Aspectos técnicos de la autopsia psicológica e instrumentos
Existen diversos modelos para realizar una autopsia psicológica, cada
una con sus respectivos aspectos técnicos, que permiten comprender de una forma sistematizada como llevar a cabo un diagnostico pericial acertado en el caso de muertes inespecíficas. Uno de los modelos reconocidos en Chile y Latinoamérica es el MAPI, el que es considerado como confiable, válido y aplicable, disminuyendo al mínimo el margen de sesgo ,puesto que explora a través de respuestas cerradas, ciertos aspectos relevantes que permiten comprender de una forma objetiva ,garantizando su valor como prueba pericial (Pinchaski et.al, s.f; García .1998) .
La metodología se basa principalmente en entrevistas de forma
individual y de carácter exclusivamente privadas, siendo realizadas a las personas que directamente conocieron y se relacionaron con la víctima, vale decir, familiares, vecinos, amigos, etc., considerando siempre la existencia de un margen de tiempo que facilite la reacción de duelo, por ende, previamente se deben de enfocar en entrevistas a investigadores policiales y en la revisión de expedientes de corte policial y médico legal (Constanza et al., 2016)
MAPI entonces, según Constanza et al. (2016) es un instrumento de
carácter cuantitativo, estructurado y sistematizado, basado en los aspectos de la vida del sujeto antes de su muerte, presentando un margen mínimo de error; los aspectos generales que considera son género, creencias religiosas, ocupación, etnia, estado conyugal, antecedentes patológicos personales y familiares, consumo de sustancias, examen psiquiátrico hasta más o menos un mes antes de la defunción, patrones alimenticios y del sueño, lenguaje, actividades y hobbies, áreas de conflicto importante a nivel individual, social, económica, laboral , judicial, vivienda, etc., además se realizan preguntas en torno al lugar de los hechos y que orienten hacia un posible caso de homicidio. Según Zeledón (2005), para llevar a cabo la autopsia psicológica hay que explorar cuatro áreas que permiten comprender tanto el momento de los supuestos hechos, así como a lo largo de la vida del sujeto. La primera de las áreas a explorar, hace referencia a la esfera interpersonal, la que evalúa las relaciones del occiso con otros para poder así establecer las motivaciones en cada una de las relaciones, patrones relacionales, nivel de intimidad con otros sujetos y situaciones consideradas atípicas o inusuales que podrían estar relacionadas con la vida en si del fallecido o relacionadas con la muerte de éste.
La segunda área es la esfera emocional, de la que es importante
identificar el desarrollo, estados anímicos y sus fluctuaciones, identificando posibles estados o síntomas depresivos que pudiesen estar a la base de la muerte de éste. De igual forma es importante identificar el manejo de las emociones, en especial frente a situaciones que puedan considerarse conflictivas, puesto que esto permite ver como expresa estas mismas.
Respecto a la tercera área de exploración, el autor menciona a la esfera
psicosocial, en la que es fundamental identificar el estado y los cambios de salud a lo largo de la vida del sujeto, los antecedentes sociales, económicos y judiciales del fallecido, ya sea durante su vida y momentos previos a morir. Asimismo menciona que es importante ver además la utilización de drogas, alcohol o toma de medicamentos. Dentro de esta misma categoría se incluyen las separaciones, los divorcios, los cambios de vivienda, el distanciamiento de personas.
Finalmente se encuentra la esfera mental, en la que se encuentra la
inteligencia, la memoria, el lenguaje, la orientación y las capacidades cognitivas deben de ser valoradas por el psicólogo forense que lleva a cabo una Autopsia Psicológica. Además debe buscar si existen antecedentes de síntomas de carácter psicótico o momentos precisos de su vida que sean de importancia y de valor para la pericia.