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CONTESTA TRASLADO. RATIFICA PRUEBA. DESCONOCE DOCUMENTAL.

SUBSIDIARIAMENTE CONTESTA EXCEPCIONES.

Señor Juez:

DRA. OLEA GOMEZ, MIRNA YANEL, abogada apoderada, inscripta al T° 125 F°


839 CPACF, constituyendo domicilio electrónico en el CUIT 27-31823184-8, y con
domicilio físico en la calle Av. F. Fernández de la Cruz N° 5791 Piso 2° Dpto “274”
CABA, a V.S me presento y digo:

I.- CONTESTA TRASLADO. RATIFICA PRUEBA:


Que en legal tiempo y forma vengo a contestar el traslado conferido
respecto de la presentación efectuada por la demandada EXPERTA ASEGURADORA
DE RIESGOS DEL TRABAJO S.A., que fuera notificado a esta parte, mediante cédula
electrónica Nro. 18000022129036 en fecha 17/10/2018, solicitando se tenga por
evacuado el mismo.-
Asimismo se ratifica en un todo la demanda instaurada y la prueba
ofrecida en su oportunidad en el libelo inicial.
Niega y desconoce todos y cada uno de los supuestos y frágiles
argumentos esgrimidos para desvirtuar el reclamo de autos.
Asimismo, ratifica todas y cada una de las manifestaciones vertidas
en el escrito de demanda, en especial, los hechos, las consecuencias producto del mismo
y argumentos de responsabilidad de la accionada.-

II.- DESCONOCE DOCUMENTAL:


Desconozco expresamente toda la documental acompañada por la
demandada en el acápite “XVI.- PRUEBA: B.- DOCUMENTAL:” de su responde, que
no sea expresamente reconocida, siempre y cuando no emane la misma de esta parte,
por no constarnos su autenticidad.
Más precisamente, desconozco expresamente dictamen de la comisión
médica y la copia simple del testimonio certificado ante escribano publico Sentencia

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interlocutoria del 22/12/2017 correspondiente a los autos caratulados “INCIDENTE Nº
5 ACTOR EXPERTA ART SA DEMANDADO: EN S/ INC DE MEDIDA CAUTELAR
(EXPTE 7596/2017) Del Juzgado Contencioso Administrativo Federal Nro. 9 a cargo
del Dr. Pablo G. Cayssials.
Hago saber a V.S. que la Sentencia interlocutoria detallada ut supra, solo
fue acompañada en copia simple al presente traslado, sin perjuicio de ello, se desconoce
expresamente la autenticidad de la misma.
La jurisprudencia de este Tribunal sostiene que la sentencia pasa en
autoridad de cosa juzgada produce efectos solamente respecto de quienes han revestido
el carácter de partes en el juicio; es decir, dicha sentencia no puede aprovechar ni
perjudicar a los terceros que han permanecido ajenos al juicio (primer párrafo del
considerando 3° del caso “Yappert Surian” Fallos 310:2063- año 1987-). Fallos
321:1252 y sus citas considerando 18 del voto del Juez Petracchi.
Pedir rechazo de la solicitud de aplicación de la medida cautelar con
fundamento en las inconstitucionalidades planteadas al inicio de la demanda.
El planteo no puede prosperar porque afecta el principio constitucional de
juez natural. Un juez contencioso no puede ordenar a un juez laboral el cumplimiento de
una medida cautelar que fue dictada en particular para el caso planteado ante el fuero
contencioso, no es genérica.

III.- SE RENOCOCE PAGO PARCIAL

De acuerdo por lo manifestado por la demandada se reconoce que se


realizó un pago parcial, correspondientes a los puntos de incapacidades que la Comisión
Médica ha determinado. Siendo estos puntos de incapacidades inferiores a lo
establecido por nuestra médica legista Dra. Salem
Por lo que solicito, que en su momento este pago se tome como pago a
cuenta, en el momento que V.S determine el monto.

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IV.- CONTESTA TRASLADO DE LO SOLICITADO EN EL
PUNTO XIV. SUBSIDIARIAMENTE CONTESTA EXCEPCIONES:
INCOMPETENCIA TERRITORIAL Y DE LA MATERIA

Con respecto a lo manifestado en el punto XIV del responde


de la de demandada, resulta imperioso señalar en primer lugar, que dado que la
resolución que la demandada pretende hacer valer no se encuentra firme, toda vez que
con fecha 01/02/2018 se dio lugar a la apelación interpuesta por el Estado Nacional, sin
perjuicio de señalar que el dictado de dicha medida resulta ser posterior a la
interposición de la presente demanda, E INOPONIBLE a mi mandante, sin perjuicio
que la demandada tiene la finalidad de enrarecer y dilatar el trámite de los presentes
actuados, toda vez que nadie mejor que VS para entender en los mismos, máxime que
en el sub lite se encuentra cumplida la instancia administrativa, conforme Acta de Cierre
del Servicio de Conciliación Obligatoria.
Ahora bien, sin perjuicio de lo expuesto, señalo que mi mandante ha
sufrido el infortunio laboral con anterioridad a la entrada en vigencia de la Ley 27.348,
como asimismo ha habilitado la vía judicial con anterioridad a la entrada en vigencia de
la nueva ley, más allá de que expresamente ha cuestionado la aplicabilidad tanto del
Decreto de Necesidad y Urgencia 54/2017 como de la Ley 27.348, puesto que resultan
normas que bloquean irrazonablemente el acceso al Juez Natural, lo que motiva que esta
parte, en forma por demás legitima, haya peticionado oportunamente la
inconstitucionalidad o inaplicabilidad de las mismas.-
Por otro lado, nada dice la ART que lo resuelto ha sido cuestionado y
aún no está resuelto, todo ello, sin desmedro de que de modo alguno puede valerse de
dicha resolución, no solo por no ser aplicable al sub lite, sino porque es inoponible a
casos como el de autos, toda vez que se violaría en forma tajante el principio protectorio
que rige en la materia, desnaturalizando la figura del juez natural, y valiéndose de una
frágil estrategia para seguir dilatando el proceso, sin olvidar que la demora en el pleito
no provoca más que el mantenimiento en el tiempo de la incertidumbre de un
derecho, lo que VS de modo alguno puede admitir.-

3
Por otro lado, no puedo pasar por alto que la medida cautelar que se
iniciara, ha sido en consonancia con la ley 27.348, la cual mi parte sostiene que resulta
“inaplicable para un caso como el de autos, toda vez que se trata de un reclamo por
accidente in itinere por secuelas incapacitantes que han tenido una fecha de
conocimiento anterior al dictado de la norma”.
Por otro lado, señalo que las “comisiones están sólo integradas por
médicos, designados y dependientes del PEN y resuelven aspectos controvertidos de
naturaleza jurídica, en un verdadero juicio de conocimiento, que se desenvuelve sin las
garantías del debido proceso y en abierta violación de las normas constitucionales
que imponen la obligación de no juzgar por comisiones especiales”.
A su vez, tal como sostiene parte de nuestra jurisprudencia ya aplicable
al sub lite, el nuevo régimen viola los arts. “5, 17, 18, 75 inc. 12), 108, 109 de la CN;
art 18 de la Declaración Americana de los Derechos Humanos y art 10 de la Declaración
Universal de los Derechos Humanos, arts. 1, 15, 19, 166 y ccs. Constitución de la
Provincia de Buenos Aires.
Bajo estas directrices, no caben dudas que la finalidad de EXPERTA
ART SA es dilatar el trámite de los presentes actuados, no existiendo razones para darle
lugar a su planteo, puesto que desnaturaliza el proceso y al Juez natural, máxime
teniendo en cuenta que en el presente caso el actor ha concurrido a la instancia
administrativa, habilitando la vía judicial conforme surge del acta de cierre del
31/08/2016, de lo cual surge acabadamente que de modo alguno se había dictado la
resolución que la demandada pretende hacer valer en consonancia a una ley que se
encuentra debidamente cuestionada.
Desde ya, considero que debe continuar entendiendo la Justicia Nacional
del Trabajo, por considerar inconstitucional las excesivas facultades conferidas a las
CCMM, en la Resolución SRT 298/17.
Lo hasta aquí expuesto me permite establecer que en virtud del estado de
vigencia de los tratados, el alcance interpretativo de éstos según el art. 75 inc. 22 de la
Constitución Nacional, por imperio de los principios pro homine y de progresividad, al
perderse el Juez natural con su especial versación y en el marco de un proceso
específico determinado para la disciplina como es la Ley Orgánica, se produce la

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violación del debido proceso, lo que se encuentra en pugna con el mandado
constitucional como lo he adelantado (art. 18 de la Constitución Nacional).
Cabe poner de manifiesto, que para oponer excepción de incompetencia
territorial, la demandada debió haber adjuntado copia del contrato de afiliación entre
ésta y el empleador del actor, para corroborar el lugar de celebración de dicho. La ART
demandada tiene una importante oficina en Capital Federal, en donde se celebran todos
los contratos con empleadores de Buenos Aires.
Lo cierto es que el procedimiento que la demandada pretende que mi
mandante articule para estimar su incapacidad, se encuentra claramente desactivado, no
caben dudas que el mismo no debe aplicarse al sub lite, puesto que resulta violatorio del
principio protectorio que rige en la materia.-
En conclusión, corresponde rechazar el planteo de la demandada, toda
vez que dicha resolución no se encuentra firme y no resulta aplicable al caso bajo
examen, máxime que lesionaría el acceso irrestricto a la justicia, la tutela judicial
efectiva y el debido proceso legal, derechos éstos tutelados por el art. 18 de la
Constitución Nacional, además de los arts. 10 de la Declaración Universal de Derechos
Humanos, 2.1 del PIDESC, 18 de la Declaración Americana de los Derechos y Deberes
del Hombre, 8 y 25 de la Convención Americana de Derechos Humanos y art. 14 del
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. Así lo decido
Con respecto a la competencia que marcan estas normativas, la doctrina
de la Corte ha sido pacífica en este aspecto por más de cuarenta años. En este sentido se
citan varios fallos más del Alto Tribunal en concordancia.1
"Las cuestiones de competencia entre tribunales de distinta
jurisdicción territorial deben resolverse por aplicación de las leyes nacionales de
procedimiento. -Del dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte
Suprema-." (lo resaltado me pertenece)2

1
Fallos de Corte: 298:447; 302:1380; 307:1057,1722; 308:2029,1937; 310:1122, 2010, 2944; 311:
2186; 312:477, 542, 1373 y 313:157 y 717, entre muchos otros.
2
PIRELLI NEUMATICOS S.A.I. Y C. c/ FERRETTI RUBEN ALFREDO s/EJECUCION
HIPOTECARIA C. 1187. XLII. COM 10/04/2007 Fallos: 330:1629

5
"Las cuestiones de competencia entre tribunales de distinta jurisdicción
deben ser resueltas por aplicación de las normas nacionales de procedimientos. -Del
dictamen de la Procuración General, al que remitió la Corte Suprema-."3
"Las cuestiones de competencia entre tribunales de distinta jurisdicción
deben ser resueltas por aplicación de las normas nacionales de procedimientos.- Del
dictamen de la Procuración General al que la Corte" 4
La demandada tiene una importante agencia donde se han cursado con éxito todas las
notificaciones remitidas hasta la fecha y desde donde la accionada ha contestado
demanda sin plantear la nulidad de la notificación en dicho domicilio.

En efecto, el art. 152 del Código Civil y Comercial establece que las
compañías que tengan múltiples sucursales tienen su domicilio legal en el lugar de
dichos establecimientos únicamente para las obligaciones contraídas por los agentes
locales, como se da en la especie, ya que el contrato de afiliación probablemente se
concretó en la C.A.B.A., máxime que en la norma de la ley de seguros, no se efectúa
ninguna distinción con relación al domicilio del asegurador, y menos aún la mención
específica a su domicilio legal en los términos del mencionado art. 152 del Código Civil
y Comercial. Esta distinción adquiere mayor relevancia, si se tiene en cuenta que la
presente acción ha sido interpuesta por el trabajador afectado, quien resulta ser un
tercero ajeno respecto del vínculo contractual existente entre la compañía aseguradora y
el empleador.
Así lo entendió la jurisprudencia: “(…) el art. 118 de la ley 17.418, habilita
al trabajador damnificado a interponer demanda ante el Juez del lugar del hecho o del
domicilio de la aseguradora.- No surge agregado a la causa el contrato de seguro. Si
bien el art. 90 inc. 4 del C.C. establece que las compañías que tengan múltiples
sucursales tienen su domicilio legal en el lugar de dichos establecimientos únicamente
para las obligaciones contraídas por los agentes locales, no resulta aplicable dicha
limitación para el caso de autos. En el dispositivo legal citado, de la ley de seguros, no

3
BANCO RIO DE LA PLATA SA c/ INDUSTRIAS J. MATAS SCA Y OTRO s/EJECUCION
ESPECIAL C. 975. XLII. COM 13/03/2007 Fallos: 330:803
4
CSJ 473/2015/CS1 “Burgert S.A. c/Fernandes, Gustavo Enrique s/consignación” resuelta el 15
de septiembre de 2015.

6
se efectúa ninguna distinción con relación al domicilio del asegurador ni tampoco
mención especifica a su domicilio legal en los términos del art. 90 del C.C. De lo
expuesto resulta que el trabajador se encuentra facultado para interponer la acción
ante el Juez del lugar del hecho o del domicilio de cualquiera de las sucursales o
agencias de la aseguradora, toda vez que no puede exigirse al trabajador efectuar una
investigación para establecer en cual de las sucursales se celebró el contrato de
seguro.” (“OZUNA WALTER ALEJANDRO C/ PREVENCION A.R.T. S.A.
S/ACCIDENTE-ACCION CIVIL. CAUSA NRO. 30.455/10. Sala I).

En ese sentido, el trabajador desconoce los términos del contrato de seguro


que unía a la accionada con su empleador, entre ellos lo referido al lugar de su
celebración, por lo que dicha limitación no resulta de aplicación razonable al caso (en
igual sentido CNCiv, Sala D “Expreso Esteban Echeverria SRL y otro c/Ledesma, Pablo
y otro”, CNCiv Sala C, 11/12/01 “Olmedo Heberto Dario y otro c/Giudicate, Silvio
Gustavo y otros s/daños y perjuicios”); máxime que cuadra sostener que el mismo se
habría suscripto en la CAPITAL FEDERAL, teniendo en cuenta el domicilio del
demandado; extremo que además, ha sido ocultado maliciosamente por la aseguradora,
al no acompañar el contrato de afiliación suscripto con su empleador.

Sumado a ello, las Dras. Elena Highton y Beatriz Areán (“Código Procesal
Civil y Comercial de la Nación. Editorial Hammurabi, Págs. 265/266), han sostenido
que las compañías de seguros tienen la facultad de decidir la apertura de las sucursales
que estimen necesarias para el cumplimiento de sus objetivos empresariales, pero ello
no puede eximirlos de asumir los inconvenientes que genera la multiplicación de su
personalidad.

Justamente el trabajador recurre ante estos Tribunales, porque resultan ser


competentes y porque la contraria cuenta con una agencia en donde se suscriben los
contratos de afiliación con empleadores de Buenos Aires.
En consecuencia, efectuado un análisis armónico de las disposiciones
tratadas, cabe concluir que el trabajador afectado se encuentra habilitado a interponer la
demanda indistintamente ante el Juez del lugar del hecho o del domicilio de cualquiera
de las agencias o sucursales de la aseguradora, toda vez que exigirle la realización de

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una pesquisa previa con el fin de determinar en cuál de las diferentes sucursales se
celebró el contrato de seguro con el empleador, constituiría una irrazonable limitación
del derecho de acceso a la jurisdicción, a todas luces incompatible con el sistema
protectorio establecido en el art. 14bis de la CN.
Es por ello que VS se ha considerado competente, por no resultar la misma
de aplicación al caso que nos ocupa.
Por otro lado, la garantía del Juez natural (art. 18 de la Constitución
Nacional) tiene como protección expresa el derecho a no ser apartado de los jueces
designados por la ley antes del hecho que motiva la causa (“CONSTITUCION DE
LA NACION ARGENTINA. Comentada y Concordada”, Maria Angélica Gelli. 3ª
Edición, Tomo I, página 290 y ss., Editorial La Ley, Bs. As. 2013), lo que pretende la
accionada con su accionar es apartar a mi mandante del trámite de las presentes
actuaciones, sin poder clarificar su agravio.
En el caso el plexo normativo cuestionado es posterior al hecho que motiva
esta causa, por lo que no resulta aplicable. De lo contrario se estaría vulnerando el
derecho a ser juzgado por su juez natural, designado con antelación a la vigencia del
referido plexo normativo.
Insisto, el art. 24 de la LO no se encuentra ni modificado ni derogado,
resultando de plena aplicación su disposición: "En las causas entre trabajadores y
empleadores será competente, a elección del demandante, el juez del lugar del trabajo,
el del lugar de celebración del contrato, o el del domicilio del demandado. "
Véase, que en caso de interpretarse la existencia de una colisión
normativa entre las disposiciones en materia de competencia territorial entre la ley
27348 y el art. 24 de la LO, debe, siempre prevalecer la norma nacional de
procedimiento, es decir la ley 18345.

En definitiva, podemos concluir que V.S. resulta plenamente competente


para entender en el reclamo de autos.

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V- CONTESTA EXCEPCION DE FALTA DE ACCIÓN –
IMPROCEDENCIA DEL PROCEDIMIENTO JUDICIAL INVOCADO-NO
AGOTA INSTANCIA ADMINISTRATIVA

Determinada, entonces, la competencia tanto material de V.S., cabe


entonces adentrarnos en las cuestiones de hecho y de derecho que sostienen la presente
acción.
En este estado estamos en condiciones de extrapolar el tema en relación
con la Ley 27.348 y el análisis de la pretendida instauración del procedimiento
administrativo “obligatorio” ante las Comisiones Médicas.
Así, el Art. 1 de la Ley 27.348 dispone que “la actuación de las
comisiones médicas jurisdiccionales…, constituiría la instancia administrativa previa,
de carácter obligatorio y excluyente de toda otra intervención, para que el trabajador
afectado, contando con el debido patrocinio letrado, solicite la determinación del
carácter profesional de su enfermedad o contingencia, la determinación de su
incapacidad y las correspondientes prestaciones dinerarias previstas en la Ley de
Riesgos del Trabajo”
Prima facie, y en atención a lo manifestado, estaría en condiciones de
advertir que el procedimiento administrativo obligatorio ante las Comisiones Médicas
en un intento de tornar el sistema judicialista en uno de agencias, vulnerando el
principio de división de poderes y, solo se estaría protegiendo en la parte más fuerte del
vínculo entre privados, evadiendo la jerarquía sostenida en el Paradigma Normativo de
los Derechos Humanos Fundamentales.
No obstante, obsérvese que la Ley 27.348 establece de forma obligatoria
una instancia previa ante las comisiones médicas, sustrayendo al trabajador de los
jueces naturales de la causa, arrancándolo lisa y llanamente, de jueces abogados, para
pasar a una esfera atendida por “jueces médicos”. Entonces, me pregunto, si esto podría
sinceramente redundar en el beneficio para los trabajadores, siendo que además quien
“juzgue” no lo hará teniendo en cuenta la lógica de los principio del derecho del
Trabajo.

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Precisamente, un proceso judicial laboral, necesita de un ojo
especializado (que implica, liminalmente, un abogado que ha concursado para ser juez),
que contemple la desigualdad en la que se encuentra el trabajador, que lo afecta ante,
durante y después del juicio laboral, en todo sentido, debiendo, por ejemplo, valorar la
aplicación de la carta dinámica de la prueba.
Ergo, si esta desigualdad es olvidada, muchas veces por el juez natural,
mal podemos esperar que forme parte del juicio mental formulado en una Comisión
Médica, limitada “supuestamente” a un juicio técnico, que implica además, relación
causal.
Establecido esto, no puede negarse que “la especialidad” requerida es la
del Juez Laboral.
Además, el ejercicio de la jurisdicción debe procurar asegurar la
independencia e imparcialidad. En este caso, considero que de seguir el templeramente
de la demandada, no se cumpliría con ninguno de los extremos.
En este orden de ideas, esta parte se remite a todo lo manifestado en
nuestro libelo inicial, en cuento allí, hemos cuestionado el procedimiento instituido en la
LRT, toda vez que veda irrazonablemente al trabajador su posibilidad de acceder a la
Justicia Nacional del Trabajo, a fin de reclamar la reparación de sus infortunios y le
atribuye a un órgano administrativo facultades inherentes al Poder Judicial, infligiendo
así los derechos constitucionales de los damnificados.
Es decir, un desplazamiento del derecho de fondo constitucional (juez
natural Art. 18 CN) por una norma de forma, de niveles inferiores es decir la Ley 27.348
que pretende avanzar con el sistema de agencias, en una hipótesis no habilitada por el
sistema jurídico autóctono.
En consecuencia, se trata de un esquema violatorio del derecho de
defensa en juicio con un juez independiente, que es el único que “conoce el derecho”
encargado obligatoriamente del control de constitucionalidad y no vinculado por
decisiones de otros organismos.
Al respecto nuestra jurisprudencia tiene dicho que “Entiendo que al
otorgarse facultades jurisdiccionales a las Comisiones Médicas, se demora
innecesariamente el acceso rápido y pleno a la justicia tal como lo señaló el Máximo

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Tribunal en la causa “Obregón”, dejando al arbitrio de los médicos decisiones tales
como determinar si un accidente o una enfermedad puede encuadrarse en las
previsiones del art. 6 de la Ley de Riesgos del Trabajo, esto es, si puede ser
considerado como una contingencia cubierta o no por el dispositivo legal, cuando tal
calificación solo puede ser establecida por el Juez de la causa, luego del análisis de los
hechos y el derecho que las partes invocan, cuestión que no puede quedar en mano de
galenos. No soslayo que el decreto 1475/2015 determina que cada Comisión Médica y
Comisión Médica Central se constituirán con Secretarios Técnicos Letrados como
órgano jurídico permanente, pero éstos no emitirán dictámenes vinculantes y la
decisión jurídica se encuentra en manos de médicos, de modo que no se sanea la
falencia referida anteriormente, pues la resolución administrativa definitiva estará a
cargo de los profesionales de la medicina, quienes deberán resolver cuestionas
jurídicas muchas veces complejas, relativas a distintos aspectos de la Ley 24.557
(contingencias comprendidas, situaciones cubiertas, determinación del IBM, si hay
pagos clandestinos que conformen el salario, qué prueba resulta conducente, los
derechohabientes legitimados, entre otros). (…) La revisión judicial prevista en el art. 2
de la Ley 27.348 no satisface la garantía mínima del debido proceso, tendiente a
asegurar un resultado justo y equitativo dentro de una contienda judicial, que le
permita tener oportunidad de ser oído y hacer valer sus pretensiones legítimas frente al
Juez (art. 18 citado), ya que el recurso que estatuye como mera revisión judicial de lo
actuado en sede administrativa por los profesionales de la medicina, a quienes se les
otorga facultades desestimar las pruebas improcedentes, superfluas o dilatorias, amén
de establecer los distintos aspectos que rodean la viabilidad de un reclamo
indemnizatorio dentro de las previsiones y con los alcances previstos por la ley 24.557.
La idoneidad técnica de los miembros de las comisiones médicas para evaluar la
existencia de dolencias y las incapacidades que éstas pudieran generar desde sus
conocimientos científicos es indudable, pero reitero que la determinación del carácter
laboral del accidente o profesional de la enfermedad, así como la relación causal con
el factor laboral, son materias que exceden los conocimientos científico de aquéllos y
requieren de una formación técnico-jurídico de la que adolecen, y es natural que así
sea, pues para la determinación de tales aspectos, son los jueces quienes resultan

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idóneos tanto desde el punto de vista científico como constitucional. (…) En conclusión,
corresponde declarar la inconstitucionalidad de la determinación de una instancia
previa y obligatoria (art. 1 de la ley 27.348),en tanto lesiona el acceso irrestricto a la
justicia, la tutela judicial efectiva y el debido proceso legal, derechos éstos tutelados
por el art. 18 de la Constitución Nacional, además de los arts. 10 de la Declaración
Universal de Derechos Humanos, 2.1 del PIDESC, 18 de la Declaración Americana de
los Derechos y Deberes del Hombre, 8 y 25 de la Convención Americana de Derechos
Humanos y art. 14 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. Así lo
decido.(…) (Mercado, Hector G. c/Galeno ART SA s/Accidente - Ley Especial. Cámara
Nacional de Apelaciones del Trabajo - Sala VII. 02-10-2017)
“No existe en el DNU –ni tampoco en la ley ya sancionada- una norma
inter-temporal que fije cuándo entrará en vigencia el funcionamiento de las
‘Comisiones Médicas Jurisdiccionales’, ni cuándo se aplicará la instancia
administrativa previa, la revisión ante la Comisión Médica Central ni cómo funcionará
el ‘recurso directo’ ante los ‘tribunales de alzada con competencia laboral’ que dispone
el art. 2º, DNU 54/2017 que, obviamente en el ámbito de la Justicia Nacional del
Trabajo no es este Juzgado de Primera Instancia, sino la Cámara Nacional de
Apelaciones del Trabajo. Tampoco está habilitado el Servicio de Homologación creado
por el art. 3º, DNU 54/2017 cuyo procedimiento está previsto en el Anexo I de la
norma… “Esa instancia, es de ‘…carácter obligatorio y excluyente de toda otra
intervención…’ lo que significa, con la robustez semiológica del segundo calificativo,
que la [parte actora] está excluida de iniciar una demanda ordinaria regida por el art.
65, LO o, lo que es lo mismo y mirado desde el lugar de la jurisdicción, que el
suscripto, como juez de primera instancia, está inhibido de entender en esta causa, por
vía de acción y que recién podrá actuar un órgano judicial como tribunal ad quem en
un hipotético recurso que se interponga contra la ‘resolución’ de un órgano
administrativo… “Como se aprecia nítidamente, aquí hay una clara cuestión de
competencia que, de mantenerse válidas las reglas descritas, inhibe la continuación de
este proceso cuyo rechazo in limine correspondería dictar… “No fue necesaria
adhesión alguna para que el DNU se aplique en la Capital Federal. La norma procesal
que impone agotar un procedimiento ante órganos administrativos en el caso de

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accidentes y enfermedades laborales ya ha sido declarado inconstitucional por la Corte
Suprema de Justicia de la Nación en la causa Castillo que, curiosamente, es citada
como fundamento para la reforma… “Ésta ha introducido ingeniosas modificaciones
para cubrir formalmente la objeción con fundamento constitucional que tenía el
anterior sistema, que avasallaba las autonomías provinciales en materias no delegadas
expresamente en el marco de nuestro diseño federal… “La declaración de
anticonvencionalidad en este caso concreto del art. 1º, DNU 54/2017 realiza la
vigencia y plena efectividad de la DUDH, el PIDESC, el Protocolo de San Salvador y
otras normas que no voy a citar para no ser reiterativo. Tengo la obligación de hacerlo
por imposición de los Principios de Limburgo que he citado y los arts. 1º y 3º, CCyCN
que me obligan a fundar mis decisiones haciendo dialogar en este “caso” las fuentes
de aplicación. No lo hago porque como se ha pensado con liviandad, por ser “juez
laboral” favorezca siempre a una de las partes de la interlocución sociolaboral… lo
hago en aras a la calidad institucional que en todos los tópicos cuya revista se ha
pasado en las líneas que preceden, el DNU deja mucho que desear. (Martínez, Nancy
M. c/V. Qbe Argentina ART SA s/Accidente - Ley Especial, Juzgado Nacional de 1ª
Instancia del Trabajo Nro. 41, 08-03-2017)”
Por otro lado, pasa por alto la demandada que la fecha del siniestro es
anterior a la fecha de publicación de la Ley 27.348 (B.O.R.A. 24.02.2017) y su
vigencia a partir del 5.03.2017 conforme art. 5 del CCCN, no resulta de aplicación al
presente caso dicho plexo normativo.
El Poder Judicial constituye la primera línea de defensa para la
protección de los derechos y las libertades individuales de todas las personas, universo
que naturalmente comprende a las personas trabajadoras al amparo del principio
protectorio que consagra el art. 14 bis de la Constitución Nacional que se proyecta
tanto en el derecho sustancial como adjetivo. En este contexto, la norma impugnada
impide que todas las personas trabajadoras ejerzan el derecho de acceder a la justicia,
al debido proceso y obtengan una tutela judicial efectiva, idónea, imparcial y no
discriminatoria (arts.14 bis, 16, 18, 19, 33, 75 inc. 19, 22, 23 y 116 de la Constitución
Nacional, 8 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos; XVIII de la
Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, 2 apartado 3 del Pacto

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Internacional de Derechos Civiles y Económicos y 8 apartado 1 del Pacto de San José
de Costa Rica).
Sin perjuicio que el siniestro que motivara las presentes actuaciones,
ocurrió con anterioridad a la Ley que la accionada pretende su inmediata aplicación,
corresponde declarar la inconstitucionalidad del art. 1 de la Ley Nº 27.348, en cuanto
establece, con carácter obligatorio y excluyente, a los trabajadores que sufran un
accidente de trabajo iniciar un procedimiento administrativo ante las Comisiones
Médicas Jurisdiccionales, antes de promover una demanda ante el Poder Judicial, en
tanto el mecanismo lesiona el acceso irrestricto a la justicia, la tutela judicial efectiva y
el debido proceso legal.
Por otro lado, al otorgarse facultades jurisdiccionales a las Comisiones
Médicas, se demora innecesariamente el acceso rápido y pleno a la justicia, dejando al
arbitrio de los médicos decisiones tales como determinar si un accidente o una
enfermedad puede encuadrarse en las previsiones del art. 6 de la Ley de Riesgos del
Trabajo, esto es, si puede ser considerado como una contingencia cubierta o no por el
dispositivo legal, cuando tal calificación solo puede ser establecida por el juez de la
causa, luego del análisis de los hechos y el derecho que las partes invocan, cuestión
que no puede quedar en mano de galenos.
La revisión judicial prevista en el art. 2 de la Ley Nº 27.348 no satisface la
garantía mínima del debido proceso, tendiente a asegurar un resultado justo y
equitativo dentro de una contienda judicial, que le permita tener oportunidad de ser
oído y hacer valer sus pretensiones legítimas frente al juez, ya que el recurso que
estatuye como mera revisión judicial de lo actuado en sede administrativa por los
profesionales de la medicina, a quienes se les otorga facultades jurisdiccionales para
desestimar las pruebas improcedentes, superfluas o dilatorias, amén de establecer los
distintos aspectos que rodean la viabilidad de un reclamo indemnizatorio dentro de las
previsiones y con los alcances previstos por la Ley Nº 24.557.
La idoneidad técnica de los miembros de las comisiones médicas para evaluar
la existencia de dolencias y las incapacidades que éstas pudieran generar desde sus
conocimientos científicos es indudable, pero la determinación del carácter laboral del
accidente o profesional de la enfermedad, así como la relación causal con el factor

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laboral, son materias que exceden los conocimientos científico de aquéllos y requieren
de una formación técnico-jurídico de la que adolecen, y es natural que así sea, pues para
la determinación de tales aspectos, son los jueces quienes resultan idóneos tanto desde
el punto de vista científico como constitucional. (Mercado, Héctor G. c/Galeno ART SA
s/Accidente - Ley Especial- Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo - Sala VII-
Del 02-10-2017- IJ-CDLXXXII-772.)

Por otro lado, el Máximo Tribunal ha dicho in re “Alvarez, Maximiliano y


otro c. Cencosud S.A. s/Acción de Amparo” (A.1023.XLIII) que el debido impulso hacia
la progresividad en la plena efectividad de los derechos humanos que reconocen, propia
de todos los textos internacionales y especialmente del PIDESC (art. 2.1), sumado al
principio pro homine, connatural con estos documentos, determina que el intérprete del
derecho debe escoger, el resultado que proteja en mayor medida a la persona humana.
La pauta hermenéutica citada se impone con mayor intensidad, cuando su
aplicación no entrañe colisión alguna del derecho humano, así interpretado, con otros
valores, principios, atribuciones o derechos constitucionales. En el precedente de 1974
de vital importancia en el control constitucional in re “Bercaitz Miguel Ángel
s/Jubilación (CSJN, Fallos: 289:430), se censuró toda inteligencia restrictiva de los
derechos humanos, puesto que contrariaba de tal modo la jurisprudencia de la Corte
concordante con la doctrina universal y el principio de favorabilidad (Fallos: 289:430,
437; 293:26,27).
La Corte Interamericana por su parte tiene dicho que “…constituye un
principio básico relativo a la independencia de la judicatura, que toda persona tiene
derecho a ser juzgada por tribunales de justicia ordinarios con arreglo a
procedimientos legalmente establecidos. El Estado no debe crear tribunales que no
apliquen normas procesales debidamente establecidas para sustituir la jurisdicción que
corresponda normalmente a los tribunales ordinarios” (Caso “Lori Berenson Mejía Vs.
Perú. Fondo. Reparaciones y Costas”, Sentencia del 25 de noviembre de 2004, Serie C
Nro. 119, párr.143).
Lo hasta aquí expuesto permite establecer que en virtud del estado de vigencia
de los tratados, el alcance interpretativo de éstos según el art. 75 inc. 22 de la

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Constitución Nacional, por imperio de los principios pro homine y de progresividad, al
perderse el Juez natural con su especial versación y en el marco de un proceso
específico determinado para la disciplina como es la Ley Orgánica, se produce la
violación del debido proceso, que no se preserva porque se establezca una mera revisión
vía recursiva, pues el proceso en sí, se deja en manos de profesionales de la medicina, lo
que se encuentra en pugna con el mandado constitucional como lo he adelantado (art. 18
de la Constitución Nacional).
La normativa cuestionada, motiva la afectación constitucional al debido
proceso legal y resulta arbitraria e inconstitucional, al determinar un procedimiento
según el cual los médicos que integran esos organismos cuentan con facultades que los
habilita a pronunciarse sobre temas ajenos a su saber profesional, lo cual implica
dotarlos de atribuciones que competen a los jueces según las leyes adjetivas, tal como la
ley orgánica 18.345, aunque sin los conocimientos jurídicos para ello.
La jurisprudencia aplicable al caso, sostiene:
“Corresponde declarar la inconstitucionalidad e inconvencionalidad del
art. 1 de la Ley Nº 27.348 en cuanto impide una acción judicial expedita a la actora, y
en consecuencia considerarla eximida de promover con carácter obligatorio y
excluyente el procedimiento administrativo ante las Comisiones Médicas
Jurisdiccionales, en tanto para dicha norma los trabajadores vinculados por relaciones
laborales no registradas tienen vía judicial expedita, mientras que los trabajadores
debidamente registrados tienen que instar obligatoriamente una acción administrativa
ante un organismo no judicial y podrán solo acceder a la jurisdicción en el marco
restringido de un recurso ante un tribunal de alzada, lo que los excluye de la garantía
de la doble instancia cuyo carácter de Derecho Humano, fue dictado en reiterados
fallos de la Corte IDH, por lo que la norma pone en una mejor situación a un
trabajador clandestino que otro registrado, lo cual resulta irrazonable y establece una
desigualdad peyorativa.” (Martínez, Nancy M. c/V. Qbe Argentina ART SA s/Accidente
- Ley Especial- 08-03-2017- IJ-CCLXIV-109)
“Corresponde revocar la resolución apelada y declarar la
inconstitucionalidad del art. 1 de la Ley Nº 27.348, en cuanto establece, con carácter
obligatorio y excluyente, a los trabajadores que sufran un accidente de trabajo iniciar

16
un procedimiento administrativo ante las Comisiones Médicas Jurisdiccionales, antes
de promover una demanda ante el Poder Judicial, en tanto el mecanismo lesiona el
acceso irrestricto a la justicia, la tutela judicial efectiva y el debido proceso legal.”
“Al otorgarse facultades jurisdiccionales a las Comisiones Médicas, se
demora innecesariamente el acceso rápido y pleno a la justicia, dejando al arbitrio de
los médicos decisiones tales como determinar si un accidente o una enfermedad puede
encuadrarse en las previsiones del art. 6 de la Ley de Riesgos del Trabajo, esto es, si
puede ser considerado como una contingencia cubierta o no por el dispositivo legal,
cuando tal calificación solo puede ser establecida por el juez de la causa, luego del
análisis de los hechos y el derecho que las partes invocan, cuestión que no puede
quedar en mano de galenos.”
“La revisión judicial prevista en el art. 2 de la Ley Nº 27.348 no satisface la
garantía mínima del debido proceso, tendiente a asegurar un resultado justo y
equitativo dentro de una contienda judicial, que le permita tener oportunidad de ser
oído y hacer valer sus pretensiones legítimas frente al juez, ya que el recurso que
estatuye como mera revisión judicial de lo actuado en sede administrativa por los
profesionales de la medicina, a quienes se les otorga facultades jurisdiccionales para
desestimar las pruebas improcedentes, superfluas o dilatorias, amén de establecer los
distintos aspectos que rodean la viabilidad de un reclamo indemnizatorio dentro de las
previsiones y con los alcances previstos por la Ley Nº 24.557.”
“La idoneidad técnica de los miembros de las comisiones médicas para evaluar
la existencia de dolencias y las incapacidades que éstas pudieran generar desde sus
conocimientos científicos es indudable, pero la determinación del carácter laboral del
accidente o profesional de la enfermedad, así como la relación causal con el factor
laboral, son materias que exceden los conocimientos científico de aquéllos y requieren
de una formación técnico-jurídico de la que adolecen, y es natural que así sea, pues
para la determinación de tales aspectos, son los jueces quienes resultan idóneos tanto
desde el punto de vista científico como constitucional.” . (Mercado, Héctor G. c/Galeno
ART SA s/Accidente - Ley Especial- Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo -
Sala VII- Del 02-10-2017- IJ-CDLXXXII-772.)

17
Como corolario de lo expuesto, resulta por demás ilógico que la demandada
intente hacerse valer de una resolución dictada por el Juzgado Contencioso
Administrativo Federal Nro. 9, la cual se encuentra apelada por la contraparte, siendo
que la misma no se encuentra firme, es decir que no ha pasado por autoridad de cosa
juzgada, sin perjuicio que de modo alguno obliga al Juez laboral a aplicarla al sub lite,
máxime que estamos en presencia de un siniestro anterior a la nueva ley.
Por las razones expuestas, considero inaplicable al sub lite e inconstitucional el
procedimiento administrativo que pretende instituir ante la CCMM, la demandada, por
considerarlo violatorio de los Artículos 18, 29, 109, 116 y por el Art. 75 Inc. 22 –
principio de progresividad incorporado constitucionalmente, en los incisos 19, 23 y 22
del Artículo 75, en el P.I.D.E.S.C. – Art. 5.2 y 2.1 - en la Convención Americana sobre
Derecho Humanos, Art. 26 y el Protocolo de San Salvador Adicional a la Convención
Americana – Art. 1º - y, garantías judiciales de los Art. 8 y 10 de la Declaración
Universal de Derechos Humanos, Art. 2.3 del PIDESC, Art. 26 y 27 de la Declaración
Americana de los Derechos y Deberes del Hombre y Art. 8.1 de la Convención
Americana de Derechos Humanos – de la Constitución Nacional.
Por lo expuesto, solicito de V.S. se sirva desestimar el planteo efectuado por la
demandada, máxime teniendo en consideración que dicha resolución no ha pasado a
autoridad de cosa juzgada ni resulta aplicable al sub lite.

En consecuencia, se debe abrir a prueba la presente causa.

Ahora bien, sin perjuicio de lo expuesto, la ley 26773 ha cercenado los legítimos
derechos de propiedad, acceso a la justicia, debido proceso, juez natural y seguridad
social de los trabajadores afectados por una enfermedad o accidente laboral.
Claramente la ley 26.773 olvidó que la meta del Derecho del Trabajo es, en
primera instancia la seguridad del trabajador y prevención del daño; y luego la
realización de un sistema de reparación amplio, participativo, ajustado a derecho y
acorde a la realidad del país, que involucre a todas las partes interesadas en garantizar
una reparación integral.

18
El texto de la mencionada ley padece grandes anomalías que la tornan
manifiestamente inválida y contraria a principios constitucionales ampliamente
reconocidos. Su ilegalidad es clara y manifiesta, careciendo de respaldo normativo para
subsistir como tal. La norma afecta la libertad en la relación entre el abogado y su
cliente, los principios de igualdad, debido proceso legal, el derecho a acceder al juez
natural de la causa, el derecho de propiedad, de seguridad jurídica, de razonabilidad y
de seguridad social.
Inadmisibles restricciones de acceso a la Justicia:
La ley 26.773 coacciona al trabajador a elegir, en un plazo perentorio, el
ofrecimiento que pudiera hacerle la Aseguradora de Riesgos de Trabajo (ART), a la par
que lo desanima a reclamar una reparación plena a través de la vía judicial.
Su texto, en el artículo 4ª, expresamente dispone: “Los obligados por la ley
24.557 y sus modificatorias al pago de la reparación dineraria deberán, dentro de los
quince (15) días de notificados de la muerte del trabajador, o de la homologación o
determinación de la incapacidad laboral de la víctima de un accidente de trabajo o
enfermedad profesional, notificar fehacientemente a los damnificados o a sus
derechohabientes los importes que les corresponde percibir por aplicación de este
régimen, precisando cada concepto en forma separada e indicando que se encuentran a
su disposición para el cobro.
Los damnificados podrán optar de modo excluyente entre las
indemnizaciones previstas en este régimen de reparación o las que les pudieran
corresponder con fundamento en otros sistemas de responsabilidad. Los distintos
sistemas de responsabilidad no serán acumulables.
El principio de cobro de sumas de dinero o la iniciación de una acción
judicial en uno u otro sistema implicará que se ha ejercido la opción con plenos efectos
sobre el evento dañoso.”
Se propone un sistema supuestamente rápido de automaticidad de las
prestaciones sin litigio judicial, y la generalización del financiamiento que, estando a
cargo de los empleadores, se canalizaría a través de compañías privadas de seguro, ART.

19
Lo que esta ley pretende es disminuir la responsabilidad frente al daño,
desprotegiendo al trabajador e impidiendo que, tan siquiera,, consulte a un abogado de
su confianza.
Es así que se lo obliga a ajustarse a un procedimiento administrativo, que
implica un sistema de reparación del cual el empleador nunca está completamente
ajeno. No puede ser extraño al alto criterio de S.S. que es la empresa quien elige a la
ART, y que entre ambas se genera una relación contractual completamente ajena al
trabajador. La falta de imparcialidad y garantías mínimas de objetividad son indudables,
y sólo un proceso judicial, con el asesoramiento letrado correspondiente legaliza,
garantiza y asegura la legítima oportunidad de reparación plena.
Se abusa del estado de necesidad de la victima forzándola a percibir
rápidamente y sin cabal conocimiento de que si acepta está posiblemente renunciando a
un resarcimiento mayor, si es que existen plus perjuicios no contemplados en la tarifa, y
se acreditan los presupuestos de la responsabilidad civil y laboral.
De allí deriva la inconstitucionalidad del sistema de reparación que se intenta
imponer a partir de la ley 26.773. La indemnización real y legítimamente reparadora es
la que permite, en lo posible, volver a la situación anterior, recomponiendo no sólo el
menoscabo en la actividad productiva, sino también el daño moral; ya que así fue
entendido por doctrina y jurisprudencia.
El sistema de opción excluyente con renuncia ya ha sido rechazado por la
CSJN, a través de los fallos “Aquino” y “Llosco”. La obligación de elegir entre la
acción judicial y el ofrecimiento administrativo es expresamente contraria a la doctrina
expuesta por la Corte.
Es legítimo aspirar a que nuestra jurisprudencia mantenga los principios
plasmados en los fallos de la CSJN y decrete la inmediata inaplicabilidad y posterior
inconstitucionalidad de los artículos impugnados en la presente contenidos en la ley
26.773.
Con respecto a la Excepción de Falta de Acción planteada por la demandada,
es claro que su planteo deberá ser rechazado en la instancia procesal oportuna, con
aleccionadoras costas.

20
En cuanto a la falta de Acción, es preciso aclarar que la enfermedad ventilada
en autos, se encuentra estipula en el artículo 6 de la ley 26.557.
Al respecto nuestra jurisprudencia tiene dicho que “la ART responde cuando
la incapacidad padecida por el trabajador es consecuencia de algunas de las
contingencias definidas como cubiertas en el art. 6 de la Ley 24.557” (Cif. CSJN
“Gandolfi de Vanetta c/ DVN” 16/04/1998 Fallos 317:769)
Lo anteriormente dicho quedará demostrado con la prueba a rendirse en
autos. La dolencia que padece el actor y la cual se reclama en autos tiene su origen en el
accidente in itinere acaecido, reconocido por el cual la ART le brindara prestaciones
médicas. Lo que deja en evidencia la sinrazón del frágil argumento esgrimido por la
accionada.
Toda vez que la aquí demandada ha reconocido expresamente encontrarse
vinculada con la empleadora de mi mandante mediante un contrato de afiliación y que
las lesiones reclamadas en las presentes actuaciones se encuentra especialmente
previstas en el art. 6 de la Ley 24.557, la aquí demandada resulta responsable en los
términos de la mencionada ley.
Como corolario de lo expuesto solicito a V.S. se rechacen sin más las frágiles
excepciones opuestas por la demandada, con ejemplar imposición de costas.

V.- CONTESTA TRASLADO

Desde ya señalo a V.S. que lo enunciado por la demandada, es una simple


falacia y no resiste al menor análisis toda vez que de la propia documentación que ha
acompañado a su responde surge con claridad que le ha brindado prestaciones médicas a
mi mandante, en razón de la denuncia del siniestro recepcionada.
Con lo cual resulta una mera falacia lo manifestado por la demandada de su
responde, toda vez que la demandada, contrariamente a lo que expone, ha recibido la
debida denuncia del siniestro y lo expuesto surge de la documentación que acompaña.
En la Ley 26.773, se restringe la reparación plena de los accidentes
producidas en ocasión del trabajo:

21
El art.3 de la ley 26.773 señala lo siguiente: “Cuando el daño se produzca en
el lugar de trabajo o lo sufra el dependiente mientras se encuentre a disposición del
empleador, el damnificado (trabajador víctima o sus derechohabientes) percibirá junto a
las indemnizaciones dinerarias previstas en este régimen, una indemnización adicional
de pago único en compensación por cualquier otro daño no reparado por las fórmulas
allí previstas, equivalente al veinte por ciento (20%) de esa suma.
En caso de muerte o incapacidad total, esta indemnización adicional nunca
será inferior a pesos setenta mil ($ 70.000).”
Esta norma es inadmisible, toda vez que en lo que se refiere a los accidentes
producidos “en ocasión del trabajo” se disminuye parcialmente el monto indemnizatorio
al cercenarse el 20% adicional que se otorga a los demás infortunios.
He aquí que no se explica como frente a una misma contingencia, como es el
daño a la salud, la integridad o la vida del trabajador, la reparación es diferente.
Derechos Constitucionales afectados por la Norma.
-Derecho de propiedad (Art. 17 C.N.), se encuentran afectados tanto el derecho de
propiedad del trabajador al limitar su acceso a una reparación plena frente al infortunio
laboral; como el de todos los abogados, toda vez que se prohíbe el pacto de cuota litis en
las causas que tramiten ante la justicia, y se modifican las bases a fin de determinar el
monto de los honorarios y la responsabilidad en el pago que les cabe a las A.R.T.
No puede soslayarse que la norma impugnada comporta una violación a los
principios de indemnidad, protección especial, irrenunciabilidad y progresividad de los
derechos del trabajador.
-Principio de legalidad y razonabilidad (Arts. 19 y 28 C.N.), difícilmente el
texto de la ley 26.773 alcance el estándar que permita calificarla como legítima. El
sometimiento que impone al trabajador, abusando de su estado de necesidad y
desconocimiento de las normas jurídicas; a la par que le impone decisiones de Juntas
Médicas y ofrecimientos administrativos de reparación del daño, sin asistencia jurídica
ni revisión judicial, descalifican cualquier atisbo de razonabilidad que algún
desorientado operador jurídico pretenda reconocerle.
La Corte Suprema de la Nación, tiene como doctrina que las leyes son
susceptibles de cuestionamiento constitucional cuando resultan irrazonables, o sea

22
cuando los medios que arbitran no se adecuan a los fines cuya realización procuran o,
cuando consagran una manifiesta iniquidad. Y el principio de razonabilidad debe cuidar
especialmente que las normas legales mantengan coherencia con las reglas
constitucionales durante el lapso que dure su vigencia en el tiempo de suerte que, su
aplicación concreta no resulte contradictoria con lo establecido en la Ley Fundamental.
- CSJN in re “Flores, María Leonor y otros vs. Argentina Televisora Color L.S. 82 Canal
7 S.A.”, del 01/01/1985 –
En términos similares establece su doctrina la S.C.B.A, al decir:
La razonabilidad constituye un principio general de derecho (creación doctrinaria y
jurisprudencial, con fundamento en los arts. 28 y 33 de la Constitución nacional),
aplicado específicamente como límite de la discrecionalidad administrativa. Su control,
implica verificar -además de los requisitos ineludibles de fin público, medio adecuado y
ausencia de iniquidad manifiesta- la existencia de "circunstancias justificantes", es decir,
que la restricción impuesta a los derechos ha de hallarse fundada en los hechos que le
dan origen, procurando que las normas aplicables mantengan coherencia con las reglas
constitucionales, de suerte que su aplicación no resulte contradictoria con lo establecido
por la ley fundamental. SCBA LP B 66850 S 03/10/2012 Juez HITTERS (MA)
Carátula: Giménez, Edgardo E. c/Provincia de Buenos Aires (I.P.S.) s/Amparo
Magistrados Votantes: Hitters-de Lázzari-Negri-Kogan-Domínguez-Celesia
En el art.14 bis y Tratados Internacionales relativos a los derechos del
trabajador, condiciones dignas y equitativas de trabajo, igualdad de trato, respeto a la
integridad física y mental del trabajador, derechos éstos, entre otros, reconocidos por el
art. 14 bis C.N y sendos tratados internacionales en la materia.
-Principio de igualdad (Art.16 C.N.), la plena vigencia del adagio “alterum non
laedere” no puede ser condicionada a renuncias previas, ni sometida a diferencias
fundadas exclusivamente a quién es el sujeto pasivo del daño.
-Derecho a acceder al Juez Natural. Acceso a la Justicia. Esta norma pretende
convertir a la Justicia del Trabajo en prescindible, desplaza de su juez natural a los
accidentes y enfermedades laborales.
Por todo lo expuesto solicito se declare la inconstitucionalidad de los artículos
3, 4, 6 y 17 inc. 2 y 3 de la ley 26.773.

23
Inconstitucionalidad del decreto de necesidad y urgencia nº 54/2017:
Planteo la irritante inconstitucionalidad del Dto. nº 54/2017, por constituir una
manifiesta violación del espíritu republicano, del principio de división de poderes y de
la prohibición de ejercicio de facultades legislativas por parte del Ejecutivo, atentando
contra el orden constitucional al pretender suprimir en forma indirecta e! estado de
derecho y el sistema representativo, republicano y federal establecido por el art. 1 de la
Constitución Nacional.
Consecuentemente, sus disposiciones manifiestamente nulas de nulidad absoluta
e inaplicables
En el caso, mal puede imaginarse la existencia de algún tipo de "necesidad" y/o
de "urgencia" y/o de "circunstancias excepcionales" que justifiquen dicho dictado. Por
ello, resulta flagrantemente violatorio del principio de supremacía de la Constitución,
establecido por el art. 31 de la Carta Magna.
El decreto atacado pretende cercenar los legítimos derechos de propiedad,
trabajo, acceso a la justicia, debido proceso y juez natural de los trabajadores afectados
por una enfermedad o accidente laboral, así como los derechos de propiedad y de
trabajo de los profesionales abogados.
Obligar al trabajador víctima de un infortunio laboral a someterse al arbitrio de
una junta médica para resolver un conflicto legal, importa una clara e indiscutible
denegación de justicia.
Admitir la validez de las Comisiones Médicas implica dejar en manos de
profesionales de la salud la determinación del carácter laboral de un accidente y su
relación causal con el factor laboral, arrasando con la garantía constitucional del debido
proceso, al atribuirle funciones de claro contenido jurisdiccional prohibidas por el art.
109 de la Constitución Nacional, por tratarse de una función exclusiva e indelegable del
Poder Judicial, de conformidad con lo dispuesto por los arts. 5°, 116° y 75 inc. 12 de la
Carta Magna.
Así, el D.N.U. Nº 54/2017 resulta contrario a lo resuelto por la Corte Suprema
de Justicia de la Nación en sus precedentes "Venialgo", "Castillo" y "Marchetti", en el
sentido que se puede recurrir directamente al Juez Laboral competente, sin pasar por el
procedimiento administrativo de la ley especial.

24
También resulta flagrantemente inconstitucional lo dispuesto en el art. 15 del
D.N.U. Nº 54/2017, dado que al pretender la aplicación del índice RIPTE solamente a
los pagos únicos adicionales y a los importes mínimos establecidos en el Decreto
1694/09, contradice lo dispuesto por la ley 26.773, violando el principio de
progresividad e impidiendo el cumplimiento de la finalidad de mejorar de manera
significativa las indemnizaciones, textual y puntualmente expresada por dicha norma.
Sin perjuicio del cuestionamiento constitucional de todas y cada una de las
disposiciones del decreto nº 54/2017, destaco en forma puntual la flagrante violación de
los ordenamientos fundamentales, tanto a nivel nacional como provincial, pretendida
por sus artículos 2º) y 13º) en cuanto disponen la competencia territorial de los órganos
ubicados en la jurisdicción del domicilio de la Comisión Médica Jurisdiccional que
intervino.
Semejante despropósito resulta contrario a los principios de debido proceso, de
acceso irrestricto a la justicia y de progresividad, expresamente consagrados por los
artículos 15, 39 y concordantes de la Constitución Provincial.

VI.- SE OPONE A PRUEBA DE PEDIDO DE PÉRITO MÉDICO LEGISTA


La función del Périto Psicológico, es realizar un informe pericial se emite para
constatar, a través de una valoración técnica, una realidad no perceptible. Su fin es hacer
visible lo invisible, hacer tangible lo intangible. El grado de fiabilidad que puede
merecer un dictamen pericial vendrá ligado a los elementos y datos que el perito hubiera
seleccionado para emitir su opinión técnica, así como su especialidad y comprensión del
proceso psicopatológico en este contexto. Cada vez se requiere con más frecuencia la
emisión de informes o dictámenes periciales psicológicos en la cuya función, como
prueba, es relevante para garantizar los derechos de las partes.
Ya que el Périto Médico Legista, se puede encontrar con serias dificultades al
resolver el daño moral que sufrió mi mandante con respecto a sus incapacidades ya que
es una especialidad que sólo los péritos psicológicos pueden establecer, si bien el Périto
Médico, puede ayudar cual es la incapacidad física actualizada que tiene mi mandante
por todas las incontigencias que ha sufrido desde el accidente hasta la actualidad con el
dolor que sigue teniendo en su hombro y en su pie.

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VII.- SOLICITA SE TENGA POR RECONOCIDA LA TOTALIDAD
DE LA DOCUMENTAL ACOMPAÑADA:

Asimismo y toda vez que la demandada no ha dado cumplimiento con la


manda judicial impuesta por el Art. 356 Inc. 1 del Código Civil y Comercial de la
Nación, limitándose a desconocer de forma genérica la documentación acompañada por
esta parte, no procediendo a desconocer la misma de manera pormenorizada, solicito a
V.S. se haga efectivo el apercibimiento allí dispuesto y se tenga por reconocida la
totalidad de los documentos acompañados por esta parte.

VII.- PETITORIO.

Por lo expuesto, de V.S. solicito:


1.- Se tenga por contestado en tiempo y forma el traslado conferido.-
2.- Se tenga por ratificada la prueba oportunamente ofrecida y por
desconocida la documental.-
3.- Se tenga por contestado el traslado conferido de lo solicitado en el punto
XIV del responde;
4.- Se tenga por contestada en forma subsidiaria la excepción de competencia
territorial, de materia, falta de acción, improcedencia del procedimiento judicial
invocado-no agota instancia administrativa, solicitando que en la etapa procesal
oportuna V.S. la rechace, con expresa y ejemplar imposición de costas.-
5.- Se tenga presente la oposición a único Périto Médico Legista.-

6.- Se tenga por reconocida a la demandada, la documental acompañada por


esta parte en el libelo inicial.-

26
7.- Oportunamente, se abra a prueba la presente causa.-

PROVEER DE CONFORMIDAD
SERA JUSTICIA

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