes españoles de 14-18 años que considera que el con- ca del Grupo de Estudios sobre el Cannabis (Becoña
sumo de cannabis puede suponer bastantes o muchos et al., 2004), los principales objetivos de esta investi-
problemas para la salud o de otro tipo) se sitúa en gación son:
un 38.8% en caso de consumo esporádico (una vez
al mes o menos frecuentemente) y en un 77.1% en 1. Describir el patrón de consumo de cannabis en una
caso de consumo habitual (una vez por semana o más muestra de estudiantes universitarios de Girona en
frecuentemente). El riesgo asociado al consumo habi- función del sexo.
tual de cannabis es algo superior al atribuido al con- 2. Conocer el consumo diferencial de cannabis según
sumo diario de tabaco (73.3%) e inferior al atribuido la variable sexo.
al consumo habitual de otras drogas ilegales: éxtasis
(85.2%), cocaína (88.3%) y heroína (88.9%) (Ministe- 3. Evaluar la relación entre la edad inicial de experi-
rio del Interior, 2002). En un trabajo de Calafat, Fernán- mentación con esta sustancia y el estatus actual
dez, Becoña, Gil, Juan y Torres (2000) sobre consumo de consumo.
de cannabis mediante una muestra de 1341 jóvenes 4. Estudiar hasta qué punto están extendidas ciertas
(media de edad = 22.6 años, DT = 5) se observó que
creencias sobre los beneficios del consumo de
a mayor frecuencia de uso corresponde una menor
cannabis.
percepción del riesgo asociado al consumo de sus-
tancias. En un estudio de Cunill, Planes y Gras (1998) 5. Evaluar la dependencia percibida al cannabis y su
se evaluaron las creencias de los estudiantes univer- relación con la magnitud de consumo.

338 Análisis del patrón de consumo de cannabis en estudiantes universitarios


6. Analizar la relación entre el consumo de cannabis y ses: “creo que el porro ayuda a relajarse” y “creo
el consumo de tabaco. que el porro ayuda a desinhibirse”
- Dependencia percibida al consumo de cannabis. Se
solicita indicar cuál de las siguientes situaciones se
corresponde al caso del participante: “estoy muy
Método enganchado al porro. Me costaría mucho dejarlo”,
“estoy enganchado al porro pero lo puedo dejar
Participantes cuando quiera” y “no estoy enganchado al porro”.
Participan en el estudio los estudiantes matricula- - Patrón de consumo de tabaco. Se utiliza la pregun-
dos en la Facultad de Educación y Psicología (FEP) de ta elaborada por Becoña et al. (1994) según la cual
la Universidad de Girona durante el curso académico se propone escoger la frase que más se ajuste al
2004-05 que estaban presentes el día de la recogida caso entre las siguientes alternativas: “no he fuma-
de datos. Inicialmente se recogió información de 607 do nunca un cigarrillo entero”, “he fumado un ciga-
estudiantes, de los cuales 27 fueron eliminados por rrillo o más sólo para probar”, “antes fumaba pero
no rellenar adecuadamente el cuestionario. El tipo de ya no fumo”, “fumo, pero sólo un cigarrillo al mes”,
estudios que se imparten desde la Facultad (Magiste- “fumo, pero sólo un cigarrillo a la semana”, “fumo
rio, Psicología, etc.) suelen ser cursados mayoritaria- más de un cigarrillo a la semana” y “fumo diaria-
mente por mujeres; de ahí que de los 580 estudiantes mente”.
de la muestra final, el 88.3% sean mujeres y el 11.2%
hombres. Tres participantes no informan sobre este
dato. La edad media de los participantes es de 21.4 Procedimiento
años (DT = 4.4). El porcentaje de participación es del La recogida de datos se realizó en cada uno de los
95.5%. cursos de los estudios que se imparten desde la FEP
(Psicología, Psicopedagogía, Educación Social, Peda-
gogía y Magisterio).
Diseño e Instrumento
Las responsables de la investigación contactaron
Se realizó un estudio transversal de encuesta. La con uno de los profesores correspondientes para con-
información se recogió a partir de un cuestionario de cretar una fecha de administración del cuestionario.
elaboración propia mediante el cual se evaluaron las Se solicitó la colaboración voluntaria y anónima de los
variables que se enumeran a continuación: estudiantes presentes.
- Edad.
- Sexo. Análisis de datos
- Patrón de consumo de cannabis. Se adapta la pre- Los datos se analizaron mediante el paquete esta-
gunta creada por Becoña, Palomares y García (1994) dístico SPSS versión 13.0. Para el análisis comparativo
substituyendo la palabra “cigarrillos” por “porros”. entre hombres y mujeres o entre consumidores según
Se solicita indicar la frase que más se ajuste al su estatus, se utilizó la prueba chi-cuadrado cuando la
caso entre las siguientes opciones: “no he fumado variable era categórica y la prueba “t” de comparación
nunca un porro entero”, “he fumado un porro o más de medias en el caso de variables numéricas. Para
sólo para probar”, “antes fumaba porros, pero ya no comparar la edad de primera experiencia con el canna-
fumo”, “fumo, pero sólo un porro al mes”, “fumo, bis, según el sexo y el estatus de consumidor, se hizo
pero sólo un porro a la semana” y “fumo más de uso del análisis de la variancia. En todos los casos el
un porro a la semana”. nivel de significación fue de 0,05.

- Magnitud de consumo de cannabis. Al igual que


en el trabajo de Pinazo, Pons y Carreras (2002) se
pregunta por el número de porros consumidos en
el último mes. Las alternativas de respuesta son: Resultados
“1-5”, “6-9” y “10 o más”.
Descripción del patrón de consumo de cannabis
- Edad de prueba del primer porro. Se formula la
En la Tabla 1 se presenta la distribución de los par-
pregunta “¿a qué edad probaste por primera vez el
ticipantes en función del patrón de consumo de can-
porro?”.
nabis y el sexo. Tres de cada diez hombres y dos de
- Creencias sobre los beneficios del consumo de cada diez mujeres son en la actualidad consumidores
cannabis. Se solicita a los participantes que indi- de esta sustancia. El consumo experimental también
quen si son verdaderas o falsas las siguientes fra- es superior entre los hombres. Casi la mitad de las

Silvia Font-Mayolas, María Eugenia Gras, Montserrat Planes 339


participantes no ha probado nunca el cannabis, mien- Edad inicial de experimentación con el cannabis y
tras que menos de la cuarta parte de los hombres se consumo actual
hallan en esa situación. Las diferencias observadas
La edad media de la primera experiencia con el
son estadísticamente significativas (x 2(3) = 15.15;
cannabis es de 16.1 años (DT = 1.8). Por sexos, las
p=0.002); para el cálculo de este índice se han agru-
mujeres se iniciaron antes (Media = 16 años; D.T =
pado todos los participantes que informan consumir
1.8) que los hombres (Media = 16.5 años; DT = 2). Se
cannabis en la actualidad, con independencia de la fre-
analizó esta variable en función del estatus de consu-
cuencia de consumo.
mo de cannabis. Para ello se clasificó a los participan-
tes en tres grupos: aquellos que fumaron un porro o
Tabla 1. Distribución de los participantes según el más pero sólo por probar (no fumadores), los que a
patrón de consumo de cannabis y el sexo pesar de haber fumado habitualmente durante algún
tiempo, en la actualidad no fuman (exfumadores), y
Consumo de
cannabis Hombres % (n) Mujeres % (n) los que son consumidores ocasionales o habituales de
esta sustancia (fumadores). Las medias y desviacio-
No he fumado nes típicas de la edad en que probaron por primera vez
nunca un porro 23.1 (15) 48.2 (247) el cannabis en función del estatus actual de consumi-
entero.
dor y el sexo se muestran en la Tabla 3. Se aprecia que
He fumado un los que sólo probaron esta sustancia (no fumadores)
porro o más sólo 30.8 (20) 22,3 (114)
por probar. lo hicieron a una edad superior que aquellos que en
algún momento la consumieron con regularidad (exfu-
Antes fumaba madores y fumadores). El resultado del análisis de la
porros pero ya 15.4 (10) 8.8 (45)
no fumo. varianza del diseño de dos factores (sexo/estatus de
consumidor) indica que el efecto de interacción entre
Fumo sólo un el sexo y el estatus de consumidor no es estadística-
4.6 (3) 5.1 (26)
porro al mes.
mente significativo (F(2,307) = 1.02; p = 0.36), pero sí
Fumo sólo el efecto principal tanto del sexo (F(1.307) = 3.95; p
un porro a la 9.2 (6) 4.3 (22) = 0.05) como del estatus de consumidor (F(2,307) =
semana.
9.86; p < 0.0005). En este sentido, las mujeres son
Fumo más de significativamente más precoces que los hombres. En
un porro a la 16.9 (11) 11.4 (58)
semana. cuanto al estatus de consumo, los resultados de los
contrastes de Scheffé indican que los exfumadores
y fumadores actuales de cannabis son más precoces
Consumo de cannabis en función de sexo que los que sólo lo han probado (p<0.0005 y p=0.001),
pero no existen diferencias significativas entre exfu-
En la Tabla 2 se puede hallar la distribución de los
madores y fumadores de esta sustancia respecto a la
consumidores de cannabis según la magnitud de con-
edad de inicio de consumo (p = 0.54).
sumo en el último mes y el sexo. A pesar de que los
hombres informan haber fumado más porros en el
último mes que las mujeres, las diferencias observa- Tabla 3. Edad media de la primera experiencia con
das no son estadísticamente significativas (x2(2) = 1; el cannabis según el estatus de consumo actual y
p=0.61). el sexo.

Estatus actual Hombres Mujeres


de consumidor Media (DT) Media (DT)
Tabla 2. Distribución de los hombres y mujeres
según la magnitud de consumo de cannabis en el No fumador de 17.5 (2,2) 16.5 (1.9)
último mes. cannabis n = 20 n = 112

Exfumador de 15.9 (1.8) 15.4 (1.3)


Consumo cannabis. n = 10 n = 45
de cannabis Hombres %(n) Mujeres % (n)
durante Fumador habitual
el último mes 15.9 (1.5) 15.8 (1.8)
u ocasional de
n = 20 n = 106
cannabis.
Entre 1 y 5 27.3 (3) 43.3 (26)
porros
Entre 6 y 9 Creencias sobre los beneficios del consumo de
18.2 (2) 15 (9)
porros cannabis

Más de 9 porros 54.5 (6) 41.7 (25) En la Figura 1 se muestran los porcentajes de parti-
cipantes que consideran verdaderas dos afirmaciones

340 Análisis del patrón de consumo de cannabis en estudiantes universitarios


sobre el consumo de cannabis: “que ayuda a relajar- tancia ayuda a relajarse. Menos de la mitad de los no
se” y “que ayuda a desinhibirse”. Nueve de cada diez fumadores también lo creen. Las diferencias observa-
fumadores de cannabis, y algo más de siete de cada das son estadísticamente significativas (x2(2) = 77.4;
diez exfumadores creen que el consumo de esta sus- p<0.0005).

Figura 1.
Porcentaje de participantes que consideran verdaderas cada una de las afirmaciones sobre las
consecuencias del cannabis, según el estatus de consumo actual.

El mayor porcentaje de participantes que cree que percibida al cannabis se incrementa en función de la
fumar ayuda a desinhibirse se halla entre los exfuma- magnitud del consumo. Ninguno de los participantes
dores. De nuevo son los no fumadores el grupo donde de bajo consumo (entre 1 y 5 porros al mes) cree estar
con menor frecuencia se tiene esta creencia (Χ2(2) = “muy enganchado” y menos de un 11% cree estar
7; p=0.03). “enganchado”. Estos porcentajes van en aumento a
medida que se incrementa la magnitud del consumo.
Dependencia percibida al cannabis y magnitud de Las diferencias observadas son estadísticamente sig-
consumo nificativas (Χ2(2) = 17.18; P<0.0005). Para el cálculo del
La distribución de los consumidores habituales de índice chi-cuadrado se agruparon las categorías “muy
cannabis según la dependencia percibida a esta sus- enganchado” y “enganchado” para evitar el incumpli-
tancia y la magnitud de consumo en el último mes miento de las condiciones de aplicación de la prueba
aparece en la Tabla 4. Se aprecia que la dependencia estadística.
Tabla 4. Dependencia percibida al cannabis y magnitud de consumo entre los consumidores habituales
de esta sustancia.

Consumo de cannabis en el Estoy muy “enganchado” al Estoy “enganchado” al No estoy “enganchado”


porro. Me costaría mucho porro pero lo puedo dejar Total
último mes al porro.
dejarlo. cuando quiera.
100%
0% 10.7% 89.3%
Entre 1 y 5 porros [41.8%]
[0%] [16.7%] [59.5%]
(28)
(0) (3) (25)

9.1% 27.3% 63.6% 100%


Entre 6 y 9 porros [14.3%] [16.7%] [16.7%] [16.4%]
(1) (3) (7) (11)
21.4% 42,9% 35.7% 100%
Más de 9 porros. [85.7%] [66.7%] [23.8%] [41.8%]
(6) (12) (10) (28)
10.4% 26.9% 62,7% 100%
Total [100%] [100%] [100%] [100%]
(7) (18) (42) (67)

Porcentaje por filas. [Porcentaje por columnas]. (n).

Silvia Font-Mayolas, María Eugenia Gras, Montserrat Planes 341


Consumo de cannabis y tabaco de la frecuencia de consumo. Se aprecia que a medida
En la tabla 5 se presenta la distribución de los par- que aumenta la experiencia como fumador, disminuye
ticipantes según el policonsumo (tabaco + cannabis). el porcentaje de participantes sin experiencia con el
Para el análisis de la relación entre estas variables se cannabis y aumenta el porcentaje de aquellos que sí
agruparon los consumidores de cada una de las dos la han tenido. Las diferencias observadas son estadís-
sustancias en una sola categoría, independientemente ticamente significativas (Χ2(9) = 316.2; P<0.0005).

Tabla 5: Distribución de los participantes en función del consumo de tabaco y cannabis.

No he fumado He fumado un Antes fumaba Fumador ocasio-


Consumo de tabaco nunca un porro porro o más porros pero ya nal o habitual de Total
entero sólo por probar no fumo porros

No he fumado 90.7% 7.1% 0.7% 1.4% 100%


nunca un cigarrillo [48.5%] [7.4%] [1.8%] [1.6%] [24.2%]
entero. (127) (10) (1) (2) (140)

He fumado un 56.2% 35.2% 1.2% 7.4% 100%


cigarrillo o más sólo [34.7%] [42,2%] [3.6%] [9.5%] [28%]
por probar. (91) (57) (2) (12) (162)

Antes fumaba 19.7% 22,5% 33.8% 23.9% 100%


cigarrillos pero ya [5.3%] [11.9%] [43.6%] [13.5%] [12,3%]
no fumo. (14) (16) (24) (17) (71)

Fumador habitual 14.6% 25.4% 13.7% 46.3% 100%


u ocasional de ciga- [11.5%] [38.5%] [50.9%] [75.4%] [35.5%]
rrillos. (30) (52) (28) (95) (205)

45.3% 23.4% 9.5% 21.8% 100%


Total [100%] [100%] [100%] [100%] [100%]
(262) (135) (55) (126) (578)

Porcentaje por filas. [Porcentaje por columnas]. (n).

Discusión bar el cannabis, aquellas que deciden hacerlo lo hacen


más precozmente que ellos y si continúan consumien-
Más de las tres cuartas partes de los universita- do lo hacen con la misma intensidad. No obstante, el
rios de la muestra y más de la mitad de las univer- reducido número de participantes masculinos de nues-
sitarias han fumado alguna vez un porro. Respecto tro estudio nos hace ser prudentes en la interpretación
al consumo habitual de esta droga, casi la mitad de de estos datos.
los hombres y algo menos de la tercera parte de las Otra cuestión a destacar es que la edad media de
mujeres son o han sido consumidores habituales de primera experiencia con el cannabis es sensiblemente
esta sustancia. Estos resultados son superiores a los superior entre aquellos que se han limitado a probarlo
hallados por otros investigadores en población univer- respecto a los que posteriormente se han convertido
sitaria (Bobes, et al., 2000) y se hallan en la línea de en fumadores habituales de la sustancia. Estos resul-
los informes del Ministerio de Interior (2003) respec- tados hacen pensar que el riesgo de habituación se
to al sensible incremento del consumo de cannabis incrementará a medida que disminuya la edad de la
entre los jóvenes. primera experiencia con esta droga. Una posible expli-
Si bien se observa que existen más consumidores cación a este fenómeno podría ser que a edades más
de cannabis entre los varones que entre las mujeres, tempranas los adolescentes son más vulnerables a la
la magnitud de consumo de los que se reconocen presión del entorno, y principalmente de los iguales, y
probablemente sea más fácil que una vez superada la
consumidores es similar tal y como se ha detectado
curiosidad de la primera experiencia, no sepan negar-
en estudios previos (Bobes et al., 2000).
se a continuar consumiendo cuando son invitados a
Sorprende que son las mujeres las que se inician ello. Esta hipótesis deberá ser contrastada en poste-
antes en el consumo, resultados éstos que difieren riores estudios. En cualquier caso, un factor protector
de los informados por el Ministerio del Interior (2002, que debe convertirse en objetivo prioritario de padres
2003) y que nos hacen pensar en una posible inversión y educadores, es retrasar al máximo la edad de pri-
de la tendencia. En este sentido parece que aunque mer contacto experimental con la droga entre los ado-
muchas más mujeres que hombres prefieren no pro- lescentes tal y como sugieren Becoña et al. (2004).

342 Análisis del patrón de consumo de cannabis en estudiantes universitarios


En este sentido, una relación positiva y un estrecho En futuros estudios, teniendo en cuenta que la
vínculo afectivo con los padres podrían actuar como muestra estaba formada por estudiantes universita-
factores protectores para el consumo de drogas (Mar- rios y que el consumo de cannabis en el período aca-
tínez y Robles, 2001; Martínez, Fuertes, Ramos y Her- démico se asocia a notas peores, pobre rendimiento
nández, 2003; Muñoz y Graña, 2001). académico y una mayor prevalencia del abandono de
los estudios, sería de interés analizar cómo son per-
La creencia respecto a que el cannabis ayuda a
cibidos estos posibles efectos por parte de los ado-
relajarse y a desinhibirse está muy extendida entre los
lescentes y jóvenes españoles (American Psychiatric
jóvenes, principalmente entre aquellos que han sido
Association, 2002; Fergusson, Horwood y Beautrais,
o son consumidores habituales de esta sustancia. Al
2003; Linskey, Coffey, Degenhardt, Carlin y Patton,
tratarse de un estudio transversal no es posible saber
si tener estas creencias potencia el consumo, o bien 2003).
los consumidores de algún modo justifican el consu- Además del reducido número de hombres de la
mo por sus efectos beneficiosos. En cualquier caso, muestra y las restricciones propias de un estudio
una buena parte de los no consumidores, tienen tam- transversal ya comentadas, otra limitación de este
bién estas creencias. De forma similar, Llorens, Perelló estudio es el sesgo de deseabilidad social inherente
y Palmer (2004) en una investigación sobre estrate- al uso de autoinformes. No obstante al haber garanti-
gias de afrontamiento en estudiantes universitarios zado el anonimato de los participantes, es de esperar
detectaron que los participantes que señalaban saber que ese efecto no sea muy acusado.
relajarse sin drogas, consumían un 78% menos de
cannabis. En consecuencia, sería de interés que los
programas de tratamiento y prevención incorporaran el
aprendizaje de habilidades propias como puede ser la
Agradecimientos
relajación. Asimismo, tal y como proponen Becoña et
al. (2004), las propuestas de actuación a nivel de estra-
Este trabajo ha podido realizarse gracias a la ayuda
tegias informativas futuras, deben facilitar la difusión
para la dinamización y mantenimiento de la actividad
de los hallazgos científicos sobre los cannabinoides a
investigadora de la UdG otorgado al grupo de investi-
fin de evitar informaciones sesgadas y posteriormente
gación GRHCS52, año 2006.
analizar de qué forma esta información llega a los jóve-
nes de manera significativa y creíble.
Tal y como era de esperar, se observa una intensa
relación entre la magnitud de consumo y la dependen- Referencias
cia percibida. Son los mayores consumidores los que
perciben una mayor dependencia. En la misma línea, American Psychiatric Association (2002). Manual diagnós-
en una investigación de Amigó y Seshadri (1999) con tico y estadístico de los trastornos mentales. Texto
estudiantes de instituto y de universidad consumido- revisado. Barcelona Masson (edición original en inglés
res de cannabis se observó que al 28% le correspon- 2000).
dería el diagnóstico de dependencia según el DSM Amigó, S. y Seshadri, V. (1999). Consumo de cannabis:
–IV y asimismo el 17% reconoció algo de dependen- determinantes y consecuencias en una muestra de
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diferentes consumos concomitantes, al tiempo que Epidemiología del uso/abuso de cannabis. Adicciones,
refuerzan una vez más la importancia de realizar cam- 12 (2), 31-40.
pañas conjuntas contra el consumo de drogas, legales Calafat, A., Fernández, C., Becoña, E., Gil, E., Juan, M. y
o ilegales, y están de acuerdo con la idea de que el Torres, M.A. (2000). Consumo y consumidores de can-
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344 Análisis del patrón de consumo de cannabis en estudiantes universitarios

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