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Aunque no lo parezca esta ave tiene algo de gran peculiaridad. Por el parecido de su plumaje
con este instrumento musical, es un animal muy apreciado por las personas y es cazado de
forma desmesurada e irracional, colocando a esta especie en el primer escalón de la escalera
que lleva a la extinción.
Carácter: Es un animal tímido y solitario. Corre más que vuela, pues sólo se sirve de las alas
para planear suavemente de rama en rama.
cuenta con una de las siringes más complejas (el órgano vocal de las aves), por lo que es capaz
de imitar casi cualquier sonido, incluyendo el de otros animales en su entorno como koalas y
dingos, alarmas, teléfonos, motosierras, cámaras, el llanto de un bebé etc.
Esta ave es una excelente imitadora de sonidos como: sonidos semejantes a voces humanas,
sonidos de voces de animales domésticos, ruidos metálicos, obturadores de cámaras
fotográficas, alarmas de autos, sonido de motosierras, árboles que caen al suelo, ruidos de
puertas, sirenas de ambulancias, entre otras muchas. Además, ellos saben que lo que hacen
es interesante, pues fabrican pequeños escenarios en los que se sitúan para iniciar sus
recitales de canto, que en ocasiones van acompañados de curiosas coreografías.
Datos curiosos:
Después de aparear, la hembra pone un solo huevo en el nido, que tiene forma
de cúpula.
El canto del ave lira macho juega un papel crucial en el cortejo. Durante la época
de apareamiento, entre junio y agosto, puede pasar hasta seis horas al día
llamando a una pareja, presumiendo la diversidad de sus sonidos.
El motivo de su codiciada caza es, por una parte, el plumaje adornado que tiene
que asemejar a los pavos reales, pero en pequeño. Y por otra su capacidad
cantora.
Como las demás aves australianas (como el emú) el ave lira soberbia es un
símbolo popular, e incluso se ve en la moneda australiana de diez céntimos.