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Rechaza el indigenismo como movimiento político

Indigenismo, representa las entrañas del Perú profundo, representa también, la


marginación y los abusos de que era víctima la población indígena que han
marcado la historia republicana, pero también representa esa esperanza de
desarrollo y mejorar el estilo de vida del indígena.

La etapa republicana, que abarca desde el Perú independiente, se caracteriza


por muchos acontecimientos, uno de lo más sobresalientes es sin duda la
marginación del indígena.

La sensibilización respecto a esta situación entre algunos intelectuales fue el


origen de lo que se conoce como indigenismo. Este movimiento busca la
reivindicación del indígena y la valoración de las culturas ancestrales, los
estudiosos de esta corriente también se cuestionan acerca de los mecanismos
de discriminación y etnocentrismo en perjuicio de los pueblos indígenas.

Diversos estudiosos se hicieron notar con sus constantes manifestaciones en el


campo científico, ideológico, artístico, político y literario, entre los cuales están:
Cornejo Polar, Hildebrando Castro, Uriel García, José Sabogal, Gamaliel
Churata, Luis E. Valcárcel, José Carlos Mariátegui, José María Arguedas, entre
otros. Todos y cada uno de ellos dieron un gran aporte con sus ideologías en el
que el máximo fin era lograr la afirmación absoluta de lo autóctono y erradicar
las imágenes hispanizantes del Perú mediante la búsqueda de expresiones
ancestrales, haciendo del indio y su entorno social argumentos protagónicos.

El indigenismo tuvo mucha implicancia en la política como una forma de buscar


la reivindicación del campesino, del indígena que, aún postergado, lucha
indesmayablemente día a día para hacer de su familia y de su co0munidad, un
lugar y espacio próspero ante una inexistente presencia del estado.

Uno de los cambios políticos se menciona que en 1920 se promulgó una nueva
constitución que prolongó el período presidencial a cinco años. Con un gobierno
fuerte y centralista, Leguía pudo aumentar los ingresos del estado con la ayuda
de los cuales y contando con el capital norteamericano se invirtió mucho en la
modernización de la educación, agricultura y en obras públicas. Yepes, E. (1979)
constata que (…) distintos estamentos sociales irrumpirán contra el sistema de
privilegio civilista. Y aunque este grupo dominante no es atacado en lo que a sus
propiedades se refiere, políticamente será desplazado por nuevos sectores que
entran en escena, viéndose muchos de sus miembros obligados a emprender el
camino del destierro.

Se puede observar que paralelamente a esta desilusión, aparecieron en la


escena política y en la vida intelectual los nuevos protagonistas del pensamiento
indigenista, como decía Mariátegui, J. (1992), El nuevo planteamiento consiste
en buscar el problema indígena en el problema de la tierra. (…)La solución del
problema del indio tiene que ser una solución social.

Como lo menciona García, H. (2007) en lo que concierne al indigenismo y la


política peruana todo esto demuestra que González Prada ya señalaba que el
problema no podía ser solucionado solo por los miembros de la política. Empezó
a creer en que el indio mismo podía defender sus propios intereses; que se debía
despertar a la raza indígena y así tal vez realizar una revolución. Decir que
González Prada fue un verdadero precursor del indigenismo y también de la
reforma social y política peruana.

Pero desde sus inicios, el indigenismo ha pretendido llegar al poder para


reivindicar al hombre de campo, a aquel ciudadano que desde temprano labra la
tierra y ante sus ojos ve crecer su futuro que en poco tiempo se convierte en
cosecha, y así va abrigando las esperanzas que se alejan a veces, manteniendo
un retraso social, político, económico, lo contrario de las grandes urbes que, de
la mano de la tecnología, se encaminan al desarrollo.

Se puede afirmar que paralelamente a esta desilusión, aparecieron en la escena


política y en la vida intelectual los nuevos protagonistas del pensamiento
indigenista, cuyos primeros escritos sobre la cuestión indígena aparecieron
desde mediados de la década de los veinte. Aunque no es nuestro objetivo ni
tarea analizar su obra en estas páginas, cabe señalar en grandes líneas que
enlazó el problema agrario y especialmente el problema de la tierra con el
problema indígena y planteó como solución la revolución socialista.
El indigenismo estuvo presente, siempre, en la política peruana, con algunos
chispazos de poder, pero su mayor concentración está en una esperanza casi
inexistente, de desarrollo sostenible desde las comunidades, propuestas
políticas certeras, pero que aún duermen en el sueño de los justos.

Bibliografía
Yepes, E. (1979) El desarrollo peruano en las primeras décadas del siglo XX,
in: Nueva Historia General del Perú. Un Compendio, 156
José Carlos MARIÁTEGUI: 7 ensayos de interpretación de la realidad peruana,
Empresa Editora Amauta, Lima, 57ª ed., 1992, 44.
García, H. (2007) El pensamiento de González Prada. Lima

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