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Castigo del primer pecado

Luego que Adán y Eva pecaron, comenzaron a sentir remordimientos y a tener vergüenza, tanto que aun
el más leve movimiento de las hojas los llenaba de espanto.
Y al oír la voz y los pasos del Señor, que venían hacia ellos, temieron y se escondieron entre los árboles.
Mas el Señor llamó a Adán, y éste respondió: "Tuve temor de tu presencia y me escondí."
"¿Y por qué tienes temor," prosiguió el Señor, "sino porque has comido el fruto que yo te mandé que no
comieses?"
Adán respondió: "La mujer que me diste por compañera me dio el fruto para que comiese."
Y dijo el Señor a la mujer: "¿Por qué has hecho esto." Ella respondió: "La serpiente me engañó."
Entonces dijo el Señor a la serpiente: "Por cuanto de ti proviene el mal, serás maldita entre todos los
animales de la tierra; sobre tu pecho andarás y comerás tierra todos los días de tu vida. Pondré
enemistad entre ti y la mujer, entre tu linaje y el suyo. él te aplastará la cabeza mientras tú asechas su
talón."
Según la tradición, la mujer de quien hablaba Dios presagiaba a María, de la cual debía nacer un día el
Redentor.
Después, volviéndose a Eva, le dijo: "Multiplicaré sobre ti los dolores y las miserias, y estarás bajo la
potestad de tu marido."
Y dijo a Adán: "Maldita sea la tierra por tu causa; sudarás trabajando para sustentarte, hasta que la
muerte reduzca a polvo tu cuerpo; porque polvo eres y en polvo te convertirás."
Después Dios echó a Adán y a Eva del Paraíso, y puso de guardia a su entrada un ángel, con una espada
que arrojaba llamas.
Esta primera culpa del hombre pasó a todos los descendientes de Adán, y se llama "pecado original." por
eso todos nacemos sin la gracia de Dios, sujetos a la muerte y a todas las miserias del alma y del cuerpo.

RESPONDER:

1.-Luego que Adán y Eva pecaron, ¿qué comenzaron a sentir?


2.-¿Qué hicieron al oír la voz y los pasos del Señor?
3.-¿Cómo prosiguió el Señor?
4.-¿Qué respondió?
5.-¿Qué dijo el Señor a la mujer?
6.-Ella, ¿qué respondió?
7.- ¿Qué dijo el Señor a la serpiente?
8.-¿Y quién era la mujer de la que hablaba Dios?
9.-Volviéndose Dios a Eva, ¿qué le dijo?
10.- ¿Y qué dijo a Adán?
11.-¿Qué hizo Dios a Adán y a Eva?
12.- ¿Cuál consecuencia tuvo esta primera culpa del hombre?
Caín y Abel
Adán tuvo dos hijos, Caín y Abel: éste fue pastor y aquél labrador.
Uno y otro ofrecían dones al Señor; Caín de los frutos de la tierra, y Abel de lo mejor de su ganado. Mas
el Señor aceptaba las ofrendas de Abel, inocente y bueno, pero no las de Caín, porque era malo.
Por esto se llenó Caín de enojo y envidia contra su hermano, y en su amargura ni levantaba los ojos al
cielo.
Dijo el Señor a Caín: "¿Por qué envidias a tu hermano? ¿No está en tu mano el hacer el bien o el mal?"
Pero Caín era sordo a la voz de Dios y tramaba en su mente feroces designios.
Un día convidó a Abel a un paseo por el campo y cuando estuvieron solos lo acometió y lo mató.
Después de tan horrible delito, Dios llamó a Caín y le dijo: "¿Dónde está tu hermano?"
Y Caín contestó con altivez: "No, lo sé. ¿Soy yo, acaso, el guardián de mi hermano?"
Mas Dios le dijo: "La sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra; tú serás maldito: la tierra que
labrares no te dará fruto; andarás por ella errante y vagabundo." Caín, entonces, desesperado, huyó de
sus parientes, y fue infeliz toda su vida.

RESPONDER:
1.- ¿Cuántos hijos tuvo Adán?
2.-Caín y Abel, ¿qué ofrecían al Señor?
3.- ¿Qué dijo el Señor a Caín?
4.- Pero Caín, ¿escuchaba la voz de Dios?
5.- ¿A qué convidó un día Caín a Abel?
6.-¿Qué dijo Dios a Caín, después de tan horrible delito?
7.- ¿Qué contestó Caín a Dios? ¿Qué le dijo Dios a Caín?
8.- ¿Qué efecto tuvo esta maldición ?
Diluvio Universal
Ya habían transcurrido, desde la creación de Adán, muchísimos siglos, cuando, habiéndose aumentado
Extraordinariamente los hombres sobre la tierra, se habían también multiplicado los vicios.
Entonces Dios dijo a Noé que Él había decidido exterminar al hombre, y también a los animales. Le
mandó que construyera un arca en forma de nave, y que entraran en ella, él con su mujer, sus tres hijos
y sus mujeres, y asimismo hiciera entrar toda especie de animales.
Noé cumplió fielmente cuanto el Señor le había mandado. Se abrieron entonces las cataratas del cielo;
se desbordaron las aguas del mar y de las fuentes, y una lluvia espantosa cayó sob re la tierra, durante
cuarenta días y cuarenta noches.
Las aguas cubrieron toda la tierra, subiendo hasta quince codos por sobre la cima de los montes más
elevados. Todas las cosas quedaron sumergidas por el diluvio. Sola, en medio de este total exterminio, el
arca de Noé, protegida por Dios, flotaba segura sobre las aguas.
Cesó finalmente la lluvia: las aguas, sin embargo, permanecieron todavía ciento cincuenta días a la
misma altura. Dios entonces hizo soplar un viento muy recio. Poco a poco las aguas disminuyeron, y el
arca se detuvo sobre una montaña.
Queriendo entonces saber Noé si estaba seca la tierra, abrió la ventana del arca y echó a volar un
cuervo; pero este salía y retornaba.
Siete días después despachó una paloma que, no encontrando dónde posarse, volvió al arca; pero,
mandada por segunda vez, volvió por la tarde trayendo en el pico un ramo de olivo, por lo que conoció
Noé que las aguas se habían retirado de la tierra.
Entonces por orden de Dios salió Noé del arca con su familia y con todos los animales, y levantando un
altar al Señor, le ofreció en acción de gracias un sacrificio.
Agradó al Señor este sacrificio: le prometió que jamás volvería a mandar otro diluvio, e hizo aparecer el
arco iris en señal de la alianza, que había contraído con los hombres.
La tradición cristiana ve en Noé una figura de Cristo. Noé salvó el linaje humano mediante el leño del
arca; Cristo lo salvó por el leño de la cruz.
El arca es figura de la Iglesia, que es necesaria para la salvación del género humano. Las aguas del diluvio
simbolizan el agua bautismal que da vida a los fieles y destruye el pecado.

RESPONDER:
1.- ¿Cuánto tiempo había transcurrido desde la creación hasta la época del diluvio, y cómo se hallaba la tierra?
2.- ¿Qué dijo entonces Dios a Noé?
3.- ¿Cómo cumplió Noé lo que el Señor le había mandado y qué aconteció entonces?
4.- ¿Cómo se extendieron las aguas y cómo quedó el arca de Noé?
5.-Al cesar finalmente esa lluvia, ¿cómo hizo Dios bajar las aguas?
6.- ¿Qué hizo Noé entonces para saber si estaba descubierta la tierra?
7.-Y siete días después, ¿qué animal despachó?
8.- ¿Qué hizo Noé entonces por orden de Dios?
9.- ¿Agradó a Dios este sacrificio?
10.- ¿Qué prometió?
11.- ¿A quién representa Noé?
12.- ¿De quién es figura el arca?
13.- ¿Qué simbolizan las aguas?
La Torre de Babel
Muchas generaciones después de Noé, cuando toda la tierra tenía el mismo idioma, la
gente viajo a una llanura en el Medio Este y se establecieron allí. Entonces ellos dijeron
entre ellos, "construyamos una ciudad y una torre, y hagamos un nombre para nosotros,
para no dispersarnos en toda la tierra."
Esta decisión era en contra de la orden de Dios de salir y llenar la tierra. También, la torre
que ellos planearon construir se diseñó para adorar el sol, la luna y las estrellas. La
humanidad había escogido adorar a las creaciones de Dios en lugar del Señor. El Señor
vio la ciudad y torre que estas personas estaban construyendo.
Y Él dijo, "Miren, las personas se están organizando como un grupo porque ellos hablan
el mismo idioma. Nada les impedirá hacer lo que se imaginen. Bajemos y confundamos
su idioma, para que ellos no se puedan entender." Y el Señor confundió su idioma, y
detuvo la construcción de la ciudad.
El nombre de esa ciudad se volvió "Babel" que significa confusión; porque allí el Señor
multiplicó el idioma, y causo que la humanidad se dispersara.

Conceptos Claves:

 Toda la tierra tenía una sola lengua.


 Todos Vivian en un lugar llamado Sinar.
 Allí aprendieron a construir con ladrillos en vez de piedra.
 Se sintieron grandes y muy importantes al saber cómo construir con ladrillos
 Se pusieron muy orgullosos y decidieron construir una ciudad grande y una torre
grande que iba a llegar al cielo (es decir a donde Dios)
 Dios se enojó con los humanos porque Él siempre sabe lo que hay en el corazón.
 Decidió confundir las lenguas de las personas para hacer imposibles sus planes de
construir una torre tan alta.
 Cuando la gente no pudo comunicarse, decidieron irse de tal lugar y unirse en grupos
pequeños que se comunicaban entre sí.
 Nunca lograron sus planes de llegar al cielo. Pero los planes de Dios se llegaron a
ser como El planeo, porque no solo una parte sino toda la tierra se llenó de gente .
LA TORRE DE BABEL
Los Hijos de Noé
Los tres hijos de Noé, Sem, Cam y Jafet, con sus descendientes, repoblaron poco a poco la
tierra. Noé entre tanto atendía a la agricultura.
El fue el primero que cultivó la vid; y habiendo sacado vino de la uva madura, bebió de él sin
conocer sus efectos y se embriagó.
Habiéndose dormido Noé en su tienda, descubierto el cuerpo, le vio en tal estado Cam, y
riendo fue a decirlo a sus hermanos. Pero éstos, avergonzados de tan mal proceder y llenos
de respeto por su padre, lo cubrieron con una capa.
Cuando Noé volvió en sí, sabedor de lo acaecido, maldijo a Canaán, hijo de Cam, y predijo
que su descendencia estaría sujeta a la de Sem y Jafet, a quienes bendijo.
Pronto los hombres se alejaron nuevamente de Dios; desarrollaron la civilización y se llena-
ron de soberbia. A la ruptura con Dios siguen siempre la Incomprensión y la discordia entre
los hombres.
Esto nos enseña el episodio de la torre de Babel, donde los hombres para inmortalizarse
quisieron, inútilmente, edificar una torre de tal altura que con su cúspide tocara el cielo.
RESPONDER:

1.- Los tres hijos de Noé, ¿qué hicieron?


2.- ¿Quién cultivó primero la vid y qué aconteció con esto?
3.-Habiéndose dormido Noé en su tienda, ¿cómo se portaron Cam y sus hermanos con su
padre?
4.- Cuando Noé volvió en sí, ¿qué hizo?
5.- ¿Por qué falta unión entre los hombres?
6.- ¿Qué hecho de la Sagrada Escritura nos lo enseña?
El llamado de Abraham
Con el transcurso del tiempo se había ido perdiendo la memoria del diluvio. los hombres se
olvidaron también de Dios; adoraron el sol, la luna y demás criaturas, y se contaminaron con
todo género de iniquidades.

El Señor entonces, queriendo formarse una familia y un pueblo escogido, mandó a un


hombre de Caldea, llamado Abrahán, que saliera de su país, que abandonara su parentela y
la casa de su padre, para ir a la tierra de Canaán.

Abraham partió con Sara, su mujer, y Lot, su sobrino. Pasado algún tiempo, el Señor se le
apareció y lo bendijo; después lo constituyó dueño de todo aquel país, prometiéndole que
sus descendientes se multiplicarían como el polvo de la tierra y que de entre ellos saldría el
Salvador, por el cual quedarían bendecidas todas las naciones.

Abraham se conservó fiel en el servicio de Dios, amó la paz y dio de ello una hermosa prueba
cuando, por una contienda entre sus pastores y los de Lot, se separó del sobrino, cediéndole
la mejor parte del país. Siempre se mostró afable y hospitalario con los forasteros. Ya era
anciano, como también su mujer, y no tenían hijos. El Señor los visitó misteriosamente y,
conforme a sus promesas, dijo a Abrahán: "Sara, tu mujer, te dará un hijo, y le llamarás
Isaac." Sara quedó embarazada a pesar de sus muchos años, por el poder de Dios, que es fiel.
Nació a su tiempo el niño prometido y llenó de júbilo el corazón de sus ancianos padres.En
este mismo tiempo en el país que habitaba Abrahán, tuvo lugar un acontecimiento
extraordinario: fue la destrucción de Sodoma y Gomorra, y otras ciudades, que Dios castigó
por su maldad. Pero este acontecimiento fue también motivo para la misericordia del Señor,
quien, por la intercesión de Abrahán, salvó la vida de Lot, su sobrino, que vivía en Sodoma y
era hombre justo.

RESPONDER:

1.-¿Qué hicieron los hombres cuando se había ido perdiendo la memoria del diluvio?
2.-Entonces el Señor, ¿qué mandó a Abrahán?
3.- ¿Con quiénes partió Abrahán, y pasado algún tiempo, el Señor qué hizo para con él?
4.-Después de esto, ¿se conservó Abrahán fiel en el servicio de Dios?
5.-¿Qué dijo Dios a Abrahán cuando era ya anciano?
6.- ¿Nació después el niño prometido?
7.-¿Qué acontecimiento extraordinario tuvo lugar en este mismo tiempo?
8.- ¿Cómo manifestó el Señor su misericordia?
Sacrificio de Isaac
El señor, para probar la fe y la obediencia de Abrahán, le dijo un día: "Abrahán, toma a tu
hijo único y sacrifícamelo en holocausto sobre el monte que yo te indicaré."

Abrahán se levantó e hizo levantar también a Isaac: cargó sobre él la leña para el sacrificio y
se puso en camino con su hijo.

Mientras se dirigían hacia el monte, Isaac dijo a su padre: "Padre mío, tenemos el fuego y la
leña; ¿pero dónde está la víctima para el holocausto?"

Abrahán contestó: "Hijo mío, Dios lo proveerá." y continuaron su marcha.

Cuando llegaron al lugar designado, Abrahán levantó un altar y lo cargó con leña; ató a Isaac,
lo puso sobre el altar y tomó el cuchillo.

Alzada la mano, iba ya a matarlo, cuando un ángel clamó del cielo: "Abraham, Abraham, no
pongas las manos en la persona de tu hijo; ya he conocido tu fe."

Abrahán se detuvo, alzó los ojos y después viendo a sus espaldas un carnero trabado de las
astas en una zarza, lo tomó y ofreció en holocausto, en lugar de su hijo.

En el gesto desprendido de Abraham, que no dudó en entregar a su hijo, y en la docilidad de


Isaac, vemos una figura del sacrificio de Cristo.

Dios amó mucho a Abrahán y nosotros, reconociendo en él al primer depositario de las


promesas divinas, lo llamamos "nuestro padre en la fe."

RESPONDER:

1.-¿Qué hizo el Señor para probar la fe y la obediencia de Abrahán?


2.- Y Abrahán, ¿qué hizo después de esta orden?
3.-¿Qué decía Isaac a Abraham cuando se dirigían hacia el monte?
4.- ¿Qué contestó Abrahán?
5.-¿Qué hizo Abraham luego que llegaron al lugar destinado?
6.- ¿Qué aconteció cuando Abrahán, alzada la mano, iba a matarlo?
7.-Abrahán, después que se detuvo y levantó los ojos, ¿qué hizo?
8.-¿De qué es figura este sacrificio?
9.- ¿Cómo llamamos a Abrahán?
Esaú y Jacob
Isaac tuvo de Rebeca dos hijos: Esaú y Jacob. el primero tenía el cuerpo cubierto de vello como la piel de
un animal y fue un valiente cazador; el segundo, de índole suave y de costumbres sencillas, fue pastor.
Un día Jacob preparó una sopa de lentejas; Esaú llego fatigado del campo y dijo a aquél: "Hermano,
dame esa sopa que has cocido, porque estoy muy cansado." Jacob le respondió: "Te la daré si me vendes
los derechos de primogenitura."
Esaú, rendido de hambre, vendió por un plato de lentejas el derecho que los primogénitos tenían a la
herencia y a las bendiciones del padre.
Jacob, valiéndose de este derecho, se presentó a Isaac, fingiendo ser el hijo primogénito, y alcanzó su
última bendición.
Por lo cual Esaú se encendió de ira y amenazó de muerte al hermano.
Entonces Rebeca, temiendo por la vida de su amado Jacob, le dijo: "Huye, huye, hijo mío; refúgiate en
casa de Labán, tu tío, y permanece con él, hasta que se aplaque el furor de tu hermano." Jacob,
despidiéndose de sus padres, se fue para la Mesopotamia.
Una noche, mientras viajaba, cansado del camino, se echó a dormir al raso, recostando la cabeza sobre
una piedra. Jacob vio en sueños una escala fija en la tierra, cuya parte superior tocaba el cielo; por la
escala los ángeles del Señor subían y bajaban. Sobre ella estaba Dios.
Y oyó una voz que le dijo: "Yo soy el Señor Dios de tus padres, a ti y a tu posteridad daré la tierra en que
duermes. En ti serán bendecidas todas las naciones. Yo seré tu amparo, dondequiera que fueres."
Al despertar Jacob exclamó lleno de espanto: "¡El Señor habita en este lugar y yo lo ignoraba!"
Jacob, levantándose al amanecer, tomó la piedra que se había puesto por cabecera, la erigió como un
monumento y derramó aceite sobre ella, para indicar con esto que debía ser consagrada al Señor.

RESPONDER

1.-¿Qué hijos tuvo lsaac de Rebeca?


2.-Habiendo un día preparado Jacob una sopa, ¿qué propuesta le hizo a Esaú?
3.-¿Qué hizo Esaú, rendido de hambre?
4.- Y Jacob, obtenido lo pedido, ¿qué hizo?
5.-¿Qué hizo por esto Esaú?
6.- ¿Qué dijo entonces Rebeca?
7.-¿Qué le aconteció a Jacob una noche, mientras viajaba, cansado del camino?
8.-¿Qué voz oyó entonces?
9.-Cuando Jacob se despertó, ¿qué dijo?
10.- ¿Qué hizo Jacob con aquella piedra, levantándose al amanecer?
Jacob en Mesopotamia
Llegado Jacob a la Mesopotamia, fue recibido cariñosamente por su tío Labán, quien le
confió el cuidado de numerosos rebaños; Jacob los hizo crecer y prosperar.

Pero, aunque Jacob servía a Labán con celo y fidelidad, tuvo mucho que sufrir por culpa de su
avaro tío, pues se vio obligado a permanecer a su servicio catorce años, para obtener por
esposa a Raquel, hija menor de Labán, a quien el amaba mucho.

Pasados estos siete años, Labán, engañando a Jacob, le dio a Lía, su otra hija, por ser de
mayor edad. El joven tuvo que quedarse entonces sirviendo otros siete años para obtener a
Raquel, y después otros seis, antes de volver a la casa paterna.

Habiendo dicho el Señor a Jacob que volviera a su patria, éste salió de la Mesopotamia y se
fue a la tierra de Canaán con su familia y con numerosos ganados.

Cierta noche, Jacob sostuvo una misteriosa lucha cuerpo a cuerpo, sin que el desconocido
oponente lograra doblegarlo. El ser maravilloso, ante tamaña resistencia, hirió a Jacob en la
pantorrilla, pero ni aun así logró zafarse de él. Jacob pidió entonces su bendición, a lo cual el
contrincante replicó cambiándole su nombre por el de "Israel," que quiere decir "has sido
fuerte frente a Dios." Allí mismo lo bendijo.

Entre tanto, Jacob, para calmar el ánimo airado del hermano, de quien aún temía, le envió
mensajeros con riquísimos presentes. Esaú le salió al paso y Jacob al verlo, se le acercó
inclinándose hasta el suelo. Aplacado con esto Esau, corrió al encuentro del hermano, lo
estrechó entre sus brazos, lo besó y, llorando de ternura, le aseguró que nunca intentaría
hacerle mal alguno.

Entonces Jacob entró en su patria, lleno de riquezas y bendiciones. Pudo abrazar a su anciano
padre, pero no a la madre, que ya había muerto. y toda aquella familia vivió tranquila y
unida, hasta la muerte del patriarca Isaac, que alcanzó a los ciento ochenta años.

RESPONDER

1.-¿Cómo fue recibido llegado Jacob a la Mesopotamia?


2.- Pero Jacob, ¿tuvo algo que sufrir?
3.-Pasados estos siete años, ¿cómo lo engañó Labán?
4.-Habiendo dicho el Señor a Jacob que volviera a su patria, ¿qué hizo éste?
5.- ¿Cómo obtuvo Jacob su otro nombre de Israel?
6.- ¿Qué hizo para calmar el ánimo airado de su hermano?
7.- ¿Cómo le salió al paso Esaú?
8.- ¿Qué hizo luego Jacob?
Los hijos de Jacob
Jacob tuvo doce hijos, entre los cuales uno llamado José. Su padre lo quería más que a los
otros y le había dado una túnica de diferentes colores. Por esto, sus hermanos tenían envidia
y lo odiaban. El odio creció después que les hubo contado sus siguientes sueños.

Dijo José a sus hermanos: "Estábamos juntos en el campo atando haces, cuando he aquí que
mi haz se levanta y permanece derecho, y los vuestros, estando alrededor, se inclinan."

Respondieron los hermanos: "¿Qué significa ese sueño? ¿Serás por ventura nuestro rey?
¿0 estaremos sujetos a tu dominio?"

Tuvo José después otro sueño que contó al padre y a los hermanos, diciéndoles cómo había
visto el sol, la luna y once estrellas que le adoraban.

El padre le dijo: "¿Qué quiere decir esto? ¿Acaso yo, tu madre y tus hermanos deberemos
adorarte?"

Sus hermanos le tenían envidia; pero si bien el padre reflexionaba sobre todas estas cosas,
no decía nada.

RESPONDER

1.- ¿Cuántos hijos tuvo Jacob?


2.- ¿A quién de sus hijos quería más?
3.- ¿Qué dijo José a sus hermanos cuando les contó el primer sueño?
4.- ¿Qué respondieron los hermanos?
5.- ¿Tuvo después otro sueño?
6.- ¿Qué dijo entonces el padre?
7.- ¿Cómo lo miraban sus hermanos?
José Vendido por Sus Hermanos
Jacob mandó un día a José al campo, donde sus hermanos apacentaban los ganados, para
que le trajese noticias de lo que pasaba entre ellos.

Apenas lo percibieron a lo lejos, dijeron: "Ahí viene el soñador; matémoslo y echémoslo en


una cisterna. Diremos después que una fiera lo devoró, y entonces se verá de qué le
aprovechan los sueños.

Pero Rubén, que era el primogénito, tratando de disuadir a sus hermanos de tan atroz delito,
les dijo: "No le quitéis la vida, ni manchéis vuestras manos en su sangre; echadlo en una
cisterna."

Le arrojaron, entonces, a una cisterna. Pero, pasando por allí unos mercaderes, que iban a
Egipto, concertaron con ellos su venta y, sacando a José de la cisterna, lo entregaron por
veinte monedas de plata.

Los crueles hermanos añadieron a este, otro delito. Para engañar al padre, empaparon la
túnica de José en la sangre de un cabrito y se la mandaron, diciendo que una fiera lo había
devorado.

El pobre Jacob, ante semejante noticia, prorrumpió en llanto, y durante muchos días, estuvo
llamando por su nombre al hijo desaparecido.

RESPONDER

1.- ¿Dónde mandó Jacob un día a José?


2.- ¿Qué dijeron sus hermanos apenas lo percibieron?
3.- ¿Qué les dijo Rubén?
4.- ¿Dónde lo arrojaron, entonces?
5.- ¿Qué le hicieron los crueles hermanos?
6.- ¿Qué hizo el pobre Jacob ante semejante noticia?
José en la Prisión
José fue vendido por los mercaderes a un rico egipcio, llamado Potifar, el cual, habiendo
conocido sus virtudes, le confió el gobierno de su casa y de todas sus cosas.

Poco tiempo desempeñó José este cargo, pues, acusado falsamente de un delito, fue
encerrado en una lóbrega cárcel.

Se encontraban en la misma cárcel dos ministros del Faraón, el gran copero y el panadero
mayor. Ambos tuvieron un sueño que nadie supo interpretar.

El primero había visto en sueños una vid con tres sarmientos, que producían uva; él,
teniendo en su mano la copa del Faraón, tomaba de esa uva, la exprimía dentro de la copa y
se la servía al soberano.

José interpretó el sueño, diciéndole que, al cabo de tres días, debía ser restituido a su
antiguo grado. el joven le rogó que se acordara entonces de él.

El panadero había soñado que tenía tres canastillos llenos de pasteles sobre su cabeza y que
las aves venían a comer de ellos. José predijo a éste que dentro de tres días debía ser
ajusticiado.

Los sueños probaron ser premonitorios y la interpretación justa, pero el copero, vuelto a su
prosperidad, se olvidó de José, del cual había recibido señalados servicios.

RESPONDER

1.- ¿A quién fue vendido José por los mercaderes?


2.- ¿Desempeñó José este cargo por mucho tiempo?
3.- ¿Quiénes estaban con él en la misma cárcel?
4.- ¿Qué había soñado el copero y qué le declaró José?
5.- ¿Qué había soñado el panadero y qué le predijo José?
6.-¿Se realizaron los sueños?
Exaltación de José
Dos años después, el Faraón tuvo dos sueños, que ninguno de los adivinos de Egipto supo
interpretar.

En el primer sueño, le parecía ver salir del Nilo siete vacas hermosas y gordas, que se ponían
a pacer lejos del río, en 1ugares pantanosos, y otras siete demacradas, que pastaban sobre
1a ribera misma del río. Estas, acometiendo a las primeras, las devoraron, quedando como
antes hambrientas y flacas.

En el segundo sueño, vio que de un tallo de trigo nacían siete espigas llenas y muy hermosas;
pero luego de éstas, brotaban otras siete delgadas y áridas, que en un momento devoraron a
las primeras. Entonces el gran copero se acordó de José, habló de él al rey y éste te hizo venir
a su presencia.

José, informado de los sueños, predijo que tendría Egipto siete años de mucha abundancia, y
después otros siete de miseria.

Aconsejó al rey que confiara el gobierno de Egipto a un hombre sabio e industrioso, que, en
los años de abundancia, recogiese en graneros parte de las cosechas y las reservara para la
próxima época de carestía.

Pareció bien el consejo al Faraón y, pensando que nadie podía desempeñar mejor aquel
oficio que el mismo José, lo exaltó y constituyó gobernador de todo el Egipto.

RESPONDER

1.- ¿Qué aconteció al Faraón dos años después?


2.- ¿Qué le parecía ver en el primer sueño?
3.- ¿Qué vio en el segundo sueño?
4.- ¿Qué predijo José, cuando fue informado de los sueños?
5.- ¿Y qué aconsejó al rey?
6.- ¿Le pareció bien ese consejo al Faraón?
Los Hermanos de José
Llegaron los años de carestía y se padecía mucha hambre en la tierra de Canaán; por lo que
Jacob mandó a sus hijos a Egipto para comprar trigo.

José los conoció en cuanto llegaron, pero no quiso darse a conocer a sus hermanos.

Al principio fingió tomarlos por espías, pero, como le dijeran que ellos eran. doce hermanos,
que el menor, llamado Benjamín, había quedado en casa con su padre, y que el otro ya no
vivía, José les dijo: "Si es verdad que sois hombres de paz, que uno de vosotros se quede
como rehén; vayan los demás y lleven el trigo comprado: pero al volver traedme a vuestro
hermano menor."

Salidos de Egipto y llegados a su casa con los jumentos cargados de trigo, contaron a Jacob lo
acaecido. Al descargar y abrir las bolsas, quedaron admirados de hallar en la bolsa de cada
uno el dinero que habían dado en pago.

Jacob, entre tanto, no se decidía a apartarse de su amado Benjamín, temiendo que le


sucediese alguna desgracia como a José, pero al fin cedió a los ruegos de sus hijos.

RESPONDER

1.- ¿Qué sucedió en esos años de la carestía?


2.- ¿Reconoció José a sus hermanos?
3.- ¿Qué fingió José al principio y qué exigió finalmente?
4.- ¿Qué hicieron los hermanos de José Salidos de Egipto y llegados a su casa?
5.- ¿Jacob se decidía a apartarse de Benjamín?
José reconocido por sus hermanos
Habiendo vuelto a Egipto los hijos de Jacob con Benjamín, se presentaron a José, quien se
conmovió a la vista del más pequeño de sus hermanos, y recibió a todos con cariño
invitándolos a comer en su casa.

Ordenó después al mayordomo del palacio que llenase de trigo los costales de los forasteros,
poniendo en ellos el dinero que habían traído, y que con el dinero fuese puesta en la bolsa
del más joven su copa de plata. Así fue hecho.

Al día siguiente los once hermanos salieron contentos de la ciudad y cuando ya estaban a
alguna distancia se les presentó de repente el mayordomo de José, el cual les mandó hacer
alto, les obligó a abrir todas las bolsas y registrándolas halló en la de Benjamín la copa de
José. Viendo esto, los hermanos quedaron espantados. Llorando, siguieron a Benjamín, que
fue llevado preso a la ciudad.

Llegados a la presencia de José, llenos de pesar y de miedo se arrojaron a sus pies. Los
hermanos juraban ser inocentes y le suplicaron que retuviera preso a cualquiera de ellos,
pero que dejara libre a Benjamín: "Nuestro pobre padre," decían, "se morirá de dolor."

Ante estas palabras, José no pudo ya reprimirse y llorando exclamó: "¡Yo soy José! ¿Vive mi
padre todavía?"

Los hermanos, sorprendidos de terror, no sabían qué responder; pero José los abrazó
cariñosamente, alentándolos con dulces palabras.

"Apresuraos ," continuó diciendo, "volved a la casa de mi padre; decidle que su hijo José aún
vive, e instadle a que venga con toda su familia a Egipto."

Los hermanos de José, llenos de alegría, partieron para el país de Canaán.

RESPONDER:

1.- ¿Qué hicieron los hijos de Jacob habiendo vuelto a Egipto?


2.- ¿Qué ordenó José al mayordomo?
3.- ¿Qué aconteció al día siguiente a los hermanos?
4.- ¿Qué hicieron una vez llevados a la presencia de José?
5.- ¿Cómo se quedó José al oír esas palabras?
6.- ¿Qué respondieron sus hermanos? Después de esto
7.- ¿Qué les dijo José?
6.- ¿Cómo partieron los hermanos de José?
La Familia de Jacob en Egipto
Jacob, con su numerosa familia, se fue a Egipto, y José lo recibió con lágrimas de alegría. El
Faraón destinó para él y sus hijos una comarca muy fértil en donde se establecieron.

El anciano Jacob tenía entonces ciento treinta años y vivió aún diecisiete, al cabo de los
cuales murió en los brazos de José y entre el llanto de sus demás hijos, no sin antes
bendecirlos uno por uno. Las palabras dirigidas a Judá anunciaban ya al Salvador.

Después de la muerte del padre, recelando los hermanos de que José se vengaría de la injuria
recibida, le enviaron a decir que olvidara la falta y los perdonase. José no sólo les concedió el
perdón que pedían, sino que los tranquilizó con dulces palabras y hasta su muerte los trató
con fraternal benevolencia.

Al cabo de muchos años, José y sus hermanos murieron. Sus descendientes, llamados
hebreos o israelitas, divididos en doce tribus, que llevaban el nombre de los doce hijos de
Jacob, se multiplicaron de tal modo que llenaron todo el país.

Otro Faraón, que reinaba entonces en Egipto, desconfiando de ellos, los redujo primero a la
esclavitud y los sobrecargó de trabajo, de modo que muchos se morían. Después mandó que
fueran echados al Nilo todos los varones hebreos que nacieran.

Esperaba con esto exterminar toda aquella generación. Pero Dios, cumpliendo las promesas
hechas a Abrahán, a Isaac y a Jacob, no abandonó a su pueblo y en sus eternos consejos le
preparaba un libertador.

RESPONDER:

1.- ¿Cómo recibió José a su padre?


2.- ¿Cómo lo recibió el Faraón?
3.- ¿Qué edad tenía entonces el anciano Jacob, y cuándo murió?
4.- ¿Cómo se portó José con sus hermanos?
5.- ¿Cómo se multiplicaron los descendientes de Jacob?
6.- ¿Qué hizo con ellos aquel otro Faraón que reinaba en Egipto?
7.- ¿Y qué esperaba hacer con esto el Faraón?
El Patriarca Job
Vivió en tiempos remotos un hombre del país de Hus, en Oriente, llamado Job. Varón justo,
leal, de familia abundante y fortuna, y tan estimado entre los hombres como querido por
Dios.

El Señor, a fin de hacer de él un modelo de paciencia para todos los siglos, permitió que
Satanás lo tentara, con todo género de tribulaciones.

En efecto, en un solo día le quitó los ganados, los siervos y los hijos, y Job, en tamaña
desgracia, se rasgó las vestiduras, se cortó el cabello y se postró rostro en tierra; pero adoró
y bendijo al Señor.

Satanás, entonces, irritado por la resignación de Job, obtuvo del Señor herirlo en su persona.
lo cubrió con una úlcera asquerosa, que lo hizo insoportable a los mismos que más le
amaban y se vio obligado a vivir en un basural.

Y como si aún no bastaran tantos dolores, tuvo que sufrir los reproches de su mujer y los
molestos consuelos de sus amigos. Con todo se mantuvo paciente y exclamó: "El Señor me
colmó de bienes y el Señor me los quitó: bendito sea su santo nombre."

Finalmente Dios tuvo piedad de su siervo; devolvió duplicadas a Job la salud, las riquezas
perdidas y una numerosa familia.

En su amarga experiencia, Job descubre el poder ¡limitado de Dios, quien puede dar un
sentido insospechado a realidades tan terribles como el sufrimiento, la soledad, la miseria y
la muerte. Más que un modelo de paciencia, la vida de Job nos propone una vislumbre de la
Omnipotencia que más tarde se servirá de nuestra propia naturaleza sufriente para llevar a
cabo la redención.

RESPONDER:

1.- ¿Qué príncipe vivió en tiempos remotos en el país de Hus?


2.- ¿Qué permitió el Señor para hacer de él un modelo de paciencia?
3.- ¿Qué le quitó primero Satanás a Job?
4.- ¿Qué tuvo que sufrir aún Job?
5.- ¿Finalmente tuvo Dios piedad de su siervo?
6.- ¿Qué lección podemos extraer de la vida de Job?
Moisés Salvado de las Aguas
La esclavitud de los israelitas en Egipto duraba desde largos años. Durante esta esclavitud
había nacido de una mujer hebrea de la tribu de Leví, un hermoso niño; ella lo escondió
para salvarle la vida.

Después de tres meses, la madre, no pudiendo ya ocultar a su hijo, tomó una cestilla de
juncos, la untó con betún y con pez y, habiendo colocado en ella al niño, la llevó al Nilo y
la puso entre las cañas de la ribera.

María, entretanto, hermana del niño, de unos diez años, se había ocultado a lo lejos, para
ver qué sería de él.

Poco después la hija del Faraón bajó al río para lavarse, vio la cestilla y habiéndosela
hecho traer, halló dentro un hermoso niño que lloraba. "Este," dijo ella, "ha de ser algún
niño de los hebreos."

Al oír María estas palabras se acercó y le dijo: "Si queréis, iré a llamar a una mujer hebrea,
que pueda criar ese niño." y respondiendo afirmativamente la princesa, corrió la niña a
llamar a su madre, a quien dijo la hija del Faraón: "Toma este niño, y críamelo: yo te daré
tu salario." Tomó la mujer el niño, lo llevó a su casa y lo crió.

Habiendo crecido el niño, la madre lo entregó a la hija del Faraón, que lo recibió con
mucho cariño, llamándolo Moisés, que quiere decir salvado de las aguas." lo hizo educar
en la corte y lo adoptó por hijo.

RESPONDER:

1.- ¿Quién había nacido durante la esclavitud de los israelitas?

2.- ¿Qué hizo la madre después de tres meses?

3.- ¿María entre tanto qué hacía?

4.- ¿Quién bajó poco después al río?

5.- ¿Que dijo María apenas oyó estas palabras?

6.- ¿Qué hizo de él la madre cuando creció el niño?


La Zarza Ardiente
Moisés, mientras avanzaba en edad, se dolía por los padecimientos de sus hermanos. Tenía
ya cuarenta años cuando, habiendo visto a un egipcio que maltrataba a un hebreo,
experimentó tal indignación que mató al egipcio y lo sepultó en la arena.

A consecuencia de este hecho, tuvo que huir de la corte de Egipto y fue recibido con
benevolencia en el país de Madián, por Jetro, sacerdote del Altísimo, que le dio una de sus
hijas por esposa y le confió el cuidado de sus ganados.

Un día que Moisés apacentaba los ganados al pie del monte Horeb, vio una zarza que estaba
ardiendo y no se consumía. Moisés se acercó para reconocer la maravilla que tenía ante sus
ojos, cuando salió de aquel fuego una voz que le dijo: "Moisés, Moisés, no te acerques,
quítate el calzado de los pies, porque la tierra que pisas es santa. Yo soy el Dios de tus
padres, el Dios de Abrahán, de Isaac y de Jacob."

Dijo también Dios a Moisés, cuando éste quería saber su nombre: "Yo soy el que soy."

Moisés, no osando mirar a Dios, se cubrió el rostro; el Señor prosiguió: "He visto la aflicción
de mi pueblo en Egipto. Ven y te enviaré al Faraón para que saques de aquel país a los hijos
de Israel y los lleves a la tierra de Canaán, y en señal de que yo te he mandado, te daré el
poder de hacer milagros."

Moisés, humilde y temeroso, quiso rehusarse; pero se sometió al fin a la voluntad de Dios y
volvió a Egipto.

RESPONDER:

1.- ¿Qué le aconteció a Moisés, mientras avanzaba en edad?


2.- ¿Qué tuvo que hacer a consecuencia de este hecho?
3.- ¿Qué vio Moisés un día, mientras apacentaba los ganados
4.- ¿Cuál es el nombre de Dios revelado en la zarza?
5.- ¿Qué hizo Moisés no osando mirar a Dios?
6.- ¿Aceptó Moisés el mandato de Dios?
La Salida de Egipto
Moisés se presentó con Aarón, su hermano, al Faraón y le ordenó, en nombre de Dios, que
dejara partir a los hebreos para que pudieran rendir culto al Señor en el desierto. Pero el
impío rey no quiso obedecer los mandatos divinos.
Entonces Moisés, para vencer la obstinación del Faraón, obró muchos prodigios e hirió a
Egipto con terribles castigos, las "plagas de Egipto," que fueron: las aguas del Nilo
convertidas en sangre; una prodigiosa cantidad de ranas, mosquitos y moscas importunas;
úlceras en los hombres; un granizo espantoso; langostas que devastaron las plantas; y
finalmente tinieblas pavorosas, que por tres días cubrieron Egipto.

No por eso accedió el Faraón a dejarlos partir, sino que se endureció aún más su corazón. el
Señor anunció entonces el envío de la décima plaga.

Moisés convocó a los ancianos de Israel y les dijo que tomaran un cordero para celebrar la
pascua y con la sangre de aquel animal tiñeran los dinteles de las puertas de sus casas, a fin
de que, pasando el ángel del Señor y viéndolas teñidas en sangre, no entrase a
exterminarlos.

A medianoche el Señor mandó a un ángel exterminador, que mató a todos los primogénitos
de los egipcios, desde el del Faraón hasta el del esclavo, como también a todos los
primogénitos de los animales.

El Faraón, lleno de espanto, sin aguardar el día llamó a Moisés y a Aarón, y les dijo: "Daos
prisa, y salid de mi pueblo, vosotros y los hijos de Israel. Llevaos vuestras ovejas y ganados, y
salid a sacrificar al Señor como habéis dicho."

Partieron los israelitas en número de seiscientos mil sin contar las mujeres, los viejos y los
niños, después de haberse cumplido más de doscientos años desde la llegada de Jacob con su
familia.

El cordero pascual es figura de Cristo. Así como la sangre del cordero protegió a los hebreos y
aseguró su liberación, del mismo modo la sangre de Cristo nos libera de la esclavitud del
demonio.

RECORDAR:

1.- ¿Qué hizo cuando Moisés tenía ochenta años?


2.-¿Qué obró Moisés entonces para vencer la obstinación del Faraón?
3.- ¿Cuáles fueron esos castigos?
4.- ¿Y accedió por eso el Faraón?
5.- ¿Qué hizo entonces Moisés?
6.-¿Qué mandó el Señor a media noche?
¿Qué hizo entonces el Faraón?
¿En qué número partieron los israelitas?
¿A quién representa el cordero pascual?
El paso del mar Rojo
Acababa de salir el pueblo cuando el Faraón, mudándosele el corazón, salió a toda prisa a
perseguirlos con todo su ejército y los alcanzó cerca de1 mar Rojo.

A la vista de los egipcios que los perseguían, los israelitas, sorprendidos de terror,
comenzaron a gritar y a murmurar contra Moisés. Pero este les dijo que no temieran y
aguardasen las grandes maravillas que haría el Señor en ese día.

Entonces Moisés, por orden de Dios, extendió las manos sobre el mar. Las aguas se
dividieron hasta el fondo, quedando levantadas como muros de una y otra parte; y toda la
noche sopló un viento tan recio y abrasador que secó el fondo del mar.

Por aquella vía entraron los hijos de Israel, guiados por Moisés. Ya se habían adelantado
mucho, cuando los egipcios, cegados en su perversidad, quisieron seguirlos por el mismo
camino. Ya los carros, los Caballeros y todo el ejército estaban dentro del mar, cuando el
Señor levantó contra los egipcios una tormenta furiosa, que derribando los carros con los
combatientes, los arrastró a lo profundo.

Llegados a la orilla opuesta, Moisés extendió la mano sobre el mar y en un instante,


reuniéndose las aguas, envolvieron al ejército del Faraón de tal modo, que ni uno siquiera se
salvó del exterminio.

Los israelitas, viéndose a salvo, reconocieron y alabaron la omnipotencia de Dios, y Moisés


compuso para el pueblo, un cántico en acción de gracias al Señor.

El tránsito del Mar Rojo es figura del bautismo. Como los hebreos, siguiendo a Moisés por el
Mar Rojo, quedaron salvos, así nosotros, siguiendo a Jesús e incorporándonos a él con el
bautismo, alcanzaremos la salvación eterna.

RESPONDER:

1.-¿Qué hizo el Faraón después que Israel había salido de Egipto?


2.- ¿Cómo quedaron los israelitas a la vista de los egipcios?
3.- ¿Qué hizo Moisés en nombre de Dios?
4.-¿Qué aconteció cuando por aquella vía entraron los hijos de Israel?
5.- ¿Qué hizo Moisés cuando llegaron a la orilla opuesta?
6.-¿Qué hicieron los israelitas, viéndose a salvo?
7.-¿De qué es figura el tránsito del Mar Rojo?
Los Israelitas en el Desierto
Los israelitas, pasado el mar Rojo, se encontraron en un desierto y comenzaron a murmurar
contra Moisés, diciendo que los había traído allí para que se murieran de hambre y de sed.

Pero Dios manifestó a Moisés que el daría al pueblo plan y carne. por la tarde, en efecto, una
infinidad de codornices cubrieron el campamento, y a la mañana siguiente toda la tierra se
vio cubierta de unos corpúsculos blancos, que ellos llamaron "mana."

Con este maná, que tenía un sabor de miel y que caía todas las noches, se alimentaron los
hebreos por cuarenta años, hasta que entraron en la tierra de Canaán.

También el Señor les dio de beber con prodigios, dulcificando las aguas salobres y amargas, y
haciendo brotar manantiales de las piedras que Moisés golpeaba con una vara.

Cuando hacía meses que los hebreos habían salido de Egipto, llegaron a la falda del monte
Sinaí y allí el Señor les dio su ley.

Moisés subió, solo, al monte que estaba cubierto por la gloria del Señor, y entró en la nube;
el Señor le habló entre rayos y truenos, dictándole los "mandamientos."

Cuando Moisés bajó de la montaña, halló al pueblo temblando y postrado por el miedo.
Refirió todas las palabras de Dios y el pueblo unánimemente respondió que guardarla todos
los mandamientos del Señor.

RESPONDER:

1.- ¿Qué hicieron los israelitas luego que cruzaron el mar rojo?

2.- ¿Qué era el maná?

3.- ¿Cómo les dio el Señor de beber?

4.- ¿A dónde llegaron los hebreos y cómo subió Moisés?

5.- ¿Cómo encontró al pueblo Cuando Moisés bajó de la montaña?


Infidelidad de Los Israelitas
El Pueblo de Israel, que tantos beneficios había recibido de Dios, dio un lamentable ejemplo
de inconstancia e infidelidad.
Habiendo vuelto Moisés a la montaña, que humeaba todavía, y permaneciendo allí cuarenta
días, los israelitas, cansados de aguardarlo, pidieron a Aarón que les fraguara un dios. El
hermano de Moisés fabricó un becerro de oro y lo adoraron, erigiéndole un altar y
ofreciéndole sacrificios.
Cuando Moisés bajó del monte y vio las danzas de¡ pueblo que había caído en la idolatría, se
enfureció y quebró las tablas de piedra sobre las que Dios mismo había escrito la ley. Moisés
redujo a polvo el becerro que habían adorado, castigando severamente a los autores de
aquel gran pecado.
Entonces el pueblo, confundido y aterrado, se arrepintió, lloró amargamente su pecado y el
Señor se compadeció de él.
Moisés volvió nuevamente a la montaña, quedándose en ella otros cuarenta días, al cabo de
los cuales, recibidas del Señor otras dos tablas de la ley, volvió junto al pueblo.
Habiendo llegado Moisés con el pueblo hebreo a los confines de la tierra de Canaán, envió
diez hombres, entre los que estaban Josué y Caleb, a reconocerla y explorarla. Estos
partieron y la exploraron con toda diligencia.
A su vuelta, los exploradores, en prueba de la prodigiosa fertilidad de aquel país, trajeron
consigo un racimo de uvas tan pesado que lo cargaban dos hombres. Todos, a excepción de
Josué y Caleb, dijeron que aquellos habitantes eran gentes de rtita estatura, y tan fieros, que
intentar combatirlos era ir a una muerte cierta.
Frente a esas noticias, todo el pueblo se echó a llorar y a murmurar de Moisés y contra Dios.
Y cuando Josué y Caleb quisieron calmarlos, mostrando que el Señor era más fuerte que
todos aquellos enemigos, por poco no los apedrearon.
Por éstas y otras faltas, el Señor condenó al pueblo de Israel a errar por cuarenta años en el
desierto, y juró que ninguno de los que habían salido de Egipto, excepto Josué y Caleb,
entraría en la tierra prometida; y Dios no faltó a su palabra.

Responder:

1.- ¿Qué hizo entonces el pueblo de Israel?


2.- ¿Qué hicieron los israelitas cuando Moisés volvió de la montaña?
3.- ¿Qué hizo Moisés cuando descendió del monte?
4.- ¿Qué hizo el pueblo cuando el Señor se hubo compadecido del pueblo?
5.- ¿Qué hizo Moisés?
6.- ¿Qué hizo llegado Moisés a los confines de Canaán?
7.- ¿Qué trajeron consigo los exploradores a su vuelta?
8.- ¿Que hizo el pueblo frente a esas noticias?
9.- ¿Cómo castigó el Señor al pueblo de Israel Por estas faltas?
Muerte de Moisés
Ya todos los israelitas, librados de la esclavitud del Faraón, a excepción de Josué y Caleb,
habían muerto. Una generación nueva había crecido y el Señor iba a introducirla en la tierra
de Canaán.

A Moisés, sin embargo, no le fue dado entrar en la tierra prometida.

Una vez, le había ordenado el Señor que golpeara una peña con su vara para sacar agua. Pero
él, aunque lo hizo, se mostró desconfiado de la palabra divina, por no haber brotado
inmediatamente el agua. por esto Dios no concedió a Moisés entrar en la tierra prometida,
sino tan sólo verla desde lejos.

Había llegado Moisés a una alta edad y, acercándose el día de su muerte, hizo juntar a todo
el pueblo alrededor del tabernáculo del arca santa.

Era el tabernáculo un pabellón de pieles y de telas preciosísimas. Bajo él estaba el arca de la


alianza, que Moisés había hecho construir de maderas preciosas, cubriéndola por dentro y
por fuera de oro preciosísimo, y en la que había puesto las tablas de la ley.

Cuando el pueblo estuvo reunido, Moisés le recordó los beneficios recibidos de Dios,
exhortándolo a mantenerse fiel en su servicio. Constituyó a Josué por sucesor y,
profundamente conmovido, bendijo a cada tribu, y por último a todo Israel.

En seguida subió a la cumbre del monte que el Señor le había mostrado, desde donde vio la
tierra prometida. Allí murió y ningún hombre conoció jamás el lugar de su sepultura.

Fue Moisés un varón admirable por su sabiduría y demás virtudes, y los hijos de Israel lo
lloraron durante treinta días.

RECORDAR:

1.- ¿Cómo se hallaban los israelitas en la época de la muerte de Moisés?


2.-¿A Moisés le fue dado llegar a la tierra prometida
3.- ¿Y qué falta había cometido Moisés?
4.- ¿Qué hizo Moisés llegado a la ancianidad?
5.-¿Qué era el tabernáculo?
6.- ¿Qué hizo Moisés cuando el pueblo estuvo reunido?
7.-¿Dónde subió Moisés?
8.- ¿Fue Moisés un varón admirable?
Ocupación de la Tierra Prometida
Después de la muerte de Moisés, el Señor dijo a Josué que pasara el Jordán y condujera a
los hijos de Israel a la tierra que les había prometido.

Josué hizo pasar primero el arca de la alianza. Luego las aguas del Jordán se separaron, como
había sucedido con las del mar Rojo, y el pueblo cruzó el río.

Había en aquellos parajes una ciudad fortificada con muros y defendida con almenas,
llamada Jericó, la cual no podía ser asaltada ni asediada fácilmente.

Josué ordenó que se llevara el arca alrededor de los muros de Jericó y que le precedieran los
sacerdotes tocando sus trompetas. El arca fue llevada por siete días y por siete veces, y el
último día, las torres y los muros se desplomaron de súbito, y la ciudad fue tomada y
destruida.

Expugnada la ciudad y aceptada la rendición de los gabaonitas, Josué marchó a libertar la


ciudad de Gabaón, sitiada por cinco reyes que se habían coligado contra él. Los acometió con
grande ímpetu y los derrotó llenándolos de espanto.

Declinaba ya el día. Josué, queriendo acabar con los enemigos, mandó al sol que se parase. y
el sol se paró, hasta que el ejército contrario quedó completamente destruido.

Habiendo subyugado en seguida a otros reyes y pueblos, Josué estableció a los hebreos en la
tierra que les estaba destinada. Dividió entre las doce tribus los campos y las ciudades que
había tomado, y murió al cabo de algunos años.

Desde entonces, la potestad suprema pasó a los jueces, entre los cuales fueron célebres
Gedeón, Sansón, Elí y Samuel.

RECORDAR:

1.- Qué dijo el Señor a Josué después de la muerte de Moisés?


2.- ¿Qué hizo Josué con el arca de la alianza?
3.- ¿Qué ciudad había en aquellos parajes?
4.-¿Qué ordenó, pues, Josué?
5.-¿Contra quiénes marchó Josué?
6.-¿Qué hizo Josué, viendo que ya declinaba el día?
7.-¿Qué hizo Josué habiendo vencido a esos reyes?
8.-¿A quiénes pasó la potestad suprema?
David y Goliat
En la tierra de Dios había unos enemigos que querían esa tierra. El pueblo de Dios estaba en batalla
con ellos. Ellos sabían que Dios les iba a ayudar y que ellos iban a ganar la batalla.
Un día, los filisteos hicieron un desafió al pueblo de Dios. Los filisteos eran orgullosos y confiaban en
que ellos podían ganar la batalla. Ellos tenían un hombre que era malo, era fuerte y era alto. Su
nombre era Goliat y medía más de nueve pies. Medía casi la altura de unos de los arcos del basquetbol
(baloncesto) que miden diez pies.
Goliat no amaba a Dios. Era orgulloso y se amaba a si mismo más que a los demás. El filisteo salía del
monte por la mañana y por la tarde a desafiar a los israelitas, y así lo estuvo haciendo durante
cuarenta días. Pedía un israelita valiente que peleara en contra de él. David oyó lo que Goliat decía.
David no podía creer lo que Goliat decía en contra del ejército de Dios. Él sabía que Dios es más
grande que cualquier persona de nueve pies.
Saúl, y éste mandaron a llamarlo. Saúl no podía creerlo. Ciertamente este jovencito no iba pelear en
contra de un hombre. David le contó a Saúl como había matado a un león y un oso. Después de oír su
historia Saúl decidió permitir que David peleara contra Goliat.
Saúl le dio armadura especial para que se pusiera David. La armadura estaba muy pesada para
David. Él se quitó la armadura y fue al río a escoger cinco piedras lisas y se las puso en la bolsa.
Goliat le echó una mirada a David y, al darse cuenta de que era apenas un muchacho, con desprecio
le dijo: — ¡Ven acá, que les voy a echar tu carne a las aves del cielo!
David le contestó: — ¡Tú vienes contra mí con espada, lanza y jabalina, pero yo vengo a ti en el
nombre del Señor Todopoderoso, el Dios de los ejércitos de Israel, a los que has desafiado, y todo el
mundo sabrá que hay un Dios en Israel! Todos los que están aquí reconocerán que el Señor salva sin
necesidad de espada ni de lanza.
David corrió rápidamente hacia la línea de batalla para hacerle frente a Goliat.
Metiendo la mano en su bolsa sacó una piedra, y con la honda se lanzó al filisteo, hiriéndolo en la
frente. David lo hirió de muerte con una honda y una piedra. Dios lo ayudó.
David creía que Dios le iba ayudar. Él sabía que Dios es más grande que cualquier persona de nueve
pies.
Él confiaba en Dios y sabía que Dios ganaría la batalla. Nosotros podemos creer y saber que Dios nos
ayudará a nosotros también.
DAVID Y JONATAN
(1Samuel18:1-9; 20:1-

42)
Nuestra historia comienza con la amistad entre David y Jonatán, el hijo de rey. Los dos jóvenes “tenían una
amistad entrañable” (1 Sam. 18:1). Jonatán estimaba grandemente a David e hizo un pacto de amistad con
él. Como expresión de su compromiso, Jonatán le dio a David su manto, su túnica, su espada, su arco, y su
cinturón. Jonatán pudo haber ordenado que el sastre real hiciera ropa para su amigo y al fabricante de
espadas que forjara una espada y un arco para David, pero él no podía esperar para darle estos regalos a su
amigo. Tal era la intensidad y urgencia de la amistad de Jonatán con David. Por seguro, esta amistad era la
obra de Dios para cumplir su voluntad. David tuvo éxito en todo lo que el rey ponía delante de él. Él probó ser
tan exitoso que Saúl pronto promovió a David a un alto rango en el ejército. Él dirigió el ejército a derrotar a
los filisteos en numerosas ocasiones. David era muy respetado por los soldados bajo su mando y por el
pueblo también.

La popularidad de David comenzó a enfadar al rey. La gente del pueblo gritaba, danzaba y cantaba cánticos
conmemorando los logros de David, los cuales eran mucho mayores que los del rey. Aunque Saúl todavía no
sabía que David era el nuevo rey seleccionado para Israel, él comenzó a temer que David un día le quitara su
reino. El temor, los celos, y posiblemente la enfermedad mental comenzaron a torcer la razón de Saúl y
dominaron su vida. David se comportó sabiamente, y el Señor estaba con él. Cuando Saúl se dio cuenta de
esto, tuvo miedo de David y tramó matarlo. 1 Samuel 20 Los celos y la ira del rey Saúl contra David fueron tal
que él hasta ordenó que sus soldados lo mataran. David pidió protección del profeta Samuel en Ramá (1
Sam. 19:18). Cuando el rey lo persiguió hasta allí, David escapó y buscó a su amigo Jonatán. Lleno de
angustia, David le preguntó a Jonatán (20:1): “¿Qué he hecho yo? ¿Cuál es mi maldad, o cuál mi pecado
contra tu padre, para que busque mi vida?”. Jonatán le prometió a David que no permitiría que nada le
sucediera. Los dos amigos pensaron en un plan para advertir a David si Saúl todavía pensaba matarlo. Se
esperaba que David cenara con el rey durante el festival de luna nueva. David se escondió y le pidi ó a
Jonatán que le dijera a su padre que había ido a Belén a celebrar con su propia familia. Si Saúl perdía los
estribos cuando Jonatán explicara la razón para la ausencia de David, ellos sabrían que Saúl estaba
determinado a matar a David. David planificó esconderse en un campo cerca de la gran piedra de Ezel y
esperar palabra de Jonatán. Jonatán iría al campo y lanzaría tres flechas al aire como señal para David. Si
Jonatán enviaba a su siervo a buscar las flechas del lado de la roca, no había peligro y David podía regresar.
Si la vida de David continuaba en peligro, Jonatán enviaría a su siervo a ir más allá de la piedra para buscar
las flechas. Jonatán, el príncipe de Israel, renovó su pacto de toda la vida con David. Durante el banquete, el
rey Saúl se enfureció cuando supo la razón para la ausencia de David. En su ira, Saúl arrojó una lanza a su
propio hijo Jonatán. Jonatán supo entonces que no había esperanza de paz entre David y su padre. El rey
seguramente trataría de matar a David a la primera oportunidad. Jonatán fue al campo con su siervo, y
disparó tres flechas. Envió a su siervo a buscar las flechas más allá de la gran piedra. El corazón de David se
entristeció cuando escuchó las instrucciones de Jonatán a su siervo. Dándose cuenta de que David s abía que
no había esperanza, Jonatán envió a su siervo de regreso a casa. David salió de su escondite y se inclinó
delante de su amigo. Los dos amigos se abrazaron y lloraron mientras David se despedía. Jonatán desafió al
rey y arriesgó su propia vida por proteger a su amigo. La amistad compartida por estos dos jóvenes fue fiel,
constante, y verdadera porque estaba basada en el amor de Dios. Una amistad de esta índole es rara, pero
es un ejemplo de la clase de amor y dedicación desprendida que Dios desea de Sus hijos.

Responder:
1. ¿Quiénes eran amigos en la historia bíblica?
2. Menciona dos cosas que Jonatán le dio a David para demostrarle su amistad.
3. ¿A cuál grupo de personas David derrotó con el ejército de Saúl?
4. ¿Cuál era el problema de David?
5. ¿Quién era el rey?
6. ¿Por qué el rey Saúl no quería a David?
7. ¿Cómo trató Jonatán de ayudar a David?
8. ¿Cuál fue la señal de Jonatán para David de que David debía huir del rey?
David y Jonathan
(1 Samuel 18:1-9; 20:1-42)

David fue a vivir al palacio del rey Saúl. Cuando David conoció a Jonatán por primera vez,
instantáneamente se convirtieron en amigos. Jonatán hasta le dio a David su propio manto, túnica,
espada, arco y cinturón como regalo. Jonatán y David se querían tanto que hicieron una promesa de
ser amigos por siempre. El rey Saúl particularmente se agradó del joven David. David tuvo éxito en
todo lo que el rey le pidió. Dios ayudó a David a tomar decisiones sabias, y todos apreciaban a David.
Pronto, el rey promovió a David a un rango alto en su ejército. David dirigió al ejército a derrotar sus
enemigos en muchas batallas. Los soldados y todas las personas de la ciudad respetaban y alababan
a David. Él llegó a tan popular que el rey Saúl comenzó a sentir celos de David. El rey comenzó a
temer que David un día le quitara su reino. Saúl se dio cuenta de que Dios ayudaba a David, y esto
enfureció mucho al rey. Él estaba tan furioso con David que ordenó que sus soldados y guardias del
palacio lo mataran. Cuando David supo de los planes del rey, le pidió ayuda a su amigo Jonatán.
Jonatán le prometió a David que no permitiría que nada le sucediera. Los dos amigos prepararon un
plan para advertirle a David si Saúl todavía tramaba hacerle daño. David debía asistir a un banquete
especial en honor al rey. Cuando el rey Saúl supo que David no había asistido, perdió su
temperamento y arrojó una lanza a su propio hijo Jonatán. Ahora Jonatán sabía que no había
esperanza de paz entre David y su padre.

Al día siguiente Jonatán fue al campo donde David se estaba escondiendo. Siguiendo su plan, David
se escondió cerca de una piedra muy grande. Jonatán y su siervo caminaron hasta el campo. Jonatán
le dijo a David que él lanzaría tres flechas al aire. Si le decía al siervo que las flechas estaban cerca
de la roca, esto sería señal de que David podía regresar al palacio. Si Jonatán le decía a su siervo
que las flechas estaban lejos de la roca, David sabría que el rey Saúl todavía estaba enojado y quería
matarlo. Jonatán tiró una flecha lejos de donde David se estaba escondiendo y le dijo a su siervo
dónde encontrar la flecha. Todavía en su escondite, David estaba muy triste al escuchar lo que
Jonatán le dijo a su siervo. Él sabía que debía huir y no regresar nunca más al palacio del rey. David
sabía que no vería a su amigo Jonatán nuevamente. David salió de detrás de la roca. Los dos amigos
de abrazaron y lloraron mientras David se despedía. Jonatán fue un verdadero amigo para David aun
cuando era peligroso. Su amistad demostró su valor y amor el uno por el otro. Dios ayudó a Jonatán y
David en un tiempo difícil. Dios quiere que seamos fieles a nuestros amigos aun cuando es difícil ser
amigo.

Responder:

1. ¿Quiénes eran amigos en la historia bíblica?


2. Menciona dos cosas que Jonatán le dio a David para demostrarle su amistad.
3. ¿A cuál grupo de personas David derrotó con el ejército de Saúl?
4. ¿Cuál era el problema de David?
5. ¿Quién era el rey?
6. ¿Por qué el rey Saúl no quería a David?
7. ¿Cómo trató Jonatán de ayudar a David?
8. ¿Cuál fue la señal de Jonatán para David de que David debía huir del rey?

David y Jonathan
Gedeón
Los hebreos, por sus pecados, habían sido humillados y oprimidos por un pueblo cercano muy
numeroso, cuando Gedeón, suscitado por Dios, juntó un ejército de treinta y dos mil hombres, y
acampó frente al enemigo.
Pero Dios le dijo: "No necesitas tanta gente; toma de entre ellos trescientos solamente, para que no
atribuyan la victoria a su valor, sino a la omnipotencia divina."
Así lo hizo Gedeón. Dividió los trescientos hombres en tres cuerpos, puso en manos de cada uno una
trompeta y una vasija de barro dentro de la cual iba una tea encendida, y dijo que cuando llegasen al
lugar señalado, imitaran lo que él hiciese a eso de medianoche, Gedeón tocó la trompeta, quebró la
vasija y la tea encendida quedó descubierta y ardiendo en la mano lo mismo hicieron sus soldados, y
estando firmes en sus puestos, gritaron todos: "La espada del Señor es la espada de Gedeón."
Los enemigos despavoridos por estos gritos y estruendo, creyeron que habían entrado los israelitas en
su campamento; aterrados, echaron a huir.
Pero a causa de la oscuridad de la noche y del temor que se había apoderado de ellos, no pudiendo
reconocerse, volvieron las armas unos contra otros, matándose entre sí. Gedeón entonces,
acometiéndolos por diversas partes, los exterminó a todos.

RESPONDER:

1.-Cuando los hebreos por sus pecados habían sido humillados, ¿a quién suscitó Dios?
2.- Pero, ¿qué dijo Dios a Gedeón
3.- Y Gedeón, ¿lo hizo así?
4.- Los enemigos despavoridos, ¿qué creyeron?
5.- ¿Y pudieron salvarse, en medio de la oscuridad de la noche?

Sansón
Sansón fue un varón de fuerza maravillosa, a quien Dios destinó para que libertara al pueblo de Israel
de la opresión de los filisteos, en su juventud despedazó un león que lo había asaltado. Otra vez,
rompió las cuerdas con que lo habían atado y con una quijada de asno, que encontró en el suelo, mató
a mil enemigos.
Habiendo entrado un día Sansón en una ciudad de los filisteos, éstos, queriendo atraparlo, cerraron
las puertas de la ciudad. Pero Sansón en la noche, para evadirse, arrancó las puertas de sus quicios y
cargando con ellas las llevó a la cima de un monte cercano.
Mientras Sansón se mantuvo en la ley de Dios fue invencible; pero habiéndose desviado del camino de
la virtud, cayó en las manos de sus enemigos.
Había revelado Sansón a una mujer que, si le cortaba el cabello, perdería las fuerzas y la mujer,
seducida por los dones de los filisteos, aguardó a que Sansón se durmiera, le cortó los cabellos y lo
entregó sin fuerzas a sus enemigos.
Entonces los filisteos le sacaron los ojos y lo ataron con cadenas, encerrándole en una prisión. Pero
con el tiempo, habiéndole crecido el cabello y con él las fuerzas, hizo pagar caro a sus enemigos el mal
que le habían hecho.
Un día que los filisteos celebraban una gran fiesta en honor de uno de sus dioses, quisieron divertirse
con Sansón y le llevaron al templo. Sansón dijo al niño que lo guiaba, que lo acercase a las dos
columnas que sostenían el templo, para apoyarse en ellas.
Cuando Sansón llegó a las dos columnas, las agarró con sus brazos y, habiendo invocado al Señor,
exclamó: "Muera Sansón y mueran los filisteos con él." Sacudiendo fuertemente las columnas, las
desplomó, el templo se derrumbó y Sansón mató entonces mayor número de filisteos que los que
había muerto en toda su vida.

RESPONDER:

1.- ¿Quién fue Sansón?


2.-Habiendo entrado Sansón en una ciudad, ¿qué hicieron los filisteos?
3.- ¿Hasta cuándo fue invencible Sansón?
4.- ¿Qué había revelado Sansón a una mujer?
5.- ¿Qué le hicieron entonces los filisteos a Sansón?
6.- ¿Que aconteció en aquel día en que los filisteos daban una gran fiesta?
7.- ¿Qué hizo Sansón, cuando llegó a las dos columnas?

Noemí y Rut
Cuando gobernaban los jueces, un hombre llamado Elimélec, natural de Belén, por causa del hambre
que había en aquella tierra, fue a morar en el país de Moab, con su mujer Noemí y dos hijos.
Habiendo muerto Elimélec, y también los hijos, la viuda Noemí, sabiendo que había cesado la carestía
en su patria, resolvió volver a ella. Rut, que era moabita y casada con uno de los hijos de Noemí, no
quiso abandonar a su suegra, débil y anciana, ni dejó un instante de amarla y servirla.
Llegada a Belén en tiempo de la siega, Rut se fue a espigar en los campos de un hombre muy rico,
llamado Booz, el cual cuando supo por uno de sus siervos quién era aquella joven, le dijo: "Hija mía,
no vayas a espigar en otro campo, ni salgas de aquí. Ven tras mis segadores y nadie te molestará.
Rut dio gracias a Booz, el cual le contestó: "He sabido todo lo que has hecho con tu suegra después de
la muerte de tu marido: el Dios de Israel te premiará por tus buenas obras."
Después dijo Booz secretamente a sus segadores: "Dejad caer espigas de vuestras gavillas, para que
las pueda recoger aquella mujer, y no la reprendáis, para que lo haga sin rubor.
Rut espigó en aquel campo hasta la tarde y, limpiando el grano que había recogido, cargó con él y
volvió junto a su suegra, a quien dio también la comida que le había sobrado.
Noemí quedó muy contenta y le aconsejó que se fuese siempre a espigar con los segadores de Booz,
hasta que hubiera acabado la cosecha de la cebada y del trigo.
Mientras tanto admiraba a todos la virtud de Rut, principalmente por el amor que tenía a Noemí.
Booz, viéndola tan buena y caritativa la tomó por esposa.
De este matrimonio, que fue bendecido por todo el pueblo, nació Obed, que fue padre de Isaí y abuelo
de David.
RESPONDER:
1.- ¿Qué varón vivía en tiempo de los jueces?
2.-Habiendo muerto Elimélec, ¿qué hizo Noemí?
3.- Llegada a Belén, ¿qué hizo Rut?
4.- Cuando Rut dio gracias a Booz, éste, ¿qué le contestó?
5.- Y después, ¿qué dijo Booz a sus segadores?
6.- ¿Qué hizo Rut después de haber espigado en aquel campo?
7.-Y Noemí, ¿qué consejo le dio?
8.-Mientras tanto, ¿notaban muchos la virtud de Rut?
9.- ¿Quién nació de este matrimonio?

Elí y sus hijos


Elí, juez de Israel y sumo sacerdote, tenía dos hijos, ocupados en el ministerio del tabernáculo: Ofní y
Finees No contentos éstos con la parte que les correspondía en los sacrificios, se apropiaban lo mejor
de las víctimas que ofrecía el pueblo; por eso los hombres se abstenían de sacrificar al Señor.
Elí era anciano y, conociendo la mala conducta de sus hijos, no los reprendía como era debido, por
cuya razón los jóvenes seguían causando grave escándalo.
El Señor, entonces, airado contra Elí, le hizo anunciar por un profeta los grandes castigos que estaba
por mandar a él y sus hijos.
Habiendo entrado en guerra los israelitas y los filisteos, al primer encuentro el ejército de Israel quedó
derrotado. Se llevó al campamento el arca de la alianza y se dio otra batalla. Israel, no teniendo la
protección de Dios, fue derrotado por segunda vez y el arca de Dios acabó siendo tomada por los
enemigos; más de treinta mil hombres, con Ofní y Finees, quedaron muertos en el campo.
Ante la infausta noticia de la derrota de su pueblo, de la muerte de sus hijos y de la pérdida del arca,
Elí, que estaba a la puerta del tabernáculo, cayó de espaldas y, quebrándose la cabeza, expiró,
dejando un ejemplo terrible a los padres demasiado indulgentes para con sus hijos.

RESPONDER:
1.- ¿Quién era Elí?
2.-No contentándose Ofní y Finees con lo que les correspondía en los sacrificios, ¿qué hacían?
3.- Y Elí, ya anciano, ¿cómo reprendía a sus hijos?
4.- El Señor entonces airado contra Elí, ¿qué le hizo anunciar?
5.- Habiendo entrado en guerra los israelitas con los filisteos, ¿qué aconteció?
6.- Ante esta infausta noticia, ¿cómo quedó Elí?

Samuel
En el tiempo en que Elí era sumo sacerdote, nació Samuel. Desde sus más tiernos años fue consagrado
por su madre a Dios y puesto a servir en el tabernáculo. Vivía con Elí y dormía junto a1 tabernáculo,
en donde estaba el arca.
Una noche, mientras dormía, el Señor le llamó. Pero él, no conociendo todavía la voz del Señor, corrió
a Elí y le dijo: Heme aquí: ¿qué quieres?"
"No te he llamado," respondió el sacerdote, "vuélvete a dormir, hijo mío."
Sucedió esto tres veces. Mas entonces, reconociendo Elí que era el Señor quien llamaba al niño, dijo a
Samuel: Si fueras llamado otra vez, responde: Habla, Señor, que tu siervo te escucha."
Llamado Samuel por cuarta vez, hizo como Elí le había aconsejado y el Señor le reveló los terribles
castigos con que debía herir al sumo sacerdote y a su familia. A la mañana, pregunto Elí sobre lo
sucedido, le refirió el aviso que había tenido, lo que se verificó poco tiempo después.
Muerto Elí, y conociendo el pueblo que el Señor estaba con Samuel y que era un gran profeta, lo eligió
por su juez.
Fue el último juez de Israel por, él los hebreos recobraron el arca y las ciudades perdidas, gozaron de
larga paz.,` y de tranquilidad suma.
Como Samuel había envejecido y los hijos que había elegido para sucederle habían degenerado de la
virtud del padre, el pueblo, amante de novedades, le pidió un rey.
Samuel trató de disuadir y apartar a, los hebreos de aquel designio; ellos insistieron en su petición y el
profeta, aconsejado por Dios, consagró rey a Saúl,

RESPONDER:

1.-¿Quién nació en tiempos de Elí?


2.-¿Qué aconteció a Samuel una noche mientras dormía?
3.- ¿Y cuántas veces lo hizo?
4.-Llamado Samuel por cuarta vez, ¿qué hizo?
5.- Muerto Elí, ¿a quién eligió el pueblo en su lugar?
6.- ¿Qué lugar ocupa Samuel entre los jueces de Israel?
7.- Habiendo Samuel envejecido, ¿qué le pidió el pueblo?
8.- ¿Cómo accedió Samuel a la petición del pueblo?

Saúl
Era Saúl el hombre más valiente de Israel y de tan elevada estatura que a todos sobrepujaba. Hizo la
guerra a los enemigos de su pueblo y los venció. Apenas habían transcurrido dos años desde su
elevación al trono cuando ya desobedeció repetidas veces al Señor, que le hablaba por boca de
Samuel.
Un día Samuel le ordenó que fuera a Gilgal y aguardara siete, días, p u e s él mismo iría allá para
ofrecer un holocausto. Pero el séptimo día, viendo Saúl que aún no llegaba Samuel, él mismo ofreció el
holocausto.
Otra vez le mandó Samuel, en nombre de Dios, que acabara con los amalecitas y los exterminara, no
perdonando a ninguno. Pero Saúl salvó la vida al rey y guardó lo mejor de los ganados y de las demás
cosas.
Dios reprobó a Saúl por estas fallas. Se apoderó entonces de él un espíritu maligno, que a menudo lo
atormentaba, los cortesanos le aconsejaron que llamara junto a sí a algún hábil tañedor de arpa, para
que diera alivio a su ánimo agitado.
Había en Belén un pastor llamado David, joven, rubio, de gallarda presencia y hermoso rostro, muy
diestro en tañer el arpa.
David fue llamado a la corte, y cuando el mal espíritu asaltaba a Saúl, tañía David el arpa y se
aplacaba el furor del rey.

RESPONDER:
1.- ¿Quién era Saúl?
2.- ¿Cómo desobedeció un día a Samuel?
3.- ¿Cómo desobedeció Saúl por segunda vez?
4.- ¿Cómo castigó Dios a Saúl?
5.- ¿Quién estaba en Belén entonces?
6.- ¿Adónde fue llamado David?

David y Goliat
Los israelitas estaban en guerra con los filisteos. Acampados los ejércitos uno frente del otro, un
filisteo de nombre Goliat, hombre de descomunal estatura, desafió a los hebreos a batirse cuerpo a
cuerpo.
Nadie se atrevía a presentarse. Sólo David, indignado por la cobardía que mostraban los suyos, se
ofreció espontáneamente al combate. Saúl, considerando su corta edad, le dijo: "¿Podrás hacer frente
a un hombre robustísimo y ejercitado en las armas?"
David le respondió: "No temas, señor. Cuando apacentaba los ganados de mi padre, un león me
arrebató una oveja, y yo lo alcancé y lo maté, quitándole la presa de entre los dientes, lo mismo hice
con un oso, el Señor que me amparó del león y del oso, me librará de las manos de este filisteo."
Entonces dijo Saúl a David: "Ve, pues, y el Señor sea contigo."
Goliat vestía una coraza escamada, tenía calzado de bronce, defendía su cabeza con un yelmo del
mismo metal y de su brazo colgaba un escudo pesadísimo.
David, al contrario, habiendo rehusado las armas de Saúl, tomó su cayado y una honda. Puso cinco
piedras en su bolsa, y así armado se fue en busca de] filisteo.
Tan pronto como Goliat vio a David, le dijo: "¿Soy yo acaso un perro para que vengas contra mí con
un palo?-.
David respondió: "Tú vienes contra mí con espada, lanza y escudo; yo salgo contra ti en el nombre del
Señor."
Con estas palabras, David le disparó con la honda una piedra que, hiriendo al filisteo en la frente, lo
derribó al suelo. y echándose luego sobre Goliat, le quitó la espada de la vaina y le cortó la cabeza.

RESPONDER:

1.-En tiempo de David, los israelitas ¿con quiénes estaban en guerra?


2.- ¿Quién se atrevió a presentarse a Goliat?
3.- ¿Qué respondió David a Saúl? ¿Cómo vestía Goliat?
4.- ¿Qué armas tenía David?
5.- Tan pronto como Goliat vio a David, ¿qué le dijo?
6.- ¿Qué replicó David a Goliat?
7.- ¿Qué hizo entonces David?

Odio de Saúl Contra David


Al caer Goliat, los filisteos huyeron despavoridos. David llevando en una mano la espada y en la otra
la cabeza del gigante, entró en la ciudad en medio de los aplausos de la multitud que cantaba: "Saúl
ha muerto a mil y David a diez mil."
Estas palabras encendieron en Saúl un odio sordo e implacable contra David, y varias veces tentó
quitarle la vida.
Un día, habiéndose apoderado de Saúl el espíritu malo, comenzó David a tañer el arpa para
apaciguarlo; mientras tañía, Saúl le arrojó la lanza para clavarlo en la pared, pero David evitó el
golpe dos veces.
Saúl le tendió después otras insidias. David, viendo que el ánimo de Saúl era implacable, dejó la corte
y se fue al desierto.
Muchas veces hubiera podido David librare de su:' perseguidor y matarlo fácilmente, como cuando
Saúl entró solo en una cueva oscura en que estaba escondido David, o bien una noche en que David se
introdujo en la tienda del rey mientras dormía.
Pero la primera vez, David se contentó con cortar a Saúl un pedazo del manto, y la segunda le quitó la
lanza y la capa sin hacerle ningún mal. ¡Grande y admirable ejemplo de generosidad para con un
enemigo!

RESPONDER:

1.-A la caída de Goliat, ¿cómo quedaron los filisteos?


2.- ¿Qué decía la multitud?
3.- ¿Qué efectos causaron en Saúl esas palabras?
4.- ¿Cómo intentó un día Saúl herir a David?
5.- Saúl, ¿tendió después insidias a David?
6.- ¿Qué hizo éste?
7.- David, ¿habría podido vengarse?
8.- ¿Que hizo David en esas dos ocasiones?

Muerte de Saúl
Los filisteos habían tomado otra vez las armas contra L Saúl, el cual, viendo el gran número de
enemigos, temió y consultó al Señor; pero el Señor no le respondió.
Tomó entonces Saúl una resolución detestable, como fue la de consultar a una pitonisa, o sea una
maga, que moraba en Endor. Disfrazado, pues, y de noche, se fue a la casa de la pitonisa y le ordenó
que le hiciera aparecer a Samuel, muerto hacía poco tiempo.
Dios permitió que Saúl viese aparecer un anciano cubierto con un manto. Era Samuel, el cual dijo a
Saúl: "¿Por qué has turbado mi reposo y para qué me consultas, habiéndote el Señor desamparado?
Mañana, tú y tus hijos estaréis conmigo."
Cayó Saúl tendido en tierra, sin fuerzas para levantarse, ya por el espanto, ya por no haber comido en
todo el día. Pero, habiéndose reanimado un poco, volvió aquella misma noche al campamento.
A la mañana empezó la batalla, el ejército de Israel fue desbaratado; tres hijos de Saúl fueron muertos
y él mismo recibió una grave herida.
Temiendo Saúl caer vivo en las manos de los filisteos, dijo a su escudero que lo matase. Como éste no
quiso hacerlo, Saúl desenvainó su espada y, dejándose caer sobre ella, murió atravesado.
Cuando David se enteró de la muerte de Saúl, rasgó sus vestidos en señal de duelo, llorando
sinceramente.

RESPONDER:

1.- ¿Cómo quedó Saúl cuando los filisteos tomaron otra vez las armas?
2.- ¿Qué resolución detestable tomó entonces Saúl?
3.- ¿A quién vio aparecer Saúl?
4.- ¿Qué experimentó entonces?
5.- ¿Cuál fue el resultado de aquella batalla?
6.- ¿Qué hizo Saúl para no caer vivo en manos de los filisteos?
7.- ¿Qué hizo David cuando supo de la muerte de Saúl?

Reinado de David
David, escogido por Dios y ungido por Samuel cuando estaba todavía en casa de su padre, sucedió a
Saúl en el trono. Tenía treinta a ñ os cuando empezó a reinar.
Su primera empresa fue conquistar Jerusalén. Edificó sobre el monte de Sión el palacio real, rodeó de
muros la ciudad, haciéndola capital de su reino, y llevó a ella, en medio de manifestaciones
extraordinarias, el arca de la alianza.
Con el transcurso del tiempo venció otras ciudades y subyugó otros pueblos. Pero, después de tantas
victorias, no supo vencerse a sí mismo y cayó en graves faltas, que Dios no le perdonó s ino después que
hubo hecho penitencia.
Sobrevinieron en la casa de David, por sus pecados, grandes desgracias, principalmente a causa de su
hijo Absalón.
Era Absalón de hermosa presencia, de cabellos rubios y muy largos, y, siendo ya fratricida, se rebeló
contra su mismo padre, haciéndose aclamar rey por una parte del pueblo de Israel.
David tuvo que mandar un ejército contra el hijo rebelde y aunque recomendó a todos que le
conservaran la vida, aconteció que, huyendo Absalón de los vencedores, quedó prendido de los
cabellos en la rama de una encina, de la cual quedó suspendido, y un capitán del rey le quitó la vida.
El pobre padre, más que llenarse de alegría por la victoria alcanzada, se llenó de dolor por la muerte
de su hijo. David recorría la casa, llorando y exclamando: "¡Absalón, Absalón, hijo mío! ¡Ojalá
hubiera yo muerto por ti!"

RESPONDER:

1.- ¿A quién sucedió David en el trono?


2.- ¿Cuál fue su primera empresa?
3.- Con el transcurso del tiempo, ¿qué hizo David?
4.- ¿Qué sobrevino a David por sus pecados?
5.- ¿Cómo era Absalón y qué hizo?
6.- ¿Qué tuvo que hacer David contra Absalón?
7.- ¿Qué experimentó el pobre padre por esta muerte?

Muerte de David
David finalmente reinaba tranquilo sobre Judá e Israel, y el Señor lo hacía prosperar, volviéndose su
nombre siempre más célebre y glorioso, cuando un día concibió el ambicioso pensamiento de levantar
el censo de todo su pueblo, para hacer alarde de su poder.
Indignado el Señor por esto, le dio a elegir, por medio de un profeta, uno de estos tres castigos: el
hambre, la guerra o la peste.
David eligió la peste prefiriendo caer en las manos del Señor antes que en las manos de los hombres. la
peste vino y asoló a Israel; y no habría cesado el exterminio si David no hubiese aplacado al Señor con
ruegos y penitencias.
Después de este azote, el rey se ocupó únicamente del bienestar de] pueblo y en oficios de piedad; él
mismo hubiera levantado el templo del Señor de no habérselo vedado el profeta por estar manchadas
sus manos con la sangre de las batallas.
Por último, siendo ya David anciano y sintiendo cercano el fin de sus días, eligió a Salomón por
sucesor y le confió el cuidado de construir el templo de Dios. Habiéndole dado útiles avisos, murió en
paz.
David fue un varón según el corazón de Dios, porque en él ponía toda su confianza y a él refería la
gloria del feliz éxito de sus empresas. Debemos ver su vida como figura y anticipo de la de Cristo. en
Jesús alcanzará su perfección todo lo que admiramos en David.
Amó la música, compuso cánticos y salmos de extraordinaria belleza. Fue también profeta, porque vio
y predijo muchas cosas del Mesías, que se cumplieron. Pero lo que lo hizo glorioso en modo singular
fue el haber querido Dios hacerse hombre naciendo de su estirpe.
El Señor Dios dará al Hijo de María el trono de David, su padre, y su reino no tendrá fin.

RESPONDER:

1.-Cuando David reinaba tranquilo sobre Israel, ¿qué pensamiento concibió?


2.- ¿Qué castigo le dio el Señor a elegir? ¿Qué castigo eligió David?
3.- ¿De qué se ocupó el rey después de este azote?
4.- ¿A quién eligió por último David como sucesor?
5.- ¿Fue David un varón bueno?
6.- ¿Qué prendas especiales tenía David?

Sabiduría de Salomón
Salomón, hijo y sucesor de David, recibió de Dios tanta sabiduría e inteligencia, que nadie hubo jamás
ni habrá semejante a él, y dio de esto una gran prueba desde los primeros años de su reinado.
Vivían juntas dos mujeres y cada una tenía un niño de corta edad. Una de las mujeres, mientras
dormía, sofocó al niño que tenía consigo. Levantándose en silencio, cambió su niño muerto por el vivo
de la compañera que dormía. Despertando ésta por la mañana, halló el niño muerto y reconoció que
no era el suyo. Por lo tanto pidió el hijo a su compañera; pero ésta se lo negó, diciendo que el niño vivo
era el suyo, y no el muerto de esta manera altercaban en presencia de Salomón.
Salomón, habiendo escuchado a las dos mujeres, hizo traer una espada y le dijo a uno de sus
servidores: "Partid al niño por la mitad y dad una mitad a cada una de esas mujeres."
La madre del niño vivo, conmovidas sus entrañas por amor a su hijo, clamó al rey diciendo: "No lo
matéis, señor; dadle más bien a ella, vivo, el niño." al contrario, la otra, decía: "Ni mío ni tuyo, sino
que se lo divida."
Entonces Salomón pronunció esta sentencia: "No se parta al niño; dádselo a la primera porque ella es
su madre."
Todo Israel conoció la sentencia de Salomón y todos admiraron la sabiduría que Dios le había dado
para administrar justicia a su pueblo.

RESPONDER:

1.- ¿Qué recibió Salomón de Dios?


2.- ¿En qué ocasión dio prueba de esta sabiduría?
3.- ¿Qué hizo Salomón, habiendo escuchado a las dos mujeres?
4.- ¿Qué aconteció entonces?
5.- ¿Qué sentenció entonces Salomón?
6.- ¿Qué efecto produjo en el pueblo esta sentencia?

Últimos Años de Salomón


Grande era la riqueza, la sabiduría y el poder que Dios había dado a Salomón. La fama de su nombre
se esparció por todo el mundo y una infinidad de extranjeros, entre ellos, la reina de Sabá, en Arabia,
acudían a visitarlo y a admirar el templo grandioso que había erigido y dedicado al Señor.
Este magnífico edificio se levantaba sobre el monte Moría, cerca de Jerusalén, en el mismo lugar en
que debió ser sacrificado Isaac.
Se entraba a él por dos atrios, en el último de los cuales, llamado "atrio de los sacerdotes," estaba el
altar de los holocaustos.
Además del vestíbulo, el templo comprendía otras dos partes: el santo y el santuario, llamado el santo
de los santos. En el santo, donde podían entrar solos los sacerdotes, estaba el altar del incienso entre
dos candelabros de oro y la mesa de los panes de la proposición,
En el santuario, separado del santo con una cortina, se guardaba el arca de la alianza entre dos
querubines cubiertos de oro, que tenían las alas extendidas encima de ella. Una vez sola por año
entraba en él el Sumo Sacerdote, para la expiación solemne.
En el santo y el santuario todo era de oro y piedras preciosas, y las paredes estaban cubiertas de
láminas de aquel mismo metal, con querubines y palmas entrelazadas.
Aunque Salomón hubiese recibido de Dios una sabiduría maravillosa, y tanta gloria y riquezas que
sobrepujó a todos los reyes de la tierra, sin embargo no se mantuvo fiel a quien le había hecho tantos
beneficios.
Se desposó con la hija del rey de Egipto y con otras mujeres extranjeras idólatras, contra la orden del
Señor, que prohibía a los israelitas desposarse con extranjeras. Por lo que se corrompió su corazón y
cayó en la idolatría.
Irritado, el Señor le anunció que, en castigo de sus faltas, le sería arrebatada a su hijo la mayor parte
de su reino, que pasaría a uno de sus servidores. Esto se verificó conforme lo dijo el Señor.
RESPONDER:
1.- ¿A qué punto llegó la grandeza de Salomón?
2.- ¿Dónde estaba situado el templo de Salomón?
3.- ¿Cómo era la entrada del templo?
4.- ¿Cuántas partes comprendía el templo?
5.- ¿Qué había en el santuario?
6.- ¿Qué riquezas había en el santo y en el santuario?
7.- Por tantos dones recibidos, ¿se mantuvo Salomón fiel a Dios?
8.- ¿Cómo se corrompió el corazón de Salomón?
9.- ¿Qué castigo anunció el Señor a Salomón por sus faltas?

División del Reino


Después de Salomón subió al trono su hijo Roboam, el cual, por su conducta imprudente, perdió la
mayor parte del reino.
Salomón había impuesto al pueblo grandes tributos y como los súbditos no podían soportar tan
pesada carga, Pidieron que se las disminuyeran; Roboam les respondió: "Volved a mí de aquí a tres
días."
Llamó entonces Roboam a los viejos consejeros del rey su padre, y los consultó sobre lo que debía
responder al pueblo; ellos le aconsejaron que procurara apaciguarlo con dulzura, para mantenérselo
fiel.
No agradó a Roboam el consejo de los ancianos y juntó a los jóvenes de su corte, los cuales le
exhortaron, no sólo a ser inflexible con el pueblo, sino a que lo amenazara con un yugo más pesado
todavía, para que no volviera a quejarse.
Roboam, desechando el sabio parecer de los ancianos, siguió el insensato consejo de los jóvenes y
contestó al pueblo con palabras llenas de aspereza, rechazando la súplica con altanería.
El pueblo se amotinó entonces. Diez tribus se rebelaron contra Roboam y eligieron por rey a
Jeroboam, servidor de Salomón. Sólo las tribus de Judá y de Benjamín permanecieron fieles.
De esta manera se formaron dos reinos: el de Israel y el de Judá. de este último fue capital Jerusalén.
del reino de Israel lo fue después Samaria.

RESPONDER:

1.- ¿Quién sucedió a Salomón en el reinado?


2.- ¿Qué le pidieron a Roboam sus súbditos?
3.- ¿A quiénes llamó entonces Roboam para aconsejarse?
4.- ¿Agradó a Roboam este consejo?
5.- ¿Cuál consejo siguió Roboam?
6.- ¿Qué hizo entonces el pueblo?
7.- ¿Qué resultó de esta división del pueblo?

Reino de Israel
Jeroboam, primer rey de Israel, con el fin de apartar a sus súbditos de la costumbre de ir a Jerusalén,
a ofrecer los sacrificios en el templo, mandó que se hicieran dos becerros de oro y dijo al pueblo: "He
aquí, Israel, tus dioses."
Este hecho fue motivo de gran pecado y todos los sucesores de Jeroboam fueron malvados, por lo que
el reino de Israel no duró largo tiempo.
El Señor mandó muchas veces a sus profetas, que los amonestaron y exhortaran a volver a la
verdadera religión.
Los profetas eran hombres a quienes Dios llenaba de su espíritu, comunicándoles las cosas ocultas y
también las' futuras, manifestando por boca de ellos su voluntad. Tales fueron Elías, Elíseo y otros
muchos.
Solían estos profetas apartarse de los demás hombres para llevar una vida pobre y penitente, se
presentaban valerosamente a los reyes y a los pueblos, reprendiéndolos por sus delitos, exhortándolos
a que hicieran penitencia y se convirtieran a Dios.
Pero los reyes y el pueblo de Israel no daban oído a los avisos de los profetas, sino que los recibían con
insultos e intentaban quitarles la vida.
Finalmente, doscientos cincuenta años, más o menos, después de la separación del reino, Salmanasar,
rey de los asirios, puso sitio a Samaria y la tomó al cabo de tres años, llevándose cautivos a sus
moradores. Así el reino de Israel, destruido por castigo de Dios, no se levantó más.
Para poblar aquel país que había quedado desierto, fueron enviados otros pueblos que se llamaron
después samaritanos.

RESPONDER:

1.- ¿Qué hizo Jeroboam, primer rey de Israel?


2.- ¿De qué fue motivo este hecho de Jeroboam?
3.- ¿A quiénes mandó el Señor para que amonestasen a los reyes de Israel?
4.- ¿Quiénes eran los profetas?
5.- ¿Qué solían hacer los profetas?
6.- Los reyes y el pueblo ¿hacían caso de sus avisos?
7.- ¿Qué hizo finalmente Salmanasar?
8.- ¿Quiénes poblaron después aquel país?

El libro del profeta Isaías

Uno de los libros más extensos de la Biblia es el del profeta Isaías, que vivió hacia el siglo

VIII antes de Cristo. Hombre de buena familia y elevada cultura, Isaías recibió del Señor la

misión de llamar a Israel a la santidad a pesar de los pecados personales y los sufrimientos

históricos.

La tarea impuesta a Isaías parecía enorme. El pueblo abandonaba la fe y los reinos vecinos

tironeaban del reino de Judá con la tentación del poder y la idolatría.


Isaías revela que el Señor es más sagaz y más fuerte que los hombres. Los caminos de Dios

no son los de los hombres. La salvación vendrá de su poder infinito.

Cuando el pueblo se encontraba desterrado en Babilonia, Ciro el Grande, rey de Persia,

amenazó a la ciudad con una invasión. El profeta consuela entonces al pueblo y le recuerda

que el Señor cumple siempre sus promesas.

Los "cantos del Siervo del Señor" son una parte fundamental del libro de Isaías; en ellos

queda delineada admirablemente la figura de Jesús obediente a la voluntad del Padre,

liberador por el sufrimiento, paciente y misericordioso.

El final del libro está reservado a recordar la verdadera religiosidad que Dios espera y recibe

como culto: la práctica de la justicia y el amor, que nos merecen la paz.

Elías profeta
Vivía en el reinado de Acab, que fue el más malvado de los reyes de Israel, un gran profeta llamado Elías.
Elías se presentó un día al rey y le dijo: "No ha de caer rocío ni lluvia en estos años, hasta que yo lo diga."
Y hubo gran sequía y hambre por tres años, en los cuales ni una sola gota de agua cayó del cielo. Se
secaron las fuentes y los campos se volvieron áridos, toda la tierra de Israel se hallaba en la mayor
desolación por la sed y el hambre que en ella se padecía.
Elías entretanto se había retirado a la orilla de un torrente y el Señor le alimentó por medio de unos
cuervos que cada día le traían pan y carne; después lo mantuvo gracias a una pobre y piadosa viuda de la
ciudad de Sarepta, que lo sustentaba con harina y aceite que, por un continuo milagro, nunca le llegaron
a faltar a esta mujer Elías le resucitó, en recompensa, el hijo que se le había muerto.
Al tercer año de esta carestía, el Señor ordenó a Elías que se presentara al rey, después de lo cual
enviaría lluvia. Elías se presentó y le dijo que congregase a todo Israel en el monte Carmelo, diciéndole
que también llamase a los cuatrocientos cincuenta profetas del dios Baal, venerado entonces por los
israelitas.
Cuando estuvieron sobre el monte, Elías los provocó a que mostraran con un milagro la divinidad de su
ídolo. Los sacerdotes de Baal, levantando su altar de leña, pusieron sobre él un buey despedazado y
desde la mañana hasta el mediodía invocaron en vano a su dios, para que mandara fuego del cielo a
consumir el sacrificio.
Por la tarde Elías erigió un altar de piedra y leña, y, habiendo colocado sobre la leña un buey dividido en
trozos, hizo echar sobre el holocausto gran cantidad de agua, hasta llenar la zanja que lo rodeaba.
Entonces invocó al Señor, el cual mandó al instante fuego del cielo que consumió el holocausto', la leña y
las piedras, y hasta el agua que estaba en la zanja.
A la vista de este prodigio, el pueblo se postró sobre su rostro y exclamó: "¡El Señor es el verdadero Dios
de Israel!." Elías hizo prender a los sacerdotes de Baal y mandó quitarles la vida.
Después de esto Elías oró al Señor sobre el mismo monte y previno a Acab que unciera pronto el carro y
saliera de allí, porque amenazaba una gran lluvia. la cual vino, en efecto, y en tanta abundancia que la
tierra recobró su fertilidad.
Cuando Jesús se transfigure, Elías aparecerá a su lado, conversando con él y Moisés. en Elías se sintetiza
todo el espíritu de la profecía, que es el llamado a volver a Dios, a ser justos y abandonar los pecados.
Entre los profetas, sólo Juan Bautista será mayor que él, y luego Cristo mismo, que "es" la profecía, el
llamado de Dios hecho carne.
RESPONDER:
1.- ¿Qué profeta vivía en tiempo de Acab?
2.- ¿A quién se presentó primero el profeta Elías?
3.- ¿Cómo se cumplió la profecía?
4.- ¿Adónde se había retirado entonces Elías?
5.- ¿Qué ordenó el Señor a Elías al fin del tercer año de carestía?
6.- ¿Cuando estuvieron todos en el monte, qué hizo Elías?
7.- ¿Que hizo después Elías a la tarde?
8.- Y entonces, ¿qué aconteció?
9.- ¿Qué hizo el pueblo cuando vio este prodigio?
10.-Después, de esto, Elías ¿qué hizo? ¿Cuál es la importancia de Elías profeta?

El profeta Eliseo
Eliseo fue discípulo y compañero inseparable de Elías.
Hallándose un día los dos profetas a la orilla del Jordán, Elías tomó su manto, lo plegó y golpeó las
aguas del río, que se dividieron; ambos pasaron en seco a la orilla opuesta. Cuando pasaron, dijo Elías
a Elíseo: "Pide lo que quieras que haga por ti, antes que sea separado de ti." y respondió Elíseo: "Pido
que sea duplicado en mí tu espíritu."
Mientras hablaban, un carro de fuego con caballos también de fuego se paró delante de ellos, y subió
Elías al cielo en un torbellino.
Elíseo lo seguía con la vista y gritaba lamentando su pérdida. Recogió después el manto que se le
había caído a Elías y con él volvió a pasar el Jordán a pie enjuto. Los que vieron esto entendieron que
el espíritu de Elías se había posado sobre Elíseo.
Tantos fueron los milagros que obró el profeta Elíseo, que bien pudo decirse que se había duplicado
en él el espíritu de su maestro.
Primero purificó las aguas de Jericó, malas hasta entonces. Multiplicó un poco de aceite en beneficio
de personas pobres que recurrieron a él. Otra vez resucitó al hijo único de una mujer que le había
prestado muchos servicios. Libró de la lepra a Naamán, jefe del ejército de Siria, haciéndole lavar
siete veces en el Jordán, y rehusó los presentes que en recompensa le ofrecía. Como su siervo los
pidiera furtivamente 1 Eliseo le castigó con la lepra de la que había sanado a Naamán.
Un día, mientras Elíseo subía a una ciudad, unos niños que lo vieron se burlaban de él diciendo:
"Sube, calvo; sube, calvo." Elíseo, volviéndose hacia ellos, los maldijo en el nombre del Señor.
Entonces salieron de un bosque cercano dos osos, que, arrojándose sobre los niños, despe dazaron a
cuarenta y dos de ellos. Quiso Dios dar a entender con tan terrible castigo, cuánto amaba al profeta en
quien residía su poder, tanto para salvar como para perder.
Aun después de muerto quiso Dios glorificar a su siervo Elíseo, pues, habiéndose e chado un cadáver
en el sepulcro del profeta, no bien tocó sus huesos, el muerto recobró la vida y se levantó.

RESPONDER:

1.- ¿Quién era Eliseo?


2.- ¿Qué aconteció, hallándose los dos profetas a orillas del Jordán?
3.- ¿Qué aconteció entonces mientras hablaban?
4.- ¿Cómo se quedó entonces Eliseo?
5.- ¿Fueron muchos los milagros de Eliseo?
6.- ¿Cuáles son los más notables de esos milagros?
7.- ¿Y qué dijo Eliseo a los muchachos que se burlaban de él?
8.- ¿Qué efecto tuvo entonces esa maldición?
9.- ¿Y qué sucedió después de muerto Eliseo?

El profeta Jonás
Nínive era la capital de Asiria, antes que el asiento del imperio pasara a Babilonia.
Habiéndose manchado la ciudad de Nínive con muchas iniquidades, el Señor mandó a ella al profeta
Jonás a predicar la penitencia. Pero el profeta, temiendo perder la vida, no obedeció, sino que fletó en
Jope un buque y se fue para Tarso de Cilicia.
El Señor mandó un viento muy fuerte sobre el mar, que levantó una tempestad tan furiosa que la nave
estaba a punto de zozobrar. Los marineros estaban consternados y Jonás, entre tanto, dormía.
Poniéndose el mar cada vez más agitado, Jonás fue despertado. Se echaron suertes para conocer quién
de los que iban a bordo podía ser causa de aquel mal y la suerte designó al profeta.
Jonás confesó entonces su culpa y dijo que la tempestad se aquietaría arrojándolo a él solo al agua.
Así lo hicieron y el mar se calmó.
No obstante, el Señor salvó milagrosamente a su profeta. Un pez de tamaño monstruoso lo tragó,
llevándolo vivo en su vientre tres días y tres noches sin lastimarlo, después de los cuales lo vomitó
sobre la costa.
Jonás, entonces, sumiso a la voluntad de Dios, fue a Nínive y anduvo por las calles de la ciudad todo
un día gritando: "Dentro de cuarenta días Nínive será destruida."
Nínive prestó oídos a las palabras del profeta. El rey descendió de su trono, se vistió pobremente en
señal de penitencia, se cubrió de ceniza y ordenó a todos un ayuno riguroso. Viendo el Señor tanto
arrepentimiento, depuso su ira y suspendió los castigos con que había amenazado a la ciudad.
Este hecho nos enseña la misericordia del Señor, que perdona cuando hay arrepentimiento. Jonás es
figura de Jesús que quedó tres días en el sepulcro.
RESPONDER:
1.--¿Qué ciudad era Nínive?
2.- ¿Qué profeta mandó el Señor a Nínive?
3.- ¿Qué castigo mandó el Señor contra Jonás?
4.- ¿Qué expediente se tomó para alejar el peligro?
5.- ¿Y Jonás qué hizo entonces?
6.- No obstante eso, ¿salvó el Señor a su profeta?
7.-Entonces Jonás ¿cumplió su misión?
8.- ¿Nínive prestó oídos a sus palabras? ¿Qué nos enseña este hecho?

El reino de Judá
E1 reino de Judá fue más feliz que el de Israel y duró más de un siglo después de la caída de éste,
porque muchos de sus reyes, y especialmente Josafat, Ezequías y Josías, fueron piadosos y justos, y
por esto Dios los bendijo.
Josafat, cuarto rey de Judá, derribó todos los ídolos e hizo instruir al pueblo en la ley del verdadero
Dios; estaba adornado de tanta virtud, que hasta los extranjeros veneraban su nombre y tuvo glorias
y riquezas sin tasa.
Ezequías, que vivió muchos años después, valiéndose de los consejos del gran profeta lsaías, gobernó
con mucha cordura y rectitud a su pueblo. Habiendo caído en una enfermedad mortal, alcanzó de
Dios la salud y la promesa de quince años más de vida. Cuando en su reinado Jerusalén fue sitiada
por los asirios, Ezequías puso su confianza en el Señor, que le libró de un modo prodigioso.
En tiempos de Ezequías cayó el reino de Israel; después de su muerte, habiéndole sucedido el impío
Manasés y en seguida el sacrílego Amón, hubiera caído también muy pronto el reino de Judá si la
bondad del rey Josías no hubiese aplacado por muchos años la cólera del Señor.
Jeremías y Joel profetizaban la ruina de Jerusalén y la esclavitud de Babilonia, exhortando al pueblo
y al rey a la penitencia. Pero el pueblo los despreciaba. Y los reyes que vinieron después se mostraron
uno más impío que el otro.
Dios permitió que Nabucodonosor, rey de Babilonia, viniera a sitiar a Jerusalén. Esta ciudad llegó a
tal estado de miseria que ya no se hallaba en ella comida de ningún género y el hambre fue tan grande
y cruel, que los habitantes de la ciudad llegaron a comer a sus semejantes.
Finalmente fue tomada Jerusalén en medio de horribles estragos. El templo fue saqueado y destruido,
la ciudad incendiada, el rey y sus súbditos llevados cautivos a Babilonia.
RESPONDER:

1.-El reino de Judá, ¿fue infeliz como el de Israel?


2.- ¿Qué hizo Josafat? ¿Cómo gobernó Ezequías?
3.- ¿Qué aconteció en tiempos de Ezequías, y después de él?
4.- ¿Qué profetizaban Jeremías y Joel?
5.- ¿Qué castigo permitió Dios viniera sobre Jerusalén?
6.- Finalmente, ¿qué fue de Jerusalén?

El libro del profeta Jeremías


Jeremías es un gran profeta de quien conocemos no sólo un mensaje, sino también su rica
personalidad y el alma profunda y dramática que sus poemas nos revelan.
Llamado muy joven para ejercer un ministerio profético que juzgaba demasiado pesado para
sus escasas fuerzas, Jeremías se propuso arrancar el pecado del corazón de Israel. El Señor se
une a su pueblo en una relación de amor; apartarse de él equivale a convertirse en un
adúltero.
El profeta abre así el misterio insondable del corazón del hombre, corazón lleno de dobleces
y sorpresas que sólo Dios puede sondear, pero que lleva grabado el mensaje del Señor.
Jeremías fracasó en todos sus propósitos. El pueblo abandonó al Señor y Nabucodonosor, rey
de Babilonia, arrasó Jerusalén en el año 587 antes de Cristo. Los judíos debieron marchar
entonces al destierro.
De este fracaso aparente, sin embargo, el Señor extrae un triunfo nuevo. Siempre es Dios
quien da la victoria y en la derrota de Israel brilla la justicia de Dios por sobre las faltas de
los hombres.
Se atribuye a Jeremías una serie de poemas maravillosos, las "lamentaciones," que lloran la
ruina de Jerusalén y su pueblo y que constituyen una figura de la desolación en que el pecado
sume a los hombres. Pero ellos son también un llamado insistente a volverse al Señor, que
perdona a los que se arrepienten y no abandona a los que permanecen fieles.

Daniel en Babilonia
Entre los esclavos conducidos por Nabucodonosor a Babilonia, estaba Daniel, joven de real estirpe, de
hermosa presencia y docto en las ciencias, en vista de lo cual el rey quiso que quedara en la corte, con
otros compañeros suyos, de nombre Ananías, Azarías y Misael.
Estos jóvenes debían alimentarse de lo mismo que se servía en la mesa del rey. Daniel y sus
compañeros determinaron no contaminarse con viandas vedadas por la ley y rogaron para esto al
prefecto de los criados.
Este contestó: "Temo que si el rey, mi señor, que os ha señalado ración de comida y bebida, viera
vuestras caras más flacas que las de los otros jóvenes de vuestra edad, me condene a perder la
cabeza."
Daniel le dijo: "Te ruego que hagas la prueba con nosotros por diez días. Danos legumbres para
comer y agua para beber, y contempla nuestras caras y las caras de los que comen las viandas del rey,
y según veas, harás de nosotros lo que quieras."
El hombre aquel consintió y después de diez días le parecieron sus caras de mejor color y más llenas
de carne que las de todos los jóvenes que comían de las viandas del rey, por lo que siguió dándoles
verduras.
A estos jóvenes dio el Señor saber e inteligencia tan grandes que excedían a todos los adivinos y magos
que había en el reino de Nabucodonosor, dando singularmente a Daniel la inteligencia de toda visión y
sueño que viene de Dios.
Pasados tres años, el prefecto de los criados los presentó al rey, el cual, habiéndolos examinado y
admirado su saber, los retuvo en la corte a su servicio.

RESPONDER:

1.- ¿Quién estaba entre los esclavos de Babilonia?


2.- ¿Cómo debían alimentarse estos jóvenes?
3.- ¿Qué contestó a Daniel el prefecto de los criados?
4.- ¿Qué dijo Daniel?
5.- y el perfecto, ¿consintió en eso?
6.- ¿Qué dio el Señor a esos jóvenes?
7.- Pasados tres años, ¿a quién fueron presentados esos jóvenes?

El sueño de Nabucodonosor
Nabucodonosor tuvo un sueño, que se le fue de la memoria, dejando consternado su espíritu. Ninguno
de los adivinos y magos de su imperio supo interpretarlo. Pero Daniel, habiendo invocado al Señor, se
presentó al rey; inspirado por Dios habló así: "Tú, oh rey, has visto una estatua grande y sublime que
estaba frente a ti y cuya vista era espantosa.
"Tenía la cabeza de oro muy puro, el pecho y los brazos de plata, el vientre y los muslos de cobre, las
piernas de hierro y los pies, parte de hierro y parte de arcilla.
"Mientras tú, oh rey, la contemplabas," prosiguió Daniel, "una piedra, precipitándose del monte sin
que mano de hombre la moviese, vino a herir los pies de ¡a estatua y los desmenuzó. Entonces el
hierro, la arcilla, el Cobre, la plata y el oro fueron reducidos como polvo que arrebataba el viento; la
piedra que había quebrantado la estatua se convirtió en un gran monte y cubrió toda la tierra.
"Este es el sueño," dijo Daniel a Nabucodonosor, "y he aquí lo que significa: Tú, oh rey, eres la cabeza
de oro, porque el Dios del cielo te ha dado fortaleza, imperio y gloria.
"Después de ti," añadió Daniel, "se levantará otro reino menos ilustre, figurado por la plata. en
seguida un tercero que será como el cobre, el cual mandará toda la tierra. por último habrá un cuarto
reino, que como hierro quebrará y desmenuzará todas las cosas.
"Como viste, oh rey, que los pies de la estatua eran parte de hierro y parte de arcilla, así este reino
será dividido y será en parte sólido y en parte frágil. Finalmente, como la piedra que lo redujo todo a
polvo, el Dios del cielo levantará un reino que no pasará a otro pueblo, destruirá todos estos reinos y
subsistirá para siempre."
Entonces Nabucodonosor cayó sobre su rostro y adoró a Daniel. Después le dijo: "Vuestro Dios es
verdaderamente el Dios de los dioses, el Señor de los reyes y el que revela los misterios, porque tú
pudiste descubrir este arcano."
El rey colmó a Daniel de muchos y riquísimos presentes, y lo elevó a grandes honores, haciéndolo
príncipe de todas las provincias y prefecto de los magistrados, sobre todos los sabios de Babilonia.
RESPONDER:
1.- ¿Qué turbó a Nabucodonosor?
2.- ¿Nadie supo interpretar ese sueño?
3.- ¿De qué materia era esa estatua del sueño de Nabucodonosor?
4.- ¿Qué aconteció mientras el rey contemplaba la estatua?
5.- ¿Qué dijo después Daniel que significaba este sueño?
6.-Según dijo Daniel, ¿qué otros reinos se levantarían después del de Nabucodonosor?
7.- ¿Cómo dijo Daniel que habría de ser aquel reino?
8.- ¿Qué hizo entonces Nabucodonosor?
9.- ¿Y cómo trató el rey a Daniel?

El horno ardiente y el foso de los leones


Nabucodonosor no fue constante en venerar a Dios. por el contrario, se ensoberbeció, de manera que,
queriendo que lo adorasen como a Dios, se hizo erigir una estatua de oro de setenta codos de altura y
mandó que todas las personalidades de su reino vinieran a adorarla.
En efecto, todos vinieron y se postraron ante la estatua. Pero los tres compañeros de Daniel, Sadrac,
Mesac y Abednego, rehusaron adorarla. Como se resistieron a las amenazas del rey, fueron arrojados
por su orden en un horno de fuego ardiendo.
La llama de fuego mató a los que los arrojaron dentro, pero los tres jóvenes caminaban ilesos en
medio de las llamas bendiciendo al Señor. Un ángel, que había bajado con ellos al horno, hizo soplar
un viento fresco y húmedo, por lo que el fuego no los tocaba siquiera ni les causaba la menor molestia.
Nabucodonosor, que los observaba, quedó atónito y, levantándose apresuradamente, dijo a sus
magnates: "¿No mandamos echar al horno tres hombres solamente ? Pues, ¿cómo veo cuatro adentro?
¿Y cómo andan en medio del fuego sin padecer daño de ninguna especie?"
Después el rey los llamó, diciendo: "Sadrac, Mesac, Abed Negó, siervos de Dios excelso, salid y venid,"
Salieron al punto los tres. los magnates de la corte quedaron admirados y el rey glorificó al Dios de
Israel.
El Señor obró un prodigio semejante muchos años después en favor de Daniel, cuando los cortesanos
mandaron firmar un decreto al rey Darío, prohibiendo por espacio de treinta días toda adoración que
no fuera la que los caldeos tributaban a su dios.
Daniel no quiso obedecer esa ley impía y todos los días oraba al Señor como tenía costumbre de
hacerlo. Cuando supieron esto, los cortesanos lo denunciaron al rey, y éste se vio compelido, a pesar
suyo, a hacer echar a los leones a una persona tan amada.
Al cabo de siete días llegó el rey al foso de los leones para llorar a Daniel. Cuando le vio tranquilo en
medio de los leones, conmovido por tal prodigio, lo hizo sacar del foso inmediatamente y echó en él a
sus acusadores, que fueron devorados en un instante.
RESPONDER:
1.-¿Fue constante Nabucodonosor en adorar a Dios?
2.- ¿Adoraron todos esta estatua?
3.- ¿Y mató a los jóvenes la llama de fuego?
4.- ¿Cómo quedó Nabucodonosor viendo eso?
5.- ¿Qué hizo después el rey?
6.- ¿Obró el Señor después otro prodigio en favor de Daniel?
7.- ¿Obedeció Daniel a esa ley impía?
8.- ¿Y qué aconteció cuando el rey fue al foso de los leones?

Sueño de Nabucodonosor
Nabucodonosor tuvo otro sueño que contó a Daniel: "Me parecía ver," dijo el rey, "en
medio de la tierra un árbol de extraordinaria altura, grueso y fuerte, que alcanzaba con su
copa el cielo y con sus ramas los confines de la tierra. Tenía hojas muy hermosas y
estaba cargado de frutos. Debajo de él moraban los animales y en sus ramas se
abrigaban las aves, y había de comer para todos.
Mas he aquí que un ángel descendió del cielo y clamó altamente: "Cortad el árbol,
desgajad sus ramas, sacudid sus hojas, esparcid sus frutos, echad y espantad las bes tias
y las aves que se abrigan en él. Dejad empero en la tierra sus raíces y sea él atado y
bañado con el rocío del cielo y sea su morada con las fieras en la hierba de la campaña.
Cámbiese su corazón en el de fiera y así pase el tiempo de siete años."
"Este es el sueño que tuve. Dime, pues, su explicación. Todos los sabios de mi reino no
pueden interpretarlo, pero tú puedes, porque en ti está el espíritu de los santos dioses."
Daniel, oída la exposición del sueño, quedó pensativo y después dijo que el árbo l era
figura del rey y que las palabras de] ángel significaban que debía ser echado de entre los
hombres y obligado a morar en los bosques con las fieras; pero que, al cabo de siete
años, recobraría la razón y el trono.
Todo se cumplió conforme a la interpretación de Daniel. En efecto, doce meses después,
paseando Nabucodonosor por su palacio y gloriándose de su poder, perdió de repente la
razón e, imaginándose que era un animal, salió de la ciudad y erró por los campos,
comiendo hierbas.
Pero al cabo de siete años Nabucodonosor volvió en sí, levantó los ojos al cielo, bendijo
al Altísimo y recobró el trono, que hizo más glorioso que antes.
La historia de Daniel y sus muchas aventuras nos hablan de la fidelidad que el Señor
profesa con quienes se mantienen unidos a él perseverantemente. Son innumerables las
pruebas y los sufrimientos, pero Dios es una roca más firme que el hombre.
El libro de Daniel contiene también en su última parte varias "visiones" cuyo contenido
puede resumirse sencillamente diciendo que, a pesar de todo, a pesar del triunfo
momentáneo de los poderosos e injustos, a pesar del dolor y de la misma muerte, el
Señor triunfa. Pero Daniel da a estas esperanzas, tal vez todavía demasiado humanas,
una última vuelta de tuerca: el triunfo de Dios es trascendente, no meramente histórico.
Comienza así la esperanza en la resurrección.

RESPONDER:
1.- ¿Nabucodonosor tuvo después otro sueño?
2.- ¿Y qué le parecía ver?
3.- Y después, ¿qué palabras oyó?
4.- ¿Qué dijo el rey después a Daniel?
5.- ¿Cómo quedó Daniel oída la exposición del sueño?
6.- ¿Y se cumplió todo eso?
7.- Y Nabucodonosor, ¿volvió en sí después de ese castigo?
8.- ¿Qué nos enseña la historia de Daniel?
9.- ¿De qué esperanza nos había el libro de Daniel?
ESCRITURA EN LA PARED
Belsasar, hijo de Nabucodonosor, dio un gran festín a mil príncipes de su reino, y él con los demás se
entregaron a una horrible orgía, bebiendo en los vasos de oro y plata que habían sido transportados
del templo de Jerusalén.
En medio del festín y de la mayor alegría, una mano misteriosa apareció de repente sobre la pared
enfrente del rey, trazando estas palabras: "Mene, Tékel, Uparsin."
A la vista de aquella mano, misteriosa, el rey se llenó de sobresalto y terror. Llamó a los amigos y
adivinos, ofreciendo grandes premios al que descifrara aquella escritura.
Se presentaron todos los sabios del rey, pero no pudieron ni leer la escritura ni explicar su significado.
Entonces se acordaron de Daniel, que en tiempos de Nabucodonosor se había hecho célebre en
interpretar sueños y declarar secretos, y el rey le hizo venir a su presencia.
Daniel se presentó y, habiendo rehusado el premio, ' que le, ofrecían y recordando lo acontecido a
Nabucodonosor, reprendió severamente a Baltasar, y le dijo: "«Mene» quiere decir que Dios ha
enumerado los días de tu reino y le ha puesto término. «Tékel» indica que has sido pesado sobre la
balanza y has sido hallado falto. « Uparsin » significa que tu reino será dividido y dado a los medos y a
los persas."
La palabra de Daniel se cumplió muy pronto. Aquella misma noche fue muerto Baltasar y su reino
pasó a manos extranjeras.

RESPONDER:

1.- ¿Qué hizo Baltasar, descendiente de Nabucodonosor?


2.- ¿Qué aconteció en medio del festín?
3.- ¿Cómo quedó el rey a la vista de aquella mano?
4.- ¿Qué dijeron todos los sabios del rey?
5.- ¿Qué dijo Daniel cuando se presentó a Baltasar?
6.- ¿Se cumplió la palabra de Daniel?

Término de la esclavitud
La esclavitud de Babilonia duró setenta años, como habían predicho los profetas. Al cabo de ese tiempo,
Ciro, rey de los persas, venció al rey de Babilonia y permitió a los judíos que volvieran a su patria y
reedificaran el templo.
Entonces los jefes de las familias de Judá y de Benjamín, los sacerdotes y los levitas y muchos otros con
ellos, llenos de júbilo salieron del destierro, llevando consigo muchos dones que habían recibido, y los vasos
de oro y plata arrebatados al templo de Dios por Nabucodonosor.
Llegados a la tierra de sus padres, se juntaron en Jerusalén y sobre un altar recién levantado ofrecieron
holocaustos al Señor. En seguida emprendieron la reedificación de1 templo, del que los sacerdotes y levitas
echaron los cimientos, al son de la música y de cantos de alegría.
Todo el pueblo que asistía a aquella fiesta, alzaba al cielo voces de júbilo y de agradecimiento. Pero muchos
de los jefes de las familias y ancianos, que habían visto el primer templo, lloraban por ser el segundo
inferior; pero el profeta Ageo los consoló.
Los trabajos del templo fueron interrumpidos varias veces, unas por envidia y odio de los pueblos vecinos,
otras por orden de los reyes de Persia, a quienes aquéllos acudían. Finalmente, con la ayuda de Dios, el
templo fue terminado y los hebreos hicieron su dedicación, con señales de extraordinaria alegría y con gran
solemnidad.
Fueron también levantados después los muros de la ciudad, a pesar de que los samaritanos intentaron
impedirlo obstinadamente. Por ello una mitad de los ciudadanos se vio precisada a permanecer con las armas
en la mano, para repeler los ataques, mientras la otra mitad atendía a los trabajos.
Desde entonces, habiéndose repoblado la ciudad y cultivado las tierras vecinas, los judíos vivieron en paz
como tributarios de los reyes de Persia. Obedecieron a sus propios sacerdotes, se mantuvieron constantes en
el culto del verdadero Dios y no cayeron en la idolatría, a la que antes se habían mostrado tan propensos.

RESPONDER:

1.- ¿Cuánto tiempo duró la esclavitud de Babilonia?


2.- ¿Cómo salieron de Babilonia las tribus de Judá y Benjamín?
3.- ¿Qué hicieron llegados a la tierra de sus padres aquellos hebreos?
4.- ¿Qué sentimiento experimentó todo el pueblo que asistía a esa fiesta?
5.- ¿Hubo alguna interrupción en los trabajos del templo?
6.- los muros de la ciudad, ¿fueron también levantados?
8.- ¿Cómo vivieron después los judíos?

ESTHER
Asuero, rey de Persia, había tomado por esposa a una joven hebrea de extraordinaria belleza y virtud,
llamada Ester.
Esta joven había sido criada por Mardoqueo, su tío, el cual, a pesar de ser pariente de la reina, y
haber salvado una vez la vida del rey, descubriendo una conspiración contra él, solía permanecer
desconocido a la puerta del palacio real.
Aconteció que Amán, primer ministro del rey, indignado porque Mardoqueo no se arrodillaba ante su
presencia, como los otros siervos, resolvió darle muerte y exterminar con él a todos los hebreos que
habían quedado en el reino de Persia, después del cautiverio.
Dios esta vez protegió a su pueblo visiblemente. Una noche, no pudiendo dormir el rey, se hizo leer
los anales del reino y dispuso la divina providencia que se leyera la relación de Mardoqueo,
descubriéndose las insidias de los que habían conspirado contra la vida del rey.
Asuero preguntó: "¿Qué recompensa ha recibido Mardoqueo por su fidelidad?" "Ninguna," le
contestaron.
Entonces el rey hizo llamar a Amán y le dijo: "¿Qué debe hacerse con un hombre a quien el rey quiere
honrar?"
Y Amán, creyendo que se trataba de él, respondió: "Es preciso ponerle las vestiduras reales, hacerle
montar el caballo del rey y que, con la corona en la cabeza y el cetro en la mano, le lleve de la brida
por la cuidad el primero de los príncipes de la corte, gritando: Así se honra al que el rey quiere
honrar."
Dijo, pues, el rey: "Haz tú con Mardoqueo lo que has dicho, y cuidado con omitir la menor
circunstancia." y Amán lleno de rabia y confusión, tuvo que ejecutar las órdenes del rey.
En el mismo día la reina Ester reveló a Asuero, con lágrimas, los terribles designios que el impío
Amán había urdido contra todos los hebreos que había en Persia, y le rogó que le salvara la vida a
ella, a Mardoqueo y a todo su pueblo.
Asuero, conmovido por el llanto de la reina e indignado por la perfidia de Amán, revocó al punto el
decreto de muerte dictado contra los hebreos, e hizo colgar a Amán del mismo patíbulo que éste
había hecho levantar para Mardoqueo, a quien dio honores y dignidades que antes había concedido al
mismo Amán.

RESPONDER:

1.- ¿Quién era la esposa de Asuero?


2.- ¿Por quién había sido criada la joven?
3.- ¿Cómo cayó Mardoqueo en odio de Amán?
4.- ¿Dios permitió estas desgracias contra su pueblo?
5.- ¿Y qué preguntó Asuero?
6.- ¿Qué hizo el rey entonces?
7.- ¿Qué contestó?
8.- ¿Qué dijo, pues, el rey?
9.- ¿Qué manifestó entonces la reina a Asuero?
10.- Asuero, ¿revocó al fin aquel decreto?
Expectación del Mesías
Se acercaba la época en que debía nacer el Salvador del mundo, cuya venida aguardaban con ansia
gran parte de los hebreos, pues las Escrituras indicaban con claridad, no solamente las circunstancias
de su nacimiento, de su vida y muerte, sino el tiempo en que vendría al mundo.
Dios había prometido a Adán la madre del Salvador en la mujer que debía aplastar la cabeza de la
serpiente. A Abrahán, a Isaac y a Jacob, que en sus estirpes serían bendecidas todas las
generaciones de la tierra. Lo que significaba que el Mesías debía nacer de uno de sus descendientes.
En los siglos posteriores fue predicho por Isaías y por otros profetas que el Mesías debía nacer de
una virgen de la familia de David, en Belén, ciudad de Judea, y tener un precursor, que sería profeta y
obraría grandes milagros.
Que había de entrar en Jerusalén sobre un jumento; que había de ser traicionado y vendido por treinta
monedas de plata, calumniado por falsos testigos, desamparado, herido, desgarradas sus carnes
hasta los huesos, sería calmada su sed con hiel y traspasados sus pies y manos; como un inocente
cordero, sería muerto por los pecados de los hombres y sin embargo rogaría por ellos; y después de
su muerte saldría del sepulcro con su cuerpo intacto y glorioso.
Con respecto al tiempo en que el Mesías debía nacer, se conocía universalmente la profecía de
Jacob, el cual bendiciendo a sus hijos, predijo a Judá que no saldría de su casa la potestad del
mando, hasta que llegase el Esperado de las gentes y el cetro había salido de la casa de Judá cuando
Herodes, un extranjero, fue hecho rey de los judíos.
Daniel había profetizado que desde el decreto de la reedificación de Jerusalén y del templo hasta
Jesucristo, pasarían setenta semanas de años, y este era el espacio de tiempo transcurrido desde la
salida del cautiverio de Babilonia hasta la época en que Herodes mandaba en la Judea.
Finalmente, habíase predicho que el Mesías debía nacer en tiempo de paz y bajo una monarquía que
hubiera vencido y sojuzgado a todos los reinos de la tierra.
A la sazón reinaba Herodes en Judea, por voluntad de los romanos, quienes habían sometido a su
imperio a casi todos los pueblos entonces conocidos.
Y bajo César Augusto, primer emperador de Roma, reinando la paz en todo el orbe entonces
conocido, nació el Salvador del mundo.

RESPONDER:

1.- ¿Cuál era el gran acontecimiento que se acercaba cuando cayó el reino de Judá?
2.- ¿Había prometido Dios muchas veces el Salvador del mundo?
3.- ¿Qué otras circunstancias anotaban los profetas acerca del esperado Mesías?
4.- ¿Se conocía algo con respecto al tiempo del nacimiento del ansiado Redentor?
5.- ¿Qué había profetizado Daniel?
6.- Y por último, ¿qué se había predicho en cuanto al estado político del mundo?
7. ¿Cómo se hallaba, pues, el mundo a la venida del Mesías?
DIOS LLAMA A ABRAHAM
La historia de Abraham es relatada en el primer libro de la Biblia, en Génesis. Abraham
vivió hace unos 4000 años en un lugar llamado Ur (en el actual Iraq).
En ese tiempo las personas adoraban al sol, a la luna, a las estrellas. Los hombres
construían grandes templos o zigurats, que eran para ellos las moradas de los dioses.
Creían que si construían un zigurat, podían estar cerca de sus dioses. Cada ciudad tenía
su propio dios o diosa a la que rendían culto, y ese dios o diosa era patrón de ese lugar.
Pero Abraham era diferente, Abraham creía que Dios era el único y verdadero, el creador
de los cielos y la tierra.
Un día Dios le habló a Abraham y le dijo que dejara su tierra y su parentela para ir a una
tierra en la que le prometía millones de descendientes.
Abraham salió con su mujer, Sara y su familia hacia una ciudad en el norte llamada
Harán. Pero cuando Taré, el padre de Abraham murió por fin obedece la voz de Dios y
sale hacia la tierra que Dios le promete. Abraham tenía75 años y Sara 66. Ellos no
habían podido tener hijos. ¿Cómo iba Dios a cumplir la promesa de que tendrían millones
de descendientes? ¡Era muy difícil!, ¡eran unos viejitos!
Abraham y Sara llegaron a la tierra prometida, Canaán, y los años pasaban pero ¡ni
rastro de niños!
Sara se desesperó, ¡quería un hijo ya!
Y tuvo una idea.
Había en la casa una esclava egipcia joven que pertenecía a Sara y se llamaba Agar,
recuerda que en esa época había esclavos, personas que eran comp radas y vendidas
como los animales. Agar es joven, pensó Sara, podrá tener un hijo con Abraham y como
ella es mi esclava el hijo que tenga será mío.
A Abraham la idea de Sara le pareció buena y con 86 años Abraham se convirtió en
padre de un niño al que pusieron por nombre Ismael.
Abraham estaba muy orgulloso de su hijo Ismael, estaba seguro que a través de él, Dios
cumpliría su promesa de descendencia.
Pero Abraham se olvidaba de que cuando Dios le habló, lo hizo muy claramente, Dios le
prometió un hijo con su esposa Sara. La promesa de Dios todavía tenía que cumplirse.
Abraham tendría que confiar en Dios.
Un día cuando Abraham tenía 99 años y estaba fuera de su tienda vio a tres hombres
que se acercaban. Rápidamente él preparó comida y bebida para recibi rlos con la
hospitalidad habitual. Los hombres hablaron con Abraham, parecía que sabían todo
sobre la vida de Abraham y Sara. El próximo año tu mujer Sara tendrá un hijo, le llamarás
Isaac, dijeron. Sara estaba oyendo la conversación y se rió, ¡Pero si so mos unos
ancianos! pensó Sara
Pero Abraham creyó la promesa de Dios y el año siguiente, cuando él tenía 100 años, y
Sara 91 tuvieron un hijo. Dios había cumplido su promesa. Le llamaron Isaac, un nombre
que quiere decir " risa".
Cuando Isaac creció, su hermanastro adolescente, Ismael, comenzó a reírse de él. A
Sara no le gustaba que su hijo fuera tratado así y temió que un día en el futuro Ismael le
quitara su legítima herencia. Sara le suplicó a Abraham que echara a Agar y a su hijo de
casa, y Abraham así lo hizo. Pero Dios cuidó de Agar e Ismael.
Con Isaac Dios cumplió la promesa que le había hecho a Abraham de que sería Padre de
multitudes. Los descendientes de Abraham, formaron la nación de Israel, el pueblo
escogido de Dios. El propósito de Dios era que su pueblo fuese obediente a Él y
estableciera la autoridad de Dios en la tierra. Dios quería que a través de la nación de
Israel, todos los pueblos de la tierra llegaran a conocerle a Él.

CONTESTA LAS SIGUIENTES PREGUNTAS:

1. ¿Qué promesas le hace Dios a Abraham?


2. ¿Qué edad tenía Abraham cuando sale para Canaán?
3. ¿Qué problema tenía Sara?
4. ¿Recuerdas la idea que tuvo Sara y que Abraham aceptó?
5. ¿Cómo se llamó el hijo de Abraham y la esclava?
6. ¿Qué le hablaron tres hombres que fueron visitar a Abraham?
7. ¿Creyó Abraham lo que los hombres le dijeron?
8. ¿Qué edades tenían Abraham y Sara cuando nació su hijo?
9. ¿Qué nombre le pusieron al niño? ¿Que significa el nombre Isaac?
10. ¿Por qué crees que Abraham echó fuera a Agar y a su hijo?
11. ¿Qué nación formaron los descendientes de Abraham?
12. ¿Qué quería Dios que supieran todos los pueblos de la tierr a?
Una vez un hombre que se llamaba Manoa, que no tenía hijos porque su mujer era estéril. Pero un día algo

muy bueno ocurrió, pues un Ángel de Dios apareció para la mujer de Manoa y le dijo que ella tendría un

bebé que, antes de nascer, seria consagrado a Dios. Él nunca debería cortar su cabello, pues sería un

nazareo, o sea, viviría para servir a Dios y defender a su pueblo. Y así ocurrió, el niño nació y recibió el

nombre de Sansón. Por ser muy fuerte, Sansón siempre venia las batallas, derrotaba a los enemigo s, y

vencía solito un numeroso ejército. Un día él derrotó hasta un león.

Si eso mismo, el león apareció al frente de Sansón y cuando iba a atacar, Sansón lo mató. ¿Qué fuerza

que Sansón tenía, no es cierto? Él sabía que era un escogido por Dios y por eso su padre le había

enseñado que no debería conocer ninguna joven que adorase a otros dioses. ¿Pero saben lo qué ocurrió?

(Espere la participación). Sansón terminó gustando de Dalila, una joven filistea. Los filisteos supieron que

Sansón le gustaba Dalila y dieron mucho dinero para ella descubriese el secreto de la fuerza de Sansón;

Ella hizo de todo para engañar Sansón y por tres veces él le dio pistas falsas a Dalila.

Pero la filistea no se rindió hasta que Sansón le contó su grande secreto diciendo: - ¡Nunca corte los

cabellos! Desde cuando nascí fui consagrado a Dios. Perderé mi fuerza si mi cabello fuere cortado

Amiguitos, Sansón nunca debería haber hecho eso, pues en el momento que él le contó el secreto, él

rompió su voto con Dios. Cuando Sansón fue preso y llevando como esclavo. Colocaron a Sansón preso en

las columnas de un templo, adonde adoraban a un falso dios, y los filisteos se reunían para ver Sansón.

Ellos se reían y se burlaban de Sansón que, ciego y sin fuerzas, nada podía hacer. Pero Sansó n se

arrepintió de haber roto su voto y oro a Dios, pidiendo una oportunidad más de vencer a los enemigos.

Dios lo perdonó y envió el Espíritu de fuerza que, por la última vez, lo llenó a Sansón derribando las

columnas del tempo, destruyendo a los enemigos. Amiguitos, en el libro de Salmos está escrito que: "Pero

te confesé mi pecado y no te oculté mi maldad. (...) y tú perdonaste...". (Salmos 32.5).

Sansón reconoció que estaba equivocado t confesó a Dios y el Señor perdonó, dándole otra oportunidad. Si

tú has sido desobediente a tus padres, si has mentido, dicho palabras que desagradan a Dios, entonces

pide perdón a Él y deja de hacer las cosas equivocadas para que el Espíritu Santo pueda venir sobre tu

vida.
LOS AMIGOS DE DANIEL EN
EL HORNO DE FUEGO
DIEZ LEPROSOS SON SANADOS
Lucas 17: 11-19
Iba Jesús camino de Jerusalén cuando entró en una pequeña aldea. A su encuentro
salieron 10 hombres enfermos de lepra. La lepra es una enfermedad terrible, aquellos
hombres tenían su cuerpo cubierto de llagas, y debido a que esta era una enfermedad
muy contagiosa tenían que vivir alejados de los pueblos. No podían acercarse a su
familia ni a sus amigos. Debían llevar unas campanillas en sus tobillos así que c uando
pasaban por un lugar y sonaban las campanillas la gente se alejaba por temor a ser
contagiados de lepra.
Estos leprosos eran rechazados socialmente y no podían tener una vida normal.
Cuando vieron a Jesús no se acercaron a él, se quedan lejos, pero le gritan fuerte para
que Jesús les oiga.
- ¡Jesús, ten compasión de nosotros!
Cuando Jesús los vio les dijo: - Id a los sacerdotes.
Pero Jesús, ¿cómo dices id a los sacerdotes? lo que estos leprosos querían era que
Jesús los sanara. Habían oído tantas veces que Jesús sanaba a los enfermos que ellos
pensaron que Jesús era su última oportunidad.
En ese tiempo los leprosos que se sentían mejor tenían que ir a los sacerdotes para que
estos certificaran si estaban limpios para poder volver a su vida normal. Así que se
dirigieron a los sacerdotes, creyeron a Jesús, tuvieron fe en él.
¿Y sabes qué ocurrió? Mientras que iban caminando a ver a los sacerdotes se dieron
cuenta mirándose unos a otros que estaban limpios, ¡la lepra se había ido! Todos se
llenaron de alegría. Ahora ya no serían rechazados, ahora podrían tener una vida normal.
Uno de los hombres que era de la provincia de Samaria, al verse limpio de lepra se dio la
vuelta, dejó que los demás siguieran su camino, pero él regresó alabando a Dios y dando
gritos de alegría a ver a Jesús. Cuando llegó ante él se arrodilló y le dio las gracias por
haberlo sanado.
Jesús le dijo. ¿Pero no eráis diez los que vinisteis a mí? ¿No fuisteis todos limpios de
vuestra enfermedad? ¿Dónde están los otros nueve? Y Jesús s e sorprendió que
únicamente uno, precisamente el extranjero, el samaritano volviera para dar las
gracias. Y le dijo al hombre: Levántate y vete porque por tu fe has sido sanado.
¿Qué aprendemos de este milagro?
1. Los leprosos sabían que Jesús podía sanarlos y acudieron a él.
2. Los hombres tuvieron fe, y cuando Jesús les ordenó que fueran a los sacerdotes, aún
sin haber sido sanados, ellos fueron.
3. Solo un hombre de los diez que fueron sanados volvió a dar gracias. Los otros nueve
quedaron muy contentos pero no volvieron a agradecer.
4. El que volvió era un samaritano una raza despreciada por los judíos. Jesús como judío
alabó la fe del leproso samaritano.
5. Tenemos que dar gracias por todo y sobre todo cuando obtenemos algún beneficio
para nuestra vida. Tenemos que dar gracias cada día por lo que Dios hace en nosotros.
ACTIVIDADES
Marca la respuesta correcta
1. Jesús se encontró con unos hombres enfermos. ¿Cuál era su enfermedad?
a) Eran paralíticos
b) Eran ciegos
c) Eran leprosos
2. Cuando se acercaron a Jesús para ser sanados, ¿Qué les dijo Jesús?
a) Id a vuestras casas
b) Id a ver a los sacerdotes
c) Vuestra fe os ha sanado.
3. ¿Cuántos eran?
a) 10
b) 100
c) 6
4. ¿Cuántos volvieron para dar gracias a Jesús?
a) 2
b) 1
c) Ninguno
5. Uno de ellos cuando vio que fue sanado
a) Corrió a su casa para contárselo a sus padres.
b) Fue a los sacerdotes para que comprobaran la sanidad
c) Volvió a darle gracias a Jesús
6. Cuando Jesús lo vio le preguntó
a) ¿De dónde eres?
b) ¿Dónde están los otros nueve?
c) ¿Cómo te encuentras?
7. De dónde era este hombre
a) Samaritano
b) Judío
c) Romano
8. Jesús dijo al que vino a agradecerle
a) Tu fe te ha salvado
b) No me des las gracias
c) Vete al sacerdote

JESUS SANA A DIEZ LEPROSOS


ADAN Y EVA
Hace mucho, mucho tiempo, Dios creó el mundo en que vivimos: la tierra, el sol, la luna, las estrellas,
las montañas, los ríos, los mares. También creó las plantas y los animales de todas clases. Los
campos estaban verdes, las flores de todos los colores estaban lindas. Las aves volaban y los pájaros
cantaban. Los animales andaban por los bosques. Dios estaba muy contento de todo lo que había
hecho pero le faltaba lo más importante de todo lo que Dios creó. Sí. Habían cosas
lindas, pero no había gente, ni casas, ni granjas, ni ciudades en la tierra. No había niños que jugaran
bajo los árboles pero el mundo estaba listo para que llegaran los seres humanos.
Dios, entonces, vio todo y se dijo: Ahora tengo que hacer al hombre. Me faltan los seres humanos los
voy a crear y les daré inteligencia para que puedan conocerme y amarme y los voy a encargar de que
cuiden el mundo que he hecho.
Entonces Dios tomó polvo de la tierra y formó al hombre y sopló sobre él el soplo de vida. Y así
comenzó a existir el primer hombre que se llamó Adán.
Dios le preparó un bellísimo sitio, el Jardín del Edén. Un río de agua cristalina corría por el centro de
este jardín allí puso Dios plantas bellísimas para ver y también útiles para alimentar además colocó
animales y Adán le puso nombre a cada uno de los animales. Adán estaba bien en el Jardín, pero no
había nadie como él. Entonces Dios pensó que no era bueno que Adán estuviera solo y por eso creó
a la primera mujer. Dios puso a Adán a dormir profundamente y le sacó una costilla y de la costilla de
Adán Dios hizo a la mujer Se llamó Eva.
Ahora Adán sí estaba contento, porque tenía la compañía de Eva. Ella también estaba contenta. Ellos
se amaban y eran muy felices en esta belleza de jardín que Dios había hecho para ellos.
Dios visitaba a Adán y Eva con frecuencia y ellos hablaban con Dios y Dios con ellos. Ellos hacían lo
que Dios les decía.
Dios les dijo que podían comer de todos los árboles del jardín, menos de uno y que si comían de ese
árbol, iban a tener que morir. Por un tiempo Adán y Eva obedecieron a Dios, pero un día apareció de
visita por el jardín una serpiente muy astuta y muy mala.
Esa Serpiente era Satanás, el Diablo, el enemigo de Dios que quería dañar todas las cosas buenas
que Dios había hecho. La Serpiente mentirosa y maluca, comenzó a hablar con Eva, y le dijo que era
mentira de Dios lo del fruto prohibido. Que si comían de ese fruto no les iba a pasar nada, que no iban
a morir, sino que iban a ser tan inteligentes como Dios. Eva le creyó la mentira a la Serpiente, comió
del fruto prohibido y además se lo llevó a Adán para que comiera él también y Adán también lo comió.
Esa tarde, igual que otras tardes, vino Dios de visita por el Jardín. Pero esta vez, como Adán y Eva
habían desobedecido a Dios, trataron de esconderse de Él.
Cabizbajos y con mucha vergüenza, Adán y Eva salieron de su escondite para ver a Dios.
Dios les habló explicándoles que con esa desobediencia habían dañado todo el mundo que Él había
creado para ellos que ahora ellos tendrían que trabajar para poder comer.
Pero lo peor de todo fue que ya no podrían vivir en ese Jardín. Como Adán y Eva escogieron
separarse de Dios, ahora debían salir afuera, tendrían que sufrir y tendrían que morir algún día.
Otra cosa: el Cielo quedaba cerrado debido a esta desobediencia.
Pero Dios que es tan bueno, les dijo que a pesar de su desobediencia, Él no los abandonaría.
Les prometió que en algún momento Él les enviaría un Salvador que abriría de nuevo las puertas del
Cielo, para que pudieran ellos y todos los hombres y mujeres llegar al Cielo a vivir con Él.
Pero para llegar al Cielo tenían todos que obedecer sus mandatos.

TAREA

1. ¿Alguien sabe quiénes fueron Adán y Eva?


2. Si habían plantas y animales, y ríos y mares, y estrellas y montañas, ¿qué sería lo que faltaba?
3. Entonces ¿qué hizo Dios? ¿Cómo creó Dios a los seres humanos?
4. Y ¿dónde puso Dios a vivir a Adán?
5. Ya ha hecho Dios el primer hombre. Pero ¿qué falta aún?
6. ¿Cómo creó Dios a la primera mujer?
7. ¿Cómo se llamó la primera mujer?
8. ¿Cómo era la vida de Adán y Eva?
9. Pero Dios le dio una orden a Adán y Eva. ¿Cuál sería esa orden?
10. ¿Qué sucedió? ¿Adán y Eva obedecieron o comieron del fruto del árbol prohibido?
11. ¿Y quién era esa serpiente?
12. ¿Qué hizo la serpiente?
13. Y ¿qué creen ustedes que hizo Eva? ¿Le creyó a Dios o le creyó a la Serpiente?
14. ¿Entonces qué sucedió?
15. ¿Qué les dijo Dios?
16. ¿Y Dios abandonó totalmente a Adán y Eva?
17. ¿Qué les prometió Dios a Adán y Eva?

DANIEL EN EL FOSO DE LOS LEONES


Esta es una historia bíblica muy bonita en donde se observa la gran fe que puede tener un hombre
en momentos difíciles y salir sano y salvo. El profeta Daniel era un muchacho que había llegado a
Babilonia con Sadrac, Mesac y Abednego. El rey estaba muy a gusto con estos hombres porque eran
trabajadores y muy honestos. Se les dio siempre los trabajos más importantes y esto hacía que los
demás trabajadores del rey se pusieran celosos. El nombre del rey era Darío y a él le agradaba
mucho la forma de ser de Daniel. Él sabía que Daniel era un buen trabajador por lo que decidió poner
a cargo de Daniel todo el reino. Los otros siervos del rey eran muy celosos de Daniel y trataron de
encontrar algún motivo para poner en problemas a Daniel. Ellos estaban tratando de conseguir que el
Rey Darío lo botara del reino, pero Dios cuidaba mucho a Daniel de sus enemigos y no le podían
encontrar ningún motivo.
Finalmente estos hombres dijeron unos a otros: “No podemos encontrar alguna razón para que el rey
arroje a Daniel del reino porque es muy obediente de las órdenes que da el rey Darío. La única
manera en que Daniel podría llegar a desobedecer al rey es si es que hubiera una ley en contra de su
dios. Así que se fueron a ver al rey Darío, y dijeron: “¡Oh, gran rey, eres tan maravilloso que nadie
debe orar a nadie más que tú.” El rey dijo: “¡Esa es una gran idea!” Entonces los hombres
continuaron: “Todos deben hacer esto y cualquier persona que rece a algún dios debe ser arrojado al
foso de los leones.” Los trabajadores mintieron y dijeron que todos los que trabajaban para el rey
estaban de acuerdo, pero por supuesto no se le había hablado a Daniel de esta idea, porque sabían
que él no estaría de acuerdo. El rey no sabía esto, así que se hizo la ley y no podría ser
cambiada. Cuando Daniel se enteró sobre la nueva ley, hizo lo que siempre hacía. Se fue a casa a
una habitación de arriba y abrió las ventanas que daban a la ciudad. Tres veces ese día puso de
rodillas y oró a Dios como siempre lo había hecho.
Estos hombres iban en grupo a la casa de Daniel y lo encontraron orando y pidiendo a Dios por
ayuda. Así que le avisaron inmediatamente al rey y le dijeron: “Su trabajador Daniel está ignorando
sus órdenes. Lo hemos visto orar a su Dios tres veces hoy.” Cuando el rey oyó esto, se puso muy
triste. Realmente le caía bien Daniel y él no quería que muriera. Lo intentó todo para que cambie la ley
para evitar que Daniel sea arrojado en el foso de los leones, pero los hombres se le acercaron y le
recordaron que la ley no podía ser cambiada y Daniel tendría que ser castigado. Así que al final del
día, el rey dio la orden, y trajeron a Daniel y lo echaron al foso de los leones. El rey dijo a Daniel:
“Espero que tu Dios al que le rezas, te rescate.”
Una piedra grande y pesada se puso delante de la puerta en donde encerraron a Daniel y el rey volvió
a su palacio con lágrimas en los ojos. Esa noche el rey Darío no podía comer ni dormir ya que estaba
muy preocupado por lo que le pasaría a Daniel con los leones. Al día siguiente, en cuanto salió el sol,
el rey se levantó y corrió al foso de los leones. A medida que se acercaba gritó: “Daniel, ¿pudo
salvarte de los leones, tu Dios al que sirves y oras?” El rey esperó en silencio una
respuesta. Entonces, de repente, Daniel dijo: “Oh rey, vive para siempre. Mi Dios envió un ángel y les
cerró la boca de los leones. Ellos no me han hecho daño, porque no he hecho nada malo”.
El rey saltó de alegría y de inmediato ordenó que Daniel fuera sacado del foso en donde estaba con
los leones. Y cuando Daniel se salió, no había ni siquiera un rasguño en él, porque confiaba en
Dios. El rey sabía que los hombres le habían engañado para castigar a Daniel así que el rey los
castigó a ellos. Después el rey hizo una nueva ley y dijo: “El Dios de Daniel es grande, y todos en mi
reino deben respetar a su Dios, que protegió a Daniel de los leones hambrientos.”
EL SABIO REY SALOMON
Salomón era hijo del rey David. Salomón siendo muy joven, fue elegido por Dios para
gobernar a su pueblo. Salomón no tenía muy claro cómo podría gobernar al pueblo de
Dios siendo tan joven. Un día mientras dormía, oyó una voz que le decía:
—Salomón, Soy el señor tu Dios y he decidido permitirte que me pidas un deseo.
—Señor, soy muy joven y lo que más deseo ahora es que me des sabiduría para poder
tomar buenas decisiones y poder guiar a tu pueblo.
—Como no has pedido riquezas ni propiedades sino sabiduría, he decidido entregarte
mucha sabiduría pero no solo eso sino que además tendrás muchas riquezas y serás un
gran hombre. Todos te respetarán y oirán de ti y tu sabiduría.
—Gracias señor, te prometo que no defraudaré.

Entonces Salomón ahora tenía más confianza en sí mismo. Unos días después, al
palacio del rey salomón vinieron dos mujeres a visitarle. Ellas se estaban peleando por la
posesión de un bebé. Cada una decía que el bebé era suyo pero eso era imposible pues
solo una de ellas tenía que ser la madre verdadera.
La primera de ellas le decía al rey Salomón que en la mañana despertó con un bebé que
era el suyo y que estaba muerto.
La segunda mujer decía que eso era mentira y que la primera lo estaba inventando para
quedarse con su hijo. Entonces el rey Salomón lo pensó por un momento y llamó a uno
de sus guardias. Le dijo al guardia: —Saca tu cuchillo y corta
a este bebé en dos. Dale la mitad del bebé a cada una de las mujeres. Entonces la
primera de ellas dijo:
— ¡No! Sabio rey Salomón, no lo haga por favor. ¡Prefiero que se lo den a ella pero no le
quiten la vida a mi hijo!
Entonces el rey Salomón supo que verdaderamente la primera mujer era la madre del
pequeño. Entonces así el rey Salomón pudo resolver el problema de las dos mujeres
y el bebé con su sabiduría.

EL SABIO REY SALOMON


El rey Salomón era muy joven cuando fue elegido rey. Era hijo de David y siguiendo las

enseñanzas de su padre, aprendió a amar a Dios. Una noche en sueños, Dios le pregunta:
“Salomón, dime ¿qué es lo que más deseas?” Salomón responde: “Mi Señor, sabes que soy

joven. Sólo te pido mucha sabiduría para gobernar tu pueblo como debe ser”. Dios muy
complacido por este pedido dijo: Porque no pediste riquezas, ni larga vida, haré de ti el
hombre más sabio que jamás haya existido, pero también te daré lo que no pediste. Tendrás
riquezas y gloria”.
Pasó un tiempo y llegaron dos mujeres con un gran problema. Contó una de ellas al sabio
rey que las dos vivían en la misma casa y estuvieron embarazadas. Una tuvo su bebé y la otra
dio a luz a los pocos días pero su bebé murió. Mientras la primera descansaba, la mujer que
perdió su bebé cambió su niño muerto por el otro. Al despertar la señora se dio cuenta del
cambio y le reclamó a la segunda. Cómo llegaban a un acuerdo, acudieron a la sabiduría del
rey Salomón. Después de contar lo sucedido, la segunda mujer gritó: “¡Éste bebé es mío!”. La
primera dijo: “¡El tuyo murió, éste es mío!”.
El rey Salomón al oír todo esto, pidió una espada y cuando la trajeron dijo: “Corten el bebé
en dos y denle la mitad a cada una.”
La verdadera madre gritó: “¡No! No lo maten, mejor entréguenselo a ella”. Pero la otra no
dijo nada.

Así Salomón se dio cuenta quién era la verdadera madre y se lo dio a la primera mujer. Sólo
una madre es capaz de llegar hasta el sacrificio de entregar a su bebé por amor a él, para que
no le hagan daño. Al oír esto, la gente se sentía feliz de tener como rey a un hombre tan
sabio. Dios bendijo a su pueblo durante el gobierno del rey Salomón.

La sabiduría es muy valiosa. Más valiosa que todo lo material pues con ella se puede obrar
correctamente. Seamos como el Rey Salomón y pidamos a Dios sabiduría sobre todas las
cosas materiales.

Cruzando el Mar Rojo


Pasaje b íblico: Éxodo 13:17-22; 14:1-30, 15:1-18

Luego de la décima plaga, los israelitas emprendieron su salida de Egipto. No sería sencillo para miles de personas
marchar con todas sus pertenencias, pero Dios seguramente ayudó a que se mantuviera cierto orden. Además, hizo
que el pueblo tomara un camino más largo hacia Canaán en lugar de guiarlos por la ruta más directa, ya que en esta
última tendrían que enfrentarse con soldados egipcios y filisteos, y el pueblo de Israel no estaba listo para una
guerra. Para guiar a Israel y mostrar que se encontraba presente entre ellos, Dios envió una nube de día, que les
señalaba por dónde ir en una ruta que no conocían, y les daba sombra en el calor del desierto; de noche, era una
columna de fuego que iluminaba el camino. Esta nube los acompañaría todo el largo viaje hasta la tierra de Canaán.
Dios conocía las necesidades de su pueblo; del mismo modo, hoy sus hijos podemos contar siempre con su cuidado y
protección. A pesar del sufrimiento que las plagas causaron a Egipto, el faraón, ya sobrepuesto de la muerte de s u
propio hijo mayor y heredero, volvió a endurecer su corazón. ¡Cómo habían podido dejar ir a los esclavos, que los
servían y trabajaban para ellos! Inmediatamente, el faraón preparó a su gran ejército, tal vez el más importante de
todos en aquellos tiempos, para perseguir y detener al pueblo de Israel. Pronto tuvieron a la vista a la multitud de
hebreos, que habían acampado frente al mar Rojo. Sería fácil, pensaría el faraón, atrapar a estos hombres que se
encontraban acorralados entre el mar y el desierto. Pero Dios haría una última gran maravilla para asegurar la salida
del pueblo de la tierra Egipto. Uno pensaría que luego de los milagros obrados por Dios, el pueblo de Israel confiaría
en su cuidado y protección. Pero al ver venir al gran ejército con el faraón a la cabeza, se llenaron de miedo y se
quejaron con Moisés. Esta sería la primera de muchas futuras protestas por parte de un pueblo que descuidaba
fácilmente su fe en Dios. ¡Vamos a morir todos! ¡Hubiera sido mejor quedarnos en Egipto en lugar de morir en este
desierto! ¡Para qué nos sacaste de Egipto, Moisés!, exclamaban. Moisés los animó a que estuvieran firmes frente al
peligro y les prometió que Dios haría un gran milagro para librarlos de sus enemigos. Como hizo tantas veces antes,
Moisés levantó su vara: los vientos empezaron a soplar y las aguas del mar Rojo se dividieron. A los israelitas se les
abrió un amplio camino de tierra seca a través del cual pudieron pasar. Recuperando su confianza en Dios ( hebreos
11:29) dice: ‘Por fe, pasaron el mar Rojo como por tierra seca’), dieron un paso adelante; los hombres arreaban a los
animales, las mujeres llevaban a sus niños y así el pueblo de Israel pudo caminar a través de una tierra que, horas
antes, había estado cubierta de agua. Montados en sus carros, los egipcios avanzaron también. Al fin y al cabo,
pensarían, si los israelitas habían podido atravesar el camino abierto, ¿cómo ellos no habrían de hacerlo, marchando
con sus veloces carros? Pero la tierra ya no estaba seca para los egipcios, y la nube que iluminaba el camino de los
israelitas, oscurecía el de sus perseguidores. A mitad de camino, cambiaron de parecer, recordando quién estaba del
lado del pueblo de Israel: Dios. Comprendieron ello demasiado tarde, y este gran ejército, orgullo de Egip to, quedó
presa del agua. ‘Así salvó Jehová aquel día a Israel de mano de los egipcios’.

‘Y vio Israel aquel grande hecho, …y temió a Jehová y creyeron a Jehová… y a Moisés su siervo’. Las grandes
maravillas que vieron les recordaron a los israelitas el poder y la grandeza de Dios. La fe no consiste en experimentar
sensaciones y emociones que nos hagan sentir bien, sino en tener una confianza total y aceptar sin peros ni
condiciones la obra de Dios. Estos hechos ayudaron a animar a un pueblo cuya fe había e mpezado a tambalear luego
de tantos años de esclavitud en Egipto, y serían recordados por sus nietos y los nietos de sus nietos. Lean lo que fue
escrito siglos después en Salmo 106:8-12. Así se completó la salida del pueblo de Israel de Egipto. Los judíos dieron
gracias y alabaron a Dios con un canto, una poesía escrita por Moisés. Todavía tenían un largo camino por delante
hacia la tierra de Canaán. ‘Jehová es mi fortaleza y mi cántico, y ha sido mi salvación’. Como los israelitas en aquella
ocasión, hoy nosotros, gracias a la muerte de Jesús en la cruz y su resurrección, podemos entonar estas palabras con
fe y dando gracias a Dios, quien nos creó, nos ama y nos guía en nuestro camino hacia una vida eterna perfecta junto
a Él.

Las plagas de Egipto


(Pasaje bíblico: Éxodo 7, 8, 9, 10, 11 y 12)

Faraón les concedió una segunda entrevista a Moisés y Aarón, y en esta ocasión les pidió que le dieran
alguna señal, algún milagro, que demostrara el poder de su Dios. La vara que Aarón llevaba (aquella con la
que Dios le dijo a Moisés que podrían hacer milagros), se transformó en serpiente. El hecho de que la
serpiente se comiera a las culebras de los hechiceros del faraón era una muestra de que el poder de Dios
era mayor que el de Egipto.
Veremos cómo el faraón usará a sus hechiceros para enfrentarse al misterioso poder de este Dios de los
israelitas. Los egipcios tenían mucho respeto por los conocimientos y la ciencia practicada por sus ‘sabios y
hechiceros’, que llegaban a ser consejeros del rey.
No es fácil decir si estos hechiceros, que pretendían tener poderes ocultos, realizaron sólo ilusiones ópticas
(como un mago en una fiesta), si se trató de fenómenos naturales que hoy la ciencia podría explicar, o si
fueron hechos verdaderamente sobrenaturales. Si se trató de este último caso, no fue Dios quien dio estos
poderes ocultos, sino que fueron obra de Satanás, que siempre está dispuesto a tratar de impedir la obra
de Dios (recuerda que todo lo que le ocurre al pueblo de Israel según lo relata el Éxodo forma parte del plan
de Dios de enviar a su hijo Jesús al mundo a morir en la cruz por nuestros pecados). La Biblia advierte sobre
meterse con estos temas (superstición, adivinas, brujería) (Levítico 19:31).
De todas formas, el poder de estos hechiceros tuvo sus límites, mientras que para Dios nada es imposible.
El faraón de corazón endurecido pudo probar el poder de Dios a través de diez terribles plagas que
destruyeron a Egipto y su gente. Dios no envió estas plagas como venganza por el maltrato de los egipcios
hacia los israelitas durante tantos años. Las plagas fueron enviadas para facilitar la liberación de Israel de la
esclavitud. El Faraón tenía riquezas, un gran ejército y otros recursos para oponerse a cualquier intento por
parte de los esclavos de Israel de liberarse. Pero nada de esto le serviría contra Dios, Todopoderoso. En la
Biblia encontramos un nombre especial que se le da a Dios y que nos recuerda que para El nada es
imposible: El-Shaddai, que significa Dios Todopoderoso (omnipotente).
Los israelitas serían meros esclavos, pero ellos eran el pueblo escogido y amado de Dios, el pueblo del cual
nacería Jesús, Dios hecho hombre. Cuando Dios está con nosotros, ¿quién contra nosotros? (Romanos 8:31)
Por otro lado, fácilmente Dios podría haber mandado una única y terrible plaga que destruyera a Egipto de
una vez para que el pueblo fuese libre. No lo hace así: a través de sus milagros Dios busca no solamente
liberar a Israel sino además dar a conocer Su nombre por distintos lugares. Las plagas y los milagros que
permitieron el éxodo (la salida de Egipto) del pueblo de Israel impresionaron a muchos pueblos que oyeron
de ellos. Sabemos de egipcios que llegaron a creer y temer a Dios por ello; también de una mujer, Rahab,
una habitante de la tierra de Canaán, confesaría años después haber oído de las maravi llas hechas por Dios
(Josué 2:10). ¿Cuántos más habrán oído y creído en Dios al escuchar el relato de estos milagros?
Finalmente, el recuerdo de las maravillas hechas por Dios en favor de su pueblo ayudaría a reforzar la fe y la
confianza de Israel en medio de futuras pruebas que debería afrontar. También tengamos en cuenta que,
luego de tantos años de vivir como esclavos en un país que adoraba dioses falsos, el pueblo de Israel
probablemente se sentiría desanimado y se habría olvidado de quién era Dios, de su poder y de que El
siempre cumple sus promesas: El prometió dar al pueblo la tierra de Canaán y así lo haría. Veamos cuáles
fueron estas diez plagas (‘desastres’, ‘castigos’):

1. Moisés se encontró con el faraón en alguna ribera del río Nilo, donde probablemente acostumbraba
pasear. Golpeó con su vara las aguas del río y, frente a los ojos del Faraón y de los nobles y sirvientes que lo
acompañaban, éstas se convirtieron en sangre. Aarón extendió la vara señalando las distintas regiones del
país, y todas las aguas (de estanques, canales, depósitos) se convirtieron también en sangre. Los peces
murieron y para poder obtener agua no contaminada, los egipcios tuvieron que cavar pozos. Los hechiceros
del faraón imitaron con un truco este milagro (por supuesto, en menor escala), y ello ayudó a que el faraón
siguiera testarudo y creyendo que su poder era superior al de Dios.
2. Pasados siete días, Moisés dio a conocer la segunda plaga: ranas se multiplicaron y esparcieron por
doquier. Se metían en las casas, los hornos, las habitaciones, etc. y generaban un profundo asco. De nuevo
el faraón recurrió a sus hechiceros para convencerse de que el poder de Dios no era mayor al de los dioses
falsos de los egipcios. Pero la plaga resultó tan insoportable que debió pedir a Moisés y Aarón que oraran a
Dios para que le diera fin. Moisés, con una fe más fuerte y ya sin dudar que Dios cumpliría su promesa de
liberar a Israel, oró para que Dios terminara con esta plaga. Así fue, pero el faraón seguía con su corazón
endurecido.
3. Una nube de mosquitos o piojos (no es claro de cuál de estos insectos se trató), atacó tanto a animales
como a personas. Picaban y causaban grandes molestias. En esta ocasión, los hechiceros fracasaron al
intentar imitar esta plaga, y reconocieron el poder de Dios (‘Dedo de Dios es éste’).

4. Una plaga de toda clase de moscas infestó a Egipto. En este caso, se deja en claro que los israelitas no la
sufrieron; Dios controlaba tanto el momento como el lugar en que ocurrían las plagas. Por s egunda vez, a
pedido del faraón, Moisés oró a Dios para que finalizara la peste. Pero Faraón no quiso dejar ir al pueblo.

5. Murió el ganado que se hallaba en el campo, es decir, caballos, asnos, camellos, vacas, ovejas. Los
animales de los israelitas quedaron sanos.

6. Los cuerpos de los egipcios se llenaron de úlceras, llagas. Es probable que el faraón también sufriera de
este sarpullido, pero todavía se negaba a reconocer el poder de Dios, pese a la gran cantidad de pruebas y
milagros.

7. Grandes truenos y granizo mezclado con fuego cayeron sobre Egipto, destruyendo cultivos, vegetación,
viviendas, etc. Dios tuvo compasión de los egipcios que, luego de vivir las plagas anteriores, tuvieron temor
de Dios. Hubo tiempo y aviso suficiente para que todos salvaran a sus animales de morir por causa de esta
plaga. No hubo granizo en la región de Gosén, donde vivían los israelitas. Esta plaga generó una gran
impresión en el faraón, que volvió a pedir a Moisés que orara para que Dios pusiera fin al granizo, pero,
pasado el peligro, volvió a endurecer su corazón.

8. Las langostas son insectos que comen todo lo que encuentran a su paso. Cuando una nube de langostas
atraviesa un campo no hay cosa verde que sobreviva. Moisés alzó su vara y se levantó un fuerte viento
durante el día, que trajo un ejército de langostas en la noche. Comieron toda planta que encontraron y se
metieron en los hogares de los egipcios, cubriéndolo todo. De nuevo, Dios mostró su poder y control sobre
la naturaleza al alejar a las langostas cuando Moisés oró.

9. Dice la Biblia que ‘Moisés extendió sus manos hacia el cielo, y hubo densas tinieblas sobre toda la tierra
de Egipto, por tres días’. Personas que se encontraban una al lado de la otra no o podían verse. 10. La
décima y última plaga fue la más terrible de todas. Dice la Biblia que Moisés advirtió que habría ‘gran
clamor por toda la tierra de Egipto, cual nunca hubo ni jamás habrá’.

La Pascua
(Pasaje b íblico: Éxodo 11 y 12.)

La clase pasada recordamos nueve terribles plagas que Dios envió a Egipto. Se trató de calamidades que
demostraron el gran poder de Dios, pero pese al gran sufrimiento que trajeron al pueblo egipcio, el faraón no quiso
dejar libre a Israel. Todavía le aguardaba a Egipto una última plaga, la más terrible de todas; Dios dijo que luego de lo
que sucedería, el faraón hasta les rogaría que se fueran. Moisés anunció que en la medianoche morirían todos los
primogénitos de hombres y animales, es decir, los primeros hijos, los hijos mayores. Los israelitas se entristecieron
porque ellos también sufrirían este castigo. Sin embargo, Dios les dio la posibilidad de librarse de esta última gran
plaga. Para ello, cada familia tendría que matar un corderito y con su sangre pintar los marcos de las puertas de sus
casas y entonces el ángel de la muerte, viendo la señal, ‘PASARÍA POR ALTO’ esa casa. En el caso de las plagas
anteriores, los israelitas fueron librados de las calamidades sin que tuvieran que hacer nada en especia l. En este
caso, tendrían que obedecer y tener fe en todas las instrucciones que Dios les dio a través de Moisés su mensajero.
Notemos cómo el corderito que se debía sacrificar en cada hogar era quien estaba pagando el precio para que los
hijos mayores de esa casa fueran rescatados de la muerte. Cada familia tenía que comer ese corderito, acompañado
con hierbas y panes sin levadura. Desde aquel entonces, cada año el pueblo hebreo recuerda esa noche en que
fueron libres de la esclavitud, comiendo el corderito de la pascua judía. ‘Pascua’ es el nombre que se le da a esta
fiesta, y viene de la palabra hebrea pesaj, que significa ‘pasar por alto’. Los judíos recuerdan cómo aquella noche
Dios ‘pasó por alto’, en el sentido de ‘perdonar’, aquellas casas con los marcos pintados con sangre. Mucho tiempo
después, la noche antes de que Jesús fuera entregado para morir en una cruz, él estaba recordando la pascua con
sus discípulos. Allí les explicó que su cuerpo lastimado y su sangre derramada iban a salvar a los hombre s pecadores
de la muerte. ¿Cómo? Si aceptamos que Jesús sufrió el castigo por nuestros pecados, entonces Dios ‘PASARÁ POR
ALTO’ nuestras faltas y nos regalará la vida eterna. Desde que Jesús resucitó, aquellos que lo hemos recibido como
nuestro Salvador recordamos la pascua cristiana. Cada año que llega esta fecha, nos alegra recibir huevitos o conejos
de chocolate con sorpresas. Pero recuerda: el significado de la Pascua es que sólo gracias a Jesús, Dios puede ‘pasar
por alto’ tu pecado. La muerte de todos los primogénitos generó un gran dolor en todo el país; dice la Biblia que
‘hubo un gran clamor en Egipto’. Entonces el faraón, dolido también por la muerte de su primogénito, les pidió a
Moisés y Aarón que se fueran: el pueblo de Israel era libre. Imagíne nse miles de personas preparándose lo más
rápido posible para emprender un largo viaje. Es posible que ya tuvieran algunos preparativos listos pues sabían,
porque Dios así lo había dicho, que luego de esta décima plaga serían libres. Aun así, no era sencil lo empacar sus
pertenencias, arrear a los animales, etc. El pueblo de Israel inició así, luego de 430 años de vivir en Egipto, su éxodo
(su salida). Seiscientos mil hombres, sin contar mujeres ni niños, emprendieron el camino a la tierra prometida, la
tierra de Canaán. Pero el faraón haría todavía un último intento por detener a los israelitas…

Dios da a Moisés una misión


( Pasaje b íblico: Éxodo 2:10-25; 3; 4:1-19.)

Los príncipes de la casa real recibían una educación que incluía aprender a leer jeroglíficos, y también literatura,
matemática y administración. Luego, ocupaban cargos importantes en el país. Así Moisés desarrolló habilidades para
el mando, que le serían útiles cuando, como veremos, guiara en el futuro al pueblo de Israel hacia una tierra
prometida por Dios para ellos. Conocía además la corte real egipcia y esto le serviría cuando enfrentara al faraón.
Moisés, pese a ser criado en un palacio egipcio, nunca perdió contacto con el pueblo de sus padr es. Conocía quién
era Abraham, y habría oído hablar del Mesías, alguien que Dios había prometido enviar para solucionar nuestro
problema del pecado. Moisés se convertiría en una parte importante dentro del plan de Dios para que este Mesías,
que fue el Señor Jesús, viniera al mundo. Parece que Moisés mantenía algún contacto con los judíos pues él se
identificaba como hebreo, y que ellos le conocían. Cuando vio a un egipcio maltratar a un hebreo, la violencia y la ira
se apoderaron de él y decidió arreglar por sí mismo el asunto, castigando con la muerte al agresor sin consultar a
nadie. Tal vez él estaba acostumbrado a que se ejerciera así el poder, y actuar así le resultaría casi ‘normal’. Años
después, cuando por medio de él, Dios diera al pueblo los diez mandamientos, uno de ellos sería ‘no matarás’. Al
enterarse de que su venganza a sangre fría era conocida y que faraón pedía su muerte, Moisés huyó a una tierra al
este de Egipto habitada por los madianitas, un pueblo que se trasladaba por distintos lugares con sus camellos y
rebaños. Si bien los madianitas adoraban tanto a Dios como a otros dioses falsos, parece que Jetro, se mantenía fiel
a Dios. Moisés mostró de nuevo su valentía y decisión al ayudar a las hijas de Jetro. Se casó con una de ellas, Séfora,
con quien tuvo dos hijos, Gerson y Eliezer. Moisés permaneció 40 años con los madianitas, ayudando a pastorear
ovejas. Al realizar esta tarea, posiblemente aprendió a ser paciente y a resistir el cansancio, cualidades que le
servirían como futuro líder. De nuevo, la mano de Dios está presente. Pasados algunos años, murió el faraón que
había ordenado dar muerte a Moisés por su crimen. El nuevo rey, al igual que los anteriores, siguió maltratando al
pueblo de Israel. Israel clamó a Dios, quien ya estaba obrando su plan de liberación. Un día, mientras Moisés
pastoreaba sus ovejas, le llamó la atención un arbusto que ardía en llamas. El arbusto sería como cualquier otro que
se encuentra en el desierto, espinoso y seco, pero lo que sorprendía a Moisés era que el fuego no lo consumía.
Entonces Dios lo llamó y le dijo que se quitara su calzado, en señal de reverencia (respeto) pues se hallaba en
presencia del Altísimo. Moisés no sólo obedeció sino que al conocer que era Dios quien le hablaba tuvo miedo,
mostrando gran respeto. Dios le anunció su intención de liberar al pueblo de Israel de la esclavitud en Egipto y
guiarlos a una tierra fértil: la tierra de Palestina o Canaán (tal vez hayas oído hablar de ella como ‘la tierra
prometida’). Para llevar adelante su plan, Moisés sería enviado ante el faraón. Moisés no aceptó de inmediato su
misión, sino que tuvo muchas objeciones que, no obstante, no harían cambiar a Dios de parecer. ¿Quién era él para
ir a Egipto y liberar a Israel? Si bien estaba en perfecta salud, a pe sar de tener ya ochenta años, no se sentía tan
seguro de sí mismo como cuando era autoridad en Egipto. Dios le respondió: “Ve, porque yo estaré contigo”. Él sería
un instrumento, Dios sería el hacedor, el que obraría. Pero Moisés insistió: sólo con decir q ue Dios se le había
aparecido no bastaría para convencer a los israelitas de su misión. Dios le respondió que Él, Jehová, era quien lo
enviaba y así tendría que anunciarlo. Jehová (un nombre que se le da Dios) significa ‘yo soy el que soy’, el que
siempre era, es y será, siempre eterno, aquel que no cambia. Dios le advirtió a Moisés sobre la resistencia del faraón
a dejar libre al pueblo de Israel, y le profetizó que haría milagros que herirían a Egipto. Pese a todas las explicaciones
detalladas de Dios, Moisés siguió testarudo: insistió en que no creerían que Dios lo había enviado. Entonces Dios le
dio una prueba de las señales milagrosas que podría realizar, para convencer, tanto a los israelitas de la misión de
Moisés, como a los egipcios del poder de Dios. Tal vez Moisés mismo necesitaba ver estas señales para aprender lo
que Dios podía hacer con medios sencillos, y qué importantes eran la fe y la obediencia. Moisés presentó entonces
su tercera queja: a él le costaba hablar (probablemente era tartamudo), y le sería difícil dirigirse al faraón en la corte.
Dios le dijo que Él le indicaría lo que debería decir y le ayudaría a expresarse. Pero, aun con estas indicaciones tan
claras de parte de Dios, Moisés le pidió que mandara a otro, no a él. Entonces Dios s e enojó frente a la rebeldía de
Moisés para aceptar su misión. Le dijo que Aarón lo ayudaría; si bien el elegido para recibir los mensajes de Dios
sería Moisés, su hermano podría ser quien los comunicara en público en ciertas ocasiones. Tomando la vara, co n la
cual llevaría a cabo las señales milagrosas de parte de Dios, Moisés junto con su familia se despidió de Jetro y
emprendió el regreso a Egipto. Su hermano Aarón salió a su encuentro en el camino, en el monte Sinaí (recuerda el
nombre de este monte, porque allí tendrá lugar un episodio importante que veremos en una futura lección). Los
hermanos se abrazaron y Moisés contó a Aarón acerca de la misión que Dios le había dado, y en la cual su hermano
tendría también un papel importante. Llegados a Gosén, que era la región en Egipto que el pueblo de Israel habitaba,
Aarón y Moisés reunieron a los ancianos de Israel. El pueblo tenía por costumbre prestar atención a los consejos y
decisiones de los hombres de más experiencia y madurez entre las familias hebreas ; ellos eran los ‘ancianos’, y a
ellos relataron los hermanos cómo Dios había decidido poner fin a la esclavitud de los israelitas. Frente a ellos y
frente al pueblo, realizaron los milagros que Dios había indicado a Moisés que hiciera: su vara se convirti ó en
serpiente, su mano se enfermó y sanó de lepra, el agua se convirtió en sangre. Al ver estas señales, el pueblo
entendió que Dios había escuchado sus súplicas y le adoraron.
El nacimiento de Moisés
Pasaje bíblico: Éxodo 1 y 2:1-10

La Biblia está formada por 66 libros escritos a lo largo de muchos años, más o menos entre el
1500 a.C. (cuando se escribió el libro de Job) hasta el 98 d.C. (cuando Juan escribió el
Apocalipsis); es decir, ¡fue escrita a lo largo de 1600 años!, y su primer libro hace más de 3500.
Encontramos en ella la historia de muchos hombres y mujeres, de reyes, profetas y pastores. Se
mencionan diversos lugares y reinos, y aprendemos sobre las costumbres de distintos pueblos. A
veces leemos historias narradas por distintos autores, pero también encontramos canciones y
poemas. Daría la impresión de que la Biblia es un collage de escritos muy diversos. Pero la
realidad es que, si prestamos atención, notamos que tiene un personaje y un tema central: la
Palabra de Dios entera gira en torno de la persona de Jesús y de lo que él hizo por nosotros. En el
Antiguo Testamento aprendemos acerca de un pueblo muy especial, Israel. Se trata de un pueblo
especial porque fue aquel que Dios escogió, protegió y preparó para que de él naciera el Salvador
del mundo. En los siguientes domingos vamos a aprender un poco más acerca del pueblo de
Israel y su historia. Los hechos que estudiaremos ocurrieron un poco menos de 1600 años antes
de que Jesús naciera, en el año 0. El pueblo de Israel tiene su origen en Abraham, un hombre de
fe a quien Dios prometió una gran descendencia. Abraham fue padre de Isaac, quien a su vez fue
padre de Jacob. Jacob también recibió el nombre de Israel (Génesis 32:28, 35:10), y tuvo 12
hijos. Entre ellos, José fue vendido por sus hermanos como esclavo y fue así que llegó a Egipto,
donde llegó a ser un funcionario muy importante del reino, a quien el faraón (el rey egipcio)
respetaba. Pasado un tiempo (más o menos en el año 1710 a.C., 17 años antes de la muerte de
Jacob) vinieron a establecerse a Egipto su padre, sus hermanos y sus familias. Fue así como los
israelitas prosperaron por muchos años en la tierra egipcia de Gosén, hasta 80 años después de
muerto José. Vale recordar que los egipcios adoraban a distintos dioses (dioses falsos), por
ejemplo: Ra (el dios sol), Thor (el dios de la luna) y Hathor (diosa del amor). Hasta se creía que el
mismo faraón era la encarnación del dios Horus. Pero la Biblia nos dice que hay un único y
verdadero Dios, aquel que creó el Universo, la Tierra, el sol y la luna; también creó al hombre, y
como éste le desobedeció, finalmente envió a su hijo a morir para que nosotros podamos disfrutar
de una vida eterna perfecta con Él. Los israelitas, al igual que su antepasado Abraham, adoraban
a Dios. La Biblia nos enseña que sólo a Él debemos adorar, y no a dioses falsos. Pasados esos 80
años, un nuevo faraón subió al trono egipcio (más o menos en el 1570 a.C.). Por 140 años los
israelitas habían disfrutado de una vida privilegiada en Egipto, pero a partir de entonces, su
situación cambió. El faraón, temeroso por cómo iba aumentando el número de israelitas, pensaba
que ellos podrían aliarse con otros pueblos enemigos de Egipto; por otro lado necesitaba esclavos
que trabajaran en las nuevas edificaciones que planeaba construir. Por estos motivos, los israelitas
dejaron de disfrutar de la plena libertad que tenían en Gosén y, si bien pudieron permanecer allí,
debían trabajar como esclavos para el faraón. Sobre todo, sus tareas consistían en hacer y
entregar una cantidad de ladrillos que se usaban para construir distintas obras, y trabajar en la
edificación de las mismas. Este período de dominación sobre los israelitas duró unos 300 años.
Pero pese a todo, el faraón y sus consejeros no lograban disminuir el número de israelitas.
Entonces, alguien propuso ordenar a las parteras que mataran a los varones hebreos al momento
de nacer. Fracasado este plan, el faraón ordenó echar al río a todo israelita varón que naciera.
Recordemos que Egipto está atravesado por un gran río, el Nilo, y sus ramales se extienden por
todas partes. No podemos saber cuántos varoncitos israelitas murieron, pero es muy probable que
este plan también fracasara para hacer disminuir el tamaño del pueblo de Israel. Los padres de
Moisés eran Amram y Jocabed, descendientes de Leví, uno de los 12 hijos de Jacob. Tenía dos
hermanos mayores: María y Aarón (Aarón era tres años mayor que Moisés). Moisés nació justo en
tiempos en que el faraón había dado la orden de echar al río a los bebés varones. Durante tres
meses su madre lo ocultó en su hogar, pero pronto sus llantos delatarían su presencia. Entonces,
decidió ponerlo en una canasta a orillas del río en un lugar que, como probablemente sabía, una
de las hijas del faraón frecuentaba. Tengamos en cuenta que detrás de todo lo que ocurre y de
las decisiones tomadas por la madre de Moisés, Dios está obrando para salvar la vida de Moisés y
prepararlo para una gran misión que deberá cumplir. La princesa, que conocía la orden del rey, al
ver un bebé a la orilla del río, se dio cuenta inmediatamente de que se trataba de un niño hebreo.
María se encontraba allí observando y ofreció a la princesa buscarle al niño una nodriza. La
princesa, comprendiendo tal vez que se trataba de una familia intentando salvar de la muerte al
bebé, accedió a que la madre de Moisés lo criara hasta los dos años aproximadamente. Luego ella
se haría responsable de Moisés. Este futuro líder recibió entonces algo de influencia hebrea antes
de ser criado bajo las costumbres egipcias.
Saúl primer rey de Israel
1 Samuel, capítulos 9 a 11; 13:5-14; 14:47-52; 15:1-35; 2 Samuel 1:23.

Puedes imaginarte a ti derramando aceite en la cabeza de un hombre. Esto es lo que le hacían a alguien
para mostrar que había sido escogido como rey. Jehová le dice a Samuel que derrame aceite sobre la
cabeza de Saúl. Es un aceite especial de dulce olor.
Saúl no creía que él era lo suficientemente bueno para ser rey. ‘Yo pertenezco a la tribu de Benjamín, la
más pequeña de Israel,’ le dice a Samuel. ‘¿Por qué dices que seré rey?’ A Jehová le agrada Saúl porque no
pretende ser grande e importante. Por eso lo escoge para ser rey.
Pero Saúl no es pobre ni un hombre pequeño. Él viene de una familia rica, y es muy hermoso y alto. ¡Le
pasa por como la tercera parte de un metro a cualquier otro en Israel! Saúl también es muy buen corredor,
y un hombre muy fuerte. La gente se alegra de que Jehová haya escogido a Saúl para ser rey. Todos
empiezan a gritar: ‘¡Viva el rey!’
Los enemigos de los israelitas siguen estando fuertes. Poco después que se hace rey a Saúl, los amonitas
suben contra ellos. Pero Saúl reúne un ejército grande, y vence a los amonitas. El pueblo se a legra de tener
a Saúl como rey.
Pasan los años, y Saúl guía a los israelitas a muchas victorias. Saúl también tiene un hijo valiente, Jonatán. Y
Jonatán ayuda a Israel a ganar muchas batallas. Los filisteos todavía son los peores enemigos de Israel. Un
día, miles y miles de filisteos vienen contra Israel.
Samuel le dice a Saúl que espere hasta que él venga y haga un sacrificio a Jehová. Pero Samuel se tarda.
Saúl teme que los filisteos empiecen la batalla, así que se adelanta y hace el sacrificio él mismo. Cuando
Samuel finalmente llega, le dice a Saúl que ha sido desobediente. ‘Jehová escogerá a otra persona para que
sea rey sobre Israel,’ dice Samuel.
Más tarde, Saúl desobedece otra vez. Samuel le dice: ‘Mejor es obedecer a Jehová que hacerle un regalo
de las mejores ovejas. Porque no has obedecido a Jehová, él no te seguirá teniendo como rey de Israel.’
De esto podemos aprender una buena lección. Nos muestra que es importante obedecer a Jehová
siempre. También, esto nos muestra que alguien bueno, como lo había sido Saúl, puede hacerse malo.

Preguntas: 1.- ¿Por qué Samuel

unge a Saúl? 2.- ¿Por qué le agrada Saúl a


Jehová, y qué clase de hombre es? 3.- ¿Cómo se llama el
hijo de Saúl, y qué hace? 4.- ¿Por qué ofrece Saúl el
sacrificio en lugar de esperar a que lo haga Samuel? 5.-
¿Qué lecciones aprendemos del relato de Saúl?

Dios escoge a David


(1 Samuel 17:34, 35; 16:1-13.)

¿PUEDES imaginarte a un niño salvando del oso a un corderito?. El oso se llevó al cordero para
comérselo. Pero el niño lo siguió, y salvó al cordero de la boca del oso. ¡Y cuando el oso se levantó, el niño
lo hirió y lo mató! En otra ocasión el niño salvó de un león a una oveja. ¿No te parece que el niño que ha
hecho estas cosas es valiente? ¿Sabes tú quién es este niño?
Es el joven David. Él vive en el pueblo de Belén. Su abuelo era Obed, el hijo de Rut y Booz. ¿Te acuerdas de
ellos? Y el padre de David es Jesé. David atiende las ovejas de su padre. David nació 10 años después que
Jehová escogió a Saúl para ser rey.
Llega el tiempo en que Jehová le dice a Samuel: ‘Toma algún aceite especial y ve a la casa de Isaí en Belén.
He escogido a uno de sus hijos para que sea rey.’ Cuando Samuel ve a Eliab, el hijo mayor de Isaí, se dice:
‘De seguro éste es.’ Pero Jehová le dice: ‘No mires a lo alto y hermoso que es. No lo he escogido para ser
rey.’
Así que Isaí llama a su hijo Abinadab y lo lleva a Samuel. Pero Samuel dice: ‘No, Jehová no lo ha escogido a
él tampoco.’ Después, Isaí trae a su hijo Sama. ‘No, Jehová no ha escogido a éste tampoco,’ dice Samuel.
Isaí trae siete de sus hijos a Samuel, pero Jehová no escoge a ninguno. ‘¿Son éstos todos los muchachos?’
pregunta Samuel.
‘Queda el más joven. Pero está afuera atendiendo las ovejas,’ dice Isaí. Cuando le traen a David, Samuel
puede ver que es hermoso. ‘Éste es,’ dice Jehová. ‘Derrama el aceite sobre él.’ Y Samuel lo hace. Con el
tiempo, David llegará a ser rey de Israel.

Preguntas:
1.- ¿Cómo sabemos que David era valiente?

2.- ¿Dónde vive David, y cómo se llaman su padre y su abuelo?

3.- ¿Por qué le dice Jehová a Samuel que vaya a la casa de Jesi en Belén?

4.- ¿Qué sucede cuando Jesi lleva ante Samuel a siete de sus hijos?

5.- ¿Qué le dice Jehová a Samuel cuando traen a David?

Josías último buen rey de Israel


2 Crónicas 34:1-28

JOSÍAS tiene solo ocho años cuando llega a ser rey de las dos tribus del sur de Israel. Esa es muy poca edad para un
rey. Por eso, al principio personas que son mayores le ayudan a gobernar la nación.

Cuando Josías ha sido rey por siete años, empieza a buscar a Jehová. Sigue el ejemplo de reyes buenos como Da vid,
Josafat y Ezequías. Siendo todavía jovencito, hace una cosa valiente.

Por mucho tiempo la mayor parte de los israelitas han sido muy malos. Adoran dioses falsos. Se inclinan a ídolos. Así
que Josías y sus hombres empiezan a quitar del país la adoración falsa. Este es un trabajo grande, porque mucha
gente adora a dioses falsos. Aquí puedes ver a Josías y sus hombres rompiendo l os ídolos.
Después, Josías encarga a tres hombres reparar el templo de Jehová. Se recoge dinero del pueblo y se da a estos
hombres para pagar el trabajo que hacen. Mientras ellos trabajan en el templo, el sumo sacerdote Hilcías encuentra
allí algo muy importante: el mismísimo libro de la ley que Jehová había hecho que Moisés escribiera mucho tiempo
atrás, y que estaba perdido.
Cuando le llevan el libro a Josías, él pide que se lo lean. Al escuchar, Josías puede ver que el pueblo no ha estado
guardando la ley de Jehová. Se pone muy triste, y por eso se rasga la ropa, como puedes ver. Dice: ‘Jehová está
enojado con nosotros, porque nuestros padres no guardaron las leyes escritas en este libro.’
Josías le manda al sumo sacerdote Hilcías que averigüe lo que Jehová les va a hacer. Hilcías va a ver a la profetisa
Hulda, y le pregunta. Ella le da este mensaje que viene de Jehová para que se lo lleve a Josías: ‘Jerusalén y todo el
pueblo serán castigados porque han adorado a dioses falsos y la tierra se ha llenado de maldad. Pero porque tú,
Josías, has hecho lo bueno, este castigo que viene no vendrá sino hasta desp ués de que tú hayas muerto.’

Preguntas:

1.- ¿Cuántos años tiene Josías cuando llega a ser rey?


2.-¿Qué empieza a hacer después de reinar por siete años?

3.- ¿Qué encuentra el sumo sacerdote cuando están reparando el templo?

4.- ¿Por qué se rasga la ropa Josías?

5.- ¿Qué mensaje de Jehová le da a Josías la profetisa?

JEREMIAS
Jeremías 1:1-8; 10:1-5; 26:1-16; 2 Reyes 24:1-17.

Jeremías es un muy importante profeta de Dios. Poco después que el rey Josías empieza a destruir del país
los ídolos, Jehová le dice a Jeremías que sea Su profeta. Sin embargo, Jeremías cree que él es demasiado
joven para ser profeta. Pero Jehová le dice que Él le dará ayuda.
Jeremías dice a los israelitas que dejen de hacer cosas malas. ‘Los dioses que la gente de las naciones adora
son falsos,’ dice. Pero muchos israelitas prefieren adorar a los ídolos, y no a Jehová el Dios verdadero.
Cuando Jeremías les dice que Dios los castigará debido a la maldad de ellos , el pueblo se ríe de Jeremías.
Pasan años. Josías muere, y tres meses después su hijo Joaquim llega a ser rey. Jeremías sigue diciendo al
pueblo: ‘Jerusalén será destruida si ustedes no cambian.’ Los sacerdotes le echan mano a Jeremías y gritan:
‘Jeremías debe morir; ha hablado contra nuestra ciudad.’
¿Qué hará Jeremías ahora? ¡Él no teme! Les dice a todos: ‘Jehová me envió a hablarles estas cosas. Si no
cambian sus malas maneras de vivir, él destruirá a Jerusalén. Pero pueden estar seguros de esto: Si me
matan, matarán a un hombre que no ha hecho nada malo.’
Los príncipes dejan vivir a Jeremías, pero la gente israelita no cambia de hacer malas obras. Después viene
Nabucodonosor, el rey de Babilonia, y pelea contra Jerusalén. Al fin, Nabucodonosor hace que los israelitas
sean siervos suyos. Se lleva a miles a Babilonia. ¡Imagínate lo que sería que gente extraña te llevara a ti a
un país extraño!

Preguntas:

1.- ¿Quién es Jeremías?

2.- ¿Qué le parece a Jeremías la idea de ser profeta, pero qué le dice Jehová?

3.- ¿Qué mensaje sigue dando Jeremías al pueblo?

4.- ¿Cómo tratan los sacerdotes de detener a Jeremías, pero cómo demuestra que no tiene miedo?
5.- ¿Qué les sucede a los israelitas por no dejar de hacer cosas malas ?

Juan bautiza a Jesús


Mateo 3:13-17; 4:1-11; 13:55; Marcos 6:3; Juan 1:29-51; 2:1-12.
¿Recuerdas cuando María visitó a su prima Elizabeth, y el bebé que estaba dentro de Elizabeth saltó de
gozo? Ese bebé no nacido era Juan. Pero ¿qué hacen Juan y Jesús ahora?
Jesús tiene 30 años cuando Juan acaba de hundir a Jesús en las aguas del río Jordán. Así es como se
bautiza. Se hunde a alguien en el agua, y entonces se le saca. Juan le hace esto a la gente; por eso lo llaman
Juan el Bautista. Pero ¿por qué ha bautizado a Jesús?
Bueno, Juan lo hizo porque Jesús vino y le pidió que lo bautizara. Juan bautiza a personas que quieren
mostrar que les pesan las cosas malas que han hecho. Pero ¿ha hecho Jesús algo que le deba pesar? No,
Jesús nunca hizo eso, porque es el propio Hijo de Dios venido del cielo. Por eso, tiene otra razón para
pedirle a Juan que lo bautice. Veamos cuál es.
Antes de que Jesús viniera a Juan, era carpintero. El carpintero hace cosas de madera, como mesas y sillas
y bancos. José, el esposo de María, era carpintero, y él enseñó a Jesús a serlo también. Pero Dios no ha
enviado a su Hijo a la Tierra para ser carpintero. Tiene un trabajo especial para él, y ha llegado el tiempo
para éste. Por eso, para mostrar que ha venido ahora a hacer la voluntad de su Padre, Jesús le pide a Juan
que lo bautice. ¿Agrada esto a Dios?
Sí, porque, después que Jesús sale del agua, una voz del cielo dice: ‘Este es mi Hijo, en quien me
complazco.’ También, parece que los cielos se abren y esta paloma baja hacia Jesús. Pero no es una
verdadera paloma. Solo parece una. En realidad es el espíritu santo de Dios.
Ahora Jesús tiene que pensar en muchas cosas, así que se va a un lugar solitario por 40 días. Allí Satanás
viene a él. Tres veces Satanás trata de hacer que Jesús falte a las leyes de Dios. Pero Jesús no hace eso.
Después de eso, Jesús regresa y conoce a unos hombres que llegan a ser sus primeros seguidores, o
discípulos. Algunos son: Andrés, Pedro (también llamado Simón), Felipe y Natanael (también llamado
Bartolomé). Jesús y éstos salen hacia el distrito de Galilea. Allí se detienen en el pueblo de Natanael, Caná,
donde, en unas bodas, Jesús hace su primer milagro. ¿Sabes qué es? Convierte agua en vino.

Preguntas:
1.- ¿Quién es Juan el Bautista?
2.- ¿Cómo se bautiza a una persona?
3.- ¿A quiénes bautiza Juan normalmente?
4.- ¿Por qué razón especial le pide Jesús a Juan que lo bautice?
5.- ¿Cómo muestra Dios que le agrada que Jesús se haya bautizado?
6.- ¿Qué ocurre cuando Jesús se va a un lugar solitario durante cuarenta días?
7.- ¿Cuáles son algunos de los primeros seguidores o discípulos de Jesús, y cuál es su primer milagro?
Jesús viene como Rey
Mateo 21:1-17; Juan 12:12-16.

UN POCO después de haber sanado a los dos mendigos ciegos, Jesús viene a una aldea pequeña cerca de
Jerusalén. Dice a dos de sus discípulos: ‘Entren en la aldea y hallarán un asno joven. Desátenlo y
tráiganmelo.’
Cuando le traen el asno, Jesús se sienta sobre él. Entonces viaja sobre él a Jerusalén, que está a poca
distancia. Cuando se acerca a la ciudad, una gran muchedumbre sale a recibirlo. La mayoría de la gente se
quita sus mantos y los pone en el camino. Otros ponen ramas de palmeras, y gritan: ‘¡Dios bendiga al rey
que viene en el nombre de Jehová!’
Mucho tiempo atrás en Israel los nuevos reyes entraban en Jerusalén sobre un asno para mostrarse al
pueblo. Esto es lo que Jesús hace. Y estas personas están mostrando que quieren que Jesús sea su rey.
Pero no toda la gente lo quiere. Esto lo podemos ver por lo que sucede cuando Jesús va al templo.
En el templo Jesús sana a personas que están ciegas y tullidas. Cuando los niñitos ven esto, gritan
alabanzas a Jesús. Pero esto hace que los sacerdotes se enojen, y le dicen a Jesús: ‘¿Oyes lo que están
diciendo los niños?’
‘Sí,’ dice Jesús. ‘¿Nunca han leído en la Biblia donde dice: “De la boca de niñitos Dios sacará al abanza?”’ Así
que los niños siguen alabando al rey dado por Dios.
Nosotros queremos ser como esos niños, ¿verdad? Puede ser que algunas personas quieran que dejemos
de hablar acerca del reino de Dios. Pero nosotros seguiremos hablándoles a otros sobre las cosas
maravillosas que Jesús hará para la gente.
Cuando Jesús estaba en la Tierra no era el tiempo para que él empezara a reinar. ¿Cuándo es ese tiempo?
Los discípulos querían saberlo. Leamos de esto ahora.

Preguntas:

1.- Cuando Jesús llega a una pequeña aldea cercana a Jerusalén, ¿qué manda hacer a sus discípulos?

2.- ¿Qué sucede cuando Jesús se acerca a la ciudad de Jerusalén?

3.- ¿Qué hacen los niños cuando ven a Jesús sanando a personas ciegas y tullidas?
4.- ¿Qué dice Jesús a los enojados sacerdotes?

5.- ¿Cómo podemos nosotros ser como los niños que alabaron a Jesús?

6.- ¿Qué quieren saber los discípulos?

La ultima cena
(Mateo 26:14-30; Lucas 22:1-39; Juan, capítulos 13 a 17; 1 Corintios 11:20)

AHORA es el jueves por la noche, dos días después. Jesús y sus 12 apóstoles han venido a este cuarto
superior grande para comer la cena de la Pascua. El que sale es Judas Iscariote. Va a decir a los s acerdotes
cómo prender a Jesús.
El día antes, Judas les había hablado y dicho: ‘¿Qué me darán si les ayudo a atrapar a Jesús?’ Le dijeron:
‘Treinta monedas de plata.’ Ahora Judas va a reunirse con ellos para llevarlos a donde está Jesús. ¡Qué cosa
terrible! ¿Verdad?
La cena pascual termina. Pero ahora Jesús empieza otra cena especial. Entrega a sus apóstoles un pan y
dice: ‘Cómanlo, porque esto significa mi cuerpo que es dado por ustedes.’ Entonces, un vaso de vino, y
dice: ‘Bébanlo, porque esto significa mi sangre, que será derramada por ustedes.’ La Biblia llama a esta
cena ‘la cena del Señor.’
Los israelitas comían la Pascua como recuerdo de cuando el ángel de Dios ‘pasó’ sus casas allá en Egipto,
pero mató al primer hijo nacido en las casas de los egipcios. Pero ahora Jesús quiere que sus seguidores lo
recuerden a él, y que él murió por ellos. Para eso es esta cena anual.
Después de comer la Cena del Señor, Jesús les dice a sus apóstoles que sean valientes y fuertes en la fe.
Finalmente cantan canciones a Dios y salen. Quizás es más de la medianoche ahora. ¿A dónde van?

Preguntas:

1.- ¿Por qué se reunieron Jesús y los doce apóstoles en un cuarto superior grande?

2.- ¿Qué comida especial empieza Jesús después de que se termina la cena pascual?

3.- ¿Qué recordaban los israelitas en la Pascua, y qué les recordará esta comida especial a los seguidores
de Jesús?

4.- Después de la Cena del Señor, ¿qué dice Jesús a sus seguidores, y qué hacen ellos?
Jesús en el jardín de Getsemaní (Mateo 26:36-56; Lucas
22:39-53; Juan 18:1-12)

DESPUÉS de salir de aquel cuarto, Jesús y sus apóstoles van al jardín de Getsemaní. Han venido aquí
muchas veces antes. Jesús ahora les dice que sigan despiertos y oren, y se aleja un poco y, rostro a tierra,
se pone a orar.
Más tarde Jesús vuelve a donde están sus apóstoles. ¿Qué crees que están haciendo? ¡Están dormidos!
Tres veces Jesús les dice que deben mantenerse despiertos, pero cada vez que vuelve los encuentra
durmiendo. ‘¿Cómo pueden dormir en un tiempo como éste?’ dice Jesús la última vez que regresa. ‘Ha
llegado la hora en que seré entregado a mis enemigos.’
En ese mismo momento se oye el ruido de muchísima gente. ¡Mira! ¡Vienen los hombres con espadas y
palos! Y llevan antorchas que les dan luz. Cuando se acercan, alguien sale de la muchedumbre y viene a
donde Jesús mismo. Lo besa, como puedes ver aquí. ¡Ese hombre es Judas Iscariote! ¿Por qué besa a
Jesús? Jesús pregunta: ‘Judas, ¿me traicionas con un beso?’ Sí, el beso es una señal. Hace que los
hombres que están con Judas sepan que éste es Jesús, a quien ellos buscan. Por eso, los enemigos de Jesús
dan un paso adelante para echarle mano. Pero Pedro no va a dejar que se lleven a Jesús sin pelear. Saca la
espada que ha traído y lanza un tajo al hombre que está cerca de él. Le corta la oreja derecha. Pero Jesús
ahora le toca la oreja al hombre y lo sana. Jesús le dice a Pedro: ‘Devuelve la espada a su lugar. ¿No crees
que puedo pedirle a mi Padre miles de ángeles para que me salven?’ ¡Sí, puede! Pero Jesús no le pide a
Dios que envíe ángeles, porque sabe que ha llegado el tiempo para que sus enemigos se lo lleven. Él deja
que hagan eso. Veamos qué le pasa a Jesús ahora.

Preguntas:

1.- ¿Adónde van Jesús y sus apóstoles después de salir del cuarto superior, y qué les dice él que hagan?

2.- ¿Con qué situación se encuentra Jesús cuando vuelve a donde están los apóstoles, y cuántas veces
ocurre esto?

3.- ¿Quiénes entran en el jardín, y qué hace Judas Iscariote?


4.- ¿Por qué besa Judas a Jesús, y qué hace Pedro?

5.- ¿Qué le dice Jesús a Pedro, pero por qué no pide Jesús que Dios envíe a algún ángel?

Muerte de Jesús
(Mateo 26:57-75; 27:1-50; Lucas 22:54-71; 23:1-49; Juan 18:12-40; 19:1-30)

¡FÍJATE en la cosa terrible que está pasando! Están matando a Jesús. Cuelga de un
madero. Hay clavos metidos en sus manos y pies. ¿Por qué quisiera alguien hacer esto?
Es porque algunas personas lo odian. ¿Sabes tú quiénes son éstas? Una de ellas es el
ángel inicuo Satanás el Diablo. Él es quien consiguió que Adán y Eva desobedecieran a
Jehová. Y es Satanás quien consiguió que los enemigos de Jesús cometieran este
terrible crimen.
Aun antes de fijarlo en el madero, los enemigos de Jesús le hacen cosas crueles.
¿Recuerdas que vinieron al jardín de Getsemaní y se lo llevaron? ¿Quiénes eran estos
enemigos? Sí, eran los líderes religiosos. Cuando los líderes religiosos se
llevan a Jesús, sus apóstoles huyen. Se asustan, y lo dejan solo con sus enemigos. Pero
los apóstoles Pedro y Juan no se van muy lejos. Van siguiendo para ver lo que le pasa a
Jesús.
Los sacerdotes llevan a Jesús al viejo Anás, quien había sido sumo sacerdote. La
muchedumbre no se queda mucho tiempo aquí. Llevan después a J esús a la casa de
Caifás, quien ahora es el sumo sacerdote. Hay muchos líderes religiosos allí. Aquí en la
casa de Caifás hay un juicio. Traen a unos hombres para que mientan acerca de Jesús.
Todos los líderes religiosos dicen: ‘Hay que darle muerte a Jesú s.’ Entonces escupen a
Jesús en la cara, y le dan puñetazos.
Mientras todo esto pasa, Pedro está afuera en el patio. Es una noche fría, y la gente
prende un fuego. Mientras se calientan alrededor del fuego, una sirvienta mira a Pedro y
dice: ‘Este hombre también estaba con Jesús. ’‘¡No, yo no estaba con él!’ contesta Pedro.
Tres veces la gente le dice a Pedro que él estaba con Jesús. Pero cada vez Pedro dice
que no. La tercera vez que Pedro dice esto, Jesús se vuelve y lo mira. Pedro se siente
muy triste por haber mentido, y se va y se echa a llorar.
Al salir el Sol el viernes por la mañana, los sacerdotes llevan a Jesús a s u gran lugar de
reunión, la sala del Sanedrín. Aquí consideran lo que van a hacer con él. Lo llevan a
Poncio Pilato, gobernador del distrito de Judea. Éste es un hombre malo,’ le dicen a
Pilato. ‘Hay que matarlo.’ Pilato, después de hacer preguntas a Jesú s, dice: ‘Yo no veo
que él haya hecho algo malo.’ Entonces Pilato hace que lleven a Jesús a Herodes
Antipas, el gobernante de Galilea, quien se halla en Jerusalén. Éste tampoco ve que
Jesús haya hecho algo malo, y lo devuelve a Pilato.

Pilato quiere dejar ir a Jesús. Pero los enemigos de Jesús quieren que Pilato deje ir a
otro prisionero, a Barrabás el asaltador. Ahora es casi el mediodía cuando Pilato saca a
Jesús afuera. Pilato le dice a la gente: ‘¡Miren! ¡Su rey!’ Pero los sacerdotes principales
gritan: ‘¡Quítalo! ¡Mátalo!’ Así, Barrabás sale libre, y a Jesús se lo llevan para matarlo.
Temprano en la tarde del viernes lo fijan en un madero. En la lámina no los puedes ver,
pero a cada lado de Jesús también ponen a un criminal en un madero para que muera.
Poco antes de la muerte de Jesús, uno de los criminales dice: ‘Acuérdate de mí cuando
entres en tu reino.’ Y Jesús contesta: ‘Te prometo que hoy mismo estarás conmigo en el
Paraíso.’
¡Qué maravillosa promesa! ¿Verdad que eso es muy bueno?

Preguntas:

1.- ¿Quién es el principal responsable de la muerte de Jesús?


2.- ¿Qué hacen los apóstoles cuando los líderes religiosos se llevan a Jesús?
3.- ¿Qué sucede en la casa del sumo sacerdote Caifás?
4.- ¿Por qué se va Pedro y se echa a llorar?
5.- Cuando llevan de nuevo a Jesús ante Pilato, ¿qué gritan los sacerdotes principales?
6.- ¿Qué ocurre con Jesús temprano en la tarde del viernes, y qué le promete a un
malhechor al que han colgado en un madero junto a él?
7.- ¿Dónde estará el paraíso del que habló Jesús?

La resurrección de Jesús
(Mateo 27:62-66; 28:1-15; Lucas 24:1-12; Juan 20:1-12).

¿SABES quién es la mujer y quiénes son los dos hombres que estuvieron en el sepulcro de Jesús?
La mujer es María Magdalena, amiga de Jesús. Y los hombres vestidos de blanco son ángeles. María está
mirando dentro de la tumba donde fue puesto el cuerpo de Jesús, ¡pero ahora el cuerpo no está ahí!
¿Quién se lo llevó?
Después de la muerte de Jesús, los sacerdotes le dicen a Pilato: ‘Cuando Jesús estaba vivo dijo que sería
resucitado después de tres días. Por eso, manda que velen la tumba. ¡Así sus discípulos no podrán robarse
el cuerpo y decir que ha sido resucitado!’ Pilato les dice que envíen soldados.
Pero bien temprano el tercer día después de la muerte de Jesús, un ángel de Jehová se presenta de
repente. Hace rodar la piedra que cerraba la tumba. Los soldados se asustan tanto que no se pueden
mover. ¡Finalmente, cuando miran dentro de la tumba, el cuerpo no está allí! Algunos soldados entran en
la ciudad y hablan a los sacerdotes. ¿Sabes lo que hacen los malos sacerdotes? Les pagan para que
mientan. ‘Digan que sus discípulos se lo llevaron mientras ustedes dormían,’ les dicen.
Mientras tanto, unas amigas de Jesús visitan la tumba. ¡La ven vacía! De repente, dos ángeles en ropa
brillante están allí. ‘¿Por qué buscan a Jesús aquí?’ preguntan. ‘Él ha sido resucitado. Vayan enseguida y
díganselo a sus discípulos.’ Ellas corren. Pero en el camino un hombre las detiene. ¡Es Jesús! ‘Vayan y
díganselo a mis discípulos,’ dice.
Cuando las mujeres les dicen a los discípulos que Jesús está vivo y que lo han visto, a ellos se les hace difícil
creerlo. ¡Pedro y Juan corren a la tumba, pero la tumba está vacía! Cuando ellos se van, María Magdalena
se queda atrás. Entonces es que mira adentro y ve a los dos ángeles.
¿Sabes lo que le pasó al cuerpo de Jesús? Dios hizo que desapareciera. Dios no resucitó a Jesús en el
cuerpo de carne que tenía. Le dio un nuevo cuerpo de espíritu, como el de los ángeles. Pero para mostrar a

los discípulos que está vivo, Jesús puede presentarse en un cuerpo visible. Preguntas:

1.- ¿Quién es la mujer de la lámina, quiénes son los dos hombres, y dónde están?

2.- ¿Por qué ordena Pilato a los sacerdotes que envíen soldados para vigilar la tumba de Jesús?

3.- ¿Qué hace un ángel temprano al tercer día de la muerte de Jesús, pero qué hacen los sacerdotes?

4.- ¿Por qué se sorprenden unas mujeres al visitar la tumba de Jesús?

5.- ¿Por qué corren Pedro y Juan a la tumba de Jesús, y qué descubren?

6.- ¿Qué sucedió con el cuerpo de Jesús, y qué hace él para mostrar a los discípulos que está vivo?

Jesús se aparece a sus discípulos (Juan 20:11-

29; Lucas 24:13-43).

DESPUÉS que Pedro y Juan salen de la tumba donde había estado el cuerpo de Jesús, María queda allí sola.
Empieza a llorar. ¡Entonces mira dentro de la tumba y ve dos ángeles! Ellos le preguntan: ‘¿Por qué lloras?’
María contesta: ‘Se han llevado a mi Señor, y no sé dónde lo han puesto.’ Entonces se vuelve y ve a un
hombre. Él le pregunta: ‘¿A quién buscas?’
María cree que aquel hombre es el jardinero, que quizás se ha llevado el cuerpo de Jesús. Por eso, dice: ‘Si
tú te lo llevaste, dime dónde lo has puesto.’ Pero este hombre es Jesús. Tiene un cuerpo que María no
reconoce. Pero cuando él la llama por su nombre, ella sabe que es Jesús. Ella corre a decir a los di scípulos:
‘¡He visto al Señor!’
Después en el día, mientras dos discípulos van a la aldea de Emaús, un hombre se les une. Los discípulos
están muy tristes por la muerte de Jesús. Pero mientras caminan, el hombre explica muchas cosas de la
Biblia y ellos se sienten mejor. Finalmente, cuando se detienen para comer, los dos discípulos reconocen
que este hombre es Jesús. Él desaparece, y ellos vuelven a Jerusalén para avisar a los apóstoles.
Mientras eso pasa, Jesús se le aparece también a Pedro. Los otros se emocionan cuando oyen esto.
Entonces aquellos dos discípulos van a Jerusalén y encuentran a los apóstoles. Les dicen que Jesús se les
apareció en el camino. Y cuando están contando esto, ¿sabes qué cosa sorprendente pasa?
Mira la lámina. Jesús aparece allí mismo en el cuarto, aunque la puerta está cerrada. ¡Qué alegría para los
discípulos! ¡Qué día emocionante aquél! ¿Puedes contar las veces que se ha aparecido ahora Jesús?
¿Son cinco? El apóstol Tomás no está con ellos cuando Jesús aparece. Por eso, los discípulos le dicen:
‘¡Hemos visto al Señor!’ Pero Tomás dice que para creerlo tendrá que verlo él mismo. Bueno, ocho días
después los discípulos están otra vez en un cuarto cerrado, y esta vez Tomás está allí. De repente, Jesús
aparece allí. Ahora Tomás cree.
Preguntas:

1.- ¿Qué dice María a un hombre que ella cree que es el jardinero, pero cómo se da cuenta de que en
realidad es Jesús?

2.- ¿Qué ocurre con dos discípulos que van caminando a la aldea de Emaús?

3.- ¿Qué cosa sorprendente pasa cuando los dos discípulos dicen a los apóstoles que han visto a Jesús?

4.- ¿Cuántas veces se ha aparecido Jesús a sus seguidores?

5.- ¿Qué dice Tomás cuando oye que los discípulos han visto al Señor, pero qué ocurre ocho días después?

Jesús ascendiendo al cielo (1

Corintios 15:3-8; Revelación 21:3, 4; Hechos 1:1-11).

PASAN los días, y Jesús se muestra a los seguidores suyos muchas veces. Una vez, unos 500 discípulos lo
ven. Cuando se les aparece, ¿sabes de qué les habla Jesús? Del reino de Dios. Jehová envió a Jesús a la
Tierra para enseñar acerca del Reino. Y él sigue haciendo esto hasta después de haber sido levantado de
entre los muertos.
¿Recuerdas lo que es el reino de Dios? Es un verdadero gobierno de Dios en el cielo, y Jesús es el Escogido
de Dios para ser rey. ¡Como hemos visto, Jesús mostró lo maravilloso que será como rey al alimentar a los
hambrientos, sanar a los enfermos, y hasta resucitar a los muertos!
Por eso, cuando Jesús reine en el cielo por mil años, ¿qué pasará en la Tierra? Sí, toda la Tierra será
convertida en un lindo paraíso. No habrá más guerras, ni crímenes, ni enfermedades, ni siquiera muerte.
Sabemos que será así porque Dios hizo la Tierra para que fuera un paraíso para la gente. Por eso hizo el
jardín de Edén. Jesús se encargará de que al fin se haga lo que Dios quiere.
Ha llegado el tiempo en que Jesús ha de volver al cielo. Por 40 días se ha mostrado a los discípulos y ellos
saben que él está vivo. Pero antes de irse él les dice: ‘Quédense en Jerusalén hasta recibir espíritu santo.’
Esto es el Espíritu de Dios, como viento que sopla, que ayudará a sus seguidores a hacer la voluntad de
Dios. Finalmente, Jesús dice: ‘Ustedes predicarán acerca de mí hasta lo más lejos de la Tierra.’
Después que él dice esto, pasa algo sorprendente. Él empieza a subir al cielo, como puedes ver aquí. Luego
una nube lo oculta, y los discípulos no lo ven más. Jesús se va al cielo, y empieza a gobernar desde allá a
sus seguidores acá en la Tierra.

Preguntas:
1.- ¿Cuántos discípulos ven a Jesús ascendiendo al cielo, y de qué les habla?

2.- ¿Qué es el Reino de Dios, y cómo será la vida en la Tierra cuando Jesús reine por mil años?

3.- ¿Cuántos días lleva apareciéndose Jesús a sus discípulos, pero qué momento ha llegado?

4.- ¿Qué mandato da Jesús a sus discípulos justo antes de dejarlos?

5.- ¿Cómo desaparece Jesús de la vista de sus discípulos?

David hecho rey


1 Samuel 26:1-25; 27:1-7; 31:1-6; 2 Samuel 1:26; 3:1-21; 5:1-10; 1 Crónicas 11:1-9.

DE NUEVO Saúl trata de capturar a David. Lleva 3.000 soldados de los mejores para buscarlo. Cuando David
llega a saber esto, envía espías para ver en qué lugar ha acampado Saúl esa noche. Entonces, a dos de sus
hombres les pregunta: ‘¿Cuál va conmigo al campamento de Saúl?’ ‘Yo voy,’ dice Abisai. Abisai es hijo de
Seruya, que es hermana de David. Mientras Saúl y sus hombres duermen, David y Abisai se cuelan en el
campamento. Se llevan la lanza y el jarro de agua de Saúl que está al lado de su cabeza. Nadie los ve ni los
oye porque todos están dormidos.
Se han escapado, y están sobre un monte. David le grita al jefe del ejército de Israel: ‘Abner, ¿por qué no
estás protegiendo a tu amo, el rey? ¡Mira! ¿Dónde están su lanza y su jarro de agua? ‘Saúl se despierta.
Reconoce la voz de David, y pregunta: ‘¿Eres tú, David?’ ¿‘Sí, mi señor el rey,’ contesta David. Y David
pregunta: ‘¿Por qué estás tratando de capturarme? ¿Qué mal he hecho? Aquí está tu lanza, oh rey. Que
alguien venga a buscarla. ’‘He hecho mal,’ admite Saúl. ‘He obrado tontamente.
’ Entonces David se va, y Saúl vuelve a su casa. Pero David se dice: ‘Uno de estos días Saúl me va a matar.
Debo escapar al país de los filisteos.’ Y eso hace. David puede engañar a los filisteos y hacerles creer que
ahora los favorece.
Algún tiempo después los filisteos suben a pelear contra Israel. En la batalla, Saúl y Jonatán mueren. Esto
hace que David se ponga muy triste, y él escribe una linda canción, en la cual canta: ‘Me siento triste por ti,
mi hermano, Jonatán. ¡Cuánto te quería!’
Después de esto David vuelve a Israel, a la ciudad de Hebrón. Allí hay una guerra entre los hombres que
escogen a Isbóset, hijo de Saúl, para que sea rey y los otros hombres que quieren que David sea rey. Pero
finalmente los hombres de David ganan. David tiene 30 años cuando llega a ser rey. Por siete años y medio
gobierna en Hebrón. Algunos de los hijos que le nacen allí a David son Amnón, Absalón y Adonías.
Con el tiempo David y sus hombres van a capturar una bella ciudad, Jerusalén. Joab, otro hijo de Seruya, la
hermana de David, guía la pelea. Por eso David le da como premio ser jefe del ejército. Ahora David
empieza gobernar en la ciudad de Jerusalén.

Preguntas:
1.- ¿Qué hicieron David y Abisal mientras Saúl dormía en su campamento?

2.- ¿Qué preguntas le hace David a Saúl?

3.- ¿Adónde va David después de hablar con Saúl?

4.- ¿Por qué se pone muy triste David y escribe una hermosa canción?

5.- ¿Cuántos años tiene David cuando lo hacen rey en Hebrón, y cómo se llaman algunos de sus hijos?

6.- ¿Dónde gobierna David después?

Jezabel la reina inicua


(1 Reyes 16:29-33; 18:1-4; 21:1-16; 2 Reyes 9:30-37).

DESPUÉS de la muerte del rey Jeroboam, cada rey que gobierna el reino norteño de 10 tribus de Israel es
malo. El peor es el rey Acab. ¿Sabes por qué? Una gran razón es su esposa, la inicua reina Jezabel.
Jezabel no es israelita. Es hija del rey de Sidón. Adora al dios falso Baal, y hace que Acab y muchos israelitas
adoren a Baal también. Jezabel odia a Jehová y mata a muchos de sus profetas. Otros tienen que
esconderse en cuevas para que no los maten. Si Jezabel quiere algo, hasta mata a alguien para conseguir lo
que desea.
Un día el rey Acab está muy triste. Así que Jezabel le pregunta: ‘¿Por qué estás triste hoy?’ ‘Por lo que
Nabot me dijo,’ contesta Acab. ‘Yo quería comprarle su viña. Pero él me dijo que no podía tenerla.’
‘Espera,’ dice Jezabel. ‘Yo te la conseguiré.’
Así que Jezabel escribe cartas a hombres principales de la ciudad donde vive Nabot. ‘Hagan que unos
hombres que no sirven para nada digan que Nabot ha maldecido a Dios y al rey,’ dice. ‘Y sáquenlo de la
ciudad y mátenlo a pedradas. ‘Tan pronto como Jezabel sabe que Nabot está muerto, le dice a Acab:
‘Ahora ve y toma su viña.’ ¿No es verdad que Jezabel debería ser castigada por una cosa tan terrible?
Por eso, con el tiempo Jehová envía al hombre Jehú para castigarla. Cuando Jezabel oye que Jehú viene, se
pinta los ojos y trata de parecer bonita. Pero cuando Jehú viene y la ve en la ventana, dice a los hombres
del palacio: ‘¡Échenla abajo!’ Ellos obedecen, como ves en la lámina. La echan abajo, y ella muere. De esa
manera termina la inicua reina Jezabel.

Preguntas:

1.- ¿Quién es Jezabel?


2.- ¿Por qué está triste un día el rey Acab?

3.- ¿Qué hace Jezabel para conseguirle a su esposo Acab la viña de Nabot?

4.- ¿A quién envía Jehová para castigar a Jezabel?

5.- Según se ve en la lámina, ¿qué ocurre cuando Jehú llega al palacio de Jezabel?

Naamán el leproso es sanado (2

Reyes 5:1-27).

La sierva de Naamán una niña le habla a la esposa de Naamán acerca de Eliseo el profeta de Jehová, y
las cosas maravillosas que Jehová le ayuda a hacer. La señora no sabe de Jehová, porque no es israelita.
Por eso, veamos por qué la niña está en la casa de esta señora.
La señora es siria. El esposo de ella es Naamán, el jefe del ejército sirio. Los sirios han capturado a esta niña
israelita, y ahora es sierva de la esposa de Naamán.
Naamán tiene una mala enfermedad llamada lepra. Esta enfermedad puede hacer que hasta parte de la
carne de uno se le caiga. Esto es lo que la niña está diciendo: ‘Si mi amo pudiera ir al profeta de Jehová en
Israel, él lo curaría de su lepra.’ Después esto se le dice al esposo de la señora.
Naamán quiere sanarse; así que decide ir a Israel. Cuando llega allí, va a la casa de Eliseo. Eliseo hace que
su siervo salga y le diga a Naamán que se lave siete veces en el río Jordán. Naamán se enoja mucho, y dice:
‘¡Los ríos de mi país son mejores que cualquier río de Israel!’ Dicho esto, se va. Pero
uno de sus siervos le dice: ‘Señor, si Eliseo te dijera que hicieras algo difícil, lo harías. Pues, ¿por qué no
puedes solo lavarte, como él dijo?’ Naamán presta atención a su siervo y se hunde en el río Jordán siete
veces. ¡Cuando hace esto, su carne se hace firme y saludable!
Naamán está muy contento. Vuelve a donde Eliseo y le dice: ‘Ahora estoy seguro de que el Dios de Israel es
el único Dios en toda la Tierra. Por eso, por favor, toma este regalo.’ Pero Eliseo dice: ‘No, no lo voy a
tomar.’ Eliseo sabe que sería malo que él aceptara el regalo, porque era Jehová quien había sanado a
Naamán. Pero Jessi el siervo de Eliseo quiere apoderarse del regalo.
Así es que hace esto. Después que Naamán se va, Jessi corre y lo alcanza. ‘Eliseo me mandó a decirte que
quiere parte de tu regalo para unos visitantes que acaban de llegarle,’ dice. Esto es una mentira. Pero
Naamán no lo sabe; así que le da a Jessi algunas de las cosas.
Cuando Jessi vuelve, Eliseo sabe lo que ha hecho. Jehová se lo ha dicho. Así que dice: ‘Porque hiciste esta
cosa mala, la lepra de Naamán la tendrás tú.’ ¡Y así pasa, enseguida!
¿Qué podemos aprender de todo esto? Primero, que debemos ser como la niñita y hablar acerca de
Jehová. Esto puede hacer mucho bien. Segundo, no debemos ser orgullosos como Naamán al principio,
sino obedecer a los siervos de Jehová. Y tercero, no debemos mentir como Jessi. ¿Verdad que podemos
aprender mucho de la Biblia?

Preguntas:
¿Qué está diciendo la niña de la lámina a la señora?
¿Quién es la señora de la lámina, y por qué está la niña en su casa?
¿Qué le manda Eliseo a su siervo que le diga a Naamán, y por qué se enoja Naamán?
¿Qué sucede cuando Naamán presta atención a sus siervos?
¿Por qué rechaza Eliseo el regalo de Naamán, pero qué hace Jessi?
¿Qué le ocurre a Jessi, y qué aprendemos de lo que le pasó?

ELIAS ES ALIMENTADO POR CUERVOS


Elías y los profetas de Baal
. EL PROFETA ELISEO SUCEDE A ELÍAS
(2 Reyes 2: 1 – 17)
Aconteció que cuando Jehová iba a alzar a Elías en un torbellino al cielo, Elías venía con Eliseo
de Gilgal. Y Elías dijo a Eliseo: --Quédate ahora aquí, porque Jehová me ha enviado a Bet-el --
¡Vive Jehová y vive tu alma, que no te dejaré! --le dijo Eliseo. Descendieron, pues, a Bet-
el. Salieron al encuentro de Eliseo los hijos de los profetase que estaban en Bet-el y le dijeron: --
¿Sabes que Jehová va a arrebatarte hoy a tu señor? --Sí, lo sé; pero callad --respondió él. Elías
le volvió a decir: --Eliseo, quédate aquí ahora, porque Jehová me ha enviado a Jericó. --¡Vive
Jehová y vive tu alma, que no te dejaré! --le respondió Eliseo. Siguieron, pues, a Jericó. Se
acercaron a Eliseo los hijos de los profetas que estaban en Jericó, y le dijeron: --¿Sabes que
Jehová va a arrebatarte hoy a tu señor? --Sí, lo sé; pero callad --respondió él. Luego Elías le dijo:
--Te ruego que te quedes aquí, porque Jehová me ha enviado al Jordán. --¡Vive Jehová y vive tu
alma, que no te dejaré! --le respondió Eliseo. Y se fueron los dos. Pero llegaron cincuenta
hombres de los hijos de los profetas y se pararon enfrente, a lo lejos, mientras ellos dos se
detenían junto al Jordán. Tomó entonces Elías su manto, lo dobló y golpeó las aguas, las que se
apartaron a uno y a otro lado, y ambos pasaron por lo seco. En cuanto pasaron, Elías dijo a
Eliseo: --Pide lo que quieras que haga por ti, antes que yo sea arrebatado de tu lado. Eliseo dijo: -
-Te ruego que me dejes una doble porción de tu espíritu

-Cosa difícil has pedido --le respondió Elías--. Si me ves cuando sea separado de ti, te será
concedido; pero si no, no. Aconteció que mientras ellos iban caminando y hablando, un carro de
fuego, con caballos de fuego, los apartó a los dos, y Elías subió al cielo en un torbellino Al ver
esto, Eliseo clamó: « ¡Padre mío, padre mío! ¡Carro de Israel y su caballería!”. Y nunca más lo
vio. Entonces Eliseo tomó sus vestidos y los rasgó en dos partes. Alzó luego el manto que se le
había caído a Elías, regresó y se paró a la orilla del Jordán. Después tomó el manto que se le
había caído a Elías, golpeó las aguas, y dijo: « ¿Dónde está Jehová, el Dios de Elías?». Apenas
hubo golpeado las aguas del mismo modo que Elías, estas se apartaron a uno y a otro lado, y
Eliseo pasó. Al verlo, los hijos de los profetas que estaban al otro lado en Jericó dijeron: «El
espíritu de Elías reposó sobre Eliseo». Fueron enseguida a recibirlo, se postraron delante de él y
dijeron: --Aquí hay entre tus siervos cincuenta hombres fuertes. Deja que vayan y busquen a tu
señor ahora; quizá lo ha levantado el espíritu de Jehová y lo ha arrojado en algún monte o en
algún valle. --No enviéis a nadie --les dijo él. Pero ellos lo importunaron tanto que
avergonzándose dijo: --Enviadlos. Entonces enviaron ellos a los cincuenta hombres, quienes lo
buscaron durante tres días, pero no lo hallaron.
EL CIEGO BARTIMEO
JESUS SANA AL CIEGO BARTIMEO
UN DÍA, Jesús y los discípulos estaban saliendo de la ciudad de Jericó, y muchas personas lo seguían. Ellas querían ser
bendecidas. Aquel lugar estaba bien agitado y ciertamente debería estar con mucho ruido ¿verdad? La agitación era
tanta que hasta un ciego mendigo que se llamaba Bartimeo, se dio cuenta que estaba ocurriendo algo cerca de allí.
Sin poder ver, él preguntó lo que estaba ocurriendo, y algunas personas contaron que Jesús estaba pasando bien
cerca de allí.

Niños, Bartimeo quedaba sentado todos los días en medio de aquel camino pidiendo dinero para las personas y, en
aquel momento, vio la oportunidad de cambiar su vida. Bartimeo comenzó a gritar con toda su fuerza, pidiendo
ayuda a Jesús. Algunas personas que estaban cerca del ciego mandaron que se quedara callado. Amiguitos, muchas
veces el mal usa las personas para intentar impedirnos usar la fe. ¿Saben lo que Bartimeo hizo? Gritó más fuerte
todavía y más alto. Él estaba decidido a hablar con Jesús, y Él lo oyó gritando. ¿Qué bueno es verdad? Jesús mandó
llamarlo. Cuando supo que Jesús estaba llamando por él, el ciego Bartimeo tiró su capa, dejó todo para atrás, se
colocó de pie rápidamente y fue hasta Jesús. Entonces, Jesús le preguntó al ciego que quería que Él hiciera. Y el
mendigo respondió que quería ver de nuevo.

Niños, Jesús sabia del milagro que Bartimeo necesitaba, pero hizo aquella pregunta porque quería oí el pedido de
Bartimeo. Así también Jesús desea oír nuestras oraciones todos los días. Jesús dijo para Bartimeo que él podría irse,
pues la fe de él lo había curado, y en el mismo instante Bartimeo volvió a ver, pero no se fue, pues pr efirió seguir al
Señor Jesús.

CONCLUSIÓN

NIÑOS, Jesús desea bendecirlos, por eso no tengan miedo, no desanimen, y ni queden tristes con los problemas que,
de repente, ustedes han visto en su casa. Debemos seguir el ejemplo del ciego Bartimeo que clamó vari as veces en
su casa. Debemos seguir el ejemplo del ciego Bartimeo que llamó por varias veces, y no se rindió y por eso fue
curado. Cuando Jesús oyó el ciego llamando el nombre de Él, Él luego lo atendió, mostrando a nosotros que los que
claman por Él serán respondidos. Cree que tú también puedes recibir el milagro, ¿amen?
JESUS RESUCITA A LAZARO Lázaro, Marta y

María eran hermanos, ellos tenían un amigo muy especial que hacia milagros maravillosos. ¿Saben de quien estoy
hablando? (espere la participación de los niños) el Señor Jesús, si de verdad, ellos eran amigos de Jesús.

Un día Lázaro quedo muy enfermo, sus hermanas quedaron muy preocupadas y mandaron a avisar al Señor Jesús
que su amigo estaba muy mal, cuando Jesús recibió la noticia, dijo a los discípulos que por causa de aquella
enfermedad, el poder de Dios sería manifestado y muchos alabarían el nombre de Él.

El Señor Jesús sabia que Lázaro estaba muy enfermo, pero mismo así el demoro para salir del lugar donde estaba, y
solamente dos días después de recibir la noticia, El llamó a los discípulos y les dijo que iría hasta Lázaro para
despertarlo, pues estaba dormido.

Amiguitos, los discípulos pensaban que Lázaro de verdad estaba dormido, descansando, pero el Señor Jesús expli có
que el había muerto y lo iba a resucitar.

algunas personas fueron hasta la casa de María para consolarla, pues ellas quedaron muy tristes, cuando Marta supo
que Jesús había llegado, corrió hasta El y, entristecida, dijo que si Jesús estuviera con ellos, su hermano no habría
muerto. el Señor Jesús le dijo que ella debía confiar en Dios, pues Lázaro viviría nuevamente, ella creyó en aquella
palabra y fue avisar a su hermana que Jesús había llegado.

Amiguitos, María lloro cuando vio al Señor Jesús y habló l o mismo que dijo su hermana, que si él hubiese estado
antes nada de eso hubiera pasado. el Señor Jesús quedó muy triste y hasta lloró. Vean niños, Lázaro era realmente
amigo de Jesús.

Después de eso, Jesús fue hasta el lugar donde Lázaro estaba sepultado, y mandó que sacasen la piedra que cerraba
la entrada. en aquella época los muertos eran sepultados en cavernas que eran cerradas por piedras muy grandes.
entonces, el Señor Jesús gritó: ¡"Lázaro, levántate, sal de la cueva!" E, inmediatamente, el salió de adentro de la
cueva. Sus manos y pies estaban cubiertos de tiras de paño, y Jesús mandó que sacasen y desenvolviesen y lo
llevaron a la casa. ¡Qué alegría! Un verdadero milagro, el Señor Jesús resucito a Lázaro.

Vean niños, el Señor Jesús enseño y mostro para las hermanas de Lázaro que es importante confiar en Dios.
Nosotros también debemos creer en la Palabra de Él, pues está escrito que "...todo es posible para aquel que cree"
(Marcos 9.23). Cuando obedecemos y confiamos en la Palabra de Dios, somos cuidados por El. Dios nunca
abandonará a los que confían en El.

JESUS RESUCITA A LAZARO


JESUS CALMA LA TEMPESTAD
JESUS CALMA LA TEMPESTAD
Hoy ustedes van a oír sobre un pasaje bíblico en el cual los discípulos de Jesús,
pasaron por un momento de peligro. ¿Vamos a saber que sucedió? ¡Escuchen con
atención!
Un día Jesús y sus discípulos estaban en un barco, yendo para la tierra de los
gadarenos, que quedaba en Galilea. Así que entraron en el barco, Jesús fue para un
rincón a descansar. Cuando el barco estaba atravesando el mar, comenzó a llover
muy fuerte, pero muy fuerte. Chicos las olas golpeaban el barco y las aguas
comenzaron a entrar en él. Jesús permanecía durmiendo, y los discípulos quedaron
nerviosos y con mucho miedo, porque pensaban que irían a morir ahogados.
El desespero era tanto, que parecía que ellos habían olvidado de que Jesús también
estaba en el barco. Con certeza, El Señor Jesús no permitiría que nada de malo
aconteciese con ellos, no es verdad niños? Jesús nunca nos de ja solitos y está
siempre cuidando de nosotros. Muchas personas dicen confiar en Dios, pero quedan
con miedo delante de los problemas y piensan hasta que Dios no está con ella.
Socorro, Señor! Nosotros vamos a morir! Gritaban los discípulos, en cuanto
levantaban al Señor Jesús. Cuando se levantó, Jesús pregunto para ellos porque eran
tan miedosos, y les dijo también que la Fe de ellos era muy pequeña. Jesús se
levantó y hablo con el viento y con las olas, y en la misma hora, el mar se calmó.
Jesús reprendió a la tempestad que paro en el mismo momento. Los discípulos
quedaron admirados y preguntaban unos a otros: Que hombre es este que manda
hasta en el viento y en las olas? Saben niños, ellos seguían a Jesús, ya habían visto
otros milagros, pero todavía no sabían totalmente lo que Jesús era capaz de hacer.
Niños, Jesús es poderoso y puede hacer el milagro que ustedes deseen. Por eso
ustedes no pueden quedar preocupados, desesperados delante de los problemas, el
comportamiento de los discípulos delante de aquella tempestad desagrado a Jesús.
Debemos confiar en Dios encima de todo, entendieron? Determine y confié que eso
ira a suceder. La tempestad paso cuando Jesús la reprendió. Confíen, usen la Fe de
ustedes, y el mal huira de sus vidas. Está bien!
JESUS ESCOGE A SUS DOCE
AMIGOS
El Señor Jesús vivía rodeado de muchas personas. Algunas querían verlo, otras oír sus predicas y recibir los
milagros. Pero entre la multitud, había 12 discípulos escogidos por Jesús para que estuvieran siempre con
Él. Los discípulos eran: Simón, llamado Pedro, y su hermano Andrés; Jacobo hijo de Zebedeo, y su hermano
Juan; 3 Felipe, Bartolomé, Tomás, Mateo, el publicano, Jacobo hijo de Alfeo, Lebeo, por sobrenombre
Tadeo, 4 Simón, el cananita, y Judas Iscariote, el que también lo entregó. Entre los discípulos, había uno
que era conocido como el discípulo amado y el nombre de él era Juan, Hijo de Zebedeo, y hermano de
Jacobo. Los dos antes de convertirse en discípulos, eran pescadores, nosotros también podemos ser como
Juan, un seguidor y amigo de Jesús. Jesús desea que seamos Sus amigos.

¿Quieren saber que actitudes debemos tener para ser amigos de Jesús? Necesitamos aceptarlo como
nuestro Salvador e invitarlo a vivir en nuestro corazón, y así tendremos un amigo de verdad, que es tará
con nosotros en todos los momentos. Y así como el discípulo amado estuvo siempre con Jesús, también
estaremos con Jesús y Él estará con nosotros. Cuando Jesús estaba en la cruz para morir por todos
nosotros, Juan fue el único discípulo que quedo al lado de Jesús, viendo el sacrificio que su gran amigo
estaba haciendo. A pesar del dolor que sentía y el gran sufrimiento, Jesús estaba conquistando nuestra
victoria, el derecho de vivir en el cielo con Él, Juan estuvo con Jesús hasta el momento de su muerte. Saben
niños, juan no tuvo miedo de ser reconocido como uno de los discípulos, y no abandono a Jesús, y no
abandono a Jesús. Juan amaba mucho a su amigo que estaba allí en la cruz. Jesús sabia de eso y aun en la
cruz, Él apunto para María, su madre, y dijo a Juan: “Esta es tu madre”. Saben lo que hizo Juan? Él llevo a
María, la madre de Jesús, para su casa, y la cuido como si fuera su propia madre. Que actitud tan linda él
demostró con su amigo Jesús, ¿No es así? Juan amaba a Jesús de verdad, creyó en sus promesas y, más
tarde, escribió el evangelio de Juan contando las maravillas que vio Jesús hacer y hablar, además de tres
epístolas y el libro de Apocalipsis que habla sobre el regreso de Jesús.
Amiguitos, si queremos tener una gran amistad con el Señor Jesús, debemos hacer como Juan, ser
obediente y estar siempre cerca de Jesús. ¿Ustedes han sido amigos de Jesús haciendo lo que Él enseña,
siguiendo y oyendo o que Él dice a través de Su palabra? ¡No! Entonces aprovechen la oportunidad y
conviértanse en amigos de Él a partir de hoy.
DIOS RESPONDE LAS ORACIONES
Niños, ¿recuerdan a Pedro? Pedro fue aquel hombre que, antes de ser un discípulo,
era pescador. Fue él quien lanzo la red al mar y pesco muchos peces, pues obedeció
las órdenes de Jesús. Pedro y los otros discípulos continuaron hablando de las
enseñanzas y los milagros que Jesús realizo, antes de morir y resucitar. Pero, a un
rey llamado Herodes no le gusto lo que ellos estaban haciendo y decidió perse guirlos
a los siervos de Dios.
El rey mando quitar la vida de Santiago y encarcelar a Pedro. Él no había hecho nada
malo, pero aun así fue encarcelado. Herodes mando que 16 soldados quedaran
vigilando a Pedro. Pero, el pueblo de Dios sabía que Dios tenía el poder de liberarlo de
aquella prisión y por eso, perseveraron en la fe, orando. Ha sta que sucedió lo que
ellos estaban esperando. Durante la noche, mientras Pedro dormía, encadenado,
entre dos soldados, además de otros guardias que estaban vigilando aquel lugar, Dios
envío un ángel para liberar a Pedro.
El ángel despertó a Pedro y le dijo: “Levántate rápido.” En aquel instante, las cadenas
que estaban atando las manos de Pedro se rompieron. El ángel llamo a Pedro y él lo
siguió. Pedro pensó que estaba soñando, pero no estaba soñando, Dios lo estaba
liberando de aquel lugar. Ellos pasaron por todos los guardias y cuando llegaron cerca
de la calle, el portón se abrió solito, y Pedro y el ángel salieron. De repente Pedro
miro y no vio más al ángel. Él fue para casa de una mujer llamada María, donde
algunos siervos de Dios estaban orando por él.
Pedro golpeo la puerta, y al abrir, vieron que sus oraciones fueron respondidas. ¡Viva!
Pedro estaba libre! El pueblo se alegró mucho y también asustado. ¿Qué fue lo que
sucedió? Pensaban ellos, y entonces Pedro platico como Dios lo había sacado de la
prisión. Al amanecer, los guardias no sabían lo que había sucedido. Como Pedro había
escapado. Herodes mando que lo buscaran, pero no lo encontraron.
Amiguitos no debemos perder la fe aun cuando las cosas no estuvieran bien, pues
hoy, a través de la historia de Pedro, que debemos perseverar en nuestras oraciones.
Debemos insistir hasta que seamos atendidos, así como hizo el pueblo que oraba por
Pedro. Entonces, ¿qué tal si hablamos ahora con Dios y le pedimos a él el milagro que
deseamos?
LA BIBLIA
ESTE LIBRO contiene la mente de Dios, la condición del hombre, el camino de
salvación, el destino de los pecadores y la bienaventuranza de los creyentes. Sus
historias son verdaderas y sus decretos son inmutables. Léela para ser sabio, créela
para ser salvo y practícala para ser santo. Contiene luz para guiarte, alimento para
sustentarte y consuelo para animarte. Es el mapa del viajero, es el bastón del
peregrino, la brújula del piloto, la espada del soldado, el cielo es abierto y las puertas
del infierno son descubiertas. Cristo es su tema principal, nuestro bienestar es su
propósito y la gloria de Dios es su finalidad. Debe llenar la mente, gobernar el
corazón y guiar los pasos. Léela con calma, con frecuencia y con oración. Te ha sido
dada en la vida, será abierta en el juicio y será recordada para siempre. Incluye las
mayores responsabilidades, recompensará los mayores trabajos y condenará a todos
los que tratan con ligereza su sagrado contenido.

LA ESTRUCTURA DE LA BIBLIA
El libro mediante el cual conocemos a Dios, a Jesucristo y al Espíritu Santo se le llama
la Santa Biblia normalmente se le conoce como la Biblia, o también como la palabra
de Dios. La Biblia contiene un total de 66 libros divididos en 2 grandes secciones
llamadas Antiguo Testamento (con 39 libros), y Nuevo Testamento (con 27 libros).
A su vez cada libro está organizado en capítulos y cada capítulo en versículos, todo
esto con el propósito de facilitar la localización de las citas bíblicas.

EL A.T. ESTA DIVIDIDO EN CINCO SECCIONES


PENTATEUCO: (5 libros) Génesis, Éxodo, Levítico, Números, y Deuteronomio.

LIBROS HISTÓRICOS: (12 libros), Josué, Jueces, Rut, 1er libro de Reyes, 2do. de
reyes, 1er crónicas, 2do. Crónicas. Esdras, Nehemías, Esther.

LIBROS POÉTICOS: (5 libros) Job, Salmos, Proverbios, Eclesiastés, y Cantares.


...y con (5 libros)

PROFETAS MAYORES: Isaías, Jeremías, Lamentaciones, Ezequiel, Daniel, (se le


llama mayores no por su importancia sino por la extensión de sus escritos, en
relación con los profetas menores.

PROFETAS MENORES: Oseas, Joel, Amós, Abdías, Jonás, Miqueas, Nahúm,


Habacuc, Sofonías, Hageo, Zacarías, Malaquías, con (12 libros) en total.

EL N.T. ESTA DIVIDIDO EN CINCO SECCIONES LOS

EVANGELIOS: Mateo, Marcos, Lucas y Juan

HISTORIA: Hechos de los apóstoles

CARTAS PASTORALES: (cartas paulinas o del apóstol Pablo) Romanos, 1a.


Corintios, 2a Corintios, Gálatas, Efesios, Filipenses, Colosenses, 1a y
2a.Tesalonisenses, 1a y 2a. Timoteo, Tito.

CARTAS UNIVERSALES: Hebreos, Santiago, 1a.y 2a.Pedro, 1a. 2a. y 3a. de Juan y Judas.

PROFECÍA: Apocalipsis.

¿SE HA PREGUNTADO ESTO DE LA BIBLIA?

1.- ¿Qué significa "testamento"?


Testamento significa "convenio" o "contrato."

2.- ¿Quién escribió la Biblia?

La Biblia fue escrita bajo la inspiración del Espíritu Santo por más de 40 autores
diferentes.

3.- ¿Sabías que una décima parte de la Biblia está escrita en forma de
canciones?

Los ejemplos más destacados son los Salmos, El Cantar de los Cantares y
Lamentaciones. Es comprensible que la mayoría de las aproximadamente trescientas
referencias al canto estén relacionadas con la adoración a Dios.

4. ¿Qué autor contribuyó con más más libros al Antiguo Testamento?

Moisés. Él escribió los primeros cinco libros de la Biblia, llamados el Pentateuco; los
que forman los cimientos de la Biblia.

5. ¿Qué autor contribuyó con más libros para el Nuevo Testamento?

El Apóstol Pablo, quien escribió 14 libros (más de la mitad) del Nuevo Testamento.

6.- ¿Cuántas palabras tiene la Biblia?

La Biblia posee 773.746 palabras (Versión inglesa King James).

7.- ¿Cuántos capítulos tiene la Biblia?

La Biblia cuenta con 1.189 capítulos.

8.- ¿Cuál versículo ocupa exactamente el centro de la Biblia?

El Salmo 118:8 (“Mejor es confiar en Jehová que confiar en el hombre.”).

9.- ¿Cuál es el capítulo más corto de la Biblia?

El Salmo 117, con sólo 2 versículos.

10.- ¿Cuál es el capítulo más largo?

El Salmo 119, con 176 versículos.

11.- ¿Cuántos versículos tiene la Biblia?

La Biblia posee 31 102 versículos.

12. ¿Cuál es el versículo más extenso de la Biblia?


Ester 8:9.

13. ¿Cuál es el versículo más corto de la Biblia?

Juan 11:35.

14. ¿Cuál es el libro más extenso de la Biblia?

El libro de los Salmos

15. ¿Cuál es el libro más corto de la Biblia?

2da de Juan.

16. ¿Cuál es el libro más antiguo del Antiguo Testamento?

Muchos estudiosos están de acuerdo en que Job es el libro más antiguo en la Biblia,
escrito por un Israelita desconocido aproximadamente 1500 a. C.

17. ¿Cuál es el libro más reciente del Antiguo Testamento?

El libro de Malaquías, escrito aproximadamente 400 a. C.

18. ¿Qué libro en la Biblia no menciona la palabra "Dios?"

El libro de Esther.

19. ¿Quién era el hombre más viejo que alguna vez vivió mencionado en la
Biblia?

Matusalén, quien vivió 969 años (Génesis 5:27).

20. ¿Quién fueron los dos hombres en la Biblia que nunca murieron?

Enoc, quien caminó con Dios y un día Dios se lo llevó al cielo (Génesis 5:22-24). Y
Elías quien fue llevado al cielo por carrosas de fuego (II Reyes 2:11).

21.- Lo que es la biblia.

La biblia es el libro más amado, pero también el más odiado, la amas o la aborrece s,
porque es la única que te muestra el camino correcto de salvación y el camino de
condenación. ¿Y para ti, que es la biblia?
JESUS Y ZAQUEO
LAS BODAS DE CANA
EL MILAGRO DE LOS PECES Y PANES
JESUS SANA A UN PARALITICO
Paso del Mar Rojo
(Éxodo 14:19-20)
Dios llevó a su pueblo por el camino del desierto hacia el mar Rojo.
Cuando le dijeron al Faraón que ya se habían ido, dijo el Faraón: ¿Pero cómo hemos
permitido que los hebreos dejen de ser nuestros esclavos?
Entonces el Faraón reunió a todos sus guerreros y con un gran ejército persiguió al
pueblo de Dios.
Cuando el pueblo de Israel vio a los egipcios con su gran ejército, se llenó de miedo
y oró a Dios, y se quejó a Moisés, diciéndole: ¿Qué es lo que has hecho
sacándonos de Egipto? ¿No te decíamos que era mejor servir a los egipcios que
morir en el desierto? Moisés les dijo:
─ No tengan miedo. Estén firmes. Dios nos salvará, y los egipcios que ahora ven, no
volverán a verlos jamás. Dios luchará por ustedes.
Entonces dijo Dios a Moisés que extendiera su mano sobre el mar, y Dios hizo
soplar un viento muy fuerte sobre el mar.
Toda la noche sopló el viento y, como estaba oscuro, el ejército egipcio no se pudo
acercar hasta el campamento hebreo.
A la mañana siguiente el viento había dividido las aguas del mar Rojo, y los del
pueblo de Israel pasaron por el camino que se había hecho. Había una muralla de
agua a la derecha y otra a la izquierda de ese camino.
Los egipcios se pusieron a perseguirlos, y todos entraron detrás de ellos. Pero
cuando el último hebreo estaba en la orilla de enfrente, Dios hizo que las aguas
volvieran a unirse. Y las aguas cubrieron el ejército del Faraón, y se ahogaron todos
los soldados.
El pueblo, al ver lo que había sucedido, creyó en Dios y en su siervo Moisés.
Entonces Moisés y los israelitas cantaron este cántico:
“Cantaré a Dios, que se ha cubierto de gloria; carros y caballos ha arrojado en el
mar”
RESPONDER:
1. ¿Cómo dirigió Dios a Israel?
2. ¿Qué hizo el faraón?
3. ¿Qué hizo Dios?
4. ¿Qué hizo Israel?
El Paso del Mar Rojo
(Éxodo 14:19-20)
La Noche de Pascua y la
salida de Egipto
Sucedió que a medianoche Dios hirió de muerte a todo hijo mayor del país de
Egipto, desde el primogénito del Faraón, hasta el primogénito del preso de la cárcel,
y a todos los primeros nacidos de animales.
Después le dijo también a Moisés: Cada familia hebrea matará un animal de su
ganado, y con la sangre de ese animal señalará las puertas de su casa. Y los
hebreos cenarán esa carne asada al fuego, con un pan sin levadura, que se llama
pan ácimo, y con lechugas amargas. Lo comerán de pie, con un bastón en la mano.
Esta noche la recordaréis siempre. Es la Pascua,.
Aquella noche se angustió el Faraón y todos sus ministros y Egipto entero. Hubo
grandes llantos y gritos en todo el país, porque no había ninguna casa de los
egipcios en donde no hubiera un muerto.
Entonces el Faraón llamó a Moisés y a Aarón, y les dijo: Salgan inmediatamente del
país con todos los israelitas. Llévense todos sus animales. Váyanse enseguida y
pidan por mí la bendición de Dios.
Los egipcios les insistían a los israelitas que se fueran, dándoles prisa para que
salieran de su tierra, pues decían: Vamos a morir todos.
Los del pueblo de Israel se marcharon entonces de Egipto. Eran unos seiscientos
mil, sin contar los niños. Llevaban además muchas ovejas, bueyes y gran número
de animales.
Moisés tomó los huesos de José, pues Moisés se acordó que José había hecho jurar
a sus hermanos, que cuando se fuesen de Egipto llevarían con ellos sus huesos.
Y en esta noche, Dios libró de la esclavitud al pueblo de Israel.
RESPONDE
1.- ¿Cuál fue la última plaga que hubo en Egipto?
2.- ¿Qué iba a suceder con todos los primogénitos de Egipto?
3.- ¿Quiénes se salvarían de esta plaga?
4.- ¿Qué tendrían que hacer para salvarse de esta plaga?
5.- ¿Qué hicieron los egipcios con los israelitas
Salida de Egipto
El Maná del cielo
(Éxodo 16:4-21)

Para guiar a su pueblo en el camino, Dios iba delante de ellos, de día en una
columna de nube y de noche en una columna de fuego para iluminarlos.
Cuando llegaron a un lugar llamado Mara, no pudieron beber porque el agua estaba
amarga. Y los israelitas murmuraban contra Moisés diciendo: ¿Entonces, que
vamos a beber?
Moisés oró a Dios, y Dios le mostró un pedazo de madera y le dijo que lo echara al
agua. Así lo hizo Moisés y el agua dejó de ser amarga.
En el desierto de Sinaí decían los del pueblo de Israel: ¡Ojalá nos hubiésemos
quedado en Egipto, donde comíamos pan y carne en abundancia! Aquí nos
morimos de hambre.
Moisés y Aarón prometieron en nombre de Dios al pueblo: Esta tarde Dios les dará
carne, y mañana un pan tan bueno como nunca han comido.
Por la tarde, una gran cantidad de codornices cayó sobre el campamento de los
hebreos.
Y todos comieron carne. Y por la mañana, había alrededor del campamento en el
suelo, una cosa menuda, blanca, como granos que parecían de escarcha.
Los del pueblo de Israel se preguntaban:
─ "¿Manha?". Que quiere decir: " ¿Qué es esto?" Era el maná, como pan, que Dios
les enviaba cada día desde el cielo.
Y así cuidó Dios a su pueblo en su viaje por el desierto.

RESPONDER:

1.- ¿Cómo guiaba Dios a su pueblo Israel?


2.- ¿Por qué murmuraba el pueblo de Israel?
3.- ¿Qué les envió Dios, que cayó sobre el campamento de los hebreos?
4.- ¿Qué cayó por la mañana sobre el campamento de los hebreos?
5.- ¿Qué significa maná?
El Maná del cielo
Moisés y los Diez Mandamientos de Dios
(Éxodos 20: 1-17)

LAS 10 PLAGAS DE EGIPTO


Las 10 plagas de Egipto

MOISÉS Y LA ZARZA ARDIENTE


El becerro de oro
(Éxodo 32:1-6)
Moisés estaba en el monte recibiendo los Diez Mandamientos. Moisés estuvo en el
monte mucho tiempo y el pueblo empezó a molestarse y a preocuparse.
Ellos querían tener un líder. Querían a alguien quien los llevará a un lugar mejor (no el
desierto). Equivocadamente, el pueblo pensó que Moisés y Dios ya no estaban c on ellos.
Aarón, el hermano de Moisés, oyó el pedido de la gente. Les pidió que juntaran todo el
oro y se lo dieran. Recibió el oro luego cinceló el oro fundido e hizo un ídolo en forma de
becerro. ¡Créalo o no, le dijo a la gente que el becerro iba a ayud ar a dirigirlos La gente
escuchó a Aarón y le creyeron. Se les olvidaron todas las cosas que Dios hizo por ellos.
Ellos tuvieron una celebración especial para el becerro de oro. No pasó mucho tiempo
para cuando estaban haciendo muchas cosas malas. ¿Dónde e staba Moisés? Estaba
con Dios en el monte. Dios vio todo lo que estaba sucediendo. Le dijo a Moisés que fuera
y detuviera al pueblo de hacer el mal. Cuando Moisés bajó del monte, no pudo creer sus
ojos. La gente estaba adorando el BECERRO de oro en lugar d e adorar a Dios. Moisés
estaba tan enojado que aventó las tablas con los Diez Mandamientos y se quebraron.
Entonces Moisés le preguntó a su hermano, Aarón, que porque había permitido que el
pueblo hiciera eso. Aarón le dijo a Moisés que el pueblo le había pedido algo para adorar.
Allí mintió, le dijo a Moisés que aventó el oro en el fuego y que había salido el becerro de
oro. Moisés le pidió a todo el pueblo que sí deseara seguir al Dios verdadero lo siguiera.
Muchos fueron con Moisés pero otros se quedaron. La gente que no siguió murió.
Moisés habló con Dios y pidió perdón por lo que había sucedido.
Dios borró el pecado y les dijo que era tiempo de mudarse a otro lugar. Moisés y el
pueblo escucharon y obedecieron. Después, Moisés subió al monte y cavó lo s Díez
Mandamientos en dos tablas nuevas. ¿Sabe que es interesante de la lección de hoy? La
gente estaba quebrando los mandamientos que Dios quería que evitaran. Imagínese la
tristeza de Dios cuando el pueblo le dio la espalda. Recuerden que lo que Dios ha bía
hecho, había hecho milagros. Dios había ayudado a su pueblo escapar la esclavitud y
había partido el Mar Rojo. ¿Por qué piensa que a la gente se lo olvidó Dios tan pronto?
Responder:
1. ¿Dónde estaba Moisés?
2. ¿Qué sucedió?)
3. ¿Qué hizo Aarón?
4. ¿Después, qué hizo Aarón?
El becerro de oro. (Éxodo 32:1-6)
La noche que el ángel pasó y la salida
de Egipto (Éxodo 11:1-10, 12:1-28)

El Señor habló a Moisés: "Traeré una última plaga sobre Egipto, una plaga tan terrible
que el Faraón no tendrá otra opción que dejar salir a mi pueblo. A medianoche, cada hijo
primogénito morirá. Ninguno escapará: todos morirán, incluso el primogénito del Faraón,
hasta el primogénito del más humilde esclavo, aún las primeras crías de los animales en
el campo. Solamente los hijos de Israel se salvarán de esta plaga”. “Este día será
siempre recordado como la Pascua, por la noche yo pasaré por todo Egipto y mi gente
será liberada. Desde ahora, este día será guardado como santo y contado como el primer
día del año. Cada familia matará un cabrito, el cual será asado y entonces comido con
ensalada de hierba y pan sin levadura. Los marcos de las puertas de sus casas deberán
ser marcadas con la sangre del animal sacrificado, así cuando yo pase en la noche, yo
sabré liberar de esta plaga a las casas marcadas con la sangre ".Moisés convocó a todos
los hombres sabios y consejeros y les dijo todo lo que el Señor le había dicho, y cómo
ellos debían guardar este día, la primera Pascua, fiesta para siempre. A medianoche, y
repentinamente se escucharon terribles lloros y lamentos, cuando e l Señor pasó sobre la
tierra. Excepto en las casas de los israelitas, ninguna familia había sido perjudicada. La
muerte estuvo en todas los otros lugares. En todos los lugares desde el palacio del
Faraón hasta las oscuras prisiones, desde las casas de los ricos mercaderes, los
primogénitos, hombres y bestias, murieron. El Faraón paró de su cama con pena, envió
por Moisés y Aarón y les dijo:"¡Recojan a su gente y váyanse! ¡Váyanse de mi país y
llévense todas sus ovejas y vacas!" Los egipcios apuraron a los i sraelitas para que
salieran tan pronto sea posible, y regalaron a sus esclavos plata, oro y joyas. Así fue
como después de 430 años en la tierra de cautividad, lo hijos de Israel , 4 000 000 de
ellos, todos a pie, hombres, mujeres y niños, con sus vacas y o vejas y todas sus
posesiones, dejaron al fin Egipto.
RESPONDER:
1.- ¿Cuál fue la última plaga que hubo en Egipto?
2.- ¿Qué iba a suceder con todos los primogénitos de Egipto?
3.- ¿Quiénes se salvarían de esta plaga?
4.- ¿Qué tendrían que hacer para salvarse de esta plaga?
5.- ¿Qué hicieron los egipcios con los israelitas?

Moisés y los Diez Mandamientos de Dios


(Éxodo 20: 1-17)

Los israelitas llegaron al desierto del Sinaí al tercer mes de haber salido de Egipto.
Después Moisés subió al monte Sinaí para encontrarse con Dios y hablar sobre el Pacto
que Dios tenía para el pueblo de Israel.
Este Pacto hecho por Dios le daría a Israel una posición muy grande dentro de las otras
naciones. Pero Dios les dijo, que si ellos aceptaban y obedecían los mandamientos y
leyes estipuladas, Dios cumpliría lo que estaba pactado. Moisés llamó a los ancianos del
pueblo y les expuso todo lo que el Señor le había ordenado. Entonces los israelitas
contestaron a una voz: "Haremos todo lo que el Señor ha ordenado".
Al amanecer del tercer día hubo relámpagos y truenos, y una espesa nube se posó sobre
el monte. Un fuerte sonido de trompetas hizo que todos en el campamento temblaran de
miedo. Entonces Moisés llevó al pueblo fuera del campamento para encontrarse con Dios
y se detuvieron al pie del monte. Todo el monte Sinaí echaba humo debido a la presencia
de Dios. El sonido de trompetas fue haciéndose más fuerte, Moisés hablaba y Dios le
contestaba. Entonces el Señor le dijo a Moisés: "Ve y dile a la gente que no pase del
límite ni trate de verme, no sea que muchos de ellos caigan muertos". Moisés le contestó
al Señor: "El pueblo no se atreverá a subir a este monte". Dios le dijo a Moisés: "Ve y
sube con Aarón, pero los sacerdotes no podrán pasar el límite". Moisés subió y bajó del
monte tres veces.
Entonces Dios le dio a Moisés las leyes, conocidas como los 10 Mandamientos. Uno de
los grandes eventos en la historia del pueblo de Israe l es este acontecimiento. Las leyes
no fueron dadas a los israelitas directamente. Dios le dio estas leyes a Moisés con las
instrucciones de que él las participe al pueblo. Las leyes fueron dadas para ayudar a los
israelitas vivir vidas sin pecado.

Los Diez Mandamientos:


1. Los No tendrás dioses ajenos delante de Mí.
2. No te harás imágenes de las cosas que están arriba de los cielos ni debajo de la tierra.
3. No tomarás el nombre del Señor en vano.
4. Santificar el Sábado
5. Honra a tu padre y a tu madre.
6. No matar.
7. No cometer adulterio.
8. No hurtar.
9. No darás contra tu prójimo falso testimonio.
10. No codiciarás.
RESPONDER:
1. ¿Dónde Dios le dio los 10 mandamientos a Moisés?
2.- ¿Por qué temblaban de miedo los israelitas?
3.- ¿Por qué el monte Sinaí echaba humo?
3.- ¿Por qué Dios dio los 10 mandamientos a los israelitas?
LAS PLAGAS DE EGIPTO
EL BUEN SAMARITANO
José estaba pues en la cárcel ayudando a los presos. Un día entró a la celda donde
estaban el copero y el panadero, y los vio muy tristes; al interesarse por su situación le
contestaron que habían tenido un sueño que les había inquietado aunque no sabían su
significado ni tenían quien se lo interpretase.
El copero había soñado que había una vid con tres sarmientos que producían vino, y él le
daba de éste al faraón. José le dijo que los sarmientos eran tres días y que el faraón lo
pensaba reponer en su puesto. Y José le pidió que cuando esto ocurriera hablara al
faraón de su situación. Por su lado el panadero le contó que había visto tres canastillos
blancos sobre su cabeza llenos de viandas de pastelería y las aves venían y comían de
ellos. Entonces José le dijo que el faraón le quitaría la vida al cabo de tres días y que las
aves comerían su carne. Y, efectivamente, como José había predicho, al cabo de tres
días el copero volvió a su trabajo pero el panadero fue ahorcado y dejado para que los
buitres lo comieran. Y el copero se olvidó de la promesa hecha a José no le habló al
faraón de éste. Pero pasados dos años el faraón tuvo un sueño que le turbó porque se
repitió varias veces. El faraón veía siete vacas que venían del río y venían otras sietes
famélicas que se comían a éstas estaban gordas y bien criadas; después las gordas
pero se quedaban igualmente delgadas. En otro sueño también veía que se formaban
siete espigas tan llenas de grano que se doblaban por el peso; después surgían otras
siete que no tenían apenas grano y que se comían a las siete gordas pero se quedaban
delgadas. Y nadie sabía su interpretación.
Entonces el copero se acordó de José y le contó al faraón la capacidad de éste para
interpretar los sueños con exactitud. Y José fue traído delante del faraón. José le dijo que
él no interpretaba los sueños sino que era Dios el que tenía esa capacidad. Una vez
conocidos los sueños le dijo al faraón que iban a venir sobre la tierra siete a ños de
abundancia como no había habido antes, representado por las siete vacas y las siete
espigas gordas, pero después de éstos siete años vendrían otros siete de hambre como
nunca los hubo y toda la abundancia anterior será olvidada. José, además, acons ejó al
faraón que buscara un hombre prudente y sabio que actuara sobre Egipto, y que buscara
gobernadores que recogieran el grano en grandes graneros para que cuando llegara el
hambre los habitantes del lugar no se murieran de hambre. Y Faraón se admiró de lo
dicho por José y decidió ponerle como gobernador general ya
que no había otro hombre más sabio que él nique tuviera el espíritu de Dios en todo
Egipto. Y todo el pueblo conoció que José era el segundo hombre más importante de
Egipto. Y todos le obedecían.

Contesta a las siguientes preguntas: (puede haber más de una respuesta).


1.- ¿Por qué José estaba en la cárcel?
a) Robó unas copas de oro.
b) Desobedeció a su amo.
c) Le acusaron injustamente.
2.- ¿Cómo era tratado en la cárcel?
a) Como otro preso cualquiera
b) Como un preso especial
c) Tenía el favor del carcelero.
3.-¿Cómo se sentía José?
a) Que Dios le había abandonado.
b) Que Dios le tenía a prueba.
c) Que Dios seguía estando con él.
4.-El copero soñó con:
a) Tres copas de vino
b) Tres vides
c) Una vid y tres sarmientos
5.-El panadero soñó:
a) Con tres cestos
b) Con tres pájaros
c) Con tres pasteles
6.-El faraón soñó con:
a) Siete vacas gordas y siete flacas
b) Siete carneros gordos y siete flacos.
c) Siete espigas de trigo gordas y siete delgadas.
7.-El faraón supo que:
a) José tenía razón porque era muy listo.
b) José tenía razón porque acertó.
c) José tenía razón porque Dios le mostraba la interpretación.
8.- El faraón:
a) Hizo caso de las sugerencias de José.
b) Puso a José como gobernador de todo Egipto
c) Le dio su anillo real. Que simbolizaba autoridad.

Había una vez un niño llamado José. Él pertenecía a una familia de 12 hermanos. Su padre se llamaba
Jacob y su familia vivía en Canaán desde la época de su bisabuelo, Abraham.
Jacob tenía muchos animales. Sus hijos cuidaban las ovejas y los chivos.
Jacob amó a José más que a cualquier otro de sus hijos. José era un niño obediente, cariñoso con su
padre y muy trabajador. Aunque sus hermanos se portaban mal y le molestaban, José obedecía y era
buen hijo. José ayudaba a su padre Jacob en todo lo que podía. Aunque era muy joven,
Dios le empezó a mostrar por medio de sueños, que él sería alguien muy importante. José tuvo que
sufrir mucho a lo largo de su vida, pero nunca olvidó el amor de su padre. José amaba a Dios y
siempre le obedeció, así como obedecía y amaba a su padre.
Un día Jacob le regaló a José una túnica larga de colores hermosos. Con este regalo todos sus
hermanos se dieron cuenta de que José iba a ser el líder de la familia, aunque era uno de los más
jóvenes. El niño José estaba muy orgulloso de su túnica.
Los hermanos de José podían ver que su padre amaba más a José que a ellos. Y por esta razón
sintieron envidia de él.
Una vez José les dijo a sus hermanos "Soñé que estábamos haciendo unos manojos de trigo. Los
manojos de ustedes se inclinaban hacía el mío".
El sueño de José causó ira a sus hermanos.
En otra ocasión José les dijo "¡Soñé que el sol, la luna y 11 estrellas se inclinaban hacía mí!"
También su padre se enojó con ellos "¿Piensas que nosotros vamos a inclinarnos frente a ti?"
respondieron ellos mientras se burlaban de él.

RESPONDER:
1.- ¿Cuál era el nombre del padre de José?
2.- ¿Cuántos hermanos tenía José?
3.- ¿Cómo era José?
4.- ¿Qué regalo le dio su padre a José?
5.- ¿Por qué sus hermanos le envidiaban a José?
6.- ¿Cuáles fueron los sueños de José?
¿CONOCEN A ALGUNA FAMILIA QUE TIENE
DOCE MUCHACHOS?

¡Imagínense! ¡Doce traviesos muchachos! En casa de Jacob siempre había mucho


movimiento, porque en esa familia vivían doce muchachos de diferentes edades. Rubén,
Judá, Gad, Dan, José, Isacar, Zabulón. Leví, Aser, Benjamín, Neftalí, Simeón y Dina.
Todos de distintos tamaños y temperamentos. Unos alegres, otros más serios. Uno de
los muchachos era muy querido por su padre. Era el hijo mayor de Raquel, la mujer por
quien Jacob había trabajado catorce años. Se llamaba José, y era un muchacho
extraordinario. No participaba en las malas costumbres de sus hermanos.
¿Saben otra cosa? Dios lo había escogido para un trabajo especial . Llegaría a ser un
hombre muy importante; un hombre que salvaría la vida de miles de personas.
Un día, Jacob le hizo un regalo muy especial a José. Le compró una linda túnica de
muchos colores. Con eso, Jacob mostró a todos que José era su hijo favorito.
Ay, ay, ay... pasó algo en casa de esos muchachos. Les dio una terrible enfermedad; una
enfermedad muy contagiosa que se llama envidia. ¿Les ha dado envidia alguna vez? ¡Es
horrible! Nos quita completamente la felicidad. Los hermanos de José se pusieron muy
envidiosos, y ni siquiera saludaban a su hermano. José era casi el menor de la casa y
sus hermanos no podían soportar los favores que Jacob le hacía. Una noche, José tuvo
un sueño. Soñó que estaba junto con sus hermanos en el campo, haciendo manojos de
trigo. De pronto, su manojo se levantó y quedó derecho, mientras que los manojos de sus
hermanos se pusieron alrededor y le hicieron reverencia. En la mañana, les contó a sus
hermanos lo que había soñado. Entonces ellos se llenaron de aún más envidia.
–¿Quieres decir que tú vas a ser nuestro rey, y que nos vas a dominar?
¡Nunca! –le dijeron. Y lo odiaron más todavía. Después José tuvo otro sueño. También
les contó a sus hermanos ese sueño.–He tenido otro sueño –dijo una mañana–. Veía que
el sol, la luna y once estrellas me hacían reverencia. Esa vez no sólo se molestaron sus
hermanos, sino que su padre lo reprendió.
–Hijo, ¿qué quieres decir con ese sueño que tuviste? ¿Acaso tu madre, tus hermanos, y
yo tendremos que hacerte reverencia? Aunque Jacob lo reprendió, pensó mucho en ese
sueño. Y se preguntaba qué habría de ser de su hijo. Dios tenía un plan muy especial
para José y desde pequeño lo fue preparando para el cumplimiento de ese plan. El Señor
también tiene algo especial para ti. Aprende a ser fiel y
obediente a Dios en todo. Poco a poco, Dios te va a ir mostrando lo que Él quiere q ue
hagas con tu vida. Tal vez seas pastor, misionero, cantante, o ¿quién sabe?, un ministro
o el presidente del país. Sólo Dios sabe. ¡Síguele fiel!
No todos tendrán puestos especiales; pero en cualquier trabajo que les toque hacer
pueden servir a Dios. Para cada uno Dios tiene un propósito.

Texto para memorizar

El SEÑOR cumplirá en mí su propósito.


Salmo 138:8

RESPONDE:

1.- ¿Cuántos hijos tuvo Jacob?

2.-¿Quiénes fueron los hijos de Jacob?

3.-¿Qué sentimiento tenían por José sus hermanos?

4.- ¿Por qué le tenían envidia?

5.- ¿Cuáles fueron los sueños de José?


6.- ¿¿Qué mensaje nos da esta historia?
DANIEL Y SUS AMIGOS
Daniel 1:1-21.

EL REY Nabucodonosor se lleva a los israelitas mejor educados a Babilonia. Después,


escoge de entre ellos a los jóvenes más hermosos y sabios. Aquí ves a cuatro. Uno es
Daniel, y a los otros tres jóvenes los babilonios los llaman Sadrac, Mesac y Abednego.

Nabucodonosor quiere educarlos para que sirvan en su palacio. Después de tres años de
educación va a escoger solo a los más inteligentes para que le ayuden a resolver
problemas. Quiere que los jóvenes sean fuertes, así que ordena que se les dé el mismo
alimento y vino que él y su familia reciben.

Mira al joven Daniel. ¿Sabes lo que le está diciendo a Aspenaz, el siervo principal de
Nabucodonosor? Le dice que no quiere comer las cosas ricas de la mesa del rey. Pero
Aspenaz se preocupa. ‘El rey ha decidido lo que tienen que comer y beber,’ dice. ‘Y si
no parecen tan saludables como los otros jóvenes, me puede matar.’

Por esto Daniel le habla al guardia que Aspenaz les ha puesto a él y sus tres amigos.
‘Haz una prueba con nosotros por 10 días,’ dice. ‘Danos vegetales para comer y agua
para beber. Entonces compáranos con los otros jóvenes que comen el alimento del rey, y
fíjate en quién parece mejor.’

El guardia concuerda. Y cuando se vencen los 10 días, Daniel y sus tres amigos se ven
más saludables que todos los demás jóvenes, y se les deja seguir comiendo vegeta les,
en vez de lo que el rey da.

Al fin de tres años a todos los jóvenes se les lleva ante el rey Nabucodonosor. Después
de hablarles, el rey halla que Daniel y sus tres amigos son los más inteligentes. Por eso,
los mantiene como ayudantes en el palacio. Y cuando el rey viene con preguntas y con
problemas a donde Daniel, Sadrac, Mesac y Abednego, ellos saben 10 veces más que
los sacerdotes o sabios del rey.
Preguntas
 ¿Quiénes son los cuatro niños de la lámina, y por qué están en Babilonia?
 ¿Qué planes tiene Nabucodonosor para los cuatro niños, y qué ordena a sus siervos?
 ¿Qué pide Daniel con relación a la comida y la bebida de él y de sus tres amigos?
 Después de comer vegetales por diez días, ¿cómo están Daniel y sus tres amigos en
comparación con los demás jóvenes?
 ¿Por qué llevan a Daniel y sus tres amigos al palacio del rey, y en qué sentido son
mejores que los sacerdotes y los sabios?

LOS AMIGOS DE DANIEL EN EL


HORNO DE FUEGO ARDIENDO

Hubo en Babilonia un rey llamado Nabucodonosor. Este rey hizo levantar una estatua de
oro enorme. La altura de la estatua era de veintisiete metros de alto por dos metros y
medio de ancho. Eso es como un edificio de nueve pisos.
El rey estaba muy orgulloso de su estatua y mandó a sus consejeros, jueces, tesorer os,
oficiales y a los gobernadores de las provincias a ir a la inauguración de la estatua. Entre
ellos se encontraban Sadrac, Mesac y Abednego, judíos amigos de Daniel.
Ese día el rey Nabucodonosor ordenó que al sonido de los instrumentos musicales todos
se postraran delante de la estatua. La orden incluía algo terrible: el que no se postrara
delante de la estatua sería arrojado en un horno de fuego ardiendo.
De repente sonó la música y el pueblo entero se arrodilló ante la estatua de
Nabucodonosor, todos excepto Sadrac, Mesac y Abednego; ellos solo adoraban al Dios
vivo y no iban a postrarse delante de ninguna estatua.
Algunos líderes vieron que estos tres amigos no estaban adorando a la estatua así que
fueron a contárselo al rey.
- ¡Oh Rey Nabucodonosor, vive para siempre! Venimos a informarte que hay unos
hombres judíos a quienes tú has puesto como líderes en Babilonia que no se han inclinado
ante tu estatua al sonido de la música. Estos hombres no te han hecho caso y tú has dicho
que quien no se postre y rinda homenaje a tu estatua sería arrojado al horno de fuego.
Entonces Nabucodonosor preguntó:
-¿Quiénes son esos hombres?
- Sadrac, Mesac y Abednego majestad.
- ¡Traédmelos inmediatamente!- pidió el rey.
Cuando Sadrac, Mesac y Abednego estuvieron ante el rey éste les preguntó:
- ¿Es verdad que vosotros no dais homenaje a la estatua de oro que he levantado? Ahora
haré sonar la música y quiero que os postréis delante de ella y le rindáis homenaje, porque
si no lo hacéis seréis echados al horno de fuego en ese mismo momento Sadrac, Mesac y
Abednego le respondieron:
- Oh rey, no vamos a responderte a tu pregunta, pero si es así, si nos vas a arrojar al horno
de fuego, nuestro Dios a quien si adoramos puede librarnos y aún si no nos librara
tampoco vamos a rendir culto a la estatua que has levantado.
El rey Nabucodonosor se llenó de ira y ordenó que el horno fuera calentado siete veces
más fuerte.
Ataron a Sadrac, Mesac y Abednego y los echaron al horno de fuego.

Entonces el rey Nabucodonosor se alertó y preguntó:


- ¿No hemos echado a tres hombres atados al horno de fuego?
- Si, majestad, eran tres hombres y los atamos de pies y manos.
- Pero yo veo cuatro hombres sueltos que se pasean por el horno y no se queman y el
aspecto del cuarto hombre es como si fuera un hijo de los dioses – dijo Nabucodonosor.
El rey mandó que sacaran a Sadrac, Mesac y Abednego del horno y reunió a sus
consejeros y gobernadores para que vieran como no solamente el fuego no había
devorado a Sadrac, Mesac y Abednego sino que ni sus ropas habían sufrido daño alguno,
ni tan siquiera olían a humo
Entonces el rey Nabucodonosor exclamó diciendo: —Bendito sea el Dios de Sadrac, de
Mesac y de Abednego, que envió a su ángel y libró a sus siervos que confiaron en él y
desobedecieron el mandato del rey; pues prefirieron entregar sus cuerpos antes que rendir
culto o dar homenaje a cualquier dios, aparte de su Dios.
Nabucodonosor dió la orden de que en todo lugar aquel que hablare mal contra el Dios de
Sadrac, Mesac y Abednego fuera descuartizado, y su casa fuera convertida en ruinas.
Porque no hay otro dios que pueda librar así como el Dios de ellos los libró.
Entonces el rey hizo prosperar a Sadrac, a Mesac y a Abednego en la provincia de
Babilonia.

CONTESTA LAS SIGUIENTES PREGUNTAS


1. ¿Por qué Nabucodonosor hizo una estatua de oro?
2. ¿Qué tamaño tenía la estatua?
3. ¿Qué haría el rey a los que no se postraran y adoraran la estatua?
4. ¿Quiénes se negaron a adorar la estatua de oro?
5. ¿Por qué los tres amigos judíos no se postraron delante de la estatua?
6. ¿Cómo fueron salvados del fuego los tres judíos?
7. ¿Qué daños les produjo a los tres amigos el horno de fuego?
8. ¿Quién era el cuarto en el horno de fuego?
9. ¿Qué orden dio Nabucodonosor después de ver lo sucedido ?
10. ¿Recuerdas algún Mandamiento de la ley en el que Dios prohíbe la idolatría ?

Esperando Un Bebé Muy Especial


HISTORIA DE NAVIDAD

Hace muchísimos años cada familia de Israel que esperaba un bebé soñaba con
que su niño fuera un bebé muy especial, diferentes a todos los demás. Este niño
tan especial era una promesa que Dios le había dado a su pueblo muchos años
atrás, cuando los profetas escribieron que un Salvador y Libertador nacería en
Israel y los liberaría a todos de la esclavitud.
Fueron pasando los años y los siglos y cada mamá esperaba tener ese bebé
Nadie sabía cuándo nacería el niño, por eso todos los esperaban muy ansiosos.
El profeta Miqueas reveló el lugar preciso donde el niño iba a nacer; ese lugar era
un pueblito muy pequeño llamado Belén.
Pero pasaron muchísimos años y el bebé no llegaba, ya la gente se estaba
olvidando de la promesa, cuando el profeta Daniel muy preocupado por este
tema escribió que el ángel Gabriel le había indicado el tiempo exacto en que
nacería el Gran Libertador.
Lamentablemente sus palabras proféticas no fueron bien entendidas por su
pueblo en esa época, dado que estaban muy dispersos y vivían en cautiverio.
Pasó el tiempo y el ángel Gabriel volvió a aparecer, pero esta vez para visitar a
una joven, y le trajo noticias muy importantes del cielo.
Esta joven vivía en una aldea llamada Nazaret, era una joven muy bondadosa, de
corazón puro y su nombre era María.
El ángel Gabriel se acercó a ella y le dijo: "Dios te salve, llena de gracia, el Señor es
contigo, bendita tú entre las mujeres".
María no entendía muy bien lo que eso significaba, por eso el ángel Gabriel le
habló con voz muy suave y le dijo: "No temas María, porque has hallado gracia
delante de Dios, y concebirás en tu seno y darás a luz un hijo, a quién pondrás por
nombre Jesús"
"El será grande y llamado Hijo del Altísimo, y le dará el Señor Dios el trono de
David, su padre, y reinará en la casa de Jacob por los siglos, y su reino no tendrá
fin”. María ya estaba casada con José pero todavía no vivían juntos. Ahora
decimos que una pareja está comprometida cuando prometen su amor pero
todavía no viven juntos. En esa época se casaban y vivían separados el primer
año mientras juntaban dinero y todo lo necesario para luego vivir juntos. José
era un hombre muy pobre. Él era carpintero y como tal seguramente habrá sido
un hombre muy musculoso y fuerte.
Cuando José se dio cuenta que ella iba a tener un hijo se entristeció mucho.
¡Se imaginan!
Él sabía que ese hijo no podría ser de él, dado que si bien era su esposa todavía no
vivían juntos. No entendía como su amada lo había engañado.
Según las leyes de la época, si una mujer engañaba a su marido debían matarla.
José sufrió mucho pensando en que iba a hacer.
El amaba demasiado a María de manera que decidió no denunciarla. A cambio de
eso pensó en irse una noche a escondidas y abandonarla. Esta actitud de José
hubiera sido muy mal vista por su pueblo. A simple vista significaría que José la
había dejado embarazada y se habría fugado.
Estas cosas no le importaron a José, realmente amaba mucho a María y a pesar de
su sufrimiento no quería que la gente hablara mal de ella. Cuando José estaba a
punto de irse el ángel Gabriel apareció en sus sueños y le explicó todo lo que iba a
ocurrir. Le dijo que no tuviera temor y que confiara en María, porque el bebé que
ella esperaba sería el "Salvador “¡Qué día!
Cuántas cosas habrían pasado por la cabeza de José en ese momento. Había sido
elegido por Dios para ser el papá del Mesías. Qué responsabilidad!
María y José serían los padres del hijo de Dios. Ellos no eran superhombres, no
tenían dinero, eran personas como lo somos nosotros pero que tenían algo muy
especial: Ellos conocían sus limitaciones y entregaban sus vidas totalmente a
Dios y gracias a esa actitud de humildad ante la vida Dios los iba a capacitar en
todo momento para criar a su hijo. Dios confiaba en ellos y ellos dependían de
Dios.

En Una Aldea Llamada Belén


HISTORIA DE NAVIDAD
Cuando Jesús crecía dentro del vientre de María, un día un soldado llegó a su pueblo y
les dijo que el César Augusto había declarado que cada persona debía ir de inmediato a
su ciudad de origen porque harían un censo.
Cada familia debía ir a la tierra de sus parientes para ser empadronados.

María y José se preocuparon mucho, ellos eran originarios de una pequeña ciudad
llamada Belén, esa ciudad quedaba a 130 Km de distancia. Como en esa época no
existían autos ni aviones, ellos debían viajar a lomo de burro, el viaje era largo y muy
cansador. Estaban muy preocupados porque María pronto daría a luz y el vi aje era muy
peligroso.

El camino estaba rodeado de grandes rocas donde se escondían muchos ladrones, por
esta razón los viajeros siempre iban en grupos para evitar ser sorprendidos entre las
montañas.

María y José que conocían muy bien las escrituras bíblicas, seguramente entendieron
que era conveniente viajar a su ciudad ya que los profetas habían dicho que el Mesías
nacería en Belén. De esta manera decidieron viajar a Belén confiando en que Dios y sus
ángeles los cuidarían en el viaje.

En Belén dada la gran cantidad de gente que había llegado a la pequeña ciudad les
resultó muy difícil encontrar un lugar para pasar la noche. José iba de puerta en puerta
buscando algún sitio para hospedarse pero lamentablemente no había ningún sitio
disponible y si lo había la suma de dinero que le pedían por pasar la noche allí era mucho
más de lo que José y María podían pagar.

Luego de muchos intentos una persona sintió lástima de ellos y les dijo que si querían
podían pasar la noche en un establo que él tenía. María y José muy agradecidos
decidieron pasar la noche en ese establo junto a los animales que dormían allí.

María descansó después del agotador viaje, pero algo muy importante sucedió aquella
noche, algo que por siglos y generaciones enteras habían estado esper ando...

El Nacimiento De Jesús
Después que María y José habían llegado a Belén, María dio a luz a su bebé en un
humilde pesebre de paja, en un establo junto a los animales.
Este lugar era lo único que ellos habían podido conseguir durante su estadía en Belén.
No eran personas que poseían riquezas materiales. Pero tenían la enorme
responsabilidad y el honor de criar y educar al hijo de Dios.
El calor de María, unas pobres mantas y su humilde cunita hecha de paja lo abrigaban.
En ese mismo instante, muy cerca de allí, un grupo de pastores descansaban con sus
rebaños de ovejas. Los pastores de ovejas en las noches estrelladas solían agruparse
entre ellos para conversar y protegerse entre sí de los lobos y ladrones que acechaban
por la zona.

Estando todos reunidos de pronto vieron una luz intensa los sorprendió, ellos tuvieron
muchísimo miedo.
La luz que los encandiló era un ángel que se acercó a ellos y les dijo que no temieran y
les contó que el Mesías había nacido. También les explicó cómo llegar hasta e l establo
donde Jesús estaba y de qué manera encontraría al niñito.

Miles de ángeles celestiales cantaban en el cielo "Gloria a Dios en las alturas y en la


tierra Paz, buena voluntad para con los hombres".
De esta manera los pastores llegaron establo y se encontraron con María, José y un
bebé muy especial envuelto en sencillas mantas en una cunita hecha de paja, tal cual se
lo había descrito el ángel.
Los pastores se arrodillaron ante el niño y lo adoraron, le contaron a María y a José lo
que les había ocurrido aquella noche, y el anuncio del ángel.
María escuchaba estas palabras con atención, mientras se fortalecía pensando que Dios
estaba dirigiendo todas las cosas. Ella sabía perfectamente donde se encontraba su hijo
y a pesar de que estuviera en un humilde pesebre Dios los acompañaba.

De esta manera, Jesús, el libertador que el pueblo de Israel había esperado durante tanto
tiempo, nació en un establo, muy lejos del brillo de los grandes palacios y los festejos que
comúnmente rodeaban el nacimiento de un rey.

Preguntas:
1. ¿POR QUÉ DECIDIERON JOSÉ Y MARÍA DEJAR SU HOGAR, NAZARET E IR
HASTA BELÉN?
(Porque César Augusto creó una ley para que todos se fueran a sus propias ciudades
para ser contados.)

2. DESPUÉS DE QUE JESÚS NACIÓ, ¿POR QUÉ LO PUSIERON EN UN PESEBRE?


VEA VERSÍCULO 7.
Porque ya no había lugar para ellos en la posada.)

3. ¿QUÉ ES UN PESEBRE?
(Un comedero para los animales - o permita que alguien lo busque en la concordancia
en la parte de
atrás de su Biblia.)

4. ¿CÓMO CREES QUE SE SINTIERON JOSÉ Y MARÍA CUANDO TUVIERON QUE


QUEDARSE DONDE ALIMENTAN A
LOS ANIMALES?

5. JESÚS EL SALVADOR DE TODO EL MUNDO NO NACIÓ EN UN HERMOSO


PALACIO COMO OTROS REYES. ¿POR
QUÉ CREES?

6. ¿QUÉ HICIERON LOS PASTORES DESPUÉS DE QUE ELLOS MISMOS VIERAN A


JESÚS?
(Compartieron lo que sabían sobre Jesús y glorificaron a Dios.)

1. ¿Y CUÁNDO NACIÓ JESÚS?


Jesús nació nueve meses después del anuncio del Ángel Gabriel a la Virgen María.

2. ¿DÓNDE NACIÓ JESÚS?

Jesús nació en un pueblito llamado Belén.


María y José estaban viajando, porque tuvieron que ir a Belén justo para los días del
nacimiento de
Jesús.
Ese viaje sí fue largo. El de la Visitación a Santa Isabel era corto, pero este viaje a
Belén tomaba como
una semana en burrito.
Llegaron por fin a Belén, pero como no había sitio en la posada del pueblo, tuvieron
que pasar la noche
en una cueva. Era una cueva donde habían animales: una mula y un buey.
Allí en esa cueva, nació Jesús, el Niño Dios.
3. Y COMO NO TENÍAN CUNA ¿DÓNDE COLOCARON AL NIÑITO JESÚS?
En un pesebre.

¿Y QUÉ ES UN PESEBRE?
Es donde se les pone el pasto a los animales para que lo puedan comer con facilidad.
Así que la cunita
del Niño Jesús era el pesebre y el colchoncito era pasto.
La Virgen había tejido pañales, vendas y cobijitas. Así que cubrieron el pasto con
algunas de esas telas.

4. ¿QUÉ ES LO QUE CELEBRAMOS EN NAVIDAD?


Justamente el nacimiento del Niño Dios en Belén.
Esa fue la primera Navidad.

5. ¿Quiénes fueron los primeros que supieron que había nacido el Salvador del
Mundo, el Niño Jesús?
Unos pastores que estaban despiertos cuidando sus ovejitas en la noche, en la primera
noche de Navidad.
Los pastores estaban cuidando muy bien a sus ovejitas para que no les sucediera
nada.
De repente, vieron una luz gigantesca que brillaba en el cielo y oyeron unos cantos
bellísimos que venían
de esa luz.

6. ¿Qué eran esa luz y esos cantos? ¿Quién les dio la noticia a los pastores?
Los Ángeles del Cielo bajaron a los campos de Belén cantando himnos bellísimos que
los pastores
oyeron. Esa era la luz inmensa que iluminó el cielo de los campos de Belén. Era la luz
de los Ángeles
y sus bellísimos cantos que venían a anunciar una gran noticia a los pastores.

7. ¿Cuál era la gran noticia?


Que por fin había nacido el Salvador del Mundo, que todos habían esperado por
tanto tiempo.

8. ¿Y saben qué hicieron los pastores?


Agarraron sus rebaños de ovejitas y corriendo se fueron a la cueva de Belén y
encontraron al Niñito
Jesús tal como el Ángel les había anunciado.
Y le llevaron ovejitas de regalo, y lanita de las ovejitas para cubrir al Niño Jesús, porque
hacía frío.

9. Entonces... ¿qué celebramos en Navidad?


El Nacimiento del Niño Jesús. En realidad, cada Navidad celebramos el cumpleaños
del Niño Jesús.

10. Y cuando uno cumple años ¿qué hacen los demás?


Ahhh. Le dan regalos ¿no?
Por eso en la Navidad debemos darle regalos al Niño Jesús, porque en cada Navidad
celebramos el
Cumpleaños del Niño Jesús.

11. ¿Y qué regalos le podemos dar al Niño Jesús?


 Regalos de buen comportamiento.
 Regalos de oraciones.
 Regalos de ayudar los demás.
 Regalos de obedecer en la casa y en el colegio.
 Regalos de no pelear, sino ser bueno con los demás.
Muchos regalos así quiere el Niño Jesús en su cumpleaños.

2. Pero al Niño Jesús también lo visitaron otras personas además de los


pastores. ¿Alguien se recuerda
quiénes más visitaron al Niño Jesús?
Los Reyes Magos.

13. ¿Cómo fue que los Reyes Magos llegaron a donde estaba el Niño Jesús? ¿De
dónde venían ellos?
Los Reyes Magos eran reyes de tres países diferentes y muy lejanos. Pero a los
tres los iluminó una
estrella muy grande. Ellos la siguieron y los tres se encontraron en un mismo sitio y
continuaron
hasta donde había nacido el Niño Jesús.
Ellos eran reyes, pero sabían que ese bebecito era un Rey mucho más importante
que ellos. Jesús era
el Rey del Universo, el Rey del mundo entero, el Rey del Cielo y de la tierra.
Por eso, los Tres Reyes Magos le llevaron regalos y lo saludaron postrándos e y
adorándolo, porque
sabían que el Niñito Jesús era Dios.
Nacimiento del niño Jesús
Hace muchos, muchos años, Dios mandó al arcángel Gabriel a visitar a María, una dulce doncella
judía. Gabriel tenía un mensaje para María: 'Vas a tener un hijo y se llamará Jesús. Será llamado Hijo
del Altísimo y reinará para siempre'.
¿Cómo puede ser? - preguntó María - si no he estado con ningún hombre. Y el arcángel le dijo que
aquel niño era el hijo de Dios.
María estaba prometida con un carpintero, de nombre José, quien al principio no creyó la historia
de María y el bebé que llevaba dentro. Sin embargo, el ángel se le apareció en sueños y le contó lo
sucedido. Desde entonces, decidió estar al lado de María.

Era la noche que Jesús nacería y María y, su marido, José iban camino de Belén tal y como había
ordenado César Augusto. José iba caminando y María, a punto de dar a luz a su hijo, sentaba en un
burro.
A su llegada a Belén, María y José buscaron un lugar para alojarse, pero llegaron demasiado tarde y
todos los mesones estaban completo. Finalmente, un buen señor les prestó su establo para que
pasaran la noche.
José juntó paja e hizo una cama para su esposa. Lo que ninguno de los dos imaginaba antes de
trasladarse ese día a Belén es que era el momento de que naciera Jesús.
Y así nació Jesús, en un establo, y su madre, la Virgen María le colocó sobre un pesebre, el lugar
donde se ponía la comida de los animales. Al caer la noche, en el cielo nació una estrella que
iluminaba más que las demás y se situó encima del lugar donde está el niño.
Muy lejos de allí, en Oriente, tres sabios astrólogos llamados Melchor, Gaspar y Baltasar, sabían que
esa estrella significaba que un nuevo rey estaba a punto de nacer. Los tres sabios, a los que
conocemos como Los Tres Reyes Magos, fueron siguiendo la brillante estrella hasta el pesebre de
Belén para visitar a Jesús.
Cuando llegaron a su destino, Melchor, Gaspar y Baltasar buscaron el pesebre y le regalaron al
Niño oro, incienso y mirra. Al poco de nacer, el rey Herodes, atemorizado por la noticia de que había
nacido el hijo de Dios, mandó matar a todos los bebés. María y José huyeron a Egipto y volvieron
tiempo después, cuando Herodes murió. Se instalaron en Nazaret y allí pasó su infancia Jesús.
El Anuncio del ángel a María

En el sexto mes, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una virgen en la ciudad de
Nazaret, en Galilea. Ella estaba desposada con un hombre llamado José, era la casa de
David, y el nombre de la virgen era María. El ángel entró y le dijo: "Alégrate, estás
perdonado. Señor está contigo". Pero ella estaba muy preocupada por sus palabras y se
preguntaba qué podría significar este saludo. Y el ángel le dijo: "No temas, favor María Te
has encontrado con Dios: He aquí que tú concebirás y darás a luz un hijo, y llamarás su
nombre Jesús, Él será grande y llamado Hijo del Altísimo; y el Señor... Dios le dará el
trono de su padre David reinará sobre la casa de Jacob para siempre. Su reino no tendrá
fin”. María dijo al ángel: "¿Cómo será esto? Ningún hombre me ha tocado." El ángel le
contestó: "El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el Altísimo te hará sombra. Por lo tanto ha
de nacer será santo y será llamado Hijo de Dios. Y ahí tienes a tu parienta Elizabeth para
estar en su vejez también tienen un hijo. Su marido han dicho es estéril, ahora se
encuentra en el sexto mes. Para Dios nada es imposible”. María dijo: "He aquí la esclava
del Señor. Hágase en mí según tu palabra." Y el ángel la dejó.

María y Elizabeth

En ese momento, María se apresuró a un pueblo de la región montañosa de Judá y entró en casa de
Zacarías y saludó a Elizabeth. Cuando ella oyó el saludo de María, la criatura saltó en su vientre, y
ella quedó llena del Espíritu Santo y exclamó en alta voz: "¡Bendita tú entre las mujeres y bendito es el
fruto de tu vientre! ¿Pero por qué está pasando esto a mí, que la madre de mi Señor venga a mí?
Porque he aquí, cuando la voz de tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó en mí de gozo. Y
bendito es ella la que creyó, porque el Señor ha dicho que debe hacerse realidad. "

Nacimiento de Jesús
Con el nacimiento de Jesucristo lo hizo así: María su madre desposada con
José, antes que se juntasen, se descubrió que estaba embarazada por el
Espíritu Santo. José, su esposo, era un buen y justo. No tire el deshonor sobre
ella, y por lo que decidió divorciarse de ella en secreto. Pero cuando pensaba
en esto, he aquí que se le apareció un ángel del Señor a él en un sueño y le
dijo: "José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque el niño en
ella es a través de la Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y llamarás su nombre
Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados”. Todo esto se hizo, para
que se cumpliera lo que el Señor había dicho por medio del profeta: He aquí
que la virgen concebirá y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Emanuel,
que traducido es: Dios con nosotros. Cuando José despertó del sueño, hizo
como el ángel del Señor le había ordenado, y tomó a su esposa para sí
mismo. Pero no la conoció hasta que dio a luz a un hijo. Y le puso por nombre
Jesús.

Y sucedió en los días Augusto César decretó que todo el mundo fuese
empadronado. Este fue el primer censo, y se mantuvo cuando Cireneos era
gobernador de Siria. Todos dieron entonces lejos de ser matriculados, cada
uno a su ciudad. Entonces José subió de la ciudad de Nazaret de Galilea a
Judea, a la ciudad de David que se llama Belén, por cuanto era de la casa de
David y la familia. Fue allí que se inscribió con María su mujer, desposada, la
cual estaba encinta. Una vez que estuvieron allí, llegó el momento en que ella
daría a luz. Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió y lo acostó en un
pesebre, porque no había lugar en la posada.

Los Pastores

En la misma zona, habitado unos pastores, que yacía allí y vieron la noche su
rebaño. Y el ángel de Jehová delante de ellos y la gloria del Señor los envolvió
en su luz, y se asustaron. Pero el ángel le dijo: "No temáis; porque he aquí os
doy nuevas de gran alegría para todo el pueblo Porque hoy un Salvador ha
nacido para usted en la ciudad de David, y él es el Cristo Señor Y esta es la
señal..: Hallaréis al niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre ". Y
repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales,
que alababan a Dios:

"Gloria a Dios en las alturas

y en la tierra paz,

al hombre su voluntad ".

Cuando los ángeles se fueron al cielo, los pastores se dijeron unos a otros:
"Vamos ahora a ir a Belén y veamos esto que ha sucedido, que el Señor nos
ha dado a conocer." Se apresuraron y encontraron a María ya José, y al niño
acostado en el pesebre. Y cuando lo habían visto, les contaron lo que les había
dicho acerca del niño. Todos los que oyeron, se maravillaron de lo que los
pastores les decían. Pero María guardaba todas estas cosas y las meditaba en
su corazón. Y los pastores se volvieron glorificando y alabando a Dios por todo
lo que habían oído y visto, tal como se les había dicho.

Los sabios del oriente

Cuando Jesús nació en Belén de Judea en tiempos del rey Herodes, he aquí
unos magos vinieron del oriente a Jerusalén y preguntaron: "¿Dónde ha nacido
Rey de los Judíos? Porque hemos visto su estrella en el oriente, y venimos a
adorarle." Cuando oyó el rey Herodes, se turbó, y toda Jerusalén con él. Y
reunió a todos los sacerdotes y de los escribas principales del pueblo y les
preguntó dónde había de nacer Cristo. Ellos contestaron: "En Belén de Judea,
porque así está escrito por el profeta: Usted Belén, tierra de Judá, no eres muy
pequeña entre los príncipes de Judá, porque de ti saldrá un guiador, que
apacentará a mi pueblo Israel"

Entonces Herodes en secreto a los sabios y les preguntó cuándo había


aparecido la estrella. Luego los envió a Belén, dijo: "Ve y busca con cuidado
para el niño, y cuando le halléis, notificarme para que yo también vaya y le
adore." Escucharon al rey, se fueron. Y he aquí la estrella que habían visto
subir ahora iba delante de ellos hasta que se detuvo sobre el lugar donde
estaba el niño. Y al ver la estrella, se de gran alegría. Y entraron en la casa,
vieron al niño con María, su madre. Entonces ellos se postraron y adoraron, y
tomaron sus tesoros y le dieron regalos al bebé: oro, incienso y mirra. Y
entonces en un sueño había sido advertido volvieran a Herodes, se llevaron un
hogar ruta diferente a su país.

Huida a Egipto

Cuando los sabios se habían ido, he aquí que se le apareció un ángel del Señor en sueños a José y le
dijo: "Levántate y toma al niño ya su madre y huye a Egipto, y permanece allá hasta que yo te diga,
porque Herodes va a buscar al niño para matarlo”. José se levantó y tomó la noche con su niño ya su
madre y se fue a Egipto. Se quedó allí hasta que murió Herodes, para que se cumpliera lo que el
Señor había dicho por medio del profeta: De Egipto llamé a mi hijo.

El infanticidio de Herodes

Cuando Herodes vio que había sido engañado por los magos, se enfureció y mató a todos los niños
de Belén y de toda la zona de los alrededores, que era de dos años para abajo, según el tiempo que
cuidadosamente sacado de la serie los hombres. Entonces se cumplió lo que fue dicho por medio del
profeta Jeremías: Voz fue oída en Ramá, llanto y lamento: Raquel lloraba a sus hijos, y no quiso ser
consolada, porque ya no existían.

El retorno a Israel

Después de muerto Herodes, he aquí que se le apareció un ángel del Señor en sueños a José en
Egipto. El ángel le dijo: "Levántate y toma al niño ya su madre y vete a la tierra de Israel, para aquellos
que querían tomar la vida del niño han muerto." Luego se levantó, tomó al niño ya su madre, y vino a
la tierra de Israel. Pero cuando oyó que Arquelao, rey de Judea, después de su padre Herodes, que
no se atreve a ir allí. Y entonces él estaba en un sueño había sido advertido de ello, se retiró a zona
de Galilea. Él habitó en la ciudad que se llama Nazaret: para que se cumpliese lo que fue dicho por
los profetas que Jesús sería llamado nazareno.

El Nacimiento de Jesús fue así:


Los pastores de Belén estaban cuidando su rebaño por la noche como lo hacían
siempre, parecía una noche cualquiera, aunque multitudes habían llegado a la ciudad
desde muy lejos para participar de un censo, pero esa noche los pastores fueron
sorprendidos por una visita angelical que los dejó perplejos, y es que un ángel del Señor
se presentó delante de ellos, y la Gloria del Señor los rodeó de resplandor y los pobres
pastorcitos tuvieron mucho miedo, nunca habían visto algo semejante, quizá habían
escuchado de ángeles y de la Gloria de Dios, pero nunca pensaron que esa misma
noche serian testigos de una manifestación celestial con una anuncio que estremecería a
una nación.
Cuando el ángel percibió que los pastores de Belén estaban asustados por el resplandor
mismo de su presencia, les dijo que no tuvieran temor, que la razón de esta visita
angelical era para darles una buena noticia, que traería gozo a todo el pueblo, resulta que
esa misma noche, en esa pequeña ciudad donde tiempo atrás había nacido el rey David,
ahora se llenaba de Gloria porque un Salvador que es Cristo el Señor había nacido para
traer esperanza al pueblo de Israel y al mundo entero.
Quizá Jesús no fue el único niño que nació en esa noche, y como sabrían los pastores
quien era ese niño especial? Y dijo el ángel: les voy a dar una señal, hallareis al niño
envuelto en pañales, acostado en un pesebre. Y mientras los pastores se recuperaban
del gran susto por la presencia de “un” ángel, repentinamente apareció una multitud de
ángeles celestiales que vinieron a alabar a Dios; los pastores de Belén nunca imaginaron
que esa noche el ministerio de adoración que canta en los cielos había descendido para
un concierto, la alabanza era sencilla, pero poderosa: Gloria a Dios en las alturas, Y en la
tierra paz, Buena voluntad para con los hombres.
Apresuradamente los pastores fueron en busca del niño, el evangelio según San Lucas
capitulo dos dice que hallaron a María y a José, y al niño acostado en un pesebre, así
como el ángel se los había dicho. Cuando los pastores encontraron a María y a José les
contaron lo que el ángel les había dicho acerca del niño y todos los que oyeron
se maravillaron de estas palabras. Qué día tan especial para estos pastores de Belén,
así que regresaron a sus casas glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que
habían oído y visto.
Unos Magos del oriente, vinieron a Jerusalén buscando al rey de los judíos que había
nacido, pero llegaron a la dirección equivocada, pobres magos, aunque no eran tan
pobres que digamos; la dirección a la que llegaron era ni más ni menos que el palacio del
rey Herodes, llegaron preguntando: Donde está el rey de los judíos? Lo
andamos buscando porque venimos a adorarle, no solamente llegaron al lugar
equivocado, sino que también le preguntaron a la persona equivocada, Herodes no sabía
lo que los magos le preguntaban, pero los magos sin darse cuenta de su acción inocente,
enojaron al rey y a toda Jerusalén, quien quiere hablar con un rey enojado.
Un rey enojado y malo, Herodes no tenía todas las respuestas, así que mandó a llamar a
los sacerdotes y a los escribas del pueblo y les preguntó dónde había de nacer el Cristo.
Los sacerdotes ni lentos ni perezosos estaban bien abus ados en las Escrituras y
le recitaron al rey Herodes un versículo de la Biblia, el profeta Miqueas había dicho que
de Belén saldría el Cristo. Entonces Herodes mando a llamar a los magos y les dijo: ya
tengo la respuesta y los mando a Belén, pero les dio un encargo, les dijo cuándo lo
encuentren me avisan porque yo también quiero adorar al Cristo, ahora el rey Herodes
también resulto mentiroso.
Los magos también tenían una señal, era una estrella, la venían siguiendo desde oriente
y esta estrella iba delante de ellos y se detuvo en el lugar donde estaba el niño, y al llegar
a la casa vieron al niño con su madre María y postrándose, lo adoraron y abriendo sus
tesoros le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra. Estos magos venían de muy lejos,
Dios los guio y los cuido aun del rey Herodes para que vinieran a adorar a Jesús el hijo
de Dios, el Cristo. Como una señal que un día personas de todos l os confines de la tierra
reconocerían a Jesús como el hijo de Dios que vino a salvar al mundo de sus pecados
como ignorar esta bella historia del nacimiento de nuestro Señor Jesús, llena de milagros,
de presencia angelical y de señales que llevaban a un so lo lugar, a una humilde aldea en
Belén donde había un niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre, así nació
Jesús, y esta es la magna celebración de la época navideña, el mundo podrá decir felices
fiestas, para los cristianos sigue siendo Feliz Navidad, porque Cristo Jesús nació, y lo
mejor de todo que Jesús sigue naciendo en los corazones de miles y miles de
personas que cada día le reciben como el salvador de sus vidas.

EL NACIMIENTO DE JESUS
En el tiempo de Herodes, un ángel se hizo presente a una joven mujer virgen, llamada
María, esta atemorizada por lo que observaba trató de alejarse del lugar, sin embargo, el
ángel envuelto con todo el resplandor celestial le dijo: "María no temas, he venido a darte
la buena nueva, quedarás embarazada y darás luz al Hijo de Dios".

La sencilla mujer en ese momento, quedó paralizada por el anuncio del ángel, y le
respondió: "¿Cómo podré ser madre, si no tengo relación con ningún hombre?"
Entonces el ángel le respondió: "El Espíritu Santo descenderá sobre ti y e l Poder del
Altísimo te cubrirá con su sombra, por eso tu hijo será Santo y con razón lo llamarán Hijo
de Dios".

Posteriormente a esas palabras, el ángel desapareció de la presencia de María.

La noble mujer que ya estaba comprometida con José, no salía d el asombro por la noticia
que le dieron. Sin embargo, aún se encontraba atemorizada porque no sabía cuál iba a
ser la reacción de José.

El humilde carpintero, era una persona excelente y al enterarse de la noticia, pensó


firmarle un acta de divorcio en secreto para no desacreditar a María, ante la sociedad de
su época.

Pero, cuando pensaba en esa situación, se le apareció un ángel en sueños y le dijo:


"José, descendiente de David, no temas llevar a tu casa a María, tu esposa, porque la
criatura que espera es obra del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo al que pondrás de
nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados".

Cuando José despertó de sus sueños, comprendió que había sido elegido para
presenciar uno de los milagros más maravillosos de Dios. Cambió de pensamiento e
inmediatamente llevó a María consigo, a quien desde ese día la cuidó con mucho amor y
dedicación.

Mientras esperaban el nacimiento de su primogénito, corrió la noticia en la ciudad de


Nazaret que un censo se iba a realizar por orden del Emperador romano, entonces, José
como era descendiente de David, salió de la ciudad de Nazaret de Galilea acompañado
de María, hasta la ciudad de David, llamada Belén, para inscribirse junto a su esposa,
que estaba embarazada.

La travesía no fue fácil por el estado de María, sin embargo, llegaron a Belén para
acomodarse en la ciudad, pero como eran humildes y no tenían dinero, encontraron
alojamiento en un establo de animales.

María prácticamente estaba en las últimas horas de su embarazo y a poco de dar a luz,
por lo que José se encontraba muy preocupado y sobre todo nervioso, por el gran
acontecimiento que se estaba avecinando. Daba las mejores atenciones a su pareja,
para que se sienta tranquila y puedan recibir al Hijo de Dios.

Mientras se preparaba el nacimiento, varios ángeles bajaron del firmamento y se


aproximaron hasta los pastores, quienes cuidaban a sus rebaños en cercanías del
establo donde estaban alojados José y María.

Los ángeles dijeron: "Ven esa estrella que está en el firmame nto, pues, síganla porque
esta noche nacerá el Hijo de Dios que traerá alegría a sus corazones".

Los pastores, quienes quedaron como hipnotizados por la luminosidad que rodeaba a los
seres celestiales, dejaron sus actividades y junto a sus rebaños siguier on la estrella que
iluminaba con todo su fulgor el cielo estrellado de la noche.

Al hacer su camino rumbo al establo, el milagro de Navidad se dio, ya que llegó el Niño
Dios a nuestro mundo.

María después del sufrimiento del parto, tenía una sonrisa en e l rostro y la felicidad le
invadía el corazón, sentimiento que sólo las madres pueden sentir cuando traen un hijo al
mundo.

José, no salía de su asombro y su corazón latía como si alguien estuviese tocando un


timbal, su alegría no era para menos, ya que cumplió con uno de los designios más
importantes que el Creador le había encomendado, a través del ángel que se presentó en
sus sueños.

Agarró al Niño entre sus brazos y comenzó a acariciarlo, le daba besos en la frente, tal
fue su emoción que las lágrimas de sus ojos comenzaron a brotar. Lo envolvió en los
pañales que alistó con anticipación, le abrigó y le puso sobre el pesebre que había
preparado para su nacimiento.

Luego, José abrazó a María y la felicitó por el regalo que Dios les había dado. Ambos
estaban felices y no les importó la pobreza que les rodeaba en ese momento, ya que lo
más importante para ellos, era que estaban juntos, llenos de amor por el hijo que llegó.
Los animales que se encontraban cerca de la feliz pareja, también expresaron su
felicidad emitiendo una serie de sonidos, dándole música a la Noche Buena que vivía.
Instantes después los pastores llegaron de distintos lugares hasta el pesebre,
comenzaron a adorar al Hijo de Dios y rodearon a José y María, a quienes les expresaron
sus mejores deseos en medio de abrazos y de una alegría indescriptible.
La noche se hizo hermosa, porque en el ambiente había paz, amor, los pájaros trinaban
dulcemente, cual si fueran un coro preparado para la ocasión, la estrella que sig uieron los
pastores se puso en la cima del establo y alumbraba con todo su fulgor.
Pero ese ambiente de paz, no sólo era en el sector donde nació Jesús, sino que
extrañamente se apoderó de todo el Planeta, en todos los rincones del mundo, las
personas se dieron abrazos, los enemigos se convirtieron en amigos y por unos
instantes, todo lo malo que reinaba se alejó de los corazones de los mortales, quienes
vivieron momentos inolvidables, rodeados de los seres que más amaban.
La estrella de Dios fue observada también desde Oriente por tres reyes magos, Melchor,
Gaspar y Baltazar, quienes en sus camellos se dirigieron hasta Belén de Judá para
adorar al Niño Dios.
Tardaron unos cuantos días en llegar hasta el pesebre, debido a la distancia que tenían
que recorrer, sin embargo, llegaron hasta el establo donde estaban José y María.
Los tres reyes, muy bien vestidos, descendieron de sus monturas y, como hipnotizados,
observaron al pequeño niño que sonreía ante su presencia, los mayores le hicieron
reverencias y se postraron al pie del pesebre. Después de adorarlo, sacaron de los cofres
que llevaban, regalos para Jesús.
Uno de ellos, le regaló oro; el segundo incienso y el tercer rey mago, mirra; luego
continuaron adorándolo en medio de dicha y felicidad.

MILAGRO

Ese es el milagro de la Navidad, el nacimiento del Niño Dios, de Jesús de Nazaret que
llegó al mundo para redimir el pecado de los mortales.
Ese sentimiento que vivieron José y María, los pastores, los tres reyes magos y los
animalitos que les rodearon, debe ser reavivado nuevamente por todos, porque la
Navidad , es el compartir, el vivir un día pleno de paz y amor, que alegra el corazón,
hasta de la persona que cree tener uno de piedra.
Esa es la verdadera Noche Buena, esa es la Navidad y ese debería ser el mejor regalo
para todos. Y aunque parezca extraño, todos los hombres llegan a vivir esos instantes,
por lo menos unos segundos, al llegar la medianoche, cuando se reproduce una vez más
el nacimiento del Hijo de Dios, el milagro de la Navidad.
Jesús circuncisión

Cuando se cumplieron los ocho días, y el niño debe ser circuncidado, le pusieron por
nombre Jesús, el nombre que el ángel le había dado antes de ser concebido en la vida
de su madre.

Jesús se presentó en el templo

Cuando el tiempo de la purificación de ellos había terminado, se prescribe en la Ley de


Moisés, le trajeron a Jerusalén para presentarle al Señor, como fue ordenado en la ley
del Señor: "Todo primogénito que abre la matriz será contado como santo para
Señor”. Ellos incluso sacrificar un par de tórtolas o dos pichones, conforme a la ley del
Señor.
En ese momento había en Jerusalén un hombre llamado Simeón. Él era justo y piadoso,
esperaba la consolación de Israel, y el Espíritu Santo estaba sobre él. Y del Espíritu
Santo, que había recibido la revelación de que no vería la muerte antes de haber visto al
Cristo del Señor. Guiados por el Espíritu que vino al templo, y cuando los padres
introdujeron al niño Jesús para hacer por él, ya que era la costumbre en vir tud de la ley,
él le tomó en sus brazos y alabó a Dios, diciendo:
"Ahora, Señor, que tu siervo termina sus días en paz, como has prometido. Porque mis
ojos han visto a tu Salvador, que has preparado ante la faz de todos los pueblos, una luz
para revelación a los gentiles
y gloria de tu pueblo Israel ".
Su padre y su madre estaban maravillados de lo que se decía de él. Simeón los bendijo y
dijo a María, su madre: "He aquí, éste está puesto para caída y elevación de muchos en
Israel, y para señal que será contradicha Sí, también a través de vuestra alma una
espada Así será revelado.. Lo que muchas personas piensan en sus corazones”.
Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Ella había entrado
en la vejez. Durante siete años que había vivido con su marido desde el momento en que
era virgen, y ella era viuda hacía ochenta y cuatro años. Nunca salía del templo, sirviendo
a Dios con ayunos y oraciones noche y día. Justo en ese momento ella se acercó y
alababa a Dios y hablaba del niño a todos los que esperan la salvación de Jerusalén.
Desde que habían cumplido con todo lo que estaba escrito en la ley del Señor, volvieron
a su ciudad natal de Nazaret de Galilea. Y el niño crecía y se llenó de poder y la
sabiduría, y la gracia de Dios estaba sobre él.
Mateo 1: 18-25 y Lucas 1: 26-45, 2: 1-40

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