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INTRODUCCION:
La tasa de infiltración, en la ciencia del suelo, es una medida de la tasa a la cual el suelo es capaz
de absorber la precipitación o la irrigación. Se mide en centímetros por hora o milímetros por
hora. Las disminuciones de tasa hacen que el suelo se sature. Si la tasa de precipitación excede
la tasa de infiltración, se producirá escorrentía a menos que haya alguna barrera física. Está
relacionada con la conductividad hidráulica saturada del suelo cercano a la superficie. La tasa de
infiltración puede medirse usando un infiltrómetro.
La infiltración está gobernada por dos fuerzas: la gravedad y la acción capilar. Los poros muy
pequeños empujan el agua por la acción capilar además de contra la fuerza de la gravedad. La
tasa de infiltración se ve afectada por características del suelo como la facilidad de entrada, la
capacidad de almacenaje y la tasa de transmisión por el suelo. En el control de la tasa y capacidad
infiltración desempeñan un papel la textura y estructura del suelo, los tipos de vegetación, el
contenido de agua del suelo, la temperatura del suelo y la intensidad de precipitación. Por
ejemplo, los suelos arenosos de grano grueso tienen espacios grandes entre cada grano y
permiten que el agua se infiltre rápidamente. La vegetación crea más suelos porosos,
protegiendo el suelo del estancamiento de la precipitación, que puede cerrar los huecos
naturales entre las partículas del suelo, y soltando el suelo a través de la acción de las raíces. A
esto se debe que las áreas arboladas tengan las tasas de infiltración más altas de todos los tipos
de vegetación.
El proceso de infiltración puede continuar sólo si hay espacio disponible para el agua adicional
en la superficie del suelo. El volumen disponible para el agua adicional depende de la porosidad
del suelo y de la tasa a la cual el agua antes infiltrada puede alejarse de la superficie a través del
suelo. La tasa máxima a la que el agua puede entrar en un suelo se conoce como capacidad de
infiltración. Si la llegada del agua a la superficie del suelo es menor que la capacidad de
infiltración, toda el agua se infiltrará. Si la intensidad de precipitación en la superficie del suelo
ocurre a una tasa que excede la capacidad de infiltración, el agua comienza a estancarse y se
produce la escorrentía sobre la superficie de la tierra, una vez que la cuenca de almacenamiento
está llena.
Robert E. Horton (1933) sugirió que la capacidad de infiltración rápidamente disminuía durante
la fase inicial de una tormenta y luego tendía hacia un valor aproximadamente constante
después de un par de horas. El agua antes infiltrada llena los almacenes disponibles y reduce las
fuerzas capilares que hacen entrar el agua en los poros. Las partículas de arcilla en el suelo
pueden hincharse cuando se mojan, y así reducen el tamaño de los poros. En áreas donde la
tierra no está protegida por una capa de residuos forestales, las gotas de lluvia pueden separar
las partículas del suelo superficial y lavar las partículas finas en los poros superficiales, lo que
puede impedir el proceso de infiltración.
El método más ampliamente usado para determinar la infiltración de un suelo es el del cilindro
infiltrómetro, el cual es adecuado para métodos de riego que permiten mojar directamente una
gran superficie de suelo (bordes, regueros en contorno, aspersión).
El flujo radial es minimizado por medio de un área tampón alrededor del cilindro central. El
movimiento del agua es en dirección vertical hasta que pasa a la parte inferior de la orilla del
cilindro, desde donde puede producirse un flujo bidimensional, gobernado por el potencial
matricial del suelo.
Otra de las limitaciones que presenta el uso de cilindros es el problema del aire atrapado al
interior de la columna de suelo. La incapacidad del aire para escapar desde el suelo bajo
condiciones de flujo saturado, generalmente crea un cojín interno de aire que resulta en un
impedimento para el movimiento vertical del agua, resultando velocidades de infiltración
menores.
Cuando el suelo está inundado, el agua puede entrar uniformemente en el perfil, también puede
moverse ascendentemente en el perfil del suelo, desde una fuente inferior de agua libre.
Cuando se realiza un riego, la velocidad con la cual el agua entra al suelo disminuye con el
tiempo, hasta que se llega a una situación en la cual la velocidad de infiltración no varía con el
tiempo, denominándose ésta como Velocidad de Infiltración Estabilizada.
3.2. Infiltración:
Puede definirse como la entrada vertical (gravitacional), del agua en el perfil del suelo.
Cuando se realiza un riego la velocidad con que el agua entra al suelo disminuye con el tiempo
denominándose esta como velocidad de infiltración estabilizada el movimiento del agua dentro
del suelo se denomina percolación.
Los factores que más influyen son aspectos tales como: textura, estructura, materia orgánica,
pendiente, cubierta vegetal y rugosidad del terreno. Estos factores pueden ordenarse como:
Cuanto mayor sea la porosidad mayor será la velocidad de infiltración del agua en el Suelo o sea
en suelos de Textura fina, la velocidad de infiltración es menor que en suelos de textura gruesa.
La infiltración varía en proporción inversa a la humedad del suelo o sea en suelos húmedos, la
velocidad de infiltración es menor frente a suelos secos o suelo con menor humedad.
Una cubierta Vegetal natural aumenta la capacidad de infiltración en caso de terreno cultivado
depende del tratamiento que se le da al suelo, la cubierta vegetal densa favorece la infiltración
y dificulta el escurrimiento Superficial del Agua.
Es la lámina que se infiltra en un tiempo determinado este valor disminuye atreves del tiempo
hasta llegar hacer constante, la velocidad de infiltración se determina entre la lámina infiltrada
(centímetros o mm) entre el tiempo en el cual se produce dicha infiltración.
Es el ritmo en el cual el agua penetra a la masa de la tierra a través de la superficie del suelo.
𝑳
𝒊=
𝒕
Dónde:
Textura de suelo
𝑖 = 30𝑚𝑚/ℎ
Para suelo Arenoso Limoso:
𝑑(𝐼)
𝐼𝑖 = = 𝑎𝑏𝑡 𝑏−1 , (𝑐𝑚/𝑚𝑖𝑛)
𝑑(𝑡)
𝐼𝑖 = 60𝑎𝑏𝑡 𝑏−1
(𝑐𝑚/ℎ𝑟)
𝐼𝑖 = 𝑎𝑡 𝑏
Dónde:
𝒕 : Tiempo (min).
Es la lámina total que se ha infiltrado en el suelo en un tiempo determinado cuyo valor se calcula
integrando la Velocidad de infiltración Instantánea
𝑡
𝐼𝑎 = ∫ 𝑖 𝑑𝑡
0
𝑡
𝐼𝑎 = ∫ 𝑎𝑡 𝑏 𝑑𝑡
0
𝑎 𝑏+1
𝐼𝑎 = 𝑡
𝑏+1
(𝑐𝑚/ℎ𝑟) 𝐼𝑎 = 𝐴𝑡 𝐵
−1 < 𝑏 < 0
Sabiendo que:
𝑎
𝐴= ( )
𝑏+1
𝐵 = 𝑏+1
Dónde:
𝐼𝑎: Velocidad de infiltración acumulada, es la relación que existe entre la lámina acumulada y el
tiempo acumulado, en (cm/h).
𝑡 : Tiempo (min).
(ℎ𝑟)
𝑡𝑏 = −10𝑏
𝑡𝑏 = −600𝑏
(min)
𝑖 = 𝑎𝑡𝑏𝑏
𝑏
𝑖𝑏 = 𝑎(−10𝑏)(ℎ𝑟)
𝑏
𝑖𝑏 = 𝑎(−600𝑏)(ℎ𝑟)
Dónde:
𝒕 : Tiempo en el que se alcanza la infiltración básica en (min), cuando la diferencia de dos valores
consecutivos de velocidad, la infiltración básica es menor o igual al 10% de la velocidad de
infiltración instantánea.
La infiltración se define como el proceso por el cual el agua penetra por la superficie del suelo y
llega hasta sus capas inferiores. (Figura N° 1).
Muchos factores del suelo afectan el control de la infiltración, así como también gobiernan el
movimiento del agua dentro del mismo y su distribución durante y después de la infiltración.
(Vélez et al, 2002).
Si se aplica agua a determinada superficie de suelo, a una velocidad que se incrementa en forma
uniforme, tarde o temprano se llega a un punto en que la velocidad de aporte comienza a
exceder la capacidad del suelo para absorber agua y, el exceso se acumula sobre la superficie, o
escurre si las condiciones de pendiente lo permiten.
La capacidad de infiltración conocida también como “infiltrabilidad del suelo” es el flujo que el
perfil del suelo puede absorber a través de su superficie, cuando es mantenido en contacto con
el agua a la presión atmosférica. Mientras la velocidad de aporte de agua a la superficie del suelo
sea menor que la infiltrabilidad, el agua se infiltra tan rápidamente como es aportada y la
velocidad de aporte determina la velocidad de infiltración (o sea, el proceso es controlado por
el flujo). Sin embargo, una vez que la velocidad de aporte excede la infiltrabilidad del suelo es
ésta última la que determina la velocidad real de infiltración; de ese modo el proceso es
controlado por las características del perfil (Gurovich, 1985).
A saber:
𝑰 = 𝑲 𝒙 𝑻𝒏
Dónde:
T: Tiempo en minutos.
D = ∫t0I dT (2)
Dónde:
Por otra parte, la relación matemática que existe entre la velocidad de infiltración y el tiempo
está representada por una función exponencial inversa. Así también, cada cambio en las
características del suelo provocará instantáneamente un comportamiento singular del proceso
de infiltración, que obviamente se verá reflejado en una gráfica de estas variables. De esta
manera, es posible visualizar una familia de curvas de infiltración para cada tipo de suelo. Ver
figura N° 2
Para medir la Velocidad de Infiltración, existen varios métodos, entre ellos tenemos:
Método de Porchet.
Método de phillp.
Método de Horton.
Independiente de la utilidad práctica de cada uno de ellos, los infiltrómetros han sido más
recurrentemente utilizados, ya que requieren de menos equipos y materiales, y son más fáciles
de instalar y operar.
Este método se utiliza para determinar la velocidad de infiltración en suelos en los que
se establecerán métodos de riego, tales como acequias en contorno, bordes, tazas, aspersión y
goteo.
Además, la interfase entre el suelo y el lado del cilindro metálico puede causar una entrada
anormal de agua, resultando un mayor volumen de agua que se infiltra en un tiempo dado.
Otra de las limitaciones que presenta el uso de cilindros es el problema del aire atrapado al
interior de la columna de suelo. La incapacidad del aire para escapar desde el suelo bajo
condiciones de flujo saturado, generalmente crea un cojín interno de aire que resulta en un
impedimento para el movimiento vertical del agua, resultando velocidades de infiltración
menores.
Este método, conocido en la literatura francesa como método de Porchet (Kessler y Oosterbaan,
1977), consiste en escavar en el Suelo un hoyo Cilíndrico de radio “R” lo más regular posible y
se lo llena de agua hasta una altura de “h” La superficie a través del cual se infiltra el agua, en el
cual se mide el descenso del nivel del agua dentro del pozo a través del tiempo.
𝑺 = 2𝜋𝑅 𝑥 ℎ + 𝜋𝑅 2
𝑺 = 𝝅𝑹 (𝟐𝒉 + 𝑹)
Para un tiempo “dt”, la capacidad de infiltración (f) en el cual se produce un descenso dh del
Nivel del agua, se verifica que:
𝑹 𝟐𝒉𝟏 + 𝑹
𝒇= 𝒙 𝒍𝒏 ( )
𝟐(𝒕𝟐 − 𝒕𝟏 ) 𝟐𝒉𝟐 + 𝑹
Para determinar el valor de f (velocidad de infiltración) hasta medir pares de valores (h1, t1) y
(h2, t2), de forma que t1 y t2 no difieran demasiado y aplicar la expresión ya indicada.
Dónde:
f : Velocidad de Infiltración
h : Altura de Agua
F = ∫ f dt
𝟏 −𝟏/𝟐
𝒇= 𝑺𝒕
𝟐
Dónde:
S: Representa la Adsorción que es una función del potencial de succión del suelo.
K: conductividad hidráulica.
𝟏
𝑭 = ∫ ( 𝑺𝒕−𝟏/𝟐 + 𝑲) 𝒅𝒕
𝟐
𝑭 = 𝑺𝒕−𝟏/𝟐 + 𝒌𝒕
3.7.4. Método de la ecuación de Horton:
En 1933 Horton encontró la fórmula que relaciona la capacidad de infiltración del agua en el
suelo definiendo la capacidad de infiltración como la capacidad máxima que el suela pueda
absorber el agua de riego o de lluvia
𝒇 = 𝒇𝒄 + (𝒇𝟎 − 𝒇𝒄 )𝒆−𝒌𝒕
Dónde:
(𝒇𝟎 − 𝒇)𝒄
𝑭 = 𝒇𝒄𝒕 + (𝟏 − 𝒆−𝒌𝒕 )
𝒌
El proceso de infiltración puede continuar sólo si hay espacio disponible para el agua adicional
en la superficie del suelo. El volumen disponible para el agua adicional depende de la porosidad
del suelo y de la tasa a la cual el agua antes infiltrada puede alejarse de la superficie a través del
suelo. La tasa máxima a la que el agua puede entrar en un suelo se conoce como capacidad de
infiltración. Si la llegada del agua a la superficie del suelo es menor que la capacidad de
infiltración, toda el agua se infiltrará. Si la intensidad de precipitación en la superficie del suelo
ocurre a una tasa que excede la capacidad de infiltración, el agua comienza a estancarse y se
produce la escorrentía sobre la superficie de la tierra, una vez que la cuenca de almacenamiento
está llena. Esta escorrentía se conoce como flujo terrestre hortoniano. El sistema hidrológico
completo de una línea divisoria de aguas se analiza a veces usando modelos de transporte
hidrológicos, modelos matemáticos que consideran la infiltración, la escorrentía y el flujo de
canal para predecir las tasas de flujo del río y la calidad del agua de la corriente.
Robert E. Horton (1933) sugirió que la capacidad de infiltración rápidamente disminuía durante
la fase inicial de una tormenta y luego tendía hacia un valor aproximadamente constante
después de un par de horas. El agua antes infiltrada llena los almacenes disponibles y reduce las
fuerzas capilares que hacen entrar el agua en los poros. Las partículas de arcilla en el suelo
pueden hincharse cuando se mojan, y así reducen el tamaño de los poros. En áreas donde la
tierra no está protegida por una capa de residuos forestales, las gotas de lluvia pueden separar
las partículas del suelo superficial y lavar las partículas finas en los poros superficiales, lo que
puede impedir el proceso de infiltración.
IV. CONCLUSIONES
V. BIBLIOGRAFIA
http://poseidon.unalmed.edu.co/materias/hidrologia.html
http://poseidon.unalmed.edu.co/materias/hidrologia.html
SEMESTRE 2018 II