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Durante las últimas décadas, el mundo empresarial ha sufrido numerosos cambios que han
influido en la posición competitiva de los países. Algunos de ellos, como Singapur, Malasia y
Taiwán, que no hace mucho se clasificaban como “subdesarrollados”, han llegado a ser
denominados “tigres” de la Economía. ¿Cuáles son los factores principales que han
transformado estos países y el mundo de la Economía en general? ¿Qué papel han
desempeñado las cambiantes ideologías políticas de muchos países? ¿Qué efecto han tenido
estos cambios en los principios fundamentales de la Economía, como el de la redacción de los
beneficios y el de la división del trabajo? En una situación como esta, ¿cómo lograr que la Ciencia
económica sea coherente con el mundo en el cual vivimos?
Durante los últimos años se ha discutido mucho sobre los problemas que afrontan los tigres
asiáticos, el efecto de la Unión Monetaria Europea (UME) en la Economía y los avances de la
Economía japonesa y su efecto en las demás. Los pronósticos pesimistas de diversos
especialistas demuestran que la crisis financiera asiática está perjudicando la Economía global.
¿Qué es lo que ha llevado a tantos autores a escribir con pesimismo sobre temas como “El fin
de la distancia”, “La muerte de los banqueros”, “La desaparición del dinero” e incluso sobre “El
fin de la Economía”?
Desde 1980, las empresas consideran que el mercado mundial es una triada compuesta por las
regiones del Asia y el Pacífico, América del Norte y Europa. Esta perspectiva deriva de la
competencia intensiva. Ser una compañía global no es lo mismo que ser una empresa
multinacional (EMN). Tradicionalmente, las empresas multinacionales les venden a una cierta
cantidad de países, adaptando a ellos su oferta de productos, sus prácticas de producción y sus
estrategias de mercado. Con frecuencia funcionan en los mercados exteriores a través de sus
subsidiarias, cuyas estrategias y “órdenes” provienen de las sedes centrales.
Según Theodore Levin, de Harvard Business School, la empresa mundial lo sabe todo sobre un
solo tema importante. Conoce la necesidad absoluta que existe de ser competitiva tanto a nivel
mundial como nacional, y trata constantemente de reducir los precios estandarizando aquello
que vende y su manera de operar. Estas empresas tratan el mundo como si estuviese compuesto
por unos pocos mercados estandarizados, y no por mercados diferenciados. Trabajan en el
sentido de la convergencia global.
Business International, una empresa que fue antiguamente propietaria del periódico “The
Economist”, enumeraba en 1991 las siguientes características de “las compañías globales”:
Las empresas deben alcanzar un nivel internacional en sus diferentes actividades para
convertirse en compañías globales.
Los cambios de las ideologías políticas y el clima de colaboración han facilitado la aparición de
“empresas sin fronteras”. El chip de alta velocidad para telecomunicaciones de Texas
Instruments fue inventado por ingenieros de Ericsson Telephone Co. De Suecia y diseñado en
Niza con herramientas de software que la compañía había desarrollado en Houston. Electrolux
posee un laboratorio en Finlandia, un centro de desarrollo en Suecia y un grupo de diseño en
Italia. En la actualidad, las capacidades y el conocimiento transitan a través de las fronteras.
Estos son solo algunos ejemplos de las fuerzas de la globalización que crean las “empresas sin
fronteras”. La competencia mundial, los cambios de mentalidad de los ejecutivos
internacionales, y, por cierto, la diferente configuración de la actividad económica mundial,
están modificando la mantera en que debe tratarse la Ciencia de la Economía.
La globalización no ha influido de manera semejante a todos los países. Muchas naciones del
África subsahariana se cuentan entre las menos globalizadas. Este desequilibrio obedece a
muchas razones, pero las dos principales son la inestabilidad macroeconómica y las barreras
comerciales regionales. Sin embargo, estos países deberán organizarse tarde o temprano para
aprovechar las economías que ofrece la globalización.
Hasta ahora, proco ha cambiado en la Economía, y en especial la microeconomía. ¿Por qué?
Peter Drucker (1996), el decano de los gurús del comercio, ha escrito:
Pasará mucho tiempo antes de que los teóricos de la Economía acepten el hecho de que se han
producido cambios fundamentales, y todavía más antes de que adapten sus teorías para
explicarlos. Sobre todo, es seguro que lo que más les costará aceptar es que se trata del control
de la Economía mundial, y no de la macroeconomía del estado-nación, en la que sigue
centrándose exclusivamente la teoría económica.
La Economía estudia la manera en que la sociedad adopta las decisiones relacionadas con el
empleo de los recursos que son escasos y que pueden utilizarse de diferentes modos. Las
decisiones se relacionan con qué tipos de bienes y servicios se debe producir, cómo se deben
producir y para quién.
Sea que las empresas se desenvuelven en una sociedad democrática o no, es necesario tomar
decisiones relacionadas con la asignación de recursos escasos. Los recursos como la tierra, la
mano de obra, el capital y las materias primas son escasos en relación con la demanda que hay
de ellos. El concepto de escasez relativa es fundamental en la Economía. Además, existen usos
alternativos de estos recursos escasos. La tierra se puede utilizar para la agricultura, para
construir carreteras o viviendas, y así en adelante. Todos los recursos de las sociedades tienen
usos alternativos. Si se usa la tierra para construir una carretera en vez de declararla parque
natural, esa carretera se ha logrado a expensas de la existencia de un parque. El otro concepto
de la Economía es el de coste de oportunidad. En nuestro ejemplo, el coste de oportunidad de
una carretera es un parque natural. El coste de oportunidad es la alternativa que se sacrifica.
Las decisiones que se toman en el medio empresarial son el macrocosmos de las decisiones que
adopta la sociedad sobre la utilización de los recursos para producir bienes y servicios. En
consecuencia, la Ciencia de la Economía se relaciona con la conducta humana considerada como
la relación que existe entre los fines y los medios que tienen usos alternativos. Los responsables
de adoptar decisiones a nivel macro y microeconómico deben asegurarse de que los recursos
escasos se empleen con eficiencia y eficacia.
La eficiencia consiste n hacer lo apropiado, mientras que la eficacia es hacer bien lo apropiado.
En Economía, la eficacia significa emplear recursos escasos para lograr los objetivos deseados a
nivel micro y macroeconómico.
Quien haya estudiado Economía conoce la ley de la reducción de los beneficios. Según ella, si se
aumenta el uso de cualquier factor, por ejemplo, la mano de obra, y suponiendo que todos los
demás factores (como la maquinaria, tecnología o materias primas) permanezcan constantes,
todo trabajador adicional contribuye menos a la producción total que el trabajador anterior a
él. Aunque la producción total aumente, la producción adicional, llamada producción marginal,
disminuye.
Esto ocurre porque suponemos que los recursos son fijos e independientes de la cantidad de
trabajadores. Además de esto, suponemos que las condiciones técnicas de la producción están
dadas y son constantes. En el contexto de estos supuestos es donde cobra validez la ley de la
reducción de los beneficios. Según los economistas, este fenómeno ocurre siempre que uno de
los factores de la producción sea fijo.
Consideremos el caso de una empresa que consume los recursos A, B, C y D para fabricar
artículos. Supondremos que actualmente los recursos B, C y D no se utilizan a plena capacidad.
Si luego incrementamos el recurso A, la unidad adicional realizará una contribución mayor a la
producción. Una vez que uno de los recursos B, C y D alcance su plena capacidad y si su
suministro permanece constante, los agregados posteriores de A realizarán una contribución
cada vez menor a la producción. La ley de reducción de los beneficios comenzará a actuar.
Esta ley fue formulada por el reverendo Thomas Malthus en 1798. Malthus predijo que
aparecería la miseria y que muchas empresas quebrarían debido a los efectos de la ley de la
reducción de los beneficios. Fue Malthus más que nadie el responsable de que a la Economía se
la calificara de “ciencia desoladora”.
Doscientos años después, seguimos enfrentándonos con esta ley de la Economía. Los
economistas nos dicen que los recursos del planeta son finitos, y que cuando uno de los factores
de producción comience a escasear, los países y las empresas sufrirán las consecuencias de la
ley. Los economistas piensan que esta ley plantea un desafío constante que nos obliga a
encontrar nuevas y mejores soluciones para el empleo de recursos limitados.
Podemos decir que se trata de aquí una tesis defensiva y endeble. Los desarrollos tecnológicos
no se han producido porque los científicos y tecnócratas se hayan enfrentado con la ley, sino
porque han respondido a los cambios del mundo del comercio, a los de las necesidades del
consumidor y a los del clima que se han producido a escala mundial.
La Economía mundial ha sufrido una transformación radical durante los últimos dos decenios.
Básicamente, las distancias geográficas y culturales se han reducido significativamente a causa
de la aparición de los aviones jet, el fax, la presencia mundial de la informática y de las
comunicaciones telefónicas y las emisiones de televisión por satélite a todo el globo. Esta
reducción de las distancias ha permitido a las empresas ampliar substancialmente sus mercados
geográficos, así como sus fuentes de abastecimiento. Antes, una empresa estadounidense como
Chrysler fabricaba sus automóviles con componentes que provenían en su mayor parte de
Estados Unidos, y los vendía sobre todo en el mercado nacional. Actualmente, Chrysler encarga
los componentes a abastecedores de Japón, Corea, Alemania y una docena de países más, y
también vende sus coches en otras partes del mundo. Ya no es posible saber si un automóvil de
marca Chrysler ha sido hecho casi íntegramente por Chrysler. Las empresas pertenecientes a
muchas industrias también están desarrollando productos por medio de líneas globales de
montaje. Examinemos los siguientes ejemplos:
Anteriormente, la mayor parte de la ropa confeccionada en Estados Unidos se vendía en el
país. Gran parte del corte y de la costura se realizaba en talleres de NY y Nueva Inglaterra, donde
se hacía trabajar largas jornadas a los inmigrantes. Los trabajadores se afiliaron a los gremios y
lograron aumentar sus salarios. Muchas empresas, buscando menores costes laborales, se
trasladaron a los Estados del sur. Más recientemente, muchas compañías estadounidenses han
llevado sus talleres al Asia. En la actualidad, Bill Blass, uno de los principales modistos
estadounidenses, trabaja con telas hechas con lana australiana estampada con diseños creados
en Italia. Dibuja modelos de ropa y los transmite por fax a su representante en HK, que envía una
orden de fabricación a una empresa del interior de China. Los vestidos terminados son enviados
a NY por avión, donde se distribuyen entre las tiendas que habrían hecho los pedidos (…)
¿Es el Boeing 737 un avión estadounidense? El personal del Boeing en Seattle diseñó el aparato
y fabricó las alas y la cabina. El extremo de la cabina y ciertas piezas de las alas se fabricaron en
Italia, el extremo trasero en Canadá, los parabrisas y los motores en Inglaterra y el fuselaje y los
componentes de alta tecnología en Japón. En total participaron 29 países en la fabricación de
esta aeronave.
Kotler, que escribe desde la perspectiva del marketing, refuerza la tesis de Lewis y Harris de que
la convergencia de tecnologías está reduciendo las distancias, y que ahora es importante
considerar los productos y los mercados en una dimensión global. Las expectativas de los
consumidores también están adquiriendo una dimensión mundial.
Una ventaja clave del suministro global es la capacidad de lograr ahorros significativos de los
costes al mismo tiempo que se mantienen o se mejoran la calidad y el servicio.
Una ventaja clave del suministro global es la capacidad de lograr ahorros significativos de los
costes al mismo tiempo que se mantienen o se mejoran la calidad y el servicio. En en caso de
China, por ejemplo, A.T. Kearney, una de las principales empresas de consultoría, descubrió que
un suministro global eficiente proporciona 150 mdd extra al saldo final por cada 1000 mdd. Los
costes no son el único motivo. Los costes de la mano de obra poco calificada constituyen una
proporción cada vez menor de los costes totales de producción de la mayoría de las industrias
globalmente competitivas. Los costes laborales representan ahora solamente entre el 5% ~ 10%
(1990), mientras que en la década del 1970 conformaban el 25%, según la OCDE. Los otros
aspectos a considerar son la disponibilidad de materias primas, la calidad y la velocidad de las
entregas.
En los 1990, muchos fabricantes de países de Europa Occidental prefirieron contar con
proveedores de los países de Europa Central y del Este como fuente de materias primas a fin de
controlar los costes y a causa de que son lugares muy cercanos. Los proveedores de esa región
se sienten muy satisfechos de entablar contratos de suministro, de acuerdo con la política de
privatización que se ha implementado en sus países. Ya no se puede contar con el Estado como
fuente de empleo.
Sin embargo, algunos economistas siguen apelando a la ley de la reducción de los beneficios
para explicar algunos fenómenos económicos modernos, como la crisis de las economías del
Este de Asia. En el Estudio de las Economías del Este de Asia que apareció en The Economist del
7 de marzo de 1998, se decía que hace cierto tiempo que, algunos economistas preveían que el
Este de Asia habría de experimentar una reducción de la actividad económica. Economistas
como Paul Krugman siempre mantuvieron que el milagro económico asiático nunca existió. Los
logros se debían más a la transpiración que a la inspiración, y que una vez se agotara la mano de
obra y el capital, comenzaría la reducción de los beneficios.
Durante las últimas décadas, el desarrollo socioeconómico y tecnológico ha invalidado casi por
completo los presupuestos en que se basaba la ley de la reducción de los beneficios. Con solo
examinar la práctica del suministro y la producción globales, nos vemos obligados a preguntar:
¿por qué sigue la Economía enseñando esta ley, junto con sus antiguos supuestos? El profesor
W. Brian Arthur del Instituto de Santa Fe, mantiene que, en una Economía de alta tecnología, la
atención debe pasar de la reducción de los beneficios al incremento de los mismos.
Veredicto
Aún no es el momento de enterrar del todo a la ley. En la década de 1990 sigue habiendo muchas
PYMES que responden con gran lentitud a la globalización. Para ellas, esta ley influirá en sus
negocios y en sus costes de producción a menos que empiecen a pensar en términos globales.
Sin embargo, el principio de la reducción de beneficios debe ser disminuido su protagonismo en
la Economía de la era de la información.