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ARTE DEL SIGLO XIX (UAM)

HUGH HONOUR - EL ROMANTICISMO

CURSO 11-
CASTÁN,
12
Hugh Honour – El Romanticismo

El afán clasificador del ser humano ha querido ver en el Neoclasicismo y el Romanticismo dos
movimientos diametralmente opuestos, pero lo cierto es que los límites no son tan claros como
podríamos esperar. Este movimiento es la consecuencia de un cambio de ideología que se gesta
con la Revolución Industrial. Sin embargo la atención de los románticos se centra en aspectos que
ya se habían dado con anterioridad en Occidente y se ha intentado muchas veces dar definiciones
totalmente certeras de lo que es el romanticismo sin llegar a conseguirlo dado que este cuenta con
un carácter altamente subjetivo. Es por esto que no existe un lenguaje común de formas visuales y
medios de expresión.

El estilo neoclásico no fue rechazado sino que se transformó. El romántico hereda la seriedad
neoclásica y el disgusto por lo frívolo. Basaban el juicio en su propia subjetividad (Modo de
expresión único, aversión por estereotipos y escuelas) Las obras de arte se empiezan a considerar
como expresiones de diferentes estilos históricos y no como desviaciones de un único estilo válido.

En esta época se empieza a plantear la cuestión del sentido y la finalidad del arte, se asiste a la duda
constante frente a todo, a una inseguridad que no se puede explicar con palabras.

Los neoclásicos creían que apelar al color por encima de la línea era apelar a los sentidos por encima
de la mente y que las verdades inmutables debían representarse con los contornos nítidos.

En esta época Mme de Stael escribe un libro titulado De l´Allemagne, que sirvió para que las ideas de
los románticos alemanes llegaran a Inglaterra y Francia, algo que en Francia no sentó bien ya que se
pensaba que los románticos querían mancillar la pureza francesa. Francia se dividía en dos facciones
respecto a política y literatura que podían ser excluyentes entre si y al final, la mayor parte de los
escritores románticos franceses acabaron siendo antiborbónicos.

Hacia 1829 el vocablo pasó a designarlo casi todo y se convirtió en algo mundano, pasando por
objetos artísticos y el estilo trovador.

El paisaje romántico expresaba emoción ante la sublimidad de la naturaleza.

De esta misma forma escribía también Wordsworth y esa misma actitud se encuentra en Constable,
pero a principios del SXIX no se les consideraba románticos.

Sin embargo aparte de la expresión de la sublimidad, también se cultiva el paisaje bucólico que
recordaba a la etapa pre-agrícola de la civilización y que era según Rousseau el estado menos
expuesto a las revoluciones y en el que mejor puede vivir el hombre.

De hecho los artistas que hoy consideramos románticos tienen una deuda con los artistas del SXVIII.
Para ellos era fundamental que el artista estudiara la naturaleza en la naturaleza y no en otros
cuadros, aunque la pintura paisajística al detalle se consideraba mera topografía y por tanto un género
menor, si bien a veces los románticos partieron de aquí para sus obras y rompieron con la tradición
haciendo del paisaje un género por si mismo y en ocasiones como haría Friedrich, intentando darle
un sentido trascendental.

Con el tiempo se perderá el afán miniaturista en la naturaleza hasta llegar a Turner, que busca
recrear los efectos de la luz y el agua más que constituir un paisaje como tal. También se comienza
a pintar paisajes desde la ventana que al ofrecer un marco artificial rompen con la estructura anterior.

Thomas Cole expresó con gran elocuencia el deseo de acercarse directamente a la divinidad de la
naturaleza a través del paisaje.
Pintar las escenas más sencillas constituyó la ruptura definitiva con la tradición, que se hizo
principalmente en Francia, expresando la intimidad del artista.

Cuando a finales del SXVIII los jóvenes se dieron cuenta de que la Ilustración no había dado
respuesta a preguntas apremiantes se volvieron hacia el protestantismo y el paisajismo se vio como
una reacción del protestantismo hacia el resto de la creación y la relación del ser humano con ella.
Autores como Constable solían dejar sus cuadros sin terminar puesto que intentaban captar el fluir de
la naturaleza, que era algo cambiante y como tal, necesitaba constantes reajustes.

Schiller sostiene que las artes plásticas han de convertirse en música y fascinarnos por su inmediatez
sensorial. Sugiere que unas artes deben adoptar las cualidades de las otras y la experiencia artística
definitiva es una obra de arte total.

Se le dedica una importancia renovada a la música como un abandono de la estética mimetista a favor
de la expresivista. Se consideraba que la escultura no podía ser romántica porque expresaba atributos
exteriores y porque ya había llegado a su máxima cota de perfeccionamiento mientras que la pintura
aún estaba en ello y podía ser modificada.

Sin embargo esta separación tan rotunda de la escultura no es del todo cierta. Canova se preocupaba
cada vez menos por el tema y más por las texturas y el equilibrio. Se emancipa el espíritu creativo del
escultor de los encargos mecenales y se consideraba que las estatuas de corte clásico tenían el aire
de su propio tiempo y no podían inspirarle nada a la sociedad de la época así que resultaba más fácil
evitar comparaciones si se renunciaba a la temática clásica inaugurando el género animalístico, las
pasiones humanas, la miseria y la agonía que no obstante fueron muy mal recibidas por la crítica.

Incluso la arquitectura se empapa de estas nuevas ideas ya que a los criterios de funcionalidad y
decoro se le unen ahora criterios emotivos y trascendentales. Se desecha la idea de un estilo clásico
y universal aplicable a todo a favor de una adecuación de estilos dependiendo de la función que
fuera a cumplir el edificio. Sin embargo la imitación de estilos iba contra las teorías románticas sobre
autenticidad y originalidad.

La idea de que la música es o debe ser música congelada viene de la idea de Schelling que dice que
el estado de ánimo inducido por la arquitectura recuerda al que induce la música. Adquirió un sentido
distinto para los románticos que ven en la arquitectura y la música las manifestaciones artísticas más
escogidas de la cristiandad.

Se intensifica el culto a los vestigios del pasado, que parecen dirigirse más al alma cuando el tiempo
ha pasado sobre ellos. Se empieza a considerar la ruina como un objeto hermoso y la reliquia de un
pasado que modificados por el paso del tiempo le dan alas a la imaginación.

El estilo gótico recordaba a los bosques y suponía el triunfo de la ingeniería. Resultaba fantástico
y simbólico con un gran sentido religioso. Esta concepción de bosque y por tanto orgánica lleva
implícita la decadencia y es por eso que las ruinas provocaban cierta melancolía. Sus interiores
hablaban de tranquilidad y de refugio ante el mundo.

El estudio del estilo dio lugar a una gran variedad cuya preferencia muchas veces estaba marcada por
un sentido sectario o nacionalista. Los protestantes alemanes preferían el románico porque se alejaba
del catolicismo mientras que en Inglaterra y EEUU se prefería el gótico porque era el tradicional.

En cuanto a la pintura, Overbeck expresa la teoría neoclásica en términos cristianos ya que exige
pureza, castidad, devoción, verdad y moral intentando recuperar un primer renacimiento que ellos
consideraban medieval tardío.
Hay una identificación entre la caballería y la arquitectura gótica contraria al absolutismo, encarnando
la libertad y solidaridad, aunque la reutilización de este estilo no siempre se veía con buenos ojos
debido a que se consideraba una burda imitación de lo que había sido el estilo en realidad.

Los pintores se inspiran en temas de la literatura medieval y son bastante cuidadosos respecto a la
correcta representación de escenarios y ropajes.

La historia se convierte en un tema de interés, en algo digno de estudio, especialmente con los
procesos revolucionarios. La transición del SXVIII al XIX se sintió como ninguna otra, la estética
pasó incluso a representar ideas, las imágenes eran recuerdos del idealismo. También se comentaban
sucesos actuales recurriendo a la Antigüedad.

En cuanto a la decoración se intentan evitar las formas de la Antigüedad que podían ser asociadas al
jacobinismo, así que predominó el neorrococó aunque a él se opuso el neomanierista y a principios
del XIX dejó de excluirse el estilo griego ya que todo era apreciado como testimonio de una época
histórica. El descubrimiento de Pompeya centra la atención no en el arte sino en los objetos que
pudieran ayudar a un mejor estudio de la historia. Grecia deja de percibirse como un mundo puro,
noble y elegante para llegar a ser algo inexacto.

Los ideales de libertad que ya hemos mencionado en alguna ocasión entroncan con la política de la
mano de David pero los propios artistas solían enfrentarse a conflictos de ideales. Para Alemania
el mundo antiguo era admirable pero ajeno e intenta separarse de la influencia francesa, pero
esta empezó a volverse opresiva y el nacionalismo cobró fuerza. Sus aspiraciones se ven en la
representación de aborígenes germánicos convertidos en símbolos de nacionalismo. La causa griega
fue más popular entre los franceses, que entran en la escena política con la Revolución de Julio en
París.

En ocasiones la libertad se identificaba con la naturaleza así que cabe pensar si algunos de los paisajes
que se realizaron tenían también connotaciones políticas.

Sin embargo el culto romántico a la libertad solía apoyarse en figuras como bandoleros y proscritos
que protagonizaron un papel político real hostigando a los ejércitos napoleónicos. Eran víctimas
de un sistema social injusto y su desafío a la autoridad podía suponer una rebelión frente a la
Restauración. Son fugitivos de la injusticia, fieles a su código de honor que es muchas veces la causa
de su proscripción, enemigos de la ética convencional, apasionados y melancólicos.

El artista exige una independencia a todos los niveles, y el deseo de convertirse en tal era muchas
veces contradictorio a lo que deseaban sus familias, así que suponía un acto de rebelión en el que se
enfrentan al gusto de la época porque entienden que anula el genio creador, ya que el arte había
pasado de ser un negocio a ser una vocación. El afán de libertad se ve también en sus autorretratos, en
los que aparecen indolentes y melancólicos, pasando por alto las exigencias formales.

En ocasiones se realizan cuadros sobre los hombres de genio caídos en desgracia. En Tasso se
combina la figura del espíritu libre y encarcelado con la del mártir por amor. Se reinterpreta la figura
de Don Quijote como paradigma del artista romántico así como Hamlet y se gestan nuevas opiniones
sobre los locos ya que la cordura y la demencia también fueron temas tratados.

En cuanto a la religión, se rechazan los puntos de vista escépticos del XVIII, siguen especialmente
a Kant que sostiene que la idea de Dios solo puede aprenderse mediante un acto de fe personal y
se asociaba con un intento de reconciliación con Dios. En medio de las dudas existenciales algunos
hallaban consuelo en el amor sensual que recuperaba para ellos una santidad medieval mientras que
otros buscaban refugio en las nuevas iglesias. Esta renovación de lo religioso también venía dada
por la convicción de que los ilustrados habían sido la causa de la Revolución Francesa. El Estado
promueve el renacimiento de la Iglesia, si bien la búsqueda de integridad romántica hace que muchas
de sus obras se realicen fuera de la religión establecida e incluso en oposición a ella.

Se desdibujó la barrera que separaba el are religioso del profano. El deseo de realizar un arte cristiano
hizo que los artistas buscaran en las obras del SXV antes de que estas se impregnasen de paganismo
según sus propias palabras.

Respecto a la mujer, Ingres rechazaba que fueran las iguales de los varones y no gratificaciones
sexuales. Normalmente los románticos rechazan la actitud frívola ante el amor pero no así el erotismo.

También hablan del amor que les inspiran los animales y los niños por ser absolutamente naturales,
por eso se le concede importancia a las leyendas y cuentos de hadas ya que gracias a estos sus mentes
se liberaban igual que sucedía con el sueño