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EL RESPETO
Según María Catalina Naranjo, (2002), “el respeto exige aceptar al otro
como es, con generosa tolerancia, el respeto nos permite convivir en
armonía, nos lleva a tolerar al otro, como un legítimo otro para la
convivencia pacífica, conservando así la unidad en la diversidad y la
multiplicidad de la individualidad·.
El ser una persona respetuosa conlleva a un acto de valor y de
urbanidad, de dominio personal, de autocontrol y comprensión,
permitiendo mejorar el ambiente de trabajo y en el cumplimiento de los
objetivos misionales.
‘’El ser una persona respetuosa conlleva a un acto de valor y de
urbanidad´
En este contexto, la formación de valores éticos y estéticos, hacen parte
esencial de la cultura organizacional, en la cual está empeñada la
sociedad actual, que busca proyectar sus objetivos hacia una sana
convivencia.
La convivencia de hoy requiere de una optima actualización de quienes
estamos inmersos en la formación y educación de nuestros niños, por lo
tanto, se puede analizar que a partir del valor del respeto de donde se
deriva un conjunto de valores que contribuirá a hacerle frente a la
indiferencia, al individualismo, la apatía y la ausencia del sentido de
pertenencia con nuestros semejantes. Es hora de hacer una reflexión
crítica y constructiva hacia una formación de ciudadanos responsables y
capaces de formar una sociedad digna y justa.
El respeto con su alto valor significativo, conduce a que cada ser
humano sea digno de ser estimado tal como es, en su ser persona, en
su ser individual y original (único e irrepetible), en su carácter, en su
forma de ser en sí mismo y ante los demás, en su forma de pensar, de
actuar; por lo cual es preciso que nos comprendamos, nos entendamos
y respetemos nuestra individualidad, nuestra pluralidad, y cómo nos
situamos en medio de una organización social. Esto es posible alcanzar
entendiendo: quién soy, cuáles son mis preferencias, mis gustos y
convicciones, y, quién es el otro según sus gustos, sus características
personales.
El respeto que deben los hijos a sus padres no excluyen de manera
alguna los dulces placeres de una confianza bien entendida. Por el
contrario, aproximando sus corazones, se acrecentará y se fortificará
cada vez más su reciproco afecto, y será siempre un hijo obediente y
respetuoso, que cuando a los estímulos del deber se comporte como
debe ser, además añadir una sincera amistad.
Esto indica que aunque el respeto es un deber que no se puede perder
en el comportamiento de los hijos hacia sus padres, estos a su vez, no
solo deben reclamarlo, sino que más allá de esto, es necesario
inspirarlo, suscitarlo, inculcarlo, a través del ejemplo; y aun más allá
conquistarlo a través de una sana amistad, en un ambiente de
confianza, sin que ello comprometa la posición que cada uno de los
involucrados debe asumir en su papel de padres o hijos. Esta es una
manera de sembrar el respeto como una semilla que germinará en las
mentes y corazones de los jóvenes, que verán en sus padres un modelo
a seguir y que con el tiempo se convertirá en un estilo de conducta que
perdurará aún a costa de los embates que una sociedad desgastada por
el odio, la intolerancia y la incomprensión, pueda arremeter en contra de
los principios infundados en casa.
El respeto que debemos a nuestros padres se extiende a nuestros
abuelos, a nuestros tíos y a nuestros hermanos mayores, en la jerarquía
que ha establecido la naturaleza; y la intimidad del trato doméstico no
nos excusa de tributárselo bien que sin llevarlo hasta el punto de
arruinar la cordialidad y la franqueza que deben reinar en nuestras
relaciones domésticas.
Es preciso valorar de aquí, cuánto mérito tiene el valor del respeto a
nuestros superiores, valor que ha venido decayendo debido a la falta de
orientación aún desde nuestro propio hogar ya que de allí fluye el reflejo
de una educación bien fundamentada, de ser un poco más exigente lo
cual ha llegado a la permisividad, de intolerancia sin ningún control,
llegando a casos extremos en que nuestros mayores o superiores son
tratados de forma igualitaria sin valorar la jerarquía como se es debida.
Del valor del respeto se desprende el valor de la tolerancia o
consideración hacia los demás; la tolerancia genera amor, y se convierte
en virtud esencial para la convivencia pacífica y digna. “La tolerancia es
la mejor manifestación de la solidaridad, la cooperación y sobre todo es
“ser justo” en las diferencias” (García Alarcón, 2007), es la aceptación tal
como es el ser humano, es comprender la realidad del otro, es ubicarse
en sentimientos ante las circunstancias que aún no le sea de su
conveniencia. De aquí, justicia, viene de mi propio ser, de esa
conciencia de analizar lo bueno y lo malo y en que manera puedo
afectar o herir los sentimientos +, ya sea en lo corporal o en lo espiritual,
“es dar a los demás lo que corresponde, de acuedo con el cumplimiento
de sus deberes, derechos, como persona”. (García Alarcón, 2007).
Este valor es tan fundamental en el ser humano, porque de aquí se
proyectan los principios de nuestra personalidad, que han sido formada
desde el hogar, y por lo tanto, sea aplicada en “actitud de paz,
cooperación y tolerancia. Según Proudhon; “la justicia consiste en el
respeto espontáneo y mutuamente garantizado de la dignidad humana,
cualquiera que sea la persona a quien se refiera en cualquier
circunstancia”.
La relevancia de este valor es tan prioritario en la vida de cada ser, es
valorarlo, es hacerlo importante y único, es sentirlo un yo, un “no hacer
al otro lo que no quiero para mí, es ser solidario en sus méritos , “en tal
forma que cada uno tenga la oportunidad igualo y efectiva de ser
valorado en lo que se merece según sus criterios personales, en su ser
y hacer; para educarse, trabajar, recrearse, conformar una familia,
ejercer derechos y vivir dignamente Urbanidad y valores
Si en nuestro diario vivir se aplica la justicia, nos conlleva ejercer la
honestidad; siendo una cualidad esencial de la persona “que actúa
siempre con base en la verdad y a la auténtica justicia, tanto al otro
como a sí mismo. Ser honesto es ser real, autentico, genuino, objetivo.
La honestidad expresa respeto por uno mismo y por lo demás”.
www,slideshare.net/ esmupe.La_honestidad. Si ejercemos este valor en
nuestra vida cotidiana nos inspira confianza en si mismo y en quie
estamos en contacto continuamente.
Es así como “nuestra conducta en sociedad, no es otra cosa que una
copia de nuestras propias costumbres domésticas; así es que el hábito
de ser atentos, respetuosos, delicados, tolerantes con las personas con
quienes vivimos, hará resplandecer siempre en nosotros esas mismas
cualidades en nuestras relaciones con los extraños” Urbanidad y
valores. Precisamente la conducta de cada ser humano conlleva ser
parte esencial de una sociedad, es ser de “pertenencia”, donde se
acomoda a sus características y al cual, tiene que ejercer esas
cualidades. Tal como se especifica en su entorno, y se requiere un
“sentido de compromiso, exige esfuerzos, vocación y disciplina para
alcanzar con eficiencia, oportunidad y calidad, los objetivos propuestos
tanto a nivel personal y social”
La tolerancia nos obliga a respetar el derecho a proferir un propósito o
una palabra que nos parece inapropiada. La tolerancia conlleva al
cumplimiento del principio democrático, que ordena a cada una, respetar
la expresión de las ideas antagónicas a la nuestras. La tolerancia vale,
claro está para las ideas no para las agresiones o actos inhumanos.
Urbanidad y valores
Si nuestras actitudes las hacemos reflejar en una conducta positiva,
espreciso resaltar nuestra responsabilidad, es decir, “asumir las
consecuencias de los actos intencionados, resultados de las decisiones
tomnadas o aceptadas de tal modo qiue los demás queden beneficiados
y no se perjudiquen. García Alarcón.
Es valioso que fomentemos el valor de la responsabilidad, indispensable
para mejorar el comportamiento personal en cada circunstancia que se
presente. Es de entenderse que la realidad de una persona, es “la
responsabilidad es garantía del éxito”
De esta manera, existiendo una plena conciencia de acoger en su
persona y oor que no de todos, unidos los conocimientos y esfuerzos, se
logra una calidez de cada ser humano. Y esta se refiere calidad de vida,
de información, de organización, de talento humano. Urbanidad y
valores. Esto conduce a que la calidad de un ser humano es el reflejo de
sus valores, es hacer bien desde la primera vez sus funciones,
actividades, tareas; es demostrar su criterio Personal ante una sociedad
que espera de él, como integrante del mundo que nos rodea, ya que “la
calidad la hacen personas y es para las personas…” Cumpliendo así la
misión de ser persona, acogiendo los valores de estudio como otros
innumerables que aun podemos asimilar a través de nuestras vivencias,
aplicando el adagio, lo que aprendemos en nuestra vida cotidiana se
convierte en la Universidad de la Vida.
Como es de valorar, la tolerancia es un reflejo de la acción humana, es el
acto de nuestra mentalidad, lo expresa nuestro comportamiento como
una manera de confrontar la comprensión, de sentir lo que debe ser con
el otro, y lo puede entender en lo que quiere o no para ti mismo, en sus
sentimientos, lo que es agradable al otro o perjudica su integridad.
Nuestra tarea en nuestros educandos, es resaltar que la tolerancia hace
posible solucionar los problemas que afectan los sentimientos, desde el
punto de la falta de respeto según los aspectos anteriores, pero si
tenemos una buena orientación en cómo controlar nuestras emociones
se evita serias controversias con quienes nos rodea evitando problemas
que pueden llevar a lamentaciones irreparables.
La tolerancia es sinónimo de paciencia, control de sí mismo, es acatar el
estado de ánimo, es ver más allá la solución a una realidad inmediata;
es un principio de respeto humano.
La tolerancia es el gran principio de la vida doméstica, si la diversidad de
caracteres, inclinaciones y costumbres, hace nacer cada paso motivos
de desavenencia en el trato con los extraños, con quienes tan solo nos
reunimos ocasionalmente, ¿cómo será el trato con nuestra familia, con la
cual vivimos en un constante e inmediato contacto? Y ¿si debemos ser
tolerantes con los extraños, así como por urbanidad como por la
conservación del bien precioso de la paz, con cuánta más razón no
debemos serlo con las personas de nuestra familia, con quien no
podemos suponer jamás la dañada intención de ofendernos?
Se dice que dice que la persona no puede vivir solo, por lo tanto, se
debe fomentar la integración mutua, la comunicación, el diálogo franco y
sincero y ante las circunstancias de la vida afrontar las adversidades de
una manera armónica, de aquí se resalta la importancia de la prudencia,
como una cualidad para analizar lo que se debe y no se debe ser o
hacer.
La prudencia ante cada una de nuestros actos, permite escuchar en
silencio la voz de la conciencia, que nos orienta cuando nos escucha, y
permite tomar decisiones acertadas.
La prudencia, es una moderación de buen juicio, en el modo de ser y
actuar, es la integración de cualidades tan valiosas, como la razón y el
entendimiento, el autocontrol y el dominio personal.
Se entiende esta característica, de aquellas personas que, desde su
interior analiza cómo se debe ser o actuar o, por qué no al decir algo que
puede afectar o herir en un momento no apropiado o aún, es mejor
callar.
Es además, un acto de imprudencia cuando se irrespeta o se corta una
explicación de nuestros superiores o de quien este exponiendo, o de un
conversatorio solo su prudencia es opinar cuando ya se ha dado la
oportunidad, la prudencia es la inteligencia con que procede a intervenir
en su momento preciso.
Cuando se comprende la importancia de nuestra relación en la sana
convivencia aplicando buenas cualidades de la manera más honesta,
se refleja en esa persona ciertos principios de lealtad, con criterios
….xxxxx
Siendo otro principio o virtud, la lealtad nos hace incapaces para
traicionar algo o alguien, y nos fortalece para cumplir con los
compromisos adquiridos, la lealtad va de la mano con las leyes de la
fidelidad y el honor.
La lealtad conlleva a la formación permanente en la cultura de los
valores, y es fundamental para la construcción del capital social, de la
armonía familiar, de igual, en las relaciones de amistad de la índole al
que pertenezca.
Como se puede observa muchas veces, este principio se ve afectado
por falta de conocimiento y conciencia en otros casos, en el que se
afecta la integridad ya sea de una empresa, la vida familiar como
también la integridad de la persona, tanto en lo moral como en lo
social…….mmmmmmmmmmcompletar
Se debe crear conciencia, en nuestros niños ,de practicar y aplicar
normas en la que se haga exigente la lealtad a través de la observancia
y a la vez ser reflexivos ante las circunstancias que lo ameriten…..xxxxx
completar
Es tan importante que en la actualidad, de quienes estamos frente a la
orientación y formación de nuestros niños se debe ser más enfático a la
reflexión y práctica en el momento de algún de situaciones que afectan
la armonía, para que mediante cuestionamientos el niño analice cuál es
la mejor solución, y qué tan importante es la lealtad en la práctica de
nuestra vida cotidiana.
Los animales, hasta donde tenemos entendido, no pueden colocarse en
la perspectiva del otro individuo, para tratar de pensar como el otro
piensa y sentir lo que el otro siente, esta es una característica propia de
los humanos; por tanto, la falta de percepción de los sentimientos, ideas,
opiniones y formas de pensamiento de nuestros semejantes, sería un
indicio claro de involución, de retroceso en el desarrollo de nuestra
personalidad.
Ser respetuoso, es por lo mismo, un grado superior en el desarrollo de la
inteligencia social, una muestra fehaciente de evolución en los procesos
de pensamiento de un ser humano, que lo lleva a trascender los límites
de su propio pensamiento y abarcar las posiciones y/o argumentos de
los individuos que los rodean para entenderlos. Pero evidencia algo más,
pues una vez entendida la posición del otro, involucra una decisión: la de
tolerar el punto de vista de ese otro ser, de asimilar aquellos argumentos
que coinciden con los nuestros, de negociar nuestras divergencias, o en
último recurso, aún sin estar de acuerdo con el otro, aceptar su forma de
pensar, como una postura diferente.
Un ejemplo de ese nivel superior de pensamiento, lo podemos ver en el
mundo cristiano, donde Jesús como Ser Superior, entendiendo las
situaciones de sus hermanos menores (Humanidad entera), dejó lugar
de comodidad y Gloria, para hacerse humano, sentir como humano, vivir
como humano y aún en esa situación, descender a una situación aún
más inferior: la de un despreciado reo de la justicia, aunque no lo fuera, y
desde esa dolorosa situación, nueva para Él, suplicar perdón por
aquellos que en su ignorancia lo condenaban por no estar de acuerdo
con sus pensamientos revolucionarios, mostrando con esto, un camino
de tolerancia, convivencia y respeto; para así enseñar a sus seguidores,
que con nuestro ejemplo, y una actitud sencilla de amor propio y respeto
mutuo conquistar una sociedad más justa y con oportunidades para
todos.
El respeto y la tolerancia, son aliados mutuos y elementos dependientes
el uno del otro.
Las personas generalmente, queremos “ganar respeto” ante los demás,
pero los medios que con frecuencia usamos, no son los más adecuados
y eficientes cuando de adquirir respeto se trata. Esto se debe a que
confundimos el significado de la palabra respeto, con la de temor o
miedo. Por eso se ha manifestado la costumbre de conseguir respeto a
través del castigo, de actitudes de arrogancia, de tiranía, de abuso de
autoridad, de chantaje o cualquier otro medio que involucre la coerción
como herramienta para alcanzar nuestros objetivos, a costa de lo que
sea, sin importar quien salga afectado. “El fin justifica los medios”,
profesaba, Maquiavelo.
Esta fue y aún es una práctica, que perduró y que todavía sigue
presente, en las mentes de docentes, padres de familia o de jefes o
superiores hacia sus estudiantes, hijos, o subalternos, respectivamente.
Bajo el manto de “respeto”, subyace el concepto de esclavitud o
sometimiento por fuerza, que ha permanecido en el ámbito de las
relaciones familiares, personales, laborales o de otra índole.
4.2. Marco contextual:
Realizar….
5. DISEÑO METODOLOGICO
5.1. Tipo de estudio
5.2. Método de investigación
5.3. Recolección tratamiento de la información
6. CRONOGRAMA
7. PRESUPUESTO
8. LISTA DE REFERENCIAS
9. ANEXOS