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Introducción.
Conclusión.
Los discípulos de Cristo le damos el primer lugar porque El nos dio a nosotros y a
nuestro bienestar antes que a Sí mismo.
INTRODUCCION.
Por ejemplo; Hay congregaciones en las que se efectúan cultos por la mañana y
por la tarde. No se sienta bien cuando un predicador o cualquier otro miembro de
la iglesia le diga que puede hacer cualquier actividad por la mañana y "si le queda
tiempo" vaya a adorar por la tarde. No se deje engañar y aprenda de Cristo Jesús
qué ocupa el primer lugar para usted como cristiano. Pregúntese: La Santa
Comunión ¿debe ocupar un segundo lugar?. Solamente uno, de tantos casos.
Si leemos muy bien el texto, citado en el encabezado, nos daremos cuenta que el
mandamiento inicial del Señor Jesús a todos sus seguidores no es bautizar, no es
apuradamente agregar cantidad de personas a alguna denominación, sino
sencillamente HACER DISCIPULOS. Cristo nos manda a todas las naciones con
este propósito principal.
Vs. 57,58
Yendo ellos, uno le dijo en el camino: Señor, te seguiré adondequiera que vayas. Y le dijo
Jesús: Las zorras tienen guaridas, y las aves de los cielos nidos; mas el Hijo del Hombre
no tiene dónde recostar la cabeza.
Vs. 59,60
Y dijo a otro: Sígueme. El le dijo: Señor, déjame que primero vaya y entierre a mi padre.
Jesús le dijo: Deja que los muertos entierren a sus muertos; y tú vé, y anuncia el Reino de
Dios.
Vs. 61,62
Entonces también dijo otro: Te seguiré, Señor; pero déjame que me despida primero de los
que están en mi casa. Y Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano en el arado mira
hacia atrás, es apto para el reino de Dios.
Vs. 25,26
Grandes multitudes iban con él; y volviéndose, les dijo: Si alguno viene a mí, y no aborrece
a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia
vida, no puede ser mi discípulo.
Pero esta enseñanza ha sido mal entendida por algunos hermanos. Toman
actitudes rebeldes con sus familiares y aprovechan la menor oportunidad para
lastimar sus sentimientos. Usan la palabra aborrecimiento de una forma muy
cruda. El mensaje no es odiar a la familia, Jesús nunca lo mencionó. Habrán
casos bastante tristes en que la familia rechace al miembro convertido pero ya
sabemos: la prioridad la tiene Cristo. Debe quedar bien claro: No es igual que
cambiar de partido político.
Vs. 27
Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo.
Si no debemos considerar aún nuestra vida como lo más importante, ¿Será más
importante trabajar, estudiar o pasear el día domingo que participar de la Santa
Comunión reuniéndonos como Iglesia?.
En este ejemplo tomemos muy en cuenta que la Santa Comunión nos mantiene
con vida, espiritualmente. Si no queremos vivir espiritualmente no le demos la
importancia que merece esta comunión.
Vs. 28-32
Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los
gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla? No sea que después que haya puesto el
cimiento, y no pueda acabarla, todos los que lo vean comiencen a hacer burla de él,
diciendo: Este hombre comenzó a edificar, y no pudo acabar. ¿O qué rey, al marchar a la
guerra contra otro rey, no se sienta primero y considera si puede hacer frente con diez mil
al que viene contra él con veinte mil? Y si no puede, cuando el otro está todavía lejos, le
envía una embajada y le pide condiciones de paz.
En este texto hay un claro mensaje para todo aquél que decide seguir a
Jesucristo:
- Debe calcular cuánto cuesta seguirlo.
- Debe estar dispuesto(a) a pagar por lo mejor en su vida.
- Pagar el precio es asumir los compromisos.
Vs. 33
Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi
discípulo.
Si algo entre nuestras pertenencias; como un negocio, por ejemplo, nos impide
seguir a Cristo, entonces debemos dejarlo. ¿Son duras estas palabras? Bueno,
solamente son condiciones que Cristo deja bien claras. Los cristianos no nos
atrevemos a desafiar la voluntad divina. Son los que no temen al Señor que se
atreven a ponerle condiciones antes de obedecerle.
Es Cristo Jesús quien establece las reglas, y a ellas nos sometemos; porque son
para nuestro beneficio. ¿Lo había visto usted de este modo? Cristo Jesús nos
exige porque al obedecerle nos beneficiamos, recibiendo lo más importante.
Si Cristo Jesús dice que primero lo espiritual, que primero El, que primero
obedecerle, no es por capricho. Cristo Jesús sabe qué es lo más importante.
Entonces vino uno y le dijo: Maestro bueno, ¿qué bien haré para tener la vida
eterna? El le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno sino uno: Dios.
Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. Le dijo: ¿Cuáles? Y
Jesús dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio.
Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo. El joven le
dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me falta? Jesús le
dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y
tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme. Oyendo el joven esta palabra, se fue
triste, porque tenía muchas posesiones. Entonces Jesús dijo a sus discípulos: De
cierto os digo, que difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos. Otra vez os
digo, que es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico
en el reino de Dios. Sus discípulos, oyendo esto, se asombraron en gran manera,
diciendo: ¿Quién, pues, podrá ser salvo? Y mirándolos Jesús, les dijo: Para los
hombres esto es imposible; mas para Dios todo es posible. Entonces
respondiendo Pedro, le dijo: He aquí, nosotros lo hemos dejado todo, y te hemos
seguido; ¿qué, pues, tendremos? Y Jesús les dijo: De cierto os digo que en la
regeneración, cuando el Hijo del Hombre se siente en el trono de su gloria,
vosotros que me habéis seguido también os sentaréis sobre doce tronos, para
juzgar a las doce tribus de Israel. Y cualquiera que haya dejado casas, o
hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por mi
nombre, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna. Pero muchos primeros
serán postreros, y postreros, primeros.
El error de este joven rico fue amar sus posesiones más que su propia salvación.
El impedimento para ser salvo fue su falta de decisión para dejar de amar tanto su
dinero. Son muchos los que aman más las riquezas materiales que a Dios, aún
sabiendo que nadie más rico y poderoso que El.
Humanamente es imposible que alguien rico ame a su dinero menos que a Dios,
pero con Dios todo es posible. Nadie está predestinado a condenación. Hay una
promesa para quienes dispongan poner a Cristo en primer lugar (Mt. 19: 27-30).
No vayamos a mal interpretar el texto cuando dice que recibiremos más de lo que
hayamos abandonado. Esto no debe hacernos pensar que nos convertiremos en
millonarios o que todo nos caerá literalmente del cielo. ¿Hemos dejado
abandonada nuestra casa para seguirlo? Creo que muy pocos. El caso es distinto
cuando por ejemplo se consagran algunos hermanos para servir al Señor y Su
Iglesia a tiempo completo, dejando a sus familiares por un tiempo, viajando a otros
países para prepararse, etc. El mensaje es: No sientan temor de dejarlo todo
porque Dios promete que lo van a recuperar.
Cualquiera que haga tropezar a uno de estos pequeñitos que creen en mí, mejor
le fuera si se le atase una piedra de molino al cuello, y se le arrojase en el mar. Si
tu mano te fuere ocasión de caer, córtala; mejor te es entrar en la vida manco, que
teniendo dos manos ir al infierno, al fuego que no puede ser apagado, donde el
gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga. Y si tu pie te fuere ocasión
de caer, córtalo; mejor te es entrar a la vida cojo, que teniendo dos pies ser
echado en el infierno, al fuego que no puede ser apagado, donde el gusano de
ellos no muere, y el fuego nunca se apaga. Y si tu ojo te fuere ocasión de caer,
sácalo; mejor te es entrar en el reino de Dios con un ojo, que teniendo dos ojos ser
echado al infierno, donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga.
A veces damos algunas excusas para justificar nuestra mala conducta y decimos:
- Es que la carne es débil.
El Señor contesta:
- Por debilidad de tu ojo vas a rebelarte con actitudes que no tolero? Entonces si
crees ser tan débil como para no poder contenerte entonces sácate el ojo porque
tu actitud, a lo que tú le das prioridad, es lo que cuenta. Debes amarme más que a
tu propio cuerpo. Te doy suficiente fuerza como para mantenerte firme y si no te
basta, entonces tienes dos opciones más: a) Sacarte el ojo. b) Irte al infierno.
MATEO 6: 25-33
Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de
beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el
cuerpo más que el vestido? Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen
en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que
ellas? ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo?
Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no
trabajan ni hilan; pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como
uno de ellos. Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la
viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe? No os afanéis, pues,
diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles
buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas
estas cosas. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os
serán añadidas.
Dios conoce las necesidades que tenemos y no las minimiza; nos ofrece
protección y asistencia. El alimento y el vestido son cosas de las que Dios siempre
tendrá el cuidado de proveernos.
Una vez más: No dijo el Señor que nos convertiríamos en millonarios ni que
tendríamos más de la cuenta.
En los versículos anteriores al 33 la narración de Jesús incluye alimento y vestido,
nada más.
Según el vs. 33 usted debe buscar a Dios antes que la comida y antes que la ropa.
Dios es más importante que su propio estómago. El es quien provee el alimento.
Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi
palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará
libres.
Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que
también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis
amor los unos con los otros.
Una de las experiencias que nos confirman como cristianos es el amor por
nuestros hermanos y el cómo lo manifestemos. Para sentir amor por nuestros
hermanos hace falta tener comunicación con ellos actividades espirituales en
común; tales como asistencia a las reuniones, obras de benevolencia, visitas de
ánimo, evangelismo, etc.
Según He. 10: 24,25 es importante y necesaria la comunión entre los hijos de
Dios. Las congregaciones pueden darse en cualquier parte, no necesariamente en
el edificio propiedad de toda la congregación. El propósito principal que vemos en
estos dos versículos de Hebreos es el de ESTIMULARNOS AL AMOR Y A LAS
BUENAS OBRAS.
En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos.
Este texto no puede ser más claro. Para considerarnos discípulos verdaderos de
Cristo hace falta glorificar al Padre llevando frutos como resultado o cosecha de
nuestra conversión.
Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.
Pero no quiero, hermanos, que ignoréis que muchas veces me he propuesto ir a vosotros
(pero hasta ahora he sido estorbado), para tener también entre vosotros algún fruto, como
entre los demás gentiles. A griegos y a no griegos, a sabios y a no sabios soy deudor. Así
que, en cuanto a mí, pronto estoy a anunciaros el evangelio también a vosotros que estáis
en Roma. Porque no me averg:uenzo del evangelio, porque es poder de Dios para
salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego. Porque en el
evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por
la fe vivirá.
Leyendo el texto citado de Romanos podemos darnos cuenta del empeño por
parte de Pablo en predicar para conseguir frutos.
CONCLUSION.
A. Los discípulos de Cristo le damos el primer lugar porque El nos dio a nosotros y
a nuestro bienestar antes que a Sí mismo (FIL. 2: 5-11).
Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en
forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se
despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en
la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y
muerte de cruz. Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es
sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están
en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es
el Señor, para gloria de Dios Padre.
No le parece que Jesucristo sí tiene derecho de pedirnos tantos requisitos para ser
considerados por El como DISCIPULOS VERDADEROS?