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· Nicolás Achúcarro
· Máquinas conscientes
Placer y amor
2o trimestre 2003
SUMARIO Abril de 2003
Nº 3
ZEFA / MASTERFILE
Placer
y amor
12 Sentido de la orientación 68 Interpretación psicoanalítica
en el espacio de los sueños
Eberhard R. Horn Marianne Leuzinger-Bohleber
¿Llegará el día en que el hombre se esta- Desde sus comienzos, se ha acusado al psi-
blezca en el espacio? coanálisis de carecer de las condiciones
que definen al método científico, de ser pura
20 Neuronas, hormonas literatura.
y vuelos espaciales
Luis Miguel García Segura y Daniel García 74 Psicología del deporte
Ovejero Jan-Peters Janssen
Las ratas que crecieron en condiciones de Disparan a la portería, corren apresurados
microgravedad durante la misión Neurolab por los bosques, saltan para caer en un
presentaron alteraciones permanentes en foso de arena o levantan pesos hasta que
las neuronas encargadas de la secreción de los huesos crujen.
hormonas que controlan funciones vitales.
58 Amor en imágenes
Andreas Bartels y Semir Zeki
Mediante técnicas de formación de imágenes, el investigador observa en el cerebro
que el amor trastoca nuestra vida sentimental.
66 Amor juvenil
Inge Seiffge-Krenke
Cuando los hijos caminan por las sendas del amor, a los padres sólo les queda a
menudo un recurso: confiar en ellos.
SECCIONES
ENCEFALOSCOPIO SYLLABUS
5
Cromosoma 14. Narcisismo newtoniano. La estan-
cia china y el computador. Vida pautada. Arritmias.
Vista y oído, por el mismo camino. Origen de la
88 Neurotransistores
Los futuristas sueñan en un mañana de hombres
con neurochips implantados. Los pasos dados en
agricultura. Inteligencia maquiavélica. La obesi- la investigación ponen sordina a un campo que,
dad de los ricos. Primates y cultura. Percepción: no obstante, se mueve.
manténgase la distancia.
LIBROS
RETROSPECTIVA
42
La competición perfecta
¿Qué impulsa a los deportistas de elite a dar el
máximo rendimiento? Mente y cerebro conversa con
94 Idea
y libertad
96
Psicoterapia en la red
MENTE, CEREBRO Y SOCIEDAD ¿Puede sustituir la pantalla del ordenador al diván?
Mientras llega la reglamentación jurídica, un grupo
EDITA
Prensa CientÌfica, S. A. Muntaner, 339 pral. 1.a
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PSME1
OR4N2
OR4N5
MNP14
CPNE6
OR4K2
OR4K5
OR4K1
OR4E2
OR4L1
OXA1L
THTPA
LTB4R
APEX
IL17E
PCK2
ANG
NP
C on éste ya son cuatro los cromosomas humanos
cuya secuencia génica ha pasado de borrador a
limpio. Le precedieron los cromosomas 20, 21 y 22.
El cromosoma 14, uno de los cinco acrocéntricos del
genoma humano, consta de 87.410.661 pares de
bases, 1050 genes y fragmentos génicos, más 393
pseudogenes. (Llámanse pseudogenes las secuen-
cias que guardan un estrecho parentesco con genes
funcionales, si bien han sufrido una alteración que les
impide expresarse.) Encierra una sesentena larga de
genes asociados a enfermedades importantes: apa-
rición precoz de Alzheimer, síndrome de Usher, car-
diopatías y defectos de la visión y audición.
Narcisismo newtoniano
N o es infrecuente ver la fotografía de los autores en las sola-
pas de los libros. Parece obligada la del biografiado cuando
se trata de un escrito de ese género. Pero, ¿qué puede añadir a
su obra la cara o la mirada de un científico? De Newton se repite
que desdeñaba la fama y no mostraba interés por los cuadros
de sí mismo. Aseveración que no acaba de encajar con la abun-
dante iconografía de su persona, una veintena de bustos y retra-
tos, varios de ellos pagados por él mismo. Colgó algunos en su
propia mansión londinense; en el comedor colocó una placa de
marfil, que los invitados podían contemplar para admirar el buen
gusto (y la riqueza) del dueño.
Arritmias
E n el control del cerebro, del sistema nervioso y del corazón interviene un
flujo de corriente eléctrica que cruza las membranas celulares. Si nos
fijamos en el corazón, late unas 100.000 veces al día; cada latido requiere
una pauta regular y coordinada de contracción muscular que viene promo-
vida por una actividad eléctrica sintonizada con suma finura. Si esa caden-
cia rítmica se desbarata, se altera el bombeo cardíaco o se interrumpe lisa
y llanamente. Se conocen varios defectos moleculares con capacidad sufi-
ciente para producir episodios de muerte cardíaca súbita. Todos se refieren
a proteínas vinculadas a procesos de transporte iónico; las mutaciones su-
fridas por las mismas provocan ese fatal desenlace al desestabilizar la acti-
vidad eléctrica. De acuerdo con una investigación reciente entre miembros
de una misma familia que padecen un trastorno hereditario, la arritmia car-
díaca QT de tipo 4, podría causar el mismo efecto otra proteína. Se trataría
de una mutación en la anquirina B, una proteína estructural que hinca los
transportadores iónicos en las membranas celulares.
Origen de la agricultura
D e acuerdo con la tesis admitida, la agricultura del Nuevo Mundo
habría aparecido, hace entre 7500 y 9000 años, en los altiplanos
secos de México y América Central. Para determinar cuándo una planta
se domesticó, disponemos, desde 1967, de un crisol harto fiable: el
aumento perceptible del tamaño de las semillas cultivadas, compara-
das con otras silvestres locales. Dolores Piperno y Karen E. Stother han
rastreado suelos arqueológicos de América Central y del Sur en busca
de fitolitos microscópicos (cristales vegetales), finos granos de almidón
procedentes de plantas domésticas y polen fósil . Estas muestras micros-
cópicas corresponden, exponen en un número reciente de Science, a
las primeras plantas domésticas. Con las nuevas técnicas de datación
por espectrometría de masas, se ha fijado la domesticación de la cala-
baza en Ecuador hace 12.000 años. Una fecha que coincidiría, si no
antecedería, a la agricultura del altiplano. Por tanto, la agricultura podría
haber surgido primero o independientemente en tierras bajas húmedas.
Primates y cultura
L a posesión y transmisión social de formas culturales sólo se cono-
cía, fuera del hombre, en el chimpancé. Un estudio reciente mos-
traba que también los orangutanes de Borneo y Sumatra (Pongo
pygmaeus) desarrollan expresiones de cierto comportamiento ela-
borado que pasan de una generación a otra. Se refieren, entre otros,
al empleo de útiles (hojas a modo de baberos y palitos para extraer
las semillas del fruto de Neesia), comportamiento que mostraba dife-
rencias geográficas del tenor de las que cabría esperar en el supuesto
de que fueran conductas transmitidas por la sociedad. Apoyados en
esas observaciones, Carel van Schaik y su equipo, de la Universidad
de Duke, proponen que las culturas asimilables a las humanas se
iniciaron hace ya por lo menos 14 millones de años, límite temporal
que señala la diversificación de orangutanes y chimpancés. A dife-
rencia de la cultura propia de humanos, no parece, sin embargo, que
esos simios mejoren lo alcanzado.
José María López Piñero riÛ un perfecto dominio de la lengua ale- fisiolÛgica, interes·ndose especialmen-
mana, que le permitiÛ conocer direc- te en los problemas del funcionalismo
N
acido en Bilbao en el seno de una tamente la medicina centroeuropea. De endocrino, y sobresaliÛ tambiÈn en sus
familia de la alta burguesÌa, la regreso a EspaÒa, comenzÛ en 1897 a cur- estudios de anatomÌa con OlÛriz, obte-
formaciÛn inicial de Nicol·s sar medicina en la Universidad de Ma- niendo los premios destinados a los alum-
Ach˙carro fue muy cuidada. EstudiÛ en drid. Durante los primeros cursos, tuvo nos de la disciplina, mientras que enton-
el Instituto VizcaÌno, de su ciudad natal, a Santiago RamÛn y Cajal como cate- ces fue muy escasa su relaciÛn con Cajal.
donde tuvo entre sus profesores a Miguel dr·tico de histologÌa, a Federico OlÛriz De acuerdo con la coyuntura histÛrica
de Unamuno, y a continuaciÛn en el de anatomÌa y a JosÈ GÛmez OcaÒa de (1898), el joven Ach˙carro consideraba
Gymnasium de Wiesbaden, en el que fisiologÌa. En el laboratorio de GÛmez a EspaÒa desde una actitud profunda-
mejorÛ su preparaciÛn cultural y adqui- OcaÒa se iniciÛ en la experimentaciÛn mente pesimista y, por otra parte, las re-
vistas alemanas de anatomÌa y fisiolo-
gÌa que ya consultaba le servÌan de
contraste para juzgar todavÌa m·s dura-
mente su actividad cientÌfica. En con-
secuencia, tras aprobar los dos primeros
cursos, se trasladÛ en otoÒo de 1899 a la
Universidad de Marburg, donde perfec-
cionÛ durante medio aÒo su formaciÛn
en patologÌa general, fisiologÌa y bio-
quÌmica.
Reanudados sus estudios en Madrid,
cursÛ como alumno libre los tres ˙ltimos
aÒos de la licenciatura. Su formaciÛn
clÌnica la adquiriÛ en el servicio que diri-
gÌa Juan Madinaveitia en el Hospital
General. A travÈs de Madinaveitia y de
Francisco Giner de los RÌos ócon el que
tuvo autÈntica amistadó entrÛ Ach˙carro
Eberhard R. Horn y quiz·s incluso sobre las funciones supe- tema nervioso, desde las neuronas hasta
riores de nuestro cerebro? la psique. øPuede entonces el tejido ner-
E
l aÒo 2001 ha quedado atr·s y El ser humano percibe la gravitaciÛn vioso compensar la ingravidez y acos-
todavÌa no hemos vivido nin- (vÈase el recuadro ìLa supresiÛn de la tumbrarse a ella? En busca de una res-
guna odisea en el espacio. Pero gravedadî) gracias a un Ûrgano situado puesta, Bruce McNaughton, de la
m·s vale tarde que nunca; quiz· en el oÌdo interno. AquÌ se alojan los Universidad de Arizona en Tucson, inves-
sea sÛlo una cuestiÛn de tiempo y el hom- otolitos, unos cristales de carbonato c·l- tigÛ las neuronas localizadoras del cere-
bre consiga alg˙n dÌa volar a otros pla- cico. Su posiciÛn en el Ûrgano depende bro de las ratas. Se trata de unas cÈlulas
netas e incluso colonizar el espacio. de la postura moment·nea del cuerpo en nerviosas que sÛlo se activan cuando el
Cuando eso llegue habr· de soportar el espacio. Mediante la fuerza de la gra- animal se detiene en un lugar concreto.
durante m·s tiempo la ingravidez y quiÈn vedad, estos cristalitos doblan los cilios De esta forma, elabora ìmapas espacia-
sabe si pasar· largos perÌodos en este rectos de las cÈlulas sensoriales de dicho lesî en el cerebro, es decir, representa-
estado; por ejemplo, durante los vuelos Ûrgano y los excitan. El cerebro identi- ciones del entorno que le ayudan a orien-
interestelares o en las estaciones espa- fica las cÈlulas sensoriales activadas y tarse. Para ello, las neuronas localizadoras
ciales. øEn quÈ nos estamos, de verdad, deduce en quÈ posiciÛn nos encontra- colaboran con otras cÈlulas nerviosas
aventurando? øPodrÌan el hombre u otros mos con respecto al campo gravitatorio. que representan las distintas direccio-
organismos prolongar su existencia en Para nuestra sorpresa, el hombre y los nes de la cabeza. Cuando una rata intenta
condiciones tan insÛlitas? øNo tendrÌa animales se desenvuelven muy bien sin orientarse, mueve la cabeza para que
esta experiencia repercusiones negati- la fuerza de la gravedad, aunque su ausen- reaccionen los Ûrganos del sentido pos-
vas a largo plazo sobre nuestro cuerpo cia influye en todos los planos del sis- tural. Si advertimos que estos Ûrganos
NASA
VUELO EN PICADO. Este avión especial recrea la ingravidez EN EL ESPACIO. Las lanzaderas son idóneas para los
durante fases de medio minuto aproximadamente. experimentos prolongados.
La gravitación es la propiedad que tienen todos los cuer- recrean el estado de ingravidez para realizar experimentos
pos de atraerse mutuamente en razón de su masa. La fuerza neurobiológicos.
de la gravedad terrestre obedece a la gravitación de la Tierra Dentro del campo gravitatorio de la Tierra, la ingravidez tan
y de los cuerpos situados en su campo de atracción. Se sólo se produce en la caída libre. Con las torres de caída
denomina también aceleración terrestre y se representa con libre se logran períodos de hasta 4 segundos y medio sin
la letra g . La ingravidez ( g cero) se define como la ausen- gravedad. De esta forma, los científicos pueden estudiar pro-
cia aparente de la fuerza de gravitación. Los investigadores cesos que se establecen y se desarrollan con rapidez, como
el procesamiento de la señal en las células sensoriales. En
los vuelos parabólicos los aviones preparados al efecto se
elevan y descienden en picado, dibujando una parábola. Cuando
el avión alcanza el segmento superior de la parábola, per-
manece en condiciones de ingravidez durante 20 a 30 se-
gundos. Estos vuelos no sólo permiten llevar a cabo experi-
mentos completos con reacciones de desarrollo rápido, sino
también estudiar las reacciones del equilibrio o los movi-
mientos oculares humanos. Asimismo, pueden prepararse
de este modo experimentos idóneos para el espacio exte-
rior, que exigen fases más prolongadas de ingravidez, y eva-
luar la idoneidad de algunos instrumentos experimentales
en el espacio.
No obstante, se precisan vuelos orbitales más largos —ya
sea en naves tripuladas o en satélites de exploración autó-
nomos— para estudiar procesos lentos o constantes, como
el desarrollo y el envejecimiento del sistema nervioso o los
ritmos biológicos. En estos vuelos, la nave espacial da vuel-
tas alrededor de la Tierra a una altura entre 300 y 500 km.
En el sentido estricto de la palabra, no se puede hablar de
UNIVERSIDAD DE BREMEN
NASA
EBERHARD HORN
tinuo; el sistema incluye un dispositivo automático que con-
duce los alimentos a los reservorios pertinentes. Si se produce
una concentración peligrosa de sustancias nocivas, la tri-
pulación puede sustituir el contenedor con los residuos. El
corazón de este sistema es una unidad de control electró- AUTARQUIA. En un miniacuario como el de la fotografía,
nico que puede manejarse desde la Tierra durante el vuelo. pueden desarrollarse los embriones de los peces y las ranas
Se han analizado todos los componentes y se han obtenido durante un máximo de 2 semanas sin necesidad de
resultados satisfactorios: el miniacuario se evaluó en el espa-
cio y las bombas, en la Tierra. Al igual que en todos los alimentarlos. Durante el vuelo espacial, el miniacuario se aloja
experimentos espaciales, el calendario está dictado por los en un contenedor. Conviene que una de las paredes sea
proyectos de vuelo. transparente para poder filmar el miniacuario durante el vuelo.
mediante este aumento de la sensibili- rimentos prolongados en los que se inducido por el giro (abreviado rVOR,
dad, el Ûrgano del equilibrio busque una suprima la fuerza de la gravedad. seg˙n las siglas sajonas). Por animales
estimulaciÛn que le permita determinar Se han planteado tres preguntas, que de experimentaciÛn escogimos ranas
la posiciÛn del cuerpo en el espacio. todavÌa no tienen respuesta: de uÒas y percas. En 1993 (Spacelab-
Las investigaciones sobre este tema ï øRepercute la ingravidez en el desarro- Mission D-2 alemana) y en 1997 (Shuttle-
efectuadas por mi grupo de la Universi- llo del sentido de la posiciÛn? to-Mir-Mission SMM-06), pusimos en
dad de Ulm se basan en un descubrimien- ï øHay alguna etapa de la vida en la que Ûrbita a un grupo de estos vertebrados
to de Torsten Wiesel y David Hubel, de no ejerza ning˙n efecto? en distintas fases de desarrollo. Las me-
la facultad de medicina de Harvard: deter- ï øSon irreversibles las alteraciones sufri- diciones se efectuaron nada m·s regre-
minadas neuronas de la corteza visual del das en el espacio? sar a la Tierra, pues con la ingravidez se
cerebro de los gatitos no se desarrollan El sentido de la postura atravesarÌa, pierde el rVOR.
correctamente si no reciben impresio- en efecto, un perÌodo crÌtico si la respues- La supresiÛn de la gravedad influye cla-
nes visuales en un perÌodo concreto de ta a estos tres interrogantes fuera afir- ramente en el desarrollo del reflejo ocu-
la vida. Entre tanto, se ha demostrado mativa. lar est·tico de los peces y las ranas, aun-
que todos los sentidos atraviesan estos En nuestros experimentos espaciales que cada especie reacciona de forma
ìperÌodos crÌticosî durante su desarro- ófinanciados por el Centro Alem·n de peculiar. Tras permanecer fuera del campo
llo. Han sido los viajes espaciales los Aeron·utica y Cosmon·uticaó estu- gravitatorio, el reflejo de los renacuajos
que han permitido investigar si el sen- diamos un movimiento ocular desenca- fue m·s ligero que el de los congÈneres
tido postural tambiÈn muestra una fase denado con los cambios de posiciÛn y que continuaron en la Tierra, mientras que
sensible de estas caracterÌsticas: en la contrario a Èstos. Los expertos lo deno- el reflejo de las larvas de los peces resultÛ
Tierra no es posible llevar a cabo expe- minan reflejo oculovestibular est·tico o m·s pronunciado. Es de suponer que los
Bibliografía complementaria
NEUROWISSENSCHAFTLICHE FORSCHUNG UNTER
SCHWERELOSIGKEIT. E. R. Horn, en Lexicon
der Neurowissenschaft. Spektrum Akade-
mischer Verlag; Heidelberg, 2001.
M ENSCH , L EBEN , S CHWERKRAFT, KOSMOS .
Dirigido por H. Rahmann y K. A. Kirsch.
Verlag Günter Heimbach; Stuttgart, 2001.
T HE N EUROLAB S PACELAB M ISSION . J. C.
Buchey y J. L. Homick, en Neuroscience
Research in Space; Houston, NASA, 2002.
Luis Miguel García Segura microgravedad [vÈase ìEl cerebro en el a la respuesta obtenida podr· decidirse
y Daniel García Ovejero espacioî, por Javier de Felipe en MEN- sobre la viabilidad de tales colonias y
TE Y CEREBRO, n˙mero 1, octubre 2002]. conocerse si el nacimiento en ellas impe-
C
on la creaciÛn de la EstaciÛn Los cientÌficos espaÒoles participantes en dir· la readaptaciÛn a la Tierra.
Espacial Internacional y el este proyecto analizaron el efecto de un Quiz·s algunos piensen que no es un
impulso de nuevos programas vuelo espacial en animales en desarrollo tema urgente. Suelen mostrarse asÌ quie-
de exploraciÛn planetaria, se y sus posibles consecuencias a largo plazo nes no prevÈn la velocidad con que ope-
han proyectado viajes tripulados de larga sobre la estructura y funciÛn del cerebro. ran los cambios tÈcnicos. En todo caso,
duraciÛn y estancias prolongadas en el La investigaciÛn se desarrolla pen- el proyecto Neurolab sirve tambiÈn para
espacio. Estos nuevos proyectos han sando en el posible establecimiento de comprender las consecuencias que tiene
aumentado el interÈs por conocer mejor colonias de seres humanos fuera de la para el cerebro una alteraciÛn de las con-
los efectos de los vuelos espaciales y la Tierra. PodrÌamos enunciar la cuestiÛn diciones ambientales normales durante
microgravedad sobre el hombre y los general que subyace bajo tales estudios el desarrollo. Y Èste no es un asunto sobre
animales. de una forma parecida a Èsta: øpuede futuribles, sino una cuestiÛn de impor-
El proyecto Neurolab supuso la posi- adaptarse a la vida en la Tierra el cere- tancia vital para comprender muchas de
bilidad de realizar estudios especÌficos bro de un niÒo que nace en el espacio, en las enfermedades y disfunciones del sis-
sobre el sistema nervioso de animales en condiciones de microgravedad? Merced tema nervioso.
CONTROL R + 0 CONTROL R + 18
VUELO R + 0 VUELO R + 18
50.000
OXITOCINA los cientÌficos norteamericanos dedica-
CELULAS/mm3
ron al estudio del cerebro en animales
sometidos a un vuelo espacial iban en la
40.000 misma direcciÛn. El estudio, en 1975, del
hipot·lamo de ratones que volaron en el
Apolo XII, demostrÛ que el n˙cleo celu-
lar de las neuronas del n˙cleo supraÛp-
30.000 tico era, en ellos, significativamente
mayor que en los ratones control que
* permanecieron en tierra. Es m·s, en 1993
se detectÛ un incremento en la translo-
20.000 * caciÛn de arginin-vasopresina desde el
hipot·lamo al lÛbulo posterior de la hipÛ-
fisis en ratas, tras un vuelo espacial de
nueve dÌas, durante la misiÛn Ciencias
10.000 de la Vida en el Espacio-1 (SLS-1). Este
cambio tardÌo en la liberaciÛn de argi-
nin-vasopresina se atribuyÛ a un epi-
sodio de estrÈs agudo, probablemente
CONTROL VUELO CONTROL VUELO ocurrido durante el aterrizaje, o tras el
R+0 R+0 R+18 R+18 mismo. TambiÈn se detectÛ, en los pro-
4. DIFERENCIAS ENCONTRADAS en el número de neuronas que expresan oxitocina pios astronautas, un incremento en los
niveles de arginin-vasopresina en plasma
en el núcleo supraóptico de las ratas del grupo control y del grupo de vuelo
durante y despuÈs del vuelo.
sacrificadas en el día del aterrizaje (R + 0) o 18 semanas más tarde (R + 18). El histograma Los resultados dispares obtenidos en
muestra la disminución en la expresión de oxitocina inducida por el vuelo espacial. los distintos estudios pueden deberse,
Nótese que el número de neuronas que expresan oxitocina no se ha recuperado en parte, a diferencias metodolÛgicas;
plenamente a las 18 semanas después del aterrizaje. Los asteriscos indican diferencias pero pueden tambiÈn reflejar el efecto
significativas respecto a los animales control. del estrÈs agudo durante el aterrizaje,
que enmascararÌa los efectos de la micro-
gravedad sobre el hipot·lamo.
neurohipofisario aumentaba en los vue- pot·lamo-hipofisario de ratas sacrifica- Los experimentos de simulaciÛn de
los espaciales. Fueron asimismo inves- das el segundo dÌa despuÈs de un vuelo microgravedad no ayudan mucho a acla-
tigadores soviÈticos quienes mostraron espacial. Los cambios eran reversibles; rar el panorama. En primer lugar, es muy
en 1976 rasgos morfolÛgicos que apun- se volvÌa a los niveles normales antes del difÌcil demostrar fehacientemente que
taban a un incremento de la actividad vigÈsimo sÈptimo dÌa despuÈs del ate- un modelo de simulaciÛn cumple las con-
celular en el sistema neurosecretor hi- rrizaje. diciones y contempla las variables que
intervienen en la secreciÛn hormonal en
condiciones de microgravedad. Bien es
40.000 verdad que hay numerosos resultados
ARGININ-VASOPRESINA
CELULAS/mm3 derivados del tipo de prueba empleado
ósuspensiÛn, inmovilizaciÛn, inmer-
siÛn o sometimiento a distintos grados
30.000 de inclinaciÛn corporaló, pero tenemos
que ser muy cuidadosos a la hora de valo-
rarlos.
20.000 El núcleo supraóptico
en la misión Neurolab
Mientras que todos los estudios men-
* cionados se refieren a ratas o astronau-
10.000 tas adultos, la misiÛn Neurolab aportÛ
la posibilidad de conocer la repercusiÛn
de un vuelo especial en el desarrollo del
cerebro.
CONTROL VUELO CONTROL VUELO En el marco de la misiÛn, nos corres-
R+0 R+0 R+18 R+18
pondÌa a nosotros determinar si se pro-
5. DIFERENCIAS ENCONTRADAS en el número de neuronas que expresan arginin- ducÌan modificaciones de alg˙n tipo en
vasopresina en el núcleo supraóptico de las ratas del grupo control y del grupo de
el n˙cleo supraÛptico de ratas jÛvenes.
En caso de que fuera asÌ, nos importaba
vuelo sacrificadas en el día del aterrizaje (R + 0) o 18 semanas más tarde (R + 18). El
tambiÈn conocer si los cambios produ-
histograma muestra la disminución en la expresión de arginin-vasopresina inducida cidos eran permanentes o revertÌan al
por el vuelo espacial. El número de neuronas que expresan arginin-vasopresina cabo de un tiempo de recuperaciÛn des-
se ha recuperado plenamente a las 18 semanas después del aterrizaje. puÈs de volver a la Tierra.
Efectos reversibles
y efectos permanentes
sobre el núcleo supraóptico
El examen macroscÛpico y microscÛ-
pico del hipot·lamo de las ratas some-
tidas al vuelo espacial no revelÛ ano-
malÌas relevantes en lo que se refiere a
la estructura y morfologÌa del n˙cleo
supraÛptico. Esto nos permite conside-
rar el resto de resultados obtenidos adap-
taciones fisiolÛgicas y no respuestas
patolÛgicas derivadas de un defecto
CONTROL 2 VUELO 2 estructural o de alguna anomalÌa celu-
lar causadas por la microgravedad.
Tras el estudio detenido de nuestras
preparaciones, observamos una dismi-
nuciÛn significativa de la expresiÛn de
oxitocina y de vasopresina en las neu-
ronas magnocelulares del grupo de vuelo.
Ante esos resultados cabe dos posibles
explicaciones. Quiz·s exista una dismi-
nuciÛn real de la sÌntesis de hormonas,
por cuya razÛn se detecta menos con-
centraciÛn de las mismas. Tal interpre-
taciÛn se hallarÌa de acuerdo con la idea
de Gazenko, quien sugerÌa que el vuelo
espacial causarÌa una disminuciÛn en la
actividad del n˙cleo supraÛptico.
Pero admiten tambiÈn una interpreta-
ciÛn alternativa: el menor contenido hor-
monal en ambos tipos neuronales podrÌa
deberse a que, una vez sintetizadas, la
CONTROL 3 VUELO 3 oxitocina y la vasopresina han sido libe-
radas ya en la neurohipÛfisis, para lle-
8. EJEMPLOS DE NUCLEOLOS de neuronas del núcleo supraóptico de tres animales var a cabo su funciÛn fisiolÛgica. Dicho
en modo metafÛrico, un lavabo puede
del grupo de vuelo y de tres animales del grupo control. El aumento de volumen y los
vaciarse m·s r·pido debido a que se ha
cambios operados en la configuración del nucleolo como consecuencia del vuelo cerrado el grifo o a que se ha agrandado
espacial revelan una mayor actividad transcripcional. el desag¸e.
ESTIMULACION DE DESCENSO
BARORRECEPTORES DE AVP
PERDIDA
DE AGUA
AUMENTO MODERADO AUMENTO
DE PRESION VENOSA EXCRECION FALSA
CENTRAL RENAL (Na+) HOMEOSTASIS
VOLUMEN (ORGANISMO,
SANGUINEO EN EN REALIDAD,
CABEZA Y TORAX DESHIDRATADO E
(FALSA HIPERVOLEMIA) MAREO ESPACIAL NAUSEAS HIPOVOLEMICO)
DISMINUCION
INGESTA DE
LIQUIDOS
INHIBICION
EDEMA EXTRACELULAR DEL CENTRO
DE LA SED
REDISTRIBUCION
DE LOS LIQUIDOS
CIRCULANTES
LUIS MIGUEL GARCIA SEGURA Y DANIEL GARCIA OVEJERO
1 DESPEGUE
Beatrix Benz y Stephan Neuhauss fecunda. Se procede de esa forma ruti- mundo. Se dispone ya de amplias colec-
naria con la esperanza de que, entre la ciones de mutantes genÈticos; el Instituto
L
os peces cebra no son muy exi- progenie, aparezcan individuos dignos Max Plank de BiologÌa Evolutiva de
gentes. Ni les deleita una m˙si- de estudio genÈtico, embrionario, fisio- T¸bingen cuenta, por sÌ solo, con unas
ca suave, ni muestran especial lÛgico o de cualquier otro nivel. En nues- 400 variedades diferentes.
sensibilidad por la luz tenue. tro laboratorio de Zurich y en el que Danio rerio, su denominaciÛn linnea-
Basta con que un puÒado de algas arti- dirige Teresa Nicolson en T¸bingen, nos na, entrÛ en la historia de la investiga-
ficiales flote en la pecera para que la servimos de los peces cebra para inves- ciÛn genÈtica a comienzos del decenio
pareja se sienta a gusto. Su propio lecho tigar ciertas enfermedades responsables de los setenta, de la mano de George
nupcial se reduce a una sencilla batea de de sordera y ceguera en el hombre: la reti- Streisinger, de la Universidad de OregÛn.
pl·stico cuyo tamaÒo apenas alcanza la nitis pigmentosa, que origina el des- Hasta entonces Streisinger se habÌa cen-
mitad de una caja de zapatos. Y como prendimiento de retina, o el sÌndrome de trado en el estudio de los genes de los
tal, reposa en una estanterÌa met·lica del Usher 1-B, asociado a la sordera total o bacteriÛfagos, virus que se multiplican
cuarto de los peces de la Universidad de parcial congÈnitas. en las bacterias. PensÛ en extender su
Zurich. El pez cebra, pariente de la carpa, se campo de trabajo, tomar por modelo un
Al atardecer se llevan allÌ los candi- ha convertido, de un tiempo a esta parte, vertebrado primitivo. AsÌ dio con el pez
datos al apareamiento. Por la maÒana la en uno de los animales de laboratorio pre- cebra. De escasos centÌmetros, resulta,
hembra pone los huevos y el macho los feridos por los investigadores de todo el en efecto, ideal para la genÈtica pros-
a b c
STEPHAN NEUHAUSS/ ETH ZÜRICH
Test auditivo
En la Universidad de T¸bingen Teresa
Nicolson y su equipo trabajan en otro sis-
tema sensorial del pez cebra: el auditi-
vo. Las larvas perciben los sonidos. Pero
la biÛloga se ha hecho con un amplio
repertorio de mutantes que oyen mal o
3. Imagen de un minicarrusel con rayas. Mediante este aparato las larvas del pez cebra
son sordos.
En lÌneas generales el oÌdo del pez
ponen de manifiesto su capacidad visual. funciona igual que el humano. Las ondas
sonoras inciden sobre una membrana
situada en el interior del oÌdo cuyas osci-
pronto. Un dÌa despuÈs de la fecunda- distingue entre claridad y oscuridad. Para laciones son convertidas en impulsos
ciÛn, se evidencia la estructura tÌpica estar seguro de que nos hallamos ante elÈctricos por las cÈlulas sensoriales pilo-
del cuerpo de los vertebrados: la dispo- un sistema visual desarrollado, la larva sas. Los peces disponen, adem·s, de la
siciÛn de la cabeza y de los ojos, asÌ debe registrar tambiÈn determinados lÌnea lateral. Desde un prisma evolutivo,
como la chorda dorsalis allÌ donde pos- patrones de movimientos o colores. este Ûrgano sensorial procede de las mis-
teriormente aparecer· la columna ver- AsÌ las cosas, acometimos una inves- mas estructuras que el oÌdo interno; en
tebral. Esta hilera de cÈlulas sometidas tigaciÛn que nos permitiera determinar consecuencia, dispone tambiÈn para su
a presiÛn ser· la encargada de estabili- si en la larva operaba o no el nistagmo funcionamiento de cÈlulas pilosas. Con
zar el cuerpo. Al cabo de otros cuatro optocinÈtico. Esta reacciÛn es tÌpica de este aparato sensorial situado a lo largo
dÌas, se han desarrollado los ojos y sus los vertebrados y se da de forma parti- de uno y otro lado del cuerpo los peces
conexiones con el cerebro, hasta el punto cularmente manifiesta en la especie captan los movimientos del agua, por
de que pueden reconocer formas, colo- humana. Se observa, por ejemplo, en los insignificantes que sean. Si las larvas
res y movimientos. Puede empezar la viajeros de un tren que fijan su mirada sufren de pronto un cambio de presiÛn,
investigaciÛn del sistema visual. en el paisaje que va pasando: sus ojos reaccionan con un reflejo vibratorio ac˙s-
tiemblan. Primero siguen con parsimo- tico de temor. La misma reacciÛn puede
Tests visuales nia los objetos y luego vuelven r·pida- desencadenarse dando un simple golpe
øCÛmo podemos saber si un pez est· o mente a la posiciÛn de partida. De esta en la placa de Petri: s˙bitamente, las lar-
no ciego? Antes de responder conviene forma la imagen visual captada por la vas empiezan a nadar hacia el borde.
avanzar una matizaciÛn. Para aseverar retina queda estabilizada por breve tiempo Pero los individuos genÈticamente
que un animal ìveî no basta saber que y puede ser procesada por el cerebro. modificados con defectos en la percep-
FENOTIPO MUTANTE
Bibliografía complementaria
A F IN - DE -S IÈCLE ACHIEVEMENT: C HARTING
N EW WATERS IN V ERTEBRATE B IOLOGY .
D. J. Grunwald, en Science, vol. 274, pági-
na 1634; 1996.
Cuando se emprende la investigación del oído y los genes que lo regulan, se GENES FROM ZEBRAFISH SCREEN. N. Holder
empieza por comparar la dotación genética de un individuo sano con la de y A. McMahon, en Nature, vol. 384, pági-
uno sordo. ¿Cómo identificar a un pez sordo? Se coloca un pez macho —el na 515; 1996.
animal F 0— en un líquido con una sustancia química que daña el material G ENETIC DISORDERS OF VISION REVEALED BY
genético de los espermatozoides ( cruz blanca ). Los investigadores confían en A B EHAVIORAL S CREEN OF 400 E SSENTIAL
que con ello resulte también dañado un gen que desempeñe una función esen- LOCI IN ZEBRAFISH. S. C. Neuhauss et al., en
cial para el oído. Puesto que cada espermatozoide es potencialmente porta- Journal of Neuroscience, vol. 19, n. o 19, pági-
dor de otras patologías, los descendientes del macho F0 diferirán entre sí. Por na 8603; 1999.
otra parte, en muchos casos el correspondiente gen materno actuaría com-
pensatoriamente y la lesión no se manifestaría. Para impedir esta compensa- MARINER IS DEFECTIVE IN MYOSIN VIIA: A
ción y conseguir un animal sordo (fenotipo mutante) hacen falta dos empa- ZEBRAFISH MODEL FOR HUMAN HEREDITARY
rejamientos más (de la primera a la tercera generación). DEAFNESS. S. Ernest et al., en Human Molecular
Genetics, n.o 9, pág. 2189; 2000.
Heinz Penzlin De entre los m˙ltiples acontecimien- elÈctricos. Las serpientes cascabel ìvenî
tos de su entorno, un ser vivo puede en la oscuridad como si portaran una
P
arece incuestionable. ìAhÌ fueraî registrar sÛlo aquellos para los que tiene c·mara de infrarrojos y, de esa forma, lo-
existe un mundo independiente las antenas correspondientes, es decir, calizan sus presas de sangre caliente.
de nosotros. Un mundo que es cÈlulas sensoriales que captan un deter- Lo mismo que el resto del reino ani-
tal como lo vivimos, azul el cie- minado estÌmulo y transmiten la infor- mal, los hombres sÛlo registramos los
lo, frÌa la nieve que cubre el coche, olo- maciÛn recibida al sistema nervioso. sucesos m·s importantes de entre los in-
rosa la rosa cortada y armonioso el canto Ahora bien, no todos los animales est·n finitos que ocurren sin cesar a nuestro
del ruiseÒor en el matorral. dotados de los mismos Ûrganos senso- alrededor. Nuestros ojos sÛlo ven ondas
Parece incuestionable, pero, øes asÌ riales. Aunque casi todas las especies electromagnÈticas entre 400 y 800 na-
en realidad? Los resultados de los cien- poseen Ûrganos del gusto y del equili- nÛmetros de longitud; sÛlo podemos oÌr
tÌficos que estudian los sentidos apun- brio y muchos animales tienen, adem·s, sonidos entre 16 y 20.000 hertz. Care-
tan en otra direcciÛn. A tenor de los mis- Ûrganos de visiÛn, sÛlo los vertebrados cemos de sensibilidad perceptiva de la
mos, el cerebro no se limita a reproducir y algunos insectos pueden oÌr. corriente alterna, las ondas de radio y los
el mundo exterior, sino que construye Numerosas especies pueden percibir ultrasonidos, como tambiÈn de los ra-
un mundo ìpercibidoî. Al igual que el considerablemente menos que el ser yos X y los rayos gamma. SÛlo notamos,
resto de los animales, los humanos nos humano, mas otras est·n provistas de con dolor, la radiaciÛn ultravioleta cuando
pasamos la vida en una especie de rea- sentidos que nos son del todo extraÒos. el sol nos quema (el calor de los rayos
lidad virtual, que no refleja, en todos sus øQuiÈn puede imaginarse cÛmo se orien- solares que sentimos se debe al infrarrojo
·mbitos, el mundo real. Los investiga- tan los murciÈlagos valiÈndose de los de la luz solar). Tampoco advertimos
dores pueden hacerse hoy una idea bas- ultrasonidos o cÛmo ven las abejas la luz que nos estamos moviendo siempre en
tante precisa de cÛmo nuestros sentidos ultravioleta? Las palomas mensajeras, un campo magnÈtico.
se distancian de la realidad y de por quÈ, las aves migratorias o las abejas cuen- Cuando los cientÌficos investigan la
a pesar de todo, nos las arreglamos bas- tan, adem·s, con un sentido magnÈtico; exactitud con que nuestras percepcio-
tante bien. algunos peces llegan a registrar campos nes reflejan el mundo que nos rodea,
α CAPAS MAGNOCELULARES
secundaria. El segundo canal —el “canal 4C 3 4 5 6
P
β
de la forma”— parte también de las capas CAPAS PARVOCELULARES
TA-
5
parvocelulares del CGL, pasa después
PIS
6
por las regiones intermaculares para aca-
bar en las pálidas franjas intermedias de
la corteza visual secundaria. El conjunto
CORTEZA VISUAL
de estos dos canales entre el CGL y la SECUNDARIA (V2)
V1 recibe también el nombre de pista-P.
Por último, el canal número tres va desde
las capas magnocelulares del CGL a las
franjas gruesas de la corteza visual secun-
FRANJAS GRUESAS MOVIMIENTO, PROFUNDIDAD V3, V5
daria. Se ocupa de los movimientos y la
FRANJAS INTERMEDIAS FORMA V3, V4
espacialidad y se la designa también, FRANJAS FINAS COLOR V4
entre el CGL y V1, como pista-M. Los
THOMAS BRAUN
Carsten Könneker Henkel: Nunca pensaba en el rÈcord del cuando se preparaba para un lanzamiento
mundo. Para mÌ sÛlo era una altura, que o para un salto?
Myc: SeÒora Henkel, øquÈ le pasa a uno hasta aquel momento no habÌa saltado. Meier: No, yo siempre he sentido al
por la cabeza cuando el listÛn est· para p˙blico, bien en los aplausos bien en la
rÈcord del mundo y tiene, en los prÛxi- Myc: La motivaciÛn de un atleta, tensa expectaciÛn. Cuando, de pronto,
mos segundos, la oportunidad de entrar ødepende del n˙mero de espectadores el silencio se adueÒaba de las gradas y
en la historia del deporte? que han acudido al estadio a verle? notaba que todos tenÌan la mirada fija en
Henkel: No. El ambiente ha de ser pro- mÌ, siempre he sido consciente de esa
picio: competiciÛn exigente y especta- situaciÛn. Pero no ha perjudicado mi
dores satisfechos. A mÌ me importaba concentraciÛn. Al contrario; he trans-
menos cu·ntos eran. En la fase de mayor formado la expectaciÛn del p˙blico en
concentraciÛn, justo antes de la salida, una tensiÛn positiva. En esos momen-
siempre me abstraÌa de todo; no me daba tos, cuanto m·s atenciÛn notaba, m·s
cuenta de nada. Reparar, en ese momento, motivado estaba.
en la atenciÛn del p˙blico me habrÌa dis-
traÌdo. Myc: Esta corriente de cariÒo popular,
øes tal vez incluso un motivo para dedi-
Myc: SeÒor Meier, usted consiguiÛ su carse a un deporte de elite?
mayor Èxito deportivo en el mundial de Henkel: No para mÌ. He perseguido sÛlo
atletismo de 1993 en Stuttgart: medalla la competiciÛn perfecta.
de bronce en decatlÛn. En la ˙ltima
prueba, los 1500 metros, usted fue lle- Myc: øQuÈ es una competiciÛn perfecta?
vado hasta la meta por diez mil espec- Henkel: Aquella en la que una puede
tadores que gritaban enardecidos ìPaule, ejecutar lo que ha estado entrenando y,
Pauleî. øSe percatÛ durante la carrera? adem·s, mejorar su marca.
Meier: En una carrera de 1500 metros
una cosa asÌ se nota. Cuando nos vol- Myc: Y, al final, gana.
vÌan a llevar al estadio y vi que las gra- Henkel: Evidentemente, Èse es el final
das seguÌan completamente abarrotadas perfecto.
(aunque a esa hora tardÌa sÛlo quedaba
la prueba de decatlÛn), me motivÈ muchÌ- Myc: Para poder ganar, øhay que estar
simo. Y el aliento entusiasta durante la totalmente seguro de sÌ mismo y de sus
carrera me animÛ. capacidades?
Henkel: AsÌ lo creo. Cuando, en 1991,
Myc: En su concentraciÛn en las prue- iba camino del mundial de Tokio, sabÌa
bas tÈcnicas, øprescindÌa del entorno a ciencia cierta que ganarÌa. TenÌa una
seguridad del cien por cien, pues, por pri-
mera vez, habÌa superado en los entre-
1. MEDALLA POR SINTONIA. En el namientos los dos metros. Una vez en
Tokio, pasÈ revista a las otras atletas y
mundial de atletismo de 1993 en Stuttgart,
GUSTAV SCHRÖDER
Katja Gaschler era capaz de hacerlo tambiÈn con la mano ìmalaî obtienen mejores resultados en
øQ
derecha. Semejante ìtransmisiÛn m·gi- la competiciÛn.
uiÈn no se ha encontrado caî despertÛ entonces un gran interÈs, Los fisioterapeutas aplican este prin-
delante de la puerta de su ca- como demuestran numerosas publica- cipio para acelerar la recuperaciÛn de
sa con una bolsa de la com- ciones cientÌficas aparecidas a finales las extremidades lesionadas. Tras una
pra en cada mano y las llaves en el fondo siglo XIX. operaciÛn en la rodilla, se insta a los
del bolsillo izquierdo del pantalÛn? Lo Sin una teorÌa que les diera sentido, pacientes a realizar ejercicios de reha-
habitual es tomar todas las bolsas con la la mayorÌa de estos informes quedaron bilitaciÛn con la pierna sana, porque pro-
derecha e intentar sacar las llaves de los en simples anÈcdotas. Los entrenadores vocan una imperceptible estimulaciÛn
estrechos tejanos con la izquierda, para deportivos tienen hoy en dÌa experien- muscular contralateral. La otra pierna
luego abrir la puerta ósin dar dema- cia con el fenÛmeno. En las carreras de tambiÈn se entrena.
siada importancia a este detalleó con obst·culos, los atletas que han saltado øAprende el lado izquierdo tan bien
esa misma mano. durante los entrenamientos con la pierna del derecho como a la inversa? No se trata
Sin embargo, la acciÛn deberÌa des-
pertar cierta admiraciÛn. Es de suponer
que los diestros no se dedican a practi-
car cÛmo abrir las puertas con la mano
izquierda.
Si bien la ejecuciÛn de la mayor parte
de las acciones se aprende con la mano
dominante, podemos defendernos con la
otra, con m·s o menos soltura. Existe,
por tanto, un grado de transferencia de
las habilidades de una mano a otra, tanto
para diestros como para zurdos.
Matthias Weigelt, doctorando de inves-
tigaciÛn psicolÛgica en el Instituto Max
Planck de Munich, encuentra sorpren-
dente que hasta ahora la ciencia del
deporte no haya estudiado este fenÛ-
meno. Resulta difÌcil encontrar trabajos
sistem·ticos que relacionen la transfe-
rencia de lateralidad en los movimien-
tos con la formaciÛn motora b·sica.
En puridad, la observaciÛn no es nueva.
La psicologÌa experimental ha conside-
rado el fenÛmeno desde hace m·s de un
siglo. En 1850, Gustav Theodor Fechner
(1801-1887) experimentÛ consigo mismo
y se dedicÛ a escribir en un papel el n˙-
mero ì9î al revÈs, tal como lo verÌamos
reflejado en un espejo. El investigador
de Leipzig observÛ que al poco tiempo
IMAGINE / CORBIS WESTLIGHT
THOMAS BRAUN
de mano cada tres lanzamientos.
CON TINO.
Los participantes Por debajo de la pantalla
en el ensayo que Tras el entrenamiento llegÛ la hora de la
habían entrenado verdad y se requiriÛ a los participantes
PANTALLA que efectuaran varios lanzamientos, pri-
primero con la mano
0,75m
CESTO izquierda alcanzaron mero con una mano y luego con la otra.
el cesto oculto con
El cambio venÌa determinado por una
1,3m seÒal, sin previo aviso. La evaluaciÛn se
6,3m mayor éxito cuando
hizo justo despuÈs del entrenamiento y
luego ejecutaron se repitiÛ a los cinco minutos y al cabo
el ejercicio con la de una semana.
derecha (arriba). La Los resultados fueron concluyentes.
PANTALLA ligera modificación ìEl grupo que habÌa empezado a entre-
del ejercicio (abajo) nar con la izquierda y habÌa pasado luego
1,3m
simplemente ratificó
a entrenar con la derecha, expone Weigelt,
asÌ como el grupo que habÌa entrenado
los resultados.
de forma flexible, superaban con creces
CESTO al resto.î Superaban, por tanto, a los par-
3,3m ticipantes que habÌan empezado a entre-
6,3m nar con la mano dominante (derecha) y
que habÌan pasado luego a entrenar con
la izquierda. El hecho de que los acier-
de una pregunta retÛrica o acadÈmica, la habilidad de los participantes seg˙n tos se lograran en lanzamientos con una
pues puede condicionar la eficacia de los el tipo de entrenamiento recibido? u otra mano no modificaba los resulta-
planes de entrenamiento especÌficos. Weigelt dividiÛ a los cincuenta y seis dos. Al parecer la mano derecha apren-
Matthias Weigelt abordÛ esta cuestiÛn participantes, todos ellos diestros, en dÌa consistentemente mejor de la izquier-
en su proyecto de licenciatura en la Uni- cuatro grupos y entrenÛ de forma distinta da que a la inversa.
versidad de Virginia de Charlottesville. a cada uno de ellos. Todos los partici- Muchas especialidades deportivas con-
En sus experimentos, las personas pantes realizaron 48 lanzamientos, si ceden gran importancia tanto al domi-
seleccionadas debÌan lanzar una pelo- bien tras el tercero ya eran capaces de nio de un tipo de movimiento especÌfico
ta de tenis para que rebotara contra el controlar su punterÌa. El primer grupo como al de otros movimientos relacio-
suelo, de manera que el segundo rebo- empleÛ sÛlo la mano derecha. El segundo nados. Weigelt abordÛ tambiÈn este tipo
te cayera dentro de un cesto (vÈase la fi- grupo empezÛ con la derecha, pero a la de movimientos. RetirÛ la pantalla del
gura 2). Una pantalla interpuesta entre mitad del ejercicio cambiÛ a la izquierda. suelo y la suspendiÛ en el aire, a menor
el participante y el cesto exigÌa un incre- Los del tercer grupo lanzaron la pelota distancia del lanzador (vÈase la figura 2,
mento de la percepciÛn espacial y redu- primero con la izquierda y luego con la abajo). Los participantes tenÌan ahora que
cÌa la probabilidad de acertar. øVariarÌa derecha. En el cuarto grupo se entrena- adecuar su lanzamiento para que la pelota
pasara por debajo de la pantalla. Los
resultados fueron superponibles a los del
experimento anterior. Al parecer, los que
se habÌan beneficiado de estas formas de
entrenamiento adecuaban la habilidad
adquirida a un ejercicio con movimien-
tos similares.
En el marco de un proyecto com˙n
con el Instituto de Ciencias del Deporte
de Jena, Weigelt y Oliver Senff reprodu-
jeron una versiÛn del mismo ensayo con
sesenta y ocho niÒos diestros de quinto
y sexto de primaria. Se trataba de lanzar
una moneda con la ayuda de los dedos
Ìndice y pulgar y acertar en un vaso. °Es-
to les iba a encantar a los chicos de Jena!
Una vez m·s, fueron mejores los que
antes habÌan estado practicando con la
izquierda.
WEIGELT
Neurobiología
del parpadeo
La expresión según la cual “la cara es el espejo del alma” tiene un substrato fisiológico
José M. Delgado García y A. Gruart tema motor de la musculatura extraocu- El movimiento reflejo de los p·rpados
lar, encargada de mover el ojo. se puede inducir por estÌmulos t·ctiles,
S
e podrÌa pensar que el parpadeo es El parpadeo puede ser de origen espon- ac˙sticos y visuales. El reflejo corneal
sÛlo un mecanismo autom·tico y t·neo, voluntario, emocional, pasivo, consiste en una bajada r·pida del p·r-
repetitivo de cierre de los p·rpa- reflejo y aprendido. El parpadeo espon- pado y se induce por activaciÛn de los
dos, con el fin exclusivo de proteger la t·neo, que ocurre unas 14-15 veces por mecanonociceptores de la cÛrnea e,
delicada superficie corneal. Para com- minuto en el hombre, no sÛlo tiene la incluso, de los mecanorreceptores de la
probar que es algo m·s que esto, colÛ- misiÛn de proteger y humedecer la cÛr- piel de los p·rpados y los asociados a las
quese en oscuridad total e imagine una nea, sino que est· tambiÈn asociado con pestaÒas.
imagen visual: observar· que Èsta se los estadios iniciales y finales del pro- El cierre reflejo de los p·rpados es, pro-
modifica cada vez que parpadea. El movi- cesamiento de la informaciÛn visual, bablemente, el movimiento m·s r·pido
miento palpebral, tan simple en apa- incluso imaginaria. Adem·s, el movi- que se puede hacer, alcanzando hasta
riencia, esconde m·s de una sorpresa miento palpebral interviene, de forma 2000 grados por segundo de velocidad
acerca del funcionamiento cerebral para voluntaria o bajo control emocional, en angular. El movimiento es tan r·pido, que
la generaciÛn de respuestas motoras. complejas pautas de expresiÛn facial, normalmente no vemos el oscurecimiento
Se define el parpadeo como el cierre como la sonrisa, el llanto, la angustia, el producido por el paso del p·rpado por
parcial o completo de la fisura palpe- guiÒo, etcÈtera. El p·rpado sigue tam- delante de la pupila. La bajada inicial se
bral. El cierre de los p·rpados es el resul- biÈn de forma pasiva (esto es, sin acti- sigue de unas cuantas oscilaciones en la
tado de la contracciÛn del m˙sculo orbi- vaciÛn del m˙sculo orbicularis oculi) el direcciÛn de cierre, hasta que se inicia
cularis oculi, inervado por motoneuronas movimiento ocular, como cuando se mira la apertura.
del n˙cleo motor facial. Las especies arriba o abajo. La frecuencia de oscilaciÛn del p·rpa-
con membrana nictitante o tercer p·rpado Al mirar hacia arriba los p·rpados supe- do durante el reflejo corneal depende del
(casi todas las terrestres, salvo primates riores se elevan por acciÛn del m˙sculo tamaÒo del mismo; asÌ, ocurre a 50 hertz
y alguna que otra excepciÛn) tienen tam- levator palpebrae, pero al mirar hacia en el ratÛn, a 20 en el gato y a 10 en el
biÈn el m˙sculo retractor bulbi, que se abajo los p·rpados bajan de forma pasiva, hombre. Las respuestas reflejas a un
inserta en el polo posterior del globo por liberaciÛn de la energÌa acumulada sonido intenso o a un flash de luz son de
ocular y produce una retracciÛn de Èste en tendones y aponeurosis. AsÌ, la posi- un inicio m·s lento y de menor ampli-
hacia el fondo de la Ûrbita ocular, faci- ciÛn natural de los p·rpados es cerrada, tud y velocidad que las producidas por
litando el cierre de los p·rpados. Los incluso si nos colocamos cabeza abajo; un soplo de aire aplicado a la cÛrnea.
p·rpados se elevan de modo simult·neo si los p·rpados est·n abiertos durante la El condicionamiento cl·sico (pavlo-
por acciÛn del m˙sculo levator palpe- vigilia es por la acciÛn tÛnica (mantenida) viano) de la respuesta palpebral es uno
brae, m˙sculo que se controla por el sis- del m˙sculo levator palpebrae. de los modelos experimentales m·s uti-
A ESPONTANEO
TIEMPO
10 GRADOS
B REFLEJO
500 ms
C APRENDIDO
ABIERTO
TONO CERRADO
SOPLO
Hubertus Breuer lograma (EEG), las ondas de la corriente convenidas con anterioridad. La reac-
ì°P
cerebral en el cuero cabelludo, a los men- ciÛn ante las ideas intencionadas servÌa
or favor, pÛngase delante de tirosos los delatar· un patrÛn de ondas de base de comparaciÛn, lo mismo que
la c·mara y diga en voz alta caracterÌstico. los potenciales P300 en el reconocimiento
y con claridad el motivo de Este procedimiento lo ha desarrollado de lo sabido. Farwell atribuye a su mÈtodo
su viaje!î Ante una orden semejante se Lawrence Farwell, psicofisiÛlogo del un porcentaje de Èxito del 100 %.
podrÌan encontrar, en el futuro, los pasa- Laboratorio de InvestigaciÛn del Cerebro Otros se muestran m·s escÈpticos. Para
jeros en los controles de seguridad de los de Fairfield, en el estado de Iowa. Con que el test funcione, los sujetos del experi-
aeropuertos. Y la lente, que en ese un electrodo fijado a una cinta alrede- mento han de estar mirando a la pantalla.
momento enfoca al viajero, descubrirÌa dor de la frente del sujeto, el investiga- Pero si dirigen la vista a los objetos que
la m·s mÌnima mentira. øEs esto posi- dor mide los potenciales P300. Son Èstos les presentan, la seÒal P300 no tendr·
ble? Por el momento no, pero neurÛlo- desviaciones positivas en el EEG que nunca formas delatoras. Por lo que se
gos, psicÛlogos e ingenieros trabajan en aparecen justo 300 milisegundos des- refiere a los datos sobre el ìconocimiento
sus laboratorios y talleres en el diseÒo puÈs de una percepciÛn; reflejan la ela- del hecho delictivoî, decisivo para el test,
de m·quinas de la verdad, de detectores boraciÛn cognitiva de las excitaciones habrÌa que excluir la posibilidad de que
de mentiras de tÈcnica avanzada. sensoriales. un sospechoso se hallara familiarizado con
Estos aparatos preguntan al cuerpo, no Farwell cree que sÛlo se originan Èl por casualidad, por ejemplo a travÈs de
a la persona. En ello, reside el atractivo cuando alguien ve u oye cosas, im·ge- los medios de comunicaciÛn o por haber
de su tÈcnica, seÒala Mike Gazzaniga, nes o palabras que le son familiares o asistido a un juicio. Y, por otra parte, exige
director del Centro de NeurologÌa Cog- que tienen para Èl una carga emocional del sospechoso que lo conozca. Pero pode-
nitiva en el Dartmouth College de New singular. A diferencia del polÌgrafo, el mos imaginar, por ejemplo, que un afgano,
Hampshire. Se confÌa en que el cuerpo, nuevo procedimiento no registra si estudiante universitario en EE.UU., tenga
a diferencia de la persona, no engaÒe. El alguien se altera, sino si el sujeto se halla conocimiento de un manual de Al Qaeda
detector de mentiras cl·sico, el polÌgrafo, familiarizado con una informaciÛn deter- por la prensa, o que un terrorista no haya
registra par·metros fisiolÛgicos (ritmo minada. No se requiere, pues, enfren- visto nunca un determinado campo de en-
cardÌaco, frecuencia respiratoria o resis- tarlo ante preguntas incÛmodas, sino ante
tencia epidÈrmica). Se basa en el supuesto pruebas de ìconocimiento del hecho
siguiente: si una persona miente, el delictivoî, verbigracia, fotografÌas u MENTIROSOS SONROJADOS. Cuando
cuerpo se desequilibra, porque es f·cil otras informaciones de las que sÛlo ten- una persona miente, brilla en la imagen
que un mentiroso empiece a sudar, sin ga noticia el culpable. Si las ondas ce-
de calor la zona de los ojos. Con esta
que pueda evitarlo. rebrales, a la vista del lugar o del arma
De la sesiÛn del detector de mentiras del delito, delatan un reconocimiento, el técnica se puede llegar a hacer visible
forma parte una determinada tÈcnica en sospechoso pasa a ser culpable. Con es- una diferencia de temperatura
la elaboraciÛn del cuestionario. Amenudo te mÈtodo, opina su creador, podrÌa ha- de unas 25 milésimas de grado.
se trata del test de control, en el que se berse desenmascarado a los miembros
alternan preguntas indiferentes óìøSe de la organizaciÛn terrorista de Bin a
llama usted Peter Schmidt?îó con in- Laden, al mostrarles bases de entrena-
quisiciones comprometidas óìøLleva miento de Al Qaeda; el inocente no las
usted una bomba en el equipaje?îó. El reconocerÌa.
cambio inesperado desconcentrar· a los Farwell ha contrastado la validez de
culpables y, de ese modo, desencadena- su mÈtodo. Ha descubierto a colabora-
r· las reacciones corporales delatado- dores del FBI entre un grupo de ciuda-
ras. Al menos eso reza la teorÌa. En la danos normales. Se conectÛ a todos los
pr·ctica, sin embargo, los aparatos uti- sujetos del experimento al EEG; Farwell
lizados hasta ahora se equivocan en m·s les iba mostrando en una pantalla im·-
del 20 %. Circulan, adem·s, por Internet genes, palabras y fotografÌas. Cuando b
consejos de cÛmo se puede engaÒar al aparecÌa una de las ideas intencionadas,
aparato (morderse los labios o tensar que se habÌan fijado de antemano, los
m˙sculos). Suele desecharse, por ello, sujetos del test tenÌan que apretar un
su uso en procesos penales. botÛn. El investigador, por su parte, iba
intercalando detalles tomados de libros
JAMES A. LEVINE / CLINICA MAYO
Trasplantes memorables
Rolf Degen prendentes cambios a un tipo de memo-
ï Un niÒo de nueve aÒos que recibe un ria que denomina celular, y seg˙n la cual
L
a lectura de ciertos trabajos con corazÛn de otro niÒo de tres aÒos que todas las estructuras del cuerpo tienen
visos de seriedad cientÌfica puede habÌa fallecido ahogado, presenta desde memoria. Una memoria que pasarÌa al
producir la misma sensaciÛn que el primer dÌa una fobia irracional al agua. receptor de un Ûrgano.
se experimenta cuando subimos a una ï Un varÛn de 25 aÒos, hasta el momento Para cualquier estudiante que se inicia
escalera mec·nica que no funciona: pura poco dado a sensiblerÌas, descubre de en la metodologÌa de la investigaciÛn
frustraciÛn. Viene esto a cuento de un pronto su lado femenino y delicado desde cientÌfica debe resultar desalentador com-
escrito reciente de Paul Pearsall, profe- que se le trasplantara el corazÛn de una probar que un profesor sortee con tanta
sor de medicina en Hawai. Propone allÌ mujer lesbiana de 24 aÒos. displicencia los preceptos m·s funda-
la tesis de que el receptor de un trasplan- ï Un hombre de 47 aÒos sorprende a mentales. Quien postule una teorÌa no
te adquiere con el Ûrgano ciertos rasgos cuantos lo rodean por su repentina inma- deberÌa ser la misma persona encargada
de la personalidad del donante. durez desde que se le trasplantara el cora- de realizar las entrevistas, cuando menos
Pearsall manifiesta haber observado el zÛn de una niÒa de 14 aÒos. para evitar suspicacias en torno a si se han
fenÛmeno en relaciÛn al trasplante de los ï A un hombre de 56 aÒos le persiguen condicionado las respuestas. De la misma
m·s diversos Ûrganos y documenta mo- las visiones del asesinato del que fue manera, tampoco se deberÌa realizar un
mentos estelares de diez trasplantes de vÌctima el donante. estudio sin explicitar por adelantado los
corazÛn. Las experiencias del autor durante resultados que confirmar·n o refutar·n la
las entrevistas que realizÛ a receptores de Seg˙n el autor, los receptores desco- hipÛtesis. Adem·s, las entrevistas refle-
un trasplante, allegados y familiares de los nocÌan la historia de los donantes. La jan el anhelo de los beneficiados por rela-
donantes, darÌan material suficiente como teorÌa de Pearsall, extremadamente vaga cionarse con los desconocidos a quienes
para hacer una pelÌcula de terror. en su formulaciÛn, atribuye estos sor- deben la vida.
Neurotransmisores
y centros del
placer
La investigación reciente en torno al placer y el enamoramiento
saca a la luz estrechas semejanzas entre el apetito sexual y otras formas de deseo
Rainer Schwarting yen fines absolutos en sÌ mismos, sino la pubertad, las hormonas se ocupan de
que se ordenan a un cometido biolÛgico. que se desarrollen con caracterÌsticas
E
l amor, que nos coloca al borde En contra de una opiniÛn muy exten- predominantemente masculinas o feme-
de la desesperaciÛn o nos tras- dida, el apetito sexual no evolucionÛ ninas no sÛlo nuestros Ûrganos sexuales,
pone a un estado de embelesa- para satisfacer el placer personal, sino sino tambiÈn partes de nuestro cerebro.
miento, constituye inagotable para impulsar la reproducciÛn; lo mismo Ya antes del parto acontecen fenÛme-
fuente cl·sica de inspiraciÛn para artis- que las ganas de comer chocolate, su- nos decisivos. Durante el primer tercio
tas y poetas. Pero no debemos olvidar bordinadas en su origen a una funciÛn del embarazo de un feto genÈticamente
que se halla, tambiÈn, en el origen de mu- nutritiva. En la misma lÌnea de argu- masculino le llegan al cerebro min˙sculas
chas contiendas. Por amor se produjo el mentaciÛn, otras sensaciones de m·s cantidades de testosterona, hormona
rapto de Helena, que desencadenÛ la gue- amplio alcance que acostumbran agrupar- sexual que influye en el desarrollo del
rra de Troya. AquÌ nos ceÒiremos a un se bajo el epÌgrafe de ìamorî reflejan un encÈfalo. En numerosas zonas cerebra-
enfoque puramente biolÛgico, suficiente trasfondo biolÛgico, puesto que contri- les hallamos receptores muy sensibles
para desvelar numerosos misterios que buyen al establecimiento y mantenimien- de hormonas. En el hipot·lamo sobre
rodean a ese fenÛmeno. En su Ûptica, a to de un vÌnculo entre dos personas. En todo se alojan los receptores de hormo-
la postre, lo ˙nico tangible es el placer estos procesos participan neurotransmi- nas responsables de la determinaciÛn
sexual. sores del organismo y determinadas es- sexual. Si la testosterona puede desple-
Pero no todo es asÌ de simple. Al abor- tructuras cerebrales. El placer y el amor gar toda su efectividad en la crÌtica fase
dar los orÌgenes del fenÛmeno, se nos se construyen fundamentalmente en nues- prenatal, el cerebro es masculino; sin
multiplican los misterios. øPor quÈ desea- tro cerebro y orientan nuestro compor- esta hormona, se desarrolla un cerebro
mos a una determinada persona? øQuÈ tamiento hacia un objetivo prefijado. femenino.
funciÛn cumple la sensaciÛn de placer? Conviene tener en cuenta que la tes-
øPodrÌa en verdad sustituirse una hora El objeto de la concupiscencia tosterona no act˙a directamente como tal,
de intimidad con el ser amado por una Al considerar la persona que despierta sino que Èsta se transforma antes en un
sinfonÌa de Brahms o por una caja de nuestra libido surge una cuestiÛn b·sica: estrÛgeno, que los no iniciados identifi-
bombones? øes de sexo complementario el objeto de can sin m·s con la hormona sexual feme-
Conviene distinguir, de entrada, varios nuestra concupiscencia o acaso de nues- nina. Los fetos genÈticamente femeni-
tipos de placer. No es lo mismo el pla- tro propio sexo? La orientaciÛn sexual nos se protegen de este efecto especÌfico
cer que acompaÒa al deseo (placer por depende, en primer lugar, del propio del estrÛgeno gracias a una alfa-fetopro-
conseguir algo) que el placer del deseo sexo; Èste no se refleja ˙nicamente en teÌna. Con rigor, pues, no podemos hablar
satisfecho (placer en el disfrute de algo). los Ûrganos genitales, sino tambiÈn en de hormonas sexuales masculinas o feme-
Se trata de la consabida distinciÛn entre el cerebro. A este respecto, desempeÒan ninas.
apetito y posesiÛn del bien apetecido. un papel decisivo las hormonas, las Ahora bien, øcÛmo puede la testoste-
Adem·s, el placer y el amor no constitu- sexuales en particular. Mucho antes de rona transformada en estrÛgeno confor-
Glosario
Dopamina: Neurotransmisor del sis- tálamo regula también las emociones y lina que se produce en los testículos,
tema nervioso central. Desempeña un los afectos. regula la fisonomía de los rasgos sexua-
papel importante en la regulación de Oxitocina: Hormona del hipotálamo que les e influye en el comportamiento.
los movimientos y en los circuitos de dirige la contracción de la matriz y de Vasopresina: Hormona del hipotálamo
compensación cerebrales cuya activi- las glándulas mamarias, por lo que regula que regula la resorción de agua en el
dad genera una sensación agradable. el parto y la secreción de leche.Además, riñón. Ejerce múltiples efectos en el
Hormonas sexuales: Regulan el desarro- parece que influye también en el com- sistema nervioso; influye, por ejemplo,
llo y la función de los órganos sexua- portamiento sexual. en el ritmo de sueño y vigilia, en la
les. Influyen, además, en el sistema Receptores: Moléculas de la superficie memoria y en la sensación de sed.
nervioso y, a través de éste, en el com- celular que se enlazan a neurotransmi- Sistema neurovegetativo: Parte del sis-
portamiento. sores y hormonas para enviar señales tema nervioso regulador de procesos
Hipotálamo: Parte del cerebro que al interior de la célula. vitales que transcurren inconsciente-
regula los sistemas vegetativo y hor- Septum: Estructura de la corteza ce- mente como la respiración, la digestión
monal; foco de producción de las hor- rebral. y las funciones sexuales del organismo.
monas oxitocina y vasopresina. El hipo- Testosterona: Hormona sexual mascu- Está subordinado al hipotálamo.
Lo mismo que con la estimulaciÛn perimentar placer valorable con nues- comportamiento hacia las metas preten-
elÈctrica, los animales aprenden a sumi- tros par·metros. didas y estÈ en condiciones de aprovechar
nistrarse estas drogas, sobre todo, cuan- Pero aun cuando tal sucediera, øsigni- nuevas informaciones que le adviertan
do se las inyectan directamente en el fica ello que, mediante estos experimentos, que se pueden alcanzar tales fines.
sistema neuronal dopaminÈrgico. Si se los investigadores han localizado tanto el
desconecta experimentalmente este sis- centro como el neurotransmisor del pla- ¿Orgasmo mediante electrodos?
tema, dejan de registrarse los efectos cer? No del todo. La estimulaciÛn elÈc- Analicemos el siguiente experimento.
gratificantes de tipo elÈctrico, quÌmico trica en el hipot·lamo lateral provoca una Dentro de un recinto equipado para el
o natural en determinadas circunstan- actividad constante de las vÌas nerviosas, test, a una rata macho se le muestra una
cias. Es como si en estos casos desa- con lo que se simula m·s bien el placer hembra con la que habÌa podido copu-
parecieran los sentimientos de placer del apetito concupiscible que el placer de lar antes. El macho tiene despuÈs acceso
por cuya consecuciÛn los animales su consumaciÛn (la posesiÛn del bien bus- a dicho espacio. Se comprueba la subida
emprendÌan una y otra vez una de- cado). Por aÒadidura la dopamina, ya en de dopamina en el cerebro de Èste no
terminada tarea. En todo caso no est· esta fase de expectaciÛn y preparaciÛn, sÛlo durante la cÛpula sino ya antes, en
muy claro que las ratas puedan ex- se cuida de que el organismo oriente su el momento de acceder al susodicho
Parece que la actividad en la corteza prefrontal y en la orbi- circulatoria (ínsula), o funciones intestinales (corteza cin-
tofrontal son de suma importancia para las vivencias cons- gular). Otras partes de la corteza cingular y del estriado pre-
cientes e inconscientes de las sensaciones. La ínsula (véase a paran actividades sexuales o conducentes a ellas a través de
la derecha el corte vertical del prosencéfalo) y partes de la la conexión con la motivación, en este caso del placer sexual.
corteza cingular (véase a la izquierda el corte longitudinal) De esta manera el cerebro reparte la compleja tarea de la
controlan funciones autónomas, como la actividad cardio- “emoción placentera” entre diferentes ámbitos parciales.
recinto. Parece reconocerlo y relacio- Ultimamente se han podido compro- frontal del cerebro. Otro aspecto a resal-
narlo con las maniobras sexuales an- bar y ampliar en el hombre muchos cono- tar es que los modelos de cambios de acti-
teriores. Correlativamente se podrÌa pen- cimientos conseguidos en experimentos vidad guardan una estrecha semejanza
sar que el animal espera volver a disfrutar con animales, merced a las tÈcnicas de en el cerebro de la mujer y del hombre,
del placer y adopta la actitud corres- formaciÛn de imagen (tomografÌa de espÌn lo que lleva a suponer que el cerebro de
pondiente. nuclear y tomografÌa de emisiÛn de posi- varÛn y el de mujer elaboran las sensa-
En todo caso, los resultados de expe- trones). Con estos mÈtodos se han podido ciones de placer de manera parecida.
rimentos con estimulaciÛn elÈctrica se identificar una serie de regiones cerebra- Son m˙ltiples y diversos los estÌmulos
han extraÌdo de modelos animales. La les que se activan cuando se producen y situaciones que pueden producir en no-
implantaciÛn de electrodos en el cere- diversas emociones. En todo caso se pue- sotros sensaciones de placer. La gama va
bro humano sÛlo es posible en el marco de estimular la misma estructura cerebral desde la contemplaciÛn de una puesta de
de intervenciones terapÈuticas, por lo tanto con sensaciones de placer como sol o de la persona amada, pasando por
que en este terreno contamos todavÌa tambiÈn con sentimientos no deseados, una buena comida, sexo o consumo de dro-
con pocas investigaciones. Algunos pa- por ejemplo el de miedo. No se han podido gas hasta la consecuciÛn del premio gordo
cientes, cuyo hipot·lamo lateral se ha- localizar hasta ahora y de forma inequÌ- de la loterÌa. Con lo que nuestro cerebro
bÌa estimulado elÈctricamente, infor- voca centros especÌficos del placer. tiene que resolver una tarea difÌcil: hemos
maban de ìsensaciones difÌciles de Queda abierta la cuestiÛn de cu·les de reconocer y valorar las situaciones m·s
describir, como si pasara algo interesan- son las regiones cerebrales que partici- variadas, conectarlas en su caso con el
te y excitanteî. Por el contrario, una esti- pan en las sensaciones de placer y de recuerdo y reaccionar en consecuencia.
mulaciÛn en otras regiones cerebrales, amor. En busca de una respuesta, se in- Es decir, a nuestro cerebro se le exigen
por ejemplo en el septum, provocaba vestigaron a algunos probandos que se respuestas muy diferenciadas. HabrÌa,
sensaciones agradablemente positivas. excitaban sexualmente contemplando pues, que suponer que los cambios en la
Unas vivencias descritas como placer im·genes y escenas erÛticas o pornogr·- actividad de las diversas ·reas se dife-
similar al orgasmo. Cuando un paciente ficas. El estudio mostraba fuertes trans- rencian mucho seg˙n los casos. No obs-
podÌa autoestimularse allÌ mismo lo ha- formaciones en varias zonas cerebrales. tante, conviene reseÒar que determinadas
cÌa en sumo grado, pero sin llegar a alcan- Llamaba la atenciÛn que muchas de las regiones cerebrales se muestran activas
zar el orgasmo. ·reas afectadas se ubicaban en la parte en las situaciones emocionales m·s dis-
Bibliografía complementaria
AFFECTIVE NEUROSCIENCE.THE FOUNDATIONS
OF H UMAN AND A NIMAL E MOTIONS . J. Pan-
sepp. Oxford University Press; Nueva York,
1998.
DROGENSUCHT - EINGRIFF UND EINBLICK INS
GEHIRN. R. Schwarting, en Kosmos Gehirn,
dirigido por H. Kettenmann y M. Gibson.
Addendum zu Neuroforum; pág. 66, 2001.
Amor en imágenes
Mediante técnicas de formación de imágenes, el investigador observa
en el cerebro que el amor trastoca nuestra vida sentimental
Andreas Bartels y Semir Zeki eso no impidiÛ que en el Colegio culinos. De esta forma podÌamos llevar
Universitario de Londres nos decidiÈra- a cabo un muestreo multicultural y mul-
E
l amor es la sublimaciÛn de los mos a dar el primer paso para la conquista tiÈtnico que se nutrÌa de once naciona-
sentidos, en frase de DiÛtima, neurocientÌfica de los sentimientos posi- lidades diferentes.
sacerdotisa y maestra de SÛ- tivos. Empezamos con el estudio del Para nuestra sorpresa, ninguno de los
crates. En nuestra cabeza acae- amor rom·ntico. participantes acababa de enamorarse
ce todo lo que pensamos y sentimos, El muestreo inicial abarcÛ varios miles hacÌa poco, sino que todos mantenÌan
amor incluido. Hasta no hace mucho la de estudiantes de Londres y alrededores. de hacÌa tiempo una relaciÛn muy satis-
neurologÌa podÌa aportar muy poco a la Les exhortamos, por correo electrÛnico, factoria, con un promedio de dos aÒos.
comprensiÛn de esta emociÛn tan par- a presentarse, en el supuesto de que estu- Y hubo suerte en la selecciÛn: al cum-
ticular. Los cientÌficos se habÌan dedica- viesen enamorados ìverdadera, loca y plimentar un formulario de contenido
do preferentemente a estudiar los senti- profundamenteî. Respondieron unos psicolÛgico sobre temas relacionados
mientos negativos (la agresiÛn, el miedo setenta; de ellos, alrededor de tres cuar- con el amor, y con el que ya se habÌa exa-
o la depresiÛn); por una razÛn inmediata: tas partes eran mujeres. Les pedimos que minado en otra ocasiÛn a cientos de ena-
era mucho m·s sencillo enojar o asustar nos describieran brevemente su relaciÛn morados, nuestros probandos alcanzaron
a los sometidos a un ensayo que des- amorosa, se sometieron luego a una entre- ìcalificaciones amorosasî superiores a
pertar de manera fiable alegrÌa o amor vista personal y, por fin, seleccionamos los mejores del estudio anterior. Para
en un experimento de laboratorio. Pero once probandos femeninos y seis mas- proceder con m·s seguridad les someti-
mos a un test fisiolÛgico adicional, simi-
lar al detector de mentiras, basado en la
mediciÛn de la resistencia cut·nea. El
1. CONTROL CEREBRAL. En estas tomografías de resonancia de espín nuclear se resultado fue que casi todos los sujetos
advierte que las regiones cerebrales del sistema límbico coloreadas de amarillo se excitan
empezaban a sudar al contemplar la foto
del ser amado.
sólo en los enamorados que contemplan una foto de su pareja. Los “módulos del amor”
Nos decidimos a explorar a los ena-
están ubicados en el interior de cuatro estructuras diferentes, cuya función se conoce en morados mediante tomografÌas de reso-
parte. La corteza cingular colabora en el reconocimiento de los sentimientos, la ínsula nancia magnÈtica funcional, procedi-
integra información de los órganos sensoriales, en tanto que algunas partes del nucleus miento que permite observar, con notable
caudatus y del putamen se hallan activos durante la excitación sexual.
El amor
y sus formas
Aunque no existe una vara de medir el amor,
la psicología se esfuerza, a través de la estadística y los tests,
por precisar su polimórfica presentación
Hans-Werner Bierhoff veinticinco aÒos que se investiga en los apreciar y hacer justicia en todas sus
øS
·mbitos acadÈmicos, todavÌa no se ha dimensiones a la diversidad del fenÛ-
e puede indagar con rigor dado con una definiciÛn del concepto meno, este sociÛlogo de la Universidad
cientÌfico una experiencia ìamorî que tenga una validez cientÌfica de Toronto desarrollÛ, a partir de textos
tan Ìntima y profundamen- general. Algunos defienden un modelo filosÛficos y literarios, seis ìestilos de
te subjetiva como la del seg˙n el cual cualquier excitaciÛn fisio- amorî (vÈase el recuadro ìRelaciones
amor? Es difÌcil, por no decir imposible, lÛgica puede desatar sentimientos apa- amorosas: una cuestiÛn de estiloî). Los
desarrollar un modelo completo de ese sionados, siempre y cuando el cerebro denominÛ eros (el amor rom·ntico), ludus
sentimiento. Romanticismo, enamora- los pueda ubicar en un contexto rom·n- (el amor l˙dico), storge (el amor de amis-
miento, amistad estrecha, celos, abne- tico (vÈase el recuadro ìLa excitaciÛn, tad), manÌa (el amor celoso, posesivo);
gaciÛn, solÌcita diligencia... parece como origen del amor: la teorÌa de los dos fac- pragma (el amor pragm·tico) y ·gape
si este fenÛmeno se pudiera manifestar toresî). En contra de esta postura, la (el amor desinteresado o altruista). Lee
en cualquier forma pensable. investigaciÛn reciente sit˙a en primer sabÌa que estos estilos no se presentan
Sin embargo, los cientÌficos suponen plano nuestras ideas sobre el amor. nunca aislados, sino siempre en diferen-
que el amor es psicolÛgicamente expli- En este terreno puso la primera pie- tes combinaciones. Los contemplaba
cable y mensurable. Aunque hace ya unos dra John Alan Lee en el aÒo 1973. Para como ìcoloresî que se mezclan en cada
DEFD-MOVIES
composiciÛn crom·tica.
Los seis estilos de amor de Lee cons-
VERHÄNGNISVOLLE AFFÄRE
ciones posteriores.
Por su parte, Robert Sternberg, psi-
cÛlogo de la Universidad de Yale, des-
cribe el amor, en su teorÌa del tri·ngulo,
como una conjunciÛn de pasiÛn, intimi-
dad y vinculaciÛn (vÈase el recuadro ìEl
amor: siempre una relaciÛn triangularî).
Aunque el concepto de vinculaciÛn en
Sternberg remite a una inversiÛn en una
relaciÛn a largo plazo.
El hecho es que los diferentes con-
ceptos sÛlo representan intentos de ex-
plicar y de abordar el amor, pero no nos
permiten cuantificarlo. Para presentar
CROCODILE DUNDEE
enunciados estadÌsticos se requieren ins-
trumentos que estandaricen las expe-
riencias amorosas. Y que se explique
seg˙n los estilos del amor de Lee.
Bas·ndonos en cuestionarios norte-
americanos, desarrollamos en 1993 un
test extenso, el ìInventario marburguÈs
de gradaciÛn de estilos amorososî
(IMEA). El gentilicio alude a que se
realizÛ en la Universidad de Marburgo.
A partir de ese elenco podemos calcular
con quÈ intensidad se inclina uno a los
diferentes estilos de amor. El cuestionario
abarca diez enunciados dirigidos a cada
encuestado; se responde positiva o nega-
ROSSINI
1. INTERPRETACION DE LOS
SENTIMIENTOS. El cine y la televisión
presentan a menudo las distintas formas
del amor mediante arquetipos exagerados,
lo que nos da pie a amar —o a odiar—
a los protagonistas de una película.
de la gente no se decanta por las aven- mente el amor rom·ntico, pero tambiÈn mente implicada en las influencias cul-
turas sexuales, sino que desea una perso- valoran m·s que en Occidente el amor turales en cambio constante.
na amada en exclusiva de la que puedan altruista y pragm·tico. Ellos combinan
estar siempre rom·nticamente enamo- los dos estilos en un tipo caracterÌstico Huida a la vida en común
rados. del amor que podrÌa interpretarse de En el curso del perÌodo de la divisiÛn de
En el Lejano Oriente el panorama es mutuo compromiso. La forma de amar Alemania, en la Rep˙blica Federal y en
algo distinto. Los chinos aprecian igual- de los hombres parece estar estrecha- la Rep˙blica Democr·tica se desarro-
DEFD-MOVIES
pretasen su excitación como algo más
que la expresión de la mutua inclina-
mente m·s semejanzas que diferencias. ha visto siempre amenazada su inversiÛn sienten un miedo atroz a perder a su ser
De todas formas, importa subrayar que en la vida de pareja, porque nunca podÌa amado del que ellas en el fondo des-
el componente de celos en el amor feme- estar seguro de su paternidad genÈtica. confÌan. Si tras esta actitud temerosa se
nino es superior. (Con el test de paternidad, desarrollado alimenta un proceso de celos exacerba-
Se pueden concebir los celos como hace ya algunos aÒos, no se operar· un dos, habr· que tomar precauciones, espe-
una estrategia de defensa contra la infi- cambio r·pido en el panorama.) Aunque cialmente por lo que respecta a los hom-
delidad que se ha adquirido en el curso la mujer quiz· perdone alguna escapada, bres. Aunque Èstos por regla general no
de la evoluciÛn. Seguramente las muje- la situaciÛn se torna insostenible si el sean m·s agresivos que las mujeres, los
res son m·s celosas porque invierten bas- varÛn opta constantemente por otra mujer, estallidos de violencia masculinos tie-
tante m·s en los hijos que los hombres. pues entonces est· en peligro la seguri- nen consecuencias m·s graves: los celos
TambiÈn sufren m·s si el marido se ena- dad material de la familia. constituyen la primera causa de asesi-
mora de otra mujer. Pero a los varones Los celos se convierten en un verda- nato en el matrimonio.
les cuesta m·s perdonar el engaÒo. Se dero problema cuando adoptan formas Al contrario que el amor posesivo, el
trata de un comportamiento que se repite extremas. Muchas personas buscan, por amor l˙dico permite la infidelidad como
en diferentes ·mbitos culturales: el varÛn un lado, una gran proximidad y, por otro, estrategia. AquÌ es evidente la ventaja
MARCAS
4
se dejan arrastrar ante todo por sus emo-
ciones, cometen fallos que se podrÌan
3
evitar. Por el contrario una cuidadosa
planificaciÛn de la vida podrÌa favore-
cer el Èxito de la reproducciÛn. 2
øTienen que armonizarse los estilos de
amor en una pareja? Por muy extendida 1
que estÈ la idea de que ìlos contrarios 0
se atraenî, aplicada al amor, carecemos ROMANTICO ALTRUISTA PRAGMATICO
de soporte cientÌfico que la respalde. En AMISTOSO POSESIVO LUDICO
alg˙n caso uno podrÌa hallar atractiva a
una persona con propiedades totalmen- 2. TRIUNFO DEL ROMANTICISMO: La población de los países industriales
te contrarias. Por regla general, sin em- occidentales es más romántica de lo que se suponía. La racionalidad e incluso la libertad
bargo, el otro se asemeja a un yo ideal sexual figuran en los últimos puestos de la escala.
que uno mismo no consuma. La com-
plementariedad no se refleja en la com-
binaciÛn de los estilos del amor. Es mucho
m·s frecuente que las dos personas tien- ciona su relaciÛn. Y tambiÈn pone de de relaciÛn en la infancia y la juventud;
dan al mismo estilo de amor. manifiesto lo que ambas partes perde- en consecuencia, tambiÈn por la madre
Y eso es exactamente lo que hay que rÌan con una separaciÛn. y el padre. Es posible que una persona
esperar desde el punto de vista de la teo- joven se oriente por el ejemplo de sus
rÌa del intercambio, propuesta por Harold No heredado, sólo copiado padres o llegue a la conclusiÛn de com-
Kelley. Esta teorÌa psicosocial sobre el Cuando dos personas tienen la sensa- portarse de un modo totalmente distinto
comportamiento interpersonal parte de un ciÛn de incompatibilidad de sus res- y desarrollar su propio modelo social del
supuesto: los seres humanos sÛlo cons- pectivos estilos de amor, resulta habitual amor. En todo caso el amor no es nin-
truyen una relaciÛn duradera cuando es que una intente reeducar a la otra. Con g˙n sino, predeterminado; est· condicio-
posible una compensaciÛn mutua. A se- dudoso Èxito, pues seg˙n las estadÌsti- nado por nuestras experiencias y, sobre
mejanza de los procesos de intercambio cas nuestro modo de amar es muy cons- todo, por lo que nosotros hacemos a par-
en economÌa, tambiÈn en una relaciÛn de tante. Manfred Amelang, catedr·tico de tir de ellas.
pareja se dan costes y beneficios, que al psicologÌa en Heidelberg, descubriÛ que
final quedan reflejados en un balance de al menos el amor rom·ntico, el l˙dico y
resultados de esa relaciÛn. el amistoso normalmente dependen bas-
La semejanza de estilos de amor de la tante del compaÒero sexual. Pero quien HANS-WERNER BIERHOFF es director del
pareja redunda en provecho mutuo. ama de forma pragm·tica, absorbente o departamento de psicología social de la
Ocurre asÌ en las modalidades de amor altruista suele hacerlo por el contrario Universidad del Ruhr en Bochum. Sus cam-
rom·ntico, amistoso, pragm·tico y al- independientemente de la otra persona. pos prioritarios de investigación se extien-
truista. En el caso de dos amantes celo- Sin embargo, quien aprecie la abnega- den a los temas de amor y relaciones ínti-
sos, surgen tantos conflictos que los altos ciÛn de la persona amada tiene suerte, mas, comportamiento servicial, equidad y
costes terminan por agotar la relaciÛn. pues el amor altruista es el m·s constante psicosociología del liderazgo.
Cuando se enfrentan dos personas con de todos.
predisposiciÛn l˙dica puede pasar en En ocasiones parece que el estilo de Bibliografía complementaria
cualquier momento lo siguiente: si uno amor de una persona repite el modelo
ROMANTISCHE BEZIEHUNGEN. H.W. Bierhoff
se retira, el otro puede distanciarse igual- de sus padres. øHeredamos de nuestros
e I. Grau. Huber; Bern, 1999.
mente y se acaba el ìjuegoî. Los dos padres la manera de amar? Un estudio
echan mano del mismo repertorio de sobre gemelos realizado en Estados Uni- THE DANGEROUS PASSION.WHY JEALOUSY IS
comportamientos, pero en este caso se dos ha negado que se tratara de un car·c- AS NECESSARY AS LOVE AND SEX. D. M Buss.
quiebra la relaciÛn justamente por ese ter hereditario. De acuerdo con dicha Free Press; Nueva York, 2000.
motivo. investigaciÛn, los gemelos univitelinos L ÄSST SICH UNTREUE DURCH GESCHLECHT,
Puede que la teorÌa del intercambio nos (genÈticamente idÈnticos) no guardan, a E INSTELLUNG O DER P ERSÖNLICHKEIT
suene muy prosaica al reducir las rela- ese respecto, mayor similitud que los VORHERSAGEN ? L. Helms y H. W. Bierhoff
ciones amorosas a un escueto denomi- bivitelinos (cuyos genes se diferencian en Zeitschrift für Familienforschung, vol. 13,
nador racional. Pero en las consultas de tanto como en los hermanos normales). pág. 15; 2001.
asesoramiento psicolÛgico ha dado bue- Por tanto, hemos de atribuir al aprendi- C LOSE R ELATIONSHIPS . A S OURCEBOOK .
nos resultados: un an·lisis desapasio- zaje social un papel determinante en el C. Hendrick y S. S. Hendrick. Sage;
nado de coste-beneficios puede ayudar amor. El modo de amar de una persona Thousand Oaks, CA., 2001.
a las parejas a entender por quÈ no fun- est· muy influenciado por las vivencias
Amor juvenil
Cuando los hijos caminan por las sendas del amor,
a los padres sólo les queda a menudo un recurso: confiar en ellos
Inge Seiffge-Krenke especial responsabilidad; por otro, sus Entre los catorce y los diecisÈis aÒos
hijos, precisamente entonces, empiezan adquiere importancia la cuestiÛn de si
L
lega un dÌa en que los padres se a distanciarse de ellos. øHasta dÛnde lle- uno se cita con la persona ìadecuadaî y
dan cuenta de que sus hijos han ga el primer amor? øCÛmo surgen las de si Èsta goza de estima entre los mejo-
dejado de ser niÒos. La hija primeras relaciones rom·nticas, carac- res amigos y en la pandilla. En un sta-
vuelve muy tarde por la noche terizadas por el atractivo sexual? Curio- tus elevado son cada vez m·s decisivos,
de una fiesta y se la encuentren hecha samente los psicÛlogos de la evoluciÛn con gran pesar de los padres, detalles
una desgracia a la hora del desayuno. no se han dedicado a estas cuestiones superficiales: si el amigo usa la marca
Los padres se preocupan y la hija res- hasta hace bien poco tiempo. Wyndol correcta de vaqueros o si el peinado de
ponde a sus preguntas con monosÌlabos Furman, de la Universidad de Denver, dio la amiga es ìhipî. øSon adecuados los
y la mirada perdida. Y fracasan estrepi- el primer paso en el aÒo 1999. ClasificÛ sÌmbolos del status como el mÛvil o el
tosamente al intentar averiguar las razo- el tiempo juvenil en cuatro fases: inicia- monopatÌn? No en balde tambiÈn se ini-
nes de su estado de ·nimo. Tan sÛlo una ciÛn, status, afecciÛn y vinculaciÛn. cia la madurez sexual en esta llamada fase
pregunta lanzada al aire da en el blanco: En la ˙ltima fase infantil los niÒos y del status. Si, por ejemplo, un mucha-
ìøEstuvo tambiÈn allÌ Marcos?î °El por- las niÒas juegan en grupos rigurosamente cho se queda algo canijo en comparaciÛn
tazo subsiguiente habla con mayor elo- separados. SÛlo a la edad de once a trece con los otros de su edad, su status dis-
cuencia que mil palabras! aÒos, en la fase de iniciaciÛn, se estre- minuye.
Muchos padres contemplan las pri- chan los primeros lazos de afecto, casi Analizando la distribuciÛn del tiempo
meras aventuras amorosas de sus reto- siempre en el cÌrculo de los amigos de de los adolescentes se confirma la impor-
Òos con sentimientos encontrados. Por un la misma edad. Los encuentros rom·n- tancia de las amistades en estas dos pri-
lado sienten llegada la ticos son espont·neos y, por lo general, meras fases. Los chicos de entre trece y
hora de su de corta duraciÛn. A menudo ìayudanî diecisÈis aÒos pasan casi la mitad de su
los amigos: las muchachas escriben tiempo libre con los amigos; en el caso
conjuntamente una car- de las chicas aproximadamente el sesenta
ta de amor; algunas me- por ciento. Las amistades, especialmente
dian para concertar las entre chicas, se hacen m·s Ìntimas que
citas, que despuÈs se ha- en la infancia. AquÌ desempeÒan un papel
cen en grupo o en com- muy importante la lealtad, la exclusivi-
paÒÌa de la mejor amiga. dad y el intercambio de confidencias.
La pandilla ofrece una Como expresiÛn de su proximidad las
suerte de entorno protec- adolescentes se prestan e intercambian
tor en el que se pueden ce- piezas de vestir o se maquillan recÌpro-
lebrar sin miedo los en- camente. Para ellas la mejor amiga es
cuentros con el otro sexo. como un espejo con cuya ayuda poder
Es cierto que los adolescen- desarrollar su propia identidad.
tes se enamoran con amplio Madura en el curso de esta fase una
despliegue sentimental, pero imagen de identidad corporal y emo-
normalmente no disocian la cional; con ella, un prototipo de rela-
realidad de la fantasÌa. AsÌ, ciÛn. Ya en la adolescencia va madu-
por ejemplo, una quinta parte rando la idea de cu·nta proximidad
da el nombre de una persona corporal y emocional puede ofrecer una
amada, quien, como se puede relaciÛn.
constatar, ni siquiera sabe que La fase de la afecciÛn, subsiguiente,
alguien se ha fijado en ella. se extiende de la adolescencia media a
la tardÌa; de los diecisÈis a los dieciocho
aÒos. AquÌ el compaÒero o la compa-
1.DOCUMENTO
Òera rom·ntica adquiere por primera vez
un determinado perfil. Los jÛvenes visi-
CONTEMPORANEO. blemente se citan ya como parejas; la rela-
La generación de los mensajes ciÛn se hace m·s exclusiva, Ìntima y
de móvil sabe resumir al máximo. duradera. Son caracterÌsticos los fuertes
DEFD-MOVIES
APROXIMACION PRECAVIDA. Ya en
saciones contradictorias: las explosiones
la adolescencia va madurando la idea de
de j˙bilo o la aflicciÛn inconsolable.
Baja ostensiblemente el tiempo libre con cuánta proximidad corporal y emocional
los amigos y tambiÈn disminuyen las puede ofrecer una relación.
reuniones de grupo. La relaciÛn rom·n-
tica de pareja figura en el primer lugar
en la escala de todo tipo de relaciones. ventud? Suelen los adolescentes distan-
En la transiciÛn a la joven edad adulta, ciarse de sus padres al comienzo de la
de los dieciocho a los veinte aÒos, se pubertad. Consideran cada vez m·s incÛ-
vuelve a transformar el amor rom·ntico. modas la proximidad corporal o las cari-
En esta fase de la vinculaciÛn perma- cias; no dejan aflorar sus sentimientos
nece todavÌa la profundidad emocional, y prefieren comentar sus preocupacio-
pero ahora una visiÛn m·s pragm·tica nes con los amigos. Sin embargo, de
reprime los sentimientos excedentes forma latente, los adolescentes siguen
(como los de la fase anterior). Los novios emocionalmente muy unidos a sus padres.
examinan si su relaciÛn tiene consis- Esto se palpa en el intenso sufrimiento
tencia y analizan mutuamente si el otro que experimentan en caso de divorcio de
es adecuado para una convivencia dura- los mismos. Por eso no es de extraÒar lo
dera y fundar una familia. La pareja pasa seÒalado por las estadÌsticas: una estruc-
junta entre el cuarenta y cincuenta por tura familiar afectada durante la infan-
ciento de todo su tiempo libre. Como cia y tambiÈn en la adolescencia perju-
tÈrmino de comparaciÛn, entre los mucha- dica la estabilidad de las relaciones
chos de trece a catorce aÒos era sÛlo el rom·nticas en la joven edad adulta.
veinte por ciento. Existen tambiÈn otros factores deter-
El hecho de que la pareja se halle muy minantes de la orientaciÛn en las rela-
unida explica que se desaten con m·s fre- ciones amorosas de los jÛvenes, predo-
cuencia los conflictos. A partir de este minantemente la madurez corporal y
momento tienen que negociar cu·nta sexual. Los psicÛlogos han venido abor-
libertad individual se conceden mutua- dando este campo como un ìfactor de Los padres pueden ayudar en estas cir-
mente. En las dos primeras fases, de los riesgoî en las relaciones sexuales pre- cunstancias a sus hijos adolescentes
once a los diecisÈis aÒos, el principal coces. Conviene, sin embargo, no olvi- dando seÒales de su completa confianza.
reto era equilibrar las relaciones con los dar que el creciente ìimpulso instintivoî El ìpuerto seguroî tiene un valor incal-
amigos y las rom·nticas de pareja. Por no se traduce directamente en relacio- culable. AsÌ, los jÛvenes tendr·n siem-
el contrario, en la adolescencia tardÌa la nes de pareja. Los adolescentes, por ejem- pre la sensaciÛn de encontrar apoyo y
meta es establecer una relaciÛn Ìntima y plo, desde el comienzo de la pubertad, refugio incondicionales en sus padres
equilibrada. AquÌ las dos partes apenas tienen problemas con la erecciÛn del en situaciones crÌticas.
comentan sus problemas con los ami- miembro viril en los momentos m·s
gos; los discuten sÛlo entre ellos. inoportunos. Ni las chicas ni los mucha-
chos aceptan de buena gana los conse-
¿Es la precocidad un riesgo? jos de prevenciÛn de sus padres. Casi
PodrÌa dar la impresiÛn de que los padres siempre Èstos se percatan de que los hijos INGE SEIFFGE-KRENKE es catedrática de
influyen muy poco en la posterior vida hace tiempo que tienen suficiente infor- psicología evolutiva en la Universidad de
amorosa de sus hijos. Nada m·s lejos maciÛn sobre estos asuntos por los ami- Maguncia. Sus campos de investigación se cen-
de la verdad. La investigaciÛn revela que gos y la escuela. tran en la superación del estrés, las relacio-
los hijos que recuerdan su uniÛn con los En otro aspecto una buena autocon- nes sociales y las enfermedades crónicas de
padres como segura y protectora viven ciencia del propio cuerpo refuerza no adolescentes.
de adultos sus relaciones amorosas con sÛlo el atractivo sexual; tambiÈn influye
m·s intimidad y mayor satisfacciÛn se- en la manera en que la amistad y la inti- Bibliografía complementaria
xual. Si, por el contrario, la relaciÛn midad configuran las relaciones amoro- THE DEVELOPMENT OF ROMANTIC RELATION-
con los padres fue distante y de poca sas de los jÛvenes adultos. Ya en la infan- SHIPS IN A DOLESCENCE .W Furman. B. Brown
confianza, tambiÈn las posteriores rela- cia se encauza la imagen positiva del y C. Feiring. Cambridge University Press;
ciones rom·nticas manifiestan escasa propio cuerpo; en la juventud los padres Nueva York; 1999.
proximidad emocional y poco compro- a lo sumo se pueden permitir discretas COPING WITH STRESS IN DIFFERENT PHASES
miso mutuo. observaciones, no la crÌtica. OF ROMANTIC D EVELOPMENT . T. Nieder e I.
Muy especialmente cuando el niÒo ade- Por su parte los adolescentes tienen Seiffge-Krenke en Journal of Adolescence,
m·s tenÌa miedo de que sus padres le ante sÌ una tarea considerable. En pri- vol. 24, pág. 297; 2001.
ìdejasen soloî, en sus posteriores relacio- mer lugar, definir sus papeles con los
amigos, en la familia, en la escuela y en BEZIEHUNGSERFAHRUNGEN IN DER ADOLESZENZ:
nes amorosas predominar· el sexo. Es
WELCHEN STELLENWERT HABEN SIE ZUR VOR-
posible que a esas personas les resulte la profesiÛn. TambiÈn tienen que perci-
HERSAGE VON ROMANTISCHEN B EZIEHUNGEN
muy difÌcil aceptar emocionalmente al bir sus propias caracterÌsticas antes de
IM J UNGEN E RWACHSENENALTER ? I. Seiffge-
otro, por lo que intentan satisfacer con sexo poderlas integrar en su autorretrato. SÛlo Krenke en Zeitschrift für Entwicklungspsychologie
su necesidad de amor y de seguridad. los individuos con una identidad defi- und Pädagogische Psychologie, vol. 33, n.o 2,
Es incuestionable la influencia de los nida podr·n experimentar sensatamente pág. 112; 2001.
padres en la infancia. øPersiste en la ju- la fusiÛn con el otro sexo.
E
n Nueva Inglaterra, en el aÒo ciencia han venido subrayando que se el sueÒo, cuestiones nucleares no sÛlo de
1848, una explosiÛn de dina- ocupan de ìobjetosî diferentes: unos de las neurociencias sino tambiÈn del psi-
mita provocÛ que una barra de la psique y otros del cerebro. coan·lisis. Un aÒo m·s tarde se fundÛ la
hierro, de unos tres centÌmetros Contrario a esa separaciÛn, Sigmund sociedad internacional del mismo nom-
de grosor, atravesara el cerebro de un tra- Freud (1856-1939), fundador del psico- bre. Paralelo a ello, grupos de investiga-
bajador del ferrocarril. Fue un milagro an·lisis, mantuvo la esperanza durante ciÛn de orientaciÛn psicoanalÌtica, de dife-
que sobreviviera al accidente. Pero el mucho tiempo de que sus teorÌas recibi- rentes paÌses, han empezado a tratar a
interÈs que suscitÛ entre los neurÛlogos rÌan respaldo neurocientÌfico en cual- pacientes con lesiones cerebrales loca-
el caso de Phineas Gage se debiÛ a una quier momento. Pero, a la vista del estado les. Abordan las consecuencias psÌquicas
razÛn muy distinta: antes del percance del conocimiento de las neurociencias y repercusiones anÌmicas de tales daÒos.
Gage era un sujeto tranquilo, bonachÛn en aquellas fechas, hubo Èl de renunciar Este di·logo restablecido podrÌa ser
y sociable; desde la lesiÛn del lÛbulo fron- a semejante expectativa. muy productivo para la investigaciÛn
tal, se convirtiÛ en jaranero, camorrista Desde hace algunos aÒos se perfila en sobre el sueÒo. En los aÒos cuarenta del
y desconsiderado. Quienes le habÌan co- el horizonte un cambio. En n˙mero cre- siglo pasado, comenzÛ la indagaciÛn ce-
nocido no se explicaban tamaÒa trans- ciente los cientÌficos vuelven a considerar rebral sobre el sueÒo y su tipologÌa.
formaciÛn. Para los cientÌficos, aquella la posibilidad de una vinculaciÛn entre Eugene Aserinsky y Nathaniel Keitman,
conducta evidenciaba el nexo insepara- los basamentos del conocimiento psico- neurÛlogos de la facultad de medicina
ble entre el cerebro y la personalidad. analÌtico y las neurociencias. Se ha lle- de Harvard, descubrieron en 1953 una
El interÈs por estos casos clÌnicos tan gado a esta opiniÛn gracias al desarro- fase del sueÒo peculiar. AparecÌa de un
peculiares habrÌa de actuar de lazo de llo experimentado por los mÈtodos de modo periÛdico en ciclos de unos noventa
uniÛn entre el psicoan·lisis y las neuro- investigaciÛn cerebral, que cuentan ya minutos a lo largo de todo el sueÒo noc-
ciencias. No hay que olvidar, sin em- con nuevos procedimientos de forma- turno; constituÌa en torno al 25 por ciento
bargo, que los mÈtodos y la interpreta- ciÛn de im·genes en cerebros activos. de su duraciÛn total.
“EL SUEÑO DE LA RAZON”, HOJA 43 DE LA SERIE “LOS CAPRICHOS” (1797/98)), DE FRANCISCO DE GOYA (1746-1828) / AKG BERLIN
una intensa actividad. Los globos ocu-
lares se mueven r·pidos de un lado para
otro. De ahÌ que a ese estado se le deno-
mine ìsueÒo REMî (del inglÈs Rapid
Eye Movement). Recibe tambiÈn el apela-
tivo de ìsueÒo paradÛjicoî, pues se trata
de un estado fisiolÛgico contradictorio:
el durmiente se encuentra excitado y, al
propio tiempo, sumido en un sueÒo pro-
fundo. Se aceleran la frecuencia res-
piratoria y la cardÌaca, se registran erec-
ciones y, sin embargo, el cuerpo,
excepciÛn hecha de la respiraciÛn y de
los ojos, se halla aparentemente parali-
zado. Con toda lÛgica se relacionÛ dicho
fenÛmeno con el soÒar, vinculaciÛn que
recibiÛ el respaldo de numerosos traba-
jos experimentales. Si se despierta a un
sujeto dormido cuando est· hacia el final
de una fase REM, el noventa y cinco por
ciento de los individuos responden que
en ese momento soÒaban. Por el contra-
rio, en una fase no-REM lo atestiguan
sÛlo el cinco por ciento de las personas
interrogadas.
En los aÒos setenta se identificaron las
regiones cerebrales implicadas en el
sueÒo paradÛjico. A partir de observa-
ciones empÌricas, Robert W. McCarley
y J. Allan Hobson, neurofisiÛlogos de la
Universidad de Chicago, idearon el
ìmodelo sintÈtico de activaciÛnî. Hasta
hace poco constituÌa la explicaciÛn teÛ-
rica predominante sobre el sueÒo en neu-
rologÌa. De acuerdo con el modelo, en
el ·rea pontina se localizan profun-
damente un pequeÒo grupo de cÈlulas
nerviosas que literalmente ìponen en
marchaî la fase REM del sueÒo y la enso-
ÒaciÛn a ella asociada.
La excitaciÛn de tales neuronas desen-
cadenarÌa la producciÛn, en las ìregio-
nes cerebrales superioresî, de im·genes,
aunque conscientes, carentes de sentido.
En opiniÛn de Hobson y McCarley, estas
im·genes no supondrÌan otra cosa que el
intento de la corteza cerebral ìde crear
lo mejor a partir de seÒales incoherentes
que le llegan desde el tronco encef·licoî.
Desde esta perspectiva, la teorÌa psi- 1. EL SUEÑO DE LA RAZON. Los miedos irracionales pueden tener su raíz
coanalÌtica de los sueÒos aparece no sÛlo en recuerdos inconscientes.
como cientÌficamente insostenible, sino
tambiÈn como algo del todo absurdo. Los
sueÒos constituirÌan una pura funciÛn freudianas: los sueÒos serÌan una suerte pontina ocasionaba una pÈrdida casi siem-
fisiolÛgica; no estarÌan motivados por lo de exudado sin sentido. pre completa del sueÒo paradÛjico, aun-
que Freud habÌa supuesto, a saber, por el Pero los resultados de otras investi- que sorprendentemente sÛlo uno de ellos
deseo de resolver a lo largo de la noche gaciones obligaron a un replanteamiento declarÛ que habÌa dejado de soÒar. Por el
una serie de necesidades no satisfechas de ese enfoque. Los m·s eficaces a este contrario, se tiene noticia de m·s de cien
y problemas pendientes, pertenecientes respecto fueron los estudios sobre pacien- pacientes con ìpÈrdida de la capacidad
a la actualidad diaria o a la temprana in- tes con lesiones cerebrales, en los que, de soÒarî, en quienes los daÒos no afec-
fancia, a travÈs de un ìproceder de tanteo gracias a los nuevos procedimientos, taban al ·rea pontina, sino otras regiones
peculiar del micromundo de los sueÒosî. podÌa localizarse con exactitud el daÒo. diferentes. Aunque sin sueÒos, todos estos
Con el modelo sintÈtico de activaciÛn, Cierta investigaciÛn sobre veintisÈis individuos conservaban la fase REM, sin
los neurÛlogos volvÌan a posiciones pre- pacientes mostrÛ que una lesiÛn en el ·rea ning˙n tipo de merma en su duraciÛn.
CORTEZA gina por lesiones en dos ·reas neurociencias nos permite tomar en serio
SOMATOSENSORIAL de la corteza cerebral. Una de la hipÛtesis central de Freud, formulada
ellas se localiza bilateralmen- ya hace m·s de cien aÒos en su libro sobre
te en la corteza somatosenso- la interpretaciÛn de los sueÒos; a saber:
rial y en los campos situados en que los sueÒos son fenÛmenos motiva-
su inmediata vecindad. Esta pri- dos y que su impulso son los deseosî.
mera zona parece intervenir en Los estudios con tomografÌa de emi-
la conversiÛn de las percep- siÛn de positrones (PET) y otras tÈcnicas
ciones en pensamientos abs- de formaciÛn de im·genes han confir-
tractos; ello concuerda con la mado, bas·ndose en hallazgos anatÛmi-
hipÛtesis seg˙n la cual los es- cos, las hipÛtesis de Solms. Nuestro pro-
tÌmulos percibidos durante el pio grupo psicoanalista, conjuntamente
estado de vigilia se asocian, en con otros dedicados a la investigaciÛn
los sueÒos, con im·genes y pen- cerebral, est· trabajando en torno a la
samientos abstractos. comprobaciÛn de esta hipÛtesis mediante
la resonancia magnÈtica nuclear fun-
El impulso primario cional (RMNf).
o libido Con todo, el di·logo con las neurocien-
La segunda regiÛn se halla a cias no sÛlo tiene interÈs para la inves-
ambos lados del lÛbulo frontal; tigaciÛn b·sica, sino tambiÈn para la
muy profunda, por encima de las pr·ctica cotidiana de los psicoanalistas
Ûrbitas oculares. En ese lugar, y terapeutas. Veamos un caso paradigm·-
AREA PONTINA
durante el sueÒo, un haz de fibras tico. La seÒora B. se encontraba en una
nerviosas transmite a la corteza situaciÛn desesperada cuando decidiÛ
2. SUEÑO SIN ENSOÑACION. La fase REM del cerebral informaciones proce-
dentes del mesencÈfalo. Se ha
acudir al psicoan·lisis. Le resultaba im-
posible salir de casa, debido a la angus-
sueño está relacionada con la región pontina, pero observado en dicha regiÛn un tia que ello le causaba; la aglomeraciÛn
el soñar depende del lóbulo frontal y la corteza centro motor que nos impele a de gente le producÌa ataques de p·nico.
somatosensorial. buscar en el mundo exterior dis- Hasta tal punto se sentÌa asÌ atenazada,
tintas posibilidades de satisfa- que se vio obligada a dejar, hacÌa unos
cer nuestras necesidades biolÛ- meses, su puesto de trabajo.
Estos datos permiten suponer que las gicas m·s arraigadas. Esto guarda una SufrÌa tambiÈn ataques de migraÒa,
regiones cerebrales responsables, res- relaciÛn directa con la funciÛn que ya asÌ como trastornos del sueÒo y de la ali-
pectivamente, de la ensoÒaciÛn y del Freud en 1900, en su teorÌa de la inter- mentaciÛn. Las relaciones con su marido
sueÒo paradÛjico, se encuentran anatÛ- pretaciÛn de los sueÒos, habÌa adscrito a le resultaban insoportables, pero, al mis-
micamente alejadas entre sÌ. Decisivos la libido al designarla como el impulso mo tiempo, reaccionaba con p·nico si Èste
para el sueÒo paradÛjico son los ya men- primario de los sueÒos. øTenÌa razÛn debÌa emprender un viaje. En el curso
cionados grupos celulares del ·rea pon- Freud? Mark Solms, psicoanalista y neu- de la terapia psicoanalÌtica reconociÛ
tina. En cambio, la pÈrdida completa de rÛlogo, resume asÌ la cuestiÛn: ìEl estado adem·s que la frigidez y la esterilidad
le ocasionaban una notable ansiedad.
La seÒora B. mostraba ciertas seme-
janzas curiosas con otras diez mujeres
que, por estar aquejadas de una esterili-
Los recuerdos mienten dad psicÛgena, habÌan acudido a mi con-
sulta. Todas habÌan sufrido graves expe-
riencias traum·ticas en su infancia. En
La investigación neuro- SALIDA SALIDA PARECIDA todos los casos, la madre habÌa padeci-
lógica ha rechazado la
do, durante los primeros meses de vida
idea de que el cerebro
UNA NUEVA PERSPECTIVA:
de la forma en que lo
CARTAS NEURONALES CARTAS NEURONALES parto que habÌan necesitado de trata-
retiene un ordenador. El miento con psicof·rmacos durante sema-
saber no se recopila está- nas. Tal enfermedad lastrÛ la relaciÛn
ticamente sino de una entre madres e hijas.
manera dinámica; ello En todos los casos tambiÈn faltÛ la
implica que cambia con figura de alguien (un padre, una abuela
el paso del tiempo. En los TIEMPO o incluso una niÒera) que pudiera haber
mapas neuronales se esta- compensado la carencia de atenciÛn
blecen nuevos enlaces ENTRADA materna. Adem·s, todas las mujeres, en
entre las neuronas, pero ENTRADA la edad preescolar, habÌan sufrido se-
PARECIDA
también se deshacen otras paraciones traum·ticas de sus proge-
conexiones y se refuerzan otras más. recuerdos revividos nunca guardan nitores. El padre de la seÒora B. aban-
En el proceso rememorador se utili- una correspondencia exacta con los donÛ la familia tras una dram·tica crisis
zan los mapas neuronales, pero los originales. de pareja; mi paciente no volviÛ a ver-
lo nunca m·s.
Nuestro cerebro
no es un computador
Por razones Èticas nos est· vedado explorar
a los pacientes psÌquicos con tÈcnicas de
formaciÛn de im·genes (PET y RMNf)
durante las sesiones terapÈuticas. Por eso,
no sabremos nunca quÈ procesos tienen
lugar en el cerebro durante una situaciÛn
terapÈutica determinada. Debemos refe-
rirnos, por tanto, a estudios de neurocien-
cia b·sica y comparar con ellos nuestro
modelo psicoanalÌtico-clÌnico.
En ese contexto, deberÌa abandonarse
cierto modelo cl·sico sobre el funcio-
namiento de la memoria, de amplia difu-
siÛn en el campo del psicoan·lisis, que
todavÌa se expone en determinados ma-
CORTESIA DE M. SOLMS
Bibliografía complementaria
E RINNERN IN DER Ü BERTRAGUNG : V ER -
GANGENHEIT IN DER GEGENWART? M. Leuzin-
ger-Bohleber y R. Pfeifer, en Psyche 52, vol.
9/10, p. 884; 1998.
TRAUMDEUTUNG UND NEUROWISSENSCHAF -
TEN . M. Solms, en Hundert Jahre “Traum-
deutung” von Sigmund Freud. Dirigido
por Starobinski et al. Fischer; Frankfurt
a. M., pág. 101; 1999.
TRAUM -EXPEDITIONEN. Dirigido por S. Hau
et at. Edition Discord; Tübingen, 2002.
Jan-Peters Janssen Este caso expuesto constituye un ejem- velocista, el culturista, el gimnasta y el
plo sintom·tico de la ìvoluntad de ganarî, fondista.
U
na infernal carrera hasta el oro: fenÛmeno al cual, dentro y fuera del de- Pero la capacidad fÌsica, por sÌ sola, no
el 17 de junio de 1956, en la porte, los psicÛlogos atribuyen cuatro basta. TambiÈn cuenta la psique. En el
jornada de clausura de la com- formas de vivencia subjetiva: encontrar- deporte de alto rendimiento importan
peticiÛn hÌpica de las Olim- se ante una tarea enormemente difÌcil, de- todas las motivaciones relacionadas con
piadas, en Estocolmo, se decide el salto cidir hacerle frente, confiar en la propia la propia conservaciÛn y la de la especie,
de obst·culos junto con el Premio de las capacidad y acometerla con denuedo, no asÌ como con la b˙squeda de estÌmulos.
Naciones. En la pista corre G¸nter Wink- importa lo que pase. Con el Èxito un deportista refuerza su
ler sobre la yegua ìHallaî. Al saltar el Pero, øcÛmo se consigue rendir al m·- autoestima. Dentro del grupo en el que
pen˙ltimo obst·culo, una valla de paja ximo en el deporte? øQuÈ tipo de perso- entrena satisface necesidades sociales.
de 1,60 metros de alto, el jinete de repen- nalidad tienen los deportistas de elite? Descubriendo sus posibilidades o enfren-
te da un grito de dolor. ìHallaî sigue su øEn quÈ difieren de los deportistas nor- t·ndose conscientemente a peligros y
carrera, tira la barra del ˙ltimo obst·cu- males y del resto de los mortales? øQuÈ super·ndolos, aplaca su curiosidad innata.
lo, pero lleva a Winkler hasta la meta. entramado especial de motivos encon- TambiÈn influyen las emociones negati-
DiagnÛstico de los mÈdicos: una hernia tramos en el deporte y quÈ papel repre- vas de enojo (frustraciÛn y rabia), miedo
inguinal grave. El jinete, de 29 aÒos, de- sentan las emociones? (unido al estrÈs), decepciÛn (preocupa-
be ser hospitalizado; imposible iniciar Observa la investigaciÛn y recoge la ciÛn y tristeza) y verg¸enza. Intervienen,
la segunda manga. øImposible? Winkler psicologÌa que las prestaciones excep- igualmente, sentimientos positivos de ale-
ve marcada la decepciÛn en las caras de cionales y la extraordinaria productivi- grÌa (unida al orgullo) y sorpresa.
sus compaÒeros: con su retirada se esfu- dad de las personas con talento nacen de Por ˙ltimo, el rendimiento deportivo
marÌa la posibilidad del oro olÌmpico en la interacciÛn de tres factores: aptitud, depende tambiÈn de la resistencia y de la
la modalidad por equipos. obsesiÛn emocional por la tarea plan- coordinaciÛn del organismo. Un entrena-
ìPuedo hacerloî, decide en contra de teada y aprendizaje inteligente a partir miento de larga duraciÛn combina ambos
la opiniÛn de los mÈdicos y ayudantes. de la experiencia. Por esto ˙ltimo se elementos hasta conseguir la prestaciÛn
Se le inyecta un calmante y entre todos entiende el aprendizaje del oficio nece- Ûptima. De la preparaciÛn adecuada se
lo acomodan en la silla de montar. sario en cada caso; si se trata de un com- ocupa la teorÌa del entrenamiento: plani-
Apenas puede mantenerse sentado. positor, el trabajo con partituras. ficando un entrenamiento b·sico, otro pre-
Aunque Winkler lleva las riendas, no El talento deportivo se basa en una paratorio y otro de alto rendimiento durante
puede apretar las piernas para dar la especial aptitud ìcinestÈsico-propiocep- varios aÒos, calculando un esfuerzo pro-
orden de salto a la yegua. El animal tivaî: la capacidad de coordinar incons- gresivo y continuado durante el entrena-
deber· superar los obst·culos por sÌ solo cientemente los movimientos de las di- miento, asÌ como dividiÈndolo en perÌo-
y en el momento adecuado... y lo hace ferentes partes del cuerpo al percibir dos y ciclos a lo largo del aÒo.
magistralmente (vÈase la figura 3). En seÒales de tendones, m˙sculos y articu- Los deportistas acostumbran alcanzar
la valla triple de la segunda manga se laciones. Este don se manifiesta lo mismo su m·ximo rendimiento en el punto ·lgido
oyen los gritos de dolor del jinete. Pero en la capacidad sensible de diferenciar de su madurez biolÛgica óentre los 18
Winkler ser· el ˙nico de estos Juegos estÌmulos corporales o extracorporales, y 30 aÒosó y despuÈs de haber entrena-
OlÌmpicos en terminar una manga sin que en la capacidad de excitar espont·- do entre diez y quince aÒos. El momento
penalizaciÛn: °oro para el caballo y el neamente secuencias motoras. Conoce-
jinete, oro para el equipo alem·n! An- mos manifestaciones singulares de este
dando el tiempo, el medallista comen-
tarÌa que su ìHallaî era ìuna mezcla de
talento: su combinaciÛn con una espe-
cial velocidad, fuerza, agilidad y resis- 1. SANGRE, SUDOR Y LAGRIMAS.
genio y cabra loca. Los dos tenÌamos tencia. Los prototipos de las correspon- En el deporte los motivos, como indica
un punto de demenciaî. dientes combinaciones son entonces el su etimología, incitan a moverse.
DPA
MIENTRAS SE ESTE MOTIVADO.
En la competición hípica de los Juegos
Olímpicos de 1956, Hans Günter Winkler
volvió a la pista a pesar de que acababa
de sufrir una hernia inguinal muy
dolorosa; ganó la medalla de oro
montando a “Halla”.
Motivos sociales b·sicos. Los psicÛlo- Escrupulosidad/Falta de formalidad: los deportistas de elite tienden a afa-
gos incluyen aquÌ la sexualidad, el amor, narse más y son más perseverantes al perseguir tareas físico-motoras, aunque
el instinto maternal, la b˙squeda de pro- eso no impide que en parte tiendan a contravenir las reglas del juego limpio.
tecciÛn, el af·n de poder, la sumisiÛn y
la lealtad a una autoridad. Estas necesi- Autocontrol/Labilidad: los deportistas de elite controlan sus emociones en
dades no se regulan por el principio de un grado normal; son algo más insensibles al dolor que la media de la pobla-
homeostasis. Entre los resultados de las ción y, también, menos aprensivos.
consultas pertenecen a esta categorÌa el
DPA
UNA FALTA GRAVE. Las imágenes
de jugadores que han sufrido una falta y
se retuercen en el suelo no son extrañas
en los campos de fútbol. Mas no por ello
hemos d afirmar que el deporte no es
otra cosa que dar rienda suelta a la
agresividad.
Albrecht Schöne en efecto, que en el lÛbulo frontal, situado la cabeza [...] conduce al materialismo,
sobre la Ûrbita, se encontraban los Ûrga- ya que ataca los fundamentos de la reli-
L
a doctrina sobre el cr·neo y el nos de la memoria verbal y de la com- giÛn y de la moralî. Sin embargo, Gall
cerebro fundada por el mÈdico prensiÛn del lenguaje. Aunque estaba equi- habÌa incluso localizado en el vÈrtice del
vienÈs Franz Joseph Gall (1758- vocado, su conjetura preparÛ el camino cr·neo del hombre, en la coronilla, el
1828) a finales del siglo XVIII para el descubrimiento del centro del len- Ûrgano responsable del culto divino, lo
se proponÌa asociar las propiedades, guaje, localizado definitivamente en 1861 que de paso constituÌa una prueba ana-
facultades y disposiciones intelectuales por Pierre Paul Broca (1824-1880) en el tÛmica de la existencia de Dios.
a determinadas ·reas de la corteza cere- campo frontal del hemisferio cerebral No parece tampoco que se le pudiera
bral. A esas zonas circunscritas Gall las izquierdo, en la zona inferior de la tercera acusar de determinismo neurobiolÛgico,
consideraba ìÛrganosî. circunvoluciÛn cerebral. opuesto a la libertad de los actos mora-
Su empeÒo por comprender las bases Esa primera conclusiÛn, que conver- les, pues no atribuÌa un car·cter de nece-
materiales de la mente, a travÈs de esa tÌa a la fisonomÌa en dependiente de unas sidad a las diferentes morfologÌas cra-
compartimentaciÛn topogr·fica del cere- hipotÈticas ·reas cerebrales subyacentes, neanas, en las que se manifestaban las
bro en que consistÌa su ìorganologÌaî, condujo a Gall a una idea peregrina: en disposiciones del intelecto. Gall defen-
carecÌa de fundamento. Pese a ese car·c- principio, mediante la conformaciÛn dÌa, por el contrario, que el ser humano
ter especulativo, puso en marcha toda una externa del cr·neo se podÌan deducir las ìtiene capacidad para la verdad y el error,
serie de esfuerzos por ìlocalizarî las capacidades intelectuales y las facul- para la justicia y la injusticia, asÌ como
funciones corticales, una lÌnea de tra- tades caracterolÛgicas fundamentales, para mantener ideas propias de un ser
bajo que ha persistido a lo largo del si- asÌ como las dotes e impulsos positivos independienteî; con ello podÌa ìluchar
glo XX. Incluso hoy en dÌa, cuando las y negativos. Gall, en un primer cat·lo- contra sus inclinacionesî. Cuantos m·s
neurociencias cognitivas conciben el go provisional, estableciÛ 27 ·reas de ìcontraestÌmulosî de esta Ìndole ìlograra
cerebro como una malla compleja, for- Èstas, u Ûrganos. y potenciara a travÈs de la educaciÛn, for-
mada por miles de millones de cÈlulas Para Gall, el vigor o la debilidad de maciÛn y socializaciÛn, tanto mayor serÌa
nerviosas entrelazadas multiformemente estos Ûrganos, en punto a rendimiento, su libre albedrÌo y su libertad moralî.
entre sÌ, situadas en puntos muy distan- dependÌa de su tamaÒo (y correspondien- PesÛ m·s la sospecha de materialismo
tes unas de otras y coordinadas en la eje- temente de su excitabilidad); a su vez, el expresada por el Emperador. Semejante
cuciÛn de sus tareas, sigue viva la preo- volumen de las ·reas cerebrales compe- acusaciÛn debe entenderse en un contexto
cupaciÛn por la localizaciÛn. Con ese tentes determinaba en cada caso, actuan- temporal muy concreto: la revuelta revo-
objetivo se recurre a las tÈcnicas moder- do de dentro a fuera, la forma del cr·neo. lucionaria jacobina y la negaciÛn de la
nas de formaciÛn de im·genes (tomo- CabÌa, pues, colegir los rendimientos inmortalidad del alma. En efecto, si las
grafÌa de emisiÛn de positrones y re- inmateriales dependientes de dichos Ûr- facultades del alma no eran m·s que un
sonancia magnÈtica), que ponen de ganos mediante las eminencias (protu- producto directo de la materia cerebral,
manifiesto las zonas donde se desarro- berancias) y depresiones craneales vi- øcÛmo podrÌa aquÈlla perdurar tras la
lla una mayor actividad neuronal en un sibles o palpables, relieve producido por descomposiciÛn de Èsta? Tal consecuen-
momento determinado. las ·reas cerebrales subyacentes. Con esta cia fue formulada con agudeza por el
La organologÌa surgiÛ muy pronto en ìcranioscopiaî o ìfrenologÌaî, seg˙n dio fisiÛlogo Carl Vogt, quien en 1847 cali-
la vida de Gall. En su adolescencia observÛ m·s tarde en llamarse, el fisÛnomo Gall ficÛ las localizaciones de Gall de ìvislum-
que los compaÒeros de clase con mayor causÛ autÈntico furor en la Europa de bres infantiles de la ciencia venideraî.
facilidad para el aprendizaje tenÌan los comienzos de siglo XIX. Por otro lado, Vogt se adhiriÛ sin re-
ojos notoriamente aplanados. Andando el Sus lecciones privadas, impartidas en servas a la afirmaciÛn de Gall seg˙n la
tiempo, Gall atribuirÌa ese rasgo a la pre- Viena desde 1796, despertaron una expec- cual ìtodas las capacidades que ahora
siÛn ejercida sobre la cubierta Ûsea de las taciÛn p˙blica tal, que el emperador Fran- conocemos bajo el nombre de faculta-
Ûrbitas oculares por unas circunvolucio- cisco II, de su puÒo y letra, las prohibiÛ des anÌmicas son meras funciones de la
nes cerebrales muy desarrolladas; creÌa, en 1801, porque la ìnueva doctrina de sustancia cerebralî. No resulta extraÒo,
Armin Schulz
E
n la pantalla del ordenador apa-
rece un hombre de edad avan-
zada situado frente a un tem-
plo. De repente le atenaza el
hambre: ì°Querer comer!î, clama. ì° Ve
al rÌo y come!î, teclea el usuario. Lo que
semeja una obra del teatro del absurdo
constituye en realidad parte del trabajo
con el programa LAD (de ìLanguage
Adquisition Deviceî, dispositivo de ad-
quisiciÛn de lenguaje). Los investiga-
dores de la compaÒÌa londinense Lobal
Technologies simulan mediante este pro-
grama el proceso de aprendizaje del len-
guaje.
Ala figura, que se desplaza torpemente
por la pantalla, se le pretende en un futuro
prÛximo dotar de personalidad. No se
trata, pues, de un programa de aprendi-
zaje de lenguaje al uso. LAD se rige por
principios funcionales similares a los de
las regiones corticales donde se hallan
los centros cerebrales del lenguaje. En
un futuro, deberÌa reconocer palabras ais-
SUPERBILD / RICHARD A. GOLDBERG
Bibliografía complementaria
FROM MATTER TO MIND. J. G.Taylor, en Journal
of Consciousness Studies, vol. 4, pág. 1; 2002.
PAYING ATTENTION TO CONSCIOUSNESS. J. G.
Taylor, en Trends in Cognitive Sciences, vol.
5, pág. 206; 2002.
Ulrich Kraft dicciones, donde los datos reales se mez- mundo de agua del cerebro con el mundo
clan con una ficciÛn desbocada. From- de silicio del computador. Demuestra
R
ay Kurzweil no est· solo entre los herz fue uno de los primeros en propo- que, en principio, los sistemas neuroe-
que, desde la neuroinform·tica, nerse superar barreras entre la biologÌa lÈctricos funcionan.
pronostican, de aquÌ a treinta y la electrÛnica. Ya en 1985 se planteÛ Computador y cerebro operan me-
aÒos, el advenimiento de un Homo la posibilidad de la conexiÛn micros- diante seÒales elÈctricas. Pero se sirven
sapiens absorbido por la tecnosfera cons- cÛpica directa entre neuronas cerebra- de lenguajes distintos. Los semicon-
truida por Èl mismo y hecho uno con el les y ëchipsí de silicio de un ordenador. ductores transmiten sus impulsos elÈc-
ordenador. Gracias a neurochips implan- De momento, con sus colaboradores del tricos mediante electrones; las neuronas
tados en el cerebro se habrÌa llegado a departamento de fÌsica de membranas y lo hacen mediante iones, es decir, ·to-
un nuevo estadio de la evoluciÛn. neurofÌsica, ha logrado conexiones entre mos con carga elÈctrica, de un tamaÒo
Otros, asÌ Peter Fromherz, director una red de neuronas y un semiconduc- mucho mayor.
del Instituto Max Plank de BioquÌmica tor, con el consiguiente intercambio Para superar esa barrera idiom·tica,
en Martinsried, cerca de Munich, no mutuo de seÒales. El neurotransistor, Fromherz recurre a una h·bil estrata-
concede demasiado valor a tales pre- asÌ se llama el dispositivo, enlaza el gema: somete simult·neamente el chip
PETER FROMHERZ / INSTITUTO MAX PLANCK DE BIOQUIMICA
DPA
ferencia de lo que ocurre con los estÌmu- ratorio de genÈtica comunica con la sala
los directos mediante la aplicaciÛn acos- blanca de semiconductores. Se trata del
tumbrada de electrodos en el interior de ˙nico centro del mundo con una insta-
la cÈlula, este otro tipo de estÌmulo a tra- laciÛn de este tipo. En el laboratorio de
vÈs de campos elÈctricos no resulta agre- genÈtica se consiguen, vÌa manipula-
sivo. Ni se daÒa la neurona, ni se altera ciÛn, unas neuronas particularmente per-
el curso normal de la seÒal. meables y con muchos canales iÛnicos
En Martinsrieder se empezÛ por cons- en su membrana. Aumenta el flujo elÈc-
truir un hÌbrido bioelectrÛnico en la trico y, con ello, las posibilidades de con-
modalidad m·s simple imaginable. Sobre tacto con la electrÛnica. La implanta-
un chip de silicio, de tamaÒo menor que ciÛn de neurochips en el cerebro humano
una uÒa, se recortÛ una porciÛn de col·- plantea problemas Èticos de manipula-
geno, en la que los investigadores culti- ciÛn obvios.
varon neuronas del caracol Lymnea stag- El objetivo trazado en Munich consis-
nalis (vÈase la figura 1). Este animal te en sentar bases, averiguar cÛmo in-
tiene unas neuronas de tamaÒo gigan- tercambian informaciÛn las grandes co-
tesco, de unas 50 milÈsimas de milÌme- nexiones neuronales y de esta forma
tro, lo que permite un f·cil manejo. Se entender mejor el funcionamiento de ese
pusieron en conexiÛn directa los cana- computador de alto rendimiento que tene-
les iÛnicos de la membrana neuronal y mos en el interior de nuestro cr·neo.
el flujo electrÛnico del semiconductor. Unicamente mediante el estudio de la
Se consiguiÛ asÌ el primer nexo funcio- interfase bioelÈctrica es posible espiar
nal entre una red neuronal y un chip de en plena acciÛn grandes grupos de neu-
silicio. ronas interconectadas.
SÛlo da autÈntico contacto elÈctrico En el cerebro funcionan cien mil millo-
cuando la pared celular y el chip se nes de neuronas; cada una puede rela-
encuentran lo m·s juntos posible. En cionarse a travÈs de sinapsis con otras
caso contrario la seÒal es demasiado 10.000. En Martinsrieder se pretende
dÈbil y la comunicaciÛn entre los dos remedar a mÌnima escala este gigantesco
mundos queda interferida por el ruido de sistema. Hasta hace poco uno de los
fondo. En el neurotransistor la distancia mayores problemas que se presentaban
entre la neurona y el semiconductor es a la hora de construir una red sintÈtica
de tan sÛlo 50 millonÈsimas de milÌme- procedÌa de las propias neuronas: se
tro, inferior a la milÈsima del di·metro muestran reacias a recibir Ûrdenes sobre
de un cabello. En estas condiciones es la direcciÛn en que tienen que propa-
posible el intercambio de seÒales. garse. Con ayuda de factores de creci-
Por su estrecha semejanza con el tejido miento aplicados a las vÌas nerviosas, el
nervioso humano, Fromherz prefiere equipo de doctorandos de Fromherz han
ahora un sistema formado por neuronas creado sobre un chip las conexiones de-
de rata (vÈase la figura 2). En compa-
raciÛn con las del caracol las neuronas
seadas entre neuronas concretas. En la
sala blanca para semiconductores se ha 2. PETER FROMHERZ, director del
de rata son m·s pequeÒas y la conexiÛn preparado un semiconductor altamente Instituto Max Plank, realiza un trabajo
con el semiconductor, mucho m·s dÈbil. integrado con varios miles de conexio- pionero en el campo de la conexión
Puesto que no se puede acortar indefi- nes. De esta forma, se dispone en el labo- de la biología y la electrónica.
nidamente la distancia al semiconduc- ratorio de un cerebro en miniatura, medio
tor, sÛlo cabe mejorar los chips y las electrÛnico y medio org·nico. Gracias a
neuronas. ese dispositivo se espera desentraÒar de
quÈ modo una red de neuronas aprende,
cÛmo de la maraÒa de neuronas surge la
memoria.
1. SOCIEDAD CERRADA: Neuronas de caracol, ordenadas circularmente y fijadas por Pero lo que funciona bien en un tubo
cinco o seis pequeñas varillas microscópicas de plástico, conectan sus sinapsis con una
de ensayo puede que opere de forma
completamente diferente en el mundo
red electrónica preparada de antemano (foto de la izquierda). Directamente bajo el soma
mucho m·s complicado del organismo.
celular se encuentra un semiconductor que emite impulsos. Cualquier cambio en la Seg˙n Fromherz todavÌa ha de pasar mu-
tensión eléctrica aplicada produce también un cambio en el campo eléctrico del área. cho tiempo hasta que podamos compro-
Estos cambios en el campo eléctrico influyen, a su vez, en el flujo iónico a través bar si realmente es posible la conexiÛn
de la membrana neuronal. De esta forma, cambiando la tensión del chip se puede entre elementos electrÛnicos y autÈnticas
desencadenar un potencial de acción en la neurona del caracol que, a través de las estructuras cerebrales. Sin embargo, con
sinapsis, se transmite a la siguiente neurona. Allí un transistor de efecto de campo
todas las prevenciones cientÌficas, el hÌ-
brido neurona-chip de semiconducto-
registra este potencial. Se cierra el circuito silicio-neurona-neurona-silicio.
res fabricado en el Instituto Max Plank
Mediante campos eléctricos una neurona de cerebro de rata también puede acoplarse abre, al menos teÛricamente, muchas
a una serie de transistores de efecto de campo (derecha). posibilidades.
D
e la Textura del sistema nervioso componentes morfolÛgi-
de Cajal a Nervous System and cos b·sicos del organismo.
Sensory Organs de Kahle y Se tardÛ m·s en reconocer
Frotscher se enhebra un hilo de conti- la identidad singular de la
nuidad que no existe en otras materias neurona. Sus formas extra-
cientÌficas. Y no porque todo estÈ en Ca- ordinarias y la prolongada
jal, ni siquiera insinuado, un estribillo extensiÛn de algunas de sus
de mira corta que se apoya, sin embargo, ramas las alejaban de las
en una realidad cierta, a saber, su aguda cÈlulas de los dem·s tejidos
percepciÛn de las implicaciones funcio- y resaltaban su asimilaciÛn
nales de los hallazgos anatÛmicos. a un retÌculo de conexiones
Gracias a ello se ha podido edificar, por protoplasm·ticas. En 1858,
aposiciÛn, sobre las bases por el arago- Rudolf Virchow, que intro-
nÈs establecidas y se ha llegado a la ele- dujo la teorÌa celular en pa-
gante simplicidad que nos ofrece el atlas tologÌa, calificaba de ìlagu-
de bolsillo publicado por Thieme. En na muy grande y lamentable
este apartado regional Kahle y Frotscher de nuestro conocimientoî
L
a predicciÛn, formulada aquÌ y cia. En relaciÛn con este punto quisiera cias, no sÛlo de las que hoy llamarÌamos
all·, de que la filosofÌa del futuro referirme a algunos aspectos del plan- ciencias humanas sino respecto de las
va a tener en Hegel la referencia teamiento general de Hegel. ciencias ìempÌricasî que algunos lla-
m·s amplia y determinante podrÌa estar El tÈrmino ìideaî expresa la catego- man ìdurasî, y que en definitiva se refie-
en camino de cumplirse. Quienes hasta rÌa conceptual que engloba a las dem·s ren al ìmundo inorg·nicoî, que Hegel
hace poco eran sus m·s decididos adver- y bajo la cual se integra, en cuanto a su integra en su conjunto, obedeciendo a la
sarios, en concreto los representantes de fundamentaciÛn, todo conocimiento, terminologÌa de la Època, bajo las cate-
la filosofÌa anglosajona, est·n interes·n- tambiÈn pues el cientÌfico. ìLibertadî gorÌas de ìmecanicismoî y de ìqui-
dose por Èl sobre la base, adem·s, ahora hace referencia a lo que es el sentido de mismoî. En referencia a las ciencias
de un conocimiento cada vez m·s direc- todo pensamiento y por supuesto, igual- correspondientes afirma que si su objeto,
to de su obra; la atomizaciÛn y dispersiÛn mente tambiÈn, del cientÌfico. Por de la naturaleza carente de vida o inorg·-
actual del pensamiento parece estar exi- pronto vale para todo conocimiento la nica, se escinde en su concepto por una
giendo la b˙squeda de orientaciÛn en una afirmaciÛn: ìalgo tiene verdad sÛlo en parte y en su realidad por otra, no hay
concepciÛn que, dando la mayor cabida cuanto que es ideaî. Mucho m·s platÛ- otra cosa que ìla abstracciÛn subjetiva
posible a la pluralidad y a la diferencia, nico de lo que pudiera parecer, Hegel de una forma pensada y de una materia
proporciona las bases que garantizan una entiende que algo es verdadero en la carente de formaî. Es decir, ante las cien-
visiÛn unitaria, sin la que no es posible medida en que su realidad se corres- cias la filosofÌa debe aportar una visiÛn
ninguna comunicaciÛn inteligente. ponde con su propio concepto, es decir, propia en la lÌnea de descubrir en la natu-
Junto con esto Hegel incita a la incor- con aquello que expresa la medida y el raleza la estructura que nos muestra su
poraciÛn y asimilaciÛn del pasado filo- sentido ˙ltimo de su propio ser. Este sig- posibilidad de que sea conocida y seÒa-
sÛfico desde la elaboraciÛn de unas cate- nificado de verdad est· presente en el len- lar a su vez hacia dÛnde se debe orien-
gorÌas del pensamiento que nada dejan guaje, por ejemplo cuando, como anota tar el conocimiento, con el fin de que las
que desear ni en cuanto a solidez ni en el mismo Hegel, hablamos de un verda-
cuanto a amplitud o apertura; por otra dero amigo, un verdadero estado, tam-
parte, Hegel es el ˙ltimo filÛsofo uni- biÈn por supuesto un vino verdadero, no
versal en el sentido de que su obra se teje bastando obviamente el hecho de que
y construye mediante la reflexiÛn sobre algo presente la etiqueta de ser tal cosa
las m·s diferentes ·reas de conocimiento para que la sea en verdad, puesto que
e interpretaciÛn de la realidad, incluida puede serlo sÛlo en apariencia o de forma
tambiÈn la ciencia empÌrica. Esto ˙ltimo quebradiza e inconsistente. Algo distinto
no ha sido debidamente subrayado, lo es entender la verdad en el sentido que
cual es comprensible en parte por el len- ha terminado por ser predominante: como
guaje tan complicado de Hegel en este correspondencia, en mayor o menor
campo, en parte tambiÈn porque las cien- medida, de nuestras representaciones
cias empÌricas han avanzado tanto, que con la realidad o con aquello a que en
difÌcilmente parecen poder integrarse en general nos referimos. En este sentido
un lenguaje intelectual de Època muy se pueden lograr muchas ìverdadesî
distinta. Y sin embargo, como en su dÌa sobre cosas que seg˙n el primer signifi-
acentuara Heidegger, sigue siendo un cado tienen poco de verdaderas en sÌ
postulado b·sico la b˙squeda de lo que mismas. Hegel entiende que para ese
es la raÌz com˙n del pensamiento y por segundo caso no deberÌa aplicarse el tÈr-
tanto tambiÈn de las ciencias. Tal vez mino ìverdadî sino sÛlo el de rectitud o
sea Èste el motivo de fondo por el que la ajuste (Richtigkeit), aludiendo con ello
filosofÌa analÌtica ha comenzado a inte- a que nuestras representaciones se ajus-
resarse en verdad por Hegel, consciente tan a lo que las cosas nos presentan, no
de que con los recursos conceptuales forzosamente a lo que son en verdad.
Hermann Englert estos programas, primero en inglÈs y Muchas personas confiarÌan antes sus
øP
despuÈs en alem·n. sentimientos y pensamientos m·s Ìnti-
odrÌa funcionar realmente? Los principales argumentos a favor mos a la pantalla de un ordenador que
øBastarÌa con redactar diez de la alternativa inform·tica al div·n directamente a otras personas.
textos óbajo la direcciÛn de freudiano son la eficacia y la rapidez de El tratamiento se basa en un modelo
un terapeuta a quien no se veó para su- Interapy. ìAlrededor de dos tercios de de tres fases: confrontaciÛn, evaluaciÛn
perar un trauma psicolÛgico? ìSÌî, res- los pacientes con traumas tratados a tra- cognitiva y alejamiento del trauma. En
ponde Alfred Lange, director del depar- vÈs de Internet han experimentado una la primera fase, el paciente describe de la
tamento de psicologÌa clÌnica de la mejorÌa sintom·tica claraî, indica el manera m·s pl·stica posible el aconte-
Universidad de Amsterdam. Lange tra- investigador. En comparaciÛn, la tasa de cimiento traum·tico, adem·s de sus pen-
baja en el desarrollo de mÈtodos de psi- respuesta a los mÈtodos de psicoterapia samientos y temores, utilizando siempre
coterapia que se basan en la elaboraciÛn tradicional oscila, en el mejor de los el presente y la primera persona. El obje-
de textos y que, por tanto, permiten tra- casos, entre el 40 y el 50 %. Adem·s, en tivo de esta primera fase óque, en deter-
tar a los pacientes a travÈs de Internet. muchos casos, se precisan m·s de las minadas circunstancias, resulta muy dolo-
Su planteamiento va m·s all· del mero diez sesiones que requiere Interapy. rosaó consiste en acostumbrarse a los
intercambio de mensajes de correo elec- En opiniÛn de Lange, el ordenador no estÌmulos desencadenantes del miedo.
trÛnico: ìLos participantes escriben en es el ˙nico determinante del Èxito de la Seg˙n la teorÌa de la confrontaciÛn, los
una p·gina web propia y reciben la res- terapia: ìInterapy se basa en los datos pacientes superan asÌ sus temores.
puesta de su terapeuta en esa misma recabados de numerosos estudios de vÌc- En la segunda fase se adquiere una
p·gina. De este modo, el tratamiento timas de traumas, que recibieron terapia nueva perspectiva del trauma. Por ejem-
sigue un patrÛn rigurosoî, explica. en sesiones individualesî. No obstante, plo, las vÌctimas de una agresiÛn, que se
Interapy es un proyecto concebido la terapia internÈtica constituye una alter- culpan a menudo de lo que les ha suce-
para las personas con trastornos por estrÈs nativa interesante para muchos casos: dido, admiten en esta fase que se com-
postraum·tico. Hasta la fecha, el grupo personas que viajan a menudo, que viven portaron correctamente e incluso con
de Lange ha atendido a casi 300 perso- lejos del terapeuta o que no se atreven a valentÌa. En la ˙ltima etapa, las vÌctimas
nas con este problema a travÈs de Internet. entrar en la consulta de psicÛlogo. de un trauma deben escribir una carta sim-
Hace algunos meses se puso en marcha bÛlica en la que resuman con rigor sus
una segunda opciÛn: terapia para el sÌn- experiencias, confirmen su nueva acti-
drome del agotamiento profesional. Por tud y seÒalen sus propÛsitos para el futuro.
desgracia, Interapy tan sÛlo se aplica en Los terapeutas de Interapy ópsicÛ-
holandÈs, si bien se ha acordado la coo- logos clÌnicos especializados en la tera-
peraciÛn con distintas universidades pia conductualó basan todo su trabajo
extranjeras, que ayudar·n a desarrollar en la informaciÛn contenida en los tex-
tos. AsÌ, buscan en estos textos expre-
siones sobre la confrontaciÛn emocio-
nal de la persona con la experiencia
traum·tica, por ejemplo, una descrip-
ciÛn de los sentimientos y los pensa-
mientos surgidos en el momento del
trauma. Otro indicio es la descripciÛn de
percepciones sensoriales concretas, ya
sean olores o reacciones cut·neas. Si el
participante utiliza a menudo los pro-
nombres personales ìyoî o ìnosotrosî
en la carta de despedida ritual, con toda
probabilidad se habr· beneficiado de la
terapia. En la segunda y en la tercera
fase los psicÛlogos ven en los textos refe-
ridos al futuro, m·s que en las rememo-
raciones constantes del pasado, un indi-
cio de que el paciente ha superado su
trauma.