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Romanos 14:11 “Porque escrito está: Vivo yo, dice el Señor, que ante mí se
doblará toda rodilla, Y toda lengua confesará a Dios”.
Hemos hablado muchas veces de la oración, uno de los temas que más
deberían de tocarse en las iglesias ya que es una de las cosas con los que más
batallan los Cristianos, a menos que tengan un problema, preocupación
etc.,etc.
Cada vez que les he hablado de la oración les he insistido en los muchos
cambios positivos que tendríamos al ser más constantes en la oración, en la
intercesión de los unos por los otros.
Y hablemos de una definición que por lógica sabemos pero será bueno ser un
poco más explicito. ¿Qué es arrodillarse? pastura de humildad delante de
Dios, reconocimiento de quien es Él para nosotros.
O bien dejamos el momento de oración para el final del día, cuando todos los
quehaceres se acabaron, los hijos ¡por fin! Ya están durmiendo, trabajo
terminado, casa recogida y siendo el final del día apenas tenemos fuerzas.
Pero le sumamos que entre cómo te fue el día, la cena y ¡por qué no! Un
programita de TV o una película que por cierto me arrulló nos levantamos a
la cama casi con los ojos cerrados, una lavadita de boca veloz y por lo
consiguiente igual nuestra oración y a dormir.
NO nos estamos dejando instruir por Él ni nos estamos dejando guiar, ¡ha!
Pero después nos sorprendemos cuando las cosas no están marchando de la
mejor manera, como las planeamos
Y nos acordamos de lo que nos dice Marco 11:24 “Por tanto, os digo que todo
lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá”.
Y también nos acordamos del ‘casi’ todo el pasaje de Mateo 7:7-8 “Pedid, y
se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que
pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá”.
Y hemos visto 3 cosas que son básicas en nuestra relación con nuestro Señor
y Salvador; DOBLAR LAS RODILLAS, ORAR y BUSCAR, estas tres cosas deben de
ir juntas la mayoría de las veces y digo la mayoría por qué no siempre
tenemos la oportunidad de arrodillarnos para orar, tal vez porque estamos en
el auto, porque estamos trabajando y hasta cocinando.
Orar es la comunicación que tengo con Dios, sea que le doy agradecimiento,
que le doy gloria, que le estoy haciendo petición, y porque solo a través de
la oración es que puedo llegar a tener una buena relación con mi Señor.
Busco porque sé que Dios y solo Dios tiene palabras de vida eterna (Juan
6:68) de consuelo, de ánimo y porque su guía y protección son
incomparables.
Así que oremos en todo tiempo Efesios 6:18 orando en todo tiempo con toda
oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y
súplica por todos los santos.
Estar en oración es entrar en lucha espiritual y que en Cristo somos más que
vencedores.
Le invito a que cada vez que tenga oportunidad doble sus rodillas ante Dios
en acción de agradecimiento y reconocimiento que es nuestro Señor y
salvador.
Amen
Rosamaría Segura
Pastor