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Nº 3/2003

6,5€

· Nicolás Achúcarro

· Sentido de la orientación en el espacio

· Neuronas, hormonas y vuelos espaciales

· Mundo real e imagen percibida

· Máquinas conscientes

Placer y amor
2o trimestre 2003
SUMARIO Abril de 2003
Nº 3

ZEFA / MASTERFILE
Placer
y amor
12 Sentido de la orientación 68 Interpretación psicoanalítica
en el espacio de los sueños
Eberhard R. Horn Marianne Leuzinger-Bohleber
¿Llegará el día en que el hombre se esta- Desde sus comienzos, se ha acusado al psi-
blezca en el espacio? coanálisis de carecer de las condiciones
que definen al método científico, de ser pura
20 Neuronas, hormonas literatura.
y vuelos espaciales
Luis Miguel García Segura y Daniel García 74 Psicología del deporte
Ovejero Jan-Peters Janssen
Las ratas que crecieron en condiciones de Disparan a la portería, corren apresurados
microgravedad durante la misión Neurolab por los bosques, saltan para caer en un
presentaron alteraciones permanentes en foso de arena o levantan pesos hasta que
las neuronas encargadas de la secreción de los huesos crujen.
hormonas que controlan funciones vitales.

31 El pez cebra, modelo 80 Gall y la frenología


en investigación cerebral Albrecht Schöne
Beatrix Benz y Stephan Neuhauss A finales del siglo XVIII Franz Joseph Gall fun-
El pez cebra (Danio rerio) se ha convertido, dó su “doctrina craneal” o “frenología”.
de un tiempo a esta parte, en uno de los
animales de laboratorio preferidos. 84 Máquinas conscientes
Armin Schulz
36 Mundo real e imagen percibida Los expertos en inteligencia artificial tratan
Heinz Penzlin de simular en el ordenador el proceso hu-
¿Cómo percibimos el mundo? No tal cual es. mano de adquisición del lenguaje.
51 Neurotransmisores y centros del placer
Rainer Schwarting
La investigación reciente en torno al placer y el enamoramiento saca a la luz
estrechas semejanzas entre el apetito sexual y otras formas de deseo.

58 Amor en imágenes
Andreas Bartels y Semir Zeki
Mediante técnicas de formación de imágenes, el investigador observa en el cerebro
que el amor trastoca nuestra vida sentimental.

60 El amor y sus formas


Hans-Werner Bierhoff
Aunque no existe una vara de medir el amor, la psicología se esfuerza, a través de la
estadística y los tests, por precisar su polimórfica presentación.

66 Amor juvenil
Inge Seiffge-Krenke
Cuando los hijos caminan por las sendas del amor, a los padres sólo les queda a
menudo un recurso: confiar en ellos.

SECCIONES
ENCEFALOSCOPIO SYLLABUS

5
Cromosoma 14. Narcisismo newtoniano. La estan-
cia china y el computador. Vida pautada. Arritmias.
Vista y oído, por el mismo camino. Origen de la
88 Neurotransistores
Los futuristas sueñan en un mañana de hombres
con neurochips implantados. Los pasos dados en
agricultura. Inteligencia maquiavélica. La obesi- la investigación ponen sordina a un campo que,
dad de los ricos. Primates y cultura. Percepción: no obstante, se mueve.
manténgase la distancia.

LIBROS
RETROSPECTIVA

8 Nicolás Achúcarro Lund


(1880-1918)
90 Cajal
y su legado

ENTREVISTA ENSAYO FILOSÓFICO

42
La competición perfecta
¿Qué impulsa a los deportistas de elite a dar el
máximo rendimiento? Mente y cerebro conversa con
94 Idea
y libertad

Heike Henkel, campeona olímpica de salto de altura,


y con Paul Meier, tercero en el mundial de decatlón.
PUNTO DE MIRA

96
Psicoterapia en la red
MENTE, CEREBRO Y SOCIEDAD ¿Puede sustituir la pantalla del ordenador al diván?
Mientras llega la reglamentación jurídica, un grupo

45 La izquierda ayuda a la derecha. Neurobiología del


parpadeo. Detectores de mentiras. Trasplantes me-
morables.
de investigadores de Amsterdam defienden la posi-
bilidad de curar las alteraciones psíquicas a través
de la Red.
DIRECTOR GENERAL COLABORADORES DE ESTE NUMERO
JosÈ M.™ Valderas Gallardo ASESORAMIENTO Y TRADUCCI”N:
DIRECTORA FINANCIERA
I GNACIO N AVASCU…S : Sentido de la orientaciÛn en el espacio y
Pilar Bronchal Garfella
Punto de mira; FRANCESC ASENSI: El pez cebra, modelo en investi-
EDICIONES gaciÛn cerebral y Syllabus; JUAN ACORDAGOICOECHEA: Mundo real
Juan Pedro Campos GÛmez e imagen percibida, Entrevista, Detectores de mentiras; CARMINA
FUSTER: La izquierda ayuda a la derecha y Trasplantes memora-
PRODUCCI”N
bles; JUAN AYUSO: Neurotransmisores y centros del placer, Amor en
M.a Cruz Iglesias CapÛn
im·genes, El amor y sus formas y Amor juvenil; ANGEL GONZ¡LEZ
Bernat Peso Infante DE PABLO: InterpretaciÛn psicoanalÌtica de los sueÒos y Gall y la
SECRETARÕA frenologÌa; J AVIER N AVARRO : PsicologÌa del deporte; D AVID
PurificaciÛn Mayoral MartÌnez BARBERO: M·quinas conscientes.
ADMINISTRACI”N
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Printed in Spain - Impreso en EspaÒa
ENCEFALOSCOPIO
Cromosoma 14

ADPRTL2

RPGRIP1
SLC39A2
RNASE4
RNASE6
RNASE3
RNASE2
OR41G2
OR11H6
OR11H4
OR4K15

OR4K17

PABPN1

NFATC4
ISGF3G
BCL2L2
OR4M1

DHRS2

PSME1
OR4N2

OR4N5

MNP14

CPNE6
OR4K2
OR4K5
OR4K1

OR4E2
OR4L1

OXA1L

THTPA

LTB4R
APEX

IL17E

PCK2
ANG
NP
C on éste ya son cuatro los cromosomas humanos
cuya secuencia génica ha pasado de borrador a
limpio. Le precedieron los cromosomas 20, 21 y 22.
El cromosoma 14, uno de los cinco acrocéntricos del
genoma humano, consta de 87.410.661 pares de
bases, 1050 genes y fragmentos génicos, más 393
pseudogenes. (Llámanse pseudogenes las secuen-
cias que guardan un estrecho parentesco con genes
funcionales, si bien han sufrido una alteración que les
impide expresarse.) Encierra una sesentena larga de
genes asociados a enfermedades importantes: apa-
rición precoz de Alzheimer, síndrome de Usher, car-
diopatías y defectos de la visión y audición.

Narcisismo newtoniano
N o es infrecuente ver la fotografía de los autores en las sola-
pas de los libros. Parece obligada la del biografiado cuando
se trata de un escrito de ese género. Pero, ¿qué puede añadir a
su obra la cara o la mirada de un científico? De Newton se repite
que desdeñaba la fama y no mostraba interés por los cuadros
de sí mismo. Aseveración que no acaba de encajar con la abun-
dante iconografía de su persona, una veintena de bustos y retra-
tos, varios de ellos pagados por él mismo. Colgó algunos en su
propia mansión londinense; en el comedor colocó una placa de
marfil, que los invitados podían contemplar para admirar el buen
gusto (y la riqueza) del dueño.

La estancia china y el computador


J ohn R. Searle enseña filosofía del lenguaje y filosofía de la mente en
la Universidad de California en Berkeley. A él se le debe un modo
peculiar de abordar la cuestión de la conciencia. Cuando se trata de los
contenidos de la conciencia no nos vale, sostiene, la analogía que aso-
cia la mente al ordenador. La teoría computacional se aplica, expone, a
la manipulación de símbolos, a ceros y unos. Pero la mente implica algo
más que la mera manipulación de símbolos. La mente no posee sólo
una sintaxis, sino también una semántica. Conforma esa reflexión con
un experimento mental, la imagen de la “sala china”. Imaginemos que
tenemos a nuestra disposición un software tan potente, que permite ofre-
cer respuestas correctas a preguntas formuladas en chino, sin que no-
sotros conozcamos ni una palabra en dicho idioma. Ahora bien, razona,
aun cuando lográramos responder debidamente, ello no significa que
sepamos chino. De igual modo, el ordenador se limita a aplicar el pro-
grama sin saber absolutamente nada de lo que está operando. Con esa
sencilla imagen Searle muestra que la mente humana no funciona como
un programa de computador.

Mente y cerebro 03/2003 5


Vida pautada
L os humanos compartimos con los ratones y otros animales relojes internos que
controlan las pautas del sueño, los ciclos de celo, circuitos hormonales y varios
procesos fisiológicos más. En el caso del ritmo circadiano, de 24 horas, ese reloj
interno funciona incluso en ausencia de señales externas. Lo comprobamos con
los ratones, que desarrollan una actividad locomotriz de día-noche en absoluta obs-
curidad. Aun cuando la luz solar pone de nuevo a punto nuestro reloj interno, noso-
tros mismos, cuando en los viajes saltamos de un huso horario a otro, pugnamos
durante cierto tiempo contra ese desajuste interno (el “jet-lag”, por hacer conce-
sión al anglicismo). Del engranaje de ese reloj se encargan una serie de factores
de transcripción, determinados por genes cuya denominación alude al fenómeno:
period, clock, timeless y cryptochrone.

Arritmias
E n el control del cerebro, del sistema nervioso y del corazón interviene un
flujo de corriente eléctrica que cruza las membranas celulares. Si nos
fijamos en el corazón, late unas 100.000 veces al día; cada latido requiere
una pauta regular y coordinada de contracción muscular que viene promo-
vida por una actividad eléctrica sintonizada con suma finura. Si esa caden-
cia rítmica se desbarata, se altera el bombeo cardíaco o se interrumpe lisa
y llanamente. Se conocen varios defectos moleculares con capacidad sufi-
ciente para producir episodios de muerte cardíaca súbita. Todos se refieren
a proteínas vinculadas a procesos de transporte iónico; las mutaciones su-
fridas por las mismas provocan ese fatal desenlace al desestabilizar la acti-
vidad eléctrica. De acuerdo con una investigación reciente entre miembros
de una misma familia que padecen un trastorno hereditario, la arritmia car-
díaca QT de tipo 4, podría causar el mismo efecto otra proteína. Se trataría
de una mutación en la anquirina B, una proteína estructural que hinca los
transportadores iónicos en las membranas celulares.

Vista y oído, por el mismo camino


D esde hace algún tiempo se conocían las zonas cortica-
les del sistema auditivo de los primates. No se había
conseguido, empero, cartografiar el alcance de sus proyec-
En la corteza se activan el giro temporal superior entero y
grandes porciones de los lóbulos parietal, prefrontal y lím-
bico. Se halló, asimismo, que había varias áreas auditivas
ciones. Mediante el aislamiento absoluto de todo estímulo que se superponían con áreas visuales. De ello infieren los
acústico de un hemisferio y la observación de la intensifi- investigadores que el sistema auditivo, lo mismo que el
cación de la actividad en el otro, se ha comprobado que el visual, contiene vías distintas para procesar la calidad, la
sistema auditivo ocupa áreas extensas de tejido cerebral. ubicación y el movimiento del estímulo.

Origen de la agricultura
D e acuerdo con la tesis admitida, la agricultura del Nuevo Mundo
habría aparecido, hace entre 7500 y 9000 años, en los altiplanos
secos de México y América Central. Para determinar cuándo una planta
se domesticó, disponemos, desde 1967, de un crisol harto fiable: el
aumento perceptible del tamaño de las semillas cultivadas, compara-
das con otras silvestres locales. Dolores Piperno y Karen E. Stother han
rastreado suelos arqueológicos de América Central y del Sur en busca
de fitolitos microscópicos (cristales vegetales), finos granos de almidón
procedentes de plantas domésticas y polen fósil . Estas muestras micros-
cópicas corresponden, exponen en un número reciente de Science, a
las primeras plantas domésticas. Con las nuevas técnicas de datación
por espectrometría de masas, se ha fijado la domesticación de la cala-
baza en Ecuador hace 12.000 años. Una fecha que coincidiría, si no
antecedería, a la agricultura del altiplano. Por tanto, la agricultura podría
haber surgido primero o independientemente en tierras bajas húmedas.

Fitolito de calabaza doméstica del Ecuador

6 Mente y cerebro 03/2003


Inteligencia maquiavélica
E l cerebro y las manos, los pies y los dientes: he ahí los cuatro
puntales que sostienen el curso de la hominización de cuño
darwinista. Liberados por los pies de sus funciones locomotrices,
las manos liberan, a su vez, a los dientes de sus funciones depre-
dadoras, dejándole sitio al desarrollo del cerebro. Las variacio-
nes en torno a esa presentación son múltiples, lo mismo que las
críticas. Durante cierto tiempo ha gozado de predicamento la teo-
ría de la inteligencia maquiavélica. Postula la misma que la inte-
ligencia humana no se habría formado a partir de actividades
materiales, sino que habría surgido en las relaciones interindivi-
duales, en los tratos y transacciones, a través de los cuales uno
buscaría manipular al resto del grupo para mejorar su estatuto
jerárquico. Pero hábiles diplomáticos son los bonobos y los babui-
nos, sin que ello suponga por su parte ninguna evolución hacia
la hominización.

La obesidad de los ricos


L a obesidad se cuenta entre las diez principales causas de riesgo en
el mundo y entre las cinco primeras de los países ricos. En efecto,
esa condición aumenta el riesgo de diabetes de tipo 2, enfermedades
cardiovasculares y determinados tumores. El Instituto Rand ha ido más
allá en un informe reciente para reseñar que la obesidad aparece vin-
culada a patologías crónicas con una frecuencia mayor que la pobreza,
el tabaco y el alcohol. La vergüenza de la sociedad del siglo XXI es la
divisoria entre los cientos de millones de personas que carecen de sufi-
ciente alimento por culpa de las desigualdades económicas, la corrup-
ción política y las guerras, y los millones de personas con problemas de
sobrepeso. Se debe éste a un consumo mayor de energía procedente de
la alimentación que el gasto de la misma a través del desarrollo de una
actividad. La causa del desequilibrio no deja de resultar también para-
dójica: la prosperidad. La gente destina sus ingresos mayores a comer
más y a pasar más tiempo ociosa.

Primates y cultura
L a posesión y transmisión social de formas culturales sólo se cono-
cía, fuera del hombre, en el chimpancé. Un estudio reciente mos-
traba que también los orangutanes de Borneo y Sumatra (Pongo
pygmaeus) desarrollan expresiones de cierto comportamiento ela-
borado que pasan de una generación a otra. Se refieren, entre otros,
al empleo de útiles (hojas a modo de baberos y palitos para extraer
las semillas del fruto de Neesia), comportamiento que mostraba dife-
rencias geográficas del tenor de las que cabría esperar en el supuesto
de que fueran conductas transmitidas por la sociedad. Apoyados en
esas observaciones, Carel van Schaik y su equipo, de la Universidad
de Duke, proponen que las culturas asimilables a las humanas se
iniciaron hace ya por lo menos 14 millones de años, límite temporal
que señala la diversificación de orangutanes y chimpancés. A dife-
rencia de la cultura propia de humanos, no parece, sin embargo, que
esos simios mejoren lo alcanzado.

Percepción: manténgase la distancia


D esde hace mucho tiempo se ha venido investigando sobre
los medios de que se valen los animales y el hombre
para medir la distancia a que se encuentra un objeto. Los
ral, cuanto más alto se halla un organismo en la escala zooló-
gica, tanto más refinadas son las técnicas empleadas. Aunque
hay excepciones. Se ha observado que el cangrejo Uca vo-
organismos utilizan estrategias muy dispares para la visión meris no sólo determina la distancia absoluta a que se
en profundidad, mecanismos que responden a un determi- encuentra un objeto, su madriguera, sino también distan-
nado tamaño corporal, la estructura de su propio sistema cias relativas, por ejemplo, la que media entre otro cangrejo
de visión y la geometría perceptible del entorno. En gene- y su habitáculo.

Mente y cerebro 03/2003 7


RETROSPECTIVA
Nicolás Achúcarro Lund
(1880-1918)
La neuroglía cerebral y la histopatología
de las enfermedades mentales

José María López Piñero riÛ un perfecto dominio de la lengua ale- fisiolÛgica, interes·ndose especialmen-
mana, que le permitiÛ conocer direc- te en los problemas del funcionalismo

N
acido en Bilbao en el seno de una tamente la medicina centroeuropea. De endocrino, y sobresaliÛ tambiÈn en sus
familia de la alta burguesÌa, la regreso a EspaÒa, comenzÛ en 1897 a cur- estudios de anatomÌa con OlÛriz, obte-
formaciÛn inicial de Nicol·s sar medicina en la Universidad de Ma- niendo los premios destinados a los alum-
Ach˙carro fue muy cuidada. EstudiÛ en drid. Durante los primeros cursos, tuvo nos de la disciplina, mientras que enton-
el Instituto VizcaÌno, de su ciudad natal, a Santiago RamÛn y Cajal como cate- ces fue muy escasa su relaciÛn con Cajal.
donde tuvo entre sus profesores a Miguel dr·tico de histologÌa, a Federico OlÛriz De acuerdo con la coyuntura histÛrica
de Unamuno, y a continuaciÛn en el de anatomÌa y a JosÈ GÛmez OcaÒa de (1898), el joven Ach˙carro consideraba
Gymnasium de Wiesbaden, en el que fisiologÌa. En el laboratorio de GÛmez a EspaÒa desde una actitud profunda-
mejorÛ su preparaciÛn cultural y adqui- OcaÒa se iniciÛ en la experimentaciÛn mente pesimista y, por otra parte, las re-
vistas alemanas de anatomÌa y fisiolo-
gÌa que ya consultaba le servÌan de
contraste para juzgar todavÌa m·s dura-
mente su actividad cientÌfica. En con-
secuencia, tras aprobar los dos primeros
cursos, se trasladÛ en otoÒo de 1899 a la
Universidad de Marburg, donde perfec-
cionÛ durante medio aÒo su formaciÛn
en patologÌa general, fisiologÌa y bio-
quÌmica.
Reanudados sus estudios en Madrid,
cursÛ como alumno libre los tres ˙ltimos
aÒos de la licenciatura. Su formaciÛn
clÌnica la adquiriÛ en el servicio que diri-
gÌa Juan Madinaveitia en el Hospital
General. A travÈs de Madinaveitia y de
Francisco Giner de los RÌos ócon el que
tuvo autÈntica amistadó entrÛ Ach˙carro

1. “CELULAS FIBROSAS” de la corteza


cerebral humana en la enfermedad de
Alzheimer. Tinción con el método del
tanino y la plata amoniacal (1914).

8 Mente y cerebro 03/2003


en relaciÛn con Luis Simarro, el maes- alteraciones en el ganglio cervical supe- existente hasta el momento para teÒir la
tro que orientÛ definitivamente su dedi- rior simp·tico en algunas psicosis. neuroglÌa y la sustancia fundamental del
caciÛn cientÌfica. Durante los ˙ltimos La significaciÛn funcional de las St‰b- tejido conectivo, especialmente la reti-
aÒos de estudiante, empezÛ a trabajar en chenzellen que Franz Nissl habÌa des- culina, Ach˙carro consiguiÛ varios nota-
su laboratorio sobre histologÌa normal y cubierto el aÒo 1898 en el cerebro de los bles hallazgos, entre los que destacan
patolÛgica del sistema nervioso, al mismo paralÌticos cerebrales fue aclarada por los relativos a las lesiones vasculares en
tiempo que decidÌa especializarse en neu- Ach˙carro en su tesis doctoral sobre la la par·lisis general progresiva.
ropsiquiatrÌa. anatomÌa patolÛgica de la rabia (1906) Aunque significÛ un progreso impor-
ReciÈn terminada la licenciatura, y en un artÌculo monogr·fico de 1908. tante, el mÈtodo del tanino y la plata
Ach˙carro pasÛ varios meses en ParÌs Bas·ndose en sus hallazgos en el stratum amoniacal no permitÌa realizar estudios
(1904-1905), asistiendo a la clÌnica de radiatum del asta de Ammon, propuso sistem·ticos sobre la neuroglÌa, sobre
Pierre Marie en la SalpÍtriËre y a las leccio- la hipÛtesis de que dichas cÈlulas son todo por no ofrecer coloraciones ade-
nes de Joseph Babinski en la PitiÈ. Junto formas de adaptaciÛn de las pir·mides cuadas de su protoplasma y sus relacio-
a los dos continuadores m·s destacados ammÛnicas en curso de degeneraciÛn. nes con las neuronas. Por ello, Ach˙carro
de la obra de Jean Martin Charcot, tuvo Para verificar esta hipÛtesis, realizÛ una recurriÛ al proceder del oro-sublimado
ocasiÛn de asimilar la sÛlida fundamen- serie de experiencias en el asta de Ammon de Cajal, que Èste dio a conocer en 1913.
taciÛn anatomopatolÛgica caracterÌstica del conejo, produciendo heridas super- Lo utilizÛ en una serie de investigacio-
de la llamada neurologÌa ìcl·sicaî france- ficiales e inflamaciones locales con sus- nes, realizadas en colaboraciÛn con su
sa. Se trasladÛ despuÈs a Florencia, ciu- tancias c·usticas y con cultivos de espo- discÌpulo Miguel Gayarre, acerca de la
dad en la que perfeccionÛ su formaciÛn rotricos. Pudo asÌ comprobar que las corteza cerebral en la par·lisis general
psiqui·trica bajo la direcciÛn de Ernesto ìcÈlulas en bastoncitoî que aparecÌan en y en la demencia senil. En la primera de
Lugaro y Eugenio Tanzi. Por ˙ltimo, re- la zona reaccional limitante almacena- estas enfermedades, describiÛ las trans-
sidiÛ tres aÒos en Munich, trabajando ban gotas de grasa y lipoides en cantidad formaciones que sufren los astrocitos y
junto a Emil Kraepelin y Alois Alzheimer, directamente relacionada con su cerca- otros hechos de menor interÈs. En la
cuyas contribuciones sobre la nosologÌa nÌa al foco necrÛtico. Su funciÛn prin- segunda, las nuevas investigaciones con-
psiqui·trica y la especificidad histopato- cipal consiste en fagocitar los produc- firmaron una serie de hallazgos ante-
lÛgica de las psicosis se convirtieron en tos de desintegraciÛn de las neuronas en riores del propio Ach˙carro, relativos a
uno de los principales fundamentos de los procesos inflamatorios y su carac- alteraciones fibrilares neurÛglicas simul-
su obra de investigador. A mediados de terÌstica forma alargada se debe al mo- t·neas a las neuronales descritas por su
1908, Alzheimer le propuso ante el go- vimiento activo para fagocitar, adapt·n- maestro Alzheimer, que en sus fases
bierno norteamericano para organizar y dose al tupido enrejado que
dirigir el departamento anatomopatolÛ- forman las dendritas en la
gico del Manicomio Federal de Washing- corteza cerebral. Por ello, a
ton, donde permaneciÛ hasta su regreso pesar de su presencia cons-
a EspaÒa en mayo de 1910. tante en la corteza de los
Los ocho aÒos escasos que le resta- paralÌticos generales, no son
ban de vida los pasÛ en Madrid, sin que lesiones patognomÛnicas de
se resintiera la calidad e intensidad de esta afecciÛn, sino elemen-
su labor por la diversidad de puestos que tos de una respuesta m·s
ocupÛ. EjerciÛ privadamente como neu- general ante procesos infla-
ropsiquiatra, consiguiÛ una plaza en el matorios cerebrales.
Hospital General y trabajÛ durante unos Partiendo de la cuestiÛn
pocos meses en el laboratorio de Cajal, de la gÈnesis de las cÈlulas
quien lo incorporÛ tambiÈn, aunque sin en bastoncito, Ach˙carro
sueldo, al personal de su c·tedra. A par- intentÛ desde 1910 obtener
tir de 1912, dirigiÛ el Laboratorio de una tÈcnica que coloreara
HistologÌa Normal y PatolÛgica fundado ìlos distintos elementos de
por la Junta para AmpliaciÛn de Estudios, la neuroglÌa y otras cÈlulas
donde tuvo como discÌpulos, entre otros, intersticiales del tejido ner-
a PÌo del RÌo-Hortega, Gonzalo RodrÌ- vioso [entonces] descono-
guez Lafora, Felipe JimÈnez de As˙a, cidoî. Resultado de su labor
JosÈ Miguel Sacrist·n, Luis Calandre y en tal sentido fue la inven-
Miguel Gayarre. Sin embargo, en pleno ciÛn del mÈtodo del tanino
desarrollo de su labor investigadora y su y la plata amoniacal, que
actividad docente, muriÛ a los treinta y presentÛ a la Sociedad Es-
ocho aÒos, tras varios meses de agudo paÒola de BiologÌa el 20 de
sufrimiento, en su residencia veraniega octubre de 1911. Con el nue-
de Neguri, vÌctima al parecer de una vo proceder, que era el mejor
enfermedad de Hodgkin.
Fernando de Castro distinguiÛ cuatro
grandes capÌtulos en la obra de Ach˙-
carro: el problema de las St‰bchenzellen
2. ESTRATIFICACION
o cÈlulas en bastoncito, el mÈtodo del neuróglica en la fascia
tanino y la plata amoniacal, las investi- dentata de un niño de tres
gaciones sobre la glÌa y el estudio de las años (1915).

Mente y cerebro 03/2003 9


finales tienen un aspecto ensortijado o (1915), desde el punto de vista de las rela-
reticular parecido. Las interpretÛ como ciones de la neuroglÌa con el aparato vas-
procesos regresivos similares a los que cular. La elecciÛn de dicho punto de vista
experimentan las neurofibrillas en los estuvo motivada por su adhesiÛn a la
cabos perifÈricos de las neuritas sec- hipÛtesis de que la neuroglÌa protoplas-
cionadas en los centros nerviosos, que m·tica tenÌa naturaleza glandular. Esta
Cajal habÌa estudiado en sus cÈlebres tra- interpretaciÛn se basaba principalmente
bajos sobre la degeneraciÛn y la gene- en la existencia de ciertas granulaciones
raciÛn del sistema nervioso. Ach˙carro en el citoplasma neurÛglico que fueron
estudiÛ tambiÈn todas las fases de la interpretadas como mitocondrias, en el
regresiÛn de los astrocitos en la demen- car·cter alveolar de dicho citoplasma y,
cia senil, hasta que quedan transforma- sobre todo, en la presencia de apÈndices
dos en residuos gliofibrilares ensortija- neurÛglicos implantados en la adventi-
dos o reticulares. cia de los vasos. Ach˙carro centrÛ sus
Para continuar sus investigaciones his- indagaciones en estos ˙ltimos, pensando
topatolÛgicas, a Ach˙carro se le planteÛ que correspondÌan al aparato excretor y
la necesidad ineludible de conocer la vector de la neuroglÌa, a travÈs del cual
disposiciÛn de la neuroglÌa en las capas vertÌan en el torrente circulatorio la sus-
corticales y en las dem·s regiones del tancia elaborada en su citoplasma. Con
cerebro y otros Ûrganos nerviosos. Hasta ello, el tejido neurÛglico quedaba inter-
entonces, se habÌa utilizado el tÈrmino pretado como una gl·ndula endocrina
ìcitoarquitectoniaî para designar la topo- intersticial del sistema nervioso. El hecho
grafÌa estratificada de las neuronas. En de que esta hipÛtesis fuera posterior-
un artÌculo publicado en 1913, Ach˙carro mente abandonada no debe hacer olvi-
propuso el de ìglioarquitectoniaî para dar la gran fertilidad que los trabajos
referirse al plan dispositivo del tejido que realizÛ con este motivo tuvieron para
neurÛglico, problema al que consagrÛ describir numerosos detalles estructu-
varias investigaciones realizadas prin- rales de la neuroglÌa.
cipalmente en el asta de Ammon y en la Aunque presente en toda la obra his-
fascia dentata del cuerpo humano y en topatolÛgica de Ach˙carro, su condiciÛn
diferentes zonas nerviosas de varios ani- de neuropsiquiatra se manifiesta de un
males de experimentaciÛn. modo especial en sus investigaciones
Los resultados que obtuvo con ellas acerca de las alteraciones del ganglio cer-
son, sin duda, uno de los aspectos de vical simp·tico en algunas enfermedades
mayor importancia de su contribuciÛn mentales (1913). El punto de partida de
cientÌfica. En primer tÈrmino, comprobÛ dichos trabajos, seg˙n su propia decla-
que la topografÌa neurÛglica en el asta raciÛn, fue la relaciÛn que establecÌa la
de Ammon y en la fascia dentada corres- neurofisiologÌa entre el sistema simp·-
ponde a la disposiciÛn en estratos de las tico y la vida afectiva. La importancia del
neuronas en ambas. En segundo, que la ganglio cervical superior en la inervaciÛn
neuroglÌa, tanto en su variedad proto- de los vasos cerebrales le condujo a la
plasm·tica como en la fibrosa, est· m·s decisiÛn de estudiar su estructura en diver-
diferenciada en los organismos m·s avan- sas enfermedades mentales ìpara tantear
zados filogenÈticamente, es decir, en el los resultados posibles en una investi-
hombre y los antropoides. En tercero, que gaciÛn de mayor empeÒoî. Entre las
las variedades de neuroglÌa se distribu- numerosas dificultades que encontrÛ en
yen de acuerdo con la estructura neuro- tal tarea, la m·s importante fue la extraor-
nal de las capas: en las de gran densidad dinaria variedad de la morfologÌa de las
neuronal, como el stratum lucidum y el cÈlulas simp·ticas y su evoluciÛn a lo
stratum radiatum, aparece exclusiva- largo de la vida, que le impidiÛ pr·cti-
mente una neuroglÌa protoplasm·tica; camente contar con una imagen-tipo nor-
en otras, como el stratum oriens o de las mal a la que referir las diferentes altera-
cÈlulas polimorfas, se localiza una neu- ciones patolÛgicas. A pesar de ello,
roglÌa de transiciÛn, que tiene parecido consiguiÛ descubrir una lesiÛn, que llamÛ
con la fibrosa, pero conservando toda- ìdegeneraciÛn vacuolarî, consistente en
vÌa estructura protoplasm·tica; en la fas- una alteraciÛn que afecta tanto al soma
cia dentada, hay escaso desarrollo de la celular como a las dendritas, de car·cter
neuroglÌa, con cÈlulas pequeÒas que sÛlo semejante a las que aparecen en las neu-
en parte tienen caracteres protoplasm·- ronas del cerebro y la mÈdula espinal en
ticos y que corresponden a una zona cor- la idiocia amaurÛtica juvenil. Ach˙carro
tical de desarrollo tardÌo. la encontrÛ principalmente en la enfer-
Estos hechos parecÌan exigir una inves- medad de Korsakow, aunque no como
tigaciÛn comparada de la neuroglÌa en lesiÛn especÌfica, ya que comprobÛ su pre-
la serie filogenÈtica, que Ach˙carro llevÛ sencia en otras enfermedades nerviosas
a cabo en uno de sus ˙ltimos trabajos y mentales.

10 Mente y cerebro 03/2003


Sentido de
la orientación
en el espacio
¿Llegará el día en que el hombre se establezca en el espacio? Los investigadores han comenzado
a analizar la reacción de nuestro cuerpo ante la ingravidez. Han aparecido las primeras sorpresas.
El principal desafío que plantea la vida en una nave o una estación espacial
no es de carácter biológico, sino psicológico

Eberhard R. Horn y quiz·s incluso sobre las funciones supe- tema nervioso, desde las neuronas hasta
riores de nuestro cerebro? la psique. øPuede entonces el tejido ner-

E
l aÒo 2001 ha quedado atr·s y El ser humano percibe la gravitaciÛn vioso compensar la ingravidez y acos-
todavÌa no hemos vivido nin- (vÈase el recuadro ìLa supresiÛn de la tumbrarse a ella? En busca de una res-
guna odisea en el espacio. Pero gravedadî) gracias a un Ûrgano situado puesta, Bruce McNaughton, de la
m·s vale tarde que nunca; quiz· en el oÌdo interno. AquÌ se alojan los Universidad de Arizona en Tucson, inves-
sea sÛlo una cuestiÛn de tiempo y el hom- otolitos, unos cristales de carbonato c·l- tigÛ las neuronas localizadoras del cere-
bre consiga alg˙n dÌa volar a otros pla- cico. Su posiciÛn en el Ûrgano depende bro de las ratas. Se trata de unas cÈlulas
netas e incluso colonizar el espacio. de la postura moment·nea del cuerpo en nerviosas que sÛlo se activan cuando el
Cuando eso llegue habr· de soportar el espacio. Mediante la fuerza de la gra- animal se detiene en un lugar concreto.
durante m·s tiempo la ingravidez y quiÈn vedad, estos cristalitos doblan los cilios De esta forma, elabora ìmapas espacia-
sabe si pasar· largos perÌodos en este rectos de las cÈlulas sensoriales de dicho lesî en el cerebro, es decir, representa-
estado; por ejemplo, durante los vuelos Ûrgano y los excitan. El cerebro identi- ciones del entorno que le ayudan a orien-
interestelares o en las estaciones espa- fica las cÈlulas sensoriales activadas y tarse. Para ello, las neuronas localizadoras
ciales. øEn quÈ nos estamos, de verdad, deduce en quÈ posiciÛn nos encontra- colaboran con otras cÈlulas nerviosas
aventurando? øPodrÌan el hombre u otros mos con respecto al campo gravitatorio. que representan las distintas direccio-
organismos prolongar su existencia en Para nuestra sorpresa, el hombre y los nes de la cabeza. Cuando una rata intenta
condiciones tan insÛlitas? øNo tendrÌa animales se desenvuelven muy bien sin orientarse, mueve la cabeza para que
esta experiencia repercusiones negati- la fuerza de la gravedad, aunque su ausen- reaccionen los Ûrganos del sentido pos-
vas a largo plazo sobre nuestro cuerpo cia influye en todos los planos del sis- tural. Si advertimos que estos Ûrganos

12 Mente y cerebro 03/2003


DEFD-MOVIES

1.NUESTRO FUTURO EN EL ESPACIO: ¿Llegará el hombre a dominar el universo?


no pueden funcionar sin la fuerza de la Muchas novelas y películas como 2001: Una odisea en el espacio se basan en esa idea.
gravedad, la importancia de las neuro-
nas localizadoras quiz· nos parezca
menor. cuando entran en una zona de ingravi- plo, al erguirse ócon los pies sujetos al
En 1998 McNaughton enviÛ al espa- dez. No obstante, la actividad volviÛ a sueloó sienten que el ìtechoî de la nave
cio un grupo de ratas, en el marco de la la normalidad en el transcurso del vuelo espacial desciende y viceversa.
misiÛn Neurolab: un vuelo de 16 dÌas en espacial. Con todo, parece que estos cambios
una c·psula espacial en el que se lleva- de percepciÛn facilitan la adaptaciÛn de
ron a cabo 26 experimentos neurocien- Cuando el suelo se convierte los astronautas a la nueva situaciÛn. Para
tÌficos. Estas ratas habÌan elaborado en el techo orientarse en la astronave utilizan pun-
mapas espaciales neuronales a travÈs de øCÛmo reacciona la corteza cerebral, tos de referencia espacial muy distintos:
un entrenamiento en una pasarela en la encargada de las funciones superiores algunos cosmonautas consideran que lo
tierra. Durante los primeros dÌas en Ûrbita del hombre, ante la ausencia de la fuer- que hay ìdebajoî es el suelo, mientras
se comprobÛ que estos mapas habÌan za gravitatoria? Los investigadores pue- que otros opinan que es el techo. Pero
desaparecido. No obstante, poco des- den registrar la actividad de la corteza ahÌ no queda todo: °el sistema nervioso
puÈs las ratas recuperaron los mapas, lo cerebral en los electroencefalogramas central utiliza el propio cuerpo como
que significa que se habÌan acostum- (EEG). De esta manera, vigilan a los as- referencia!
brado a las nuevas condiciones. Las neu- tronautas durante sus misiones. Miden Todo esto ha quedado demostrado tras
ronas localizadoras, que habÌan resul- la frecuencia de las ondas electroence- las investigaciones de dos grupos del
tado daÒadas temporalmente por la falogr·ficas dominantes para diferen- Centro Nacional de Investigaciones
privaciÛn de la gravedad, ìrecordaronî ciar los distintos grados de vigilia y las CientÌficas (CNRS) de Francia. Joseph
de nuevo su capacidad y se adaptaron a diversas fases del sueÒo. Casi todas estas McIntyre, fisiÛlogo del CNRS de ParÌs,
partir de ese momento a la nueva situa- ondas se modifican durante el vuelo espa- se propuso averiguar si los astronautas
ciÛn, aunque no contaban con la infor- cial, sobre todo el EEG del sueÒo, que podÌan apreciar la direcciÛn que seguÌan
maciÛn proporcionada por la fuerza de indica un sueÒo de peor calidad. los objetos. Para ello, trabajÛ con los
la gravedad. En principio, la ingravidez influye cosmonautas de la estaciÛn espacial rusa
El sentido del equilibrio mostrÛ una adem·s en las neuronas de la corteza Mir en 1997 y 1999; el experimento con-
capacidad de adaptaciÛn similar. En 1970 cerebral y, por lo tanto, tambiÈn en la per- sistiÛ en proyectar sobre una pantalla
un grupo de cientÌficos investigÛ el lla- cepciÛn, la sensaciÛn, el discernimiento lÌneas de una determinada orientaciÛn.
mado VIII par craneal de las ranas, el y la psique. De hecho, cuando est·n en Una vez desaparecida de la pantalla la
nervio que transmite la informaciÛn del Ûrbita, casi todos los astronautas expe- lÌnea, debÌan trazar de memoria otra raya
Ûrgano gravitatorio al cerebro. Compro- rimentan ilusiones relativas al espacio y que siguiera la misma orientaciÛn. El
baron que las fibras habitualmente acti- al movimiento, que relacionan con su sistema nervioso humano muestra una
vas pierden gran parte de su capacidad propio cuerpo o con su entorno. Por ejem- clara preferencia por la horizontalidad

Mente y cerebro 03/2003 13


La supresión de la gravedad

NASA

VUELO EN PICADO. Este avión especial recrea la ingravidez EN EL ESPACIO. Las lanzaderas son idóneas para los
durante fases de medio minuto aproximadamente. experimentos prolongados.

La gravitación es la propiedad que tienen todos los cuer- recrean el estado de ingravidez para realizar experimentos
pos de atraerse mutuamente en razón de su masa. La fuerza neurobiológicos.
de la gravedad terrestre obedece a la gravitación de la Tierra Dentro del campo gravitatorio de la Tierra, la ingravidez tan
y de los cuerpos situados en su campo de atracción. Se sólo se produce en la caída libre. Con las torres de caída
denomina también aceleración terrestre y se representa con libre se logran períodos de hasta 4 segundos y medio sin
la letra g . La ingravidez ( g cero) se define como la ausen- gravedad. De esta forma, los científicos pueden estudiar pro-
cia aparente de la fuerza de gravitación. Los investigadores cesos que se establecen y se desarrollan con rapidez, como
el procesamiento de la señal en las células sensoriales. En
los vuelos parabólicos los aviones preparados al efecto se
elevan y descienden en picado, dibujando una parábola. Cuando
el avión alcanza el segmento superior de la parábola, per-
manece en condiciones de ingravidez durante 20 a 30 se-
gundos. Estos vuelos no sólo permiten llevar a cabo experi-
mentos completos con reacciones de desarrollo rápido, sino
también estudiar las reacciones del equilibrio o los movi-
mientos oculares humanos. Asimismo, pueden prepararse
de este modo experimentos idóneos para el espacio exte-
rior, que exigen fases más prolongadas de ingravidez, y eva-
luar la idoneidad de algunos instrumentos experimentales
en el espacio.
No obstante, se precisan vuelos orbitales más largos —ya
sea en naves tripuladas o en satélites de exploración autó-
nomos— para estudiar procesos lentos o constantes, como
el desarrollo y el envejecimiento del sistema nervioso o los
ritmos biológicos. En estos vuelos, la nave espacial da vuel-
tas alrededor de la Tierra a una altura entre 300 y 500 km.
En el sentido estricto de la palabra, no se puede hablar de
UNIVERSIDAD DE BREMEN

ingravidez absoluta, sino de microgravedad: un campo de


fuerza complejo, que se compone de varias fuerzas de poca
consideración. Debido a la proximidad de la Tierra, se ori-
gina una ligera fuerza gravitatoria en reposo (aproximada-
mente 5  10 –5 g ). A este valor hay que sumar la acelera-
ción debida a los movimientos humanos y de la máquina
Y EN CASA. La torre de caída libre de Bremen es perfecta (10 –2 a 10 –3 g ) y las igniciones del motor necesarias para
para realizar experimentos breves sin gravedad. corregir la trayectoria (10 –4 a 10 –6 g ).

14 Mente y cerebro 03/2003


y la verticalidad; mientras permanecie- ron como si la persona sentada hubiera movimientos. Alain Berthoz, del CNRS
ron en la Tierra, los astronautas repro- experimentado una inclinaciÛn lateral de ParÌs realizÛ el siguiente experimento
dujeron con total exactitud la direcciÛn de 90o. No obstante, en los primeros dÌas durante la misiÛn Neurolab: indicÛ a los
de las rectas paralelas y perpendicula- de vuelo la percepciÛn subjetiva se corres- astronautas que recogieran una serie de
res al sentido de la gravedad. En cam- pondiÛ con los 35o a los que se habÌan pelotas lanzadas óseg˙n su perspecti-
bio, en las zonas de ingravidez los resul- acostumbrado los astronautas. En este vaó desde arriba. øResultado? Los re-
tados Ûptimos correspondieron a las experimento, los astronautas volvieron ceptores desplegaron la misma habilidad
lÌneas que seguÌan la direcciÛn de su pro- a utilizar otras referencias, como su pro- que en la Tierra. Aparentemente, el cere-
pio cuerpo. pio cuerpo. bro humano tambiÈn se adaptÛ a la nueva
En el experimento de Gilles ClÈment, La ingravidez no sÛlo altera la per- situaciÛn espacial y desarrollÛ una estra-
del CNRS de Toulouse, se pidiÛ a los cepciÛn, sino tambiÈn el control de los tegia adecuada para agarrar la pelota.
astronautas que calcularan su propia posi- movimientos voluntarios. Da lo mismo Por el contrario, la capacidad cogni-
ciÛn en el espacio. Se les expuso, sen- que se intente agarrar un l·piz o copiar tiva, como el pensamiento lÛgico o las
tados o tumbados boca arriba, a una cen- un dibujo, los movimientos dirigidos actividades de memoria, apenas se modi-
trifugaciÛn con la fuerza de la aceleraciÛn hacia un fin pierden precisiÛn con la fican con la ingravidez. En 1997 Dietrich
terrestre (vÈase la figura 2). Debido a la ingravidez; para recuperar dicha merma, Manzey y sus colaboradores, de la Es-
combinaciÛn de las fuerzas centrÌfuga y los sujetos deben moverse con mucha cuela TÈcnica Superior de L¸neburg,
gravitatoria, las cÈlulas sensoriales reac- lentitud. evaluaron periÛdicamente el pensamiento
cionaron como si el cuerpo se hubiera øPodrÌa un astronauta bajo los efec- lÛgico y la memoria de un astronauta
inclinado 45o. En la Tierra los astronau- tos de la ingravidez aprehender una pelota ruso durante los 438 dÌas que permane-
tas que permanecieron sentados durante que le cayera desde arriba con la misma ciÛ en la estaciÛn espacial rusa Mir. La
el experimento, percibieron una incli- precisiÛn que si estuviera en la Tierra? funciÛn mental tan sÛlo disminuyÛ
naciÛn lateral de 35o. Cuando la pelota sigue una trayectoria durante la semana posterior a la transi-
Durante la misiÛn Neurolab, los cien- descendente, su velocidad se acelera pro- ciÛn de la zona de gravedad a la de ingra-
tÌficos repitieron este experimento en gresivamente debido a la fuerza de la videz, debido sobre todo al trabajo des-
condiciones de ingravidez. En este caso gravedad. En cambio, en el espacio man- mesurado que hubo de realizar en esta
actuÛ exclusivamente la fuerza centrÌ- tiene siempre la misma velocidad, por fase. Por lo dem·s, el rendimiento fue
fuga; las cÈlulas sensoriales reacciona- lo que el receptor debe modificar sus similar al observado antes de la misiÛn.
Adem·s de la ingravidez, deben con-
siderarse las condiciones ambientales
extremas que se dan en el espacio; influ-
2. EN EL TIOVIVO. Esta máquina centrífuga se utilizó en 1998, dentro de la misión yen enormemente en el organismo du-
Neurolab, para estimular el órgano del equilibrio bajo una ingravidez simulada.

NASA

Mente y cerebro 03/2003 15


rante los vuelos espaciales. Obligan al blema psÌquico que se presente en el se sentÌan marginados social y cultural-
cerebro óno obstante su notable capa- curso de los vuelos prolongados. mente por sus compaÒeros rusos, pues
cidad de adaptaciÛnó a realizar un es- sÛlo hablaban en ruso entre ellos y con
fuerzo inusitado, que tiene consecuen- La ingravidez nos hace sensibles la estaciÛn terrestre.
cias graves para el sistema nervioso øCu·les son las experiencias personales Debido al escaso n˙mero de vuelos
central y la psique. El largo perÌodo de de los astronautas en el cosmos? Durante espaciales que se realizan, los psicÛlo-
aislamiento en grupos pequeÒos óel el vuelo son frecuentes los momentos de gos basan sus investigaciones en grupos
vuelo de ida y vuelta a Marte durar· tensiÛn emocional. Los problemas pro- reducidos y aislados en la Tierra, por
como mÌnimo 3 aÒosó puede plantear pios de la tripulaciÛn afectan tambiÈn a ejemplo, en cabinas experimentales, en
graves problemas psÌquicos, sobre todo la convivencia y la conducta de los subor- laboratorios de la Ant·rtida o en sub-
por la obligaciÛn de convivir y relacio- dinados. Las diferencias culturales y marinos. Sin embargo, las variaciones
narse en un espacio tan reducido. Por ling¸Ìsticas constituyen fuente de con- biolÛgicas que experimenta el sistema
esta razÛn, se ha desarrollado la psico- flictos cuando se trabaja en espacios nervioso cuando el cuerpo est· en Ûrbita
logÌa espacial de forma paralela a la tÈc- mÌnimos, seg˙n indicaron los astronau- no siempre pueden medirse durante el
nica de los vuelos espaciales tripulados. tas estadounidenses que permanecieron vuelo espacial. Algunos instrumentos
Se trata de prever y evitar cualquier pro- en la estaciÛn rusa Mir: muchas veces son difÌciles de manejar y otros requie-
ren un tiempo de mediciÛn excesivo. Por
estas razones, la investigaciÛn cientÌfica
suele realizarse nada m·s aterrizar. El sis-
tema nervioso, acostumbrado a la ingra-
ACTIVIDAD NERVIOSA videz, no vuelve de inmediato a su estado
primitivo cuando se regresa a la Tierra.
El investigador podr· evaluar la adap-
taciÛn progresiva a las condiciones terres-
tres para inferir cÛmo se modificÛ el ren-
dimiento en el transcurso del vuelo
espacial.
Con estos experimentos se comprobÛ
que el sistema nervioso se muestra m·s
sensible con la ingravidez. Stephen
Highstein, de la Universidad de Washing-
ton en Saint Louis, enviÛ al espacio un
grupo de pejesapos. Al dÌa siguiente a
su regreso, estimulÛ el Ûrgano del equi-
librio de los peces. El VIII par craneal
de los animales que viajaron al espacio
ELECTRODO reaccionÛ con mayor intensidad que el
DE SUCCION de los peces testigo que se quedaron en
la Tierra.
Los experimentos de centrifugaciÛn de
Gilles ClÈments mostraron un resultado
similar. Nada m·s volver de la zona de
ingravidez, los astronautas expuestos a
la fuerza centrÌfuga percibieron una
mayor inclinaciÛn lateral que antes del
vuelo. No obstante, en pocos dÌas recupe-
raron su estado primitivo. Es posible que
GANGLIO
TERMINAL

3. EL PULSO DE UNA NEURONA: El


CERCOS grillo posee cercos en el abdomen, unos
PSI apéndices en los que se aloja el órgano
postural. Al excitarlos, el grillo gira en el
espacio alrededor de su eje, pero la cabeza
DENDRITAS DE LAS se mueve en sentido opuesto. Este órgano
CELULAS SENSORIALES
sensitivo se halla en contacto con una
célula nerviosa, la neurona PSI, que
transmite al cerebro información sobre
la posición del insecto en el espacio. La
THOMAS BRAUN

actividad de esta neurona con las distintas


posiciones se puede medir en el punto de
unión de los dos ganglios del abdomen.

16 Mente y cerebro 03/2003


Entre los bastidores de la investigación espacial
El proyecto RVOR de nuestro grupo comenzó a planifi-
carse en 1985, cuando presentamos la primera solicitud para
realizar un experimento espacial. Para sacar el máximo par-
tido del vuelo espacial, es normal invertir varios años en
planificar y desarrollar el proyecto. Cabe destacar, además,
que, debido a los requisitos de los vuelos espaciales —coste
elevado, automatización y viabilidad de los experimentos—,
nos vimos obligados a limitar nuestro empeño. Nos con-
centramos en los primeros estadios del desarrollo de los
animales de experimentación, pues queríamos utilizar sis-
temas pasivos de transporte y evitar la necesidad de ali-
mentarlos, proceso que requiere mucho tiempo.
Uno de los principales problemas prácticos que se nos plan-
tearon fue el alojamiento de los animales de experimenta-
ción durante el vuelo espacial. Con este fin, construimos
un miniacuario ( véase la imagen ), en el que alojamos los
embriones de los peces y las ranas que estudiamos en 1997
y 2001; al comienzo del vuelo espacial los embriones tenían
de 2 a 4 días de vida. La reserva del vitelo es suficiente como
para resistir un vuelo de 10 a 14 días.

El siguiente paso consistió en la creación de un minisis-


tema de experimentación, un sistema de alojamiento que
fuera adecuado para los animales en estadios posteriores y
que permitiera prolongar el estudio en varias semanas o
meses. La calidad del agua —imprescindible para la super-
vivencia— está garantizada por un proceso de reciclaje con-

EBERHARD HORN
tinuo; el sistema incluye un dispositivo automático que con-
duce los alimentos a los reservorios pertinentes. Si se produce
una concentración peligrosa de sustancias nocivas, la tri-
pulación puede sustituir el contenedor con los residuos. El
corazón de este sistema es una unidad de control electró- AUTARQUIA. En un miniacuario como el de la fotografía,
nico que puede manejarse desde la Tierra durante el vuelo. pueden desarrollarse los embriones de los peces y las ranas
Se han analizado todos los componentes y se han obtenido durante un máximo de 2 semanas sin necesidad de
resultados satisfactorios: el miniacuario se evaluó en el espa-
cio y las bombas, en la Tierra. Al igual que en todos los alimentarlos. Durante el vuelo espacial, el miniacuario se aloja
experimentos espaciales, el calendario está dictado por los en un contenedor. Conviene que una de las paredes sea
proyectos de vuelo. transparente para poder filmar el miniacuario durante el vuelo.

mediante este aumento de la sensibili- rimentos prolongados en los que se inducido por el giro (abreviado rVOR,
dad, el Ûrgano del equilibrio busque una suprima la fuerza de la gravedad. seg˙n las siglas sajonas). Por animales
estimulaciÛn que le permita determinar Se han planteado tres preguntas, que de experimentaciÛn escogimos ranas
la posiciÛn del cuerpo en el espacio. todavÌa no tienen respuesta: de uÒas y percas. En 1993 (Spacelab-
Las investigaciones sobre este tema ï øRepercute la ingravidez en el desarro- Mission D-2 alemana) y en 1997 (Shuttle-
efectuadas por mi grupo de la Universi- llo del sentido de la posiciÛn? to-Mir-Mission SMM-06), pusimos en
dad de Ulm se basan en un descubrimien- ï øHay alguna etapa de la vida en la que Ûrbita a un grupo de estos vertebrados
to de Torsten Wiesel y David Hubel, de no ejerza ning˙n efecto? en distintas fases de desarrollo. Las me-
la facultad de medicina de Harvard: deter- ï øSon irreversibles las alteraciones sufri- diciones se efectuaron nada m·s regre-
minadas neuronas de la corteza visual del das en el espacio? sar a la Tierra, pues con la ingravidez se
cerebro de los gatitos no se desarrollan El sentido de la postura atravesarÌa, pierde el rVOR.
correctamente si no reciben impresio- en efecto, un perÌodo crÌtico si la respues- La supresiÛn de la gravedad influye cla-
nes visuales en un perÌodo concreto de ta a estos tres interrogantes fuera afir- ramente en el desarrollo del reflejo ocu-
la vida. Entre tanto, se ha demostrado mativa. lar est·tico de los peces y las ranas, aun-
que todos los sentidos atraviesan estos En nuestros experimentos espaciales que cada especie reacciona de forma
ìperÌodos crÌticosî durante su desarro- ófinanciados por el Centro Alem·n de peculiar. Tras permanecer fuera del campo
llo. Han sido los viajes espaciales los Aeron·utica y Cosmon·uticaó estu- gravitatorio, el reflejo de los renacuajos
que han permitido investigar si el sen- diamos un movimiento ocular desenca- fue m·s ligero que el de los congÈneres
tido postural tambiÈn muestra una fase denado con los cambios de posiciÛn y que continuaron en la Tierra, mientras que
sensible de estas caracterÌsticas: en la contrario a Èstos. Los expertos lo deno- el reflejo de las larvas de los peces resultÛ
Tierra no es posible llevar a cabo expe- minan reflejo oculovestibular est·tico o m·s pronunciado. Es de suponer que los

Mente y cerebro 03/2003 17


EBERHARD HORN

4. APRENDIZAJE PRECOZ. Se han


llevado a cabo tres misiones espaciales en tonio, comprobÛ en la misiÛn Neurolab todavÌa en fase de huevo, que eclosionÛ
las que se expuso a la gravedad a varios que los otolitos de los peces pequeÒos y a los dos dÌas. Todos los grillos se de-
renacuajos de ranas de uñas de 24, 48 los caracoles marinos crecen cuando se sarrollaron del mismo modo que sus con-
y 72 días de vida (de izquierda a derecha).
suprime la gravedad, por lo que esti- gÈneres de la Tierra y atravesaron dos o
mulan con mayor intensidad las cÈlulas tres mudas. Una vez terminada la misiÛn
Durante el vuelo espacial se alimentaron
sensoriales. de 16 dÌas y de nuevo en la Tierra, eva-
sobre todo de las reservas de su vitelo. Las propiedades de algunas cÈlulas luamos el movimiento de la cabeza y la
nerviosas tambiÈn pueden resultar alte- reacciÛn de las PSI modificando la posi-
radas. Debido al elevado n˙mero de neu- ciÛn del insecto en el espacio.
efectos tambiÈn dependen de la fase de ronas y a su escaso tamaÒo, apenas si hay El resultado fue el siguiente: a dife-
la vida en la que se suprima la fuerza de forma de medir tales cambios entre los rencia de lo que sucediÛ con los peces y
la gravedad: si se hace en uno de los pri- animales vertebrados en la Tierra, por no los renacuajos, los movimientos de la
meros estadios del desarrollo, se retra- hablar de las complicaciones adiciona- cabeza de los grillos apenas se modifi-
sar· el reflejo, mientras que el Ûrgano del les que plantean los experimentos en caron, con independencia de la edad de
equilibrio se acomoda y sensibiliza en condiciones de ingravidez. Dado que las larvas al comienzo del vuelo espa-
estadios posteriores. despuÈs de un vuelo espacial tan sÛlo se cial. Por contra, las cÈlulas PSI no reac-
Se cumple asÌ el primer requisito que pueden llevar a cabo estudios determi- cionaron pr·cticamente a los cambios
define la existencia del perÌodo crÌtico. nados, y dado que las propiedades de las de posiciÛn despuÈs del vuelo. A las dos
øEn quÈ se diferencia el sentido postural cÈlulas son muy variables, serÌa muy semanas, la interneurona ya se habÌa
de los dem·s sentidos en este punto? complicado obtener un resultado defi- recuperado. No cabe duda de que la sen-
Cuando los animales se habÌan acostum- nitivo. Por estas razones, en nuestros sibilidad de las neuronas resulta afectada
brado de nuevo a la fuerza gravitatoria, siguientes experimentos recurrimos a un cuando se suprime la gravedad. Se expli-
nos llevamos una gran sorpresa: el reflejo modelo poco com˙n: el grillo. Su reac- car· asÌ por quÈ el efecto ocular est·tico
ocular est·tico se manifestÛ, despuÈs del ciÛn es comparable con el reflejo ocu- tambiÈn se modifica con la ingravidez.
viaje espacial, como el de los animales lovestibular: cuando se hace rodar a los Con todo, a˙n no se ha aclarado si el
de control que se quedaron en la Tierra; insectos hacia los lados, giran la cabeza desarrollo del sentido postural presenta
es decir, resultaron efÌmeras la hiper- en direcciÛn opuesta. Asimismo, los gri- o no un perÌodo crÌtico. Se ha propuesto
sensibilidad y la latencia. llos poseen a ambos lados del sistema que entre los peces este perÌodo coincide
Sin embargo, las alteraciones sufri- nervioso una neurona muy especial, la con el momento en el que comienza a
das durante un perÌodo crÌtico deberÌan denominada PSI (interneurona sensible apreciarse el rVOR est·tico. Si la gra-
ser irreversibles. øPor quÈ el reflejo se a la postura), que se activa dependiendo vedad se suprime antes de ese momento,
afecta sÛlo con la ingravidez? Para res- de la posiciÛn del grillo en el espacio el reflejo se intensifica y, cuando se res-
ponder a esta pregunta, habrÌa que estu- (vÈase la figura 3). tablece la fuerza gravitatoria, a˙n se
diar todos los eslabones de la cadena Dentro de la misiÛn Neurolab de 1998, aprecian los efectos.
entre el estÌmulo y la reacciÛn, que abarca expusimos a grillos en una de las cuatro En las siguientes investigaciones sobre
desde el Ûrgano del equilibrio hasta los fases diferentes del desarrollo a los efec- el reflejo ocular est·tico y el perÌodo crÌ-
m˙sculos oculares. Michael Wiederholt, tos de la ingravidez. Cuando se lanzÛ la tico, nos centramos en los renacuajos,
de la Universidad de Texas en San An- nave, el insecto m·s joven se encontraba cuyas caracterÌsticas neurobiolÛgicas se

18 Mente y cerebro 03/2003


habÌan ya estudiado a fondo. Sobre el
renacuajo, en efecto, se posee abundante
informaciÛn, pues su desarrollo no sÛlo
se ha investigado en la Tierra, sino tam-
biÈn en el espacio. Asimismo, se ha conse-
guido por primera vez fecundar un huevo
de estos batracios en el espacio.
Hasta la fecha, hemos mandado al espa-
cio tres grupos de renacuajos (vÈase la
figura 4); el ˙ltimo grupo se enviÛ en
2001, a bordo de la nave Soyuz (expedi-
ciÛn AndrÛmeda), que se acoplÛ a la esta-
ciÛn espacial internacional (ISS); ante-
riormente se estudiÛ a los renacuajos en
la misiÛn D-2 en 1993 y en la Shuttle-to-
Mir-Mission SMM-06 en 1997. Sin
embargo, sÛlo se pudo demostrar el pri-
mero de los tres requisitos que debe cum-
plir el perÌodo crÌtico: la supresiÛn de la
fuerza gravitatoria repercute en el de-
sarrollo de los reflejos del renacuajo.
Por el momento, no se ha satisfecho
ninguno de los otros dos criterios. No hay
indicios de que exista una etapa de la vida
insensible, ni de que las alteraciones de
los reflejos sean irreversibles. De hecho,
el reflejo oculovestibular inducido por
el giro de algunos animales se modificÛ
dos semanas despuÈs de su permanen-
cia en el espacio, por lo que no se puede
hablar de transformaciones irreversibles.
Los resultados obtenidos hasta ahora
tambiÈn rebaten que el Ûrgano del equi-
librio atraviese durante su desarrollo un
perÌodo crÌtico, en el estricto sentido de
la palabra. Si se demostrara que el sen-
tido postural óa diferencia de los dem·s
sentidosó se desarrolla sin atravesar
una fase sensible y que, por lo tanto, no
est· afectado por la gravitaciÛn, la sor-
presa serÌa may˙scula. Por otra parte, la
posibilidad de que el ser humano viva
en el espacio durante varias generacio-
nes estarÌa un poco m·s cerca.

EBERHARD R. HORN explica los mecanis-


mos de adaptación de la fisiología a las con-
diciones de gravedad e ingravidez en la
Universidad de Ulm.

Bibliografía complementaria
NEUROWISSENSCHAFTLICHE FORSCHUNG UNTER
SCHWERELOSIGKEIT. E. R. Horn, en Lexicon
der Neurowissenschaft. Spektrum Akade-
mischer Verlag; Heidelberg, 2001.
M ENSCH , L EBEN , S CHWERKRAFT, KOSMOS .
Dirigido por H. Rahmann y K. A. Kirsch.
Verlag Günter Heimbach; Stuttgart, 2001.
T HE N EUROLAB S PACELAB M ISSION . J. C.
Buchey y J. L. Homick, en Neuroscience
Research in Space; Houston, NASA, 2002.

Mente y cerebro 03/2003 19


Neuronas,
hormonas y
vuelos espaciales
Las ratas que crecieron en condiciones de microgravedad durante
la misión Neurolab de la NASA presentaron alteraciones permanentes en las neuronas
encargadas de la secreción de hormonas que controlan funciones vitales.
¿Significa esto que los seres humanos no podrán desarrollarse con normalidad en el espacio?
¿Plantea una limitación para el establecimiento de colonias humanas fuera de la Tierra?

Luis Miguel García Segura microgravedad [vÈase ìEl cerebro en el a la respuesta obtenida podr· decidirse
y Daniel García Ovejero espacioî, por Javier de Felipe en MEN- sobre la viabilidad de tales colonias y
TE Y CEREBRO, n˙mero 1, octubre 2002]. conocerse si el nacimiento en ellas impe-

C
on la creaciÛn de la EstaciÛn Los cientÌficos espaÒoles participantes en dir· la readaptaciÛn a la Tierra.
Espacial Internacional y el este proyecto analizaron el efecto de un Quiz·s algunos piensen que no es un
impulso de nuevos programas vuelo espacial en animales en desarrollo tema urgente. Suelen mostrarse asÌ quie-
de exploraciÛn planetaria, se y sus posibles consecuencias a largo plazo nes no prevÈn la velocidad con que ope-
han proyectado viajes tripulados de larga sobre la estructura y funciÛn del cerebro. ran los cambios tÈcnicos. En todo caso,
duraciÛn y estancias prolongadas en el La investigaciÛn se desarrolla pen- el proyecto Neurolab sirve tambiÈn para
espacio. Estos nuevos proyectos han sando en el posible establecimiento de comprender las consecuencias que tiene
aumentado el interÈs por conocer mejor colonias de seres humanos fuera de la para el cerebro una alteraciÛn de las con-
los efectos de los vuelos espaciales y la Tierra. PodrÌamos enunciar la cuestiÛn diciones ambientales normales durante
microgravedad sobre el hombre y los general que subyace bajo tales estudios el desarrollo. Y Èste no es un asunto sobre
animales. de una forma parecida a Èsta: øpuede futuribles, sino una cuestiÛn de impor-
El proyecto Neurolab supuso la posi- adaptarse a la vida en la Tierra el cere- tancia vital para comprender muchas de
bilidad de realizar estudios especÌficos bro de un niÒo que nace en el espacio, en las enfermedades y disfunciones del sis-
sobre el sistema nervioso de animales en condiciones de microgravedad? Merced tema nervioso.

20 Mente y cerebro 03/2003


Dos grupos de cientÌficos espaÒoles

LUIS MIGUEL GARCIA SEGURA Y DANIEL GARCIA OVEJERO


NUCLEO
del Instituto Cajal del Consejo Superior PARAVENTRICULAR
de Investigaciones CientÌficas estudia-
mos los cerebros de ratas que tenÌan una
edad de 14 dÌas en el momento del des- NUCLEO
pegue y regresaron a la Tierra con un mes SUPRAOPTICO
de edad. Es decir, animales que salieron
en edad infantil y volvieron jÛvenes, a
punto de entrar en la pubertad. El grupo
de Javier de Felipe estudiÛ la corteza
cerebral, una parte del cerebro esencial
para la percepciÛn, el control de los movi-
mientos, el comportamiento, la capaci-
dad cognoscitiva y los procesos de me-
moria y aprendizaje [vÈase el artÌculo
mencionado de Javier de Felipe en MEN-
TE Y CEREBRO ]. En nuestro grupo, for-
mado por JosÈ Luis Trejo, Iratxe Ciriza
EreÒo y los dos autores de este artÌculo
y en colaboraciÛn con Kerry Walton, de QUIASMA
OPTICO
la facultad de medicina de la Universidad
de Nueva York, nos interesamos por otra
zona del cerebro menos vistosa y m·s
escondida: el hipot·lamo.
En contraste con la corteza cerebral,
que se ocupa sobre todo, aunque no exclu-
sivamente, de las relaciones con el medio
externo, el hipot·lamo atiende princi-
palmente a las relaciones con el medio
interno. Esta ˙ltima labor pasa casi del
todo inadvertida por nuestra conciencia;
pese a ello, resulta fundamental para
nuestra vida. Del cuerpo llegan al cere-
bro seÒales silenciosas que alteran nues-
tro estado de ·nimo y nos provocan
deseos y emociones que, a menudo, sor- NEUROHIPOFISIS
prenden a nuestra pobre consciencia, que
se entera de muy poco de lo que ocurre
en el organismo. El cerebro, por su parte,
manda seÒales a todos los Ûrganos del
cuerpo y regula su funcionamiento, sin 1. REPRESENTACION ESQUEMATICA de la situación de las neuronas magnocelulares
que nos demos cuenta y sin la interven- del núcleo supraóptico y el núcleo paraventricular del hipotálamo. Los axones de estas
ciÛn de nuestra voluntad. El hipot·lamo neuronas liberan su contenido hormonal en los capilares de la neurohipófisis.
desempeÒa un papel esencial en esta
comunicaciÛn.
El control de las funciones corpora-
les inconscientes por parte del cerebro praÛptico y paraventricular del hipot·- ron el n˙cleo supraÛptico como una agru-
se realiza de dos maneras: mediante el lamo; son las responsables de la sÌnte- paciÛn densa de cÈlulas grandes y teÒi-
sistema nervioso vegetativo y mediante sis de las hormonas oxitocina y arginin- das muy intensamente, localizadas dor-
la secreciÛn de hormonas, sustancias vasopresina, asÌ como de su liberaciÛn sal y lateralmente al quiasma y al tracto
quÌmicas que se vierten a la sangre y en la neurohipÛfisis para ser vertidas a Ûptico. El n˙cleo supraÛptico fue iden-
afectan a Ûrganos lejanos. El control de la sangre. Por su parte, las pequeÒas neu- tificado en 1887 por el cientÌfico h˙n-
la secreciÛn hormonal por el cerebro, o ronas del sistema parvocelular se hallan garo Mihaly Lenhossek (1863-1937).
control neuroendocrino, se realiza con distribuidas por distintos n˙cleos hipo- El n˙cleo supraÛptico produce dos
la ayuda de la hipÛfisis, gl·ndula endo- tal·micos. Sus axones inervan la emi- tipos de hormonas: la arginin-vasopre-
crina asociada al hipot·lamo. nencia media, donde liberan las hormo- sina y la oxitocina. La arginin-vasopresi-
Hay dos grupos de cÈlulas hipotal·- nas a la sangre en el sistema portal na, u hormona antidiurÈtica, constituye
micas que producen hormonas: las neu- hipot·lamo-hipofisario. uno de los principales reguladores del
ronas neurosecretoras del sistema mag- balance hÌdrico corporal. Los axones de
nocelular (compuesto por neuronas de El núcleo supraóptico las cÈlulas productoras de arginin-vaso-
gran tamaÒo) y las neuronas neurose- Debido a su caracterÌstico aspecto en presina terminan en la hipÛfisis posterior
cretoras del sistema parvocelular (de secciones de cerebro procesadas con la o neurohipÛfisis; desde aquÌ, la hormona
pequeÒo tamaÒo). Las grandes cÈlulas tÈcnica de Nissl, que tiÒe todos los cuer- se libera a la circulaciÛn en respuesta a
neurosecretoras del sistema magnoce- pos neuronales, muchos neuroanato- diversos estÌmulos fisiolÛgicos, como
lular se encuentran en los n˙cleos su- mistas de los siglos XIX y XX reconocie- un incremento en la osmolaridad de la

Mente y cerebro 03/2003 21


LUIS MIGUEL GARCIA SEGURA Y DANIEL GARCIA OVEJERO

CONTROL R + 0 CONTROL R + 18

VUELO R + 0 VUELO R + 18

2. EXPRESION DE LA PROTEINA C-FOS en el núcleo supraóptico de ratas del grupo


control y del grupo de vuelo en el día del aterrizaje (R + 0) y 18 semanas más tarde retroalimentaciÛn positiva, que ampli-
(R + 18). El vuelo produce un aumento en la expresión de la proteína c-Fos en el día del fica su liberaciÛn en la hipÛfisis.
aterrizaje, lo que indica una mayor actividad transcripcional de las neuronas del núcleo
supraóptico.
Antecedentes
El sistema hipot·lamo-neurohipofisario
interviene en las respuestas del orga-
nismo a los cambios en la posiciÛn de la
sangre o situaciones donde disminuye en la memoria a corto plazo y puede cabeza y el cuerpo respecto al eje gra-
la presiÛn arterial, una hemorragia por afectar a distintos patrones conduc- vitatorio. Las respuestas inducidas por
ejemplo. tuales. la inclinaciÛn del cuerpo en la Tierra se
La hormona arginin-vasopresina ac- Vayamos con la segunda hormona pro- deben a cambios en la informaciÛn pro-
t˙a sobre las cÈlulas de los t˙bulos ducida por el n˙cleo supraÛptico, la oxi- veniente de sensores especializados: los
colectores del riÒÛn para regular la reab- tocina. Esta proteÌna se secreta desde las barorreceptores, los Ûrganos vestibula-
sorciÛn de agua; act˙a tambiÈn sobre terminales axÛnicas de las neuronas mag- res y los propiorreceptores.
las arteriolas de muchos Ûrganos, don- nocelulares en la hipÛfisis posterior para Dicha informaciÛn se utiliza habi-
de ejerce un efecto vasoconstrictor. Si, estimular las contracciones del miome- tualmente para llevar a cabo el control
por el contrario, aumenta el volumen trio durante el parto. TambiÈn contrae las postural, con todo lo que esto comporta,
sanguÌneo, lo detectan los receptores cÈlulas mioepiteliales de las gl·ndulas incluidos la redistribuciÛn del riego san-
de elongaciÛn de la pared auricular; se mamarias, provocando la eyecciÛn de la guÌneo y el control de la presiÛn arte-
produce entonces una inhibiciÛn de la leche. rial. La informaciÛn viaja desde estos sen-
arginin-vasopresina. Por ˙ltimo, las Adem·s de ser secretada desde los sores al hipot·lamo; afecta, pues, al
n·useas, la hipoxia y el amamanta- terminales neurohipofisarios, la oxito- sistema neuroendocrino, al autÛnomo y
miento pueden tambiÈn provocar la cina se libera localmente, en los n˙cleos a diferentes tipos de comportamiento
liberaciÛn de dicha hormona. Se ha de- productores; asÌ acontece durante el emocional y las respuestas al estrÈs.
mostrado, adem·s, que la arginin-va- parto y la lactancia. Esta liberaciÛn local TambiÈn el cerebelo parece desempeÒar
sopresina est· implicada directamente parece ejercer una funciÛn autocrina de un papel significativo en estas respues-

22 Mente y cerebro 03/2003


LUIS MIGUEL GARCIA SEGURA Y DANIEL GARCIA OVEJERO
OXITOCINA CONTROL ARGININ-VASOPRESINA CONTROL

OXITOCINA VUELO ARGININ-VASOPRESINA VUELO

3. EXPRESION DE OXITOCINA Y ARGININ-VASOPRESINA en el núcleo supraóptico


tas homeost·ticas a travÈs de sus cone- de ratas del grupo control y del grupo de vuelo en el día del aterrizaje. El vuelo
xiones con el hipot·lamo. produce una disminución en la expresión de ambas hormonas detectable el día del
En investigaciones precedentes sobre aterrizaje.
animales y tripulantes de varias misio-
nes de los programas espaciales ruso y
estadounidense, se habÌa sugerido que
los vuelos espaciales podÌan repercutir lidad, mientras que se habÌa incremen- rÌan que Èstas experimentaban una caÌda
en los sistemas peptidÈrgicos hipotal·- tado el contenido proteico. en la producciÛn de arginin-vasopresina.
micos. Las pruebas m·s abundantes pro- Aunque las tÈcnicas para medir ARN En conformidad con tales hallazgos, se
cedÌan de los vuelos de la serie Kosmos y proteÌnas eran por aquel entonces bas- observÛ en 1992 que existÌa una reduc-
de la extinta UniÛn SoviÈtica. tante rudimentarias, los trabajos de ciÛn de los niveles de oxitocina y argi-
En 1976, Oleg Georgievich Gazenko, Gazenko sirvieron de punto de arranque nin-vasopresina, en ratas sometidas a
pionero de los estudios soviÈticos sobre de la neurobiologÌa espacial en la UniÛn microgravedad durante 14 dÌas en los
el cerebro en el espacio, creyÛ encon- SoviÈtica. Tras esas investigaciones pio- satÈlites Kosmos-1887 y Kosmos-2044.
trar indicios de un decremento de la acti- neras, siguieron siendo cientÌficos soviÈ- TambiÈn en 1994 se detectÛ una reduc-
vidad del sistema hipotal·mico-neuro- ticos los que dominaron el campo. En es- ciÛn en la actividad de las neuronas de
hipofisario despuÈs del vuelo, en ratas tudios realizados en 1980 sobre ratas de los n˙cleos hipotal·micos que producen
que permanecieron 22 dÌas en el satÈlite la misiÛn Kosmos-936, que se mantuvie- arginin-vasopresina y el factor liberador
Kosmos-605. Gazenko y su grupo detec- ron en microgravedad durante 18 dÌas y de la hormona de crecimiento en micro-
taron una disminuciÛn en la concentra- medio, se encontrÛ un decremento sig- gravedad. Todos estos resultados podrÌan
ciÛn de ARN y proteÌnas en las neuro- nificativo en el n˙mero de corp˙sculos interpretarse, pues, como indicios de un
nas del n˙cleo supraÛptico, en el segundo neurosecretores (cuerpos de Herring) en decremento en la actividad funcional del
dÌa tras el aterrizaje. Veinticinco dÌas los axones de las neuronas magnoce- sistema hipot·lamo-neurohipofisario en
despuÈs, la concentraciÛn de ARN en las lulares. Los datos obtenidos en investi- condiciones de microgravedad.
neuronas del supraÛptico seguÌa toda- gaciones de 1987 en ratas que habÌan Sin embargo, otros trabajos sugerÌan
vÌa por debajo de los niveles de norma- volado en el satÈlite Kosmos-1667 suge- que la actividad del sistema hipot·lamo-

Mente y cerebro 03/2003 23


Los resultados del primer trabajo que
LUIS MIGUEL GARCIA SEGURA Y DANIEL GARCIA OVEJERO

50.000
OXITOCINA los cientÌficos norteamericanos dedica-
CELULAS/mm3
ron al estudio del cerebro en animales
sometidos a un vuelo espacial iban en la
40.000 misma direcciÛn. El estudio, en 1975, del
hipot·lamo de ratones que volaron en el
Apolo XII, demostrÛ que el n˙cleo celu-
lar de las neuronas del n˙cleo supraÛp-
30.000 tico era, en ellos, significativamente
mayor que en los ratones control que
* permanecieron en tierra. Es m·s, en 1993
se detectÛ un incremento en la translo-
20.000 * caciÛn de arginin-vasopresina desde el
hipot·lamo al lÛbulo posterior de la hipÛ-
fisis en ratas, tras un vuelo espacial de
nueve dÌas, durante la misiÛn Ciencias
10.000 de la Vida en el Espacio-1 (SLS-1). Este
cambio tardÌo en la liberaciÛn de argi-
nin-vasopresina se atribuyÛ a un epi-
sodio de estrÈs agudo, probablemente
CONTROL VUELO CONTROL VUELO ocurrido durante el aterrizaje, o tras el
R+0 R+0 R+18 R+18 mismo. TambiÈn se detectÛ, en los pro-
4. DIFERENCIAS ENCONTRADAS en el número de neuronas que expresan oxitocina pios astronautas, un incremento en los
niveles de arginin-vasopresina en plasma
en el núcleo supraóptico de las ratas del grupo control y del grupo de vuelo
durante y despuÈs del vuelo.
sacrificadas en el día del aterrizaje (R + 0) o 18 semanas más tarde (R + 18). El histograma Los resultados dispares obtenidos en
muestra la disminución en la expresión de oxitocina inducida por el vuelo espacial. los distintos estudios pueden deberse,
Nótese que el número de neuronas que expresan oxitocina no se ha recuperado en parte, a diferencias metodolÛgicas;
plenamente a las 18 semanas después del aterrizaje. Los asteriscos indican diferencias pero pueden tambiÈn reflejar el efecto
significativas respecto a los animales control. del estrÈs agudo durante el aterrizaje,
que enmascararÌa los efectos de la micro-
gravedad sobre el hipot·lamo.
neurohipofisario aumentaba en los vue- pot·lamo-hipofisario de ratas sacrifica- Los experimentos de simulaciÛn de
los espaciales. Fueron asimismo inves- das el segundo dÌa despuÈs de un vuelo microgravedad no ayudan mucho a acla-
tigadores soviÈticos quienes mostraron espacial. Los cambios eran reversibles; rar el panorama. En primer lugar, es muy
en 1976 rasgos morfolÛgicos que apun- se volvÌa a los niveles normales antes del difÌcil demostrar fehacientemente que
taban a un incremento de la actividad vigÈsimo sÈptimo dÌa despuÈs del ate- un modelo de simulaciÛn cumple las con-
celular en el sistema neurosecretor hi- rrizaje. diciones y contempla las variables que
intervienen en la secreciÛn hormonal en
condiciones de microgravedad. Bien es
40.000 verdad que hay numerosos resultados
ARGININ-VASOPRESINA
CELULAS/mm3 derivados del tipo de prueba empleado
ósuspensiÛn, inmovilizaciÛn, inmer-
siÛn o sometimiento a distintos grados
30.000 de inclinaciÛn corporaló, pero tenemos
que ser muy cuidadosos a la hora de valo-
rarlos.
20.000 El núcleo supraóptico
en la misión Neurolab
Mientras que todos los estudios men-
* cionados se refieren a ratas o astronau-
10.000 tas adultos, la misiÛn Neurolab aportÛ
la posibilidad de conocer la repercusiÛn
de un vuelo especial en el desarrollo del
cerebro.
CONTROL VUELO CONTROL VUELO En el marco de la misiÛn, nos corres-
R+0 R+0 R+18 R+18
pondÌa a nosotros determinar si se pro-
5. DIFERENCIAS ENCONTRADAS en el número de neuronas que expresan arginin- ducÌan modificaciones de alg˙n tipo en
vasopresina en el núcleo supraóptico de las ratas del grupo control y del grupo de
el n˙cleo supraÛptico de ratas jÛvenes.
En caso de que fuera asÌ, nos importaba
vuelo sacrificadas en el día del aterrizaje (R + 0) o 18 semanas más tarde (R + 18). El
tambiÈn conocer si los cambios produ-
histograma muestra la disminución en la expresión de arginin-vasopresina inducida cidos eran permanentes o revertÌan al
por el vuelo espacial. El número de neuronas que expresan arginin-vasopresina cabo de un tiempo de recuperaciÛn des-
se ha recuperado plenamente a las 18 semanas después del aterrizaje. puÈs de volver a la Tierra.

24 Mente y cerebro 03/2003


Dividimos el estudio en cuatro tareas

LUIS MIGUEL GARCIA SEGURA Y DANIEL GARCIA OVEJERO


1800
VOLUMEN
especÌficas. ConsistÌa la primera en com- µm3
probar si se producÌan modificaciones
macroscÛpicas en el n˙cleo supraÛptico
1600
*
de las ratas como efecto del vuelo. En la 1400
segunda se trataba de detectar posibles
cambios en la expresiÛn hormonal del
1200
n˙cleo supraÛptico, observando los ni-
veles de oxitocina y vasopresina en las
neuronas magnocelulares. En tercer lu- 1000
gar, habÌa que medir la expresiÛn del gen
c-fos, un buen marcador del estado de 800
transcripciÛn, en las neuronas magno-
celulares del n˙cleo supraÛptico, para 600
asÌ identificar el estado de activaciÛn de
las mismas. Por ˙ltimo, nos proponÌa- 400
mos estudiar la ultraestructura neuro-
nal, realizando mediciones para deter- 200
minar posibles anomalÌas en el volumen
del n˙cleo, del citoplasma o de varios
org·nulos citopl·smicos, indicativas, a CONTROL VUELO CONTROL VUELO
su vez, de una posible variaciÛn en el NUCLEO CITOPLASMA
estado de activaciÛn neuronal.
Los experimentos se acometieron con
6. VOLUMEN DEL NUCLEO celular y del citoplasma en las neuronas del núcleo
supraóptico, el día del aterrizaje, en el grupo control y en el grupo de vuelo. El vuelo
ratas hembra procedentes de la cepa
Sprague-Dawley, criadas en las instala- espacial induce un aumento en el volumen del citoplasma, indicativo de una mayor
ciones de la NASA en Cabo CaÒaveral. actividad biosintética.
Todos los protocolos empleados con los
animales fueron aprobados por los per-
tinentes ComitÈs de ProtecciÛn Animal
de la NASA y siguieron las directrices
al respecto del norteamericano Institu-
to Nacional de la Salud. Se crearon tres LISOSOMA
grupos de ratas seg˙n el peso, en escala
descendente; se asignaron aleatoriamen-
te a cada grupo experimental, de suerte
MITOCONDRIA
que cada grupo tuviera el mismo peso
medio inicial.
Los animales fueron alojados en jau-
las individuales de simulaciÛn de vuelo
(10 centÌmetros de alto por otros 10 de
ancho y 28 de profundidad). Se les man-
tuvo a todos en un ciclo de luz-oscuri-
dad, de igual duraciÛn (12h:12h), que
seguÌan antes de empezar el experimento.
Se les alimentÛ con barras de comida
normalizadas (barritas baÒadas en sor-
bato al 15 % para retrasar el crecimiento GOLGI
de moho, esterilizadas por radiaciÛn y
LUIS MIGUEL GARCIA SEGURA Y DANIEL GARCIA OVEJERO

almacenadas en bolsas de polietileno a


4 oC hasta su uso), y con libre disponi-
bilidad de agua. Se establecieron dos
grupos experimentales: el de vuelo y el
control asincrÛnico en tierra.

Grupo de vuelo RETICULO


y grupo control asincrónico ENDOPLASMATICO
El grupo de vuelo lo componÌan 14 ratas
hembra de 15 dÌas de edad. Permane-
cieron en Ûrbita durante 16 dÌas a bordo
del transbordador espacial Columbia
(vuelo STS-90, misiÛn Neurolab, expe-
7. DETALLE DEL CITOPLASMA DE UNA NEURONA del núcleo supraóptico de una
rimento 150). Al aterrizar el transbor- rata del grupo de vuelo, vista al microscopio electrónico. Se muestran ejemplos de los
dador los animales (subgrupo R + 0) fue- orgánulos estudiados: mitocondrias, aparato de Golgi, retículo endoplasmático y
ron primero sometidos a un examen lisosomas. La parte superior izquierda de la imagen está ocupada por el núcleo celular.

Mente y cerebro 03/2003 25


veterinario para determinar su estado
LUIS MIGUEL GARCIA SEGURA Y DANIEL GARCIA OVEJERO

fÌsico. Tres horas despuÈs del aterrizaje,


pasaron a manos de los investigadores.
Se procediÛ entonces al pesaje y al sa-
crificio por decapitaciÛn de seis de los
animales de cada grupo. Los ocho anima-
les restantes fueron mantenidos durante
18 semanas m·s antes del sacrificio, en
condiciones de estabulaciÛn normales
en jaulas de vivero. Nos referiremos a
este segundo grupo de ratas como el sub-
grupo R + 18.
El grupo control asincrÛnico en tie-
rra constaba de 14 ratas hembra, tam-
biÈn de 15 dÌas de edad, que permane-
cieron en jaulas y condiciones idÈnticas
a las del grupo de vuelo. El control llevÛ
un desfase temporal de dos dÌas, es decir,
CONTROL 1 VUELO 1 las ratas accedieron a las jaulas y fue-
ron sacrificadas dos dÌas despuÈs que
las ratas del grupo de vuelo para una
mayor comodidad en el procesamiento
de las muestras. Este grupo tambiÈn est·
separado en tratamientos R + 0 (6 ani-
males) y R + 18 (los 8 restantes).

Efectos reversibles
y efectos permanentes
sobre el núcleo supraóptico
El examen macroscÛpico y microscÛ-
pico del hipot·lamo de las ratas some-
tidas al vuelo espacial no revelÛ ano-
malÌas relevantes en lo que se refiere a
la estructura y morfologÌa del n˙cleo
supraÛptico. Esto nos permite conside-
rar el resto de resultados obtenidos adap-
taciones fisiolÛgicas y no respuestas
patolÛgicas derivadas de un defecto
CONTROL 2 VUELO 2 estructural o de alguna anomalÌa celu-
lar causadas por la microgravedad.
Tras el estudio detenido de nuestras
preparaciones, observamos una dismi-
nuciÛn significativa de la expresiÛn de
oxitocina y de vasopresina en las neu-
ronas magnocelulares del grupo de vuelo.
Ante esos resultados cabe dos posibles
explicaciones. Quiz·s exista una dismi-
nuciÛn real de la sÌntesis de hormonas,
por cuya razÛn se detecta menos con-
centraciÛn de las mismas. Tal interpre-
taciÛn se hallarÌa de acuerdo con la idea
de Gazenko, quien sugerÌa que el vuelo
espacial causarÌa una disminuciÛn en la
actividad del n˙cleo supraÛptico.
Pero admiten tambiÈn una interpreta-
ciÛn alternativa: el menor contenido hor-
monal en ambos tipos neuronales podrÌa
deberse a que, una vez sintetizadas, la
CONTROL 3 VUELO 3 oxitocina y la vasopresina han sido libe-
radas ya en la neurohipÛfisis, para lle-
8. EJEMPLOS DE NUCLEOLOS de neuronas del núcleo supraóptico de tres animales var a cabo su funciÛn fisiolÛgica. Dicho
en modo metafÛrico, un lavabo puede
del grupo de vuelo y de tres animales del grupo control. El aumento de volumen y los
vaciarse m·s r·pido debido a que se ha
cambios operados en la configuración del nucleolo como consecuencia del vuelo cerrado el grifo o a que se ha agrandado
espacial revelan una mayor actividad transcripcional. el desag¸e.

26 Mente y cerebro 03/2003


Para decidir entre ambas alternativas,

LUIS MIGUEL GARCIA SEGURA Y DANIEL GARCIA OVEJERO


240
se necesitaba conocer el estado metabÛ- VOLUMEN
µm3
lico celular. La segunda interpretaciÛn
recibirÌa un importante apoyo si encon- 210 *
tr·bamos que las neuronas del n˙cleo
supraÛptico habÌan sufrido una activa- 180
ciÛn transcripcional antes de empaque-
tar y liberar las vesÌculas que estarÌan
150
cargadas de oxitocina y arginin-va-
sopresina. Con ese fin estudiamos la
expresiÛn del gen c-fos, constituido en 120 *
marcador del estado de activaciÛn trans-
cripcional. 90
Por los distintos estudios llevados a
cabo, c-fos parece ser un marcador ana-
tÛmico, muy sensible, de actividad celu- 60
*
lar de zonas del sistema nervioso cen-
tral. La expresiÛn de este gen en el n˙cleo 30
supraÛptico habÌa sido estudiada con de- * *
talle por Miguel A. Lafarga, Maite Ber-
ciano y su grupo, de la Universidad de MITOCONDRIAS RETICULO GOLGI LISOSOMAS NEMATOSOMAS
Cantabria en Santander. Lafarga, Ber- ENDOPLASMATICO
ciano y otros investigadores han obser-
vado los efectos producidos por la admi-
9. VOLUMEN TOTAL ocupado por distintos orgánulos celulares el día del aterrizaje.
Las neuronas de las ratas que estuvieron en el espacio mostraron un mayor volumen de
nistraciÛn intraperitoneal de soluciones
distintos orgánulos relacionados con la biosíntesis y metabolismo celular.
hipertÛnicas de cloruro sÛdico, la des-
hidrataciÛn y la privaciÛn de agua: esos
estÌmulos osmÛticos inducen la expre-
siÛn de c-fos en el n˙cleo supraÛptico e presentes en neuronas de distintas zonas nulos citopl·smicos de las neuronas del
incrementan la transcripciÛn en el n˙cleo del sistema nervioso, particularmente n˙cleo supraÛptico reflejaban de una
de sus neuronas. en neuronas hipotal·micas, incluidas las manera fiable su estado de actividad.
El n˙mero de neuronas con expresiÛn del n˙cleo supraÛptico. Las variaciones comprenden a las neu-
de la proteÌna c-Fos, producto del gen No se trataba de un enfoque carente ronas que producen oxitocina y a las que
c-fos, resultÛ ser mayor en las neuronas de fundamento. Lafarga y otros habÌan sintetizan arginin-vasopresina.
de las ratas del grupo de vuelo, al con- demostrado que las modificaciones en DespuÈs de realizar las medidas y los
trario de lo que ocurrÌa con la vasopre- la ultraestructura del nucleolo y en el c·lculos pertinentes, y de aplicar las con-
sina y la oxitocina. De ello se inferÌa la volumen del cuerpo celular y de los org·- siguientes pruebas estadÌsticas, detec-
existencia de una mayor activaciÛn de
la transcripciÛn en las neuronas mag-
nocelulares del n˙cleo supraÛptico de las 6
ratas tras el vuelo. Con tal premisa, nos VOLUMEN
µm3
empezamos a decantar por la opciÛn de
que, lejos de disminuir la formaciÛn de
5
oxitocina o arginin-vasopresina a con-
secuencia del vuelo espacial, las neuro-
nas del n˙cleo supraÛptico estarÌan libe-
rando de manera continuada el producto 4
a la neurohipÛfisis; por esa razÛn se
LUIS MIGUEL GARCIA SEGURA Y DANIEL GARCIA OVEJERO

detectarÌa menos cantidad del mismo en


el hipot·lamo, donde se sintetiza. 3
Para asentar nuestra interpretaciÛn,
realizamos estudios morfolÛgicos cuan-
titativos sobre todos los org·nulos ce-
lulares. Cada uno de ellos nos habÌa de
2 *
servir como indicador de diferentes
aspectos; asÌ, del estado del sistema que 1
lleva a cabo la sÌntesis proteica, el vo-
lumen nucleolar y tamaÒo relativo del
retÌculo endopl·smico y el aparato de
Golgi; de la degradaciÛn proteica, los CONTROL VUELO
lisosomas, y de la activaciÛn del meta-
bolismo energÈtico celular las mito-
10. VOLUMEN TOTAL ocupado por las vesículas de secreción en el cuerpo celular
condrias. TambiÈn medimos el volumen de las neuronas del núcleo supraóptico, el día del aterrizaje, en el grupo control y en el
celular ocupado por los nematosomas, grupo de vuelo. El vuelo espacial induce una disminución en las vesículas de secreción,
corp˙sculos de funciÛn desconocida, que puede deberse a una mayor liberación de las mismas en la neurohipófisis.

Mente y cerebro 03/2003 27


tamos un aumento significativo del volu- tamaÒo de los nucleolos, que participan tra opiniÛn, ello refleja una activaciÛn
men del citoplasma en las ratas someti- en la sÌntesis de proteÌnas mediante la del metabolismo energÈtico de las cÈlu-
das al vuelo espacial. No ocurriÛ lo mismo formaciÛn de los ribosomas. las. Pensamos que las neuronas magno-
con el volumen nuclear, que, a pesar de Adem·s, las neuronas de los anima- celulares del n˙cleo supraÛptico requie-
ser algo mayor en el grupo de vuelo, no les del grupo de vuelo tenÌan un mayor ren un aporte de energÌa superior al
presentÛ variaciÛn significativa al com- n˙mero de centros fibrilares en el nucleo- normal para mantener de manera conti-
pararlo con el grupo control. lo. Estas estructuras contienen la maqui- nuada la hiperactividad neurosecretora
Tal y como apuntan muchos otros naria de transcripciÛn nucleolar; su n˙- que nosotros suponemos debida al vuelo
investigadores, no es raro observar un mero guarda relaciÛn directa con la tasa espacial.
aumento de volumen citopl·smico en de transcripciÛn de genes ribosomales. El aumento en el n˙mero de lisoso-
respuesta a estÌmulos diversos. En este Las variaciones observadas en el volu- mas puede estar relacionado con una
contexto, se ha informado de aumentos men y ultraestructura del nucleolo y la endocitosis de productos, que compense
de hasta el 180 % en el tamaÒo total de distribuciÛn de sus componentes podrÌan la intensa exocitosis desarrollada en el
las neuronas neurosecretoras del n˙cleo deberse, por tanto, a cambios en la tasa terminal axÛnico y las terminaciones
supraÛptico bajo condiciones de priva- transcripcional de los genes intranucleo- dendrÌticas al secretar la oxitocina y la
ciÛn extrema de agua en ratas. En lo que lares que codifican el ARN ribosÛmico. arginin-vasopresina.
se refiere al n˙cleo celular, predominan En los animales del grupo de vuelo TambiÈn encontramos que el vuelo
los trabajos que encuentran, como noso- aumentaron tambiÈn el retÌculo endo- espacial aumentaba el volumen total ocu-
tros, que el tamaÒo nuclear no varÌa, aun- pl·smico y el aparato de Golgi, princi- pado por unos misteriosos org·nulos
que lo haga el estado fisiolÛgico del pales responsables de la traducciÛn del citoplasm·ticos de funciÛn desconocida:
sujeto. La hipertrofia del citoplasma ARN mensajero y el procesamiento pos- los nematosomas. Estos org·nulos, tam-
viene acompaÒada de un incremento en traduccional, respectivamente. biÈn conocidos como cuerpos estigmoi-
los org·nulos o constituyentes celula- Nuestro estudio revelÛ que las neuro- des o cuerpos glomerulares, son agre-
res. nas del n˙cleo supraÛptico de las ratas gados granulares que aparecen dentro
Comparando, pues, el grupo de vuelo sometidas al vuelo espacial tenÌan una de algunos tipos celulares. Los nemato-
con el control, hemos encontrado un cantidad mayor de mitocondrias. En nues- somas se alojan principalmente en la
aumento en el volumen ocupado por
numerosos org·nulos, cada uno de los
cuales est· implicado en una funciÛn
necesaria para cÈlulas hiperactivadas.
AsÌ, observamos un incremento en el
2 INGRAVIDEZ

ESTIMULACION DE DESCENSO
BARORRECEPTORES DE AVP
PERDIDA
DE AGUA
AUMENTO MODERADO AUMENTO
DE PRESION VENOSA EXCRECION FALSA
CENTRAL RENAL (Na+) HOMEOSTASIS
VOLUMEN (ORGANISMO,
SANGUINEO EN EN REALIDAD,
CABEZA Y TORAX DESHIDRATADO E
(FALSA HIPERVOLEMIA) MAREO ESPACIAL NAUSEAS HIPOVOLEMICO)
DISMINUCION
INGESTA DE
LIQUIDOS
INHIBICION
EDEMA EXTRACELULAR DEL CENTRO
DE LA SED
REDISTRIBUCION
DE LOS LIQUIDOS
CIRCULANTES
LUIS MIGUEL GARCIA SEGURA Y DANIEL GARCIA OVEJERO

1 DESPEGUE

28 Mente y cerebro 03/2003


zona perifÈrica del citoplasma; algunos en las ratas de vuelo que en las ratas con- vasopresina, pero no en el de la oxito-
presentan pequeÒos acompaÒantes a trol. Puesto que la actividad biosintÈtica cina. En este caso, aunque se aprecia una
modo de satÈlite, lo que sugiere que estas general de estas neuronas es mayor en recuperaciÛn de los niveles normales de
estructuras no son est·ticas, sino que el grupo de vuelo, la disminuciÛn en las expresiÛn de la hormona, aun despuÈs
bajo ciertas condiciones pueden modi- vesÌculas de secreciÛn en el cuerpo celu- de haber transcurrido dieciocho sema-
ficar su tamaÒo y forma. De hecho, su lar sugiere que dichas vesÌculas han sido nas, perdura la disminuciÛn significa-
n˙mero en las neuronas hipotal·micas transportadas con su carga hormonal al tiva en la misma. Esto implicarÌa que
cambia con distintos tratamientos hor- terminal axÛnico, localizado en la neu- despuÈs de dieciocho semanas la oxito-
monales. Mediante tÈcnicas inmunohis- rohipÛfisis. AquÌ, las hormonas habrÌan cina sigue liber·ndose en la neurohipÛ-
toquÌmicas se ha encontrado que con- sido liberadas para llevar a cabo su fun- fisis en mayor medida en ratas someti-
tienen proteÌnas, ·cido ribonucleico ciÛn endocrina. En definitiva, nuestra das a un vuelo espacial que en otras
(ARN), ribonucleoproteÌnas y enzimas. conclusiÛn es que el vuelo espacial mantenidas en tierra.
Se piensa que podrÌan constituir una aumentÛ la liberaciÛn hormonal desde Considerados en su conjunto esta gavi-
reserva de ribonucleoproteÌnas, mate- las neuronas del supraÛptico. lla de resultados, puede concluirse que
rial prerribosomal o material para la for- Un aspecto muy importante es el de existe una hipersecreciÛn de oxitocina
maciÛn de sinapsis. la reversibilidad o no de los efectos de y arginin-vasopresina desde las neuro-
Por ˙ltimo, el volumen total ocupado este periplo espacial. Seg˙n nuestros nas magnocelulares del n˙cleo supraÛp-
por las vesÌculas de secreciÛn en el cuerpo resultados, el incremento en la liberaciÛn tico de ratas sometidas a un vuelo espa-
celular de las neuronas del n˙cleo hormonal serÌa reversible al cabo de die- cial. Al cabo de dieciocho semanas hay
supraÛptico era significativamente menor ciocho semanas en el caso de la arginin- una tendencia clara a la recuperaciÛn de
los niveles de arginin-vasopresina pre-
vios al vuelo, que hace que los cambios
operados en la hormona puedan inter-
pretarse como adaptaciones fisiolÛgicas
11. UNA EXPLICACION PLAUSIBLE DE LOS AJUSTES FISIOLOGICOS producidos reversibles a una situaciÛn ambiental
por un vuelo espacial, causantes presumibles del aumento en la secreción de arginin- extraÒa. Sin embargo, los niveles de oxi-
vasopresina. Después del despegue, al entrar en microgravedad, la sangre pierde peso tocina nunca llegaron a recuperar su nivel
y se redistribuye libremente; se desplaza hacia la cabeza y el tórax. El organismo control, por lo que en este caso estamos
“detecta” un exceso de fluidos corporales, que interpreta como una hipervolemia hablando de efectos irreversibles, que
que hay que corregir. Se ponen entonces en marcha varios mecanismos, encaminados pueden reflejar una incapacidad del orga-
nismo para readaptar la secreciÛn hor-
a reducir el volumen de líquidos corporales por dos vías: una, eliminando líquidos; y
monal a las condiciones terrestres.
otra, evitando la bebida. Esto conduce a una “falsa homeostasis”, ya que el volumen
en tórax y abdomen es el adecuado, pero hay una carencia general de líquido. ¿Por qué y para qué ocurre
Al volver a la Tierra, la sangre y los fluidos recuperan su peso y, por tanto, su esta hipersecreción
distribución original. En este momento, el cuerpo nota el estado real de su volemia, hormonal en el espacio?
que está por debajo del mínimo normal; percibe su Est· sobradamente comprobado que en
deshidratación. Tales condiciones producen, en los diversas regiones hipotal·micas del hom-
bre se produce una hipersecreciÛn hor-
astronautas y en los animales de experimentación,
monal en respuesta al estrÈs. M·s a˙n,
mareo e incapacidad de mantenerse de pie. Para en los seres humanos e incluso en las ratas
REACOMODACION DE
PARAMETROS Y SISTEMAS recuperar su homeostasis en la Tierra, el organismo parece que tanto la arginin-vasopresina
REGULADORES recurriría entre otras cosas, según nuestros resultados, como la oxitocina responden de suerte
AUMENTO AVP a la secreción de cantidades abundantes de la tal, que la mayorÌa de los autores las con-
hormona antidiurética arginin-vasopresina (AVP). sidera hormonas de estrÈs. Es lÛgico pen-
sar, entonces, que sea la propia situaciÛn
estresante que acompaÒa al viaje espa-
cial la causante directa o indirecta del
aumento en la liberaciÛn de pÈptidos
neurohipofisarios, sugerida por nuestros
resultados. En efecto, muchas condi-
ciones que rodean al despegue de los
3 ATERRIZAJE transbordadores, a la estancia de las ratas
en el espacio y al aterrizaje y readapta-
AUMENTO AVP
RECUPERACION DE ORGANISMO EN ciÛn a la gravedad terrestre podrÌan pro-
LA DISTRIBUCION ESTADO DE vocar situaciones de estrÈs.
ORIGINAL DE LOS HIPOVOLEMIA Y INTOLERANCIA Sin embargo, podrÌan ser otras causas
VOLUMENES DESHIDRATACION ORTOSTATICA las principales responsables de la hi-
peractividad de las neuronas magnoce-
lulares del n˙cleo supraÛptico y del con-
secuente aumento en la sÌntesis y
secreciÛn hormonal por parte de las mis-
mas. De hecho, el estrÈs no parece ser
el desencadenante fundamental de la
secreciÛn de arginin-vasopresina en el

Mente y cerebro 03/2003 29


n˙cleo supraÛptico de la rata en otros En conclusiÛn, nuestro estudio
modelos experimentales. Por el contra- demuestra que un vuelo espacial, cuando
rio, un estado anormal de volemia, pre- el cerebro est· a˙n en una fase juvenil
siÛn sanguÌnea u osmolaridad causada de desarrollo, puede producir alteracio-
por el vuelo espacial, tal y como se ha nes en los sistemas hipotal·micos que
demostrado en los astronautas, podrÌa regulan la secreciÛn hormonal y con-
hallarse tras la respuesta del n˙cleo trolan funciones vitales de gran impor-
supraÛptico para adaptarse a la nueva tancia para la vida del individuo y de su
situaciÛn. prole. Adem·s, algunas de estas altera-
En estudios precedentes con astro- ciones presentan car·cter permanente y,
nautas se ha observado que los vuelos por lo tanto, tendrÌan efectos deletÈreos
espaciales producen una importante dis- que se mantendrÌan durante toda la vida,
minuciÛn en la masa corporal total, en el aunque se regresara a condiciones nor-
volumen de lÌquido extracelular durante males de gravedad terrestre. Es evidente
y despuÈs del vuelo y en el volumen de que nuestros datos, obtenidos en ratas,
plasma circulante. Adem·s, durante los no pueden ser directamente extrapola-
vuelos espaciales se produce una redis- dos al ser humano, pero suponen una lla-
tribuciÛn de los lÌquidos corporales como mada de atenciÛn ante los posibles ries-
consecuencia de la microgravedad. De ese gos que puede suponer para nuestra
modo, la sangre y otros fluidos se des- especie la vida en condiciones de micro-
plazan de las extremidades al tÛrax y la gravedad, lejos de nuestra casa, el pla-
cabeza de los astronautas. Se trata de un neta Tierra. En definitiva, quiz·s esto
efecto que ocurre en el primer dÌa y tarda nos deba hacer reflexionar una vez m·s
de 6 a 10 horas en estabilizarse comple- sobre la importancia de mantener nues-
tamente. Al volver a la Tierra, se recu- tro planeta habitable, porque es muy
pera la distribuciÛn original, volviendo posible que nuestra especie no pueda lle-
el volumen de las piernas a sus niveles gar nunca a reproducirse fuera del mismo.
normales en una hora y media, aunque
queda una disminuciÛn residual del
mismo que perdura despuÈs de la pri-
mera semana tras aterrizar. Este despla-
zamiento de la sangre puede provocar
diversos efectos, que conducen al final DANIEL GARCIA OVEJERO y LUIS MIGUEL
a una deshidrataciÛn y una estimulaciÛn GARCIA SEGURA estudiaron biología en la
de la sÌntesis y secreciÛn de hormona Universidad Complutense de Madrid y tra-
antidiurÈtica o arginin-vasopresina. bajan en el Instituto Cajal del Consejo Superior
A diferencia de lo que acontece con de Investigaciones Científicas sobre la influen-
cia de hormonas en el cerebro. Luis Miguel
la arginin-vasopresina, la sÌntesis y libe-
García Segura ha sido director del Instituto
raciÛn de oxitocina en el n˙cleo supraÛp-
Cajal y es actualmente presidente de la
tico sÌ se ve afectada por las situaciones Sociedad Española de Neurociencia.
de estrÈs. La oxitocina ejerce efectos sis-
tÈmicos y centrales, desempeÒando un
Bibliografía complementaria
papel importante en el alumbramiento,
la lactancia, el cuidado de la prole, el apa- EL CEREBRO EN EL ESPACIO. J. de Felipe en
reamiento, la relaciÛn de pareja, la memo- Mente y Cerebro, n.o 1, págs. 2-11, 2002.
ria y las situaciones de ansiedad y estrÈs. S PACE F LIGHT I NDUCES C HANGES IN THE
La falta de oxitocina provoca mayor S YNAPTIC C IRCUITRY OF THE P OSTNATAL
agresividad de las madres y las crÌas res- DEVELOPING NEOCORTEX. J. de Felipe, J. I.
pecto a un adulto intruso. Por tanto, es Arellano, A. Merchán Pérez, M. C. González
posible que un aumento o desregulaciÛn Albo, K.Walton y R. Llinás en Cerebral Cortex,
en los niveles de oxitocina pudiera pro- vol. 12, págs 883-891, 2002.
vocar una disminuciÛn de la agresividad S PACE F LIGHT A FFECTS M AGNOCELLULAR
de las madres, relacionada con el celo de SUPRAOPTIC NEURONS OF YOUNG PREPUBERAL
Èstas por sus crÌas, lo que repercutirÌa RATS: TRANSIENT AND PERMANENT EFFECTS.
en el cuidado de las mismas. En este sen- D. García Ovejero, J. L. Trejo, I. Ciriza,
tido, es interesante anotar que las ratas K. D. Walton y L. M. García Segura en
madre de la misiÛn Neurolab dejaron de Developmental Brain Research, vol. 130, pági-
atender correctamente a sus crÌas en el nas 191-205; 2001.
espacio, lo que provocÛ la muerte de las R EGULACIÓN N EURAL Y E NDOCRINA DE LAS
m·s pequeÒas, que a˙n eran dependien- F UNCIONES V EGETATIVAS . L. M. García Se-
tes de la lactancia materna para sobre- gura, J. M. Delgado, A. Ferrús, F. Mora y
vivir. Esta alteraciÛn de la conducta F. J. Rubia, en Manual de Neurociencia,
materna en el espacio puede deberse a Editorial Síntesis, Madrid, páginas 755-
las alteraciones sufridas por las neuro- 773, 1998.
nas del n˙cleo supraÛptico.

30 Mente y cerebro 03/2003


El pez cebra,
modelo en
investigación
cerebral
El pez cebra (Danio rerio) se ha convertido, de un tiempo a esta parte, en uno de los animales de
laboratorio preferidos por los investigadores. Constituye el modelo ideal para el estudio de la retinitis
pigmentosa y otras enfermedades del sistema nervioso

Beatrix Benz y Stephan Neuhauss fecunda. Se procede de esa forma ruti- mundo. Se dispone ya de amplias colec-
naria con la esperanza de que, entre la ciones de mutantes genÈticos; el Instituto

L
os peces cebra no son muy exi- progenie, aparezcan individuos dignos Max Plank de BiologÌa Evolutiva de
gentes. Ni les deleita una m˙si- de estudio genÈtico, embrionario, fisio- T¸bingen cuenta, por sÌ solo, con unas
ca suave, ni muestran especial lÛgico o de cualquier otro nivel. En nues- 400 variedades diferentes.
sensibilidad por la luz tenue. tro laboratorio de Zurich y en el que Danio rerio, su denominaciÛn linnea-
Basta con que un puÒado de algas arti- dirige Teresa Nicolson en T¸bingen, nos na, entrÛ en la historia de la investiga-
ficiales flote en la pecera para que la servimos de los peces cebra para inves- ciÛn genÈtica a comienzos del decenio
pareja se sienta a gusto. Su propio lecho tigar ciertas enfermedades responsables de los setenta, de la mano de George
nupcial se reduce a una sencilla batea de de sordera y ceguera en el hombre: la reti- Streisinger, de la Universidad de OregÛn.
pl·stico cuyo tamaÒo apenas alcanza la nitis pigmentosa, que origina el des- Hasta entonces Streisinger se habÌa cen-
mitad de una caja de zapatos. Y como prendimiento de retina, o el sÌndrome de trado en el estudio de los genes de los
tal, reposa en una estanterÌa met·lica del Usher 1-B, asociado a la sordera total o bacteriÛfagos, virus que se multiplican
cuarto de los peces de la Universidad de parcial congÈnitas. en las bacterias. PensÛ en extender su
Zurich. El pez cebra, pariente de la carpa, se campo de trabajo, tomar por modelo un
Al atardecer se llevan allÌ los candi- ha convertido, de un tiempo a esta parte, vertebrado primitivo. AsÌ dio con el pez
datos al apareamiento. Por la maÒana la en uno de los animales de laboratorio pre- cebra. De escasos centÌmetros, resulta,
hembra pone los huevos y el macho los feridos por los investigadores de todo el en efecto, ideal para la genÈtica pros-

Mente y cerebro 03/2003 31


WALLY Y BURKARD KAHL
1. CAMBIO DE DIRECCION. En los años setenta los investigadores descubrieron las
virtualidades del pez cebra hasta el punto de convertirlo en animal de experimentación rias que permitan grandes avances en el
modélico, en sustitución de la mosca del vinagre o del nemátodo Caenorhabditis elegans. conocimiento. Pero pueden provocarse
por vÌa experimental. En el laboratorio
se someten los peces machos a un baÒo
pectiva, que se ocupa de la b˙squeda de genoma donde el animal normal (el ìtipo con urea etil-nitrosilada. Esta sustancia
genes desconocidos. salvajeî) diverge del individuo malfor- determina que, en el proceso de esper-
De ese mÈtodo se valen los investi- mado. Probablemente allÌ radique uno matogÈnesis, aparezcan anomalÌas del
gadores en su trabajo con animales que de los genes responsable de la funciÛn ADN que se transmiten a la generaciÛn
presentan alg˙n defecto corporal, una que es normal en el ëtipo salvajeí y se siguiente.
malformaciÛn congÈnita por ejemplo, o halla alterada en la estirpe mutante. En cada pez hijo hay, junto al gen mu-
cualquier otra particularidad de interÈs. No es frecuente que en la progenie tante paterno, una copia normal proce-
Con las herramientas propias de la bio- natural de los peces cebra aparezcan indi- dente de la madre. Ello significa que
logÌa molecular se busca el lugar del viduos con caracterÌsticas extraordina- tales anomalÌas del ADN no se mani-

a b c
STEPHAN NEUHAUSS/ ETH ZÜRICH

32 Mente y cerebro 03/2003


festar·n. Siguiendo el patrÛn de cruza- ìdormilonesî o ìentumecidosî las estir- øPodemos extraer de los peces infor-
mientos habr· que esperar a las dos gene- pes a las que les cuesta moverse hacia maciÛn provechosa para el conocimiento
raciones siguientes para que aparezcan delante. La conocida por ìMachoî nos del sistema visual humano? Sin la menor
individuos en los que se exprese la alte- revela su indiferencia ante el rozamiento: duda. Se ha demostrado que no sÛlo las
raciÛn genÈtica. carece del sentido del tacto y adem·s es estructuras del ojo humano y del pez son
ciego. Mediante experimentos se ha comparables, sino que tambiÈn lo son las
Modelo ideal demostrado que las cÈlulas gangliona- proteÌnas necesarias para la instauraciÛn
Resulta, pues, imperioso disponer de un res de ìMachoî no emiten ninguna seÒal y funcionamiento del sistema visual.
ìmodelo animalî en el que las genera- elÈctrica. Se trata de neuronas situadas, Sumada a la facilidad de crianza y ex-
ciones no se dilaten en el tiempo y la prole en la retina, por detr·s de los recepto- traordinaria capacidad reproductora, dicha
sea numerosa. Para ello la especie idÛ- res; act˙an como estaciÛn intermedia proximidad a la especie humana consti-
nea era el pez cebra. Cada apareamiento para los estÌmulos visuales que a travÈs tuye, en verdad, la razÛn del Èxito del pez
da lugar a un centenar de nuevos indi- de la vÌa Ûptica se dirigen al cerebro. cebra como organismo modelo. Antes, la
viduos. Aporta otras ventajas adiciona- investigaciÛn genÈtica se basaba en el ne-
les: facilidad de mantenimiento (bastan Trastornos de la visión m·todo Caenorhabditis y en la mosca de
pequeÒos acuarios), alimentaciÛn com˙n De los trastornos de la visiÛn nos ocupa- la fruta Drosophila. Pero no servÌan para
y acomodaciÛn a una calidad media del mos en nuestro laboratorio de Zurich. el estudio del sistema visual, pues el nem·-
agua. Entre las numerosÌsimas lÌneas genÈti- todo carece de ojos y la mosca tiene ojos
A principios de los aÒos noventa, dos cas hemos seleccionado una docena que compuestos, muy complejos.
grupos de trabajo emprendieron un pro- pueden servir como modelo para la reti- Del estudio comparado del despren-
yecto ambicioso. El formado en torno nitis pigmentosa. En esta enfermedad dimiento de retina en el ojo del pez cebra
a Christiane N¸sslen-Volhard, del hereditaria la retina se va desprendien- y su curso en el hombre, podemos afir-
Instituto Max Plank en T¸bingen, por do de una manera progresiva, hasta dejar mar que, en ambas especies, la enfer-
una parte, y Wolfgang Driever, que ciegos a los pacientes. La enfermedad medad empieza con la muerte de los bas-
entonces trabajaba en la facultad de empieza por afectar a los bastoncillos, tones y de los conos. En uno y otro caso,
medicina de Harvard, por otra, obtu- cÈlulas necesarias para la visiÛn noc- adem·s, se trata de una apoptosis, pro-
vieron unos dos millones de peces genÈ- turna y con poca luz. Suele iniciarse, ceso de muerte celular que sigue una
ticamente modificados. Ambos grupos pues, en jÛvenes que comienzan a sufrir pauta perfectamente establecida. El prÛ-
se proponÌan encontrar el mayor n˙mero una ceguera nocturna. M·s tarde, incluso ximo paso ser· el estudio celular de la
posible de individuos con defectos defi- a plena luz del dÌa, aparece un ·rea ciega muerte de los fotorreceptores.
nidos del desarrollo embrionario here- anular en la periferia del campo visual, Desde su fase de larva el pez cebra
ditarios. El Èxito les acompaÒÛ. Sus que va avanzando hacia el centro, donde resulta apropiado para el trabajo experi-
resultados aparecieron en un n˙mero se encuentran los conos, cÈlulas reti- mental. Posee una propiedad muy valio-
monogr·fico de Development (tomo nianas importantes para la visiÛn con sa: es transparente. Merced a esa cuali-
123, 1996) y concernÌan a peces con mucha luz y en color. En los paÌses indus- dad, podemos observar y estudiar al
defectos del sistema nervioso, de los trializados la retinitis pigmentosa cons- microscopio cada uno de los pasos de
m˙sculos, de la estructura corporal y de tituye una de las principales causas de maduraciÛn y crecimiento. El desarro-
los Ûrganos internos. pÈrdida de visiÛn. llo del embriÛn en larva se produce muy
En los acuarios en los que hoy se crÌan
individuos genÈticamente modificados
nadan variedades con nombres exÛticos
(ìBelladonnaî, ìVisiÛn perdidaî u ìObe- 2. ANIMALES TRANSPARENTES en sus primeras fases de desarrollo.
lixî), que, no obstante, en buena parte de Desde el estadio de dos células (a), pasando por la fase pluricelular (b), hasta
los casos, remiten a alguna particulari- la fase embrionaria donde se distinguen la situación del ojo y diversas estructuras
dad genÈtica. AsÌ, se llaman ìperezososî, corporales (c), han transcurrido 24 horas. Abajo, en esta página (d), se ofrece
una larva de cinco días.

Mente y cerebro 03/2003 33


Para la prueba del nistagmo coloca-
STEPHAN NEUHAUSS/ ETH ZÜRICH

mos las larvas en una batea de pl·stico


llena de un lÌquido viscoso. PodÌan mover
los ojos, pero no el cuerpo. Se introduce
luego la larva a estudiar en una suerte
de tambor cuya pared interior est· pinta-
da a rayas. Si el tambor gira poco a poco,
los ojos del pez presentan los caracte-
rÌsticos movimientos bruscos. Con otro
mÈtodo se estudia la visiÛn a distancia
de los alevines. El acuario de cristal se
sit˙a sobre un monitor de ordenador,
dispuesto horizontalmente, que presenta
un patrÛn de rayas mÛviles. Este ìtest
optomotorî se basa en el movimiento
reflejo de las larvas que les lleva a per-
seguir nadando los objetos mÛviles. Al
cabo de pocos minutos, los animales que
ven se acumulan en un extremo del re-
cipiente.
Hay otra prueba muy importante para
estudiar las retinitis y la degeneraciÛn
reticular en los animales: el electrorre-
tinograma (ERG). En Èl se detectan direc-
tamente mÌnimas corrientes elÈctricas
producidas en la retina. De esta forma
el ERG ofrece informaciÛn sobre la lle-
gada correcta del estÌmulo luminoso al
cerebro del pez. La exploraciÛn de la
actividad elÈctrica de la retina se utiliza
tambiÈn en las personas para diagnosti-
car una retinitis pigmentosa.

Test auditivo
En la Universidad de T¸bingen Teresa
Nicolson y su equipo trabajan en otro sis-
tema sensorial del pez cebra: el auditi-
vo. Las larvas perciben los sonidos. Pero
la biÛloga se ha hecho con un amplio
repertorio de mutantes que oyen mal o
3. Imagen de un minicarrusel con rayas. Mediante este aparato las larvas del pez cebra
son sordos.
En lÌneas generales el oÌdo del pez
ponen de manifiesto su capacidad visual. funciona igual que el humano. Las ondas
sonoras inciden sobre una membrana
situada en el interior del oÌdo cuyas osci-
pronto. Un dÌa despuÈs de la fecunda- distingue entre claridad y oscuridad. Para laciones son convertidas en impulsos
ciÛn, se evidencia la estructura tÌpica estar seguro de que nos hallamos ante elÈctricos por las cÈlulas sensoriales pilo-
del cuerpo de los vertebrados: la dispo- un sistema visual desarrollado, la larva sas. Los peces disponen, adem·s, de la
siciÛn de la cabeza y de los ojos, asÌ debe registrar tambiÈn determinados lÌnea lateral. Desde un prisma evolutivo,
como la chorda dorsalis allÌ donde pos- patrones de movimientos o colores. este Ûrgano sensorial procede de las mis-
teriormente aparecer· la columna ver- AsÌ las cosas, acometimos una inves- mas estructuras que el oÌdo interno; en
tebral. Esta hilera de cÈlulas sometidas tigaciÛn que nos permitiera determinar consecuencia, dispone tambiÈn para su
a presiÛn ser· la encargada de estabili- si en la larva operaba o no el nistagmo funcionamiento de cÈlulas pilosas. Con
zar el cuerpo. Al cabo de otros cuatro optocinÈtico. Esta reacciÛn es tÌpica de este aparato sensorial situado a lo largo
dÌas, se han desarrollado los ojos y sus los vertebrados y se da de forma parti- de uno y otro lado del cuerpo los peces
conexiones con el cerebro, hasta el punto cularmente manifiesta en la especie captan los movimientos del agua, por
de que pueden reconocer formas, colo- humana. Se observa, por ejemplo, en los insignificantes que sean. Si las larvas
res y movimientos. Puede empezar la viajeros de un tren que fijan su mirada sufren de pronto un cambio de presiÛn,
investigaciÛn del sistema visual. en el paisaje que va pasando: sus ojos reaccionan con un reflejo vibratorio ac˙s-
tiemblan. Primero siguen con parsimo- tico de temor. La misma reacciÛn puede
Tests visuales nia los objetos y luego vuelven r·pida- desencadenarse dando un simple golpe
øCÛmo podemos saber si un pez est· o mente a la posiciÛn de partida. De esta en la placa de Petri: s˙bitamente, las lar-
no ciego? Antes de responder conviene forma la imagen visual captada por la vas empiezan a nadar hacia el borde.
avanzar una matizaciÛn. Para aseverar retina queda estabilizada por breve tiempo Pero los individuos genÈticamente
que un animal ìveî no basta saber que y puede ser procesada por el cerebro. modificados con defectos en la percep-

34 Mente y cerebro 03/2003


ciÛn de las vibraciones permanecen inmu-
tables despuÈs del golpe, quietos en el
De la mutagénesis a una línea genética del pez cebra fondo de la placa de Petri. En algunos
individuos con trastornos de la percep-
ciÛn de vibraciones se observa a menudo
una alteraciÛn del equilibrio: al nadar los
PADRE DE LA PRIMERA GENERACION (MACHO F0)
peces dan vueltas en torno a su propio
eje o trazan cÌrculos de avance.
Fundados en tales observaciones, los
investigadores deducen que se hallan
degeneradas las cÈlulas sensoriales pilo-
sas de ambos sistemas sensoriales. Se ha
MUTAGENESIS descubierto una de las bases moleculares
de este trastorno: en la mutante ìMarinerî
no interviene el gen que rige la miosina
MADRE DE LA PRIMERA GENERACION (HEMBRA F0) VIIA. Se desconoce quÈ funciÛn exacta
en las cÈlulas sensoriales pilosas desem-
peÒa esta proteÌna, muy similar a una de
las proteÌnas musculares humanas.
Nicolson y su grupo utilizan tambiÈn
el pez cebra como modelo para abordar
ESPERMATOZOOS ciertas patologÌas humanas. Las perso-
DEL MACHO F0 nas que tienen una mutaciÛn en el mismo
gen que los ìMarinerî padecen distin-
tas formas de sordera congÈnita, entre
PORTADORES DE DIVERSAS MUTACIONES ellas el sÌndrome de Usher IB, asÌ lla-
mado en homenaje a Charles Usher,
GENERACION (F1)

oftalmÛlogo inglÈs. Quienes lo padecen


ANIMAL DE ‘TIPO SALVAJE’ nacen con graves defectos de audiciÛn
PRIMERA

o incluso sordos. Por regla general a


partir de los diez aÒos empiezan a dege-
nerar progresivamente tambiÈn cÈlulas
visuales y aparece la retinitis pigmen-
tosa. Se ignora el mecanismo por el cual
un solo gen, que adem·s rige la sÌntesis
de una proteÌna que interviene en el
GENERACION (F2)

movimiento, incide simult·neamente en


el oÌdo y en la vista.
SEGUNDA

PORTADORES DE LA MISMA MUTACION

BEATRIX BENZ y STEPHAN NEUHAUSS


trabajan en Zurich, en cuyo famoso Politéc-
GENERACION (F3)

nico enseña el segundo.


THOMAS BRAUN
TERCERA

FENOTIPO MUTANTE
Bibliografía complementaria
A F IN - DE -S IÈCLE ACHIEVEMENT: C HARTING
N EW WATERS IN V ERTEBRATE B IOLOGY .
D. J. Grunwald, en Science, vol. 274, pági-
na 1634; 1996.
Cuando se emprende la investigación del oído y los genes que lo regulan, se GENES FROM ZEBRAFISH SCREEN. N. Holder
empieza por comparar la dotación genética de un individuo sano con la de y A. McMahon, en Nature, vol. 384, pági-
uno sordo. ¿Cómo identificar a un pez sordo? Se coloca un pez macho —el na 515; 1996.
animal F 0— en un líquido con una sustancia química que daña el material G ENETIC DISORDERS OF VISION REVEALED BY
genético de los espermatozoides ( cruz blanca ). Los investigadores confían en A B EHAVIORAL S CREEN OF 400 E SSENTIAL
que con ello resulte también dañado un gen que desempeñe una función esen- LOCI IN ZEBRAFISH. S. C. Neuhauss et al., en
cial para el oído. Puesto que cada espermatozoide es potencialmente porta- Journal of Neuroscience, vol. 19, n. o 19, pági-
dor de otras patologías, los descendientes del macho F0 diferirán entre sí. Por na 8603; 1999.
otra parte, en muchos casos el correspondiente gen materno actuaría com-
pensatoriamente y la lesión no se manifestaría. Para impedir esta compensa- MARINER IS DEFECTIVE IN MYOSIN VIIA: A
ción y conseguir un animal sordo (fenotipo mutante) hacen falta dos empa- ZEBRAFISH MODEL FOR HUMAN HEREDITARY
rejamientos más (de la primera a la tercera generación). DEAFNESS. S. Ernest et al., en Human Molecular
Genetics, n.o 9, pág. 2189; 2000.

Mente y cerebro 03/2003 35


Mundo real e
imagen percibida
¿Cómo percibimos el mundo? No tal cual es.
Las imágenes que nos formamos guardan una relación más estrecha
con nuestra supervivencia diaria que con el mundo real

Heinz Penzlin De entre los m˙ltiples acontecimien- elÈctricos. Las serpientes cascabel ìvenî
tos de su entorno, un ser vivo puede en la oscuridad como si portaran una

P
arece incuestionable. ìAhÌ fueraî registrar sÛlo aquellos para los que tiene c·mara de infrarrojos y, de esa forma, lo-
existe un mundo independiente las antenas correspondientes, es decir, calizan sus presas de sangre caliente.
de nosotros. Un mundo que es cÈlulas sensoriales que captan un deter- Lo mismo que el resto del reino ani-
tal como lo vivimos, azul el cie- minado estÌmulo y transmiten la infor- mal, los hombres sÛlo registramos los
lo, frÌa la nieve que cubre el coche, olo- maciÛn recibida al sistema nervioso. sucesos m·s importantes de entre los in-
rosa la rosa cortada y armonioso el canto Ahora bien, no todos los animales est·n finitos que ocurren sin cesar a nuestro
del ruiseÒor en el matorral. dotados de los mismos Ûrganos senso- alrededor. Nuestros ojos sÛlo ven ondas
Parece incuestionable, pero, øes asÌ riales. Aunque casi todas las especies electromagnÈticas entre 400 y 800 na-
en realidad? Los resultados de los cien- poseen Ûrganos del gusto y del equili- nÛmetros de longitud; sÛlo podemos oÌr
tÌficos que estudian los sentidos apun- brio y muchos animales tienen, adem·s, sonidos entre 16 y 20.000 hertz. Care-
tan en otra direcciÛn. A tenor de los mis- Ûrganos de visiÛn, sÛlo los vertebrados cemos de sensibilidad perceptiva de la
mos, el cerebro no se limita a reproducir y algunos insectos pueden oÌr. corriente alterna, las ondas de radio y los
el mundo exterior, sino que construye Numerosas especies pueden percibir ultrasonidos, como tambiÈn de los ra-
un mundo ìpercibidoî. Al igual que el considerablemente menos que el ser yos X y los rayos gamma. SÛlo notamos,
resto de los animales, los humanos nos humano, mas otras est·n provistas de con dolor, la radiaciÛn ultravioleta cuando
pasamos la vida en una especie de rea- sentidos que nos son del todo extraÒos. el sol nos quema (el calor de los rayos
lidad virtual, que no refleja, en todos sus øQuiÈn puede imaginarse cÛmo se orien- solares que sentimos se debe al infrarrojo
·mbitos, el mundo real. Los investiga- tan los murciÈlagos valiÈndose de los de la luz solar). Tampoco advertimos
dores pueden hacerse hoy una idea bas- ultrasonidos o cÛmo ven las abejas la luz que nos estamos moviendo siempre en
tante precisa de cÛmo nuestros sentidos ultravioleta? Las palomas mensajeras, un campo magnÈtico.
se distancian de la realidad y de por quÈ, las aves migratorias o las abejas cuen- Cuando los cientÌficos investigan la
a pesar de todo, nos las arreglamos bas- tan, adem·s, con un sentido magnÈtico; exactitud con que nuestras percepcio-
tante bien. algunos peces llegan a registrar campos nes reflejan el mundo que nos rodea,

36 Mente y cerebro 03/2003


AKG BERLIN / MUSEO DE ORSAY

1. CENTELLEO DE COLORES. Debido a la baja resolución cromática de nuestra


acostumbran concentrarse en el sentido percepción, en este cuadro de Georges Seurat (1859-1891), “Puerto de Bessin, antepuerto,
de la vista; en ˙ltima instancia, todo marea alta”, se difuminan los contornos de cada uno de los puntos de color dando una
nuestro mundo de percepciÛn est· domi- impresión de unidad.
nado por lo Ûptico-espacial. La retina de
los ojos recibe las informaciones visua-
les, las transmite en forma de excita-
ciones de las cÈlulas nerviosas e inicia ridas y las compensa; gracias a ello tene- fijar un objeto, no est· quieto, sino que
una elaboraciÛn paralela. mos la impresiÛn de una imagen precisa. no para de moverse de aquÌ para all· de
Con todo, la calidad de la retina es Por esta misma razÛn percibimos un unas 20 a 150 veces por segundo y trans-
m·s bien precaria. Abundan los errores mundo inmÛvil y no tenemos la sensa- mite, cada vez, la imagen de la retina a 5
de reproducciÛn, pues el cristalino no ciÛn de que el entorno se desplaza en sen- o 10 cÈlulas visuales. La imagen apare-
concentra con precisiÛn en un foco toda tido contrario con cada cambio de nues- cer·, pues, ininterrumpidamente movida.
la luz incidente (independientemente de tra direcciÛn visual. Pero si, por ejemplo, Tal ìtremor ocularî no constituye, sin
su longitud de onda y del lugar por donde uno desplaza su glÛbulo ocular y, por embargo, un fallo imperdonable del ojo.
la luz atraviesa el cristalino). Que noso- tanto, la imagen en su retina (y no lo Al contrario, es necesario para la visiÛn.
tros no notemos nada de esto y que, sin hace por medio del m˙sculo ocular, sino DetallÈmoslo con un experimento sen-
embargo, podamos ver con nitidez, no por una suave presiÛn lateral con el dedo cillo. Si un microproyector, adosado a
se lo debemos al aparato formador de la en el rabillo del ojo), le parece entonces una lente de contacto, lanza una imagen
imagen, °sino a nuestro cerebro! Este que el mundo exterior se mueve. directamente a la retina, la imagen de la
tiene en cuenta, en sus c·lculos, las impre- El cerebro llega a cometer errores pro- retina se desentiende del movimiento
cisiones de la imagen de la retina refe- vocados por Èl mismo. El ojo humano, al del ojo. Al cabo de unos pocos segun-

Mente y cerebro 03/2003 37


y las agrupan. En el hombre, frente a
KLAUS LUNAU

unos 125 millones de cÈlulas visuales de


la retina hallamos tan sÛlo 1 millÛn de
fibras nerviosas que salen del ojo cons-
tituidas en nervio ocular.
La imagen de la retina se divide, des-
puÈs, en dos: la parte izquierda del campo
de visiÛn óy, por cierto, de ambos ojosó
se dirige, por la vÌa ocular, a la mitad
derecha del cerebro; y la parte derecha
al hemisferio cerebral izquierdo. Las
informaciones van despuÈs al cuerpo
geniculado lateral (abreviado, CGL), una
estaciÛn intermedia de la vÌa ocular desde
el ojo a la corteza cerebral.
Sin embargo, el CGL no es un lugar
2. CUESTION DE VISTA. Muchas flores, como esta espantalobos (Colutea arborescens), de mero intercambio, sino que reelabora
tienen manchas que absorben los rayos ultravioletas (derecha; fotografía tomada con un las informaciones Ûpticas antes de enviar-
filtro de ultravioleta). A diferencia de los humanos, las abejas reconocen las manchas. las, despuÈs, a la corteza visual prima-
ria. En el CGL empieza a separarse el
camino de elaboraciÛn de colores, for-
dos dejamos de percibir la imagen asÌ cientÌficos no deben transferir sin m·s mas, de informaciones del movimiento
fijada; la mente no la tiene en cuenta y las experiencias y vivencias visuales y espaciales. Desde la corteza visual pri-
desaparece de nuestra conciencia. Este humanas a animales con Ûrganos visua- maria el sistema visual analiza, en para-
hecho ayuda a suprimir del ojo im·ge- les an·logos. lelo, la imagen recibida en tres pistas:
nes turbadoras como, por ejemplo, las Nuestro cerebro, y en menor medida ï El primer canal elabora sobre todo los
sombras de los capilares retinianos. el sistema reproductor de im·genes del colores, con una resoluciÛn relativa-
ojo, determina lo que vemos conscien- mente baja.
Descomposición de colores temente. La elaboraciÛn neuronal de im·- ï El segundo canal, por el contrario, reac-
y movimiento genes empieza ya en la retina, una parte ciona con alta resoluciÛn ante las silue-
Los batracios carecen de estos movi- de la corteza cerebral que, en el curso de tas y la orientaciÛn de im·genes y ofrece
mientos oculares involuntarios. Es pro- la evoluciÛn, migrÛ hacia la periferia. La asÌ las informaciones m·s relevantes
bable que, por esta razÛn, sÛlo presten retina consta de varias capas de cÈlulas sobre lo que se percibe.
atenciÛn a objetos en movimiento (las que seleccionan quÈ informaciones Ûpti- ï El tercer canal registra fundamental-
posibles presas). Por consiguiente, los cas merecen una elaboraciÛn posterior, mente los movimientos y las relaciones
espaciales. Se ocupa, pues, de la per-
cepciÛn profunda tridimensional. Pero
resulta insensible a los colores y tampoco
reacciona ante las formas en reposo. En
cambio, sÌ informa sobre la ubicaciÛn de
los objetos. A su cuenta va la llamada
ilusiÛn de Ponzo (vÈase la figura 3).
El cerebro trabaja los colores y el mo-
vimiento no sÛlo por separado. (Incluso
llegamos a percibirlos por separado, si
bien en condiciones normales no se nos
suele presentar asÌ en la vida cotidiana.)
El canal del color trabaja m·s lento que
el del movimiento. De ahÌ que la percep-
ciÛn de los colores se demore unos setenta
u ochenta milisegundos al reconoci-
miento de los movimientos. En deter-
minadas condiciones puede dar lugar a
interpretaciones errÛneas. Nos lo evi-
dencia un experimento cl·sico. Los suje-
tos del ensayo contemplaban en una pan-

3. ILUSION DEL TAMAÑO. En la


ilusión de Ponzo la perspectiva del fondo
THOMAS BRAUN

engaña a nuestro cerebro: concluye


erróneamente que las tres figuras, iguales,
tienen distinto tamaño.

38 Mente y cerebro 03/2003


talla un grupo de cuadrados, que se Así percibe el mundo que las tres figuras de la ilusiÛn de Ponzo
movÌan, todos a la vez, continuamente un murciélago (vÈase la figura 3) tienen el mismo ta-
hacia arriba y hacia abajo, y, simult·- De cuanto antecede queda claro que el maÒo y, sin embargo, la sensaciÛn sub-
neamente, a un ritmo distinto, iban cam- proceso visual no es una imagen fiel del jetiva que dicta el cerebro permanece
biando tambiÈn sus colores. Los sujetos mundo exterior, sino un constructo del inalterada. En la ilusiÛn de Kanizsa (vÈase
habÌan de indicar quÈ color aparecÌa en cerebro a partir de las informaciones que la figura 4) el espectador reconoce un
cada cambio de sentido del movimiento. le llegan. Con los elementos sueltos de tri·ngulo algo m·s blanco incluso que
El n˙mero de falsas asignaciones cro- la elaboraciÛn abstracta de las impresio- el papel, aunque sabe que se trata tan sÛlo
m·ticas era, por lo general, muy alto. nes sensoriales, la actividad del cerebro de una estructura imaginada. Dos lÌneas
Artistas y diseÒadores hace tiempo arma nuestro mundo perceptivo tridi- horizontales cruzando la imagen desha-
que se valen de las distintas prestacio- mensional. En esta tarea invierte, incons- cen esta impresiÛn, porque ya no es posi-
nes de los canales visuales. AsÌ, a causa ciente e incesantemente, un enorme es- ble aquella sencilla interpretaciÛn; la
de la baja resoluciÛn del canal crom·- fuerzo en c·lculos. impide nuestro cerebro óm·s exacta-
tico, se ven como un todo continuo los Algunas ilusiones Ûpticas muestran mente, la corteza visual secundariaó al
puntos separados de un cuadro punti- hasta quÈ punto nuestro aparato mental no poder construir la silueta.
llista o los toscos brochazos de una pin- configura las percepciones. Una senci- Cabe presumir que todos los animales
tura impresionista (vÈase la figura 1). lla mediciÛn con una regla demuestra superiores experimenten sensaciones

El largo camino hacia la formación cerebral de la imagen


La imagen de la retina se divide en dos
después de abandonar el ojo. La mitad IZQUIERDO DERECHO
derecha del campo de visión de ambos CAMPO DE
ojos llega, a través del nervio óptico, VISION
al hemisferio izquierdo del cerebro.Allí
el cuerpo geniculado lateral (CGL) al-
macena la media imagen seis veces, en OJO DERECHO
diferentes capas; es decir, tres veces la
imagen del ojo izquierdo y otras tres
RETINA
la del derecho. Las cuatro capas supe- QUIASMA
riores de los estratos celulares contie- OPTICO
nen células nerviosas relativamente NERVIO OPTICO
pequeñas; por eso se las llama par-
vocelulares. Las dos capas inferiores
están formadas por células comparati-
vamente mayores y, por ello, se llaman
capas magnocelulares.
CORTEZA VISUAL PRIMARIA (V1)
Aquí se separan las tres pistas que se ZONA INMACULAR CUERPO GENICULADO LATERAL
dirigen a la corteza visual. El primer canal MACULA
—el “canal cromático”— conduce de las 1 5 6
3 4
capas parvocelulares del CGL a los “blobs” 2, 3 1 2
o “máculas” en las capas 2 y 3 de la cor- 4A
teza visual primaria (V1) y, más adelante, 4B 1 2
a las franjas finas de la corteza visual
PISTA-M

α CAPAS MAGNOCELULARES
secundaria. El segundo canal —el “canal 4C 3 4 5 6
P

β
de la forma”— parte también de las capas CAPAS PARVOCELULARES
TA-

5
parvocelulares del CGL, pasa después
PIS

6
por las regiones intermaculares para aca-
bar en las pálidas franjas intermedias de
la corteza visual secundaria. El conjunto
CORTEZA VISUAL
de estos dos canales entre el CGL y la SECUNDARIA (V2)
V1 recibe también el nombre de pista-P.
Por último, el canal número tres va desde
las capas magnocelulares del CGL a las
franjas gruesas de la corteza visual secun-
FRANJAS GRUESAS MOVIMIENTO, PROFUNDIDAD V3, V5
daria. Se ocupa de los movimientos y la
FRANJAS INTERMEDIAS FORMA V3, V4
espacialidad y se la designa también, FRANJAS FINAS COLOR V4
entre el CGL y V1, como pista-M. Los
THOMAS BRAUN

tres canales se dirigen, para ulteriores


elaboraciones, a las partes subordinadas
de la corteza visual (V3-V5).

Mente y cerebro 03/2003 39


subjetivas y puedan, por tanto, construir que filÛsofos y cientÌficos se interesan no la constancia del movimiento y de la
activamente un mundo de percepciones por la cuestiÛn. Immanuel Kant (1724- direcciÛn.
en el que orientarse. En este supuesto la 1804) sostenÌa que el hombre, para poder Reconocemos, adem·s, la coloraciÛn
pregunta obligatoria es si su mundo per- percibir, debÌa gozar de algunas condi- y la luminosidad relativa de los objetos
ceptivo se asemeja al nuestro o si, qui- ciones innatas: una sensibilidad para el con independencia de las condiciones
z·s, es de un tipo totalmente distinto. espacio y el tiempo, asÌ como determi- lumÌnicas. Gracias a la constancia de
Thomas Nagel, de la Universidad de nadas formas de pensamiento. De hecho, luminosidad percibimos siempre lo negro
Nueva York, publicÛ su famoso artÌculo nuestro cerebro tiene capacidades inna- como oscuro y lo blanco como claro,
ìøCÛmo se puede ser un murciÈlago?î. tas con cuya ayuda elabora las informa- aunque una superficie negra expuesta a
Los murciÈlagos, con su sistema de loca- ciones visuales y puede construir una un sol radiante refleja mil veces m·s luz
lizaciÛn por ultrasonidos, consiguen lo- imagen ˙til de la realidad. que una blanca en el crep˙sculo. Algo
gros similares a los que obtienen los Un buen ejemplo podrÌan ser los llama- parecido acontece con la constancia cro-
ìanimales con ojosî. Sin embargo, el dos efectos de constancia, autom·ticos, m·tica: a mediodÌa, los matices de la luz
mundo perceptivo de los murciÈlagos, de nuestro sistema perceptivo. AsÌ, perci- solar difieren bastante de los del ama-
que estarÌa configurado por la ecoloca- bimos como fijos en el espacio objetos necer o atardecer, pero nosotros apenas
lizaciÛn, nos sigue siendo inaccesible a de nuestro entorno, aunque su imagen notamos cambios crom·ticos en la per-
los humanos. en la retina est· constantemente despla- cepciÛn de los objetos.
No resulta simple adentrarse en los z·ndose, porque nuestros ojos, nuestra En nuestro cerebro se halla tambiÈn
fundamentos de la percepciÛn humana. cabeza o todo nuestro cuerpo se mueven. arraigada la tendencia a interpretar tri-
Pero precisamente por eso hace tiempo Los especialistas llaman a este fenÛme- dimensionales las im·genes. Por ello
interpretamos como un cubo, por m·s que
es evidente que es bidimensional, la lla-
mada figura de Necker (vÈase la figu-
ra 4, derecha). El dibujo admite, ade-
¿Existe un mundo ahí fuera? m·s, dos interpretaciones, seg˙n se vea
el cuadrado de la izquierda abajo o el de
la derecha arriba. En este caso se da un
Se conoce por realismo el sistema esta visión, la rechazan como una ilu- fenÛmeno fascinante: si el que contem-
filosófico que proclama la existencia sión de los sentidos o como una curio-
pla el dibujo se ha decidido por una
del mundo exterior, independiente de sidad.
variante y sigue mirando el dibujo, tras
la percepción de nuestros sentidos y Hace más de dos mil años, Demócrito
de nuestra conciencia. Nuestro entorno (ca. 460-375 a.C.) defendía ya que las unos pocos segundos, cambia la imagen
constituiría una realidad genuina; no cualidades, perceptibles por los senti- y se le impone la otra alternativa. Quiz·,
sería un mero constructo mental. Al dos, de las cosas eran subjetivas y que las cÈlulas nerviosas que son responsa-
realismo se opone el idealismo. no se las podía atribuir a las cosas en bles de la primera interpretaciÛn se can-
También los científicos parten en su sí mismas:“Nada es por naturaleza blan- san, despuÈs de un tiempo, y se impo-
trabajo de este postulado de realidad. co o negro, amarillo o rojo, amargo o nen las de la otra interpretaciÛn.
Pues si no, ¿sobre qué investigarían? dulce”. Según el filósofo griego, sólo Pero, øes realmente innata nuestra
La suposición de la existencia de una eran objetivas las propiedades cuanti- capacidad de construir un mundo espa-
realidad independiente es ciertamente tativas, tales como cantidad y exten- cial perceptivo a partir de las diferen-
necesaria, aunque en puridad cientí- sión, y también la figura, peso, impe- cias de las im·genes de la retina de ambos
fica no se puede probar ni negar. Con netrabilidad y movimiento. A esta ojos y de otras informaciones, como, por
todo, concuerda con la conciencia de concepción se la llama realismo físico. ejemplo, percepciones de desplaza-
realidad, natural e inquebrantable, del Por de pronto, en el mundo objetivo mientos debidos al movimiento? øO no
ser humano y que está en la base de no existen ni colores ni tonos, ni rui- se requiere, adem·s, acudir a experien-
su comportamiento cotidiano. Incluso dos ni olores, ni siquiera luminosidad. cias vitales de fases anteriores? Cuando
cuando alguien niega, por razones filo- Las ondas luminosas físicas son inde- los cientÌficos tratan de dilucidarlo con
sóficas, la realidad de un mundo inde- pendientes de los sujetos y sólo con ayuda de experimentos, deben afrontar
pendiente, no abandona nunca en su la presencia de los vivientes que las un nuevo problema: ni los lactantes ni
actuación esta conciencia personal de pueden ver se origina la luz como sen- los animales pueden explicar al investi-
realidad. sación. Al nacer, nosotros no vemos
gador quÈ perciben. Por consiguiente,
Ahora bien, hay concepciones muy dis- la luz del mundo, sino que nos la conec-
tintas a propósito de la naturaleza real tamos.
habr·n de extraer sus conclusiones de lo
de ese mundo “exterior”. El realismo observado en los tests de comporta-
ingenuo sostiene que es tal como lo Por último, el realismo crítico da un miento.
percibimos con nuestros sentidos y paso más y deja abierto el tema de si
nuestra mente. Por lo que llevamos los rasgos que observamos son tam- Lactantes en tests forzados
dicho en este artículo, esta opinión bién propiedades del mundo objetivo, Algunas de estas pruebas permiten sos-
no se podría tomar por correcta. Pero pero sostiene que se da una relación pechar que muchos animales superiores
son muchos los humanos que son rea- entre ambos mundos. Según el realis- nacen con capacidad de percepciÛn espa-
listas ingenuos a lo largo de toda su mo crítico, habría de ser posible, al me- cial. Para estos experimentos los cientÌ-
vida, porque nunca han tenido un nos hasta cierto grado, hacer afirmacio- ficos se valieron del miedo innato de los
motivo serio para ponerlo en duda. Se nes válidas sobre el mundo real. ¿No animales a los bordes cortados a pico.
las arreglan bien en la vida diaria con será que el modo en que pensamos y Los colocaron en un disco de cristal,
esta visión del mundo. Si en alguna percibimos es precisamente como es debajo del cual habÌa, a un lado, una su-
ocasión una observación contradice porque refleja el orden real? perficie plana y, al otro, un escalÛn escar-
pado. El resultado era inequÌvoco: las

40 Mente y cerebro 03/2003


4. TODO ES ILUSION. En la ilusión de
Kanizsa (izquierda) vemos un triángulo que el mundo que le suministran los Ûrganos lidad en la medida en que era necesario
no existe, porque nuestro cerebro trata de de los sentidos. øNo es sorprendente, sin para su respectiva supervivencia. Ello sig-
completar una figura insinuada. Unas embargo, que el mundo subjetivo de la nifica que nuestra percepciÛn sigue
rayas transversales deshacen la ilusión
percepciÛn que construye nuestro apa- siendo incompleta e imprecisa y nunca
rato pensante con datos tan imprecisos sabremos con seguridad si el mundo real
(centro). El sistema nervioso llega incluso
e incompletos encaje tan bien con el es, de hecho, tridimensional.
a construir figuras tridimensionales con mundo objetivo que resulta adecuado Por idÈntica razÛn no podemos espe-
dibujos bidimensionales en cuanto tiene para nuestra vida cotidiana? En reali- rar que nuestro aparato perceptivo, espe-
un punto de apoyo. El cubo de Necker dad, nuestro mundo perceptivo repre- cÌficamente adaptado, mantenga su vali-
(derecha) permite dos interpretaciones senta sÛlo un conjunto de hipÛtesis de dez cuando abandonamos el mundo con
distintas según cuál sea la cara del cubo nuestro ìyoî sobre el entorno. Pero, pues- el que estamos familiarizados y nos aden-
que vea como parte delantera. Cada
to que Èstas prueban su eficacia en el dÌa tramos en el macrocosmos o en el micro-
a dÌa, parece que reflejan correctamente cosmos. Con nuestras limitadas capaci-
pocos segundos se cae en la otra
al menos algunos aspectos del mundo dades de representarnos objetos, nos
interpretación. real. øCÛmo ha adquirido nuestro cere- encontramos muy pronto inermes en
bro esa capacidad de establecer hipÛte- estos dos mundos y la ìsana razÛn hu-
sis ˙tiles sobre el mundo? manaî desaparece. Ning˙n ser humano
crÌas (polluelos y diferentes mamÌferos, Lo mismo que los otros rasgos y ca- puede representarse realmente las leja-
desde ratas, perros, gatos y cabras hasta racterÌsticas de los animales se adapta- nÌas cÛsmicas o un espacio-tiempo cur-
leopardos polares y monos) se acerca- ron al entorno en el curso de la evolu- vado. TambiÈn nos supera con creces el
ban, muy temblorosos, todos juntos a la ciÛn, el aparato perceptivo fue mejorando intento de visualizar, en la fÌsica cu·n-
pared escarpada y apenas prestaban aten- tambiÈn paso a paso. Si las mutaciones tica, la doble naturaleza de partÌcula y
ciÛn a la superficie plana. Tampoco en casuales del patrimonio hereditario se onda. Es obvio que podemos lamentar
esto es el hombre una excepciÛn: lactantes acreditaban en el crisol del entorno, con- el dÈficit de una visiÛn inmediata en los
de tres dÌas reaccionan con desasosiego, tribuÌan al Èxito de la propagaciÛn de la mundos de lo pequeÒo y de lo grande,
cuando se les coloca sobre el escalÛn especie y se conservaban en las gene- pero no podemos evitarlo: est· innato en
escarpado. Al parecer, est· fijada en nues- raciones siguientes. Pero si abocaban al nuestro cerebro el precio por arregl·r-
tra cabeza, desde el nacimiento, una fracaso, los animales que las portaban noslas, por lo general bastante bien, en
forma tridimensional de visiÛn. desaparecÌan m·s pronto o m·s tarde. el mundo.
Otros tests de conducta apuntan a una En palabras del paleontÛlogo George
disposiciÛn innata del hombre a presu- G. Simpson (1902-1984), ìel simio que
mir una causa tras un fenÛmeno perci- no tenÌa una percepciÛn realista de la
bido. Tendemos a pensar en contextos rama a la que saltaba, era pronto un simio HEINZ PENZLIN fue, hasta su jubilación,
causales lineales e inmediatos. Esto muerto y, por tanto, no forma parte de profesor de fisiología animal en la Universidad
nuestros ancestrosî. Friedrich Schiller de Jena. Ha cultivado, en
explica tambiÈn nuestra propensiÛn natu-
particular, la neurobiología y endocrinolo-
ral a las supersticiones. Estas consideraciones son el n˙cleo de
gía de los insectos.
Muchas expectativas nos son tambiÈn la epistemologÌa evolutiva. En virtud del
innatas. Un ejemplo: los investigadores desarrollo evolutivo, el mundo mental
mantenÌan sujetos a una silla a lactantes que construye nuestro cerebro con ayuda Bibliografía complementaria
de catorce dÌas y movÌan una caja por de los sentidos copia tan bien el mundo THE VISUAL BRAIN IN ACTION. A. D. Milner
encima de sus cabezas. Los infantes se real, al menos en algunos rasgos esen- y M.A. Goodale. Oxford University Press,
comportaban como si esperaran un gol- ciales, que nosotros podemos desenvol- 1996.
pe, aunque todavÌa no habÌan podido vernos con Èxito en dicho medio. Ahora DAS GEHIRN UND SEINE WIRKLICHKEIT. KOG-
tener ninguna experiencia en esa lÌnea: bien, las innovaciones se presentan, en NITIVE N EUROBIOLOGIE UND IHRE PHILOSO -
levantaban, a la defensiva, sus bracitos el curso de la evoluciÛn, instadas por PHISCHEN KONSEQUENZEN . G. Roth. Suhr-
y parpadeaban. Esta conducta expecta- una presiÛn de adaptaciÛn; sÛlo siguen kamp; Frankfurt a. M., 1997.
tiva se puede observar tambiÈn en ani- adelante en la medida en que son nece- INNER VISION.AN EXPLORATION OF ART AND
males superiores. sarias para el Èxito de la propagaciÛn de BRAIN. S. Zeki. Oxford University Press,
Ajustes previos innatos ayudan al cere- la especie. El sistema perceptivo animal 1999.
bro a interpretar las informaciones sobre y humano se ha adaptado, pues, a la rea-

Mente y cerebro 03/2003 41


ENTREVISTA
La competición
perfecta
¿Qué impulsa a los deportistas de elite a dar el máximo rendimiento?
Mente y cerebro conversa con Heike Henkel, campeona olímpica de salto de altura,
y con Paul Meier, tercero en el mundial de decatlón

Carsten Könneker Henkel: Nunca pensaba en el rÈcord del cuando se preparaba para un lanzamiento
mundo. Para mÌ sÛlo era una altura, que o para un salto?
Myc: SeÒora Henkel, øquÈ le pasa a uno hasta aquel momento no habÌa saltado. Meier: No, yo siempre he sentido al
por la cabeza cuando el listÛn est· para p˙blico, bien en los aplausos bien en la
rÈcord del mundo y tiene, en los prÛxi- Myc: La motivaciÛn de un atleta, tensa expectaciÛn. Cuando, de pronto,
mos segundos, la oportunidad de entrar ødepende del n˙mero de espectadores el silencio se adueÒaba de las gradas y
en la historia del deporte? que han acudido al estadio a verle? notaba que todos tenÌan la mirada fija en
Henkel: No. El ambiente ha de ser pro- mÌ, siempre he sido consciente de esa
picio: competiciÛn exigente y especta- situaciÛn. Pero no ha perjudicado mi
dores satisfechos. A mÌ me importaba concentraciÛn. Al contrario; he trans-
menos cu·ntos eran. En la fase de mayor formado la expectaciÛn del p˙blico en
concentraciÛn, justo antes de la salida, una tensiÛn positiva. En esos momen-
siempre me abstraÌa de todo; no me daba tos, cuanto m·s atenciÛn notaba, m·s
cuenta de nada. Reparar, en ese momento, motivado estaba.
en la atenciÛn del p˙blico me habrÌa dis-
traÌdo. Myc: Esta corriente de cariÒo popular,
øes tal vez incluso un motivo para dedi-
Myc: SeÒor Meier, usted consiguiÛ su carse a un deporte de elite?
mayor Èxito deportivo en el mundial de Henkel: No para mÌ. He perseguido sÛlo
atletismo de 1993 en Stuttgart: medalla la competiciÛn perfecta.
de bronce en decatlÛn. En la ˙ltima
prueba, los 1500 metros, usted fue lle- Myc: øQuÈ es una competiciÛn perfecta?
vado hasta la meta por diez mil espec- Henkel: Aquella en la que una puede
tadores que gritaban enardecidos ìPaule, ejecutar lo que ha estado entrenando y,
Pauleî. øSe percatÛ durante la carrera? adem·s, mejorar su marca.
Meier: En una carrera de 1500 metros
una cosa asÌ se nota. Cuando nos vol- Myc: Y, al final, gana.
vÌan a llevar al estadio y vi que las gra- Henkel: Evidentemente, Èse es el final
das seguÌan completamente abarrotadas perfecto.
(aunque a esa hora tardÌa sÛlo quedaba
la prueba de decatlÛn), me motivÈ muchÌ- Myc: Para poder ganar, øhay que estar
simo. Y el aliento entusiasta durante la totalmente seguro de sÌ mismo y de sus
carrera me animÛ. capacidades?
Henkel: AsÌ lo creo. Cuando, en 1991,
Myc: En su concentraciÛn en las prue- iba camino del mundial de Tokio, sabÌa
bas tÈcnicas, øprescindÌa del entorno a ciencia cierta que ganarÌa. TenÌa una
seguridad del cien por cien, pues, por pri-
mera vez, habÌa superado en los entre-
1. MEDALLA POR SINTONIA. En el namientos los dos metros. Una vez en
Tokio, pasÈ revista a las otras atletas y
mundial de atletismo de 1993 en Stuttgart,
GUSTAV SCHRÖDER

me dije: °las ganar·s a todas!


el entusiasmo del público empujó al
decatleta Paul Meier a la medalla de Myc: Esa certeza absoluta, øviene de
bronce. uno mismo o es, m·s bien, el entorno

42 Mente y cerebro 03/2003


DPA
2. SUPERDOTADA POR AFICION. Casi no existe un título que la saltadora de altura
(entrenador, asesor) el que le hace fuerte Heike Henkel no haya conquistado. La campeona olímpica de 1992 retiene, con 2,07
a uno? metros, el récord mundial en pista cubierta.
Henkel: En la preparaciÛn notas ya cÛmo
reacciona el entrenador. Probablemente
Èl estaba tan convencido como yo. DirÌa
que nos transmitÌamos esta seguridad de era, a la vez, la mejor preparaciÛn psÌ- ciÛn del nivel bastante r·pida. Probable-
uno al otro. quica. mente es una muestra de talento y dotes
deportivas. En parte ha sido una ventaja,
Myc: Usted saltÛ en Tokio 2,05 metros, Myc: En su carrera deportiva, usted ha pero tambiÈn un inconveniente.
que era óy sigue siendo todavÌaó el vivido, junto a grandes Èxitos, amargas
rÈcord de Alemania. øQuÈ hace que uno y dolorosas derrotas; las lesiones le han Myc: øEn quÈ sentido?
supere en un campeonato incluso su dejado fuera una y otra vez. Si mira hacia Meier: Es posible que m·s de una vez
mejor marca de los entrenamientos? atr·s, øquÈ piensa? La mayor motiva- me haya precipitado en abordar marcas
Henkel: Un campeonato es algo total- ciÛn para alcanzar otras cimas m·s altas, m·ximas y que, con ello, haya exigido
mente diferente. En los entrenamientos øviene de un Èxito notable o, quiz·, del demasiado a mi cuerpo.
no est·s tan motivada, porque no te jue- fracaso como reacciÛn ante la adversi-
gas nada. dad: ìjusto ahora es la ocasiÛn?î Myc: øCÛmo andamos de factor placer?
Meier: Son estÌmulos muy diferentes, Ustedes dos han hecho, durante muchos
Myc: øRealizaba tambiÈn entrenamien- pero con los mismos efectos. aÒos, del deporte el centro de su vida,
tos mentales de cara a ese objetivo? øno dependen, pues, en ˙ltima instancia,
Henkel: No. Nunca hemos practicado Myc: øSe requiere un espÌritu fuerte para casi exclusivamente del goteo de los Èxi-
ejercicios psicolÛgicos; tan sÛlo saltos, sobreponerse al retroceso que implican tos y de los patrocinadores?
carreras, ejercicios fÌsicos y tÈcnicos. las inoportunas lesiones? Henkel: No. Para mÌ siempre fue deci-
Meier: øSe pueden separar estos aspec- Meier: Por supuesto. DespuÈs de una sivo divertirme en lo que hacÌa. Si no dis-
tos? Para mÌ, la preparaciÛn fÌsica Ûptima lesiÛn siempre he tenido una recupera- frutas, tampoco puedes triunfar. A mÌ no

Mente y cerebro 03/2003 43


una medalla de oro, este atleta puede
mantener a su familia durante diez aÒos.
En Alemania puedo, en vez de dedicarme
a un deporte, aprender un oficio normal
y vivir bien de ese trabajo. En otros paÌ-
ses las personas no suelen tener esa posi-
bilidad.
Henkel: Incluso en Estados Unidos es
frecuente que los deportistas tengan sus
propias motivaciones; por ejemplo, para
salir de la marginaciÛn.
Meier: Y Èsa es tambiÈn la razÛn de que
las federaciones no podr·n controlar
nunca el problema del dopaje. A un joven
que, por el deporte, quiere salir de la
pobreza no se le plantea el problema de
si el producto en cuestiÛn ìest· o no per-
mitidoî. En su jerarquÌa de valores se trata
de un proceder correcto.

Myc: Pero tambiÈn en los paÌses indus-


trializados hay mucho dinero en juego
3. PAREJA EN LA VIDA PRIVADA. en las competiciones de elite.
Heike Henkel y Paul Meier (izquierda) establece un nuevo rÈcord? øLe espolea Meier: Cierto. Pero para mÌ el dinero no
viven juntos y, desde marzo del 2002, a superarse? fue nunca un motivo.
tienen una hija. En la foto, durante la Henkel: A mÌ, no. Pero cuando pienso,
entrevista con el redactor de Mente y por ejemplo, en mi reacciÛn al darse a Myc: øPor quÈ se ha dedicado a un de-
conocer determinados casos de dopaje, porte de alto rendimiento?
cerebro.
creo que ese dato siempre me ha esti- Meier: QuerÌa participar en una olim-
mulado a demostrar que tambiÈn se puede piada y medirme con los mejores del
saltar m·s alto sin pastillas. Este es mi mundo en mi especialidad. QuerÌa apa-
me importaba el salto de altura en sÌ lema: por mucho que se droguen las otras, recer en la televisiÛn y tener un contrato
mismo; de hecho, fui a parar a esa espe- saltarÈ m·s alto. Ello me daba fuerzas. con un patrocinador. QuerÌa experimentar
cialidad casi por casualidad. Lo m·s No estoy en condiciones de evaluar si todas estas cosas.
importante era el trato con el entrenador en esta actitud hay un punto de agresi-
y el grupo. DespuÈs, esto ha sido tam- vidad o rabia. Myc: Cuando se ha llegado a un cierto
biÈn lo que m·s he echado en falta. nivel y el p˙blico le aplaude, øse tiene
Meier: Pero, al menos a veces, el obje- Myc: El problema del dopaje en el atle- miedo al fracaso?
tivo puede desplazar o sustituir al pla- tismo, øes una consecuencia de la obje- Henkel: Por supuesto, pero debes dejarlo
cer. MentirÌa, si dijera que me divertÌan tividad atlÈtica mencionada? de lado. Por suerte, yo siempre lo logrÈ,
cada una de las formas de entrenamiento Henkel: No. TambiÈn se dopan otros, incluso en 1992, cuando, poco antes de
que son necesarias para llegar a ser un incluso en deportes de equipo. la olimpiada de Barcelona, aumentÛ
buen decatleta. Para ser un buen atleta mucho la presiÛn exterior.
hay que hacer cosas que no son nada Myc: øQuÈ lleva a un deportista a recurrir Meier: Yo nunca he sido consciente de
divertidas. a sustancias prohibidas? esta presiÛn. La mayor presiÛn venÌa
Henkel: Yo dirÌa que una falta de con- siempre de mÌ mismo.
Myc: Sin duda, ustedes dos habrÌan fianza en sÌ mismo.
podido tener Èxito en otros deportes. øSe Meier: Creo que la causa fundamental Myc: En la pr·ctica de deportes de alto
decidieron por el atletismo a causa de es econÛmica; o quiz· tambiÈn Èsta: rendimiento, øhan adquirido ustedes
su objetividad, es decir, porque se puede ìquiero ser el mejorî. Nunca me he plan- capacidades espirituales que les son va-
medir con precisiÛn cada centÌmetro teado doparme. QuerÌa conocer mis exac- liosas ahora, por ejemplo en el ejercicio
que se gana, cada centÈsima de segun- tos lÌmites naturales. Ahora los conozco; de su profesiÛn?
do que se rebaja? cosa que me satisface mucho. Meier: SÌ; sobre todo el juego limpio y
Meier: Es probable. Creo que en el atle- la capacidad de fijarme objetivos. Las
tismo los Èxitos son algo m·s satisfac- Myc: Una ayuda de drogas, øhabrÌa fal- he puesto en pr·ctica una y otra vez en
torios y las derrotas algo m·s duras. No seado el resultado? mi profesiÛn de ingeniero.
cabe la discusiÛn; se puede medir con Meier: Evidentemente Henkel: En el deporte de elite apren-
precisiÛn el resultado. En el f˙tbol, puedo des a desenvolverte en p˙blico y a per-
tener un mal dÌa, pero gana mi equipo y Myc: øPueden entender que otros depor- der los miedos a relacionarte. Yo era
parece que todo va viento en popa; o al tistas se dopen? m·s bien una persona introvertida y tuve
contrario. Eso no sucede en el atletismo. Meier: Como persona que ha tenido el que aprender a mostrarme abierta y
privilegio de crecer en Alemania me segura de mÌ misma. Por ejemplo, antes
Myc: Un buen deportista, øha de ser tam- cuesta mucho juzgar a un ruso o a un ucra- de ser una deportista de elite no me
biÈn agresivo? øSe da algo asÌ como un niano que se ha dopado. Con los apro- habrÌa atrevido a tomar la palabra ante
ataque de rabia al ver que otro atleta ximadamente 50.000 dÛlares que reporta extraÒos.

44 Mente y cerebro 03/2003


MENTE, CEREBRO Y SOCIEDAD
La izquierda ayuda a la derecha
Un joven investigador coloca en grave aprieto una premisa fundamental
del entrenamiento deportivo. Su consigna: primero la izquierda

Katja Gaschler era capaz de hacerlo tambiÈn con la mano ìmalaî obtienen mejores resultados en

øQ
derecha. Semejante ìtransmisiÛn m·gi- la competiciÛn.
uiÈn no se ha encontrado caî despertÛ entonces un gran interÈs, Los fisioterapeutas aplican este prin-
delante de la puerta de su ca- como demuestran numerosas publica- cipio para acelerar la recuperaciÛn de
sa con una bolsa de la com- ciones cientÌficas aparecidas a finales las extremidades lesionadas. Tras una
pra en cada mano y las llaves en el fondo siglo XIX. operaciÛn en la rodilla, se insta a los
del bolsillo izquierdo del pantalÛn? Lo Sin una teorÌa que les diera sentido, pacientes a realizar ejercicios de reha-
habitual es tomar todas las bolsas con la la mayorÌa de estos informes quedaron bilitaciÛn con la pierna sana, porque pro-
derecha e intentar sacar las llaves de los en simples anÈcdotas. Los entrenadores vocan una imperceptible estimulaciÛn
estrechos tejanos con la izquierda, para deportivos tienen hoy en dÌa experien- muscular contralateral. La otra pierna
luego abrir la puerta ósin dar dema- cia con el fenÛmeno. En las carreras de tambiÈn se entrena.
siada importancia a este detalleó con obst·culos, los atletas que han saltado øAprende el lado izquierdo tan bien
esa misma mano. durante los entrenamientos con la pierna del derecho como a la inversa? No se trata
Sin embargo, la acciÛn deberÌa des-
pertar cierta admiraciÛn. Es de suponer
que los diestros no se dedican a practi-
car cÛmo abrir las puertas con la mano
izquierda.
Si bien la ejecuciÛn de la mayor parte
de las acciones se aprende con la mano
dominante, podemos defendernos con la
otra, con m·s o menos soltura. Existe,
por tanto, un grado de transferencia de
las habilidades de una mano a otra, tanto
para diestros como para zurdos.
Matthias Weigelt, doctorando de inves-
tigaciÛn psicolÛgica en el Instituto Max
Planck de Munich, encuentra sorpren-
dente que hasta ahora la ciencia del
deporte no haya estudiado este fenÛ-
meno. Resulta difÌcil encontrar trabajos
sistem·ticos que relacionen la transfe-
rencia de lateralidad en los movimien-
tos con la formaciÛn motora b·sica.
En puridad, la observaciÛn no es nueva.
La psicologÌa experimental ha conside-
rado el fenÛmeno desde hace m·s de un
siglo. En 1850, Gustav Theodor Fechner
(1801-1887) experimentÛ consigo mismo
y se dedicÛ a escribir en un papel el n˙-
mero ì9î al revÈs, tal como lo verÌamos
reflejado en un espejo. El investigador
de Leipzig observÛ que al poco tiempo
IMAGINE / CORBIS WESTLIGHT

1. POR LAS NUBES. Para los deportistas


profesionales, como Michael Jordan, el
entrenamiento bilateral es una necesidad.

Mente y cerebro 03/2003 45


2. ENCESTAR ron de forma alternante: debÌan cambiar

THOMAS BRAUN
de mano cada tres lanzamientos.
CON TINO.
Los participantes Por debajo de la pantalla
en el ensayo que Tras el entrenamiento llegÛ la hora de la
habían entrenado verdad y se requiriÛ a los participantes
PANTALLA que efectuaran varios lanzamientos, pri-
primero con la mano
0,75m
CESTO izquierda alcanzaron mero con una mano y luego con la otra.
el cesto oculto con
El cambio venÌa determinado por una
1,3m seÒal, sin previo aviso. La evaluaciÛn se
6,3m mayor éxito cuando
hizo justo despuÈs del entrenamiento y
luego ejecutaron se repitiÛ a los cinco minutos y al cabo
el ejercicio con la de una semana.
derecha (arriba). La Los resultados fueron concluyentes.
PANTALLA ligera modificación ìEl grupo que habÌa empezado a entre-
del ejercicio (abajo) nar con la izquierda y habÌa pasado luego
1,3m
simplemente ratificó
a entrenar con la derecha, expone Weigelt,
asÌ como el grupo que habÌa entrenado
los resultados.
de forma flexible, superaban con creces
CESTO al resto.î Superaban, por tanto, a los par-
3,3m ticipantes que habÌan empezado a entre-
6,3m nar con la mano dominante (derecha) y
que habÌan pasado luego a entrenar con
la izquierda. El hecho de que los acier-
de una pregunta retÛrica o acadÈmica, la habilidad de los participantes seg˙n tos se lograran en lanzamientos con una
pues puede condicionar la eficacia de los el tipo de entrenamiento recibido? u otra mano no modificaba los resulta-
planes de entrenamiento especÌficos. Weigelt dividiÛ a los cincuenta y seis dos. Al parecer la mano derecha apren-
Matthias Weigelt abordÛ esta cuestiÛn participantes, todos ellos diestros, en dÌa consistentemente mejor de la izquier-
en su proyecto de licenciatura en la Uni- cuatro grupos y entrenÛ de forma distinta da que a la inversa.
versidad de Virginia de Charlottesville. a cada uno de ellos. Todos los partici- Muchas especialidades deportivas con-
En sus experimentos, las personas pantes realizaron 48 lanzamientos, si ceden gran importancia tanto al domi-
seleccionadas debÌan lanzar una pelo- bien tras el tercero ya eran capaces de nio de un tipo de movimiento especÌfico
ta de tenis para que rebotara contra el controlar su punterÌa. El primer grupo como al de otros movimientos relacio-
suelo, de manera que el segundo rebo- empleÛ sÛlo la mano derecha. El segundo nados. Weigelt abordÛ tambiÈn este tipo
te cayera dentro de un cesto (vÈase la fi- grupo empezÛ con la derecha, pero a la de movimientos. RetirÛ la pantalla del
gura 2). Una pantalla interpuesta entre mitad del ejercicio cambiÛ a la izquierda. suelo y la suspendiÛ en el aire, a menor
el participante y el cesto exigÌa un incre- Los del tercer grupo lanzaron la pelota distancia del lanzador (vÈase la figura 2,
mento de la percepciÛn espacial y redu- primero con la izquierda y luego con la abajo). Los participantes tenÌan ahora que
cÌa la probabilidad de acertar. øVariarÌa derecha. En el cuarto grupo se entrena- adecuar su lanzamiento para que la pelota
pasara por debajo de la pantalla. Los
resultados fueron superponibles a los del
experimento anterior. Al parecer, los que
se habÌan beneficiado de estas formas de
entrenamiento adecuaban la habilidad
adquirida a un ejercicio con movimien-
tos similares.
En el marco de un proyecto com˙n
con el Instituto de Ciencias del Deporte
de Jena, Weigelt y Oliver Senff reprodu-
jeron una versiÛn del mismo ensayo con
sesenta y ocho niÒos diestros de quinto
y sexto de primaria. Se trataba de lanzar
una moneda con la ayuda de los dedos
Ìndice y pulgar y acertar en un vaso. °Es-
to les iba a encantar a los chicos de Jena!
Una vez m·s, fueron mejores los que
antes habÌan estado practicando con la
izquierda.
WEIGELT

øQuÈ interpretaciÛn dar a estos resul-


tados? Es normal que un diestro cometa
3. MATTHIAS WEIGELT, formado en ciencia del movimiento en la Universidad de
m·s errores cuando realiza un movi-
miento con la izquierda. Cuanto m·s
Virginia, participa como doctorando en el grupo de trabajo Conocimiento y Acción del variables son los movimientos especÌfi-
Instituto Max Planck de Psicología de Munich, donde estudia los mecanismos cognitivos cos que se repiten, mayor la experiencia
que gobiernan el movimiento. que se adquiere para su ejecuciÛn. El

46 Mente y cerebro 03/2003


cerebro puede formarse asÌ una repre- cial que el izquierdo. La mayorÌa de las mendar a los diestros de manos y pies
sentaciÛn estable y estructurada de ese fibras nerviosas motoras en su trayecto entrenar desde un buen principio y de
movimiento. desde el cerebro a los m˙sculos se cru- forma sistem·tica la parte izquierda del
La interpretaciÛn de Weigelt descansa zan (decusan) donde el encÈfalo se con- cuerpo. Los profesores y entrenadores
sobre la presunciÛn de que la percep- vierte en mÈdula espinal. Es el hemis- deberÌan revisar sus planes de entrena-
ciÛn y la ejecuciÛn de un movimiento se ferio derecho del cerebro el que controla miento. En ejercicios difÌciles desde el
almacenan de forma conjunta en el cere- la parte izquierda del cuerpo y viceversa. punto de vista espacial, podrÌa ser incluso
bro, no como elementos diferenciados. PodrÌa asÌ explicarse la importancia de mejor no cambiar de lado hasta haber con-
En la misma lÌnea, cabe recordar que a incluir de forma temprana la parte seguido un nivel aceptable con el
finales de 2001 se descubriÛ un nuevo izquierda del cuerpo (y, por tanto, la izquierdo.
tipo de cÈlula nerviosa (neuronas espejo) parte derecha del cerebro) en el entre- øY los zurdos? Entrenar alternativa-
que parece asumir a la vez funciones namiento de movimientos que requieren mente con la derecha y con la izquierda
sensoriales y motoras. elevada precisiÛn espacial. Los resulta- no parece constituir en ning˙n caso un
A˙n se derivan otras ventajas del entre- dos obtenidos por Weigelt parecen apo- error. De todos modos, para saber si les
namiento previo con la izquierda. Seg˙n yar esta hipÛtesis. merece la pena empezar a entrenar pri-
los investigadores, el hemisferio cere- Para favorecer el desarrollo motor mero con la derecha, hay que esperar a
bral derecho est· m·s especializado en b·sico, tanto en la escuela como en el los resultados de estudios realizados con
el procesamiento de informaciÛn espa- deporte profesional, se deberÌa reco- zurdos.

Neurobiología
del parpadeo
La expresión según la cual “la cara es el espejo del alma” tiene un substrato fisiológico

José M. Delgado García y A. Gruart tema motor de la musculatura extraocu- El movimiento reflejo de los p·rpados
lar, encargada de mover el ojo. se puede inducir por estÌmulos t·ctiles,

S
e podrÌa pensar que el parpadeo es El parpadeo puede ser de origen espon- ac˙sticos y visuales. El reflejo corneal
sÛlo un mecanismo autom·tico y t·neo, voluntario, emocional, pasivo, consiste en una bajada r·pida del p·r-
repetitivo de cierre de los p·rpa- reflejo y aprendido. El parpadeo espon- pado y se induce por activaciÛn de los
dos, con el fin exclusivo de proteger la t·neo, que ocurre unas 14-15 veces por mecanonociceptores de la cÛrnea e,
delicada superficie corneal. Para com- minuto en el hombre, no sÛlo tiene la incluso, de los mecanorreceptores de la
probar que es algo m·s que esto, colÛ- misiÛn de proteger y humedecer la cÛr- piel de los p·rpados y los asociados a las
quese en oscuridad total e imagine una nea, sino que est· tambiÈn asociado con pestaÒas.
imagen visual: observar· que Èsta se los estadios iniciales y finales del pro- El cierre reflejo de los p·rpados es, pro-
modifica cada vez que parpadea. El movi- cesamiento de la informaciÛn visual, bablemente, el movimiento m·s r·pido
miento palpebral, tan simple en apa- incluso imaginaria. Adem·s, el movi- que se puede hacer, alcanzando hasta
riencia, esconde m·s de una sorpresa miento palpebral interviene, de forma 2000 grados por segundo de velocidad
acerca del funcionamiento cerebral para voluntaria o bajo control emocional, en angular. El movimiento es tan r·pido, que
la generaciÛn de respuestas motoras. complejas pautas de expresiÛn facial, normalmente no vemos el oscurecimiento
Se define el parpadeo como el cierre como la sonrisa, el llanto, la angustia, el producido por el paso del p·rpado por
parcial o completo de la fisura palpe- guiÒo, etcÈtera. El p·rpado sigue tam- delante de la pupila. La bajada inicial se
bral. El cierre de los p·rpados es el resul- biÈn de forma pasiva (esto es, sin acti- sigue de unas cuantas oscilaciones en la
tado de la contracciÛn del m˙sculo orbi- vaciÛn del m˙sculo orbicularis oculi) el direcciÛn de cierre, hasta que se inicia
cularis oculi, inervado por motoneuronas movimiento ocular, como cuando se mira la apertura.
del n˙cleo motor facial. Las especies arriba o abajo. La frecuencia de oscilaciÛn del p·rpa-
con membrana nictitante o tercer p·rpado Al mirar hacia arriba los p·rpados supe- do durante el reflejo corneal depende del
(casi todas las terrestres, salvo primates riores se elevan por acciÛn del m˙sculo tamaÒo del mismo; asÌ, ocurre a 50 hertz
y alguna que otra excepciÛn) tienen tam- levator palpebrae, pero al mirar hacia en el ratÛn, a 20 en el gato y a 10 en el
biÈn el m˙sculo retractor bulbi, que se abajo los p·rpados bajan de forma pasiva, hombre. Las respuestas reflejas a un
inserta en el polo posterior del globo por liberaciÛn de la energÌa acumulada sonido intenso o a un flash de luz son de
ocular y produce una retracciÛn de Èste en tendones y aponeurosis. AsÌ, la posi- un inicio m·s lento y de menor ampli-
hacia el fondo de la Ûrbita ocular, faci- ciÛn natural de los p·rpados es cerrada, tud y velocidad que las producidas por
litando el cierre de los p·rpados. Los incluso si nos colocamos cabeza abajo; un soplo de aire aplicado a la cÛrnea.
p·rpados se elevan de modo simult·neo si los p·rpados est·n abiertos durante la El condicionamiento cl·sico (pavlo-
por acciÛn del m˙sculo levator palpe- vigilia es por la acciÛn tÛnica (mantenida) viano) de la respuesta palpebral es uno
brae, m˙sculo que se controla por el sis- del m˙sculo levator palpebrae. de los modelos experimentales m·s uti-

Mente y cerebro 03/2003 47


JOSE M. DELGADO GARCIA Y A. GRUART

A ESPONTANEO

TIEMPO

10 GRADOS

B REFLEJO

500 ms

C APRENDIDO

ABIERTO

TONO CERRADO
SOPLO

EJEMPLOS DE MOVIMIENTO ESPONTANEO (A), reflejo (B) y aprendido (C) de los


párpados. Nótese que el movimiento reflejo se produce mediante la aplicación de un del control neuronal necesario para mover
soplo de aire a la córnea, mientras que el aprendido es el resultado del emparejamiento los p·rpados de forma adecuada seg˙n
(durante varias sesiones) de un tono audible (por ejemplo, 600 hertz durante 350 la situaciÛn.
milisegundos) seguido de un soplo de aire (3 atmósferas, 100 milisegundos). La respuesta Las motoneuronas faciales que iner-
van el m˙sculo orbicularis oculi no tie-
refleja es normalmente más amplia y rápida que las otras. A la derecha se muestra el
nen un disparo tÛnico, sino que disparan
registro (por medios electromagnéticos) del desplazamiento del párpado en cada una en salvas o brotes de potenciales de acciÛn
de las tres respuestas. Se indica la evolución de la posición del párpado (primero hacia a una frecuencia dominante, que depende
abajo y luego hacia arriba) a lo largo del tiempo. de las caracterÌsticas oscilatorias de cada
especie. El m˙sculo orbicularis oculi
carece de propioceptores, por lo que no
lizados para el estudio de los mecanis- mo de respuesta, en el gato son 2-3 gra- existe informaciÛn subjetiva de la posi-
mos neuronales subyacentes al aprendi- dos de amplitud y unos 50 milisegundos ciÛn del p·rpado sobre el ojo.
zaje motor. Dichos estudios se iniciaron de duraciÛn. El refr·n de que la cara es el espejo
hace m·s de 50 aÒos en el hombre, aun- Recientemente, hemos podido recons- del alma tiene, pues, un sÛlido substrato
que ahora se realizan en especies como truir el complejo entramado neuronal fisiolÛgico, ya que no somos conscien-
el conejo o el ratÛn. La cinÈtica de la res- que se encarga del movimiento de los p·r- tes de la disposiciÛn de la musculatura
puesta palpebral aprendida es muy dis- pados. Para ello, hemos inyectado una facial y, por ende, de nuestra expresiÛn
tinta de la refleja, ya que el movimiento pequeÒÌsima cantidad del virus atenuado facial, salvo que la veamos en un espejo.
del p·rpado es paulatino, o en escalera, de la rabia en el p·rpado y hemos seguido
alcanzando una velocidad m·xima unas su ruta desde el m˙sculo orbicularis
cinco veces menor que en la respuesta oculi hasta las motoneuronas que iner-
refleja. La respuesta palpebral apren- van dicho m˙sculo, y de Èstas, a todas
dida se elabora de modo cu·ntico, esto las neuronas premotoras que proyectan JOSE M. DELGADO GARCIA y A. GRUART
es, el p·rpado baja cada vez un poco m·s sobre las motoneuronas. La cantidad de pertenecen a la Universidad Pablo de Olavide,
en respuesta al estÌmulo condicionado. centros neuronales identificados (m·s Sevilla, donde el primero ocupa la cátedra
Las dimensiones de ese cuanto, o mÌni- de 30 en la rata) indica la complejidad de fisiología.

48 Mente y cerebro 03/2003


Detectores de mentiras
Los detectores de mentiras, reservados antaño a los juicios de ficción cinematográfica, se han convertido
en objeto de estudio para su posible uso en controles fronterizos y en procesos penales reales

Hubertus Breuer lograma (EEG), las ondas de la corriente convenidas con anterioridad. La reac-

ì°P
cerebral en el cuero cabelludo, a los men- ciÛn ante las ideas intencionadas servÌa
or favor, pÛngase delante de tirosos los delatar· un patrÛn de ondas de base de comparaciÛn, lo mismo que
la c·mara y diga en voz alta caracterÌstico. los potenciales P300 en el reconocimiento
y con claridad el motivo de Este procedimiento lo ha desarrollado de lo sabido. Farwell atribuye a su mÈtodo
su viaje!î Ante una orden semejante se Lawrence Farwell, psicofisiÛlogo del un porcentaje de Èxito del 100 %.
podrÌan encontrar, en el futuro, los pasa- Laboratorio de InvestigaciÛn del Cerebro Otros se muestran m·s escÈpticos. Para
jeros en los controles de seguridad de los de Fairfield, en el estado de Iowa. Con que el test funcione, los sujetos del experi-
aeropuertos. Y la lente, que en ese un electrodo fijado a una cinta alrede- mento han de estar mirando a la pantalla.
momento enfoca al viajero, descubrirÌa dor de la frente del sujeto, el investiga- Pero si dirigen la vista a los objetos que
la m·s mÌnima mentira. øEs esto posi- dor mide los potenciales P300. Son Èstos les presentan, la seÒal P300 no tendr·
ble? Por el momento no, pero neurÛlo- desviaciones positivas en el EEG que nunca formas delatoras. Por lo que se
gos, psicÛlogos e ingenieros trabajan en aparecen justo 300 milisegundos des- refiere a los datos sobre el ìconocimiento
sus laboratorios y talleres en el diseÒo puÈs de una percepciÛn; reflejan la ela- del hecho delictivoî, decisivo para el test,
de m·quinas de la verdad, de detectores boraciÛn cognitiva de las excitaciones habrÌa que excluir la posibilidad de que
de mentiras de tÈcnica avanzada. sensoriales. un sospechoso se hallara familiarizado con
Estos aparatos preguntan al cuerpo, no Farwell cree que sÛlo se originan Èl por casualidad, por ejemplo a travÈs de
a la persona. En ello, reside el atractivo cuando alguien ve u oye cosas, im·ge- los medios de comunicaciÛn o por haber
de su tÈcnica, seÒala Mike Gazzaniga, nes o palabras que le son familiares o asistido a un juicio. Y, por otra parte, exige
director del Centro de NeurologÌa Cog- que tienen para Èl una carga emocional del sospechoso que lo conozca. Pero pode-
nitiva en el Dartmouth College de New singular. A diferencia del polÌgrafo, el mos imaginar, por ejemplo, que un afgano,
Hampshire. Se confÌa en que el cuerpo, nuevo procedimiento no registra si estudiante universitario en EE.UU., tenga
a diferencia de la persona, no engaÒe. El alguien se altera, sino si el sujeto se halla conocimiento de un manual de Al Qaeda
detector de mentiras cl·sico, el polÌgrafo, familiarizado con una informaciÛn deter- por la prensa, o que un terrorista no haya
registra par·metros fisiolÛgicos (ritmo minada. No se requiere, pues, enfren- visto nunca un determinado campo de en-
cardÌaco, frecuencia respiratoria o resis- tarlo ante preguntas incÛmodas, sino ante
tencia epidÈrmica). Se basa en el supuesto pruebas de ìconocimiento del hecho
siguiente: si una persona miente, el delictivoî, verbigracia, fotografÌas u MENTIROSOS SONROJADOS. Cuando
cuerpo se desequilibra, porque es f·cil otras informaciones de las que sÛlo ten- una persona miente, brilla en la imagen
que un mentiroso empiece a sudar, sin ga noticia el culpable. Si las ondas ce-
de calor la zona de los ojos. Con esta
que pueda evitarlo. rebrales, a la vista del lugar o del arma
De la sesiÛn del detector de mentiras del delito, delatan un reconocimiento, el técnica se puede llegar a hacer visible
forma parte una determinada tÈcnica en sospechoso pasa a ser culpable. Con es- una diferencia de temperatura
la elaboraciÛn del cuestionario. Amenudo te mÈtodo, opina su creador, podrÌa ha- de unas 25 milésimas de grado.
se trata del test de control, en el que se berse desenmascarado a los miembros
alternan preguntas indiferentes óìøSe de la organizaciÛn terrorista de Bin a
llama usted Peter Schmidt?îó con in- Laden, al mostrarles bases de entrena-
quisiciones comprometidas óìøLleva miento de Al Qaeda; el inocente no las
usted una bomba en el equipaje?îó. El reconocerÌa.
cambio inesperado desconcentrar· a los Farwell ha contrastado la validez de
culpables y, de ese modo, desencadena- su mÈtodo. Ha descubierto a colabora-
r· las reacciones corporales delatado- dores del FBI entre un grupo de ciuda-
ras. Al menos eso reza la teorÌa. En la danos normales. Se conectÛ a todos los
pr·ctica, sin embargo, los aparatos uti- sujetos del experimento al EEG; Farwell
lizados hasta ahora se equivocan en m·s les iba mostrando en una pantalla im·-
del 20 %. Circulan, adem·s, por Internet genes, palabras y fotografÌas. Cuando b
consejos de cÛmo se puede engaÒar al aparecÌa una de las ideas intencionadas,
aparato (morderse los labios o tensar que se habÌan fijado de antemano, los
m˙sculos). Suele desecharse, por ello, sujetos del test tenÌan que apretar un
su uso en procesos penales. botÛn. El investigador, por su parte, iba
intercalando detalles tomados de libros
JAMES A. LEVINE / CLINICA MAYO

Signos delatores de entrenamiento del FBI; Èstos sÛlo


De unos aÒos a esta parte los ingenieros serÌan conocidos por los enterados.
de detectores de mentiras se valen tam- Farwell partÌa del supuesto de que los ini-
biÈn de los avances en psicologÌa cog- ciados reaccionar·n ante las informa-
nitiva e investigaciÛn cerebral. Si se ciones secretas con las mismas tÌpicas cur-
registran, con ayuda del electroencefa- vas cerebrales que ante las palabras

Mente y cerebro 03/2003 49


trenamiento. Para Emanuel Donchin, de tran que, cuando se miente, se activa la en el futuro este problema. Levine, psi-
la Universidad de Illinois, antiguo profe- porciÛn anterior del gyrus cinguli. Esta quiatra de la clÌnica Mayo en Rochester,
sor de Farwell, Èste no es m·s que un em- circunvoluciÛn contornea al cuerpo ha presentado un r·pido y elegante test
presario que quiere vender su producto. calloso, es decir, el haz de fibras nerviosas de mentiras, sin tomÛgrafos ni EEG. Parte
Otro procedimiento, muy reciente, que enlaza uno con otro los dos hemis- del siguiente planteamiento: cuando
elude todos estos problemas. Daniel ferios cerebrales. El cÌngulo pertenece, alguien miente, la irrigaciÛn sanguÌnea
Langleben, psiquiatra de la Universidad adem·s, al sistema lÌmbico y participa de su cara aumenta y, por tanto, sube su
de Pennsylvania, utiliza aparatos de preferentemente en las decisiones con- temperatura. En los casos extremos se nota
tomografÌa de espÌn nuclear para detec- flictivas. En el gyrus cinguli ósupone a simple vista, porque el embustero se
tar en el cerebro el proceso del mentir. Langlebenó fracasa nuestra decisiÛn de pone rojo. Mas incluso en el caso de redo-
Al paso que se ajusta un campo magnÈ- mentir. El mÈtodo saca a la luz un rasgo mados mentirosos deberÌa captarse el
tico intenso, la m·quina emite ondas simp·tico del ser humano: en el fondo enrojecimiento, si se emplea un aparato
electromagnÈticas, cuya energÌa es absor- todos queremos decir la verdad. Pero si de mediciÛn de finura suficiente. Levine
bida por los tejidos; adem·s, cada uno alguien se dispone a mentir deliberada- hizo que los sujetos del experimento
seg˙n su composiciÛn, se refleja, con mente, cae en un conflicto, que se refleja representaran la escena de un atraco. En
cierto retraso, de una forma alterada en el gyrus cinguli. En la interpretaciÛn el test debÌan negar que habÌan partici-
caracterÌstica. A partir de los patrones de de Langleben, ìpara mentir hay que tra- pado en la representaciÛn de la fechorÌa.
estas seÒales, se construyen im·genes bajar m·sî. El psicÛlogo los filmÛ con una c·mara
con una precisiÛn milimÈtrica de la acti- Con todo, los 18 sujetos del experimen- de infrarrojos, capacitada para captar
vidad cerebral. to no bastan para mantener que este pro- diferencias de temperatura de unas vein-
ceso se da igual en todos los humanos. ticinco milÈsimas de grado.
Sede de la mentira John Cohen, psiquiatra de la Universidad La hipÛtesis de Levine se mostrÛ cer-
Langleben reuniÛ para una prueba 18 su- de Princeton, objeta que el gyrus cinguli tera. La c·mara pudo detectar calenta-
jetos. Les entregÛ una carta de la baraja indica conflictos, pero no necesariamente mientos en la zona de los ojos del men-
que ellos habÌan de memorizar. DespuÈs, cÛmo se resuelven. Por ejemplo, una per- tiroso, pues ahÌ la piel es delgada. El
el psiquiatra introducÌa a cada individuo sona podrÌa estar considerando contar una personal de los aeropuertos óopina
en el tambor magnÈtico del tomÛgrafo trola, pero se decide, al final, por la ver- Levineó podrÌa poner en pr·ctica esta
de espÌn nuclear; allÌ les iba presentando, dad. Por ˙ltimo, el procedimiento es, por tÈcnica sin necesidad de un tedioso en-
en una pantalla de ordenador, diferentes ahora, caro y costoso. Adem·s, no es ade- trenamiento. Pero el porcentaje de acier-
naipes. A la vista de cada uno habÌan de cuado para examinar con rapidez a una tos es similar al del polÌgrafo, apenas
negar que estuviera en su sobre, aunque gran multitud, como se requiere, por ejem- del 80 %. AsÌ pues, habr· que refinar el
ello supusiera mentir. plo, en un aeropuerto. detector del sonrojo antes de aplicarlo a
Cree con ello haber desvelado la sede El nuevo tipo de detectores que James masas de turistas nerviosos o a terroris-
cerebral del mentir. Sus gr·ficos mues- Levine acaba de desarrollar quiz· resuelva tas que mienten sin pestaÒear.

Trasplantes memorables
Rolf Degen prendentes cambios a un tipo de memo-
ï Un niÒo de nueve aÒos que recibe un ria que denomina celular, y seg˙n la cual

L
a lectura de ciertos trabajos con corazÛn de otro niÒo de tres aÒos que todas las estructuras del cuerpo tienen
visos de seriedad cientÌfica puede habÌa fallecido ahogado, presenta desde memoria. Una memoria que pasarÌa al
producir la misma sensaciÛn que el primer dÌa una fobia irracional al agua. receptor de un Ûrgano.
se experimenta cuando subimos a una ï Un varÛn de 25 aÒos, hasta el momento Para cualquier estudiante que se inicia
escalera mec·nica que no funciona: pura poco dado a sensiblerÌas, descubre de en la metodologÌa de la investigaciÛn
frustraciÛn. Viene esto a cuento de un pronto su lado femenino y delicado desde cientÌfica debe resultar desalentador com-
escrito reciente de Paul Pearsall, profe- que se le trasplantara el corazÛn de una probar que un profesor sortee con tanta
sor de medicina en Hawai. Propone allÌ mujer lesbiana de 24 aÒos. displicencia los preceptos m·s funda-
la tesis de que el receptor de un trasplan- ï Un hombre de 47 aÒos sorprende a mentales. Quien postule una teorÌa no
te adquiere con el Ûrgano ciertos rasgos cuantos lo rodean por su repentina inma- deberÌa ser la misma persona encargada
de la personalidad del donante. durez desde que se le trasplantara el cora- de realizar las entrevistas, cuando menos
Pearsall manifiesta haber observado el zÛn de una niÒa de 14 aÒos. para evitar suspicacias en torno a si se han
fenÛmeno en relaciÛn al trasplante de los ï A un hombre de 56 aÒos le persiguen condicionado las respuestas. De la misma
m·s diversos Ûrganos y documenta mo- las visiones del asesinato del que fue manera, tampoco se deberÌa realizar un
mentos estelares de diez trasplantes de vÌctima el donante. estudio sin explicitar por adelantado los
corazÛn. Las experiencias del autor durante resultados que confirmar·n o refutar·n la
las entrevistas que realizÛ a receptores de Seg˙n el autor, los receptores desco- hipÛtesis. Adem·s, las entrevistas refle-
un trasplante, allegados y familiares de los nocÌan la historia de los donantes. La jan el anhelo de los beneficiados por rela-
donantes, darÌan material suficiente como teorÌa de Pearsall, extremadamente vaga cionarse con los desconocidos a quienes
para hacer una pelÌcula de terror. en su formulaciÛn, atribuye estos sor- deben la vida.

50 Mente y cerebro 03/2003


ESPECIAL: Placer y Amor

Neurotransmisores
y centros del
placer
La investigación reciente en torno al placer y el enamoramiento
saca a la luz estrechas semejanzas entre el apetito sexual y otras formas de deseo

Rainer Schwarting yen fines absolutos en sÌ mismos, sino la pubertad, las hormonas se ocupan de
que se ordenan a un cometido biolÛgico. que se desarrollen con caracterÌsticas

E
l amor, que nos coloca al borde En contra de una opiniÛn muy exten- predominantemente masculinas o feme-
de la desesperaciÛn o nos tras- dida, el apetito sexual no evolucionÛ ninas no sÛlo nuestros Ûrganos sexuales,
pone a un estado de embelesa- para satisfacer el placer personal, sino sino tambiÈn partes de nuestro cerebro.
miento, constituye inagotable para impulsar la reproducciÛn; lo mismo Ya antes del parto acontecen fenÛme-
fuente cl·sica de inspiraciÛn para artis- que las ganas de comer chocolate, su- nos decisivos. Durante el primer tercio
tas y poetas. Pero no debemos olvidar bordinadas en su origen a una funciÛn del embarazo de un feto genÈticamente
que se halla, tambiÈn, en el origen de mu- nutritiva. En la misma lÌnea de argu- masculino le llegan al cerebro min˙sculas
chas contiendas. Por amor se produjo el mentaciÛn, otras sensaciones de m·s cantidades de testosterona, hormona
rapto de Helena, que desencadenÛ la gue- amplio alcance que acostumbran agrupar- sexual que influye en el desarrollo del
rra de Troya. AquÌ nos ceÒiremos a un se bajo el epÌgrafe de ìamorî reflejan un encÈfalo. En numerosas zonas cerebra-
enfoque puramente biolÛgico, suficiente trasfondo biolÛgico, puesto que contri- les hallamos receptores muy sensibles
para desvelar numerosos misterios que buyen al establecimiento y mantenimien- de hormonas. En el hipot·lamo sobre
rodean a ese fenÛmeno. En su Ûptica, a to de un vÌnculo entre dos personas. En todo se alojan los receptores de hormo-
la postre, lo ˙nico tangible es el placer estos procesos participan neurotransmi- nas responsables de la determinaciÛn
sexual. sores del organismo y determinadas es- sexual. Si la testosterona puede desple-
Pero no todo es asÌ de simple. Al abor- tructuras cerebrales. El placer y el amor gar toda su efectividad en la crÌtica fase
dar los orÌgenes del fenÛmeno, se nos se construyen fundamentalmente en nues- prenatal, el cerebro es masculino; sin
multiplican los misterios. øPor quÈ desea- tro cerebro y orientan nuestro compor- esta hormona, se desarrolla un cerebro
mos a una determinada persona? øQuÈ tamiento hacia un objetivo prefijado. femenino.
funciÛn cumple la sensaciÛn de placer? Conviene tener en cuenta que la tes-
øPodrÌa en verdad sustituirse una hora El objeto de la concupiscencia tosterona no act˙a directamente como tal,
de intimidad con el ser amado por una Al considerar la persona que despierta sino que Èsta se transforma antes en un
sinfonÌa de Brahms o por una caja de nuestra libido surge una cuestiÛn b·sica: estrÛgeno, que los no iniciados identifi-
bombones? øes de sexo complementario el objeto de can sin m·s con la hormona sexual feme-
Conviene distinguir, de entrada, varios nuestra concupiscencia o acaso de nues- nina. Los fetos genÈticamente femeni-
tipos de placer. No es lo mismo el pla- tro propio sexo? La orientaciÛn sexual nos se protegen de este efecto especÌfico
cer que acompaÒa al deseo (placer por depende, en primer lugar, del propio del estrÛgeno gracias a una alfa-fetopro-
conseguir algo) que el placer del deseo sexo; Èste no se refleja ˙nicamente en teÌna. Con rigor, pues, no podemos hablar
satisfecho (placer en el disfrute de algo). los Ûrganos genitales, sino tambiÈn en de hormonas sexuales masculinas o feme-
Se trata de la consabida distinciÛn entre el cerebro. A este respecto, desempeÒan ninas.
apetito y posesiÛn del bien apetecido. un papel decisivo las hormonas, las Ahora bien, øcÛmo puede la testoste-
Adem·s, el placer y el amor no constitu- sexuales en particular. Mucho antes de rona transformada en estrÛgeno confor-

Mente y cerebro 03/2003 51


GEORGIA SCHWARTING
1.TERNURA. La intimidad y la proximidad se enclavan en el espectro sentimental del
mar un cerebro masculino? A lo largo amor tanto como el apetito y el placer sexuales; su investigación empero es más
del desarrollo cerebral, la hormona inter- complicada
viene en un proceso natural que elimina
neuronas sobrantes. La consecuencia es
que muere un n˙mero menor de neuro- terÌsticas propias de su sexo; adem·s, sexualidad algunas poblaciones se han
nas, por lo que los mamÌferos masculi- manifiestan con m·s frecuencia una adaptado a condiciones de vida difÌci-
nos disponen de una zona en la regiÛn orientaciÛn homosexual y tienden osten- les. En perÌodos de m·xima penuria se
anterior del hipot·lamo mucho mayor y siblemente a un comportamiento ìmater- reduce la procreaciÛn y se puede aten-
m·s rica en neuronas. Hay que especi- nalî. Cierto es que, pese al estrÈs, no der mejor a un n˙mero reducido de des-
ficar que esta diferencia es menor en el faltÛ la necesaria emisiÛn de testosterona cendientes. En el supuesto de que las
hombre que en la rata. al cerebro, pero llegaba demasiado pron- ratas experimenten algo parecido al pla-
La regiÛn cerebral en cuestiÛn reviste to. Quiz· sea atribuible este fenÛmeno cer, la homosexualidad constituirÌa, en
una importancia capital para la orienta- a la descarga incrementada de endorfina tiempos duros para la poblaciÛn, una
ciÛn y el comportamiento sexuales. óun opi·ceo que lo produce el propio alternativa a la ausencia de satisfacciÛn
Prueba de ello es la gran actividad de las organismoó por parte de una madre heterosexual.
neuronas ubicadas en el hipot·lamo ante- estresada. Con m·s razÛn podrÌa aplicarse ese
rior cuando un macho corteja a una hem- No siempre esa progenie masculina razonamiento al gÈnero humano, cuyo
bra o copula con ella. Pero si esa zona ìafeminadaî se torna homosexual. Si se comportamiento sexual, desvinculado
se halla resentida, decae la conducta de crÌan junto a hembras sexualmente ac- en parte de su finalidad de propagaciÛn
apareamiento del macho, aunque per- tivas, arraiga en ellos una orientaciÛn de la especie, puede orientarse a volun-
sista su interÈs hacia la hembra. En otras heterosexual. Lo que demuestra que el tad hacia la obtenciÛn de placer. Ciertas
palabras, no se ha perdido el apetito comportamiento sexual no viene condi- investigaciones hechas con humanos
sexual, aunque sÌ amortiguado el placer cionado sÛlo por las hormonas. Se da confirman los resultados obtenidos en
de su satisfacciÛn. una estrecha conjunciÛn de factores genÈ- experimentos con animales. TambiÈn
Por su parte, determinadas experien- ticos, hormonas, propia experiencia y entre nosotros parece que el hipot·lamo
cias sufridas durante la preÒez influyen entorno social. anterior es esencial para la definiciÛn
en la orientaciÛn sexual de la descen- Ahora bien, øde quÈ modo fundamen- sexual. Los varones homosexuales cuen-
dencia. Por ejemplo, el estrÈs de la madre. tal influye el estrÈs en el cerebro mascu- tan con menos neuronas en esta regiÛn
En las ratas, los cerebros de la progenie lino, la inclinaciÛn sexual y la conser- cerebral que los heterosexuales; con otras
masculina de una madre estresada pre- vaciÛn de la especie? La sociobiologÌa palabras, en este aspecto su cerebro tiene
sentan, por tÈrmino medio, menos carac- ofrece una explicaciÛn: gracias a la homo- una configuraciÛn m·s bien femenina.

52 Mente y cerebro 03/2003


A esto se aÒade que, en el gÈnero humano,

OKAPIA / NAS / T. MCHUGH


el estrÈs de la madre durante el emba-
razo puede derivar con m·s frecuencia
en una orientaciÛn homosexual de los des-
cendientes varones. De todas formas, es-
tos resultados obtenidos de estudios con
personas son todavÌa escasos y se han
logrado generalmente por vÌa indirecta.
Lo que explica la diversidad de opinio-
nes sobre el tema y en muchos casos el
rechazo total de estas tesis.
Pese a todo hay un hecho que se va
evidenciando con fuerza creciente: las
inclinaciones homosexuales o heterose-
xuales no son sÛlo una cuestiÛn de edu-
caciÛn o del entorno social. Existe un
componente biolÛgico. DesempeÒa igual-
mente un papel importante la confor-
maciÛn individual del cerebro, un fenÛ- 2. FIDELIDAD DEL RATON. El ratón campañol americano mantiene una relación
meno que se inicia, asÌ se cree, en fases estable con su pareja. De ahí el interés de la ciencia en investigar esta vinculación de
tempranas del desarrollo. macho y hembra.
Pero el sexo y el deseo no lo son todo
en la vida. La mayorÌa de los hombres
concede al menos la misma importancia compete a los cientÌficos sacar a la luz La concentraciÛn en sangre de las hor-
a la calidad de la relaciÛn con la otra per- ayudados por modelos animales. monas sube significativamente durante
sona. A la postre, el atractivo sexual y Los estudios hechos con los ratones la cÛpula, si bien depende del sexo: en
los mutuos compromisos se ordenan a un campaÒoles han prestado un notable ser- los machos aumenta la vasopresina, en
fin biolÛgico: asegurar la conservaciÛn vicio a este respecto. El campaÒol de la las hembras la oxitocina. Parece que tam-
de la especie. Si miramos a nuestros pa- pradera (vÈase la figura 2) practica una biÈn entre los hombres depende del sexo
rientes m·s prÛximos en el mundo ani- estricta monogamia y se dedica casi el papel relativo que cumplen una y otra
mal observaremos comportamientos muy exclusivamente a cuidar de sus crÌas. En hormonas en la excitaciÛn, erecciÛn y
dispares: los orangutanes sÛlo se unen para el polo opuesto est· el campaÒol de las orgasmo. AsÌ, en los varones aumenta la
el apareamiento, el resto del tiempo viven MontaÒas Rocosas, que cambia frecuen- concentraciÛn en sangre de vasopresina
en solitario; los gibones son monÛga- temente de pareja y abandona pronto la en la fase previa a la copulaciÛn, para
mos, los gorilas forman harenes y los progenie a su suerte. Ambas especies ceder el puesto al incremento de oxito-
chimpancÈs cambian a menudo de pareja. guardan un estrecho parecido morfolÛ- cina durante el orgasmo. Seg˙n algunos
Aunque en nuestro gÈnero puedan gico y genÈtico. Pero evidencian diferen- investigadores, la vasopresina podrÌa
darse todos esos tipos de relaciÛn, pre- cias palmarias en la vasopresina y la oxi- rebajar el apetito sexual en la mujer,
domina la monogamia. Parece claro que tocina, las dos hormonas del hipot·lamo. mientras que la oxitocina ejercerÌa una
la relaciÛn escogida se halla sujeta a El cerebro del monÛgamo campaÒol de funciÛn destacada en la fase del flirteo
fuertes influencias de orden cultural y la pradera dispone de m·s receptores y en la de cÛpula. No obstante, sÈpase
social, explicaciÛn que no excluye, en hormonales que el de su promiscuo pa- que todo esto son meras transposiciones
absoluto, hondas razones biolÛgicas, que riente de la montaÒa. de resultados de experimentos hechos

Glosario
Dopamina: Neurotransmisor del sis- tálamo regula también las emociones y lina que se produce en los testículos,
tema nervioso central. Desempeña un los afectos. regula la fisonomía de los rasgos sexua-
papel importante en la regulación de Oxitocina: Hormona del hipotálamo que les e influye en el comportamiento.
los movimientos y en los circuitos de dirige la contracción de la matriz y de Vasopresina: Hormona del hipotálamo
compensación cerebrales cuya activi- las glándulas mamarias, por lo que regula que regula la resorción de agua en el
dad genera una sensación agradable. el parto y la secreción de leche.Además, riñón. Ejerce múltiples efectos en el
Hormonas sexuales: Regulan el desarro- parece que influye también en el com- sistema nervioso; influye, por ejemplo,
llo y la función de los órganos sexua- portamiento sexual. en el ritmo de sueño y vigilia, en la
les. Influyen, además, en el sistema Receptores: Moléculas de la superficie memoria y en la sensación de sed.
nervioso y, a través de éste, en el com- celular que se enlazan a neurotransmi- Sistema neurovegetativo: Parte del sis-
portamiento. sores y hormonas para enviar señales tema nervioso regulador de procesos
Hipotálamo: Parte del cerebro que al interior de la célula. vitales que transcurren inconsciente-
regula los sistemas vegetativo y hor- Septum: Estructura de la corteza ce- mente como la respiración, la digestión
monal; foco de producción de las hor- rebral. y las funciones sexuales del organismo.
monas oxitocina y vasopresina. El hipo- Testosterona: Hormona sexual mascu- Está subordinado al hipotálamo.

Mente y cerebro 03/2003 53


3.
BLICKWINKEL

NO HAY DONJUANES. El gibón de


carrillos blancos prefiere las relaciones
monógamas.

Ûptica del amor como una vinculaciÛn de


pareja se puede empezar a entender bio-
lÛgicamente este fenÛmeno.

Centros del placer


y neurotransmisores
de la felicidad
øQuÈ relaciÛn guarda el amor con las
funciones cerebrales? øExisten centros
del placer y neurotransmisores de la feli-
cidad? En este contexto, el aÒo 1954 re-
presenta un hito en la investigaciÛn, con
la implantaciÛn por James Olds y Peter
Milner de microelectrodos en cerebros
de ratas para estimular a los animales.
A las ratas les resultÛ tan placentera la
estimulaciÛn elÈctrica, que se apostaban
en los lugares donde los neurÛlogos acti-
vaban el mecanismo inductor.
Adem·s, aprendieron a apretar una
palanca con la que podÌan ellas mismas
desencadenar tales estÌmulos. La conse-
cuencia podÌa ser que los animales se esti-
mulaban varios miles de veces por hora
con lo que incluso abandonaban sus nece-
sidades naturales, un comportamiento que
recuerda a los drogodependientes y en
cierto sentido tambiÈn a personas muy
enamoradas. Todo apuntaba a que el es-
tÌmulo elÈctrico activaba un centro de re-
compensa o incluso de placer.
Muchas regiones cerebrales son sen-
sibles a la autoestimulaciÛn elÈctrica. Por
vÌa experimental se comprobÛ que sÛlo
en algunas zonas esta excitaciÛn llevaba
a los animales a una hiperautoestimu-
laciÛn, en particular del hipot·lamo late-
ral, si bien aquÌ no se ubicaba el presunto
centro del placer. La estimulaciÛn activa-
ba tambiÈn conexiones fibrilares que cur-
san por la regiÛn estimulada. Enseguida
se centrÛ la atenciÛn en un sistema de neu-
ronas que arranca del mesencÈfalo, con-
tin˙a por el hipot·lamo lateral y abastece
amplias zonas del prosencÈfalo del neu-
rotransmisor dopamina.
con animales. Es aconsejable no abusar nas. Los campaÒoles macho de la pra- Con ello aumentÛ el interÈs por las
de las generalizaciones. En el ·mbito de dera, que presentan abundancia de vaso- funciones de este transmisor, en el que
la sexualidad, las hormonas y el com- presina en el cerebro, muestran una fuerte los investigadores vieron una especie de
portamiento humanos muestran una vinculaciÛn con su pareja y se ocupan de seÒalizador del placer. Su punto de refe-
dependencia mutua muy inferior a la que los juveniles; las hembras, con predomi- rencia se apoyaba en la observaciÛn de
se da entre los animales. Es evidente que nio de oxitocina, atienden al cuidado y que la actividad de esta sustancia se inten-
las normas sociales, los procesos de protecciÛn de las crÌas. El incremento sificaba en los procesos asociados a sen-
aprendizaje, las valoraciones y las expec- hormonal durante el apareamiento es un saciones agradables. Por ejemplo, cuando
tativas pueden prevalecer sobre la posible factor de fortalecimiento de la los animales se autoestimulan elÈctri-
influencia de determinadas hormonas. vinculaciÛn en la pareja. A su vez, parece camente, ingieren alimentos sabrosos o
En cuanto a los vÌnculos de uniÛn, en que en los hombres la vasopresina y la copulan, igual que acontece cuando se
el caso de los ratones campaÒoles, tienen oxitocina desempeÒan tambiÈn estas fun- hallan bajo el influjo de cocaÌna, anfe-
un papel muy relevante las dos hormo- ciones, al menos parcialmente. Bajo la tamina, heroÌna o nicotina.

54 Mente y cerebro 03/2003


La investigación actual del mundo de las emociones
Cuando hablamos en términos colo- A la hora de abordar psicológicamente antes habían conseguido con modelos
quiales del placer y del amor nos refe- las emociones humanas, el científico animales.
rimos por regla general a los senti- intenta provocar en el laboratorio una
mientos vividos subjetivamente. Desde determinada conmoción sentimental. ¿Qué resultados se han obtenido?
un prisma científico, se trata de emo- Sin embargo, tratándose de emociones Muchas regiones cerebrales están acti-
ciones, es decir, estados más complejos fuertes, surgen problemas éticos. vas y en diverso grado durante una
que no se pueden describir como me- Bastantes espacios televisivos viven de determinada situación emocional. Al
ras sensaciones. Son reconocibles, ade- poner de forma programada a muchas fin y al cabo una emoción se puede
más, por la gesticulación y la expresión personas en un estado de perturbación componer de muchos elementos indi-
así como por alteraciones, por ejem- emocional (“¡Y ahora entra su hermano viduales; por ejemplo, la cognición
plo palpitaciones cardíacas. Y son jus- Bernardo, al que usted creía perdido (experimentar, recordar), alteraciones
tamente estos fenómenos concomi- desde hace veinte años!”). Pero un cien- corporales (subida de la presión san-
tantes los que utiliza el investigador para tífico no puede manipular la vida sen- guínea, descarga de adrenalina), mímica
medir las emociones. Porque cuando timental humana. (sonrisa) y preparativos para la acción
trabaja con animales, depende inclu- (tensión muscular). Se puede diferen-
so de ellos: al fin y al cabo los anima- ¿Cuál es el proceder del científico en ciar la importancia de los componen-
les de experimentación no le pueden experimentos de investigación del pla- tes individuales según las condiciones
contar cómo se sienten, sino sólo comu- cer y del amor? Una posibilidad con- del experimento; ésa es la razón de que
nicarse mediante su comportamiento siste en invitar a los probandos a recor- frecuentemente difieran las alteracio-
no verbal. dar momentos felices de sus vidas. nes observadas en el cerebro de un
Como alternativa se puede confrontar caso a otro. Si, sea por caso, la situa-
a estas personas con estímulos que pro- ción experimental no permite el des-
voquen un estado sentimental positivo pliegue real de una emoción provo-
o placentero, por ejemplo con imáge- cada, esa alteración de la actividad en
nes o secuencias cinematográficas, y distintas áreas cerebrales no se podría
extraordinariamente con excitaciones corresponder con sensaciones sino más
de roce, sabor o de orden acústico. bien con una represión de la actividad.
Posteriormente se comparan las alte- Desde el punto de vista experimental,
raciones provocadas psíquicas o cor- resulta muy difícil constatar y dife-
porales con estados neutrales de tris- renciar anatómicamente los diversos
teza o de enfado. tipos de emoción. En este marco, los
En un comienzo la investigación bio- investigadores comienzan por estudiar
lógica de las emociones se centraba el papel de los hemisferios cerebrales,
en las alteraciones hormonales, la acti- para abordar a continuación la función
vidad del sistema nervioso vegetati- de las distintas estructuras que con-
vo y la actividad eléctrica cerebral. tiene cada uno. Parece que el hemisfe-
Desde hace poco, se incorporaron las rio izquierdo reviste mayor importan-
técnicas de formación de imagen (to- cia para las emociones positivas, mientras
SAT1 / BOETTCHER

mografía de espín nuclear o tomogra- que el derecho es responsable de las


fía de emisión de positrones), que negativas. Pero esto no significa que se
permiten ver las profundidades del experimenten las vivencias de placer a
cerebro sin intervención quirúrgica. la izquierda y las de tristeza a la dere-
A LA LUZ DE LAS CANDILEJAS. Merced a tales procedimientos, los cha, sino que los hemisferios cerebra-
Muchos espectadores de televisión están científicos pueden comprobar y am- les contribuyen de manera diferente a
fascinados por las emociones fuertes. pliar muchos conocimientos que ya emociones más o menos agradables.

Lo mismo que con la estimulaciÛn perimentar placer valorable con nues- comportamiento hacia las metas preten-
elÈctrica, los animales aprenden a sumi- tros par·metros. didas y estÈ en condiciones de aprovechar
nistrarse estas drogas, sobre todo, cuan- Pero aun cuando tal sucediera, øsigni- nuevas informaciones que le adviertan
do se las inyectan directamente en el fica ello que, mediante estos experimentos, que se pueden alcanzar tales fines.
sistema neuronal dopaminÈrgico. Si se los investigadores han localizado tanto el
desconecta experimentalmente este sis- centro como el neurotransmisor del pla- ¿Orgasmo mediante electrodos?
tema, dejan de registrarse los efectos cer? No del todo. La estimulaciÛn elÈc- Analicemos el siguiente experimento.
gratificantes de tipo elÈctrico, quÌmico trica en el hipot·lamo lateral provoca una Dentro de un recinto equipado para el
o natural en determinadas circunstan- actividad constante de las vÌas nerviosas, test, a una rata macho se le muestra una
cias. Es como si en estos casos desa- con lo que se simula m·s bien el placer hembra con la que habÌa podido copu-
parecieran los sentimientos de placer del apetito concupiscible que el placer de lar antes. El macho tiene despuÈs acceso
por cuya consecuciÛn los animales su consumaciÛn (la posesiÛn del bien bus- a dicho espacio. Se comprueba la subida
emprendÌan una y otra vez una de- cado). Por aÒadidura la dopamina, ya en de dopamina en el cerebro de Èste no
terminada tarea. En todo caso no est· esta fase de expectaciÛn y preparaciÛn, sÛlo durante la cÛpula sino ya antes, en
muy claro que las ratas puedan ex- se cuida de que el organismo oriente su el momento de acceder al susodicho

Mente y cerebro 03/2003 55


¿Dónde se encienden las luces con el apetito sexual?
CORTEZA CINGULAR SUPERIOR
CORTEZA
MEDIAL
PREFRONTAL

THOMAS BRAUN (izquierda); NACH NAUTA: NEUROANATOMIE (derecha)


CORTEZA
ORBITOFRONTAL
NUCLEO
ACCUMBENS ESTRIADO
INFERIOR
AMIGDALA
HIPOTALAMO
POSTERIOR NUCLEO INSULA
ANTERIOR ACCUMBENS

Parece que la actividad en la corteza prefrontal y en la orbi- circulatoria (ínsula), o funciones intestinales (corteza cin-
tofrontal son de suma importancia para las vivencias cons- gular). Otras partes de la corteza cingular y del estriado pre-
cientes e inconscientes de las sensaciones. La ínsula (véase a paran actividades sexuales o conducentes a ellas a través de
la derecha el corte vertical del prosencéfalo) y partes de la la conexión con la motivación, en este caso del placer sexual.
corteza cingular (véase a la izquierda el corte longitudinal) De esta manera el cerebro reparte la compleja tarea de la
controlan funciones autónomas, como la actividad cardio- “emoción placentera” entre diferentes ámbitos parciales.

recinto. Parece reconocerlo y relacio- Ultimamente se han podido compro- frontal del cerebro. Otro aspecto a resal-
narlo con las maniobras sexuales an- bar y ampliar en el hombre muchos cono- tar es que los modelos de cambios de acti-
teriores. Correlativamente se podrÌa pen- cimientos conseguidos en experimentos vidad guardan una estrecha semejanza
sar que el animal espera volver a disfrutar con animales, merced a las tÈcnicas de en el cerebro de la mujer y del hombre,
del placer y adopta la actitud corres- formaciÛn de imagen (tomografÌa de espÌn lo que lleva a suponer que el cerebro de
pondiente. nuclear y tomografÌa de emisiÛn de posi- varÛn y el de mujer elaboran las sensa-
En todo caso, los resultados de expe- trones). Con estos mÈtodos se han podido ciones de placer de manera parecida.
rimentos con estimulaciÛn elÈctrica se identificar una serie de regiones cerebra- Son m˙ltiples y diversos los estÌmulos
han extraÌdo de modelos animales. La les que se activan cuando se producen y situaciones que pueden producir en no-
implantaciÛn de electrodos en el cere- diversas emociones. En todo caso se pue- sotros sensaciones de placer. La gama va
bro humano sÛlo es posible en el marco de estimular la misma estructura cerebral desde la contemplaciÛn de una puesta de
de intervenciones terapÈuticas, por lo tanto con sensaciones de placer como sol o de la persona amada, pasando por
que en este terreno contamos todavÌa tambiÈn con sentimientos no deseados, una buena comida, sexo o consumo de dro-
con pocas investigaciones. Algunos pa- por ejemplo el de miedo. No se han podido gas hasta la consecuciÛn del premio gordo
cientes, cuyo hipot·lamo lateral se ha- localizar hasta ahora y de forma inequÌ- de la loterÌa. Con lo que nuestro cerebro
bÌa estimulado elÈctricamente, infor- voca centros especÌficos del placer. tiene que resolver una tarea difÌcil: hemos
maban de ìsensaciones difÌciles de Queda abierta la cuestiÛn de cu·les de reconocer y valorar las situaciones m·s
describir, como si pasara algo interesan- son las regiones cerebrales que partici- variadas, conectarlas en su caso con el
te y excitanteî. Por el contrario, una esti- pan en las sensaciones de placer y de recuerdo y reaccionar en consecuencia.
mulaciÛn en otras regiones cerebrales, amor. En busca de una respuesta, se in- Es decir, a nuestro cerebro se le exigen
por ejemplo en el septum, provocaba vestigaron a algunos probandos que se respuestas muy diferenciadas. HabrÌa,
sensaciones agradablemente positivas. excitaban sexualmente contemplando pues, que suponer que los cambios en la
Unas vivencias descritas como placer im·genes y escenas erÛticas o pornogr·- actividad de las diversas ·reas se dife-
similar al orgasmo. Cuando un paciente ficas. El estudio mostraba fuertes trans- rencian mucho seg˙n los casos. No obs-
podÌa autoestimularse allÌ mismo lo ha- formaciones en varias zonas cerebrales. tante, conviene reseÒar que determinadas
cÌa en sumo grado, pero sin llegar a alcan- Llamaba la atenciÛn que muchas de las regiones cerebrales se muestran activas
zar el orgasmo. ·reas afectadas se ubicaban en la parte en las situaciones emocionales m·s dis-

56 Mente y cerebro 03/2003


pares, lo que significa que pueden elaborar
sensaciones de todo tipo.
Hasta ahora no se ha mencionado una
fuente muy importante de placer para
muchas personas: la m˙sica. øNo vibra-
mos al escuchar cierta composiciÛn en
el estado de ·nimo adecuado? Algunas
mediciones recientes de la actividad
metabÛlica cerebral arrojan el siguiente
resultado: las regiones cerebrales que
cambian su actividad son idÈnticas con
el placer sexual que con las fases de pla-
cer provocadas por la audiciÛn musical.
Se activan, asimismo, esas estructuras
cuando comemos chocolate o consumi-
mos estupefacientes. Evidentemente
todos estos estÌmulos excitan los siste-
mas elementales de valoraciÛn, refuerzo
y acciÛn en nuestro cerebro.
Por tanto, hay que plantearse si conta-
mos en nuestro cerebro con redes neuro-
nales responsables de todos los posibles
objetivos anhelados y de las sensacio-
nes de placer vinculadas a aquÈllos. Al-
gunos resultados obtenidos responden
afirmativamente, aunque no se hallan
exentos de contradicciones. El dolor, por
ejemplo, puede activar regiones que tam-
biÈn se excitan con la sensaciÛn de eufo-
ria. Muchos de nosotros sabemos por
propia experiencia cu·n prÛximo puede
estar el dolor del amor o del placer. Parece
que en el cerebro existe esa proverbial
proximidad.
No resulta sencillo, ni mucho menos,
ubicar con seguridad el placer y el amor
en el cerebro, algo que no tiene por quÈ
sorprendernos, pues al fin y al cabo ape-
nas se han podido hasta ahora aprehen-
der esas sensaciones inequÌvocamente:
las conocemos bien sÛlo desde nuestra
propia experiencia. La conclusiÛn es que
el hombre seguir· estando a merced del
hurac·n del amor ócon todos sus fenÛ-
menos concomitantes, desde el mal de
amor autodestructivo hasta la inspira-
ciÛn artÌstica de altos vuelos.

RAINER SCHWARTING es catedrático de psi-


cología general y fisiológica en la Universidad
de Marburgo.

Bibliografía complementaria
AFFECTIVE NEUROSCIENCE.THE FOUNDATIONS
OF H UMAN AND A NIMAL E MOTIONS . J. Pan-
sepp. Oxford University Press; Nueva York,
1998.
DROGENSUCHT - EINGRIFF UND EINBLICK INS
GEHIRN. R. Schwarting, en Kosmos Gehirn,
dirigido por H. Kettenmann y M. Gibson.
Addendum zu Neuroforum; pág. 66, 2001.

Mente y cerebro 03/2003 57


ESPECIAL: Placer y Amor

Amor en imágenes
Mediante técnicas de formación de imágenes, el investigador observa
en el cerebro que el amor trastoca nuestra vida sentimental

Andreas Bartels y Semir Zeki eso no impidiÛ que en el Colegio culinos. De esta forma podÌamos llevar
Universitario de Londres nos decidiÈra- a cabo un muestreo multicultural y mul-

E
l amor es la sublimaciÛn de los mos a dar el primer paso para la conquista tiÈtnico que se nutrÌa de once naciona-
sentidos, en frase de DiÛtima, neurocientÌfica de los sentimientos posi- lidades diferentes.
sacerdotisa y maestra de SÛ- tivos. Empezamos con el estudio del Para nuestra sorpresa, ninguno de los
crates. En nuestra cabeza acae- amor rom·ntico. participantes acababa de enamorarse
ce todo lo que pensamos y sentimos, El muestreo inicial abarcÛ varios miles hacÌa poco, sino que todos mantenÌan
amor incluido. Hasta no hace mucho la de estudiantes de Londres y alrededores. de hacÌa tiempo una relaciÛn muy satis-
neurologÌa podÌa aportar muy poco a la Les exhortamos, por correo electrÛnico, factoria, con un promedio de dos aÒos.
comprensiÛn de esta emociÛn tan par- a presentarse, en el supuesto de que estu- Y hubo suerte en la selecciÛn: al cum-
ticular. Los cientÌficos se habÌan dedica- viesen enamorados ìverdadera, loca y plimentar un formulario de contenido
do preferentemente a estudiar los senti- profundamenteî. Respondieron unos psicolÛgico sobre temas relacionados
mientos negativos (la agresiÛn, el miedo setenta; de ellos, alrededor de tres cuar- con el amor, y con el que ya se habÌa exa-
o la depresiÛn); por una razÛn inmediata: tas partes eran mujeres. Les pedimos que minado en otra ocasiÛn a cientos de ena-
era mucho m·s sencillo enojar o asustar nos describieran brevemente su relaciÛn morados, nuestros probandos alcanzaron
a los sometidos a un ensayo que des- amorosa, se sometieron luego a una entre- ìcalificaciones amorosasî superiores a
pertar de manera fiable alegrÌa o amor vista personal y, por fin, seleccionamos los mejores del estudio anterior. Para
en un experimento de laboratorio. Pero once probandos femeninos y seis mas- proceder con m·s seguridad les someti-
mos a un test fisiolÛgico adicional, simi-
lar al detector de mentiras, basado en la
mediciÛn de la resistencia cut·nea. El
1. CONTROL CEREBRAL. En estas tomografías de resonancia de espín nuclear se resultado fue que casi todos los sujetos
advierte que las regiones cerebrales del sistema límbico coloreadas de amarillo se excitan
empezaban a sudar al contemplar la foto
del ser amado.
sólo en los enamorados que contemplan una foto de su pareja. Los “módulos del amor”
Nos decidimos a explorar a los ena-
están ubicados en el interior de cuatro estructuras diferentes, cuya función se conoce en morados mediante tomografÌas de reso-
parte. La corteza cingular colabora en el reconocimiento de los sentimientos, la ínsula nancia magnÈtica funcional, procedi-
integra información de los órganos sensoriales, en tanto que algunas partes del nucleus miento que permite observar, con notable
caudatus y del putamen se hallan activos durante la excitación sexual.

ANDREAS BARTELS Y SEMIR ZEKI

CORTEZA CINGULAR LOBULO INSULAR NUCLEUS CAUDATUS PUTAMEN

58 Mente y cerebro 03/2003


resoluciÛn espacial, la actividad cerebral

ANDREAS BARTELS Y SEMIR ZEKI


en un determinado momento. Ni que decir
tiene que el esc·ner no se presta a refor-
zar los sentimientos amorosos. Le mos-
tr·bamos la foto de la persona amada al
probando sometido al esc·ner y le exhor-
t·bamos a pensar en dicha persona y a
relajarse. A tenor de lo que expresaban,
todos sentÌan en esos momentos y de
manera clara sus fuertes sentimientos de
cariÒo hacia la persona en cuestiÛn.
Bajo nuestro control, cada sujeto con-
templaba fotos de tres de sus compa-
Òeros del mismo gÈnero y la misma edad CORTEZA DERECHA PREFRONTAL AMIGDALA
que las personas de su relaciÛn amoro-
sa y a los que adem·s conocÌan desde
aproximadamente el mismo tiempo. Un 2. EL AMOR FORTALECE. Los sentimientos amorosos pueden inactivar diferentes
detalle especial: la foto del compaÒero regiones cerebrales competentes en las emociones negativas, por ejemplo algunas áreas
sentimental no debÌa resaltar rasgos espe- del lóbulo temporal derecho y partes de la amígdala, que están activas con el miedo, la
cÌficos que los diferenciasen de los otros; tristeza y la agresión.
un observador externo no habrÌa podido
distinguir a esa persona de entre las cua-
tro fotos.
A continuaciÛn, procedimos a com- del hipot·lamo, que se veÌa inactivo en rosa se nos muestra singular y exclu-
parar la actividad cerebral bajo las dos nuestros experimentos sobre el amor. El siva.
condiciones experimentales diferentes amor y el deseo sexual, conjuntamente, No podemos olvidar que una emociÛn
mencionadas. ResultÛ lo siguiente: sÛ- parecen despertar actividad tanto en el tan compleja como el amor exige no sÛlo
lo cuando los participantes pensaban nucleus caudatus como en el putamen, una actividad cerebral especÌfica, sino
amorosamente en su pareja, centellea- donde se ubican dos de los mÛdulos del tambiÈn un sutil equilibrio entre las re-
ban cuatro ·reas diferentes y min˙scu- amor localizados por nosotros. Puede giones activas e inactivas. En nuestros
las. Las cuatro se hallaban simÈtrica- ser que tales estructuras aporten el com- experimentos encontramos varias ·reas
mente situadas en los dos hemisferios ponente erÛtico al amor rom·ntico. inmovilizadas, preferentemente en el
cerebrales, en el sistema lÌmbico; corres- hemisferio cerebral derecho (vÈase la fi-
ponde a Èste controlar las emociones. Eficaz contra la melancolía gura 2). Todas ellas acostumbran inter-
Por el contrario, las cortezas visuales no y el fastidio venir en sentimientos negativos; por
acusaban ninguna diferencia notable de El tercer mÛdulo del amor se encuentra ejemplo, la amÌgdala, que participa en
actividad cuando se veÌan la foto de la en la corteza cingular anterior (vÈase la la tristeza, el miedo e incluso en la agre-
pareja y las de los compaÒeros. Parece, figura 2, izquierda). Nos vale para reco- siÛn. Evidentemente los sentimientos
pues, que el ìcerebro visualî se limita a nocer nuestros sentimientos y los de la amorosos pueden sofocar la actividad
transmitir la informaciÛn objetiva al otra parte implicada, una capacidad sin de estas regiones.
ìcerebro emocionalî. duda esencial para la vivencia amorosa. En nuestra calidad de neurÛlogos pode-
La imagen de actividad en el sistema Por fin, el cuarto es un dominio parcial mos decir que el amor no sÛlo nos hace
lÌmbico se diferenciaba en este caso de del lÛbulo insular (Ìnsula); alojado en la felices sino tambiÈn audaces y tiernos.
los patrones que se encontraron en el regiÛn profunda del cerebro, ejerce diver- Por cierto, en nuestros experimentos pu-
transcurso de otros estudios sobre las sas funciones. AsÌ, el lÛbulo insular mues- dimos comprobar que el lÛbulo frontal
emociones, modelos que estaban rela- tra m·s actividad cuanto m·s atractivos derecho de los que intervenÌan en el en-
cionados con sentimientos positivos. En le parecen al probando los rostros pre- sayo estaba casi completamente parali-
el caso de las cuatro ·reas activadas se sentados. Integra la informaciÛn visual zado; es el que se activa en las personas
trata de algo asÌ como de mÛdulos del sensorial en el mundo de los sentimien- depresivas o tristes. Los depresivos pro-
amor especializados. Probablemente cum- tos. Pero parece que complementaria- fundos se benefician ˙ltimamente de
pla cada uno de ellos una funciÛn espe- mente tambiÈn recibe informaciÛn de la terapias que reprimen la actividad de esa
cÌfica, en torno a las cuales hasta ahora regiÛn abdominal. Quiz· las mariposas regiÛn mediante impulsos magnÈticos.
sÛlo se pueden hacer especulaciones. de nuestro vientre hagan una parada en
Algunas drogas euforizantes en concre- la Ìnsula antes de encontrar su ruta hasta
to, como la cocaÌna, activan en el hombre nuestra conciencia.
·reas m·s amplias, incluyendo los cuatro No deja de resultar sorprendente que ANDREAS BARTELS y SEMIR ZEKI ser hallan
mÛdulos del amor que nosotros verifica- estos pocos y min˙sculos centros ce- adscritos al Colegio Universitario de Londres.
Zeki es catedrático y codirector del Depar-
mos. Con lo que el amor representa un ·m- rebrales provoquen un sentimiento tan
tamento Wellcome de neurología por ima-
bito parcial de estados de euforia no sÛlo poderoso e inspirador como el amor.
gen en dicha institución.
en el aspecto psicolÛgico, sino tambiÈn Diferentes estudios anatÛmicos mues-
desde el punto de vista neurolÛgico. tran que estos pequeÒos mÛdulos del Bibliografía complementaria
Pero el propio esc·ner sÌ puede refle- amor guardan relaciÛn con todas las T HE N EURAL B ASIS OF ROMANTIC L OVE .
jar la diferencia entre amor y pura exci- regiones cerebrales. En cada caso estas A. Bartels, S. Zeki, en Neuroreport, vol. 11,
taciÛn sexual. El apetito sexual, entre conexiones se utilizan de manera muy págs. 3829; 2000.
otros efectos, activa algunas regiones distinta; por eso, toda experiencia amo-

Mente y cerebro 03/2003 59


ESPECIAL: Placer y Amor

El amor
y sus formas
Aunque no existe una vara de medir el amor,
la psicología se esfuerza, a través de la estadística y los tests,
por precisar su polimórfica presentación

Hans-Werner Bierhoff veinticinco aÒos que se investiga en los apreciar y hacer justicia en todas sus

øS
·mbitos acadÈmicos, todavÌa no se ha dimensiones a la diversidad del fenÛ-
e puede indagar con rigor dado con una definiciÛn del concepto meno, este sociÛlogo de la Universidad
cientÌfico una experiencia ìamorî que tenga una validez cientÌfica de Toronto desarrollÛ, a partir de textos
tan Ìntima y profundamen- general. Algunos defienden un modelo filosÛficos y literarios, seis ìestilos de
te subjetiva como la del seg˙n el cual cualquier excitaciÛn fisio- amorî (vÈase el recuadro ìRelaciones
amor? Es difÌcil, por no decir imposible, lÛgica puede desatar sentimientos apa- amorosas: una cuestiÛn de estiloî). Los
desarrollar un modelo completo de ese sionados, siempre y cuando el cerebro denominÛ eros (el amor rom·ntico), ludus
sentimiento. Romanticismo, enamora- los pueda ubicar en un contexto rom·n- (el amor l˙dico), storge (el amor de amis-
miento, amistad estrecha, celos, abne- tico (vÈase el recuadro ìLa excitaciÛn, tad), manÌa (el amor celoso, posesivo);
gaciÛn, solÌcita diligencia... parece como origen del amor: la teorÌa de los dos fac- pragma (el amor pragm·tico) y ·gape
si este fenÛmeno se pudiera manifestar toresî). En contra de esta postura, la (el amor desinteresado o altruista). Lee
en cualquier forma pensable. investigaciÛn reciente sit˙a en primer sabÌa que estos estilos no se presentan
Sin embargo, los cientÌficos suponen plano nuestras ideas sobre el amor. nunca aislados, sino siempre en diferen-
que el amor es psicolÛgicamente expli- En este terreno puso la primera pie- tes combinaciones. Los contemplaba
cable y mensurable. Aunque hace ya unos dra John Alan Lee en el aÒo 1973. Para como ìcoloresî que se mezclan en cada

60 Mente y cerebro 03/2003


persona para formar una determinada

DEFD-MOVIES
composiciÛn crom·tica.
Los seis estilos de amor de Lee cons-

BREAKING THE WAVES


tituyen un amplio espectro de ideas sobre
la relaciÛn interpersonal. Pero los inves-
tigadores de las relaciones humanas apor-
tan adem·s otros signos distintivos. AsÌ,
la teorÌa de la vinculaciÛn, propuesta en
1969 por John Bowlby, toma en consi-
deraciÛn la influencia de los primeros
aÒos de la vida. Procede de la tradiciÛn
psicoanalÌtica e investiga el modo en que
las conexiones sentimentales del niÒo
con sus padres repercuten en las rela-

VERHÄNGNISVOLLE AFFÄRE
ciones posteriores.
Por su parte, Robert Sternberg, psi-
cÛlogo de la Universidad de Yale, des-
cribe el amor, en su teorÌa del tri·ngulo,
como una conjunciÛn de pasiÛn, intimi-
dad y vinculaciÛn (vÈase el recuadro ìEl
amor: siempre una relaciÛn triangularî).
Aunque el concepto de vinculaciÛn en
Sternberg remite a una inversiÛn en una
relaciÛn a largo plazo.
El hecho es que los diferentes con-
ceptos sÛlo representan intentos de ex-
plicar y de abordar el amor, pero no nos
permiten cuantificarlo. Para presentar

CROCODILE DUNDEE
enunciados estadÌsticos se requieren ins-
trumentos que estandaricen las expe-
riencias amorosas. Y que se explique
seg˙n los estilos del amor de Lee.
Bas·ndonos en cuestionarios norte-
americanos, desarrollamos en 1993 un
test extenso, el ìInventario marburguÈs
de gradaciÛn de estilos amorososî
(IMEA). El gentilicio alude a que se
realizÛ en la Universidad de Marburgo.
A partir de ese elenco podemos calcular
con quÈ intensidad se inclina uno a los
diferentes estilos de amor. El cuestionario
abarca diez enunciados dirigidos a cada
encuestado; se responde positiva o nega-
ROSSINI

tivamente, en una escala de nueve que


va desde ìtotalmente exactoî hasta ìtotal-
mente falsoî. Hasta ahora han rellenado
este cuestionario m·s de dos mil perso-
nas. Nuestras encuestas arrojaron los
siguientes resultados:
Los valores m·s altos de la escala los
consigue en nuestro ·mbito el estilo de
amor rom·ntico. Le siguen el altruismo,
la amistad y los celos. Las modalidades
pragm·tica y l˙dica figuran al final de
la lista. La conclusiÛn es que la mayorÌa
TITANIC

1. INTERPRETACION DE LOS
SENTIMIENTOS. El cine y la televisión
presentan a menudo las distintas formas
del amor mediante arquetipos exagerados,
lo que nos da pie a amar —o a odiar—
a los protagonistas de una película.

Mente y cerebro 03/2003 61


ROSSINI
Relaciones amorosas: una cuestión de estilo
John Alan Lee aportó una descripción pormenorizada de y de larga duración. Es frecuente la existencia de varias rela-
las relaciones íntimas. Distinguía seis estilos de amor. Los ciones simultáneas.
psicólogos determinan el grado de intensidad de cada uno • En ocasiones tuve que impedir que una de las personas
de ellos con ayuda del Inventario marburgués de gradación relacionadas conmigo pudiera saber algo sobre la otra, y a
de estilos amorosos (IMEA), un cuestionario normalizado. la inversa.
Dos declaraciones, elegidas como prototipos, nos ilustran • Me encanta jugar “el juego del amor” con varias perso-
las correspondientes modalidades de amar. nas.

Eros: tomado del dios griego del amor Pragma: la utilidad


El amor romántico ha sido el tema de innumerables pelí- El amor pragmático elige a la otra persona por alguna fría
culas y novelas. Se caracteriza por la pasión y la atracción razón y con el objeto de mantener una relación provechosa.
sexual. Los amantes románticos perciben al otro como físi- Se reprimen los sentimientos o no se consideran impor-
camente atractivo y viven su vida sexual de forma intensa tantes. Los amantes pragmáticos tienen una idea muy clara
y satisfactoria. de su futuro, al que se ha de acomodar la relación amorosa.
• Mi compañera y yo tenemos la misma longitud de onda • Intento planificar mi vida antes de elegir a la otra per-
sentimental. sona.
• Nuestra vida sexual es intensa y satisfactoria. • Sólo inicio una relación amorosa cuando se pueden armo-
nizar nuestros planes.
Storge: amor amistoso Una misma persona puede cultivar distintos tipos de amor
El amor de amistad es el resultado de intereses y hábitos simultáneamente. Se puede amar con abnegación sin ten-
comunes; a menudo se desarrolla a partir de una amistad der a la infidelidad. Hay una relación positiva entre el amor
previa. Los amantes se ayudan mutuamente; se pelean en romántico, el posesivo y el altruista. Las variantes de amor
raras ocasiones. El centro de esta relación lo ocupan la con- romántico y lúdico son diametralmente opuestas. Los aman-
fianza y la seguridad. tes románticos raramente buscan aventuras extramaritales.
• La forma óptima del amor parte de una estrecha amistad. Conviene tener en cuenta que estas relaciones estadísticas
• Mis relaciones amorosas más satisfactorias se derivaron no son tan amplias que deban tomarse al pie de la letra,
de buenas amistades. pero pueden valer como valores aproximados.

Agape: del griego, caridad LUDUS


Cuando una relación se basa en la entrega y en el des- “LUDICO”
prendimiento Lee habla del amor altruista. En este caso se
antepone el bien de la persona amada al propio.
• Preferiría sufrir yo que ver sufrir a la persona amada. PRAGMA
MANIA
• Por lo general estoy dispuesto a subordinar mis propios “POSESIVO” “PRAGMATICO”
deseos a los de la otra persona.

Manía, del griego, rabia y locura


Los celos son determinantes en el amor posesivo. Los entu-
siasmos y las depresiones emocionales alternan en función
de si la persona celosa está momentáneamente segura de la
otra o no. El celoso vive la idea de la posible infidelidad de
la otra persona como un verdadero tormento que lo marca
todo.
• Si mi compañera no me dedica ninguna atención me siento
profundamente enfermo.
• Cuando estoy enamorado difícilmente me puedo concentrar
en algo diferente.
EROS STORGE
“ROMANTICO” “AMISTOSO”
Ludus: tomado de la dramaturgia clásica
THOMAS BRAUN

En el amor lúdico priva la libertad sexual. El amante lúdico,


en cada nueva “conquista”, ve confirmado su atractivo. Por AGAPE
eso busca aventuras amorosas y no una relación verdadera “ALTRUISTA”

de la gente no se decanta por las aven- mente el amor rom·ntico, pero tambiÈn mente implicada en las influencias cul-
turas sexuales, sino que desea una perso- valoran m·s que en Occidente el amor turales en cambio constante.
na amada en exclusiva de la que puedan altruista y pragm·tico. Ellos combinan
estar siempre rom·nticamente enamo- los dos estilos en un tipo caracterÌstico Huida a la vida en común
rados. del amor que podrÌa interpretarse de En el curso del perÌodo de la divisiÛn de
En el Lejano Oriente el panorama es mutuo compromiso. La forma de amar Alemania, en la Rep˙blica Federal y en
algo distinto. Los chinos aprecian igual- de los hombres parece estar estrecha- la Rep˙blica Democr·tica se desarro-

62 Mente y cerebro 03/2003


llaron diferentes enfoques del amor.
TodavÌa se advierten las huellas del fenÛ-
meno. En 1966 los alemanes orientales El amor: siempre una relación triangular
alcanzaron puntuaciones superiores a
los occidentales en casi todas las esca- La teoría triangular de Robert Stern- La pasión asocia el amor con la sexua-
las del amor. SÛlo en la variedad del berg, psicólogo de la Universidad de lidad. El que ama apasionadamente
amor l˙dico se adelantÛ la parte occi- Yale, parte de que las relaciones ínti- experimenta euforia, acompañada de
dental. Resultaba palmario que la socie- mas abarcan tres dimensiones centra- fuertes reacciones como aceleración
dad que acentuaba los valores colecti- les: pasión, intimidad y vinculación. de los latidos cardíacos o las famosas
vos promovÌa una sensibilidad mayor de “mariposas en el vientre”, a lo que
la vida en pareja. además se agrega la concupiscencia.
Lo normal es que desde la reunifica- La pasión es irracional y se sustrae a
ciÛn vayan desapareciendo tales dife- PASION nuestro control consciente.
rencias. Pero nuestros resultados mues-
tran que en una sociedad caracterizada La intimidad por el contrario posibi-
por el individualismo y la autorrealiza- lita la apertura del individuo: se puede
ciÛn se valora cada vez menos el amor hablar con el otro de todo. Esa rela-
sincero de pareja. TambiÈn da que pen- ción se caracteriza por la sinceridad,
sar el hecho de que una sociedad colec- la comprensión y el respeto, pero tam-
tivizada y al mismo tiempo reprimida bién por el perdón y el apoyo.
busque el refugio de una vida en com˙n
La vinculación, el tercer componente,
de pareja, donde se pueda construir un indica la cantidad de tiempo y ener-
espacio individual libre. gía invertidos en una relación. Las dos
Es difÌcil concebir el amor como expe- INTIMIDAD VINCULACION partes se necesitan y protegen mutua-
riencia trascendental. Pese a ello, nues- mente y confían en una relación dura-
tros mÈtodos han podido descubrir algo AMOR PLENO dera.
sobre las relaciones entre estilos de amor Sternberg habla de un amor satisfecho
y satisfacciÛn en la vida en pareja. La y pleno cuando la pasión, la intimi-
conclusiÛn predominante es que la feli- dad y la vinculación están presentes
cidad se consigue con altos valores en por igual. Al menos se da, sin duda,
el amor rom·ntico. Pero serÌa demasiado una estrecha relación entre los tres com-
PASION
simple la ecuaciÛn ìamor rom·ntico ponentes: cuando se experimenta la
igual a felicidadî. TambiÈn se traducen intimidad se siente también una pasión
positivamente en satisfacciÛn la abne- y vinculación intensas.
gaciÛn, la amistad y el pragmatismo. El En los seis estilos de amor de Lee nos
amor l˙dico por sÌ solo no hace feliz. An- volvemos a encontrar con los tres
tes bien nos hace pensar en sentimien- componentes de la teoría triangular
tos de insatisfacciÛn y decepciÛn. de Sternberg: cuando el acento recae
Para muchos el amor es una emociÛn especialmente en la intimidad y en la
humana b·sica, supuestamente innata. vinculación —y menos en la pasión—
nos hallamos ante un amor de amis-
Pero, ødÛnde est· el sentido biolÛgico
tad. La pasión es el supuesto más
del amor? øPor quÈ amamos? La llamada
importante del amor celoso; en el
psicologÌa evolutiva, desarrollada en los amor romántico hay que contar fre-
˙ltimos quince aÒos, da respuestas a estas cuentemente con la intimidad.
preguntas. En el supuesto contrario, la vincula-
Seg˙n esta disciplina, el amor aumenta INTIMIDAD VINCULACION ción se caracteriza por el amor altruista,
las posibilidades de que dos personas, así como por la ausencia de amor frí-
despuÈs del acto procreador, contin˙en AMOR ORIENTADO PASIONALMENTE
volo. No es casual que falte aquí el
unidas, lo que beneficia a la prole. Los amor pragmático de Lee, puesto que
padres protegen a los hijos y tejen una representa una forma distanciada de
red social con ellos. Aumenta asÌ la pro- amor a la que Sternberg denomina
babilidad de saberse genÈticamente repre- también “amor vacío”.
sentados en la generaciÛn siguiente y de
asegurar, por tanto, la propagaciÛn de la
PASION
especie. El amor rom·ntico y el de amis-
THOMAS BRAUN / REELABORADO POR BIERHOFF

tad contribuyen a este objetivo. TambiÈn


el amor altruista ayuda a la estabilidad
de una relaciÛn.
El diferente papel biolÛgico del varÛn
y de la mujer sugiere que los hombres
aman de manera distinta que las muje-
res. Aunque esto es un tÛpico que desde INTIMIDAD VINCULACION
hace tiempo no se sostiene frente a la rea-
lidad estadÌstica. Referente a los estilos AMOR ORIENTADO A LA VINCULACION
de amor nosotros encontramos clara-

Mente y cerebro 03/2003 63


La excitación, origen del amor: la teoría de los dos factores
¿Cómo surgen los sentimientos amo- ción. Lo cierto es que las entrevistas a ciones deportivas. La cuestión es si el
rosos apasionados? Según la teoría de padres que quieren cortar una relación amor se puede potenciar de forma dura-
los dos factores, propuesta por Stanley romántica de sus hijos reafirman el dera según el lema: “¡preferible experi-
Schachter, las emociones surgen en no- efecto contrario: la presión externa for- mentar en tu vida lo desconocido!” La
sotros al interpretar cognitivamente la talece los sentimientos mutuos. única respuesta es probarlo.
excitación sexual. Mediante una suerte En estos ejemplos llama la atención que
de inspección mental le ponemos la el aumento de los sentimientos amo-
etiqueta correspondiente: euforia, tris- rosos muy a menudo parte de emo-
EFECTO ROMEO-JULIETA: Cuanto más
teza, fastidio, etc. En caso de simulta- ciones negativas, como miedo o estrés.
neidad de varias fuentes activas de la Pero también pueden actuar como eli- dramáticas son las circunstancias tanto
excitación el cerebro tiene evidentes xir de amor el gusto por la aventura o más intensos los sentimientos amorosos.
problemas de discriminación. la excitación emocional en competi- Algo que se puede incluso demostrar
Ejemplo: en un experimento de campo experimentalmente.
una mujer extraordinariamente atrac-
tiva entrevistaba a varios hombres sobre
cualquier tema, encima de un puente
de sólida construcción y de pocos
metros de altura. Posteriormente, la
misma mujer hablaba por separado con
otros hombres, subida a un puente col-
gante, muy alto y en constante balan-
ceo. Tras cada una de las entrevistas les
dejaba su número de teléfono para cual-
quier tipo de consultas.
Lo que sucedió fue que los hombres
del segundo grupo, al menos parcial-
mente, transfirieron a la mujer su exci-
tación condicionada por la situación
vivida durante la entrevista. General-
mente utilizaron el número de teléfono
para establecer una relación con la
mujer. Al valorar esas conversaciones
resultaba que también tenían más con-
tenido sexual.
Las circunstancias dramáticas pueden
intensificar el amor pasional. Un tal
fenómeno se patentiza en el llamado
efecto Romeo-Julieta. Ambos adoles-
centes tuvieron que hacer prevalecer
su amor contra la oposición de sus
familias. No sorprendería si ellos inter-

DEFD-MOVIES
pretasen su excitación como algo más
que la expresión de la mutua inclina-

mente m·s semejanzas que diferencias. ha visto siempre amenazada su inversiÛn sienten un miedo atroz a perder a su ser
De todas formas, importa subrayar que en la vida de pareja, porque nunca podÌa amado del que ellas en el fondo des-
el componente de celos en el amor feme- estar seguro de su paternidad genÈtica. confÌan. Si tras esta actitud temerosa se
nino es superior. (Con el test de paternidad, desarrollado alimenta un proceso de celos exacerba-
Se pueden concebir los celos como hace ya algunos aÒos, no se operar· un dos, habr· que tomar precauciones, espe-
una estrategia de defensa contra la infi- cambio r·pido en el panorama.) Aunque cialmente por lo que respecta a los hom-
delidad que se ha adquirido en el curso la mujer quiz· perdone alguna escapada, bres. Aunque Èstos por regla general no
de la evoluciÛn. Seguramente las muje- la situaciÛn se torna insostenible si el sean m·s agresivos que las mujeres, los
res son m·s celosas porque invierten bas- varÛn opta constantemente por otra mujer, estallidos de violencia masculinos tie-
tante m·s en los hijos que los hombres. pues entonces est· en peligro la seguri- nen consecuencias m·s graves: los celos
TambiÈn sufren m·s si el marido se ena- dad material de la familia. constituyen la primera causa de asesi-
mora de otra mujer. Pero a los varones Los celos se convierten en un verda- nato en el matrimonio.
les cuesta m·s perdonar el engaÒo. Se dero problema cuando adoptan formas Al contrario que el amor posesivo, el
trata de un comportamiento que se repite extremas. Muchas personas buscan, por amor l˙dico permite la infidelidad como
en diferentes ·mbitos culturales: el varÛn un lado, una gran proximidad y, por otro, estrategia. AquÌ es evidente la ventaja

64 Mente y cerebro 03/2003


del hombre, interesado en propagar sus

THOMAS BRAUN / SEGUN BIERHOFF, GRAY Y LUDWING


¿COMO AMAMOS?
genes lo m·s posible. M·s sutiles son las
razones de la mujer: presumiblemente 7
pretende levantar posiciones de retirada
para el caso de perder al compaÒero de
6
esa fase de su vida.
Finalmente el amor pragm·tico se fun-
5
damenta en la racionalidad como base
de una relaciÛn. Y es que los padres que

MARCAS
4
se dejan arrastrar ante todo por sus emo-
ciones, cometen fallos que se podrÌan
3
evitar. Por el contrario una cuidadosa
planificaciÛn de la vida podrÌa favore-
cer el Èxito de la reproducciÛn. 2
øTienen que armonizarse los estilos de
amor en una pareja? Por muy extendida 1
que estÈ la idea de que ìlos contrarios 0
se atraenî, aplicada al amor, carecemos ROMANTICO ALTRUISTA PRAGMATICO
de soporte cientÌfico que la respalde. En AMISTOSO POSESIVO LUDICO
alg˙n caso uno podrÌa hallar atractiva a
una persona con propiedades totalmen- 2. TRIUNFO DEL ROMANTICISMO: La población de los países industriales
te contrarias. Por regla general, sin em- occidentales es más romántica de lo que se suponía. La racionalidad e incluso la libertad
bargo, el otro se asemeja a un yo ideal sexual figuran en los últimos puestos de la escala.
que uno mismo no consuma. La com-
plementariedad no se refleja en la com-
binaciÛn de los estilos del amor. Es mucho
m·s frecuente que las dos personas tien- ciona su relaciÛn. Y tambiÈn pone de de relaciÛn en la infancia y la juventud;
dan al mismo estilo de amor. manifiesto lo que ambas partes perde- en consecuencia, tambiÈn por la madre
Y eso es exactamente lo que hay que rÌan con una separaciÛn. y el padre. Es posible que una persona
esperar desde el punto de vista de la teo- joven se oriente por el ejemplo de sus
rÌa del intercambio, propuesta por Harold No heredado, sólo copiado padres o llegue a la conclusiÛn de com-
Kelley. Esta teorÌa psicosocial sobre el Cuando dos personas tienen la sensa- portarse de un modo totalmente distinto
comportamiento interpersonal parte de un ciÛn de incompatibilidad de sus res- y desarrollar su propio modelo social del
supuesto: los seres humanos sÛlo cons- pectivos estilos de amor, resulta habitual amor. En todo caso el amor no es nin-
truyen una relaciÛn duradera cuando es que una intente reeducar a la otra. Con g˙n sino, predeterminado; est· condicio-
posible una compensaciÛn mutua. A se- dudoso Èxito, pues seg˙n las estadÌsti- nado por nuestras experiencias y, sobre
mejanza de los procesos de intercambio cas nuestro modo de amar es muy cons- todo, por lo que nosotros hacemos a par-
en economÌa, tambiÈn en una relaciÛn de tante. Manfred Amelang, catedr·tico de tir de ellas.
pareja se dan costes y beneficios, que al psicologÌa en Heidelberg, descubriÛ que
final quedan reflejados en un balance de al menos el amor rom·ntico, el l˙dico y
resultados de esa relaciÛn. el amistoso normalmente dependen bas-
La semejanza de estilos de amor de la tante del compaÒero sexual. Pero quien HANS-WERNER BIERHOFF es director del
pareja redunda en provecho mutuo. ama de forma pragm·tica, absorbente o departamento de psicología social de la
Ocurre asÌ en las modalidades de amor altruista suele hacerlo por el contrario Universidad del Ruhr en Bochum. Sus cam-
rom·ntico, amistoso, pragm·tico y al- independientemente de la otra persona. pos prioritarios de investigación se extien-
truista. En el caso de dos amantes celo- Sin embargo, quien aprecie la abnega- den a los temas de amor y relaciones ínti-
sos, surgen tantos conflictos que los altos ciÛn de la persona amada tiene suerte, mas, comportamiento servicial, equidad y
costes terminan por agotar la relaciÛn. pues el amor altruista es el m·s constante psicosociología del liderazgo.
Cuando se enfrentan dos personas con de todos.
predisposiciÛn l˙dica puede pasar en En ocasiones parece que el estilo de Bibliografía complementaria
cualquier momento lo siguiente: si uno amor de una persona repite el modelo
ROMANTISCHE BEZIEHUNGEN. H.W. Bierhoff
se retira, el otro puede distanciarse igual- de sus padres. øHeredamos de nuestros
e I. Grau. Huber; Bern, 1999.
mente y se acaba el ìjuegoî. Los dos padres la manera de amar? Un estudio
echan mano del mismo repertorio de sobre gemelos realizado en Estados Uni- THE DANGEROUS PASSION.WHY JEALOUSY IS
comportamientos, pero en este caso se dos ha negado que se tratara de un car·c- AS NECESSARY AS LOVE AND SEX. D. M Buss.
quiebra la relaciÛn justamente por ese ter hereditario. De acuerdo con dicha Free Press; Nueva York, 2000.
motivo. investigaciÛn, los gemelos univitelinos L ÄSST SICH UNTREUE DURCH GESCHLECHT,
Puede que la teorÌa del intercambio nos (genÈticamente idÈnticos) no guardan, a E INSTELLUNG O DER P ERSÖNLICHKEIT
suene muy prosaica al reducir las rela- ese respecto, mayor similitud que los VORHERSAGEN ? L. Helms y H. W. Bierhoff
ciones amorosas a un escueto denomi- bivitelinos (cuyos genes se diferencian en Zeitschrift für Familienforschung, vol. 13,
nador racional. Pero en las consultas de tanto como en los hermanos normales). pág. 15; 2001.
asesoramiento psicolÛgico ha dado bue- Por tanto, hemos de atribuir al aprendi- C LOSE R ELATIONSHIPS . A S OURCEBOOK .
nos resultados: un an·lisis desapasio- zaje social un papel determinante en el C. Hendrick y S. S. Hendrick. Sage;
nado de coste-beneficios puede ayudar amor. El modo de amar de una persona Thousand Oaks, CA., 2001.
a las parejas a entender por quÈ no fun- est· muy influenciado por las vivencias

Mente y cerebro 03/2003 65


ESPECIAL: Placer y Amor

Amor juvenil
Cuando los hijos caminan por las sendas del amor,
a los padres sólo les queda a menudo un recurso: confiar en ellos

Inge Seiffge-Krenke especial responsabilidad; por otro, sus Entre los catorce y los diecisÈis aÒos
hijos, precisamente entonces, empiezan adquiere importancia la cuestiÛn de si

L
lega un dÌa en que los padres se a distanciarse de ellos. øHasta dÛnde lle- uno se cita con la persona ìadecuadaî y
dan cuenta de que sus hijos han ga el primer amor? øCÛmo surgen las de si Èsta goza de estima entre los mejo-
dejado de ser niÒos. La hija primeras relaciones rom·nticas, carac- res amigos y en la pandilla. En un sta-
vuelve muy tarde por la noche terizadas por el atractivo sexual? Curio- tus elevado son cada vez m·s decisivos,
de una fiesta y se la encuentren hecha samente los psicÛlogos de la evoluciÛn con gran pesar de los padres, detalles
una desgracia a la hora del desayuno. no se han dedicado a estas cuestiones superficiales: si el amigo usa la marca
Los padres se preocupan y la hija res- hasta hace bien poco tiempo. Wyndol correcta de vaqueros o si el peinado de
ponde a sus preguntas con monosÌlabos Furman, de la Universidad de Denver, dio la amiga es ìhipî. øSon adecuados los
y la mirada perdida. Y fracasan estrepi- el primer paso en el aÒo 1999. ClasificÛ sÌmbolos del status como el mÛvil o el
tosamente al intentar averiguar las razo- el tiempo juvenil en cuatro fases: inicia- monopatÌn? No en balde tambiÈn se ini-
nes de su estado de ·nimo. Tan sÛlo una ciÛn, status, afecciÛn y vinculaciÛn. cia la madurez sexual en esta llamada fase
pregunta lanzada al aire da en el blanco: En la ˙ltima fase infantil los niÒos y del status. Si, por ejemplo, un mucha-
ìøEstuvo tambiÈn allÌ Marcos?î °El por- las niÒas juegan en grupos rigurosamente cho se queda algo canijo en comparaciÛn
tazo subsiguiente habla con mayor elo- separados. SÛlo a la edad de once a trece con los otros de su edad, su status dis-
cuencia que mil palabras! aÒos, en la fase de iniciaciÛn, se estre- minuye.
Muchos padres contemplan las pri- chan los primeros lazos de afecto, casi Analizando la distribuciÛn del tiempo
meras aventuras amorosas de sus reto- siempre en el cÌrculo de los amigos de de los adolescentes se confirma la impor-
Òos con sentimientos encontrados. Por un la misma edad. Los encuentros rom·n- tancia de las amistades en estas dos pri-
lado sienten llegada la ticos son espont·neos y, por lo general, meras fases. Los chicos de entre trece y
hora de su de corta duraciÛn. A menudo ìayudanî diecisÈis aÒos pasan casi la mitad de su
los amigos: las muchachas escriben tiempo libre con los amigos; en el caso
conjuntamente una car- de las chicas aproximadamente el sesenta
ta de amor; algunas me- por ciento. Las amistades, especialmente
dian para concertar las entre chicas, se hacen m·s Ìntimas que
citas, que despuÈs se ha- en la infancia. AquÌ desempeÒan un papel
cen en grupo o en com- muy importante la lealtad, la exclusivi-
paÒÌa de la mejor amiga. dad y el intercambio de confidencias.
La pandilla ofrece una Como expresiÛn de su proximidad las
suerte de entorno protec- adolescentes se prestan e intercambian
tor en el que se pueden ce- piezas de vestir o se maquillan recÌpro-
lebrar sin miedo los en- camente. Para ellas la mejor amiga es
cuentros con el otro sexo. como un espejo con cuya ayuda poder
Es cierto que los adolescen- desarrollar su propia identidad.
tes se enamoran con amplio Madura en el curso de esta fase una
despliegue sentimental, pero imagen de identidad corporal y emo-
normalmente no disocian la cional; con ella, un prototipo de rela-
realidad de la fantasÌa. AsÌ, ciÛn. Ya en la adolescencia va madu-
por ejemplo, una quinta parte rando la idea de cu·nta proximidad
da el nombre de una persona corporal y emocional puede ofrecer una
amada, quien, como se puede relaciÛn.
constatar, ni siquiera sabe que La fase de la afecciÛn, subsiguiente,
alguien se ha fijado en ella. se extiende de la adolescencia media a
la tardÌa; de los diecisÈis a los dieciocho
aÒos. AquÌ el compaÒero o la compa-
1.DOCUMENTO
Òera rom·ntica adquiere por primera vez
un determinado perfil. Los jÛvenes visi-
CONTEMPORANEO. blemente se citan ya como parejas; la rela-
La generación de los mensajes ciÛn se hace m·s exclusiva, Ìntima y
de móvil sabe resumir al máximo. duradera. Son caracterÌsticos los fuertes

66 Mente y cerebro 03/2003


sentimientos positivos y tambiÈn las sen- 2.

DEFD-MOVIES
APROXIMACION PRECAVIDA. Ya en
saciones contradictorias: las explosiones
la adolescencia va madurando la idea de
de j˙bilo o la aflicciÛn inconsolable.
Baja ostensiblemente el tiempo libre con cuánta proximidad corporal y emocional
los amigos y tambiÈn disminuyen las puede ofrecer una relación.
reuniones de grupo. La relaciÛn rom·n-
tica de pareja figura en el primer lugar
en la escala de todo tipo de relaciones. ventud? Suelen los adolescentes distan-
En la transiciÛn a la joven edad adulta, ciarse de sus padres al comienzo de la
de los dieciocho a los veinte aÒos, se pubertad. Consideran cada vez m·s incÛ-
vuelve a transformar el amor rom·ntico. modas la proximidad corporal o las cari-
En esta fase de la vinculaciÛn perma- cias; no dejan aflorar sus sentimientos
nece todavÌa la profundidad emocional, y prefieren comentar sus preocupacio-
pero ahora una visiÛn m·s pragm·tica nes con los amigos. Sin embargo, de
reprime los sentimientos excedentes forma latente, los adolescentes siguen
(como los de la fase anterior). Los novios emocionalmente muy unidos a sus padres.
examinan si su relaciÛn tiene consis- Esto se palpa en el intenso sufrimiento
tencia y analizan mutuamente si el otro que experimentan en caso de divorcio de
es adecuado para una convivencia dura- los mismos. Por eso no es de extraÒar lo
dera y fundar una familia. La pareja pasa seÒalado por las estadÌsticas: una estruc-
junta entre el cuarenta y cincuenta por tura familiar afectada durante la infan-
ciento de todo su tiempo libre. Como cia y tambiÈn en la adolescencia perju-
tÈrmino de comparaciÛn, entre los mucha- dica la estabilidad de las relaciones
chos de trece a catorce aÒos era sÛlo el rom·nticas en la joven edad adulta.
veinte por ciento. Existen tambiÈn otros factores deter-
El hecho de que la pareja se halle muy minantes de la orientaciÛn en las rela-
unida explica que se desaten con m·s fre- ciones amorosas de los jÛvenes, predo-
cuencia los conflictos. A partir de este minantemente la madurez corporal y
momento tienen que negociar cu·nta sexual. Los psicÛlogos han venido abor-
libertad individual se conceden mutua- dando este campo como un ìfactor de Los padres pueden ayudar en estas cir-
mente. En las dos primeras fases, de los riesgoî en las relaciones sexuales pre- cunstancias a sus hijos adolescentes
once a los diecisÈis aÒos, el principal coces. Conviene, sin embargo, no olvi- dando seÒales de su completa confianza.
reto era equilibrar las relaciones con los dar que el creciente ìimpulso instintivoî El ìpuerto seguroî tiene un valor incal-
amigos y las rom·nticas de pareja. Por no se traduce directamente en relacio- culable. AsÌ, los jÛvenes tendr·n siem-
el contrario, en la adolescencia tardÌa la nes de pareja. Los adolescentes, por ejem- pre la sensaciÛn de encontrar apoyo y
meta es establecer una relaciÛn Ìntima y plo, desde el comienzo de la pubertad, refugio incondicionales en sus padres
equilibrada. AquÌ las dos partes apenas tienen problemas con la erecciÛn del en situaciones crÌticas.
comentan sus problemas con los ami- miembro viril en los momentos m·s
gos; los discuten sÛlo entre ellos. inoportunos. Ni las chicas ni los mucha-
chos aceptan de buena gana los conse-
¿Es la precocidad un riesgo? jos de prevenciÛn de sus padres. Casi
PodrÌa dar la impresiÛn de que los padres siempre Èstos se percatan de que los hijos INGE SEIFFGE-KRENKE es catedrática de
influyen muy poco en la posterior vida hace tiempo que tienen suficiente infor- psicología evolutiva en la Universidad de
amorosa de sus hijos. Nada m·s lejos maciÛn sobre estos asuntos por los ami- Maguncia. Sus campos de investigación se cen-
de la verdad. La investigaciÛn revela que gos y la escuela. tran en la superación del estrés, las relacio-
los hijos que recuerdan su uniÛn con los En otro aspecto una buena autocon- nes sociales y las enfermedades crónicas de
padres como segura y protectora viven ciencia del propio cuerpo refuerza no adolescentes.
de adultos sus relaciones amorosas con sÛlo el atractivo sexual; tambiÈn influye
m·s intimidad y mayor satisfacciÛn se- en la manera en que la amistad y la inti- Bibliografía complementaria
xual. Si, por el contrario, la relaciÛn midad configuran las relaciones amoro- THE DEVELOPMENT OF ROMANTIC RELATION-
con los padres fue distante y de poca sas de los jÛvenes adultos. Ya en la infan- SHIPS IN A DOLESCENCE .W Furman. B. Brown
confianza, tambiÈn las posteriores rela- cia se encauza la imagen positiva del y C. Feiring. Cambridge University Press;
ciones rom·nticas manifiestan escasa propio cuerpo; en la juventud los padres Nueva York; 1999.
proximidad emocional y poco compro- a lo sumo se pueden permitir discretas COPING WITH STRESS IN DIFFERENT PHASES
miso mutuo. observaciones, no la crÌtica. OF ROMANTIC D EVELOPMENT . T. Nieder e I.
Muy especialmente cuando el niÒo ade- Por su parte los adolescentes tienen Seiffge-Krenke en Journal of Adolescence,
m·s tenÌa miedo de que sus padres le ante sÌ una tarea considerable. En pri- vol. 24, pág. 297; 2001.
ìdejasen soloî, en sus posteriores relacio- mer lugar, definir sus papeles con los
amigos, en la familia, en la escuela y en BEZIEHUNGSERFAHRUNGEN IN DER ADOLESZENZ:
nes amorosas predominar· el sexo. Es
WELCHEN STELLENWERT HABEN SIE ZUR VOR-
posible que a esas personas les resulte la profesiÛn. TambiÈn tienen que perci-
HERSAGE VON ROMANTISCHEN B EZIEHUNGEN
muy difÌcil aceptar emocionalmente al bir sus propias caracterÌsticas antes de
IM J UNGEN E RWACHSENENALTER ? I. Seiffge-
otro, por lo que intentan satisfacer con sexo poderlas integrar en su autorretrato. SÛlo Krenke en Zeitschrift für Entwicklungspsychologie
su necesidad de amor y de seguridad. los individuos con una identidad defi- und Pädagogische Psychologie, vol. 33, n.o 2,
Es incuestionable la influencia de los nida podr·n experimentar sensatamente pág. 112; 2001.
padres en la infancia. øPersiste en la ju- la fusiÛn con el otro sexo.

Mente y cerebro 03/2003 67


Interpretación
psicoanalítica
de los sueños
Desde sus comienzos, se ha acusado al psicoanálisis de carecer de las condiciones que definen al método
científico, de ser pura literatura. La autora propone, a tenor de las observaciones recientes, trazar
un puente entre la doctrina de Freud y la ciencia empírica

ciÛn de los datos obtenidos difieren en En el aÒo 1999 apareciÛ Neuropsycho-


Marianne Leuzinger-Bohleber uno y otras de manera absolutamente analysis, revista dedicada a la investiga-
radical. Psicoanalistas y teÛricos de la ciÛn sobre las emociones, la memoria o

E
n Nueva Inglaterra, en el aÒo ciencia han venido subrayando que se el sueÒo, cuestiones nucleares no sÛlo de
1848, una explosiÛn de dina- ocupan de ìobjetosî diferentes: unos de las neurociencias sino tambiÈn del psi-
mita provocÛ que una barra de la psique y otros del cerebro. coan·lisis. Un aÒo m·s tarde se fundÛ la
hierro, de unos tres centÌmetros Contrario a esa separaciÛn, Sigmund sociedad internacional del mismo nom-
de grosor, atravesara el cerebro de un tra- Freud (1856-1939), fundador del psico- bre. Paralelo a ello, grupos de investiga-
bajador del ferrocarril. Fue un milagro an·lisis, mantuvo la esperanza durante ciÛn de orientaciÛn psicoanalÌtica, de dife-
que sobreviviera al accidente. Pero el mucho tiempo de que sus teorÌas recibi- rentes paÌses, han empezado a tratar a
interÈs que suscitÛ entre los neurÛlogos rÌan respaldo neurocientÌfico en cual- pacientes con lesiones cerebrales loca-
el caso de Phineas Gage se debiÛ a una quier momento. Pero, a la vista del estado les. Abordan las consecuencias psÌquicas
razÛn muy distinta: antes del percance del conocimiento de las neurociencias y repercusiones anÌmicas de tales daÒos.
Gage era un sujeto tranquilo, bonachÛn en aquellas fechas, hubo Èl de renunciar Este di·logo restablecido podrÌa ser
y sociable; desde la lesiÛn del lÛbulo fron- a semejante expectativa. muy productivo para la investigaciÛn
tal, se convirtiÛ en jaranero, camorrista Desde hace algunos aÒos se perfila en sobre el sueÒo. En los aÒos cuarenta del
y desconsiderado. Quienes le habÌan co- el horizonte un cambio. En n˙mero cre- siglo pasado, comenzÛ la indagaciÛn ce-
nocido no se explicaban tamaÒa trans- ciente los cientÌficos vuelven a considerar rebral sobre el sueÒo y su tipologÌa.
formaciÛn. Para los cientÌficos, aquella la posibilidad de una vinculaciÛn entre Eugene Aserinsky y Nathaniel Keitman,
conducta evidenciaba el nexo insepara- los basamentos del conocimiento psico- neurÛlogos de la facultad de medicina
ble entre el cerebro y la personalidad. analÌtico y las neurociencias. Se ha lle- de Harvard, descubrieron en 1953 una
El interÈs por estos casos clÌnicos tan gado a esta opiniÛn gracias al desarro- fase del sueÒo peculiar. AparecÌa de un
peculiares habrÌa de actuar de lazo de llo experimentado por los mÈtodos de modo periÛdico en ciclos de unos noventa
uniÛn entre el psicoan·lisis y las neuro- investigaciÛn cerebral, que cuentan ya minutos a lo largo de todo el sueÒo noc-
ciencias. No hay que olvidar, sin em- con nuevos procedimientos de forma- turno; constituÌa en torno al 25 por ciento
bargo, que los mÈtodos y la interpreta- ciÛn de im·genes en cerebros activos. de su duraciÛn total.

68 Mente y cerebro 03/2003


En dicha fase, el cerebro desarrolla

“EL SUEÑO DE LA RAZON”, HOJA 43 DE LA SERIE “LOS CAPRICHOS” (1797/98)), DE FRANCISCO DE GOYA (1746-1828) / AKG BERLIN
una intensa actividad. Los globos ocu-
lares se mueven r·pidos de un lado para
otro. De ahÌ que a ese estado se le deno-
mine ìsueÒo REMî (del inglÈs Rapid
Eye Movement). Recibe tambiÈn el apela-
tivo de ìsueÒo paradÛjicoî, pues se trata
de un estado fisiolÛgico contradictorio:
el durmiente se encuentra excitado y, al
propio tiempo, sumido en un sueÒo pro-
fundo. Se aceleran la frecuencia res-
piratoria y la cardÌaca, se registran erec-
ciones y, sin embargo, el cuerpo,
excepciÛn hecha de la respiraciÛn y de
los ojos, se halla aparentemente parali-
zado. Con toda lÛgica se relacionÛ dicho
fenÛmeno con el soÒar, vinculaciÛn que
recibiÛ el respaldo de numerosos traba-
jos experimentales. Si se despierta a un
sujeto dormido cuando est· hacia el final
de una fase REM, el noventa y cinco por
ciento de los individuos responden que
en ese momento soÒaban. Por el contra-
rio, en una fase no-REM lo atestiguan
sÛlo el cinco por ciento de las personas
interrogadas.
En los aÒos setenta se identificaron las
regiones cerebrales implicadas en el
sueÒo paradÛjico. A partir de observa-
ciones empÌricas, Robert W. McCarley
y J. Allan Hobson, neurofisiÛlogos de la
Universidad de Chicago, idearon el
ìmodelo sintÈtico de activaciÛnî. Hasta
hace poco constituÌa la explicaciÛn teÛ-
rica predominante sobre el sueÒo en neu-
rologÌa. De acuerdo con el modelo, en
el ·rea pontina se localizan profun-
damente un pequeÒo grupo de cÈlulas
nerviosas que literalmente ìponen en
marchaî la fase REM del sueÒo y la enso-
ÒaciÛn a ella asociada.
La excitaciÛn de tales neuronas desen-
cadenarÌa la producciÛn, en las ìregio-
nes cerebrales superioresî, de im·genes,
aunque conscientes, carentes de sentido.
En opiniÛn de Hobson y McCarley, estas
im·genes no supondrÌan otra cosa que el
intento de la corteza cerebral ìde crear
lo mejor a partir de seÒales incoherentes
que le llegan desde el tronco encef·licoî.
Desde esta perspectiva, la teorÌa psi- 1. EL SUEÑO DE LA RAZON. Los miedos irracionales pueden tener su raíz
coanalÌtica de los sueÒos aparece no sÛlo en recuerdos inconscientes.
como cientÌficamente insostenible, sino
tambiÈn como algo del todo absurdo. Los
sueÒos constituirÌan una pura funciÛn freudianas: los sueÒos serÌan una suerte pontina ocasionaba una pÈrdida casi siem-
fisiolÛgica; no estarÌan motivados por lo de exudado sin sentido. pre completa del sueÒo paradÛjico, aun-
que Freud habÌa supuesto, a saber, por el Pero los resultados de otras investi- que sorprendentemente sÛlo uno de ellos
deseo de resolver a lo largo de la noche gaciones obligaron a un replanteamiento declarÛ que habÌa dejado de soÒar. Por el
una serie de necesidades no satisfechas de ese enfoque. Los m·s eficaces a este contrario, se tiene noticia de m·s de cien
y problemas pendientes, pertenecientes respecto fueron los estudios sobre pacien- pacientes con ìpÈrdida de la capacidad
a la actualidad diaria o a la temprana in- tes con lesiones cerebrales, en los que, de soÒarî, en quienes los daÒos no afec-
fancia, a travÈs de un ìproceder de tanteo gracias a los nuevos procedimientos, taban al ·rea pontina, sino otras regiones
peculiar del micromundo de los sueÒosî. podÌa localizarse con exactitud el daÒo. diferentes. Aunque sin sueÒos, todos estos
Con el modelo sintÈtico de activaciÛn, Cierta investigaciÛn sobre veintisÈis individuos conservaban la fase REM, sin
los neurÛlogos volvÌan a posiciones pre- pacientes mostrÛ que una lesiÛn en el ·rea ning˙n tipo de merma en su duraciÛn.

Mente y cerebro 03/2003 69


LOBULO FRONTAL la capacidad de soÒar se ori- actual de la investigaciÛn empÌrica en las
THOMAS BRAUN

CORTEZA gina por lesiones en dos ·reas neurociencias nos permite tomar en serio
SOMATOSENSORIAL de la corteza cerebral. Una de la hipÛtesis central de Freud, formulada
ellas se localiza bilateralmen- ya hace m·s de cien aÒos en su libro sobre
te en la corteza somatosenso- la interpretaciÛn de los sueÒos; a saber:
rial y en los campos situados en que los sueÒos son fenÛmenos motiva-
su inmediata vecindad. Esta pri- dos y que su impulso son los deseosî.
mera zona parece intervenir en Los estudios con tomografÌa de emi-
la conversiÛn de las percep- siÛn de positrones (PET) y otras tÈcnicas
ciones en pensamientos abs- de formaciÛn de im·genes han confir-
tractos; ello concuerda con la mado, bas·ndose en hallazgos anatÛmi-
hipÛtesis seg˙n la cual los es- cos, las hipÛtesis de Solms. Nuestro pro-
tÌmulos percibidos durante el pio grupo psicoanalista, conjuntamente
estado de vigilia se asocian, en con otros dedicados a la investigaciÛn
los sueÒos, con im·genes y pen- cerebral, est· trabajando en torno a la
samientos abstractos. comprobaciÛn de esta hipÛtesis mediante
la resonancia magnÈtica nuclear fun-
El impulso primario cional (RMNf).
o libido Con todo, el di·logo con las neurocien-
La segunda regiÛn se halla a cias no sÛlo tiene interÈs para la inves-
ambos lados del lÛbulo frontal; tigaciÛn b·sica, sino tambiÈn para la
muy profunda, por encima de las pr·ctica cotidiana de los psicoanalistas
Ûrbitas oculares. En ese lugar, y terapeutas. Veamos un caso paradigm·-
AREA PONTINA
durante el sueÒo, un haz de fibras tico. La seÒora B. se encontraba en una
nerviosas transmite a la corteza situaciÛn desesperada cuando decidiÛ
2. SUEÑO SIN ENSOÑACION. La fase REM del cerebral informaciones proce-
dentes del mesencÈfalo. Se ha
acudir al psicoan·lisis. Le resultaba im-
posible salir de casa, debido a la angus-
sueño está relacionada con la región pontina, pero observado en dicha regiÛn un tia que ello le causaba; la aglomeraciÛn
el soñar depende del lóbulo frontal y la corteza centro motor que nos impele a de gente le producÌa ataques de p·nico.
somatosensorial. buscar en el mundo exterior dis- Hasta tal punto se sentÌa asÌ atenazada,
tintas posibilidades de satisfa- que se vio obligada a dejar, hacÌa unos
cer nuestras necesidades biolÛ- meses, su puesto de trabajo.
Estos datos permiten suponer que las gicas m·s arraigadas. Esto guarda una SufrÌa tambiÈn ataques de migraÒa,
regiones cerebrales responsables, res- relaciÛn directa con la funciÛn que ya asÌ como trastornos del sueÒo y de la ali-
pectivamente, de la ensoÒaciÛn y del Freud en 1900, en su teorÌa de la inter- mentaciÛn. Las relaciones con su marido
sueÒo paradÛjico, se encuentran anatÛ- pretaciÛn de los sueÒos, habÌa adscrito a le resultaban insoportables, pero, al mis-
micamente alejadas entre sÌ. Decisivos la libido al designarla como el impulso mo tiempo, reaccionaba con p·nico si Èste
para el sueÒo paradÛjico son los ya men- primario de los sueÒos. øTenÌa razÛn debÌa emprender un viaje. En el curso
cionados grupos celulares del ·rea pon- Freud? Mark Solms, psicoanalista y neu- de la terapia psicoanalÌtica reconociÛ
tina. En cambio, la pÈrdida completa de rÛlogo, resume asÌ la cuestiÛn: ìEl estado adem·s que la frigidez y la esterilidad
le ocasionaban una notable ansiedad.
La seÒora B. mostraba ciertas seme-
janzas curiosas con otras diez mujeres
que, por estar aquejadas de una esterili-
Los recuerdos mienten dad psicÛgena, habÌan acudido a mi con-
sulta. Todas habÌan sufrido graves expe-
riencias traum·ticas en su infancia. En
La investigación neuro- SALIDA SALIDA PARECIDA todos los casos, la madre habÌa padeci-
lógica ha rechazado la
do, durante los primeros meses de vida
idea de que el cerebro
UNA NUEVA PERSPECTIVA:

THOMAS BRAUN / MODIFICADO SEGUN EDELMAN (1992)

de sus hijas, profundas depresiones pos-


almacene el conocimiento
MEMORIA DINAMICA

de la forma en que lo
CARTAS NEURONALES CARTAS NEURONALES parto que habÌan necesitado de trata-
retiene un ordenador. El miento con psicof·rmacos durante sema-
saber no se recopila está- nas. Tal enfermedad lastrÛ la relaciÛn
ticamente sino de una entre madres e hijas.
manera dinámica; ello En todos los casos tambiÈn faltÛ la
implica que cambia con figura de alguien (un padre, una abuela
el paso del tiempo. En los TIEMPO o incluso una niÒera) que pudiera haber
mapas neuronales se esta- compensado la carencia de atenciÛn
blecen nuevos enlaces ENTRADA materna. Adem·s, todas las mujeres, en
entre las neuronas, pero ENTRADA la edad preescolar, habÌan sufrido se-
PARECIDA
también se deshacen otras paraciones traum·ticas de sus proge-
conexiones y se refuerzan otras más. recuerdos revividos nunca guardan nitores. El padre de la seÒora B. aban-
En el proceso rememorador se utili- una correspondencia exacta con los donÛ la familia tras una dram·tica crisis
zan los mapas neuronales, pero los originales. de pareja; mi paciente no volviÛ a ver-
lo nunca m·s.

70 Mente y cerebro 03/2003


En el curso de la relaciÛn terapÈutica, plazo, para instalarse allÌ, como saber como un ordenador. En el cerebro no
la seÒora B. fue recordando paulatina- actualizado, a disposiciÛn del proceso de existe ning˙n almacÈn fijo, donde se con-
mente las numerosas situaciones de su resoluciÛn de un problema nuevo. serven los saberes y los sentimientos en
infancia que constituÌan para ella una Pero la investigaciÛn en el dominio de la memoria a largo plazo y del que pue-
carga onerosa. ComenzÛ a entender y a las neurociencias y de la biologÌa del dan volver a recuperarse. Este cambio
ìelaborarî las emociones y fantasÌas liga- desarrollo ha demostrado que este modelo de paradigma ha sido ya adoptado por
das a ellas. SuperÛ su fobia, encontrÛ un del funcionamiento de la memoria es la ciencia cognitiva, en su incorporaciÛn
nuevo trabajo y recuperÛ su vitalidad. Las falso. El cerebro humano no funciona de los resultados de las investigaciones
migraÒas y los trastornos del sueÒo sÛlo
volvieron a aparecer en contadas oca-
siones. Terminado el tratamiento, satis-
fizo su antiguo deseo infantil.
El ejemplo aducido nos revela que las
experiencias traum·ticas tempranas pue-
den determinar nuestra forma presente
de pensar, sentir y actuar; de provocar-
nos incluso episodios de enfermedad. El
que los pacientes consigan recordar
durante la terapia contenidos incons-
cientes de la memoria y sentimientos
penosos remotos puede promover, sin
duda, cambios positivos.
Pero, øcÛmo es posible acordarse de
experiencias que se remontan hasta el pri-
mer aÒo de vida? øCÛmo podemos ofre-
cer una explicaciÛn neurocientÌfica de
la transformaciÛn de la sintomatologÌa
de una mujer sometida a terapia psico-
analÌtica mediante el acto de recordar?
øPuede, por ˙ltimo, mostrarnos la inves-
tigaciÛn neurolÛgica de quÈ modo el
cerebro ìaprende de nuevoî y abandona,
en ese proceso de adaptaciÛn, un com-
portamiento inadecuado?

Nuestro cerebro
no es un computador
Por razones Èticas nos est· vedado explorar
a los pacientes psÌquicos con tÈcnicas de
formaciÛn de im·genes (PET y RMNf)
durante las sesiones terapÈuticas. Por eso,
no sabremos nunca quÈ procesos tienen
lugar en el cerebro durante una situaciÛn
terapÈutica determinada. Debemos refe-
rirnos, por tanto, a estudios de neurocien-
cia b·sica y comparar con ellos nuestro
modelo psicoanalÌtico-clÌnico.
En ese contexto, deberÌa abandonarse
cierto modelo cl·sico sobre el funcio-
namiento de la memoria, de amplia difu-
siÛn en el campo del psicoan·lisis, que
todavÌa se expone en determinados ma-
CORTESIA DE M. SOLMS

nuales de psicologÌa. Seg˙n dicho mo-


delo, nuestro cerebro almacena el saber
en la memoria a largo plazo, de forma
an·loga a como lo hace el disco duro de
un ordenador. La informaciÛn podrÌa
transferirse a la memoria a corto plazo, 3. FORMACION DE IMAGENES CEREBRALES Y FREUD. Con la tomografía de
en caso de que los programas cognitivos emisión de positrones (PET), los investigadores del sueño ponen de manifiesto las
de reconocimiento ólos llamados ìpro- regiones cerebrales que intervienen en la ensoñación (A-H). La imagen muestra distintos
gramas de geniecillosîó reconociesen
cortes en orden ascendente, desde la base del cerebro hasta las zonas más elevadas. Las
similitudes entre la situaciÛn presente
y otra acaecida previamente. Si el ìcen- lesiones en los campos A y B (sobre todo en la corteza somatosensorial) y en el “centro
sor internoî no se interfiere, el saber motor” situado profundamente en el lóbulo frontal (C) conllevan una pérdida total de
almacenado alcanza la memoria a corto la capacidad de soñar.

Mente y cerebro 03/2003 71


mos sentimientos, pensamientos y accio-
nes que en una previa, sino otros nue-
Debilidad del psicoanálisis vos, especÌficos, que se limitan a guar-
dar una cierta similitud con los
El psicoanálisis se basa en la hipótesis de que las experiencias cruciales tem- originarios.
pranas determinan significativamente toda nuestra vida. Los conflictos inso-
lubles entre los impulsos, a los que Freud denominó “ello”, y las exigencias Recuerdos preverbales
morales o sociales, el “super-yo”, son Cada vez que tenÌa lugar la separaciÛn
expulsados al inconsciente. Desde allí de su marido o de su psicoanalista la
pueden desencadenar trastornos psí- seÒora B. reaccionaba con sentimientos
quicos. Consecuentemente, para que de p·nico y de desesperaciÛn, compara-
un paciente se cure de su enfermedad, bles a los que habÌa sufrido, a buen
tiene que recordar en la terapia la seguro, tras la pÈrdida de su padre. En
situación conflictiva acaecida en su la memoria de la seÒora B. ese trauma
primera infancia, hacerla consciente y se hallaba, adem·s, ligado a experien-
elaborarla. Esto al menos es lo que cias, asimismo traum·ticas, muy preco-
sucede en teoría. ces en relaciÛn con su madre depresiva.
A pesar de que el psicoanálisis es uno Por culpa de esa afecciÛn, la madre serÌa
de los procederes más utilizados en la incapaz de caer en la cuenta de las exi-
práctica terapéutica, sigue existiendo, gencias de su hija, no digamos ya satis-
tanto entre sus practicantes como
facerlas. Todo ello ocasionÛ en la seÒora
entre los científicos con un método
de trabajo empírico, una gran con-
B., desde la misma lactancia, una serie
troversia en torno a su eficacia. Así, de vivencias corporales negativas, cri-
para Frank Rösler, profesor de biopsi- sis de miedo cerval y trastornos de la ali-

ROLF K. WEGST, GIESSEN


cología de la Universidad Philips de mentaciÛn y del sueÒo.
Marburgo, el psicoanálisis es un logro El p·nico y la desesperaciÛn eran, por
histórico-cultural importante que ha tanto, en el caso de la seÒora B., ìrecuer-
posibilitado muchas hipótesis intere- dosî preverbales inconscientes. M·s
santes. Pero, en sí, no es una ciencia, tarde, en el curso de su vida, se iban exte-
FRANK RÖSLER es profesor de
porque carece de fundamentación riorizando de forma recurrente: en la lac-
empírica. No constituiría una teoría psicología general y de biopsicología tancia, en la niÒez, en la infancia, en la
científica al no satisfacer los criterios en la Universidad Philips, de juventud y, finalmente, en su matrimo-
de contrastación y objetividad. Marburgo. nio y en el psicoan·lisis. En todos estos
contextos, los contenidos de la memoria
ìvolvÌan a escribirse siempre de nuevoî.
La seÒora B. reaccionaba en cada situa-
ciÛn nueva con unos sentimientos equi-
sobre la funciÛn de la memoria prove- colocamos sobre la mesa peras y revis- parables a los que habÌa tenido en su
nientes de la biologÌa. tas de vivos colores, el niÒo tomar· las Època de lactante, sÛlo que ahora Èstos
Los nuevos modelos cuentan que nues- peras e ignorar· las revistas. habÌan dejado de ser adecuados.
tro cerebro debe adaptarse a un medio Los movimientos coordinados reali- Esta teorÌa de la memoria que acaba-
en continuo cambio. Para ello utilizamos, zados por el ojo, la mano y la boca posi- mos de esbozar explica por quÈ se busca
por supuesto, conocimientos adquiridos bilitan que el niÒo, siendo a˙n incapaz de establecer en la terapia una nueva expe-
con anterioridad, pero hemos de ìescri- hablar, pueda construir categorÌas (ìfruta riencia de relaciÛn de car·cter integrado:
birlos de nuevoî y adaptarlos a la situa- apetitosaî frente a ìobjetos de papelî). para comprender esos procesos expira-
ciÛn actual. Si nuestra memoria funcio- Gracias a ello, empieza a utilizar, de forma dos y eliminados de la consciencia. Los
nara como un ordenador, no podrÌamos creativa, el conocimiento adquirido no pacientes no pueden, apretando un botÛn,
reconocer la quinta sinfonÌa de Beethoven sÛlo ante situaciones idÈnticas, sino tam- ìreclamarî de un supuesto ìalmacÈnî
(°ta-ta-ta-taaa!) cuando nuestro vecino biÈn en situaciones an·logas futuras. cerebral los recuerdos ligados a situa-
la toca al piano, pues un piano no produ- øQuÈ interÈs encierra lo anterior para ciones morbÌgenas del pasado. Deben,
ce las mismas seÒales ac˙sticas que una una mejor comprensiÛn del proceso de por el contrario, establecer, primero, una
orquesta sinfÛnica. Pero nuestro cere- rememoraciÛn que se lleva a cabo en una relaciÛn intensa nueva, en la cual que-
bro, cuando se encuentra en estado activo sesiÛn terapÈutica? En el recordar, los den reflejados los recuerdos negativos
y creativo, es capaz de reconocer sin di- sucesos muy complejos, que fueron vivi- vinculados a las relaciones previas. Tal
ficultad la analogÌa entre una percepciÛn dos en situaciones pretÈritas y conver- es el papel fundamental del terapeuta:
actual y otra anterior. Se trata de una tidos posteriormente en pensamientos y ofrecer al paciente una relaciÛn que le
capacidad fundamental, que puede obser- sentimientos, no se recuperan tal cual de ayude a comprender los recuerdos que
varse incluso en niÒos pequeÒos. la memoria; sucede, m·s bien, que el se van exteriorizando a travÈs de la misma
Un niÒo de ocho meses, sentado ante cerebro, ante una nueva, aunque com- y que le sirva de punto de arranque para
una mesa sobre la que hay manzanas y parable, situaciÛn, construye pensa- que aflore en la conciencia lo que hasta
periÛdicos, se llevar· a la boca todo, sin mientos y sentimientos que sÛlo se pare- entonces habÌa estado sumido en el
hacer ning˙n tipo de distinciÛn. Pero, cen a parecerse a los que intervinieron inconsciente.
tras un corto intervalo de tiempo, de- en la condiciÛn originaria. Con otras Por lo dem·s, este punto de vista es,
sechar· los periÛdicos para atrapar sÛlo palabras: nunca experimentamos exac- con mucho, el predominante en el psi-
las manzanas. Si, dos horas m·s tarde, tamente en una situaciÛn actual los mis- coan·lisis actual, independientemente

72 Mente y cerebro 03/2003


de las investigaciones biolÛgicas sobre
la memoria y de la ciencia cognitiva.
Muchos psicoanalistas han afirmado que
sus pacientes no experimentan cambios
en su condiciÛn hasta que ìlo inconsciente
no se torna conscienteî, tal y como pos-
tulara Freud. El paciente, a travÈs de lo
que se conoce como transferencia sobre
el terapeuta, tiene que revivir los senti-
mientos y fantasÌas repulsivos, que, en
la mayorÌa de los casos, se manifiestan
de forma muy intensa. SÛlo entonces
empieza a comprender, con la ayuda tera-
pÈutica, por quÈ esos sentimientos en la
actual situaciÛn han dejado de ser apro-
piados. Esta es la razÛn por la que los
trastornos de la conducta y las pertur-
baciones psicosom·ticas, cuyas raÌces
se remontan a la niÒez, necesitan, en la
mayorÌa de las ocasiones, no pocas horas
de terapia para ser encauzados.
Las neurociencias enseÒan al psicoa-
n·lisis el funcionamiento del cerebro
humano. Pero del di·logo con el psico-
an·lisis pueden beneficiarse, a su vez,
los neurÛlogos. Howard Shevrin, neu-
rÛlogo y psicoanalista de la Universidad
de Michigan, ve asÌ dicha mutua inte-
racciÛn: ìEl psicoan·lisis, bas·ndose en
su especÌfica investigaciÛn de campo,
con m·s de cien aÒos ya de tradiciÛn, y
en su minucioso trabajo llevado a cabo
con los enfermos psÌquicos, ofrece a los
neurÛlogos un conjunto de teorÌas que
describen en un plano complejo el pro-
ceso de integraciÛn anÌmico. Adem·s, el
psicoan·lisis tiene siempre presente óa
pesar de todas sus generalizacionesó la
subjetividad insustituible y el contexto
personal y biogr·fico del individuoî.

MARIANNE LEUZINGER-BOHLEBER es pro-


fesora de psicología en el Instituto Psico-
analítico de la Universidad de Kassel y direc-
tora interina del Instituto Sigmund Freud de
Frankfurt.

Bibliografía complementaria
E RINNERN IN DER Ü BERTRAGUNG : V ER -
GANGENHEIT IN DER GEGENWART? M. Leuzin-
ger-Bohleber y R. Pfeifer, en Psyche 52, vol.
9/10, p. 884; 1998.
TRAUMDEUTUNG UND NEUROWISSENSCHAF -
TEN . M. Solms, en Hundert Jahre “Traum-
deutung” von Sigmund Freud. Dirigido
por Starobinski et al. Fischer; Frankfurt
a. M., pág. 101; 1999.
TRAUM -EXPEDITIONEN. Dirigido por S. Hau
et at. Edition Discord; Tübingen, 2002.

Mente y cerebro 03/2003 73


Psicología
del deporte
Disparan a la portería, corren apresurados por los bosques, saltan para caer en un foso de arena
o levantan pesos hasta que los huesos crujen. Algunos persiguen durante años récords y medallas.
¿Qué es lo que impulsa a los hombres a hacer deporte? ¿Dónde reside el secreto del campeón?

Jan-Peters Janssen Este caso expuesto constituye un ejem- velocista, el culturista, el gimnasta y el
plo sintom·tico de la ìvoluntad de ganarî, fondista.

U
na infernal carrera hasta el oro: fenÛmeno al cual, dentro y fuera del de- Pero la capacidad fÌsica, por sÌ sola, no
el 17 de junio de 1956, en la porte, los psicÛlogos atribuyen cuatro basta. TambiÈn cuenta la psique. En el
jornada de clausura de la com- formas de vivencia subjetiva: encontrar- deporte de alto rendimiento importan
peticiÛn hÌpica de las Olim- se ante una tarea enormemente difÌcil, de- todas las motivaciones relacionadas con
piadas, en Estocolmo, se decide el salto cidir hacerle frente, confiar en la propia la propia conservaciÛn y la de la especie,
de obst·culos junto con el Premio de las capacidad y acometerla con denuedo, no asÌ como con la b˙squeda de estÌmulos.
Naciones. En la pista corre G¸nter Wink- importa lo que pase. Con el Èxito un deportista refuerza su
ler sobre la yegua ìHallaî. Al saltar el Pero, øcÛmo se consigue rendir al m·- autoestima. Dentro del grupo en el que
pen˙ltimo obst·culo, una valla de paja ximo en el deporte? øQuÈ tipo de perso- entrena satisface necesidades sociales.
de 1,60 metros de alto, el jinete de repen- nalidad tienen los deportistas de elite? Descubriendo sus posibilidades o enfren-
te da un grito de dolor. ìHallaî sigue su øEn quÈ difieren de los deportistas nor- t·ndose conscientemente a peligros y
carrera, tira la barra del ˙ltimo obst·cu- males y del resto de los mortales? øQuÈ super·ndolos, aplaca su curiosidad innata.
lo, pero lleva a Winkler hasta la meta. entramado especial de motivos encon- TambiÈn influyen las emociones negati-
DiagnÛstico de los mÈdicos: una hernia tramos en el deporte y quÈ papel repre- vas de enojo (frustraciÛn y rabia), miedo
inguinal grave. El jinete, de 29 aÒos, de- sentan las emociones? (unido al estrÈs), decepciÛn (preocupa-
be ser hospitalizado; imposible iniciar Observa la investigaciÛn y recoge la ciÛn y tristeza) y verg¸enza. Intervienen,
la segunda manga. øImposible? Winkler psicologÌa que las prestaciones excep- igualmente, sentimientos positivos de ale-
ve marcada la decepciÛn en las caras de cionales y la extraordinaria productivi- grÌa (unida al orgullo) y sorpresa.
sus compaÒeros: con su retirada se esfu- dad de las personas con talento nacen de Por ˙ltimo, el rendimiento deportivo
marÌa la posibilidad del oro olÌmpico en la interacciÛn de tres factores: aptitud, depende tambiÈn de la resistencia y de la
la modalidad por equipos. obsesiÛn emocional por la tarea plan- coordinaciÛn del organismo. Un entrena-
ìPuedo hacerloî, decide en contra de teada y aprendizaje inteligente a partir miento de larga duraciÛn combina ambos
la opiniÛn de los mÈdicos y ayudantes. de la experiencia. Por esto ˙ltimo se elementos hasta conseguir la prestaciÛn
Se le inyecta un calmante y entre todos entiende el aprendizaje del oficio nece- Ûptima. De la preparaciÛn adecuada se
lo acomodan en la silla de montar. sario en cada caso; si se trata de un com- ocupa la teorÌa del entrenamiento: plani-
Apenas puede mantenerse sentado. positor, el trabajo con partituras. ficando un entrenamiento b·sico, otro pre-
Aunque Winkler lleva las riendas, no El talento deportivo se basa en una paratorio y otro de alto rendimiento durante
puede apretar las piernas para dar la especial aptitud ìcinestÈsico-propiocep- varios aÒos, calculando un esfuerzo pro-
orden de salto a la yegua. El animal tivaî: la capacidad de coordinar incons- gresivo y continuado durante el entrena-
deber· superar los obst·culos por sÌ solo cientemente los movimientos de las di- miento, asÌ como dividiÈndolo en perÌo-
y en el momento adecuado... y lo hace ferentes partes del cuerpo al percibir dos y ciclos a lo largo del aÒo.
magistralmente (vÈase la figura 3). En seÒales de tendones, m˙sculos y articu- Los deportistas acostumbran alcanzar
la valla triple de la segunda manga se laciones. Este don se manifiesta lo mismo su m·ximo rendimiento en el punto ·lgido
oyen los gritos de dolor del jinete. Pero en la capacidad sensible de diferenciar de su madurez biolÛgica óentre los 18
Winkler ser· el ˙nico de estos Juegos estÌmulos corporales o extracorporales, y 30 aÒosó y despuÈs de haber entrena-
OlÌmpicos en terminar una manga sin que en la capacidad de excitar espont·- do entre diez y quince aÒos. El momento
penalizaciÛn: °oro para el caballo y el neamente secuencias motoras. Conoce-
jinete, oro para el equipo alem·n! An- mos manifestaciones singulares de este
dando el tiempo, el medallista comen-
tarÌa que su ìHallaî era ìuna mezcla de
talento: su combinaciÛn con una espe-
cial velocidad, fuerza, agilidad y resis- 1. SANGRE, SUDOR Y LAGRIMAS.
genio y cabra loca. Los dos tenÌamos tencia. Los prototipos de las correspon- En el deporte los motivos, como indica
un punto de demenciaî. dientes combinaciones son entonces el su etimología, incitan a moverse.

74 Mente y cerebro 03/2003


DPA
que, de acuerdo con el psicoanalista sui-
THOMAS BRAUN

CAPACIDAD zo Carl Gustav Jung (1875-1961), segui-


OPTIMA
100% mos denominando ìextraversiÛn frente
a introversiÛnî. Se habla de extraver-
CRECIENTE siÛn cuando se tiene un car·cter abierto
INDIVIDUAL DE RENDIR

INTERES IMPEDIMENTO hacia otras personas y jovial, mientras


CRECIENTE EMOCIONAL que la introversiÛn implica un talante
CAPACIDAD

reservado, proclive a la soledad y selec-


tivo en la elecciÛn de los amigos. øQuÈ
DESPERTAR tiene que ver esto con la constituciÛn
fÌsica? Se demostrÛ que los deportistas
SUEÑO DESORGANIZACION
DEL COMPORTAMIENTO atlÈticos mostraban una tendencia a com-
PROFUNDO
portamientos extravertidos, mientras que
en los corredores delgados se aprecia
una tendencia a la introversiÛn.
BAJA EXCITACION EMOCIONAL ALTA Sobre la relaciÛn entre la extraversiÛn
y el atletismo esbozÛ una famosa teorÌa
2. APOGEO DE LOS SENTIMIENTOS. Las emociones intensas actúan negativamente
Hans J¸rgen Eysenck (1916-1997). Se-
g˙n este psicÛlogo experimental, la cor-
sobre nuestra capacidad de rendir. Pero sin un ápice de sentimiento tampoco superamos teza cerebral desarrolla menos actividad
retos importantes. en las personas extravertidas que en las
introvertidas. Las diferencias se mani-
fiestan sobre todo en el sistema de acti-
preciso depende de cada disciplina. En han venido aportando mayor precisiÛn a vaciÛn reticular ascendente, un conjunto
el esprint o en nataciÛn se trata de domi- las observaciones de FilÛstrato. En ese de fibras nerviosas que van del tronco
nar la interacciÛn de tendones y m˙scu- ·mbito de investigaciÛn, una constitu- cerebral hacia el cerebro y condicionan
los. Por eso la prestaciÛn Ûptima de un ciÛn atlÈtica por naturaleza se adecua nuestra conciencia y nuestra atenciÛn.
velocista guarda relaciÛn estrecha con especialmente a los deportes que requie- Para estimularse de modo Ûptimo, pro-
el momento biolÛgico de mayor vigor. ren fuerza y elasticidad, mientras que los sigue Eysenck, los extravertidos buscan
Suele darse entre los 21 y los 25 aÒos. delgados tienen ventaja en disciplinas estÌmulos sensomotores de todo tipo,
Tienen que esforzarse m·s tiempo los de resistencia, sobre todo en carreras de mientras que en los introvertidos se
atletas en disciplinas que requieren espe- fondo. La tendencia a la obesidad, por el advierte un comportamiento que tiende
cial concentraciÛn mental y coordina- contrario, supone un obst·culo mani- a evitar estÌmulos.
ciÛn, como los golfistas o jugadores de fiesto para una prestaciÛn deportiva de Esta teorÌa del grado de excitaciÛn
billar. TambiÈn los jinetes, quienes prac- gran nivel, salvo en el caso de los lucha- cortical de la extraversiÛn e introversiÛn
tican el vuelo sin motor o los regatistas dores japoneses de sumo. la han comprobado los estudiosos con
alcanzan su cenit a los treinta aÒos apro- Resulta interesante observar que la resultado dispar. En 1988 un trabajo de
ximadamente. constituciÛn fÌsica viene acompaÒada meta-an·lisis, que cribaba numerosas
øEn quÈ difieren de las personas ìnor- por una determinada predisposiciÛn del investigaciones, confirmÛ las suposi-
malesî los deportistas de elite? FilÛstrato, car·cter: una cualidad psÌquica polar ciones b·sicas. Probablemente podamos
autor cl·sico contempor·neo del empera-
dor romano Marco Aurelio (siglo II d. C.),
observÛ el comportamiento de los atletas
de la Olimpia griega y de los gladiadores
de Roma. Fue el primero en relacionar Entrenamiento mental
la constituciÛn fÌsica con la aptitud para
la competiciÛn: los atletas corpulentos
participaban en Olimpia exclusivamente Los deportistas recurren a estrategias mentales muy dispares para optimar
las secuencias motoras. Los psicólogos distinguen tres niveles: el habla inte-
en el boxeo. Por lo dem·s sÛlo se les po-
rior, la visualización interior y el entrenamiento ideomotor.
dÌa ver entre los gladiadores, aunque no
En el habla interior el atleta va emitiendo en silencio las órdenes para ejecu-
habÌa gladiadores pronunciadamente tar una prueba determinada. Para un ejercicio de gimnasia sobre el suelo sería
gruesos. Con otras palabras, los depor- algo así como: “Apoyar la cervical en el suelo y levantar el cuerpo; poner las
tistas tienen una buena figura. manos junto a la cabeza mientras se baja el tronco, las caderas y las piernas
estiradas hasta la horizontal; levantar con fuerza hacia adelante las caderas y
Gordos sólo son las piernas, haciendo fuerza al mismo tiempo con cabeza y brazos; estirar los
los luchadores de sumo brazos y después impulsarse con fuerza hacia arriba; estirar cuerpo y piernas;
En la Època moderna, Ernst Kretschmer amortiguar la caída y levantar los brazos”.
(1888-1964), psiquiatra alem·n, distin-
guÌa tres tipos constitucionales: pÌcnicos Al representarse mentalmente la prueba, itera el mismo proceso, como si lo
(obesos), leptosom·ticos (de constitu- contemplara en una película. Por último, el entrenamiento ideomotor, que no
ciÛn delgada) y atlÈticos (de constituciÛn se basa en la fuerza imaginativa de las imágenes, se apoya en sensaciones sub-
normal y musculosos). Alos Juegos OlÌm- jetivas rítmicas y cinestésicas. El cuerpo, por así decirlo, siente como si reali-
picos de verano de Amsterdam, en 1928, zara unos movimientos determinados sin ejecutarlos realmente. El entrena-
se remontan los primeros trabajos antro- miento ideomotor es la culminación del entrenamiento mental.
pomÈtricos de la constituciÛn fÌsica, que

76 Mente y cerebro 03/2003


3.

DPA
MIENTRAS SE ESTE MOTIVADO.
En la competición hípica de los Juegos
Olímpicos de 1956, Hans Günter Winkler
volvió a la pista a pesar de que acababa
de sufrir una hernia inguinal muy
dolorosa; ganó la medalla de oro
montando a “Halla”.

partir de la idea de que los extravertidos


tienden al deporte m·s que los introver-
tidos, pues su bajo nivel de excitaciÛn
les impele a estimularse con la activi-
dad fÌsica. TambiÈn tienden m·s a la
aventura y al riesgo y pueden soportar
mejor el dolor, cualidades todas estas
que resultan ˙tiles en diversas modali-
dades deportivas.
El neuroticismo óun concepto de
Eysenck para designar la dimensiÛn del
autocontrol y la labilidadóreviste su
interÈs en el deporte. El neuroticismo se
asocia al miedo. Un poco de miedo libera
una fuerza motivadora que act˙a como
motor para acometer una tarea. Una
angustia excesiva, por el contrario, hace
que se pierda la concentraciÛn. Estos
pensamientos perturbadores se llaman,
en el argot psicolÛgico, ìcogniciones
irrelevantes para la tareaî.
Menoscaban el rendimiento los pen-
samientos que afectan a nuestra autoes-
tima: el miedo a fracasar. Ahora bien, su
ausencia total puede provocar que la
tarea a la que nos enfrentamos nos resulte la competencia por llegar a lo m·s alto. En las modalidades individuales se
carente de interÈs. Un grado normal de AsÌ, las personas con ìinstinto asesinoî manifiesta tambiÈn la tendencia a con-
miedo es, por tanto, Ûptimo en el deporte, suelen cosechar gran Èxito en los depor- travenir las reglas del juego limpio. Ata-
mientras que m·s miedo obstaculiza el tes de equipo. Para intimidar o dominar Òen, por lo com˙n, al consumo de estimu-
rendimiento, lo mismo en los deportis- al adversario, no reh˙yen ni siquiera las lantes, una frontera que algunos atletas
tas comunes que en los de elite. Esta afir- faltas. de elite atraviesan sin escr˙pulos. øQuÈ
maciÛn la conocemos por la relaciÛn Por eso hay quien iguala deporte a decir de la actividad sexual de los depor-
entre rendimiento y estimulaciÛn emo- liberaciÛn de la agresividad. Se apoyan tistas? No se dispone de datos fiables.
cional, seg˙n esbozara ya Donald Hebb en los actos violentos de los campos de Eysenck preguntÛ a universitarios con
en 1972 (vÈase la figura 2). f˙tbol: pisotones sobre el contrario caÌdo, edades entre 18 y 28 aÒos sobre sus h·bi-
El sentimiento de enojo constituye codazos y dem·s (vÈase la figura 5). La tos y la frecuencia con que practicaban
otra moneda de doble cara: unas veces competiciÛn deportiva es un enfrenta- el sexo, y dividiÛ los resultados en fun-
incita a prestaciones singulares y en otras miento sujeto a reglas, en el cual se hace ciÛn de la extraversiÛn e introversiÛn.
dificulta el rendimiento (cuando un uso de medios relacionados con la motri- De acuerdo con la encuesta, los hombres
deportista pierde el control y provoca cidad y el cuerpo. TambiÈn forma parte y mujeres extravertidos eran sexualmente
que le sancionen). De modo diferente de la competiciÛn la neutralizaciÛn del m·s activos, sus h·bitos eran m·s varia-
reaccionÛ la esquiadora rusa de fondo contrario, incluidas las faltas t·cticas. dos y cambiaban de pareja m·s que los
Larissa Lazutina. Durante los Juegos En f˙tbol, balonmano, waterpolo y hoc- introvertidos de la misma edad y sexo.
OlÌmpicos de invierno de Salt Lake City key sobre hielo el noventa por ciento de Como los extravertidos practican m·s el
fue descalificada de la carrera de rele- las faltas se atienen al reglamento, de mo- deporte que los introvertidos, se puede
vos por un valor excesivo de hemoglo- do que no se puede expulsar del partido presumir que los deportistas son m·s
bina. Muy dolida, tres dÌas despuÈs lu- ni del campo a quien comete la infrac- activos sexualmente que los no depor-
chÛ ìllena de rabiaî en la modalidad de ciÛn. SÛlo un siete por ciento vienen a tistas de la misma edad. De todas for-
30 km hasta conseguir la medalla de oro. ser faltas con aviesa intenciÛn de causar mas, se trata de una hipÛtesis sin respaldo
daÒo; del tres por ciento restante no se empÌrico todavÌa.
El instinto asesino es necesario dispone de una clara determinaciÛn. De øQuÈ motivos de tipo psicolÛgico nos
øQuÈ funciÛn desempeÒan en el Èxito ello se infiere que la mayorÌa de las impelen a la pr·ctica del deporte? De las
deportivo los escr˙pulos y el juego lim- infracciones se cometen por razones t·c- encuestas realizadas en diferentes paÌ-
pio? Depende, en buena medida, de la ticas, para impedir el ataque contrario, ses occidentales sobre las razones por las
modalidad deportiva y de cu·n reÒida sea como un lance normal del juego. que uno ejercita un deporte o lo encuen-

Mente y cerebro 03/2003 77


los psicÛlogos entienden el comporta-
THOMAS BRAUN

DEFINICION INICIO DE FINAL DE miento espont·neo que nos impulsa a


DEL OBJETO SU EJECUCION SU EJECUCION descubrir nuestro propio entorno, explo-
rar y manipular nuevos objetos; en resu-
midas cuentas, jugar. Tenemos una nece-
MOTIVACION VOLUNTAD VOLUNTAD MOTIVACION
sidad insaciable de estimulaciÛn sensorial
y cognitiva. Asistir a conciertos, presen-
R ciar actos deportivos, ver la televisiÛn,
U investigarÖ todo esto responde a la
B misma necesidad.
ELEGIR I PLANIFICAR ACTUAR EVALUAR
La diversidad del deporte permite que
C
O individuos de toda edad y formaciÛn
N sacien los intereses inherentes al ser
FASE FASE FASE FASE
humano. Por consiguiente, el principio
PREVIA A PREVIA A DE ACCION POSTERIOR A b·sico de motivaciÛn en el deporte radica
LA DECISION LA ACCION LA ACCION en la estimulaciÛn Ûptima de las fun-
ciones fisicoanÌmicas centrales y secun-
darias.
4. EJECUCION DE ACCIONES. El modelo del Rubicón propio de la psicología ilustra Junto a ese elenco de motivos funda-
mentales, conocemos las razones par-
el proceso de motivarse, establecer un objetivo, actuar y evaluar a posteriori.
ticulares que nos incitan a determinadas
acciones, decisivas si se quiere ganar.
Debemos a Heinz Heckhausen un mode-
tra interesante se desprendieron los deseo de contactos sociales, la comuni- lo del proceso de la motivaciÛn por fa-
siguientes motivos: caciÛn, el rendimiento, la ascesis y la libre ses, que arrancan del deseo, pasan por la
ï alegrÌa, disfrute, relajaciÛn, cambio y elecciÛn. decisiÛn y arriban a la ejecuciÛn de un
entretenimiento; plan concreto y consiguiente evaluaciÛn
ï necesidad de movimiento: uno hace B˙squeda de estÌmulos. La curiosidad posterior. (Se le conoce por modelo del
deporte para estar en forma, por la con- es una necesidad b·sica de todos los RubicÛn, en alusiÛn a la decisiÛn de CÈ-
diciÛn fÌsica, la salud y la figura; mamÌferos. En el deporte se satisface sar de luchar contra Pompeyo en el aÒo
ï deseo de contactos sociales, pertenen- sobre todo al correr riesgos, al buscar 49 a.C.). TambiÈn las decisiones en el de-
cia al grupo y compaÒÌa; situaciones lÌmite, cambios y entreteni- porte y su ejecuciÛn siguen este esquema.
ï elegir uno mismo, conocer los propios miento, al aprender nuevas habilidades Volvamos a Hans G¸nter Winkler. Des-
lÌmites, hacer algo especial y compen- motoras y al adquirir nuevas experien- puÈs de su hernia inguinal grave, querÌa
sar el estrÈs de la vida laboral. cias estÈticas. Por esta clase de motivos renunciar a seguir compitiendo. Su inte-
Se mencionan adem·s el af·n de riesgo,
conocer nuevas experiencias estÈticas o
ejercitar nuevas habilidades motoras. Si
se reordenan todas estas declaraciones
seg˙n un esquema general de motiva-
ciones b·sicas humanas, entonces se pue-
La marca de los deportistas de elite
den resumir del siguiente modo:
Desde los años sesenta, psicólogos de EE.UU. y Gran Bretaña han llevado a
Motivos de supervivencia. Pertenecen cabo estudios entre los atletas olímpicos de las más variadas disciplinas. Se han
a este grupo las necesidades fÌsicas ho- basado en tests de personalidad normalizados y han comparado los resulta-
meost·ticas como el hambre y la sed, la dos con los de la población en general. El fruto de dicho trabajo puede repar-
regulaciÛn de la temperatura, el ritmo de tirse en cinco grandes categorías del diagnóstico de la personalidad:
sueÒo y vigilia o tambiÈn la higiene. Entre
Inteligencia: los deportistas de elite, sobre todo los campeones olímpicos, son
los motivos mencionados por los depor-
más inteligentes que la media.
tistas pertenecen a esta categorÌa: la nece-
sidad de movimiento, el deseo de mejo- Extraversión/Introversión: los deportistas de elite a menudo son extraverti-
rar la condiciÛn fÌsica, estar en forma, la dos y muestran una destacada tendencia, por encima de la media, a la domi-
salud y la figura; adem·s, la conciencia nancia.
del propio cuerpo, alegrÌa, disfrute y com-
pensaciÛn del estrÈs laboral, asÌ como la Carácter amistoso/Carácter hostil: los deportistas de elite tienden a ser más
relajaciÛn fÌsica y mental. agresivos que las personas comunes.

Motivos sociales b·sicos. Los psicÛlo- Escrupulosidad/Falta de formalidad: los deportistas de elite tienden a afa-
gos incluyen aquÌ la sexualidad, el amor, narse más y son más perseverantes al perseguir tareas físico-motoras, aunque
el instinto maternal, la b˙squeda de pro- eso no impide que en parte tiendan a contravenir las reglas del juego limpio.
tecciÛn, el af·n de poder, la sumisiÛn y
la lealtad a una autoridad. Estas necesi- Autocontrol/Labilidad: los deportistas de elite controlan sus emociones en
dades no se regulan por el principio de un grado normal; son algo más insensibles al dolor que la media de la pobla-
homeostasis. Entre los resultados de las ción y, también, menos aprensivos.
consultas pertenecen a esta categorÌa el

78 Mente y cerebro 03/2003


5.

DPA
UNA FALTA GRAVE. Las imágenes
de jugadores que han sufrido una falta y
se retuercen en el suelo no son extrañas
en los campos de fútbol. Mas no por ello
hemos d afirmar que el deporte no es
otra cosa que dar rienda suelta a la
agresividad.

rÈs principal era su propia salud. Pero


detr·s se acumulaban otros objetivos:
lealtad al equipo, evitar el ridÌculo (cabÌa
la posibilidad de que la lesiÛn resultase
menos grave, pese al dolor), conseguir
una medalla, etcÈtera. Como ya sabe-
mos, Winkler decidiÛ continuar.

¡Este caballo es un genio!


A esta fase de elecciÛn y decisiÛn le
siguiÛ la preparaciÛn concreta de la se-
gunda manga; en el caso de Winkler, la
inyecciÛn de un calmante y confiar en
la ìinteligenciaî de Halla. En la tercera
fase, la autÈntica carrera de obst·culos,
el jinete lesionado tuvo que coordinar
varias estrategias de control: controlar
la carrera en funciÛn del tiempo y las
penalizaciones; cumplir las reglas que
determinan el recorrido a realizar; admi-
nistrar sus fuerzas; sobreponerse al dolor;
y calibrar las consecuencias del aban-
dono, si no pudiera m·s.
La cuarta fase se caracteriza por la ale-
grÌa con la victoria, el alivio porque la
herida no se agravÛ, asÌ como la esperanza
de un pronto tratamiento y recuperaciÛn.
En esta fase se produce a menudo la atri-
buciÛn causal, en la que se busca una Èste se entrelaza fuertemente con la moti- demostrÛ que sÛlo el deseo de los miem-
explicaciÛn a la victoria inesperada: Arthur vaciÛn individual. Hasta los aÒos sesenta, bros del equipo por cumplir y competir
Schopenhauer llamÛ ya en 1813 la aten- en la investigaciÛn de pequeÒos grupos favorece el rendimiento, pero no el com-
ciÛn sobre nuestra voluntad por conocer se consideraba v·lido el postulado de la ponente asociado a la trabazÛn social. Se
las causas de los propios actos. Winkler, amistad: sÛlo los equipos poco conflic- ignora, por ˙ltimo, quÈ lugar ocupa el
tras la hazaÒa increÌble de su yegua, dio tivos y muy integrados consiguen gran- deseo de poder entre los motivos; algu-
espont·neamente una explicaciÛn de la des logros. nos estudios sugieren que ejerce un peso
gesta: ìHallaî era un genio. Hans Lenk, filÛsofo y medalla olÌm- mayor que la b˙squeda de lazos socia-
Igual que la expectativa del Èxito, el pica en 1960 en remo, ocho con timo- les. No hay pruebas.
temor al fracaso puede incitarnos a un nel, descubriÛ que los equipos, a pesar
rendimiento excepcional. Una doble de los conflictos internos, pueden ser
motivaciÛn que se da siempre la mano muy competitivos: en 1960 y en 1964 los
en el deporte de elite, y cuyos efectos equipos alemanes de remo de ocho con JAN-PETERS JANSSEN es catedrático de psi-
conocemos. Si la expectativa del Èxito timonel fueron campeones olÌmpicos y cología del deporte en la Universidad Christian
predomina sobre el temor al fracaso, nos del mundo, aunque las relaciones inter- Albrecht de Kiel.
hallaremos a priori en el mejor camino personales en los equipos, tanto en el
para alcanzar el Èxito. Los atletas redo- agua como en tierra, eran bastante malas. Bibliografía complementaria
blan los entrenamientos, tienen mayor Lenk lo demostrÛ por medio de encues- MOTIVATION UND HANDELN. H. Heckhausen.
confianza en sÌ mismos y superan las tas y mediciones sociomÈtricas. Aun asÌ, Springer; Berlín, 1989.
competiciones con mayor Èxito. los psicÛlogos aprecian una interrela-
METAANALYSEN ZUR PSYCHOPHYSIOLOGISCHEN
Mucha gente practica un deporte para ciÛn entre la distribuciÛn de las tareas y
PERSÖNLICHKEITSFORSCHUNG. M. Myrtek, en
entrar en contacto con un grupo. Si pre- la simpatÌa obtenida.
Enzyklopädie der Psychologie, dirigido por
domina esta motivaciÛn, ømejora el ren- En sus propios estudios de campo con
F. Rösler, Serie I: Biologische Psychologie,
dimiento de un equipo? Se carece de tra- 64 equipos de balonmano, baloncesto y Themenbereich C: Theorie und Forschung, n.o 5,
bajos fiables sobre el particular, aunque balonvolea, asÌ como con 51 equipos de pág. 285. Hogrefe; Gotinga, 1998.
sÌ los hay sobre la cohesiÛn del grupo; aerÛbic, mi ayudante Andreas Wilhelm

Mente y cerebro 03/2003 79


Gall
y la frenología
A finales del siglo XVIII Franz Joseph Gall fundó su “doctrina craneal” o “frenología”.
El médico vienés despertó con ella tal revuelo, que su teoría fue prohibida en Austria y Alemania

Albrecht Schöne en efecto, que en el lÛbulo frontal, situado la cabeza [...] conduce al materialismo,
sobre la Ûrbita, se encontraban los Ûrga- ya que ataca los fundamentos de la reli-

L
a doctrina sobre el cr·neo y el nos de la memoria verbal y de la com- giÛn y de la moralî. Sin embargo, Gall
cerebro fundada por el mÈdico prensiÛn del lenguaje. Aunque estaba equi- habÌa incluso localizado en el vÈrtice del
vienÈs Franz Joseph Gall (1758- vocado, su conjetura preparÛ el camino cr·neo del hombre, en la coronilla, el
1828) a finales del siglo XVIII para el descubrimiento del centro del len- Ûrgano responsable del culto divino, lo
se proponÌa asociar las propiedades, guaje, localizado definitivamente en 1861 que de paso constituÌa una prueba ana-
facultades y disposiciones intelectuales por Pierre Paul Broca (1824-1880) en el tÛmica de la existencia de Dios.
a determinadas ·reas de la corteza cere- campo frontal del hemisferio cerebral No parece tampoco que se le pudiera
bral. A esas zonas circunscritas Gall las izquierdo, en la zona inferior de la tercera acusar de determinismo neurobiolÛgico,
consideraba ìÛrganosî. circunvoluciÛn cerebral. opuesto a la libertad de los actos mora-
Su empeÒo por comprender las bases Esa primera conclusiÛn, que conver- les, pues no atribuÌa un car·cter de nece-
materiales de la mente, a travÈs de esa tÌa a la fisonomÌa en dependiente de unas sidad a las diferentes morfologÌas cra-
compartimentaciÛn topogr·fica del cere- hipotÈticas ·reas cerebrales subyacentes, neanas, en las que se manifestaban las
bro en que consistÌa su ìorganologÌaî, condujo a Gall a una idea peregrina: en disposiciones del intelecto. Gall defen-
carecÌa de fundamento. Pese a ese car·c- principio, mediante la conformaciÛn dÌa, por el contrario, que el ser humano
ter especulativo, puso en marcha toda una externa del cr·neo se podÌan deducir las ìtiene capacidad para la verdad y el error,
serie de esfuerzos por ìlocalizarî las capacidades intelectuales y las facul- para la justicia y la injusticia, asÌ como
funciones corticales, una lÌnea de tra- tades caracterolÛgicas fundamentales, para mantener ideas propias de un ser
bajo que ha persistido a lo largo del si- asÌ como las dotes e impulsos positivos independienteî; con ello podÌa ìluchar
glo XX. Incluso hoy en dÌa, cuando las y negativos. Gall, en un primer cat·lo- contra sus inclinacionesî. Cuantos m·s
neurociencias cognitivas conciben el go provisional, estableciÛ 27 ·reas de ìcontraestÌmulosî de esta Ìndole ìlograra
cerebro como una malla compleja, for- Èstas, u Ûrganos. y potenciara a travÈs de la educaciÛn, for-
mada por miles de millones de cÈlulas Para Gall, el vigor o la debilidad de maciÛn y socializaciÛn, tanto mayor serÌa
nerviosas entrelazadas multiformemente estos Ûrganos, en punto a rendimiento, su libre albedrÌo y su libertad moralî.
entre sÌ, situadas en puntos muy distan- dependÌa de su tamaÒo (y correspondien- PesÛ m·s la sospecha de materialismo
tes unas de otras y coordinadas en la eje- temente de su excitabilidad); a su vez, el expresada por el Emperador. Semejante
cuciÛn de sus tareas, sigue viva la preo- volumen de las ·reas cerebrales compe- acusaciÛn debe entenderse en un contexto
cupaciÛn por la localizaciÛn. Con ese tentes determinaba en cada caso, actuan- temporal muy concreto: la revuelta revo-
objetivo se recurre a las tÈcnicas moder- do de dentro a fuera, la forma del cr·neo. lucionaria jacobina y la negaciÛn de la
nas de formaciÛn de im·genes (tomo- CabÌa, pues, colegir los rendimientos inmortalidad del alma. En efecto, si las
grafÌa de emisiÛn de positrones y re- inmateriales dependientes de dichos Ûr- facultades del alma no eran m·s que un
sonancia magnÈtica), que ponen de ganos mediante las eminencias (protu- producto directo de la materia cerebral,
manifiesto las zonas donde se desarro- berancias) y depresiones craneales vi- øcÛmo podrÌa aquÈlla perdurar tras la
lla una mayor actividad neuronal en un sibles o palpables, relieve producido por descomposiciÛn de Èsta? Tal consecuen-
momento determinado. las ·reas cerebrales subyacentes. Con esta cia fue formulada con agudeza por el
La organologÌa surgiÛ muy pronto en ìcranioscopiaî o ìfrenologÌaî, seg˙n dio fisiÛlogo Carl Vogt, quien en 1847 cali-
la vida de Gall. En su adolescencia observÛ m·s tarde en llamarse, el fisÛnomo Gall ficÛ las localizaciones de Gall de ìvislum-
que los compaÒeros de clase con mayor causÛ autÈntico furor en la Europa de bres infantiles de la ciencia venideraî.
facilidad para el aprendizaje tenÌan los comienzos de siglo XIX. Por otro lado, Vogt se adhiriÛ sin re-
ojos notoriamente aplanados. Andando el Sus lecciones privadas, impartidas en servas a la afirmaciÛn de Gall seg˙n la
tiempo, Gall atribuirÌa ese rasgo a la pre- Viena desde 1796, despertaron una expec- cual ìtodas las capacidades que ahora
siÛn ejercida sobre la cubierta Ûsea de las taciÛn p˙blica tal, que el emperador Fran- conocemos bajo el nombre de faculta-
Ûrbitas oculares por unas circunvolucio- cisco II, de su puÒo y letra, las prohibiÛ des anÌmicas son meras funciones de la
nes cerebrales muy desarrolladas; creÌa, en 1801, porque la ìnueva doctrina de sustancia cerebralî. No resulta extraÒo,

80 Mente y cerebro 03/2003


FUENTE: “SCHILLERS SCHÄDEL” DE ALBRECHT SCHÖNE
LA PALPACION DE LA CABEZA, DEPORTE DE MODA. En la litografía parisiense aquí
por tanto, que Vogt expresara que ìel reproducida que lleva por título ‘Cours de phrénologie amusante’ vemos a Gall
pensamiento tiene la misma relaciÛn con señalando el cráneo de una dama sentada, lista para la exploración. Con el fin de que
el cerebro que [...] la orina con los ri- pueda percibirse la significación de las protuberancias o depresiones óseas, el maestro se
Òonesî. remite a un busto con los órganos cartografiados. Detrás del marido, observador atento
En su escrito de defensa, Gall alegÛ
de la escena, se hallan dos niños jugando a remedar las exploraciones de Gall en la
que se habÌa ceÒido a ìlas herramientas
corporales de las funciones anÌmicasî y cabeza de una muñeca.
que no debÌa confundirse ìla esencia
actuante con las herramientas que le sir-
ven para actuarî. RazÛn por la cual su Dictaminaba las aptitudes intelectuales en el gran salÛn, al que todos los mÈdi-
organologÌa, en verdad, ìservÌa no sÛlo y caracteriolÛgicas que aquÈllas ponÌan cos, cirujanos y p˙blico cultivado en ge-
a la esperanza sino a la seguridad de una de relieve. De ese modo, introducÌa a la neral estaban invitadosî. Gall ìdio diez
vida eterna del almaî. concurrencia en la pr·ctica de los dict·- lecciones abiertas al p˙blico y otras tan-
Pero su pliego de descargo no surtiÛ menes cranioscÛpicos. tas restringidas al personal de la corte.
efecto alguno en Viena. Por un decreto En el ·mbito cientÌfico, las doctrinas Desde entonces todas nuestras damas no
real, emitido en 1802, se le confirmÛ la de Gall se recibieron con mayoritario paran de hablar de los Ûrganos y de pal-
prohibiciÛn de sus lecciones. Tres aÒos escepticismo. Pero esa reticencia fue par los cr·neos; al final han tenido que
m·s tarde, abandonÛ Austria, para no compensada con el entusiasmo de otros ponerse pelucas para ocultar las partes
volver. De 1805 a 1807 Gall emprendiÛ dominios. DespertÛ un eco extraordina- dÈbiles del suyoî.
una gira de conferencias a travÈs de rio en los medios de comunicaciÛn: gace- Extraemos del periÛdico Kaiserlich
Alemania, Dinamarca, Holanda, Suiza tillas periodÌsticas, artÌculos de revista und Kurpfalzbairisch privilegierte Zei-
y Francia. En ParÌs residiÛ desde enton- a favor y en contra y representaciones tung lo siguiente, correspondiente a un
ces hasta su muerte, acaecida en 1828. gr·ficas, a menudo caricaturescas, pro- n˙mero de 1805: ìEn BerlÌn y en Dresde
Sus lecciones, por cuya asistencia se pagaron su fama. Las doctrinas de Gall se encuentran por doquier cr·neos pin-
pagaba, duraban varios dÌas. En el curso quedaron reflejadas en el arte del retrato tados seg˙n las indicaciones de Gall (per-
de las mismas Gall disecaba ocasional- y en la literatura. filados los distintos Ûrganos y sus fun-
mente cerebros humanos y animales, ciones), encerrados en campanas de cristal
pero por regla general demostraba su Conferencias en Europa o en cajas de caoba, convertidos en ador-
organologÌa y cranioscopia sirviÈndose En Potsdam su disertaciÛn dejÛ fasci- nos de los burÛs o de los escritorios de
de cerebros de cera, de cabezas de cad·- nados a la pareja real prusiana. El duque las damas y de los caballerosî. Estos cr·-
veres llevadas consigo o enviadas y de Carlos Augusto de Sajonia-Weimar- neos debÌan ser vaciados en yeso, como
vaciados en yeso. Palpaba las protube- Eisenach (1757-1828) ordenÛ ìexponer, el que se recoge en la litografÌa pari-
rancias y depresiones con morosidad. preparar y componer cerebros humanos siense. Pero no siempre era asÌ. En 1826

Mente y cerebro 03/2003 81


Johann Wolfgang von Goethe (1749-1832) Gall ìha tenido el valor de dejar de lado de fÌsica (tÌtulo que, por aquel entonces,
mandÛ desenterrar y limpiar el cr·neo de todo tipo de prejuiciosî, escribÌa en 1805 sÛlo poseÌan alrededor de 150 sabios).
su amigo Schiller, muerto hacÌa m·s de August Mahlmann (1771-1826) en Zei-
veinte aÒos. Lo expuso sobre un almo- tung f¸r die elegante Welt, periÛdico de Gall y Goethe
hadÛn azul, guardado en un recept·culo Leipzig. ìNi Keppler, ni Newton, ni Lo- Goethe, sin embargo, se sintiÛ muy atraÌ-
de cristal mÛvil, fabricado a tal fin. AsÌ cke, ni Montesquieu, ni Leibnitz ni Kant, do por las doctrinas frenolÛgicas. A tra-
lo mantuvo durante meses. si hubiesen querido presentar oralmente vÈs de los Fragmentos fisionÛmicos de
Gall mismo era un apasionado colec- sus inmortales descubrimientos, habrÌan Lavater, un notable anticipo de lo que
cionista de cr·neos. En su trabajo seguÌa contado con un auditorio tan abarrotado, posteriormente serÌa la teorÌa craneal de
la m·xima fisionÛmica de Georg Chris- ni causado tan poderosa sensaciÛn.î No Gall, Goethe estaba ya familiarizado, en
toph Lichtenberg (1742-1799). Abogaba le faltaba razÛn. 1776, con las bases teÛricas de la freno-
este profesor de fÌsica experimental en Muy distintos fueron los resultados logÌa. Incluso antes de que Gall viajara
Gˆttingen por ìexaminar los hombres cosechados en Gˆttingen. La ciudad, a Alemania para impartir su ciclo de con-
m·s corpulentos, las prisiones y los mani- sede de otra tanda de conferencias, atra- ferencias, aparecen en su obra poÈtica
comios, pues en estos terrenos est·n, por vesaba un momento crÌtico. En palabras indicios de la pr·ctica cranioscÛpica. En
asÌ decirlo, los tres colores primarios, de de Heyne: ìSe reconoce al observador su preludio teatral Lo que traemos, de
cuya mezcla surge lo restanteî. En rela- independiente y de agudo ingenio que 1802, se habla de un viajero desconoci-
ciÛn con este fin, Gall, ya en 1798, habÌa sabe combinar sugerentemente los datos. do, del que se dice que parece ìser un
expresado el deseo, en el Teutschen Pero carece totalmente del amor por la fisionomistaî, pero ócontin˙a m·s ade-
Merkur de Martin Wieland, de que ìlos verdad, del amor por la verdadera glo- lante, bromeandoó ìsÛlo podrÈ asegu-
genios de toda suerteî le nombraran here- ria y por la ciencia misma; manifiesta rarlo cuando me pida que le deje exami-
dero de su testa. adem·s, de forma desvergonzada, una es- narme el cr·neo seg˙n el nuevo mÈtodoî.
Con el cr·neo de Kant no tuvo suerte. candalosa voracidad por los bienes terre- ìEstaba acostumbrado a observar el
Del de Schiller, sÌ pudo hacerse con un nales y la m·s baja de las codicias, des- cerebro desde el prisma de la anatomÌa
vaciado realizado por Ludwig Klauer honrando asÌ a la cienciaî. Negativo fue comparadaî, escribe Goethe en sus Dia-
sobre la m·scara mortuoria que repro- tambiÈn el informe emitido por el pro- rios y Anuarios en el aÒo correspondien-
ducÌa su cabeza entera. Era en 1805 y se pio Gall: ìEn Gˆttingen fue donde mis te a 1805. Por eso, la doctrina de Gall,
encontraba en Weimar. Del cr·neo de expectativas quedaron m·s defraudadas. ìen cuanto se difundiÛ, y pude reparar en
Goethe tuvo que conformarse con una Desde la desgraciada invasiÛn de los ella, empezÛ a interesarmeî. En julio de
mascarilla, hecha en 1807, en vida, pues, franceses esta universidad, otrora tan 1805 se trasladÛ a Bad Lauchstadt para
del poeta. Pero no se dio por vencido. brillante, se ha hundido. Los docentes asistir a las exposiciones de Gall en Halle.
TodavÌa en 1827, escribÌa a Franz Bren- carecen de motivaciÛn y el n˙mero de PresenciÛ las disecciones cerebrales que
tano en los siguientes tÈrminos: ìPor eso estudiantes mengua por dÌas. DisertÈ realizaba para cÌrculos restringidos, acu-
le suplico a usted que soborne a los alle- ante un auditorio muy escaso y me daba diÛ a las conferencias p˙blicas sobre cra-
gados del genio ˙nico [Goethe] para que la impresiÛn de estar siempre hablando nioscopia y llegÛ incluso a recibir algu-
se conserve, allÌ donde sea posible, su con el venerable Blummenbachî. AquÌ nas clases privadas en la habitaciÛn de la
cabeza al natural y, si esta propuesta Gall no recibiÛ ning˙n anillo de brillan- fonda donde residiÛ durante los dÌas que
repele a los suyos, para que, tras su muer- tes, como los que le dieron el rey pru- estuvo aquejado de una enfermedad. Todo
te (a fin de hacer visibles las eminencias siano y la princesa MarÌa Paulowna en indica que Goethe estaba convencido de
y las depresiones del cr·neo) su cabeza Weimar. AsÌ y todo, al siguiente noviem- esta absurda teorÌa que sostenÌa que se
sea cortada y pueda realizarse un vaciado bre, con motivo del aniversario de la podÌa diagnosticar la potencia funcional
en yeso, tanto por delante como por ëSociedad de CientÌficosí, le fue enviado de los distintos Ûrganos cerebrales por
detr·sî. el diploma de corresponsal de la secciÛn medio de las eminencias o depresiones
del relieve del cr·neo. De hecho, afirmÛ
por entonces que ìno es el cerebro el que
se acomoda al cr·neo, sino el cr·neo el
que se ajusta al cerebroî.
El juicio de Goethe sobre las doctri-
nas de Gall escuchadas en Halle debe
abordarse desde el filtro de su propia
evoluciÛn mental en 1817, fecha en que
Goethe redactÛ la parte de sus Diarios
y Anuarios correspondiente a aquella
Època. Escribe a˙n: ìLa conferencia de
Gall podÌa considerarse la c˙spide de la
anatomÌa comparadaî. Eso podÌa haberlo
pensado en 1805. Pero, restringiendo el
alcance de lo anterior, aÒade a conti-
nuaciÛn que, sin embargo, dicha doc-
trina, ìal desvelar asÌ sus secretos, pri-
vaba al espÌritu de su libertad completaî.
Goethe no manifestÛ nunca ninguna
crÌtica fundamental explÌcita contra la
organologÌa. Si bien dejÛ traslucir cier-
tos reparos sutiles en algunos de sus

82 Mente y cerebro 03/2003


escritos: ìEl que Gall, como suele ser lla- tivas contra Isaac Newton (1643-1727) No fue la elocuencia paterna, sino la
mado, inducido por su perspicacia se y Christian Ernst W¸nsch (1744-1828), materna aficiÛn a fabular la que, andando
adentre demasiado en lo especÌfico, nos escribe zumbÛn: ìCasi nos gustarÌa creer el tiempo, se convertirÌa en el tema del
lleva a elevar un caso aislado y aparen- que en el cerebro existe un Ûrgano espe- epigrama citado. Ello nos remite a cierta
temente paradÛjico hasta convertirlo en cial para estas curiosas operaciones inte- exploraciÛn frenolÛgica realizada sobre
generalidad comprensible. Pero las incli- lectuales. Si Gall hubiera examinado Katharina Elisabeth Goethe. En carta
naciones al homicidio, a la violencia y alguna vez el cr·neo de uno de estos dirigida a Goethe, cuenta Bettina von
al robo y, de igual forma, el amor a la ejemplares de la estirpe de los new- Arnim (1785-1859) lo que le sucediÛ en
humanidad, a los niÒos o a los amigos tonianos seguramente habrÌa podido determinada ocasiÛn con la madre del
[asociadas a un solo Ûrgano], pueden ser darnos alguna explicaciÛn convincenteî. destinatario. En 1806, coincidiendo con
entendidas bajo perspectivas m·s gene- Y cuando, m·s adelante, en 1812, en Poe- la presencia de Gall en Frankfurt, pasÛ
rales, a la par que se establecen relacio- sÌa y verdad, menciona que ìel tan inte- lo siguiente: ìMe habÌa pedido que le tra-
nes entre ciertas tendencias y el predo- ligente como ingenioso doctor Gallî le jera a Gall, pero en su lugar lleguÈ, como
minio de ciertos Ûrganosî. Sin embargo, habÌa diagnosticado (en un dictamen fre- si de tal se tratara, con Ludwig Tieck
cuando transcurridos algunos aÒos desde nolÛgico que tuvo lugar en la ciudad de (1773-1853) [a quien ella no habÌa visto
esas lÌneas observÛ, con Alexander von Halle en 1805) su capacidad para la gran- nunca previamente]; tras las presenta-
Humboldt (1769-1859), las protuberan-
cias, lisuras y depresiones del cr·neo de
Schiller, deberÌa haber hablado óy no
lo hizoó de ìperspectivas m·s genera- ìEn BerlÌn y en Dresde se encuentran
lesî y de ìciertas tendenciasî; por no
exigirle que se explayara sobre la lici- por doquier cr·neos pintados seg˙n las
tud y la exactitud de tales evaluaciones
cranioscÛpicas. indicaciones de Gall colocados en campanas
Goethe no rechazÛ nunca la frenologÌa
de Gall. No dejÛ ninguna declaraciÛn, ex- de cristal o en cajas de caoba, convertidos
presa y terminante, de haberse equivoca-
do. La verdad es que tampoco encontra- en adornos de los burÛs o de los escritorios
mos retractaciones suyas en otros campos
de las ciencias de la naturaleza. La razÛn de las damas y de los caballerosî.
podrÌa entreverse en lo que Goethe escri-
biÛ a su amigo Zelter, el 5 de octubre de
1831, a propÛsito de la polÈmica del ori-
gen de la Tierra que enfrentaba a neptu- dilocuencia, afirmando que ìhabÌa nacido ciones, Katharina se despojÛ r·pida-
nistas y vulcanistas: ìDeberÌa reorgani- realmente para convertirse en un orador mente de su tocado, se sentÛ y le rogÛ al
zar mi esquema mental, pero eso serÌa de multitudesî, escribe a continuaciÛn, supuesto Gall que le explorara el cr·-
una verdadera penaî. TodavÌa en 1823, en unos tÈrminos impropios de un su- neo...î. Tieck se quedÛ perplejo sin saber
el canciller von M¸ller anotaba lo puesto miembro de la estirpe de los gallia- quÈ hacer, hasta que por fin apareciÛ el
siguiente: ìGoethe, en contra de sus crÌ- nos: ìEsta manifestaciÛn me horrorizÛ verdadero Gall, se aclarÛ la confusiÛn
ticos parisienses (Cuvier y Pinel), tomÛ no poco, pues si hubiera sido acertada, de personalidades y nos dio ìuna diser-
partido por la doctrina de Gallî. habrÌa resultado superflua cualquier cosa taciÛn encantadora sobre las capacida-
Pero, con el tiempo, la organologÌa y que hiciera, dado que sobre mi naciÛn des de su cr·neo. Ya he sido perdonadaî.
la cranioscopia acabaron adquiriendo, no habÌa nada que decir. HabrÌa sido una Igual que la dama de la litografÌa pari-
tambiÈn a sus ojos, trazos m·s frÌvolos. profesiÛn totalmente malogradaî. siense, la seÒora Rath se despojÛ de su
Se acercaba asÌ a la postura mantenida Pero la reminiscencia m·s risueÒa de tocado, se sentÛ y le pidiÛ a Gall que
por Friedrich Wilhelm Schelling (1775- Goethe con respecto a la cranioscopia se tuviera la bondad ìde explorarle el cr·-
1854) ante estos procederes. El filÛsofo oculta en su poema ìHeredÈ de mi padre neo, a fin de saber si los talentos extraor-
habÌa propuesto burlonamente, ya en la estaturaî, aparecido en 1827 e incluido dinarios de su hijo habÌan sido hereda-
1807, que Gall ìdebÌa acudir alguna vez entre sus Epigramas domesticados (cu- dos de ellaî. M·s de dos dÈcadas retuvo
a una academia cientÌfica en donde se yo motivo fundamental gira en torno a la Goethe en su memoria el relato de Bettina
concitaran matem·ticos, filÛsofos, fÌ- pregunta: ìøQuÈ puede, pues, de todo sobre este ëCours de phrÈnologie amu-
sicos, filÛlogos, poetas e historiadores. infeliz / ser considerado original?î). Al santeí acaecido en Frankfurt. Lo reco-
Y, para desarrollar plenamente su experi- informe mencionado m·s arriba sobre el gerÌa en los versos siguientes: ìHeredÈ
mento, ser conducido ante ellos en abso- diagnÛstico del ìorador de multitudesî, de mi padre la estatura, / la guÌa m·s fir-
luta oscuridad o, todavÌa mejor, con los de Gall, le precede en PoesÌa y verdad me de mi vida, / a mi madre le debo el
ojos vendados, para que la percepciÛn una observaciÛn sobre las ìdotesî de los car·cter jovial / y el gusto por fabularî.
del rostro no quedara perturbada por padres de Goethe. AllÌ se seÒala una ìcierta
cualquier otro signo diferente y el exa- elocuencia did·cticaî recibida del padre
men [del cr·neo] sÛlo se llevara a cabo y ìla facultad óheredada de la madreó
mediante el tacto exclusivo de la mano. de presentar de forma agradable y atra-
Lo que le conferirÌa, adem·s, el aire de yente todo lo que la fantasÌa produce y
juego de la gallinita ciegaî. puede concebir, de renovar antiguas narra- ALBRECHT SCHÖNE, especialista en ger-
Tal consideraciÛn festiva de la freno- ciones conocidas, de crear otras nuevas manística de la Universidad de Göttingen,
logÌa la hallamos, en Goethe, en La teo- y de contarlas aprovechando de paso para es autor del libro Schillers Schädel (“El cráneo
rÌa de los colores (1810). Tras sus invec- improvisar nuevas contenidosî. de Schiller”).

Mente y cerebro 03/2003 83


Máquinas
conscientes
Los expertos en inteligencia artificial tratan de simular en el ordenador
el proceso humano de adquisición del lenguaje

Armin Schulz

E
n la pantalla del ordenador apa-
rece un hombre de edad avan-
zada situado frente a un tem-
plo. De repente le atenaza el
hambre: ì°Querer comer!î, clama. ì° Ve
al rÌo y come!î, teclea el usuario. Lo que
semeja una obra del teatro del absurdo
constituye en realidad parte del trabajo
con el programa LAD (de ìLanguage
Adquisition Deviceî, dispositivo de ad-
quisiciÛn de lenguaje). Los investiga-
dores de la compaÒÌa londinense Lobal
Technologies simulan mediante este pro-
grama el proceso de aprendizaje del len-
guaje.
Ala figura, que se desplaza torpemente
por la pantalla, se le pretende en un futuro
prÛximo dotar de personalidad. No se
trata, pues, de un programa de aprendi-
zaje de lenguaje al uso. LAD se rige por
principios funcionales similares a los de
las regiones corticales donde se hallan
los centros cerebrales del lenguaje. En
un futuro, deberÌa reconocer palabras ais-
SUPERBILD / RICHARD A. GOLDBERG

ladas y estructuras sint·cticas, en un pro-


ceso de aprendizaje del que los progra-
mas actuales no son capaces.
Hasta ahora, los di·logos entre orde-
nador y usuario parecÌan una partida de
ajedrez, desarrollada seg˙n reglas pre-
fijadas. El programa comenzarÌa por

84 Mente y cerebro 03/2003


ejemplo con la pregunta ìøQuÈ haces?î. palabras a la edad de dos aÒos a m·s de en el instante en que el profesor seÒala
Cuando su interlocutor respondiese mil a la de seis. Se trata de un proceso con el puntero del ratÛn a la casa, el
ìTomo tÈî, el ordenador analizarÌa dicha asociativo, que trabaja mediante la con- programa LAD ìdirige su atenciÛnî hacia
frase e identificarÌa el verbo ìtomarî junciÛn autom·tica de informaciones ella. Se asigna, pues, una de las neuro-
como predicado y el substantivo ìtÈî prÛximas entre sÌ en el tiempo y en el nas virtuales al objeto casa; consecuen-
como complemento directo. La condi- espacio. LAD se rige precisamente por temente se forma una conexiÛn entre la
ciÛn para ello es que antes se hayan men- estos principios. neurona y el objeto. En cada ocasiÛn en
cionado ambas palabras, adem·s de haber La versiÛn actual del sistema todavÌa que se seÒale la casa con el puntero, se
definido las categorÌas verbo, substan- no posee reconocimiento de voz, pre- activar· la que en adelante denominare-
tivo, predicado y complemento direc- viÈndose aÒadir a posteriori. El programa mos ìneurona-objetoî.
to. Con ayuda de un sistema de reglas recibe las informaciones sobre los acon- En un instante prÛximo a la activaciÛn
ópor ejemplo, que una pregunta siem- tecimientos que transcurren en la panta- del objeto, el entrenador teclea ìcasaî.
pre comience con un pronombre inte- lla a travÈs del teclado. Para ello ha menes- Con ello se genera un proceso an·logo
rrogativo, seguido del verbo y despuÈs ter de un ìprofesorî, igual que los niÒos al descrito: se asigna una neurona a esta
del pronombre personal y que el com- necesitan de la interacciÛn con adultos palabra, la ìneurona-palabraî, que se
plemento directo debe terminar la fraseó para proseguir con su aprendizaje. El pro- activar· siempre que se introduzca dicho
el ordenador formularÌa la siguiente pre- ceder de dicho entrenador consiste en, por vocablo.
gunta: ìøPor quÈ tomas tÈ?î. ejemplo, situar un objeto, previamente La red neuronal de LAD est· progra-
El programa LAD se basa, sin em- definido, en el campo visual de la pan- mada para realizar un aprendizaje de tipo
bargo, en principios totalmente distin- talla, supongamos que una casa. DespuÈs, Hebb, por el que dos elementos de la red
tos. A pesar de que la figura del anciano lo seÒala mediante el puntero del ratÛn activos simult·neamente tienden a for-
de la pantalla no permita sospecharlo, los y teclea en paralelo la palabra ìcasaî. mar conexiones entre sÌ. Si se procede
investigadores han tomado como modelo La relaciÛn entre palabra y objeto se en repetidos ciclos a teclear el tÈrmino
el aprendizaje en niÒos de corta edad. Sin almacena en una red neuronal, de la que ìcasaî y a seÒalar con el ratÛn el objeto
vocabulario de partida y sin conoci- se sirve el ordenador para simular las correspondiente, la conexiÛn entre neu-
mientos gramaticales, los pequeÒos cÈlulas nerviosas y sus conexiones. Bas- rona-objeto y neurona-palabra se esta-
comienzan a componer frases gramati- ta con dos de dichas cÈlulas para mo- bilizar·. Finalmente, bastar· con exci-
calmente correctas a muy temprana edad. delar el aprendizaje de una palabra por tar una de las dos neuronas para que la
Paralelamente, enriquecen su vocabula- asociaciÛn. Seg˙n aclara John Taylor, otra se active autom·ticamente. De esta
rio: pasan de dominar algo m·s de cien investigador jefe de Lobal Technologies, forma se habr· ìaprendidoî la palabra.

Mente y cerebro 03/2003 85


dando al programa la orden: cuando el
mÛdulo de hambre se active, entonces
genera la salida ìQuiero comerî.
En el sistema LAD, esta tarea se re-
suelve de forma distinta, como sucede en
la modelizaciÛn del aprendizaje: si el ins-
tinto de hambre crece, aumenta la posi-
bilidad de que la red genere una oraciÛn
a la que el usuario reaccionarÌa simulando
proporcionar alimentos. Se deben resaltar
dos diferencias fundamentales respecto
al mÈtodo tradicional. Por un lado, la pe-
ticiÛn de comida no se genera exclusiva-
mente a partir del mÛdulo de hambre, sino
a partir de la interacciÛn de todos los ele-
mentos de la red. Por otro, la frase resul-
tante no est· prefijada: en lugar de ìQuiero
comerî, LAD podrÌa decir ìSiento ham-
breî, en funciÛn de lo que el sistema hu-
biese aprendido con anterioridad.
La imitaciÛn y repeticiÛn maquinal no
resulta imprescindible en el estado de de-
sarrollo actual del sistema. Los proce-
Cobaya para lingüistas samiento en programas funcionales. ìEn sos de aprendizaje a que se ve sometido
El programa LAD ha alcanzado el nivel la realidad cotidiana, se producen acopla- el programa son tan simples, que es posi-
ling¸Ìstico de un niÒo de dos aÒos, con mientos, interacciones indeseadas.î Para ble llevarlos a cabo prescindiendo de
un vocabulario de aproximadamente 100 perfeccionar el algoritmo de LAD le re- esta funciÛn. Sin embargo, m·s adelante,
tÈrminos. PudiÈrase concebir sin mayor sulta de gran ayuda un entorno exactamen- cuando el caudal de saber del sistema y
dificultad un sistema de lenguaje artifi- te definido, o sea, un mundo artificial, sin las exigencias del entorno crezcan, LAD
cial basado en reglas convencionales, lagunas ni ambig¸edades, y modificable la necesitar· para seguir aprendiendo.
que obtuviese idÈnticos resultados. ìLo a discreciÛn. ìJustamente esto es lo que Por ello, se ha incorporado ya desde un
trascendental consiste, sin embargo, en nos ofrecen los juegos de ordenadorî. principio en el programa. Los investi-
que LAD funciona seg˙n principios radi- Este programa representarÌa una gadores la han programado bas·ndose en
calmente distintos. Por ello albergamos cobaya ideal para analizar el lenguaje la observaciÛn de niÒos, que tienden a
la esperanza de que en un futuro muy prÛ- humano. Los investigadores podrÌan repetir cosas que hayan realizado u oÌdo
ximo superar· a los programas tradicio- simular con su ayuda la par·lisis de cier- momentos antes. Es compartida la opi-
nalesî, afirma John Taylor. Estima el tas unidades funcionales del cerebro y niÛn de que asÌ refuerzan el conocimiento
investigador que su ìcriaturaî estar· observar luego quÈ perturbaciones apa- reciÈn adquirido y lo asocian con expe-
completamente desarrollada en un aÒo, recerÌan. O bien anular toda entrada de riencias anteriores.
con el vocabulario de un muchacho de informaciÛn y comprobar cÛmo act˙a el La simulaciÛn de la sensaciÛn de ham-
seis aÒos, unas mil palabras. sistema cuando sÛlo interacciona con- bre y de la imitaciÛn no constituyen, sin
Como primera aplicaciÛn pr·ctica de sigo mismo: un posible modelo para un embargo, el interÈs principal del grupo
este sistema, Lobal Technologies se ha estado meditativo, sumamente intere- de programadores, que centra su atenciÛn
centrado en el campo de los juegos para sante para filÛsofos y teÛlogos. preferente en las funciones del lÛbulo
ordenador. ìEstos se han perfeccionado El grupo de Lobal Technologies ambi- frontal. Esta regiÛn comprende algo
muy considerablemente en el apartado ciona, pues, lograr mucho m·s que una menos de la mitad anterior de la corteza
gr·ficoî, explica Brady Anderson, res- m·quina parlante: pretende incorporar cerebral y contiene los centros del len-
ponsable financiero del proyecto. ìMuy al modelo el mayor n˙mero posible de guaje, asÌ como las ·reas responsables de
pronto la mayorÌa de los juegos apenas funciones cerebrales. Entonces, eso la planificaciÛn y ejecuciÛn de acciones
se diferenciar·n visualmente de las pelÌ- creen, se comportar· de forma similar y motoras. Estas ˙ltimas zonas revisten
culas.î Por lo tanto, la ventaja competi- proporcionar· el mismo rendimiento que gran importancia para el proceso de adqui-
tiva habr· que conseguirla con otros el aparato pensante humano. siciÛn del lenguaje. Se observa en niÒos
mÈtodos; por ejemplo, desarrollando jue- de corta edad, quienes frecuentemente no
gos que no resulten repetitivos. øCÛmo? Programa imitativo aprenden las primeras frases a partir de
Logrando que el programa entienda ver- El programa modela dos caracterÌsticas palabras aisladas, sino a travÈs de la obser-
daderamente los di·logos, que reaccione b·sicas del cerebro humano: el hambre vaciÛn e imitaciÛn de acciones. ìParece
de forma diferente en cada ocasiÛn a las y la imitaciÛn y repeticiÛn maquinal de como si asociasen de forma primaria los
informaciones recibidas del usuario y situaciones previamente aprendidas o objetos a las acciones que con ellos se
que, en definitiva, act˙e autÛnomamente. experimentadas. El deseo de alimentos ejecutanî, aclara John Taylor. ìCuando
Pero la dedicaciÛn a los juegos de or- es una necesidad arquetÌpica, con cuya un niÒo observa repetidamente cÛmo se
denador tambiÈn ofrece oportunidades ayuda los investigadores pretenden con- lanza una pelota, asocia el objeto pelota
desde el punto de vista metodolÛgico, cluir cÛmo almacenar este tipo de impul- con la acciÛn lanzar, incluso sin conocer
como aclara Neil Taylor, programador sos en una red neuronal. El mÈtodo tra- las palabras pelota y lanzar. En el cere-
jefe, cuya tarea principal consiste en con- dicional la simularÌa mediante una bro se colocan asÌ los primeros cimien-
vertir todos los posibles modelos de pen- sentencia condicional (ìsi,... entoncesî), tos de ese edificio que es el lenguaje.î

86 Mente y cerebro 03/2003


SÛlo en un segundo paso, los chicos
aprenden las palabras correspondientes,
mediante repeticiones de lo escuchado.
M·s tarde, y sobre la base del saber inar-
ticulado de lo que se hace con ese objeto
redondo, dir·n por primera vez la frase
ìlanzar pelotaî. Con el paso del tiempo,
la sintaxis se ampliar· y depurar·. Una
de las metas que Taylor se ha trazado es
precisamente integrar las funciones moto-
ras dentro del programa. Con ello sus
investigadores se aproximarÌan m·s al
objetivo de simular el cerebro de la forma
m·s exacta posible.
La fascinaciÛn que ejerce el lÛbulo
frontal en Taylor y sus colegas guarda
relaciÛn con objetivos sumamente ambi-
ciosos: consideran posible cruzar el um-
bral de la conciencia en la inteligencia arti-
ficial. En el lÛbulo frontal se hallan las
·reas responsables de las motivaciones e
impulsos humanos: se tiene constancia de
pacientes con lesiones en esas zonas que
ven anulada su capacidad de acometer
planes o de ejecutarlos. El jefe del grupo
investigador de Lobal considera que estos
impulsos y motivaciones revisten gran
importancia en la adquisiciÛn del saber:
sÛlo quien desea entrar en contacto con
su entorno aprender· de Èl. Finalmente,
en el lÛbulo frontal se encuentran las ·reas
que ayudan a controlar las emociones y
a desarrollar conciencia de sÌ mismo.
Si los cientÌficos consiguiesen dotar
a LAD de emociones y motivaciones,
no estarÌan tan lejos de alcanzar algo
similar a la voluntad y la conciencia en
inteligencia artificial. ìLa conciencia
tiene mucho que ver con los impulsos y
motivaciones humanosî, afirma Taylor.
ìY LAD simular· en un futuro las zonas
del cerebro que controlan estas funcio-
nes. En este sentido, no resulta tan aven-
turado como algunos pretenden asegu-
rar que puedan existir en un futuro
ordenadores con conciencia.î
A pesar del optimismo desplegado por
los investigadores de Lobal, hemos de
recordar que LAD se compone actual-
mente de sÛlo unos miles de neuronas
virtuales y el cerebro del hombre con-
tiene miles de millones de cÈlulas: la
simulaciÛn, por tanto, dista a˙n mucho
de representar en toda su complejidad al
modelo real.

Bibliografía complementaria
FROM MATTER TO MIND. J. G.Taylor, en Journal
of Consciousness Studies, vol. 4, pág. 1; 2002.
PAYING ATTENTION TO CONSCIOUSNESS. J. G.
Taylor, en Trends in Cognitive Sciences, vol.
5, pág. 206; 2002.

Mente y cerebro 03/2003 87


SYLLABUS
Neurotransistores
Los futuristas sueñan en un mañana de hombres con neurochips implantados.
Los pasos dados en la investigación ponen sordina a un campo que,
no obstante, se mueve

Ulrich Kraft dicciones, donde los datos reales se mez- mundo de agua del cerebro con el mundo
clan con una ficciÛn desbocada. From- de silicio del computador. Demuestra

R
ay Kurzweil no est· solo entre los herz fue uno de los primeros en propo- que, en principio, los sistemas neuroe-
que, desde la neuroinform·tica, nerse superar barreras entre la biologÌa lÈctricos funcionan.
pronostican, de aquÌ a treinta y la electrÛnica. Ya en 1985 se planteÛ Computador y cerebro operan me-
aÒos, el advenimiento de un Homo la posibilidad de la conexiÛn micros- diante seÒales elÈctricas. Pero se sirven
sapiens absorbido por la tecnosfera cons- cÛpica directa entre neuronas cerebra- de lenguajes distintos. Los semicon-
truida por Èl mismo y hecho uno con el les y ëchipsí de silicio de un ordenador. ductores transmiten sus impulsos elÈc-
ordenador. Gracias a neurochips implan- De momento, con sus colaboradores del tricos mediante electrones; las neuronas
tados en el cerebro se habrÌa llegado a departamento de fÌsica de membranas y lo hacen mediante iones, es decir, ·to-
un nuevo estadio de la evoluciÛn. neurofÌsica, ha logrado conexiones entre mos con carga elÈctrica, de un tamaÒo
Otros, asÌ Peter Fromherz, director una red de neuronas y un semiconduc- mucho mayor.
del Instituto Max Plank de BioquÌmica tor, con el consiguiente intercambio Para superar esa barrera idiom·tica,
en Martinsried, cerca de Munich, no mutuo de seÒales. El neurotransistor, Fromherz recurre a una h·bil estrata-
concede demasiado valor a tales pre- asÌ se llama el dispositivo, enlaza el gema: somete simult·neamente el chip
PETER FROMHERZ / INSTITUTO MAX PLANCK DE BIOQUIMICA

88 Mente y cerebro 03/2003


y la neurona a un campo elÈctrico. A di- En el Instituto Martinsrieder el labo-

DPA
ferencia de lo que ocurre con los estÌmu- ratorio de genÈtica comunica con la sala
los directos mediante la aplicaciÛn acos- blanca de semiconductores. Se trata del
tumbrada de electrodos en el interior de ˙nico centro del mundo con una insta-
la cÈlula, este otro tipo de estÌmulo a tra- laciÛn de este tipo. En el laboratorio de
vÈs de campos elÈctricos no resulta agre- genÈtica se consiguen, vÌa manipula-
sivo. Ni se daÒa la neurona, ni se altera ciÛn, unas neuronas particularmente per-
el curso normal de la seÒal. meables y con muchos canales iÛnicos
En Martinsrieder se empezÛ por cons- en su membrana. Aumenta el flujo elÈc-
truir un hÌbrido bioelectrÛnico en la trico y, con ello, las posibilidades de con-
modalidad m·s simple imaginable. Sobre tacto con la electrÛnica. La implanta-
un chip de silicio, de tamaÒo menor que ciÛn de neurochips en el cerebro humano
una uÒa, se recortÛ una porciÛn de col·- plantea problemas Èticos de manipula-
geno, en la que los investigadores culti- ciÛn obvios.
varon neuronas del caracol Lymnea stag- El objetivo trazado en Munich consis-
nalis (vÈase la figura 1). Este animal te en sentar bases, averiguar cÛmo in-
tiene unas neuronas de tamaÒo gigan- tercambian informaciÛn las grandes co-
tesco, de unas 50 milÈsimas de milÌme- nexiones neuronales y de esta forma
tro, lo que permite un f·cil manejo. Se entender mejor el funcionamiento de ese
pusieron en conexiÛn directa los cana- computador de alto rendimiento que tene-
les iÛnicos de la membrana neuronal y mos en el interior de nuestro cr·neo.
el flujo electrÛnico del semiconductor. Unicamente mediante el estudio de la
Se consiguiÛ asÌ el primer nexo funcio- interfase bioelÈctrica es posible espiar
nal entre una red neuronal y un chip de en plena acciÛn grandes grupos de neu-
silicio. ronas interconectadas.
SÛlo da autÈntico contacto elÈctrico En el cerebro funcionan cien mil millo-
cuando la pared celular y el chip se nes de neuronas; cada una puede rela-
encuentran lo m·s juntos posible. En cionarse a travÈs de sinapsis con otras
caso contrario la seÒal es demasiado 10.000. En Martinsrieder se pretende
dÈbil y la comunicaciÛn entre los dos remedar a mÌnima escala este gigantesco
mundos queda interferida por el ruido de sistema. Hasta hace poco uno de los
fondo. En el neurotransistor la distancia mayores problemas que se presentaban
entre la neurona y el semiconductor es a la hora de construir una red sintÈtica
de tan sÛlo 50 millonÈsimas de milÌme- procedÌa de las propias neuronas: se
tro, inferior a la milÈsima del di·metro muestran reacias a recibir Ûrdenes sobre
de un cabello. En estas condiciones es la direcciÛn en que tienen que propa-
posible el intercambio de seÒales. garse. Con ayuda de factores de creci-
Por su estrecha semejanza con el tejido miento aplicados a las vÌas nerviosas, el
nervioso humano, Fromherz prefiere equipo de doctorandos de Fromherz han
ahora un sistema formado por neuronas creado sobre un chip las conexiones de-
de rata (vÈase la figura 2). En compa-
raciÛn con las del caracol las neuronas
seadas entre neuronas concretas. En la
sala blanca para semiconductores se ha 2. PETER FROMHERZ, director del
de rata son m·s pequeÒas y la conexiÛn preparado un semiconductor altamente Instituto Max Plank, realiza un trabajo
con el semiconductor, mucho m·s dÈbil. integrado con varios miles de conexio- pionero en el campo de la conexión
Puesto que no se puede acortar indefi- nes. De esta forma, se dispone en el labo- de la biología y la electrónica.
nidamente la distancia al semiconduc- ratorio de un cerebro en miniatura, medio
tor, sÛlo cabe mejorar los chips y las electrÛnico y medio org·nico. Gracias a
neuronas. ese dispositivo se espera desentraÒar de
quÈ modo una red de neuronas aprende,
cÛmo de la maraÒa de neuronas surge la
memoria.
1. SOCIEDAD CERRADA: Neuronas de caracol, ordenadas circularmente y fijadas por Pero lo que funciona bien en un tubo
cinco o seis pequeñas varillas microscópicas de plástico, conectan sus sinapsis con una
de ensayo puede que opere de forma
completamente diferente en el mundo
red electrónica preparada de antemano (foto de la izquierda). Directamente bajo el soma
mucho m·s complicado del organismo.
celular se encuentra un semiconductor que emite impulsos. Cualquier cambio en la Seg˙n Fromherz todavÌa ha de pasar mu-
tensión eléctrica aplicada produce también un cambio en el campo eléctrico del área. cho tiempo hasta que podamos compro-
Estos cambios en el campo eléctrico influyen, a su vez, en el flujo iónico a través bar si realmente es posible la conexiÛn
de la membrana neuronal. De esta forma, cambiando la tensión del chip se puede entre elementos electrÛnicos y autÈnticas
desencadenar un potencial de acción en la neurona del caracol que, a través de las estructuras cerebrales. Sin embargo, con
sinapsis, se transmite a la siguiente neurona. Allí un transistor de efecto de campo
todas las prevenciones cientÌficas, el hÌ-
brido neurona-chip de semiconducto-
registra este potencial. Se cierra el circuito silicio-neurona-neurona-silicio.
res fabricado en el Instituto Max Plank
Mediante campos eléctricos una neurona de cerebro de rata también puede acoplarse abre, al menos teÛricamente, muchas
a una serie de transistores de efecto de campo (derecha). posibilidades.

Mente y cerebro 03/2003 89


LIBROS
Cajal y su legado
SANTIAGO RAM”N Y CAJAL. TEXTURE compendian y enlazan texto e ilustra- sobre la textura del sistema nervioso,
OF THE N ERVOUS S YSTEM OF M AN AND ciÛn para que de un vistazo nos haga- poniendo de relieve que ìhasta ahora no
THE V ERTEBRATES . Volume III. Tra- mos precisa idea de la estructura y la se ha conseguido aclarar la relaciÛn de
ducciÛn al inglÈs y ediciÛn de Pedro fisiologÌa del cerebro, del sistema nervio- las prolongaciones m·s finas de las cÈlu-
Pasik y Tauba Pasik. Springer; Viena, so autÛnomo, del sistema cerebrovascu- las nerviosas y mucho menos estamos
2002. LA MEDICINA EN LA HISTORIA, lar y de los Ûrganos de los sentidos. Del en condiciones de conseguir una ima-
por JosÈ MarÌa LÛpez PiÒero. La Esfera cerebelo. Organo Èste de integraciÛn del gen precisa de la anatomÌa microscÛ-
de los Libros; Madrid, 2002. CHANGING movimiento, de su ejecuciÛn acoplada pica del cerebro humano, es decir, de des-
V IEWS OF C AJALí S N EURON . EdiciÛn y del tono muscular, que se desarrolla a cubrir hasta quÈ punto existen en Èl
preparada por E. C. Azmitia, J. De Felipe, partir de la placa alar del troncoencÈfalo uniones de cÈlulasî. Tres decenios m·s
E.G.Jones, P. Rakic y C.E. Ribak; Else- y forma el techo del cuarto de los ven- tarde, Camillo Golgi recogÌa las obser-
vier; Amsterdam, 2002. trÌculos. Es un raro prodigio de evolu- vaciones realizadas con su tÈcnica [mÈ-
ciÛn donde se combinan elementos que todo de impregnaciÛn cromoargÈntica]
MAINE DE BIRAN. OSSERVAZIONI SULLE persisten en todos los vertebrados con en el libro Sulla fina anatomia degli
DIVISIONI ORGANICHE DEL CERVELLO. otros exclusivos de los mamÌferos. Pero organi centrali del sistema nervoso
TraducciÛn al italiano e introducciÛn de volvamos a Cajal. (1886), donde postulaba una red difu-
Marco Piazza. Leo S. Olschki Editore; Para ubicarlo en su tiempo, dejÈmo- sa en la sustancia gris de los centros ner-
Florencia, 2002. nos llevar por la redacciÛn maestra de viosos.
su biÛgrafo LÛpez PiÒero
NEUROPSYCHOLOGY. FROM THEORY TO en una obra (La Medicina Santiago Ramón y Cajal
PRACTICE, por David Andrewes. Psycho- en la Historia) donde en-
logy Press Ltd-Taylor & Francis; Hove, contraremos, adem·s, la ex-
2001. N EUROBIOLOGY. M OLECULES , posiciÛn fiable, profunda
CELLS, AND SYSTEMS, por Gary G. Mat- y pedagÛgica de autores y
thews. Blackwell Science; Oxford, 2001. escuelas, de ideas y corrien-
NERVOUS SYSTEM AND SENSORY ORGANS, tes que merecen reseÒar-
por Werner Kahle y Michael Frotscher. se. Desde el primer tercio
Thieme; Stuttgart, 2003. del siglo XIX se sabÌa que
las cÈlulas constituÌan los

D
e la Textura del sistema nervioso componentes morfolÛgi-
de Cajal a Nervous System and cos b·sicos del organismo.
Sensory Organs de Kahle y Se tardÛ m·s en reconocer
Frotscher se enhebra un hilo de conti- la identidad singular de la
nuidad que no existe en otras materias neurona. Sus formas extra-
cientÌficas. Y no porque todo estÈ en Ca- ordinarias y la prolongada
jal, ni siquiera insinuado, un estribillo extensiÛn de algunas de sus
de mira corta que se apoya, sin embargo, ramas las alejaban de las
en una realidad cierta, a saber, su aguda cÈlulas de los dem·s tejidos
percepciÛn de las implicaciones funcio- y resaltaban su asimilaciÛn
nales de los hallazgos anatÛmicos. a un retÌculo de conexiones
Gracias a ello se ha podido edificar, por protoplasm·ticas. En 1858,
aposiciÛn, sobre las bases por el arago- Rudolf Virchow, que intro-
nÈs establecidas y se ha llegado a la ele- dujo la teorÌa celular en pa-
gante simplicidad que nos ofrece el atlas tologÌa, calificaba de ìlagu-
de bolsillo publicado por Thieme. En na muy grande y lamentable
este apartado regional Kahle y Frotscher de nuestro conocimientoî

90 Mente y cerebro 03/2003


Dibujos de Cajal donde ilustra sus descubrimientos
Pocos meses despuÈs de la apariciÛn sobre el avance del cono de desarrollo
del libro de Golgi, RamÛn y Cajal apren-
diÛ el mÈtodo de impregnaciÛn cromoar-
gÈntica y otras tÈcnicas neurohistolÛgi- dentes, se incorporan en Texture of the chas neurofibrillas en preparaciones irre-
cas en el laboratorio de Luis Simarro. Nervous System of Man and the Verte- prochablesî, lo que en modo alguno ha-
Cajal acometiÛ una investigaciÛn sis- brates los aÒadidos (textos y figuras) de bÌan conseguido los seguidores del nuevo
tem·tica con la que pudo demostrar que Cajal a la ediciÛn francesa. reticularismo, acabÛ encontrando la tÈc-
las relaciones entre las cÈlulas nervio- Cajal compartiÛ el premio Nobel de nica apropiada con una modificaciÛn del
sas, o neuronas, son de contig¸idad y no 1906 con Golgi en un momento en el ìmÈtodo del doctor Simarro mediante
de continuidad, formulando la teorÌa de que estaba en crisis la doctrina neuro- las sales de plataî: la cÈlebre tÈcnica del
la neurona, conforme a la cual Èsta es la nal, a causa de la reformulaciÛn del re- nitrato de plata reducido que utilizÛ en
unidad histolÛgica y fisiolÛgica del sis- ticularismo fundamentada en que las una nueva investigaciÛn sistem·tica,
tema nervioso. La edificaciÛn de la teo- fibrillas del interior de las cÈlulas ner- verificando brillantemente la teorÌa de
rÌa celular durante el siglo XIX culminÛ viosas formaban una red continua. Esta la neurona.
con la Textura del sistema nervioso del situaciÛn, siempre seg˙n LÛpez PiÒero, Se rodeÛ Cajal de un esplÈndido plan-
hombre y de los vertebrados (1897-1904), le planteÛ la necesidad de conocer con tel de colaboradores que expandieron su
cuya traducciÛn al inglÈs acaban de ter- exactitud la urdimbre neurofibrilar. obra, dentro de EspaÒa (Jorge Francisco
minar Pedro Pasik y Tauba Pasik. Si- Convencido de que la soluciÛn de la cri- Tello, Nicol·s Ach˙carro, Gonzalo Ro-
guiendo el patrÛn de los tomos prece- sis residÌa en ìcontemplar las susodi- drÌguez Lafora, PÌo RÌo Hortega, entre

Mente y cerebro 03/2003 91


otros) o fuera, de modo particular Rafael de tejidos, inmunocitoquÌmica, electro- cÌan a los axones en crecimiento su direc-
Lorente de No, quiz·s el de mayor pro- fisiologÌa, molÈculas marcadoras y sis- cionalidad? Desde la distancia, las cÈlu-
yecciÛn internacional. El trabajo de Cajal temas de formaciÛn de im·genes. Cajal las diana segregarÌan, pensÛ, sustancias
sobre la neurona implicaba numerosos no vio nunca una sinapsis, ni un receptor, inductoras o de atracciÛn; asÌ movidos,
aspectos de lo que hoy constituyen dis- ni una tomografÌa. Pero en el campo, in- los conos, dotados de sensibilidad qui-
ciplinas autÛnomas del ·mbito de las menso, abundan las cuestiones abiertas: miot·ctica o ameboidea, se encamina-
biociencias (Changing Views of Cajalís øquÈ aporta a las conexiones sin·pticas rÌan a su objetivo. Tales sustancias atrac-
Neuron). A lo largo del ˙ltimo tercio de la plasticidad de las dendritas?, øcÛmo toras, lo sabemos hoy, son mecanismos
siglo, en particular, hemos asistido a la procesa la informaciÛn una neurona, si moleculares (netrinas) mediante los cua-
emergencia de la neuroplasticidad, la neu- opera vinculada a otras?, øde quÈ modo les los procesos neuronales crecen en la
rologÌa molecular y las tÈcnicas de for- remediar la pÈrdida de factores trÛficos direcciÛn correcta y tejen redes nervio-
maciÛn de im·genes. El estudio bio- en la esquizofrenia y en la enfermedad sas. En su despliegue los axones se apo-
quÌmico, por ejemplo, ha aportado la de Alzheimer?, etcÈtera. yan en la coordinaciÛn de cuatro tipos
afloraciÛn de muchos factores de creci- Reciente es la aceptaciÛn de uno de de claves de guÌa (atracciÛn por con-
miento, que se originan a partir de neu- los postulados de Cajal puntales en neu- tacto, repulsiÛn por contacto, quimioa-
ronas, de la glÌa y de otras cÈlulas. Sa- roembriologÌa, formulado hace m·s de tracciÛn y quimiorrepulsiÛn).
bemos ahora, adem·s, de la existencia un siglo: la hipÛtesis quimiot·ctica o, De ese modo, la histologÌa de Cajal
de neurogÈnesis en ciertas regiones del como Èl la llamÛ en 1892, ìhipÛtesis ha devenido, por extensiÛn, en neuro-
cerebro adulto. Por no hablar de la apop- neurotrÛpicaî. Con la neurona, se sintiÛ biologÌa (Neurobiology. Molecules, Cells,
tosis para explicar el desarrollo normal especialmente atraÌdo por el sistema ner- and Systems), donde el sistema nervioso
y patolÛgico. vioso embrionario. IniciÛ su an·lisis a se aborda desde un triple nivel: molecu-
En el progreso ha desempeÒado un partir del estudio de la mÈdula espinal lar, celular y de sistema. Reciben, pues,
papel determinante el refinamiento tÈc- del embriÛn de pollo. Dos aÒos antes, en un tratamiento pormenorizado las propie-
nico. Si Cajal contaba apenas con el 1890, habÌa descubierto el cono de cre- dades b·sicas de las cÈlulas y los circuitos
mÈtodo de Golgi y el microscopio Ûptico, cimiento axÛnico, uno de los mecanis- nerviosos. Y se contemplan la estructu-
disponemos ahora de tÈcnicas molecu- mos m·s ingeniosos para mostrar el pro- ra, desarrollo y plasticidad del sistema
lares, microscopÌa electrÛnica, morfo- greso de los procesos neurales hacia sus nervioso, la organizaciÛn de los siste-
metrÌa asistida por ordenador, cultivos dominios terminales. øQuÈ fuerzas indu- mas sensoriales y motores, para concluir
con la comunicaciÛn elÈctrica y quÌmica,
sin postergar en el camino los funda-
Moldes endocraneales mentos de la expresiÛn gÈnica. Pero el
quicio del estudio reposa sobre la neu-
rona y la sinapsis.
En efecto, lo mismo que en los dem·s
sistemas, a los que el nervioso coordina,
consta Èste de cÈlulas: neuronas y cÈlu-
las de sostÈn, o glÌa. La comunicaciÛn
entre dos neuronas se produce vÌa libe-
raciÛn de un neurotransmisor quÌmico
que atraviesa el intervalo interpuesto
Gorila Homo pekinensis entre ambas (hendidura sin·ptica). La
transmisiÛn electroquÌmica procede de la
terminal presin·ptica a los receptores
postsin·pticos de la neurona vecina.
Sabido es que la corteza consta de somas
celulares de las neuronas; por su color
obscuro se la llama materia gris. En cam-
bio, la materia blanca nos remite a la
vaina de mielina que protege a los axo-
nes, larguÌsimos algunos, pues recorren
toda el ·rea motora de la corteza, atra-
Neandertal Cromañón viesan el tallo encef·lico y la mÈdula
espinal y se conectan finalmente con el
sistema nervioso perifÈrico para posibili-
tar los movimientos de las extremidades.
Otras neuronas presentan axones cortos,
adaptados para sus conexiones con las
neuronas vecinas. En los primeros meses
despuÈs del nacimiento el n˙mero de
cÈlulas ha llegado ya casi a su m·ximo,
si bien se asiste a una multiplicaciÛn
espectacular de las conexiones o sinap-
sis. A medida que contin˙a el desarrollo,
algunas conexiones de Èsas mueren; se
Homo sapiens (vista lateral y vista basal) privilegian determinadas conexiones pau-

92 Mente y cerebro 03/2003


tadas a expensas de otras. De esta forma trovertida desde un principio y desde
el cerebro infantil se adapta a las deman- flancos muy dispares (Maine de Biran.
das del entorno. Osservazioni sulle divisioni organiche
Ello nos lleva a las relaciones entre el del cervello). Biran asocia la doctrina
cerebro y la mente, a cuyo conocimiento organolÛgica de Gall a otros empeÒos
Cajal aspirÛ vehementemente. La nueva por reconducir las facultades superio-
disciplina surgida en torno a ese domi- res a centros cerebrales; en particular a
nio, la neuropsicologÌa (Neuropsycho- los trabajos precursores de David Hartley
logy. From Theory to Practice), cuenta y Charles Bonnet.
con la poderosa herramienta de las nue- Sin dejar de reconocer el aspecto inno-
vas tÈcnicas de formaciÛn de im·genes vador de la teorÌa de las localizaciones,
funcionales. Desde 1990 se ha doblado es decir, en lo que tiene de nexo entre fi-
el n˙mero de estudios sobre la interac- siologÌa del cerebro y praxis cranioscÛ-
ciÛn entre el cerebro y el comportamiento pica, Biran sostiene que se est· muy lejos
que aprovechan sus posibilidades. Por de establecer o demostrar cualquier rela-
comportamiento se entiende aquÌ las fun- ciÛn entre funciÛn cerebral y acto intelec-
ciones mentales superiores: memoria, tual o moral. Existe, afirma, una diferen-
lenguaje, percepciÛn y atenciÛn, sin cia sustancial entre an·lisis fisiolÛgico y
obviar el espectro del mundo de las emo- an·lisis psicolÛgico. Biran sigue a Bichat,
ciones o movimientos voluntarios. quien le ofreciÛ la idea de la distinciÛn
En esta suerte de investigaciones la fundamental de las dos vidas, la vita orga-
perspectiva filogenÈtica resulta obligada. nica y la vita intelectualis. En la primera
Los restos fÛsiles de los cr·neos de los situaba el instinto, las sensaciones afec-
homÌnidos indican la forma en que el ce- tivas, las pasiones y la imaginaciÛn pasiva;
rebro ha aumentado de tamaÒo en el en la segunda, la percepciÛn, el juicio, la
curso de la evoluciÛn. En relaciÛn con voluntad y la motricidad.
la talla corporal, nuestro cerebro es mayor Hoy, como ayer, el problema princi-
que en otras especies, incremento que ha pal radica en la dificultad entraÒada en
corrido parejo al perfeccionamiento en la definiciÛn de las facultades superio-
habilidades y cultura. Las circunvolu- res. Sea, por ejemplo, la atenciÛn. Pre-
ciones corticales permiten una mayor tender acotarla no es m·s sencillo que
·rea superficial. Si la distribuciÛn y pro- delimitar la inteligencia. Para poder avan-
porciÛn relativa de las ·reas de los sen- zar se procede de una manera jer·rquica:
tidos de los chimpancÈs son muy pare- de los componentes m·s elementales a
cidas a las nuestras, presentamos, en los m·s complejos. En ese planteamiento,
cambio, un aumento en el tamaÒo rela- cada sistema de atenciÛn puede depen-
tivo en dos ·reas asociadas con el len- der de un nivel jer·rquicamente inferior.
guaje. Situadas en el hemisferio izquier- Todos los sistemas considerados se acti-
do, se denominan ·rea de Broca y ·rea van dentro de una red o circuito integrado.
de Wernicke. En los humanos han adqui- Se parte asÌ de un sistema de excitaciÛn
rido tambiÈn un desarrollo extraordina- o alerta, que mantiene el tono cortical
rio el hipocampo, relacionado con el de acuerdo con las exigencias del entorno.
almacenamiento de nuevos recuerdos, y Ese nivel primero de excitaciÛn influir·
la amÌgdala, implicada en la expresiÛn en nuestra capacidad de responder pronta
de las emociones, si los comparamos con y reflexivamente ante ciertos estÌmulos
otros primates y monos. que podrÌan indicar peligro o novedad.
A propÛsito de esa asignaciÛn zonal A este respecto se han propuesto diver-
de determinadas facultades, persiste en sos subsistemas de excitaciÛn que depen-
neuropsicologÌa una vieja disputa entre den de diferentes redes de neurotrans-
holistas, defensores de una implicaciÛn misores. Superpuesto o colateral serÌa un
general del cerebro en las operaciones sistema de orientaciÛn, listo para pola-
mentales, y localistas, para quienes ca- rizar la atenciÛn hacia estÌmulos impre-
da capacidad tiene su Ûrgano determi- decibles. CabrÌa hablar luego de un sis-
nante. Los segundos evocan la tesis ex- tema de atenciÛn selectiva, que nos
trema, hoy desprestigiada, de Franz Josef permite percibir unos estÌmulos mien-
Gall. CreÌa Èste que los atributos de la tras ignoramos otros de nuestro entorno.
personalidad y el intelecto estaban re- Constituye una interfaz conceptual en-
presentados por centros cerebrales dis- tre percepciÛn y atenciÛn. Del sistema
tintos y separados. En su opiniÛn, el de- de atenciÛn ejecutiva nos valdrÌamos
sarrollo especÌfico de un centro particular para controlar la atenciÛn mediante la
empujarÌa al cr·neo hasta el punto de inhibiciÛn y desinhibiciÛn de respues-
producir una protuberancia en la caja que tas orientadoras y el control del sistema
podrÌa verse y palparse externamente. de atenciÛn perceptiva. Y asÌ, en el res-
Fue la frenologÌa, que gozÛ de dispu- to de las facultades mentales.
tado prestigio en EspaÒa, una teorÌa con- LUIS ALONSO

Mente y cerebro 03/2003 93


ENSAYO FILOSÓFICO
Idea y libertad
Mariano Álvarez Gómez empleados hasta ahora no puede llegar Esta distinciÛn tiene ya una conse-
muy lejos en la interpretaciÛn de la cien- cuencia respecto al sentido de las cien-

L
a predicciÛn, formulada aquÌ y cia. En relaciÛn con este punto quisiera cias, no sÛlo de las que hoy llamarÌamos
all·, de que la filosofÌa del futuro referirme a algunos aspectos del plan- ciencias humanas sino respecto de las
va a tener en Hegel la referencia teamiento general de Hegel. ciencias ìempÌricasî que algunos lla-
m·s amplia y determinante podrÌa estar El tÈrmino ìideaî expresa la catego- man ìdurasî, y que en definitiva se refie-
en camino de cumplirse. Quienes hasta rÌa conceptual que engloba a las dem·s ren al ìmundo inorg·nicoî, que Hegel
hace poco eran sus m·s decididos adver- y bajo la cual se integra, en cuanto a su integra en su conjunto, obedeciendo a la
sarios, en concreto los representantes de fundamentaciÛn, todo conocimiento, terminologÌa de la Època, bajo las cate-
la filosofÌa anglosajona, est·n interes·n- tambiÈn pues el cientÌfico. ìLibertadî gorÌas de ìmecanicismoî y de ìqui-
dose por Èl sobre la base, adem·s, ahora hace referencia a lo que es el sentido de mismoî. En referencia a las ciencias
de un conocimiento cada vez m·s direc- todo pensamiento y por supuesto, igual- correspondientes afirma que si su objeto,
to de su obra; la atomizaciÛn y dispersiÛn mente tambiÈn, del cientÌfico. Por de la naturaleza carente de vida o inorg·-
actual del pensamiento parece estar exi- pronto vale para todo conocimiento la nica, se escinde en su concepto por una
giendo la b˙squeda de orientaciÛn en una afirmaciÛn: ìalgo tiene verdad sÛlo en parte y en su realidad por otra, no hay
concepciÛn que, dando la mayor cabida cuanto que es ideaî. Mucho m·s platÛ- otra cosa que ìla abstracciÛn subjetiva
posible a la pluralidad y a la diferencia, nico de lo que pudiera parecer, Hegel de una forma pensada y de una materia
proporciona las bases que garantizan una entiende que algo es verdadero en la carente de formaî. Es decir, ante las cien-
visiÛn unitaria, sin la que no es posible medida en que su realidad se corres- cias la filosofÌa debe aportar una visiÛn
ninguna comunicaciÛn inteligente. ponde con su propio concepto, es decir, propia en la lÌnea de descubrir en la natu-
Junto con esto Hegel incita a la incor- con aquello que expresa la medida y el raleza la estructura que nos muestra su
poraciÛn y asimilaciÛn del pasado filo- sentido ˙ltimo de su propio ser. Este sig- posibilidad de que sea conocida y seÒa-
sÛfico desde la elaboraciÛn de unas cate- nificado de verdad est· presente en el len- lar a su vez hacia dÛnde se debe orien-
gorÌas del pensamiento que nada dejan guaje, por ejemplo cuando, como anota tar el conocimiento, con el fin de que las
que desear ni en cuanto a solidez ni en el mismo Hegel, hablamos de un verda-
cuanto a amplitud o apertura; por otra dero amigo, un verdadero estado, tam-
parte, Hegel es el ˙ltimo filÛsofo uni- biÈn por supuesto un vino verdadero, no
versal en el sentido de que su obra se teje bastando obviamente el hecho de que
y construye mediante la reflexiÛn sobre algo presente la etiqueta de ser tal cosa
las m·s diferentes ·reas de conocimiento para que la sea en verdad, puesto que
e interpretaciÛn de la realidad, incluida puede serlo sÛlo en apariencia o de forma
tambiÈn la ciencia empÌrica. Esto ˙ltimo quebradiza e inconsistente. Algo distinto
no ha sido debidamente subrayado, lo es entender la verdad en el sentido que
cual es comprensible en parte por el len- ha terminado por ser predominante: como
guaje tan complicado de Hegel en este correspondencia, en mayor o menor
campo, en parte tambiÈn porque las cien- medida, de nuestras representaciones
cias empÌricas han avanzado tanto, que con la realidad o con aquello a que en
difÌcilmente parecen poder integrarse en general nos referimos. En este sentido
un lenguaje intelectual de Època muy se pueden lograr muchas ìverdadesî
distinta. Y sin embargo, como en su dÌa sobre cosas que seg˙n el primer signifi-
acentuara Heidegger, sigue siendo un cado tienen poco de verdaderas en sÌ
postulado b·sico la b˙squeda de lo que mismas. Hegel entiende que para ese
es la raÌz com˙n del pensamiento y por segundo caso no deberÌa aplicarse el tÈr-
tanto tambiÈn de las ciencias. Tal vez mino ìverdadî sino sÛlo el de rectitud o
sea Èste el motivo de fondo por el que la ajuste (Richtigkeit), aludiendo con ello
filosofÌa analÌtica ha comenzado a inte- a que nuestras representaciones se ajus-
resarse en verdad por Hegel, consciente tan a lo que las cosas nos presentan, no
de que con los recursos conceptuales forzosamente a lo que son en verdad.

94 Mente y cerebro 03/2003


ciencias no terminen por convertirse en universalidad ilimitada; pero esto tiene Muy en lÌnea con lo que es el pensa-
un instrumento para el manejo de la natu- su raÌz en que el sujeto es libre y est· por miento moderno, pero llev·ndolo m·s all·
raleza, en lugar de permitirnos aden- principio liberado de todas las contin- de lo que con frecuencia son sus modos
trarnos en su verdadero significado. gencias en las que se encuentra inmerso, habituales, afirma Hegel: ìSiendo asÌ
Esto mismo se concreta bajo el segundo hasta el punto de que la posibilidad de que con la reflexiÛn aparece la verda-
aspecto del concepto de verdad, espe- ampliar el conocimiento est· en pro- dera naturaleza de la cosa y siendo asÌ
cÌfico de la edad moderna y consisten- porciÛn directa con la afirmaciÛn, sin tambiÈn que este pensar es mi propia
te en la unidad no sÛlo de ìconcepto y restricciÛn alguna, de su personalidad actividad, resulta que aquella naturale-
de realidadî al modo platÛnico, sino de en lo que respecta a su car·cter impe- za es tanto producto de mi espÌritu
ìconcepto subjetivo y de objetividadî. netrable e indivisible. ...cuanto... de mi libertadî. Dicho de otro
Concepto subjetivo implica aquÌ las ca- Siendo esto asÌ, si la universalidad modo, si el pensar es en su raÌz y esen-
tegorÌas radicadas en la mente y elabo- est· radicada en la singularidad y al con- cia libertad, aquello que, como la cien-
radas por ella, merced a las cuales es trario, Èsta se proyecta en aquÈlla, ello cia en general, es fruto de esa libertad
posible cualquier tipo de conocimiento significa que en la objetividad que se del pensamiento, no deber· ser algo que
con pretensiÛn de universalidad; objeti- patentiza en la universalidad propia del obstruya de hecho el ejercicio de la liber-
vidad por su parte no significa simple- conocimiento ótambiÈn por supuesto del tad misma. Lo que es libre en su raÌz no
mente realidad sino realidad en tanto en que se considera o se puede considerar debe, en sus efectos, caer en contradic-
cuanto puede hacerse patente en virtud como el conocimiento m·s rigurosa- ciÛn con ese su car·cter originario. La
de las categorÌas y, mediante ellas, adqui- mente cientÌficoó el sujeto no puede ver- filosofÌa es asÌ, entre otras cosas, una
rir aceptaciÛn general, es decir, validez. se sino a sÌ mismo como objeto, a la par incitaciÛn a reflexionar sobre el sentido
Hegel est· pensando de lleno en el mundo que tiene que ver con infinidad de cosas ˙ltimo de la ciencia desde el punto de
moderno en el que objetos no son sim- como objetos que son muy ìotrosî de sÌ vista de la libertad.
plemente cosas que est·n ahÌ, sino cosas mismo. En la medida en que esto no se Esto se pone de manifiesto m·s con-
tal como las podemos concebir en razÛn cumple, el hombre podr· lograr muchos, cretamente en relaciÛn con el concepto
de nuestras categorÌas. extraordinarios Èxitos en el campo del de naturaleza bajo dos aspectos que est·n
De ahÌ que sea coherente la afirma- conocimiento y no pasar de ser un ani- hoy en primer plano. En primer lugar,
ciÛn de que la idea bajo este segundo mal depredador, que somete y manipula Hegel suscribe la idea, entonces defen-
aspecto presenta una doble vertiente: la las cosas sin que tenga que ser siquiera dida tambiÈn por otros pensadores, de
del concepto, en cuanto que Èste se ha consciente de las condiciones y del sen- que ìel universo es un todo organizadoî,
liberado de lo simplemente inmediato y tido de su propia actividad, por no hablar lo cual se muestra como v·lido hoy a la
se ha perfilado como estructura de la de los desastres que puede ocasionar. vista de cÛmo reacciona la naturaleza
subjetividad, diferente de la objetividad; En la medida en que podemos hablar cuando se interviene en centros espe-
y la de la propia objetividad, que a la vez de filosofÌa de la ciencia en Hegel, habr· cialmente sensibles de la misma. Y en
que diferente del concepto, se muestra que decir que la hace en un sentido muy relaciÛn con esto, encontramos igual-
como determinada por Èl. Y es en rela- diferente del que hoy es frecuente, pero mente la afirmaciÛn de que, con pala-
ciÛn a ese mundo moderno, construido no en contra de las que, cada vez con m·s bras de Goethe, no hay en la naturaleza
sobre el vigor y la eficacia del concepto, insistencia, son exigencias planteadas ìni n˙cleo ni c·scaraî, no existe lo interno
donde se nos dice que ello tiene lugar desde la misma ciencia. A esto vamos a frente a lo externo, sino que todo es igual-
ìen razÛn de la libertadî (um der Freiheit aludir brevemente. mente interno. Todo se encuentra en todo,
willen). Aunque la actividad cientÌfica En primer lugar, lo que hemos visto al igual que el pensamiento, en la medida
no estÈ centrada en la vida o en el mismo hasta ahora no debe inducir a pensar que en que es autÈntico, es transparente a sÌ
sujeto que conoce, no deja de ser propia la filosofÌa act˙a ante la ciencia como mismo, en cada una de sus actividades,
del sujeto y, en cuanto tal, sÛlo tiene sen- espectadora que en nada es influida por y por tanto libre. Y por eso el sentido de
tido y justificaciÛn con vistas a la liber- la ciencia y a la que adem·s se permite, lo que hace y en lo que se proyecta no
tad y en razÛn de la misma. llegado el caso, corregir y hasta modi- puede ser sino la libertad.
Es, en esta misma lÌnea, significativo ficar. Al contrario, la filosofÌa es esti- Tanto la filosofÌa como la ciencia son
que Hegel caracterice, no ya la idea en mulada por la existencia de la ciencia a una actividad que se expresa en y
general, sino la idea absoluta, que reca- desarrollarse a sÌ misma, hasta el punto mediante palabras o signos, pero si se
pitula y consuma en sÌ el conjunto de las de que, si no hubiera desarrollo cientÌ- reflexiona sobre este hecho, es decir, si
categorÌas, como ìconcepto subjetivo fico o si, habiÈndolo, la filosofÌa se de- se piensa sobre lo que es la actividad del
libre, que es para sÌ y por ello posee la sentendiera de Èl, ella misma quedarÌa pensar mismo, se ver· que, al fondo, hay
personalidadî, es decir, ìes, en cuanto estancada. Lo que aporta la filosofÌa, y sÛlo ìla palabra originaria, que es una
persona, subjetividad impenetrable e en ning˙n caso puede hacer ning˙n otro exteriorizaciÛn, pero una exterioriza-
indivisibleî; pero ese concepto subje- tipo de conocimiento, es poner de mani- ciÛn tal que, en cuanto algo exterior, de-
tivo, simult·neamente, no es una ìsin- fiesto la raÌz de la ciencia, en cuanto que saparece al mismo tiempo que existeî,
gularidad excluyente, sino universali- proporciona a sus contenidos el elemento de modo que lo que en verdad queda es
dad para sÌ y acciÛn de conocer, y en lo a priori, que Hegel llama tambiÈn ìla la presencia del pensamiento a sÌ mismo
que es su otro tiene su propia objetivi- forma m·s esencial de la libertadî. Es y con ello la libertad.
dad por objetoî. Con esto expresa Hegel decir, la filosofÌa, a la vez y en cuanto
lo que se podrÌa considerar como el ideal que es filosofÌa, ilumina a la ciencia en
y el sentido del mundo moderno y de la lo que est· siendo el quehacer de Èsta,
ciencia que en Èl se desarrolla. Por una de forma que los hechos cientÌficos se MARIANO ALVAREZ GOMEZ. Catedrático
parte el hombre en cuanto sujeto dotado convierten ìen exposiciÛn y trasunto de de Filosofía y Presidente de la Sociedad
de conceptos se despliega, merced a la la actividad original y perfectamente Española de Estudios sobre Hegel. Universidad
acciÛn de conocer, en el campo de una autÛnoma del pensamientoî. de Salamanca.

Mente y cerebro 03/2003 95


PUNTO DE MIRA
Psicoterapia en la red
¿Puede sustituir la pantalla del ordenador al diván? Mientras llega la reglamentación jurídica,
un grupo de investigadores de Amsterdam defienden la posibilidad de curar
las alteraciones psíquicas a través de la Red

Hermann Englert estos programas, primero en inglÈs y Muchas personas confiarÌan antes sus

øP
despuÈs en alem·n. sentimientos y pensamientos m·s Ìnti-
odrÌa funcionar realmente? Los principales argumentos a favor mos a la pantalla de un ordenador que
øBastarÌa con redactar diez de la alternativa inform·tica al div·n directamente a otras personas.
textos óbajo la direcciÛn de freudiano son la eficacia y la rapidez de El tratamiento se basa en un modelo
un terapeuta a quien no se veó para su- Interapy. ìAlrededor de dos tercios de de tres fases: confrontaciÛn, evaluaciÛn
perar un trauma psicolÛgico? ìSÌî, res- los pacientes con traumas tratados a tra- cognitiva y alejamiento del trauma. En
ponde Alfred Lange, director del depar- vÈs de Internet han experimentado una la primera fase, el paciente describe de la
tamento de psicologÌa clÌnica de la mejorÌa sintom·tica claraî, indica el manera m·s pl·stica posible el aconte-
Universidad de Amsterdam. Lange tra- investigador. En comparaciÛn, la tasa de cimiento traum·tico, adem·s de sus pen-
baja en el desarrollo de mÈtodos de psi- respuesta a los mÈtodos de psicoterapia samientos y temores, utilizando siempre
coterapia que se basan en la elaboraciÛn tradicional oscila, en el mejor de los el presente y la primera persona. El obje-
de textos y que, por tanto, permiten tra- casos, entre el 40 y el 50 %. Adem·s, en tivo de esta primera fase óque, en deter-
tar a los pacientes a travÈs de Internet. muchos casos, se precisan m·s de las minadas circunstancias, resulta muy dolo-
Su planteamiento va m·s all· del mero diez sesiones que requiere Interapy. rosaó consiste en acostumbrarse a los
intercambio de mensajes de correo elec- En opiniÛn de Lange, el ordenador no estÌmulos desencadenantes del miedo.
trÛnico: ìLos participantes escriben en es el ˙nico determinante del Èxito de la Seg˙n la teorÌa de la confrontaciÛn, los
una p·gina web propia y reciben la res- terapia: ìInterapy se basa en los datos pacientes superan asÌ sus temores.
puesta de su terapeuta en esa misma recabados de numerosos estudios de vÌc- En la segunda fase se adquiere una
p·gina. De este modo, el tratamiento timas de traumas, que recibieron terapia nueva perspectiva del trauma. Por ejem-
sigue un patrÛn rigurosoî, explica. en sesiones individualesî. No obstante, plo, las vÌctimas de una agresiÛn, que se
Interapy es un proyecto concebido la terapia internÈtica constituye una alter- culpan a menudo de lo que les ha suce-
para las personas con trastornos por estrÈs nativa interesante para muchos casos: dido, admiten en esta fase que se com-
postraum·tico. Hasta la fecha, el grupo personas que viajan a menudo, que viven portaron correctamente e incluso con
de Lange ha atendido a casi 300 perso- lejos del terapeuta o que no se atreven a valentÌa. En la ˙ltima etapa, las vÌctimas
nas con este problema a travÈs de Internet. entrar en la consulta de psicÛlogo. de un trauma deben escribir una carta sim-
Hace algunos meses se puso en marcha bÛlica en la que resuman con rigor sus
una segunda opciÛn: terapia para el sÌn- experiencias, confirmen su nueva acti-
drome del agotamiento profesional. Por tud y seÒalen sus propÛsitos para el futuro.
desgracia, Interapy tan sÛlo se aplica en Los terapeutas de Interapy ópsicÛ-
holandÈs, si bien se ha acordado la coo- logos clÌnicos especializados en la tera-
peraciÛn con distintas universidades pia conductualó basan todo su trabajo
extranjeras, que ayudar·n a desarrollar en la informaciÛn contenida en los tex-
tos. AsÌ, buscan en estos textos expre-
siones sobre la confrontaciÛn emocio-
nal de la persona con la experiencia
traum·tica, por ejemplo, una descrip-
ciÛn de los sentimientos y los pensa-
mientos surgidos en el momento del
trauma. Otro indicio es la descripciÛn de
percepciones sensoriales concretas, ya
sean olores o reacciones cut·neas. Si el
participante utiliza a menudo los pro-
nombres personales ìyoî o ìnosotrosî
en la carta de despedida ritual, con toda
probabilidad se habr· beneficiado de la
terapia. En la segunda y en la tercera
fase los psicÛlogos ven en los textos refe-
ridos al futuro, m·s que en las rememo-
raciones constantes del pasado, un indi-
cio de que el paciente ha superado su
trauma.

96 Mente y Cerebro 03/2003

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