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Vamos a numerar las parejas del 1 al 10, contando por columnas de arriba abajo (por tanto, las

3 ahorradoras serán las parejas 6, 7 y 8).

Hasta el minuto 2:20 todo va bien porque la oferta (5 parejas) es igual a la demanda (5
parejas), siendo la situación de cada pareja la siguiente: 11cupón; 23 cupones;
35cupones; 4 5cupones; 53 cupones; 6 60 cupones (quiere viaje 60 días); 7 51
cupones (quiere viaje 60 días); 8 62 cupones (viaje 80 días); 9 5 cupones; 10 5 cupones.

Ahora es cuando se produce el “exceso de oferta”: Hay 8 parejas ofertas (todas menos la 9 y la
10, la 6 debería ser demandante porque ya tiene sus 60 cupones, pero bueno, da igual) y 2
parejas demandantes (9 y 10). Así que, el precio baja a ½ cupón.

Automáticamente, las parejas viajeras (ahorradoras) ven como duplican el valor de sus
cupones: la 6 tiene para 120 días, es decir, si dan 30 cupones pueden hacer su viaje (60 días) y
le sobran 30 cupones; la 7 da 30 cupones (60 días) y le sobran 21; la 8 da 40 cupones (80 días)
y les sobran 22 cupones. Así que, s ellos dan, por ejemplo, a la 1 (pasa a tener 1+30=31
cupones), la 2 (pasa a tener 3+30=33 cupones) y a la 5 (pasa a tener 3+40=43 cupones). Por
tanto, mientras los ahorradores están de viaje (6, 7 y 8), hay 3 parejas que no salen (1, 2 y 5),
quedando libre la 3, 4, 9 y la 10 con 5 cupones cada una, que se repartirán cada noche (2
oferentes y dos demandantes), volviendo el precio a 1 cupón por noche (o se puede mantener
en ½ cupón, da igual).

Lo que tenemos es que pasados 60 días (cuando vuelven 6 y 7), la situación es: :
131cupones; 233 cupones; 35 cupones; 4 5 cupones; 543 cupones (no puede salir);
6 30 cupones; 7 21 cupones; 8 22 cupones (de viaje 80 días); 9 5 cupones; 10 5
cupones.

Ahora, supongamos que la pareja 6 le cuenta lo maravilloso de su viaje a la pareja 1, por lo que
deciden que quieren hacer ese viaje y la pareja 6 lo quiere repetir (para hacerlo las dos parejas
juntas), así que se disponen a ahorrar 30 cupones/noches (puesto que el precio vuelve a ser de
1 cupón por noche). Pasadas las 30 noches, la 1 tendrá 61 cupones y la 6 tiene 60 cupones, por
lo que se pueden ir de viaje. La diferencia es que, para conseguir esos 60 cupones:

- La pareja 1 lleva 90 noches ahorrando sin salir (60 del viaje de 6 + 30 noches de ahora)
- La pareja 6 lleva 30 noches ahorrando sin salir (60 estuvo de viaje).

Es decir, a la pareja 6 le ha costado menos el viaje que a la pareja 1, realizando ambas parejas
el mismo tipo de trabajo. Una (la 6) obtiene más (le cuesta menos) que a la otra (la 1),
simplemente porque la pareja 6 ha jugado (especulado) con el precio (se ha aprovechado del
mercado). Obviamente la pareja 1 ve que ha hecho el canelo (ha sido estafada por el
mercado).

Ahora bien, volvamos a la situación del minuto 2:20, pero suponiendo que el Administrador
(Estado) se compromete a mantener el precio de 1 cupón/noche, independientemente del
“mercado”, gracias a la capacidad de El Diablo (Banca Central) de “crear cupones de la nada”.
Así, cuando, como ocurre en el minuto 2:20, tenemos “exceso de oferta” (8 parejas ofrecen
servicios y sólo 2 demandan canguros), en lugar de bajar el precio, el Administrador ofrece a 6
parejas la posibilidad de cuidar un “muñeco” (tal y como haces en otro vídeo) a cambio de 1
cupón. Es decir, el Administrador y El Diablo “crean cupones” (crean dinero) y se lo dan a las
parejas a cambio de “trabajo”, pasando nuestro sistema (economía) a tener 206 cupones
(200+6 que acaba de crear el Administrador). Así, actúa el Administrador inyectando cupones
mientras hay “exceso de oferta”, hasta que, por fin, las parejas ahorradoras consiguen los
cupones necesarios para sus viajes, acuerdan con otras parejas el cuidado de sus hijos
mientras están fuera, manteniendo el precio de 1 cupón/noche. Además, si hay otras parejas
que quieren salir alguna noche, dándose por ejemplo el caso de 7 parejas demandantes (las 3
viajeras más las otras 4 libres) y sólo 3 oferentes (las comprometidas con los viajeros), el
Administrador, igual que antes interviene en el mercado para mantener el precio (para que no
suba por ejemplo a 2 cupones la noche), ofreciendo cuidar a sus hijos a cambio de 1 cupón.
Por tanto, reduce el número de cupones en la economía (si había 206 – 4 =202).

Ahora, el coste del viaje de 60 días le cuesta igual a la pareja 6 y a la pareja 1 (60 cupones=60
noches de trabajo), independientemente de cuándo empiecen a ahorrar (no hay especulación
porque el Administrador mantiene el precio fijo aumentando o disminuyendo el número de
cupones, según se necesite). Por tanto, utilizando una política keynesiana de intervención en el
mercado, se saca mejor resultado que dejando funcionar al “mercado”: política expansiva en la
recesión (exceso de oferta) y política restrictiva en la recuperación (exceso de demanda).

El error que creo que cometes es que identificas “política keynesiana” = “política expansiva”
siempre y a cambio de nada, mientras que las “políticas keynesianas” realmente son
anticíclicas, es decir, expansiva en las recesiones y restrictivas en las recuperaciones. En tu
ejemplo, el Administrador y El Diablo crean dinero y se lo dan a los vecinos a cambio de nada
(por lo que, lógicamente, producen “inflación”), mientras que en el mío crean dinero (cupones)
a cambio de “trabajo”.

Creo que has explicado perfectamente por qué no se puede crear u dar dinero alegremente,
tal y como algunos partidos sostienen (sobre todo de izquierdas). Es decir, los problemas de la
economía no se solucionan dando al botón de hacer dinero (imprimiendo billetes), pero no
creo que hayas podido refutar las recetas “keynesianas” (todo lo contrario, en tu ejemplo es
claramente mejor para la Comunidad que el Administrador-Estado intervenga).

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